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Antropología Social y Política PDF
Antropología Social y Política PDF
MORGAN:
Morgan también plantea desde la perspectiva evolucionista. dice en un tratado
general sobre la evolución humana escrito bajo la inspiración de la concepción según la cual
esta era de carácter moral y estaba predeterminada desde la creación por la voluntad
divina. (?) El autor afirma que la “experiencia humana... ha desarrollado sólo dos planes de
gobierno”, es decir, dos “organizaciones definidas y sistemáticas de la sociedad”
● primer plan, escribe, fue “una organización social, asentada sobre las
gentes, fratrias y tribus” —esto es, sobre el tipo de agrupamientos parentesco
que, décadas más tarde, los antropólogos llegarían a llamar „grupos de
filiación unilineal‟—
● mientras que el segundo y posterior fue “una organización política, afirmada
sobre territorio y propiedad” Tal como lo sugieren sus denominaciones,
ambos planes se distinguen en cuanto el segundo tiene un carácter político
del que el primero carece por basarse sobre relaciones personales:
Lowie:
Va a criticar al evolucionismo. Lowie argumentaba en contra de la distinción entre
sociedades basadas en el parentesco y sociedades basadas en la contigüidad local
que trazara Maine y fuera adoptada por Morgan. Sus objeciones se centraban en la
cronología que ubicaba a las primeras como previas a las segundas y, más ampliamente, en
la idea de que ambas formas de organización se excluyeran mutuamente de una manera
necesaria.
Aunque comparte el esquema: La solidez de la posición adoptada por Maine y Morgan al
trazar una marcada distinción entre organización de parentesco (tribal) y territorial (política)
es incuestionable.
El problema reside en saber hasta qué punto equivale la distinción entre culturas toscas y
avanzadas. El interrogante reside en determinar con qué frecuencia existe un régimen que
excluya el factor territorial de lo que suele considerarse como relaciones políticas.
Entonces, para Lowie, si bien era posible que algunas sociedades tuvieran formas de
gobierno basadas exclusivamente en el parentesco, ello distaba de ser lo normal o,
siquiera, frecuente.
En cambio, lo normal era encontrar que en las sociedades primitivas el parentesco
fuera solamente un elemento de organización entre otros que, en cambio, serían de
naturaleza territorial. Así, incluso en niveles culturales muy modestos, la contigüidad
es uno de los elementos dominantes de la solidaridad social, con independencia de la
relación consanguíneal.
Se trata de otras formas de estratificación social relativas a la edad, el sexo, el estado civil,
etc., que serían independientes del parentesco y unirían a un conjunto de individuos sobre
una base territorial. Lowie se refiere a todas estas formas de organización como
“asociaciones‟,
Por lo tanto y debido a la inexistencia en las sociedades llamadas primitivas de instituciones
comparables con las reconocidas como instituciones políticas‘ en las sociedades
occidentales, los antropólogos del período que se extiende entre mediados del siglo XIX y la
década de 1920 se encontraron ante tres alternativas:
(i) la de considerar, como Morgan, que en aquellas sociedades la política no existía;
(ii) la de dar por sentado, contrariamente, que la política era un fenómeno universal en
términos de su forma y substancia, tal como lo hizo Lowie
(iii) la de entender, cómo Maine, que la política existía en todas las sociedades pero asumía
formas fundamentalmente diferentes en las sociedades civilizadas o modernas y en las
primitivas y antiguas.
También he dicho ya que la primera alternativa fue la adoptada por la mayoría de los
antropólogos durante ese período. Los escritos de Lowie, que datan de la segunda década
del siglo pasado son, en ese sentido, contrarios a la corriente dominante.
Algunos de sus más destacados contemporáneos que se ocuparon de los problemas que
Lowie identificaba con el tema de las funciones de gobierno tendieron, más bien, a enfatizar
el análisis de los fundamentos jurídicos del orden social, sin dar el paso de considerar a
dicho orden como fundado en alguna forma de política‘. Así, A.R. RadcliffeBrown se centró
en el estudio del parentesco atendiendo a su dimensión jurídica, es decir, al modo en que
permitía transmitir de una manera ordenada derechos —que, necesariamente, conllevan
deberes implícitos cuestión que consideraba fundamental para el mantenimiento del orden
social.
Ya hemos visto: (a) que Lewis Henry Morgan había establecido una diferencia entre las
sociedades como las nuestras, donde existe la política, y aquellas en que, por estar
organizadas en base al parentesco, aquella se encontraría ausente; (b) que Robert Lowie
había objetado que probablemente ninguna sociedad se base solamente en el parentesco y
que, en cambio, todas tienen una dimensión territorial/política distinguible de aquella; y (c),
que los antropólogos del período que nos ocupa tendieron generalmente a seguir el punto
de vista de Morgan —o, si reconocían que toda sociedad tenía una dimensión política,
consideraban que en las sociedades primitivas ella era irrelevante— y que el análisis del
parentesco bastaba para responder la pregunta respecto del mantenimiento del orden
social.
