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Dudeney
Reseña
Índice
Henry Ernest Dudeney
Nota
Prefacio
I. Problemas aritméticos y algebraicos
II. Problemas geométricos
III. Problemas con fichas móviles
IV. Problemas de recorrido
V. Problemas de combinación y agrupamiento
VI. Problemas ajedrecísticos
VII. Acertijos de medida, peso y empaquetado
VIII. Problemas de cruce del río
IX. Problemas con juegos
X. Juegos con acertijos
XI. Problemas varios
Nota
Prefacio
fáciles. Pero aun los ejemplos que lucen más sencillos se deben
abordar juiciosamente, pues una y otra vez el lector descubrirá
escollos o trampas más o menos sutiles. Es buen ejercicio cultivar el
hábito de ser muy cautos al leer un acertijo. Nos enseña precisión y
cautela. Pero algunos problemas son huesos duros de roer, y no son
indignos de la atención del matemático avezado. Los lectores sin
duda seleccionarán de acuerdo con sus predilecciones.
En muchos casos sólo brindamos la respuesta. Esto deja al
principiante algo que hacer por su cuenta al elaborar el método de
solución, y ahorra espacio que se desperdiciaría desde la
perspectiva del estudiante avanzado.
Por otra parte, en ciertos casos que considero de particular interés,
presento soluciones extensas y trato los problemas de manera
general. El lector comprobará que las notas sobre un problema a
menudo sirven para elucidar muchos otros del libro, de manera que
las dificultades se despejarán a medida que avance. Donde es
posible decir algo de manera que lo entienda “el común de las
gentes”, prefiero usar frases sencillas, y así ganarme la atención y el
interés de un público más amplio. En tales casos, el matemático no
tendrá dificultad para expresar el asunto de marras con sus
familiares símbolos.
He leído las pruebas con muchísimo cuidado, confiando en que se
hayan deslizado muy pocos errores. Si tal fuera el caso, sólo puedo
alegar, en palabras de Horacio, que “el buen Homero a veces se
adormila”, o, como dijo el obispo, “Ni siquiera el cura más joven de
mi diócesis es infalible”.
Capítulo I
Problemas aritméticos y algebraicos
“¿Y qué era él? Por cierto, un gran
aritmético.”
SHAKESPEARE, Otelo, I, i.
Contenido:
Acertijos con dinero
Acertijos de edad y parentesco
Acertijos con relojes
Acertijos de locomoción y velocidad
Acertijos digitales
Problemas aritméticos y algebraicos varios
§ 1. Extraña coincidencia
Siete hombres, que se llamaban Adams, Baker, Cárter, Dobson,
Edwards, Francis y Gudgeon, se habían embarcado recientemente
en una partida de un juego cuyo nombre no tiene relevancia.
Habían convenido en que cada vez que un jugador perdiera una
partida duplicaría el dinero de cada uno de los demás jugadores, es
decir, debía dar a los jugadores tanto dinero como ellos ya tenían en
el bolsillo. Jugaron siete partidas y, por extraño que resulte, cada
cual perdió una partida, en el orden en que se presentan sus
nombres. Pero la coincidencia más curiosa es la siguiente: cuando
terminaron de jugar cada uno de los siete tenía exactamente la
misma cantidad -ciento veintiocho peniques- en el bolsillo. El
acertijo consiste en averiguar cuánto dinero tenía consigo cada cual
antes de sentarse a jugar.
Solución:
Los viejos libros suelen resolver los acertijos de esta clase mediante
el tedioso proceso de “deducir retrospectivamente”. Pero he aquí una
sencilla solución general: Si hay n jugadores, la cantidad que tenga
cada jugador al final será m(2n), por lo que el último perdedor debía
Solución:
Hay siete modos de distribuir el dinero: 5 mujeres y 19 hombres, 10
mujeres y 16 hombres, 15 mujeres y 13 hombres, 20 mujeres y 10
hombres, 25 mujeres y 7 hombres, 30 mujeres y 4 hombres, y 35
mujeres y 1 hombre. Pero el último caso no debe contarse, porque la
condición era que hubiera “hombres”, en plural. En consecuencia,
la respuesta es seis años.
Solución:
Los comensales presentes en la ocasión sumaban siete parejas, diez
hombres solos y una dama sola. Así, había veinticinco personas en
total, y por los precios fijados pagaron 1.200 peniques en total.
§ 4. Carne y salchichas
—Una vecina mía ―dijo la tía Jane― compró cierta cantidad de
carne a 24 peniques la libra, y la misma cantidad de salchichas a
18 peniques la libra. Le señalé que si hubiera dividido
equitativamente el mismo dinero entre la carne y las salchichas
habría ganado dos libras en el peso total. ¿Puedes decirme
exactamente cuánto gastó?
Solución:
La dama compró 48 libras de carne a 24 peniques, y la misma
cantidad de salchichas a 18 peniques, gastando así 2.016 peniques.
Si hubiera comprado 42 libras de carne y 56 libras de salchichas,
habría gastado 1.008 peniques en cada artículo, y habría obtenido
98 libras en vez de 96, ganando 2 libras de peso.
§ 5. Dando cambio
Todos conocemos las dificultades que a menudo se presentan con el
cambio, y sabemos que a veces la asistencia de un tercero con
algunas monedas en el bolsillo nos ayuda a resolver el problema. He
aquí un ejemplo. Un inglés entró en una tienda de Nueva York y
compró mercancías a un coste de treinta y cuatro céntimos de
dólar. El único dinero que tenía era un dólar, una moneda de tres
céntimos y una de dos céntimos. El comerciante tenía sólo medio
dólar y un cuarto de dólar. Pero había otro cliente allí, y cuando le
pidieron ayuda extrajo dos monedas de diez céntimos, una de cinco,
una de dos y una de uno. ¿Cómo se las apañó el comerciante para
dar cambio? Recordemos que un dólar contiene cien céntimos. Un
Solución:
El modo de ayudar al comerciante americano es el siguiente.
Nombrando las monedas por la cantidad de céntimos que
representan, el comerciante pone sobre el mostrador 50 y 25; el
comprador pone 100, 3 y 2; el extraño añade 10, 10, 5, 2 y 1. Ahora
bien, considerando que el coste de la compra sumaba 34 céntimos,
es claro que de todo el dinero que se ha juntado el comerciante debe
recibir 109, el comprador 71 y el extraño 28 céntimos. Por ende, es
obvio que la pieza de 100 debe ir al comerciante, y luego se sigue
que la de 50 debe ir para el comprador, y la de 25 sólo puede ir para
el extraño. Ahora bien, las dos monedas de 10 céntimos deben ser
para el comprador, ya que el comerciante sólo requiere 9 céntimos y
el extraño 3 céntimos. Entonces es manifiesto que el comprador
debe tomar la de 1 céntimo, que el extraño debe tomar la de 3
céntimos y el comerciante las de 5, 2 y 2. Resumiendo, el
comerciante lleva 100, 5, 2 y 2; el comprador, 50, 10, 10 y 1; el
extraño, 25 y 3. Nótese que ninguna de las tres personas retiene
ninguna de sus propias monedas.
Solución:
El joven de los comestibles fue demorado medio minuto y el joven de
las telas ocho minutos y medio (diecisiete veces el tiempo del
anterior), lo cual totaliza nueve minutos. El joven de los comestibles
tardó veinticuatro minutos en pesar el azúcar y, contando ese medio
minuto de demora, pasó 24 minutos y 30 segundos en la tarea; pero
el joven de las telas sólo efectuó cuarenta y siete cortes para dividir
el rollo de tela, que contenía cuarenta y ocho yardas, en piezas de
una yarda. Esto le llevó 15 minutos y 40 segundos, y cuando
sumamos los ocho minutos y medio de demora obtenemos 24
minutos y 10 segundos, con lo cual es evidente que el vendedor de
telas ganó la carrera por veinte segundos. Muchos intentan
resolverlo cometiendo el desliz de calcular cuarenta y ocho cortes
para dividir el rollo en cuarenta y ocho piezas.
§ 7. Comprando higos
Aunque el siguiente acertijo trata sobre la compra de higos, nadie
podrá decir que le importa dos higas, pues su rara solución es muy
interesante. Aunque a primera vista parece disparatado, todo
funciona si lo examinamos correctamente.
Un hombre fue a una tienda a comprar higos. Dijo que quería un
penique de higos, y le dieron cinco higos.
—No es suficiente —señaló—. Falta un sexto.
—Pero si le doy un higo más —respondió el comerciante—, tendrá
usted cinco de sobra.
Lo más raro es que ambos tenían razón. ¿Cuántos higos debería
recibir el comprador por 30 peniques?
Solución:
Para la resolución de este acertijo nos interesa la interpretación
exacta de las palabras utilizadas por el comprador y el vendedor.
Presentaré la pregunta de nuevo, esta vez añadiendo unas palabras
para aclarar más el asunto. Las palabras añadidas figuran en
bastardilla.
Un hombre fue a una tienda a comprar higos. Dijo que quería un
penique de higos, y le dieron cinco higos.
—No es suficiente —señaló—. Falta un sexto.
—Pero si le doy un higo más —respondió el comerciante—, tendrá
usted cinco sextos de sobra.
Lo más raro es que ambos tenían razón. ¿Cuántos higos debería
§ 8. Ladrón de bicicletas
He aquí un pequeño intríngulis que siempre se presenta con
diversos disfraces. Un ciclista compró una bicicleta por 15 libras y
pagó con un cheque de 25 libras. El vendedor fue a una tienda
vecina y logró cambiar el cheque. El ciclista, tras recibir el cambio
de 10 libras, montó en la bicicleta y desapareció. Resultó ser que el
cheque no tenía fondos, y el tendero vecino pidió al vendedor que le
reintegrara la suma que le había dado. El vendedor tuvo que pedir
prestadas las 25 libras a un amigo, pues el ciclista no había dejado
su domicilio y se desconocía su paradero. Ahora bien, teniendo en
cuenta que la bicicleta le había costado 11 libras al vendedor,
¿cuánto dinero perdió en total?
