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Gestión y planificación
EN BIBLIOTECAS
• Giovanni Solimine • Giovanni Di Domenico
• Margarita Pérez Pulido
cambio
usuarios
comunicación grupo de trabajo
liriu ra io
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desarrollo
de colecciones v
A lfagram a
Ediciones
Giovanni Solimine
Giovanni Di Domenico
Margarita Pérez Pulido
Alfagrama
Ediciones
Solimine, Giovanni
ISBN 978-987-1305-53-7
CDD 025.1
La reproducción total o parcial de este libro, eh cualquier forma que sea, idéntica o modifica
da, escrita a máquina, por el sistema “multigraph”, mimeógrafo, impreso por fotocopia, foto-
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1 - edición, 2010
Impreso en Argentina - Printed in Argentina
Queda hecho el depósito que previene la ley 11.723
ISBN 978-987-1305-53-7
> Í ndice
Introducción.................................................................................. 45
1. Las fases de la calidad de se rv ic io ..........................................49
2. Liderazgo y capital h u m an o ................................................... 52
3. La cooperación........................................................................... 54
4. El benchmarking y el b enchleam ing.................................... 55
5. El trabajo por procesos y por p ro yecto s................................56
6. La com unicación........................................................................ 62
7. Los instrumentos de la calidad ...............................................64
8. La calidad estandarizada............................................................ 69
9. La personalización del servicio ............................................... 75
10. Lagestión de las relacionescon los usuarios ..................... 78
11. La e valu a ció n ............................................................................ 81
12. La evaluación organizativa de la calidad:
el modelo E F Q M ....................................................................... 83
13. El modelo Fundibeq ................................................................ 92
Bibliografía................................................................................. 94
Introducción.................................................................................139
1. Del proyecto al “project management” ................................. 141
1.1. Por qué los proyectos...............................................................142
1.2. Definición de proyecto...............................................................142
1.3. Programas, proyectos, subproyectos..................................... 147
1.4. Tipologías de proyectos............................................................ 148
1.5. Definición y características del project management . . . . 150
2. Los proyectos en el contexto organizativo
de la biblioteca............................................................................155
2.1. Algunos modelos organizativos para la gestión
de los proyectos......................................................................... 155
2.2. Idea y finalidad del proyecto .................................................. 156
2.3. La financiación del proyecto.....................................................158
2.4. Personas y roles: el equipo de proyecto..............................160
2.5. Obstáculos y condicionamientos............................................. 164
3. La planificación de los proyectos ...........................................166
3.1. El plan de proyecto................................................................... 166
3.2. La definición de los objetivos ..............................................169
3.3. La planificación de los tiempos ............................................. 174
3.4. El presupuesto de p royecto................................................... 178
3.5. La planificación de las adquisiciones ................................. 182
3.6. La planificación de la ca lid a d .................................................183
3.7. El reparto de las responsabilidades y delas tareas . . . . 185
3.8. La gestión de los riesgos..........................................................187
4. La ejecución y el control de los proyectos........................... 190
4.1. La fase ejecutiva......................................................................... 190
4.2. El control de las actividades .................................................. 192
4.3. El cierre del proyecto ...............................................................197
5. La motivación del grupo de proyecto ...................................199
5.1. Las personas al centro del proyecto..................................... 200
5.2. El liderazgo de proyecto ..........................................................201
5.3. Las fases de desarrollo del equipo de proyecto.................204
5.4. El equipo v irtu a l.........................................................................205
5.5. La gestión de los conflictos.................................................... 206
6. La gestión de las informaciones
y de la comunicación en el proyecto....................................208
6.1. El sistema de información del proyecto................................209
6.2. El compartimiento y la valoración del p ro ye cto ................. 213
6.3. El sitio web del proyecto..........................................................215
7. La biblioteca como ambiente multiproyecto.........................218
7.1. La gestión m ultiproyecto..........................................................219
7.2. Las prioridades en los proyectos .......................................... 220
Bibliografía...................................................................................223
BIBLIOGRAFÍA G EN ER AL........................................................................................307
Capítulo i
> La g e s t ió n d e l c a m b io :
CULTURA Y METODOLOGÍA DE
MANAGEMENT EN LA BIBLIOTECA
Giovanni S olimine
i. El primero en usar la expresión digital librarianship fue probablemente Péter jacsó; una
colección de sus artículos sobre el tema se encuentra en <http://www2.hawaii.edu/~iacs0/>.
12 G estión y planificación en bibliotecas
que tienen como utilizadores principales no simples usuarios sino otras biblio
tecas, como por ejemplo algunas estructuras encargadas de la tarea de sumi
nistrar servidos bibliográficos a nivel nacional o en un sector disciplinario.
En cada caso, por lo tanto, podemos decir que el servicio es el “cora
zón del negocio” de la biblioteca. De ello se deduce la necesidad de pres
tar gran atención, por una parte, a la individualización y al control de los
objetivos, y por otra, a la implementación de un estilo consciente de ges
tión, con el fin de proyectar, asistir, valorar y mejorar el servicio. La adop
ción de metodologías de management no nace, por consiguiente, de deci
siones de esencia cultural e ideológica -aun cuando no va descuidada la
exigencia de una renovación cultural de la biblioteconomía- sino que es
congénita a las exigencias íntimas de una gestión eficaz de la biblioteca,
capaz de optimizar los resultados y de llevar a cabo de esta forma los ver
daderos y constantes objetivos públicos del servicio.
Este es el cambio por el que se apuesta en el mundo de las bibliotecas
y que los bibliotecarios están llamados a asumir como protagonistas, incluso
para garantizar un futuro a esta institución: “[...] “las bibliotecas enfrentan los
mismos problemas ante los cambios que la mayoría de las demás empresas
humanas: desafíos tecnológicos a gran escala; problemáticas más interrelacio-
nadas y más complejas; aceleración de los tiempos; la búsqueda de solucio
nes innovadoras a los problemas, porque las viejas ya no funcionan; la nece
sidad de crear una colaboración interdisciplinaria; una necesidad de estilos de
gestión que parta desde la identificación de intereses comunes y en el com
partir; personal que esté dispuesto a responsabilizarse por su propio trabajo
y a compartir algunas de las responsabilidades de la gestión; usuarios más
entendidos que estén listos para controlar si sus necesidades son satisfechas;
la competencia y la pérdida de las comodidades anteriores”2.
2. La biblioteconomía y el management
5. Sobre la referencia entendida como carácter constitutivo del servicio bibliotecario es obli
gatorio consultar a Shiyali Ramamrita Ranganathan: Reference Service; London, Asia Publishing
House, 1961.
i6 G estión y planificación en bibliotecas
r. Vim I .....i i Mi 'MmIu 'hmi, liniiiilil i Mnsli’v y ISinl II. Pietri jr.: Management: concepts and
• «*//•(/Mm Nrw V lllk I lilij ll'l li Ultw, Itjlltj
Capítulo i . La gestión del cambio: cultura y metodología de Management... 17
8. Bernie Sloan: Service perspectives for the digital library remóte reference Services, in Service
to Remóte Userst «Library trends», edited by Lorraine J. Haricombe, 47 (1), Summer 1998, p.
117-143. Cita de la p. 117.
9. Bob Usherwood: Rediscovering public library management. London, The Library Association,
1996, p. 40.
( AI'lTU LO 1. L a G E S TIÓ N DEL CA M B IO : CU LTU RA Y M E TO D O LO G ÍA DE M A N A G E M E N T... 27
ni, lliíerry Giappiconi - Pierre Carbone: Management des bibliothéques. Programmer, organi-
%n , ( onduire et évaluer la politique documentaire et les Services des bibliothéques de servi-
public. París, Édítíons du Cercle del la Líbrame, 1997, p. 117.
30 G estión y planificación en bibliotecas
Tales recursos son los ambientes físicos, las ordenanzas jurídicas y los
reglamentos, las colecciones de documentos, los instrumentos técnicos y
las herramientas, los recursos financieros, el personal.
Cada actividad desarrollada y cada producto realizado o servicio brindado
acarrearán el empleo de una cuota de los recursos disponibles, ninguno de los
cuales -en una óptica del sistema- es influyente en la creación de los input:
los resultados alcanzados dependerán más de la cantidad y la calidad de los
input y del modo en el que los mismos sean administrados y acoplados.
Los instrumentos de planificación y programación conectan entre ellos
direcciones generales, objetivos específicos y recursos empleados, y los tra
ducen en procesos decisorios que responsabilizan al manager.
Decimos esto por lo que respecta a los procesos internos. El otro flujo
que aquí nos interesa evidenciar y del cual depende la eficacia, es aquel
que conecta a su vez las exigencias del ambiente, los productos y las acti
vidades de monitorización a través de las cuales controla la relación entre
objetivos y resultados.
En el diagrama se puede ver que el centro de decisiones del sistema esta
blece -sobre la base de las demandas que vienen del ambiente (punto i) y de
las órdenes específicas recibidas (punto 2)- cuáles deben ser los objetivos del
sistema (punto 3). El centro de control se ocupa del desarrollo de las opera
ciones, intentando mantener alineados los productos con los objetivos, sea a
través de las informaciones que retornan (feedback) provenientes del nivel
operativo (punto 4) o dando a este las directivas necesarias (punto 5); en cam
bio la unidad operativa recibe y gestiona las materias primas o input (punto
6) transformándolas en productos y servicios o output (punto 7).
El esquema ha sido tomado, con algunas adaptaciones, de Robert L. Swinth: Organizational systems
for management: designing, planning and implementation, Columbus, Grid, 1974, p. 23.
Capitulo i . La gestión del cambio: cultura y metodología de Management... 31
11 Ver Walter Buckley: La sociología y la teoría moderna de los sistemas. Buenos Aires,
Aimnrortu Edit. [1970].
32 G estión y planificación en bibliotecas
i.*. Para una presentación de los temas de la valoración en la perspectiva de la calidad cfr. Óscar
Aiilola Navarrete: Evaluación de bibliotecas. Un modelo desde la óptica de los sistemas de ges
tión de calidad, México, Colegio Nacional de Bibliotecarios; Buenos Aires, Alfagrama, 2006.
34 G estión y planificación en bibliotecas
13. Ver Frederick Wilfrid Lancaster: Evaluación de la biblioteca, Madrid, Anabad, 1996.
14. Ver (Jila Vimmer: “Political” influences on performance measurement in the Federal
Republic of Germany, in Performance measurement and qualitá management in public libra-
ríes. IFLA Satellite Meeting, Berlín, 23-28 August, 1997. Proceedings, bajo la dirección de Peter
Borchardt - Ulla Wimmer, Berlín, Deutsches Bibliotheksinstitut, 1998, p. 189.
15. El principal estándar internacional es ISO 11620: information and documentaron, Library per
formance indicators, disponibile también en castellano: Ver UNE 50137:2000: Información y docu
mentación : indicadores de rendimiento bibliotecario, elaborada por el comité técnico AEN/CTN 50,
1- modificación equivalente a: ISO 11620:1998^1, de enero de 2003, Madrid, Aenor, 2005.
ia H idio i. La gestión del cambio: cultura y metodología de Management... 35
u». Para una reseña de los principales indicadores de rendimiento, con particular referen-
i ¡«i a las bibliotecas universitarias y de investigación, ver Navarrete, Evaluación de biblio
tecas, op. cit., p. 63-122.
36 G estión y planificación en bibliotecas
i/. “Effíciency ¡s doing something well. Effectiveness is doing the right thing well”: cfr. A.
Mackenzie, Performance measurement, ¡n Academic library management, bajo la direc-
i Ióii de Maurice B. Une, London, The Library Association, 1990, pp. 196-205.
im. (.iovanni Di Domenico: “Proyectar a user satisfaction: Cómo la biblioteca eficaz gestiona
Ins aspectos inmateriales del servicio”, en Biblioteche oggi, 14 (1996), n. 9, p. 56.
iu. t ir. Heart Fred Collen Cook - Bruce Thompson: Nueva cultura de la evaluación: informe pre
liminar de la encuesta ARL SERVQUAL, in 66th IFLA Council and Gneral Conference, 2000. La
H.iy.i, Holanda, IFLA, 2001.
