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LA TRANSFUSION DE SANGRE EN PACIENTES CRITICOS: DESAFISO Y

ALTERNATIVAS

La transfusión de sangre en pacientes críticos representa una intervención crucial


en la medicina moderna, destinada a restablecer la homeostasis circulatoria y
garantizar la oxigenación adecuada de los tejidos en situaciones de pérdida
sanguínea significativa. Este procedimiento se implementa en una variedad de
escenarios médicos, desde cirugías mayores hasta traumatismos graves y
afecciones médicas que resultan en anemia severa. Sin embargo, a pesar de su
utilidad innegable, la transfusión de sangre no está exenta de riesgos y
complicaciones que deben ser meticulosamente evaluados y gestionados.

Entre las complicaciones más comunes asociadas con la transfusión de sangre se


encuentran las reacciones alérgicas, que pueden manifestarse desde síntomas
leves hasta respuestas anafilácticas graves. La sobrecarga de volumen representa
otro riesgo, especialmente en pacientes con enfermedades cardíacas
preexistentes. Adicionalmente, existe la posibilidad de transmisión de infecciones a
través de la sangre, a pesar de los rigurosos protocolos de selección de donantes
y pruebas de detección. Complicaciones más graves incluyen la lesión pulmonar
aguda relacionada con la transfusión y la lesión hemolítica aguda, ambas con
consecuencias potencialmente mortales.

El proceso de transfusión de glóbulos en pacientes críticos exige una ejecución


minuciosa y coordinada, destacando la importancia del trabajo en equipo en el
ámbito médico. Desde la fase inicial de evaluación del paciente hasta la
documentación detallada de cada paso, la colaboración entre profesionales de la
salud es esencial. La evaluación del paciente, realizada a cabo por médicos y
enfermeras, sienta las bases críticas para el proceso. Las prescripciones médicas
son verificadas por enfermeros y auxiliares de enfermería, quienes garantizan la
compatibilidad y seguridad de las unidades de sangre. Este primer punto subraya
la necesidad de una comunicación clara y efectiva entre los miembros del equipo,
asegurando que la información crítica se comparta de manera precisa.
A medida que la transfusión se inicia, el establecimiento de un acceso vascular
seguro es responsabilidad del personal de enfermería, subrayando la importancia
de su habilidad clínica. La monitorización continua durante la administración,
incluyendo signos vitales y posibles reacciones adversas, requiere una atención
meticulosa por parte de todo el equipo. La comunicación constante se vuelve
crucial en este punto, con la necesidad de notificar rápidamente cualquier cambio
en la condición del paciente.

La respuesta coordinada frente a reacciones adversas, liderada por el equipo de


enfermería y apoyada por la experiencia médica, refleja la sinergia necesaria para
enfrentar situaciones imprevistas. La documentación detallada, una tarea
compartida entre varios profesionales, asegura un registro preciso y completo de
cada aspecto del procedimiento.

Ante este panorama de riesgos, surge la interrogante fundamental: ¿SE PUEDE


EVITAR LA TRANSFUSIÓN EN PACIENTES CRÍTICOS? Esta pregunta lleva
consigo el desafío de explorar alternativas y optimizar los enfoques médicos.
Estrategias como la administración de hierro intravenoso para corregir la
deficiencia de hierro, el uso de eritropoyetina para estimular la producción de
glóbulos rojos y las técnicas de conservación de sangre se han perfilado como
opciones para reducir la necesidad de transfusiones. Además, las prácticas
quirúrgicas avanzadas, la monitorización hemodinámica precisa y la atención
preoperatoria enfocada en la optimización de la hemoglobina buscan minimizar la
pérdida sanguínea durante los procedimientos quirúrgicos.

A pesar de estos avances, la evitación total de la transfusión en pacientes críticos


puede no ser factible en todos los casos, especialmente en situaciones de
emergencia o pérdida sanguínea masiva. La toma de decisiones debe ser
individualizada y basada en una evaluación integral de los riesgos y beneficios,
considerando las necesidades específicas de cada paciente. En este contexto, la
investigación continua, la educación médica y el desarrollo de tecnologías
innovadoras son esenciales para mejorar la atención y reducir al mínimo la
dependencia de la transfusión de sangre, mitigando así los riesgos asociados.

BIBLIOGRAFIAS

1. Organización Mundial de la Salud. Transfusión de sangre. Ginebra: OMS;


2009. Disponible en: http://www.who.int/topics/blood_transfusion/es.
2. Flores Chávez OR, Jiménez Sánchez RC, Arias Rico J, Reynoso Vázquez
J, Sánchez Padilla ML. Intervenciones de enfermería en la transfusión
sanguínea. México: Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. (SF).
Disponible en www.uaeh.edu.mx/scige/boletin/icsa/n9/p11.html.
3. Vargas Z, Calderón A. Conocimiento de los profesionales enfermería sobre
normativa de trasfusión de hemo componentes. Revenf. 2018; 35:1-16.
DOI: https://doi.org/10.15517/revenf.v0i35.32747.

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