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INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL

ESCUELA SUPERIOR DE ECONOMÍA

Historia Económica de México hasta el siglo XIX

 Presentación de la Confirmación del Estado Mexicano.


 Construcción de 1824
 Construcción de 1957
 Guerra de Texas e intervención de 1847

Silva Moreno David Santiago

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Grupo: 3ev5

Presentación de la Confirmación del Estado


 1 DE FEBRERO DE 1823

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Plan de casamata
Fue proclamado por Antonio López de Santa Anna en Casamata,
Tamaulipas, al que posteriormente se le unirían Vicente Guerrero,
Nicolás Bravo y jefes del ejército imperial.
 2 DE DICIEMBRE DE 1822
Plan de Veracruz
El Plan de Veracruz fue un acuerdo proclamado por Antonio López de
Santa Annase, pronunció en contra del imperio de Iturbide ya favor de
la república apoyando a Guadalupe Victoria.
 1824
Constitución 1824
La Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos entró en
vigor del derrocamiento del Primer Imperio Mexicano de Agustín de
Iturbide.
 1 DE ABRIL DE 1833
Reforma liberal
Quitaba los privilegios del clero, debilitaba el poder económico de la
iglesia y el "poder" del ejército.
 2 DE OCTUBRE DE 1835
Guerra de Texas
Las partes en conflicto fueron México y la provincia de Texas,
pertenecientes al Estado de Coahuila y Texas.
 1836
7 leyes
El objetivo principal de estas leyes era separar a la iglesia del gobierno
o Estado.
 27 DE NOVIEMBRE DE 1838
Guerra de los Pasteles
La Primera Intervención francesa en México, también conocida como la
Guerra de los pasteles, fue el primer conflicto bélico entre México y
Francia.
 1843
Bases Orgánicas
Este congreso elaboró una nueva Constitución conocida como las Bases
Orgánicas proclamándola en junio de 1843 y creando la SEGUNDA
República Centralista, estará vigente hasta 1846. Santa Anna gobernó
antes y después de ella.

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 25 DE ABRIL DE 1846
Intervención Estadounidense
La guerra de Estados Unidos-México, conocida en México como
Intervención estadounidense en México, fue un conflicto bélico que
enfrentó a ambos países
 2 DE FEBRERO DE 1848
El Tratado de Guadalupe Hidalgo
El Tratado de Guadalupe Hidalgo, firmado entre México y los Estados
Unidos el 2 de febrero de 1848, al final de la Guerra de Intervención
Norteamericana, inició que México cedió a los norteamericanos casi la
mitad de su territorio.
 24 DE JUNIO DE 1853
Venta de la Mesilla
La Venta de La Mesilla es una región de 76.845 km² del actual sur de
Arizona y el suroeste de Nuevo México que fue comprada a México por
los Estados Unidos en un tratado firmado entre el presidente
estadounidense Franklin Pierce
 1 DE MARZO DE 1854
El Plan de Ayutla
El Plan de Ayutla fue un pronunciamiento político proclamado por
Florencio Villarreal, con apoyo de los liberales Juan N. Álvarez e
Ignacio Comonfort, el 1 de marzo de 1854 en Ayutla (Guerrero). Tuvo
como objetivo dar fin a la dictadura de Antonio López de Santa Anna
 1855
Leyes de Reforma
Las Leyes de Reforma son un conjunto de leyes expedidas entre 1855 y
1863, durante los gobiernos de Juan Álvarez, Ignacio Comonfort y
Benito Juárez. El objetivo principal de estas leyes era separar a la
iglesia del gobierno o Estado.
 5 DE FEBRERO DE 1857
Constitución de 1857
La Constitución Política de la República Mexicana de 1857 fue una
constitución de ideología liberal redactada por el autor del Congreso
Constituyente de 1857 durante la presidencia de Ignacio Comonfort.
Fue jurada el 5 de febrero de 1857.
 17 DE DICIEMBRE DE 1857
Plan de Tacubaya
El plan de Tacubaya fue un pronunciamiento conservador por Manuel

