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Capítulo 1: ¡Me gustaría Recibir Algunas Ventajas

para mi Reencarnación, Por Favor!

Kaoru Nagase, veintidós años.

Una oficinista con cabello negro sedoso que le llegaba hasta los omóplatos, medía 158
centímetros de altura (perfectamente apropiado para su edad), y siempre tenía una mirada
levemente… OK, REALMENTE dura en sus ojos. Se graduó en una Licenciatura en Ciencias
en una universidad nacional y encontró un trabajo en una empresa mediana en su ciudad natal.
Había pasado medio año desde que comenzó su cómoda vida de viajar de casa a su trabajo,
para alegría de sus padres, mientras ahorraba dinero.

Tenía una familia de cinco compuesta por sus padres, un hermano dos años mayor que
ella y una hermana tres años menor. Todos se llevaban bien, aunque su hermana pequeña Yuki
parecía un poco decepcionada por no haber obtenido el control total sobre la habitación que
compartían incluso después de que Kaoru encontrara un trabajo.

Finalmente se había acostumbrado a su trabajo y regresaba a casa después de terminar


una hora y media de horas extras. A pesar de esto, y sin previo aviso, Kaoru sintió que estaba
a punto de perder el conocimiento, deteniéndose donde estaba.

Esto no es bueno, esto no es bueno… Si me caigo y me golpeó la cabeza o algo, estaré


perdida. Caerme sería malo, así que me agacharé lentamente…

Pero incluso sin agacharse, la sensación de mareo había pasado en un instante. Justo
cuando Kaoru se dio la vuelta para comenzar a caminar de nuevo, pensando que era un ligero
ataque de vértigo causado por la presión arterial baja o algo así… se congeló en su lugar.

“¿Qué… es esto…?”

El área frente a ella… no, todo a su alrededor era completamente blanco. Un área sin nada
más se extendía ante ella. Congelada en su lugar e incapaz de comprender lo que estaba
pasando, una voz vino detrás de ella:

“Debes ser Kaoru Nagase, ¿verdad?”


Sorprendida, Kaoru se dio la vuelta para encontrar a un hombre que parecía tener
veintitantos años. Tenía cabello dorado y ojos azules, y era como la encarnación física de lo
que toda mujer consideraría un “buen hombre”. Llevaba un atuendo blanco que parecía algo
que usaría un aristócrata de la antigua Roma, con una suave sonrisa que se extendía por su
rostro.

Uh-oh, esto no se ve bien…

Kaoru era fanática de las novelas ligeras, por lo que tenía la sensación de que sabía a
dónde iba esto. El hombre se presentó como “alguien a cargo de velar por este mundo”, como
ella esperaba que lo hiciera. En pocas palabras, era como si él fuera lo que los humanos
llamarían “Dios”, o al menos algo parecido.

Según “Dios” aquí, todo este incidente era supuestamente el resultado de algún tipo de
accidente. El mundo tal como lo conocíamos en realidad existía a lo largo de múltiples
continuos espacio-temporales (básicamente mundos paralelos) como parte de un “multiverso”.
Estos mundos paralelos por lo general existían sin interferencias entre sí, pero de vez en
cuando una anomalía del espacio-tiempo o una desviación de energía o algo similar provocaba
que diferentes espacios-tiempos se acercaran y se afectaran entre sí. Si estos eventos tomaran
la forma de pequeños agujeros o grietas en el continuo espacio-tiempo, entonces podrían
solucionarse resolviendo el problema lo antes posible. En el peor de los casos, sin embargo,
estos eventos podrían terminar involucrando múltiples mundos y convertirse en un desastre de
proporciones épicas. Para protegerse contra tales eventos, existía una raza de seres más allá de
la imaginación más salvaje de la humanidad que estaban tan avanzados que solo podían ser
llamados “Dioses”. Estos seres vigilaban los mundos y ajustaban el equilibrio del espacio-
tiempo según fuera necesario. Por eso, las anomalías o desviaciones eran detectadas de manera
oportuna, que luego eran dispersadas y atendidas antes de que las anomalías pudieran alcanzar
niveles de desastre.

El incidente esta vez era el resultado de que este hombre iba a dispersar una pequeña
anomalía, como siempre lo hacía; pero, desafortunadamente para Kaoru, ella también se había
visto involucrada. Su cuerpo físico había sufrido graves daños y, aunque Dios se apresuró a
recuperar su conciencia y su alma, en la Tierra, a Kaoru ya la consideraban como muerta.

“¡Lo siento, lo siento mucho! Nunca cometí un error como este en todos mis miles de
años haciendo esto…”
El hombre que decía ser Dios parecía estar realmente arrepentido mientras inclinaba la
cabeza y se disculpaba en serio. Una sonrisa amarga cruzó el rostro de Kaoru, como diciendo
que este tipo de cosas de vez en cuando pasaban.

“Quiero decir, bueno, está bien… Bueno, no, no lo está, pero no ya hay forma de evitarlo,
¿verdad? Acaba de cometer un pequeño error al hacer su trabajo de velar por el mundo.
Supongo que esta vez también tuve un poco de mala suerte, eso es todo.”

Con una ligera risa, Kaoru explicó que no le dolió y que no sufrió cuando sucedió. Todos
los humanos tenían que morir eventualmente. Pero Dios tenía una expresión de dolor en su
rostro.

“Me siento honrado de escucharte decir eso… Sin embargo, como supervisor de este
mundo, es evidente que debo tomar medidas para ayudarla. Por suerte, logré preservar su
conciencia y su alma, por lo que es posible que viva una nueva vida a través de la
reconstrucción de su cuerpo físico.”

“Espera, ¿puede traerme de vuelta a la vida? ¿Volver a la misma vida que tenía antes?”
Kaoru le preguntó con sorpresa.

Pero Dios, con pesar, negó con la cabeza. “Lo siento… Tu cuerpo físico ya ha sido
declarado como fallecido y, eh… cuidar de… Este mundo está extremadamente ajustado, así
que, si tuviera que usar mis poderes a la fuerza para intervenir, existe la posibilidad de que su
equilibrio colapse y cause una distorsión masiva.”

Oh, vaya… Eso significa que ya no hay lugar para mí allí… Si trato de forzar mi camino
de regreso, entonces sólo estaría causándole problemas a todos.

Kaoru rápidamente había aceptado la situación en la que había se le había colocado.

“Mi recomendación sería comenzar una nueva vida en un mundo diferente. Incluso si
usáramos un poco de fuerza excesiva en un mundo que no ha progresado tanto, nada cambiaría
mucho. Y, afortunadamente, hay un mundo sin ajustar que es bastante similar a la Tierra… Es
probable que el mismo mundo se separara en algún momento del pasado lejano debido a una
distorsión espacial masiva. Supongo que esto provocó que una gran cantidad de flora y fauna
se mezclara entre las dos a escala continental y, como resultado, las personas, las plantas y los
animales en general parecen ser los mismos. La civilización está muy por detrás de la de la
Tierra, algo parecido a la Europa Medieval, pero es un mundo en el que aún podría vivir
cómodamente como ser humano.”

Dios parecía desesperado por enviar a Kaoru a otro mundo. Además de que no había mejor
manera de hacerlo, parecía que quería expiar su error y compensar a Kaoru, así que, por
supuesto, estaría desesperado…

Entendiendo esto, Kaoru se resignó y estaba de acuerdo.

“Entiendo. No parece que haya otras buenas ideas además de eso, así que aceptaré su
oferta.”

“¡Oh gracias! Entonces, comenzaré los preparativos, bien…”

“¡Ah, espere un segundo!”

Aunque parecía aliviado y con prisa por comenzar los preparativos, Kaoru logró frenar a
Dios.

“El mundo medieval sería mucho más peligroso que el mundo moderno, ¿verdad?
Lesiones, enfermedades, crímenes, guerras… ese tipo de cosas serían más desenfrenadas. No
creo que una chica que no tenga ni idea de lo que está sucediendo sea lanzada en medio de
todo eso, y por sí misma sea capaz de sobrevivir. Como, en absoluto. En el mejor de los casos,
terminaría como esclava o en un burdel. En el peor de los casos, podría terminar muriendo el
mismo día que llegue…”

“…”

Una gota de sudor corrió por la sien de Dios hasta su mejilla. Kaoru no podía imaginar
que su cuerpo hubiera sido construido con tal función corporal, por lo que probablemente lo
estaba haciendo a propósito para mostrar algún tipo de reacción psicológica. Esa era verdadera
atención al detalle.

“Por eso…” Kaoru apuntó a Dios con su dedo índice. “¡Me gustaría solicitar algún tipo
de poder trampa!”

“¿P-Poder… trampa?” No parecía tener ni idea de lo que estaba pasando.

“¡Así es, poder trampa! Si una chica como yo, que no distinguiría su izquierda de su
derecha, ir a vivir sola en este nuevo mundo, necesitaré algunas habilidades especiales, ¿no
cree? ¡Oh! Necesitaré poder entender el idioma y el sistema de escritura del lugar. Y dado que
será un mundo más incivilizado, supongo que la edad en la que las mujeres pueden casarse
también sería mucho menor. Entonces, si no me hace un poco más joven, no creo que pueda
vivir una vida feliz, ¿me entiende…?”

La vida de Kaoru estaba en juego, así que iba a aprovechar esta oportunidad para ir con
todo.

“S-Sí… no lo entiendo completamente… pero, muy bien. La reconstrucción de su cuerpo


físico y el otorgamiento de poderes está bajo la autoridad de quien sea el supervisor de ese
mundo, así que me aseguraré de solicitar que la atiendan de antemano. Puede hablar sobre los
detalles con esa persona una vez que llegue.”

“¡Por favor y gracias! Ah, y hay dos favores que me gustaría pedir mientras estoy aquí.
¿No hay problema?”

Dios asintió, accediendo a la petición de Kaoru. “Siempre que no den lugar a ningún
problema, entonces sí, lo que quiera. Después de todo, tiene ese derecho.”

“En ese caso… Primero, siempre que no me haga parecer muy diferente de los otros
humanos en este nuevo mundo, quiero tomar el cuerpo que tengo ahora, o, bueno, el cuerpo
que tenía… y que lo haga más joven. Nunca tuve la oportunidad de pagarles a mis padres en
la Tierra, así que pensé que me gustaría hacerlo ahora dejando sus genes en este nuevo mundo.
Aunque, eso es sólo si consigo casarme y dejarles nietos…”

Mientras Kaoru se reía, los ojos de Dios estaban bien abiertos, como si esto fuera un
completo shock para él.

“Mi otra petición es que me gustaría despedirme de mi familia y amigos. Ya que tuve una
muerte no natural, siento que eso podría dejar algunas cicatrices emocionales… Por eso quiero
hacerles saber que estoy bien y despedirme de ellos con una sonrisa. Oh, no estoy pidiendo
algo absurdo como reunirme con ellos en persona, por supuesto. Si pudiera tener uno o dos
minutos para hablar con ellos en sus sueños, sería suficiente. Incluso si piensan que no es real
y que todo es sólo un sueño, sería feliz si pudiera hacer que se sintieran un poco más a gusto…”

Dios asintió con la cabeza, prometiendo concederle sus peticiones.

“Entonces, tal como lo solicito, le conectaré con los sueños de todos: uno con su familia
y el otro con sus amistades. Han pasado diez días desde el incidente en la Tierra, así que, por
favor, tenga cuidado de no dejar atrás ningún arrepentimiento. Tan pronto como termine, te
trasladaré al nuevo mundo. Una vez que llegue allí, ya no podré participar directamente en lo
que suceda, pero me aseguraré de decirle al supervisor que se ocupará de ti. Realmente,
realmente lamento todo esto. ¡Que tenga una buena vida!”

Con esas palabras, Dios despidió a Kaoru con una sonrisa amable.

Sólo han pasado diez días desde entonces…

Koichi yacía en la cama, pensando en su hermana pequeña que había fallecido el otro día.

La hija del medio de tres hermanos, había pasado medio año desde que se graduó de la
universidad. Le encantaba leer, sabía muchas cosas y podía ser un poco marimacha. Aunque
parecía una chica linda, siempre tenía esta mirada intensa en sus ojos. Ella era más un hermano
pequeño para él, lo que le hacía sentir como si tuviera un hermano pequeño y una hermana
pequeña en lugar de sólo dos hermanas.

A pesar de que recientemente se había estado riendo y bromeando con ella mientras volvía
a contar sus “increíbles historias de valor” sobre su tiempo en la escuela y su lugar de trabajo,
nunca pensó que se iría y moriría más rápido que sus padres. Sin mencionar que había tenido
una muerte misteriosa y antinatural, donde su cuerpo básicamente había explotado frente a un
grupo de testigos mientras regresaba a casa. Esto causó un alboroto, por supuesto. La gente
pensó que podría haber sido cualquier cosa, desde explosivos ultra pequeños, un asesinato
causado por el tendido de cables de piano, youkai, o incluso obra del diablo. Los insensibles
medios de comunicación se lanzaron sobre la historia inusual, con una farsa religiosa incluso
tratando de usarla para estafar a la gente sin dinero, y así sucesivamente…

Las cosas finalmente se habían calmado un poco, pero pasaría mucho tiempo antes de que
se calmaran para siempre. Koichi se había mantenido distraído por lo ocupado que había
estado, pero ahora que tenía algo de tiempo para sí mismo, la tristeza comenzaba a dominarlo.

Sus padres y Yuki probablemente estaban pasando por lo mismo. A pesar de que todos se
habían ido a la cama temprano, seguía escuchando el sonido del inodoro o la puerta del
refrigerador abriéndose y cerrándose. Pero ahora, finalmente todo estaba en silencio.

Las lágrimas corrían por sus mejillas mientras pensaba en su hermana pequeña. Una
avalancha de emociones diferentes se apoderó de él. Tal vez fue por su continua falta de sueño
durante los últimos días, pero, antes de darse cuenta, se había quedado dormido
profundamente…
“¡Ajá, estás aquí! ¡Te tomó una eternidad irte a dormir, Koichi!”

Oh, un sueño lúcido…

Estaba sentado alrededor de una mesa con los otros cuatro miembros de mi familia.
Mirándome con una sonrisa en su rostro estaba mi hermana pequeña, que ya no debería haber
estado con nosotros. Aunque sólo habían sido unos meros diez días, me invadió una sensación
de tristeza y nostalgia.

“Permítanme explicarles ahora que todos están aquí. Básicamente, morí porque Dios
cometió un error y, como disculpa, ¡me enviará a otro mundo con poderes trampa!”

“¡¿Qué clase de novela ligera se supone que es?!”

No pude evitar intervenir con una réplica repentina. Espera, este era mi sueño, por lo que
sería culpa mía por falta de imaginación. Eso era un poco triste, yo.

“¿Te aseguraste de que se hiciera responsable de lo que hizo, Kaoru? ¡Asegúrate de que
te compense!”

Me golpeé la cabeza contra la mesa por la estúpida broma de mi madre… Espera, ¿por
qué duele?

“Está bien, me aseguré de que me prometiera poderes trampa, ¡y también algunas otras
cosas! Haré que me resuciten en mi propio cuerpo y también recuperaré mi juventud. ¡Haré
tantos descendientes para la familia Nagase en este otro mundo! ¡Nuestros genes familiares
van a correr desenfrenados por ahí!”

“Bueno, bueno, ¿no es increíble…? ¡Entonces parece que estarás compitiendo con Yuki
y Koichi!”

Papá era casi tan malo como mamá… No, tal vez era un poco peor.

“Oye, hermana, ¿podrías enviar un príncipe atractivo o un diamante súper caro de regreso
a nuestro mundo?”

Dios mío, Yuki…

“Lo siento, no parece que pueda hacer eso. Ah, ya casi es la hora… Está bien, ¡gente,
compórtense bien! ¡También haré lo mejor que pueda en mi nuevo mundo! ¡Oh, y como
conseguiré poderes trampa, puedo usarlos para mantenerme a salvo y ganar dinero fácil!
Tengo prácticamente garantizado un futuro estable, así que no se preocupen por mí, ¿de
acuerdo? Bien… Papá, mamá, Onii-san, Yuki… ¡Cuídense todos! ¡Gracias por todo y adiós!”

“¡Sí, ten cuidado!”

“¡Espero que seas feliz!”

“¡Consíguete un buen hombre, Onee-chan!”

“… Sabes qué hacer, ¿verdad, Kaoru? ¡Mantén la información sobre ti en secreto y cuídate
muy bien!”

“¡Entiendo, entiendo! ¡Nos vemos!”

Ya era de mañana… Jaja, ¿fui estúpido o algo así? ¿Por qué le diría eso? Como si Kaoru
no supiera algo tan básico como eso… Espera, ¿soy estúpido? Ese era mi sueño, entonces,
¿por qué reaccionaba así? ¿Sabes qué? Debería ir a desayunar.

Al levantarme de la cama, me dirigí directamente al primer piso. Todos en nuestra familia


vestían pijamas para desayunar. No teníamos que preocuparnos si derramábamos comida
sobre ellos, y dado que después íbamos al baño y nos cepillamos los dientes, podíamos evitar
salpicar nuestra ropa de trabajo con pasta de dientes o arrugarla. Muy lógico, sí, lo digo yo
mismo.

Papá y Yuki ya estaban sentados a la mesa, así que yo también me senté en mi asiento.
Ya estaban tomando un poco de sopa de miso y mamá todavía estaba preparando los platos de
salmón asado para ellos. Pero algo en todo el mundo parecía un poco extraño. Estaban
inquietos, echándose un vistazo a la cara del otro. Era una sensación indescriptible de
inquietud. ¿Qué les pasaba…?

Por alguna razón, en ese momento, parte de la conversación de mi sueño había cruzado
por mi mente.

“¡Los genes de nuestra familia van a correr desenfrenados por ahí!”

“¿Nuestra familia es un montón de ratones o cucarachas o algo así?” Solté de repente.


¡Qué diablos estaba diciendo!

¡¡¡PBFTTTTTT!!!
De repente, la sopa de miso salió a borbotones de las bocas y narices de papá y Yuki. Ah,
sí, ¡el hábito de nuestra familia de usar pijamas para el desayuno había demostrado ser
apropiado!

“Dios santo, qué desagradable… ¡¡¡ay, caliente!!!”

Detrás de mí, mamá estaba recogiendo un plato que había dejado caer. Vaya, mi salmón
a la parrilla…

“Poderes trampa en otro mundo…” Murmuró papá.

“Un príncipe atractivo y un diamante súper caro…”

“Ella te dijo que eso no iba a pasar…” Mamá respondió al murmullo de mi hermana.

… Silencio. Un silencio cayó sobre la habitación. Luego…

“… Jaja…”

“… Ajaja…”

“““¡Ajajajajajaja!”””

Nos reímos. Los cuatro nos reímos y reímos y seguimos riendo. Chorros de agua corrían
por nuestras mejillas, pero no le hicimos caso y seguimos riendo. Ese día todos llegamos tarde
a la escuela y al trabajo.

“¡Hey, ya estás aquí!”

Había dos chicas sentadas alrededor de la pequeña mesa frente a mí.

Oh, un sueño, eh…

Una de las chicas aquí era mi amiga cercana que había fallecido hace diez días, la otra era
mi amiga cercana que conocía desde la escuela media… y que ahora era mi única amiga
cercana que quedaba. Había llorado sin parar todos los días desde el accidente de Kaoru, pero
finalmente había podido calmarme un poco. Tal vez era porque todavía tenía presente lo que
había sucedido, o tal vez era porque había logrado aclarar mis sentimientos, pero ahora estaba
empezando a verla en mis sueños…

“Lamento morir tan pronto, Kyo-chan. Había más que quería hacer entre nosotras tres…
Lo siento mucho.”
Incapaz de contenerme más, me arrojé alrededor del esbelto cuerpo de Kaoru, las lágrimas
corrían por mi rostro.

“¡Tú, estúpida! ¡Tonta! ¡Boba! ¡¿Por qué tuviste que ir y morirte así?! ¡Tú, grandísima…!
¡Estúpida! ¡¡¡Idiota!!!” Seguí llorando sin parar.

“Cálmate, Kyoko. No es como si Kaoru hubiese querido morir. No parece que tengamos
mucho tiempo, así que, mejor escuchemos lo que tiene que decir.”

Reiko actuaba como solía hacerlo, siempre manteniéndose tranquila… Aunque este era
mi sueño, probablemente sólo porque ese era el tipo de persona que veía en ella.

Bueno, aparte de eso, finalmente tuve la oportunidad de hablar con Kaoru, incluso si era
sólo en un sueño. Probablemente nunca tendría otra oportunidad de encontrarme con ella en
un sueño tan vívido como este.

“Kaoru…”

“Lo siento. Parece que la razón por la que morí fue porque Dios la cagó un poco…”

“¿Eh? ¡Entonces podrán devolverte la vida!”

“Sí, pueden… pero no en este mundo. Dijeron que me traerían de vuelta a la vida en otro,
en algún lugar que es como la Europa Medieval.”

“¡¿Por qué?! ¡¿Por qué no puedes volver a este mundo?! ¡¿Por qué no…?!”

Reiko se levantó y me dio unas suaves palmaditas en la espalda, pero no pude dejar de
sollozar.

“Ah, lo siento chicas, realmente no tengo tanto tiempo… De todos modos, morí porque
Dios cometió un error, pero me va a revivir en otro mundo con todos mis recuerdos intactos,
así que allí planeo vivir una vida feliz. Gracias por estar siempre conmigo desde la escuela
media, nunca las olvidaré. ¡Sean felices!”

“¿Kaoru? ¡Kaoru! ¡Kaoruuuuuu!”


“¿Tienes algo que quieras decirle a tu familia, Kaoru?” Incluso en mis sueños, Reiko se
mantenía tranquila y serena.

“Oh, descuida. Ya me aseguré de despedirme de ellos. ¡Ambas, nos vemos y hasta


siempre!”

Kaoru se desvaneció en el aire, dejando sólo a Reiko y a mí. Después de asegurarme de


que finalmente había dejado de llorar primero, Reiko rompió a llorar.

“Ahh… ¡Aaaaaahhhhhh!” Ella gritó sus ojos mientras se aferraba a mí.


“¡Waaaaaaaaaaaah!”

Mientras veía llorar a Reiko, finalmente lo entendí. Ella era ese tipo de chica, siempre
conteniéndose, poniendo a los demás antes que ella…

“Lo siento, Reiko… Aunque sabía que no teníamos mucho tiempo, vine y lo
desperdicié… Aunque este debería haber sido un tiempo valioso para que pudieras hablar más
con Kaoru…”

Abracé a Reiko con fuerza y las dos seguimos llorando…

… En la mañana. Mi despertador sonaba a la hora habitual, despertándome como siempre.


Al levantarme, noté que mi almohada estaba empapada con una mezcla de lágrimas, baba y
mocos. Incluso en mis sueños, Kaoru era Kaoru y Reiko era Reiko. Mis mejores amigas…

Entonces mi teléfono comenzó a sonar en la mesita de noche junto a mi cama. Mis amigos
más cercanos sabían que me despertaba a las 5 am en punto los días de semana, y si necesitaban
contactarme a primera hora de la mañana, llamaban entre las 5 am y las 5:01 am en cualquier
momento después de eso y yo estaría ocupada yendo al baño, lavándome la cara o cocinando
o algo así. De todos modos, no era como si alguien me llamara tan temprano más de unas
pocas veces al año. Hoy resultaba ser una de esas pocas veces. ¿Pero quién podría ser tan
temprano en la mañana?

Al alcanzar mi teléfono, tuve la sensación de que sabía quién era. Aunque pensaba que no
podía ser posible, una parte de mí todavía estaba medio convencida de que tenía razón.

Tomé mi teléfono, presioné el botón de llamada y lo coloqué contra mi oreja.

“Hola… sí. ¿Eh? ¿Arreglar las cosas con Dios? Pero, ¿cómo? Espera, ¿golpearlos? O sea,
pero ¿cómo? ¡No, estoy totalmente de acuerdo! ¿Quieres ir a un santuario y patear su caja de
donaciones? ¿Sí? Entendido. Entonces nos dirigiremos a la casa de Kaoru para recopilar un
poco de información. ¡Sí, suena bien! ¡Te veo el sábado!”

Al presionar el botón de colgar en mi teléfono, me senté en mi cama.

Je….

Mi rostro se iluminó con una sonrisa.

Eje, ejejeje. Ejejejejeje…

Abracé fuerte mi almohada. Eugh, está toda pegajosa…

Kaoru no les dijo a sus amigas sobre todo el asunto de “volver a ser más joven”. De alguna
manera, sólo imaginar cómo serían sus reacciones era una perspectiva aterradora para ella…
Capítulo 2: Pociones

Lo siguiente que noté fue que estaba en un espacio en blanco. Esta era la segunda vez que
sucedía, así que ahora me estaba acostumbrando un poco a eso. Dándome la vuelta, me
encontré cara a cara con una linda chica de cabello rubio y ojos azules que parecía tener entre
quince y dieciséis años. Se quedó paralizada en el acto, con una expresión de sorpresa en su
rostro.

… Bingo.

Espera, ¿siquiera qué pensé que había ganado?

“¿Es la diosa a cargo de velar por este mundo?”

Después de preguntar, la chica que parecía una diosa finalmente se liberó de su estupor,
respondiendo alegremente.

“¡Sí, es correcto! Soy Celestine, la supervisora a cargo de este mundo. ¡Bienvenida a


Verny! ¡Estamos felices de recibirte!”

Bien, parece bastante emocionada por todo esto. Pensé que habría sido más problemático
tener una carga como yo bajo su responsabilidad…

“Um, creo que probablemente ya haya escuchado del Dios a cargo de la Tierra, pero a
partir de ahora estaré en deuda con usted…”

Mi futuro dependía de esto, así que tenía que ser humilde… Espera, ella era una diosa,
¡así que por supuesto yo sería humilde frente a ella! ¡Dios!

“¡Sí, sí, sí, lo he escuchado! ¡Estoy realmente agradecida contigo!”

… Espera, ¿por qué estaba agradecida? ¿No debería ser más un dolor de muelas para ella?
No entendía a qué se refería, así que intenté preguntarle directamente.

“Um, ¿por qué dice eso? ¿No debería ser un poco molesto para usted?”

“¡N-No, en absoluto! ¡Estoy realmente agradecida!”

Después de tomarme el tiempo para escuchar los detalles, tuve una idea aproximada de
por qué. Parecía que la pequeña señorita Diosa aquí realmente ponía al Dios a cargo de la
Tierra en un pedestal. Parecía ser una persona bastante famosa… Bueno, un “Dios” famoso
incluso entre los otros supervisores, y era popular entre las otras diosas jóvenes.

¡Espera, ¡así que ese tipo es un condenado ‘Normie’!

Bueno, de todos modos, aunque estaba extasiada de estar a cargo de un mundo similar al
de él, cada vez que tenían sus “reuniones de supervisores mundiales análogos” (¡¿de verdad
las tienen?!), sus diosas superiores siempre la dejaban atrás y no tenía la oportunidad de hablar
con él directamente. Sólo podía mirarlo con nostalgia desde la distancia.

Y ahí fue donde entré yo. No sólo la persona —eh, Dios— a quien tanto había admirado
vino a verla directamente, ¡oh no, no sólo eso! Él inclinó la cabeza y pidió un favor, ¡que ella
le hiciera saber cómo me estaba yendo de vez en cuando! Para disculparse por el problema,
dijo que le preguntara en cualquier momento si había algo que pudiera hacer por ella. ¡Oh, qué
suerte! ¡¡¡Qué dicha!!! Parecía que estaba dispuesta a ofrecerme un pequeño servicio extra.
Bueno, siempre y cuando ella me estuviera ayudando, supongo que era algo bueno…

Y así, las dos nos metimos en el meollo de la cuestión. Mi vida dependía de esto, así que
hablaba muy en serio.

“En cualquier caso, las cosas que Dios me prometió fueron estas: un poder trampa, la
capacidad de comunicarme, leer y escribir en cualquier idioma que se use aquí, y traerme de
vuelta a la vida en una versión más joven de mi cuerpo actual. Ah, ¿y hay algo que sea
inconveniente en mi antiguo cuerpo? Cualquier cosa que me haga destacar demasiado, o que
me discrimine, o que no pueda tener hijos… ¿Algo así?”

“Oh, no. El cabello negro y los ojos negros son un poco inusuales, pero no es que no haya
personas con esos rasgos, y la discriminación es prácticamente inexistente. No hay diferencias
entre tu cuerpo y el de las demás personas de aquí, por lo que no habrá ningún problema en
cuanto a que tengas descendencia.”

Muy bien, eso es una carga de mis hombros.

“Entonces vamos a decidir ese poder trampa. Aunque, una pregunta antes de eso: ¿existe
la magia en este mundo? ¿Hay monstruos aquí, y la gente que caza dichos monstruos como
trabajo?”

Ésta era una cuestión de vital importancia. Dependiendo de la respuesta, podría cambiar
el tipo de poder trampa que elegiría y el tipo de vida que intentaría vivir aquí.
“No estoy muy segura de qué se supone que es esta ‘trampa’, pero el otro Dios me pidió
que te diera una habilidad superior que te ayudaría a vivir en este mundo. Además, todo lo que
acaba de preguntar existe aquí: magia, monstruos, cazadores y cosas por el estilo.”

¡Ah, sí, todo según el plan!

“Entendido. Entonces, en cuanto a mi poder trampa, me gustaría solicitar el poder para


crear medicamentos que tengan el efecto que yo quiero que tengan.”

“… ¿Eh?”

Desde que el Dios de la Tierra me prometió que podía tener un poder trampa, me
preguntaba qué debería elegir. Si sólo podía tener uno, ¿para qué debería usarlo? ¿Para peleas?
Sí, claro. Yo era una chica con palos por brazos, así que no podría hacer mucho con eso.
Incluso si me hiciera la más fuerte de todos, si me hiciera famosa por eso, entonces sería mi
fin. Juego terminado. Ataques sorpresa, grandes grupos de personas que viniesen a pelear
conmigo, me envenenarían, me pondrían trampas, me tomarían como rehén... Muchas cosas
me podrían pasar.

Sería una historia similar si optara por la magia. Para empeorar las cosas, también podría
haber personas que quisieran que mis poderes corrieran por las venas de su familia. Podría
estar bien si me casaran en algún tipo de matrimonio político, pero existía la posibilidad de
que simplemente me trataran como ganado o algo por el estilo… ¡Brrr, qué miedo!

Al final, ambas habilidades probablemente sólo se usarían para pelear. Me gustaría evitar
arriesgar mi vida todos los días luchando contra monstruos, y no quería matar a personas que
luchan en guerras con otros países, así que tranquilamente pasaré de esas habilidades, ¡muchas
gracias!

De todos modos, no quería ningún poder especial que tuviera la posibilidad de transmitirse
genéticamente. Iba a hacer todo lo posible para mantener mis habilidades en secreto, e incluso
si la gente se enterara de ellas, quería que mi poder fuera algo que se limitara a mí y sólo a mí.
Tenía que ser algo que no pudiera usarse para malas acciones o para herir a nadie, para que la
gente pensara que no valía la pena amenazarme o tomarme como rehén. Por encima de todo,
no tenía sentido si no cumplía con mi objetivo original de “una habilidad que me permita vivir
una vida segura y feliz”.
Pregunta: ¿qué era lo más peligroso en un mundo menos civilizado? ¿Monstruos?
¿Bandidos? Incorrecto. Si bien eran peligrosos a su manera, podían evitarse siempre que
tuviera el dinero para hacerlo. Podrías mudarte a una de las áreas más seguras de una gran
ciudad, por ejemplo, y contratar un grupo de guardias para protegerte.

No estaba hablando de ese tipo de peligro, sino de uno que no se podía evitar:

Estaba hablando de lesiones y enfermedades. En el Japón moderno, las enfermedades que


podrían curarse fácilmente con una sola inyección o una cirugía serían fatales en este mundo.
Lo mismo ocurría con las lesiones. Podrías recuperarte por completo en Japón, pero vivir el
resto de tu vida con las secuelas de una lesión, o si la herida se infectaba, no era posible. Estar
preparada para esas cosas era probablemente lo más crucial para mí.

Otra cosa importante, por supuesto, era el poder ganar dinero. No iba a ser fácil para una
joven como yo ahorrar dinero en un mundo paralelo desconocido, razón por la cual un poder
que pudiera usar para obtener ganancias haría que todo fuera perfecto. Así fue como se me
ocurrió la idea de “la capacidad de crear cualquier medicamento con el efecto que quiero que
tenga”. De esa manera no tendría que preocuparme por enfermarme o lastimarme, y podría
abrir una pequeña tienda de pociones o algo y vivir una vida de ocio. Como no me costaba
nada el hacerlas, debería ser muy fácil ahorrar suficiente dinero para vivir sola hasta que
pudiera encontrar a mi futuro cónyuge. Después de todo, había gente luchando contra
monstruos para ganarse la vida, y no tendría que preocuparme que mis pociones perdieran ante
ninguno de mis posibles rivales comerciales… Quiero decir, podría hacer pociones gratis con
cualquier efecto que quisiera. tener. No había forma de que pudiera perder. Y por eso me había
decidido por la “medicina” como mi poder trampa.

“Como dije, me gustaría tener la capacidad de crear cualquier medicamento con el efecto
que quiera que tenga. Dado que la civilización de este mundo está muy por detrás en
comparación con la de la Tierra, las enfermedades y las lesiones me aterran. Podría terminar
sin volver a poder usar una mano o una pierna, sólo porque me rompí un hueso, o moriría de
una enfermedad que podría haberse solucionado con una sola inyección en casa. Es una razón
más por la que quería hacer esta mi solicitud. Me envían a este mundo porque Dios cometió
un error y ahora ya no puedo vivir en la Tierra… Estoy tratando de cubrir sólo una pequeña
fracción de esa desventaja con este poder, pero ¿eso es egoísta? ¿Dios diría que no a eso? Me
gustaría saberlo.”
“… E-Está bien, ¡está bien! ¡Entiendo! ¡Sólo estaba confirmando qué tipo de habilidad
querías, eso es todo!”

¡Muy bien! ¡Mantengamos las cosas en marcha!

Rompiendo el contacto visual con la diosa, miré hacia abajo y fingí estar sumida en mis
pensamientos.

“Oh, supongo que sería bastante inconveniente no tener algún tipo de contenedor cuando
cree el medicamento. ¿Qué sería bueno? Tengo mis dudas… Quizás algo pequeño y fácil de
llevar, como mini tubos de ensayo o algo… ¿O quizás sería mejor tenerlos en botellas para
poder alinearlos como quiera, en una tienda? ¿Qué debería hacer con las capsulas? Podría ser
un problema usar aluminio debido a que la civilización de este mundo no está muy avanzada,
pero usar corchos significaría que tendría que preocuparme por cosas como fugas o que se
vuelva rancio. ¿Qué hacer, qué hacer…?”

Eché un vistazo a la diosa. Sí, ese era el tipo de rostro que decía que no tenía idea de a
qué me refería.

“Es una molestia… así que, ¿podría hacer que el medicamento aparezca en el recipiente
en el que esté pensando?”

“S-Sí, supongo que cualquier cosa está bien si es sólo para contenedores…”

¡Sí, conseguí que me diera su palabra!

“Entonces eso resume las cosas que Dios me había prometido.”

“¿Es así? Entonces comencemos a crear tu cuerpo.”

“¡Ah, espera un segundo por favor!”

Logré frena a la Diosa. También le hice esto a Dios, eh…

“Puede que pueda vivir un poco más con esto, pero ciertamente parece que a este ritmo
terminaría viviendo una vida de incomodidad. Este lugar está tan atrás en comparación con la
Tierra, y tampoco es exactamente seguro…”

“B-Bueno, sí. Pero ese es el tipo de mundo que es este, así que me temo que tendrás que
soportarlo…”

La diosa parecía preocupada cuando dijo eso, pero iba a darle otro empujón.
“Sí, soy plenamente consciente de eso… Aun así, el Dios de la Tierra dijo que ‘le pediría
que cuidara de mí’. Usted misma incluso había mencionado sobre cómo me brindaría un
‘servicio adicional’.”

“Mmgh… C-Cierto, dije eso… Muy bien entonces, ¿qué más te gustaría?”

¡Oh, claro que sí!

“Una caja de artículos.”

“… ¿Qué?”

“Una caja de artículos.”

“¿Y qué sería esta, um, ‘caja de artículos’?”

¡Pensé que nunca lo preguntarías!

“Para alguien tan escaza de fuerza como yo, sería imposible llevar los artículos, el equipo,
el agua, la comida y cualquier otra cosa que pueda ser necesaria para viajar por este mundo.
No sólo eso, sino que, si tuviera que llevar todo mi dinero y objetos de valor conmigo todo el
tiempo, estoy segura que me atacarán carteristas o bandidos. Lo mismo ocurriría con dejar mis
pertenencias en una posada; este es un mundo en el que ni siquiera puedo confiar en las
personas que trabajan en la posada, y mucho menos en los demás clientes que se quedan allí.
Simplemente no me sentiría segura por eso. Sin importar cuánto trabajara, nunca podría
ahorrar dinero, lo que haría que mudarme a otra ciudad por mi propia voluntad fuera
extremadamente difícil. ¿Cómo exactamente podría vivir una vida feliz en esas condiciones?”

“Mngh…” La diosa hizo una mueca.

“¡Ahí es donde entra la caja de artículos! Es un dispositivo de almacenamiento conectado


a una dimensión alternativa con capacidad infinita, y debido a que el tiempo se congela en su
interior, todo lo que se ponga dentro nunca se deteriorará. Puedo sacar cosas o ponerlas cuando
quiera, y es imposible que nadie más la use. Si pongo mi dinero y otras pertenencias en ella,
entonces no tengo que preocuparme de que me roben nada o de que el equipaje sea tan pesado
que no pueda desplazarme a ningún lado. Este poder es el mínimo indispensable que es
absolutamente imperativo para mi vida diaria, ¿no está de acuerdo?”

“Ya veo… Esta ‘caja de artículos’ parece ser un objeto bastante conveniente. ¿Todos
usaban uno en el mundo que el otro Dios supervisa?”
“Oh no, era bastante fácil llevar equipaje en la Tierra, y realmente no tendría que
preocuparte por sus cosas debido a lo seguro que era vivir allí. Ajaja…”

Me las arreglé bastante bien para conseguir eso, creo.

“Entonces comenzaré los chequeos finales: tu cuerpo será el mismo genéticamente, y


volverá a ser como eras a los quince años. El supervisor de la Tierra proporcionó tu
información genética, por lo que no hay necesidad de preocuparse por eso. Se dice que la gente
de este mundo llega a la mayoría de edad a los quince años, con la edad mínima para contraer
matrimonio para los aristócratas entre los quince y los dieciocho años, y entre los quince y los
veintidós para los plebeyos, así que creo que será una edad adecuada para ti. Ah, y los
aristócratas suelen ser rápidos en hacer compromisos matrimoniales, por lo que casarse tan
pronto como alcanzan la mayoría de edad es bastante común. Una vez que pasa de los
dieciocho, se considera que ‘llega tarde a la fiesta de matrimonio’, y pasar de los veinte
significa estar en problemas. En cuanto a los plebeyos, las personas de las zonas más rurales
suelen casarse antes por diversas razones, como para bajar el costo de los alimentos, por más
mano de obra o porque quieren darse prisa y tener un hijo. Sin embargo, en la ciudad, la edad
media suele estar entre los diecisiete y los veintidós años. Alrededor de los veintitrés,
comienzan a desesperarse mucho; a los veinticuatro están al final de su cuerda; y cuando llegan
a los veinticinco y veintiséis, tienen esa mirada muerta en sus ojos.”

Bueno, mierda, eso es bastante duro… ¡Tengo que hacer mi mejor esfuerzo para casarme!

“Continuo… Según tu solicitud, recibirás la capacidad de comprender, leer y escribir


cualquier idioma; el poder de crear cualquier medicamento con el efecto exacto que imagina
que tendrá, en cualquier recipiente en el que esté pensando; y finalmente, un hechizo de caja
de artículos que se conecta a un almacenamiento interdimensional con espacio ilimitado,
donde el tiempo no transcurre dentro de él, puedes acceder en cualquier momento y en
cualquier lugar, y nadie más que tú lo puede usar. Realmente no entiendo qué es esta caja de
artículos, pero haré que refleje lo que sea que imagines, así que asegúrate de tener una imagen
clara de ella en tu cabeza y de cómo funciona. Ahora, ¿hay algo erróneo en lo que acabo de
decir?”

Sí, todo es perfecto. Ahora para los retoques finales…

“No, no hay nada erróneo. Para terminar, tengo algunas preguntas y una solicitud más que
hacer. ¿Estaría bien?”
“Por supuesto, no dudes en preguntarme cualquier cosa.”

La diosa tenía una expresión en su rostro que mostraba lo aliviada que estaba de que esto
finalmente terminaría pronto. De acuerdo, supongo que se lo preguntaré.