40 G estión y planificación en bibliotecas
19. Cfr. Heart Fred Collen Cook - Bruce Thompson: Nueva cultura de la evaluación: informe pre
liminar de la encuesta ARL SERVQUAL, ¡n 66th IFLA Council and Gneral Conference, 2000. La
Haya, Holanda, IFLA, 2001.
Capitulo i . La gestión del cambio: cultura y metodología de Management... 41
B ib l io g r a f í a
> La g e s t ió n de l a c a l id a d
EN LA BIBLIOTECA
Giovanni Di Domenico
Introducción
i lllcos de la calidad en los contextos en los cuales son centrales los procesos
ile gestión y de intercambio de conocimientos. Se espera que todo forme parte
de una práctica de la calidad que resulte, por un lado, fácil, y por otro capaz
de integrar en una sola estrategia diferentes metodologías aplicativas.
En los siguientes párrafos examinaremos algunos factores e instru
mentos indispensables para cualquier estrategia de persecución de la
i.ilidad en bibliotecas.
• calidad prevista;
• calidad proyectada;
50 G estión y planificación en bibliotecas
• calidad prestada;
• calidad percibida;
• calidad comparada.
Calidad de la sede Los espacios destinados a los servicios deben ser acogedores,
accesibles, vivibles.
Calidad de los instrumentos Los instrumentos tecnológicos deben ser de fácil uso
y encontrarse en buen estado.
Cnlidiid do los catálogos Los catálogos deben ser actualizados, completos, amigables;
deben suministrar diferentes opciones y combinaciones de
búsqueda; deben ser accesibles también desde posiciones
remotas; la descripción catalográfica debe ser comprensible.
3. La cooperación
4. El benchmarking y el benchlearning
• benchmarking interno;
• benchmarking competitivo;
• benchmarking “besí in c/ass”.
56 G estión y planificación en bibliotecas
I' m ic o s o s de r e a liz a c ió n F a s e s p r in c ip a le s
iltt los s e r v ic io s de una b ib lio te ca
Tratamiento físico/administrativo
etiquetado
movimentación
signatura
conservación
Distribución/Fruición Información/orientación
Asesoramiento/referencia
Consulta
Lectura
Préstamo
6. La comunicación
Tecnología
Las tecnología de la información y de la comunica
ción y los nuevos medios de comunicación intervienen en las formas y en
los procesos de la investigación y de la documentación científica, de la eco
nomía, del trabajo, de los consumos culturales, pero aún más: en los sím
bolos, en los lenguajes y en las metáforas de nuestro tiempo.
Economía y mercados
Aumenta el valor del conocimiento: la producción de
riqueza depende siempre de la capacidad de innovación y aprovechamien
to de nuevas ¡deas. La economía cambia, sin embargo, también en virtud
de nuevos procesos de concentración. Los mercados son siempre más
amplios, turbulentos e interdependientes (se acentúa la concurrencia entre
sistemas-países, áreas geográficas, empresas, y organizaciones). Por lo que
respecta más de cerca a las bibliotecas de las universidades, cambia el mer
cado editorial: universidades, investigadores y bibliotecas se cotejan con
estrategias y políticas que están arruinando a escala planetaria todo el sis
tema de producción/difusión de la comunicación científica y de acceso a sus
fuentes y recursos.•
Para el sector de las bibliotecas hace falta interrogarse sobre las carac
terísticas que tiende a asumir el mercado de los recursos, de los bienes y
de los servicios culturales y documentales.
Políticas y leyes
• ¿Qué efectos determinan las orientaciones políticas (en diferentes
niveles: internacional, nacional, regional, local) en las intervenciones
a favor de las bibliotecas y en la legislación general y del sector?
• ¿Cómo evoluciona la normativa concerniente a la propiedad intelectual?
• ¿Cuál es la situación real de las bibliotecas en nuestro país?
• ¿Cuáles son las disposiciones en discusión, en vías de aprobación o
de reglamentación?
• ¿Qué escenarios prefiguran?
68 G estión y planificación en bibliotecas
Ética
• ¿A qué sistema de valores deben referirse las bibliotecas?
• ¿A qué amenazas está sometido?
• ¿Cómo tutelarlo y difundirlo?
• ¿Cuáles son los principales principios deontológicos de la profesión
bibliotecaria?
• ¿Cómo, a quién, a qué aplicarlos?
Sociedad
• ¿Los cambios sociales en curso y los nuevos estilos de vida y de con
sumo imponen una redefinición de fines, objetivos y funciones de las
bibliotecas, sobre todo de aquellas de base pública?
• ¿En qué medida se está realmente afirmando una sociedad del cono
cimiento?
• ¿Qué nuevos niveles de desigualdad están determinando?
• ¿Qué hacen y qué pueden aún hacer las bibliotecas para contribuir
al desarrollo de la sociedad del conocimiento y a la reducción del
digital divide?
Cultura
• ¿Cuáles son los caracteres que constituyen el saber contemporáneo?
• ¿Investigación y producción intelectual están menoscabando las jerar
quías y los cuadros conceptuales de la tradición y de la modernidad?
Capitulo 2 . La gestión de la calidad en la biblioteca 69
8. La calidad estandarizada
ISO 9000 deriva casi todos sus principios del Total Qualitá Management.
Otros elementos suyos nos llevan a adquisiciones conocidas del marketing
y de ios estudios sobre la costumer satisfaction. Su importancia no reside
tanto en la novedad de los contenidos como en la decisión de formalizar
los en una óptica de estandarización de la calidad.
ISO 9001 está estructurada en ocho capítulos, cinco de los cuales (4-8)
ilustran los requisitos mínimos de un sistema de gestión para la calidad.
11. La evaluación
• Resultados (results).
• Enfoque (approach).
Capítulo 2 . La gestión de la calidad en la biblioteca 85
• Despliegue (deployment).
• Evaluación (assessment).
• Revisión {review).
La evaluación EFQM sigue nueve criterios (ver Cuadro 6): cinco son cla
sificados como agentes facilitadores (lo que se hace) y cuatro como resul
tados (lo que se obtiene).
Una adecuada nota explicativa acompaña cada criterio y define los con
tenidos. En síntesis:
visualizar lo mejor posible los puntos fuertes y los puntos débiles identifi
cados; la segunda tabla presenta las acciones de mejoramiento que se
deben acometer, señalando las prioridades, los plazos y las responsabilida
des de ejecución.
La evaluación externa viene ejecutada por un comité externo de exper
tos provenientes de otras organizaciones, los cuales toman como base el
documento de evaluación interna, efectúan una visita de inspección y pro
ducen a su vez un reporte, con la finalidad de comentar y validar las pro
puestas que derivaron de la fase precedente (BUCM, [2 o o i ]/A).
La evaluación final es una fase de síntesis de las dos precedentes, de
completamiento del proceso evaluativo, de elaboración del plan de acción
para el mejoramiento del sistema (BUCM, [2 o o i ]/B). A veces, como en el
caso de la Biblioteca de la Universidad Carlos III de Madrid (que ha pedido
en préstamo el propio modelo a la experiencia catalana), se introducen
algunas variaciones al protocollo EFQM, dando mayor relevancia a la satis
facción de los usuarios y a la evaluación de los servicios respecto al análi
sis de los procesos.
La experiencia española se ha desarrollado en un período de cambio
de las bibliotecas universitarias. Por ejemplo, a las tradicionales funciones
de mediación y suministro documentario e informativo tiende a unirse el
suministro de nuevos servicios para la formación a todo campo. Se privi
legian por este motivo técnicas de evaluación capaces de controlar la
dirección y la consistencia del cambio en sí. El modelo EFQM es conside
rado el más adaptado para este objetivo, en virtud de su estructura mul-
tidimensional y global, entre otras cosas, plenamente compatible con los
estándares de la calidad ISO.
Muy frecuente en las bibliotecas universitarias españolas es el uso de la
matriz de excelencia, un instrumento adaptable a las exigencias de cada
una de las organizaciones, que la EFQM pone a disposición de los equipos
de gestión (sobre todo aquellos compuestos por un número exiguo de per
sonas), porque pueden evaluar simple y velozmente los propios progresos.
Se trata de describir una serie de actividades (u objetivos) por cada uno
de los nueve criterios, disponiéndolos a lo largo de una escala de medición
de i a 10 (BNS, s.f). La orientación con matriz garantiza discretas ventajas:
es práctica, favorece la participación del personal y las discusiones de
grupo, permite visualizar la marcha del trabajo (la propia posición) y darse
objetivos precisos para cada uno de los criterios del modelo. Entre las des
ventajas hay que subrayar la ausencia de una lista de puntos de fuerza y
un nexo lábil con los subcriterios del modelo EFQM.
Capitulo 2. La gestión de la calidad en la biblioteca 91
B ib l io g r a f ía
> La g e s t ió n de l a c o l e c c ió n
Giovanni S olimine
1. David Spiller, La provisión de recursos de información para ios usuarios de bibliotecas, revi
sado por Col-legi Oficial de Bibliotecaris-Documentalistes de Catalunya [Lérida]: Milenio;
[Barcelona]: Diputación de Barcelona, 2003.
100 G estión y planificación en bibliotecas
2. Imposible citar, aunque sea sólo como ejemplo, las principales contribuciones disponibles
sobre los temas generales de la planificación de las colecciones de documentos. Se señala el
riquísimo apéndice bibliográfico, articulado por áreas temáticas, que nos ofrece el volumen
Collection development: past and future, bajo la dirección de Maureen Pastine, New York-
London, The Haworth Press, 1996, cfr. pp. 157-234. Muy bonitos también los dos volúmenes
de Bertrand Calenge publicados en París por la Éditions du Cercle de la Líbrame: Les politi-
ques d’acquisition. Constituer une collection dans une bibliothéque (1994) y Conduire une poli-
tique documentare (1999).
3. Cfr. American Library Association. Collection management and development Committee:
Guidelines for collection development, a cura di David L. Perkins, Chicago, ALA, 1979, pp. 1-8.
Capítulo 3. La gestión de la colección 10 1
9. Un obra sobre este argumento, que es considerada un clásico, es de Stanley J. Slote, Weeding
library collections, Littleton, Libraries Unlimited, 1975, actualizada sucesivamente y cuya tercera
edición apareció en 1989. En la obra se ¡lustran cuatro diferentes métodos de trabajo: book card
method, spine-marking method, historical reconstruction method y Computer assisted method.
10. Entre las primeras y más significativas experiencias de revisión conducidas en Francia recor
damos aquella de la biblioteca de Beaubourg: cfr. Le désherbage: élimination et renouvelle-
ment des collections en bibliothéque, París, Bibliothéque Publique d’information, Centre
Georges Pompidou, 1987.
11. Ver las indicaciones suministradas por el óptimo manual de Frangoise Gaudet y Claudine
Lieber, Désherber en bibliothéque. Manuel pratique de révision des collections, París, Éditions
du Cercle de la Líbrame, 1996.
Capitulo 3. La gestión de la colección 109
12. Joseph P. Segal: Evaluating and weeding collections ¡n small and médium sized librarles:
the CREW method, Chicago, American Library Association, 1980.
13. Frangoise Gaudet - Claudine Lieber: Désherber en bibliothéque, op. cit., pp. 57-80.
110 G estión y planificación en bibliotecas
14. Cfr. Elizabeth Futas. Collectíon deveíopment policies and procedures, op. cit., pp. 5-13.
112 G estión y planificación en bibliotecas
15. Cfr. Richard K. Gardner: Library collections: their origins, selection and development. New
York, McGraw-Hill, 1981.
Capítulo 3. La gestión de la colección 113
Perfil de la comunidad
La primera fase de definición del cuadro de totalidad consiste en el aná
lisis detallado del distrito de usuarios al cual la biblioteca se dirige y de su
composición social, a fin de extrapolar y considerar distintamente “los
públicos” en los cuales está segmentada la colectividad de los usuarios16;
y en la descripción del perfil de la comunidad a servir, con detallada refe
rencia a la identificación de las diferentes tipologías de necesidades (inves
tigación, instrucción, divulgación, información de base, etc.). Es necesario
proceder a una identificación exacta no sólo de las necesidades expresadas
-que, como la punta de un iceberg, representan sólo la parte inmediata
mente visible y medible de la demanda- sino también de necesidades pre
sentes y latentes que pueden emerger a través de actividades de promo
ción oportunamente consideradas.