En la antropología clásica
El estudio de las reglas y las normas sociales cobró centralidad buscando identificar
las regularidades en las sociedades estudiadas, tal como puede observarse tanto en el
trabajo de Marcel Mauss como de Bronislaw Malinowski, que en ambos casos, partieron de
una perspectiva que enfatizaba la pertenencia de las sociedades primitivas a la humanidad
y por lo tanto afirmaba el carácter necesariamente racional y regulado de la vida social.
La principal preocupación tenía que ver con la cohesión social y los principios que
regulaban la vida colectiva, los cuales en la interpretación de ambos autores, pasaban por
la creación de obligaciones reciprocas.Es decir, aun cuando las sociedades se definían
en contraposición a occidente (nosotros/otros)
se buscó señalar la pertenencia a una misma humanidad: dirán que no es una vida
desenfrenada sino que está regulada por normas y tiene un orden.
El interés se centraba en establecer los rasgos de la ‘estructura’ o ‘morfología’ de cada
sociedad y en determinar la ‘función’ (o las funciones) desempeñada en ese contexto por
cada forma de relación social, institución o creencia. El supuesto básico de estos estudios
era que la condición normal de las sociedades era un estado de ‘equilibrio’,
MALINOWSKI
EL DERECHO PRIMITIVO Y EL ORDEN
EL KULA ULA-
ESTUDIA SOBRE LA LEY CUMPLIDA
OBLIGACIONES VINCULANTES DE RECIPROCIDAD
Busca explicar el establecimiento del orden social en sociedades que tienen una base
estructural de parentesco.
Normas de derecho civiles- obligación de alguien y derecho de otro.
SI NO SE CUMPLE SE ROMPE EL LAZO SOCIAL. ESA ES LA PENA MORAL Y DE
STATUS TAMBIÉN.
LAS TRANSACCIONES SON PÚBLICAS Y CEREMONIALES, NUNCA PRIVADAS.
pregunta por qué ciertas reglas de conducta, por duras, molestas o desagradables que
sean, son obedecidas; qué es lo que hace transcurrir tan fácilmente la vida privada, la
cooperación económica y los sucesos públicos, en qué consisten la fuerza de la ley y el
orden en la sociedad salvaje.
El salvaje está muy lejos de ser la criatura libré y despreocupada que nos pinta la
imaginación de Rousseau. Por el contrario, se halla cercado por las costumbres de su
pueblo, encadenado por tradiciones, no sólo en sus relaciones sociales, sino también en su
religión, su medicina, su industria, su arte, en cada aspecto de su vida.
Malinowski estudiaba sistemas jurídicos( deberes y obligaciones, privilegios, sanciones,
servicios)
Su objetivo es demostrar la obligatoriedad y función de intercambios como el
intercambio ceremonial “kula” que responde a una organización jurídica primitiva.
. La amenaza de coerción y el miedo al castigo no afectan al hombre medio, tanto
"salvaje" como "civilizado", mientras que por otra parte son indispensables para
ciertos elementos turbulentos o criminales de una y otra sociedad.
LA FUNCIÓN ES REAFIRMAR LA ESTRUCTURA SOCIAL Y CONSOLIDAR LA
COHESIÓN.
Además plantea la ineficacia de pensar economías como la de las islas Tabiard en sentidos
occidentales como “Comunismo” por su falta de Propiedad privada. y da un ejemplo de las
obligaciones que conlleva tener una canoa y el sistema que lo integra, El sentido de
propiedad está vinculado a un sistema de deberes, privilegios y servicios mutuos que unen
a los asociados entre sí y al objeto en cuestión, en este caso, las canoas.
Institución del kula:
La palabra Kula quiere decir “circulo” y describe el modo en que estas tribus están
conectados en el tiempo y el espacio en un movimiento regular en torno a ese círculo.
El Kula está reservado a los jefes y se ejerce de forma noble, aparentemente desinteresada
y modesta. Se distingue del simple intercambio económico de mercancías útiles (Gimwali)
que se practica en las grandes ferias y los pequeños mercados y donde según Malinowski,
se acostumbra regatear, práctica indigna en el Kula.
Al igual que el Potlatch consiste para unos en dar y para otros en recibir: los que hoy son
donatarios a la vez siguiente serán donantes. La donación misma, el acto mismo de donar
adopta formas solemnes. El objeto principal de los cambios-donaciones son los vaygu’a
(que toman forma de brazaletes o collares hechos de conchas de mar en general). Según
Malinowski estos están dotados de un movimiento circular (un tipo circula de oeste a
este y el otro a la inversa). El principio de circulación de estos “signos de riqueza” es
incesante. No se deben conservar por mucho tiempo y deben ser devueltos, no hay que ser
lento en devolverlos. Solo pueden darse en un sentido determinado “el sentido del collar”.
