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Jesús, Tú eres el Pan de vida, el que viene a ti, no tendrá más hambre. Señor Jesús, si
no comemos tu Carne y no bebemos tu Sangre, no tendremos vida en nosotros. El que
come de tu Carne, lo resucitarás. Señor Jesús, ¿a quién iremos, Señor? Tú solo tienes
palabras de vida eterna. Tú eres el Pan bajado del cielo. El que come de este Pan, vivirá
para siempre. Jesús, Tú eres la vid verdadera, nosotros somos los sarmientos. El que
permanece en Ti, da muchos frutos. Quien no permanece en Ti, está muerto.
Dios mío, yo te adoro, espero y te amo. Te pido perdón y misericordia por los que no
creen, no te adoran, no esperan y no te aman.
Te damos gracias y te bendecimos, Dios Santo y fuerte, porque diriges con sabiduría los
destinos del mundo, y cuidas con amor a cada uno de los hombres. Tú nos invitas a
escuchar tu Palabra, que nos reúne en un solo cuerpo, y a mantenernos firmes en el
seguimiento de tu Hijo, Jesús. Porque solo Él es el camino que nos conduce a Ti, Dios
invisible, la verdad que nos hace libres y la vida que nos colma de alegría. Te damos
gracias y te bendecimos, Padre fiel y lleno de ternura, porque tanto amaste al mundo que
le entregaste a tu único Hijo, para que fuera nuestro Señor y nuestro hermano. Jesús
manifestó su amor con los pobres y los enfermos, con los pequeños y los pecadores. Él
nunca permaneció indiferente ante el sufrimiento humano. Su vida y su Palabra son para
nosotros la prueba de tu amor. Como un padre siente ternura por sus hijos, así también
Tú sientes ternura para nosotros, tus hijos. Por eso te damos gracias y glorificamos tu
Santo Nombre.
Vuélvete a mí, Señor, salva mi vida, y líbrame por tu gran compasión. Pues, ¿quién se
acordará de ti entre los muertos? ¿Quién te alabará donde reina la muerte? Extenuado
estoy de tanto gemir, cada noche empapo mi cama y con mis lágrimas inundo mi lecho.
Mis ojos se consumen de tristeza, he envejecido al ver tantos enemigos. /R
Aléjense de mí, ustedes malvados, porque el Señor oyó la voz de mi llanto. El Señor
atendió mi súplica, el Señor recogió mi oración. /R
Señor Jesús. Tú nos has prometido estar siempre con nosotros. Tú verdaderamente
llamaste a todos los cristianos a acercarse y compartir tu Cuerpo y tu Sangre. Pero
nuestros pecados nos alejan de Ti.
Te pedimos perdones nuestras ofensas y nos ayudes a esforzarnos cada día más en
hacer tu Santísima Voluntad y no la nuestra. Abrasa nuestros corazones con el fuego del
Espíritu Santo y concédenos el don del discernimiento para saber distinguir entre lo que
es bueno y lo que me aleja de Ti
Señor, en este momento ruego por tu protección sobre aquellas familias que han sido
afectadas por el terremoto e inundaciones en México, y el resto del mundo. Ten
misericordia de ellos. Dios, permite que puedan conseguir la forma de salir hasta un lugar
seguro y resguardado.
Señor, en tu amor protege a los niños y a los ancianos, que puedan estar en buena
salud. Te ruego por aquellas personas que están enfermas, heridas o afectadas
psicológicamente. Pon tu mano de sanidad sobre ellos, que puedan recuperarse con
prontitud. Provee para ellos las medicinas, la atención médica a tiempo y que tengas
personas dispuestas y disponibles para ayudarlos en estos momentos de crisis y de
mucha angustia.
Señor, sabemos que podemos contar contigo aún en los momentos más duros. Ayuda
en estos momentos a las familias que se han quedado sin hogar, sin un sitio para
refugiarse del frío, de la lluvia y el sol.
Padre santo, ten misericordia y permite que los vecinos y otras personas nos
solidaricemos con ellos y los ayudemos proveyendo un lugar para pasar la noche.
Señor, pon esperanza en las mentes de estos hermanos nuestros que están sufriendo.
Abrázalos con tu amor y tu bondad; haz que puedan orar y confiar en ti. Abre puertas
para ellos, para que puedan salir adelante a pesar de esta crisis.
Señor, te ruego por aquellos que han perdido algún familiar en esta tragedia, que
los ha desconsolado. Dales consuelo y fuerza para seguir. Que tu fortaleza les sostenga
en paz, y que encuentren también gente que les acompañe y les apoye.
Padre amoroso, no entendemos muchas cosas que suceden, pero sabemos que
ayudarás a nuestros hermanos que sufren por haber estado en este desastre natural.
Ten misericordia y manifiesta tu gran poder en medio de toda esta crisis en México y el
resto del mundo. Te damos gracias porque podemos contar contigo aun y cuando
estamos angustiados. En ti encontramos esperanza y alivio para el dolor y la angustia.
En el nombre de Jesús, presento esta oración. Amén.