Este tipo de análisis es de particular interés para las bibliotecas públi
cas (la descripción está relacionada en primer lugar con el contexto y el
ambiente en el cual vive la comunidad: ambiente físico, clima y sus
influencias en las costumbres de vida y en el uso del tiempo libre, confi
guración urbanística y previsiones sobre posibles desarrollos, sistema de
transportes y flujos de movilización, recursos y actividades económicas
principales, instituciones escolásticas y culturales, asociacionismo e
infraestructuras para el tiempo libre, órganos de información, otras biblio
tecas presentes en el territorio, gastos para la cultura; se pasa después a
16. Muy interesantes, a este propósito, son las consideraciones presentes en Bertrand Calenge,
/ r . politiqucs d ’acquisition, op. cit., pp. 35-41.
Capítulo 3. La gestión de la colección «5
Estrategias de servicio
Una vez que se haya definido y descrito el contexto, será necesario posi-
cionar la biblioteca.
De hecho, en base a este análisis la biblioteca puede definir la propia
estrategia de servicio. Lo que, por lo que respecta el desarrollo de las colec
ciones, significa identificar el sector que la misma piensa cubrir, poniendo
en relación las necesidades de los usuarios y las prioridades con que los
recursos disponibles serán empleados para la satisfacción de ellos. Excepto
que la biblioteca no disponga de recursos capaces de poder satisfacer en
la misma medida las necesidades más diversas, será necesario de hecho
identificar algunos sectores que prioritariamente serán cultivados y otros
que sin embargo serán perseguidos con menor intensidad.
Serán de este modo especificados los grandes sectores en los cuales la
biblioteca se moverá y en consecuencia los fondos documentales que la
misma constituirá (para una biblioteca pública, podría tratarse de las sec
ciones infantil y juvenil, del fondo corriente para adultos, de la colección de
referencia, de la sección de documentación local, de la hemeroteca y de la
mediateca, etc.), con una indicación de máximo del peso que los diferentes
sectores tendrán y del estilo que se piensa dar a las colecciones en los dife
rentes sectores (especializado, divulgativo, de base, etc.). A continuación,
se pasa a una articulación de este plan por áreas disciplinares obteniendo
de las relaciones entre estos diferentes parámetros incluso una capacidad
máxima de la consistencia de base de las colecciones y de los incrementos
necesarios anualmente.
En el caso de que no se trate de una biblioteca de nueva institución,
esta parte del documento podrá ser construida sobre la base de las esta
dísticas sobre los usuarios y los servicios, y también con la participación de
asambleas de usuarios y con base en los resultados de entrevistas y de ela
boración de cuestionarios suministrados al público.
17. Se señalan especialmente los ejemplos que el citado manual de Elizabeth Futas reporta
para algunas universidades. Cfr. pp. 214-220.
Capítulo 3. La gestión de la colección 117
im A propósito del tema ver las indicaciones contenidas en el informe de Edna M. Boardman,
í m w rship: the problem that won't go away, Worthington, Linworth Publishing, 1993.
n8 G estión y planificación en bibliotecas
Cooperación
La biblioteca deberá también contar con estrategias de cooperación y líne
as de acción para el desarrollo coordinado de las colecciones, que deben ser
seguidas con respecto a bibliotecas que pertenecen a la misma administra
ción o con las cuales existe una relación de tipo jerárquico (bibliotecas cen
trales o coordinadoras de un sistema, sucursales o sedes decentralizadas), y
con respecto a estructuras afines o complementarias. Las formas a través de
las cuales esto puede suceder son muchas: adhesión a consorcios para la
cooperación en las adquisiciones, que a veces pueden ser limitadas a la com
partición de recursos electrónicos o de algunos servicios, constitución de sis
temas bibliotecarios, conexión a una network, etc. Una biblioteca puede ser
miembro contemporáneamente de varias organizaciones cooperativas, según
los objetivos por los cuales dichas organizaciones se constituyeron y la con
veniencia que la biblioteca puede recabar adheriéndose.
í \ Es conveniente por lo tanto que la carta indique los acuerdos que existen,
los criterios y las formas a través de las cuales se piensa colaborar con otros
institutos y las decisiones que serán llevadas a cabo para la activación de los
servicios de préstamo interbibliotecario y de suministro de documentos.
También en este caso la carta de las colecciones hará las veces de bisa
gra entre las decisiones de carácter más general y la política de las adqui
siciones. De tal modo la misma suministrará a los bibliotecarios responsa
bles de las adquisiciones el cuadro de referencia territorial y el mapa de los
recursos disponibles en su totalidad para la cooperación en las adquisicio
nes y, en consecuencia, para la circulación de los documentos. Estamos
hablando de identificar una forma complementaria a la adquisición en sede
local, utilizando las redes de bibliotecas como recurso del cual recabar para
hacer más accesible lo que no se posee y como una comunidad dentro de
la cual instaurar un hábito de estrecha colaboración.
objetivos con los cuales viene aplicada la carta de las colecciones y las
modalidades para la utilización de los recursos financieros disponibles.
De este modo las operaciones a través de las cuales de vez en vez se
decidirá la introducción en la colección de un volumen o la activación de la
suscripción a una revista o la conexión a una base de datos formarán parte
de un plan orgánico y de esta forma serán legitimados, desplazando la
atención del simple documento a la colección en su conjunto.
Uno de los principales instrumentos en las manos del bibliotecario y del
cual él deberá servirse para su trabajo será un profundo conocimiento de
la biblioteca: conocer los fondos librados de que se compone, conocer
cómo los mismos se han desarrollado y cómo han sido utilizados, conocer
la articulación y el desplazamiento físico de las colecciones, conocer los ins
trumentos de trabajo disponibles (inventarios, catálogos, en primer lugar) y
las soluciones técnicas adoptadas (por ejemplo, los sistemas de colocación
y sus estratificaciones). A esto se acompañará una constante integración del
trabajo de quien está encargado del desarrollo de las colecciones en el ciclo
de gestión de la biblioteca.
Las características de la política de las adquisiciones se concretizarán en
un “plan de desarrollo de las colecciones”, predispuesto por el director de la
biblioteca, pero discutido y concordado entre las diferentes secciones con la
intención de conciliar las exigencias. Dicho plan consiste habitualmente en un
reparto del presupuesto anual, incluso en forma de tabla, mientras en las
situaciones reales más complicadas puede tratarse de un documento muy ela
borado, que tenga en cuenta los objetivos y los resultados de los planes de
desarrollo de los años precedentes y que a veces puede incluso introducir
algún elemento de innovación respecto a la carta de las colecciones en espe
ra de una revisión (para responder, por ejemplo, a algunas modificaciones que
se han verificado en el distrito de ususarios a causa de la institución de una
nueva facultad o de un nuevo instituto académico, o a causa de variaciones
importantes que se han producido en la población o en los inscriptos a la
biblioteca, o por cambios debidos a la creación de una nueva biblioteca).
Cada plan anual va imaginado como el segmento intermedio de una tra
yectoria de desarrollo más general, que se encuadra en los objetivos de
medio término de la biblioteca y que tiene en cuenta el estado de las colec
ciones y las estadísticas de su utilización. El mismo es un instrumento de
trabajo muy útil para los responsables de las diferentes secciones y para
los bibliotecarios que se encargan de las adquisiciones, que pueden ver en
términos de totalidad el balance que la colección, colocando las decisiones
para el sector al cual pertenecen en una estrategia de mayor amplitud. Los
resultados de esta reflexión colectiva y de las decisiones finales serán:
Capítulo 3. La gestión de la colección 121
los objetivos que han sido fijados. Para una biblioteca que goce de una rela
tiva autonomía administrativa esto significa revisar las decisiones del balance
económico y posiblemente desplazar sumas de una voz a otra.
El plan de desarrollo de las colecciones tendrá también necesidad en
muchos casos de ser revisado y modificado durante el año, de manera que
se puedan tener en cuenta los imprevistos a afrontar, las alzas de costes,
ofertas y promociones a las cuales no se piensa renunciar y que requieren
de un empeño financiero considerable, de otras exigencias que se manifies
tan improvisadamente, y así sucesivamente.
19. Citando casi por casualidad entre las diferentes publicaciones sobre el argumento, recor
damos dos volúmenes bajo la dirección de Sul H. Lee, ambos publicados por la Haworth Press:
Access, ownership and reso urce sharing (1994) y Access, reso urce sharing and collection deve-
(opment (1996).
Capitulo 3. La gestión de la colección 12 3
20. Sobre las políticas de budgeting cfr. Budgets for acquisitions: strategies for seríais, mono-
graphs, and electronic formáis, bajo la dirección de Sul H. Lee, New York - London - Norwood,
The Haworth Press, 1991. Muy amplia también la literatura, especialmente norteamericana,
sobre lobbing y fundraising para incrementar los balances de las biblioteas.
21. Una experiencia interesante de gestión de los recursos humanos en una fase de contrac
ción de los balances está descrita en Virginia Vesper, “Staffing ¡n acquisitions”, in Management
and organizaron of the acquisitions department, bajo la dirección de Twyla Racz y Rosina
Tammany, New York - London - Norwood, The Haworth Press, 1994, pp. 61-69. Sobre el pro
blema de los cortes ver, al interno del mismo volumen, el ensayo de Judith Wann, “Acquisitions
in a shrinking technical Services división: budgets cuts as a catalyst for change”, pp. 51-60.
Capitulo 3. La gestión de la colección 125
pocas voces que se determinan año por año con una tal flexibilidad y a las
cuales se retiene poder aportar cortes. Las inversiones en la adquisición de
los documentos terminan por lo tanto con sufrir los daños de la crisis finan
ciera más que otros elementos del sistema biblioteca.
Es necesario comenzar por las indicaciones expuestas en la carta de las
colecciones, y por consiguiente por el número de volúmenes que se pien
sa adquirir en un determinado sector para alcanzar los objetivos que se han
fijado (construir una buena colección de base, o de divulgación, etc.), tener
en cuenta los precios medios relativos a las adquisiciones efectuadas el año
precedente en aquel mismo sector y estimar el aumento de los precios pre
vistos para el año en curso, de manera de cuantificar los gastos necesarios
para el alcance de aquel determinado objetivo de adquisición. Nos pode
mos hacer guiar al menos en parte por los datos sobre la utilización, de
manera de incrementar o reducir el presupuesto en base a las necesidades
de los usuarios. En algunos casos (continuación de colecciones que no pue
den ser interrumpidas, adquisición de material de interés local o en otros
campos en los cuales la biblioteca está obligada a conservar, incremento en
sectores disciplinarios que han sido asignados a la biblioteca a partir de
acuerdos de cooperación, etc.) las decisiones no podrán estar condiciona
das por los datos sobre el uso.
Una valoración atenta de todos estos fenómenos nos permitirá hacer
previsiones de gastos bien meditadas e imprimir a las colecciones un ritmo
de crecimiento muy equilibrado.
Es muy probable que en muchos casos los recursos financieros disponi
bles no permitan realizar todos los objetivos fijados por la carta de las
colecciones. Pero, por ejemplo, si se ha decidido que la biblioteca debe
satisfacer necesidades de investigación en determinadas disciplinas, y se ha
verificado que es necesario adquirir diez mil nuevos títulos al año para
mantener actualizada la biblioteca en aquellas disciplinas, el objetivo resta
el mismo, a menos que no se decida de darle una nueva dimensión, inclu
so si no se dispone del dinero suficiente para adquirir diez mil volúmenes.
I:.n este caso, se puede decidir establecer relaciones de colaboración con
otras bibliotecas, coordinando la política de las adquisiciones y comprome
tiéndose a intercambiar publicaciones a través de un servicio de préstamo
entre bibliotecas, de modo de unir las fuerzas para poner a disposición de
los propios usuarios diez mil nuevas publicaciones al año. Las dimensiones
del sistema cooperativo serán definidas sobre esta base. Es necesario unir
las fuerzas de muchas bibliotecas hasta completar el presupuesto necesa
rio para adquirir diez mil volúmenes al año.
