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Expediente No.

254306000660201801466-00
Indiciado: Jorge Enrique Pizano Callejas
Delito: Homicidio
R.I -2023-0034

REPÚBLICA DE COLOMBIA
RAMA JUDICIAL DEL PODER PÚBLICO

JUZGADO TERCERO PENAL DEL CIRCUITO CON FUNCIÓN DE


CONOCIMIENTO DE FUNZA

Funza, ocho (8) de marzo de dos mil veinticuatro (2024).

Radicado CUI: 254306000660201801466


N.I.: 2023-0034
Indiciado: Jorge Enrique Pizano Callejas
Delito: Homicidio
Decisión: Niega Preclusión

1. ASUNTO.

El juzgado resuelve la solicitud de preclusión presentada por el Fiscal


Primero Delegado ante el Tribunal de la Unidad Especial de Investigación
dentro de la indagación de la referencia.

2. ACTUACIÓN PROCESAL RELEVANTE.

La Fiscalía General de la Nación a través de su delegado radicó el 28 de


julio de 2022 solicitud de preclusión de la investigación.

Por reparto le correspondió conocer de la solicitud al Juzgado 02 Penal del


Circuito de Funza (Cundinamarca), autoridad judicial que el 18 de octubre
de 2022, manifestó impedimento con sustento en el numeral 13 del
artículo 56 de la Ley 906 de 2004 y remitió las diligencias al Juzgado 01
Penal del Circuito de esta localidad.

El Juzgado 01 de Penal del Circuito de Funza (Cundinamarca), el 28 de


octubre de 2022 avocó conocimiento y fijó audiencia preclusión para el 16

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de enero de 2023, la que no se realizó ante la ausencia de las víctimas.
Para el 5 de mayo de 2023 se instaló la audiencia respectiva, pero por
problemas técnicos se suspendió.

El proceso fue remitido a este Juzgado en virtud del Acuerdo CSJCUA23-


54 de 17 de mayo de la presente anualidad, que ordenó la distribución de
procesos en los Despachos de categoría penal del circuito de Funza, con
ocasión de la creación de esta célula judicial. En auto del 25 de mayo de
2023 se avocó el conocimiento y se convocó para la audiencia de
preclusión.

La audiencia de preclusión se surtió en sesiones del 29 de septiembre y


24 de noviembre de 2023, en la cual el delegado de la Fiscalía General de
la Nación sustentó su solicitud y el Representante de Víctimas, Ministerio
Público y Defensa presentaron sus respectivos argumentos.

3. SOLICITUD DE PRECLUSIÓN

El delegado de la Fiscalía fincó su petición en los artículos 77 y 332,


numeral primero de la Ley 906 de 2004, en concordancia con el artículo
82 del Código Penal, numeral primero. Selección normativa que hizo con
ocasión del deceso del indiciado.

Los hechos de la indagación se contraen a los siguientes, según exposición


del mismo fiscal:

El 08 de noviembre de 2018, aproximadamente a las 07:30 horas, el señor


JORGE ENRIQUE PIZANO CALLEJAS fue encontrado por su esposa
desvanecido en el suelo del baño de la habitación principal. Presentaba
dificultad para respirar, por lo que fue trasladado al centro de salud de
Subachoque, lugar al que llegó sin signos vitales.

ALEJANDRO PIZANO PONCE DE LEÓN falleció el 11 de noviembre de


2018, luego de que ingiriera, de manera accidental, cianuro contenido en
una botella de agua saborizada marca OMI, que encontró en el escritorio

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de la habitación principal de la finca El Ático, ubicada en la vereda Canica
Baja, Kilómetro 5 del municipio de Subachoque – Cundinamarca.

De acuerdo con lo anterior, luego del acopio de elementos materiales


probatorios, la fiscalía concluyó que el fallecimiento de Jorge Enrique
había sido producto de una prexistencia patológica que se anticipó a su
deseo de quitarse la vida, con una mezcla de agua y cianuro contenida en
una botella de marca OMI que él mismo preparó. Y que el deceso de
Alejandro ocurrió con ocasión de la ingesta accidental del contenido de la
dicha botella. De ahí que la fiscalía señalara al padre como responsable
de la muerte del hijo, por el hecho de haber dejado la botella servida con
el tóxico. Este planteamiento lo resguardó en los siguientes argumentos:

Encontró plenamente demostrado que JORGE ENRIQUE PIZANO


CALLEJAS falleció por causas naturales, el día 08 de noviembre de 2018.
Situación acreditada con el protocolo de necropsia clínica que elaboró el
patólogo Pedro Emilio Morales, quien concluyó que el deceso de Jorge
Enrique fue producto de una arritmia cardiaca asociada a esteatosis
hepática. Aspecto que corroboró con los antecedentes médicos, pues en
su criterio ello robustece la conclusión a la cual arribaron las pericias.

A la vez descarta que el deceso de JORGE ENRIQUE PIZANO CALLEJAS


haya sido producto de una ingesta de cianuro, pues al momento en que
los profesionales de salud atendieron la emergencia, no presenciaron
sospecha clínica de intoxicación por esa sustancia, ni olor a almendras
amargas. Síntoma característico del envenenamiento por cianuro.
Circunstancia que se corroboró con lo dicho por la médico que lo atendió
al manifestar que la causa de muerte pudo tratarse de un infarto agudo o
una enfermedad cardiovascular. Añadió que en las pruebas
histopatológicas y de humor vítreo practicadas sobre muestras obtenidas
en la necropsia clínica, no se obtuvo rastro de cianuro.

Para la Fiscalía también se encuentra probada la muerte violenta de


ALEJANDRO PIZANO PONCE DE LEÓN por ingesta de cianuro. Tesis que
respalda con la necropsia forense que se le practicó al cuerpo del obitado,

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las evaluaciones de toxicología, y en las declaraciones rendidas por sus
familiares cercanos, quienes estaban presentes en el instante en el que
Alejandro ingirió del contenido de una botella que reposaba en el escritorio
de JORGE ENRIQUE PIZANO.

Justificado está para la fiscalía el hallazgo de la botella con cianuro, en


las presuntas ideas suicidas que JORGE ENRIQUE había exteriorizado.
Afirmación que encontró asidero en las declaraciones de INÉS ELVIRA
PONCE DE LEÓN, JUANITA PIZANO PONCE DE LEÓN, en el dicho de la
psiquiatra tratante DEYANIRA MUÑOZ y el abogado DANIEL ALEJANDRO
PEÑA REDONDO, quienes dieron cuenta del estado anímico de aquel.

El fiscal asegura que está demostrado el hecho de que JORGE ENRIQUE


PIZANO CALLEJAS era el único de los habitantes de la Finca El Ático que
de manera habitual consumía agua marca OMI saborizada, es más, en la
indagación se logró acreditar que él era quien compraba directamente el
producto en las tiendas D1.

Específicamente acerca de la botella contentiva de la sustancia, el


exponente indica que está debidamente acreditada la trazabilidad y que
se respetó la cadena de custodia, con lo cual se garantiza la mismidad del
elemento. Para soportar esta aseveración se remite a la declaración de
LEIDY BIBIANA NAVARRO MURCIA, y a los reportes de cada uno de los
investigadores y funcionarios que tuvieron a cargo ese medio de prueba.
Igualmente, como premisa de apoyo a la mismidad de la botella, hizo
mención a la existencia de rastros genéticos del señor JORGE ENRIQUE
PIZANO CALLEJAS en la boca del envase, circunstancia que daría cuenta
de que esta persona tuvo contacto con el envase. Deducción que extrajo
de su interpretación de los informes de genética forense.

La ausencia de huellas digitales en la botella, explica, se pudo presentar


porque el contenedor en el cual se embaló dicho elemento no era el
adecuado, pues este, al estar en una bolsa plástica “suda”, lo que produce
la eliminación de rastros dactiloscópicos. También debe tenerse en cuenta
el tipo de líquido que estaba al interior de la botella, el cual pudo confluir

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para el borrado. Conclusiones que replica de la explicación dada por el
perito en lofoscopia.

En lo que atañe a la finca el Ático, el fiscal advirtió que, para el momento


de los hechos, se trataba de un lugar relativamente seguro. Aseveración
que extrajo de las declaraciones de los propietarios de inmuebles
aledaños, lo que a su consideración permite inferir que no hubo personas
extrañas que hayan ingresado a ese predio. Añade que existía un control
riguroso por parte de la familia Pizano Ponce de León, respecto de las
personas que ingresaban a la casa principal.

El fiscal construyó una línea cronológica de personas que comparecieron


a la finca el Ático entre el 6 y el 8 de noviembre de 2018, siendo ubicados
JORGE ENRIQUE PIZANO e INES ELVIRA PONCE DE LEÓN, en su calidad
de propietarios; ARACELY SERRATO, JUAN ACOSTA PARRADO y DANIEL
GONZÁLEZ como trabajadores de la finca. En cuanto a la señora LEIDY
BIBIANA NAVARRO MURCIA realizaba labores domésticas en ese lugar,
los sábados, domingos y los lunes festivos. Del mismo modo, JUANITA
PIZANO PONCE DE LEÓN iba los fines de semana, y en alguna
oportunidad también estuvo allí su novio.

A partir de lo anterior, el delegado de la fiscalía destaca que el acceso a la


casa principal era limitado y que resultaba poco probable que un tercero
diferente a Jorge Enrique hubiera podido plantar la botella con la pócima.
Pues logró establecer la identidad de las personas que trabajaban en la
finca, sus dinámicas y los horarios en que permanecían en la residencia,
y ninguno de ellos puede por ello, señalarse como sospechoso.

Resaltó que entre el día 8 al 11 de noviembre de 2018 después de


conocerse el fallecimiento de Jorge Pizano, se bloqueó el acceso por
completo a la vivienda; es más, se le pidieron las llaves al administrador
de ese recinto. Sin embargo, una de las personas que tuvo acceso a la casa
durante ese periodo fue LEIDY BIBIANA NAVARRO GARCÍA, quien ingresó
para realizar labores de aseo por solicitud que le hiciera ARACELY
SERRATO.

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Por último, el fiscal considera probado el hallazgo y existencia de un kilo


de cianuro marca Químicos Campota en la Finca el Ático que fue ubicado
en un baño del segundo nivel de la casa principal, el que fue recolectado
en una inspección al lugar de los hechos. No obstante, su acopio fue
declarado ilegal por un Juez de control de garantías. Indicó que, respecto
al hallazgo de esa sustancia tóxica en la Finca el Ático, no puede ser
excluido por ilegalidad o ilicitud, debido a que se trata de un medio de
prueba que de todas formas habría sido encontrado en desarrollo de otro
acto investigativo, y que, el haberse ubicado un rastro genético del señor
JORGE ENRIQUE PIZANO CALLEJAS en la bolsa que contenía el pote de
cianuro, solo reforzaría la conclusión de que él fue quien hizo uso del
químico.

3. TRASLADO DE LA SOLICITUD DE PRECLUSIÓN A


INTERVINIENTES Y DEFENSA.

4.1. Intervención del apoderado de víctimas:

El apoderado de víctimas se opone a la solicitud de preclusión presentada


por el ente acusador, en primera medida porque, en su sentir, no se
encuentra superado el estado de convicción que se requiere para
decretarla, pese a que la muerte de JORGE ENRIQUE PIZANO CALLEJAS
está objetivamente acreditada, todavía hay líneas investigativas
inexploradas.

Un análisis de la historia clínica de JORGE ENRIQUE permite entrever


que su deceso no fue por causas naturales como lo alega la fiscalía. El
cáncer linfático, en el año 2018, no estaba activado, ya que se le había
realizado una extirpación del tumor. Tampoco se evidencia una
enfermedad de gravedad que afectara la salud de manera potencial.

El profesional considera que lo cierto es que no se ha podido acreditar si


la muerte fue natural o no. Las muestras tomadas del cuerpo inerte no
eran las idóneas para determinar si había o no cianuro, y al pasarlas por

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formol se pudo presentar una reacción química que eliminara el rastro de
cianuro. Razones por las cuales se muestra inconforme con las
conclusiones del patólogo.

La fiscalía no tuvo en cuenta que JORGE ENRIQUE PIZANO CALLEJAS


solicitó protección a diferentes entidades porque se sentía en peligro, por
la información privilegiada que poseía acerca de actos de corrupción en el
país. No es cierto que aquel se encontrara rodeado, para el momento de
su muerte, de personas de su entera confianza, ni que la finca contara con
filtros de seguridad impenetrables.

Muestra de lo anterior son las declaraciones de JUAN ACOSTA, DIGNORA


GALINDO y LEIDY BIBIANA, quienes admitieron que llevaban poco tiempo
trabajando para la familia Pizano en la Finca El Ático. JUAN ACOSTA, por
ejemplo, tenía acceso a la vivienda, su cónyuge dijo llamarse -Tatiana-
cuando en realidad era Dignora. A su vez no hay parentesco entre Dignora
y Leidy Bibiana Navarro Murcia, pues a simple vista no comparten ningún
apellido; aspecto que desdice sus declaraciones. Con todo ello, el
apoderado de víctimas echa de menos una línea investigativa más rigurosa
sobre estas personas.