Se tienen entre un kula y el otro enorgulleciendo a la comunidad que lo ha obtenido alguno
de sus jefes. Se goza de propiedad sobre los regalos recibidos pero es una propiedad que
tiene un carácter especial que recoge los derechos que las sociedades modernas hemos
ido separando: es propiedad y posesión, es regalo y cosa alquilada, es cosa vendida y
comprada, se entrega solo con la condición de que sea usada por otro o transmitirla a un
tercero.. El Kula es un momento, el más solemne del amplio sistema de prestaciones y
contraprestaciones que engloba toda la vida económica y civil de los trobriandeses. No se
trata de un intercambio meramente utilitario, sino que organiza la vida social ya que reúne y
concretiza todo tipo de instituciones; “invade la vida económica, tribal y moral de los
trobriandeses”
Hay todavía otra fuerza que hace los deberes más obligatorios. Ya he mencionado el
aspecto ceremonial de las transacciones
De este modo hemos podido penetrar algo en la naturaleza de las fuerzas mentales y
sociales que convierten ciertas reglas de conducta en leyes obligatorias. Y la fuerza
obligatoria no es superflua ni mucho menos, ya que cuando el nativo puede evadirse de sus
obligaciones sin pérdida de prestigio o sin posible riesgo de sus ganancias, lo hace,
exactamente como lo haría cualquier hombre de negocios civilizado. Cuando se estudia
más de cerca la "regularidad automática" en el cumplimiento de las obligaciones que tan a
menudo se atribuye a los melanesios, se hace patente que hay tropiezos constantes en las
transacciones
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- Esta manera de abordar el problema del orden social en las sociedades primitivas recién
cambia como efecto del hecho que, durante la década de 1930, los antropólogos británicos
empiezan a hacer sus trabajos de campo predominantemente en África, pasando a ser
minoritarios los estudios centrados en Oceanía. Allí, antropólogos como Edward Evan
Evans-Pritchard, Meyer Fortes, Sigfried F. Nadel, Isaac Schapera, Audrey Richards y Max
Gluckman se encontraron trabajando en sociedades de escalas mucho mayores: mucha
más población (decenas y hasta cientos de miles de personas) en territorios mucho más
grandes. Los mecanismos de control social identificados por los etnógrafos de la generación
de Malinowski y Radcliffe-Brown en sociedades de pequeña escala — obligaciones
recíprocas, intercambios, controles mágicos— constituían apenas una pequeña parte del
mecanismo gubernamental de las tribus y naciones extendidas, dispersas y de gran tamaño
que la siguiente generación analizó en África, porque solamente permitían entender cómo
se regulaban las relaciones sociales en cada pequeña aldea o localidad pero no cómo se
mantenía el orden, más abarcador, de una sociedad en su totalidad, que en estos casos
estaba compuesta por un gran número de grupos locales extendidos por un vasto territorio.
En este sentido, comienza a parecer que, para explicar cómo cada una de esas sociedades
se mantenía unida y cómo se garantizaba la cooperación entre sus partes en el marco de
un estado de equilibrio entendido como estable, no era suficiente con analizar el dominio de
las relaciones interpersonales (diádicas) de parentesco sino que hacía falta examinar la
constitución y regulación de las relaciones entre grupos de base territorial, es decir, aquellos
que controlan porciones del territorio
El problema del mantenimiento del orden social y el supuesto del equilibrio estable
En el marco de una sociología positivista en la Europa convulsionada del último cuarto del
siglo XIX, la principal preocupación de Durkheim fue el orden social, entendiendo la
sociedad como un orden moral que se nos impone.
Su pregunta fue cómo se mantiene ese orden, qué es lo que liga a los individuos y que
según él hace que sean solidarios en el sentido de cooperación mutua, que los une o
asocia. Esta solidaridad es lo que asegura la cohesión social. El tipo de solidaridad se
diferencia en las sociedades tradicionales como “solidaridad mecánica”, que se basa en la
homogeneidad y reciprocidad y a la que le corresponde un derecho represivo; y aparece
como “solidaridad orgánica” en la sociedad moderna, que se basa en la diferenciación
social, un creciente individualismo, la industrialización, la secularización, la división del
trabajo, y le corresponde el derecho cooperativo. En cambio, en las sociedades “simples” la
solidaridad se basa en la semejanza mutua, los sentimientos y creencias comunes están en
la base de la cohesión social, y las personas aparecen absorbidas o indefinidas al interior
del grupo. Aquí resulta clave el concepto de “conciencia colectiva” que -para Durkheim-
tiene una propiedad diferente que la conciencia individual y refiere al conjunto de creencias,
representaciones y sentimientos comunes al término medio de los miembros de una
sociedad, que constituyen un sistema con vida propia y ligan a las personas a lo largo de
generaciones.