12 6 G estión y planificación en bibliotecas
Cfr. dos bellísimos volúmenes de Marie-Frangoise Bisbrouck: para las bibliotecas públicas, La
bibliothéque dans la ville. Concevoir - Construiré - Équiper (avec vingt réalisations récentes), París,
íditions du Moniteur, 1984, y para las universitarias, Construiré une bibliothéque universitaire. De la
(onception á la réalisation, París, Éditions du Cercle de la Líbrame, 1993, dirigido con Daniel Renoult.
12 8 G estión y planificación en bibliotecas
no ocupar más de cinco, dejando libres los espacios en alto). Los anaqueles
pegados a las paredes pueden llegar hasta 210 cm de altura, mientras que
aquellos colocados al centro del salón no deberían superar los 175 cm, de
modo de no quitar mucha luz. Un anaquel con 5 recuadros de 100 cm de
ancho y 25 cm de profundidad puede llegar a contener hasta 45 volúmenes
por mi de recuadro; pero debiendo dejar espacio para la incrementación y
teniendo en cuenta que un sistema de clasificación como la CCD requiere un
3 0 % de espacio aparte, es probable que no se podrán colocar más de 30-35
volúmenes por metro lineal de anaqueles.
Para la hemeroteca y la sección de revistas existe una diferencia nota
ble entre las exigencias de espacio en los almacenes, donde son conserva
das las anualidades encuadernadas o guardadas en contenedores (según el
espesor, 80-100 números por metro lineal), y la sistematización en exposi
tores colocados en sala: la capacidad de un expositor en el cual los fascí
culos se sistematizan en forma plana es habitualmente de 4-6 revistas for
mato A4 por cada metro lineal.
Para una biblioteca pública, un problema aparte está constituido por la
sección adolescentes, en la cual las dimensiones de los anaqueles deben
ser proporcionales a las características de la sección, de los materiales y de
los usuarios: un anaquel tendrá una altura máxima de 4 recuadros, 100 cm
de ancho y una profundidad de 25 cm; la distancia media entre tabla y
tabla será de 240 cm, con la posibilidad de colocar de 35 a 60 volúmenes
cada mi de recuadros para libros de lectura y 45 volúmenes para las obras
de consulta; en algunos casos podrán ser adoptados también expositores
bajos (dimensión 60 x 60), con la posibilidad de colocar 50 volúmenes.
Una sección multimedial, cuyas exigencias de espacio estarán esencialmen
te condicionadas por las características y por los obstáculos debidos a las
herramientas utilizadas para el contacto de los documentos, no requiere mucho
espacio para la conservación de los materiales: una torre de 40 cm de altura
hospeda hasta 25 CD; 100 cassettes requieren 1,25 m2; 100 discos requieren
0,70 m2. Continuando con el tema de los materiales especiales, se recuerda
que un mueble con gavetas para archivar horizontalmente mapas geográficos,
grabados, diseños, de 110 cm de altura, logra hospedar hasta 1.000 piezas.
Sobre la base de estos datos es posible calcular los obstáculos de los
documentos y los anaqueles para la colocación del material poseído, y -en
base al número de accesos anuales previstos- los tiempos de saturación
del espacio disponible.
Usando los mismos parámetros se pueden valorar los efectos de un tra
bajo periódico de revisión y descarte del material y la recuperación del
espacio que se obtendría.
Capítulo 3. La gestión de la colección 129
]. Un buen manual sobre las premisas y los procedimientos de la selección es aquel de David
')|)iller, Book selection: principies and practice, London, Library Association Publishing, 1991.
130 G estión y planificación en bibliotecas
a los volúmenes de muestra que los libreros envían, que podrían ser los best
sellers o algunas ediciones que corren el riesgo de no venderse: en ambos
casos, el librero confía en el hecho que la biblioteca al final se quedará con
gran parte de los volúmenes enviados, rehusando sólo aquellos que paten
temente están fuera de su política de las adquisiciones. A pesar de que se
trata de un procedimiento muy diferente y sin lugar a dudas loable, el mismo
hábito de los bibliotecarios de ir a la librería y seleccionar los libros que se
deben adquirir puede ser fuertemente limitativo, en cuanto circunscribe la
selección a aquellos volúmenes que están sostenidos por una fuerte distri
bución y que están expuestos. Sabemos bien, sin embargo, que muchas
publicaciones que pueden interesar a las bibliotecas son producidas por
casas editoriales menores o que no logran entrar en los usuales circuitos
comerciales y de venta.
La fuente principal debe ser siempre la información bibliográfica, en
todas sus manifestaciones, entendida como instrumento a través del cual
la biblioteca puede orientarse en el interior de la producción editorial. Parte
integrante de este trabajo nos llega de la interacción con el público o del
trabajo de catalogación participado y derivado, que permite conocer las
adquisiciones de otras bibliotecas afines. Se añaden, a continuación, las
noticias y las sugerencias de los lectores y de algunos expertos con los cua
les la biblioteca logra establecer un canal preferencial de comunicación.
La adquisición meditada de un volumen requiere que el mismo sea
exactamente analizado y juzgado desde varios puntos de vista. Para esta
actividad existen instrumentos profesionales específicos y contribuciones
a las cuales hacer referencia, el primero entre todos es el “esquema de
Whittaker” para la valoración sistemática24. Este método presupone que el
bibliotecario posea materialmente entre sus manos la publicación que es
candidata a la inserción en la colección y se coloca por lo tanto en una
fase sucesiva a la selección de las informaciones bibliográficas. En sínte
sis, las operaciones previstas por el método Whittaker comportan la apli
cación de varios criterios de juicio y se concentran en los siguientes
aspectos de una publicación:
24. Cfr. Kenneth Whittaker: Systematic evaluation: methods and sources for assessing. London,
Clive Bingley, 1982.
Capitulo 3. La gestión de la colección 131
A este propósito ver también Approval plans: issues and innovations, bajo la dirección de
Min II. Sandy, New York - London, The Haworth Press, 1996. Esta práctica se define así en el
nniiK indo Approval plan della Encyclopedia of librar/ and Information Science, vol. Ivi, suppl.
i'j, Uekker, New York 1995, p. 21: “The approval plan provides a group of books that has been
Iiii"i( u'cned and gathered togheter for a library so that selection can be made with the book
I11 I1.111 [...]. The library develops a profile describing its specific subject ¡nterests according to
1 nllcí tion policies and use. The vendor then screens the output of eligible publishers and
m’ik K those books that match the profile directly to the library”.
•i.. J.M. Reitz: ODLIS: Online dictionary of library and information sciencet 2002,
•11111) ://vax.wcsu.edu/library/odlis.htm>.
134 G estión y planificación en bibliotecas
27. Una panorámica de las problemáticas relacionadas con algunas de estas áreas se suminis
tra en el volumen Acquisitions in different and special subject areas, editado por Abulfazal M.
Fazle Kabir, Binghamton, The Haworth Information Press, 2003.
Capitulo 3. La gestión de la colección 135
.•H. Cfr. Ron L. Ray: “Who makes the decisión? Time to take selection of primary vendors out of
.k ciuistions and serial departments?”, en Issues in collection management, op. cit., pp. 65-72.
136 G estión y planificación en bibliotecas
Política de adquisición
i 38 G estión y planificación en bibliotecas
B ib l io g r a f ía
Giovanni Di Domenico
Introducción
Los factores apenas mencionados al final señalan, más que otros, la pre
sencia en las bibliotecas de una cultura y una práctica dirigidas al cambio
y al desarrollo organizativo:•
los procesos creativos permiten mirar hada el futuro, dar un aire y ori
ginalidad a las decisiones estratégicas y políticas que se llevan a cabo,
otorgar sentido a la propia actividad profesional.
• La búsqueda constante de la calidad implica atención hacia el clien-
te/usuario, en términos de prestar atención a sus necesidades, foca-
lización de sus exigencias, búsqueda de su satisfacción; conduce a
programar y a poner en práctica acciones sistemáticas y graduales de
mejoramiento de los propios productos y servicios; obliga a las
bibliotecas a proveerse de un sistema de autoevaluación.
• La gestión por procesos permite pasar de un modelo organizativo
burocrático y jerárquico de tipo vertical (por funciones y tareas, por
sectores que tienden al autorreferencialismo), a formas transversales
de individuación y gestión de los flujos de actividad, que favorecen
la toma de responsabilidad recíproca de los sectores funcionales
(cadena cliente/proveedor) y una común “cultura de resultado”.
• La gestión por proyectos sirve para observar más allá del funciona
miento ordinario de las estructuras bibliotecarias, para imponerse
nuevos objetivos de mejora y desarrollo, para introducir y gestionar
elementos de innovación organizativa, administrativa y de servicio.1
Fase Actividad
D Encuesta (entrevista) sobre las características de los usuarios y definición
(encuadramiento) de las necesidades formativas que surgen dentro
de la evolución general del contexto laboral.
2) Formulación de los objetivos de la intervención formativa.
3) Adecuación de las infraestructuras tecnológicas disponibles.
4) Proyección:
- Proyección del proceso de aprendizaje y definición de la orientación metodológica
en presencia y on line.
- Definición de la secuencia de las fases del contenido y de las fases del proceso
en el aprendizaje que tengan en cuenta el cambio esperado en el ámbito laboral, los
diferentes roles implicados en la intervención formativa y en la utilización
de los procesos de grupo.
- Proyección de cursos on-line y de materiales didácticos.
- Predisposición y personalización del ambiente e-learning.
5) Planificación de las intervenciones formativas: formulación del programa operativo como
síntesis de las decisiones de conexión entre los contenidos, las metodologías,
los recursos y los plazos.
6) Distribución de la formación:
- Sesión de start-up.
- Sesión de formación en aula.
- E-learning y momentos de autoformación.
- Sesiones de aula virtual.
- Project Work.
- Stage para los desocupados.
Certificación de las capacidades.
7) Monitoreo y verificaciones:
- Construcción de un sistema y de los instrumentos de monitoreo y valoración.
- La valoración de los resultados de la intervención formativa como:
- output para el sistema de bibliotecas;
- obtención de los objetivos de aprendizaje;
- correlación entre la intervención realizada y la intervención proyectada.
Fuente: síntesis de ICCU, C entri E-learning: progetto esecutivo. Roma, 3 noviembre 2003, pp. 32-33
[impreso para uso interno].
( aMUJI.0 4. La gestión de los proyectos en la biblioteca 147
• Identificar requerimientos.
• Establecer objetivos claros y realizables.
• Mantener en equilibrio las múltiples demandas en conflicto en temas
de calidad, alcance, tiempos y costos.
• Adaptar las especificaciones, planes y propuestas a las diversas preo
cupaciones y expectativas de los distintos inversores.”
• Las bases del conocimiento y las motivaciones: ¿cuáles son las con
diciones de partida? ¿Son adecuadas las informaciones adquiridas y
el grado de conocimiento del sector, de los usuarios y del problema
(el que existe)? ¿Lo que se quiere proponer ha sido ya realizado por
otros? ¿Con cuáles resultados? ¿Existen soluciones alternativas?
• Las ventajas: ¿son evidentes y significativas o solamente indirectas
y marginales? En este último caso, ¿es posible pensar el proyecto
“estando de la parte de los beneficiarios” y reformularlo? Si esto no
sucede, ¿no sería el caso de renunciar?
• Los costes: ¿es posible definir en un primer momento las dimen
siones y el coste del proyecto? ¿Son estos costes presumiblemen
te sostenibles?
• Los plazos: ¿cuándo podrían iniciar las actividades? ¿Cuánto duraría
el ciclo de vida del proyecto? ¿Dentro de qué fecha podría ser termi
nado y entregado?
• Los recursos humanos: ¿cuáles son las profesiones necesarias para
la realización del proyecto? Una vez establecidas, ¿estarían ellas pre
sentes en la organización? ¿Serviría apoyarse en otras profesiones?
• Otros recursos: ¿de cuáles otros recursos (fondos, tecnologías, espa
cios, servicios, productos, etc.) tiene necesidad el proyecto? ¿Se
encuentran a disposición?