“Lo primero que me gustaría preguntar es sobre las religiones de este mundo. Después de
todo, no hay nada más aterrador que la religión. ¿Cómo son aquí?”

“Ah, eso es fácil. Casi todas las religiones de este mundo creen que soy la única Diosa y
me adoran. La forma en que pronuncian y escriben mi nombre varía un poco según la secta y
la región, pero todos se refieren a mí. Las doctrinas y leyes de cada uno también difieren hasta
cierto punto, pero dado que todas se separan de lo mismo, no hay mucha diferencia entre ellas
fundamentalmente. Advierten cualquier tipo de discriminación contra la raza o el estado de
una persona, así que yo diría que son religiones relativamente moderadas. Asumiría que los
demonios y demás serían sus enemigos, pero como en realidad no existen, no hay ningún
problema en eso.”

Hmm… Así que sólo había una religión, eh. No sabía si eso no era un problema, o uno
realmente grande.

“Entonces, ¿sería malo si alguien formara una nueva religión o si la actual se extinguiera?”

“No, realmente no me importaría. Después de todo, no es como si fuera una diosa. Sólo
soy parte de una especie antigua y longeva. Como termino alejando a los humanos debido a
mis ajustes en el mundo y deshaciéndome de las distorsiones, es más conveniente para ellos
pensar en mí como un ser divino, así que realmente no lo negaré. Ahora bien, a veces también
envío ‘revelaciones divinas’ para salvarlos de grandes desastres y cosas por el estilo. Mi
existencia y el papel que interpreto no tienen nada que ver con la fe, pero me parece bien
interpretar el papel de una diosa ficticia si eso significa impartir enseñanzas beneficiosas que
apoyarían la vida de la gente. Si bien no hay problemas importantes con respecto a la doctrina
de la religión, no ha habido nada que se oponga a ella en todo este tiempo y los sacerdotes
corruptos están comenzando a extenderse como la pólvora. No habría ningún problema si
desapareciera. Después de todo, han pasado cincuenta años desde la última vez que envié una
revelación a este mundo, aunque a veces encontrarás gente que dice ser el ‘nuevo oráculo’,
pero eso no es más que una mentira atroz… Ahora estoy empezando a enojarme. Tal vez envíe
algún castigo divino por primera vez en unos pocos cientos de años…”
¡Espera, espera, espera! Si vas a hacer eso, ¡hazlo más tarde y en algún lugar que esté
muy lejos de mí!

“E-Entonces mi siguiente pregunta… ¿Sería malo hacer algo que pudiera influir en el
mundo a gran escala? Como, por ejemplo, si tuviera que difundir técnicas o formas de pensar
de la Tierra.”

“¿Hm? No, eso no me molestaría en absoluto. Mi trabajo es mantener estable el continuo


espacio-tiempo, por lo que realmente no planeo hacer nada con la civilización de este mundo.
Si parecía que una gran cantidad de criaturas vivientes fuese a morir sin ningún motivo,
entonces podría intentar echarles una mano. A veces trato de ayudar a un organismo en
particular sólo para matar el tiempo, pero nunca pensé ni una vez en tratar de influir en la
cultura de este mundo para ir en una dirección específica. En ese punto, el supervisor de tu
mundo realmente es increíble por poner tanto amor y afecto en el trabajo que hace por la vida
en la Tierra…”

Si pensaba de esa manera, entonces también debería hacerlo. De esa manera podrías tener
algo en común con Dios de qué hablar… Oh, oye, tal vez debería decirle eso.

“Entonces, ¿por qué no intenta trabajar más?”

“Oh, no, no tienes idea de cuán problemático es hacer eso. Si no tienes suficiente afecto
y paciencia por los seres vivos y lo dejas a medias, se convierte en un verdadero desastre.
Cometí un pequeño error al hacer eso en el pasado, así que últimamente no lo he intentado …”

“Pero si el Dios de mi mundo viera a su kohai trabajando duro haciendo el mismo trabajo
que él, ¿no cree que estaría feliz por eso? Como finalmente ya logró establecer una conexión
con él, puede ir a pedirle un consejo cuando esté en problemas o si se equivocó en algo. Sería
algo en común de lo que ambos podrían hablar.”

“¡E-Eso es, eso es! ¡Oh, por qué no me di cuenta de eso antes! Soy tan idiota… ¡Empezaré
a prepararme para mantener el mundo de nuevo de inmediato!”

Bien, haz tu mejor esfuerzo para no estropear nada, ¿de acuerdo? No vas a equivocarte
a propósito sólo para volver a verme y pedirme más consejos, ¿verdad? Me refiero a que,
después de todo, eres la responsable de este mundo.

“Muy bien, tengo una última pregunta. No tiene que responder esto si no quiere, es sólo
algo que pregunto por curiosidad. Tanto usted como el dios encargado de la Tierra, um…
¿Cómo lo pongo? Em… Ambos hablan como los humanos, a pesar de que creo que ambos
son formas de vida más elevadas que superan con creces a nosotros los seres humanos. A pesar
de eso, los sentimientos que tiene por Dios están al mismo nivel que los humanos, y eso me
resulta realmente extraño… Lamento si la hice sentir mal, realmente no tiene que responder.
Sólo quería preguntar al menos una vez.”

Me tomó un poco de valor hacer esa pregunta, y realmente no tenía ningún mérito en
hacerla, pero tenía tanta curiosidad que no pude evitarlo. Si no lo hiciera, no estaría satisfecha
con por qué Dios me trató de la manera en que lo hizo, y realmente no podría relajarme y
disfrutar de mi vida. Esto también tenía algo que ver con si le haría o no mi solicitud final.

“Entiendo… Bueno, por supuesto que tendrías curiosidad por eso. Entonces explicaré esto
de la manera más simple posible. Si no entiendes o no estás satisfecha con algo, piensa en ello
como ‘así es como es’.”

Parece que ella me lo iba a decir después de todo. La expresión de su rostro parecía que
también se había puesto mucho más seria … Estaba obteniendo una poderosa sensación de
inteligencia en sus ojos que no sentía antes.

“Es cierto que somos seres que difieren mucho de tu especie. No tenemos una forma física
definida, mi propia apariencia y la de quien está a cargo de la Tierra no es más que una forma
temporal para igualar la de ustedes los humanos. Además, nuestros procesos mentales y la
velocidad a la que pensamos son muy diferentes a los de tu raza. No sólo somos longevos,
nuestra percepción del tiempo también es diferente. Por esa razón, el ser que ves ante ti es la
conciencia de sólo uno de los numerosos procesos de pensamiento paralelos de mi verdadero
cuerpo. A esta conciencia, a la que se le ha dado el papel de vigilar este mundo, se ha
ralentizado el procesamiento de sus pensamientos al mínimo y se ha reducido su inteligencia
al extremo con el propósito de interactuar con tu especie.

“Pero, para ser completamente honesta, todo esto es bastante agradable. Si tuviera que
explicarlo de una manera que lo entienda, sería una sensación similar a ver a un bebé gatear,
o ver a un niño pequeño jugar un juego tonto en el que no tiene la menor idea de por qué lo
encuentra entretenido…. Algo en ese sentido.

“No sé si explique lo suficientemente bien o no… Más bien, mis otros procesos de
pensamiento paralelos, mucho más inteligentes, están disfrutando de la emoción que estoy
sintiendo en este momento. La sensación de respeto que siento hacia el ser responsable de la
Tierra es genuina. Yo, o más bien, la base que forma mi cuerpo real, tengo un profundo respeto
por la verdadera forma de ese ser, que probablemente sería la causa de por qué tengo
sentimientos tan fuertes por él. Después de todo, mi cuerpo actual y mi cuerpo real son uno y
el mismo. Al igual que yo, el supervisor a cargo de la Tierra es sólo una parte extremadamente
pequeña de la base de la conciencia de ese ser, por lo que parece una persona digna de mi
respeto… O algo así. Y de ese modo, considerando la situación en la que se encontraba, se
acercó a ti en serio e hizo lo que pensó que era correcto para ti. Para ser honesta, creo que
pueden ser un poco excesivo en su enfoque… pero eso se parece mucho a ese ser, que es
maravilloso en sí mismo. Por eso quiero respetar sus intenciones tanto como sea posible. ¿Fue
lo suficientemente claro? Espero que sí.”

Cuando terminó de hablar, la intensa expresión de su rostro volvió al sentimiento


despreocupado que tenía antes. ¿Aumentó su nivel de inteligencia sólo para esa conversación?
Sentía que probablemente ese era el caso. Si no lo hiciera, entonces la diferencia en cómo
habló hasta ahora sería demasiado grande. Si fuera así como era normalmente, nunca habría
recibido mi caja de artículos, y mucho menos los otros “servicios” que me brindaría. ¿O tal
vez todo eso era el “servicio” del que estaba hablando?

Bueno, no importa. ¡Todo lo que podía hacer ahora era darlo todo para enfrentar a esta
chica frente a mí!

“Sí, lo entiendo… Bueno, no es como si hubiera entendido todo, en realidad, pero siento
que puedo entender la mayor parte. Así que muchas gracias. Con eso, le he pedido todo lo que
quería. Todo lo que me queda es una solicitud final.”

Tragando mi saliva con un trago, hice la pregunta:

“Por favor, um… ¡Por favor sé mi amiga!”

La diosa se quedó paralizada, con la boca abierta.

Está bien, ¿verdad? ¡No tengo un solo amigo en este mundo! ¡Incluso sólo tuve dos en el
último!

Me quedé mareada por un momento, pero planté mis pies firmemente en el suelo y esperé.
Muy bien, ¡ya le he agarrado el truco! … Pero a pesar de que finalmente estaba acostumbrada,
nunca tendría otra oportunidad de poner esa experiencia en uso. Probablemente.
Bueno, aquí estaba en uno de esos “otros mundos” de los que tanto había oído hablar. Se
suponía que se llamaba “Verny” o algo así.

Después de que Celes salió de su modo de entidad cósmica, aceptó felizmente ser mi
amiga y me abrazó. Parecía que sus poderes cerebrales galácticos sólo duraron el tiempo que
me estuvo explicando todo en ese entonces. Una vez que terminó, volvió a su yo anterior, feliz
y despreocupada. Pasó una buena cantidad de tiempo frotándose contra mí, haciéndome pensar
en nuevas formas de acercarse a Dios, y también un montón de otras cosas. Cuando finalmente
me liberé de nuestra pequeña sesión de estrechar lazos, fue cuando me encontré de pie en este
nuevo mundo.

Parecía que estaba a mitad de camino en una especie de pequeña colina, y podía ver
escasos grupos de árboles a mi alrededor. Había una ciudad lejos en la distancia, pero no estaba
rodeada de murallas ni nada. Por lo que yo sabía, parecía que estaba llena de edificios de
aspecto bastante normal.

Probablemente debería ir a la ciudad, pero, antes de eso, quería ver mi nuevo cuerpo.
Después de todo, pasaría mucho tiempo con él, así que quería ser minuciosa al respecto. Tenía
que asegurarme de hacerle llegar mis quejas a Celes si había algún problema, ¡y al mismo
tiempo podía pedir cosas adicionales! Sólo llámame Kaoru Todopoderosa. Ahora bien, dudo
que Celes me ayude con sus poderes o algo así si continúo quejándome de ella.

Con eso, comencé a hacerme todo tipo de pruebas, incluyendo estirarme, saltar,
palmearme en un montón de lugares diferentes; cosas como esas. Los resultados: parecía que
realmente había vuelto al cuerpo que tenía cuando tenía quince años. No podía mirarme la cara
porque no tenía espejo ni nada, pero al menos se sentía bien por lo que podía decir. Aun así,
¡no tenías que acertar cada pequeño detalle, Celes! No me hubiera importado un poco más de
fuerza, o un poco más de resistencia, o, ya sabes… ¡Un pequeño aumento de busto no habría
dolido! ¡Hubiera estado completamente bien con eso!

Maldita sea…

En cuanto a la altura, pensaba que tal vez había una diferencia de un centímetro entre yo
a los quince años y mi yo a los veintidós, así que no sentía que hubiera cambiado mucho.
Medía unos 157 centímetros, o un poco menos de cinco pies y dos pulgadas para todos los que
viven en Estados Unidos. Yo también pesaba un poco más en ese entonces. En lugar de pensar
en mantener mi cuerpo, estaba más concentrada en cosas como las actividades del club. Y mi
apetito. Vaya, yo era tan joven entonces… (Hablando súper en serio.)

Con lo que realmente tenía problemas era mi pecho.

Sí, cuando tenía veintidós años apenas podía llamarme copa B… Pero ahora,
lamentablemente, era un sólido A. No, ¡esto era una rareza! ¡Sólo una de cada veinte personas
en Japón tiene el privilegio de tener este estatus hoy en día! Celes también era igual, así que
supongo que eso nos hizo coincidir. Quizás por eso estaba tan feliz cuando le pregunté si
podíamos ser amigas…

Espera, Celes tenía la capacidad de cambiar su apariencia a lo que quisiera, ¿no es así?
Grrr…

Espera, sólo cálmate, yo. Ahora no era el momento de enojarse con ella… todavía no.
Respira profundo, respira profundo…

Por el momento, la revisión corporal había terminado. A continuación, un chequeo de


poderes. Pensé en darle una oportunidad a mi habilidad más importante: la creación de
pociones. Extendí mi mano derecha y me concentré.

¡Dame una poción de curación que sepa a bebida deportiva!

Intenté imaginar que el recipiente era una de esas pequeñas botellas de plástico que veías
por todas partes para bebidas. Al instante siguiente, sostenía una botella de una famosa
compañía de bebidas en mi mano derecha, llena hasta el borde con el contenido exacto en el
que había estado pensando. Después de quitarle la tapa y tomar un trago, descubrí que
realmente tenía el sabor ligeramente agridulce de una bebida deportiva. No estaba cansada ni
nada, así que no estaba realmente segura de sí me estaba curando, pero iba a poner mi fe en
Celes y creer que debía tener algún tipo de efecto si ya podía hacer tanto.

¡Lo siguiente que tenía que comprobar era mi caja de artículos, por supuesto!

Caja de artículos, ¡ábrete!

Me concentré y vertí todo lo que tenía en enfocar mi mente mientras extendía mi mano
derecha. Aparentemente, no era como si realmente tuviera que hacer todo eso, pero dado que
este era mi primer uso trascendental de la caja de artículos, quería que se viera lo más genial
posible.
Deslizando mi muñeca dentro de un espacio invisible en el aire, una lista de mi inventario
apareció dentro de mi cabeza.

[Inventario: Vacío]

… Sí, sabía que iba a suceder…

No era como si esperara que pusieras algo ahí como un pequeño servicio extra, Celes. No,
en absoluto… Tipo, en serio, no me decepcionó en lo más mínimo. No era como si estuviera
esperando algún tipo de espada divina que dividiera el cielo y la tierra, o un montón de
artículos útiles para cada situación que se te ocurriera. No, esta chica no.

La próxima vez que viera a Celes, pensé en contarle todo sobre cierto Rey de los Héroes
arrogante que amaba su llamativa armadura dorada, y tal vez algunas historias sobre cierto
gato azul con un enorme bolsillo en el vientre, por si acaso.

De todos modos, parecía que de momento eso era todo. No estaría segura sobre el tema
del idioma hasta que antes conociera a otras personas.

Muy bien, es hora de ir a esa ciudad. Apuesto a que me encontraré con algún tipo de
camino si sólo bajo esta colina.

Me estiré mucho, luego me sacudí ligeramente los pantalones antes de finalmente partir.
Me aseguré de que Celes cambiara mi atuendo por el tipo de ropa que encontrarías en este
mundo antes de que me enviara aquí. Quiero decir, sería un problema para mí si ella me
arrojara a este mundo completamente desnuda, así que me aseguré doblemente de pedirle ropa.
Sentí que podría haber estado en peligro si no lo hacía. En serio, sabiendo cómo era ella, tuve
un mal presentimiento al respecto. Mis sentidos del peligro se estaban acelerando, y te hablo
en serio.

Después de caminar un rato, me noté que una pequeña criatura con apariencia de ardilla
me miraba de una de las ramas de los árboles por encima de mí.

“Hey, tú allá arriba en el árbol. ¿Es este el camino correcto para llegar a una ciudad con
gente en ella?”

Cuando le di una sonrisa indiferente, la pequeña criatura respondió: “Sí, es el correcto.


Sigue derecho.”

“Oh, muchas gracias. ¡Realmente me ayudaste!"


“¡Oye, no hay problema!”

Caminé en silencio por un rato, finalmente me detuve y puse ambas manos en un árbol
cercano. Luego procedí a golpear mi cabeza contra él repetidamente.

“Entender, leer y escribir en cualquier idioma… ¡COMPRENDER! ¡LEER! ¡Y


ESCRIBIR! ¡EN CUALQUIER! ¡¡¡IDIOMA!!!”

Celes… ¡¿Por qué decidiste llegar tan lejos con mi poder de servicio especial?!

Ese pequeño de antes tampoco sabía escribir, ¿verdad? Estaba empezando a asustarme un
poco por eso, así que iba a dejar de pensar ahora.

El sol ya se había puesto bastante bajo en el cielo. La ciudad se veía cerca de la colina,
pero todavía parecía que tenía mucho camino por recorrer. Un poco más tarde, finalmente
encontré algo que se parecía a una carretera que conducía a la ciudad, pero estaba bastante
lejos. Había escuchado que las cosas parecían mucho más cercanas de lo que realmente estaban
cuando estabas en algún lugar alto, así que supongo que este era un excelente ejemplo de eso,
eh…

Siempre me gustó leer, así que tenía un repertorio bastante bueno de conocimientos
aleatorios. Incluso elegí una carrera en ciencias en la universidad, y tenía un profundo respeto
por todos los científicos locos que sacrificaron todo por el bien de su investigación. Pero no
tenía ninguna intención de hacer algo así por mi cuenta.

Estaba empezando a tener bastante sed en el camino, sin mencionar cansancio, así que
terminé bebiendo un montón de pociones en el camino. De hecho, me ayudaron a sentirme
con más energía y maté dos pájaros de un tiro ya que también calmaron mi sed. Había una
droga en la Tierra que también podía eliminar toda tu fatiga, ¿no? ¿Cómo era que se llamaba?
Recordé que era una combinación de las palabras griegas para “amor” y “trabajo”, era algo
bastante filosófico…

Me estaba asustando de nuevo, así que dejé de pensar. De nuevo.

Esta poción no tiene efectos secundarios extraños, ¿verdad?

Además, si se suponía que Celes me dejaría cerca de la ciudad, ¿cómo es que me dejó tan
lejos? Era peligroso dejarle las cosas a Celes. Sabía que probablemente no pretendía nada malo
con eso, pero su base para juzgar era un poco… Descabellada, por decir lo menos. Bueno, la
forma en que ella veía las cosas probablemente era muy diferente a la que lo haría un humano,
así que supongo que así era. Eso no cambiaba el hecho de que aun así se sentía peligroso
dejarlo en sus manos, así que sólo iba a intentar hacer todo lo posible para superar todo por mi
cuenta. Por ahora, me sentía aliviada con el hecho de que me aseguré de especificar que
realmente quería ropa. Y estaba un poco molesta por haber llegado tan lejos sin resistencia
alguna. A este paso, parecía totalmente posible que los gatos fueran a terminar siendo los
villanos aquí o algo así.

Fue un poco después de que el sol se había puesto (parecía que sólo había uno en este
mundo) que finalmente llegué a la ciudad. Era justo antes de que estuviera completamente
oscuro afuera, así que diría que había llegado justo a tiempo. No había muros alrededor de la
ciudad, lo que significaba que tampoco había porteros. Parecía que la gente podía ir y venir a
su antojo.

No era como si fuera la capital real o una gran ciudad bulliciosa o algo así. Era sólo una
pequeña ciudad rural que no tenía ningún valor estratégico en absoluto. Apostaría a que no
había ningún beneficio en usar todo el dinero que necesitarías para construir los muros que
rodearían la ciudad, los costos para mantenerlos, pagar a la gente necesaria para el personal y
el inconveniente general que conlleva todo esto. Estaría un poco en una rutina si necesitaras
algún tipo de identificación para entrar y salir de la ciudad, así que estaba agradecida por eso.

Seguí adelante e hice cuatro pociones curativas antes de ir a la ciudad: tres azules y una
amarilla. Quería hacer más que eso, pero en ese momento estaba con las manos vacías. Ni
siquiera tenía una bolsa para llevar mis cosas. Podría meterme en problemas si de repente
usara mi caja de artículos sin saber qué era normal y qué no en este mundo, y me vería como
un bicho raro si sólo las llevara en mis manos.

Terminé metiendo dos pociones en cada uno de los bolsillos del pecho de mi ropa. Las
ordené por color de acuerdo con un juego que había jugado hace mucho tiempo. Había tres
tipos de pociones curativas: azul, amarilla y roja, cada una más potente (y valiosa) que la
anterior. Como era tan fácil distinguirlas de un vistazo, decidí adoptar esos colores también
para mi propio sistema de etiquetado. Las azules eran sólo pociones comunes y corrientes que
podían curar tus heridas externas cotidianas como cortes, contusiones; esa clase de cosas. La
amarilla eran pociones intermedias, y solucionaban cosas como daños internos y huesos rotos,
además de las otras heridas que podía tratar la azul. Finalmente, estaban las pociones rojas,
que eran lo suficientemente poderosas como para traerte de regreso del borde de la muerte,
pero querrías esperar y ver si la situación se podía resolver tomando primero una poción azul
o amarilla. Mi política sería esperar al menos un día antes de decidir usar una poción roja.

Mi meta para hoy era conseguir suficiente dinero para cenar y un lugar para dormir, así
que no había razón para que yo corriera ningún riesgo mientras todavía no supiera cómo
funcionaba todo en este mundo.

Caminé a lo largo de la carretera principal hasta que encontré una posada para poder ver
sus tarifas. Una noche en la posada con cena y desayuno cuesta cuatro monedas de plata.
¿Entonces supuse que una moneda de plata costaba algo así como 1.000 yenes? Si ese era el
caso, entonces suponía que mis pociones azules valían una moneda y las amarillas alrededor
de cinco. Bueno, debería estar bien por esta noche mientras pueda conseguir unas cinco
monedas.

Después, decidí ir al Gremio de Cazadores de inmediato después de preguntarle a un


cazador cercano dónde estaba.

Sep, yo diría que el edificio frente a mí sin duda parecía que el gremio de Cazadores.

Había una marca en el frente con una espada y una lanza chocando entre sí, y el letrero en
el frente decía “Gremio de Cazadores”. ¡Muy bien, puedo leerlo! El lugar tenía puertas
batientes que parecían sacadas de una película occidental. No sabía si era porque era de noche
o qué, pero esas puertas batientes eran las únicas cosas que se mantenían abiertas, mientras
que las puertas normales estaban bien cerradas. Apuesto a que durante el día era todo lo
contrario… siempre que no fuera invierno, o si hacía mal tiempo o algo así.

Hrm… Fue un poco difícil conseguir que yo entrara… Pero si no entraba allí, entonces
podría despedirme de la cena y un lugar para dormir esta noche…

Me armé de valor y finalmente atravesé la puerta. Grité: “¡Allí voy!” en mi mente… pero
en realidad, me deslicé por las puertas apenas entreabiertas sin decir una palabra. Sin embargo,
la vida era cruel, y la campana que colgaba sobre la puerta hizo el sonido de tintineo más fuerte
que pudieses imaginar cuando entré a hurtadillas, lo que hizo que todos en la habitación
miraran directamente a la entrada del gremio… y a mí.

Parecía que las horas de trabajo habían terminado para la mayoría de los recepcionistas
presentes puesto que gran parte de los mostradores estaban completamente desprovistos de
gente. Sólo uno de ellos permanecía abierto… Me pregunté si ese era el mostrador de servicio
nocturno o algo así, pero no había nadie alineado allí.

En marcado contraste con este lado, el área justo detrás de los mostradores estaba rugiendo
de actividad. Había montones de mesas alineadas allí, con personas que probablemente eran
cazadores atiborrándose de comida y bebiendo todo tipo de alcohol mientras charlaban entre
ellos. Parecía que había una especie de mostrador en la parte de atrás que proporcionaba
comida y bebidas para todos. Sí, este tipo de lugares siempre parecían estar diseñados así.

Espera, ¿no debería ser esta la parte en la que alguien dice: “Oye, este no es lugar para
niños” ¿o algo así? O tal vez, “Oye, señorita, ¿qué tal si nos sirves otro vaso de las cosas
buenas?” Ya sabes, algo así…

¿Eh? ¿Me estaban ignorando? Quiero decir, no era como si quisiera involucrarme ni
nada… Es sólo que tenía mi orgullo como mujer. Y sentía que el orgullo se estaba erosionando
lentamente… ¡No, no pasaba nada! ¡Sólo iba a ir al mostrador como una buena chica!

Y aquí estaba. Llegué al mostrador nocturno.

La recepcionista de aquí se veía bastante intensa y emitía una vibra dura… Pero apuesto
a que no quería escuchar eso de mí, especialmente cuando la gente siempre me decía que yo
era la que siempre tenía una mirada dura en sus ojos No había otros mostradores abiertos en
este momento, así que parecía que tenía que arriesgarme con la mujer aterradora.

“Um, disculpe…”

¡Ella está completamente destrozándome con la mirada! Pero, aun así, ahora ya no podía
dar marcha atrás. Mi cena y mi lugar para alojarme dependían de esto. Todas esas pociones
que bebí antes ahora estaban chapoteando en mi estómago, pero quería algo de comida sólida
real, ¡maldita sea! Ah, y también una cama blanda, por supuesto.

“Erm… ¿Es posible que venda pociones aquí?”

“Estás bromeando, ¿verdad?”

¡Eep!

“¿Qué son las pociones? ¿Algún tipo de medicamento? Ve al boticario si eso es lo que
tienes. ¿Por qué las traerías al Gremio de Cazadores? ¿Eres estúpida o algo?”

Estoy abatida...
Bien, entonces este no es el lugar adecuado para vender pociones… ¡Entonces eso
significaba que al menos tenía que intentar dar el siguiente paso!

“Lo siento, esta es la primera vez que dejo mi ciudad natal que está en el medio de la nada,
así que realmente no sé nada… Si no vendo estas, no podré comer ni encontrar un lugar para
quedarme esta noche. ¿Dónde puedo encontrar al boticario y al médico?”

“Sí, hay grandes posibilidades de que alguno de ellos esté abierto ahora mismo. Además,
el médico estará fuera de la ciudad por un tiempo, ya que se fue a un pueblo cercano, y el
boticario fue a un pueblo vecino a ver a una pareja que se acababa de casar. Parece que tuvieron
un hijo o algo por el estilo. Ahora bien, diría que probablemente ambos volverán mañana o al
día siguiente.”

Ahhhhhh… Todo ha terminado…

Me dejé caer al suelo, mis sueños de comida caliente y una cama caliente se desvanecieron
en la nada. ¿Por qué Celes no tenía dinero listo para mí antes de dejarme aquí?

… La respuesta era simple, por supuesto: porque ella era Celes.

¡Maldita sea, maldita sea, maldita seaaaaa! Mis lágrimas estaban nublando
completamente mi visión en este punto.

Afortunadamente para mí, parecía que, después de todo, la recepcionista de ojos


penetrantes tenía un corazón de oro. Después de ver mi miserable colapso, se apiadó de mí y
vino a mi rescate.

“Está bien, supongo que no hay forma de evitarlo… Estoy a cargo del lugar hasta la
mañana, así que usaré mi autoridad para ayudarte un poco. Lo haré en este momento, pero esto
es sólo por esta noche, ¿entendido? No habrá ‘próxima vez’ para esto, ¡incluso el resto de los
días en los que esté de servicio nuevamente!”

“¡S-Sí, lo entiendo! ¡Muchas gracias!”

Una mujer que se ahoga tomaría cualquier salvavidas que pudiera conseguir, y era seguro
decir que estaba bastante desesperada en este momento.

“Entonces, en primer lugar, te dejaré tomar prestada una de las camas plegables que
usamos para los empleados que necesitan un descanso de emergencia. En realidad, no puedo
dejarte entrar al área exclusiva para el personal ni nada de eso, así que tendrás que conformarte
con una de las esquinas del lugar. Si vienes llorando a mí porque las tablas del piso son
demasiado duras o si tu manta es demasiado delgada o algo así, ¡te arrojaré de vuelta a las
calles!”

“¡E-Entendido!”

“Lo siguiente es la comida. No planeo darte ningún tipo de dinero, así que tendrás que
hacer algo al respecto por tu cuenta. Seré amable y te daré permiso para trabajar aquí por la
noche, así que ve a ganarte el dinero de la cena vendiendo tus pociones o lo que sea a esos
cazadores de allí. También puede hacer mandados, frotar sus hombros o servirles bebidas o
algo. Esa también podría ser una buena manera de hacer que compartan algo de su comida
contigo… ¡Sin embargo!” La recepcionista golpeó el mostrador con la mano para dar énfasis.
“¡SIN EMBARGO! Nada de vender tu cuerpo, ¿entiendes? Si lo haces, te golpearé a ti y al
tipo que pagó por ti hasta que estén medio muertos antes de echarlos, ¡así que asegúrate de
que esto entre en esa linda cabecita tuya!”

Ella me miró con más dureza con esos ojos penetrantes. A pesar de que pude lograr ser
bastante firme con Dios y Celes, no estaba dispuesta a forzar mi suerte con esta recepcionista
del demonio. Me incliné una y otra vez para expresar mi gratitud antes de correr hacia el
comedor lleno de clientes borrachos. Si el médico y el boticario estuvieran fuera de la ciudad,
entonces tendría muchas oportunidades de vender mis pociones a todo el mundo.

Los gritos de la recepcionista resonaron por todo el comedor, claramente audibles para
que todos los escucharan. A pesar de la mirada dura en sus ojos, los cazadores estaban
totalmente a bordo para hacer todo lo posible para ayudar a la linda joven con su difícil
situación. Sin mencionar que todos estaban bastante acostumbrados a las mujeres con
expresiones duras gracias a la recepcionista, Gilda.

Kaoru parecía tener unos quince años… pero eso sería sólo si aún estuviera en Japón. Para
la gente de la tierra del sol naciente, los occidentales que tenían doce o trece años parecían
estudiantes de secundaria, o incluso estudiantes universitarios si tenían mala suerte. Lo
contrario también era cierto, por supuesto. Había muchos casos en los que los occidentales
confundirían a mujeres japonesas adultas con niñas. Hasta el día de hoy, el hecho de que
recibieran todo tipo de dulces y golosinas cuando viajaran al extranjero nunca dejaba de
desconcertar a estas mujeres.
En este mundo, la gente miraba a Kaoru como si tuviera alrededor de doce años en el
mejor de los casos… incluida la recepcionista de ojos penetrantes. Si realmente parecía tener
quince años o más, existía la posibilidad de que todos los presentes no hubieran sido tan
amables con ella. Era posible que le hubieran dicho que tuviera el estómago vacío por una
noche y que durmiera afuera ya que era adulta. No importaba en qué mundo terminaras,
parecía que los niños y toda la gente hermosa eran los únicos que recibían un trato especial.

“¿Alguien desearía una poción? Las pociones azules pueden curar cualquier tipo de corte
o herida, ¡y sólo cuestan una moneda de plata! La amarilla puede curar todo, desde huesos
rotos hasta daños internos, ¡todo por el bajo precio de cinco monedas de plata!”

Ese era el argumento de venta con el que Kaoru intentó seguir, pero todo lo que consiguió
de los cazadores a los que estaba tratando de ayudar fueron sonrisas amargas. Una sola moneda
de plata podría comprar alrededor de tres o cuatro pintas de cerveza, y todo lo que se
necesitaría era otra moneda de plata para conseguir una cantidad decente de comida y otros
bocadillos. No importaba cuánto quisieran ayudarla, no estaban dispuestos a gastar una
moneda de plata por una medicina que una niña probablemente hizo con hierbas o algo así.
Era posible que al menos hubieran podido reírse y llamarlo algún tipo de suplemento dietético
si ella lo hubiera hecho más barato, pero eso sólo sería si fuera por unas pocas monedas de
cobre. Habrían podido hacer la excepción por una pequeña moneda de plata como mucho.

Kaoru estaba comenzando a entrar en pánico una vez que se dio cuenta de que las pociones
de las que estaba tan orgullosa probablemente no iban a venderse.

¿Por qué no puedo vender estas? Parece que hay muchos cazadores heridos aquí por lo
que puedo ver.

¿Estaban planeando que luego sus amigos los curaran con magia? Tal vez tenían que
depender de las pociones cuando estaban en el trabajo y no tenían un sanador en su grupo,
pero podían curarse a bajo precio con el sanador de otro grupo cuando regresaran a la ciudad.
Era cierto que probablemente no tenía que preocuparse por MP una vez que regresaran, y es
posible que puedan arreglarlo por el mismo precio que costaría invitarlos a una bebida o algo…

¡Mierda, puse precios demasiado altos! Pero, espera… Deberían también necesitar
pociones para cuando estén trabajando. Podría causarme todo tipo de problemas si las
ofrezco demasiado baratas… ¡¿Qué debería hacer?!
Un duro cazador de mediana edad llamó a Kaoru mientras agonizaba por su próximo
movimiento.

“Oye, señorita, ¿crees que podrías frotarme la pierna derecha? Creo que hoy podría haber
sido un poco duro con ella, ya que siento que podría sufrir calambres en cualquier segundo.
Vaya, eso dolería como el infierno si lo hiciera. ¿Qué tal si hacemos su pago sean estas dos
salchichas de aquí?”

“¡Un masaje en una pierna, en camino!”

Kaoru felizmente saltó hacia el hombre rebosando pura alegría. Siempre les había dado
masajes a su mamá y a su papá para pedir consejos, así que tenía bastante confianza en sus
habilidades. El cazador tenía casi la misma edad que su padre, así que no rehuyó hacerlo en
absoluto. Era casi exactamente la misma sensación que cuando se lo hacía a su padre. Además,
¿quién podría decir si el hombre realmente se sentía como si tuviera calambres, o si
simplemente lo inventó como una excusa para darle algo de comer a Kaoru? Sin importar la
razón, los ojos del cazador estaban entornados de pura felicidad cuando Kaoru puso todo su
empeño en masajear su pierna, que fue en el momento en que los otros cazadores comenzaron
a alborotarse al ver eso.

“¡Ahora a mí! Mis hombros necesitan una buena frotada, y te voy dar dos de estos pinchos
de pollo por ello.”

“Tengo un cuarto de carne de jabalí pa’ ti si me da’ un masaje de espalda!”

“¡Se le va a atragantar si simplemente le siguen dando comida! ¡Aquí, tengo una taza de
jugo de uva para ti! ¡Eso es mucho más valioso que las sobras que siguen intentando darte!”

“Maldita sea… ¡Entonces, tengo fruta! ¡Anímate y pídeme lo que quieras! Oh, pero los
melocotones están fuera de discusión. ¡Esas cosas son demasiado caras!”

“Oh, en serio, ¡que banda de perezosos! El espíritu del cazador es actuar con dureza.
¡Ahómbrate, y dale un melocotón a la chica, maldita sea!”

“P-Pero…”

La recepcionista de aspecto feroz miró hacia atrás en el comedor, levantando un poco las
cejas. Incluso parecía que las comisuras de su boca estaban ligeramente levantadas. Quizás se
podría llamar a eso una sonrisa de su parte, aunque había muy pocos cazadores que creyeran
en esa teoría. Eso era especialmente para aquellos que sabían qué tipo de personalidad tenía.
Después de un rato de que Kaoru fuera alimentada por los cazadores, finalmente logró
decir: “¡Por favor, no más comida! ¡Estoy llena, así que tomaré monedas de cobre si tienen
algunas de sobra!” a lo que los cazadores obedecieron gustosamente.

De repente, las puertas del gremio se abrieron de par en par. Sucedió un poco después de
que Kaoru se hubiera saciado y comenzara a cobrar en monedas de cobre.

Una cazadora que parecía tener veintitantos años entró en el gremio gritando: “¡Que
alguien me muestre dónde está un médico, tengo a alguien gravemente herido aquí! ¡Díganle
que abra su clínica!”

Un segundo después, un hombre de unos treinta y pocos años con un físico bien definido
entró corriendo con otro hombre empapado de sangre en la espalda. Los seguía un arquero que
parecía haber cumplido veinte años, que portaba una espada y una armadura que
probablemente pertenecía al herido.

“¡Lo atacó un oso gris!” Gritó el hombre mientras cargaba a su compañero herido. “¡Por
favor, tenemos que darnos prisa!”

La recepcionista salió corriendo de detrás del mostrador, su habitual comportamiento


intimidante reemplazado por una expresión más seria en su rostro. Frente a los cuatro que
acababan de entrar, les dijo lo único que no querían escuchar:

“El doctor se ha ido a uno de los asentamientos cercanos y no regresará por algún tiempo.
El boticario también se fue a un pueblo vecino. No sé si volverán mañana o más tarde. Todos
los cazadores aquí están familiarizados con las técnicas de primeros auxilios de emergencia,
por lo que nuestra única esperanza es cooperar con ellos mientras usamos cualquier hierba
medicinal que puedan tener a mano…”

Expresiones de desesperación nublaron los rostros de los miembros del equipo.


Cualquiera aquí podría decir que era obvio que estas no eran el tipo de heridas que podían ser
manejadas por aficionados. Acostaron al herido sobre una manta extendida sobre una de las
mesas, de pie, aturdidos.

“¡¿Que están haciendo todos ustedes?!” Kaoru gritó. “¡Tenemos que darnos prisa y lanzar
un hechizo de curación sobre él! Con tantos cazadores, debería haber al menos uno o dos
sanadores, ¡¿cierto?! Además, también deberían darle de sus pociones de alto grado, ¡la vida
de una persona está en juego! ¡Después pueden hacer que les devuelvan el dinero! ¡¿Por qué
están todos parados?! ¡Vamos chicos!”

Los cazadores continuaron parados donde estaban, con expresiones en blanco en sus
rostros, como si no pudieran comprender lo que Kaoru estaba gritando en su repentino
arrebato.

“¡Olvídenlo, sólo apártense del camino! ¡Lo haré yo!”

Apartó a las personas que se interponían en su camino para llegar a la mesa donde estaba
el hombre herido. Su armadura ya estaba fuera, así que ella fue y le quitó un cuchillo al hombre
de mediana edad para comenzar a cortar las partes de su ropa cerca de sus heridas. Sus heridas
estaban ahora al aire libre, la sangre todavía brotaba de los cortes.

“H-Hey…”

Kaoru ignoró al hombre nervioso. Ahora no tenía tiempo para ocuparse de él.

“¡Que alguien me traiga el alcohol más fuerte que tengan, botella y todo! ¡De prisa!”

Con respuestas estupefactas, algunos de los cazadores corrieron hacia el mostrador de


comida y bebida y trajeron muchas botellas de alcohol. Kaoru usó sus dientes para sacar los
corchos antes de mojar las heridas del hombre con el contenido de las botellas. Hasta ahora el
hombre herido había estado inconsciente, pero tan pronto como el alcohol lo tocó, su espalda
se arqueó y comenzó a gritar alaridos.

“¡Sé que duele, pero es mejor que estar muerto! ¡El dolor es prueba de que sigues vivo!”

Los hombres no dijeron una palabra. Sólo podían quedarse mirando, con los ojos bien
abiertos mientras Kaoru tomaba una de las pociones que había hecho de su bolsillo,
específicamente… la amarilla. Se la tendió a la cazadora que había entrado primero en el
gremio.

“¡Hazle beber esto! Sólo tengo una de las amarillas, ¡así que no la derrames!”

Tal vez fue porque la mujer captó la insinuación de la intensidad de la expresión de Kaoru,
o tal vez era porque sólo quería algo de esperanza a la que aferrarse, pero asintió en silencio y
tomó la poción amarilla. Movió la cabeza del hombre herido para que su cuello estuviera
completamente recto, luego tomó un poco de la poción dentro de su propia boca. Agarró la
barbilla del hombre para abrirle la boca, luego usó boca a boca para darle un poco de poción.
Lo hizo dos veces, luego una tercera vez, hasta que la totalidad de la poción amarilla llegó
hasta la garganta del hombre herido. Al mismo tiempo, Kaoru estaba vertiendo la poción azul
directamente sobre las heridas del hombre. El alcohol que había pedido antes no sólo actuaba
como desinfectante, sino que también lo estaba usando para lavar la sangre y la suciedad para
poder aplicar sus pociones directamente sobre sus heridas.

Ella sacó y utilizo una segunda poción azul. Fue entonces cuando empezaron a aparecer
los efectos, y de forma espectacular.