En esta obra, Durkheim desarrolló una serie de ejemplos etnográficos y de su sociedad para
mostrar que la división social del trabajo (característica propia de las “modernas sociedades
civilizadas” y ausente entre las “primitivas”)
Para Durkheim la explicación sobre la división social del trabajo reside en su
función, es decir, su papel social La función está pensada como una relación de
correspondencia respecto de una necesidad social.
. De ahí que en este libro se pregunta a qué necesidad corresponde dicha división o cuál es
el papel de la división del trabajo. La respuesta a esta pregunta es el establecimiento de un
orden social y moral. Es un orden que liga a los individuos y hace que sean solidarios. Esta
solidaridad no actúa sólo en el momento en que cambian servicios. Trascendiendo los
aspectos económicos, para Durkheim la división social del trabajo cumpliría la función
de asegurar la cohesión de las sociedades. La hipótesis central es que de la división
social del trabajo deriva la solidaridad social. La función de la división del trabajo es crear un
nuevo tipo de solidaridad, la solidaridad orgánica. La importancia de la solidaridad social,
reside en que de ella
. La solidaridad mecánica; de derecho represivo. Sería característica de las sociedades
primitivas y es una forma que habría existido durante casi toda la historia. Durkheim la
ejemplifica con el caso de los iroqueses. Este tipo de solidaridad corresponde a sociedades
segmentarias, es decir, organizadas por grupos o segmentos semejantes con elementos
homogéneos en la que los individuos “están fuertemente cohesionados al grupo”, son
“intercambiables”. Tienen división sexual, por edad y étnica. Esta forma de solidaridad se
basa en la semejanza, en la homogeneidad, en la reciprocidad y a ella corresponde el
derecho represivo. Entre sus características se destacan: 1) los individuos se agrupan por
sus relaciones de descendencia y parentesco; 2) la religión penetra toda la vida social, la
vida social está constituida por creencias y prácticas con adhesión unánime y fuerza
colectiva. Otras características son el derecho de propiedad de la comunidad, la jefatura
elevada por encima de los demás, para Durkheim la autoridad es fuerte porque emana de la
conciencia colectiva o común. La estructura social está caracterizada por segmentos
homogéneos y semejantes entre sí.
La solidaridad orgánica,Derecho penal. en cambio, sería característica de las sociedades
“avanzadas”. En la visión de Durkheim se ha generalizado la división social del trabajo y la
diferenciación, es la solidaridad de las sociedades modernas y el derecho es cooperativo.
La sociedad está constituida por órganos con funciones diferentes. Los individuos se
agrupan de acuerdo a la actividad que desempeñan, su medio no es el natural sino el
profesional; no es la consanguinidad real o ficticia sino la función social de cada uno. La
antigua estructura se opone a esta forma por eso debe desaparecer: una progresa a
expensas de la otra. Aparecen nuevas instituciones, comenzando a predominar una
organización social y política con base profesional. Para Durkheim debía recuperarse la
solidaridad mecánica para el equilibrio de las instituciones. Evans Pritchard se basa en esta
concepción de la sociedad mecánica entendiendo que se trata de sociedades de segmentos
que actúan por semejanza, donde todos están en un plano de igualdad y hay una ausencia
de centralización. Ante la pregunta de cómo se sostiene el orden moral en ausencia de una
autoridad centralizada, tal como la que provee el estado, no identifica posiciones que
centralicen el poder y la autoridad. Para él la dinámica de segmentación es el resultante de
plantear un modelo diferente a los definidos hasta el momento. En consecuencia, lo político
se define como las relaciones entre grupos, las relaciones interaldea e intraldea en tanto
grupos cooperativos.
ESTRUCTURAL FUNCIONALISMO
RADLIFF-BROWN.
Radcliffe Brown representante del estructural funcionalismo inglés, concebía la
antropología como una sociología comparativa dedicada al estudio de la sociedad humana
(a diferencia de quienes la definían como el estudio de la cultura) apoyada en métodos
similares a los de las ciencias naturales. Escuela Durkheiniana. RETOMA “FUNCIÓN” DE
DURKHEIM. Se pregunta por las condiciones necesarias de existencia que dependen de las
funciones y determinan el funcionalismo de una estructura social, preservan su continuidad
y hace a la vida de un todo social.
la estructura: Es una serie de relaciones entre entidades unificadas, que su continuidad vital
se mantiene por las actividades de las unidades constitutivas (FUNCIONES)
LA DE RB ES Una ciencia orientada a la investigación de las formas de asociación
entre los seres humanos a partir de la observación directa de sus comportamientos, actos
hablados y resultados materiales de acciones pasadas, pero entendiendo que estos seres
humanos están conectados en una compleja red de relaciones sociales, y que las
relaciones entre dos personas existen sólo como parte de una amplia red que llamó
“estructura social” y que definía el objeto de estudio de la antropología social.
