PROCESO DESHIDRATACIÓN DE UVILLA

La planta de deshidratado está ubicada en una zona rural, es un terreno de media hectárea,
rodeada de lo que los comunarios llaman monte (flora o vegetación local tupida). Pero tiene
algunas casas rodeándolas, usualmente las familias de los trabajadores de la planta.

En la zona es usual la cacería, sobre todo de chancho de monte, pero se incrementa cuando se
contrata al personal exte3rno para descargar los camiones. Es usual que la comunidad haga
olla común con los animales cazados luego de terminada una jornada de trabajo.

La uvilla llega a la planta en camiones y se descarga manualmente, cargando las cajas de

madera. Se contrata personal externo para descargar cuando llegan más de dos camiones a la
vez y eso sucede cuando el camino de ingreso a la planta se ha desmontado (limpiado toda la
maleza, arbustos y pequeños árboles)

Para sacarle la cáscara a la uvilla hay que usar unas cuchillas pequeñas, en un proceso manual
realizado sobre mesas. Las trabajadoras llevan varios años trabajando y son bastante diestras.
Se sabe que al principio, una trabajadora nueva se hace pequeños cortes en los dedos casi a
diario, luego de unas semanas los cortes son ocasionales.

Toda la uvilla que no cumple con los requisitos para entrar al proceso se desecha en un lote
vacío que está detrás de la planta. Usualmente está lleno de moscas porque a veces los
vecinos botan basura ahí mismo.

El agua que se usa en la empresa es de pozo propio. No se cuenta con planta de tratamiento
de agua y toda el agua usada se desfoga al cauce del río cercano. Las trabajadoras reciben
botas de goma porque el suelo del área de lavado está siempre mojado

Las bandejas de secado son pesadas, las trabajadoras las mueven entre dos personas.

Cuando se está envasando la uvilla es frecuente que se caigan algunas, luego las trabajadoras
las pisan al caminar.

Las bolsas ziploc son de polipropileno, plástico, ocasionalmente llegan falladas o se rompen al
desembalar. Todas las bolsas rotas se usan para algunas otras tareas y luego se botan a la
basura.
El etiquetado es manual, repetitivo. Las trabajadoras dicen que después de terminar el
etiquetado sienten adormecidas sus manos. Todas las etiquetas rotas se botan directamente a
la basura.

El almacén es una estructura nueva, tiene aire acondicionado. Para construirlo se talaron
varios árboles y se ha pavimentado toda el área circundante, también cuenta con una batería
de baños y duchas para los trabajadores y cuenta con un generador eléctrico con motor a
gasolina que provee de energía también a las viviendas de los trabajadores más cercanas.