Respeto de la seguridad de la finca, era sencillo ingresar a la casa


principal, incluso por la cerca o debajo de la puerta, tal como lo señaló
JUANITA PIZANO PONCE DE LEÓN, y se pudo constatar con las fotos del
lugar. Añade el hecho de que ARACELY SERRATO, empleada de la familia,
tenía llaves. Que en el sector se habían presentado eventos de hurtos,
razón que motivó a la familia Pizano a que instalaran cámaras de
seguridad. Aspectos que desmoronan la tesis de la fiscalía sobre la
seguridad en el lugar de los hechos.

El profesional cuestiona que en la fase de indagación se hayan recolectado


unos aparatos electrónicos, entregados voluntariamente por la familia
Pizano, algunos de propiedad de Jorge Enrique, y que gran parte de la
información allí contenida fue eliminada. Similar embate presentó en
contra de la ausencia de fragmentos dactilares en la botella que contenía

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la sustancia tóxica de la que bebió Alejandro, pese a que está acreditado
que por lo menos dos personas tuvieron contacto con ese elemento. De ahí
que, considere que la explicación dada por el lofoscopista no es creíble,
por tanto, la indagación debe recabar sobre este punto, más si se tiene en
consideración que el número del lote de la botella también desapareció.

El abogado resalta que la fiscalía no logró explicar por qué en el frotis de


la boca de la botella que contenía el cianuro, no aparece registro genético
de ADN de ALEJANDRO PIZANO PONCE DE LEÓN y sí de su
progenitor. Por último, es un hecho no acreditado, el que la botella de
marca OMI, contentiva de la sustancia letal, haya sido comprada por Jorge
Enrique, dado que, el código de barras es un distintivo del producto y no
del lote específico que le correspondía al elemento.

4.2. Ministerio Público

La representante del Ministerio Público no se opuso a la solicitud de


preclusión respecto del indiciado JORGE ENRIQUE PIZANO CALLEJAS,
pero, a la vez solicita que se continúe con la investigación por el homicidio
de ALEJANDRO PIZANO PONCE DE LEÓN. En su criterio, la indagación
se orientó hacia una línea investigativa única, en la que percata una serie
de yerros en el manejo y cuidado de los elementos materiales probatorios.

Para la Procuradora la causa de la muerte de JORGE ENRIQUE PIZANO


CALLEJAS no está acreditada, por motivo de que las muestras
histopatológicas y de humor vítreo no eran idóneas para descartar una
muerte por alguna sustancia tóxica. Igualmente, cuestionó la ausencia de
huellas dactilares en la botella, así como el hecho de que en ella no exista
rastro genético de ALEJANDRO PIZANO PONCE DE LEÓN.

De otro lado, estimó que las declaraciones en las que la fiscalía sustentó
sus hipótesis, son inconsistentes y contradictorias. Hizo especial
referencia a que no se constataron las versiones de los declarantes.
Actividad necesaria, puesto que no todos los trabajadores de la finca eran

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de la confianza de JORGE ENRIQUE PIZANO CALLEJAS, siendo tópicos
en los que no se ha ahondado con suficiencia.

5. CONSIDERACIONES DEL DESPACHO.

5.1. Competencia.

De conformidad con lo establecido en el artículo 36, numeral 2, y artículo


43 de la Ley 906 de 2004, este Juzgado es competente para pronunciarse
frente a la solicitud de preclusión peticionada por el señor Fiscal Primero
delegado ante el Tribunal de la Unidad Especial de Investigación.

A tono con la solicitud, el problema jurídico se ciñe a determinar si en el


caso bajo examen concurren los presupuestos legales para que pueda ser
declarada la extinción de la acción penal en contra del señor JORGE
ENRIQUE PIZANO, con ocasión de su deceso, según lo previsto en el
artículo 332 Numeral 1 del C.P.P, concordante con el artículo 82 numeral
1 del C.P.

Para resolver el asunto se analizarán los siguientes ejes temáticos: (i)


marco conceptual del instituto de la preclusión, (ii) caso concreto y (iii)
conclusiones.

5.1. Marco Conceptual del instituto procesal de la preclusión.

Los artículos 250 de la Constitución Política y 200 de la Ley 906 de 2004,


atribuyen a la Fiscalía General de la Nación el ejercicio de la acción penal
en virtud de la cual debe investigar los hechos de connotaciones punibles
que lleguen a su conocimiento. Así mismo, el Código de Procedimiento
Penal prevé que cuando la fiscalía no encuentre mérito para acusar, debe
acudir al juez de conocimiento para solicitar la preclusión de la
investigación según las causales previstas en la ley.

La preclusión es uno de los institutos procesales que posibilitan la


terminación anticipada del proceso penal. Se encuentra regulada en los

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artículos 331 a 335 de la Ley 906 de 2004. Allí se establece que puede ser
decretada por el juez de conocimiento en cualquier etapa procesal, a
instancia de la fiscalía, incluso antes de la formulación de la imputación,
cuando encuentre acreditada una de las situaciones contempladas en el
canon 332 de dicha codificación.

La preclusión de la investigación con fundamento en la causal primera del


artículo 332 de la Ley 906 de 2004 -imposibilidad de iniciar o continuar el
ejercicio de la acción penal- exige para su configuración, la constatación
de alguna de las causales contenidas en los artículos 82 del Código Penal
y 77 de la Ley 906 de 2004, es decir, solo procede cuando se logra
demostrar la causal invocada y existe plena convicción acerca de su
estructuración. Esto es así porque la decisión de precluir hace tránsito a
cosa juzgada, en los términos del artículo 334 de la Ley 906 de 2004.

Sobre dicha institución ha indicado la Sala Penal de la Corte Suprema de


Justicia:

“la preclusión de la investigación penal permite la terminación del


proceso, cuando no existen motivos probatorios o jurídicos para
avanzar en él. Implica adoptar una decisión definitiva por parte del
juez de conocimiento, cuyo efecto es el de cesar la persecución penal
contra el implicado respecto de los hechos objeto de investigación, por
lo que está investida de la fuerza vinculante de la cosa juzgada. Por
consiguiente, la solicitud de preclusión no solo debe precisar con
exactitud la causal invocada, sino ofrecer suficientes elementos
argumentales y probatorios que permitan al juez de conocimiento
declarar acreditada su estructuración1.”

Lo anterior significa que, el Juez de conocimiento para decretar la


preclusión, debe llegar a un estado de convicción tal, que no exista duda

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l AP4191-2022. Radicado 62057 del 07 de septiembre de 2022

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respecto de que esa es la vía procesal adecuada para finiquitar la acción
penal2. Sobre esta exigencia, en reiterada jurisprudencia se ha señalado:

“(…) al presentar la solicitud de preclusión, corresponde al


peticionario realizar un análisis detallado de los elementos fácticos,
probatorios y jurídicos que soportan la pretensión, de modo que sea
posible concluir, más allá de toda duda y no como una simple
probabilidad [1], la necesidad de extinguir la acción penal con fuerza
de cosa juzgada por ausencia de mérito para iniciar o continuar con
la persecución penal”

En ese entendido, la preclusión sólo será viable cuando el peticionario – y


en este caso la Fiscalía -, acredite argumentativa y probatoriamente que
se han agotado plenamente las posibilidades investigativas, y que la
causal invocada está configurada más allá de cualquier duda3.

5.2. Caso en concreto:

Sea lo primero advertir que, ante la gran cantidad de elementos materiales


probatorios aportados por la Fiscalía y el apoderado de víctimas, este
Despacho, haciendo uso del principio de selección probatoria4, solamente
tendrá en cuenta las calificadas durante el debate como las más relevantes
del caso.

Ahora bien, el ente acusador sostiene que JORGE ENRIQUE PIZANO


CALLEJAS falleció por causas naturales, el día 08 de noviembre de 2018.
Antes de su deceso tenía la intención de suicidarse a través de una mezcla
con cianuro, que dejó preparada al interior de una botella de agua marca
OMI, que solía ingerir. La pócima quedó servida encima de su escritorio,
habitación principal de la fina El Ático; de donde Alejandro, su hijo, la
tomó, convirtiéndose en la causa de su muerte, el 11 de noviembre de

2
Entre otros, CSJ AP, 24 jul. 2013, rad. 41604; CSJ AP3288–2014, 18 jun. 2014, rad. 43797; CSJ
AP4388–2018, 3 oct. 2018, rad. 53564; CSJ AP1718–2019, 30 abr. 2019, rad. 48492 y CSJ AP242–
2020, 29 en. 2020, rad. 55753
3
Corte Suprema de Justicia SP, 25 jul. 2018, rad. 53107
4
Corte Suprema de Justicia SP3574-2022 Radicado 54189 del 05 de octubre de 2022

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2018. Para la fiscalía tal hipótesis encuentra respaldo, en los siguientes
hechos:

(i) JORGE ENRIQUE PIZANO CALLEJAS falleció por causas naturales, el


08 de noviembre de 2018, (ii) ALEJANDRO PIZANO PONCE DE LEÓN
falleció por muerte violenta a raíz de la ingesta de cianuro, el 11 de
noviembre de 2018, (iii) para la época de los hechos había un control
riguroso para el acceso a la finca El Ático, lo cual descarta que la sustancia
tóxica haya sido ingresada por un tercero, (iv) la Finca el Ático estaba
ubicada en un sector seguro, (v) JORGE ENRIQUE PIZANO CALLEJAS era
el único que consumía agua marca OMI y, por tanto, fue quien ingresó la
botella a la finca y (vi) JORGE ENRIQUE PIZANO CALLEJAS previo a su
muerte había exteriorizado ideas suicidas, luego él fue quien preparó la
mezcla de cianuro contenida en la botella de agua saborizada.

De lo anterior, el Despacho únicamente concuerda con el hecho de que


ALEJANDRO PIZANO PONCE DE LEÓN murió, el 11 de noviembre de
2018, por causas violentas derivada de la ingesta de cianuro. Sustancia
que se encontraba en el escritorio de la habitación principal de la Finca El
Ático, ubicada en el municipio de Subachoque (Cundinamarca).

Es probanza de ese acontecer el informe pericial de necropsia No.


2018010125430000101 del 11 de noviembre de 20185 practicado al
cuerpo sin vida del precitado, en el cual se concluyó que su muerte se
debió a la ingesta de una sustancia tóxica. Aspecto que guarda fiel
sintonía con el informe pericial de toxicología No. DRSUR-DSTLM-LTOF-
0001626-2018, a partir del cual se detectó cianuro en el líquido de la
botella. Del mismo modo, INÉS ELVIRA PONCE DE LEÓN, MARIA
CAROLINA y JUANITA PIZANO PONCE DE LEÓN observaron que
Alejandro tomó de la botella. Es por esto que este evento no admite
controversia.

No ocurre lo mismo con las demás conclusiones de la fiscalía. La hipótesis


que eligió es solo una posibilidad dentro de la alta gama de probabilidades

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Expediente Digital 2023-034 “001FiscalíaEMP” “002.Caja2” Cuaderno 8 Folios 63 a 70

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que resultan igualmente válidas para la averiguación del responsable de
la muerte de Alejandro, y que este ente no despejó. En el recorrido
probatorio encontró este Despacho ciertos pasajes de la investigación en
condiciones de incertidumbre e informaciones incompletas que usó el
fiscal para ensamblar sus silogismos, sin embargo, lo cierto es que la
argumentación parte de una interpretación sesgada de la prueba, lo que
conlleva a que las premisas no tengan la suficiente fuerza suasoria para
apoyar las conclusiones, como pasa a verse.

5.2.1 La muerte por causas naturales de Jorge Enrique Pizano


Callejas:

La fiscalía afirmó que la muerte de Jorge Enrique se produjo por una


“arritmia cardiaca secundaria a hipertrofia concéntrica del ventrículo
izquierdo asociada a esteatosis hepática no alcohólica”. Conclusión que
extrajo del informe del patólogo PEDRO EMILIO MORALES MARTÍNEZ6,
emitido con ocasión de la necropsia clínica que practicó al occiso, el 9 de
noviembre de 2018. El patólogo, a su vez, se apoyó en la historia clínica y
en el informe médico aportado por el puesto de salud de Subachoque,
elaborado por la médico YULEIDY OSORIO JIMÉNEZ, en la que plasmó:
“paciente con antecedente de linfoma mesentérico en tratamiento”

A partir de lo anterior, no puede asegurarse con grado de certeza, como lo


hace el fiscal, que la causa del deceso de PIZANO CALLEJAS, está
perfectamente acreditado. Lo primero es señalar que, la calificación de
muerte natural devino de la conclusión del patólogo que hizo la necropsia
clínica, y desde allí parten los demás elementos materiales que se
acopiaron para determinar este aspecto.

El patólogo, PEDRO EMILIO MORALES MARTÍNEZ, rindió entrevista el 15


de noviembre de 2018. En esa ocasión dijo que la empresa CITOMAP tiene
contrato con el Hospital San Rafael de Facatativá para realizar las
necropsias clínicas. Que estando en la ciudad de Villavicencio como asesor

6
Expediente Digital 2023-034 001FiscalíaEMP 002.Caja2 Cuaderno 8 Folios 136 a 141

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de la Fiscalía, en una audiencia de juicio oral, fue contactado para realizar
la necropsia clínica al cuerpo de Jorge Enrique.