Cuando entró, la llama de la vida del hombre parecía estar casi apagada, pero, después de
beber la poción amarilla y de que le vertieran dos pociones azules sobre sus heridas, la palidez
mortal en el rostro del hombre fue reemplazada por color. No sólo eso, su piel, una vez
desgarrada, burbujeó y se hinchó mientras se unía nuevamente ante los ojos de todos. Ya había
dejado de sangrar y su respiración se había estabilizado. Sus heridas por sí solas no habían
sido suficientes para llevarlo a las puertas de la muerte de un solo golpe, sino que había estado
al borde de la muerte debido a una cantidad significativa de tiempo sufriendo tanto daño
interno y pérdida de sangre. Esa era la razón por la que sus heridas no requerían una poción
roja, sino que podían tratarse con una amarilla. Verter las pociones azules directamente sobre
sus heridas también resultó efectivo. No obstante, no era una recuperación perfecta, ya que no
era como si las pociones pudieran reemplazar la sangre que perdió…

Pero todos los que vieron lo que acababa de suceder sabían lo que significaba: iba a estar
bien.

El espectro de la muerte ya no se cernía sobre él, la cazadora se aferraba al hombre herido,


mientras que el hombre de mediana edad que lo llevaba sólo podía quedarse allí aturdido. El
joven arquero que cargaba todo el equipo ya se había hundido al suelo.

Tal vez era porque había estado demasiado ocupado preocupándose por su amigo herido,
pero el hombre de mediana edad tenía un corte profundo en su brazo izquierdo que aún
sangraba. Kaoru estaba asombrada de lo tenaz y concentrado que era su cuerpo para cargar a
otro hombre mientras se veía así. Sin embargo, estaba perdiendo demasiada sangre por la
herida. A juzgar por la profundidad de la herida, tardaría una cantidad considerable de tiempo
en sanar, y siempre existía la posibilidad de que acabara dejando una cicatriz. Eso sería un
desperdicio… no, sería un enorme desperdicio para un tipo como él. Los hombres de mediana
edad sexys eran tesoros de toda la humanidad.
Kaoru silenciosamente le ofreció su última poción azul al hombre.

“¡¿Q-Qué estás haciendo?! ¡¿Crees que podría usar algo tan valioso como eso con solo
unos pocos rasguños?!”

“Sólo quédate en silencio. ¡Cállate y bebe!”

“… S-Sí, está bien…”

Después de ser fulminado con los severos ojos característicos de Kaoru, el hombre tomó
obedientemente la poción y se la bebió toda. Al momento siguiente, las profundas heridas en
su brazo sanaron y se cerraron.

La sala del gremio había caído en un silencio mortal, cuando alguien murmuró entre
dientes: “Es un milagro…”

Al momento siguiente, el salón estalló en vítores.

“““¡¡¡SIIIIIIIIIIIII!!!”””
“¡Así se hace, pequeña señorita! ¡Así se hace!”

“¡Ella estuvo frotando mi pierna! ¡¿En qué demonios estaba pensando…?!”

“Eso fue para ayudarla cuando tenía hambre, ¡así que no debería haber ningún problema
con eso!”

“¡¿Por qué fui tan idiota?! ¡¿Por qué no compré esa medicina por una moneda de plata en
ese entonces?!”

Las copas se hicieron añicos en abundantes brindis. Los cazadores borrachos seguían
gritando mientras Kaoru era sacudida como un barco en una tormenta en medio de todo. Era
un pandemonio, una escena sacada del infierno que se centraba en un ángel… una que resultó
tener una mirada muy dura en sus ojos.
Capítulo 3: El Gran Escape

Me tomaron completamente desprevenida. Todo esto estaba mal, no importaba cómo lo


vieses. Esto no era de lo que Celes y yo habíamos hablado en absoluto. Fue en ese momento
cuando me di cuenta:

“Ohhh, lo entiendo. Celes tiene algunos tornillos sueltos.”

Fue una respuesta inmediata de mi parte. No necesitaba ninguna otra información y no


había necesidad de que volviera a pensar en ello. ¿Por qué pude llegar a esa conclusión tan
rápido, preguntaras? Bueno, por suerte para ti, tuve la razón perfecta que debería ser suficiente
para convencer absolutamente a cualquiera: porque ella es Celes.

Un razonamiento perfecto, ¿no? Era irrefutable; aquí no había lugar para dudas.

Había pensado que algo andaba mal con todo esto… Nadie usaba magia curativa cuando
había alguien gravemente herido frente a ellos, nadie más vendía pociones curativas aquí, y
todos habían perdido la cabeza por las pociones de bajo y medio nivel que había usado.

Celes lo había dicho ella misma: “Magia, monstruos y cazadores existen”. En mi cabeza,
entendí que “cazadores” significaba “aventureros”. Para ser justos, no estaba tan equivocada
con respecto a eso. Había bestias en este mundo lo suficientemente feroces como para ser
llamadas monstruos, eso era seguro. La parte de la “magia” era donde radicaba mi problema.

La magia existía en este mundo. Celes dijo que existía, por lo que debía haber existido.
Ahora bien, era diferente a la imagen de “magos y sacerdotes disparando hechizos de combate
y apoyo” o “bonanza de objetos mágicos encantados y pociones curativas” que tenía en mi
cabeza. Los cazadores y el Gremio de Cazadores se encargarían de todo, desde la recolección
de recursos, las misiones de caza e incluso las misiones de escolta. Prácticamente manejaban
todo lo que harían los aventureros y los gremios de aventureros de los que oirías en las historias
de la Tierra. Pero —y este es algo muy importante, pero (deja de reírte)— aquí no hay magia.
Repito: ¡¡¡AQUÍ NO HAY MAGIA!!!

Las únicas batallas eran encuentros físicos con espadas, lanzas, arcos, hachas y todas esas
otras cosas de las buenas. No había nada diferente en las armas aquí a cómo eran en la Tierra.
La magia, por otro lado, se decía que había sido creada por un viejo excéntrico en una
torre en algún lugar que pasó toda su vida dedicada a investigarla. Finalmente pudo usarla
cuando estaba senil y llamaba a las puertas de la muerte. Estos consistían en cosas como
“arrojar un mililitro de agua de tu mano” y “conjurar una llama del tamaño de una mecha de
vela encendida con la punta de tu dedo”. ¡Los condenados trucos de magia eran más
impresionantes que eso! ¡No había manera alguna en la pudieras usar eso como ejemplo para
decir que la magia existía aquí!

Huff… huff… huff…

Parecía que no había magia que realmente pudiera tener algún tipo de uso práctico en este
mundo. Como el aliento de fuego que los dragones son capaces de escupir, por ejemplo. O que
los dragones no eran lo suficientemente aerodinámicos para volar sólo con sus alas, pero aun
así tenían el poder de volar. O cómo los dragones tenían habilidades defensivas tan altas que
las escamas por sí solas no deberían ser capaces de otorgarles.

¡¿Por qué todo esto acerca de los dragones?! ¡¿Qué demonios?!

… De todos modos, en medio de toda la celebración y juerga, me las arreglé para exprimir
algo de información a los cazadores. El tratamiento médico en este mundo consistía en
medicinas y ungüentos hechos de hierbas, férulas y aparatos ortopédicos para huesos rotos, y
aguja e hilo para coser y cerrar cualquier herida abierta. Las pociones mágicas no estaban entre
esas opciones, por supuesto. Así que aquí estaba mi conclusión:

… Sin duda alguna metí la pata, ¿no es así?

Aquí estaban todas estas fantásticas medicinas milagrosas que ni siquiera deberían existir
en este mundo, ¿y la única que podía fabricarlas? Una niña indefensa sin nadie que la apoyara.

Creo que yo misma me he puesto entre la espada y la pared con esto…

Bueno, era hora de huir, diría yo.

A la mañana siguiente, en el salón principal del Gremio de Cazadores…

Por un lado, tenías los mostradores de recepción, el comedor por el otro y una cocina más
atrás. Arriba era donde estaban todas las salas relacionadas con los negocios, que
probablemente era donde los peces gordos del lugar tenían sus oficinas.
Así que aquí estaba, en el salón principal del primer piso. Era un caos absoluto ya que el
desastre del alboroto de ayer todavía no se había limpiado. Había gente que se despertaba con
enormes dolores de cabeza, gente tumbada sobre las mesas e incluso gente que seguía
completamente dormida en el suelo. Había dormido en una litera cerca de una de las paredes,
pero tenía que asegurarme y levantarme temprano para guardarlo todo antes de que las cosas
se complicaran. Todo lo que limpiaría sería mi cama. ¿Un desastre en el comedor? No, no me
suena.

Siempre fui el tipo de persona que tenía la estricta costumbre de aparecer en cualquier
lugar al menos cinco minutos antes de lo que se suponía que debía estar allí, por eso le pedí a
Celes que me consiguiera un reloj de pulsera. Y no un reloj de marca elegante que parecía que
podría romperse si chocaba contra un poste con demasiada fuerza, sino un reloj real, funcional
y resistente. Esta cosa podría soportar la presión del agua hasta cien metros de profundidad.
Si me sumergiera más allá de eso, creo que me rompería antes de que lo hiciera el reloj.
Funcionaba con energía solar, lo que significaba que no tenía que preocuparme por que las
baterías se agotaran ni nada. De hecho, era posible que no tuviese que preocuparme por la
batería en absoluto. Después de todo, esta cosa fue hecha por nuestra diosa favorita. La hora
mostrada estaba sincronizada con la rotación de este mundo y, por supuesto, me aseguré de
que también tuviera una alarma. Esta chica no se quedó dormida gracias a eso.

No me emborraché como todos los demás anoche, así que tuve mucho tiempo para pensar
las cosas después de terminar mi misión de recopilación de inteligencia. Mi conclusión:
¡necesitaba salir corriendo de aquí!

Mi plan era levantarme a primera hora de la mañana y limpiar mi cama, dar las gracias a
la aterradora recepcionista, luego fingir que deambulaba por el pueblo antes de escapar… Pero,
desafortunadamente, las cosas no iban a ser así de fácil para mí. Parecía que he estado en la
mira de alguien después de lo que sucedió anoche. Justo cuando terminaba de arreglar mi
cama, terminé siendo descubierta al mismo tiempo.

“¡Así que debes ser Kaoru, niñita!”

Fui muy lenta…

Había cinco hombres en total que habían venido a buscarme, todos trabajando bajo las
órdenes de un tal barón. El aparente líder del grupo parecía ser al menos algo competente, pero
los otros cuatro parecían matones al azar de las calles con armaduras de cuero y espadas.
Parecía que eran el “grupo de matones que se hacen llamar guardias y que trabajan para una
persona influyente” del que tanto escuchaste en este tipo de historias. Parecía que habían
logrado agarrar a algunas personas anoche que no estaban completamente destrozadas y les
preguntaron sobre este pueblo. La información era dinero, lo que significaba que la
información era vida… o algo así.

De todos modos, había un barón que actuaba como gobernador de este pueblo y algunas
otras aldeas que estaba tratando de reunir el dinero que necesitaba para ascender en el mundo
mediante la recaudación de fuertes impuestos en sus territorios. Tu verdadero tipo aristócrata
estereotipado y de poca monta. Naturalmente, parecía que la gente lo odiaba por eso, pero
realmente no podía imaginar un aristócrata estereotipado que realmente fuera amado por los
plebeyos que gobernaban.

Excluyendo el título de “Caballero”, que no podía transmitirse a sus hijos, los barones
eran los rangos más bajos de la aristocracia. Eran prácticamente el peldaño más bajo de la
cadena alimentaria de la nobleza. Ahora, si recordaba bien… el tipo tenía esposa, dos hijos y
una hija. Supuse que después de enterarse del incidente de anoche, debe haber visto esto como
su oportunidad de hacer una fortuna y subir en la escalera de su mundo aristocrático. Apuesto
a que estaba saltando de alegría cuando les dijo a sus lacayos que vinieran a por mí… Pero
enviar a cinco matones para que se hicieran cargo de una niña era totalmente exagerado.
Supongo que se podría decir que fue para asegurarse de que no pudiera escapar, y en caso de
que alguno de los cazadores se interpusiera en su camino.

“¿Puedo ayudarle? Mi madre siempre me decía que nunca hablara con extraños y, sobre
todo, que no fuera a ningún sitio con ellos…”

“¿Qué…?” El hombre que parecía ser el líder del grupo prácticamente tenía los ojos
saliendo de sus órbitas. “El gobernador te está llamando, ¡así que sé buena chica y ven con
nosotros!”

“Pero yo no vivo aquí, ¿saben? Seguiría las órdenes del gobernador de dónde vengo, pero
¿por qué tendría que obedecer a alguien que no tiene nada que ver conmigo? Este gobernador
o quien sea, no significa nada para mí. De hecho, es un completo desconocido… un
desconocido que está tratando de obligar a una chica a ir a su casa. Y ni siquiera se está
tomando la molestia de hacerlo él mismo… Sólo está haciendo que sus subordinados lo hagan
por él.”
Parecía que mi comentario hizo que la sangre corriera a la cabeza del hombre.

“¡T-Tú, pequeña mocosa!”

Cuando se dio cuenta, los cazadores comenzaban a reunirse a nuestro alrededor.

“¡Tsk, sólo date prisa y ven con nosotros!”

“¡Ahh!”

El grupo de hombres me agarró del brazo y me arrastró con fuerza hacia afuera. Incluso
si los cazadores quisieran detener a estos tipos, técnicamente todos eran soldados que
trabajaban directamente bajo el mando del gobernador. Si las cosas iban mal, no sólo las
personas que intentaran ayudarme podrían terminar asesinadas, sino que sus familias también
podrían ser atacadas. Sólo podían pararse allí y rechinar los dientes mientras nos veían irnos.

En ese momento, donde parecía que no podía huir exactamente… Al menos no parecía
que tuviera que preocuparme de que intentaran matarme o hacerme otras cosas horribles, por
ahora. Luego, hasta que pudiera encontrar esa oportunidad de escapar, pensé que era hora de
empezar a jugar con estos tipos…

Las comisuras de mi boca se curvaron en una sonrisa mientras pensaba eso.

“¡Ah, espere, Sr. soldado! ¡Por favor, no toques eso!”

Le hice esa petición al líder del grupo mientras mantenía su agarre en mi brazo izquierdo.
Los otros cuatro hombres me rodeaban por todos lados después de que comencé a caminar
obedientemente con ellos, lo que también era la razón por la que el líder no me tenía tan
apretada.

“¿Qué, esto? En realidad, ¿qué es esto…?”

El líder me miró con curiosidad.

Mostré mi reloj. “Es muy caro y vale al menos diez monedas de oro.”

“¡¿Qué?! ¡¿Diez monedas de oro?!”

Para él, esto debía parecerle un accesorio raro como nunca antes había visto.

Una gran mueca cruzó el rostro del hombre. “Entonces lo tomaré y me aferraré a él si es
tan importante.”
Me arrebató el reloj mientras intentaba resistirme antes de guardarlo en el bolsillo de su
camisa.

Jejeje, ¡acabo de hacer una fortuna con eso! De todas formas, tengo que compartirlo con
estos tipos ya que lo vieron, pero, aun así…

El líder del grupo no podía dejar de sonreír.

Por supuesto, tampoco podía dejar de sonreír por dentro.

El grupo terminó llevándome hasta la finca del gobernador. Incluso si el barón estaba en
el extremo inferior del tótem de la aristocracia, seguía siendo nobleza y el individuo más
poderoso en este pequeño dominio. Tal vez sólo estaba compensando algo, pero tenía que
admitir que tenía unas dotes impresionantes.

Nadie me preguntó quién era cuando me llevaron adentro, y terminé siendo conducida a
una especie de salón. Me pasaron a uno de los sirvientes que esperaban afuera, y el grupo de
matones se despidió.

“He traído a la señorita Kaoru conmigo.”

Después de hacer ese anuncio en la habitación, el sirviente me hizo entrar.

Sentado en la mesa del interior, vi a un hombre corpulento que supuse que era el propio
barón, una mujer que probablemente era su esposa, y otros tres que apostaría que eran sus
hijos: un tipo que parecía tener unos veinte años; un chico que probablemente tendría unos
dieciséis años; y una chica que parecía tener entre trece y catorce años. Todo el mundo parecía
estar un poco gordo (probablemente debido a un estilo de vida sin ejercicio y comida rica). Y
no sabía si era hereditario o algo que habían adquirido más tarde, pero toda la familia tenía ese
tipo de… miradas maliciosas en los ojos.

… Debería dejar de juzgarlos por sus ojos. Me estaba poniendo triste por alguna razón.
Bien, era hora de cambiar a una línea de pensamiento diferente. Sí.

Bien, Rodolph es el hijo mayor, y la hija y el siguiente hijo mayor son… ¡Ah, lo olvidé!

Vaya, de verdad no era buena cuando se trataba de recordar nombres extranjeros.

Una cosa que recordé que los cazadores me dijeron sobre el hijo mayor, Rodolph, era su
horrible reputación. Aparentemente, hubo muchos incidentes en los que ya actuaba como si
hubiera heredado el título de barón. Pensé que podría ser útil más tarde, así que me aseguré de
tenerlo en cuenta cuando lo escuche.

Se suponía que el segundo hijo era bastante decente en comparación con su hermano
mayor, y también inteligente. Traté de preguntar por la hija, pero no pude encontrar ninguna
información decente. La hija de un aristócrata no se limitaría a deambular por el pueblo, así
que supongo que tenía sentido que no hubiera tantos rumores sobre ella en comparación con
los hijos.

“Me alegro de tenerte aquí, mi querida Kaoru.”

El barón me dedicó una amplia y agradable sonrisa. Era bastante asqueroso tenerlo
sonriéndome así. Aun así, probablemente este fue un gran servicio para mí. Quiero decir, no
sólo alguien de la nobleza vino a saludarme con toda su familia, también fue acogedor al
respecto. Sin mencionar que a este barón en particular no parecía importarle un bledo la gente
común. Estaba dispuesta a apostar que algo como esto no era exactamente un hecho cotidiano
aquí.

“Mi más humilde gratitud por su invitación, barón.” Hice una pequeña reverencia, algo
que había aprendido viendo películas.

“Oho, vaya, tan sólo vean eso…” El eufórico barón lucía una sonrisa que se extendía por
todo su rostro. “Por favor toma asiento. Permítame darle la bienvenida en nombre de mi
familia.”

El Barón Renie estaba en el cielo. Al principio se había sentido muy disgustado cuando
uno de los cazadores que trabajaba a su mando de él llegó a una hora impía anoche, pero se
quedó completamente anonadado después de escuchar lo que tenían que decir: existía algún
tipo de medicina mágica que podía curar las heridas en un instante. No sólo eso, sino que quien
las trajo era una niña pequeña sin nadie alrededor para protegerla. Le costaba creerlo, pero,
si fuera cierto, ¡entonces él podría empezar a ganar más dinero del que sabría cómo gastar!
No, no sólo algo tan mente cerrada como eso… convertirse en conde, no, en marqués, ¡puede
que ya no sea sólo un sueño!

Se decía que esta enigmática medicina podía sacar a una persona de las fauces de la muerte
en un abrir y cerrar de ojos. No sólo era esto algo que deseaba para sí mismo, sino que toda la
nobleza querría algo de esta medicina milagrosa. ¿Quién sabía cuándo lo necesitarían para
amigos y familiares que pudieran resultar heridos en una batalla u otros accidentes
imprevistos? Apenas podía imaginar cuánto dinero pagarían por tal cosa, o qué tipo de
condiciones aceptarían sólo para tenerla… ¡Incluso podría conseguir que la familia real se
endeudara! El barón no podía creer la buena suerte que tuvo con que esta chica apareciera
dentro de sus dominios. La fortuna ciertamente parecía estar sonriéndole…

Y entonces, dirigió su atención a la chica que había sido presentada ante él. Tenía rasgos
bien definidos y una mirada absolutamente ruin en sus ojos. Ella le recordaba a uno de sus
primos que solía intimidarlo cuando era un niño… Sin embargo, no mostró miedo y fingió ser
un anfitrión aristocrático y amable mientras se sentaba en su silla.

Escuchó que había cuatro recipientes de este medicamento en total. No sólo uno, sino que
increíblemente había cuatro. No solo eso, sino que había intentado venderlos a un precio
absurdamente bajo. Eso significaba que había más de esta medicina en alguna parte, y podía
conseguirla muy fácilmente. Si pudiera conseguir a la persona que la hizo, ¡entonces podría
tener el monopolio de la producción de esta panacea milagrosa!

Obligarla a contar todo lo que sabía era definitivamente una opción, pero existía la
posibilidad de que esta chica no tuviera suficiente información con la que trabajar. Sería un
problema para él si ella se fuera y muriera con demasiada facilidad. También existía la
posibilidad de que uno de los parientes de la niña estuviera haciendo este medicamento, y él
estaría en problemas si se negaban rotundamente a escucharlo. Su mejor apuesta aquí sería
actuar lo más amigable posible para tratar de apaciguarla. Ella podía haber sido una chica
común y corriente, pero él se había asegurado de instar a su familia a que fingiera ser lo más
amable posible con ella. Todo debería funcionar sin problemas.

Kaoru sentía que tenía una idea aproximada de lo que estaba pensando el barón a juzgar
por su actitud sospechosamente agradable. Para su crédito, en su mayoría, tenía razón.

Él la presentó a su familia, luego pasaron un tiempo disfrutando de té y bocadillos caros


mientras charlaban ociosamente. Finalmente, teniendo mucho cuidado de no impacientarse
demasiado, el barón se ocupó del asunto en cuestión.

“Por cierto, Kaoru, acerca de que la medicina que tenías… Bueno, ¿cómo te hiciste con
ella? ¿Fue alguien que conocieras quien la hizo y te la dio, tal vez?”

Allí estaba, la verdadera razón por la que ella estaba aquí.

Y así, Kaoru respondió: “Oh, las hice yo misma.”


“““¡¿QUÉÉÉÉÉÉ?!”””

No solo el barón gritó de sorpresa, sino también toda su familia.

“P-Por ti misma… ¿Eso significa…?”

“Correcto. Vivía con mi padre, que trabajaba como boticario en las montañas, donde los
recursos eran abundantes y copiosos. Hicimos e investigamos la medicina juntos todo el
tiempo. Después de su muerte, traté de regresar al pueblo, pero como he estado viviendo en
las montañas desde que tenía cinco años, parecía que no podía ubicarme en absoluto…”

El barón pensó que iba a caerse de lo contento que estaba. ¡Ella fue quien hizo la
medicina! ¡Esta niña, que no tenía a nadie cerca para apoyarla! ¡Todo con un método que aún
no se había filtrado al público!

“E-Entonces, ¿crees… que podrías hacerla aquí?” La voz del barón tembló levemente
cuando preguntó.

Kaoru, sin embargo, respondió rotundamente: “Eso sería imposible.”

“¡¿P-Por qué no?!”

“Es porque alguien robó el dispositivo que necesito para hacer la medicina.” Respondió
Kaoru con calma al barón que gritaba.

“¡¿C-Cuándo pasó esto y quién lo hizo?!”

“Hace poco, el hombre que me trajo aquí.”

“¡¡¡Llama a Riche aquí, AHORA!!!” Tronó el barón.

Muy bien, si voy a estropear la seguridad por aquí, entonces creo que agitaré las cosas
un poco más… pensó Kaoru en silencio para sí misma.

El hombre llamado Riche… el líder de los matones que habían traído a Kaoru aquí… fue
llevado a la habitación en respuesta a la llamada del barón.

“¿Qué puedo hacer por usted, Bar…?”

“¡Silencio! ¡Devuelve lo que le robaste a esta jovencita inmediatamente!”


Estaban a punto de quitarle el tesoro que ahora estaba en su posesión. El hombre miró a
la niña que hablaba de más, pero ahora no había nada que pudiera hacer al respecto. Riche
tomó de mala gana lo que le había robado antes del bolsillo del pecho y se lo entregó al barón.

“¡Aquí! ¿Qué te parece, es este?”

Kaoru tomó el reloj de pulsera del barón, inspeccionándolo cuidadosamente antes de abrir
la boca nuevamente.

“Ahh… Si bien este es ciertamente mi dispositivo, parece estar roto.”

“¿Qu…? ¿Qu…?”

Aunque tenía un bonito tono rojo momentos antes, el rostro del barón se había puesto
pálido de repente. Riche no sabía lo que estaba pasando y se quedó mirando sin comprender,
estupefacto. Después de todo, el accesorio en cuestión no estaba roto; ni siquiera le había
quitado ninguna parte. Fue entonces cuando Kaoru arrojó otra bomba.

“Hay muchas personas en el mundo que no querrían que usted tuviese medicamentos. No
sólo me lo robó, incluso también se aseguró de romperlo. ¿Qué tipo de persona horrible no
querría que se recuperara en caso de que se lesionara? Me pregunto si hay personas que se
beneficiarían de algo así…”

Kaoru casualmente envió una mirada a Rodolph mientras lanzaba eso. Encontrando su
mirada, él la miró fijamente, antes de que el color desapareciera de su rostro una vez que se
dio cuenta del significado detrás de sus palabras.

“¿Q-Qué estás…?” Soltó el barón.

Para cuando el barón miró a Rodolph, su expresión una vez aturdida ya había
desaparecido, junto con todo el color en su rostro. Lo único que se veía era al hijo mayor del
barón, que parecía que había perdido por completo la compostura. Era casi como si la razón
por la que Rodolph parecía tan nervioso… fuera porque las palabras de Kaoru habían dado en
el blanco.

¿Quién sería el que heredaría el título de barón si el barón actual moría? Rodolph. ¿Quién
podría sentir que estaba en peligro de perder ese título ante el segundo hijo mayor más
competente del barón? Rodolph. ¿Quién había invitado al barón a ir de caza esta semana por
primera vez en lo que había parecido una eternidad? Rodolph.
Un silencio opresivo se había apoderado de la habitación. Aunque Kaoru era la mente
maestra detrás de esta pequeña cadena de eventos, no podía evitar preocuparse por lo mucho
que no quería seguir estando aquí.

“Lo siento, pero ¿puedo irme ahora?”

Eso no iba a suceder, por supuesto, y Kaoru fue llevada a una de las habitaciones de
invitados. Aun así, antes de eso, no se olvidó de preguntarle al barón si estaba bien que una
criada le trajera las piezas que necesitaría para arreglar su ‘dispositivo’.

Me quedé sola en la habitación de invitados. Cubrí el pomo de la puerta con un paño para
que no pudieran mirar por el ojo de la cerradura. Fui y también abrí las cortinas. Después de
todo, estábamos en el segundo piso, y sería más difícil para cualquiera acercarse a la ventana
si la tuviera abierta de par en par. Tampoco quería que nadie intentara espiarme a través de las
rendijas de la cortina.

Le había pedido a la sirvienta que me trajera cosas como tijeras, papel y un montón de
otras herramientas. Tenía que hacer que pareciera que en realidad estaba tratando de “arreglar”
algo, y estaba pensando en acaparar todo una vez que saliera de aquí. Estaba arruinada,
¡maldita sea! También me aseguré de pedir un montón de comida: salchichas, dulces y todas
esas otras cosas buenas. Aunque la sirvienta me advirtió que era casi la hora del almuerzo, le
dije que no quería parecer un cerdo llenándome la cara cuando estaba frente al barón, lo que
la convenció de que me trajera lo que pedí. La verdadera razón, por supuesto, era para poder
guardarlo todo en mi caja de artículos para después. Poco a poco estaba preparando todo para
salir de aquí.

Oh, sí, y tenía mis habilidades para hacer pociones a mano para beber lo que quisiera, así
que no había problemas allí.

Para cuando llegó el almuerzo, las cosas parecían haberse calmado del estado en el que
habían estado antes. Supuse que una vez que se calmaran y lo pensaran, nadie pensaría que el
hijo de apenas veinte años del barón haría algo así. Parecía que lo habían liberado sin que
nadie realmente lo interrogara al respecto. Demonios.

Por otro lado, sin embargo, no vi a ese tipo Riche por ningún lado.

Me pregunto si hacer un Maya y pasar todos esos mensajes a través de la sirvienta


funcionó… Como, “Me dolió que me torcieran el brazo” y “Tengo miedo de que se ponga
violento o trate de volver a quitarme lo que es preciado para mí”, o mi favorito, “Tiemblo tanto
cuando lo veo que no puedo reparar mi dispositivo”. Bueno, supuse que era cierto que podía
estar fuera de casa o en otro lugar. Ah, y “hacer un Maya” simplemente significaba hacer una
actuación que rivalizaba con el personaje principal de este famoso manga shoujo (se trataba
de actuación, desde hace mucho tiempo), especialmente para poder engañar o burlar a alguien.
Era un clásico.

La conversación en la mesa fue escasa. No había un terreno común para que los
aristócratas hablaran, y eso era incluso doble para mí, la niña que nació y se crio en otro
condenado mundo. El barón me había preguntado cómo iban las reparaciones y me aseguré de
decirle que tardaría unos días. Sería perfecto si eso le hiciera pensar que no intentaría escapar
mientras estuviera absorta en arreglar mi cosita. Pero, aun así, faltaba mucho para que llegara
la noche. ¡Después de todo, me trajeron aquí a primera hora de la mañana!

Finalmente, llegué a cenar. Después de terminar de manera segura nuestra conversación


a la hora de comer sin incidentes, fui e hice otra petición al barón.

“¿Estaría bien tener otra chica que esté en la misma onda que yo para ayudarme?”

“¿Y qué quieres decir con ‘onda’?”

“Oh, sólo significa alguien que sea compatible con las ondas que emite la energía mágica.”

Inventé algunas tonterías al azar para explicarlo, y el barón lo permitió sin pensarlo dos
veces. ¿Por qué no lo haría? No habría inconvenientes para él, ya que esta chica no sólo me
vigilaría, sino que también podría hacer que ella informara cómo iban las reparaciones.

Después de analizar cuidadosamente mis opciones, decidí escoger una joven sirvienta que
probablemente tendría unos quince o dieciséis años, con el cabello rubio hasta los hombros y
un par de ojos verde esmeralda. Le dije que por ahora podía relajarse en su habitación, y que
quería que viniera más tarde cuando la llamara.

Con eso, volví a la habitación de invitados que me dieron.

La noche avanzó y, muy pronto, todos se quedaron profundamente dormidos, excepto el


personal que trabajaba en el turno de noche. Abrí lentamente la puerta de mi habitación para
encontrarme con un guardia justo afuera. Se suponía que debía parecer que él estaba allí para
protegerme, pero ya sabía que se suponía que debía evitar que me escapara.

“Llámame a esa chica, por favor.”


Con un asentimiento, el soldado buscó a la sirvienta que había estado en espera en una
habitación cercana.

Pasé un buen rato haciendo que ella hiciera cosas como poner su mano en el reloj y
concentrarse mucho en él, y todo tipo de cosas inútiles mientras esperaba mi oportunidad.
Cuando llegó ese momento, declaré que tenía hambre y le pregunté a la sirvienta si podía
buscar té y bocadillos. La chica se fue de inmediato, luego regresó apenas diez minutos
después con una comida ligera, una taza de té y un montón de platos, todos apilados en un
carrito. Maldita sea, eso fue rápido… Me pregunté si ya tenían un bocadillo para la noche
preparado para mí porque los rumores de mi supuesto “gran apetito” se habían extendido o
algo así.

La chica cerró la puerta y comenzó a empujar el carrito hacia la habitación. Justo cuando
estaba lo suficientemente cerca de mí, tomé su mano para alejarla del carrito y acercarla a la
cama. Totalmente inconsciente de lo que estaba pasando y a mi merced, fue entonces cuando
presioné el pañuelo contra su rostro.

Con la sirvienta ahora acostada en la cama, estaba ocupada metiendo cualquier cosa y
todo lo que podía de la habitación en mi caja de artículos. Primero fue el tocador. Había
algunos vestidos allí que sólo podía asumir que solían pertenecer a la hija del barón, pero me
pregunté si me los habían puesto allí para mí o algo así. En todo caso, al menos podría decir
que parecía que su hija no era tan regordeta cuando los usaba.

Los siguientes en la lista eran los candelabros, los cuadros en la pared, el escritorio, las
sillas, la alfombra, el cambio de sábanas de repuesto en la cómoda, y luego, después de un
examen más detenido, también la cómoda. Todo lo que había en el carrito también entraba,
por supuesto, pero yo no me llevaría el carrito conmigo; aún no. La verdadera razón por la que
pedí todos estos bocadillos no fue sólo para acumular una reserva de comida, sino porque tenía
la sensación de que podía empeñar el tipo de vajilla que los aristócratas usaban para obtener
una ganancia considerable. Y también había una razón más…

Cuando estaba a punto de terminar de empacar mi botín, desnudé a la chica y me puse su


atuendo mientras guardaba mi propia ropa. Me aseguré de dejar al menos una de las sábanas
de repuesto y la cubrí con ella. Después de que la bajé de la cama, también la guardé. Extendí
una toalla en el suelo, luego utilicé las tijeras que me había traído la sirvienta para cortarme el
cabello de modo que me llegara hasta los hombros, del mismo largo que la chica que estaba
en el suelo. Hice una bola con la toalla —con mi cabello recién cortado y todo— y la arrojé
en mi caja de artículos también, luego coloqué el tocado blanco de sirvienta con volantes, que
le quité a la chica, en mi cabeza.

Y la cereza del pastel: una poción. La que acababa de beber cambiaría el color del cabello
y los ojos de quien lo bebiera. Después de terminar eso, puse mis manos sobre el carrito.

La puerta se abrió lentamente y una chica salió de la habitación. Después de hacer una
reverencia mientras miraba hacia la puerta, la sirvienta de cabello rubio permaneció
ligeramente inclinada sobre su carrito mientras se dirigía deliberadamente hacia la cocina. El
guardia apostado afuera no tenía interés en las niñas, por lo que apenas la miró. Su mente
estaba ocupada pensando en la sirvienta curvilínea que acababan de contratar el otro día,
tratando de encontrar formas de mantenerse ocupado y pasar las largas, largas horas hasta que
llegara la mañana…

No se veía un alma tan tarde en la noche. Kaoru guardó el carrito en su caja de artículos
y se escabulló de la residencia del barón. Incluso si alguien la viera ahora, lo más probable es
que pensaran que era sólo una sirvienta haciendo recados para un invitado, o, como mucho,
tal vez se iba a tener una pequeña cita con un chico o algo así. Probablemente ni siquiera la
mirarían por segunda vez, ya que fingirían no verla.

Al final, la fuga de Kaoru fue un éxito y logró escapar sin que nadie la viera. Con eso,
desapareció en la noche.

Las siguientes fueron las condiciones de Kaoru para elegir a la chica que la “ayudaría”:

Debían tener colores de cabello y ojos completamente diferentes a los de ella. Además,
su cabello tenía que ser mucho más corto que el de ella, y con una longitud donde la diferencia
era de día y de noche. Finalmente, debían tener la misma altura y tipo de cuerpo que ella. La
chica lo suficientemente desafortunada para cumplir con esos criterios estaba durmiendo en
una habitación donde incluso la alfombra había sido removida. El pañuelo que estaba
presionado contra la chica había sido empapado en una poción donde incluso si inhalabas la
más mínima cantidad, te dejaría inconsciente, pero no dejaría efectos secundarios negativos.

La chica que Kaoru había pensado que tendría quince o dieciséis… en realidad sólo tenía
doce años.

La mañana siguiente…
La finca del barón estaba en una conmoción. Cuando una sirvienta llegó a la habitación
de invitados para anunciar que se había servido el desayuno, todo lo que encontró fue una
habitación desprovista de muebles, adornos y alfombras. Lo único que había era una joven
sirvienta envuelta en sábanas. No quedaba ni rastro de la chica por la que el barón estaba tan
interesado.

Las fuerzas de la sirvienta que descubrió la habitación desolada se agotaron, y cayó al


suelo en el acto. Después de hacer volar al guardia que vio todo, el barón envió inmediatamente
un grupo de búsqueda para capturar a Kaoru. No obstante, se encontró con una grave falta de
personas a su disposición, y ayer había ahuyentado a Riche en un ataque de ira, la única
persona con la que más podía contar para algo como esto. Sin opciones, el barón se dirigió a
regañadientes al Gremio de Cazadores.

“… ¿Le gustaría que no sólo busquemos a una niña, sino que la detengamos?”

“¡Así es! Les pagaré generosamente, así que date prisa y reúne a la gente para que lo
hagan de inmediato.”

La recepcionista dio una respuesta cortante ante la histeria del barón.

“Como estoy segura de que ya sabe, todas las tarifas de las solicitudes deben pagarse por
adelantado. El Gremio de Cazadores no le da a nadie un trato especial, sin importar si es noble
o barón. Además, debo mencionar que no aceptamos misiones donde sólo se paga al que
encuentra el objetivo. Asegúrese de preparar el pago para cada persona que le gustaría aceptar
en su solicitud. Tenga en cuenta que el período de búsqueda estará determinado por la cantidad
que pague, y asegúrese de tener una recompensa por separado cuando se complete el trabajo.”

“¡Sí, sí, ahora apúrate y envía gente ya!”

“Eso sucederá después de que proporcione la tarifa.”

“¡Maldición! Vuelvo enseguida, ¡así que espera!”

El barón corrió frenéticamente de regreso a su mansión para conseguir el dinero que


necesitaba para la solicitud. El salón principal quedó en un silencio sepulcral, hasta que la voz
de la recepcionista lo cortó alto y claro:

“¡Oigan, parece que nuestro pequeño ángel escapó!”

“““¡Gyajajajajaja!”””
Sus palabras se encontraron con un explosivo torrente de risa.

“¡Ni en broma nadie aceptaría ese trabajo!” Gritó alguien.

“Tsk, tsk, tsk.” Le reprendió la recepcionista. “Eso es lo que te hace tan idiota. Por
supuesto que lo aceptaremos… todos nosotros. Pero primero, debemos asegurarnos de ser
amables y compensados por nuestro amigo barón. A continuación, vamos a tener
avistamientos de ella viniendo de todas partes, como: ‘La vimos en el bosque, pero se escapó’
o ‘Encontramos un trozo de su ropa en un acantilado’ o algo así. Y si alguna vez nos
encontremos con el grupo de búsqueda del barón, tendremos que asegurarnos de darles las
buenas noticias, ¿no es así? Puede haber ocasiones en que nuestros ojos nos jueguen una mala
pasada, o simplemente recibamos un informe equivocado, pero no hay nada que se pueda hacer
al respecto, ¿verdad?”

“¡Esa es nuestra recepcionista! ¡Eres despiadada, Gilda!”

Una carpeta de papeles encontró su destino y golpeó al hombre lo suficientemente tonto


como para decir eso, y los estridentes sonidos de risa continuaron sonando desde el interior
del Gremio.

Aproximadamente al mismo tiempo, Kaoru había logrado escapar de la mansión del barón
y el pueblo, y aún estaba en medio de su huida. Como había estado caminando toda la noche,
ya hacía mucho que se había ido de la pequeña área bajo el control del barón. Las cosas podrían
ponerse feas si el barón enviaba a su ejército privado a territorios propiedad de los otros
aristócratas, y sin duda ella sería capturada y llevada lejos, nuevamente. Todavía tenía que
estar atenta a posibles perseguidores.

Ya se había asegurado de usar otra poción para teñir su cabello de plata, ya que quería
que fuera diferente al color de su cabello original o al mismo rubio de cuando se escapó de la
mansión del barón. También hacía tiempo que se había cambiado el traje de sirvienta por uno
de los vestidos que sacó de la cómoda. Escogió el más sencillo que pudo encontrar y se quitó
todos los adornos para que pareciera más como algo que usaría un plebeyo.

Había suficiente comida almacenada para unas buenas comidas, y tampoco tenía nada de
qué preocuparse por las bebidas. Todo lo que quedaba ahora era llegar a su próximo objetivo
sin ser atacada por bandidos y todo iría bien. No tendría nada de qué quejarse si pudiera
reponer su arsenal de alimentos y adquirir un nuevo medio de transporte, pero la vida no iba a
ser tan fácil. No habría nada de qué preocuparse si pudiera llenar su caja de artículos con
comida al menos una vez, pero no había tenido la oportunidad de hacerlo una vez desde que
llegó aquí.

Mirando hacia atrás, podía ver nubes de polvo a lo lejos en la distancia, así como lo que
parecían caballos galopando en su dirección. Sólo para estar segura, se salió de los caminos
trillados para tomar un respiro mientras se escondía detrás de algunos árboles. A fin de cuentas,
todo el mundo necesitaba un descanso de vez en cuando. Tampoco era que tuviera mucha prisa
por llegar a ningún lado. Siempre y cuando se mantuviera mirando detrás de sí misma a
menudo, sería mucho más fácil para ella detectar a la gente a caballo que se acercaba antes de
que pudieran ver a una chica viajando a pie. No había problemas.

Kaoru había renacido en el Reino de Brancott y actualmente iba a la capital real del país:
Aras. Su población era masiva y, dado que era un lugar que atraía a todo tipo de personas, era
el lugar perfecto para que alguien se mezclara y desapareciera.

