DECADENCIA MORAL PNP

La decadencia moral de la policía no es nueva. La Policía Nacional del Perú se formó con los
hombres y mujeres que provenían de tres instituciones (Guardia Civil (GC)-Guardia Republicana (GR) y Policía
de Investigaciones del Perú (PIP)) muy antiguas, que en ese momento atravesaban crisis internas y rencillas
entre ellas al punto que allá por los años 80 se enfrentaban a balazos en las calles e incluso en las
dependencias policiales. Llegaron a la nueva institución con una pesada carga y si lo sumamos a la tensión
causada por los abominables actos terroristas que los mataban solo por ser tales o por robarles el arma de
reglamento, no sin antes darles un tiro de gracia con su propio armamento. Nadie se preocupó por su salud
mental, revisar la integridad de los que pasaron de las ex instituciones policiales tanto oficiales como
suboficiales y principalmente por afinar los filtros para los nuevos ingresantes a la PNP.
Hoy se pretende decir que causa asombro que integrantes de la promoción "Herederos del
Bicentenario" al estilo las bandas mas ranqueadas del Callao, o de venezolanos o colombianos en el funeral de
uno de sus colegas hicieran un sinnúmero de disparos al aire causando zozobra entre los deudos, pobladores
de las cercanías y haciendo uso indebido del arma de fuego así sea de propiedad particular; como también, se
pretende encubrir la denuncia de la Fiscalía de la Nación por el ascenso irregular ( entiéndase pagado) de 10
Coroneles PNP a Generales PNP durante el corrupto gobierno del hoy inquilino "preventivo" del penal Barbadillo
Pedro Castillo; así como la denuncia que se soslaya como algo sin importancia, que hiciera el Congresista
Azurín sobre Cadetes de la Escuela de Oficiales PNP que consumen drogas al interior de ese centro de
estudios de manera casi consentida; cuando bien se sabe que esta es solamente una parte de la triste realidad
por la que atraviesa la PNP desde su creación y que ha ido acentuándose con el correr de los años.
¿Que hacer? es la gran pregunta que todos nos hacemos, como se forman nuevos oficiales y
suboficiales honestos, íntegros, quien va a realizar los filtros, que método de estudios se puede utilizar para
imbuir a Cadetes y Alumnos de amor a la institución, a la disciplina consciente, al servicio abnegado y eficiente
y total rechazo a la corrupción y finalmente como separamos el poquísimo trigo de los grandes montículos de
paja que actualmente hay en la PNP.
He conocido la institución por dentro por más de 37 años y puedo decir que es imposible su
restauración por si misma, o mejor dicho desde adentro, lamentablemente debemos aceptar que la corrupción,
la inmoralidad, la falta de ética, la indisciplina, la desidia han corroído profundamente sus cimientos. Ya
dejémonos de falsos sentimientos y aceptemos esta triste realidad la PNP no da para más, si de verdad la
amamos pues vayamos pensando que debe forjarse una nueva institución policial partiendo de cero.
El primer paso seria revisar como puede ser que la corrupción halla podido ingresar y cimentarse
en todos los niveles de la PNP, especialmente en quienes ostentan la más alta jerarquía en la institución policial;
este es un hecho que no aparece de un momento a otro, es todo un proceso y dificultoso para llegar al grado en
que se encuentra infestada la PNP. Preguntémonos ahora ¿quién permitió que eso sucediera? La respuesta es
obvia, los encargado de dirigir la institución y la responsabilidad recae única y exclusivamente en los Oficiales
PNP, ellos son los que planifican, organizan, dirigen y supervisan el desarrollo de la gestión administrativa y
operativa de la Policía Nacional del Perú para el ejercicio de la función policial en todo el territorio nacional, en
un contexto de mejor atención a la ciudadanía y eficiente uso de los recursos, tal como lo manda la Ley de la
PNP. No existe una sola jefatura, ni siquiera de mediana responsabilidad que este de manera oficial a cargo de
un Suboficial de la PNP, así tenga los méritos académicos e intelectuales para ejercer ese cargo, lo máximo que
aspira un Suboficial Superior PNP es ser Comisario en alguna Comisaría tipo “D”, donde no haya querido ir
ningún oficial o simplemente no tenga ningún “atractivo” que lo convenza de refundirse en algún alejado lugar
de la patria. Lamentablemente, la jerarquía de Oficial PNP cubre a esos policías con un manto impunidad y de
manera intrínseca, sin necesidad de mencionarlo, prevalece entre ellos aquello de “no digas nada, por que
cuando llegues a donde yo estoy, tú también harás lo mismo” convirtiéndose en un nefasto “círculo vicioso”.
Creo que es el punto de partida, revisar como está actualmente estructurada la PNP, con jerarquías
muy marcadas, con un estilo militarizado muy arraigado, confundiendo el principio de autoridad con complejos
de superioridad hacia el ciudadano, actitudes que hacen daño a quienes tienen la gran responsabilidad de
interactuar día a día con la ciudadanía, resquebraja la confianza hacia ellos y como en los corrillos ciudadanos
comentan, “ahora hasta miedo da, cuando se acerca un policía”.