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Silíceo, José María Revilla, Mariano Navarro, el gobernador del Distrito
Federal Juan José Baz y el general conservador mexicano Félix María
Zuloaga el 17 de diciembre de 1857 en El Palacio Arzobispal de
Tacubaya, México, DF, México.
 26 DE SEPTIEMBRE DE 1859
El Tratado de Mon-Almonte
El Tratado de Mon-Almonte fue firmado el 26 de septiembre de 1859
por Juan Nepomuceno Almonte, conservador mexicano y Alejandro
Mon, representante de la reina Isabel II de España, en México; en el
cual se restablecen las relaciones entre México y España.
 14 DE DICIEMBRE DE 1859
Tratado de Mclane-Ocampo
El Tratado McLane-Ocampo, formalmente Tratado de Tránsito y
Comercio, fue un acuerdo entre los Estados Unidos y el gobierno liberal
de México, encabezado por Benito Juárez, firmado en el puerto de
Veracruz en México.
 8 DE DICIEMBRE DE 1861
Intervención Francesa
La Segunda intervención francesa en México fue un conflicto armado
entre México y Francia entre los años 1862 y 1867. Tuvo lugar después
de que el gobierno mexicano, encabezado por Benito Juárez, anunciara
la suspensión de los pagos de la deuda externa en 1861.
 9 DE FEBRERO DE 1862
Tratado de la Soledad
Los Tratados preliminares de La Soledad fueron una serie de convenios
firmados en la población mexicana de La Soledad, en el estado de
Veracruz el 19 de febrero de 1862, entre el ministro de Relaciones
Exteriores de México, Manuel Doblado y el representante de la Alianza
Tripartita. , Juan Prim.
 5 DE MAYO DE 1862
batalla de puebla
La batalla de Puebla fue un combate librado el 5 de mayo de 1862 en
las cercanías de la ciudad de Puebla, entre los ejércitos de la República
Mexicana, bajo el mando de Ignacio Zaragoza, y del Segundo Imperio
Francés.
 1864
Segundo Imperio
Ofrecimiento a Maximiliano de Habsburgo de la Corona Mexicana. El

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Segundo Imperio Mexicano es el nombre del estado gobernado por
Maximiliano de Habsburgo como Emperador de México, formado a
partir de la segunda intervención francesa en México entre 1862 y 1864.
 1867
República Restaurada
Se ha llamado República Restaurada al período comprendido entre
1867, año en que terminó el imperio de Maximiliano, y 1876, cuando
daría comienzo una nueva etapa que en la historia se registrará como el
Porfiriato.
 10 DE ENERO DE 1876
Plan de Tuxtepec
El Plan de Tuxtepec fue una declaración que buscaba destituir al
gobierno de Sebastián Lerdo de Tejada. Fue elaborado por Porfirio
Díaz.

Constitución de 1824
El 4 de octubre de 1824 entró en vigor la primera Constitución Federal de los
Estados Unidos Mexicanos, siendo éste un documento de carácter jurídico y
político que estableció el sistema político federal y tuvo como fin principal
declarar el carácter independiente de México como país.
La creación de esta Constitución Federal se dio tiempo después de concluido
el Primer Imperio Mexicano, encabezado por Agustín de Iturbide, con lo que
México se declaró una nación independiente. El gobierno provisional
establecido convocó a un Congreso Constituyente que se reunió el 5 de
noviembre de 1823; dos días después, el 7 de noviembre, celebró su
instalación solemne. Lo que pretendía este Congreso era conciliar las
tendencias políticas existentes. Después de varios debates, el 24 de enero de
1824 se aprobó el documento llamado Acta Constitutiva de la Federación
Mexicana, en el cual se establecieron las bases fundamentales para la
Constitución Federal. El Congreso Constituyente continuó sus sesiones hasta
el 5 de octubre de 1824, cuando clausuró sus actividades. El día anterior, el
primer presidente de la República, el general Guadalupe Victoria, había jurado
solemnemente la Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos
promulgada en esa fecha, documento que remplazó de manera definitiva a la
Carta española de Cádiz de 1812.
Debido a lo anterior, el 1 de abril de 1824 se inició el proyecto de la