• La calidad: ¿cuáles son las políticas de calidad que se quieren seguir
en el ámbito del proyecto y cuáles son los estándares y las metodo
logías de referencia? ¿Estamos hablando de un punto de vista ya
usado en las estructuras bibliotecarias participantes o esas estruc
turas han sido introducidas por primera vez?
• La posibilidad de medir el impacto del cambio: ¿será posible verifi
car, en las diferentes fases del proyecto, en qué medida el cambio
i 58 G estión y planificación en bibliotecas
Solicitud de financiación
i Redacción/compilación de una minuta de solicitud (a partir de la propuesta de proyecto
eventualmente redactada antes), la cual debe contener entre otras:
presentación del/los promotor/res del proyecto (misión, capacidades, referencias, etc.);
fines, objetivos y destinatarios del proyecto;
resultados esperados;
análisis detallado de los costes prefijados;
líneas generales de planificación del proyecto;
metodología e instrumentación;
líneas generales de planificación de las iniciativas para la valorización de los resultados:
difusión, utilización, plena integración en las praxis organizativas, de gestión y de servicio.
i6o G estión y planificación en bibliotecas
3.4 Ejecución del proyecto y control de los plazos, los costes, los riesgos, evaluación
y estimación de los resultados intermedios.
3.6 Procedimientos de gestión y rendición de cuentas de las otras cuotas de financiación erogadas.
1. Introducción
1.1. Propósito del proyecto
1.2. Objetivos del proyecto y resultados esperados
1.2.1. Objetivos
1.2.2. Resultados esperados
1.3. Generalidades del proyecto
1.3.1. Descripción del proyecto
1.3.2. Fases del proyecto
1.3.3. Actividades a realizar
2. Definición del proyecto
2.1. Organización del proyecto
2.1.1. Estructura del equipo del proyecto
2.1.1.1. Comité de implementación del proyecto
2.1.1.2. Comisión directiva del proyecto
2.1.1.3. Equipo del proyecto
2.1.1.4. Grupo de referencia
2.2. Comunicación del proyecto
2.2.1. Encuentros
2.2.2. Listas de discusión
2.2.3. Página web
2.3. Limitaciones del proyecto
2.3.1. Gestión de riesgos del proyecto
2.4. Cronograma del proyecto
2.5. Presupuesto del proyecto
3. Plan de trabajo
3.1. Hipótesis del plan de trabajo
3.2. Desglose del plan de trabajo
3.3. Conformidad con lincamientos externos
4. Informes
4.1. Informe no formal
4.2. Informe formal
< aMiulo zp La gestión de los proyectos en la biblioteca 169
0 Nombre proyecto
Introducción del documento de los servicios
1 Subobjetivo
Marketing y comunicación del proyecto
1.1 Fase A
Análisis de contexto
1.1.1 Actividad Al
Confrontación institucional
1.1.2 Actividad A2
Benchmarking
1.1.3 Actividad A3
Investigaciones sobre los usuarios
17 2 G estión y planificación en bibliotecas
1.2 Fase B
Lanzamiento del documento
1.2.1 Actividad B1
Fijaciones
1.2.2 Actividad B2
Mailing
1.2.3 Actividad B3
Medios
1.2.4 Actividad B4
Construcción del evento
2 Subobjetivo
Publicación del documento
2.1 Fase A
Redacción
2.1.1 Actividad A1
Principios; partes introductorias
2.1.2 Actividad A2
Descripción de los servicios; estándar; sistema de evaluación
2.1.3 Actividad A3
Sistema de tutelaje de los derechos
2.1.4 Actividad A4
Confección; edición
2.2 Fase B
Distribución
2.2.1 Attivita B1
Impresión
2.2.2 Attivita B2
Web
La EDP está generalemente sostenida por una lista de todas las acti
vidades necesarias para la ejecución y el completamiento del proyecto.
Lis actividades están descritas detalladamente, de manera que resulte
174 G estión y planificación en bibliotecas
claro para todos los miembros del equipo el trabajo que debe ser efecti
vamente realizado.
S u b o b jetivo 1 1 8 /1 1 0 2 /1 2 1 6 /1 2 3 0 /1 2 1 3 /0 1 2 7 /0 1 3 0 /0 1
Inicio
actividad
05/11/2008
Fase a
Actividad al —
Actividad a2
Actividad a3
Primera 5 días ■
actividad
Segunda 3 días
actividad
Fuente: adaptacióndeDuse, p. 3 7 .
Primera
actividad
Segunda
actividad
Vínculo Duración lun mar miér jue vier lun mar miér
II
Primera
actividad
Segunda 5 días
actividad
Fuente: adaptacióndeDuse, p. 3 8 .
A c tivid ad es a b c d e f g h i i
P re d e c e s o ra s - a a b c, d e f f g h
Días 5 5 10 10 4 5 10 6 9 6
En el diagrama reticular:
• a, b, d, e, f, g, i (48 días);
• a, cf e, f, g, i (43 días);
• a, b, d, e, f, h, j (41 días);
• a, c, e, f, h, j (36 días).
El itinerario más largo, y por esto el más crítico, es el primero. Las acti
vidades que no pasan por el itinerario crítico son aquellas distinguidas con
las letra c, h, j. En particular, para la actividad j (tiempo de duración pre
visto seis días) se acepta un aplazamiento hasta de tres días, sin que esto
comprometa el respeto total de los plazos: la misma se desarrolla junto a
la actividad / (tiempo de duración previsto: nueve días).
• Dada la valuación de los materiales y la demanda por acceso digital ¿se justifica el costo de la
digitalización?
• Si los costos actuales incluirán la migración así como el costo de mantener y actualizar la
infraestructura.
• Evitar los costos ocultos de desarrollo interno de las bases de datos y de programación de nue
vos sistemas. El costo es demasiado alto para las organizaciones pequeñas.
• Los costos iniciales del proyecto y los costos que surjan para posibilitar la ventaja digital deben
ser estimados por adelantado para ser evaluados en forma realista.
• Considerar ¿qué partes del proyecto serán financiados? (los recursos físicos, el hardware, el
software, el acceso a las redes, el personal, el espacio físico, las suscripciones, etc.).
• ¿Hay planes para el acceso en el futuro (costos)? ¿Hay compromiso a largo plazo por parte de
la institución?
1 7 .1
I 2.2
1 2 .3
1 2 .4
2 1.1
2 1.2
2 1.3
2.1.4
22.1
2 2.2
lolal
mslus
(límelos
Costes — Costes — Costes
indirectos indirectos indirectos
Total — Total — Total
001 -
1)02 -
003 -
004 -
00!) -
182 G estión y planificación en bibliotecas
F ic h a ta r e a d e ... N otas
Fases Duración lun mar mier jue vier lun mar Superposición en la jornada
del viernes
Primer 5 días
encargo
Segundo
encargo
3 días t
I aMmiio 4. La gestión de los proyectos en la biblioteca 18 7
Factores endógenos
Fortalezas Debilidades
Factores exógenos
Oportunidades Amenazas
Una correcta gestión del proyecto presupone entre otras cosas que el
project manager y el team no sólo identifiquen los posibles riesgos y los
clasifiquen por tipologías, sino que además evalúen la gravedad del impac
to (alto, medio, bajo), que puede ser determinada en la verificación de lo
CAPITULO 4. La gestión de los proyectos en la biblioteca 189
i|iie se teme y estiman las probabilidades (alta >80%, media 20-80%, baja
0 0 % ) de que un evento particular negativo suceda realmente.
Este trabajo deberá desembocar en la predisposición de un esquema
basado en un cruce entre los conceptos de impacto y probabilidad:
Los coloquios directos (“cara a cara”) con cada uno de los otros miem
bros del equipo constituyen para el gerente de proyecto ocasiones pre
gadas de control e intercambio. Muchos obstáculos pueden ser desblo
queados desde este primer nivel. Obviamente, si existe una buena alian
za entre las personas, una alianza que el correo electrónico (por otra
parte irrenunciable vehículo de intercambio y actualización continuos de
datos e informaciones sobre el proyecto entre dos o más personas)
puede consolidar, pero no crear por sí solo. Las listas de discusión se
hacen útiles para reflexionar colectivamente y de modo informal sobre
rada uno de los aspectos, problemáticas o fases del proyecto, o más bien
•.obre los contenidos. Por lo que concierne a temas de carácter general,
los contenidos pueden ser abiertos a la contribución de individuos exter
nos al grupo de proyecto. Cuando en cambio surge la necesidad de lle
var la discusión de un problema o evento en una sede más amplia y for
mal, se organizan reuniones de revisión, de las cuales no deben necesa
riamente participar todos los individuos incluidos en el proyecto, sino
\ólo aquellos estrechamente interesados en la cuestión a discutir en par
ticular. Periódicamente, en cambio, el gerente de proyecto debería apro
vechar la oportunidad de invitar el equipo completo (y al garante) a una
leunión sobre el estado global del proyecto y sobre el alcance de sus
objetivos intermedios. En esta circunstancia el gerente de proyecto podrá
sufragar las propias consideraciones, y eventuales propuestas de modifi
caciones al proyecto, con la presentación de datos, tablas, gráficas y cual
quier otro elemento de documentación útil.
192 G estión y planificación en bibliotecas
Los plazos
Como hemos visto, para medir el estado del proyecto respecto a los pla
zos, la solución más simple y cómoda es la de usar una vez más el diagra
ma de Gantt, agregando a las barras de previsión las barras que represen
ten las cuotas de trabajo y diferenciándolas cromáticamente de las prime
ras. De esta manera, para cada actividad se podrá visualizar:
Los costes
Conjuntamente con los plazos, sería bueno tener bajo control los costes
del proyecto, verificando periódicamente el eventual ensanche creciente entre
Capitulo 4. La gestión de los proyectos en la biblioteca 193
1 Nombre actividad
Códigos de gastos Preventivo Efectivo
001 350 325
002 612 635
Totales actividad 1 962 960
2 Nombre actividad
Códigos de gastos Preventivo Efectivo
007 482 499
009 518 538
Totales acividad 2 1.000 1.037
Totales actividad en obras 1.962 1.997
3 Nombre actividad
Códigos de gastos Preventivo Efectivo
003 80 72
008 127 127
Totales actividad 3 207 199
El aprovisionamiento
Relativamente a las exigencias de aprovisionamiento, caracterizan la
fase ejecutiva de un proyecto:
«,,»lif» procesos en la gestión global del proyecto (de sus tiempos, costes,
i .tildad, riesgos, etc.).
Los dellverables
I n la fase ejecutiva (por lo tanto, in itiñere) se controlan y evalúan los
pmductos, servicios y resultados en curso de realización bajo el perfil de la
nlli leticia, de la eficacia y de la calidad y bajo el perfil de la corresponden-
il,i con los objetivos intermedios del proyecto.
Por cada proceso, producto/servicio o resultado se deben individuar y exa
minar críticas y desviaciones del plan de gestión, para después llevar a cabo
l.i', acciones de mejora necesarias. En otras palabras, nos preguntamos sobre
la efectiva consistencia, sobre la dirección y los progresos del cambio que
1leseamos realizar. Para lograr este fin, es necesario dotarse de un sistema de
evaluación que -por lo que respecta la metodología y el aparato instrumen
tal sea de una parte valedero (PMI, 2004, pp. 192-196) y por otra pertinen
te a la esencia de los contenidos del proyecto y a las características de su
ambiente (estratégico, productivo, tecnológico, organizativo) de referencia.
I lementos fundamentales del sistema de evaluación son entonces:•
Los riesgos
Para el control de los riesgos es funcional la constante actualización de
la tabla referida al análisis (Cuadro 23), con la eliminación de los riesgos
superados, la permanencia de aquellos aún en potencia y la identificación
de nuevas amenazas. En caso de evento ¡ndeseado (pero temido) en pri
mer lugar se activarán las respuestas presupuestamente estudiadas con el
fin de anular su impacto en el proyecto y después se verificará la eficacia
de las acciones emprendidas. En caso de evento imprevisto, hará falta natu
ralmente elaborar un plan de emergencia (análisis, respuestas, etc.) e inte
grarlo en el plan de proyecto.