Desde su perspectiva, la estructura es una realidad concreta, de existencia real
directamente observable que tiene una continuidad no estática sino dinámica, al igual que
la continuidad orgánica de un cuerpo humano, dado que la vida social la renueva
constantemente. Va a denominar forma estructural a lo que, puede permanecer
relativamente constante. Si bien en la vida social se producen cambios en las relaciones
mutuas por múltiples cuestiones (y de ahí el dinamismo de la continuidad de la estructura),
la constancia de la forma estructural es producto de que los tipos de relaciones tienen pocos
cambios. El estructural-funcionalismo se interesa particularmente por aquello que
perdura en la sociedad. Y lo que nunca perdura son los individuos, que son efímeros, por
eso lo importante es el rol que ocupa el sujeto, los tipos de relaciones que mantiene.
Asimismo, R. Brown establece una distinción entre el concepto de organización y el de
estructura social señalando que, si bien ambos conceptos están íntimamente ligados no son
lo mismo. Cuando habla de estructura social refiere a una ordenación de personas en
relaciones institucionalmente controladas o definidas, como las relaciones entre rey y
súbdito o marido y mujer, mientras que el concepto de organización refiere a un
ordenamiento de actividades, por ejemplo, la disposición de las diversas actividades que
realizan quienes componen una fábrica. Es decir que con sistema estructural, refiere a un
sistema de posiciones sociales, con organización, en cambio, refiere a un sistema de
papeles o roles.
el pasaje del enfoque malinowskiano al estructuralismo sociológico de R-B, que implicó una
supremacía de la mirada en las estructuras sociales sobre los aspectos psico-biológicos y
culturales. Este desplazamiento estableció una verdadera ruptura con la tradición
norteamericana (donde primaba la escuela de la personalidad), una brecha que será
saldada recién a partir de la década de 1960 con el desarrollo de la escuela de Manchester
(Gulckman)
en, una vez planteado el problema ¿Cuál es la explicación que propone Radcliffe-Brown?
Esta explicación apela a los valores morales, las creencias, las costumbres, en una palabra
“el orden moral” desde una perspectiva durkheimiana que modela el enfoque de los
sistemas políticos.
Aquí, lo que Radcliffe-Brown estaba destacando es que en las “sociedades
primitivas” la coerción, las formas de castigo, están mediadas por la “coerción
moral”, el “sentir público” y las “sanciones rituales” o “sobrenaturales”, por ejemplo
la idea de que ciertas acciones consideradas delitos pueden traer consigo desgracias a la
persona culpable como la enfermedad o la muerte.
se definen como instituciones cuya función es regular los conflictos, y por lo tanto
mantener el orden y restaurar el equilibrio.
. Pues este autor entiende, retomando la perspectiva de Durkheim sobre la solidaridad
social, sobre la existencia de un orden moral (como conjunto de reglas sociales o códigos
que posibilitan la convivencia), que la función social se refiere a la contribución que
cualquier rasgo de un sistema hace al funcionamiento y mantenimiento del mismo) y, así,
que cada institución cumple una función y es necesaria para el desarrollo de la vida social o,
lo que es lo mismo, que cada una de ellas es condición de posibilidad de la estructura. De
esta forma, Radcliffe-Brown se distancia de Malinowsky y de un concepto de función ligado
a necesidades biológicas o psicológicas individuales y se refiere a funciones
estructurales. Es a través de éstas que una estructura social se mantendría a sí misma en
un estado de cohesión y solidaridad, es decir, en un estado en que las relaciones sociales
entre las personas que la constituyen se caracterizarían por su armonía, dándole a la
estructura su necesaria unidad y consistencia a lo largo del tiempo.
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PROCESUALISTAS- heterodoxos
En la a aparición de áreas temáticas trazadas en términos dicotómicos (ciudad y
campo, centro y periferia, sociedad nacional y comunidad local, formalidad e informalidad)
se basa en la asunción tácita de que se estaba ante “procesos de modernización‟ o „de
desarrollo‟ que se producían encapsulan una diversidad de sociedades o de culturas
locales o parciales‘.