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Constitución Federativa de los Estados Unidos Mexicanos, la cual fue
aprobada el 3 de octubre, promulgada el 4 y publicada el 25 del mismo mes,
bajo el título de Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos.
La Constitución de 1824 quedó conformada por 7 títulos y 171 artículos y
esbozó una mezcla de antecedentes hispánicos y estadounidenses; es decir,
una combinación de lineamientos provenientes tanto de la Constitución liberal
española (promulgada el 19 de marzo de 1812 por las Cortes reunidas en
Cádiz durante el periodo de lucha contra el gobierno de José Bonaparte
impuesto por el ejército francés) como de la carta federal de los Estados
Unidos, aprobada en Filadelfia en 1787. Se considera a este documento el
resultado de la Guerra de Independencia, cuyos conceptos trascendieron hasta
la Constitución de 1917 que nos rige hoy día. Ejemplo de estos son: soberanía
nacional, derechos humanos, federalismo, división de poderes y democracia
representativa.
La combinación de los tres modelos –español, colonial y estadounidense– dio
como resultado un sistema judicial muy peculiar en el texto aprobado por el
Congreso Constituyente. Algunos de los artículos más significativos son los
primeros seis, en los que se declara a los Estados Unidos Mexicanos como
país libre e independiente. Asimismo, establecen los alcances del territorio,
proclaman una sola religión, definen los estados de la República y anuncian la
división del Supremo Poder de la federación, para su ejercicio, en Legislativo,
Ejecutivo y Judicial.

Construcción de 1957
El 5 de febrero de 1857, tras la apertura de sesión a voz del vicepresidente del
Congreso, León Guzmán, en el salón de sesiones de Palacio Nacional, leyó la
Carta Magna José María Mata, y al finalizar, más de noventa diputados
desfilaron ante el documento escrito, conforme se nombraba a sus respectivos
estados, para estampar su firma al calce y dar peso real a la nueva
normatividad. Para cerrar con broche de oro, Valentín Gómez Farías, el
distinguido político liberal y presidente del Congreso, entonces ya con 76 años
de edad, juró la nueva Ley.
Los hombres que participaron en el gobierno emanado de la revolución de
Ayutla pertenecían a una nueva generación que buscaba cortar de tajo con
cualquier indicio del viejo régimen colonial.
El 16 de junio de 1857 se presentó en Cámara el proyecto de Constitución
elaborado por Ponciano Arriaga, León Guzmán, Mariano Yáñez, José María

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de Castillo, José María de Castillo Velasco, José María Mota y Pedro
Escudero y Echánove. Tras su discusión, la Constitución de 1857 quedó
integrada por 8 títulos y 120 artículos que garantizaba los derechos del
hombre; la soberanía nacional; dividía los poderes de la nación en Ejecutivo,
Legislativo y Judicial, donde se depositaba el Poder Legislativo en el
Congreso de la Unión que sería constituido por una sola cámara, la de
diputados; el Poder Judicial se integraría por tres departamentos: la Suprema
Corte de Justicia y los tribunales de circuito y de distrito. Con respecto a los
estados exige que adopten en su interior el régimen republicano,
representativo y popular, con una serie de restricciones que limiten la
soberanía estatal e impidan la disolución de la federación; se suprimen las
alcabalas y las aduanas interiores, medidas éstas conducentes al
fortalecimiento de la unión nacional.
Instituía el derecho de propiedad, y consagraba, entre otras, las libertades de
enseñanza, trabajo, pensamiento, asociación, comercio e imprenta. En ellas se
establecía el federalismo, la abolición de la esclavitud, la defensa de las ideas,
y la religión católica dejaba de ser oficial para abrir el panorama a la libertad
de credos. En resumen, se manifestaba el espíritu libre y soberano de las
Leyes de Reforma juaristas, y con ello se erguía una nueva concepción de
país, de nación.
Esta Constitución fijaría la posibilidad de reformas posteriores en beneficio
del bien común y como medidas de adecuación a la realidad imperante. La
Constitución de 1857 se convirtió en la máxima ley que regiría sobre los
destinos del país; ninguna otra ley podría estar por encima de ella.
El 5 de febrero de 1917, sesenta años después, Venustiano Carranza promulgó
la Constitución que aún nos rige. La sede fue el Teatro de la República de la
ciudad de Querétaro, y entró en vigor el 1 de mayo. Surge cuando la
revolución aún no ha terminado, y pretende concentrar un nuevo orden bajo la
ley. Con esto se trataba de dar por terminada la lucha armada y regresar al
orden legal.
Su base fue la Constitución predecesora, pero al emanar de la guerra
revolucionaria en un momento en que ésta aún no terminaba, zapatistas y
villistas aún luchaban por sus demandas, incluyó en sus planteamientos
aquellos fundamentos sociales que formaban parte de estas luchas, como la
reforma agraria, el municipio libre, la cuestión obrera, y la educación