Cada ámbito está conectado con la Web y con otras plataformas y sis
temas informativos y de gestión del conocimiento activo al interior de la
estructura y/o ente de pertenencia.
Es evidente que incluso páginas o sitios nacidos para presentar los pro
yectos de las bibliotecas deberán inspirarse en los principios, en los criterios
y los estándares de eficacia, calidad, transparencia, interactividad, ¡nterope-
rabilidad, respeto de la legalidad, etc. generalmente acreditados. Aquí valdrá
la pena más bien tomar algunas consecuencias específicas de la cuestión.
Un primer elemento de conciencia a madurar concierne a un aspecto que
se evidencia por varias partes: la Web es una tecnología organizativa, que pre
senta potencialidades extraordinarias para ser aprovechadas en clave de cola
boración y cooperación, cuanto más tiende a poner en crisis la sectorización
del trabajo, a cambiar nuestro modo de colaborar con los demás, de compar
tir informaciones, de intercambiar conocimiento, de integrar actividades, etc.
Son características que se conjugan muy bien con la cultura del project
management y con sus exigencias. Sería por lo tanto una pena considerar
como algo marginal, adicional o puramente “decorativo” el montaje de
páginas web o sitios web de proyectos. Al contrario, podrían inferirle al pro
yecto buenas ventajas organizativas y de comunicación la elección de inser
tar con todas las de la ley la presencia/actividad en la Web y la
producción/gestión del sitio en todas las fases de su ciclo de vida. El sitio
podrá suministrar al equipo de proyecto y a todos los sujetos interesados
una visión de totalidad del proyecto, un rápido acceso a su documentación,
informaciones frecuentemente actualizadas, instantáneas preciadísimas
sobre el estado del trabajo, y así sucesivamente.
Muy eficaces se han revelado algunos instrumentos colaborativos de la
Web (también free), como el groupware, una categoría de software que permi
te de ordenar y compartir documentación, administrar los mensajes y también
programar el trabajo de grupo, recoger opiniones, tomar decisiones juntos,
gestionar el calendario de las citas y otras cosas. Están por otra parte afloran
do aplicaciones blog (diario de proyecto) y wiki (escritura “colectiva” de docu
mentos). Atención: no ignorar, además de otros fenómenos relevantes desde
el punto de vista de la gestión que la Web nos llama al respeto de los plazos,
crea expectativas (y por lo tanto el ansia de satisfacerlas), hace que sea más
visible todo lo que hacemos (comprendidas las dificultades). Actualización
oportuna del sitio y respeto de los plazos del proyecto tienden a coincidir.
Un segundo elemento de conciencia es de esencia profesional: debería
concernir a la necesidad de gestionar el sitio como una auténtica y propia
articulación del proyecto, de la cual puntualizar-a la par de las otras cosas-
las bases de factibilidad, los costes, los plazos, los riesgos, las fases, las
responsabilidades, etc.
Esto significa que del sitio se deberían ocupar activamente (en términos
de planificación, estructuración de los contenidos, asistencia a los usuarios,
< A P lT U L O 4. La gestión de los proyectos en la biblioteca 2 17
• home page;
• mapa del sitio;
• historia y misión del proyecto; descripción de sus objetivos y de
sus plazos;
• entes participantes: financiadores, sponsor, socios, etc.;
• composición del team: personas, roles, perfiles, responsabilida
des, dirección;
• servicio de referencia virtual: links clasificados y comentados en
otros sitios y recursos relacionados con el proyecto o de cual
quier manera pertinentes o relevantes respecto a sus conteni
dos;
• noticias, blog o webzine: informaciones sobre las novedades,
eventos, metas, convenios etc concernientes al proyecto;
• documentación de interés general (preferiblemente en formato
PDF): informes, estudios, datos estadísticos, etc., producidos en
el ámbito del proyecto;
• bibliografía;
• función “contáctenos”, para la solicitud de informaciones y para
el envío de sugerencias;
• foro para la discusión del proyecto.
/. 1. La gestión multiproyecto
- mínima (di);
- media (d2);
- máxima (d3).
ai = 5 puntos;
a2 = 10 puntos;
a3 = 15 puntos;
a4 = 20 puntos;
as = 25 puntos;
bi = 15 puntos;
b2 = 25 puntos;
ci = 15 puntos;
C2 = 25 puntos;
di = 10 puntos;
d2 = 20 puntos;
d3 = 25 puntos.
lililí IOGRAFÍA
> U s u a r io s y e s t u d io s
DE USUARIOS
1. Usuarios y management
j. Ibidem.
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nacional perspectives. München: Saur, 2006.
Ewers, B.; Austen, G. “A framework for market orientation ¡n libraries”. En: marketing llhtaiy
and information Services: international perspectives. München: Saur, 2006.
228 G estión y planificación en bibliotecas
Funciones
— Misión
ANÁLISIS DE LA — Entorno externo PLANIFICACIÓN
SITUACIÓN — Entorno interno ESTRATÉGICA — Metas
— Estudio de usuarios __ Objetivos
i *
Auditoría de marketing Misión, metas, objetivos, tendencias
Y
C0NTR01.Y PLANIFICACIÓN 1— Programas
EVALUACIÓN OPERATIVA 1__ Proyectos
1
Y Y
Evaluación Estrategia de marketing
5. Pors, N.O. “Marketing public libra ríes ¡n Denmark”. En: Marketing library ans information Ser
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<ií “,tire il cambiamento: nuove metodologie per il management della biblioteca; Milano:
hlltiice Bibliográfica, 2003.
230 G estión y planificación en bibliotecas
Las tendencias actuales del marketing por las que aboga Kotler7 se
basan en el comercio electrónico entendido como la capacidad de desarro
llar publicidad en la Web, software que analiza los perfiles y patrones de
comportamiento y recoge de manera explícita e implícita los datos de usua
rios por medio de encuestas on line, plataformas donde los propios usua
rios diseñan los productos que desean o necesitan, comunidades virtuales
que producen la autosegmentación de mercado, y establecen grupos fuer
tes de usuarios para satisfacción o insatisfacción, y redes de cooperación
entre organizaciones.
7. Kotler, P. “¿Hada dónde vamos?”. En: Master en Marketing. Bilbao: Deusto, 2007.
8. Abad García, M.F. Evaluación de la calidad de los sistemas de información. Madrid: Síntesis,
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i aM i iii.o 5. U suarios y estudios de usuarios 233
González Teruel sintetiza muy bien los conceptos que son propios de
cada perspectiva y, por tanto, las características de las mismas.
La perspectiva tradicional estudia las necesidades y deseos de un usua
rio en sí mismas, estudia la demanda desde la perspectiva de un sistema,
estudia el uso a partir de la recuperación en un sistema y la incorporación
de la información sobre lo publicado. La perspectiva emergente estudia la
conducta de un usuario cuando le surge una necesidad y busca informa
ción, estudia el contexto y la situación en que se produce, estudia las otras
alternativas de comunicación y las barreras, y finalmente, estudia la satis
facción y el impacto en el uso de la información.
estudio de usuarios. Desde los años ‘8o autores como Dervin, Wilson, Ellis
y Kuhlthau20 han diseñado modelos basados en la consideración de la con
ducta, el contexto, las diferentes etapas en la búsqueda de información, las
características afectivas, cognitivas y físicas, todos ellos fundamentados en
una estrategia cualitativa-cuantitativa de investigación.
Uno de los modelos que mejor se adaptan al estudio de usuarios como
parte de un proceso planificador en bibliotecas o en servicios de informa
ción en general, es el denominado Modelo de búsqueda de información de
los profesionales, diseñado por Leckie, Pettigrew y Sylvain21 en 1996.
Partiendo de una serie de premisas, los servicios en un contexto organiza-
cional, los procesos como parte de las actividades encomendadas, los roles
y tareas que generan necesidad de información y las variables que condicio
nan y frustran el proceso de búsqueda, se selecciona y analiza una serie de
variables demográficas, de contexto, la frecuencia, importancia, complejidad
y disponibilidad de las fuentes relacionadas con el puesto de trabajo, y otras
variables sobre el conocimiento de fuentes, familiaridad, experiencia previa,
conveniencia, utilidad, coste, calidad, oportunidad, accesibilidad. Al final se
obtiene un resultado aceptable o no aceptable que implica una mejora y
reformulación del sistema y funcionamiento de la organización. Otros mode
los teóricos relacionados con el contexto organizacional y las características
cognitivas y afectivas del usuario, y su comportamiento, los veremos en el
apartado siguiente de investigación en estudios de usuarios.
20. Véase el capítulo 4 de la obra de González Teruel, titulado “Modelos para el estudio de la
conducta informativa", pp. 95-130.
21. Leckie, G.J.; Pettigrew, K.E.; Syvain, C. “Modelling the information seeking of professionals:
a general model derived from research on engineers, health care professionals and lawyers”.
Library Quaterly, vol. 66, n. 2, pp. 161-193.
22. En España existen tres grupos de investigación en estudios métricos: el grupo Scimago, de la
Universidad de Granada, que estudia el contexto de la producción científica a través de indicado
res cienciométricos; el grupo de la Universidad Carlos III, que estudia el análisis de la producción
científica y la evaluación de recursos y servicios, indicadores y técnicas bibliométricas para la ges
tión de servicios de información; y el grupo de la Universidad de Barcelona, I-UIU, sobre el valor y
uso de la información, y Denea, sobre la detección de necesidades de público y comunidad.
lindemos añadir aquellos basados en una estrategia cuantitativa-cualitativa
Mibre usuarios reales y potenciales fundamentados en los programas de cali-
los realizados con la aplicación de programas informáticos como los
'.Memas de Información Geográfica o Libqual para estudios de satisfacción, y
H empleo de técnicas como la Contingent Valuation, y la Social Impact Audit
para los estudios de impacto. Veamos algunos ejemplos.
23. R.D. 1947/1995, 1 de diciembre, Ministerio de Educación y Ciencia, por el que se crea el
Plan Nacional de Evaluación de la Calidad de las Universidades. BOE, 9 de diciembre de 1995.
24. R.D. 408/2001, 20 de abril, por el que se establece el II Plan de la Calidad de las
Universidades. BOE n. 26, 21 de abril de 2001.
240 G e s t ió n y p l a n if ic a c ió n en b ib l io t e c a s
<1 partir de las listas de indicadores disponibles o interesantes para los evalua
dores. De este modo, se eligen como indicadores de satisfacción de usuarios,
los propuestos por la norma ISO 11.620, la satisfacción del usuario con los ser
vicios ofrecidos para uso remoto, de IFLA, y los de JFC (Reino Unido), satisfac
ción global de usuarios, satisfacción con el suministro de documentos, satisfac
ción con los servicios de información, satisfacción con las instalaciones27. El pro
ceso de evaluación del servicio de bibliotecas de la Universidad de Salamanca
constituye un ejemplo del proceso realizado al inicio de esta iniciativa.
Por esos mismos años, en 1998, se crea la Unidad para la Calidad de las
Universidades Andaluzas (UCUA), encargada de implantar en las universida
des andaluzas lo asumido por el I Plan Nacional de Evaluación. La UCUA se
transforma en 2003 en la Agencia Andaluza para la Evaluación, Calidad y
Acreditación Universitaria, y en el ámbito del II Plan Nacional se pone en
funcionamiento el Plan Andaluz de Calidad de las Universidades (2003),
resultado de la colaboración con la Comunidad Autónoma de Andalucía28.
En este mismo año, 2003, se crea la Guía EFQM para la autoevaluación de
bibliotecas universitarias de Andalucía, instrumento base de evaluación,
adaptada del modelo EFQM, que contiene, además, indicadores, tablas de
recogida de datos, matriz de excelencia y directrices para los comités de
evaluación interna y externa. Se publica además un Anexo que incorpora
evidencias y preguntas para facilitar el proceso, construir la matriz DAFO o
formular propuestas de mejora. En cuanto a los usuarios, quizá un elemen
to importante de trabajo del grupo andaluz sean las actuaciones para la ela
boración de cuestionarios para los usuarios, y el estudio de la uniformidad
y tamaño de la muestra adecuada para que el estudio sea riguroso.
