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La Granadera es una marcha protocolaria militar que se utiliza en Guatemala para rendir

honores a la bandera de Guatemala, y como marcha presidencial o de honor para altos


funcionarios. También se utiliza como marcha presidencial en la república de El Salvador,
habiendo sido previamente el himno de las Provincias Unidas de Centro América.
Originalmente, La Granadera fue el himno de las Provincias Unidas del Centro de
América y de República Federal del Centro de América. La letra del himno fue escrita por
el poeta hondureño Rómulo Ernesto Durón.
Al desaparecer la República Federal del Centro de América, se siguió utilizando en países
centroamericanos como un himno de facto.
Guatemala, adoptó una nueva letra para la Granadera, en la que habla de la insignia
suprema de ese país, pero por lo general; la letra no es usada en actos protocolarios.
La pieza musical conocida como «La Granadera» tiene tres versiones, la primera es la
militar: que fue una composición específica creada en el año 1842 durante el gobierno del
licenciado José Venancio López, su autor aún permanece anónimo; la misma era ejecutada
por las bandas marciales para rendir honores al Ministro de Guerra.

Las segunda también era ejecutada por militares para rendir honores al señor Presidente y
a la bandera de Guatemala; su interpretación musical adquirió carácter obligatorio en los
actos oficiales; especialmente en los actos a los que asistían los representantes
diplomáticos extranjeros centroamericanos. La primera vez que se utilizó «La Granadera»
como marcha presidencial fue para la fundación de la República de Guatemala, durante el
gobierno de Rafael Carrera, convirtiéndose en la marcha protocolaria para el mandatario.
La tercera versión es la religiosa, esta composición fue creada en el año 1877 durante el
Gobierno del general Guatemalteco, Justo Rufino Barrios, su autor también permanece
anónimo; la misma es ejecutada por bandas marciales a la salida y entrada de los templos
de las procesiones mayores, aunque fue creada con exclusividad como un himno
para Jesús Nazareno.
«La Granadera» es una pieza musical que en el ámbito religioso merece para la feligresía
católica, el mayor de los respetos porque al compás de sus acordes se inician los cortejos
procesionales denominados «mayores» en los templos, iglesias y basílicas de Guatemala.
Tanto las primeras dos versiones de «La Granadera», se refieren a la misma composición
musical de corte marcial, hasta el momento no se ha logrado determinar el verdadero
origen de ésta composición musical, siendo firmada como «Anónimo» en todas sus
reproducciones en discos grabadas por bandas de corte marcial.
Con respecto a la de origen «religioso», a pesar de llamarse también «La Granadera»,
corresponde a una marcha Fúnebre de origen guatemalteco de quién tampoco se conoce
su autor, pero que se ha ubicado en la línea del tiempo hacia finales del Siglo XIX, aunque
algunos estudiosos de la historia se la atribuyen al Maestro Eulalio Samayoa quien, el 2 de
julio de 1813, fundó la Asociación Filarmónica del Sagrado Corazón de Jesús en la Ciudad
de Guatemala y que hoy se le conoce como la Asociación Filarmónica de Guatemala,
Sagrado Corazón de Jesús.
Fue interpretada como himno nacional de Guatemala durante la toma de mando
de Rafael Carrera, y usado como marcha presidencial desde la época de Rafael Carrera.
Fue usada como marcha presidencial durante la entrada al Estadio de la
Revolución de Jacobo Árbenz y Juan José Arévalo.

Las diferencias en cuanto a estructura musical posiblemente pasan desapercibidas para la