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obligatoria y gratuita.
La Constitución de 1917 se consideró vanguardista, siendo ejemplo a nivel
internacional al ser la primera en incluir los derechos sociales en su texto.
Constó de 9 títulos, 136 artículos y 19 transitorios.
La Carta Magna está conformada por los siguientes títulos: I. De las garantías
individuales. II. De la soberanía nacional y de la forma de gobierno. III. De la
división de poderes. IV. De las responsabilidades de los funcionarios públicos.
V. De los Estados de la Federación. VI. Del trabajo y la previsión social. VII.
Prevenciones generales. VIII. De las reformas a la Constitución. IX. De la
inviolabilidad de la Constitución.
Como la del 57, la Constitución de 1917 establecía el sistema federal, la
separación de poderes, la no reelección, un Poder Legislativo en dos Cámaras,
y una Comisión Legislativa Permanente. A diferencia de su antecesora, dio
gran fuerza al Ejecutivo.
La nueva Constitución trajo la protesta de los Estados Unidos ya que
consideraban que los artículos 3°, 27 y 123 lesionaban los intereses de los
extranjeros, a ella se sumó la queja de las compañías petroleras que veían
afectados sus intereses ya que el gobierno de Carranza trataba que los
hidrocarburos quedaran bajo el dominio de la nación. El conflicto tendría sus
puntos culminantes en los gobiernos que siguieron a Carranza.

Guerra de Texas e intervención de 1847


Las relaciones entre el territorio de México, primero como virreinato español
y luego como Estado independiente, y la joven república estadounidense
estuvieron llenas de altibajos. Esta serie de intereses cruzados y divergentes
provocaron finalmente, en 1846, el inicio de un conflicto abierto entre ambas
potencias. La guerra entre Estados Unidos y México no vio enormes campañas
militares, como las que se habían sucedido en Europa a comienzos de siglo,
pero sus consecuencias marcaron a partir de entonces el destino de los dos
países.
Tras la independencia de México, el país mantuvo en gran medida los
acuerdos que España había tenido con los todavía jóvenes Estados Unidos.
Entre estos tratos o cesiones se encontraba la cuestión de la inmigración
estadounidense en suelo mexicano. Durante la época colonial, un nutrido

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número de pioneros estadounidenses se habían establecido principalmente en
dos territorios: Texas y la Alta California, donde estos inmigrantes
consiguieron crear una comunidad bastante fuerte, especialmente en la
primera. Que las nuevas autoridades mexicanas lo toleraran sin que
repercutiera en sus relaciones con Estados Unidos no significa que lo hicieran
de buen grado.

A los inmigrantes estadounidenses que se habían establecido en territorio de


Texas se les pedía, por supuesto, acatar las leyes mexicanas. No obstante, los
problemas con esta comunidad inmigrante llegaron por la cuestión de la
esclavitud, la cual se abolió definitivamente en México en 1829. Esto asestó
un duro golpe económico para los estadounidenses texanos, que basaban sus
actividades en la mano de obra esclava y que por tanto perderían la mayor
parte de su fuerza de trabajo. Aunque en un principio lograron una excepción
para su territorio, esta duraría tan poco como la estabilidad política de México.
La independencia de Texas
En la década de 1820 e inicios de la de 1830 México se había convertido en un
hervidero de conspiraciones y de inestabilidad política. En estos años se hizo
con el poder el general Antonio López de Santa Anna, quien se rebeló contra
el gobierno electo en las urnas. En este golpe de Estado logró imponer su
voluntad y colocar de presidente a Vicente Guerrero, manteniéndose él como
jefe del ejército mexicano. Aprovechando estas intrigas políticas en la capital
de la República, los inmigrantes estadounidenses texanos se pusieron en pie de
guerra y pidieron que se les concediera la independencia, ya que ellos habían
jurado lealtad al gobierno constitucional y no a las nuevas autoridades nacidas
del golpe de Estado.
La guerra de Independencia de Texas se inició con una sucesión de
contundentes victorias de las armas mexicanas que sobrevino al asedio de El
Álamo, pero la ambición y el exceso de confianza de Santa Anna le llevó a
adentrarse en territorio enemigo en persecución de los combatientes texanos,
en retirada. Pero estos, conscientes de la debilidad del rival, se reagruparon y
sorprendieron al ejército de Santa Anna en la batalla de San Jacinto, el 21 de
abril de 1836. El general, apresado en el enfrentamiento, se vio obligado a
firmar el Tratado de Velasco, que reconocía de facto la independencia del
territorio.