Para tal efecto se desplazó al hospital esa misma noche, puesto que, el
procedimiento debe hacerse dentro de las 24 horas siguientes al
fallecimiento. La necropsia clínica tenía como propósito especificar la
causa de la muerte, así se deduce del informe de la médico YULEIDY
OSORIO JIMÉNEZ.

De la entrevista vale resaltar la respuesta dada por el galeno cuando los


investigadores le preguntaron si había determinado la causa directa de
muerte7: (récord 43:44), respondió:

“...yo dije este paciente se debió morir, entonces cuando hay que
llenar el certificado de defunción, si es autopsia clínica se supone que
es una autopsia, se supone no, siempre es en muerte natural, entre
otras cosas por qué no se puede hacer el certificado ni de muerte
violenta, ni de muerte en estudio y mucho menos violenta, si
uno hace el certificado de defunción como muerte en estudio,
entonces debe convertirla en médico legal y solicitar que venga
la autoridad, entonces obligatoriamente, se ve uno obligado a
decir que es una muerte natural y todo indica que es una muerte
natural, por eso se solicitó autopsia clínica, máxime si el caso había
sido de conocimiento de la policía, porque la policía la que lleva el
cadáver al hospital de Subachoque, entonces la historia decía
conducido por la policía al hospital, entonces uno dice la policía ha
descartado que sea una muerte violenta, no es sospechosa, no hay
nada, es una muerte natural, entonces el certificado de defunción lo
hacemos como muerte natural y dentro de las causas de muerte
fibrilación ventricular por hipertrofia cardiaca y hay que verificarla
con los estudios de histotecnología y por eso se dejan para investigar
el linfoma y la cardiopatía8.” (subrayado del Despacho).

7
A partir record 43:44 de la entrevista del patólogo
8
001Fiscalia-TrasladoEmp-005EntrevistaPatologia Record43:44

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Indiciado: Jorge Enrique Pizano Callejas
Delito: Homicidio
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Conforme a lo señalado, es fácil percatar que el galeno no abordó hipótesis
de muerte diferentes a la natural. De igual forma, se mostró dubitativo e
inseguro al responder si había determinado o no una causa directa de la
muerte de JORGE ENRIQUE PIZANO CALLEJAS. Pudo ser, como él mismo
lo manifestó, que se vio obligado a decir que era una muerte natural.

Bajo ese entendido, este Despacho no comprende por qué, a pesar de


haber extraído muestras de humor vítreo de los órganos del cuerpo sin
vida de PIZANO CALLEJAS, para someterlas a estudio, al evidenciar un
trastorno de los electrolitos o de glicemia y una hemorragia en el páncreas,
el patólogo decidió concluir afanosamente que se trataba de una muerte
natural, aun cuando, se itera, no tenía certeza de la misma.

En definitiva, para esta Judicatura, de las explicaciones dadas por el


patólogo no se sigue indefectiblemente que la muerte de Jorge Pizano
atendió a una causa de origen natural. Su concepto fue confuso e
incoherente. No descartó plenamente todas las hipótesis; prueba de ello
es que haya extraído muestras del páncreas con el fin de analizarlas y así
descartar otra posible causa de muerte; lo que evidencia que aún era una
muerte por determinar.

De otro lado, el médico no hizo el análisis de las muestras que tomó


porque, días después, el cuerpo investigativo de la Fiscalía las pidió, ante
el deceso de ALEJANDRO PONCE DE LEÓN. Así lo dijo en su entrevista.

Además de lo anterior, resulta necesario que la fiscalía indague acerca de


cuáles fueron las razones para que la empresa CITOMAP esperará al
arribo del patólogo PEDRO EMILIO MORALES MARTÍNEZ, quien, al
momento del llamado, se encontraba en otra ciudad como asesor de la
Fiscalía en un juicio oral. Si la necropsia clínica debe realizarse dentro de
un término máximo de 24 horas qué motivó a que no se acudiera a otro
patólogo que estuviera disponible y, que sin la premura del tiempo hubiese
realizado el procedimiento. Pues al parecer, los estudios no se terminaron
debido a que el abordaje del cuerpo fue a la proximidad del límite máximo
previsto para ello.

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Delito: Homicidio
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Igualmente llama la atención que el Doctor PEDRO EMILIO MORALES


MARTÍNEZ al parecer contara con vínculos externos con la Fiscalía
General de la Nación, pues como este lo afirma en ese momento se
encontraba acompañando a un Fiscal ya que necesitaba que le orientará
un interrogatorio, a pesar de ser conocido que el ente acusador cuenta con
el Instituto Nacional de Medicina Legal como la entidad que presta
asesoría técnica al ente persecutor, conforme lo establece el artículo 204
de la Ley 906 de 2004 y la Ley 938 de 2004.

Ahora bien, como quiera que el cuerpo de JORGE ENRIQUE PIZANO


CALLEJAS fue cremado, solo se contaba con tejidos de los órganos y
contenido de humor vítreo, para posteriores estudios. Muestras que
fueron enviadas al laboratorio de toxicología del Instituto Nacional de
Medicina Legal y Ciencias Forense, para determinar algún hallazgo de
cianuro. El análisis le correspondió a la perito MARTHA CECILIA
GALEANO MENA, quien elaboró el informe pericial de toxicología forense
de fecha 22 de diciembre de 20219, en el que se lee:

“INTERPRETACIÓN DE RESULTADOS

En la muestra no biológica analizada no se detectaron las sustancias


investigadas. (…) La sustancia investigada en la muestra no biológica
fue Cianuro.

CONCLUSIONES:
En la muestra de humor vítreo analizada no se detectaron las
sustancias investigadas. (…) La sustancia investigada en la muestra
no biológica fue Cianuro.”
A reglón seguido obra Informe Pericial de Toxicología Forense del 11 de
febrero de 202210 suscrito por la misma profesional forense en el que
registró:
“INTERPRETACIÓN DE RESULTADOS:

9
001Fiscalia-EMP.004OtrosCarpetaIndividualUnIficada Folio 433
10
001Fiscalía-EMP.004OtrosCarpetaIndividualUnificadaFolio436

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Delito: Homicidio
R.I -2023-0034

En la muestra no biológica analizada no se detectaron las sustancias


investigadas. (…) La sustancia investigada en la muestra no biológica
fue Cianuro.”

En los informes también se indicó que, las muestras de humor vítreo no


son idóneas para hallar ese tipo de sustancias tóxicas, más cuando fueron
pasadas por formol; líquido que podría eliminar cualquier vestigio de la
sustancia investigada, por la interacción química. Una muestra de sangre
y/o contenido gástrico sí hubieran resultado aptas para determinar
rastros de cianuro en la corporeidad del occiso.

Es así que, la fiscalía hizo estudios sobre muestras no apropiadas y de ahí


concluyó que no había cianuro en el cuerpo de Jorge Pizano. Lógicamente
el resultado iba a ser negativo. La anterior deducción del acusador es
producto de una lectura equivocada de los informes periciales, siendo lo
correcto el afirmar que, los expertos fueron claros en señalar que con los
análisis no se podía determinar si había o no cianuro, pues, esta sustancia
no se puede detectar de muestras histopatológicas y de humor vítreo.

Todo lo anterior repercutió en el informe del 10 de junio de 202211,


mediante el cual otro galeno coligió que no hay evidencias para establecer
una muerte asociada al efecto tóxico del cianuro, sino que, contrario a
ello, los antecedentes clínicos, los hallazgos de necropsia y los análisis
macroscópicos y microscópicos dan cuenta de una muerte súbita
cardiaca. Pericia que tiene escaso valor suasorio habida consideración de
que quien la elaboró se basó en las conclusiones de su antecesor, es decir,
no es un estudio juicioso e individual, sino que es réplica de lo que ya
había.

La conclusión de la muerte natural fue apresurada, no se tuvieron en


cuenta aspectos de evidente relevancia como que en el frotis de la botella
que contenía la sustancia tóxica apareció rastro genético de Jorge Pizano,
aunado al corte líquido espumoso, el edema pulmonar y los signos de

11
001Fiscalia-EMP.004OtrosCarpetaIndividualUnIficada Folio 448

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hemorragia en el estómago, señales encontradas y reportadas por el
patólogo, que no fueron explicados.

En este estado de la argumentación, es conveniente memorar que, la


jurisprudencia ha indicado que el fallador penal no se encuentra llamado
a aceptar de manera automática e irreflexiva los postulados vertidos en
las pericias, sino que, debe indagar acerca del nivel de generalidad y
aceptación en la comunidad científica de la regla y método usado por el
perito, a fin de que pueda llegar a una conclusión razonable sobre el nivel
de probabilidad de la conclusión y, con ello, tener un cabal entendimiento
de las explicaciones dadas por el experto (CSJ SP1557-2018, Rad. 47423).

En Auto Penal.1661-2014, radicado 43.242, se señaló:

“De común ocurrencia es que los jueces se apoyen en estudios de los


grandes estudiosos del derecho penal general, penal especial,
constitucional, procesal o probatorio, contexto dentro del cual mal
podría insinuarse que esos documentos constituyen prueba alguna
que, por tanto, ha debido someterse al tamiz de su pertinencia,
conducencia y utilidad para controvertirlos al interior del debate. Lo
mismo sucede con la literatura científica cuando sirve de criterio
auxiliar para la función judicial.12”

De acuerdo a dicho derrotero, hasta aquí se evidencia i) una necropsia


clínica que no despejó todas las sospechas clínicas, ii) un análisis
toxicológico con muestras no adecuadas y iii) un informe médico legal que
no tuvo en cuenta toda la evidencia recolectada por la Fiscalía, como, por
ejemplo, el hecho de que la botella incautada con el cianuro tenía rastros
de ADN.

Este Juzgado, apoyado en las reglas de la ciencia, como herramienta


supletoria de interpretación, consultó en la literatura médica, si a partir
de la sintomatología y los hallazgos de la necropsia clínica era posible
sospechar una posible intoxicación por cianuro. Bajo esa premisa, el

12 Corte Suprema de Justicia. AP.-1661-2014. Radicado 43.242.

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envenenamiento puede reconocerse cuando se presentan los siguientes
síntomas:

“El primer paso para el diagnóstico de envenenamiento es evaluar el


estado global del paciente. El envenenamiento puede requerir una
intervención rápida para tratar el compromiso de las vías aéreas o el
colapso cardiovascular.

El envenenamiento puede reconocerse desde el primer momento.


Debe sospecharse si el paciente tiene síntomas inexplicables, en
especial alteraciones de la consciencia (que puede variar desde
agitación hasta somnolencia y coma)13” (Subrayado por el Juzgado.)

Así mismo la doctrina especializada14 sobre asuntos de intoxicación por


cianuro ha descrito las manifestaciones tempranas y tardías que se
evidencian al tener contacto con esa sustancia, teniendo frente a ese
tópico que:

“Las manifestaciones clínicas de esta intoxicación son amplias y


varían de acuerdo a la vía, dosis y tiempo de exposición (inicio de
acción entre segundos a minutos, con un curso de hasta 24 horas
reportadas). Usualmente, las manifestaciones más graves son
secundarias a compromiso de los sistemas más sensibles a la
hipoxia: sistema nervioso central y cardiovascular15.

En cuanto al sistema cardiovascular, el cianuro tiene un


efecto depresor, tanto cronotrópico como inotrópico negativo
sobre el músculo cardiaco, compensado inicialmente por el sistema
nervioso simpático (taquicardia e hipertensión). A medida que
progresa la intoxicación, la presión arterial cae y se compensa el

13
Por Gerard F. O´Malley Do, Grand Strand Regional Medical Center; Rika O´Malley. Manual
MSD-Generalidades del envenaniemto. Junio 2022
14
Estrada Atehortúa, Zuluaga Gómez, Berrouet Mejía, .Intoxicación por cianuro, perspectiva desde
urgencias: reporte de dos casos y revisión de la literatura. Medicina U.P.B., vol. 38, núm. 2,
pp. 168-176, 2019
15
Nelson L. Acute cyanide toxicity: mechanisms and manifestations. J Emerg Nurs. 2006;32(4
Suppl):S8-11.

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gasto cardiaco con taquicardia que, posteriormente, al agotar la
reserva, termina en choque profundo con hipotensión y bradicardia16.
(Subrayado nuestro).

Otros sistemas comprometidos son el respiratorio, sobre todo,


en casos de inhalación, produciendo edema pulmonar y falla
ventilatoria. Si se ingiere el tóxico, el cuadro inicial puede implicar
dolor abdominal, náuseas y emesis. En algunos reportes hablan
sobre olor a almendras amargas que exhala el paciente, sin
embargo, es un criterio subjetivo y no se debería confiar
solamente en él17” (negrillas fuera del texto original).