Había un montón de nobleza viviendo allí, pero eso en realidad actuaba como un buen
elemento disuasorio para asegurarse de que cualquier miembro en particular de la aristocracia
no pudiera hacer lo que quisiera. Además de eso, era un gran lugar para recopilar información.
La capital debería estar repleta de todo tipo de sabiduría útil para hacerse con ella, y estaba
pensando que podría ser un buen lugar para que finalmente se estableciera. El hecho de que
tuviera una biblioteca era otro gran atractivo para ella.

Por el momento no tenía planes de viajar a otros países. Después de todo, apenas conocía
a nadie sobre el país en el que se encontraba, y era demasiado arriesgado ir a cualquier otro
lugar sin investigar qué tipo de asuntos internacionales estaban sucediendo en este mundo.

Fue por la tarde cuando llegó al siguiente pueblo. Por supuesto, no se acercaría ni en
broma, ya que había demasiado riesgo de que el barón ya hubiera enviado a sus subordinados
allí antes que ella. Entonces, saliendo de la carretera principal, tomó un amplio desvío para
rodearla. A pesar de que este era el primer pueblo al que había llegado desde que hizo su gran
escape, no serían lo suficientemente tontos como para no tender una especie de trampa para
intentar atraparla. Su cabello y ojos podían ser de un color diferente, pero para Kaoru sería un
completo desastre si hubiera alguien que reconociera su rostro.

Tendría que dejar para otro momento el ir de compras y vender su botín. Por ahora, pasaría
la noche acampando lejos del pueblo. Recordando hacer una poción repelente de bestias para
ella era sólo la guinda del pastel.
Habían pasado otros tres días. Después de tener cuidado de evitar un buen número de
aldeas y otros asentamientos, Kaoru había llegado a un pueblo de tamaño decente.

Ya habían pasado cuatro días desde que ella había escapado, y el barón probablemente
había renunciado a encontrarla después de tanto tiempo. Tratar de capturar a una niña, que ni
siquiera era uno de sus ciudadanos, fuera de su propio territorio sólo lo convertiría en un
criminal. No importaba que fuera un barón, el martillo de hierro de la ley probablemente caería
sobre él si intentaba hacer una jugada ahora. Ya no había privilegios o afirmaciones que
pudiera hacer para llegar a Kaoru. Si había alguien que intentaba ir tras ella, todo lo que tenía
que hacer era provocar la mayor conmoción posible para que las personas que la rodeaban
intervinieran y la ayudaran.

Creo que no debería haber problema en ir a la ciudad a estas alturas. El objetivo de hoy
será el encontrar una posada donde hospedarme y luego abastecerme de dinero y comida.

Tenía la buena sensación de que el radio de búsqueda del barón estaba muy lejos de llegar
aquí. Primero, me aseguré de evitar y esconderme de cualquier persona que pareciera tener
prisa, ya fuera en una carreta, un caballo o cualquier otra cosa. En segundo lugar, parecía que
mi resistencia era bastante baja en comparación con los habitantes de este mundo, así que
pensé que me había movido a un ritmo mucho más lento que otros de mi edad. Nadie pensaría
que un fugitivo en fuga en realidad estaría huyendo la mitad de rápido de lo que normalmente
lo haría cualquiera… sin mencionar que ya había cambiado el color de mi cabello y mis ojos.
Estaba bastante segura de que ya no necesitaba estar tan en guardia. También estaba casi sin
comida, así que de todos modos tendría que reabastecerme.

Oh, sí… Me preguntaba qué estaría pensando el barón cuando vio la habitación vacía que
había dejado atrás. Tal vez pensaba que todo el asunto parecía increíblemente extraño. Es
posible que creyese que se había metido con la persona equivocada, o que sería mejor olvidar
todo lo que sucedió. También existía la posibilidad de que no pudiera olvidar su única
oportunidad de alcanzar la fama y ascender en las filas de la nobleza, o que se convenciera de
que había un grupo de personas que irrumpieron en su mansión para ayudarme a escapar.
¿Quién sabía realmente?

Fuese la que fuese su conclusión, no me podía importar menos ahora que finalmente había
llegado a un lugar seguro. Con eso en mente, era hora de dirigirse hacia a la ciudad.
En este momento apenas tenía dinero a mi nombre. Después de todo, sólo había logrado
conseguir cuarenta monedas de bronce y cuatro pequeñas de plata en el gremio. Eso era
probablemente lo mismo que 400 yenes en casa, diría yo. Terminaría quedando en la ruina, si,
por ejemplo, comprara cuatro brochetas de carne en un carrito de comida o algo así…

Y, ahora mismo, me encontraba sosteniendo cuatro grandes pinchos en mis manos.


“Ah…”

Mis ahorros actuales: un gran cero. Había planeado con anticipación algo como esto, por
supuesto, y me aseguré de cambiarme en el refugio de los árboles antes de ir a la ciudad.

Volví a usar el traje de sirvienta de antes. Cualquiera sospecharía si una plebeya como yo
se acercara y tratara de vender las cosas que yo había, ejem, “adquirido” en la casa del barón.
Había muchas posibilidades de que sospecharan que se trataba de bienes robados (y tendrían
razón, pero estoy divagando). Entonces, pensarías que ponerte uno de los vestidos que solía
pertenecer a la hija del barón sería una buena idea, ¿verdad? ¿Quizás pretender ser la hija de
algún noble rico o algo así? Incorrecto. No había aristócrata lo suficientemente tonto como
para enviar a su hija, ignorante de los caminos del mundo, a vender algunas baratijas. Eso
parecía sospechoso, sin importar cómo lo vieras.

Y así, mi conclusión: el atuendo que ahora estaba usando era el que menos podía hacer
que alguien sospechara de mí.

En cierta tienda de segunda mano…

Una joven sirvienta entró en la tienda y luego se acercó con cautela al propietario.

“Um, disculpe, señor… Mi amo me dijo que vendiera esto para poder ir a comprar comida
para hoy…”

Ella lo miró con tristeza, ojos de cachorrito, sosteniendo un candelabro en sus manos. Los
ojos del comerciante, por otro lado, prácticamente se salieron de sus órbitas.

“¡Booyah!”

Tenía seis monedas de plata apretadas en la mano. Sólo cuesta cuatro monedas pasar la
noche en algún lugar, incluyendo la cena y el desayuno. Si asumimos que costaría alrededor
de cuatro monedas de plata pequeñas por cosas como una toalla y agua caliente para bañarme,
entonces me quedarían una moneda de plata y seis pequeñas para salir a comprar comida. Eso
debería ser suficiente para seguir adelante cuando mañana me enfrente a la naturaleza salvaje,
¡y luego llegaría a la siguiente ciudad al día siguiente! Muy bien, era hora de ir a la posada.

“Serán cinco monedas de plata por una noche de estancia con dos comidas.”

Hijo de… Parecía que los pueblos más grandes significaban precios más altos que en
medio de la nada.
Todavía pasarían unos días hasta que pudiera llegar a la capital. Justo cuando pensaba que
debería estar buscando un lugar para instalar el campamento, vi un claro no muy lejos de la
carretera principal que tenía agua limpia fluyendo desde la ladera de una montaña.

“¡Oye, esto no está nada mal!”

Saqué un poco de agua y la usé para lavarme la cara. Podría hacer pociones que fueran
como agua, pero esto era realmente bueno si querías lavarte la cara. Incluso podría usarla para
lavarme las manos si la naturaleza me llama.

Muy bien, ¡acamparé aquí por hoy! Pero, dicho esto, una chica como yo no puede
simplemente dormir en un lugar que se puede ver desde la carretera. Creo que iré un poco
más en el bosque para que todos los viajeros que pasen no me miren boquiabiertos.

Después de haberme saciado de usar toda el agua limpia que quería, me abrí paso entre
los árboles para montar el campamento.

“¿Ya llegamos?”

“Por favor, espere hasta que podamos encontrar un lugar para estacionar el carruaje lejos
de la carretera principal.” Dijo la caballera de veintitantos años, tratando de apaciguar a la niña
de diez años que se movía inquieta en el carruaje.

“Es por eso que te dijimos que te fueras antes de que nos fuéramos…” Hubo una
reprimenda de un chico de unos doce o trece años cuando puso los ojos en blanco hacia su
hermana pequeña.

“Pero entonces no tenía que ir…”

Este carruaje en particular era utilizado sólo por la nobleza, y tenía un séquito de seis
caballeros montados delante y detrás que actuaban como escoltas. Actualmente había cuatro
pasajeros viajando dentro de él, incluido el hermano, su hermana y la caballera de antes, así
como una sirvienta. Los hermanos aristócratas se dirigían a visitar a su abuela, que había
enfermado recientemente, con la escolta de caballeros que los acompañaba.

Aparentemente, la niña había sido atacada por la llamada de la naturaleza y les pidió que
detuvieran el carruaje para que ella pudiera hacerse cargo de sus “asuntos”. Le dijeron que no
podían detenerse en medio de la carretera y bloquear el tráfico, por lo que actualmente estaban
buscando un lugar para estacionar el carruaje.
“¡Hay un lugar más adelante en el que podemos detenernos!” Gritó el capitán caballero
que conducía la escolta.

Al investigarlo más a fondo, decidieron que de hecho era un buen lugar para hacerlo. Era
un lugar bastante espacioso, e incluso tenía un arroyo con agua fresca que fluía por la ladera
de una montaña. Nadie tendría quejas de lavarse las manos allí. Probablemente habían
despejado el área para convertirla en una parada de descanso que todos pudieran usar, y el
grupo no podría estar más agradecido por eso.

Con el carruaje estacionado, la niña se apresuró a bajar del carruaje y con un breve: “Yo
también iré contigo.” Su hermano la siguió.

El capitán, la caballera y el hermano se dirigieron juntos hacia el bosque para acompañar


a la niña. Claro está, sólo la caballera terminó siendo la acompañante de la niña durante todo
el trayecto. Los caballeros restantes se quedaron atrás para proteger el carruaje. Después de
todo, había una posibilidad mucho mayor de que los bandidos los atacaran en la carretera en
lugar de que alguien corriera peligro en un bosque tan pequeño.

Después de que la chica terminó con sus asuntos, regresó con la caballera para encontrarse
donde los chicos estaban esperando. Sin embargo, el chico y el capitán miraban aturdidos algo
más profundo en el bosque. Curiosas, las dos chicas se acercaron para echar un vistazo por sí
mismas…

Fue allí… donde encontraron una diosa.

Estaba acostada en una gran cama, encerrada en un pequeño claro entre los árboles. A
juzgar por el grosor de la maleza, no había forma factible de llevar una cama tan grande allí.
Tampoco había indicios cercanos que sugirieran que fue arrastrada allí. Descansando sobre
los improbables arreglos para dormir había una joven diosa, con el cabello del color de la plata
y vestida con un vestido de un blanco puro.

Los cuatro se quedaron allí, sin poder decir una palabra… hasta que la niña reunió todo
su valor para dar un paso adelante.

“¡Y-Yunith!”

El chico trató de detenerla, pero su hermana pequeña no le prestó atención y siguió


caminando. Cuando finalmente llegó junto a la diosa dormida, la llamó.

“¡Señorita Diosa… Señorita Diosa!”


La diosa abrió lentamente los ojos, luego se volvió con gracia hacia la niña antes de decir
lo siguiente:

“¡¿Qué quieres?! ¡Cállate de una vez!”

“¡Eek!”

Parecía que levantarse era duro para la diosa… casi tan duro como la expresión de sus
ojos. Fue entonces, más que nunca, cuando la niña se alegró de haber terminado con sus
asuntos antes de venir aquí.

“¿Entonces viene aquí del cielo a descansar a veces?”

“Sí, eso es correcto. De esa manera puedo otorgar mi poder sagrado a los bosques y a la
naturaleza en sí.”

Inventé algunas estupideces al azar para responder a la pregunta de la niña y recé desde
el fondo de mi corazón para que me dejaran en paz.

Saqué la cama que tomé de la casa del barón para dormir y estaba usando un vestido
blanco como reemplazo de un pijama real. Después de esparcir un poco de mi poción repelente
de bestias por todas partes, estaba en medio de conseguir un buen sueño… pero parecía que
me había quedado un poco dormida. Aunque no podía verlo tan bien debido a todos los árboles
que lo bloqueaban, parecía que el sol ya estaba bastante alto en el cielo.

“"Entonces, ¿por qué la diosa Celestine estaría…”

“Oh, no soy Celes.”

“““¡¿Qué?!”””

¡Ups! Como pensaban que yo era una diosa, todos parecían estar en pánico cuando dije
que no era Celes, quien se suponía que era la única diosa verdadera de este mundo. ¡Bien,
creo que será mejor que piense en algo!

“En realidad, soy amiga de Celes. Vine aquí de otro mundo. Me dijo que podía quedarme
aquí y disfrutar de su mundo.”

Bueno, no estaba mintiendo.

“¡Oh, una diosa de otro mundo! No sólo eso, sino también una conocida de la gran
Celestine…” Exclamó sorprendido el tipo que parecía un caballero.
Bueno, sí, no puedo decir que lo culpo. Supongo que alguien reaccionaría así después de
escuchar lo que acabo de decir. Pero parece que realmente entienden el concepto de “otros
mundos” … Eh, ¿qué hay de eso?

Fui y escuché lo que tenían que decir.

Parecía que la abuela de estos hermanos se había enfermado y las cosas no iban bien. La
abuela siempre había sido tan amable con ellos que insistieron en verla, por eso viajaban con
un grupo de caballeros para escoltarlos hasta allí. Parecía que la abuela era una aristócrata que
se había casado a los quince años y dio a luz casi tan pronto como a los dieciséis. No era
extraño oír hablar de eso en este mundo y, por lo general, una “abuela” podía ser una persona
de entre treinta o cuarenta años. Si esta abuela ya tenía nietos así de viejos, suponía que tendría
más de cuarenta.

De todos modos, parecía que no estaba sufriendo por la vejez ni nada, sino por una
enfermedad real.

“Diosa, por favor concédenos una bendición para nuestra abuela…”

Esa fue la súplica que escuché del chico.

Hmm… Sí, claro. ¿Por qué no? En este momento sólo soy una diosa sin nombre, de ojos
verdes y cabello plateado para ellos. Ahora bien, permítanme pensar en una buena razón para
darles mi “bendición” …

“Muy bien. Que alguien me cuente una historia triste, por favor.”

“““… ¿Eh?”””

“Quiero decir, es como lo que acabo de decir: que alguien me cuente una historia
realmente emocionante y me haga llorar, por favor.”

Cualquier medicina milagrosa tiene que hacerse con las “lágrimas de una diosa” o algo
así, ¿verdad?

Todos parecieron darse cuenta rápidamente, y así comenzó nuestra competencia


improvisada “Hora de la Historia Triste”.

“… y así es como terminó dejándome…”

¡Siguiente!
“… que fue cuando Padre se puso absolutamente furioso conmigo…”

¡No!

“… ¡Fue horrible! ¡¿Cómo pudo Felicia hacer eso?!”

¡Nuh-uh! Vaya, todo esto apesta… ¿Quizás partí de la idea equivocada?

“Um… no creo que ninguna historia que cuente será tan interesante, pero…”

La última es la dama caballero, eh.

“Cuando tenía alrededor de dieciséis o diecisiete años, había muchos caballeros que
llamaban expresando su interés en mí, pero los rechacé a todos para centrarme únicamente en
mi entrenamiento para poder convertirme en un caballero. Justo cuando finalmente llegué a
pensar en mí misma como un caballero de pleno derecho, fue entonces cuando me di cuenta
de que mis amigos y mis colegas ya se habían casado y tenían hijos. Ya tengo veintisiete, mis
manos están cubiertas de ampollas por usar mi espada, y los músculos que he ganado me alejan
lo más posible de tener algo parecido a un cuerpo suave y femenino… Empecé a preguntarme
si estaré sola toda mi vida, o si envejeceré sola… Y, cuando pensé en eso, yo… No, no importa.
Esto no es algo de lo que le gustaría escuchar, lo sé, pero… Espere, ¡wow!”

¡Y he aquí que la Diosa lloró!

¡Estoy llorando!

Les presenté tres frascos de pociones.

“Eso fue muy triste, ya hice tres de estas…”

“O-Oh…” La caballera parecía un poco desconcertada, como si no pareciera pensar que


la historia que contó fuera tan triste.
“Dale esta azul a tu abuela.” Le dije mientras le entregaba una poción al chico.

“Para ti, quiero que bebas esta roja. Sólo ten en cuenta que puede tener problemas si no
bebes esto frente a alguien en quien todos realmente confíen. Y tus superiores. Y tal vez
incluso para quien trabajes.”

“C-Correcto…” Dijo la dama caballero.

“Puedes darle esta amarilla a quien quieras, así que haz que cualquier persona enferma o
herida que quieras curar beba esto.”

También le entregué la última poción a la dama caballero.

Sólo había elegido esos colores porque quería que las pociones fueran fáciles de distinguir
entre sí. No tenían los mismos efectos que las pociones curativas que hice la última vez que
elegí esta paleta de colores en particular.

“Muy bien, todos deberían todos. Pronto me iré de este mundo, y la oleada de energía
divina de cuando mi cama desaparece puede tener efectos dañinos en los humanos. Dense
prisa.”

Lo dije para instarlos a que se fueran, y los cuatro me agradecieron profusamente antes
de irse. Me aseguré de amenazarlos con todas tonterías de la “energía divina”, así que dudaba
que regresaran para intentar echar un vistazo a lo que estaba haciendo… Pero, sólo para estar
segura, usé los espacios entre los árboles para vigilar el carruaje y la escolta de los caballeros
montados yéndose alegremente a su destino antes de que yo hiciera cualquier otra cosa.
Cuando se fueron, fue entonces cuando me puse a cambiarme de ropa y guardar mi cama antes
de salir de allí. Eso consumió parte de mi tiempo, pero en realidad fue un poco divertido, así
que diría que todo salió bien.

Sólo me quedaba un poco más por recorrer hasta llegar a la capital de Brancott.

Puede que haya sido un poco precipitada al conjurar esas pociones, pero dudaba que
alguien viniera a buscarme si todos pensaban que era una diosa que acababa de descender a
este mundo. Tampoco sería extraño que esas pociones tuvieran efectos milagrosos en ellos;
después de todo, todo lo que sucedió fue “obra de una diosa”.

Dicho esto, era posible que me haya excedido un poco con la poción roja. No sabía si
tendría los efectos exactos en los que estaba pensando, pero apuesto a que la dama caballero
estaría muy feliz siempre que hiciera incluso una parte de lo que traté de hacer. Quiero decir,
esa historia fue demasiado triste. Ella realmente me hizo llorar a mares en ese momento…
Tenía que asegurarme de no terminar de la misma manera. Llamemos al regalo que le di una
especie de “matrícula” por esa valiosa lección de vida que terminó dándome.

Unos meses después de que Kaoru se hubiera escapado del Barón Renie…

La chica sin nombre de la mansión del barón —bueno, no era como si de verdad no tuviera
un nombre— por supuesto, pero la chica a la que Kaoru le había quitado el traje de sirvienta
era una chica poco afortunada. Kaoru había pensado que tenía unos quince o dieciséis años,
pero eso era sólo por la mala costumbre de Kaoru de pensar que los extranjeros parecían
mayores de lo que realmente eran. En realidad, esta chica sólo tenía doce años. Y ahora mismo,
esa chica estaba en pánico… más aterrorizada de lo que nunca había estado. Después de todo,
la chica acababa de contraer una enorme deuda, ya que el barón le estaba cobrando por el traje
de sirvienta con el que se fugó la chica que la dejó inconsciente.

Si bien el barón no era un santo, no era como si fuera la encarnación de todo el mal del
mundo ni nada. No era más que un sórdido vulgar, avaro de dinero, al que le encantaba
despreciar a los plebeyos. Sólo un aristócrata promedio que encontrarías en cualquier lado.

Su traje de sirvienta se lo había prestado la casa del barón. Como era su responsabilidad
que se lo robaran, tenía que reembolsarles la ropa que faltaba. No era una solicitud irrazonable
de ninguna manera; de hecho, incluso se podría decir que había tenido suerte de haber
terminado sólo con un grito por dejar escapar a la chica, y que no le pidieran que les
compensara por todo lo que se llevaron de esa habitación. Parecía que incluso el barón no era
una excusa tan horrible de ser humano.

Ahora bien, los trajes que se usaban para las sirvientas que trabajaban en hogares nobles
eran costosos. Tipo, “casi cuesta una pequeña fortuna” de caro. Es por eso que se
proporcionaban de forma gratuita en lugar de ser pagados de su bolsillo por las sirvientas.
Ahora, tenía que trabajar para enviar dinero a casa, por lo que sólo podía reembolsar pequeñas
cantidades a la vez por la ropa. A partir de ahora, apenas había comenzado a hacer mella en el
pago de esa deuda. A este paso, quién sabía cuánto tiempo llevaría pagar todo el asunto… Sólo
pensar en ello era suficiente para acabar con la esperanza que le quedaba.

Hoy la chica se veía sombría y fatal, como ya se estaba haciendo costumbre, y mientras
sus compañeras sirvientas sentían pena por ella, sus manos estaban atadas. Al igual que la
chica, todos los demás también mandaban el dinero que ganaban a casa a sus familias, y no
podían darse el lujo de prestarle nada.

Fue entonces cuando la jefa de sirvientes le dijo a la chica: “Llegó un paquete dirigido a
ti, así que ven a recogerlo más tarde.”

Cuando terminó su trabajo, la niña recogió su paquete y regresó a su habitación. Claro


está, en realidad no era su propia habitación. Era una habitación para cuatro personas, con dos
literas. Las otras tres sirvientas aún no habían regresado.

El nombre del paquete decía que había sido enviado por una “Kaoru”, pero no tenía idea
de quién podría ser. No obstante, definitivamente estaba dirigido a ella, y no era como si
pudiera devolverlo ahora. No había dirección para el remitente, y tampoco era como si ella
tuviera el dinero para devolverlo. A regañadientes, abrió el paquete.

“Ah…”

Dentro estaba el uniforme de sirvienta que le habían quitado. No sólo eso, sino que había
otra caja más pequeña, cuidadosamente empaquetada, escondida dentro de la más grande.
Cuando abrió esa, encontró una pequeña botella llena de una especie de líquido extraño y una
carta que venía con ella.

Me disculpo por lo de antes. Te devuelvo la ropa que terminé quitándote prestada.


Asegúrate de beber todo lo que hay dentro de la botella tan pronto como leas esto para que
no te lo roben, y te recomiendo que no hables de ello con nadie.

— Kaoru.

La chica estaba completamente desconcertada. Estaba enojada con la chica que le había
robado su atuendo, luego estaba encantada de tenerlo de vuelta para no tener más deudas. Y
luego, tenía tremendas dudas sobre este líquido sospechoso.

Con todos estos pensamientos dando vueltas dentro de la cabeza de la chica, dejó de
pensar y se bebió el contenido de la botella, todo a la vez.

“M-Mmph… Eso… estuvo bastante bien…”

……

“Escuché que recuperaste tu atuendo. Gracias a Dios, ¿verdad?”


“¡Sí, la persona que lo había tomado lo envió de vuelta! ¡Estoy salvada!”

Las otras sirvientas estaban celebrando el hecho de que una sonrisa finalmente había
regresado al rostro de la niña.

“Entonces puedo decir que te sientes mucho mejor ahora, pero ¿no estás, no sé…
demasiado feliz?”

“¿Eh? ¿Eso crees?”

La chica trató de fingir ignorancia, pero obviamente algo le pasaba. Su cabello era
brillante y liso, sus mejillas suaves como la seda, y sus manos no mostraban ningún signo de
desgaste por el trabajo. En realidad, estuvo estreñida hasta ayer debido a todo el estrés, así que
no había forma de que actuara así ahora.

“¿Paso algo?”

“Nop, nada en absoluto. Nunca me he sentido mejor ahora que estoy libre de deudas, ¡e
incluso recuperé el dinero que ya pagué! ¡Apuesto a que toda la felicidad que estoy sintiendo
se está manifestando en el exterior!”

“Parece un poco sospechoso si me lo preguntas…”

“Ejeje…”

No mucho después, los rumores de un “ángel” se extendieron no solo entre las sirvientas
de la mansión, sino también en los países vecinos. Pero no había una sola persona que
conectara esos rumores con la chica común que había estado detenida en la mansión durante
todo un día… Bueno, excepto tal vez por una persona. Y justo antes de irse a la cama ese día,
la joven ofreció otra oración de gratitud, como siempre lo hacía.

“Gracias de nuevo por todo, Kaoru, el ángel enviado por la diosa Celestine…”
Capítulo 4: La Capital Real

Grua, la capital real del Reino de Balmore…

Una familia de nobles estaba arrodillada en la sala del trono del palacio real.

“Levanten la cabeza.”

Los nobles se enaltecieron ante las palabras del joven rey, un hombre que parecía tener
veintitantos años.

Gerald von Adan era el jefe actual de la casa Adan, que era la familia de aristócratas que
hoy tenía una audiencia con el rey. Detrás de él estaban su hijo mayor y la hija de la familia,
los cuales aún eran niños: Héctor y su hermana pequeña, Yunith. También con ellos estaban
el capitán de los caballeros que los custodiaban, Robert, y la caballera, Francette. También
estaban presentes en la sala del trono los ministros del rey, otros miembros de las altas esferas
de la nobleza y un gran número de personas con un estatus social más alto.

“Entonces, Earl Adan, ¿serían estas las personas que afirmaron haber conocido a la
diosa?”

El rey parecía especialmente entretenido cuando hacía su pregunta. Earl Adan, a su vez,
dio respectivamente su respuesta.

“Eso es correcto, Su Alteza. Sucedió cuando la madre de mi esposa estaba enferma, y mis
hijos iban de camino a visitarla… Robert era el capitán a cargo de los caballeros que los
acompañaban, e insistió en compartir los detalles.”

“Si mal no recuerdo, su esposa se crio en Brancott, ¿no es así? Muy bien, le permitiré
responder directamente. Robert, di lo que tengas que decir.”

Después de recibir el permiso del rey, Robert explicó lo que había experimentado durante
su tiempo como capitán de la escolta.

“Hmm… Parece un cuento fantástico, si me preguntan.”

El rey soltó una risa irónica, y se pudieron escuchar risas provenientes de la otra nobleza
presente, lo que hizo que la cara de Robert se pusiera roja.
“¿Y? ¿Qué paso después de eso?”

“Mi rey, le entregamos la medicina que habíamos recibido de la Diosa a la abuela, y en el


momento en que ella la bebió… Bueno, se recuperó por completo.”

“Como si alguien creyera algo tan trillado…”

“¿Qué están tramando?”

“¿Se atreven a engañar al rey?”

Una atmósfera casi indescriptible se apoderó de la sala del trono, llena de desprecio por
parte de todos los asistentes. A este ritmo, la familia Adan sería marcada como mentirosa y
convertida en un hazmerreír.

Justo cuando ese pensamiento pasaba por la mente de todos, la caballera Francette de
repente habló.

“¡Su Alteza, por favor mire esto!”

Sacando un frasco amarillo de medicina del bolsillo de su pecho, se lo ofreció al rey. Dudó
por un momento, pero luego dio su orden.

“Tráela aquí.”

Uno de los criados del rey fue a buscar la medicina y se la entregó al rey, quien entrecerró
los ojos mientras la examinaba.

“Entonces, ¿esta es la medicina de la diosa?”

“Sí. Por favor, désela a Sir Roland.”

“¡¿Qué?! Oh, ya veo… Esta es la razón por la que solicitó que mi hermano estuviera aquí
hoy.”

Roland, el hermano del rey Serge. Un genio de la destreza militar con aptitudes para la
política, se había ganado la confianza de todos los que servían a sus órdenes. Desde que era
niño, todos creyeron que sería un rey maravilloso en el futuro. No obstante, la desgracia le
sobrevino cuando recibió graves heridas tratando de proteger a su hermano Serge, el actual
rey. Por eso, había perdido la capacidad de mover su brazo derecho. Roland había renunciado
a su lugar como el próximo en la fila para heredar el trono y se lo había cedido a su hermano
menor. Después de la muerte de su padre, trabajó como pilar para apoyar a su hermano después
de que Serge tomó la corona. No había nadie en quien Serge confiara y estuviera más
agradecido que Roland, y la culpa que Serge sentía por lo que había sucedido lo perseguía
hasta el día de hoy.

“¡Paren esto de una vez!” Una voz gritó entre los nobles. “¡No se puede permitir que sir
Roland beba un brebaje de tan dudosa procedencia!”

En ese momento, Francette ya se había puesto de pie. Poniéndose completamente erguida,


sacó otro frasco de medicina del bolsillo de su pecho y lo levantó por encima de su cabeza. El
rojo llenaba el interior de la botella.

“¡Esta medicina me fue regalada por la diosa en persona! ¡He aquí mi rey!”

¡Por favor, deje que esto funcione, Diosa!

Francette quitó el tapón de la botella y bebió todo su contenido de una vez. El cuerpo de
la mujer caballero se envolvió repentinamente en una luz brillante, y al momento siguiente…

“““¡Ohhhhhh!”””

“¡¿Q-Quéééé?!”

De pie frente a ellos estaba la caballera, pero ahora con una piel más suave y brillante, y
un cuerpo un poco más pequeño que hace unos momentos. La armadura que llevaba ahora
estaba suelta y holgada, y, no importaba cómo la mirara, tenía la apariencia de una chica de
quince o dieciséis años.

Ignorando la conmoción entre los otros nobles, el rey tomó la poción amarilla y corrió
hacia su hermano.

“¡Roland, bebe esto!”

“No, deberías guardarlo en caso de que te pase algo…”

Roland intentó apartar a su hermano menor con la mano izquierda, pero Serge no
retrocedió.

“¡Escuchaste lo que esta gente ha dicho! ¡La diosa le dijo a este caballero que le diera esto
a quien quisiera!” Serge estaba al borde de las lágrimas mientras continuaba. “Ella te eligió…
¡Esta medicina es para ti, Roland!”
Al mirar el rostro de su hermano menor, Roland sabía que Serge no se rendiría. Cedió a
las súplicas de Serge y tomó la botella. Se quitó la tapa en silencio y bebió lentamente lo que
había dentro. Por un momento, no pareció que sucediera nada. Su cuerpo no comenzó a brillar
y no se volvió más joven de repente.

Sin embargo…

“Yo… Yo puedo moverla…”

“¡Roland!”

“Mi brazo derecho… Se mueve…”

Serge se sintió abrumado por la emoción al ver que Roland podía volver a mover el brazo
libremente, abrazándolo mientras las lágrimas corrían. Roland le devolvió el abrazo a su
hermano menor, las lágrimas fluían con la misma libertad de sus ojos. Los nobles que habían
estado levantando tanto alboroto se quedaron en silencio, la vista de los dos hermanos
abrazados les hizo llorar.

“Roland, apresurémonos y llevemos a cabo tu coronación. De esa manera finalmente


podrás convertirte en rey…”

“No, no…”

“… ¿Q-Qué?” El rey Serge estaba sin palabras después de que su hermano rechazara el
trono con tanta indiferencia.

“Ser rey es una molestia, y no voy a dejar que me impongas todo eso. ¡Dejaré esas
molestias en tus manos para que pueda disfrutar de una vida más despreocupada!”

“R-Roland, tú…”

Francette temblaba de pura alegría. ¡Un cuerpo más joven! Era delgado y estaba en forma,
pero no hasta el punto en que ella fuera un sólido trozo de músculo, y presumía de una piel
suave como la seda. Tenía veintisiete años registrados, pero si la Diosa la hizo parecer de
dieciséis, entonces podría decir que ahora tenía dieciséis, ¡alto y claro! Estaba un poco triste
por perder la fuerza y la resistencia por la que había trabajado tan duro para desarrollar, pero
no era como si hubiera olvidado todo lo que había aprendido ni nada. Como no tenía que
dedicar tanto tiempo al entrenamiento, tendría mucho tiempo para dedicarlo a los caballeros
que la pretendiesen y que viniesen a verla ahora.
Je… jeje…

“Oye, ¿puedes no reírte para ti misma con esa mirada espeluznante en tu rostro?”

“¡Ustedes, hagan silencio!”

Justo cuando estaba disfrutando de su nueva felicidad, su capitán tuvo que intervenir y
arruinar el momento. Ella le dio un empujón fuerte, asegurándose de poner extra de empuje en
ella ya que ahora su cuerpo era un poco más débil.

¡OOF!

Su mano derecha envió al capitán volando mucho más rápido, y mucho más lejos, de lo
que esperaba. Se estrelló y patinó por el suelo después de haber sido derribado.

“… ¿Eh?”

Um… En realidad, no parece que mi velocidad o fuerza hayan disminuido en absoluto…


En realidad, ¿me volví más fuerte?

“Habías dicho que eras Francette, la caballera, ¿correcto?”

“¡S-Sí!” Saltó sorprendida después de que Roland repentinamente comenzara a hablar con
ella.

“Sé con certeza que no nos hemos visto cara a cara antes… así que ¿por qué yo?”

“¿Qué?”

“Lo que dije, estoy preguntando por qué elegiste usar ese medicamento en mí. No es como
si estuvieras al servicio de la familia real o algo así.”

“B-Bueno, eh… Eso es porque, eh…”

No podía decirlo… No podía decir cuánto lo había admirado durante todos estos años.
Ella se había enamorado de él después de ver lo valiente que era protegiendo a su hermano
menor, y fue por él que ella había trabajado tan duro para pasar de ser una cuidadora de una
familia noble y convertirse oficialmente en caballero. Por eso era su sueño estar algún día al
servicio de la familia real, pero no podía decir eso… No era una chica de quince a dieciséis
años con ojos de estrellas ni nada por el estilo.

“Bueno, eso estará bien por ahora. Aun así, te preguntaré los detalles personalmente más
tarde.”
“¿E-Eh…?”

Finalmente lo conseguí. Aquí estaba yo en Aras, la capital de Brancott. Por suerte para
mí, un comerciante que acaba de pasar por mi lado esta mañana me dejó viajar en su carreta.
Estaba volviendo de vender su mercancía, y había mucho espacio en la carreta, ya que no había
recogido demasiadas cosas en los lugares donde había estado haciendo negocios. La carreta
tampoco tenía mucha prisa por llegar a donde iba, por lo que no era supersónico en
comparación con caminar. De cualquier manera, diría que era aproximadamente el doble de
rápido que a pie. Pero eso sólo se comparaba con un hombre adulto en este mundo. En
comparación con mi velocidad al caminar, esto era al menos cinco veces más rápido (aparte
de mis frecuentes descansos). Ahora no tendría que agotarme viajando… Aunque me dolía el
trasero. Claro está, gracias a esto, llegué a la capital por la tarde, que era mucho más rápido de
lo que había planeado antes.

La razón por la que el comerciante me recogió en primer lugar no era sólo porque el
comerciante estaba preocupado por ver a una niña pequeña que parecía muerta de cansancio
mientras caminaba sola. El hijo del comerciante también estaba en la parte trasera de la carreta,
que parecía bastante aburrido por el viaje, así que el comerciante esperaba que yo pudiera
hacerle compañía y charlar con él… y eso mismo hice.

Sólo tenía unos diez años, por lo que no era muy bueno para discutir cómo funcionaba
todo en este mundo. Dijo que quería seguir los pasos de su padre y entrar en el oficio, así que
le enseñé algunos trucos para ser exitoso en los negocios, así como también cómo manejar a
los clientes. Básicamente, le enseñé el tipo de servicio al cliente que tenían en Japón. Sin
embargo, no asumí ninguna responsabilidad por nada de lo que pasara debido a eso.

A cambio, me enseñó todo lo que sabía sobre la geografía por aquí. Me sorprendió,
francamente, lo mucho que sabía sobre los países circundantes y cuáles eran sus relaciones
entre ellos, a pesar de lo joven que era. Supongo que debería haber esperado ese tipo de
conocimiento del hijo de un comerciante.

Según lo que tenía que decir, el Reino de Brancott (el país en el que estábamos ahora)
estaba ubicado justo alrededor de la base de una península que sobresalía al oeste del
continente, con cuatro países más ubicados un poco más allá. De los dos países que compartían
una frontera con Brancott, el Reino de Balmore se encontraba al norte, mientras que el Reino
de Aseed se encontraba al sur, siendo ambas monarquías estables. Aún más al oeste de esos
dos, ubicado en la punta de la península, había una nación militarista encabezada por una
dictadura: el Imperio Aligot. Ahora, había una serie de cordilleras empinadas que separaban
los dos reinos del Imperio Aligot. No era nada por lo que no se pudiera escalar mientras se
esforzara lo suficiente, pero como la única ruta disponible era un largo desvío en bote, actuaba
como un inhibidor para el comercio entre todos.

Lo último que valía la pena mencionar era la Tierra Santa de Rueda, un estado religioso
ubicado justo en la costa al noroeste de Balmore. El país compartía una frontera con el Imperio
Aligot, pero poseía muy poco poder militar debido a que era un país bastante pequeño. Para
decirlo de la manera más simple posible, imagina la región de Tohoku en Japón (o búscala),
pero volteada noventa grados hacia la izquierda. Aomori sería donde estaba el Imperio Aligot,
Iwate sería el reino de Balmore, Akita sería el Reino de Aseed, y Yamagata y Miyagi
combinados serían el reino de Brancott. Si quisiera dirigirse al continente desde cualquiera de
esos países, primero tendría que pasar por Brancott.

En realidad, la capital de Brancott estaba ubicada bastante al oeste del centro del país,
mientras que la capital de Balmore era la opuesta, ubicada más al este. Los dos países estaban
en términos amistosos entre sí, y la ubicación de sus capitales los hacía sentir aún más
cercanos, pero en el sentido literal de la palabra. Bueno, “cercanos” en lo que respecta a este
mundo.

El comerciante tuvo la amabilidad de comprar tres de los “regalos de despedida” que había
comprado en la mansión del barón. Hice un gran espectáculo al hacer que pareciera que lo
estaba sacando de una bolsa que ya tenía encima, por supuesto. Me dijo que iba a ser un poco
menos de lo que obtendría en cualquiera de las tiendas legales, pero estaba más que feliz de
venderlas. Ahora no tendría que preocuparme por las tarifas de la posada durante los próximos
días.

Le pedí que me dejara frente a las puertas de la ciudad, le di las gracias y luego nos
separamos. A diferencia del comerciante y su hijo, que tenían un comprobante de ciudadanía
y una tarjeta que mostraba que eran comerciantes registrados, yo era una recién llegada.
Parecía que aún había algunos obstáculos que tendría que superar antes de que me dejaran
entrar.
Como era de esperar de la capital real, era una ciudad completamente amurallada, y
cualquiera que intentara entrar tenía que pasar por una puerta bajo la protección de los guardias
apostados en ella. Se me indicó que esperara en una fila diferente ya que era una recién llegada,
que fue cuando terminamos jugando el juego de “¿Qué negocio tienes aquí?” Tal vez una
solitaria chica joven era demasiado sospechosa.

“Ahora bien, ¿por qué estás sola? ¿Dónde está tu familia?”

¡El soldado ataca!

“Están todos muertos… Mi tío se robó la casa y la tierra que mi padre me había dejado,
luego trató de venderme como esclava. Por eso me escapé y vine por mi cuenta… pensé que
podría encontrar a alguien para trabajar en la ciudad para poder arreglármelas…”

Yo contraataco. ¡El soldado recibe un golpe mortal!

Se puso a ocuparse del resto de mi papeleo de inmediato. Dijo que lamentaba preguntar,
pero los recién llegados tenían que pagar tres monedas de plata para terminar el proceso, pero
yo estaba más que preparada gracias a que a antes el comerciante había comprado mis cosas.

Después de conseguirme un permiso de entrada temporal, me dijeron que necesitaba


encontrar un trabajo real si quería obtener un permiso oficial. Ya estaba planeando hacerlo
desde el principio, por supuesto. Iba a encontrar un trabajo mientras averiguaba más sobre este
mundo. Decidí que no iba a vender más pociones curativas. A lo sumo, sólo las usaría en mí
a partir de ahora.

Podría vender otras cosas siempre y cuando no las hiciera demasiado valiosas. Quizás
algo como el buen cloruro de sodio… No, no, mala idea. La sal es mala. Es demasiado
peligroso intentar algo cuando no sé qué tan ampliamente distribuida está, o cuánto se vende,
o incluso si hay un monopolio o algo así. No, no volver a cometer el mismo error que cometí
con las pociones… Tengo que vivir y aprender.