Desde la década del 1950 del siglo con el desarrollo de la antropología política, a pesar de
la dominación del estructural-funcionalismo las investigaciones sobre este campo van a
comenzar a abrir una vía a perspectivas “conflictuales” “procesuales” y “dinámicas”
Se considera como parte del enfoque procesual a un conjunto de autores y obras
desarrolladas a partir de la década de 1950 del siglo XX cuyo eje en común consiste en
poner en el centro de sus preocupaciones el estudio de los procesos políticos y las
dinámicas de conflicto local. Al igual que el estructural-funcionalismo, este enfoque tuvo
una fuerte impronta africanista y fue desarrollado por la academia británica entre el Instituto
Rhodes-Levingstone y la Universidad de Manchester, de ahí que será conocido como “la
escuela de Manchester” siendo uno de sus principales referentes
En el campo de la antropología social, es un momento que podemos caracterizar como el
del pasaje del estudio de las macro–estructuras de sociedades que eran concebidas como
cerradas, aisladas, homogéneas y en equilibrio, hacia nuevos y heterodoxos tipos de
análisis que se centran en procesos políticos locales
Max Gluckman.
Desde el comienzo de su carrera, MAX GLUCKMAN mostró un marcado interés por
la situación contemporánea de los pueblos nativos africanos, incluyendo al contexto colonial
Aún cuando esta escuela puede ser pensada como “una etapa de transición” en la medida
en que con un brazo abrazó al estructural funcionalismo y con otro intentó soltarse
(Lewellen, 1985), esta corriente propuso una nueva dirección en el campo de la
antropología política, privilegiando un interés por los procesos históricos y sociales a
través de los que el poder emergía, se afirmaba y era cuestionado o se derrumbaba.
En efecto, a pesar de situarse al interior del estructural-funcionalismo del que Gluckman fue
discípulo, su interés no estuvo centrando en las formas en que se mantenía el orden
sino en el modo en que se expresaba y procesaba el conflicto en las sociedades
“tribales” africanas..
En 1939 se instaló en África para vivir como investigador las transformaciones sociales y la
“modernidad” estaban en el corazón de sus problemáticas.
En este marco, por primera vez los antropólogos tomarían como objeto las
interacciones entre grupos sociales y étnicos diferentes y no a las “etnias” como
sistemas culturales cerrados.
Su metodología de investigación conocida como “análisis situacional” o “estudio de
caso extendido” buscó abordar el dinamismo de las sociedades locales y las relaciones de
poder en el seno del sistema colonial.
A diferencia de las monografías que dominaban en ese momento la disciplina,
orientadas a reconstruir la cultura en su orden funcional e ideal desde una lectura atemporal
y ahistórica -tal como lo vimos previamente-, el trabajo de Gluckman se basó en
descripciones largas de situaciones concretas, como se evidencia en el célebre texto
sobre el análisis de la inauguración del puente África del Sur que integra la bibliografía
obligatoria de la Unidad. Desplegando las diferentes implicancias o posturas en relación a la
inauguración del puente a nivel local y nacional,
Gluckman desarrolló allí una lectura de un momento de la historia a la luz de
un profundo análisis de las relaciones dinámicas –de cuestionamiento y autoridad-
que caracterizan las relaciones entre blancos y negros. En este texto, buscó mostrar
el comportamiento de diferentes actores, sectores sociales de la población de
Zululandia en torno a un evento particular (en este caso la inauguración del puente)
para analizar cómo en esa situación social se expresaba la estructura social
sudafricana de aquel momento, cuales eran las fracciones, los grupos, las alianzas,
las relaciones entre esos grupos y formas de dominación.
Por “situación social” Gluckman hizo referencia al “comportamiento en
algunas ocasiones de los miembros de una comunidad como tal, analizado y
comparado con su comportamiento en otras ocasiones, de modo tal que el análisis
revele el sistema subyacente de relaciones entre la estructura social de la comunidad,
las partes de la estructura social, el ambiente físico, y la vida fisiológica de sus
miembros”
Los eventos descritos en el texto ocurren en un solo día y mayormente transcurren
en dos lugares, uno de los cuales es el puente. El análisis comienza con una descripción
etnográfica del viaje -y los acontecimientos que lo rodean- hacia la ceremonia de apertura
del primer edificio construido en Zululandia por el Departamento de Asuntos Nativos del
gobierno de Sudáfrica. Describe, por ejemplo, quién estaba en el auto, cómo estaban
sentados, cómo fueron dirigidos los visitantes en su camino por un “Zulú completamente
vestido de guerrero”, como pasaron el auto del Regente Zulú, y cómo finalmente arribaron al
puente. Luego se detiene en describir quiénes estaban presentes en el puente, qué dijeron
a cada quién, qué hicieron después de la ceremonia y cuándo se dispersaron, hacia dónde,
en su debido tiempo.