Sobre la base de lo anterior, al revisar la sintomatología presentada por el


señor JORGE ENRIQUE PIZANO CALLEJAS, el 08 de noviembre de 2018,
se revelan posibles signos tempranos y tardíos por la intoxicación con
cianuro, tales como alteraciones en la conciencia junto con fallas
cardiorespiratorias. Nótese que en la necropsia de ALEJANDRO PIZANO
PONCE DE LEÓN de quien, como se dijo, se comprobó la muerte por
ingesta de cianuro, se consignaron hallazgos comunes a los encontrados
en Jorge Enrique, tales como (i) líquido espumoso en los pulmones, (ii)
edema pulmonar y (iii) signos de hemorragia en el estómago. La fiscalía no
explicó estas coincidencias.

También resulta de interés entender según los postulados de la ciencia las


razones por las que el patólogo en sus conclusiones no hace referencia al
“punteado hemorrágico” de JORGE ENRIQUE PIZANO CALLEJAS y
determinar si ese de ese hallazgo se puede inferir un signo de intoxicación.

Un argumento repetido del fiscal para descartar la ingesta de cianuro por


parte de Jorge Pizano, fue la ausencia de olor a almendras. Señaló que
ninguno de los testigos presenciales advirtió el aroma a almendras
amargas. Sobre este tópico, la literatura científica enseña que:

16 Gracia R, Shepherd G. Cyanide poisoning and its treatment. Pharmacotherapy. 2004;24(10):1358-1365.


17 Hall AH, Rumack BH. Clinical toxicology of cyanide. Ann Emerg Med. 1986;15(9):1067-1074.

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“solo en el 40% de los casos de liberación de cianuro se puede percibir
el descrito olor a almendras amargas (…) el cianuro de hidrógeno es
un gas incoloro con leve olor amargo a almendras. (…) el cianuro de
sodio y el cianuro de potasio son sólidos blancos con leve olor amargo
a almendras en ambientes húmedos”. 18.”

Entonces, el fiscal partió erróneamente de los siguientes supuestos: i) todo


mundo conoce el olor a almendras, ii) la ingesta de cianuro siempre genera
este tipo de aroma. Suposiciones que lo llevaron a concluir que, iii) si nadie
percató el olor a almendras entonces Jorge no pudo fallecer de una ingesta
de cianuro

Como se vio, solo en el 40% de los casos de liberación de cianuro se puede


percibir el olor a almendras amargas, además, se requiere de un ambiente
húmedo para percibir dicho aroma. La fiscalía no hizo referencia a si el
ambiente de la finca El Ático era el adecuado para que efectivamente se
expeliera el dicho aroma, tampoco, si quiera contempló la posibilidad de
que Jorge hubiera podido estar dentro del 60% de casos en los que no se
expele ese olor a almendras, más cuando, nadie dijo que Alejandro emitía
tal aroma en el instante de su deceso, aun cuando es hecho irrebatible en
el compendio que la ingesta de cianuro fue la causa de su muerte.

Asimismo, el aroma a almendras amargas fue un ítem que preocupó a los


investigadores, pues, preguntaron sugestivamente a sus entrevistados si
habían sentido dicho olor, pero dentro del cuestionario no les preguntaron
si conocían a qué huele una almendra amarga.

Con todo, el hecho de la muerte natural de Jorge Pizano admite una seria
discusión, no está plenamente demostrada, por lo que es un aspecto sobre
el que la fiscalía debe ahondar con mayor rigor investigativo, siendo
cuidadoso el ente investigador de atar sus inferencias con la doctrina
médica y científica vigente.

18
Augusto V. Ramírez. Dirección Salud Ocupacional. Clínica Los Fresnos. Cajamarca, Toxicidad
del cianuro. Investigación bibliográfica de sus efectos en animales y en el hombre. Perú.2010

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5.2.2. La seguridad del sector, los controles de ingreso a la finca El
Ático y las personas de confianza en torno a la familia Pizano:

El delegado fiscal considera hechos suficientemente probados, la


presencia de personas de confianza en torno de la familia Pizano, junto
con el acceso restringido a la casa principal de la Finca el Ático, de
personas diferentes a la familia y ARACELY SERRATO. Construyó una
cronología para afirmar que entre el 6 al 8 de noviembre de 2018 sólo tuvo
acceso la familia Pizano Ponce de León y su empleada doméstica. Atribuyó
especial fiabilidad al dicho de esta última.

ARACELY SERRATO, empleada doméstica de la familia Pizano, rindió tres


declaraciones, ante la policía judicial. 17 de noviembre, 4 de diciembre,
ambas en el 2018, y, 20 de septiembre de 2020. Por lo menos las dos
primeras obtenidas con memoria fresca de la testigo, no obstante, al
contrastarlas resultan notoriamente contradictorias en puntos
sustanciales del acontecimiento que se relata.

Aterricemos directamente en lo discordante del dicho de Aracely Serrato.


Narró de forma diferente el trascurrir del 8 de noviembre 2018, por
ejemplo, en uno de sus relatos manifestó que nunca vio a su patrón tomar
agua de una botella, más en otra declaración afirmó que sí, incluso dijo
que observó como este bebió agua de la botella coincidencialmente antes
de su desvanecimiento en el baño.
Textualmente dijo:

“yo pensaba tantas cosas y yo me había acordado en ese momento


de la botella de agua y pensaba que el doctor había tomado algo para
quitarse la vida y se lo comenté a ella (refiriéndose a Bibiana), que
tenía miedo de que el doctor hubiera hecho una cosa de esas.”
(subrayado por este Despacho)

Basta con leer las distintas declaraciones para entender que la declarante
siempre señaló la posibilidad de un presunto suicidio de JORGE
ENRIQUE. Véase que cuando se le preguntó acerca de quien hacía

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Delito: Homicidio
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mercado, de una vez, contesta que PIZANO CALLEJAS compraba botellas
de agua saborizada del D1, y que una de estas la extrajo el día anterior a
su fallecimiento junto con una cuchara de palo que presentaba rastros de
uso, al parecer con partículas de jabón. Igualmente, dijo que esa misma
botella la vio en el baño en el que se encontró el cianuro. Lo extraño aquí
no es que desde un principio hablara de un posible suicidio, lo raro es por
qué razón preguntas que debían ser de respuesta simple, las direccionó
hacia el supuesto plan suicida de su patrón, aun cuando el interrogador
no profundizó sobre este aspecto.

Muestra de lo anterior es lo que sigue. Al ser cuestionada acerca de los


baños de la casa principal de la Finca, Aracely manifestó, de manera poco
espontánea, que en uno de los baños utilizados por el personal de servicio
había un minicomponente y unas revistas, que recibió la orden de INÉS
ELVIRA de sacarlo de ahí para que no se dañara, pero no lo hizo así. Que
fue el mismo baño al que entró su patrón y en el que vio la botella. Días
después se enteró que detrás de estos objetos se halló el tarro de cianuro
por parte de los investigadores de la Fiscalía.

En igual sentido, la declarante rememora que el día de los hechos, no


percibió que en el escritorio de su patrón hubiera una botella con agua,
solo había una serie de papeles, un computador y una impresora. En la
cesta de basura sí observó dos botellas sin contenido, siendo una de estas
la que JORGE PIZANO había tomado el día anterior, posteriormente salió
de la casa y se dejó todo asegurado.

La deponente afirmó que BIBIANA, al llegar a la casa, le dijo que encontró


una hoja de tareas por hacer y una toalla con una mancha. Se translitera
textualmente lo dicho por ARACELY SERRATO:

“yo por salir del paso se me vino a la cabeza y le dije que eso era que
ayer se me había regado café en el baño y que había secado con la
toalla pero que no era sangre, no sé por qué le dije eso, respecto del
papel le dije que me lo guardara que yo luego miraba que papel era y
ella me dijo que ella lo dejaba ahí encima.” (subrayado nuestro)

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Al hacérsele una pregunta sobre el documento titulado como “tareas por


hacer”, aseguró no haberla visto antes. A su vez resulta extraño que, la
declarante hablará de la mancha de la toalla como si hubiese tenido la
oportunidad de verla al momento en que BIBIANA le cuestiona por esta
situación por teléfono, a lo que se pregunta el Despacho ¿cuál era la
intención de desviar por parte de ARACELY SERRATO posibles evidencias
probatorias de importancia como la toalla y la carta?

Conclúyase que, resulta excesiva la credibilidad que le asignó el fiscal al


dicho de Aracely Serrato, es más, con esta testigo soporta gran parte de
su argumentación, sin embargo, quedó claro al cotejar cada una de las
versiones dadas por esta ciudadana, que existen serias contradicciones de
índole sustancial, que valga decir, le restan credibilidad a su relato
sobreponiendo una nueva duda, esta vez, respecto a si realmente Jorge
Pizano estaba rodeado de gente de su absoluta confianza.

Esa situación está huérfana de prueba en el plenario, no hay líneas


investigativas tendientes a develar el porqué de las contradicciones de una
testigo que por sus calidades y cercanía con la familia debería ser
coherente y consistente. La diferencia simplemente fue omitida por la
fiscalía, sin más. En adición, pasa a estudiarse el dicho de LEIDY BIBIANA
NAVARRO MURCÍA y, con ello, se revelarán a un más visibles las falencias
en la narrativa de Aracely Serrato.

LEIDY BIBIANA NAVARRO MURCÍA rindió declaración, el 17 de noviembre


de 201819, en la que dijo que trabajaba por días en la Finca El Ático,
solamente cuando JORGE PIZANO e INÉS PONCE DE LEÓN requerían de
sus servicios. Llegó allí por recomendación de JUAN ACOSTA y por
intermedio de su prima DIGNORA.

Navarro Murcia cuenta que, el día 08 de noviembre de 2018 sobre las


09:30 horas, recibió una llamada en la que le comunicaron que JORGE
PIZANO había fallecido. Llamó a Aracely Serrato para confirmar la noticia.

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001Fiscalia-EMP.Caja2Cuaderno8 Folios263 a 267

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Durante la llamada esta última le pide que se dirija a la Finca y organice
la casa principal. Pedimento que le causó extrañeza. ARACELY SERRATO
además le manifestó:

“(...) tengo un presentimiento, que don Jorge se tomó algo, porque él


bajó temprano a la cocina, se tomó café y tomó una botella de agua
de la despensa y se fue tomándosela porque es que él nunca toma
agua tan temprano”

Refirió que al llegar a la Finca el Ático sobre las 10:30 a 11:00, se


encontraba la señora DIGNORA quien le contó lo que había sucedido para
luego empezar a realizar el aseo en la casa.

Pone en conocimiento que el aseo de la casa lo comenzó hacer por la cocina


y después subió a la habitación principal, observó que el baño estaba
desordenado, y al proceder a organizar el mismo, encontró una toalla que
estaba untada de algo color -café -rojizo- la recogió y la puso en el sitio de
ropa sucia, aspecto sobre el que ARACELY le mencionó que esa mancha
era que con la toalla había limpiado un tinto que se le había regado.

Aduce que en el escritorio de la habitación principal había una botella de


agua saborizada que tenía un dibujo de limón color amarillo de la que se
veía que habían tomado como uno o dos sorbos, la tapa estaba abierta
pero puesta en la botella y pensó en tomar de esa agua ya que estaba casi
entera, sin embargo, no lo hizo y la dejó en el lugar en el que estaba.

Al ponerse de presente el álbum fotográfico de la botella de agua


saborizada marca “OMI” que fue recaudada dentro de esta investigación,
menciona que se trata de la misma que observó en el escritorio, aunque
en su momento el contenido líquido era transparente y el nivel se
encontraba más arriba.

Adicionalmente, menciona que en la casa quinta tenían llaves la señora


ARACELY, JUAN y ella, al manifestar que JORGE PIZANO le había

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entregado un juego de llaves que a la fecha de esa declaración aún las
tenía en su poder.

Concomitante a ello, dio cuenta esa declarante que en la misma habitación


se encontró un documento en el piso titulado como “tareas por hacer” o
“cosas por hacer”, lo que la asustó, pues guardaba relación con el
presentimiento manifestado por ARACELY SERRATO, con quien, empezó
a cruzar mensajes de textos vía WhatsApp respecto de ese hallazgo.

LEIDY BIBIANA entregó voluntariamente las conversaciones que sostuvo


vía WhatsApp con Aracely para que hicieran parte de su declaración. En
una de ellas Bibiana envió un archivo rotulado “tareas por hacer”,
entretanto, el contacto de ARACELY manifestó “archivo de audio desde
teléfono 320 8497918, con 0:05 segundos de duración, el siguiente
contenido: ARACELY: “China guárdeme ese papel, guárdeme ese papel,
¿escóndamelo sí? Guárdemelo usted.”

Frente al contacto con la señora ARACELY SERRATO, señaló que días


después hablaron acerca de lo acontecido con el joven ALEJANDRO
PIZANO y que al estar en una diligencia con el C.T.I, le preguntó si había
comentado algo sobre el presentimiento acerca de la muerte de JORGE
PIZANO, siendo de relevancia transcribir lo narrado por BIBIANA
NAVARRO en su declaración sobre la conversación en comento:

“hablamos, ella me preguntó que si yo había comentado algo del


presentimiento que ella me había comentado que había sentido el día
que murió don Jorge, yo le dije que sí, que yo había dicho lo que ella
me dijo, y ella me dijo que no, que ella no había dicho eso, o que de
pronto se había confundido, que don Jorge había tomado agua pero
el día antes, el miércoles en la mañana supuestamente, y que había
tomado un agua normal, de tamaño personal, como desmintiendo lo
que ella me dijo ese jueves 8 de noviembre en el puesto de salud, yo
le dice que ella me había dicho eso, que yo me acordaba muy bien de
lo que ella me había dicho, me contestó que era que ella se había

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confundido y que cambiara la versión que había dicho de eso,
que eso no era así” (negrita por este Despacho)

Fiscalía no reparó en los graves pedimentos de Aracely a Bibiana. Limpiar


una posible escena de un delito, esconder un documento que podría ser
crucial en una investigación, pedirle a un testigo que se retracte de una
versión ya dada a las autoridades. Solicitudes dignas de una ampliación
de una investigación por parte de la fiscalía, cuyo agotamiento debe
presidir a la solicitud de preclusión que aquí se estudia.

