EDITORIAL
La Nueva Dimensién de la Salud
Por el Dr. Abraham Horwitz, Director, Oficina Sanitaria
Panamericana—De su introduccién al Informe Cuadrienal
del Director, 1962-1965.
El periodo 1962-1965 de la vida de la Organizacién Panamericana de la Salud
y de la Organizacién Mundial de la Salud en las Américas se caracteriza por
decisiones politicas de trascendencia continental, por la consolidacién de Ios
coneeptos que a ellas se refieren y por una serie de realizaciones cuya magnitud se
revela en los indieadores del estado de salud de los habitantes de las Américas,
El todo es Ja obra de los Gobiernos, con la colaboracién internacional cuando
aquellos Ja han estimado necesaria. Se trata de esferas de aceién interdependient
¥ que son parte, a la vez, del proceso de desarrollo econdmico y social. Su anslisis
permite mostrar las ideas que originaron dichas decisiones y las que derivaron de
ellas, los métodos empleados y los progresos en los programas de proteccién, fo
mento y reparacién de la salud.
El ideario de la Carta de Punta del Este, suscrita el 17 de agosto de 1961, se hia
transformado en el periodo de tiempo que examinamos, en realidades concretas
bienestar. En un lapso muy breve se ha producido un despertar de las conciene
hacia el bien com, preludio indispensable para toda accién sistemética en mma
empresa tan vasta, de tanta complejidad y que afecta a millones de seres hn:
manos. Medir sus efectos exclusivamente segtin las obras realizadas, y asf criti
carla, es ignorar la esencia de todo el proceso seguido y las influencias negativ
que limitan o hacen lento el desarrollo. Destacar la voluntad de pueblos y Go
biernos, la larga serie de actividades conducentes a un progreso continuado,
reconociendo las vicisitudes que viven las Américas, es proceder racionalmente
y contribuir con opiniones positivas al esfuerzo continental. Es evidente q
entre los propésitos y su puesta en préctica media una etapa tanto mds larga
cuanto menos definidas son las intenciones y cuanto més débiles son las estrue
turas y su administracién. No obstante, en el eampo de la salud se han hecho:
avances evidentes hacia la consecucién de los objetivos de la Alianza para ¢
Progreso, tal como los define el Titulo Primero de la Carta de Punta del Este
Esta contiene también el Plan Decenal de Salud Ptiblica! en el cual dichas me
se expresan en términos explicitos para alcanzarlos a corto y a largo plazo.
Cabe recordar aqui que, de acuerdo con lo estatuido en la Resohicién A.4 dela
Carta, se celebré en Washington, en abril de 1963, la Reunién de Ministros de
Salud, Grupo de Estudio,? para analizar la factibilidad de dicho Plan Decenal,
El mismo fue estudiado en sus fines intrinsecos y en sus proyecciones dentro de
proceso general de desarrollo al que han resuelto dedicarse las Américas con
intensidad creeiente. Al sintetizar su labor dijeron los Ministros: “A la luz de
la Carta de Punta del Este, hemos analizado la salud en las Américas como
problema téenico, social, econémico, juridico y cultural. Se han considerado los
1 Resolucién A.2. Documento Oficial de la OBA, Ser. H/XTI.1 (esp.), 30-32,
2 Véase Documento Oficial de la OPS 51.
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wtantes avances alcanzados, definido los problemas actuales y seleceionado
ellos que tienen prioridad. Hemos establecido un grupo de medidas de orden
fctico para levar a cabo los objetivos en salud de Ja Carta. Su eumplimiento
fraduciré en un mejor bienestar; la inoperancia, en cambio, acaso conduzea
desaliento o a la frustracién”# Llegaron asi a la conelusién de que el Plan
fecenal de Salud puede Hevarse a cabo siempre que se integren en forma ra-
onal sus objetivos con el resto de las metas que nuestros pafses se proponen
lénar. En proyeceiGn histérica, hay que destacar que la oportunrdad re-
odada fue, en este siglo, la primera ves que expertos en salud resolvieron pro-
der de una manera sistematica y medible hacia la solucién de problemas—
os de ellos, de extensidn continental—que afectan el bienestar y desarrollo
e los paises de nuestro Continente.
En Ja misma ocasién citada, prosiguicron diciendo los Ministros de Salud:
De acuerdo con las informaciones disponibles, prevalecen en la América Latina
infeeciones agudas y crénicas, la desmutricién, el saneamiento deficiente, ln
jenda y condiciones de trabajo insalubres, In ignorancia, el bajo ingreso real
cada persona. Estos factores en conjunto producen una morbilidad general
agerada; una clevada mortalidad infantil y de los menores de 5 afios—mis del
19% del total de defunciones—y un curso aecidentado del embarazo, parto y
ancia en las madres, lo que se traduce en Ja limitacién de la expectativa de
iv al nacr, Son ellos responsables también de la escasa capacidad de los eseo-
ures, del rendimiento limitado de las fuerzas del trabajo; ademés, de un senti-
hiento de pesimismo frente a la vida. Estos problemas de salud tienen distinta
ribucidn de uno a otro pafs, en el seno de cada uno de ellos y en el medio
whano y rural.”