Después de finalmente atravesar las puertas, comencé a dirigirme hacia el lugar donde el
comerciante tuvo la amabilidad de decirme que se suponía que me ayudarían a conseguir
trabajo. Si no encontraba un buen trabajo de inmediato, dormiría en la posada esta noche. Si
alguien que estuviese contratando me dejara vivir con ellos, entonces mi plan era ir a
comprobarlo lo antes posible.
A diferencia del Gremio de Cazadores, donde mercenarios y soldados se encargaban de
trabajos peligrosos como misiones de caza y misiones de recolección más peligrosas, la
agencia de búsqueda de empleo era un lugar donde se podían encontrar líneas de trabajo mucho
más normales. Este era el lugar donde la agencia podía encontrarte trabajos en una tienda o
como asalariado, todo tipo de trabajos no calificados o incluso misiones de recolección seguras
y simples. El empleador llenaría una solicitud y pagaría una tarifa para que se presentara. Una
vez que encontraran a alguien que quisieran contratar, tendrían que pagar una tarifa de
intermediación a la agencia, ya que en primer lugar los solicitantes generalmente no tenían
mucho dinero. Incluso si la persona que contrataron renunciara inmediatamente después de
ser contratada, no habría reembolsos. Ellos mismos habían elegido a la persona, y la agencia
no dudaría en señalarlo si intentaban decir algo.

Después de dirigirme a la agencia de búsqueda de empleo, fui y verifiqué los detalles de


las solicitudes de ayuda publicadas en la pizarra. Revisé varias de ellas, pero había todo tipo
de requisitos adicionales que no podía comprometer, como la ubicación, el tipo de trabajo, las
condiciones para contratar a alguien; cosas como esas. Había una que estaba en algunas
montañas lejanas, otra que era todo un trabajo pesado, una que era sólo para hombres y otra
en el que necesitabas experiencia previa…

Tampoco pude elegir uno que me ocupara demasiado de mi tiempo libre, ya que
interferiría con que saliera a buscar más información sobre dónde estaba. No tenía problemas
con que me restaran dinero de mi pago siempre que tuviera un lugar donde alojarme, pero
trabajar como sirvienta en la mansión de un noble no parecía ‘dejarme tiempo para mí’. Intenté
solicitar un trabajo en un bar, pero la recepcionista me rechazó, diciendo que no era algo que
los menores pudieran solicitar. No importó cuántas veces le dije que tenía quince años, ella
sólo me dijo que no era bueno mentir, sin importar cuánto quisiera un trabajo. Hubiera sido
perfecto para descubrir más sobre este mundo, y probablemente también podría haber ganado
una buena cantidad de propinas en efectivo…

Al final, finalmente me contrataron como camarera en un restaurante de la ciudad. Sería


completamente libre de hacer lo que quisiera fuera de mis turnos, así que eso funcionaba para
mí. Incluso venía con las comidas incluidas, y no deberías pensar que no estaba agradecida de
escuchar eso.

“Aunque puede que ahora sea un poco tarde para esto, ¿qué tal si nos tomamos un
descanso para almorzar?”
Después de llegar finalmente a un lugar para detenerse en las montañas de papeleo, el
Primer Príncipe Heredero de Brancott, Fernand Brancott, dejó escapar un largo suspiro ante
las palabras de Fabio.

Fabio era el hijo del primer ministro del reino y, junto con Allan, el hijo de otro ministro,
ambos habían sido amigos de Fernand desde que eran niños. Ahora bien, no era como si todos
se hubieran hecho amigos por casualidad. Sus padres habían decidido que era mejor para ellos
estar juntos y su relación comenzó como la que tendrías con un compañero de clase en la
escuela. Aunque fue por sus padres que se conocían, los tres se llevaban bastante bien. Antes
de que se dieran cuenta, se habían convertido en verdaderos amigos.

A diferencia de Fabio, que parecía la viva imagen de cómo debería ser el hijo de un primer
ministro, Allan se parecía más a un cazador rudo que encontraría en las zonas más duras de la
ciudad. Aunque era hábil con la espada, había partes en él que simplemente no parecían encajar
en el estilo de vida noble en absoluto. A sus padres nunca se les pasó por la cabeza que Allan
se volvería así, pero a Fernand y Fabio les gustaba eso de él.

Los chicos ya habían cumplido dieciocho años y tenían propuestas de matrimonio


cayéndoles en sus regazos. Como el siguiente en la línea de sucesión para el trono, Fernand
también tenía que preocuparse por las posibles candidatas para ser la consorte real además de
todo eso. Dicho esto, todos estaban en la edad en la que sólo querían jugar y divertirse.

“Finalmente… ¿Van a comer en sus habitaciones, o deberíamos hacer que la traigan


aquí?”

“No, Allan y yo estábamos pensando en ir a la ciudad a comer algo.”

Fernand ya sabía que Allan salía a menudo a la ciudad ya que no le gustaba la comida del
castillo, pero era raro que Fabio también lo acompañara. Mientras Fernand pensaba eso, tuvo
una idea.

“Está bien, yo también iré.”

“No sé si es una buena idea…”

Hablando con el desconcertado Fabio, Fernand se puso a trabajar para adecuar su atuendo
para poder viajar de incógnito a la ciudad.

“Es aquí. La comida es buena, pero también es un lugar genial en general.”


Este era un restaurante al que Allan había ido recientemente y había invitado a Fabio a
que lo viera por sí mismo. Fernand y Fabio dudaron al principio en entrar en el establecimiento
de un plebeyo, pero no había forma de que pudieran retractarse ahora… y eso en especial para
Fernand. Fernand había insistido tanto en acompañarlos y no podía avergonzar a Allan
negándose a ir.

Cuando el grupo entró, encontraron que el restaurante estaba bastante desprovisto de


clientes desde que había pasado la hora pico de la hora del almuerzo. No les parecía extraño
estar tomando los últimos pedidos de almuerzo en cualquier momento.

Allan eligió una mesa al azar para sentarse y luego les mostró el menú a los otros dos.

“Echen un vistazo a las cosas que tienen abajo a la derecha. Todo es bastante interesante.”

Cuando Fernand y Fabio buscaron por sí mismos, encontraron una variedad de platos
enumerados allí… o lo que supusieron que eran platos al menos.

“… ‘Pasta de sopa grande y blanda’, ‘Sopa de arroz, edición de ciruela o salmón’.


‘Envoltura de T(omate) P(ollo) A(rroz) H(uevo)’… ¿Qué diablos es todo esto?”

Fabio estaba atónito por toda esta cocina de la que nunca había oído hablar antes.

“Puedes dejarme esa parte a mí. ¡Con permiso! ¡Tres pedidos de envolturas TPAH para
nosotros, por favor!”

“¡Ah, oye! No sólo decidas por nosotros…”

Allan se adelantó y pidió sus comidas, aunque las miradas de los otros dos parecían menos
felices por eso.

Después de esperar un poco a que la camarera trajera la comida a la mesa, Allan le hizo
una pregunta.

“Oye, Aimee, ¿crees que nos podrías dar alguna recomendación para hoy?”

“Cómo no. Las únicas personas que tienen por delante son ese padre y su hijo, así que no
debería haber problema alguno. ¿Exactamente qué buscas hoy?”

“¿Qué tal si vamos con cinco monedas de plata?”

“¡Wow, miren al Sr. Generoso por aquí! ¡Muchísimas gracias!”


La camarera con la que habían estado hablando, Aimee, parecía muy animada mientras
se alejaba.

“¿Qué acaba de pasar… qué estás tratando de hacer, Allan?”

“¡Eso es algo que tendrán que esperar para descubrirlo! De todos modos, ¡es mejor que
coman antes de que la comida se enfríe!”

Aunque los otros dos sospechaban mucho de lo que estaba tramando Allan, ambos
hurgaron en sus comidas.

““¿Eh?””

Los dos estaban en estado de shock después de tomar un bocado de su comida. Sus manos
se detuvieron por un instante antes de clavarse con más entusiasmo. Sus cucharas eran
prácticamente una mancha mientras comían.

“¿Qué piensan? Bastante bueno, ¿verdad? ¡Sólo demuestra que no se puede subestimar a
los restaurantes más comunes!”

“Tienes razón. Después de todo, hiciste todo lo posible para traernos aquí.”

Fabio no respondió a la mirada de satisfacción de Allan. Pero, aun así, Allan mantuvo una
mirada traviesa en su rostro.

“¿De qué estás hablando? Sé que la comida es buena y todo eso, pero no traería al siempre
ocupado Sir Fabio hasta aquí sólo por eso.”

Fabio tenía una mirada en blanco en su rostro, como si no entendiera lo que estaba
pasando. Fernand parecía ansioso por conocer los detalles, pero se quedó callado mirándolos
hablar.

“Creo que ya deberían dejar de recibir órdenes.”

Justo después de que Allan dijera eso, una chica apareció de la cocina y se dirigió hacia
la familia de comerciantes sentada cerca de su mesa. Parecía tener unos once o doce años, y
tenía el cabello y los ojos negros, lo cual era un poco inusual de ver por aquí. La forma en que
se veía su rostro parecía sugerir que venía de un país extranjero. Era linda, no había ninguna
duda al respecto, y además parecía una intelectual. Era sólo que… la mirada en sus ojos era
un poco dura. En realidad, muy dura, para ser honesto. Los niños que fuesen débiles de corazón
probablemente no querrían acercarse a cinco metros de ella, era así de malo era.
Había matado al menos a cuatro o cinco personas. Así de mala era la expresión de sus
ojos.

“Esa es Kaoru, la chica que quería mostrarles hoy.”

“¿Ella?”

Allan sonrió ampliamente después de ver lo sorprendido que estaba Fabio. “Sí, una vez
que dejan de recibir pedidos, se les da algo de tiempo a las otras camareras. Una vez que el
gerente da el visto bueno, es cuando se convierte en una especie de centro de asesoramiento.
Todas las demás camareras obtienen una parte de las ganancias, por lo que todas parecen muy
felices de asumir el trabajo que queda de quien sea que esté brindando asesoramiento.”

La chica había llegado a la mesa junto a ellos cuando terminó de decir eso. Los tres
aguzaron el oído y escucharon la conversación.

“Gracias por siempre venir, Bohman. ¿Sobre qué querías consejo hoy?”

“En realidad, hoy no soy yo quien hace las preguntas, sino mi hijo Charles. Parece que
tiene algo sobre lo que quería preguntarte.”

“Entonces, cinco monedas pequeñas de plata deberían ser suficientes para cubrir eso. Muy
bien, Charles, escuchémoslo.”

A pesar de la mirada dura en sus ojos, tener una linda chica sonriéndole hizo que el niño
de diez años se sonrojara levemente cuando hizo su pregunta.

“Um, es de lo que hablamos la última vez… de los clientes que vienen a quejarse.
Constituyen una parte tan pequeña de todos los clientes que recibes, así que ¿no sería mejor
olvidarse de ellos y tratar mejor a los demás clientes que no son groseros? Entonces no tendrías
que tomarte la molestia en tratar con ese tipo de personas, y no tendrías que practicar cómo
hacer que funcione con ellos… ¿No sería de lo contrario una gran pérdida de tiempo?”

La chica respondió a la pregunta del niño con una sonrisa, la mirada aterradora en sus ojos
fue reemplazada por algo un poco más suave.

“En realidad, resulta que hay montones de personas que no se molestaran en quejarse
contigo, incluso si no están satisfechas con algo. En lugar de ir hasta la tienda para quejarse,
pueden ir al siguiente lugar. El hecho de que no vengan a quejarse no significa que todos sean
clientes satisfechos. Personas así no irán a la tienda a quejarse, sino que se lo dirán a otras
personas. Cuando lo hagan, las personas que dirigen la tienda comenzarán a ver menos clientes
sin saber por qué. Pero, entre todos esos clientes, hay algunos que se tomarán el tiempo para
decirle las partes de su tienda que necesitan mejorar. ¿No estarías agradecido de que gente tan
amable como ellos hiciera eso por ti?”

“Ah…”

“Aun así, hay algunas personas que sólo van a tratar de sacarte dinero inventando
problemas inexistentes. Tienes que asegurarte de nunca darles dinero, incluso si piensas que
vale la pena evitar el problema por completo. Si se esparce el rumor que tu tienda simplemente
cederá dinero cuando te presionen, conseguirás toda clases de tipos desagradables que vendrán
a extorsionarte. Tienes que ser firme y no ceder frente a esas personas, incluso si eso significa
una pérdida de beneficios por tu parte.”

“Entiendo.”

“Además, ¿no cree que los clientes estarían felices de que una tienda se tomara en serio
sus consejos y los pusiera en práctica? Lo suficientemente felices como para querer seguir
brindándoles su patrocinio. ¿Me entiendes?”

“S-Sí, eso es cierto…”

“Escucha, Charles. Los clientes no son sólo tontos de los que los comerciantes pueden
sacar dinero; son personas con las que hacer negocios en términos justos. Pueden ser amigos
y pueden ser maestros con mucho que enseñarte.”

“Ya veo…”

La niña continuó su explicación, con una expresión de admiración en el rostro del padre
mientras él también escuchaba con atención.

¡¿Quién es esa chica?! Susurró Fabio. Más bien, ¿qué es esa chica?

Bastante genial, ¿verdad? Respondió Allan.

¡Esto va más allá de ser “genial” o no!

¿Consigues todo eso por cinco pequeñas monedas de plata? Fernand intervino. ¿No
habías dicho cinco monedas de oro, Allan?

Te dejaré hacer las preguntas, Fabio, así que piénsalo bien y sobre lo que quieres hacer.
¿Q-Qué estás diciendo tan de repen…?

Ella apareció.

“¿Escuché que hoy irás por cinco monedas de plata, Allan? Aimee estaba allí haciendo el
baile de ‘estamos ganando dinero’.”

¡¿Qué tipo de baile es ese?!

“Bueno, como puede ver, hoy vine aquí con unos amigos. Este es Fernie, y el otro es
Fabie. Este tipo dijo que tenía algo que quería preguntar, ¿verdad?” Dijo Allan, pasando el
testigo a Fabio.

“U-Uh…”

Fabio estaba completamente en pánico mientras trataba desesperadamente de hacer una


pregunta.

Kaoru tenía un segundo trabajo en el que trabajó como mesera… con la aprobación de su
gerente y sus compañeras camareras, por supuesto. En ese trabajo estaba realizando una
especie de servicio de asesoramiento. Escuchaba cualquier pregunta que tuvieran sus clientes,
luego respondía esas preguntas y les daba consejos. Tenía poco tiempo para hacerlo, ya que el
único tiempo libre que tenía como mesera era después de que terminaba la llamada para los
últimos pedidos.

Incluso el entrar a la biblioteca costaba un centavo, y tratar de comprar un libro era


básicamente una fantasía aquí. Fue entonces cuando Kaoru decidió abrir su servicio de
consejería, ya que estaba tratando de ahorrar todo lo que podía. Después de todo, ser capaz de
hablar con toda una gama de personas también podría resultar bastante útil.

Cuando dirigía su servicio de consejería, sus compañeras camareras tendrían que hacerse
cargo del trabajo que le quedaba, por lo que les daba un cuarenta por ciento de lo que ganaba.
Si dos personas terminaban cubriéndola, obtendrían el veinte por ciento cada una, y así
sucesivamente. Si tenían la suerte de encontrar a un cliente con mucho dinero como Allan, eso
significaba que estarían recibiendo una moneda de plata para cada una. Las chicas no estaban
ganando dinero exactamente a caudales, por lo que definitivamente no era una cantidad para
despreciar. Estarían tan encantadas que empezarían a hacer el “baile de estamos ganando
dinero”.
Kaoru había aprendido la lección de la última vez y no iba a empezar a vender nada; iba
a ser una chica inteligente y usaría su ingenio para ganar dinero. Su trabajo incluso incluía un
lugar donde alojarse, y comida además de eso, por lo que no tenía prisa por acumular sus
ahorros.

Por supuesto, al principio nadie quería contratar a Kaoru en su aventura de consejería.


Después de todo, ¿quién acudiría a una chica que parecía tener unos once o doce años y le
contaría todos sus problemas o le pediría consejo? El anuncio colgado cerca de la esquina de
la pared simplemente miraba con tristeza a Kaoru…

Pero un día, llegó a un punto de inflexión. Tal vez era sólo porque quería a alguien con
quien hablar, pero un hombre de mediana edad había pedido los servicios de Kaoru. No sólo
pagó la tarifa de consejería de cinco pequeñas monedas de plata (unos 500 yenes), sino que
incluso la invitó a beber algo. Su problema era que quería traspasar su negocio a sus dos nietos,
pero por mucho que intentara dividir el trabajo entre ellos, siempre decían que de alguna
manera era injusto. El hijo del hombre ya había fallecido y simplemente no quería que hubiera
rencores entre sus nietos.

¡Pan comido! ¡He oído hablar de esto antes! Fue lo primero que pensó Kaoru después de
escucharlo.

“Bueno, primero debería preguntarle a uno de ellos cómo dividirían el trabajo para hacerlo
justo. Después, le pide al otro que elija qué parte del trabajo quiere hacer y que el primer nieto
dividió, y no creo que ninguno de ellos deba tener ninguna queja al respecto.”

El hombre miró inexpresivamente a Kaoru. Las compañeras camareras de Kaoru y los


clientes que acababan de escuchar su primer trabajo también la miraban en estado de shock.

“““Así que así es como lo harías…”””

Cuando se difundió la noticia de su primer trabajo, Kaoru comenzó a recibir una lenta
afluencia de clientes, la mitad de los cuales sólo estaban jugando con ella y la otra mitad le
pedían consejo seriamente. Había algunos que sólo querían hacer nada más que sentarse y
charlar con Kaoru, pero un cliente seguía siendo un cliente. Costaba un mínimo de cinco
monedas de plata pequeñas utilizar su servicio, sin límite de cuánto podría subir el precio.
Hubo momentos en que Kaoru decidía cuánto costaría una sesión dependiendo del tema, y
hubo otros momentos en que el cliente nombraría su precio, y Kaoru sólo les diría lo que
pensaba que era apropiado para esa cantidad.
“Hay dos pueblos que discuten sobre cuál de sus árboles sagrados es más grande que el
otro y no pueden trepar para medirlos…”

“Mida la longitud de sus sombras a la misma hora del día.”

“Estoy tratando de averiguar cuál de estos tiene el mayor volumen: esta estatua de diosa
de madera, o esta de hierro…”

“Simplemente sumérjalos en agua y mida el… Espera, ¿por qué quieres saber eso en
primer lugar?”

“Mi novio me engañó…”

“Termine con él.”

Con el tiempo, finalmente llegó al punto en que clientes como Allan acudían a solicitar
sus servicios.

Hoy venían dos de mis clientes habituales a pedirme consejo: Bohman y Allan. Allan
parecía el hijo de un magnate comerciante cuyo negocio colapsó o algo así, pero vestía como
un cazador. Al principio, sólo me preguntaba cosas medio en broma, pero ahora habíamos
llegado al punto en que regularmente me hacía preguntas y me aconsejaba sobre cosas. Allan
era un cliente generoso con mucho dinero y mis compañeras camareras Aimee y Agathe
estaban prácticamente saltando de alegría cuando llegó. Ya estaban bailando esa cosa del
“baile de estamos ganando dinero” que habían inventado antes.

Parecía que hoy Allan estaba siendo muy generoso, ya que estaba poniendo cinco
monedas de plata. Me pregunté si sólo estaba presumiendo ya que estaba con sus amigos.

Después de terminar la solicitud de Charles, el hijo del comerciante que había tenido la
amabilidad de traerme a la capital (definitivamente tenía el buen presentimiento de que Charles
iba a ser un gran comerciante algún día), me dirigí hacia donde Allan y sus amigos estaban
sentados.

“Entonces, ¿sobre qué quería preguntar?”

El amigo de Allan, Fabie, pareció un poco nervioso cuando me escuchó preguntar eso. Se
tomó un segundo para tratar de poner sus pensamientos en orden, luego finalmente me hizo
una pregunta. Pensé que la razón por la que me llamaron en primer lugar fue porque querían
consejos sobre algo.
“B-Bueno, eh… me preguntaba qué podría hacer la nobleza para aumentar los ingresos
fiscales que obtienen de sus territorios.”

No podía decir que me lo estuviera esperando, pero me recompuse y me hice una pregunta.

“¿De qué ángulo estamos hablando aquí? ¿Agricultura? ¿Comercio? ¿Quizás un lugar que
tiene alguna industria a su favor? Además, ¿está buscando ganancias a corto o largo plazo, o
algo completamente diferente?”

Fabie no parecía esperar este tipo de preguntas de mi parte. Después de dudar un segundo,
dio su respuesta.

“Veamos… ¿Qué tal la forma más rápida de esperar retornos solo para un territorio común
y corriente?”

“Hmm.” Lo pensé un poco antes de responder la pregunta. “Eso es mucho para cubrir por
cinco monedas de plata… Pero le daré un especialmente, ya que Allan es quien lo trajo.
Primero, tiene que bajar los impuestos. Reducirlos entre un veinte y un treinta por ciento
menos para todos sus comerciantes y agricultores.”

“¿Qué? ¿Pero eso no significa menos ingresos fiscales?” De repente Fernie intervino en
la conversación con su propio granito de arena.

“Si sólo los está agravando hasta el punto en que apenas pueden sobrevivir, entonces eso
es todo lo que conseguirá. Pero, ¿qué cree que sucederá cuando baje los impuestos?”

“Obtienes menos dinero de los impuestos.” Fern da su mejor impresión de un disco rayado
y vuelve a decir lo mismo.

“Por lo contrario. Si los impuestos bajan, terminará con un excedente en sus manos. Los
agricultores pueden usar ese dinero extra que ahorraron para comprar mejores herramientas,
como azadas de hierro o guadañas más afiladas. Esas herramientas mejoradas significan que
la agricultura se vuelve más eficiente y los agricultores ahora terminan con un excedente de
tiempo en sus manos. Pueden usar ese tiempo para hacer cosas como recolectar plantas
comestibles de las montañas, hacer arte u otras artesanías en casa, y todo tipo de cosas. De
repente se encontrarán con mucho más tiempo libre en sus manos.”

“Si bien eso suena excelente para los agricultores, eso sólo significa menos ingresos
fiscales para la ciudad.” Esta vez, Fabie fue el que intervino.
“No he terminado todavía. Los impuestos a los comerciantes también deberían ser más
bajos en este punto, ¿verdad? Por lo que he escuchado, parece que los territorios tienen todo
tipo de impuestos que cobran a los comerciantes: impuestos por traer mercancías, impuestos
sobre las ventas por todo lo vendido e incluso un impuesto por sacar mercancías del territorio.
Pero digamos que tiene un territorio donde los impuestos son increíblemente bajos en
comparación con cualquier otro lugar. ¿Por cuál territorio creen que querría atravesar un
comerciante en camino a la capital?”

““Ah…””

“Aunque los impuestos pueden ser más bajos en un veinte por ciento, ¿qué sucede cuando
se obtiene el doble de comerciantes? ¿O incluso tres veces más? Por otro lado, ¿qué pasaría si
los impuestos fueran más altos que los del resto de territorios que lo rodean? ¿Creen que
obtendrían más ingresos de esos impuestos?”

““…””

“Eso haría que los impuestos sobre las ventas dentro de ese territorio también fueran
baratos. Las personas que viven allí no sólo tendrían más flexibilidad en sus vidas, sino que
también tendrían más poder adquisitivo. A cualquier comerciante le encantaría vender sus
productos en un lugar como ese, especialmente porque no tendría que pagar ningún impuesto
de importación o exportación por nada que ya vendió. Cuanto más venden, más vacíos se
vuelven sus carretas y no se puede ganar dinero con una carreta vacía. Querrían intentar
reponer algunas de sus existencias de alguna manera, incluso si eso significa un margen de
ganancia menor que traerlas ellos mismos. Y luego, oh, ¿qué es esto? ¡Parece que hay un
montón de artesanías que estos agricultores hicieron ellos mismos! Comprarlos a bajo precio
significa que tampoco tengo que pagar tantos impuestos… ¿Ven a lo que me refiero?”

Los tres me miraron con la boca abierta… ¿Qué pasa con ellos? Oh, bien. De todos
modos, diría que hice lo suficiente para cubrir lo que pagaron.

“Ir por la ruta agrícola no es exactamente la forma más rápida de lo que preguntó, pero
supongo que esto es suficiente para cubrir cinco monedas de plata, ¿verdad?”

“““E-Es más que suficiente…”””

……

“¡¿Quién era esa chica?!”


“Eh… ¿Una mesera que trabaja en un restaurante en la ciudad?”

“…”

Los tres chicos estaban hablando de Kaoru después de regresar al castillo. Hasta el
momento, era posible que los gobernadores hubiesen pensado en cuánto podrían aumentar los
impuestos, pero ninguno había pensado en reducir los impuestos a sus ciudadanos cuando ya
eran lo suficientemente bajos como para que pudieran sobrevivir. Siempre se había dicho que
sólo los gobernadores más talentosos podían encontrar la cantidad exacta para establecer
impuestos sin empujar a la gente más allá de su límite.

Esa joven se había reído de esa forma de pensar como si no fuera nada. ¿Cómo podría
alguien tener tal conocimiento y sabiduría a una edad como esa…?

Por supuesto, su sugerencia era algo que no podía funcionar del todo en la realidad.
Cualquier plan para atraer comerciantes a un determinado territorio sería simplemente sacar
ganancias de los otros territorios bajo el control del reino. Los ingresos fiscales totales de todos
esos territorios simplemente se reducirían de la cantidad de impuestos que se redujeran, lo que
significaría menos ganancias para el país. Sin mencionar que, si alguien comenzara a desviar
ganancias de un territorio vecino, no había duda de que esto generaría una avalancha de quejas
y disputas. Aun así, su idea era más que suficiente para obtener resultados lo más rápido
posible, tal como Fabio había pedido. Algo como esto nunca se había tomado en consideración
política a nivel nacional. Tenía que tener una cantidad aterradora de talento para deducir a eso
a su edad.

“Acabo de darme cuenta algo…” Comenzó Fabio.

“¿Qué cosa?” Fernand preguntó de vuelta.

“Esa chica decía que con cinco monedas de plata sólo obtendríamos eso, y que la
agricultura no era la forma más rápida de hacerlo, ¿verdad?”

“Uh-huh.”

“Así que digamos que le pedimos que lo vuelva a evaluar desde la agricultura, pero se le
pague aún más, tipo, digamos… ¿cinco monedas de oro pequeñas? ¿Qué creen que nos diría
entonces?”

““Wow…””
“Te hace querer más de ella, ¿verdad?”

“Sí, definitivamente más…” Intervino Allan.

“¿Qu… ella es sólo una jovencita!” Fernand reprendió.

““¡De eso hablamos!””

Aproximadamente al mismo tiempo, las camareras del restaurante estaban ocupadas


haciendo un brindis por Kaoru (con té, por supuesto). Después de todo, habían sacado una
moneda de plata completa del trato.

Rara vez obtenían mucho de las propinas de sus clientes plebeyos, y trabajar en un
restaurante bastante barato significaba que las camareras tenían salarios bastante magros para
equilibrar… y aquí estaban recibiendo una moneda de plata cada una sin siquiera hacer nada.
Era seguro decir que estaban agradecidas con Kaoru por eso. Increíblemente agradecidas.

“¡Hm-hm-hm! ¡Incluso sin un poder trampa, esto es fácil!”

Kaoru se sentía bastante segura de sí misma. De hecho, estaba tan segura de sí misma que
se olvidaba del pequeño detalle de tener el cerebro de un adulto con el conocimiento moderno
mientras se veía como una niña era un gran poder trampa en sí mismo.
Capítulo 5: Sacarlo Todo

“Ha vuelto de nuevo…” Murmuré, frunciendo el ceño.

Ese tipo Fernie que Allan había traído antes había estado apareciendo aquí con más
frecuencia últimamente. Siempre aparecía justo cuando las cosas estaban ocupadas,
llamándome a su mesa para hacerme un montón de preguntas de la nada. Si seguía así, mi jefe
ya no me dejaría tener mi servicio de consejería. Quiero decir, se suponía que sólo debía
hacerlo durante las horas libres cuando la cantidad de clientes se había reducido. No era como
si Aimee y Agathe no pudieran manejar el restaurante por sí mismas durante las horas pico.
Allan conocía las reglas, así que ¿por qué no hacía lo mismo este tipo…?

En este momento, ese cliente problemático me estaba mirando fijamente mientras sorbía
un plato de fideos grandes y suaves (uno de los platos que le pedí al restaurante que pusiera
oficialmente en el menú… es udon, por cierto). Su cabello era de un bonito tono rubio, y era
cierto que no se veía tan mal… Aun así, mis únicos pensamientos sobre él eran los siguientes:

Vaya patán…

El príncipe Fernand se había interesado muchísimo en Kaoru y solía frecuentar el


restaurante para verla trabajar. No era como si él fuera el rey (aun), así que mientras no
holgazaneara demasiado y dejara que el trabajo se acumulara, no era como si tuviera mucho
que hacer en primer lugar.

Por alguna razón, Fernand no invitó a Fabio, habiendo escapado al restaurante solo, y
Allan había regresado a su ciudad natal el otro día, lo que significaba que por ahora estaba
fuera de escena.

Si bien no era como si Fernand ignorara completamente las costumbres del mundo, el
concepto de no molestar a otras personas le era ajeno. Después de todo, siendo el príncipe, no
había nadie a su alrededor que tuviera un trabajo que tuviera prioridad sobre él. Era por este
hecho que simplemente se olvidó de por qué Allan los había llevado al restaurante más allá de
la hora pico del almuerzo, a pesar de que Allan mencionó específicamente que sólo iría
después de que se llamara la última orden y las camareras tenían menos trabajo que hacer. La
gente estaba destinada a trabajar según su horario. Para Fernand, eso era sólo sentido común,
y esa era exactamente la razón por la que cometía pasos en falso tras paso en falso.
Él llamaba a Kaoru cuando el restaurante estaba lleno. Incluso cuando Kaoru tenía otras
personas reservadas para su consejería, él se adelantaría a ellos para poder verla primero. Sus
preguntas comenzaron a dirigirse a un territorio del que Kaoru no quería hablar, tipo el cómo
comenzó a pedirle más información personal.

Al principio, Kaoru se había asegurado de manejarlo tan bien como lo haría cualquier
persona. Después de todo, era amigo de Allan, así que ella lo aguantó un poco. Ella respondió
diligentemente a todas sus preguntas sobre procedimientos de la política para el país, aunque
no podía decir si él la estaba probando o estaba tomándole el pelo. Pero las preguntas y
acciones de Fernand comenzaron a escalar con el tiempo, llegando al punto en que Kaoru ni
siquiera podía responderlas. Incluso estaba empezando a causar problemas a los otros clientes.

Había un límite para este tipo de cosas. Era cierto que pagaba bien, pero la forma en que
lo estaba haciendo parecía que estaba diciendo que Kaoru haría cualquier cosa siempre que le
diera dinero por ello, y esa actitud la estaba molestando. Incluso cuando ofreció una moneda
de oro para lucirse, sólo hizo que ella estuviera aún más en guardia.

Finalmente, Kaoru fue a su jefe para pedirle un favor. El gerente y los otros empleados ya
sabían que Kaoru estaba teniendo problemas con Fernand, y fue así como recibió permiso para
decirle dos respuestas específicas…

“Lo siento, pero ya no puedo ser tu mesera, Fernie. Si necesita hacer un pedido, consulte
con otra miembro del personal.”

Al día siguiente, Fernand hizo todo lo posible por ignorar el hecho de que Agathe estaba
cerca de él y llamó a Kaoru, y esa fue su respuesta. Prácticamente estaba escrito en las caras
de los otros clientes que se preguntaban cuándo iba a suceder esto.

Una expresión en blanco flotaba en el rostro de Fernand, como si no pudiera aceptar lo


que acababa de escuchar, antes de que de repente enloqueciera.

“¡¿Q-Qué estás diciendo?! ¡¿Por qué no?!”

“Ya le dije el porqué, ¿no es así?” Kaoru comenzó a responder fríamente. “¡Una y otra
vez! Estás causándole problemas a los otros clientes y ya tuve suficiente. Alguien más estará
a cargo de tomar sus órdenes a partir de ahora, y yo tampoco aceptaré más de sus solicitudes
de consejería.”
Las piernas de Fernand casi cedieron cuando Kaoru lo miró. Por supuesto, la mayoría de
la gente normal temblaría de miedo si Kaoru realmente pusiera todo en mirarlos,
especialmente porque ya tenía esa mirada dura en sus ojos.

“¡P-Pero soy un cliente frecuente! No puedes hacerle eso a un…”

“El gerente me dijo que no tendría problema con no seguir teniéndolo como cliente si
intentaba involucrarse más conmigo.”

Los otros clientes murmuraron su sorpresa de que incluso el dueño del restaurante hubiera
llegado tan lejos.

“¿Q-Qué…? ¿Qué estás…?”

Los únicos que le habían dicho “no” a Fernand a una de sus peticiones eran sus padres y
sus dos amigos. Una ira burbujeante se acumuló dentro de él al ser rechazado, hasta que lo
tragó por completo.

De repente la agarró del brazo y tiró de ella hacia él. “¡Ven conmigo!”

“¡Ay! ¡Para!”

Fernand estaba tratando de arrastrar a Kaoru fuera del restaurante mientras luchaba contra
él.

“Una chica como tú no pertenece aquí. ¡Vendrás conmigo!”

Aimee y Agathe llegaron corriendo para pararse frente a él, y los otros clientes también
se levantaron para bloquear su camino. El dueño y los chefs también salieron corriendo de la
cocina para detenerlo.

“¡Quítense del medio! ¿Tienen idea de quién soy yo…?”

Se detuvo a la mitad de su frase, de repente aceptó las frías miradas fijas únicamente en
él. Eso, combinado con la mirada de disgusto en los ojos de Kaoru, hizo que perdiera la
capacidad de hablar. Su cabeza se enfrió rápidamente y el arrepentimiento comenzó a
acumularse dentro de él.

¿Qué pretendí hacer aquí? ¿Realmente estaba a punto de dejar escapar el hecho de que
soy de la realeza?

Fernand soltó el brazo de Kaoru, luego salió silenciosamente del restaurante.


“Lamento haber causado tantos problemas, gente…”

Kaoru parecía absolutamente abatida mientras se disculpaba, pero los clientes a su


alrededor inmediatamente intentaron animarla, diciéndole: “¡No es tu culpa en absoluto,
Kaoru!” y “Estaremos aquí para protegerte siempre que lo necesites, ¡así que no se preocupes
por eso!”

“¡Una jarra de cerveza para todos los que se interpusieron en el camino de ese tipo para
proteger a Kaoru, paga la casa!” Los vítores estallaron dentro del restaurante ante las palabras
del propietario, ya que todos los clientes allí la habían defendido.

Habían pasado tres semanas desde ese incidente. No había vuelto a ver a Fernie en el
restaurante desde entonces, y pasé mis días en relativa paz. Todos en mi lugar de trabajo y
todos los clientes habían sido muy buenos conmigo, y me tomaba un día libre cada diez días
para ir a la biblioteca y estudiar mis alrededores. Gracias a eso, había comprendido bastante
bien todo lo que necesitaba saber sobre este mundo… o este continente, debería decir. Sabía
todo de los países que me rodeaban, e incluso de sus climas políticos.

Al igual que lo que Charles me había dicho cuando su padre y él me habían dado un
aventón, el Reino de Brancott estaba ubicado en la base de una península que sobresalía hacia
el oeste. El país estaba rodeado por océanos al norte y al sur, y por otros cuatro países al oeste
y al este. La situación política aquí era relativamente estable en comparación con los otros
países y, junto con el Reino de Balmore al norte, se decía que Brancott era un país en el que
era muy fácil vivir. Yo diría que Celes terminó dejándome en un lugar bastante bueno,
considerando quien es ella.

Mientras pensaba todo esto mientras barría la entrada de la tienda, un carruaje súper
elegante se acercó y se estacionó justo en frente del restaurante.

“Tú. Niña. ¿Sería este el Restaurante ‘Barrigón’?” Una voz que sonaba arrogante me
llamó desde la ventana abierta del carruaje.

Así es, casi olvido lo genérico que suena el nombre de este lugar…

“Oh, sí, lo es.”

Incluso si quisiera deshacerme de él, no saldría nada bueno de antagonizar a un noble…


pero, aun así, lo haría si fuera necesario, por supuesto.

“Entonces, ¿estaría aquí una chica con el nombre de ‘Kaoru’?”


“S-Sí, esa sería yo…”

Sirenas sonaban a todo volumen en mi cabeza, diciendo que no saldría nada bueno de
esto.

“¡¿Qué?!” Con un grito, el hombre que hablaba asomó la cara por la ventana. “¿Me estás
diciendo que Kaoru es esta niñita?”

¡Pues discúlpeeeme por ser pequeña!

Todo en el hombre regordete y altivo prácticamente gritaba “aristócrata”. Me miró de


arriba abajo durante unos segundos antes de sacar algo que parecía una carta por la ventanilla
del carruaje. No seas tan vago al respecto, hombre…

“Tómala.”

No dije una palabra cuando extendí la mano y agarré la carta de él. Después de todo,
realmente no podía simplemente ignorarlo en este punto.

Al mismo tiempo, alguien bajó del otro lado del carruaje y colocó un baúl de tamaño
decente al costado de la carretera. La ventana del carruaje se cerró y la persona que dejó la
caja volvió a entrar antes de que el carruaje se alejara sin que nadie me explicara nada.

“… ¿Qué diablos es esto?”

No sabía qué era, pero sabía que tenía un mal presentimiento al respecto. Y, de alguna
manera, no pensé que me iba a equivocar acerca de eso…

Por cierto, no había tocado la caja en absoluto. Quiero decir, el tipo no me había dicho
nada al respecto, y lo había dejado frente a la ferretería justo al lado de nosotros en lugar del
restaurante. Probablemente era una entrega para otra persona, eso era todo. Sería una ladrona
si intentara tocarlo, así que no lo tocaré. Nadie me dijo nada al respecto, e incluso fue entregado
en un lugar completamente diferente, por lo que no tenía nada que ver conmigo. No, nada en
absoluto.

Después de regresar a la tienda, esperé un poco antes de volver a revisar, sólo para
descubrir que la caja ya no estaba.

Sí, parece a quien se suponía que debía ser entregado, recogió sus cosas. Muy bien,
pasemos al problema que nos ocupa: la carta.
Abrí el sobre con gran temor, y dentro encontré una sola hoja de papel. Era una invitación
a una fiesta que se celebrará en el palacio real la próxima semana.

Muy bien, parece que mi corazonada era acertada.

… Aunque no estaba en absoluto feliz por eso.

El Vizconde Alemann no estaba de buen humor. Le habían confiado la entrega de una


invitación para la fiesta del príncipe que se celebraría la próxima semana, lo cual era algo
bueno. Esta no era una invitación que se había hecho en masa para ser enviada a los otros
invitados a la fiesta, sino algo que le había entregado directamente el príncipe. Esto era algo
por lo que estar extasiado. El destinatario era probablemente alguien en quien el príncipe había
puesto su corazón. Había pensado que debía haber algo de buena suerte esperándolo por ser el
portador de tan felices noticias… pero en el momento en que pensó eso, ¡hizo el lamentable
descubrimiento de que la invitación estaba dirigida a una plebeya!

¡El príncipe me está usando, un vizconde, como recadero para una simple plebeya!

Casi se desmayó por la humillación. No sólo estaba obligado a entregar la invitación de


esta plebeya, sino también un baúl con un vestido, zapatos y una carta manuscrita del príncipe
mismo. ¿Era esta chica su amante secreta o algo así? ¿Estaba planeando revelarla frente a
todos en la fiesta? Era posible que pudiese usar esa información a su favor…

… Era lo que había pensado Alemann, pero resultó que la destinataria era sólo una niña.
Tenía buenos rasgos, pero la expresión de sus ojos era horrible; horrible tipo: “Hace llorar a
otros niños”. No había forma factible de que ella pudiera ser su amante. Todo lo que Alemann
podía preguntarse era qué clase de broma cruel era esta…

Tenía un trabajo para entregar la carta del príncipe personalmente, así que se aseguró de
sostener la esquina más alejada de la invitación mientras la entregaba a través de la ventana
de su carruaje para no correr el riesgo de ser tocado por una plebeya. No había necesidad de
que él mismo entregara la caja con el vestido y los zapatos, así que hizo que el asistente que
estaba con él la dejara. Después de terminar su desagradable tarea, inmediatamente se fue a
casa.

Oh, qué día verdaderamente horrible fue este…

……

No parece que pueda librarme de esta, eh…


Había ignorado esa caja de antes a propósito, y no era como si no tuviera mis corazonadas
sobre de qué se trataba esa invitación. Era cierto que quería a alguien aquí que me respaldara…
pero no así.

Ya tenía un montón de comida empaquetadas en mi caja de artículos, así como todo el


dinero que había ahorrado en mi trabajo. Aprendí la lección de la última vez y también me
aseguré de abastecerme de agua en abundancia. Las pociones simplemente no funcionaban
cuando se trataba de lavarte la cara… o esa era la sensación que me daba, al menos.

De acuerdo entonces. Es hora de prepararme para lo peor.