Solución:
Se dan muchas respuestas absurdas a esta pregunta, y sin embargo
es muy sencilla si uno tiene en cuenta que el vendedor no puede
haber perdido más de lo que el ciclista robó. Este se fue con una
§ 9. La edad de ambos
—La edad de mi esposo —señaló el otro día una dama— se
representa invirtiendo los números de mi propia edad. Él es mayor
que yo, y la diferencia entre nuestras edades equivale a una
undécima parte de la suma de ambas.
Solución:
La edad del caballero era 54 años y la de su esposa 45 años.
Solución:
Si en el momento de las nupcias la persona mayor tenía tres veces
la edad de la menor, la edad de esta última debe ser igual a la
cantidad de años que faltan para que la persona mayor la duplique
en edad. En nuestro caso fue dieciocho años después; en
consecuencia, la señora Timpkins tenía dieciocho años el día de la
boda, y su esposo cincuenta y cuatro.
Solución:
La edad de Tomasito era 9 años y tres quintos. La edad de Ann era
16 y cuatro quintos, la edad de la madre 38 y dos quintos, y la del
padre 50 y dos quintos.
§ 12. Vecinos
Había dos familias de vecinos, los Jupp y los Simkin. La edad
sumada de los cuatro integrantes de la familia Jupp totalizaba cien
años, y la edad sumada de los Simkins totalizaba lo mismo. Se
descubrió que, en cada familia, la cantidad obtenida sumando el
cuadrado de la edad de cada hijo al cuadrado de la edad de la
Solución:
El señor Jupp, 39; la señora Jupp, 34, Julia, 14 y Joe 13; el señor
Simkin, 42, la señora Simkin, 40; Sophy, 10 y Sammy, 8.
Solución:
En la fiesta se encontraban dos niñas y un niño, la madre y el padre
de ellos, y el padre y la madre de este último.
Solución:
Si los 65 minutos se cuentan sobre la esfera del mismo reloj, el
problema sería imposible, pues las manecillas deben coincidir cada
65 5/11 minutos (según lo muestra la esfera), y no importa si
§ 15. El aldeano
Un individuo jocoso que daba un paseo por la campiña se encontró
con un rústico sentado en un portón. Como el caballero no conocía
bien el rumbo, pensó en hacer preguntas al lugareño, pero a
primera vista llegó apresuradamente a la conclusión de que el
hombre era el idiota de la aldea. Por tanto, decidió poner a prueba
la inteligencia del sujeto haciéndole la pregunta más simple que se
le ocurrió.
—¿Qué día de la semana es hoy, mi buen hombre? —preguntó.
He aquí la ingeniosa respuesta que recibió:
—Cuando pasado mañana sea ayer, hoy estará tan lejos del
domingo como hoy lo estaba del domingo cuando anteayer era
mañana.
¿Puede el lector decir qué día de la semana era? Es evidente que
este campesino no era tan tonto como parecía. El caballero continuó
la marcha, confundido, pero más sabio.
Solución:
El día de la semana en que se entabló la conversación era domingo.
Pues cuando pasado mañana (martes) sea “ayer”, “hoy” será
miércoles; y cuando anteayer (viernes) era “mañana”, “hoy” era
jueves. Hay dos días entre el jueves y el domingo, y entre el domingo
y el miércoles.
Solución:
La posición de las manecillas en la ilustración sólo puede indicar
que el reloj se detuvo 44 minutos 51 1143/1427 segundos después de
las once. El segundero estaría entonces “exactamente a medio
camino” entre las otras dos manecillas a los 45 minutos 52 496/1427
Solución:
La distancia es de 6 ¾ millas.
Solución:
La distancia era de 60 millas. Si sir Edwyn partía al mediodía y
recoma 15 millas por hora, llegaría a las cuatro, con una hora de
antelación. Si viajaba a 10 millas por hora, llegaría a las seis, con
una hora de retraso. Pero si viajaba a 12 millas por hora, llegaría al
castillo del malvado barón exactamente a las cinco, la hora
convenida.
Solución:
Multiplique la cantidad de patatas por ese número menos uno y por
el doble del número menos uno; luego divida por 3. Así, 50 × 49 ×
99 da 242.550, lo que, dividido por 3, da 80.850 yardas como
respuesta correcta. El niño tendría pues que caminar más de 70
kilómetros, una grata recreación después de un día de trabajo.
Acertijos digitales
“Nueve dignidades las llamaban.”
DRYDEN, La flor y la hoja
Presento estos acertijos que tratan sobre los nueve dígitos (una
clase en sí mismos) porque siempre he pensado que merecen más
consideración de la que habitualmente reciben. Además del mero
truco de “la prueba del nueve”, muy poco se sabe en general acerca
de las leyes relacionadas con estos problemas, aunque cierto
conocimiento de las propiedades de los dígitos a menudo ofrece,
entre otras cosas, verificaciones aritméticas que son realmente
útiles para ahorrar trabajo. Daré un ejemplo, el primero que se me
ocurre.
Si pidiéramos al lector que determinara si 15.763.530.163.289 es el
cuadrado de un número, ¿cómo procedería? Si el número hubiera
terminado en 2, 3, 7 u 8, sabría que no puede ser un cuadrado,
pero nada en su forma aparente le impide a éste serlo. Sospecho
que en tal caso el lector emprendería, con un suspiro o un gruñido,
ante la ímproba tarea de extraer la raíz cuadrada. Pero si prestara
cierta atención al estudio de las propiedades digitales de los
números, zanjaría la cuestión de este modo sencillo. La suma de los
dígitos es 59, cuya suma es 14, cuya suma es 5 (al cual denominaré
“raíz digital”) y por tanto sé que el número no puede ser un
cuadrado, y por esta razón. La raíz digital de sucesivos cuadrados
de 1 hacia arriba es siempre 1, 4, 7 o 9, y nunca puede ser otra
cosa. De hecho, la serie 1, 4, 9, 7, 7, 9, 4, 1, 9 se repite hasta el
mayor suma posible, y los nueve dígitos de los tres totales eran
diferentes. El acertijo consiste en demostrar cómo fue posible. No se
permiten decimales y el cero no puede figurar en el lugar de las
centenas.
Solución:
El total más pequeño posible es 356 = 107 + 249, y el mayor posible
es 981 = 235 + 746, o 657 + 324. La suma intermedia puede ser
720 = 134 + 586, o bien 702 = 134 + 568, o bien 407 = 138 + 269.
En este caso el total debe estar constituido por tres de los dígitos 0,
2, 4 o 7, pero no se puede obtener ninguna suma salvo las tres
dadas. En consecuencia, no tenemos opción en el caso de la
primera puerta, hay una alternativa en el caso de la tercera, y una
de tres posibilidades en el caso de la puerta intermedia. He aquí
una solución:
Desde luego, en cada caso los números de las primeras dos líneas
se pueden intercambiar entre sí sin alterar el total, y en
consecuencia hay exactamente 3.072 modos en que se pueden
poner los números en la puerta de los armarios. Deseo mostrar un
pequeño principio implicado en este acertijo. La suma de los dígitos
del total siempre está regida por el dígito omitido según el esquema:
9 7 5 3 1 8 6 4 2 0
9 10 11 12 13 14 15 16 17 18
Solución:
En este caso es inevitable cierto grado de mero “ensayo”. Pero hay
dos clases de “ensayo”: los fortuitos y los metódicos. El verdadero
amante de acertijos no se satisface con ensayos fortuitos. El lector
hallará que con sólo invertir los dígitos de 23 y 46 (transformando
los multiplicadores en 32 y 64) ambos productos dan 5.056. Esto es
una mejora, pero no es la respuesta correcta. Podemos obtener un
producto tan grande como 5.568 si multiplicamos 174 por 32 y 96
por 58, pero esta solución no se hallará sin recurrir a alguna
reflexión y mucha paciencia.
Solución:
Como he señalado, es muy fácil disponer las fichas de tal modo que
Solución:
Creo que el producto más elevado se obtiene multiplicando
8.745.231 por 96, a saber, 839.542.176.
El problema general es que con tres dígitos sólo hay dos soluciones
posibles, y con cuatro dígitos sólo seis soluciones posibles. Con
cinco dígitos hay sólo veintidós soluciones, a saber:
3 × 4128 = 12384
3 × 4281 = 12843
3 × 7125 = 21375
3 × 7251 = 21753
2541 × 6 = 15246
651 × 24 = 15624
678 × 42 = 28476
246 × 51 = 12546
57 × 834 = 47538
75 × 231 = 17325
624 × 78 = 48672
435 × 87 = 37845
9 × 7461 = 67149
72 × 936 = 67392
2 × 8714 = 17428
2 × 8741 = 17482
65 × 281 = 18265
65 × 983 = 63895
4973 × 8 = 39784
6521 × 8 = 52168
14 × 926 = 12964
86 × 251 = 21586
Solución:
El problema de expresar el número 100 como un número mixto o
fracción, usando los nueve dígitos una vez, y sólo una vez, tiene su
lado fascinante, al igual que todos estos acertijos digitales. Un
novato puede obtener resultados correctos con paciencia, y hay un
placer singular en descubrir y registrar cada nueva combinación,
similar al deleite del botánico que encuentra una planta largamente
buscada. Sólo se trata de disponer estos nueve números
correctamente, y sin embargo con los miles de combinaciones
posibles que afrontamos la tarea no es tan fácil como puede parecer
a primera vista, si hemos de obtener una cantidad considerable de
resultados. Hay once respuestas, incluida la que di como ejemplo:
91 7524/
836, 91 5823/
647, 91 5742/
638, 82 3546/
197,
Solución:
La mayoría de la gente sabe que si la suma de los dígitos de los
lugares impares de cualquier número es igual a la suma de los
dígitos de los lugares pares, entonces el número es divisible por 11
sin resto. Así en 896743012 los dígitos impares, 86402, suman 20,
Solución:
Había diez varones y veinte niñas. La cantidad de reverencias de
niña a niña era, pues, 380; de niño a niño 90; de niña a niño 400, y
de niños de ambos sexos ante el profesor 30, dando el total de 900.