Leidy Bibiana fue consistente y coherente también en su declaración del


20 de noviembre de 201820. Ratificó en esa diligencia lo que le dijo Aracely.
Mantuvo un hilo conductor mucho más coherente respecto de las
situaciones que ocurrieron el 8 de noviembre de 2018, con ello refuerza
las inconsistencias advertidas en las declaraciones de ARACELY
SERRATO.

Surge necesario precisar que a pesar de aceptarse lo manifestado por


parte de LEIDY BIBIANA NAVARRO MURCÍA respecto el haber observado
la botella de agua desde la referida fecha, ello no significa que se tenga
certeza acerca de qué persona fue quien realizó la mezcla del cianuro con
el contenido líquido y menos aún se despeja la duda de quien puso ese
elemento al interior de la Finca.

Por otro lado, con la declaración de Aracely Serrato se conoció que, en la


semana previa al fallecimiento de JORGE ENRIQUE se encontraban
trabajando en la finca JUAN ACOSTA, administrador, y DANIEL, a quien
contrataron para hacer unos arreglos. Entretanto, con la declaración de
Leidy Bibiana Navarro se logró establecer que varias personas tenían
acceso a la casa principal, incluso, había quienes tenían copia de las
llaves. Conocimiento que despoja de asidero probatorio el argumento del
acusador, según el cual, había controles irrestrictos para entrar a la casa
de la familia Pizano. Además, como se verá más adelante con la
declaración DIGNORA GALINDO, al parecer el 8 de noviembre de 2018, la

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001Fiscalia-EMP.Caja2Cuaderno8.Folios269 a 278

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puerta de la casa principal no quedó bien cerrada como lo afirmó
ARACELY SERRATO.

Es así que, el fiscal al afirmar que había serios controles de seguridad, y


con la negación de que ningún tercero ajeno a la familia Pizano y a Aracely
Serrato pudo ingresar a la casa principal de la finca, soltó la carga
probatoria que estaba en el deber de suplir, esto es, tuvo que demostrar
quién pudo ingresar en el interregno de los hechos. Afirmación y negación
que no están exentas de prueba, y hacia las cuales deberá enfilarse
juiciosamente la indagación.

En lo que atañe a DIGNORA GALINDO MARTÍNEZ, quien era conocida por


la familia como “Tatiana”, en declaración del 17 de noviembre de 201821,
refiere como se conoció con JUAN ACOSTA, los lugares donde vivió y a que
se dedicaban antes de su llegada al municipio de Subachoque. Dice que
cuando ya estaban en el municipio antes mencionado, la señora ELVIRA
habló con su sobrina LEIDY NAVARRO y le dijo que estaban buscando
administrador para la Finca y ahí fue cuando JORGE PIZANO contactó a
su esposo y cuadraron todo y empezaron a trabajar en la Finca.

Ratifica que ellos tenían las llaves de la casa, y que podían cocinar y usar
la lavadora. Que ella en un principio era la encargada del aseo de la
vivienda, hasta que un día don JORGE se comunicó con JUAN y le dijo
que ellos iban a vivir en la Finca y que se traían a la empleada ARACELY
de Bogotá para que les ayudara en la casa.

Dio cuenta sobre lo que le consta el día jueves respecto a la muerte de


JORGE ENRIQUE PIZANO, como dato importante a resaltar dice que
LEIDY BIBIANA subió aproximadamente a las 12:00 o 1:00 de la tarde,
más o menos para hacer aseo a la casa quinta, duró de una a dos horas,
Posteriormente, llegó JUAN como a las dos o tres de la tarde, y después
llegaron como tres camionetas. De una de ellas se bajó doña INÉS ELVIRA
PONCE DE LEÓN.

21
001Fiscalia-EMP.Caja2Cuaderno8.Folios240 a 243. Falta hoja 02 de la declaración.

28
Expediente No. 254306000660201801466-00
Indiciado: Jorge Enrique Pizano Callejas
Delito: Homicidio
R.I -2023-0034

Refirió que después de que se llevaron a JORGE ENRIQUE PIZANO


CALLEJAS el día 08 de noviembre de 2018 para el centro de salud,
procedió a verificar las puertas de la casa, encontrando que estaba abierta
la del patio. Ella la cerró, pero afirma que no entró a la casa principal de
la Finca.

Como complemento de ello obra posterior declaración jurada del 26 de


enero de 2019 de DIGNORA GALINDO MARTÍNEZ22, en la que informa que
no observó durante su estancia en la Finca El Ático ningún incidente de
seguridad en la vereda ni en el inmueble.

Indicó en esa oportunidad que el 08 de noviembre de 2018 una vez se


llevaron a JORGE ENRIQUE PIZANO CALLEJAS, estuvo presente en la
finca una vecina que identificó como ELVIRA esposa de DANIEL,
afirmando que con esta persona fueron a cerrar la puerta de la casa
principal.

DIGNORA GALINDO MARTÍNEZ se contradice al momento de indicar los


accesos de la casa que quedaron abiertos. En la primera oportunidad
destacó que cerró la puerta del patio y en su última declaración adujo que
estaba abierta la puerta de la casa principal de la Finca. De todas formas,
no es cierto que todo haya quedado bien cerrado, como lo dijo Aracely, y
de contera, tampoco lo es, que existiera un control de seguridad riguroso
en aquel lugar.

Además de lo anterior, la señora DIGNORA GALINDO MARTÍNEZ precisó


que al cerrar la puerta de la casa principal estaba con una vecina a quien
identificó como ELVIRA, es decir, se ubica la presencia de otra persona en
el lugar de los hechos, luego del fallecimiento de JORGE ENRIQUE
PIZANO CALLEJAS, siendo un aspecto que llama la atención del
Despacho, pues, sobre esa persona, la fiscalía no ha realizado ninguna
labor investigativa, a efectos de que dilucide si ingresó para esa fecha en

22
001Fiscalia-EMP.Caja2Cuaderno8.Folios244 a 245

29
Expediente No. 254306000660201801466-00
Indiciado: Jorge Enrique Pizano Callejas
Delito: Homicidio
R.I -2023-0034
el inmueble y qué fue lo percibido allí al estar con la señora DIGNORA
GALINDO MARTÍNEZ.

Por su parte INÉS ELVIRA PONCE DE LEÓN en declaración del 17 de


noviembre de 201823 esposa del señor JORGE ENRIQUE PIZANO
CALLEJAS, dio cuenta que durante el tiempo que vivieron en la Finca
solamente los visitaron JAIME MOJICA y su esposa PILAR, con quienes
departieron en una tarde, asimismo afirma que a la casa tenían acceso
JUAN ACOSTA el administrador, su esposa TATIANA quien resultó
finalmente ser DIGNORA GALINDO y la nieta de ellos.

A su vez indicó que los fines de semana cuando no estaba ARACELY,


llegaba LEYDI BIBIANA, a colaborarle con las cosas de la casa, y las
personas que tenían llaves, era JUAN ACOSTA ya que en la noche prendía
las luces, y las apagaba en el día, también era el encargado de encender
la chimenea del Mezanine. Especificó que la última semana DANIEL
arreglaba el techo del patio de ropas, siendo una persona conocida, pues
no era la primera vez que venía a hacer ese tipo de arreglos.

En síntesis, esta declarante no aporta detalles nuevos acerca de lo


acontecido el 08 de noviembre de 2018, aunque, sí refuerza la probanza
de las personas que estuvieron en la finca El Ático en la referida fecha,
aunado a que especifica las diferencias laborales que tenían con JUAN
ACOSTA.

La fiscalía en su argumentación dio cuenta que las personas que


frecuentaban la Finca, eran de suma confianza para JORGE ENRIQUE
PIZANO CALLEJAS Y ELVIRA INÉS PONCE DE LEÓN, empero, al revisar
la declaración del 17 de noviembre de 2018,24 de JUAN ACOSTA
PARRADO se puede extractar que tan solo llevaba allí laborando 4 meses
y 4 días junto a su esposa y nieta desde el 28 de julio de 2018. Además,
se tiene que JORGE PIZANO el día en que falleció dejó lista la liquidación
del antes mencionado, ya que iba a prescindir de sus servicios.

23
001Fiscalia-EMP.Caja2Cuaderno8. Folios 235 a 239
24
001 Fiscalia-EMP.Caja 2 Cuaderno 8. Folios 225 a 231

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Expediente No. 254306000660201801466-00
Indiciado: Jorge Enrique Pizano Callejas
Delito: Homicidio
R.I -2023-0034

Surge evidente para esta Judicatura, que no está demostrado que, en la


Finca El Ático del municipio de Subachoque, solo laboraban personas de
confianza, pues no es creíble que, en tan solo 4 meses y 4 días, JUAN
PARRADO, se hubiese ganado la confianza absoluta de sus patrones, por
el contrario, ya habían tenido algunas diferencias como dan cuenta los
elementos materiales probatorios, al punto que su empleador iba a
prescindir de sus servicios.

Por parte de MARÍA CAROLINA PIZANO PONCE DE LEÓN en declaración


del 17 de noviembre de 201825 se abordaron aspectos en torno al vínculo
que tenían sus padres con los trabajadores de la Finca, quien señaló que
JUAN ACOSTA laboraba para su familia desde hacía 4 meses
aproximadamente bajo un contrato de tiempo completo, y a quien conoció
como -Tatiana- con un contrato de prestación de servicios por horas. El
contrato era indefinido, pero informó que estos se iban ese fin de semana,
ya que sus padres no estaban contentos con su trabajo.

Igualmente indicó que hasta la fecha de la declaración conoció que la


esposa de JUAN ACOSTA PARRADO, no se llamaba -TATIANA-, pues así
era como la conocía, refiriéndose a quien en entrevistas pasadas se
identificó como DIGNORA GALINDO MARTÍNEZ.

Señaló que las personas que trabajaban para sus padres eran BIBIANA
quien era la encargada de hacer el aseo los fines de semana y ARACELY
que trabaja con ellos desde hace 10 años en Bogotá y como sus padres
estaban viviendo allá ella les estaba colaborando.

Adujo que su madre no quería ver más a -Tatiana- en la casa ya que le


tenía mala vibra y tenía entendido que venían de Villavicencio y siempre
le cuestionaba que, porque traía esa gente a la finca, sin conocerlos y
además no les gustaba utilizar el uniforme que sus padres le habían
comprado. Además, dijo desconocer a qué persona le pertenecía la botella
que hace mención y toda la semana la familia se ha cuestionado de dónde

25
001Fiscalia-EMP.Caja2Cuaderno8.Folios 205 a 210

31
Expediente No. 254306000660201801466-00
Indiciado: Jorge Enrique Pizano Callejas
Delito: Homicidio
R.I -2023-0034
venía la botella, haciendo referencia precisamente a la botella envenenada
con cianuro.

Sobre este punto el Representante de Víctimas aportó entrevista realizada


a JUANITA PIZANO PONCE DE LEÓN, el 10 de noviembre de 2023, quien
aseguró que el acceso a la finca era de extrema facilidad al existir
diferentes puntos de ingreso, al punto que en los alrededores de la
propiedad se encontró un valla derribada conforme lo observó el 18 de
noviembre de 2018 al visitar el predio, la cual un mes antes a los hechos
estaba en pie, recalcó que era sencillo entrar por debajo de la puerta
principal de la Finca.

Informa que, además de sus progenitores, el señor JUAN ACOSTA


PARRADO y las empleadas del servicio doméstico también tenían un juego
de llaves para el ingreso a la casa principal, aunque la entrada a ese predio
a pesar de no tener llaves, era sencillo, pues la casa contaba con diferentes
accesos.

Adicionalmente puso de presente, que la esposa de JUAN ACOSTA le dio


un nombre falso tanto en las diligencias de la Fiscalía y al señor JORGE
ENRIQUE PIZANO CALLEJAS, cuestionando también las razones por las
que a pesar del parentesco que se aducía con LEIDY BIBIANA NAVARRO
GARCÍA no compartían ningún apellido.

Estos últimos son argumentos de refuerzo que confluyen a derruir el


postulado que usó la fiscalía para descartar de tajo la imposibilidad de
que las personas que trabajaban en la finca o terceros no pudieran haber
preparado la mezcla de cianuro, y en especial la hipótesis planteada de
que el único que pudo dejar esa botella envenenada fue JORGE ENRIQUE
PIZANO, pues como se ha venido analizando hasta este punto, varias
personas tenían la posibilidad de acceder a la casa principal de la Finca
el Ático, al tener llaves de la casa principal.