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Sin embargo, el Gobierno de México nunca reconoció este tratado y mantuvo
el pulso por recuperar Texas, donde las incursiones militares mexicanas
continuaron hasta que en diciembre de 1845 el territorio fue incorporado de
manera definitiva a Estados Unidos, que alcanzó con ello un objetivo que
perseguía desde 1825, cuando envió sendas ofertas a México para su compra
que fueron rechazadas de manera tajante. Aunque Estados Unidos no intervino
directamente en el conflicto, sí que apoyó a los texanos y dejó que voluntarios
estadounidenses se integraran en sus filas. Las relaciones entre México y
Estados Unidos se estaban degradando a un ritmo alarmante, y la anexión no
fue sino el paso previo a una guerra que no tardaría en llegar.
Abierto su apetito expansionista, Estados Unidos, imbuido ya por el espíritu
de la doctrina del Destino manifiesto, no estaba dispuesto a conformarse solo
con Texas. Poco tiempo después, la administración estadounidense se dispuso
a adquirir Nuevo México y Alta California. Las autoridades federales
mexicanas se negaron una vez más a vender su territorio a los
estadounidenses, decisión que colocó al país en un punto de no retorno en la
senda de la guerra. Los estados sureños de Estados Unidos fueron los que con
más entusiasmo apelaban a un conflicto abierto. y a finales de diciembre de
1845, el presidente estadounidense James K. Polk, que compartía su ardor
belicista, movió ficha y envió un pequeño contingente al mando del general de
división Zachary Taylor a una zona en disputa, el territorio que se extendía
entre el río Nueces y Río Grande. El general Taylor, con órdenes
presidenciales, llegó allí en marzo de 1846 y a finales de abril estallaron las
primeras escaramuzas con unidades mexicanas. Fue entonces cuando el
presidente James K. Polk solicitó al Congreso la declaración de guerra, que
este ratificó el día 13 de mayo de 1846. La guerra de México-Estados Unidos
había comenzado.
La intervención estadounidense en México (1846-1848)
Hasta este momento, Estados Unidos había conseguido engrosar su territorio
sin apenas haber disparado un mosquete desde la Guerra de Independencia, en
su gran mayoría adquirido mediante pagos. La guerra contra México
cambiaría esto y supondría el nacimiento de un Estados Unidos beligerante y
militarista con sus vecinos. No obstante, James K. Polk había planteado un
conflicto limitado, no quería una aniquilación mexicana, sino un conflicto que
durara lo justo e infligiera el daño suficiente para obligar a México a comprar

