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Ciclo Del Agua
Ciclo Del Agua
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El ciclo del agua es vital para el mantenimiento y la estabilidad del planeta Tierra.
¿Qué es el ciclo del agua?
El ciclo del agua (también conocido como ciclo hidrológico) es el proceso de
circulación del agua en el planeta Tierra. Durante este ciclo,
el agua sufre desplazamientos y transformaciones físicas (por acción de factores
como el frío y el calor), y atraviesa los tres estados de la materia: líquido, sólido y
gaseoso.
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Está conformado por cinco etapas (evaporación, condensación, precipitación,
infiltración, escorrentía) durante las cuales el agua cambia de estado en un ciclo
continuo e ilimitado.
El agua es una de las sustancias más abundantes del planeta y cubre la mayor
parte de la Tierra. Se puede encontrar, en estado líquido, en océanos y mares; en
estado sólido, en glaciares y casquetes polares; y, en estado gaseoso, en el vapor de
agua. Es fundamental para la vida en la Tierra (todos los seres vivos necesitan agua
para vivir y desarrollarse), y a través de su ciclo, el agua circula por la hidrósfera.
El ciclo del agua es un ciclo biogeoquímico, es decir, forma parte de los ciclos que
en la naturaleza permiten el movimiento y la transformación de los elementos y
compuestos químicos a través de los sistemas biológicos, geológicos y químicos de
la Tierra. Estos ciclos son fundamentales para mantener el equilibrio de los
ecosistemas y la vida en el planeta.
1. Evaporación
La evaporación es el proceso por el cual el agua cambia de estado líquido a gaseoso.
El ciclo del agua comienza con la evaporación del agua desde la superficie hacia
la atmósfera. El agua líquida de los océanos y otros cuerpos de agua se evapora y
pasa de estado líquido a gaseoso, por la acción de la luz solar y el calor de la Tierra.
Las plantas también contribuyen al proceso de evaporación a través de su
transpiración.
2. Condensación
El agua condensada forma nubes.
El agua en la atmósfera se desplaza, por acción del viento, en distintas direcciones,
como vapor de agua.
3. Precipitación
Las gotas de agua caen hacia la superficie y producen lluvias.
La precipitación ocurre cuando las gotas de agua contenidas en las nubes se vuelven
grandes y pesadas, comienzan a caer hacia la superficie, atraídas por la fuerza
de gravedad, y se producen las lluvias o precipitaciones.
Por lo general, el agua cae en forma líquida, pero, en ciertas regiones donde las
temperaturas son muy bajas, puede hacerlo en forma de nieve.
4. Infiltración
Una parte del agua que cae sobre la superficie es infiltrada por el suelo.
En la infiltración, una parte del agua que alcanza el suelo terrestre se infiltra y
se transforma en agua subterránea. La cantidad de agua que se filtra por la
superficie depende de distintos factores, como la permeabilidad del suelo, la
pendiente y la cobertura vegetal de la región.
Una vez que el agua es infiltrada, circula por debajo de la superficie y se desplaza
por el subsuelo. El agua infiltrada circula por las capas porosas de roca, y se
almacena como agua subterránea, en los denominados “acuíferos”. Y parte también
circula por debajo de la superficie hasta desembocar nuevamente en los océanos.
El agua subterránea se encuentra en los poros, entre las partículas de suelo o en las
grietas de las rocas, y es un depósito importante de agua dulce.
5. Escorrentía
El agua que se mueve sobre la superficie conforma arroyos, ríos, lagunas y lagos.
Más en: Escorrentía
El ciclo del agua es un proceso vital porque determina que haya vida en el
planeta y, además, permite conservar los ecosistemas. El movimiento constante del
agua es responsable de regular los climas, distribuir las precipitaciones, modificar la
temperatura de los océanos, erosionar los terrenos y transportar todo tipo de
sustancias de un lugar a otro.
Gracias a este ciclo, el agua está disponible para ser aprovechada por los seres
vivos, que la obtienen de los cursos de agua o de la tierra. Además, le permite al ser
humano practicar actividades como la agricultura, la ganadería, la minería y la
industria.
Del total de agua en el mundo, solo el 3 % es agua dulce (que es la que puede ser
consumida por los seres vivos) y el resto es agua salada que proviene de los océanos.
Dentro de las causas más destacadas está el cambio climático, que es el aumento
de las temperaturas en la Tierra. Este fenómeno produce el alza de la temperatura
del agua de ríos, lagos y mares, el incremento de las precipitaciones y de las sequías,
el derretimiento de los glaciares y el aumento del nivel de los océanos. Todas estas
consecuencias que trae la subida de temperaturas modifican la manera en la que el
agua se distribuye en el planeta.
Existen otras causas que afectan el desarrollo del ciclo, entre las que están: la tala
indiscriminada de bosques, la erosión de los suelos, la extracción de agua y
la urbanización. Estas prácticas alteran el normal ciclo hidrológico y traen
consecuencias como inundaciones y sequías.
Debido a que un porcentaje muy pequeño del agua disponible es apta para el
consumo humano, su escasez y dificultad de obtención son dos aspectos que se
deben tener en cuenta. Para ello, los Estados deben fomentar prácticas de manejo
del agua que apunten a reducir su consumo, evitar su contaminación y gestionar de
forma responsable este recurso para que pueda estar disponible para la población
mundial del presente y del futuro.
Fuente: https://concepto.de/ciclo-del-agua/#ixzz8TXJ3ZStw