Otro de los puntos, aludidos por el ente acusador, es el correspondiente a


que para la época de los hechos la zona en la que se encontraba ubicada

32
Expediente No. 254306000660201801466-00
Indiciado: Jorge Enrique Pizano Callejas
Delito: Homicidio
R.I -2023-0034
la Finca el Ático era relativamente segura como para inferir la ausencia de
terceros que pudieran haber ingresado a la misma, a partir de la
declaración de varios vecinos de ese predio y de la vereda Canica Baja, en
la que sin ser necesario transcribir sus declaraciones al unísono refieren
la poca presencia de hechos delictuales o presencia de personas extrañas.

Situación que se puede controvertir con la declaración rendida por parte


de INÉS ELVIRA PONCE DE LEÓN del 17 de noviembre de 201826 cuando
señaló un suceso que se presentó en junio de 2018 en la Finca El Ático
con sus anteriores administradores en los que estos salieron del predio y
al regresar notaron que ingresar a la casa para hurtar sus pertenencias,
momento desde el que decidieron fijar cámaras en el inmueble por motivos
de seguridad.

Igualmente, frente a la seguridad del sector, KELLY DANIELA LOZANO


HERNÁNDEZ, comandante de la Estación de Policía de Subachoque,
indicó, en entrevista del 22 de noviembre de 201827, que en las noches se
presentaban delitos como abigeatos, hurtos a residencias, e incluso
extorsiones. Lo que deja en evidencia que la zona no tenía la seguridad a
la que aludió la fiscalía.

5.2.3. La botella de agua de con cianuro:

La botella de agua saborizada con cianuro resulta ser un tema


problemático al interior de la indagación que se pretende precluir. Por un
lado, el fiscal del caso defiende su mismidad, apoyado en las declaraciones
de los investigadores que participaron en la cadena de custodia y atribuye
el borrado de las huellas a factores ambientales. Por el otro lado, se dice
que el elemento fue cambiado, o que se le borraron los números de serie
que la individualizaban y que permitían encontrar su origen, y que las
huellas fueron borradas maliciosamente.

26
001Fiscalia-EMP.Caja2Cuaderno8.Folios 235 a 239
27
001Fiscalia-EMP.Caja2Cuaderno8 Folio 105 a 106.

33
Expediente No. 254306000660201801466-00
Indiciado: Jorge Enrique Pizano Callejas
Delito: Homicidio
R.I -2023-0034
Antes de analizar lo que precede, a modo de introducción puede plantearse
el siguiente cuestionamiento: ¿qué personas que rodeaban a Jorge
Enrique tenían conocimiento de que él era el único que, en esa casa
tomaba agua de esa marca? Valga decir que, fue precisamente en esa
botella contaminada que se halló por la Fiscalía en la boca del envase,
ADN de JORGE PIZANO. Hechos demostrados que no pueden ser mirados
como meras coincidencias.

Dentro de los elementos materiales probatorios aportados obran las


declaraciones juramentadas de las personas que intervinieron en la
cadena de custodia de la botella saborizada marca OMI, quienes de
manera general adujeron haber tenido contacto con el elemento material
probatorio precitado, sin que ninguno reconociera un hecho irregular en
el manejo de la evidencia. Todos resultan contestes en destacar la forma
en que recibieron la botella y a qué funcionario se la entregaron conforme
a los actos investigativos que se realizaron con esa evidencia.

Aun cuando los investigadores dicen haber cumplido correctamente con


los protocolos de la custodia sobre el elemento material probatorio, lo
cierto es que no tenía huellas. Hecho que no concuerda con la realidad,
ya que, la botella pasó por diferentes manos, como se verá más adelante.
Por lo menos debería tener el dactilograma de Alejandro Pizano, pero no
es así.

El Informe de Investigador de Laboratorio FPJ-13 del 16 de noviembre de


2018, suscrito por el perito LUIS HERNANDO SÁNCHEZ CÁRDENAS28, en
el que se consignó el análisis dactiloscópico realizado a la botella plástica
denominada OMI que se encontraba en custodia del Instituto de Medicina
Legal, se plasmó lo siguiente:

3.1. Botella plástica denominada OMI con inscripción vence:


26/03/19 L:06: 4C0203210918) sin contenido. (...)

28
001Fiscalia-EMP.Caja2Cuaderno8 Folios 71 a 74.

34
Expediente No. 254306000660201801466-00
Indiciado: Jorge Enrique Pizano Callejas
Delito: Homicidio
R.I -2023-0034
9.Interpretación de resultados: 9.1. Una vez realizados los
procedimientos análisis y de exploración lofoscópica al EMP-EF
(Botella plástica denominada OMI con inscripción vende: 26/03/19-
L:06:4CO203210918 sin contenido) se verifica y observa el no
revelado de fragmentos de huellas dactilares de origina lofoscópico”
(Negrita por este Juzgado).

Ante los sendos cuestionamientos que surgieron a raíz de la conclusión


ofrecida por el dactiloscopista LUIS HERNANDO SÁNCHEZ CÁRDENAS,
esto es, el no revelado de fragmentos de huellas dactilares en la botella, el
2 de septiembre de 202029 se le tomó declaración jurada. Se transcriben
algunos apartes para mayor claridad:

“-Investigador: En el informe lofoscópico, del 16 de noviembre de


2018, señaló en el numeral 8, se realiza exploración al EMP-EF
botella plástica denominada OMI con inscripción vende 26/03/2019
L: 06:4C0203 y en el numeral 9, sub-numeral 9.1 del mismo informe,
usted indica realizados los procedimientos análisis y de exploración
lofoscópica al EMP-EF botella plástica denominada OMI con
inscripción vence 26/03/2019 L:06:4C0203120918 sin contenido ¿A
que se debe la diferencia o inconsistencia de datos en el número L:
06:4C0203 y el L:06:4C0203210918?

-Perito: En cuanto a ese número de pronto puede que hubo un error


de transcripción, muchas veces uno pega y corte y pega y corte y
pega, sombree, a veces no sombrea, tal vez no sombree todo el total
de los números.

-Investigador: ¿Nos está diciendo que es un error de digitación?


-Perito: Si es un error de digitación, pero el número completo está muy
claro en la interpretación de los resultados, ahí está totalmente
completo.

29
001Fiscalia-EMP.Caja1Carpeta3 Folios 238 a 258.

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Expediente No. 254306000660201801466-00
Indiciado: Jorge Enrique Pizano Callejas
Delito: Homicidio
R.I -2023-0034
Fiscal: O sea discúlpeme señor Luis Hernando, el número que
corresponde a esa botella de agua OMI es L:064C0203210918?

Perito: Si doctor”

En la misma diligencia se le puso de presente una fotografía de la botella


en la que se evidenció que en efecto ese elemento material probatorio
presentaba unos números borrados o ilegibles, frente a lo cual el perito,
afirmó que no recordaba esa situación.

Continuando con los cuestionamientos de la forma en que identificó los


números de la botella, fue reiterativo en manifestar que no recordaba
como transcribió en su informe dichos seriales del lote. La explicación que
dio fue que no lo consideró relevante porque centró su atención en la
exploración dactiloscópica, pero no recuerda si recibió ese elemento con
el código serial completo. El experto tampoco logró precisar si la aplicación
del reactivo químico podía borrar el número serial del lote de la botella, se
mostró dubitativo e indicó que desconocía si tal cosa podía pasar.
Frente a preguntas tendientes a que explicará la ausencia de huellas en
la botella, en su declaración, refirió:

“Fiscal: De acuerdo con su conocimiento y experiencia en lofoscopia


¿cuánto tiempo puede durar un rastro o fragmento de huella dactilar
en esta clase de EMP?

Perito: Depende de factores climáticos y en la forma como se preserve


el EMP, en la forma como se transporte, como se embale y se cuide el
EMP, puede durar dos, tres cuatro meses una huella ahí dentro
del elemento.

Investigador: ¿porque se pueden borrar las huellas de esa clase de


EMP, ¿cuál sería la causa que se borrara un EMP dentro de ese
elemento?

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Expediente No. 254306000660201801466-00
Indiciado: Jorge Enrique Pizano Callejas
Delito: Homicidio
R.I -2023-0034
Perito: Hay factores que inciden mucho, por ejemplo, en el contenedor
donde venía la botella era una bolsa plástica, no es conveniente
embalar ese tipo de elementos en una bolsa plástica por que la bolsa
hace sudar el elemento y no se puede…

Fiscal: Una pregunta ¿Usted me puede decir que entonces pudo haber
un error al momento del embalaje de ese EMP de cadena de custodia
al utilizar esa bolsa plástica?

Perito: Pues no, no pudo haber algún error, pero lo más viable era que
hubiesen utilizado un tipo de bolsa de papel, para que hubiera
conservado más la botella.

Fiscal: ¿Y esa técnica la debe conocer el perito que recoge el EMP?

Perito: Si los peritos saben.

Investigador: ¿porque en el momento de dar su resultado, no se revela


ninguna huella dactilar, ni siquiera la de los investigadores que
tuvieron dicho material de prueba?

Perito: Pues la verdad no sé explicarles, porque como se hizo el


procedimiento, se aplicó el reactivo conveniente para ese tipo de
material y esperamos que en 5 o 10 minutos hubiese un revelado al
menos de un fragmento, pero no se obtuvo nada, no se sabe ahí uno
no entiende, ni un fragmento se pudo obtener.

Investigador: ¿cuáles son las posibles causas para que esto hubiese
ocurrido? que no tuviera ningún fragmento.

Perito: Hay muchas, la manipulación de la botella, pudieron haber,


no se no estoy asegurando pudieron haberla limpiado. (...)

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Expediente No. 254306000660201801466-00
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Investigador: ¿qué otras cosas pueden haber ocurrido para que esas
huellas, para que ese elemento, para que usted no hubiera
encontrado ningún resultado positivo dentro de la botella?

Investigador: ¿La exposición al sol es una de esas causas?

Perito: La exposición al sol, puede ser una de esas causas puede ser
la Lluvia, la arena, el polvo, son causas que perjudican el EMP, si no
se protege bien. (...)

Investigador ¿Pero existe algún elemento químico que pueda hacer


ese fenómeno, desde adentro borrar hacía afuera las huellas
dactilares?

Perito: Pues no lo puedo afirmar, no sé.”

En primera medida, el Despacho no encuentra motivo fundado que dé fiel


cuenta de un reemplazo de la botella, por el contrario, está debidamente
probado que luego de que ALEJANDRO PIZANO PONCE DE LEÓN
ingiriera el sorbo letal de la misma, su hermana MARIA CAROLINA
PIZANO PONCE DE LEÓN, la tomó y la entregó al personal médico,
quedando constancia de la cadena de custodia de quienes intervinieron
en su manipulación.

Notable es que, sobre la botella de agua que resultó estar contaminada


con cianuro existen dos (2) inconsistencias que aún no han sido
despejadas por la Fiscalía que se remarcan en (i) la nula comprobación
científica de la ausencia de rastros dactiloscópicos y (ii) no se precisaron
los motivos por los cuales aparecen (2) dígitos borrados del lote de la
botella envenenada recaudada en este proceso.

Es un hecho probado, como se dijo al inicio, que la botella a la que se


viene aludiendo fue manipulada o tuvo contacto con: (i) JORGE ENRIQUE
PIZANO CALLEJAS, hecho que se infiere del rastro de su ADN hallado en
ese elemento, (ii) ALEJANDRO PIZANO PONCE DE LEÓN para beber de

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Expediente No. 254306000660201801466-00
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ese elemento tuvo que tenerlo en sus manos, (iii) JUANITA PIZANO PONCE
DE LEÓN30 también tuvo contacto con el elemento, (iv) MARIA CAROLINA
PIZANO cogió la botella para entregarla al centro de salud31 y
posiblemente por (iv) GINNA MARISOL MARTÍNEZ RIVEROS32 quien en su
calidad de médica refirió que una de las familiares de ALEJANDRO
PIZANO PONCE DE LEÓN le entregó la botella que contenía en su interior
un líquido amarillo. La médico no recuerda si cuando entró en contacto
con el recipiente tenía guantes o no, de manera que, es igualmente posible
que allí quedaran retratados sus rastros dactilares.

Como se vislumbra del recuento, son varias las personas que tuvieron
contacto directo con la botella, sin embargo, inexplicablemente todos esos
rastros dactilares desaparecieron en un lapso de cinco días. Ciertamente
las explicaciones dadas por el perito respecto de la posible desaparición
de las huellas por las condiciones climatológicas, ya fuere por el sol, el
viento o la arena, o por el empaque en el que fue embalada la botella, no
tienen un anclaje en la evidencia que así lo demuestre, y que pueda ofrecer
una explicación razonable, creíble y sobre todo fiable.

La botella fue preservada en una nevera desde el 13 de noviembre de 2018,


conforme lo informó el investigador DIEGO FELIPE MARTÍNEZ33, lo que
significa que, difícilmente puede aceptarse la explicación del
dactiloscopista de que esta haya sudado, o que los efectos climáticos
lograran eliminar los rastros o vestigios de las huellas dactilares de las
personas que manipularon la botella antes de que fuera recolectada y
embalada.