Se recordará que nunca se mencionó que el profesor retribuyera las
reverencias de los alumnos.
Solución:
Sumemos los diez pesos y dividamos por 4, y así obtenemos 289
libras como el peso conjunto de los cinco fardos. Si llamamos a los
cinco fardos A, B, C, D y E, por orden de peso, siendo A el más
liviano y E el más pesado, entonces 110 libras, el peso menor, debe
ser el peso de A y B; y el peso menor más próximo, 112 libras, debe
ser el peso de A y C. Así los dos más pesados, D y E, deben pesar
121 libras, y C y E deben pesar 120 libras. Sabemos que A, B, D y E
pesan conjuntamente 231 libras, lo cual, deducido de 289 libras (el
peso de los cinco fardos), nos da el peso de C, 58 libras. Ahora bien,
por mera sustracción, hallamos que el peso de los cinco fardos es
54, 56, 58, 59 y 62 libras respectivamente.
Solución:
La cantidad más pequeña de confites que cumple las condiciones es
26.880. Los cinco chicos obtuvieron respectivamente: Andrew,
2.863; Bob, 6.335; Charlie, 2.438; David, 10.294; Edgar, 4.950. Hay
una pequeña trampa en las palabras cercanas al final, “un quinto
Solución:
El agente dio treinta pasos. En el mismo tiempo el ladrón daba
Solución:
El otro número que satisface todos los requerimientos del acertijo es
9.801. Si lo dividimos por la mitad, generando dos números, y los
soluciones.
Solución:
Los tres números más pequeños, además de 48, son 1.680, 57.120
y 1.940.448. Se verá que 1.681 y 841, 57.121 y 28.561, 1.940.449 y
970.225, son respectivamente los cuadrados de 41 y 29, 239 y 169,
1.393 y 985.
Solución:
Como no nos dicen en qué año Jasper Bullyon realizó esta generosa
distribución de su fortuna, sino que debemos hallar la menor
cantidad posible, es claro que debemos buscar un año que tenga la
forma más favorable.
Hay cuatro casos a tener en cuenta: un año común con cincuenta y
dos domingos y con cincuenta y tres domingos, y un año bisiesto
con cincuenta y dos y cincuenta y tres domingos respectivamente.
He aquí las cantidades más bajas posibles en cada caso:
Solución:
Aunque este problema puede resultar dificultoso para el no iniciado,
es bastante sencillo y se facilita aún más si se insertan cuatro de los
diez números.
Primero, se notará que los cuadrados que son diametralmente
opuestos tienen una diferencia común. Por ejemplo, la diferencia
entre el cuadrado de 14 y el cuadrado de 2, en el diagrama, es 192;
y la diferencia entre el cuadrado de 16 y el cuadrado de 8 también
es 192. Así debe ocurrir en cada caso.
Entonces debemos recordar que la diferencia entre los cuadrados de
dos números consecutivos es siempre el doble del número menor
más 1, y que la diferencia entre los cuadrados de dos números
cualesquiera siempre se puede expresar como la diferencia de los
números multiplicada por su suma. Así el cuadrado de 5 (25) menos
el cuadrado de 4 (16) equivale (5 + 4) × 1, es decir 9; además, el
cuadrado de 7 (49) menos el cuadrado de 3 (9) equivale a (7 + 3) × (7
– 3), es decir 40.
Ahora bien, el número 192, al que hemos aludido, se puede dividir
en cinco pares de factores pares: 2 × 96, 4 × 48, 6 × 32, 8 × 24 y 12
× 16, y éstos divididos por 2 nos dan 1 × 48, 2 × 24, 3 × 16, 4 × 12 y
6 × 8. La diferencia y la suma respectivas de cada uno de estos
pares a la vez producen 47 y 49; 22 y 26; 13 y 19; 8 y 26; 2 y 14.
Estos son los números requeridos, cuatro de los cuales ya están
colocados. Los seis números que se deben añadir se pueden colocar
Solución:
La evidente intención del finado era legar al hijo varón el doble que
a la madre, o a la hija la mitad que a la madre. Por tanto, la división
más equitativa sería que la madre se llevara dos séptimos, el hijo
varón cuatro séptimos y la hija un séptimo.
Solución:
Bill Harris gastó 162 peniques, lo cual representaría 36 peniques
más que el promedio de los siete hombres (126 peniques).
Solución:
Los lados de los tres cuadrados miden 31, 41 y 49 pulgadas
Solución:
Había 386 doblones en un cofre, 8.450 en otro, y 16.514 en el
tercero, ya que 386 es el menor número posible. Si yo hubiera
pedido la menor suma posible de monedas, la respuesta habría sido
482, 3.362 y 6.242. Se verá que en cualquiera de ambos casos, si se
combina el contenido de dos cajas cualesquiera de las tres, forman
un número cuadrado de monedas. Es una curiosa coincidencia (y
nada más, pues no ocurre siempre) que en la primera solución los
dígitos de los tres números sumen 17 en todos los casos, y que en la
segunda solución sumen 14. Nótese que el número que está en
medio de los tres es siempre la mitad de un número cuadrado.
A 6 × 12 = 72
B 12 × 3 = 36
C 17 × 1 = 17
D 120 × ½ = 60
E 45 × ⅓ = 15
200 200
Solución:
La suma de 200 doblones podría haber sido alcanzada por los cinco
salteadores de 6.627 maneras diferentes. Alfonso pudo haber
alcanzado cualquier cifra de 1 a 11. Si tenía 1 doblón, hay 1.005
maneras de distribuir el resto; con 2 doblones, hay 985 maneras;
con 3 doblones, hay 977 maneras; con 4 doblones, hay 903
maneras; con 5 doblones, 832 maneras; con 6 doblones, 704
maneras; con 7 doblones, 570 maneras; con 8 doblones, 388
maneras; con 9 doblones, 200 maneras; con 10 doblones, 60
Tabla I Tabla II
A=6 A=6
B=n B=n
C = (63 – 5n) + m C=1+m
D = (128 + 4n) – 4m D = (376 + 16n) – 4m
E = (15n – 183) + 3
E = 3 + 3m m
A= 6 A= 6
B= 5 B= 13
C= 40 C= 1
D = 140 D= 168
E= 9 E= 12
200 doblones 200 doblones
Solución:
Solución:
El dinero pagado en cada caso fue un número cuadrado de chelines,
porque compraron un cerdo a 1 chelín, dos cerdos a 2 chelines cada
uno, tres cerdos a 3 chelines cada uno y así. Pero cada esposo paga
en total 63 chelines más que la esposa, y debemos averiguar de
cuántas maneras 63 puede ser la diferencia entre dos números
cuadrados. Estas tres son las únicas maneras posibles: el cuadrado
de 8 menos el cuadrado de 1, el cuadrado de 12 menos el cuadrado
de 9, y el cuadrado de 32 menos el cuadrado de 31. Aquí 1, 9 y 31
representan el número de cerdos comprados y la cantidad de
chelines por cerdo pagado por cada mujer, y 8, 12 y 32 lo mismo en
cuanto a sus respectivos esposos. A partir de la nueva información
suministrada sobre sus compras, ahora podemos presentarlos en
Capítulo II
Problemas geométricos
“Dios practica geometría
continuamente”
PLATÓN
Contenido:
§. Acertijos con retazos
§. Acertijos geométricos varios
Solución:
El diagrama se explica por sí mismo.
marcar los otros lados alrededor del círculo. Muy simple ahora que
usted lo sabe, pero de lo contrario es un poco engorroso.
Tras haber formado el pentágono, el acertijo consiste en cortarlo en
la menor cantidad posible de partes que encajen perfectamente para
formar un cuadrado.
Solución:
Un pentágono regular se puede dividir en seis partes que encajan a
la perfección para formar un cuadrado, como ahora demostraré.
Hasta ahora la mejor solución daba siete partes: la solución
propuesta hace unos años por el matemático Paul Busschop.
Primero formamos un paralelogramo, y a partir de allí el cuadrado.
El proceso se ve en nuestro siguiente diagrama.
descubrir cómo?
Solución:
El diagrama A es nuestro triángulo original. Digamos que mide 5
pulgadas por lado.
Haga una copia del trozo en papel o cartón y luego trate de cortarlo
en nueve fragmentos que reordenados formen cuatro cuadrados
perfectos, todos exactamente del mismo tamaño.
Solución:
El cuadrado A se conserva entero; las dos piezas llamadas B
encajan para formar un segundo cuadrado; las dos piezas C
constituyen un tercer cuadrado; y las cuatro piezas D forman el
cuarto cuadrado.
Solución:
Pliegue el trozo circular de papel al medio, siguiendo la línea de
puntos de la figura 1, y divida la mitad superior en cinco partes
iguales como se indica.
Ahora pliegue el papel por las líneas, con lo que obtendrá la figura
2. Si desea una estrella como la de la figura 3, corte de A a B; si
desea una como la de la figura 4, corte de A a C. De esta manera,
cuanto más cerca del extremo inferior corte más largas serán las
puntas de la estrella, y cuanto más lejos del extremo corte, más
cortas serán.
Solución:
Sólo se necesitan cuatro cercas, como muestra la ilustración:
§ 47. Tangrams
Muchos pasatiempos de la antigüedad, tales como el ajedrez, han
sufrido tantos cambios con el correr de los siglos que sus inventores
no los reconocerían. No ocurre así con los tangrams chinos, una
recreación que parece contar con no menos de cuatro mil años, que
al parecer nunca dejó de despertar interés y que no ha sufrido
alteraciones ni “mejoras” desde que el legendario Tan elaboró las
piezas que muestra el Diagrama 1.