Seis días después, hice que el gerente y todas mis compañeras de trabajo se reunieran
después de decirles que tenía algo importante de qué hablar. Fui sincera y les dije que algunas
personas de las altas esferas me habían señalado y convocado por mí mañana. No les dije cómo
me habían convocado al palacio ni nada por el estilo, pero pensé que al menos debería avisarles
para que no volviera a molestarme más tarde. Todos se sorprendieron e incluso me
recomendaron que me escapara ahora mismo si no me agradaba, pero me reí y les dije que
estaría bien. Aimee y Agathe lloraban y se aferraban a mí, pero eso no era porque iban a perder
su otra fuente de ingresos, ¿verdad? Lo siento, chicas… Todos los demás también estaban
tristes porque me iba.

Los últimos meses habían sido relativamente pacíficos, y me las había arreglado para
comprender la cultura, la economía y casi todo lo demás de este país que podrías querer saber.
Ahora hubiera sido el momento adecuado para buscar un lugar para comenzar a asentarme…
Si esto no hubiera sucedido. Esta ciudad podría haber sido donde comenzara mi nueva vida en
toda regla, pero parecía que eso ya no iba a suceder.

Mañana trabajaría a la hora del almuerzo, como de costumbre, y luego dejaría el


restaurante para siempre. No podía simplemente huir ahora. Iba a ir al palacio, sólo a observar.
Me aseguraría de poner fin a esto, y de una manera en la que no enviaran a la gente tras de mí,
de nuevo.

Era la noche y el lugar era la entrada principal del castillo.

“Disculpe…” Una chica noble llamó al guardia que estaba en la puerta. “Recibí una
invitación para la fiesta, ¿puedo pasar?”
El guardia quedó desconcertado por sus palabras. Sabía que hoy se estaba celebrando una
fiesta, y también sabía de la multitud de nobles que estaban invitados. Pero si se suponía que
era noble, normalmente debería haber llegado con el resto de su familia en un carruaje con el
escudo de la familia. Por lo menos, la hija de un noble nunca vendría caminando a una fiesta.
Nunca.

Aunque era obvio que no se veía exactamente como el tipo de persona a la que invitarían
a una fiesta en el palacio, llevaba un vestido que ningún plebeyo podría tener en sus manos.
Lo más importante de todo, tenía una invitación. Si rechazara a la hija de un aristócrata que
estaba realmente invitada, rodarían cabezas, más específicamente: la suya. Y no hablaba en
sentido figurado.

Esos ojos… ¡Eran los ojos de alguien que estaba acostumbrado a atormentar a los que
estaban debajo de ella! Tenía que ser la hija malvada de la familia de algún aristócrata, ¡sin
duda alguna! ¡Esta no era una chica con la que debas jugar!

La chica le hizo una leve reverencia al guardia antes de cruzar la puerta.

Kaoru entró con los otros invitados llegando al castillo, deambulando para encontrar una
habitación en la que pasar el tiempo. Finalmente se encontró con un vestidor, lleno de mujeres
mayores y jóvenes arreglando sus vestidos, apretando sus ramilletes, rehaciendo su
maquillaje… eso era más o menos una sala de usos múltiples para chicas aquí. Ella se quitó
su vestido “heredado” de la hija del barón con el que se había escapado durante su fuga hace
un tiempo antes de cambiarse a su traje de sirvienta (también tomado de la mansión del barón).
¿Quién hubiera pensado que la ropa vieja de la hija sería tan útil?

Después de que terminó de cambiarse, Kaoru salió silenciosamente de la habitación antes


de encontrar a una sirvienta mayor con un aire de dignidad en ella.

“Um, discúlpeme. Me dijeron que me dirigiera a donde está la fiesta…”

La mujer se dio la vuelta, mirando a Kaoru con ojos inyectados en sangre. “¡Genial, algo
de respaldo de una de las otras familias nobles! ¿Tienes alguna experiencia sirviendo bebidas?
¿Crees que puedes sostener unos cinco o seis vasos en una bandeja y caminar por la
habitación?”

Aunque Kaoru no pudo evitar notar lo atemorizantes que eran los ojos de la mujer, decidió
que no era exactamente quién para hablar.
“S-Sí, he tenido algo de experiencia como mesera…”

“¡Muy bien, entonces serás de gran ayuda! ¡Ve a esa habitación y encuentra algo de ropa
que puedas ponerte! ¡Después, dirígete a la fiesta y circula por ahí! Si el supervisor en el piso
te dice algo diferente, sigue sus instrucciones. ¡Ahora bien, de prisa!”

“¡E-Está bien!”

Arrastrada por la insistencia de la mujer, Kaoru corrió a cambiarse.

El príncipe Fernand tenía una mirada amarga en su rostro mientras escaneaba el lugar de
la fiesta. Fue entonces cuando Allan se acercó a hablar con él, finalmente regresó de casa y
vestía algo de ropa que un noble real usaría por una vez.

“¿Qué hay con la cara aterradora, Fernie? Escuché que se suponía que esta fiesta era una
forma informal de elegir con quién te casarías, pero ninguna de las mujeres se acercará si te
ves así.”

Allan probablemente no había vuelto al restaurante desde que regresó, ya que no


mencionó el incidente con Fernand y Kaoru.

“Sólo estaba buscando a alguien, eso es todo.”

“Hmm… Buscando a alguien, eh…”

Un desfile interminable de aristócratas y posibles solteras ya había venido a visitar al


príncipe, por lo que no había necesidad de que Fernand buscara a nadie. Allan era muy
consciente de esto, por lo que parecía un poco confundido acerca de lo que acababa de
escuchar.

“Fernand, ninguna de tus posibles candidatas a matrimonio se acercará a ti si mantienes


esa expresión en tu rostro.”

“¿Tú también? ¿En serio?”

Cuando Fabio apareció para hacer ese comentario, era bastante obvio que Fernand estaba
harto de volver a escuchar lo mismo. Pero las siguientes palabras de Fabio, sin embargo,
hicieron que sus ojos se abrieran de par en par.

“Por cierto, acabo de ver a esa chica Kaoru no hace mucho. Me pregunto por qué estará
aquí… Parecía bastante ocupada, así que no tuve la oportunidad de preguntárselo.”
“¡¿Qué?! ¡¿Dónde, dónde la viste?!”

Fabio y Allan se sorprendieron un poco cuando se enfrentaron al repentino cambio de


actitud de Fernand.

“Bueno, eh… ella estaba por allí hace un momento…”

Fernand echó a correr inmediatamente en la dirección que señalaba Fabio, y sus dos
amigos se apresuraron a seguirlo.

“¡Oye! ¡¿Qué pasa contigo de repente?!”

Allan y Fabio se sorprendieron al ver a Fernand dar un giro completo después de estar de
mal humor hasta ahora.

“¿Hm? Oh, pensé que había estado ignorando mi invitación, pero parece que, después de
todo, está aquí.”

“¿Una invitación?” Fabio pareció confundido al escuchar esas palabras. “Pero ella no
estaba exactamente…”

Cuando Fernand finalmente vio a Kaoru, terminó gritando en estado de shock. “¡¿P-Por
qué estás usando ese atuendo?! ¡¿Y por qué estás trabajando como servicio?!”

“Bueno, soy una mesera… y soy una mesera. ¿No cree que sería normal que me pusiera
esto?” Kaoru respondió fríamente. Pero por dentro…

Así que, después de todo, era él quien estaba detrás de esto…

Se hizo un silencio en la habitación ante la actitud irrespetuosa de la chica plebeya hacia


el príncipe.

“¡No estoy hablando de eso! ¡Estoy preguntando por qué una huésped que invité aquí está
trabajando como sirvienta!”

¿¿¿Una huésped???

Los nobles que los rodeaban estaban en silencio conmocionados por esas palabras.

“Quiero decir, sólo soy una plebeya que trabaja como mesera. Si alguien me dijera que
fuera a una fiesta en el castillo sin ninguna explicación, ¿no cree que asumiría que es para
ayudar con los camareros? No hay forma de que pueda ser una invitada. Ni siquiera tengo un
vestido para estas cosas.” Respondió Kaoru con indiferencia.
“¡¿Q-Qué…?!” Fernand se quedó sin habla por un momento, luego gritó al otro lado de
la habitación. “¡Vizconde de Alemann! ¡¿Dónde está el Vizconde Alemann?!”

“¡M-Majestad, aquí estoy!” Alemann llegó corriendo entre la multitud después de que lo
llamaron.

Fernand miró fijamente al hombre. “Vizconde Alemann, le hice una solicitud específica,
¿no es así? Entrégale la invitación, el vestido, los zapatos y mi carta. ¡¿Cómo explica esto?!”

“¡Ciertamente se los entregué a ella!” Tartamudeó el vizconde, sudando balas.

“¡Dice eso, pero mírela!”

“Oh, ¿es esta la persona que vino al restaurante? Todo lo que dijo en ese entonces fue
‘tómala’ y me entregó la invitación al castillo antes de irse.” Respondió Kaoru a la pregunta
de Fernand para Alemann.

“¿Qué hay del vestido y la carta?”

“No tengo la menor idea…”

“¡Eso no es verdad!” El vizconde se puso blanco como una sábana cuando escuchó su
conversación. “¡Entregué esa caja con el vestido, los zapatos y su carta!”

“¿Caja? ¿Estás hablando del paquete entregado en el lugar de al lado?”

““… ¿Qué?””

“Bueno, otra persona salió del carruaje y dejó una caja o algo cerca de la tienda al lado de
la nuestra…”

“¡¿Q-Qué pasó con ese paquete?!” Fernand gritó furiosamente.

“Él no dijo nada al respecto, así que no iba a ir a buscar un paquete que pensé que era para
la tienda de al lado. Cuando lo chequeé un poco después, la caja ya se había ido. Pensé que a
quienquiera que estaba dirigida, la retiro.”

“Entonces, el vestido… y mi carta…” Fernand lanzó una mirada amenazante a Alemann.


“¿Cuál es el significado de esto? Discutiremos esto en detalle luego, Vizconde Alemann.”

Parecía que el gruñido en la voz de Fernand provenía de las profundidades del mismo
infierno. Todo el color había desaparecido del rostro del vizconde cuando empezó a temblar.
“¡Pero eso no importa ahora!” Fernand continuó unilateralmente la conversación.
“Aunque puede que estés aquí por un malentendido, lo que importa es que estás aquí. No hay
de qué preocuparse. ¡Ahora ven aquí! Les presentaré a todos a mi futura esposa.”

“““¡¿Qué ?!”””

Los nobles, Allan y Fabio, y la propia Kaoru dejaron escapar un grito de sorpresa.

“¡¿Q-qué demonios cree que está diciendo?!” Me sacudí la mano del Príncipe Fernand
mientras intentaba arrastrarme al escenario. “¡No hay forma de que una plebeya pueda hacer
eso!”

“No habrá problema alguno si simplemente te convertimos en la hija adoptiva de la casa


de algún conde.”

“¡Tiene mal el orden de todo esto!” Lanzo una refutación a las palabras del príncipe.
“¡Debería haber sido adoptada antes de que pidiera casarse conmigo! Incluso entonces, tendría
que asegurarse de no dejar que nadie fisgonee en mi pasado o de dónde vengo, ¡pero nadie va
a creer eso después de que ya les haya anunciado a todos que soy sólo una plebeya! ¡No
simplemente una plebeya, sino también una camarera! Sólo se burlarían de mí a mis espaldas,
¡y ninguno de los aristócratas de otros países siquiera se les ocurriría el hablar conmigo!”

El príncipe Fernand lanzó otra mirada amarga al Vizconde Alemann.

“¡Y luego, todavía está el tema más importante de todos!” Declaré, señalándolo con el
dedo. “¿Realmente se aseguró si yo siquiera quería casarme con usted?”

Su única respuesta fue una expresión en blanco en su rostro. Era el tipo de rostro que decía
que nunca esperaba que lo rechazaría una vez que supiera que era un príncipe.

“¡La respuesta es no! ¡Me niego absolutamente!”

“““¡¿QUÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉ?!”””

“Ser una princesa está en mi top tres de lista de trabajos que nunca en la vida he querido
tener! No tienes privacidad, no puedes acercarte a las personas que quieres, tienes que fingir
una sonrisa y hablar con las personas que no te agradan, la nodriza te quita a tus hijos y nunca
tienes la oportunidad para ser una familia real con ellos, ¡y tienes que ir a fiestas todo el tiempo
con otros nobles o familias reales de otros países! ¡Eso sin mencionar que estarías haciendo
bebés hasta que tengas un niño o una niña para poder casarla para tener relaciones diplomáticas
más tarde! ¡Tu esposo incluso saldría y tendría hijos con otras mujeres como si no fuera gran
cosa! ¡Nada de esa vida me suena divertido!”

Una de las reinas que había venido a ver de qué se trataba el alboroto se puso rígida… Ah,
ahora está llorando.

“Es más o menos lo mismo con los condes y demás aristocracia. Apenas se te permite
salir de casa, y fuera de alguna fiesta, las únicas personas con las que terminas hablando son
tus sirvientes. Incluso entonces, la diferencia de estatus es tan grande que no es como si fueras
a ser amigo de ellos. De hecho, nunca se atreverían a decirte su propia opinión y simplemente
seguirían tus órdenes. Tu esposo siempre se iría por motivos de trabajo, y tus suegros siempre
estarían respirándote en la nuca por un sucesor en su hogar. Eso sin mencionar cómo te
molestaría, de que tienes que seguir las tradiciones de la familia con la que te casaste y decirte
cómo eres un miembro de su familia ahora para que no tengas que volver a casa y que sus
nietos. sólo les pertenecen, y así sucesivamente. No olvidemos cómo tu esposo puede usar la
excusa de que necesita muchos, muchos hijos para engañarte como si no hubiera un mañana,
y tú podrías terminar viviendo en la misma casa que la mujer con la que te engaña y también
con sus hijos.”

Varias otras esposas cayeron al suelo llorando. Un noble mayor agarró al hombre que
parecía ser el esposo de una de las esposas. Me preguntaba si ese era el padre de la esposa…

“Por eso no estaría mal un vizconde o un barón. Todavía son nobles, pero están un poco
más alejados de las luchas de poder que encontrarías en otros lugares. También puede estar un
poco más cerca de la ayuda debido a su posición, como tomar el té juntos y charlar con ellos.
Incluso puede criar a sus propios hijos junto con la nodriza o las sirvientas que los cuidan.
Cuando tu hijo crezca un poco, puedes viajar por tu territorio con él, haciendo que la gente
celebre a tu hijo en su cumpleaños o cosas así. Parece que tendrías una vida mucho más feliz
pasando tiempo con tu familia y las personas que viven en tu dominio.”

Las chicas que tenían sus ojos puestos en algunos de los nobles de alto rango miraron
nerviosamente a su alrededor. Si bien era cierto que sus padres querían que se casaran con
alguien de alto estatus, los padres no querían hacer infelices a las hijas. Al mismo tiempo, era
evidente que varios nobles de clase alta se estremecían. Probablemente los padres y padrastros
de los hijos que esperan casarse y continuar con el linaje familiar.
“Por eso la única forma en que me gustaría casarme por dinero es si pudiera encontrar al
hijo rico de un comerciante, o incluso a un noble de menor rango. Nunca querría estar con
alguien que tenga un estatus superior, pero a costa de una vida aburrida o estresante. Eso se lo
dejo a las hijas reales nacidas en la nobleza, las que viven vidas de lujo porque han dejado a
la gente seca con los impuestos, o que están dispuestas a darlo todo por su país a cambio de
tener una educación superior.”

El silencio cayó sobre la fiesta.

“¡No me importa nada de eso!” Fernand gritó. “¡Te quiero a ti y a tus conocimientos! Con
tu belleza y sabiduría, ¡quiero que me ayudes a desarrollar este país aún más! ¡Juntos!”

“¿Conocimiento? ¿Belleza y sabiduría? Esas son sólo cosas que desea usar para usted
mismo, ¿no es así? Por lo que en realidad no me ama, sólo quiere usarme. Entonces, ¿qué hay
de mí, eh? ¿No le importa lo que siento? ¿O eso es algo que no tiene que tener en cuenta sólo
porque es un príncipe?”

“B-Bueno…” Las palabras se atascaron en la garganta del príncipe, haciéndolo incapaz


de responderme.

Cogí un plato de una mesa cercana y lo golpeé contra la mesa. Un ruido acompañó al
rompimiento de la vajilla, y me agaché para recoger uno de los fragmentos del plato roto.
Todos los ojos estaban puestos en mí mientras los invitados se preguntaban qué demonios
estaba haciendo.

¡Shng!

Usé el fragmento de placa para cortar mi mejilla derecha.

“¡¿Q-Q-Qué estás haciendo?!”

La sangre goteaba de mi cara. Las mujeres soltaron gritos, mientras Fernand se quedó sin
habla. Los otros nobles sólo podían quedarse inmóviles, estupefactos.

“Ahí tiene, ahora no soy más que una chica tonta y fea. No valgo nada para un príncipe
como usted; sólo una plebeya sin nada que ofrecer. Ahora no debería tener más negocios
conmigo, ¿verdad?”

Después de que terminé de decir mi parte, nadie intentó detenerme mientras salía de la
fiesta.
Los invitados a la fiesta comenzaron a moverse una vez más, y finalmente se pronunciaron
las primeras palabras para romper el silencio:

“¡Qué comentarios tan imprudentes! ¡Qué falta de respeto…!”

“¡Qué elegancia!” Uno de los condes presentes gritó por encima de la voz que buscaba
condenar a Kaoru. “Sabía que el hecho de que el príncipe se casara con una plebeya como ella
solo interrumpiría el equilibrio político, así que no sólo renunció a ser reina, ¡incluso llegó a
manchar su hermoso rostro! Eso sin mencionar cómo usó todo ese lenguaje grosero para
parecer la villana… Aunque puede que sea una plebeya, ¡eligió la paz del país sobre el miedo
a ser castigada! ¡Qué lealtad! ¡Qué devoción!”

Podía haber parecido exagerado, pero los allí reunidos no tuvieron más remedio que
aceptarlo como un hecho para preservar la dignidad del príncipe. Nadie se quejaría siempre y
cuando eso significara que la chica común estaría a salvo debido a eso. Además, si la
reputación del príncipe Fernand hubiese caído demasiado, eso reforzaría a las personas que
respaldaban al príncipe Ghislain, el segundo príncipe. Si la chica había llegado al extremo de
lastimarse para proteger a Fernand, nadie podría decir nada con desprecio al príncipe por temor
a convertir sus esfuerzos en nada.

Esta declaración repentina fue rápida por parte de uno de los condes que respaldaba a
Fernand, y los asistentes a la fiesta quedaron atrapados en el momento. Hubo voces de
admiración provenientes de todo el lugar, lo que indica que el plan del conde había salido bien.

“Fernand, amigo mío… ¿Qué hiciste?” Allan miró a Fernand con desprecio cuando el
príncipe se arrodilló en el suelo.

“Acababa de hacer los arreglos necesarios con mi padre para investigar sus antecedentes
y estar listos para traerla aquí en cualquier momento…” La decepción en la voz de Fabio era
evidente.

“La vida en realidad podría haber sido muy divertida si ella terminara siendo tu
prometida…”

Fernand lamentó la estupidez de lo que había hecho cuando escuchó las palabras de Allan.
Pero un plato roto nunca volvería a ser el mismo que antes.

“Allan y yo iremos al restaurante mañana por nuestra propia cuenta para verla. Por favor
no vengas con nosotros. Veré si no podemos conseguir algo de dinero para ella, o tal vez una
forma de conseguirle otro trabajo, ya que me imagino que ya no podrá trabajar en el
restaurante…”

Fernand apenas logró susurrar un “por favor, háganlo” en respuesta.

¡¡¡Au, au, au, au, au!!!

En el momento en que dejé la fiesta, preparé un analgésico y una poción combinada de


astringente y me la bebí todo a la vez. El dolor de la herida en mi mejilla se calmó de inmediato.

Muy bien, nadie me sigue. ¡Es hora de escaparme de la capital!

Me dirigí directamente a las puertas de la ciudad. La gente me miraba conmocionada


mientras corría por las calles de noche. Una chica de once a doce años que vestía un traje de
sirvienta de primera clase del palacio real con el rostro manchado de sangre y que también
tenía una mirada dura en sus ojos… Sí, cualquiera estaría un poco sorprendido por eso.

Finalmente llegué a las puertas y llamé al guardia allí.

“¡Discúlpeme, pero tengo que irme!”

Las puertas de la capital se cerrarían una vez que cayera la noche, y sólo se abrirían para
los transeúntes que entraran y salieran de la ciudad. Fue por esas horas cuando una niña
pequeña llamó, pidiendo permiso para irse. El guardia de buen corazón tomó su lámpara y
salió de su puesto para ver de qué se trataba tanto alboroto. Dependiendo de cuál fuera su
historia, planeaba detener y convencer a la persona para que no se fueran. Era peligroso fuera
de las murallas de la ciudad por la noche.

“¿Qué suce…? ¡Wow!” El guardia dejó escapar un grito una vez que vio el rostro de
Kaoru manchado de sangre.

“Me encontré en el lado malo de algunos nobles, y tengo que irme de la ciudad de
inmediato…”

Aunque la herida en su mejilla había dejado de sangrar, aun así, dejo una cicatriz terrible.
Era posible que se hubiese curado limpiamente si fuera simplemente un corte recto, pero
heridas como esta, donde la carne se rasgó por completo, seguramente dejarían una cicatriz.
Aunque todavía era joven, esta era una mancha que la afectaría por el resto de su vida. Si
estaba huyendo de los nobles que podrían atacarla por cualquier motivo en cualquier momento,
en realidad podría ser más seguro fuera de las murallas de la ciudad.
“Espera un segundo.”

El guardia había dejado de intentar detener a Kaoru, y se dirigió al interior de su barraca


por un segundo antes de regresar y entregarle algo sin una palabra. Era una bolsa de cuero con
agua adentro, algo que parecía una cena y cinco monedas de plata.

“Um, ¿qué es esto…?”

“Llévalo contigo.”

El guardia le abrió rápidamente la pequeña puerta. Inclinando su cabeza hacia el guardia,


Kaoru se apresuró a cruzar las puertas abiertas.

Después de caminar un rato, creó una poción de salud y se la bebió. El corte en el rostro
de Kaoru se curó completamente antes de desaparecer.

“Vaya, me quedé con el traje de sirvienta que me dieron en el castillo… Oh, bueno. ¡Esto
puede ser útil en el futuro!”

Todo lo que tenía que hacer para deshacerse de las manchas de sangre era hacer algún
tipo de poción limpiadora.

Su siguiente parada era la capital del Reino de Balmore: Grua.

“Muy bien, ¡allá vamos!”

Muchos años después…

Un solitario guardia de la ciudad se apresuraba de camino a casa, luciendo estropeado.

El hijo del hombre había resultado gravemente herido en un horrible accidente el año
pasado. Aunque era un milagro que no perdiera la vida, el joven perdió la vista en el ojo
derecho y apenas podía ver con el izquierdo. A este paso, era sólo cuestión de tiempo antes de
que él tampoco pudiera ver con ese ojo…

Por supuesto, el hombre se sentiría apesadumbrado por su hijo cuando pensaba en el


futuro de él. Si tan sólo tuviera esas “lágrimas de la diosa” de las que había oído rumores…
Era una medicina legendaria, que se decía que era de color amarillo y que se encontraba dentro
de una elegante botella de vidrio. Pero se decía que era algo que incluso los nobles tenían
problemas para conseguir, por lo que estaba fuera del alcance de un simple plebeyo como él.
“Bienvenido a casa, querido. Una pequeña chica estuvo aquí antes y trajo algo dirigido a
ti.”

Después de que su esposa lo saludó, el hombre se acercó y abrió la pequeña caja que ella
había dejado sobre la mesa. Dentro había distintas cosas, así como una carta.

¿De quién podría ser esto? Y, ¿qué es esto? De cualquier forma…

Cuando comenzó a leer la carta, una expresión de sorpresa finalmente se apoderó de su


rostro. Agarró algo de la caja antes de llamar a su hijo a gritos.

“¡Joshua! ¡Joshua!”

Su hijo se le acercó con cautela, sorprendido de escuchar el fervor inusual en la voz del
hombre. Tomó la botella llena de medicina e hizo que Joshua la bebiera. Al momento
siguiente…

“¿Eh? ¿Puedo… puedo ver? Y tampoco hay cicatrices… ¿Por qué?”

El hombre abrazó a su hijo con fuerza y lloró, mientras su esposa corría en estado de
shock.

Encima de la mesa había la misma caja, llena solo con algunas cosas… una carta.

“Gracias por todo lo que hizo por mí. Le devuelvo las cosas que tome prestadas en ese
entonces. Como agradecimiento, también he incluido algo llamado ‘lágrimas de la diosa’.”

También en la caja había una bolsa de cuero familiar y cinco monedas de plata.

El hombre había sido ascendido de su trabajo como portero a guardia de la ciudad, pero
aún recordaba a la joven a la que había echado una mano en aquel entonces.

Las lágrimas no dejaban de fluir.

“Diosa…”
Capítulo 6: Pasando Desaperciba

Habían pasado unos días desde que comencé mi viaje a la capital del país vecino.
Afortunadamente para mí, terminé consiguiendo el aventón de otro amable comerciante. Eran
momentos como estos en los que era realmente útil que pareciera mucho menor de quince
años. Oh, oye, a este ritmo incluso podría alargar mi tiempo buscando casarme.

Ahora bien, ese portero fue realmente agradable. Para ser honesta, ya tenía mucha agua y
comida en mi caja de artículos, pero fue tan amable de su parte estar preocupado por mí que
simplemente lo tomé sin decir nada. Tendría que asegurarme de agradecerle de alguna manera
cuando tuviera la oportunidad.

El comerciante con el que viajaba dijo que tenía una tienda en la capital, pero que
ocasionalmente se marchaba y hacía negocios por su cuenta para recopilar más información,
así como para no olvidar los aspectos básicos de su oficio. Sí, eso era lo que todo comerciante
debería aspirar a ser. Parecía que el tipo dejaría a su hijo a cargo de la tienda mientras él no
estaba, pero ese mismo hijo le dijo que dejara de hacer estos viajes por lo peligroso que era
para él.

Estaba aburrida, así que me moví para sentarme junto al comerciante para charlar con él.
Era un residente de Grua, la capital de Balmore, así que definitivamente debería sacar algo útil
de hablar con él. Grua estaba en mi lista de lugares en los que podría querer establecerme, así
que tenía que averiguar todo lo que pudiera al respecto.

“Oho, ¿entonces las ventas de esa tienda realmente cayeron, me dijo?”

“Así es. La gente no veía los precios a mitad de precio entre semana; más bien, los precios
se duplicaban en los días libres. Llamaron a los precios normales una estafa, ya que pensaron
que de todos modos la tienda podía obtener ganancias vendiendo cosas a mitad de precio."

“Ya veo…”

El comerciante estaba bastante interesado en mi historia sobre cierto restaurante de


comida rápida que se hundió en mi vida pasada (¿supongo que así lo llamarías?) en Japón, así
que llegamos a un acuerdo en el que le diría más cosas sobre historias de horror de negocios
fallidos de cuando vivía en Japón, en lugar de pagar el viaje.
“Entonces, aunque la tienda estaba tratando de deshacerse de los restos de comida
ofreciendo grandes descuentos antes de cerrar, todos sus clientes simplemente esperaban los
descuentos sin comprar nada.”

“Hmm… Así que es como pensaba.”

Oh, ¿nuestro amigo comerciante ha pensado en ofrecer descuentos justo antes de cerrar
la tienda durante el día? Entonces tal vez le cuente esto a continuación…

“Entiendo… Entonces, dado que ofrecían ese tipo de servicio, hizo que los clientes de los
que no obtenían ganancias se quedaran más tiempo, mientras que los clientes habituales no
tenían un lugar para sentarse y se iban… Vaya, el negocio de servicios es difícil de entender.”

Muy bien, a continuación, intentemos hablar de marketing …

“¿Artículos de oferta destacados que utiliza para atraer clientes? ¡¿Ofertas de paquetes?!
¡Eso es simplemente un ultraje al negocio del comercio!”

Bueno, ¿qué tal eso? Después de todo, es un hombre de negocios honesto con Dios.
Supongo que entonces le hablaré de algunas técnicas comerciales más éticas.

“¿Lealtad del cliente, eso? ¿Y delimitar el tipo de cliente que deseo? Pero si lo haces, ¿no
acabarías perdiendo una parte de tus clientes…? Espera, no tengas como objetivo a uno de
cada cien, sino a dos de cada diez. ¡Cuéntame más sobre cómo funciona eso!”

… ¡¿Por qué él es el que me está pidiendo más información?!

Ella es una chica bastante interesante.

Se decía que la Empresa de Comercio Abili era una de las empresas más importantes que
se podían encontrar en la capital real… y también resultaba ser mi empresa.

Me abrí camino desde que había estado vendiendo mercancías de mi solitario vagón, pero
últimamente me encontraba en una especie de rutina. Comenzaba a añorar los días en los que
no tenía dinero, pero disfrutaba salir y vender cosas, así que dejé mi tienda a mi hijo y me fui
en un viaje comercial. Casi había vuelto a Grua cuando por el camino recogí a una niña.
Parecía tener unos once o doce años y caminaba sin apenas equipaje a la vista. Dijo que
también se dirigía a la capital, pero ¿desde dónde podría haber estado caminando sin llevar
casi nada encima? A juzgar por la forma en que caminaba, le tomaría mucho más tiempo llegar
a donde iba en comparación con cualquier persona normal. Tenía un cuerpo de aspecto tan
delicado que ni siquiera haría falta un monstruo para acabar con ella… Tal vez un solo perro
callejero supondría el fin para ella. Yo también tenía una hija, así que no podía dejarla así.

Había espacio en la parte trasera de mi vagón, pero parecía un poco aburrida, por lo que
probablemente vino y se unió a mí en el asiento del pasajero. Ella me hizo un montón de
preguntas sobre la capital y me pareció que estaba buscando trabajo allí. La conversación
finalmente se centró en el negocio comercial y ella comenzó a contar historias sobre “tiendas
que conocía” o “lo que escuchó de otras personas”. Francamente, me sorprendió. ¿Cómo sabía
tanto? Ningún comerciante que se precie le diría a una chica que vive en el medio de la nada
este tipo de cosas tan fácilmente. Ella no estaba simplemente repitiendo estas historias sin
entender lo que significaban… sino que entendía por qué sucedían estas cosas e incluso estaba
agregando sus propias opiniones sobre las historias. No sólo eso, ¡sino que también tenía
algunas tomas bastante agudas sobre ellos!

Hasta ahora, realmente no había pensado en hacer descuentos. Cuesta dinero conseguir
inventario para la tienda y, a pesar de eso, tenía que encontrar una manera de obtener ganancias
razonables. También tenía que considerar la fe entre el fabricante, el vendedor y el comprador.
No podía vender sus productos a un precio demasiado alto o bajo, tenía que encontrar un costo
apropiado para ello. Cualquier comerciante debería querer evitar hacer algo que interrumpa el
flujo del mercado. Pero lo que esta chica me dijo sobre precios y descuentos realmente captó
mi interés. Había cosas que reafirmaron mis convicciones para el negocio del comercio y ella
también ofreció algunas ideas muy atractivas. Ella seguía diciendo que sólo había escuchado
estas historias de otra persona, pero era obvio que había alguna otra razón detrás de por qué
sabía todo esto. Esta era una chica a la que podía esperar ver lo que le deparaba el futuro.

Si está buscando trabajo, no debería tener reparos en venir a trabajar para mí. Estoy
seguro de que aceptará felizmente tan pronto como escuche el nombre de mi empresa. Muy
bien, ¡eso es lo que haré!

El vagón llegó a las puertas de la capital. Sólo pasarían unos minutos hasta que los dos
llegaran al final de la fila para entrar.

“Si quieres, ¿qué tal si vienes a trabajar para mí, Kaoru? El trabajo también incluye un
lugar para quedarse, por lo que no tienes que preocuparte por encontrar arreglos de vivienda.”

La chica lo pensó por un segundo, antes de sonreír y dar su respuesta.

“Gracias, pero no hay problema. Buscaré trabajo por mi cuenta.”


“¿Eh? ¡Oh, cierto, todavía no he dicho el nombre de mi empresa! Puede que haya salido
de viaje para mi propia diversión, pero en realidad soy el propietario de la Empresa de
Comercio Abili. Así es: ¡Soy el Johann Abili, jefe de la Compañía de Comercio Abili!”
Declaró con confianza, con una gran sonrisa en su rostro. “¿Y bien? ¿Sorprendida?”

“… Ya veo. Oh, tengo que registrarme como recién llegada, así que supongo que aquí es
donde nos separamos. Muchas gracias por dejarme ir con usted. También disfruté de nuestra
conversación. ¡Hasta la próxima!”

La niña saltó del carro antes de alejarse. Johann Abili, el jefe de la Compañía de Comercio
Abili, sólo pudo mirar con asombro mientras ella lo hacía.

“Um… Se dice que la Compañía de Comercio Abili es una de las empresas más
destacadas de la capital, e incluso es famosa en otros países, con montones de personas a las
que les encantaría trabajar allí… Es el único lugar que la gente del campo les encantaría estar...
Ya sabes, esa… Compañía… de Comercio Abili…”

La voz de Johann se fue debilitando gradualmente, antes de apagarse por completo.

Ese comerciante parecía un tipo bastante agradable con una tienda grande, pero trabajar
en un lugar como ese significaba que tendría que empezar desde abajo. Probablemente sería
cargada con un montón de trabajo complicado como novata. Estoy bastante segura de que
tendría montones de compañeros de trabajo y personas trabajando por encima de mí, por lo
que es muy probable que ni siquiera tenga tiempo para mí. Parece dudoso que también tenga
días libres. No quiero seguir haciendo trabajos domésticos toda mi vida. Necesito estar ahí
reuniendo información y poniendo las cosas en orden para poder abrir mi propia tienda algún
día, así que quiero encontrar un trabajo que me permita ser un poco más flexible con mi
tiempo libre. Una vez que haya hecho suficiente trabajo de preparación, necesito comenzar a
hacerme un nombre, y todo tipo de cosas más para preparar mi tienda.

No importaba qué tan grande y famosa fuese la tienda, si no coincidía con los objetivos
de Kaoru, entonces no había nada más que decir al respecto.

Me dirigí a la agencia de búsqueda de empleo en Grua.

Mmmm, me pregunto si hay algunos buenos aquí… me decía mientras buscaba los
trabajos disponibles.
Había pasado un buen tiempo desde que comencé a mirar las publicaciones. Ya había ido
a la recepcionista para solicitar dos de ellas que hubieran sido perfectas, pero ella me rechazó
porque pensó que yo era menor de edad. Ni siquiera tenían nada sospechoso…

Había un hombre que hacía trabajo de oficina aquí que vio que me rechazaban y llamó a
la recepcionista.

“Oye, Aria, ¿qué tal si le recomiendas ese trabajo en la casa de Bardot?”

“Oh, ¿ese? Veamos…”

La recepcionista me mira durante unos segundos antes de llamarme.

“¿Cómo está con las tareas del hogar, señorita? Cocinar, limpiar, ese tipo de cosas.”

Mamá y papá tenían trabajos de tiempo completo, así que yo había estado haciendo las
tareas del hogar y cuidando la casa desde que estaba en la escuela media. ¡Sólo déjenmelo a
mí!

“Mi madre siempre estaba trabajando, ¡así que soy excelente en las tareas del hogar y en
el cuidado de los niños!”

“Genial, entonces esto podría funcionar. Tengo un trabajo de limpieza que también viene
con un lugar para quedarse. ¿Qué dices?”

Según la recepcionista, había un pequeño taller que había publicado un anuncio de “se
busca ayuda” para que alguien básicamente fuese a trabajar como empleada doméstica para
ellos. Incluyendo al propietario, en total había cinco de ellos trabajando allí, y se suponía que
era un taller un poco… “peculiar”. No eran malas personas de ninguna manera, pero ninguna
de las ayudas que aceptaron pareció durar mucho tiempo. A menudo regresaban para volver a
publicar su anuncio, y la cantidad que pagaban en honorarios a la agencia no era nada
despreciable.

Para el trabajo en sí, necesitaban a alguien que pudiera cocinar, limpiar, lavar la ropa y
otros trabajos ocasionales para el taller. Todos, excepto el propietario, viajaban al lugar, pero
todos comían juntos en el taller, probablemente porque era demasiado problema para ellos ir
hasta casa para preparar la comida ellos mismos.

No se suponía que fuera un trabajo que te mantuviera ocupado todo el día, y parecía que
era libre de hacer lo que quisiera siempre y cuando terminara el trabajo que me pidieron que
hiciera. Podría salir durante el día si hubiera terminado de cocinar, por ejemplo. Incluso daban
días libres. Parecía que los trabajadores saldrían a comer esos días, o se conformarían con lo
que tenían a mano. Parecía que habían pasado por algunos períodos sin tener a nadie que los
ayudara, así que supongo que aprendieron a hacer al menos eso.

Pero espera, ¿en serio? ¡Este es el trabajo perfecto para mí!

“Un placer conocerlo. Mi nombre es Kaoru; me refirieron aquí desde la agencia de


búsqueda de empleo.”

“Encantado de conocerte. No hay necesidad de estar tan rígida en nuestro negocio, así que
siéntete libre de relajarte y ser tú misma.” Dijo el hombre con una sonrisa. Él era Bardot, el
actual jefe del Taller de Maillart, y estaba increíblemente feliz de saber lo relajado que era con
las formalidades.

“Llamemos a estos próximos días un ‘período de prueba’, si no le molesta. Todos esos


honorarios para la agencia siguen aumentando, ya que nuestros nuevos empleados siempre
renuncian de inmediato, e incluso ahora han comenzado a permitirnos conseguir extensiones
por pagarles.” Dijo Bardot con una sonrisa amarga. “Ahora bien, vamos a presentarte a todos.
Si soy honesto, sólo házmelo saber en el momento en que creas que no va a funcionar. A esta
altura, ya estoy acostumbrado a eso, así que no me molestará en absoluto…”

“Muy bien, lo entiendo.”

Vaya, qué baja está su autoestima…

Con eso, me llevó al taller principal, que se parecía más a una especie de laboratorio si
me preguntaras. Entonces, en el momento en que abrió la puerta…

“… Eugh…”

Vaya que huele feo….

Olía a sudor, olor corporal, químicos… y como si algo se estuviera pudriendo. En serio,
¿murió algo aquí?

Luego vi a cuatro hombres, dos de ellos actualmente tirados en el suelo. Uno de ellos era
de mediana edad, dos eran hombres jóvenes y uno era sólo un chico. Bueno, digo “chico”,
pero supongo que aquí lo considerarían un adulto.
“Carlos, Alban, despierten. ¡Tenemos una nueva ayudante potencial que necesito
presentarles!”

Los dos saltaron ante las palabras de Bardot.

“¡Gracias a la Diosa!”

“Esperen, esto es sólo una prueba, ¿entienden? ¡Una prueba!” Bardot respondió,
enfatizando la última parte.

Empezando por el mayor, estaba Carlos de treinta y dos años, Achille con veintiuno,
Alban de diecinueve y Brian de dieciséis. Todo el mundo aquí estaba haciendo todo lo posible
para convertirse en un ingeniero de primer nivel, aparentemente.

Según me había dicho Bardot, este no era solo un taller que hacía cosas para vender para
cubrir los gastos de subsistencia. Era algo más parecido a un laboratorio de investigación y
desarrollo de nuevos dispositivos y productos. Sin embargo, no recibían ningún apoyo
financiero para su trabajo, por lo que también fabricaban productos que podían vender para
cubrir sus costos de investigación y ganar suficiente dinero para su vida cotidiana. Todos eran
expertos en lo que hacían, por lo que la calidad de sus productos era bastante buena. El único
problema era que eran un grupo de inventores que sólo se preocupaban por la investigación,
no por las ganancias, y no estaban preparados para ser comerciantes. Como tal, básicamente
no tenían dinero. Y como eran un grupo de inventores, el concepto de “horas de trabajo” no
existía para ellos. Podían estar tan absortos en su investigación que no se bañarían ni
cambiarían de ropa durante días, se olvidarían de comer y, finalmente, colapsarían de hambre,
e incluso pasarían días y días en el laboratorio. Nunca se quedaban sin cosas que decir cuando
se trataba de su investigación, pero no tenían ni idea de lo que estaba sucediendo en el mundo.

Ah, lo entiendo. Básicamente, estoy aquí para cuidar a los cinco.

Finalmente tenía una idea de lo que realmente implicaba mi trabajo.

Una vez terminadas las presentaciones, pasamos directamente al tiempo de preguntas y


respuestas. Una serie de preguntas vinieron de los chicos, una tras otra.

“¿Puedes cocinar y limpiar y esas cosas?”

“Probablemente soy tan buena limpiando como cualquier otra persona, pero confío
bastante en mis habilidades culinarias. Siempre cocinaba para mi familia, y el restaurante en
el que trabajaba antes de esto incluso decidió servir algunos de los platos que había preparado.”
Las expectativas en sus ojos eran máximas en todo momento.