Por otro lado, respecto a las inconsistencias del código serial del lote de la
botella recaudada, tampoco existe justificación razonable de esta

30
Según se extrajo de entrevista realizada el 15 de noviembre de 2023 al afirmar “el hecho es que
después de que Alejandro tomó de la botella, yo también puse la boca de la botella en mis
labios”
31
De acuerdo a declaración jurada del 17 de noviembre de 2018 relacionada en la Caja2Cuaderno8Folios
205 a 210.
32
Conforme se extrae de Declaración jurada del 03 de septiembre de 2020 ubicada en
laCaja1Carpeta3Folio74.
33
De acuerdo a la declaración en la que afirma que la botella fue preservada en una nevera del Hospital
Santa Matilde de Madrid. Ubicado en Caja1Cuaderno2Folio114.

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situación, al evidenciarse que el lofoscopista en su informe del 16 de
noviembre de 2016 puso en la descripción del elemento material
probatorio los números de lote L: 06:4C0203 y el L:06:4C0203210918.

Respecto a las razones por las cuales consignó ambos códigos del lote de
la botella, el perito, no pudo brindar una justificación clara sobre ese
tema, argumentando que posiblemente se trató de un error de digitación.

Bajo tales supuestos, lo dicho por el lofoscopista no permite acreditar que


esa diferenciación de caracteres en el lote de la botella se trató de un mero
lapsus calami, siendo una inconsistencia sobre la que el ente acusador no
ha profundizado, pues se trata de errores inadmisibles en una indagación,
ya que repercuten en duda sobre la mismidad del elemento material
probatorio.

Máxime cuando se evidencia, que al confrontar ambos códigos comparten


caracteres, es decir, pareciera como si en algún momento se hubiese
tenido conocimiento del número del lote completo, pero que, por
circunstancias que aún no han sido dilucidadas, se borró una parte del
número de identificación de esa botella, si fuese un error de digitación,
habría sido una numeración totalmente distinta a la que realmente se
observó del elemento material de prueba.

A pesar de haberse realizado declaraciones a las personas que


intervinieron en la cadena de custodia con la botella, esta Judicatura
encuentra que en ninguna de las entrevistas se cuestiona si observaron el
número del lote completo o si por el contrario presentó algunos números
borrados o ilegibles en ese código de identificación, sin que ninguno dejara
siquiera constancia de esa situación.

Sobre este punto existe una deficiente trazabilidad fotográfica del


elemento material probatorio, como para mínimamente establecer si desde
que la botella fue embalada por primera vez ya se evidenciaban los
números ilegibles del código serial del lote, lo que deja entrever un error

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al momento de su embalaje para garantizar a plenitud la mismidad de esa
evidencia probatoria.

El registro fotográfico obrante en la actuación conforme se extrajo de las


personas que participaron en la cadena de custodia lo tomó el investigador
JOSÉ ARTURO CASTRO hasta el 14 de septiembre de 2018, siendo al
parecer este álbum el puesto de presente al lofoscopista LUIS HERNANDO
SÁNCHEZ CÁRDENAS en el que se percató de que el elemento venía con
números borrados. Situación que no puede ser corroborada por este
Despacho, pues en las pruebas incorporadas únicamente existe un álbum
fotográfico en el que ni siquiera se plasmó la fecha del diligenciamiento del
mismo.

Se concluye que es necesario crear una línea investigativa que dé cuenta


desde qué fecha se presentó la numeración ilegible o “borrada” de la
botella antes referida, para establecer desde allí si existió alguna
manipulación en esa evidencia.

De todo lo esbozado, lo que genera extrañeza es que la fiscalía se haya


quedado expectante ante la posible adulteración de un material
probatorio, que quizás es el más importante que podría acopiar para el
caso de autos. El ente acusador está en el deber de investigar en qué punto
falló su cadena de custodia, para responder el gran interrogante que se
está haciendo esta instancia, de si el presunto borrado de huellas y del
número de lote fue por impericia o, por el contrario, se hizo con la firme
intención de desaparecer el rastro del verdadero responsable de haber
plantado el tóxico.

El fiscal tuvo como probado que el mismo JORGE ENRIQUE PIZANO


CALLEJAS única y exclusivamente era quien compraba el agua saborizada
marca OMI, que llevaba a la finca. Inferencia que le sirvió al acusador para
explicar la forma en que la botella llegó al escritorio del obitado.

Yerra una vez más el acusador, el Despacho no observó evidencia alguna


recaudada por la fiscalía con el fin, así sea de descartar, que alguno de los

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vinculados a la finca para el momento de los hechos compró ese producto.
Por ejemplo, del informe de investigador de campo del 23 de enero de
201934 mediante el cual se realizó observación de las grabaciones de
seguridad de la tienda del D1 ubicada en Subachoque entre el periodo
comprendido entre el 08 de octubre de 2018 y el 07 de noviembre de 2018,
la fiscalía solamente buscó la imagen de Jorge Pizano, de nadie más.

Nótese de los rastros videográficos que reposan en el plenario, la


investigación solo se centró en buscar a JORGE ENRIQUE PIZANO
CALLEJAS comprando el producto, empero, ni las órdenes a policía
judicial ni el informe de investigador de campo se extendió hacia la
búsqueda de otras personas, o por lo menos, a los que tenían ingreso y
pernoctaban en la Finca para la época de los hechos, como para al menos
descartar una hipótesis de que los trabajadores no compraron en ese
almacén en el período que se estimó en la orden a policía judicial.

Con dicha labor, la fiscalía logró establecer que el domingo 14 de octubre


de 2018, a las 12:55:45, JORGE ENRIQUE PIZANO compró, en la caja
central, la cantidad de 06 botellas de agua, una bebida gaseosa, una
botella de vino y otros artículos. Este descubrimiento no es diciente de que
una de esas botellas haya sido efectivamente la encontrada en el escritorio
el día de los hechos, toda vez que, si se tiene acreditado que Jorge Enrique
era consumidor habitual de ese producto tuvo que haber realizado una
compra más cercana a su deceso o, alguien la hizo por él. Premisa que no
se ha examinado en la indagación. Préstese atención a que del 14 de
octubre al 8 de noviembre de 2018 transcurrieron más de 20 días, tiempo
en el cual muy seguramente el obitado consumió la totalidad del agua
saborizada.

Tan evidente es que solo la Fiscalía investigó si JORGE ENRIQUE PIZANO


CALLEJAS compró esas botellas de agua, que, ante el resultado
encontrado en el informe antes evaluado, se terminó la búsqueda sobre
este asunto, que tenía como objetivo según el informe de investigador de
campo del 24 de enero de 2019 el “análisis de videos extraídos del disco

34
001Fiscalia-EMP.Caja2Carpeta6 Folios 24 a 34

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Delito: Homicidio
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duro marca Toshiba correspondientes almacén D1 Subachoque, con el fin
de identificar al señor JORGE ENRIQUE PIZANO35.

Aspecto que también se avizora respecto a la búsqueda efectuada en


diferentes establecimientos que comercializan cianuro, pues en las
órdenes a policía judicial, únicamente se dispuso como tareas identificar
si JORGE ENRIQUE PIZANO CALLEJAS adquirió ese químico, lo que
refuerza la tesis en torno a que no se realizó ninguna labor investigativa
como para al menos descartar que otras personas allegadas a la finca El
Ático hubieran visitado las locaciones de Químicos Campota.

Asimismo, MARÍA XIMENA MALAGÓN ACOSTA, representante legal de


KOBA COLOMBIA propietaria de las tiendas D136, en oficio que obra en el
diligenciamiento, afirmó: “el código de barras que figura en la botella que
se encuentra en poder de ustedes, es el mismo código de barras que se
utiliza en todos los productos de la misma referencia” Siendo así, el código
de barras no prueba que la botella envenenada es la misma que compró
Jorge Enrique, el 14 de octubre de 2018. Pues el código es una
especificación del producto, no del lote. El número del lote si hubiera sido
indicativo de la correspondencia del elemento, no obstante, extrañamente
se borró.

Como probanza de lo dicho, el representante de la víctima aportó informe


de investigador del 23 de noviembre de 202337, en el que se realizó la
compra del producto comercial Agua saborizada Lima-Limón 500 ml
marca OMI distribuida en las Tiendas D1. En el acto investigativo se
concluyó que todos los productos adquiridos en diferentes
establecimientos coincidían en el código de barras. El informe develó que
la similitud en esa impronta obedece a la necesidad del almacén de
distinguir sus productos de otros, y a su vez, tener control en el proceso
de facturación, sin embargo, se percibió que el número de lote si era
diferente.

35
001Fiscalia-EMP.Caja2Carpeta6 Folios 35 a 60
36
001Fiscalia-EMP.Caja2Carpeta8 Folios 45 a 47
37
000PruebasApoderadoVictimas005Informedeinvestigadordecampobotella

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Delito: Homicidio
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En resumen, no está probada la conexión directa entre la compra del 14


de octubre y la botella que está dentro del paquete de la evidencia, al
contrario, todavía son hechos por demostrar: la identidad de la persona
que llevó la botella a la finca El Ático y quien le adicionó el cianuro.
Nuevamente resulta cuestionable el manejo sesgado de la indagación, el
delimitar el proceso de recolección de evidencia a la comprobación de una
particular hipótesis delictiva, es una manera de proceder que nunca va a
ayudar a la reconstrucción de la verdad de los hechos. Es claro y por ello
cuestionable que la fiscalía se centrara, desde el inicio de la averiguación,
en demostrar su teoría de las intenciones de suicidio de Jorge Enrique,
dejando de lado líneas investigativas igual o más plausibles que la elegida.

En sentir del acusador, a Jorge Enrique lo acompañaban ideas suicidas,


por lo tanto, solo él fue quien pudo comprar el agua saborizada en el
almacén D1 de Subachoque, solo él fue quien compró el cianuro y solo él
fue quien preparó la mezcla que terminaría con su vida. Tesis que soportó
con un conjunto de entrevistas realizadas a personas a quienes les
constaba el estado psicológico y las ideas suicidas de JORGE ENRIQUE.

La primera es la entrevista del 15 de noviembre de 2018, ratificada el 04


de septiembre de 202038, ambas realizadas al señor DANIEL ALEJANDRO
PEÑAREDONDO GÓMEZ39, el cual contó que conoció a JORGE ENRIQUE
PIZANO en el primer semestre de 2017, en el contexto del proceso penal
denominado TUNJUELO CANOAS. Además, dio cuenta que por lo menos
en dos oportunidades le mostró e hizo referencia a unas pastillas de
cianuro que tenía en su chaqueta tipo color bocadillo que usaba
frecuentemente. Textualmente adujo:

“en las conversaciones era reiterativo en hacer alusión a ellas como


una de las formas de suicidarse ante la injusticia que con él estaba
cometiendo la fiscalía en el caso TUNJUELO CANOAS. Debo
manifestar que el Doctor Pizano también decía que tenía en su

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004.OtrosDeclaracionJuramentada2020-09-04DanielPeñarredonda
39

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Delito: Homicidio
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residencia un REVOLVER 38 para dispararse si llegaban a capturarlo
en un allanamiento. En alguna ocasión en la cual cargaba un maletín
pequeño manifestó y lo abrió señalando que en su interior tenía una
botella con cianuro enseñando una botella cuyo color de contenido
desconozco.”

DANIEL ALEJANDRO PEÑAREDONDO GÓMEZ fue elocuente en lo que


narró, a pesar de ello, su dicho no es convincente. Genera extrañeza que
Jorge Pizano haya elegido al abogado para contarle las múltiples maneras
que había ideado para quitarse la vida ante una hipotética captura.
Confesión que el hoy obitado no le hizo a nadie más, ni siquiera a los
trabajadores de la finca, que valga resaltar, en términos de la fiscalía, eran
de su entera confianza.

Al mismo tiempo, Jorge Enrique tuvo contacto con el abogado desde inicio
del año 2017 y hasta octubre de esa misma anualidad, es decir, (1) año
antes de que ocurriera su fallecimiento, siendo además paradójico, que en
la investigación nunca se encontró ni el revólver, ni las pastillas de cianuro
que presuntamente le mostró PIZANO CALLEJAS, ni que ningún familiar
o allegado hubiera observado esos elementos que corroborarían los dichos
del entrevistado.

La segunda es la declaración de la médico DEYANIRA ORTIZ RAMÍREZ40,


de fecha 23 de enero de 2019, quien señaló que conoció a JORGE
ENRIQUE por una interconsulta con psiquiatría, el motivo fue por
ansiedad y depresión. La cita fue el 24 de marzo de 2017, y regresó en
siete ocasiones, siendo la última consulta el 11 de mayo de 2018.

La psiquiatra coincidió con el abogado en que el motivo de angustia de su


paciente era el proceso de Odebrecht y que, a finales del año 2017 JORGE
ENRIQUE consideró el suicidio como un alivio a todo su dolor, sin
embargo, la profesional también mencionó que para después de semana
santa de 2018 notó una significativa mejoría en el paciente. Este relato
debe analizarse en conjunto y no cercenándolo como hizo la fiscalía. Ella

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001Fiscalia-EMP.Caja2Carpeta8 Folios 294 a 296

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Indiciado: Jorge Enrique Pizano Callejas
Delito: Homicidio
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da cuenta del quebrantamiento de la salud mental del paciente, y a su
vez, de la superación de esa crisis.