Solución:
La ilustración muestra como están construidas las figuras, cada
una con los siete tangrams. Se verá que en ambos casos la cabeza,
sombrero y brazo son exactamente iguales, y los anchos de las
bases de los cuerpos son semejantes. Pero estos cuerpos tienen
cuatro piezas en el primer caso y sólo tres en el segundo. El primero
es mayor que el segundo por exactamente la angosta franja indicada
por la línea de puntos entre A y B. La franja es, por lo tanto, igual al
Luego decidió dibujar tres círculos dentro del circulo grande, para
que ningún gato pudiera aproximarse a otro gato sin cruzar un
círculo mágico.
Trate de dibujar los tres círculos de modo que cada gato tenga su
propio recinto y no pueda llegar a otro gato sin cruzar una línea.
Solución:
La ilustración no requiere explicación: muestra claramente como
pueden dibujarse los tres círculos para que cada gato tenga su
propio recinto y no pueda llegar hasta otro gato sin cruzar una
línea.
Solución:
La ilustración se explica por sí misma. Divida la estameña en 25
celdas (porque este número es la suma de otros dos cuadrados, 16 y
9) y luego corte por las líneas gruesas.
Solución:
El diagrama muestra cómo se debería confeccionar la colcha.
Solución:
En el siguiente diagrama, sea AB la línea recta dada. Con los
centros A y B y con el radio AB trace los dos círculos. Tome DE y EF
iguales a AD.
Solución:
El diagrama muestra la división más equitativa que es posible
realizar, “para que cada cual recibiera tierras de exactamente la
misma superficie y exactamente similares en tamaño”, y para que
cada cual tenga acceso al ojo de agua del centro sin invadir tierras
ajenas.
Solución:
Como la bandera mide 4 pies por 3, la longitud de la diagonal (de
esquina a esquina) es de 5 pies. Sólo hay que restar la mitad de la
longitud de esta diagonal (2½ pies) a un cuarto del perímetro de la
bandera. Como el perímetro es de 14 pies, un cuarto es 3½ pies, y
la diferencia (1 pie) es el ancho requerido para el brazo de la cruz
roja. La superficie de la cruz será entonces igual a la del fondo
blanco.
Solución:
Trace una línea recta, como se muestra en el diagrama, desde el
taburete, perpendicular a la margen del río, y continúe hasta el
punto A, que está a la misma distancia de esa ribera que el
taburete. Si ahora dibuja la línea recta de A a la puerta del
cobertizo, cortará el río en B. Entonces el camino más corto será
desde el taburete hasta B y desde allí a la puerta.
Solución:
Esta es la respuesta que siempre se da como correcta: serán
necesarias dos secciones más, ya que el corral tiene 24 secciones en
un lado y una en el otro (como se muestra en la figura A de la
página siguiente), y moviendo uno de los lados y colocando una
sección extra en cada extremo (como en la figura B), se duplicará el
área (los dibujos no están en escala).
Solución:
El acertijo consistía en dividir el campo circular en cuatro partes
iguales mediante tres paredes, siendo cada pared de la misma
longitud. Este problema presenta dos dificultades esenciales. Estas
son: (1) el grosor de las paredes, y (2) la condición de que el número
de paredes sea tres. En cuanto al primer punto, como nos dicen que
las paredes son de ladrillo, no podemos pasar por alto el grosor, y
debemos hallar una solución que funcione sin importar si el grosor
de las paredes es de uno, dos, tres o más ladrillos.
El segundo punto requiere más reflexión. ¿Cómo hemos de
distinguir entre pared y paredes? Una pared recta sin ninguna
curva, por larga que sea, no se puede transformar en “paredes” si
no hay ningún corte ni intersección. Además nuestro campo
circular está claramente encerrado por una pared. Pero si hubiera
sido una pared cuadrada o triangular, ¿habría habido
respectivamente cuatro o tres paredes, o sólo una, en cada caso? Es
verdad que hablamos de “las cuatro paredes” de un edificio o jardín
cuadrangular, pero esto es sólo un modo convencional de decir “los
Pero hay algo que lo desconcierta: ¿ha cortado esos cuadrados del
tamaño indicado para que la cisterna contenga la mayor cantidad posible
de agua?
Solución:
He aquí una fórmula general para resolver este problema. Llamemos
a y b a los dos lados del rectángulo. Entonces
decimales.
Solución:
Coloque las seis cerillas tal como muestra la ilustración y obtendrá
seis corrales de igual tamaño.
Capítulo III
Problemas con fichas móviles
“No puedo prescindir de las
fichas.”
SHAKESPEARE, Cuento de
invierno, iv, 3
una fila, la cual no se debe tocar si tiene otra pieza en el tablero que
no forme parte de dicha fila. Cuando todas las piezas están en
posición, se las desplaza hacia atrás y hacia adelante, en cualquier
dirección que sigan las líneas, pero sólo se pueden mover de un
punto al otro (próximo) por vez. Quien coge todas las piezas del
antagonista es el vencedor”.
Solución:
Los siguientes saltos resuelven el acertijo en diez movimientos:
2 a 1, 5 a 2, 3 a 5, 6 a 3, 7 a 6, 4 a 7, 1 a 4, 3 a 1, 6 a 3, 7 a 6.
Solución:
Para resolver este acertijo se debían conseguir dos cosas: primero,
manipular las fichas de modo tal que la palabra VICTORIA se leyera
en tomo de la cruz en la misma dirección, sólo que con la V en uno
de los brazos oscuros; en segundo lugar, lograrlo en la menor
cantidad posible de movimientos. A decir verdad, sería imposible
realizar la primera parte si todas las letras de la palabra fueran
distintas; pero como la I se repite, es posible lograrlo cambiándolas
de lugar; es decir, la primera I pasa del 2° al 7° lugar, y la segunda I
del 7° al 2° lugar. La característica llamativa a la cual me refería es
que se puede obtener una solución en veintidós movimientos
moviendo las letras en el orden de las siguientes palabras: A
VICTOR! A VICTOR! A VICTOR I! (“Un vencedor, un vencedor, un
vencedor yo”).
Sin embargo, hay sólo seis soluciones en dieciocho movimientos, y
la siguiente es una de ellas: I, V, A, I2, R, O, T, I1, I2, A, V, I2, I1, C, I2,
Solución:
La solución es la siguiente: la locomotora que tiene la caldera
apagada y no puede desplazarse es la número 5. Mueva las demás
locomotoras en el siguiente orden: 7, 6, 3, 7, 6, 1, 2, 4, 1, 3, 8, 1, 3,
2, 4, 3, 2. Diecisiete movimientos en total, dejando las ocho
máquinas en el orden requerido.
Hay otras dos soluciones ligeramente distintas.
Solución:
Este acertijo se puede resolver en sólo cuatro jugadas, de esta
manera: mueva 5 sobre 8, 9, 3, 1. Mueva 7 sobre 4. Mueva 6 sobre
2 y 7. Mueva 5 sobre 6, y todas las almendras quedan afuera
excepto 5, que queda en el cuadrado central que ocupaba
originalmente.
Solución:
Numere los platos de 1 a 12 en el orden que avanza el niño en la
ilustración. A partir de 1, proceda del siguiente modo (“1 a 4”
significa que coge la moneda del plato N° 1 y la transfiere al plato N°
4): 1 a 4, 5 a 8, 9 a 12, 3 a 6, 7 a 10, 11 a 2, y complete la última
vuelta hasta 1, haciendo tres vueltas en total. También puede
proceder de este modo: 4 a 7, 8 a 11, 12 a 3, 2 a 5, 6 a 9, 10 a 1. Es
fácil resolverlo en cuatro vueltas, pero las soluciones con tres son
más difíciles de descubrir.
Se trata de “La adivinanza del estanque de peces” (N° 39 de Los
acertijos de Canterbury) bajo otro ropaje.
§ 64. Torpedeo
Si una flota de dieciséis buques de guerra estuviera anclada y rodeada
por el enemigo, ¿cuántas naves se podrían hundir si cada torpedo,
lanzado en línea recta, pasara bajo tres navíos y hundiera al cuarto?
Solución:
Si la flota enemiga está fondeada en la formación que muestra la
ilustración, se pueden volar hasta diez de los dieciséis buques
lanzando los torpedos en el orden indicado por los números y en la
dirección indicada por las flechas.
Solución:
Hay muchas soluciones para este acertijo. Cualquier par contiguo,
. . 1 2 3 4 5 6 7 8 4 3 1 2 7 . . 5 6 8
4 3 1 2 . . 5 6 7 8 4 . . 2 7 1 3 5 6 8
4 3 1 2 7 6 5 . . 8 4 8 6 2 7 1 3 5 . .
Solución:
Dos frascos, el 13 y el 19, estaban en los sitios adecuados. Como
cada cambio puede derivar en que un frasco quede en su sitio, es
evidente que veintidós cambios los pondrán todos en orden. Pero
esta cantidad de movimientos no es la menor posible, y la respuesta
correcta es diecisiete.
Intercambie los siguientes pares:
(3—1, 2—3),
(15—4, 16—15),
(17—7, 20—17),
(24—10, 11—24, 12—11),
(8—5, 6—8, 21—6, 23—21, 22—23, 14—22, 9—14, 18—9).
Cuando se ha efectuado el intercambio dentro de cada par de
paréntesis, todos los números que están entre esos paréntesis
Capítulo IV
Problemas de recorrido
“Los veo en su sinuoso camino.”
REGINALD HEBER
Es razonable suponer que desde sus albores el hombre se ha hecho
estas preguntas: “¿Cuál es el camino más corto para llegar a casa?”
“¿Cuál es el camino más fácil o más placentero?” “¿Cómo hallar un
camino que nos permita eludir al mastodonte y al plesiosaurio?”