“Decfamos que en el perfodo cuadrienal que comentamos se han tomado deci-
iones politicas de trascendencia, cuya expresién més conspicua es Ia Carta de
inta del Este. Hemos visto cémo los responsables de Ia salud, entendida como
tn servicio social on las Américas, tradujeron los objetivos en téenieas y pro-
imientos de aplicacién préctica. Sus ideas y recomendaciones estén hoy in-
eorporadas a la acciGn de la Organizacién Panamericana de Ia Salud en virtud
ela Resolucién XXXII de la XIV Reunién del Consejo Direetivo, XV Reunién
del Comité Regional de la Organizacién Mundial de la Salud para las Américas,
hizo suyas igualmente el Consejo Interamericano Eeonémico y Social, en su
gunda Reunién Anual a Nivel de Expertos.°
Ha habido en el mismo curso de tiempo una evolucién y consolidacién de
eueepics y prineipios sobre la salud en sus relaciones con el desarrollo. No se
iseute que ya la salud representa para, cada ser humano un bien en sf misma, y
nue es Ja verdadera infraestructura de la felicidad tal y como 61 la siente. Como
proceso colectivo, vale decir, social, requicre de la organizacién. de servicios p:
os cuales hay que destinar una cierta proporeién del ingreso nacional. No hay
eongenso respecto a si estos fondos corresponden a bienes de capital o de con-
mo, 0 si representan una inversién o un gasto. Aceptar esta tiltima tesis es
dudar del impacto econémico que tienen, a través de la fuerza del trabajo, la
rte, In enfermedad y la ineapacidad. Como lo ha seftalado Schultz, en los
aid, pig. 44. Ubid., pag. 6. § Documento Oficial de la OPS 54, 26-27-
S Documents Oficial de la OBA, Ser. H/XA (esp.), Resolucién A-21/E63, CTES/510, pag. 39.BOLETIN DE LA OFICINA
NITARIA PANAMERICANA + (ll
paises tecnol6gicamente avanzados, la produccién ha aumentado a una
muy superior a la que corresponde a las inversiones de capital y a los inerement
de la mano de obra, sea intelectual o manual. Una explicacién plausible es
mejoramiento de la calidad del trabajo de cada persona, mejoramiento que
debe, entre otras causas, a la salud y a la educacién. No contamos atin con wm
cuerpo de doctrina, cientfficamente fundado “una verdadera teorfa econdmi
de Ta salud—que permita explicar cualquier fenémeno que relacione estas disci
plinas. No obstante, puede aceptarse que la salud ntribuye en forma directa
al desarrollo econémico y social, porque prolonga la vida y aumenta la pros
ductividad; 0 en forma indirecta, porque facilita la explotacién de los recurst
naturales al reducir o eliminar factores desfavorables del ambiente fisico, EL
saneamiento general, In provision de agua potable, el control de la contamina.
cién del aire y del agua, la erradicacion de la malaria, son ejemplos evidentes de
Ja influencia de la salud en el desarrollo. “Mucho de lo que Hamamos consumo
constituye una inversién en capital humano. Los gastos directos en educacién,
salud y migracién interna para aprovechar mejores oportunidades de trabajo son
Gjemplos claros. . . . El uso del tiempo libre para mejorar las habilidades y el
conocimiento es frecuente y tampoco se registra. De estas y otras maneras si
milares puede mejorarse grandemente la calidad del esfuerzo humano y aumentar
su productividad. Afirmaré que tales inversiones en capital humano explican la
mayor parte del incremento impresionante en el ingreso real de cada ‘traba-
jador”7
No quisiéramos que las ideas emunciadas se interpretaran como una negacién
de la imagen espiritual de la salud y de los ser humanos, entendidos a la ves
como protagonistas y como beneficiarios del desarrollo. Muy por el contratio, no
coneebimos un sistema econdmico que no tenga finalidades humanitarias, que
ho esté guido hacia el bienestar, con la debida consideracién al bien comin. Es
mis: no creemos que el ingreso nacional sea un indieador absoluto del bienestar
¥ que por sf solo determine el carécter de una sociedad. Porque éste est condi
cionado por la cultura, en la acepeién antropol6gica del término, y se refleja en el
modo de vivir de personas, familias y comunidades. El flujo de los bienes y
rvicios s6lo revela algunas de las raracterfsticas de una sociedad, asf como su
estado de desarrollo, pero no es todo porque restan, como se ha dicho, bienes no
directamente medibles, probablemente no reproducibles, que contribuyen a la
riqueza actual y potencial de los individuos y de las colectividades, Entre estos
bienes esta la salud.