27. Véase: Alonso Arévalo, J.; Echeverría Cubillas, M.J.; Martín Cerro, S. “La gestión de las
bibliotecas universitarias: indicadores para su evaluación”, <http://eprints.rdis/org/archi-
ve/ooooo492/oi/lndicadores.pdf> [Consultado 20/04/2007].
28. Para obtener más información sobre esta cuestión consúltese, Grupo de Coordinación de
la Evaluación de Bibliotecas Universitarias de Andalucía, UCUA. La cooperación en la mejora de
la calidad en las bibliotecas universitarias. El caso del grupo de coordinación de la UCUA en
Andalucía. <http://www.anabad.org/archivo/docdow.php?id=i42> [Consultado 20/04/2007].
29. Informe de Autoevaluación de la Biblioteca de la Universidad de Málaga. Febrero, 2004.
<http://www.uma.es/servicios/biblioteca/lnformeAutoevaluacionBibliotecaUMA.pdf.>. Plan Andaluz
de Calidad de las Universidades. Convocatoria 2002. Informe Final de evaluación de la biblio
teca de la Universidad de Málaga. Málaga, diciembre, 2004. <http://www.uma.es/servicios/biblio-
teca/lnformeFinalBibl¡otecaPublicado.pdf> [Consultado 20/04/2007].
244 G e s tió n y p l a n if ic a c ió n en b ib l io t e c a s
30. Véase, La evaluación de las bibliotecas de las universidades públicas de Cataluña: resu
men. (Ci/AvaDef/ResumSpaDef; Doc. 03/41). <http://www.cbuc.es/avaluado/ResumSpaDef.doo
[Consultado 20/04/2007].
( a M tulo 5. U suarios y estudios de usuarios 245
Una de las cuestiones que más dificultades entrañan para los planifi-
1 adores de bibliotecas es la de investigar las relaciones entre el usuario
V mj entorno espacial. Se considera que la población es dinámica espa-
1I.1I y socialmente, y los servicios bibliotecarios deberían estar sometidos
,i continuos cambios.
Planificar bibliotecas en un espacio debe llevar a la consideración de la
población y al uso como un alto dependiente de la localización. En este
pioceso confluyen una serie de factores que afectan al uso de la biblioteca
V deben ser tenidos en cuenta, tales como las características demográficas
do la población, otras de tipo no demográfico, como el uso de medios de
(omunicación y redes sociales, consideraciones socio-económicas de los
usuarios potenciales, factores geográfico-espaciales, la existencia de otros
servicios semejantes en la zona o en una distancia determinada. Las deci
siones de localización pertenecen a las autoridades (gestores y planificado-
íes), por eso es importante contar con buenas herramientas que las ayuden
,1 que las decisiones últimas no afecten negativamente al uso de la biblio-
leca, ya que pueden encontrarse ante la difícil decisión de la conveniencia
de ofrecer un servicio u ofrecer un servicio adecuado. En este sentido, la
aplicación de nuevas tecnologías a la planificación y gestión bibliotecaria
puede resultar de gran utilidad.
La capacidad de un sistema de información geográfica (GIS) para acu
mular, presentar y analizar datos de un determinado entorno proporciona a
los que toman decisiones en bibliotecas una potente herramienta de plani
ficación. No solamente resulta útil para analizar una biblioteca concreta sino
para establecer políticas nacionales o regionales de acuerdo a un análisis
riguroso previo del entorno a varios niveles. En España, cada vez más estas
lecnologías están puestas al servicio de los ciudadanos en el ámbito está
bil, autonómico y local, ya que un GIS posee múltiples aplicaciones en
úreas de territorio, turismo, medio ambiente, patrimonio histórico, lo que
facilita la utilización por parte de las bibliotecas de esta posibilidad favora
ble para la obtención de datos de población y territorio y de un programa
concreto adquirido y puesto en funcionamiento por la Administración.
Permite, de igual modo, reorganizar y evaluar los servicios de bibliote
ca con el uso de nuevas tecnologías y realizar acciones de marketing biblio
tecario de forma más planificada, debido a la posibilidad de realizar estu
dios de mercado más exhaustivos, y de evaluar con más precisión los resul
tados de esas acciones.
248 G e s t ió n y p l a n if ic a c ió n en b ib l io t e c a s
V». Urophy, P. “The evaluation of Public Library Online Services: measuring Impact”. 2002
Wnr,hop series issues papers, n. 1, Resource, London.
252 G estión y planificación en bibliotecas
41. De Domenico, G. “II servizio bibliotecario personalizzato nella rilevazione della qualitá per-
cepita dagli utenti”. Bibtioteche Oggi, 24, 2006, n. 5, pp. 41-47.
42. Véase el ejemplo de la Biblioteca universitaria de Lugano. Piccinini, S. “Valutare ¡l grado di
comprensione delle information literacy skills da parte degli studenti universitari”. Biblioteche
Oggi, 24, 2006, n. 3, p. 17-27.
Capítulo 5. Usuarios y estudios de usuarios 253
43. Markless, S.; Streatfield, D. Evaluating the impact of your library. London: Facet Publishing,
2006. Linley, R.; Usherbood, B. New measures of the new library: a social audit of public libra
rles. London: British Library Board, 1998.
44. Ventura, R. “Introduzione alia Contingent Valuation”. Biblioteche Oggi, 23, 2005, n. 7, pp. 44-62.
45. Aabo, S. The valué of public librarles: a methodological discussion and empirical study
appfying the contingent valuation method. Oslo: Unipub, 2005.
46. Todos los estudios pueden consultarse en <http://travesia.mcu.es>.
254 G e s t ió n y p l a n if ic a c ió n en b ib l io t e c a s
47. La obra de E.M. Rogers ofrece un modelo conceptual que analiza la aceptación de las tec
nologías de la información a partir de la interrelación de éstas con las dimensiones sociales y
psicológicas del usuario, y presenta un análisis teórico riguroso que investiga la difusión de la
innovación en este sentido. Rogers emplea el término innovación como sinónimo de tecnología.
48. Dillon, A.; Morris, M.G. “User acceptance of information technology: theories and models”.
En: Williams, M.E. (ed.), Annual Review of Information Science and Technology, 31. Medford,
NJ: Information Today, Inc., 1996, pp. 3-32.
u h iiiio U s u a r io s y e s t u d io s de u s u a r io s 255
49. Davis, F.D.; Bagozzi, R.P.; Warshaw, P.R. “User acceptance of Computer techology. A compa-
rasion of two theorical models”. Management Science, 35:8, 1989, pp. 982-1003.
256 G e s tió n y p l a n if ic a c ió n en b ib l io t e c a s
Como consecuencia, tendríamos que el uso actual del sistema (US) vendría
determinado por la actitud y la intención de uso (US=A+I) (Fig. 4).
50. Ajzen, I. “The theory of planned behavior”. Organizational Behavior and Human Decisión
Processes, 50, pp. 179-211.
u h iu l o 5. Usuarios y estudios de usuarios 257
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258 G e s t ió n y p l a n if ic a c ió n en b ib l io t e c a s
usuarios potenciales desde los que toman decisiones en los diversos nive
les jerárquicos de la institución, son factores fundamentales durante la pri
mera etapa del proceso. La evaluación de los beneficios, la actitud de la
organización en la incorporación de la innovación como parte de la cultura
corporativa, y el nivel de compromiso adquirido para implementar la inno
vación, influyen en fases posteriores.
(Mi que necesita más tiempo para adoptar una innovación. La mayoría rc/a
ytada adopta las nuevas ¡deas por presiones del entorno, por lo que nece
sita una mayor motivación. Para los tradicionales, el punto de referencia es
(‘l pasado y actúan con reservas en cuanto a la adopción y al papel de los
intermediarios (Fig. 6).
CATEGORÍAS DE USUARIOS
70%'
60%' www.valuebasedmanagement.net
50%- Rogers Adoption/lnnovation Curve
40%-
30%-
20 % -
10 % -
0%.
Laggards
| | Innovadores
Primeros adptantes
I | Mayoría precoz y rezagada
mrm Tradicionales
54. Lederer, A.L. “The role of ease of use, usefulness and attitude ¡n the prediction of World Wide
Web usage”. 1998. <http://cpe.njit.edu/dlnotes/CIS/CIS675 i7.pdf> [Consultado 10/03/2008].
( a M tulo 5. U suarios y estudios de usuarios 261
d(‘ Internet -velocidad de la red o tiempo de espera para visionar una pági
na web, la permanencia de la página en el tiempo y la relevancia de la infor-
nuición- y confirman que el uso de Internet depende de la utilidad del con
tenido de la información y la facilidad de uso de una página web.
Así como el estudio de Lederer y sus colegas se centra en las caracte
rísticas de la innovación, Klobas y Clyde55 aplican un modelo de intención
de comportamiento de uso de Internet basado en la teoría TPB. Identifican
las actitudes de Internet, influencias sociales en su uso y el control perci
bido de la conducta, llegando a la conclusión de que aunque existe una
actitud positiva en el uso de Internet y los recursos aumentan, las actitu
des permanecen estables y en la intención de uso se refleja una necesi
dad de adquirir habilidades. Aunque no se centran en las características de
la innovación, el estudio demuestra que éstas influyen y contribuyen a la
formación de una actitud.
55. Klobas, J.E.; Clyde, L.A. “Adults learning to use the Internet: a longitudinal study of attitu-
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bre de 2007.
2 /8 G e s tió n y p l a n if ic a c ió n en b ib l io t e c a s
3. La imagen corporativa
15. Véase, por ejemplo, cómo aparece reflejado en la página institucional de la empresa DOC6
(http://www.doc6.es).
16. Costa, J. Identidad corporativa. México: Trillas, 1993.
17. Alvesson, M. “Organizaron: from substance to image?". Organizaron Studies, 1990, 11:3,
P* 3 7 3 -39 4 *
C a p ít u l o 6 . C u l t u r a y cum a o r g a n iz a c io n a l en l a b ib l io t e c a 279
4. El contexto profesional
19. Véase el ejemplo del Programa de Imagen Institucional de las Bibliotecas Públicas espa
ñolas, El nuevo identifícador de las Bibliotecas Públicas. Manual de uso. Madrid: Ministerio de
Educación, Cultura y Deporte, 2004.
20. Massísimo i Sánchez de Boado, A. “Marketing bibliotecari: una realitat en desenvolupa-
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21. Olins, W. Corporate identity: making business strategy visible through design. London:
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22. Capurro, R. “Ethical challenges of the information society ¡n the 2iths century”.
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C a p ít u l o 6 . C u ltu r a y c l im a o r g a n iz a c io n a l en l a b ib l io t e c a 281
cambio de las estructuras de las sociedades y las interacciones entre ellas sino
básicamente es la percepción de lo que significa hoy ser humano. Las estructu
ras de gobierno se caracterizan por su extrema complejidad, donde cada una
define su tipo y grado de libertad, cuestión que, en opinión del autor, entra en
contradicción con la norma de los derechos humanos. Pourciau23, al examinar
las relaciones entre tecnología, ley y ética, afirma que es evidente que la ética
juega un papel primario en el establecimiento de una infraestructura informa-
cional, ya que la ley constituye un factor secundario al tener un carácter geopo-
lítico y no representar uniformidad para una comunidad global de derechos
humanos, de ahí que la ética pueda dictar lo extensible a la comunidad global.
La biblioteconomía y documentación se está convirtiendo en la actuali
dad en una profesión más abstracta, nutrida de otras disciplinas que presen
tan dilemas éticos, y sometida a profundos cambios debido a la incorpora
ción de las nuevas tecnologías y este nuevo entorno propiciado por la socie
dad de la información24. La existencia de unos valores éticos comunes y uni
versales, así como las diferencias en la consideración de éstos, reflejan lo
que nuestra profesión es y marcan su evolución en los diferentes ámbitos.