Así, mientras que en la perspectiva del estructural-funcionalismo, tal como había
afirmado RadcliffeBrown, las relaciones reales entre personas específicas -o “la conducta
de Jack y Jill”- pueden figurar en notas de campo pero lo que estudia la antropología es la
morfología social, esto es, las instituciones, los cargos, los derechos, las obligaciones, las
normas, las reglas; -> en el caso de Gluckman las conductas específicas de las
personas cobran plena relevancia. En efecto, en el análisis de una situación social no hay
incompatibilidad entre estas conductas y la norma sino que los actores sociales pueden
apelar a normas de conducta contradictorias, incompatibles, escasamente formuladas, para
promover sus intereses y dar cuenta de sus acciones —> SELECCIÓN SITUACIONAL
La incompatibilidad de las normas, la incierta acción de los hombres, se convierte en
un tema central, de allí que para Gluckman no se debe limitar el análisis al estudio de
las estructuras, sino que se debe focalizar también en las acciones de sujetos
históricos, de carne y hueso, con aspiraciones, motivos, intereses y siempre en
circunstancias específicas e históricas.
A la obra de Gluckman puede ser vista como una tentativa de abordar la
co-existencia del orden y la disputa del poder en una misma sociedad, pensar en conjunto el
equilibrio y el conflicto social.
Así, la originalidad de Gluckman fue intentar una articulación de la sociología durkhemiana,
que heredaba de sus “maestros”, con el marxismo. Esta tentativa de síntesis desembocó en
una consideración teórica particular: el conflicto puede conducir a una revolución que
supone un cambio estructural radical y supone una ruptura en las relaciones e instituciones
que las embarcan provocando cambios en la estructura política y económica, pero en las
sociedades tribales africanas toma generalmente la forma de rebelión, una disputa por el
poder que conduce al reemplazo de las personas que ocupan los puestos de autoridad sin
que el sistema de dominación cambie de naturaleza. Así, el conflicto social puede tener el
efecto paradójico de explicitar las tensiones latentes de la sociedad.
Lo importante aquí es que Gluckman entiende al equilibrio como variable en cuanto a su
naturaleza, ya sea relativamente estable o inestable. Decimos 'relativamente' porque se
trata de estados cambiantes que hay que determinar empíricamente: la estabilidad conduce
eventualmente hacia la inestabilidad y esta, a su vez, puede desembocar en una nueva
forma de estabilidad
De modo que la estabilidad puede derivar por si sola en el cambio. - A esto,
Gluckman agrega la atención a un segundo tipo de conflictos: aquellos que no pueden ser
resueltos sin ocasionar cambios en el sistema social. El autor sostiene que los conflictos
suponen el desarrollo de ‘clivajes’, es decir, líneas de división u oposición. Ahora bien,
cuando un cierto clivaje se torna central, adquiere un carácter ‘dominante’, en el sentido de
que afecta a todos los demás clivajes menores existentes, manifestándose a través de ellos.
Así, un sistema social cambiante tiende a desarrollarse en torno de las líneas de su clivaje
dominante hasta que el conflicto que lo origina sea resuelto a través de una transformación
del patrón, dando lugar al desarrollo de un nuevo sistema.
LEACH .
Leach afirma que un sistema social en «equilibrio estable» es una ilusión fiel a su propuesta
de que la estabilidad estructural es una ficción teórica,
Leach resalta que el ritual (que expresa esa estabilidad) es siempre momentáneo. Tal
afirmación lo hace tomar distancia del mismo Durkheim:
Mito y ritual son, pues, «modos de hacer afirmaciones sobre las relaciones
estructurales» Afirman pero no lo sostienen completamente.
Una de las formas en que Leach ilustra el concepto de equilibrio es a través de la práctica
de las alianzas matrimoniales en las sociedades Kachin. Argumenta que estas alianzas
matrimoniales son una estrategia clave para mantener un equilibrio en las relaciones
sociales y políticas entre diferentes grupos y clanes en la sociedad Kachin. Cuando una
persona se casa con alguien de otro grupo o clan, se establece una alianza que crea
obligaciones mutuas y una red de relaciones. Estas alianzas matrimoniales son esenciales
para construir y mantener el equilibrio de poder en la sociedad Kachin.
Leach también utiliza ejemplos concretos de situaciones sociales y políticas en las que el
equilibrio se ve amenazado o restaurado. Por ejemplo, podría describir un escenario en el
que dos clanes o grupos están en conflicto debido a una disputa, y luego muestra cómo se
utilizan estrategias matrimoniales para restablecer el equilibrio y resolver el conflicto.
Esto implica que las alianzas matrimoniales no solo son importantes para establecer
relaciones, sino también para solucionar desequilibrios y conflictos en la sociedad Kachin.