“¿Cómo llegar allí sin cruzar la senda del enemigo?” Estos
elementales problemas de recorrido se pueden transformar en
buenos acertijos mediante la introducción de ciertas condiciones
para complicar el asunto. En los siguientes ejemplos presentamos
varias de estas complicaciones. También he incluido algunas
enumeraciones más o menos dificultosas. Estas constituyen una
excelente práctica para ejercer el raciocinio, y nos permiten
generalizar de modo muy instructivo en lo concerniente a las formas
geométricas.
Solución:
Hay sólo dieciséis puntos (todos externos) donde podemos decir que
se unen tres caminos. Los matemáticos los llaman “nodos impares”.
Hay una regla que nos indica que, en el caso de un dibujo como el
presente, donde hay dieciséis nodos impares, se requieren ocho
trazos o rutas (es decir, la mitad de los nodos impares) para
completarlo. Como tenemos que recorrer la mayor cantidad posible
con sólo uno de estos ocho trazos, es necesario lograr que los otros
siete trazos de un nodo al otro sean lo más breves que sea posible.
Comience en A y termine en B, o vaya en sentido inverso.
Ahora quiere arreglar su ruta de modo que lo lleve por todas las
líneas en la menor cantidad posible de viajes. Debe comenzar donde
escoja y terminar donde escoja. ¿Cuál es la ruta más corta?
¿Algo podría ser más simple? Pero el lector pronto descubrirá que,
sea cual fuere el procedimiento, el inspector debe pasar más de una
vez por ciertas líneas. En otras palabras, si decimos que las
estaciones están a una milla de distancia, tendrá que viajar más de
Solución:
El inspector sólo debe viajar diecinueve millas si comienza en B y
sigue la siguiente ruta:
B-A-D-G-D-E-F-I-F-C-B-E-H-K-L-I-H-G-J-K
Así, los únicos tramos que recorre dos veces son las secciones D a G
y F a I. Desde luego, la ruta se puede variar, pero no se puede
acortar.
Solución:
Hay treinta aristas, de las cuales dieciocho son visibles en la
ilustración original, representada en el siguiente diagrama mediante
el hexágono NAESGD. Mediante esta proyección de lo sólido
obtenemos una vista imaginaria de las doce aristas restantes, y
podemos ver de inmediato su dirección y los doce puntos donde se
encuentran todas las aristas. La diferencia en la longitud de las
líneas carece de importancia; sólo deseamos presentar su dirección
de manera gráfica. Pero en caso de que el lego se asombrara de
hallar sólo diecinueve triángulos en vez de los veinte requeridos,
señalaré que el triángulo aparentemente faltante es el contorno HIK.
En este caso hay doce nodos impares; por tanto se necesitarán seis
rutas distintas y no conectadas si no debemos pasar dos veces
sobre ninguna línea. Hallemos pues la mayor distancia que
podemos recorrer en una ruta.
Se notará que he tachado con trazos cruzados cinco líneas o aristas
del diagrama. Estas cinco líneas se pueden marcar en cualquier
parte mientras no se unan entre sí, y mientras una de ellas no se
conecte con N, el Polo Norte, desde donde hemos de comenzar. Se
verá que el resultado de tachar estas cinco líneas es que todos los
nodos son ahora pares excepto N y S. En consecuencia, si
comenzamos en N y nos detenemos en S podemos recorrer todas las
líneas, excepto las cinco marcadas, sin atravesar dos veces ninguna
línea. Hay muchas maneras de hacerlo. He aquí una ruta:
N a H, I, K, S, I, E, S, G, K, D, H, A, N, B, A, E, F, B, C, G, D, N, C,
F, S
Haciendo cinco rutas tan cortas como es posible ―simplemente de
un nodo al próximo― podemos obtener la mayor longitud posible
para nuestra sexta línea. No es posible obtener una distancia mayor
Solución:
Comenzando desde A, el inspector sólo debe recorrer 36 millas si
coge la siguiente ruta:
A a B, G, H, C, D, I, H, M, N, I, J, O, N, S, R, M, L, G, F, K, L, Q, R,
S, T, O, J, E, D, C, B, A, F, K, P, Q
Así pasa entre A y B dos veces, entre C y D dos veces, entre F y K
dos veces, entre J y O dos veces, y entre R y S dos veces, cinco
repeticiones. En consecuencia, 31 túneles más 5 túneles repetidos
equivalen a 36 millas. El pequeño inconveniente de este acertijo es
que comenzamos desde un nodo par. De lo contrario sólo
deberíamos viajar 35 millas.
Solución:
Limitemos nuestra atención a la L de la esquina superior izquierda.
Supongamos que vamos por la E, a la derecha: entonces debemos
seguir derecho hasta la V, desde la cual la palabra se puede
completar de cuatro maneras, pues hay cuatro E disponibles por las
cuales podemos llegar a una L. Hay pues cuatro maneras de leer a
partir de la E de la derecha. También es evidente que debe haber la
misma cantidad de maneras a partir de la E que está
inmediatamente debajo del punto de partida. Eso totaliza ocho.
Empero, si tomamos la tercera ruta por la E de la diagonal, tenemos
la opción de cualquiera de las tres letras V, por medio de las cuales
podemos completar la palabra de cuatro maneras. En consecuencia,
podemos deletrear LEVEL de doce maneras a través de la E de la
diagonal. Doce más ocho da veinte lecturas, y todas parten de la L
de la esquina superior izquierda; y como las cuatro esquinas son
iguales, la respuesta es cuatro por veinte, es decir, ochenta
maneras.
Nos entregó el tosco mapa que reproducimos aquí, y explicó que las
líneas que unen una isla con otra representaban las únicas rutas
que él seguía. Siempre comenzaba en la isla A al principio de la
temporada, y luego visitaba cada isla una vez, y sólo una vez,
terminando su travesía en el punto de partida. Pero siempre
postergaba todo lo posible su visita a C, por razones comerciales
sobre las cuales no es preciso explayarse. El acertijo consiste en
descubrir su ruta exacta, y esto se puede hacer con certeza. Coja un
lápiz y, comenzando en A, trate de deducirla. Si anota las islas por
orden de visita —por ejemplo, A, I, O, L, G, etc.— pronto verá si ha
visitado una isla dos veces o si ha omitido alguna. Por cierto, los
cruces de las líneas se deben pasar por alto, es decir, usted debe
continuar la ruta directamente, y no puede coger un cruce para
cambiar de rumbo. No hay trucos de esta especie en el acertijo. El
marinero conocía la mejor ruta. ¿Puede usted encontrarla?
Solución:
Helas aquí:
A-I-P-T-L-O-E-H-R-Q-D-C-F-U-G-N-S-K-M-B-A
A-I-P-T-S-N-G-L-O-E-U-F-C-D-K-M-B-Q-R-H-A
A-B-M-K-S-N-G-L-T-P-I-O-E-U-F-C-D-Q-R-H-A
A-I-P-T-L-O-E-U-G-N-S-K-M-B-Q-D-C-F-R-H-A
Ahora bien, si el marinero coge la primera ruta, la isla C será la
número 12 (contando A como número 1); por la segunda ruta C será
la número 13; por la tercera ruta, será la 16; y por la cuarta ruta, la
17. Si sigue el trayecto inverso, C será respectivamente la isla
número 10, 9, 6 y 5. Como estas rutas son las únicas posibles, es
evidente que, si el marinero posterga su visita a C todo lo posible,
debe coger la última, leyendo de izquierda a derecha. Esta ruta se
muestra en las líneas oscuras del diagrama y es la respuesta
correcta al acertijo.
El mapa puede simplificarse muchísimo mediante el método de
“hilos y botones” que explico en la solución del acertijo 102, “Las
cuatro ranas”.
Solución:
El número de lecturas es aquí 63.504, como en el caso de ‘Was it a
rat I saw’ (¿Es una rata lo que vi?, número 29 de Los Acertijos de
Tome su lápiz y trace una ruta que lo lleve una vez por los cinco
puentes. Luego trace una segunda, luego una tercera, y vea si
puede determinar todas las variantes. Verá que la dificultad es
doble: por un lado, debe evitar olvidar rutas; por el otro, debe evitar
repetirlas.
Solución:
abecd bcdae
abedc bcead
acdbe bdcae
acebd bdeac
adcbe ecabd
adebc ecbad
baecd edabc
baedc edbac
Capítulo V
Problemas de combinación y agrupamiento
“Por cierto, una combinación y una
forma.”
SHAKESPEARE:, Hamlet, iii, 4
Solución:
En la segunda noche, el rey Arturo dispuso este orden para él y sus
caballeros: A, F, B, D, G, E, C. En la tercera noche se sentaron de
este modo: A, E, B, G, C, F, D. Así tuvo a B a una persona de
distancia en ambas ocasiones (la posición más cercana posible) y G
estuvo a dos personas de distancia en ambas ocasiones (la posición
más alejada posible). Ningún otro acomodamiento de los caballeros
habría sido tan satisfactorio.
Solución:
En la siguiente solución cada una de las once líneas representa una
sesión, cada columna una mesa, y cada par de letras un par de
jugadores.
AB — EL EJ — GK FH — CD
AC — JB FK — HL GI — DE
AD — KC GL — IB HJ — EF
AE — LD HB — JC IK — FG
AF — BE IC — KD JL — GH
AG — CF JD — LE KB — HI
AH — DG KE — BF LC — IJ
AI — EH LF — CG BD — JK
AJ — FI BG — DH CE — KL
AK — GJ CH — El DF — LB
AL — HK DI — FJ EG — BC
Solución:
Si no hubiera ningún requisito, excepto que los hombres salieran
juntos de a tres, podrían salir a remar en una inmensa cantidad de
combinaciones diversas. Si el lector desea saber cuántas, el número
es 4557. Con la condición de que dos de ellos no puedan remar
juntos más de una vez, no hay menos de 15.567.552.000
soluciones, es decir, diversas maneras de combinarlos. Con una
solución a la vista, el lector comprenderá por qué ello es así, pues,
aunque, por ejemplo, A debe salir una vez con B y una vez con C, no
necesariamente se sigue que debe salir con C en la misma ocasión
en que sale con B. Podría salir con cualquier otra letra, aunque si
A B C
D E F
G H I
Solución:
Los alumnos pueden salir de esta manera:
1er. día 2° día 3er. día
ABC BFH FAG
DEF EIA IDB
GHI CGD HCE
4° día 5° día 6° día
ADH GBI DCA
BEG CFD EHB
FIC HAE IGF
Así cada alumno habrá salido al lado de cada uno de los demás
niños una vez, y sólo una vez.