Existe en el Continente un grave desequilibrio entre los conocimientos para
prevenir y curar las enfermedades y su aplicacién, lo que pone de manifiesto la
desproporeién entre las necesidades y los recursos. Por otra parte, el avance
social ha dado 2 algunos problemas caracteristicas tales que justifican la inver-
i6n de capital exterior para su solucién. Son aquellos que por su magnitud y
trascendencia son de importancia para la economfa. Es precisamente en esta
esfera donde el Banco Interamericano de Desarrollo ha contribuido de una
manera extraordinaria al bienestar social y permitido, a la vez, reunir una ex:
periencia valiosa para construir una verdadera politica de inversiones en materia.
de salud. En el breve lapso de seis afios ha facilitado la transformacién de aspira-
? Schultz, Theodore W.: “I
marzo de 1961.
estment in Human Capital”, American Economic Review, pig. 1,EDITORIAL
ciones largamente sentidas en realidades tangibles. A mds de ser el Banco In-
teramericano de Desarrollo el de la integracién econdmica con su corolario, la
interdependencia continental, y el banco de la educacién superior, o més bien de
Ja Universidad, lo consideramos también como el banco de la salud. Pensamos
que esta actividad multidiseiplinaria simboliza la integridad del desarrollo, del
cual ereemos que forma parte, como hemos dicho, la prevencidn de las enferme-
dades, la prolongacién de la vida y el fomento de la salud, propésitos en los que
se basa la labor de la Organizacién.
_ Esta nueva dimensién de la salud en el contexto del desarrollo econémico y
social se ha visto reafirmada por la Década del Desarrollo de las Naciones Unidas
y por la Carta de Punta del Exte dentro del Sistema Interamericano. Los 6rganos
de este ultimo, y en especial el Consejo Interamericano Econémico y Social, en
Reuniones al Nivel de Expertos y al Nivel Ministerial, lo han confirmado en afios
recientes pormedio de resoluciones sobre problemas de trascendencia continental.
Basta citar la erradicacién de la malaria, la provisién de agua potable, el bien-
‘estar rural, el control de la fiebre aftosa, entre otros. Desde el comienzo de la
actuacién del Comité Interamericano de la Alianza para el Progreso, se ha
incorporado la funcién salud al andlisis de las inversiones, tanto de recursos na-
cionales como de. capital exterior para el desarrollo. Gracias a su interés, por
ejemplo, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Internacional: de
Reconstruceién y Fomento han incluido en su politica crediticia préstamos para
inmunizaciones sistematicas contra la fiebre aftosa.
Algunos de los acontecimientos del perfodo 1962-1965 han afectado muy
directa y favorablemente la vida de la Organizacién, porque las decisiones politi-
eas han permitido consolidar una concepeién moderna de la salud—cuya di-
mensién ha sobrepasado con mucho su marco exclusivamente biolégico—y han
facilitado una ampliacién de las oportunidades y yealizaciones. La mencién.
‘detallada de estas tiltimas se encontraré en el Informe Cuadrienal del Director,
1962-1965%, en la publicacién denominada Condiciones de salud en las Américas,
1961-19648 y en.una tercera que hemos titulado Hechos que revelan progreso—
Metas de salud en la Carta de Punta del Este reunida para que sirviera de in-
forme a las Cuartas Reuniones Anuales del Consejo Interamericano Econémico
y Social (Buenos Aires, 1966). Los datos que se presentan en esta tiltima publica-
cién corresponden al estado de cada problema 0 actividad, al eumplirse cinco
afios desde la firma de la Carta de Punta del Este.
En los documentos citados se encontraré amplia evidencia de los progresos
yealizados en esta gran obra continental durante el cuadrienio. Como se ha
dicho, el denominador comtin de las numerosisimas acciones que esta labor cubre
es el de una coordinacién cada vez més estrecha entre la salud y los deméis com-
‘ponentes del desarrollo econémico y social. Es decir, lo verdaderamente nuevo,
'y que esperamos sea perdurable, reside en ver la salud en una nueva dimensisn.
Los logros alcanzados en esa direccién pertenecen a los Gobiernos del Hemisferio,
‘a las organizaciones internacionales y a os hombres de buena voluntad que, en los
cuatro rumbos del Continente, han puesto su esfuerzo al servicio de esta empresa
de bien comin.
5 Document Oficial de la OPS 72.
_ * Publicacion Cientifica de la OPS 138.
1 Publicaciones Varias de la OPS 81.
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Medicina Clínica Volume 142 Issue 2014 (Doi 10.1016/s0025-7753 (14) 70081-8) Carles Trullà S, Joan Morales-Rull, José Luis Formiga, France - Tratamiento Con Diuréticos en La Insuficiencia Cardía
Medicina Clínica Volume 142 Issue 2014 (Doi 10.1016/s0025-7753 (14) 70081-8) Carles Trullà S, Joan Morales-Rull, José Luis Formiga, France - Tratamiento Con Diuréticos en La Insuficiencia Cardía
DISTRIBUCIÓN DE LA INFECCIÓN POR Streptococcus Iniae EN DIFERENTES ÓRGANOS DE TILAPIA ROJA (Oreochromis SP) Y TILAPIA NILOTICA (Oreochromis Niloticus) DIAGNOSTICADO POR PCR EN TIEMPO REAL