El poder de la ética asumido por un grupo se encuentra representado
en la deontología como teoría del deber aplicado a una profesión. Cortina
enumera cuáles son los elementos que conforman la dimensión ética de
una profesión: la finalidad de la actividad, la formación del carácter, la acti
vidad grupal, las buenas prácticas, los usuarios y la metodología para lograr
un lenguaje común. La actividad profesional adquiere sentido cuando tiene
una finalidad en sí misma, el profesional aprecia el bien de la actividad per
seguida y se ejercita para lograrlo. El carácter, como manera de ser, se va
forjando con la ayuda de la ética, y ayuda a tomar decisiones buenas y pru
dentes basadas en la libertad y responsabilidad, decisiones aceptadas por
todos como grupo que reconoce su originalidad frente a la sociedad y ofre
ce a ésta un conjunto de buenas prácticas como objetivo del bien de la acti
vidad perseguida. Estas buenas prácticas son el resultado de un método
común que refleja el carácter de la profesión y beneficia finalmente a la
sociedad, al usuario, en la calidad del servicio prestado25.
23. Pourciau, L.J. (e<±). Ethics and electronic information in the twenty-first century. West
Lafayette (IN): Purdue University Press, 1999, p. IX.
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282 G e s tió n y p l a n if ic a c ió n en b ib l io t e c a s
26. Froehlich, T. Professionalism and the information professions. Documentación cedida por
el autor.
27. Capurro, R. Ethical challenges... Op. cit.
28. Orick, M.T. “The virtual library: changing roles and ethical challenges for librarians”.
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29. Froehlich, T. “Las preocupaciones éticas de los profesionales de la información acerca de
internet”. Educación y Biblioteca, 1999, noviembre, n. 106, pp. 61-70.
C a p ít u l o 6 . C u l t u r a y cum a o r g a n iz a c io n a l en l a b ib l io t e c a 283
al ámbito de la vida pública, ya que ser responsable significa tener que dar
respuestas a uno mismo y a los otros32.
El principio de responsabilidad sustenta al principio de autonomía debi
do a su doble dimensión: una dimensión personal, como ser individual y
una dimensión social, como ser con vocación comunitaria. Frankel33 recuer
da que la dimensión moral de una profesión pertenece al colectivo y el
excesivo énfasis en lo individual no puede hacer olvidar la importancia de
la estructura social que mantiene al individuo consciente de su comporta
miento, propicia una correcta transmisión de las normas y establece una
correcta relación con los usuarios. La profesión, como grupo, cobra fuerza,
visibilidad, estabilidad, duración en el tiempo, y responsabilidad moral
colectiva de forma independiente a la postura ética de cada uno de sus
miembros, ya que la responsabilidad ética de una profesión está cualifica
da por los valores y deberes de la profesión.
A los principios de autonomía y responsabilidad debemos añadir el con
cepto de conciencia profesional como característica de la dimensión ética
de la profesión. Definimos conciencia como la propiedad que tiene el espí
ritu humano de aplicar juicios normativos espontáneos e inmediatos sobre
el valor de ciertos actos individuales determinados. En opinión de Vázquez
Fernández34, la conciencia psicológica y la conciencia moral pertenecen a la
dimensión individual de una persona. Por la conciencia psicológica somos
dueños de nuestros actos y a través de la conciencia moral establecemos
la voluntad de distinguir entre el bien y el mal fruto de la educación y el
aprendizaje a lo largo de nuestra vida, a partir del conocimiento de los prin
cipios y valores morales, la aplicación de éstos a una acción en una situa
ción concreta, y la decisión de la voluntad de aceptar o rechazar la acción.
La conciencia profesional, sin embargo, corresponde al ámbito de las rela
ciones interpersonales, y este autor la defíne como “una dimensión esen
cial de la conciencia individual que se manifiesta en un comportamiento
social responsable acerca de los deberes específicos de una profesión, des
pués de haber internalizado, asumido y personalizado un código ético,
mediante un proceso de socialización, y de poseer una madurez y equili
brio personal suficientes para estudiar, aplicar y resolver problemas profe
sionales con la mejor competencia y rectitud posibles”35.
32. Vázquez Fernández, F. Ética y deontología de la información. Madrid: Paraninfo, 1991, p. 127.
33. Frankel, M. “Professional codes...”. Op. cit., p. 36.
34. Vázquez Fernández, F. Ética y deontología... Op. cit., pp. 135-137.
35. Ibídem, p. 147.
C a p ít u l o 6 . C u l t u r a y c l im a o r g a n iz a c io n a l en l a b ib l io t e c a 285
36. Parsons, T. Ensayos de teoría sociológica, p. 321. Cit. Por Vázquez Fernández, F. Ética y
deontología... Op. cit., pp. 149-150.
37. Ibídem, p. 35.
38. Vázquez Fernández, F. Ética y deontología... Op. cit., p. 123.
286 G e s t ió n y p l a n if ic a c ió n en b ib l io t e c a s
6. Los valores
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49. Kirk, J.; Poston-Anderson, B. “Life valúes of library and information students and faculty”.
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disciplinary context”. [En línea]. <http://ellib.gpntb.rU/doc/7/d7_8.htm>. [Consultado 26/05/06].
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9-august 2003, Berlín. 089-E, 11 p.
55. Cancho Castellano, F. y otros. “Estudio de valores éticos aplicados a profesionales de la
información en España y América Latina”. En: Foro Social de Información, Documentación y
Bibliotecas. Buenos Aires, 26-28 de agosto de 2004. [En línea], <http://www.inforosocial.org/>.
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290 G e s t ió n y p l a n if ic a c ió n en b ib l io t e c a s
56. Una amplia relación de códigos deontológicos aparecen traducidos al español en el Boletín
de la Anabad Ll (2001), n. 3. Todos los mencionados en este trabajo se encuentran en esta
publicación.
57. “Codi deontológico del Col.legi Oficial de Bibliotearis-Documentalistes de Catalunya”. [En
línea] <http://www.cobdc.org/collegi/codi_deontologic.html> [Consultado 30/10/2006].
C a p ít u l o 6 . C u ltu r a y c l im a o r g a n iz a c io n a l en l a b ib l io t e c a 291
Esto puede llevar a formularnos otra pregunta: ¿los códigos son de obli
gado cumplimiento? Cuando un código deontológico es elaborado y aproba
do por consenso se supone que va a ser observado y cumplido por todos.
No obstante, al movernos en el terreno de la ética y no en el terreno legal
se ofrece una total libertad de actuación del individuo. La ética ordena cum
plir un deber pero pone en acción la libertad individual, a diferencia de la
ley, que supone una obligatoriedad socializada. La ética se basa en normas
8. El factor humano
72. IFLA’s Section on Educational and Training. Guidelines for professional library 'Information edu-
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73. Association for Library and Information Science Education. Position Statement on information ethics
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298 G e s tió n y p l a n if ic a c ió n en b ib l io t e c a s
Los estándares éticos de una profesión se definen con más fuerza cuan
do están preservados por una asociación o colegio profesional. No obstante,
y a pesar de que la adopción de un código de ética se realiza por consen
so, esta circunstancia no garantiza que el código vaya a ser observado en la
práctica por todos sus miembros, tal y como lo demuestran los estudios de
Hovekamp74, o los ya aludidos de Koehler y Pemberton, Horvat, Branch o
Cancho Castellano y otros, en donde se manifiesta que el hecho de estar aso
ciado no implica necesariamente conocer el código deontológico, aceptar,
respetar y conceder importancia a todos los valores definidos en igual medi
da, o marcar una diferencia en conocimiento y consideración de los valores
respecto a los profesionales no asociados. Por este motivo, se considera
importante que las asociaciones y colegios profesionales, además de contar
con un documento escrito, establezcan mecanismos sociales de aprendizaje,
difusión y visibilidad de su práctica entre todos los profesionales.
Las organizaciones pertenecientes al ámbito de la sociedad de la infor
mación y relacionadas con nuestra profesión, experimentan en la actualidad
serias dificultades para responder a dilemas éticos debido a las presiones
socioeconómicas a las que se ven sometidas. A veces no cuentan con polí
ticas claras que aseguren el comportamiento de sus miembros, y otras, se
ven obligadas a trabajar en contra de todo comportamiento ético. En este
caso, la respuesta debe emerger de dentro, de la cultura organizacional, y
debe materializarse en un código deontológico.
74. Hovekamp, T.M. “Work valúes among professional employees ¡n Union and Nounion
Research Library Institutions”. Journal of Applied Social Psychology, 24, 1994, pp. 981-993.
C a p ít u l o 6 . C u ltu r a y c l im a o r g a n iz a c io n a l en l a b ib l io t e c a 299
75. Lozano Díaz, R. La biblioteca pública del siglo XXI: atendiendo clientes, movilizando per
sonas. Gijón: Trea, 2006, pp. 74-75.
300 G e s tió n y p l a n if ic a c ió n en b ib l io t e c a s
76. Véase los trabajos de Tejada Artigas, C.; Rodríguez Yunta, L. “Sistematizaciones de competen
cias de los profesionales de la información. Valoración de la relación de Decidod por los asocia
dos de SEDIC”. El Profesional de la Información, 2003, enero-febrero, vol. 12.; Relación de euro-
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Biblioteca d igital: conceptos, G estió n y p la n ifica ció n Nuevas tecnologías para nuevas
recursos y estándares en b ib lio te c a s [N] bibliotecas: desarrollo de servicio
Saúl M. Equiha Giovanni Solimine, de información electrónica
Giovanni Di Domenico José Ángel Martínez Usero
Biblioteca escolar: y Margarita Pérez Pulido
Usuarios y servicio s Pautas de a ccesib ilid a d
Gabriel del Valle Cuozzo, Historia d el libro: web para bibliotecas
María del Carmen Ladrón Texto e im ágenes [ 2 - edición]
de Guevara y Marcela Verde Matilde Tagle Jhon Alexander González Flórez
E l elemento constitutivo de una biblioteca consiste en formar una colección y proyectar sus
servicios con el fin de responder a determinados objetivos, sirviendo a una comunidad de
usuarios. Sin esta fuerte convicción en los objetivos y la proyección al servido, la colección
permanece inerte y tal vez no podría ni siquiera llamarse biblioteca a esta organización.
El servicio es el corazón del negocio de la biblioteca. La adopción de m etodologías de
gestión responde a las exigencias íntimas de una administración eficaz que optimiza
resultados, llevando a cabo su cometido.
Las culturas y las prácticas de la calidad han entrado en el horizonte de las bibliotecas.
Se incorporan a la gestión y planificación conceptos como: centralidad en el usuario;
mejoramiento continuo; una visión global de los problemas; y la gestión basada en los
procesos, con m odelos transversales de responsabilidades compartidas en función de
resultados (en lugar de ftiodelos jerárquicos).
Gracias a los estudios de usuarios obtenem os una información fundamental para orien
tar las acciones de la biblioteca. Son la base para confeccionar un plan de marketing
que busque llegar a los lectores reales y potenciales de la institución y, sobre todo,
permita conocer sus necesidades y expectativas, de m odo de alcanzar su satisfacción.
La gestión por proyectos es una de las metáforas organizativas que mejor encierran un
cambio cultural y operativo marcado profundam ente por la transformación. Se com pone
de un conjunto de valores, recursos, técnicas y proyectos encaminados a introducir
nuevas y avanzadas soluciones organizativas, administrativas, tecnológicas, productivas
y de servicios. Al enfatizar en procesos de cambios constantes en el tiempo, es posible
transformar el m odo de ser y de obrar de una organización bibliotecaria y se pueden
desarrollar y difundir procesos de aprendizaje individual y organizativo.
Una cultura corporativa nace y se desarrolla fruto de las relaciones con la sociedad,
con la propia organización y con cada una de las personas que forman parte de ella.
Su dimensión ética la encontram os en los valores com partidos y en el conjunto de
principios de com portam iento dentro de la organización que se transmiten a los nue
vos miem bros. La cultura corporativa traduce los valores en com portam ientos a nivel
individual de sus m iem bros, que lo demuestran en sus prácticas de trabajo.
La biblioteconom ía del siglo XXI es un desafío apasionante que se ha revitalizado por
la evolución de las nuevas tecnologías, la profesionalización de los bibliotecarios, el
crecimiento exponencial de contenidos y las nuevas concepciones sobre los usuarios y
la gestión. Una invitación que se gu ra m en te , como bibliotecarios, será de placentera
aceptación.
Alfagrama
Ediciones
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