Esto permite inferir que la Fiscalía, entra totalmente en el plano


especulativo respecto al presunto uso del cianuro en diferentes
presentaciones por parte de JORGE ENRIQUE PIZANO CALLEJAS, al
basar esto en ideas suicidas de las que ni siquiera se demuestra si estaban
vigentes para la fecha en la que se produce su fallecimiento.

Si bien es cierto, los mismos familiares del fallecido JORGE ENRIQUE


PIZANO CALLEJAS, dieron cuenta de su estado emocional depresivo o
triste, con esto no se puede arribar afanosamente a la conclusión de que
necesariamente iba a consumar un suicidio.

Es más, al adentrarse en dicho plano especulativo, la Fiscalía acude a una


falsa regla de la experiencia, al inferir que siempre o casi siempre que una
persona manifiesta ideas suicidas efectivamente se quita la vida. Pues al
tratarse de aspectos del plano psicológico relacionado con conductas
humanas, resultan ser impredecibles y dependen de muchas variables y
circunstancias. Por esto no puede afirmarse, tan ligeramente que fraguó
un contundente plan para concluir con su vida. A la vez no tiene sentido
que tuviera capsulas de cianuro y al mismo tiempo haya adquirido un pote
de este químico, lo uno le resta utilidad a lo otro.

En otro argumento, la Fiscalía considera demostrado que Jorge Enrique


manipuló la bolsa que contenía un pote de cianuro, rotulado con el logo
de la empresa Químicos Campota. El acusador llegó a esa conjetura a
partir de la lectura del informe Pericial de Genética Forense No. DRBO-
LGBF-1802002585 del 22 de noviembre de 2018, elaborado por el perito
Carlos Arturo Mora Torres, profesional especializado forense, en el cual se
dijo:

“1. En el frotis de la boca de la botella de plástico (1802002585 ESC-


04) se encontró un perfil genético de un individuo masculino
desconocido (el mismo perfil genético hallado en el frotis de la bolsa

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Indiciado: Jorge Enrique Pizano Callejas
Delito: Homicidio
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plástica interna y externa “QUIMICOS CAMPOTA .. IMPORTADOR -
MAYORISTA….” reportado en el informe pericial de genética
forense No DRBO-LGEF-1802002557 e informe pericial de genética
forense No DRBO-LGEF 1802002569 de 2018-11-20.

2. ALEJANDRO PIZANO PONCE DE LEÓN se excluye como el origen


del perfil genético obtenido del frotis de la boca de la botella de
plástico (1802002585 ESC-04) se encontraron 18 exclusiones en los
sistemas genéticos analizados.

3. Un familiar de ALEJANDRO PIZANO PONCE DE LEÓN, (occiso) de


su mismo linaje paterno, no se excluye como el origen del haplotipo
encontrado en el frotis de la boca de la botella de plástico
(1802002585 ESC-07) se agotaron durante el proceso de análisis.”

Sobre la base de lo transcrito, de ningún modo puede afirmarse que el


rastro genético de la bolsa, que coincidió con el de la botella, corresponda
a Jorge Enrique. El informe es claro, el ADN corresponde a un familiar del
mismo linaje paterno de ALEJANDRO PIZANO PONCE DE LEÓN, es decir,
pudo ser de Jorge Enrique o de alguno de sus hijos, a excepción de
Alejandro, porque el mismo dictamen lo excluye a él.

La evidencia física se ingresa a un laboratorio para extraer toda la


información que pueda proporcionar. Cuando se surte el análisis del
elemento, haciendo pleno uso de la tecnología científica muy seguramente
se hallará algo, así lo informa el principio de intercambio de la
criminalística, no obstante, si el experto aplica el método correcto, pero
solamente para comprobar una tesis preestablecida, como en este caso el
suicidio, la base de opinión pericial resultará incompleta y, por tanto, se
perderá información que el objeto podía aportarle a la investigación.

Es lo que ocurrió con la prueba genética, no se hizo una búsqueda integral


de material genético, incluso de los empleados de la finca. Lo dicho
adquiere sentido si se tiene en consideración el lugar de hallazgo de ese

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Indiciado: Jorge Enrique Pizano Callejas
Delito: Homicidio
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elemento material probatorio, era el baño asignado al personal doméstico
que prestaba sus servicios a la familia PIZANO PONCE DE LEÓN.

Respecto al pote de cianuro que fue hallado en uno de los baños de la casa
principal de la Finca El Ático y las videograbaciones del interior de la
vivienda conforme a la argumentación que dio el Fiscal, los mismos fueron
excluidos por Juez de Control de Garantías que en su criterio consideró
que operó la cláusula de exclusión, al no haber sido sometido a control
posterior.

El Fiscal recuerda la doctrina del descubrimiento inevitable de la prueba


derivada de ilicitud o ilegalidad, no obstante, se evidencia que frente al
pote de cianuro y las videograbaciones, el ente acusador, no solicitó
expresamente que esos elementos materiales probatorios debían ser
admitidos, aunado a que no realizó ningún análisis probatorio, tanto así,
que los mismos no fueron remitidos a este Juzgado dentro del compendio
de medios de prueba que trasladó el fiscal.

Por tanto, esta Judicatura no se pronunciara de fondo respecto a si opera


la doctrina de descubrimiento inevitable en el presente caso, al no haberse
desarrollado una proposición por parte de la Fiscalía frente a esos
elementos materiales probatorios, pero, debe tenerse en cuenta que, esas
postulaciones podrán realizarse ante el Juez de Conocimiento en el evento
de que esta indagación llegue a esas instancias, en el que el ente acusador
podrá en la audiencia preparatoria hacer la solicitud correspondiente,
acudiendo a lo que la jurisprudencia y la doctrina ha establecido para la
admisión de esos medios probatorios en etapa de conocimiento.

Por último, tampoco ostenta vocación de prosperidad la tesis expuesta la


por la delegada del Ministerio Público, al solicitar que se acceda a la
solicitud del ente acusador de precluir la investigación, únicamente por la
causal objetiva por muerte de JORGE ENRIQUE PIZANO CALLEJAS,
quien obra como indiciado, siempre y cuando se mantenga la investigación
por el homicidio de ALEJANDRO PIZANO PONCE DE LEÓN.

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Indiciado: Jorge Enrique Pizano Callejas
Delito: Homicidio
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Admitir dicha postura comportaría, reconocer que la fiscalía acertó en el
señalamiento que hizo de que JORGE ENRIQUE PIZANO CALLEJAS fue
la persona que llevó la botella envenenada a la Finca El Ático y, que
produjo con ese actuar el “homicidio accidental” de ALEJANDRO PIZANO
PONCE DE LEÓN. Por tanto, no habría lugar a que se continuara ninguna
investigación al precluir con fuerza de cosa juzgada el presente asunto.

Complementando lo anterior, se ha dicho jurisprudencialmente que para


acceder a la preclusión “el instructor debe tener en cuenta que para su
viabilidad corre con la carga de demostrar probatoria y fundadamente la
causal en que basa su pedimento, de ahí que le corresponda acreditar que
surtidas y agotadas todas las posibilidades investigativas, la causal se
configura plenamente y que, por ende, hay una ausencia de interés del
Estado en agotar toda la actuación procesal para ejercer el ius puniendi”

Como se evidenció a lo largo de la providencia, el ente acusador no ha


agotado todas las posibilidades investigativas, aunado a que, ordenar la
preclusión significa archivar el expediente con fuerza de cosa juzgada, lo
que se traduciría en renunciar a que el Estado ponga en funcionamiento
el aparato jurisdiccional para continuar investigando estos hechos y sus
posibles autores.

Bajo las anteriores disertaciones, este Despacho en efecto encuentra que


la proposición elevada por la Fiscalía, no cumplió con demostrar
fehacientemente la causal invocada, de acuerdo con las conclusiones que
se expondrán a continuación.

5.3. Síntesis de la decisión.

Como epílogo de lo dicho, la respuesta al problema jurídico es negativa, es


decir, se determinó que no hay lugar a precluir la actuación por el deceso
del indiciado, y, por tanto, se NEGARÁ la solicitud de preclusión incoada
por la Fiscalía, por lo siguiente:

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Delito: Homicidio
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(i) En el presente asunto la Fiscalía, únicamente, está demostrado que
ALEJANDRO PIZANO PONCE DE LEÓN murió por haber ingerido líquido
de la botella marca OMI que contenía cianuro de potasio que se
encontraba en el escritorio de la habitación de su progenitor de la casa
principal de la Finca El Ático.

(ii) Queda demostrado de los medios probatorios aportados por la Fiscalía,


que la botella incautada fue la misma de la cual ingirió ALEJANDRO
PIZANO PONCE DE LEÓN, lo cual se pudo determinar del registro de
cadena de custodia, testimonios de investigadores que participaron en la
misma y de las pruebas genéticas practicadas en las que se halló ADN de
JORGE ENRIQUE PIZANO CALLEJAS y de linaje paterno de PIZANO
PONCE DE LEÓN.

(iii) Que existe duda sobre la muerte por causas naturales de JORGE
ENRIQUE PIZANO CALLEJAS, sumado a una serie de inconsistencias en
el recaudo y manejo probatorio de evidencia de vital importancia en el
presente caso. También como se dijo en la parte motiva de esta
providencia, existen serias falencias y contradicciones de algunos testigos.
Por tanto, existen hipótesis que la Fiscalía no ha abordado para esclarecer
los hechos acá estudiados.

(iv) Si bien se trata de una causal netamente objetiva, y bastaría con


demostrar la muerte del indiciado, fue la misma Fiscalía quien a través de
su postulación pretende justificar como JORGE ENRIQUE PIZANO
CALLEJAS, quien falleció días antes de su hijo ALEJANDRO PIZANO
PONCE DE LEÓN, termina siendo el posible autor de una conducta que la
tipifica como “homicidio accidental”, viéndose en la necesidad de construir
una serie de indicios que consideró probados para de allí concluir que el
único al que se le puede atribuir la conducta era a PIZANO CALLEJAS.

(v) Conforme se trató a lo largo de esta providencia, se encontraron


diferentes inconsistencias probatorias, que generan varias hipótesis no
despejadas, lo que no permite tener certeza de la demostración de la
causal, habida cuenta que aún está latente la posibilidad de que JORGE

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Delito: Homicidio
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ENRIQUE PIZANO CALLEJAS no haya desplegado conducta alguna
tendiente a dejar la botella en la Finca El Ático, pues es posible que haya
sido otra persona.

Para concluir, quedó suficientemente claro que, la hipótesis elegida por la


fiscalía es solo una posibilidad dentro de la alta gama de probabilidades
que resultan igualmente válidas para la averiguación del responsable de
la muerte de Alejandro, y que este ente no despejó. En el recorrido del
análisis probatorio encontró este Despacho ciertos pasajes de la
investigación en condiciones de incertidumbre y de informaciones
incompletas; vacíos y dudas a los que el ente acusador debe darle
respuesta.

5.4. Otras determinaciones.

El suscrito Juez se declara impedido para conocer este asunto en etapa


de juzgamiento de conformidad con lo normado en el numeral 14 del
artículo 56 e inciso 2 del artículo 335 del C.P.P.
Dicha causal de impedimento como lo ha mencionado la Corte Suprema
de Justicia en su doctrina probable no opera de manera absoluta, por ello
se requiere que el Juez haya comprometido su criterio respecto al fondo
del asunto, como efectivamente ocurrió en el presente asunto, toda vez
que:

(i) se llevó a cabo una valoración probatoria sobre los medios de


conocimiento aportados, (ii) el Despacho emitió pronunciamiento respecto
de los hechos, existiendo juicios jurídicos que evidencian un preconcepto
por lo que se ha comprometido la objetividad e imparcialidad en el
presente asunto en el caso hipotético en que la Fiscalía presente escrito
de acusación este estrado no podría tramitarlo.

En mérito de lo expuesto, el JUZGADO TERCERO PENAL DEL CIRCUITO


FUNCIÓN DE CONOCIMIENTO DE FUNZA -CUNDINAMARCA,
administrando Justicia en nombre de la República de Colombia y por
autoridad de la Ley,

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Delito: Homicidio
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RESUELVE:

PRIMERO: Negar la preclusión impetrada por la Fiscalía, por los motivos


expuestos en esta providencia.

SEGUNDO: Se declara el impedimento de este Juzgado para conocer de la


presente actuación en etapa de conocimiento, de conformidad con lo
previsto en el artículo 56 numeral 14 en concordancia con el inciso 2° del
artículo 335 de la Ley 906 de 2004.

TERCERO: En contra del presente auto interlocutorio proceden los


RECURSOS DE REPOSICIÓN Y DE APELACIÓN únicamente por parte de
la Fiscalía delegado, los cuales deberán ser sustentados en la presente
audiencia conforme lo dispuesto en el artículo 178 de la Ley 906 de 2004.

CUARTO: La presente decisión se notifica en ESTRADOS

NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE,

OSCAR ANDRÉS MENJURA CUERVO


JUEZ

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