“Entonces, cuando estés limpiando, hay algunas cosas que queremos que tenga en
cuenta…”

“Oh, ¿como si todo se viera desordenado, pero en realidad lo tienen así a propósito y sabes
dónde está todo? ¿O que incluso las cosas que parecen trozos de papel en realidad tienen algo
muy importante escrito, así que no quieren que las tire? ¿O como que hay muchos químicos
peligrosos aquí, así que no debería intentar olerlos, tocarlos, mezclarlos o tirarlos?”

“““Whoa…”””

“Um… ¿Alguna vez has trabajado en un lugar como este?”

“No, en realidad no.”

“““…”””

“Erm, bueno… Perdemos mucho la noción del tiempo cuando nos metemos en nuestro
trabajo, y a veces simplemente nos olvidamos de comer…”

“¿No son todos los chicos así?”

Los cuatro se volvieron para mirar a Bardot, con los ojos llenos de esperanza. Incluso
Bardot parecía algo alegre por todo el asunto. Era como si todos estuvieran pensando que yo
podría ser la que realmente se quedara.

Sí, ya sé mucho sobre cómo manejar a los niños gracias a vivir con mi papá y mi hermano
mayor.

Varios días después, me contrataron oficialmente para el trabajo y el taller había pagado
a la agencia de búsqueda de empleo la tarifa por mi recomendación.

Estaba bateando jonrones con mi cocina, lo podía decir sin rodeos. Mejoré reconociendo
el momento adecuado cuando todos estaban a punto de llegar a un buen punto de descanso en
su trabajo, o encontrando formas de alimentarlos, incluso si todos eran en momentos
diferentes. Finalmente, innove (tos, tome atajos, tos) y empecé a hacer platos sencillos como
sándwiches y onigiri que podían comer mientras se trabaja en las cosas del laboratorio, lo que
hizo mi trabajo mucho más fácil. Hice un buen uso de mi tiempo libre recién descubierto,
haciendo cosas como caminar por la ciudad e ir a la biblioteca (ir a la biblioteca también era
caro en este país, así que en realidad no iba tan a menudo). Y, gracias al “Desodorante especial
de Kaoru” les dije que lo hice con jugo de frutas y té y un montón de otras cosas, el horrible
hedor a muerte en el espacio de trabajo se convirtió en algo realmente tolerable.

Por todo eso, me aseguré un lugar como un activo invaluable aquí en el taller.

“¿Oh? ¿Estás haciendo algo, Achille?”

Un día, vi a Achille trabajando en algo para vender para obtener ganancias en lugar de su
investigación habitual, así que lo llamé.

“Sí, es un frasco. Es como una cantimplora o algo en lo que puedas poner alcohol u otros
licores fuertes. Se supone que debo hacerlo liviano y resistente, y con algo que no afecte el
sabor de lo que pones en él. Deberíamos poder vender los de muy alta calidad a los aristócratas
por un buen precio. Dicho esto, es una historia completamente diferente intentar hacer unos
de metal con decoraciones elegantes y cosas en ellos. En lo que estoy trabajando aquí debería
estar bien para el uso diario normal.”

Sorprendentemente, Achille era el único miembro del taller que en realidad era un noble.
Dicho esto, era sólo el tercer hijo de un vizconde. Todavía tenía otro hermano mayor en caso
de que algo le sucediera al mayor, por lo que había una posibilidad extremadamente baja de
que sucediera a su padre y se hiciera cargo de la casa. Por eso, y debido al amor decididamente
poco aristocrático de Achille por la investigación y la experimentación, su padre le permitió
hacer lo que quisiera. Aun así, eso no quería decir que lo estaban abandonando o ignorando,
pero su padre le estaba permitiendo a Achille el libre albedrío para hacer lo que quisiera con
su futuro. Se llevaba bien con sus hermanos y también amaba a su familia.

Un contenedor, eh… Tal vez sea hora de que haga una jugada.

“Oh, es cierto. Conozco a alguien que trabaja con vidrio. Nunca ha intentado venderlo
porque lo hace por diversión, pero siempre han dicho que querían intentar vender algo al
menos una vez. ¿Crees que podríamos intentar dejar uno de los contenedores que hicieron en
el estante de la tienda del taller?”

El estante de la tienda era el lugar donde dejábamos nuestros productos para que los
clientes los vieran por sí mismos o para mostrar la destreza de nuestro taller para crear nuevos
productos. Todos los productos en exhibición tenían una etiqueta de precio que los
acompañaba, por lo que todo estaba a la venta. Dado que el taller generalmente sólo hacía
cosas por pedido, aun había mucho espacio en el estante.
“Hmm… creo que estaría bien, pero probablemente deberías preguntarle a Bardot si no
hay problema.”

“Está bien, lo tengo. Entonces intentaré preguntarle a él.”

Y así, obtuve permiso para seguir adelante con mi plan. Esta era una solicitud de la chica
que siempre trabajaba duro, hacía comida deliciosa y, sobre todo, se quedó. Cualquiera en el
taller parecía feliz de conceder casi cualquier solicitud que tuviera para ellos.

“Es…”

Bardot y los demás se quedaron sin palabras cuando vieron el recipiente de vidrio que
había hecho.

“Es tan hermoso…”

“El diseño y la artesanía son evidentes, pero miren lo claro que es el vidrio… ¡Miren cómo
brilla! ¡¿Qué es esto?!”

Los miembros del taller estaban conmocionados por el recipiente de vidrio que había
hecho mi “amiga”. Era un frasco de perfume hecho de cristal brillante con un diseño asimétrico
y terminaba con un tapón extravagantemente grande en la parte superior. El tapón en sí estaba
hecho para que pareciera una diosa alada sentada en el borde de la botella, y era difícil saber
si la botella o la tapa deberían ser el foco principal… No, tacha eso: el tapón era
definitivamente la atracción principal aquí.

El vidrio de cristal se crea agregando óxido de plomo a las materias primas, lo que lo hace
mucho más translúcido y brillante que el vidrio promedio. Es un nombre poco apropiado
llamar al vidrio “cristal” cuando carece de una estructura cristalina, pero lo dejaremos pasar
ya que es solo el nombre comercial del vidrio en sí. De todos modos, se vende a un precio
mucho más alto que el vidrio promedio en la Tierra, y aún no se ha utilizado en este mundo.
Normalmente es mejor cortar el cristal en lugar de estirarlo, ya que esa es la mejor manera de
resaltar el brillo natural que contiene. Es una práctica bastante común no hacer demasiado
trabajo adicional para preservar ese brillo… pero este recipiente era diferente. Había una
plétora de detalles más finos trabajados en el vidrio, y casi cada centímetro había sido cortado
de alguna manera.

“Kaoru... ¿C-Crees que podríamos conocer a la persona que hizo esto?”


“Oh, en realidad, la familia de la chica que hizo esto es bastante estricta. Parece que ella
hizo esto en secreto mientras trabajaba en la casa. Eso sin mencionar que no le va muy bien
con los chicos…”

“E-Ella lo hizo... en su tiempo libre…”

Ah… Están más desanimados por eso en lugar de no poder conocer a mi amiga falsa…

“Um, puedo pedirle que nos haga más.”

¡Oh, se recuperaron rápido!

Al final, cancelamos la colocación de la botella en el estante de la tienda. Ya habíamos


visto la reacción que causó aquí en el taller, y sería un problema si la gente pensara que todos
nuestros productos están hechos con tanto detalle y calidad. Por eso había decidido buscar un
noble que pudiera estar interesado en comprarla, y en su lugar les pedí que me la compraran
directamente a mí.

Los resultados: la había vendido por la friolera de tres monedas de oro. Pagué seis
monedas de oro pequeñas al taller como gatos de tramitación, que era aproximadamente el
precio de un mes de comestibles para cocinar para todos aquí (sin incluir el precio de la leña
que necesitaba).

No sólo tenía el poder de crear cualquier medicamento con el efecto exacto que quería
que tuviera, también podía crear cualquier recipiente en el que quisiera colocarlo.

Incluso si no puedo vender pociones o usar mis conocimientos modernos, ¡aun así puedo
ganar dinero!

Y así, continuaron mis días tranquilos ayudando en el taller. Tenía mucho dinero gracias
a la botella de cristal que vendería de vez en cuando, y ahora podía ir a la biblioteca cuando
quisiera. Mi caja de artículos estaba llena de suministros para poder abordar cualquier
circunstancia imprevista que se me presentara. Tenía comida en abundancia, ropa de repuesto,
un cuchillo, un poco de pedernal e incluso una manta abrigada, por nombrar algunos. Tenía la
esperanza de que no pasara nada, ya que no estaba planeando escapar de nada en este
momento. Claro está, todo esto era por si acaso.

Finalmente había llegado al punto en que podía decir que sabía tanto como la persona
promedio que vivía aquí, así que todo lo que quedaba ahora era encontrar a alguien que me
respaldara y hacerme un lugar en el mundo. No era como si odiara cómo estaba viviendo en
este momento, pero no estaba planeando ser ama de llaves toda mi vida aquí, ¿sabes? Había
reencarnado en un mundo completamente diferente con poderes trampa, así que quería tener
un poco más de libertad con la forma en que vivía mi vida. La única Diosa de este lugar incluso
me había dicho que estaba bien influir en el mundo si quería. Primero, jugaría a lo seguro y
haría un plan para mí misma, luego probablemente no sería una mala idea ser proactiva y
conseguirme algo de autoprotección. También sería bueno si de alguna manera pudiera ayudar
a la gente con mis pociones.

Aunque supongo que no había prisa. Por ahora, sólo esperaría a que llegara mi
oportunidad…

Un día, cuando Kaoru estaba limpiando la entrada del taller, un rufián callejero pasó junto
a ella. Cuando se fueron, dejaron una bola de papel a su paso. Se agachó para recogerla antes
de guardarla en su bolsillo. Después de todo, estaba limpiando, por lo que era natural que
recogiera la basura.

Lo que no era natural, en cambio, era lo que acababa de pasar.

Ningún simple rufián callejero debería tener algo tan valioso como el papel, y ciertamente
no lo tirarían a la basura. Kaoru fue a la cocina antes de sacar el trozo de papel y leer lo que
estaba escrito en él.

“Una madre y un niño en los barrios bajos, ella es honesta, lo da todo para criar a su
hija. Los nobles la lastimaron mucho, la atacaron.”

La nota fue escrita con un desordenado garabato por el único de los niños vagabundos que
realmente sabía escribir.

De repente, Kaoru tenía planes para la noche.

Después de terminar de limpiar luego de preparar la cena en el taller, cociné algunos


bocadillos nocturnos para más tarde y los dejé en el estante antes de ponerme ropa más
cómoda. Todos estaban tan concentrados en su trabajo que no se dieron cuenta de que me
escabullía silenciosamente hacia el exterior. Incluso si lo hubieran hecho, estaba segura que
me dejarían ir diciendo que simplemente era una niña disfrutando de la diversión nocturna.

Después de caminar un poco, vi a un niño que parecía un rufián callejero frente a mí.
Mantuve una buena distancia entre nosotros mientras los seguía. Finalmente, me encontré con
otros niños de aspecto andrajoso siguiéndome detrás. También se mantuvieron alejados de mí,
vigilando sus alrededores con cautela. Caminamos así mientras nos dirigíamos al distrito pobre
de la ciudad, llegando a una pequeña choza de una casa. El chico al que estaba siguiendo se
detuvo y me hizo una señal, luego se fue a esconder.

Entonces este es el lugar…

Bebí una poción para cambiar el color de mis ojos y cabello, luego me puse una máscara
para ocultar mi rostro antes de ponerme una capa y entrar a la choza.

“… ¿Quién es?”

Una niña que no podía tener más de cinco o seis años estaba en alerta máxima mientras
me preguntaba con cautela al irrumpir y entrar. El tono de su voz mostraba que estaba
preparada para proteger a su madre a cualquier precio, que estaba postrada en cama por las
heridas. Una persona acababa de irrumpir en su casa con una máscara y una capa… Sí, ni
siquiera yo podía pensar que alguien más pareciera más sospechoso que yo en este momento.

“Sólo soy una mensajera.” Le respondí a la niña con voz suave.

“… ¿Una mensajera? ¿De quién?” Preguntó la chica de vuelta, sin bajar la guardia.

“Celes.”

“¿Celes? ¿Quién es esa?”

“Oh, cierto. ¿Quizás llamarla ‘Celestine’ podría hacer que sea más fácil de entender?”

“¡Ah!”

No había blasfemo en este mundo que pusiera a su hijo el nombre de la Diosa, y tampoco
había nadie que hiciera el mal en su nombre. Ella no era sólo un concepto imaginario en este
mundo, sino que había hecho apariciones aquí hasta hace unas décadas. Ella era una diosa real
que había venido a salvar a la gente y le había transmitido revelaciones divinas.

“Quiero darle un medicamento a tu mamá. ¿Te parece bien?”

“¡Sí, por favor!”

La madre estaba tendida en el suelo, tan quieta que no podía decir si estaba durmiendo o
había perdido el conocimiento. Parecía tener veintidós o veintitrés años, pero apuesto a que un
nativo diría que tenía veintidós o veintitrés. Tenía aproximadamente la misma edad que yo
cuando morí en la Tierra, y fue justo cuando conseguí un trabajo después de graduarme de la
universidad. ¿Aquí estaba ella, trabajando tan duro para criar a su hija, y la golpearon hasta la
muerte sólo porque un aristócrata estaba teniendo un mal día?

¡Al demonio con eso! ¡Ni en broma, dejaré pasar eso!

“¡Los justos serán sanados por mis manos!”

Levanté mi brazo derecho en el aire y convoqué una poción en forma de botella exprimible
de mayonesa, llena de una poción roja. Hice que la niña levantara la mitad superior del cuerpo
de la madre mientras yo le mantenía la boca abierta con la mano izquierda, metía la punta de
la botella dentro y escurría suavemente su contenido. El líquido rojo le bajó por la garganta
mientras la niña tragaba saliva y me miraba mientras trabajaba.

Mil, dos mil, tres mil, cuatro mil…

Cinco mil, seis mil, siete mil, ocho mil…

“M… mmgh…”

“¡M-Mami!”

“¿Ko… sha…?”

“¡Mami!”

Justo cuando Kosha dejó de llorar, la madre se volvió para mirarme con una mirada
curiosa en su rostro.

“U-Um… ¿Quién podrías ser?”

“Oh, sólo soy una simple farmacéutica. Me iré ahora ya que hemos terminado aquí. En
cuanto a mi tarifa…”

“¿Qué…?” Kosha y su madre palidecieron.

Ya sabía que no tenían dinero, pero el efectivo no era el único método de pago que
aceptaba.

“¡Muy bien! ¡Entonces puedes pagarme dejándome tocar y aplastar las mejillas de Kosha
hasta que esté satisfecha!”

“¡¿Eh?!”

……
“Todo listo. Gracias por traerme hasta aquí.”

“Entonces todos seremos su escolta en el camino de regreso al taller.”

“Bien, cuento con ustedes.”

“…”

Aunque dijo eso, Emile no se movió ni un centímetro mientras miraba directamente a mi


cara.

“¿Pasa algo?”

“… ¿Puedo preguntarte algo?”

“¿Seguro, que pasa?”

“¿Por qué tu cara se ve tan suave?”

“… ¡Es un secreto!”

Todo había sucedido hace unas semanas. Kaoru estaba en el mercado haciendo algunas
compras cuando un rufián callejero chocó con ella. Observó cómo el chico se alejaba corriendo
sin detenerse antes de meter la mano en el bolsillo del pecho.

Sí, todo salió bien…

Debería ser evidente, pero acababa de ser asaltada por un carterista.

Aunque ella misma parecía una niña, Kaoru salía al mercado de la ciudad todos los días
para comprar alimentos. Cualquiera que la viera con los brazos llenos de comida, como los
que llevaba en el camino de regreso, podría adivinar que tenía una cantidad decente de dinero
en efectivo. Dado que era sólo una niña, no había necesidad de preocuparse por que la
atraparan y se la llevaran, incluso si alguien desperdiciara un intento de robarle. Ella era la
presa perfecta para los rufianes callejeros y los carteristas. Eran momentos como estos cuando
la caja de artículos era útil. Mantenía su bolso real guardado de manera segura allí mientras
tenía un bolso falso en el bolsillo del pecho. En cuanto a lo que había dentro, bueno…

Kaoru caminó tranquilamente en la dirección en la que el chico se había escapado. Ser


carterista significaba que el perpetrador sacaría el efectivo de la billetera una vez que
estuvieran a salvo, y luego se desharía de la billetera. Incluso si hubiera personas que
escribieran su nombre de antemano, nadie lo escribiría en su dinero; no quedaría ninguna
prueba del crimen. Por eso Kaoru había creado su billetera falsa con algo que actuaría casi
instantáneamente:

“¡AUUUGGGHHHHHH!”

¡Ahí está!

Kaoru siguió el grito, encontrándose cara a cara con un chico que agarraba su mano
derecha en agonía. Era el mismo rufián callejero que antes se había encontrado con ella. La
mano derecha del niño se había hinchado, adquiriendo un espantoso tono púrpura. Parecía que
el dolor era tan fuerte como parecía… que era lo que esperaba, ya que había preparado la
poción para hacer precisamente eso. Las lágrimas brotaron de los ojos del chico tan pronto
como vio a Kaoru, suplicándole que lo ayudara.

Ah bien…

Kaoru sacó una poción de su bolsillo y se la entregó al chico, diciéndole que la bebiera.
Le temblaban las manos mientras tomaba el medicamento, y el dolor y la hinchazón de su
mano derecha se curaron casi de inmediato. De hecho, lo había hecho para que los síntomas
de su trampa desaparecieran por sí solos después de unas pocas horas, por si acaso el culpable
lograba eludirla. No obstante, tendrían que sufrir el dolor hasta que eso sucediera. Incluso si
alguien le robaba, no era como si quisiera causarles un daño real. A lo sumo, Kaoru quería
traumatizarlos un poco con la experiencia.

“Robando a un dios, ¿eh…? No debe importarte mucho tu vida, muchacho.”

“¿Eh? ¿D-Dios…?”

“No te saldrás solo con esto cuando lance mi próximo castigo divino sobre ti.” Dijo Kaoru
con una sonrisa en su rostro.

“¡A-Ahhhhhh!”

El chico se tiró al suelo y se postró ante la chica mientras ella colocaba sus manos en sus
caderas triunfalmente. Era una escena muy extraña, la mirada diabólica en los ojos de Kaoru
lo hacía parecer aún más sospechosa. Si tan sólo pisara la cabeza del chico ahora, entonces...

… Espera, ¿por qué resultó así?

“Te preguntaría qué estás haciendo robando… pero creo que ya sé la respuesta.”
Tiene que ser para que él mismo pueda comer algo.

“En realidad, Belle no se ha sentido tan bien…”

Uh-oh, alguien está enfermo… ¡Eso cambia las cosas!

“Llévame allí.”

“¿H-Huh…?”

El chico no tuvo más remedio que obedecer, llevándome a una casa en ruinas en los
barrios bajos con paredes derruidas y un techo en ruinas. Viviendo dentro de esta casa
destartalada había una variedad de siete niños y niñas. Supuse que en realidad no serían
rufianes callejeros si tuvieran un lugar para vivir, ¿eh?

Cuando pregunté quién estaba enfermo aquí, todos levantaron la mano.

Entendido, así es como es.

“¡Todos, hagan fila!”

Todos los niños parecían especialmente confundidos cuando dije eso, así que hice que el
chico que trató de robarme antes los alineara para mí, ya que parecía ser el mayor del grupo.
Tener once o doce años puede considerarse joven aquí, pero como parecía tener quince o
dieciséis años como máximo, ¡no debería haber ningún problema en que lo ponga a trabajar!

“Está bien, todos vengan en orden para tomar una.”

Entregué una variedad de pociones para curar varias lesiones y enfermedades.

“Está bien, y aquí hay otra.”

A continuación, preparé una poción para restaurar sus músculos y órganos deteriorados,
e incluso mejoré su salud. Parecía que todos sufrían una variedad de aflicciones diferentes, y
pensé que podría ser un poco exagerado tratar de exprimir demasiados efectos en una poción,
por lo que los dividí en dos.

“¿Eh…?”

“¿No me duele la pierna?”

“¡Ahora me siento tan ligera!”

“Mi pecho ya no me duele…”


Los niños soltaron gritos de sorpresa uno tras otro.

Hmm… ¿Qué hacer, qué hacer…?

A este ritmo, simplemente terminarían de regreso donde comenzaron. Esta era sólo una
forma de evitar lo inevitable. ¿Pero alguna chica que trabaja como ama de llaves podría cuidar
de todos estos niños? ¿Debería haberlos ignorado, ya que no tenían nada que ver conmigo?
Pensé que no. En primer lugar, no habría venido aquí si fuera a hacer eso.

Ya lo había dicho yo misma, y cito: “Quería tener un poco más de libertad con la forma
en que vivía mi vida. Jugaría a lo seguro y haría un plan para mí, entonces probablemente no
sería una mala idea ser proactiva y conseguirme algo de autoprotección. Sería bueno si de
alguna manera pudiera ayudar a la gente con mis pociones.” ¡Ya era hora de hacer eso! ¡Kaoru
Nagase era el tipo de chica que evita el peligro y siempre elige el camino seguro en la vida!
(Aunque terminé muerta en un extraño accidente…).

Entonces, ¿eso significaba que iba a repetir el mismo estilo de vida aquí? ¿Iba a vivir la
vida protegiendo a mis amigos cercanos y familiares, incluso después de haber obtenido estos
poderes de la Diosa? ¿No debería no involucrarme con otras personas?

Eso sería demasiado aburrido.

La vieja Kaoru Nagase estaba muerta. Yo era una Kaoru nueva, que se le había dado un
nuevo comienzo en este mundo. No era la misma “Kaoru Nagase” de Japón, sino simplemente
“Kaoru”, una chica libre de vivir su vida de la manera que quisiera en este mundo… ¡e incluso
con el permiso de la Diosa que velaba por este mundo!

“¡Escuchen, niños!” Declaré, colocando ambas manos en mis caderas y sacando mi pecho.
“Soy Kaoru, una amiga de la Diosa Celestine. Ella me ha dado rienda suelta para hacer lo que
crea conveniente y disfrutar de la vida en este mundo como un ser humano normal.”

Hasta ahora, nada de lo que dije era una mentira, pero los niños realmente no parecían
entender de lo que estaba hablando.

“Básicamente, ella me dijo que podía hacer lo que quisiera.”

Asiente, asiente.

“Es por eso que quiero ofrecer algunas bendiciones a los que son puros de corazón, como
hice con todos ustedes.”
Los niños finalmente entendieron, con lágrimas en los ojos, que era un milagro que todas
sus dolencias hubieran sido curadas. A pesar de que sus congéneres los habían abandonado y
los habían tratado como nada más que basura, habían recibido la bendición de la Diosa.

“Sin embargo, tratar de encontrar a aquellos que merecen estas bendiciones sin ser
descubierta por aquellos que quieran aprovecharlas es una gran tarea, considerando que yo
misma he tomado la forma de un ser humano. Ahí es donde entran todos ustedes. ¿Qué tal si
se convierten en mis asistentes para ayudarme? Como recompensa, los mantendré saludables
mientras les proporciono todo tipo de comida.”

Los siete niños se arrojaron todos a mis pies, y así fue como gané siete nuevos miembros
de mi propia fuerza de defensa personal.

Después, Kaoru se había asegurado de decirles a los niños que mantuvieran esto en
secreto. Si aparecía alguien que deseaba usar los poderes de la Diosa por motivos menos que
saludables, entonces el castigo divino caería sobre el mundo y Kaoru tendría que regresar a
los cielos. Incluso si los niños intentaran venderla por dinero, una persona verdaderamente
malvada no pagaría simplemente por la información; matarían a los niños para que fueran los
únicos que lo supieran.

Aunque Kaoru los curaría y les daría a los niños suficiente comida para sobrevivir,
afirmaba que sólo proporcionarles todo no los convertiría en personas exitosas. Se aseguró de
hacerles saber que tendrían que trabajar para ganar algo más que eso para ellos. Los niños no
tenían motivos para dudar de sus palabras, especialmente después de haber experimentado sus
milagros con sus propios cuerpos. Se alejaron del crimen, buscando trabajo haciendo recados
u otros trabajos ocasionales para mejorar su calidad de vida. Además de eso, buscaron rumores
sobre almas de corazón puro que sufrían heridas o enfermedades, y sirvieron como
guardaespaldas personales de la diosa que había venido al mundo como humana.

Kaoru se había preparado una capa y una máscara para ocultar su verdadera identidad.
Aunque tenía la impresión de que se veía muy bien, era demasiado. Lo suficiente como para
hacer llorar a un niño si se la encontraran en medio de la noche.

Así era como Kaoru comenzó a hacer sus milagros en secreto. Usó la información que le
traían los niños para ayudar a quienes la necesitaban, una persona a la vez.

Poco a poco se fue extendiendo un rumor entre ciertas personas que vivían en la capital:
Aquellos que fueran justos y puros de corazón recibirían las bendiciones de la diosa.
Nunca puedes dejar que nadie cuyos corazones estén manchados por la codicia sepan de su
existencia, y no debes traicionar a la diosa. Los ojos de la diosa lo ven todo.

De vuelta en la sede de la organización secreta, “Los Ojos de la Diosa”—

En realidad, era sólo una casa destrozada, la misma en la que vivían los siete niños.

“¿Creen que podríamos dejar de usar ese nombre?”

“““¡Nunca!”””

Rechazaron, aunque se suponía que yo era la diosa aquí…

Hoy fui más perezosa… er, ejem, muy eficiente, preparando comidas para el taller, así
que pensé en estirar las piernas y dirigirme a los barrios marginales para preparar la cena para
los niños. Siempre estaban cocinando para ellos mismos usando una olla que definitivamente
había visto mejores días, y la comida que hacían era… No debería suavizarlo… no era buena.
Por eso pensé que era bueno hacer esto de vez en cuando.

Después de que terminó la cena, me dieron su informe. Ya les había dicho a los niños
cómo estaba disfrutando mi vida aquí, y ellos podían simplemente hablar conmigo
normalmente siempre que mantuvieran mi secreto. Básicamente, podían pensar en mí como
una buena chica que cocinaba para ellos de vez en cuando.

“Entonces la hija de ese comerciante está enferma. Pero deben ser bastante ricos, ¿cierto?”

“Hay algunas cosas que no se pueden arreglar con dinero. Además, es una muy buena
persona.” Insistió Emile, el líder del grupo heterogéneo de niños, el que había intentado
robarme. De todos modos, hizo un buen punto. “Este tipo siempre está aquí en el barrio pobre
ofreciendo comida para todos, pero siempre dice lo mismo: ‘No soy más que un hipócrita.
Sólo disfruto de la autosatisfacción que obtengo de este tipo de obras de caridad. ¡Podría
acostumbrarme a este sentimiento de superioridad!’.”

Uf… quiero decir, eh… Suena como una buena persona… ¿creo?

Estaba bien entrada de la noche cuando llamé a la puerta trasera de la casa de cierto
comerciante.

“… ¿Quién es?” Respondió una voz de mujer.


“¡Un ladrón, las manos arribas! No, en serio, es el farmacéutico.”

“… Ah... Por favor, entre.”

Sería imposible para una aficionada como yo intentar colarse en la casa de un comerciante
de renombre, así que me aseguré de que supieran que venía. Dicho esto, todo lo que hice fue
darle algo de cambio sobrante a algún niño al azar para entregarles una carta de antemano. No
había prácticamente nada más sospechoso que eso.

Pero los cariñosos padres de su hija enferma se aferraban a su fe en busca de soluciones,


y se suponía que yo vendría sola. Incluso si estaban en alerta máxima y tenían un guardia o
alguien aquí, supuse que al menos me dejarían entrar. Si supieran que su visitante era una niña,
pensé que los haría un poco menos en guardia… O podría haberlos hecho sospechar aún más.

Tenía un plan de respaldo en caso de que intentaran atraparme, por supuesto: ya había
hecho un lote extra fuerte de gas lacrimógeno, lo que causaría una gran confusión y el caos se
volvería mi aliado. Como no tenían forma de saber qué era, probablemente pensarían que un
demonio había aparecido repentinamente para causar estragos o algo así. Bebería algo para
neutralizar los efectos del gas, luego cambiaría mi ropa y el color de mis ojos y cabello una
vez que lograra escapar.

“Escuchamos que vendría. Por aquí, por favor.”

La anciana sirvienta que abrió la puerta actuó como mi guía, guiándome a través del jardín
trasero hasta la mansión antes de mostrarme el interior de una habitación. Ni siquiera se inmutó
al ver a una niña con una máscara esquemática. Ella era una profesional, sin duda alguna…
Supuse que debería haber esperado eso de alguien que trabajaba para una empresa de
renombre.

La hija en cuestión estaba acostada en la cama dentro de la habitación, sus padres y su


hermano sentados a su lado en sillas. No había guardias a la vista. Las personas que estaban
dentro se quedaron boquiabiertas cuando me vieron entrar en la habitación. Esperaban que el
mensajero de la Diosa viniera aquí, y en su lugar encontraron a una niña con una máscara
extraña. ¿Pero realmente podrías culparlos por estar un poco sorprendidos?

“Espera, ¿es quien creo que eres?” Solté de sorpresa cuando vi quién ya estaba sentado
en la habitación. La persona frente a mí era el mismo tipo que me trajo hasta la capital.

“¿Eh? ¿Es… Kaoru?”


Incluso después de haberme desviado de mi camino para usar una máscara y cambiar el
color de mis ojos y cabello, el comerciante descubrió quién era yo en un instante una vez que
escuchó mi voz.

““¿Qué estás haciendo aquí?”” Dijimos en sincronía.

“¿P-Por qué estás aquí, Kaoru?” Preguntó el comerciante, con los ojos bien abiertos.

“Bueno, ya sabes… Estaba pensando en curar la enfermedad de tu hija, eso es todo.”

“Espera ... ¿E-Eso significa que eres la mensajera de la Diosa?”

Este era un tipo que realmente entendía el valor de la información. Ya había oído rumores
sobre mí, aunque todavía no deberían haberse extendido tanto.

“Sí, algo como eso.”

El comerciante se quedó sin palabras, mientras que su esposa y su hijo sólo podían
quedarse mirando sin comprender.

Oh, como sea. Me quitaré la tonta máscara. Espera… ¿cómo es que la señora que me
mostró el interior se estremeció cuando vio mi cara? ¡Parecía que no podía importarle menos
cuando me vio de incógnita con mi máscara y mi capa! ¿Son mis ojos? ¡¿La mirada que
siempre tengo en mis ojos es realmente tan mala?! Bueno, ya estoy acostumbrada a ello, así
que no me molesta tanto… Sí…

“Haz que beba esto.”

El comerciante tomó la botellita que le ofrecí con manos temblorosas. Teniendo todo el
cuidado del mundo para no derramar nada, colocó la botella en los labios de su hija y la hizo
beber lo que había dentro. La expresión de dolor en su rostro se suavizó con cada segundo que
pasaba, y el color volvió a sus mejillas. Su respiración se calmó y pronto se estabilizó a un
ritmo estable.

““““Ohhh…””””

El comerciante, su esposa, su hijo y su sirvienta dejaron escapar voces de admiración.


Todos aquí podían ver que la hija se había recuperado por completo.

“Pero, ¿por qué la Diosa nos daría su bendición?” Me preguntó el comerciante, con la voz
temblorosa.
“Bueno, realmente me ayudaste en ese entonces. Eso, y sé todo sobre cómo alimenta a la
gente en las zonas más pobres de la ciudad.”

Hasta ahora, había estado dando bendiciones a su manera a los oprimidos y los
desafortunados, pero incluso los ricos y los que estaban en el poder necesitaban ayuda a veces.
Algunos de ellos también eran buenas personas.

Desconfiaba de los que tenían poder, ya que solo podía imaginarlos tratando de usarme
por sus motivos menos que saludables. Aun así, necesitaría hacerme algunos amigos en las
altas esferas si quería tener a alguien que me respaldara aquí. Pensando en ello, podría ser hora
de buscar a alguien así…

“Ah… ¡Ahhhhhh!” El comerciante, Johann Abili, se había echado a llorar.

Todo lo que había hecho hasta ahora había vuelto a él como un método de salvar a su hija.
A pesar de que había veces que él había hablado en contra de la Diosa, ella de todos modos lo
había entendido. Su fe y convicción habían salvado a su hija.
“Gracias por todo, querido ángel…”

“Oh, no, por favor. Puedes llamarme Kaoru, como lo hacías antes.”

“Pero… Ah, ya veo… Sí, supongo que sería lo mejor.”

Y así es como son los comerciantes inteligentes. Se dio cuenta rápido.

“Entonces, ¿qué haremos con la ofrenda?”

Era cierto, estaba aceptando ofrendas de todos los que había sanado hasta ahora. Aun así,
no era como si quisiera tomar dinero de personas que no tenían mucho para empezar; sólo su
gratitud. Podría ser cualquier cosa, desde un solo rábano que tenían en su cocina, hasta un
amuleto de madera de la buena suerte que había hecho su hijo. Una madre y su hijo realmente
no tenían nada a su nombre, así que terminé acariciando y frotando a la niña en cuestión como
pago, llamándolo “curación para el alma”. Terminaría dejándolo en unas treinta monedas de
plata al final de ese viaje en particular. Esta era también una forma de preparación de mi parte
por si alguna vez terminaba haciéndolo por un noble o alguna otra persona rica. Había estado
haciendo esto gratis todo este tiempo, y sería bastante tonto de mi parte pedir de repente un
montón de dinero en efectivo por mis servicios. Por eso decidí que la gente me diera todo lo
que estuviera dentro de sus posibilidades.

“Hmm, ¿qué deberíamos hacer…? Oh, ¡ya sé!”

En realidad, este podía haber sido un buen momento. Había algo que podía conseguirme
que pensé que necesitaría pronto y encajaba con la cantidad que pensé.

“¿Crees que podrías conseguir algo de ropa nueva? Más específicamente, me gustaría un
atuendo que pudiera usar para encajar con otros nobles.”

Mis pertenencias antiguas que le había quitado a la hija del barón estaban empezando a
empeorar un poco por el desgaste, diría yo.

“¡Ja, ja! ¡Dedicaré los esfuerzos de toda la Compañía de Comercio Johann Abili a ello!”

“No, no, ¡no tienes que ir tan lejos!”

Terminé con mis medidas tomadas por la sirvienta después de ser trasladada a otra
habitación.

“¡Cuento contigo, Ameri!”


“¡Sí, señor! ¡Incluso si me cuesta la vida!”

Vamos, chicos, acabo de decir que no tienen que ir tan lejos…

Después, el comerciante volvió a la forma en que me habló cuando me dio un paseo en su


carreta, gracias a la Diosa. Supongo que debería recordar su nombre, eh. Veamos... Johann,
creo que era.
Capítulo 7: Un Ángel

Habían pasado dos semanas desde que visité a Johann. Achille había estado actuando raro
desde esta mañana, mirándome antes de apartar la mirada rápidamente y respirar profundos
suspiros.

Espera… ¿Finalmente se ha enamorado de mis encantos femeninos?

¡Y no, no era sólo que yo estuviera pensando demasiado! De hecho, ¿cómo no podía
pensar eso? Tendrías que estar ciego para no darte cuenta de lo sospechoso que estaba
actuando.

Todos en el taller seguían elogiando mi cocina, y entendía por qué vivían los estilos de
vida desordenados que tenían. Estaba interesada en lo que estaban investigando, así que a
menudo echaba un vistazo sobre sus hombros mientras trabajaban y, a veces, incluso les hacía
preguntas. No traté de regañarlos o ser dura con ellos como probablemente lo harían otras
chicas. Probablemente era la esposa ideal para investigadores en bancarrota como ellos…
siempre que pudieran superar el hecho de que era plana como una tabla y la mirada en mis
ojos podía hacer llorar a los niños por dentro. Incluso si pensaban que parecía tener alrededor
de doce años, sólo tomaría alrededor de tres años más hasta que llegara a ser una mujer. No
esperaba que fuera un centímetro más alta de lo que era ahora, pero al menos contaba con mi
pecho para llenarse un poquito más. Hasta entonces, seguiría ayudando con lo que necesitaran
como prometida. Dicho esto, mi cuerpo físico tenía quince años. Pensaba que sería demasiado
pronto para empezar a buscar cónyuge. Quería viajar por este mundo y disfrutar viendo lo que
tenía para ofrecer. El matrimonio podría venir después de eso.

Aunque Achille era un aristócrata, casi no había posibilidad de que heredara ningún tipo
de título. La gente como él normalmente aspiraba a ser un caballero o un diplomático o algo
así, pero no Achille. Realmente había pensado que era un buen tipo, pero no sabía si era
material de marido. Cuando pensaba en pasar el resto de mi vida con él, fue como… Bueno,
no sonó mal hacer nuestro propio nicho feliz en el mundo, montar nuestro propio pequeño
taller y tener un montón de hijos, pero todavía había tanto que quería hacer…

“Oye, Kaoru… ¿Tienes un segundo?”

“¡S-Sí!”
¡Está sucediendo!

“En realidad, hay algo que quería preguntarte…”

“¿Sí…?”

Achille hizo una pausa, pensando en sus siguientes palabras.

“Kaoru ... ¿Podrías, um… serías mi prometida?”

¡¡¡Lo sabía!!!

Detrás de nosotros, Alban y Brian dejaron caer las herramientas que sostenían.

Esperen, ¿ustedes también? ¿Finalmente estoy en ese punto de mi vida en el que soy
popular entre todos los chicos?

“¡S-Sólo por un día!”

¡Oh, por supuesto!

Entonces, pedí una explicación y una disculpa.

Por supuesto, iba a pedirle que se disculpara por darme esperanzas y luego aplastarlas
todas de un golpe. ¡Sin embargo, no era como si estuviera esperando que sucediera algo!
¡Estaba planeando rechazarlo! ¡Estaba un poco decepcionada, eso fue todo!

Según lo que dijo Achille, en diez días iba a haber una fiesta de cumpleaños para Cedric,
que era el hermano mayor y también el sucesor del apellido. Ahora bien, esto no era solo una
fiesta, sino una oportunidad para que Cedric también encontrara una posible cónyuge. Al
parecer, él mismo tuvo una prometida desde que era un niño, pero ella falleció debido a una
enfermedad hace dos años. Finalmente había logrado superar esa tristeza y estaba listo para
comenzar a buscar de nuevo. Gracias al repentino boom de chicas que intentaban casarse con
aristócratas de clase baja que estaba arrasando en el país vecino, se suponía que esta fiesta
estaba llena de hijas de aristócratas, comerciantes adinerados e incluso la tercera y cuarta hijas
de las familias de condes y marqueses.

¿Por qué es eso siquiera una tendencia?

De todos modos, el padre de Achille estaba pensando que este podría ser el golpe de suerte
de Achille para encontrar una tercera hija de algún barón con quien comprometerse, o tal vez
incluso la hija de un comerciante, razón por la cual su padre estaba siendo bastante estricto al
asegurarse de que él asistiera a la fiesta. El segundo hijo mayor ya había encontrado una
prometida.

Achille no se vería tan mal si se lavara y usara ropa más elegante, y eso sin mencionar las
enormes implicaciones que tendría para la hija de cualquier comerciante que provenga de un
origen más común y que pueda casarse con la aristocracia a través de él. Hasta ahora sus padres
le habían dejado hacer lo que quería, pero parecía que estaban empezando a preocuparse, de
ahí el hecho de que no podía ir en su contra y negarse a asistir a la fiesta.

Achille todavía se estaba divirtiendo mucho con su investigación, según el propio hombre,
y ni siquiera estaba pensando en casarse todavía. Sabía que no podría continuar con su
investigación actual si de repente se casaba con alguien, que era donde yo aparentemente
entraba.

“¡Sólo tienes que fingir ser mi prometida en la fiesta, por favor! ¡De esa manera puedo
superar esto de alguna manera!”

¿Me estás tomando el pelo?

“Aun así, sólo soy una plebeya.”

“Y no soy muy diferente, siendo el tercer hijo de un aristócrata de clase baja. ¡Mis padres
no tendrían nada de qué quejarse si te trajera, Kaoru!”

“Psssh…”

“¡Por favor, te lo ruego! No me quejaré, ¡incluso si todo esto sale terriblemente mal!
¡Piensa en ello como ayudar a un chico!”

Siguió rogando y finalmente cedí. Sin embargo, rechacé su oferta de conseguirme un


vestido y le dije que tenía una idea de dónde podía encontrar uno. Achille parecía un poco
dudoso, pero se convenció después de que le juré por la diosa misma que no lo dejaría
plantado.

