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LECCION 5

LÍDER: Pregúnteles de que se trató la lección anterior, que fue lo más importante.
¿Cómo les fue en la semana?, ¿Si lograron compartir la palabra de Dios, con cuantos,
alguien se convirtió? ¿Han Leído la Biblia, cuantos capítulos? ¿Han orado o están
orando? ¿Han hecho el devocional, o han estado en el lugar secreto? ¿Han logrado sus
compromisos? ¿Saben cómo compartir su historia o practicamos?

Antes de compartir el estudio comenta que detrás de todo lo que hacemos hay una
convicción, de lo contrario no lo haríamos, y que nuestra vida cristiana se rige por las
convicciones que nosotros tengamos.

Cómo caminar en el poder de Dios


Hechos 4:23-37

Puestos en libertad, los dos apóstoles fueron a reunirse con la iglesia y contaron todo lo
que les había pasado. Uno podría pensar que ante lo sucedido, se apoderaría de la iglesia
una gran depresión al considerar los problemas que se les venían encima. Pero lo que ni
siquiera les pasó por la cabeza fue que tenían que obedecer al Sanedrín y dejar de hablar
de Jesús. Sin embargo, la reacción inmediata de la iglesia fue la de dirigirse a Dios en
oración y vinieron grandes convicciones que fortalecieron sus vidas. ¿Cuáles son esas
convicciones?

1. Estaban convencidos del poder de Dios (Hechos 4:24-26)

El Creador y Sustentador de todas las cosas estaba de su parte. Una vez, el enviado del
Papa amenazó a Lutero con lo que le sucedería si persistía en su actitud, y le advirtió que
todos los que parecía que estaban con él lo abandonarían. “¿Dónde te encontrarás
entonces?” –le preguntó. “Entonces, como ahora –le contestó Lutero- en las manos de
Dios”. Para los cristianos, quién está con nosotros es más que todos los que puedan estar
en contra.

¿Qué tan convencido estás del poder de Dios en tu vida? ¿Crees verdaderamente que el
Señor puede ayudarte en tu problema? ¿Crees que tiene el poder para cumplir todo lo
que te ha dicho? (Lucas 1:37; Hebreos 13:8)

2. ¿Estaban convencidos del sacrificio de Jesús? (Hechos 4:27-28)


Recordaron cómo había sufrido su Maestro y cómo había triunfado; y ese recuerdo les
devolvió la confianza que necesitaban para seguir adelante con su propósito. Es notable
que los discípulos no pidieran a Dios que los librara del dolor, ni de la persecución, ni
siquiera de la muerte. Tampoco mostraron odio o pidieron castigo para los enemigos.
Dijeron simplemente: “Señor, mira sus amenazas”.

¿De qué manera el sacrificio de Jesús te infunde valor y esperanza? A Satanás le gusta usar
el temor y la duda para desanimar a los creyentes. Sabe que si logra hacerte cuestionar a
Dios, tal vez te des por vencido y abandones la voluntad de Dios para tu vida. Es por eso
que para alejarte de la duda y el desánimo tienes que proclamar y estar convencido de tu
fe en Jesucristo.

3. ¿Estaban convencidos del poder de la oración? (Hechos 4:29-31)

No pretendieron enfrentarse con la situación dependiendo de sus propias fuerzas, sino


que buscaron el poder que está por encima de todo. ¿Qué pidieron esos cristianos?
Oraron para obtener: valor para anunciar la Palabra de Dios sin miedo, y la manifestación
de poderes milagrosos para demostrar o confirmar que el mensaje de los discípulos
provenía de Dios.

La oración es la llave para abrir los cielos. (Santiago 5:16) promete: “La oración eficaz del
justo puede mucho”. Cuando terminaron de orar, Dios les manifestó su presencia,
haciendo temblar el lugar en donde estaban reunidos , y todos fueron infundidos del
Espíritu Santo. Así los primeros discípulos continuaron anunciando la Palabra de Dios con
gran valentía, a pesar de la advertencia hecha por el tribunal supremo de la nación judía.

Nuestra autosuficiencia siempre detendrá la mano de Dios, pero nuestra dependencia de


Él permitirá que el poder del Espíritu Santo obre maravillosamente en nuestras vidas.

CONCLUSIÓN: El poder del Espíritu de Dios queda obstaculizado cuando no caminamos


con Él y hay duda y temor. Pero no nos imaginemos que nuestros esfuerzos bastarán para
traer a otros a Cristo. Tenemos que recordar que es el “Espíritu el que da la vida”. Junto
con nuestro testimonio debe darse el crecimiento del poder invisible que puede hacer que
los corazones se vuelvan hacia Él.

LÍDER: Para reflexionar pregunta a los asistentes si tienen estas convicciones en su vida,
y ora para que el Espíritu Santo los afirme. Minístrales el Espíritu Santo.

Tarea para la semana: Orar por tus vecinos y amigos, Compartir con tres personas tu
testimonio y la fe en Cristo. Leer (Hechos 5-7, Salmos 1-5 y Juan 5-7) hacer
devocionales, ¿Con quién compartirás estas lo que aprendiste hoy?

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