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Violencia contra las mujeres

-La violencia contra las mujeres y las niñas sigue siendo una de las violaciones de
los derechos humanos más extendidas y generalizadas del mundo. Se calcula que, a
nivel global, 736 millones de mujeres -casi una de cada tres- han sido víctimas de
violencia física y/o sexual al menos una vez en su vida.

Por qué debemos eliminar la violencia contra la mujer


La violencia contra mujeres y niñas sigue relativamente silenciada por un sistema
que facilita la impunidad de los perpetradores, la estigmatización social y la
vergüenza que sufren las víctimas.

En forma general, la violencia se manifiesta de forma física, sexual y psicológica e


incluye:

● violencia por un compañero sentimental (violencia física, maltrato


psicológico, violación conyugal, femicidio);
● violencia sexual y acoso (violación, actos sexuales forzados, insinuaciones
sexuales no deseadas, abuso sexual infantil, matrimonio forzado, acecho,
acoso callejero, acoso cibernético);
● trata de seres humanos (esclavitud, explotación sexual);
● mutilación genital, y
● matrimonio infantil.

Los efectos psicológicos adversos de la violencia contra las mujeres y niñas, al igual
que las consecuencias negativas para su salud sexual y reproductiva, afectan a las
mujeres en toda etapa de sus vidas. Por ejemplo, las desventajas tempranas en
materia de educación no solo constituyen el obstáculo principal para hacer cumplir
el derecho a la educación de las niñas, sino que también restringe el acceso a la
educación superior a la mujer, limitando así sus oportunidades de empleo.

Aunque todas las mujeres, en todas partes del mundo, pueden sufrir violencia de
género, algunas mujeres y niñas son particularmente vulnerables, ejemplo de ellas
son las niñas y las mujeres más mayores, las mujeres que se identifican como
lesbianas, bisexuales, transgénero o intersex, las migrantes y refugiadas, las de
pueblos indígenas o minorías étnicas, o mujeres y niñas que viven con el VIH y
discapacidades, y aquellas en crisis humanitarias.

tipos de violencia:

Violencia de género
La violencia de género se refiere a los actos dañinos dirigidos contra una persona o
un grupo de personas en razón de su género. Tiene su origen en la desigualdad de
género, el abuso de poder y la existencia de normas dañinas. El término se utiliza
principalmente para subrayar el hecho de que las diferencias estructurales de poder
basadas en el género colocan a las mujeres y niñas en situación de riesgo frente a
múltiples formas de violencia. Si bien las mujeres y niñas sufren violencia de género
de manera desproporcionada, los hombres y los niños también pueden ser blanco
de ella. En ocasiones se emplea este término para describir la violencia dirigida
contra las poblaciones LGBTQI+, al referirse a la violencia relacionada con las
normas de masculinidad/feminidad o a las normas de género.

Violencia contra mujeres y niñas


La violencia contra las mujeres y las niñas se define como todo acto de violencia
basado en el género que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento
físico, sexual o mental para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la
coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida
pública como en la vida privada. La violencia contra las mujeres y niñas abarca, con
carácter no limitativo, la violencia física, sexual y psicológica que se produce en el
seno de la familia o de la comunidad, así como la perpetrada o tolerada por el
Estado.

Violencia económica
Consiste en lograr o intentar conseguir la dependencia financiera de otra persona,
manteniendo para ello un control total sobre sus recursos financieros, impidiéndole
acceder a ellos y prohibiéndole trabajar o asistir a la escuela.
Violencia psicológica
Consiste en provocar miedo a través de la intimidación; en amenazar con causar
daño físico a una persona, su pareja o sus hijas o hijos, o con destruir sus mascotas
y bienes; en someter a una persona a maltrato psicológico o en forzarla a aislarse de
sus amistades, de su familia, de la escuela o del trabajo.
Violencia emocional
Consiste, por ejemplo, en minar la autoestima de una persona a través de críticas
constantes, en infravalorar sus capacidades, insultarla o someterla a otros tipos de
abuso verbal; en dañar la relación de una pareja con sus hijas o hijos; o en no
permitir a la pareja ver a su familia ni a sus amistades.
Violencia física
Consiste en causar o intentar causar daño a una pareja golpeándola, propinándole
patadas, quemándola, agarrándola, pellizcándola, empujándola, dándole bofetadas,
tirándole del cabello, mordiéndole, denegándole atención médica u obligándola a
consumir alcohol o drogas, así como empleando cualquier otro tipo de fuerza física
contra ella. Puede incluir daños a la propiedad.
Violencia sexual
Conlleva obligar a una pareja a participar en un acto sexual sin su consentimiento.
Véase infra para obtener más información sobre la violencia sexual.

Prevenir la violencia contra la mujer

Consentimiento:
El consentimiento convencido es imprescindible, en todo momento.
En lugar de oír un “no”, asegúrate de oír un “sí” activo que haya sido
expresado por todas las personas involucradas. Integra el consentimiento
convencido en tu vida y habla de él.

Frases como “se lo estaba buscando” o “los hombres así son” intentan
desdibujar los límites del consentimiento sexual, culpabilizar a las víctimas
y exculpar a los agresores del delito que han cometido.

Puede que las personas que usan estas expresiones entiendan el


consentimiento como una idea vaga, pero la definición es muy clara.
Cuando se trata de consentimiento, no hay límites difusos.

Conoce los datos y pide más información

Para combatir eficazmente la violencia de género, es necesario entender

bien la cuestión.

La recopilación de datos pertinentes es fundamental para aplicar con éxito

medidas de prevención y proporcionar a las sobrevivientes el apoyo

adecuado.

Debido a que la violencia de género ha aumentado durante la pandemia de

COVID-19, las brechas en la recopilación de datos sensibles al género son

más evidentes que nunca. Pide a tu gobierno que invierta en la recopilación

de datos sobre la violencia de género.

Escucha a las víctimas


Reconocer que hemos sido víctimas de la violencia puede ser difícil, por lo

que si algún familiar o conocida se anima a contarte su experiencia,


¡escúchala! Cuando una mujer o una niña -a quienes se les hace más difícil-

comparte su historia, está dando el primer paso para romper el ciclo de

maltrato y por que se debe señalarlo desde el inicio

Educa a tu comunidad y familiares


Lamentablemente, no muchas personas son conscientes de las
imposiciones machistas que persisten en nuestra sociedad hoy. Una
excelente manera de ayudar a prevenir la violencia es la educación, por eso
puedes empezar con tus familiares para luego llegar a más personas
dentro de tu comunidad.

Hablar sobre el consentimiento, el impacto de la violencia y cómo

intervenir de manera segura, son algunos de los puntos más importantes

que puedes abordar.

Reconoce las señales de violencia


Existen muchas formas distintas de violencia y todas pueden afectar de

forma física y emocional. Aprender a identificar las señales es importante

para ayudar a esa amiga, conocida o familiar a salir de este tipo de

situaciones, sin poner en riesgo su integridad.

Es importante reconocer estas situaciones como violencia y no justificarlas

con la esperanza de que la persona que ejerce la violencia cambie. Estos

son hechos de riesgo que deben alertar, para tomar las medidas de

prevención y protección necesarias:


● Recibir mensajes de acoso por parte de tu pareja.

● Tener miedo de tu pareja o mostrarte ansiosa por complacerlo.

● Tener un acceso limitado a tus finanzas o toma de decisiones.

● Mostrar cambios negativos en tu apariencia o personalidad.

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