Tratando el problema de modo general, 12n + 9 alumnos pueden
salir en tercetos según estas condiciones en 9n + 6 días, donde n
puede ser cero o cualquier entero. Cada par posible se producirá
una vez. Llamemos m al número de niños. Entonces cada niño
integrará un par m – 1 veces, de las cuales (m – 1)/4 veces estará en
Solución:
Si intercambiamos las tarjetas 6 y 13 y comenzamos nuestra cuenta
en 14, podemos coger las 21 tarjetas -es decir, 21 “presas”- en el
siguiente orden: 6, 8, 13, 2, 10, 1, 11, 4, 14, 3, 5, 7, 21, 12, 15, 20,
9, 16, 18, 17, 19. También podemos intercambiar 10 y 14 y
comenzar en 16, o intercambiar 6 y 8 y comenzar en 19.
Solución:
reflejos que prohibimos, así que debemos dividirlo por cuatro para
obtener la respuesta correcta para la cruz griega, que consiste así
en 2.592 maneras. La división es por 4, no por 8, porque hemos
tenido en cuenta la mitad de las inversiones y reflejos al reservar
siempre un número para el brazo vertical y otro para el horizontal.
En el caso de la cruz latina, es evidente que debemos vérnoslas con
las mismas 18 formas de ordenamiento. La cantidad total de
maneras de este caso es el número completo, 18 × 576. Como los
brazos superior e inferior son de longitud desigual, las
permutaciones se repiten por reflejo, pero no por inversión, pues no
podemos invertir. Por tanto este factor implica una división por 2.
Pero en cada par debemos intercambiar las cifras del brazo vertical
con las del horizontal (cosa que no podíamos hacer en la cruz
griega, pues allí los dos brazos son iguales); en consecuencia,
debemos multiplicar por 2. La multiplicación por 2 y la división por
2 se cancelan recíprocamente. En consecuencia, la respuesta
correcta es 10.368.
Solución:
La cantidad de modos en que nueve cosas se pueden disponer en fila sin
ninguna restricción es 1 × 2 × 3 × 4 × 5 × 6 × 7 × 8 × 9 = 362.880.
Pero nos dicen que los dos anillos circulares nunca deben estar juntos;
por tanto, debemos deducir la cantidad de veces que esto ocurriría. El
número es
(1 × 2 × 3 × 4 × 5 × 6 × 7 × 8) × 2 = 40.320 × 2 = 80.640
porque si consideramos que los dos eslabones circulares están unidos
inseparablemente se transforman en un eslabón, y ocho eslabones son
capaces de 40.320 combinaciones; pero como estos dos eslabones
siempre se deben poner en los órdenes AB o BA, tenemos que duplicar
este número, pues se trata de una cuestión de combinación y no de
diseño. La deducción requerida reduce nuestro total a 282.240. Luego,
uno de nuestros eslabones tiene una forma peculiar, semejante a un 8.
Tenemos pues la opción de unirlo por cualquiera de ambos extremos en
cada ocasión, así que debemos duplicar el último resultado. Esto eleva
nuestro total a 564.480.
Ahora llegamos al punto al cual dirigí la atención del lector, que
cada eslabón se puede insertar de una de dos maneras. Si unimos
horizontalmente el índice y el pulgar de la mano izquierda, y luego
unimos el índice y el pulgar de la mano derecha, vemos que el
pulgar derecho puede estar arriba o abajo. Pero en el caso de la
cadena, debemos recordar que, aunque ese eslabón con forma de 8
tiene dos extremos independientes, es como cualquier otro eslabón
en el sentido de que tiene sólo dos lados, es decir, no podemos
voltear un extremo sin voltear el otro al mismo tiempo.
Por comodidad, supondremos que cada eslabón tiene un lado
pintado de negro y un lado pintado de blanco. Ahora bien, si se
Solución:
Partiendo del diagrama original, los cuatro sellos se pueden dar en
Capítulo VI
Problemas ajedrecísticos
“Tú y yo iremos al ajedrez.”
GREENE, Cuatro peniques de
ingenio
Contenido:
§. El tablero de ajedrez
§. Acertijos ajedrecísticos estáticos
§. Disposiciones sin ataque
§. Acertijos ajedrecísticos dinámicos
§. Acertijos ajedrecísticos varios
El tablero de ajedrez
“Buena compañía es un tablero de
ajedrez.”
BYRON: Don Juan, xiii, 89
Solución:
Hay 255 modos de dividir el tablero en dos partes de la misma
forma y tamaño.
Cada modo debe involucrar uno de los cinco cortes que mostramos
en los Diagramas A, B, C, D y E. Para evitar repeticiones por
inversión y reflexión, sólo necesitamos tener en cuenta cortes que
entren por los puntos a, b y c. Pero la salida siempre debe estar en
un punto en línea recta a partir del ingreso y a través del centro.
Esta condición es la más importante a tener en cuenta. En el caso B
no se puede entrar por a, pues de lo contrario se obtiene el corte
presentado en E. Análogamente, en C o D, no se debe llegar a la
Solución:
El hombre que era “versado en extraños misterios” señaló al padre
John que las órdenes del abad de St. Edmondsbury eran fáciles de
ejecutar tapando doce de las claraboyas de la ventana, como se
muestra en los cuadrados oscuros del boceto de la página siguiente.
El padre John sostenía que también era preciso oscurecer las
claraboyas de las cuatro esquinas, pero el sabio explicó que no se
deseaba tapar más luz de la absolutamente necesaria y dijo,
anticipándose a lord Dundreary:
—Un solo panel no puede estar en línea consigo mismo, así como
un ave solitaria no puede ir en bandada. La condición del abad era
que ninguna línea diagonal contuviera un número impar de
claraboyas”.
Solución:
El número máximo de partes es dieciocho. Doy dos soluciones. El
diagrama numerado está cortado de tal modo que la pieza
decimoctava tiene la mayor superficie (ocho cuadrados) que se
puede lograr en estas condiciones. El segundo diagrama se preparó
con la condición adicional de que ninguna parte tuviera más de
cinco cuadrados.
MILTON
§ 86. Los cuatro leones
El acertijo consiste en hallar de cuántos modos se pueden colocar los
cuatro leones para que nunca haya más de un león en cualquier fila o
columna.
Solución:
Hay sólo siete maneras bajo estas condiciones. Son las siguientes:
1234, 1243, 1324, 1342, 1432, 2143, 2413. Tomando el último
ejemplo, esta notación significa que ponemos un león en el segundo
Solución:
Usemos las letras A, K, Q, J para representar el as, el rey, la dama y
la sota; y D, S, H, C para representar diamonds (diamantes), spades
(picas), hearts (corazones) y clubs (tréboles). En los diagramas 1 y 2
tenemos los dos modos disponibles de configurar cualquiera de
Solución:
Los catorce alfiles se pueden colocar de 256 maneras. Pero cada alfil
siempre debe estar colocado en uno de los lados del tablero, es
decir, en una fila del borde. El acertijo, pues, consiste en contar la
cantidad de modos en que podemos combinar los catorce alfiles en
el borde sin ataque. Esto no es dificultoso. En un tablero de n2
cuadrados, (2n – 2) alfiles (la cantidad máxima) siempre se pueden
colocar de 2n maneras sin ataque. En un tablero común n sería 8;
por tanto se pueden colocar 14 obispos de 256 maneras. Es curioso
que el resultado general cobre una forma tan simple.
tiene importancia.
Solución:
La siguiente disposición muestra cómo se pueden pegar dieciséis
sellos en la tarjeta, según las condiciones establecidas, con un valor
total de 50 peniques:
Solución:
La cantidad de modos en que se pueden poner las tres ovejas para
que cada corral esté ocupado o en línea con por lo menos una oveja
es 47.
La siguiente tabla, si se utiliza con la clave del Diagrama 1,
permitirá al lector situarlas de todas estas maneras:
guardar para que cada corral esté ocupado o en línea, como en los
Diagramas 2, 3 y 4, pero en cada caso cada oveja está en línea con
su compañera. Hay sólo dos modos en que se pueden poner tres
ovejas de manera que cada corral esté ocupado o en línea con uno
ocupado, pero ninguna oveja en línea con otra (ver Diagramas 5 y
6).
Por último, hay un solo modo en que tres ovejas se pueden guardar
de modo que al menos un corral no esté en línea con una oveja y sin
embargo ninguna oveja esté en línea con otra. Ponga las ovejas en
C, E, L. Esto es prácticamente todo lo que se puede decir de este
grato acertijo pastoral.
Solución:
Solución:
Los movimientos quedan muy claros si se consultan los diagramas,
que muestran la posición de cada uno de los cuatro movimientos en
el tablero.
Solución:
Se pueden colocar dieciséis peones de modo que no haya tres en
línea recta en ninguna dirección posible, como en el diagrama.
El hombre visitó cada celda una vez y sólo una vez en la menor
Solución:
Ante todo, la menor cantidad posible de líneas rectas en cada caso
son veintidós, y para que ninguna celda se visite dos veces es
absolutamente necesario que cada cual entre en una celda y luego
“visite” inmediatamente aquella de donde salió, avanzando luego por
la segunda celda disponible. En el siguiente diagrama se indica la
ruta del hombre con líneas enteras, y la del león con líneas
punteadas.
Si se siguen las dos rutas celda por celda con dos lápices, se notará
que el león y el hombre jamás se encuentran. Pero hay un detalle
que no debemos pasar por alto: “en ocasiones se entrevieron”. Ahora
bien, si tomamos una ruta para el hombre y simplemente la
invertimos para el león, invariablemente descubrimos que, yendo a
la misma velocidad, nunca atinan a verse.