En resumen, Leach utiliza la noción de equilibrio inestable para describir cómo las alianzas
matrimoniales y las estrategias de parentesco desempeñan un papel crucial en la
construcción y el mantenimiento de las relaciones sociales y políticas en las sociedades
Kachin.
El equilibrio se relaciona con la idea de que estas sociedades buscan mantener un orden
social a través de una red compleja de alianzas y relaciones interconectadas.
el cambio social y cultural no debería ser visto simplemente como una amenaza al
equilibrio, sino como un proceso natural en el que las sociedades se adaptan y se
transforman
A partir de allí, las etnografías Los Nuer (1992 [1940]) y Sistemas Políticos de Alta Birmania.
Una estudio de la estructura social Kachin (1976 [1954]) de Evans-Pritchard y Leach,
respectivamente, en torno al concepto de estructura, avanzan en su complejización
planteando tanto continuidades como ruptura. al elaborar una problematización de lo social
que permite abordar el cambio y la dinámica Y de esta forma el autor subraya, asimismo y
en discusión con el empirismo propio de la escuela británica, que las categorías del
entendimiento humano, que para Durkheim y Mauss tanto como para Radcliffe-Brown y
Evans-Pritchard, entre otros, serían sociales, estarían dadas a priori, es decir, no replicarían
lo social sociocultural, reconociendo allí el lugar de los actores hasta entonces ausentes
tanto en el estructural-funcionalismo británico como en el estructuralismo francés.
WOLF
El antropólogo está profesionalmente capacitado para estudiar esas estructuras
intersticiales, suplementarias y paralelas de las sociedades complejas y explicar su
relación con las instituciones estratégicas fundamentales en las que se inscriben. En este
trabajo, quisiera referirme a tres categorías de instituciones paralelas de las sociedades
complejas, a saber, las relaciones de parentesco, de amistad y de patronazgo.
Dado que mis experiencias en trabajo de campo se han limitado a América latina y al
Mediterráneo europeo, mis ejemplos procederán en su mayor parte de esas zonas y mis
juicios se basarán fundamentalmente en dichos ejemplos. Me referiré a aquellos que, en
mi opinión, son susceptibles de ampliarse a otras regiones,: _ - Por supuesto, no debemos
concebir las estructuras de la sociedad compleja como una anarquía ordenada.
1- considerar la amistad como una fuerza compensatoria. Creo que podremos encontrar
amistades emocionales sobre todo en situaciones sociales en las que el individuo esté
firmemente inserto en agrupaciones solidarias, tales como comunidades y linajes, y en las
que el tipo de estructura social inhiba la movilidad geográfica y social. En tales situaciones,
el acceso del ego a los recursos—ÿnaturales y sociales— está ampliamente cubierto por la
unidad solidaria, y la amistad puede proporcionar, como mucho, distensión emocional y
catarsis frente a las tensiones y presiones que impone el desempeño del rol.
Cabría especular sobre el papel que desempeña esta carga emocional. La situación de
partida de la amistad es de reciprocidad,. La relación tiene como objetivo que se dé una
amplia e indeterminada serie de prestaciones de ayuda mutua.
Esto tiene el efecto de reforzar la desigualdad en que se basa la relación pues, si bien
ambos están mutuamente obligados, siempre parece que el cliente se encuentra claramente
en deuda para con el patrón, y también porque, al no poder nunca retribuir bienes y
servicios equivalentes a los que recibe, el cliente se ve ―moralmente obligado no sólo a la
mera expresión de lealtad, sino a demostrarla cada vez que le sea posible o su patrón se lo
requiera.
Si bien esta definición permite trazar las líneas generales del fenómeno, todos sus aspectos
han sido puestos en discusión, por lo que ninguno de ellos deja de ser problemático.
Para empezar (a), la mención del carácter diádico de las relaciones patrón-cliente
implica una atención privilegiada a la interacción cara a cara entre individuos. Sin embargo,
habitualmente las relaciones patrón-cliente son consideradas no sólo como formando parte
de sistemas de relaciones sino como ejerciendo un papel de articulación entre
diferentes sistemas, perspectiva que tiende a enfatizar el desempeño de papeles de
ciertas características por parte de ambos participantes.
Por otro lado (b), la definición de Scott hace referencia explícita al carácter instrumental
de relaciones entre personas de status socioeconómicos desiguales, al tiempo que
remite implícitamente al concepto de “reciprocidad", Encontramos, pues, que en la misma
definición conviven apelaciones a la naturaleza desigual y al carácter moral de los lazos en
cuestión.
De esta forma, Scott concluye que las relaciones patrón-cliente son apenas ―relaciones de
dependencia personal entre miembros de distintas clases‖ que aparecen como legítimas a
los ojos de los clientes pero que pueden llegar a ser percibidas como relaciones de
explotación si el flujo de los intercambios deja de garantizar sus necesidades mínimas.