mayoría de la población centroamericana, sin embargo, los entendidos en música conocen
y saben diferenciar muy bien cada una de las tres versiones de dicha composición musical.
«La Granadera» ha sido parte intrínseca del protocolo guatemalteco y la población se
extraña cuando en actos solemnes de orden político no es ejecutada; tal el caso de la
ascensión a la Presidencia del licenciado Ramiro de León Carpio y de Alejandro Maldonado
Aguirre, cuando por las circunstancias imperantes, no hubo presencia de bandas
musicales militares ni grabaciones, y el himno nacional fue cantado «a capella»; esa fue la
primera vez que en un traspaso de mando presidencial no se ejecutó.
También se ejecuta una marcha militar corta, al final de cada discurso del presidente, y
vicepresidente.
Según varias fuentes, el expresidente Otto Pérez Molina, reinstauró La Granadera como
marcha presidencial sustituyendo al Rey Quiché, anteriormente instruida por Álvaro
Colom. La Granadera se usaba en exceso —según muchos— porque la usaba «cada vez
que se meneaba».
Autor de la Letra La Granadera: PEM Álvaro De León Cruz.
LA GRANADERA
AUTOR: Profesor Alvaro de León Cruz
“PABELLÓN NACIONAL
ERES EL SÍMBOLO DE MI PAÍS”
1.- Estos dos versos son una afirmación categórica. Es una afirmación que todo
guatemalteco consciente lo entiende de esa manera…afirmación que se hace más
evidente y más propia, cuando se está en otros países.
“EMBLEMA UNIVERSAL
QUE IDENTIFICAS
NUESTRA SANGRE
Y NACIONALIDAD”
2.- Al escribir esta estrofa, me imaginé el ondear de nuestro Pabellón en la Sede de la
ONU, en el concierto de las naciones que conforman este alto Organismo Internacional.
¿Quién no va a identificar, cuando vean esta insignia a los guatemaltecos, todos, y no
sector de ellos? No se entienden sectores, sino totalidad. El Garífuna, el Maya, el Xinca, el
Ladino, el guatemalteco, sabe, reconoce que el pabellón azul blanco y azul, ¡es nuestro
Pabellón!
En esta parte del poema están inmersas las características de nuestra guatemalidad: la
característica de ser MULTIÉTNICA, MULTICULTURAL Y PLURILINGÜE, aspectos que en los
Acuerdos de Paz se les da mucho énfasis.
Posiblemente en el verso “NUESTRA SANGRE Y NACIONALIDAD” se piense en la violencia
que tanto nos aterra hoy en día, pero como dicen los muchachos de este tiempo, nada
qué ver. La intención al escribir SANGRE, se debe entender como: RAZA, LINAJE, ESTIRPE,
ORIGEN, PROCEDENCIA.
“ONDEAS EN EL VIENTO
EN SEÑAL DE HERMANDAD”
3.- Cuando en guerra se observa una bandera blanca ondear a lo lejos, el enemigo la toma
como signo de PAZ, DE TREGUA, DE DIÁLOGO, DE ESTABLECER ACUERDOS, obviamente,
acuerdos de paz…Cuando hay verdadera hermandad, hay paz; utopía que sigue vigente
hasta hoy, porque en todos los tiempos, desde el inicio de la historia del hombre, se ha
buscado afanosamente la paz, pero en vez de paz, paz, se convierte en pas, pas, de las
armas de fuego…Soñar no cuesta nada, por eso sueño; por esa razón, cuando veo a
nuestro Pabellón ondear en el viento, en señal de hermandad, invoco esa actitud, ese
sentimiento, ese compromiso, no como utopía, sino como realidad, de alcanzar la Paz
individual, la Paz, social, la paz de mi preciosa Guatemala.
“SIGNO ERES
DE SOBERANÍA
Y DE LIBERTAD”
4.- Luchemos por todas las vías, diplomáticas, de Derecho Internacional, Acuerdos
Internacionales, para que esta realidad que se enuncia en esta estrofa, cobre vigencia
internacional.
Por nuestra parte, es nuestra responsabilidad, de que este enunciado sea real, en cada
momento de nuestra existencia y en todo el ámbito nacional.
Todo Estado, País, Nación o República tiene una soberanía intrínseca, que los habitantes
de las demás naciones tienen la obligación moral de respetar.
“CON REVERENCIA
HONRAMOS TU HERMOSURA,
Y CON CIVISMO
HONRAMOS TU ESPLENDOR”
5.- Es una actitud que debe crearse, formarse e incrementarse en la escuela. Debe
convertirse en una conducta consciente de amor por lo nuestro, de un sano hábito cívico…
Reverenciar, honrar, admirar, amar con civismo, la hermosura de nuestro Pabellón
Nacional.
“TUS COLORES BELLEZA DE CIELO;
Y CON NUBES
HIZO SUAVE NIDO
EL BELLO QUETZAL”
6.- Es la parte poética del poema, es la metáfora patriótica, es el símil vivo y emotivo, es
un acercamiento a la poética naturaleza que envuelve a este País de la Eterna Primavera.
El cielo de Guatemala, es azul-celeste, más celeste que azul porque los rayos de luz que
emergen de las pupilas, de las almas y de los anhelos de las niñas y los niños inocentes, de
la gente justa y noble, de los guatemaltecos, proactivos, visionares, honrados y nobles, de
los gobernantes estadistas y de los funcionarios probos, diluyen el azul en un torrente
cromático, hasta lograr el celeste de nuestro Pabellón Nacional.
Nuestro Quetzal salió de paseo por la infinitud del cielo guatemalteco, cuando el tiempo
estival aún era niño, a “cachar” girones de blancas nubes para hacerse su nido. Y
encontró las más albas nubes colocándolas en el centro de nuestro Pabellón para hacer su
nido y descansar allí por siempre.
GRANADERA
Pabellón
nacional eres
el símbolo de
mi país
emblema
universal que
identifica
nuestra sangre
y
nacionalidad,
ondeas en el
viento en
señal de
hermandad,
digno eres de
soberanía y de
la libertad.

Con
reverencia
honramos tu
hermosura
y con civismo
honramos tu
esplendor
tus colores
belleza del
cielo, y con
nubes hizo su
suave nido el
bello quetzal.

Con
reverencia
honramos tu
hermosura
y con civismo
honramos tu
esplendor
tus coloires
belleza del
cielo, y con
nubes hizo
suave nido el
bello quetzal.

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