Solución:
Muestro el itinerario en el diagrama.
§ 97. La regata
¡Marineros de agua dulce, izad los escotines del foque, desplegad la
vela mayor, inflad ese foque balón, alistad la mesana!
Solución:
El diagrama se explica por sí mismo. Los números indican la
dirección de las líneas en su orden apropiado, y se verá que el
séptimo tramo termina en la boya, como se requería.
Solución:
La ilustración muestra cómo se puede pasar por todas las estrellas
en doce trazos rectos, comenzando y terminando en una estrella
negra.
Solución:
Este acertijo presenta varios puntos interesantes. Ante todo, si no
hubiéramos hecho ninguna estipulación en cuanto a la posición de
los dos extremos de la secuencia, es imposible formar tal secuencia
a menos que comencemos y terminemos por la fila de perreras
superior e inferior.
Solución:
Al tratar de resolver este problema primero es necesario tomar dos
compartimientos de veinte y doce casillas respectivamente y
analizarlos con miras a determinar dónde se encuentran los
necesarios puntos de ingreso y egreso.
Solución:
Ante todo hay que escoger la secuencia de movimientos de caballo
más prometedora y luego pensar cómo alcanzar esa combinación en
la menor cantidad posible de jugadas.
Estoy convencido de que la mejor secuencia es la representada en el
anterior diagrama, donde se ve que cada número sucesivo está a
una jugada de caballo del anterior, y que cinco de los perros (1, 5,
10, 15 y 20) nunca salen de sus perreras originales.
Solución:
La menor cantidad posible de movimientos, contando cada
movimiento por separado, suma dieciséis.
Solución:
La respuesta supone que en la posición final las torres numeradas
tienen que estar en orden numérico en dirección contraria a la que
ocupan en el diagrama original, pues de lo contrario no hay
solución. Mueva las torres en el siguiente orden de sus números.
Como nunca hay más de un cuadrado al cual se puede mover una
torre (excepto en la jugada final), la notación es obvia: 5, 6, 7, 5, 6,
4, 3, 6, 4, 7, 5, 4, 7, 3, 6, 7, 3, 5, 4, 3, 1, 8, 3, 4, 5, 6, 7, 1, 8, 2, 1 y
torre toma alfil, jaque mate. Esta es la cantidad mínima de jugadas:
treinta y dos. Los movimientos del rey negro son todos obligados, y
no es preciso detallarlos.
§ 104. Ahogado
Hace unos años se propuso el acertijo de construir una partida
imaginaria de ajedrez donde las blancas queden ahogadas con la
menor cantidad posible de movimientos, dejando todas las piezas
(treinta y dos) sobre el tablero. ¿Puede usted llegar a esa posición en
menos de veinte movimientos?
Solución:
Trabajando en forma independiente, S. Loyd, E. N. Frankenstein, W.
H. Thompson y yo hemos llegado a la misma solución. La siguiente
se puede aceptar como la mejor solución posible para este curioso
problema:
Blancas Negras
§ 1. d4 e5
§ 2. qd3 wh4
§ 3. qg3 nb4+
§ 4. hd2 a5
§ 5. a4 d6
§ 6. h3 ne6
§ 7. ra3 f5
§ 8. qh2 c5
§ 9. rg3 nb3
§ 10. c4 f4
§ 11. f3 e4
§ 12. d5 e3
Y las blancas quedan ahogadas.
Solución:
El señor Negro dejó su rey en “b2”, y sea cual fuere la pieza que
Blanco elija para su peón, no puede hacerle jaque mate. Como
dijimos, el rey negro no es afectado por los jaques y nunca se
mueve. Blanco puede coronar el peón con dama, capturar la torre
negra y unir sus tres piezas en el ataque, pero el mate es imposible.
El rey negro no puede quedar en cualquier otro cuadrado sin que
sea posible un jaque mate.
El difunto Sam Loyd fue el primero en señalar la peculiaridad en
que se basa este acertijo.
Solución:
La fórmula general para seis peones en todos los cuadrados
mayores de 22 es ésta: seis veces el cuadrado del número de
combinaciones de n cosas tomadas de tres en tres, donde n
representa el número de cuadrados del lado del tablero. Desde
luego, cuando n es par las casillas desocupadas de las filas y
columnas serán pares, y cuando n es impar el número de casillas
será impar. Aquí n es 8, así que la respuesta es 18.816 maneras. Se
trata de “El acertijo del tintorero” (Los acertijos de Canterbury, N°
26) con otra forma. Lo repito aquí para explicar un método de
resolución que el lego captará de inmediato. Ante todo, es evidente
que si ponemos un peón en cualquier línea, debemos poner un
segundo en esa línea para que el resto pueda ser un número par. No
podemos poner cuatro o seis en ninguna fila sin imposibilitar la
obtención de un número par en todas las columnas con que
interferimos. Tenemos, pues, que poner dos peones en cada una de
las tres filas y en cada una de las tres columnas. Ahora bien, hay
sólo seis combinaciones que cumplen estas condiciones, y se
muestran en los Diagramas A a F inclusive.
Es evidente que las blancas han dado mate a las negras. ¿Pero
cómo? He ahí el acertijo.
Solución:
Desplace el peón blanco de “f6” a “e4” y ponga un peón negro en
“f7”. Ahora, las blancas mueven e5+, y las negras deben mover f5.
Luego, las blancas juegan exf6 a.p.+, tomando al paso el peón de
“f5”, y dando jaque mate. Esta fue pues la última jugada de las
blancas, y deja la posición dada. Es la única solución posible.
§ 108. Monstruosidad
Una Nochebuena yo viajaba en tren al sur de Inglaterra. El
compartimiento estaba atestado, y los pasajeros estábamos muy
apiñados.
Solución:
Blancas Negras Blancas Negras Blancas Negras
§ 1 f4 c6 § 16 qe8 h3 § 31 a5 lc1
§ 2 kf2 wa5 § 17 hc3+ dxc3 § 32 axb6 ld1
§ 3 ke3 ld8 § 18 ba3 h2 § 33 bxc7 le1
§ 4 f5 lc7 § 19 rb 1 h1=w § 34 kf7 jh6+
§ 5 qe1 lb6 § 20 rb2 cxb2 § 35 ke8 na2
§ 6 qg3 ja6 § 21 kg5 wgi § 36 f6 ng8
§ 7 qb8 h5 § 22 qh5 la4 § 37 f7 lxf1
§ 8 hf3 th6 § 23 b5 tc8 § 38 c8=b jd5
§ 9 he5 tg6 § 24 b6 tc7 § 39 4b8 jf6+
§ 10 qxc8 tg3+ § 25 bxc7 b1 =n § 40 kd8 je8
§ 11 hxg3 lb5 § 26 c8=r wc7 § 41 fxe8=r jf7+
§ 12 rh4 f6 § 27 bd6 jb4 § 42 kc7 jd8
§ 13 rd4 fxe5 § 28 kg6 la3 § 43 qf7+ lg1
§ 14 b4 exd4+ § 29 ra8 lb2
§ 15 kf4 h4 § 30 a4 wgb6
y se llega a la posición dada.
El orden de las jugadas no importa, y puede variar muchísimo. Pero
aunque se han realizado muchos intentos, nadie ha logrado reducir
mi cantidad de jugadas.
Capítulo VII
Acertijos de medida, peso y empaquetado
“Medida por igual medida”.
SHAKESPEARE, Medida por
medida, v, I.
Solución:
Sólo se necesita inclinar el tonel como en la Fig. 1, y si el borde de la
superficie del agua toca el borde a al mismo tiempo que toca el
borde del fondo b, estará por la mitad.
Solución:
La siguiente solución en once manipulaciones muestra el contenido
de cada recipiente al principio y después de cada manipulación:
10 cuartos 10 cuartos 5 cuartos 4 cuartos
10 10 0 0
5 10 5 0
5 10 1 4
9 10 1 0
9 6 1 4
9 7 0 4
9 7 4 0
9 3 4 4
9 3 5 3
9 8 0 3
4 8 5 3
4 10 3 3
§ 111. Mezclando el té
—Esta mañana llamó la señora Quejumbre —le dijo el honesto
Solución:
Hay tres maneras de mezclar las clases de té. Por orden de calidad
―30 peniques, 27 peniques, 21 peniques― mézclese en estas
proporciones: 16 libras, 1 libra, 3 libras; o bien 14 libras, 4 libras, 2
libras; o bien 12 libras, 7 libras, 1 libra. En cada caso la mezcla de
veinte libras debe valer 28½ peniques por libra; pero el último caso
requiere la menor cantidad del mejor té, de modo que es la
respuesta correcta.
Solución:
En el lado de la caja de 14 por 22 ⅘ podemos disponer 13 filas que
contengan alternativamente 7 y 6 pelotas: 85 en total. Encima
podemos poner otra capa que consista de 12 filas de 7 y 6
alternativamente: 78 en total. A lo largo de 24 9/10 pulgadas se
pueden poner 15 de estas capas, que contendrían alternativamente
85 y 78 pelotas. Así 8 veces 85 sumado a 7 veces 78 nos da 1.226,
el contenido total de la caja.
Capítulo VIII
Problemas de cruce del río
“Mi bote está en la costa”
BYRON
tesoros por valor de 800 libras, Jasper por valor de 500 y Timothy por
valor de 300.
Solución:
He aquí la solución:
Solución:
Si hubiera habido sólo tres parejas, la isla no habría sido necesaria,
pero con cuatro o más parejas es imprescindible para cruzar según
las condiciones estipuladas. Se puede hacer en diecisiete cruces de
una margen a otra (aunque ciertos matemáticos franceses han
declarado en sus libros que en tales circunstancias se necesitan
veinticuatro) y no se puede hacer en menos. Presentaré un modo
(ver diagrama en la página siguiente). A, B, C y D son los jóvenes
pretendientes, y a, b, c y d son las muchachas con quienes están
respectivamente comprometidos. Las tres columnas muestran las
posiciones de los diversos individuos en el parque, la isla y la
margen opuesta antes de comenzar y después de cada cruce,
mientras que el asterisco indica la posición del bote en cada
ocasión.