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la paz cediendo los territorios de Nuevo México y Alta California. En total, la
guerra duraría aproximadamente quince meses y aunque la resistencia
mexicana fue relevante en algunos enfrentamientos, lo cierto es que las
victorias norteamericanas se sucedieron casi sin interrupción hasta el final. El
ejército mexicano estaba en sus horas más bajas cuando los Estados Unidos
atacaron y esto quedó demostrado en los campos de batalla.
La estrategia estadounidense a nivel militar se basó en atacar en diversos
frentes. La República de México no estaba preparada para la guerra y sus
pobres fuerzas armadas no podrían repeler todos los avances. El caos fue tal
que las autoridades mexicanas se vieron obligadas a llamar de nuevo al
general Santa Anna, exiliado en Cuba desde la independencia de Texas, para
dirigir sus fuerzas. El ejército estadounidense lanzó tres operaciones
principales sobre la Alta California (junio de 1846-enero de 1847), Nuevo
México (agosto de 1846-febrero de 1847) y continuando la ruta de Texas hacia
Ciudad de México (mayo de 1846-febrero de 1847), apoyadas por dos
campañas navales que se encargaron de tomar primero los puertos de Alta
California y tiempo más tarde el puerto de Veracruz (abril de 1847-septiembre
de 1847). Esta última propició el avance sobre Ciudad de México, que
culminó con la caída de la capital y la derrota final del país latinoamericano.
Las fuerzas norteamericanas que lucharon sobre el terreno alcanzaron los 30
000 hombres, aunque en total se alistaron 72 000 voluntarios. Ocupando
puestos de oficialidad se encontraban personajes como Robert E. Lee, Ulysses
S. Grant, William T. Sherman, George G. Meade, y un largo etcétera que
serían después destacados comandantes en la Guerra de Secesión
estadounidense (1861-1865).
El primer enfrentamiento de la guerra se sucedió el día 8 de mayo, cuando el
contingente del general Taylor se enfrentó al general mexicano Mariano Arista
en la batalla de Palo Alto. Aunque ninguno de los dos contingentes sufrió en
exceso, los mexicanos se retiraron del campo de batalla. La victoria
estadounidense se debió básicamente a que su despliegue artillero fue mayor.
Al día siguiente, ambos contingentes volvieron a enfrentarse en Resaca de la
Palma, donde los estadounidenses volvieron a imponerse a las fuerzas
mexicanas. Las bajas en esta ocasión fueron mayores, Taylor lamentó 45
muertos mientras que los mexicanos, cerca de 160. Con este enfrentamiento
Taylor expulsó a los mexicanos del territorio en disputa y tomó la ciudad de
Matamoros. A partir de aquí esperó refuerzos para continuar las operaciones

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en suelo oficial mexicano.
En junio, los mexicanos debieron enfrentarse a otro problema. En el territorio
de la Alta California comenzó una rebelión contra el poder central. La rebelión
californiana fue iniciada por el topógrafo John C. Fremont, que adoptó la
bandera con el oso y la estrella roja para el nuevo estado independiente. El
ejército mexicano estaba poco preparado para la lucha y aunque lograron
retrasar la pérdida del territorio, los estadounidenses lograron una victoria tras
otra. El comodoro Sloat se encargó de la toma de San Francisco (8 de julio) y
de San Juan Bautista (17 de julio). Su proclama revelaba las intenciones
estadounidenses, según dijo él mismo “Izaré la bandera de los Estados Unidos
por toda California… En adelante California será parte de los Estados
Unidos”.
Consecuencias de la Guerra México-Estados Unidos
Una vez finalizaron las hostilidades, las fuerzas estadounidenses ocuparon el
territorio hasta que las nuevas autoridades mexicanas lograron firmar la paz
definitivamente. El general Antonio López de Santa Anna abandonó el país de
nuevo y se dirigió a Guatemala. La ocupación estadounidense de México se
alargó nada menos que hasta 1848 y las condiciones para la paz fueron
nefastas para el país latinoamericano. Todo ello se vio reflejado en el Tratado
Guadalupe Hidalgo firmado el 25 de marzo de ese mismo año. Además de
abrir una gran brecha en la política mexicana que llevó a un nuevo periodo de
inestabilidad, el país debía ceder a Estados Unidos de manera definitiva Alta
California, Nuevo México y reconocer de una vez por todas a Texas como
parte de este.
Así, la República de México perdió aproximadamente un 55% de su territorio,
estableciendo las fronteras que todavía hoy día siguen vigentes. En las últimas
cláusulas del tratado, Estados Unidos se comprometió a pagar quince millones
de dólares por los territorios cedidos, además de una compensación a los
ciudadanos mexicanos de cinco millones de pesos. La Guerra México-Estados
Unidos de 1846-1848 inauguró el inicio de un nuevo periodo en las relaciones
entre los dos países. Por último, es destacable que en aproximadamente una
década, ambas naciones se verían envueltas en sendas guerras civiles, la
Guerra de Reforma (1858-1861) en México y la Guerra de Secesión (1861-
1865) en Estados Unidos.

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