Capítulo IX
Problemas con juegos
“El pequeño placer del juego”.
MATTHEW PRIOR
Todo juego se presta a la presentación de una variedad de acertijos.
Como hemos visto, es posible recurrir al tablero de ajedrez y al
peculiar movimiento de las piezas. Ahora daré ejemplos de acertijos
con naipes, fichas de dominó, y también carreras de caballos.
las fichas de la misma manera para que los cuatro lados sumen 44.
Recuerde que las piezas deben estar colocadas correctamente,
siguiendo las reglas del juego.
Solución:
La ilustración es una solución. Se verá que los cuatro lados del marco
suman 44.
Solución:
Si quitamos el as, los naipes restantes se pueden dividir en dos
grupos (cada cual dando la misma suma) de cuatro maneras; si
eliminamos el 3, hay tres maneras; si eliminamos el 5, hay cuatro
maneras; si eliminamos el 7, hay tres maneras; si eliminamos el 9,
hay cuatro maneras de constituir dos grupos iguales.
Así, hay dieciocho maneras de agruparlos, y si tomamos cualquiera
de ellas y mantenemos la carta impar (la “eliminada”) en la cabeza
de la columna, el orden de un conjunto de números se puede variar
de veinticuatro maneras en la columna y de otras veinticuatro
maneras en la horizontal, es decir, en conjunto se pueden variar en
24 × 24 = 576 maneras. Y como hay dieciocho casos, multiplicamos
este número por 18 y obtenemos 10.368, el número correcto de
maneras de colocar los naipes. Como este número incluye las
reflexiones, debemos dividir por 2, pero también debemos recordar
que cada fila horizontal puede cambiar lugares con una fila vertical,
con lo cual es preciso multiplicar por 2; así que una operación
cancela la otra.
Solución:
La respuesta es: debo invertir 12 libras en Acido, 15 en Bellota, 20
en Cápsula.
Capítulo X
Juegos con acertijos
“Dígase de quien es derrotado, que
yace en la carriola del honor”
HUDIBRÁS
Se puede decir que un juego consiste en una lucha de destreza para
dos o más personas, en la cual participamos por diversión o para
ganar un premio. En cambio, resolver acertijos es una tarea
individual. Si nos fuera posible dominar las complejidades del juego
de ajedrez de modo de tener la certeza de ganar siempre con la
primera o segunda jugada, o de empatar siempre, dejaría de ser un
juego para transformarse en un acertijo. Desde luego, entre los
jóvenes y mal informados, cuando no se entiende correctamente el
juego, un acertijo puede constituir un excelente juego. Sin duda los
niños continuarán jugando al tres en raya, aunque he demostrado
(N° 105, Los acertijos de Canterbury) que entre dos jugadores que
entienden cabalmente el juego siempre tiene que haber empate.
Ninguno de ambos jugadores puede ganar salvo gracias a los errores
del oponente. Pero escribo desde el punto de vista del estudioso de
estos temas.
Los ejemplos que incluyo en esta clase son aparentemente juegos,
pero, como muestro en cada caso cómo podría ganar un jugador si
jugara correctamente, se trata en realidad de acertijos. El interés
consiste pues en tratar de descubrir el método atinado para jugar.
Solución:
En el caso de quince guijarros, el primer jugador gana si primero
coge dos. Luego, cuando tiene un número impar y deja 1, 8 o 9
gana, y cuando tiene un número par y deja 4, 5, o 12, también
gana. Siempre puede hacer una u otra de estas cosas hasta el final
del juego, y así derrotar al oponente. En el caso de trece guijarros el
primer jugador debe perder si su oponente juega correctamente. Los
únicos números con que el primer jugador debería perder son 5 y
múltiplos de 8 sumados a 5, tales como 13, 21, 29, etc.
Solución:
Sin importar si juega primero o segundo, el jugador A, que comienza
la partida en 55, debe ganar. Suponiendo que B adopte la mejor
estrategia de juego para prolongar su existencia el mayor tiempo
posible, A, si tiene la primera jugada, siempre puede capturar a B
en la jugada N° 12; y si tiene la segunda jugada, siempre puede
capturarlo en la jugada Ne 14. Lo que debe hacer es ponerse
siempre diagonalmente en línea con su oponente, y al ir a 33, si
Solución:
Si formamos los tres montones (y así somos los segundos en tomar),
cualquiera de los trece agrupamientos siguientes nos dará la
victoria si jugamos correctamente:
15-14-1; 15-13-2; 15-12-3; 15-11-4; 15-10-5; 15-9-6; 15-8-7; 14-
13-3; 14-11-5; 14-9-7; 13-11-6; 13-10-7; 12-11-7.
La bonita solución general de este problema es la siguiente. Exprese
el número de cada montón en potencias de 2, evitando repeticiones
12 = 8 4 – –
11 = 8 – 2 1
7 = – 4 2 1
2 2 2 2
Como así hay dos de cada potencia, debemos ganar. Digamos que
nuestro oponente coge 7 de la pila de 12. Entonces deja:
5 = – 4 – 1
11 = 8 – 2 1
7 = – 4 2 1
1 2 2 3
5 = – 4 – 1
2 = – – 2 –
7 = – 4 2 1
– 2 2 2
jugador o el segundo?
Solución:
Ni un solo miembro del club desentrañó este acertijo, y sin embargo
demostraré que es tan sencillo que aun un niño puede comprender
la solución, una vez que se le explica. La gran mayoría de mis
amigos manifestaron un total desconcierto. Muchos consideraban
que “el resultado teórico, en todo caso, está determinado por la
relación entre la mesa y los cigarros”; otros, considerándolo un
problema en teoría de probabilidades, llegaron a la conclusión de
que las oportunidades favorecen ligeramente al primero o segundo
jugador, según el caso. Un hombre cogió una mesa y un cigarro de
dimensiones particulares, dividió la mesa en secciones iguales, y
procedió a hacer que los dos jugadores llenaran estas secciones de
modo que ganara el segundo jugador. ¿Pero por qué el primer
jugador debería ser tan complaciente? En cualquier etapa sólo tiene
que poner un cigarro oblicuamente en cualquiera de estas secciones
para desbaratar los cálculos del segundo jugador. Tenemos que
suponer que cada jugador se esfuerza por ganar, y no que facilita
las cosas al oponente.
Las teorías de otros amigos serían muy sensatas si la forma del
cigarro fuera la de un torpedo, totalmente simétrica y con ambos
extremos puntiagudos.
Demostraré que el primer jugador debe ganar infaliblemente si
siempre juega del mejor modo posible. Examinemos con cuidado el
siguiente diagrama, el N° 1, y todo quedará claro.
Capítulo XI
Problemas varios
“Un acaparador de bagatelas”
SHAKESPEARE, Cuento de
invierno, iv, 2
Solución:
Cuando el Sol está en el horizonte de cualquier lugar, trátese del
Japón o cualquier otra parte, está más alejado de ese lugar ―por
una longitud de la mitad del diámetro de la Tierra― que cuando esté
en su meridiano al mediodía. Como el radio de la Tierra es
aproximadamente 6.400 kilómetros, el Sol debe estar más de 4.800
kilómetros más cerca al mediodía que al amanecer, pues no hay
ningún valle que tenga siquiera la centésima parte de 1.600 km de
profundidad.
Solución:
Daré mi elaboración completa de la solución, para que los lectores
6 64 43 21
8 256 171 85
10 1024 683 341
haber regresado una vez a la planta baja. Pero hay que tener
cuidado de usar cada escalón la misma cantidad de veces. ¿Cuál es
la cantidad mínima de pasos para efectuar el ascenso? Parece muy
sencillo, pero es muy probable que en su primer intento usted dé
muchos más pasos de los necesarios. Desde luego, no debe subir
más de un escalón por vez.
Tomasito conoce el truco, y lo ha mostrado a su padre, quien
manifiesta desdén por esas cosas; pero cuando sus hijos duermen,
el padre a menudo lleva a los amigos a la sala y se divierte
desconcertándolos. Y sin embargo, es sencillísimo cuando sabemos
cómo se hace.
Solución:
Numere los escalones en orden regular hacia arriba, 1 a 8. Luego
proceda de este modo: 1, (regreso al piso), 1, 2, 3, (2), 3, 4, 5, (4), 5,
6, 7, (6), 7, 8, rellano, (8), rellano. Los escalones entre paréntesis se
recorren en dirección contraria. Se verá pues que al regresar al piso
después del primer paso, y siempre avanzando tres escalones por
cada escalón que retrocedemos, realizamos la tarea requerida en
diecinueve pasos.
Solución:
El modo en que el autor de este viejo acertijo proponía resolver la
dificultad era el siguiente: Desde la morada del judío, el cristiano y
el turco emprendían un viaje alrededor del globo, el cristiano yendo
hacia el este y el turco hacia el oeste. Los lectores del cuento “Tres
domingos en una semana” de Edgar Allan Poe y de la novela La
vuelta al mundo en ochenta días de Jules Verne sabrán que de ese
modo el cristiano gana un día y el turco pierde un día, de modo que
cuando se encuentren de nuevo en la casa del judío sus cálculos
coincidirán con los de éste, y los tres podrán celebrar el sábado el
mismo día. Esta respuesta depende de la noción popular para la
definición de un día: la duración media entre sucesivos amaneceres.
Es un viejo equívoco, y bastante aceptable para un acertijo. En
rigor, los dos viajeros deberían modificar sus cálculos al atravesar el
meridiano 180, de lo contrario tendremos que admitir que en el Polo
Norte o Sur habría un sólo sábado en siete años.
Solución:
Se pueden poner trece monedas, como muestra la ilustración.
FIN