También me aseguré de agregar una condición propia: quería que me tratara como una
chica con la que estaba tratando de ser más cercano, en lugar de como su prometida real. Si se
corriera la voz de que estaba comprometida con alguien, podría afectarme en el futuro cuando
comenzara seriamente a buscar enganchar a alguien para que se casara conmigo. No quería
que me conocieran como la chica que rompió un compromiso por algo como esto. Eso era
muy importante para mí, ¡así que no había forma de que me retractara de eso!
Achille pareció un poco desanimado cuando dije eso, pero dijo que entendía. Todo lo que
le quedaba ahora era que su familia preparara mi invitación. Esta podía haber sido la
oportunidad que estaba esperando.

¡Muy bien, iré y haré mi jugada!

Le pedí a Achille que me diera un resumen de casi todo lo que pudiera pensar: la fiesta a
la que íbamos, la casa de Lyodart (que era la familia a la que pertenecía), su hermano Cedric,
sus sirvientes, cualquier encuentro que hubiera tenido con el vizconde; todo el asunto. Después
de todo, el primer ingrediente de cualquier buena estrategia era la información.

“Hola. ¿Está Johann?”

El empleado quedó completamente desconcertado cuando Kaoru preguntó por el nombre


del propietario de la empresa.

“¿Cree que podrías decirle que Kaoru está aquí para verlo?”

Por alguna razón, el trabajador sintió que no debían ir en contra de las palabras de la joven
y fue a la parte de atrás a buscar al dueño. Si él decía que la rechazara, entonces simplemente
la rechazarían y eso sería todo. Aun así, algo en su interior decía que no deberían tomar esa
decisión ellos mismos… y un comerciante siempre debería respetar sus intuiciones.

“¡Me alegro de tenerte aquí, Kaoru! Pasa, pasa. ¿Te apetece un té y bocadillos?”

Bien, todavía habla normalmente conmigo. Uf.

El trabajador que me acompañó parecía bastante aliviado por algo. Si tuviera que adivinar,
era casi como si se alegraran de que su intuición fuera acertada.

“Tengo tu vestido, zapatos y todo lo demás que necesitarás listo para ti. ¿Es casi el
momento de darles un buen uso?”

¡Buena esa, Johann! ¡Tienes una buena intuición!

“Asistiré a la fiesta de un vizconde dentro de nueve días, así que esperaba que me dejaras
cambiarme de ropa antes de irme. También me gustaría pedir un carruaje, si eso estuviera
bien.”

“¡Sólo déjamelo a mí! Esto suena a que será divertido, así que creo que también iré…
pero en un carruaje diferente, por supuesto. Me aseguraré de fingir que no te conozco.”
¿De verdad?

“¿Pero y que hay con una invitación?”

“¿Exactamente con quién crees que estás hablando? Soy el dueño de una gran corporación
comercial que también tiene una hija en la edad perfecta para buscar pretendientes. Es sólo
cuestión de tiempo antes de que nos envíen una, e incluso si no toman la iniciativa, todo lo
que tengo que hacer es decir que deseamos asistir y enviarán a uno de sus mayordomos
corriendo para entregarnos una. Después de todo, mi hija fue completamente sanada por el
ángel que envió la Diosa. Esta podría ser una buena oportunidad para volver a relacionarse
con la alta sociedad. Si estamos hablando de una fiesta en nueve días, debe ser esa fiesta de
cumpleaños en la casa de Lyodart, ¿verdad?”

Vaya, él ya lo sabía de eso… Y así es que debe ser el dueño de una gran empresa.

“Oh.” Intervino Kaoru. “Prepararé mis propios accesorios, por cierto, así que no hay
necesidad de preocuparse por eso.”

“¿Eh?”

Achille von Lyodart, el tercer hijo mayor de la familia Lyodart, parecía inquieto mientras
escudriñaba nerviosamente el lugar de la fiesta.

¿Ella está aquí? No, todavía no la veo…

No era como si dudara de ella, pero estaba incómodo acerca de si algún tipo de problema
imprevisto o accidente podría impedir que ella viniera.

Cedric, el invitado de honor de la fiesta de hoy, ya estaba presente, junto con el resto de
la familia Lyodart. Parecía que la mayoría de los invitados también habían llegado. Esto no
era como las fiestas en Japón, donde el anfitrión daría un discurso desde el principio. Los
carruajes y las carretas eran el método de transporte de facto aquí, y también eran la razón por
la que los invitados llegaban tarde a estas veladas. Es por eso que la mayoría de la gente
charlaba y se mezclaba durante un cierto tiempo antes de que los anfitriones comenzaran a
hablar y todo eso, razón por la cual se podría decir que la fiesta ya había comenzado.

Justo cuando los nervios de Achille estaban a punto de llegar a un punto de ruptura, una
pequeña chica apareció en la fiesta.
El Vizconde Lyodart se dio cuenta de repente de que las conversaciones que había estado
escuchando a su alrededor se habían extinguido y la fiesta se había quedado completamente
en silencio.

¿Pasó algo…?

No sólo era una fiesta para su hijo mayor, sino una oportunidad para que él encontrara
una pareja adecuada para él. No podía dejar que alguien entrara y arruinara nuestros planes.

El vizconde volvió la mirada hacia donde estaban concentrados todos los estupefactos
invitados, encontrando que la fuente de la conmoción era una chica de doce años. Tenía el
cabello negro brillante que le llegaba hasta los hombros y un rostro bastante agradable a la
vista. La mirada en sus propios ojos era un poco aguda, pero eso mostraba cuán fuerte era su
voluntad como aristócrata. ¡Y ese atuendo! Las palabras no podían describir la belleza de ese
vestido blanco puro que adornaba su figura. Era suficiente para que cualquiera pensara que era
miembro de la realeza… y eso sin mencionar las joyas de su collar y adornos para el cabello.
¡¿Cuánto podría valer algo así?!

No, no era una simple cuestión de precio. Sólo había algunas cosas en este mundo que
uno no podía comprar, sin importar cuánto dinero lograran ahorrar, y parecía que podían
describir perfectamente los diversos accesorios que usaba.

Aún era una niña, no del todo mayor de edad, pero eso sólo significaba que era cuestión
de esperar unos años. Tenía el tipo de figura hermosa y elegante que haría a cualquiera más
que feliz de verla madurar lo más cerca posible. Sus ojos parecían revelar cuán inteligente y
sádica… er, tenaz era, y quién sabía cuántos cientos de monedas de oro costaban sus joyas…

¿A qué familia pertenece? ¿O es una princesa de algún país que asiste encubierta? Esos
ojos definitivamente la hacen parecer como si soltara una risa aguda y burlona que alguien
de esa estatura soltaría…

El grupo permaneció en silencio. Todos veían como la niña caminaba directamente hacia
donde estaban sentados el Vizconde Lyodart y Cedric… Luego giró a la derecha y se dirigió
al rincón de comida.

La cabeza del vizconde cayó en pura conmoción. Ella acababa de pasar por encima de
todos ellos. El corazón de todos se detuvo de repente cuando la vieron comenzar felizmente
(y al azar) amontonando comida en su plato.
¡¡¡Su vestido se va a ensuciar!!!

Varias sirvientas prácticamente volaron hacia ella, le quitaron el plato a la niña y le


preguntaron qué quería para que pudieran conseguirlo. Mientras ahora llevaba otro plato lleno,
la chica parecía estar en el cielo mientras buscaba más comida.

El sonido finalmente regresó a la fiesta que alguna vez fue tranquila, y un enjambre de
chicos se había formado a su alrededor, listos para intentar hablar con la chica. Sin embargo,
era una educación básica no hablar con alguien que sostenía un plato de comida, y ninguno de
ellos podía acercarse, ya que ella no mostraba signos de detener su buffet personal de todo lo
que pudiese comer.
Y wow, la chica siguió comiendo. El grupo de hombres estaba inquieto y nervioso, cada
uno listo para luchar por la oportunidad de hablar con ella primero.

La chica miró hacia los hombres y finalmente dejó su plato sobre la mesa.

¡¡¡Ahora es nuestra oportunidad!!!

Justo cuando los chicos se apresuraron a tener la oportunidad de ser el primero en hablar
con ella…

“¡Gracias por invitarme, Achille!” Anunció la chica con una sonrisa, mirando
directamente al tercer hijo mayor de la familia Lyodart.

“¿K-Kaoru…?” Achille apenas logró responder, con la boca abierta.

¿Qué está pasando aquí? ¿Esa chica conoce a Achille de alguna manera? Pero, aunque
tengo curiosidad, no puedo simplemente intervenir en la conversación… Tengo que cumplir
con mi deber como anfitrión de la fiesta.

El Vizconde Lyodart reprimió el impulso de correr hacia su hijo y comenzar a interrogar


al chico para conocer todos los detalles.

Cedric también se moría por saber qué estaba pasando, pero estaba atrapado en la misma
posición que su padre y no podía dejar su asiento en la mesa del anfitrión. Tenía que quedarse
allí para que ambos pudieran saludar a las diversas familias y posibles esposas que vinieron a
verlos.

¿¿¿¿Quién es esa chica y cómo conoce a Achille??? Los dos pensaron.

“¿Sería tan amable de presentarnos a esta jovencita, Sir Achille?” Preguntó el grupo de
hombres que rodeaban a Achille, instándolo a seguir.

Sería muy fácil acercarse a ella si estuviera sola, pero si la familia, amigos o conocidos
de la chica también estaban presentes, era una regla tácita que la presentaran a los hombres.

“C-Cierto… Esta es Kaoru.”

No había nada más que pudiera decir además de eso. No podía decir su apellido porque
era una plebeya, y no había forma de que él pudiera decirles que ella era la ama de llaves de
su taller. Si intentaba presentarla así cuando llevaba un vestido y tales joyas, era probable que
le dijeran que dejara de joder.
Achille no sabía qué hacer… y fue entonces cuando Kaoru acudió en su ayuda.

“Mi nombre es Kaoru, y en cuanto a mi apellido… Mantengamos eso en secreto por ahora,
por favor.”

Sus sospechas de que Kaoru estuviera aquí de incógnita fueron confirmadas por el hecho
de que estaba ocultando su apellido. A juzgar por la forma en que Achille estaba actuando,
llegaron a la conclusión de que, en el mejor de los casos, los dos no eran más que conocidos,
y la lucha por ser el primero en hablar con ella se reanudó una vez más. Se aseguraron de no
preguntar de dónde venía, y nadie aquí fue lo suficientemente grosero como para preguntar
cuántos años tenía una dama, por supuesto.

“¿Tiene una pareja con la que estás comprometida, Kaoru?”

“No, aún no. Es una tradición en nuestra familia que encontremos a un caballero nosotras
mismas, ¿saben?”

La emoción del grupo estaba llegando a un punto álgido cuando vieron a Kaoru sonreírles
gentilmente. Sus edades oscilaban entre los primeros y los últimos años de la adolescencia,
algunos un poco mayores que eso y otros incluso mayores. Definitivamente había una amplia
variedad de hombres a su alrededor.

“¿Cómo es que conoce a Achille?”

“Es uno de los primeros amigos que hice después de venir a este país y estoy en deuda
con él por lo que ha hecho por mí. Incluso se come mi comida y me dice que está deliciosa.”

Ella no estaba mintiendo.

Aunque la congregación no pensaba que hubiera algo especial entre Achille y la chica,
todos estaban en alerta máxima ahora que habían escuchado que ella le preparaba comidas
caseras. Incluso era lo suficientemente casual como para dirigirse a él sin usar ningún título…

“¿Sabe cocinar?”

“Sé cocinar. También diría que soy bastante buena en eso. Cuando escuché que servirían
un banquete en esta fiesta, le pedí a Achille que me dejara asistir para poder compararlo con
los platos de mi propio país.”

Así que eso explica por qué estaba comiendo así… Pensó el rebaño a su alrededor. En
realidad, Kaoru sólo quería degustar después de ver todo lo que había aquí. Después de todo,
ella siempre se había criado con la idea de sacar el máximo provecho de los buffets de comida
(aunque no le había costado ni una sola moneda entrar a la fiesta).

“¡B-Bueno, entonces también debería venir a una fiesta en nuestra propiedad! ¡Podría
probar una gran variedad de nuestros mejores platos!”

“Bueno, nuestro cocinero jefe solía trabajar en el palacio real, y bueno…”

“Pero en nuestra familia…”

Lo que siguió fue un flujo casi interminable de invitaciones para que Kaoru probara la
cocina de sus familias y fuera a sus fiestas.

Achille no pudo decirle una palabra. Estaba conmocionado después de presenciar este
nuevo lado de Kaoru, una chica que no parecía una plebeya en lo más mínimo.

“Señoras y señores, ¡gracias por venir hoy!”

La voz del Vizconde Lyodart resonó en todo el lugar de la fiesta, indicando que era hora
de comenzar las presentaciones formales. El grupo que rodeaba a Kaoru no podía simplemente
ignorar esto, por lo que se dispersaron y se dirigieron hacia el frente.

Después de agradecer a los invitados por tomarse un tiempo fuera de sus horarios para
asistir a la fiesta, el vizconde mencionó algunos de los acontecimientos recientes en el reino
antes de finalmente presentar al foco principal de la ocasión, Cedric. También se aseguró de
hablar sobre su segundo y tercer hijo, además de mencionar que Cedric y Achille
específicamente todavía no tenían sus propias prometidas. Cuando lo hizo, lanzó una mirada
rápida hacia Achille y la chica de cabello negro azabache que estaba junto a su hijo.

Después de que terminaron las presentaciones y los discursos, las conversaciones de antes
se retomaron, y el mismo grupo de chicos de antes se dirigían hacia Kaoru. Esta vez, sin
embargo, se estaba formando una ola completamente nueva de personas.

“Oye, Achille, ¿qué están haciendo todos?”

Una avalancha de chicas se dirigía hacia el vizconde y Cedric, cada una con algo en la
mano.

“O-Oh, claro, ellas. Esas chicas se dirigen a ver a mi hermano y darle regalos. Es una
especie de forma de decirle ‘recuerda mi nombre, por favor’ al hacer eso.” Respondió Achille,
finalmente capaz de hablar con Kaoru. “Cualquiera que ya esté casado, que vaya a casarse o
tenga una relación con alguien no lo hará.”

“¿Eh? No me hablaste de eso.”

“Eso es porque no tiene nada que ver contigo, ¿verdad?”

Kaoru se hundió profundamente en sus pensamientos después de escuchar eso.

Hmm… Muy bien, cambio de planes: ¡voy para allá!

“¡Entonces iré a saludar!”

“¿Eh? Espera ¿Qué? ¿Qué estás…? Espera, ¡no puedes! ¡No te vayas!”

El color desapareció rápidamente del rostro de Achille mientras intentaba


desesperadamente retenerme, pero deslicé ágilmente mi brazo de su agarre y me dirigí hacia
la mesa del anfitrión. Mientras lo hacía, examiné la habitación, comprobando cuál de los
sirvientes aquí coincidía con la descripción de la persona de la que Achille me estaba hablando
antes.

Para cuando llegué al frente de la sala, la fila de chicas se había extendido bastante. Parecía
que todo el mundo estaba loco por el hijo mayor… Me pregunto el porqué.

“Oh, ¿también vas a reunirte con Sir Cedric?”

Después de que ocupé mi lugar al final de la fila, la chica que estaba frente a mí habló. Se
había hecho coletas rubias doradas para que parecieran dos taladros en espiral que se curvaban
hacia el suelo, y realmente emitía esa vibra de “chica rica aristócrata”.

“Parece que no tienes nada que regalarle, ¿no es así? ¿Estás pensando en saludarlo con
las manos vacías?”

Era difícil saber si me estaba haciendo sombra porque yo había sido el centro de atención
de todos esos chicos, o porque había tropezado con un campo de batalla donde todas las chicas
aquí estaban compitiendo por la atención de Cedric.

“Oh, está bien. No hay necesidad de preocuparse por mí.” Dije con una respuesta casual.

“¿Ah, entonces es así? Por cierto, he escuchado que las chicas que han dejado caer y roto
sus regalos hacen cosas como besar la mano de la persona con la que se encuentran o darles
permiso para llamarlas por un apodo en lugar de regalos.” Dijo la chica aristócrata antes de
darse la vuelta con un “hmph”.

Eso era probablemente ella dándome un consejo, ya que parecía que no tenía nada que
darle a Cedric.

W-Wow… En realidad, es una chica muy agradable.

Cada chica en la fila le daría a Cedric su regalo y charlaría un poco con él antes de cambiar
a la siguiente. La cantidad de ellas se fue reduciendo gradualmente, y finalmente llegó el turno
de Kaoru, que estaba esperando al final de la fila.

“Espera, eres…”

Cedric no pudo ocultar su sorpresa al ver a la chica de cabello azabache de antes,


especialmente porque no esperaba que ella fuera a verlo.

“¿Entonces no eres la novia de mi hermano menor?”

“Soy amiga de Achille. Es una persona muy agradable.”

“Una persona agradable, eh. Jaja…”

Cedric soltó una risa débil, sintiendo un poco de pena por su hermano pequeño, mientras
que el Vizconde Lyodart soltó una risa tensa a su lado.

“Muchas gracias por invitarme hoy. Quería aprovechar la oportunidad de conocer al padre
y al hermano mayor de Achille, así que también terminé en la fila.”

“Hablando de mi hermano menor.” Dijo Cedric, mirando a un Achille muy pálido.


“Parece que está a punto de derrumbarse en cualquier momento…”

“De todos modos, no quería hacer cola sin tener nada que dar, así que, sin más
preámbulos…”

Aunque dijo eso, no parecía que la chica tuviera nada encima, y no era como si fuera a
darle ninguna de las joyas cargadas en los accesorios que usaba.

“¿Cree que podrías llamar a Calvin aquí?”

“¿Qué…?”
Cedric se quedó sin habla después de escuchar las últimas palabras que esperaba que
salieran de la boca de la chica.

Calvin era uno de los guardias asignados a proteger a Cedric, pero también su compañero
de entrenamiento para entrenar en el manejo de la espada. Cedric veía a Calvin como un
hermano mayor y un amigo.

Un día, Cedric se las había arreglado para liberarse del vasallo encargado de cuidarlo y se
fue a cazar imprudentemente por su cuenta. Finalmente fue atacado por un oso gris, y Calvin
intervino para protegerlo, sufriendo graves heridas en el proceso.

Calvin perdió la capacidad de usar su pierna izquierda debido al incidente, lo que


significaba que no sólo ya no podía cumplir su función de proteger a Cedric, sino que tampoco
podía trabajar como soldado o cazador. De hecho, no había ningún trabajo para un hombre
con una pierna coja que sólo tenía talento para empuñar una espada. Pero incluso si hubiera
perdido su capacidad para trabajar como espadachín, no había forma de que Cedric pudiera
ahuyentarlo cuando fueron sus propias acciones tontas las que hicieron que Calvin perdiera su
futuro. El vizconde tampoco tenía intención de abandonar al hombre que se lastimó
protegiendo al hijo de un noble.

Debido a que Calvin ya no podía usar libremente su pierna, lo mantenían como sirviente.
Había considerado jubilarse por su cuenta si no podía ser útil para la familia que lo empleaba.
Aun así, comenzó a pensar en formas en las que podría ser útil si se quedaba como sirviente,
como mezclarse con los otros trabajadores para defenderse de ladrones e intrusos en caso de
allanamiento de morada, o convertirse en un escudo para proteger a aquellos a quienes servía,
todo se reduce a eso. Así fue como tomó la determinación de trabajar como sirviente.

Para Cedric, en cambio, era un recordatorio constante de su culpa y autodesprecio por lo


que había sucedido. Y ahora, esta chica le estaba diciendo que llamara a Calvin y mostrara a
todos lo tonto que había sido.

“Entonces…” Cedric hizo una mueca. “Quieres que llame a Calvin…”

“Sí, por favor hazlo.”

Era imposible saber si la chica sabía sobre el sufrimiento por el que había pasado Cedric.
Ella simplemente lo miró fijamente, sin romper el contacto visual.

Silencio…
Nadie pudo hacer un sonido en el silencio absoluto de la habitación. Incluso el Vizconde
Lyodart no pudo evitar contener la lengua.

“¡Calvin, ven aquí!” Ordenó Cedric, finalmente rompiendo el silencio.

Un sirviente se acercó lentamente a Cedric, arrastrando su pierna izquierda mientras lo


hacía.

“¡Damas y caballeros!” Kaoru gritó, dirigiéndose a los asistentes a la fiesta. “Aquí está
Calvin, un hombre que se interpuso entre Cedric y un oso gris para proteger a su maestro.”

Murmullos de admiración llenaron la habitación. No había ningún noble que no hubiera


escuchado la historia de cómo el príncipe Roland usó su cuerpo como escudo para salvar a su
hermano pequeño, el ahora rey actual. Escuchar a alguien que hizo esencialmente lo mismo
merecía su respeto y elogio.

“Pero debido a sus heridas, ya no puede pelear.”

El rostro de Cedric se contrajo de angustia ante sus palabras, pero Calvin no pareció
prestarle atención.

Luego Kaoru tomó una copa de vino que no estaba siendo usada de la mesa.

“Aquí, ante ustedes, se encuentra un hombre que fue lo suficientemente fiel como para
sacrificar su propio cuerpo para proteger al hijo del hombre al que sirve, y el vizconde lo ha
mantenido en servicio para mostrar gratitud por esa lealtad. Cualquiera que crea que es lo
suficientemente digno de recibir la bendición de la Diosa, ¡por favor levante la mano derecha!

Todos los presentes lo hicieron; no había una sola persona aquí lo suficientemente densa
como para no hacerlo. Quién sabía lo que diría la gente si no lo hicieran.

“A continuación, extiendan la mano y dirijan las palmas de las manos hacia este vaso.”
Kaoru empujó la copa de vino que sostenía en su mano derecha en el aire. “¡Todos, oren por
la bendición de la Diosa!”

Todos los invitados volvieron la palma de la mano hacia el cristal, de acuerdo con el
estado de ánimo de la habitación. En el momento en que lo hicieron, una niebla roja comenzó
a formarse unos centímetros por encima del vaso que Kaoru aún sostenía. Mientras los
asistentes a la fiesta miraban con asombro, la niebla se fue juntando gradualmente para formar
gotitas rojas de líquido, que eventualmente se convirtieron en una esfera que cayó en la copa
de vino con un suave sonido de salpicaduras.

“Ten, Calvin.” Proclamó Kaoru, su voz sonando fuerte y clara en toda la habitación. Los
otros invitados no podían emitir ningún sonido, su capacidad para hablar se venció por la
conmoción y el asombro que se apoderó de ellos.

Ella le tendió el vaso, pero Calvin estaba congelado en su lugar.

“Ah… Ahh…”

Kaoru se acercó a él, tomó su mano y le pidió que tomara el vaso. “Bebe esto, por favor.”

Con manos temblorosas, se llevó el vaso a los labios y bebió el líquido rojo que contenía.
Y entonces…

“Se... se mueve... S-Se dobla como antes...”

Al principio, solo trató de moverla con cautela, poniendo lentamente más y más fuerza en
sus movimientos mientras seguía probando su pierna. Eventualmente, incluso comenzó a
saltar sobre ella.

Después de intentar mover su pierna a su antojo, se volvió hacia Cedric. “Jaja… ¡Puedo
moverla! Ahora puedo acompañarle a la montaña o al campo, y podemos volver a entrenar en
el manejo de la espada… ¡Yo… puedo protegerle, de nuevo!”

El resto de sus palabras fueron superadas por sollozos mientras rompía a llorar. Cedric
corrió hacia él y lo abrazó, las lágrimas corrían por sus mejillas.

“¡Calvin! ¡Oh, Calvin!”

Las lágrimas brotaron de los ojos de los que miraban, tocados por la escena. Se podían
escuchar voces teñidas de emoción en toda la habitación, estimuladas después de ver el
poderoso vínculo entre amo y sirviente. Alabaron a la benevolente Diosa de este mundo por
el milagro que presenciaron hoy, ofreciéndole oraciones.

Volvieron los ojos hacia la chica de cabello negro azabache que actuó como la mensajera
que había provocado el primer milagro de la Diosa en décadas… pero la chica no estaba por
ningún lado.
Johann Abili estaba en un rincón de la sala en la fiesta, copa de vino en mano y disfrutando
de las emociones que se desbordaban por toda la sala.

Bueno, ¿eso no fue…?

Ya había visto los efectos de la medicina de la chica, pero aún estaba sorprendido por los
eventos que habían sucedido. Sin mencionar las lujosas piedras preciosas que llevaba que ni
siquiera un comerciante de renombre como él estaba seguro de poder reunirse en tan poco
tiempo.

¿Quién es esa chica…? Espera, ¿qué estoy diciendo? Ella tiene que ser un ángel enviado
por la Diosa, sin duda alguna…

Había una sola botella de vidrio almacenada dentro de la caja de artículos de Kaoru. El
adorno para el cabello con joyas incrustadas unido a la tapa y el collar cargado de gemas
envuelto alrededor de su cuello ya había sido removido, haciendo que pareciera nada más que
un frasco de vidrio barato para medicinas.

“Tendrá el poder de crear cualquier medicamento con el efecto exacto que imagina que
tendrá, en cualquier recipiente que esté pensando.”

No había nadie en la fiesta del vizconde que hubiera estado presente en el milagro que
sucedió meses atrás en el palacio real. De ser así, se habrían dado cuenta de inmediato de que
esto era casi exactamente lo mismo que sucedió en ese entonces. Dicho esto, cualquier persona
lo suficientemente importante como para poder sentarse con el rey mientras celebran una
audiencia tendría una posición demasiado alta para molestarse en asistir a la fiesta de un
vizconde. Todos ellos también estaban avanzados en sus años y no tenían hijos que tuvieran
la edad suficiente para no haberse casado ya. Además de eso, después de haber sido bendecido
con las milagrosas “Lágrimas de la Diosa”, el príncipe Roland había pedido a los templos y a
otros aristócratas que no se entrometieran con la caballera Francette y los otros miembros de
la familia Adan que habían hablado con la Diosa. Esta estricta regulación sobre la información
significó que muy pocos sabían sobre el milagro que había tenido lugar.

Para algo así, no obstante, era sólo cuestión de tiempo antes de que la noticia llegara al
palacio, los templos y, finalmente, a todos los ciudadanos del país, tanto plebeyos como
aristócratas.
Achille avanzaba lentamente hacia la puerta, asegurándose de que nadie se fijara en él.
Como Kaoru se había ido y desaparecido en algún lugar, estaba garantizado que la gente
comenzaría a bombardearlo con preguntas en cualquier momento, pero no tenía respuestas
para darlas.

¡Tengo que salir de aquí y tengo que hacerlo ahora! ¡La puerta está tan cerca! Un poquito
más… Casi llego…

Al mismo tiempo, Kaoru ya había logrado escapar de la finca del vizconde, subiendo al
carruaje esperándola afuera y dirigiéndose hacia la Compañía Comercial Abili. El conductor
también era parte de la compañía, y no le diría nada sobre Kaoru a nadie. Tomaron
precauciones contra cualquiera que los siguiera dando un pequeño desvío antes de llegar a su
destino. Si realmente había alguien siguiéndolos, había un grupo de niños en espera, listos para
interferir si surgiera la necesidad. No obstante, no había nadie persiguiendo el carruaje, por lo
que, al final, sus servicios no fueron necesarios.

Un poco más tarde, Achille también logró escapar de la fiesta. Fue más fácil para él
escabullirse sin ser detectado ya que todos todavía tenían a Kaoru en sus mentes. No tenía
ninguna duda de que iba a ser interrogado por su padre y su hermano si se quedaba en la
mansión, y existía la posibilidad de que los invitados también intervinieran con sus propias
preguntas. La única opción que le quedaba ahora era huir al taller.

Como se había marchado a pie, ya era tarde en el momento en que llegó allí y nadie más
estaba despierto cuando llegó. Entró sigilosamente y se puso su ropa de trabajo antes de
acostarse en un rincón de la habitación.

Kaoru puede permanecer escondida después de mostrar ese poder suyo frente a tanta
gente, pensó Achille para sí mismo. Es posible que nunca vuelva aquí, todo porque la obligué
a hacer esto por mí…

No tuvo el coraje de proponerle matrimonio a Kaoru, que aún era sólo una niña. Aunque
dijo que solo necesitaba que ella fingiera que era su prometida por un día, sería una mentira
decir que no esperaba que fuera sólo cuestión de tiempo antes de que no fuera sólo un acto
después de que él la presentara. a su padre. En cambio, Kaoru había rechazado la idea en
primer lugar porque no quería que pareciera que rompió un compromiso… Pero si hubiera
podido hacer que su padre la conociera en la fiesta, estaba seguro de que ella no hubiera
objetado eso. Creía que su padre se habría dado cuenta de que no era sólo la apariencia de
Kaoru lo que era asombroso, sino también lo especial que era realmente si hubieran podido
hablar.

Pero la verdad era que Kaoru se había alineado para participar en la ceremonia de cortejo,
e incluso mostró sus poderes como mensajera de la Diosa ante esa enorme multitud de
personas. Kaoru era inteligente, así que no había forma de que no supiera cuáles eran las
consecuencias por hacer algo así. Incluso lo había mantenido en secreto hasta entonces
exactamente porque sabía lo que sucedería...

¿Estaba sintiendo lástima por Calvin después de que le conté sobre él? ¿Era porque a
ella le gustaba mi hermano? Puede que Kaoru nunca vuelva aquí. A este paso, es posible que
desaparezca para siempre…

Su mente estaba nublada por el arrepentimiento, lo que hacía más difícil conciliar el sueño
esa noche.

A la mañana siguiente…

Estoy acostumbrado a quedarme dormido en el laboratorio, pero mi cuerpo todavía me


duele un poco…

Mientras pensaba atontado eso para sí mismo, una voz me llamó, como siempre.

“Oh, estás despierto, Achille. Tu cuerpo hará que te arrepientas si sigues durmiendo así.”

Kaoru me saludó con lo mismo que decía cada vez que pasaba la noche aquí en el taller,
pero… No, espera, ¿qué?

“¿K-Kaoru?”

“¿Qué pasa? Parece que has visto un fantasma o algo así. Vamos, ya tengo el desayuno
listo. Me dijiste que no lo necesitabas ya que te quedarías en tu casa, pero luego te encontré
durmiendo aquí, así que tuve que luchar para prepararte un poco, ¡ya sabrás lo que es bueno!”

Allí estaba ella, como siempre, como si nada hubiera pasado.

¿Eh? ¿Huuuh? ¿Para qué fue todo ese arrepentimiento y desesperación que sentí ayer?

Un mensajero de casa vino al taller poco después de que termináramos de desayunar. El


mensaje: “Vuelve a casa inmediatamente.”

Sí, ya me lo decía yo…


Llevé a Kaoru a la sala de almacenamiento conmigo para preguntarle sobre lo que había
pasado ayer en la fiesta. Alban y Brian me estaban mirando fijamente cuando tomé la mano
de Kaoru para llevarla allí, ¡pero juro que no estaba haciendo nada, chicos! ¡Sólo íbamos a
hablar, eso era todo!

Por lo que me dijo, sonó como si tomó un carruaje de regreso a la casa de su amiga y se
cambiara allí antes de regresar. Como volví al taller a pie, ella ya estaba en la cama cuando
regresé.

¡Pero eso no es lo que quería preguntar!

“Um, Kaoru… Sobre lo que pasó ayer…”

“Oh, ¿el vestido? Mi amiga también me lo preparó.”

“¡No, eso no! Estoy hablando de… bueno… la cosa contigo curando las heridas de Calvin,
y ese poder tuyo…”

“Oh eso. Es algo que recibí de la Diosa.”

¡E-Ella lo dijo tan casualmente!

Solo pude caer de rodillas…

La historia que escuché de Kaoru fue algo como esto:

En realidad, ella había venido de algún país lejano, y la Diosa Celestine le había tomado
simpatía y le había dado este extraño poder. Pero por alguna razón, no pudo quedarse en su
país. En sus propias palabras: “Dejaré que adivines por qué.”

Había estado viviendo una vida normal después de venir a este país en particular, pero
estaba empezando a preocuparse por si usar el regalo que recibió de la Diosa para ayudar a los
necesitados era lo correcto. Así que, finalmente, llegó a la conclusión de que, “si me
persiguieran porque sólo unos pocos se enteraran de lo que puedo hacer, entonces nadie
debería poder intentar raptarme para sí mismos si todos lo supieran”. De esa forma, pensó,
nadie debería poder intentar capturarla para su propio uso personal.

“Anoche fue cuando finalmente tuve la oportunidad de hacerlo delante de todos esos
nobles, y lo hice. Lo siento por eso.”
“Espera, ¿eso significa que no hiciste fila para la ceremonia de cortejo porque estabas
interesada en Cedric?"

“¿‘Ceremonia de cortejo’? ¿Qué es eso?”

“N-No, jaja… no es nada. Jaja… Ja…” Una risa débil escapó de mis labios. “¡P-Pero ese
no es el punto aquí! ¡¿Qué planeas hacer ahora?! ¡Seguro que esto va a explotar! ¿Cómo le
voy a explicar esto a mi padre…? No, asegurarme de que estés a salvo debería tener
prioridad…”

Mientras entraba en pánico sobre qué hacer, Kaoru me respondió con una mirada tranquila
en su rostro.

“La gente tendrá dificultades para creer lo que pasó anoche cuando recién se enteren, así
que estoy segura de que nada va a pasar hoy ni mañana. Ahora bien, con tantos aristócratas
allí, estoy segura de que las pelucas grandes deberían hacer su movimiento en los próximos
días. El rumor debería haberse extendido bastante para entonces, por lo que al menos debería
significar que otras personas en el poder que quieran acapararme para sí mismos no deberían
poder hacerlo sin que nadie lo sepa.”

“Um... ¿pelucas grandes?”

“Correcto. Como los del palacio real, u otras personas así.”

“…”

“Oh, deberías decirle a tu padre que soy una chica que huyó de su país después de que
intentaron convertirme en una herramienta política con la que de casualidad hiciste amistad.
También deberías decirle que eres el único aristócrata en el que confío ahora mismo en este
país. Después de todo, es la verdad. Estoy segura de que las grandes pelucas vendrán a ti lo
suficientemente pronto para intentar que me hagas salir, pero no me importa que les cuentes
sobre mí cuando eso suceda. Nadie pensaría que sería una plebeya, y mucho menos trabajar
como ama de llaves en un lugar como este, así que estoy segura de que no me encontrarán tan
fácilmente.”

“¿Q-Qué quieres decir, Kaoru…?”

……

“Um… ¿Sonaba como si quisieras verme, padre?”


“¡Cuida tu lengua! ¡Me vas a contar todo lo que sabes sobre esa chica, y lo harás ahora en
este mismo instante!”

Cuando Achille regresó a la residencia de su familia, su padre estaba allí para recibirlo…
y estaba absolutamente furioso. Estaban en el estudio de su padre, con Cedric en la habitación
también.

“¡¿Qué crees que pasó después de lo que hizo anoche?! Al menos todavía había una
apariencia de que era una fiesta ya que la ceremonia de cortejo de Cedric llegó a su final, pero
¿sabes qué tipo de alboroto terminó causando? ¡¿Conoces el aluvión de preguntas que tuve
que soportar?!”

Achille retrocedió, sorprendido por lo furioso que estaba su padre, por lo general amable.

“… ‘¿A qué familia pertenece?’ ‘¿Cuál es su relación con Achille?’ ‘Hizo cola para la
ceremonia de cortejo, ¿eso significa que está interesada en Cedric?’ ‘¿Cuál fue ese poder que
usó?’ ‘¿Es ella un ángel enviado por la propia Celestine?’ ‘¿Qué tiene que ver la familia
Lyodart con ella?’ ¡No sabía nada de nada! No había ni una sola pregunta que pudiera
responder, pero ¿crees que eso fue suficiente para satisfacer a esas personas después de que se
ejercieron en tal fervor? ¡¿Por qué te escapaste solo, Achille?!”

Quiero decir, es bastante obvio que fue porque no quería que se me hicieran todas esas
preguntas, padre…

Achille le explicó todo al vizconde tal y como Kaoru le había dicho. El vizconde se llenó
de alegría al escuchar que su hijo era la única persona en la que confiaba la chica, pero esa
alegría iba acompañada de otras cosas que también tenía que tener en cuenta. Esta chica se
había ganado el afecto de la mismísima diosa, por lo que querrían permanecer en sus buenas
gracias. Si pudieran permanecer cerca de ella y la relación entre su hijo y la chica se volviera
más íntima, entonces eventualmente…

Pero, ¿se permitiría algo así para la familia de un mero vizconde? ¿No existía la
posibilidad de que los condes, marqueses y tal vez incluso la familia real acudiese a la chica
porque la querían para ellos? ¿Podrían sobrevivir los Lyodart como los únicos cercanos a la
chica? No era simplemente estar atrapado en la lucha por conseguir a la chica que despertaba
su interés, sino que podían ser eliminados por completo para sacar a su familia de la escena.
Incluso si intentaba distanciarse ahora por miedo a eso, los rumores de lo que había sucedido
anoche probablemente se estaban extendiendo incluso en este mismo segundo: la chica estaba
en buenos términos con Achille, había hecho fila para participar en la ceremonia de cortejo de
Cedric y había realizó un milagro por el bien de Cedric y su sirviente. Ya era demasiado tarde
para retractare.

“Muy bien, lo entiendo. Achille, ¿sabes dónde está ahora?”

“Lo sé. Por el momento nadie debería poder encontrarla.”

“Bien. Entonces, si recibimos un decreto real, lo cumpliremos y actuaremos como


mediadores para lo que suceda a continuación. Ignora todas las preguntas y presiones de las
otras familias nobles. Hasta entonces, quiero que la protejas y te acerques más a ella. ¡Ten
cuidado con la gente que te siga cuando vayas a reunirte con ella!”

“Entendido.”

“Achille, quiero que le digas algo de mí parte.” Cedric habló de repente después de
escuchar en silencio todo este tiempo. “Dile a la señorita Kaoru que acepto felizmente su
propuesta de cortejo, si puedes.”

Oh, eso… ¿Sabes qué? Creo que es hora de que me meta un poco con mi hermano.

“Kaoru no parecía saber que esa era la fila de la ceremonia de cortejo, Cedric. Ella me
dijo que sólo quería saludar a nuestro padre, a ti y curar a Calvin, eso es todo. Fue sólo un
saludo, así que en realidad no estaba interesada en ese tipo de relación contigo. ¡También dijo
que soy el único aristócrata en este país en el que confía!”

“¿Q-Qué...?” Cedric tartamudeó, estupefacto.

No era como si fuera una mala persona ni nada, pero siempre estaba tan seguro de sí
mismo que Achille quería derribarlo al menos una vez. Fue una pequeña venganza por cómo
Cedric siempre despreciaba a Achille como su hermano menor.

Antes de que Cedric pudiera recuperarse y decir algo, Achille ya había hecho una carrera
loca para regresar al taller.

Poco tiempo después, un mensajero real del palacio vino a visitar la casa de Lyodart.
Incluso Kaoru no podría haber imaginado dónde se usarían las tres pociones que le dio a
Francette y las demás, y mucho menos el efecto que habían provocado. Cuando la noticia de
lo sucedido anoche llegó a aquellos en el palacio que fueron testigos del milagro de la Diosa
que había tenido lugar meses atrás, inmediatamente se pusieron en acción.
Achille regresó al taller y le contó a Kaoru lo que había sucedido después de hablar con
su padre, lo cual fue un alivio para ella. No mucho después, sin embargo, llegó al taller otro
mensaje de la casa Lyodart:

“Hemos recibido un mensaje del palacio real. Vuelve de inmediato.”

¡Eso fue rápido! ¡Eso fue mucho más rápido de lo que pensaba!

Kaoru estaba completamente desconcertada por lo equivocada que había sido su


predicción. Esperaba que alguien del palacio hubiera escuchado la historia, luego se riera y lo
descartara como nada más que una fantasía. Debería haber sido necesario escuchar los mismos
informes una y otra vez hasta que finalmente llegara la noticia al rey, lo que debería haber
llevado al menos unos días. Luego pensó que habría algún tipo de reunión sobre qué hacer al
respecto, pero definitivamente no esperaba que hicieran nada el mismo día que se enteraron.

“Iré si me llaman específicamente. Asegúrate de confirmar el día y la hora en que quieren


verme y diles que no tienen que enviar a nadie a buscarme.”

“¡Bien, lo tengo!”

Después de que Achille se fue, Kaoru se hundió profundamente en sus pensamientos.


Sería una mala idea presentarse en el castillo con alguien de la familia Lyodart, ya que eso
podría tomarse como una señal de que están tratando de quedarse con ella. De momento, los
Lyodarts eran solo un punto de contacto, y tenía sentido que actuaran como mediadores en
esta situación. De esa manera, también haría que a ninguno le pasara algo que pudiese hacerles
daño.

El principal problema aquí era cómo todo esto estaba sucediendo demasiado rápido. Las
cosas podían dar un giro para peor si la familia real u otros en el poder se acercan a ella antes
de que los rumores se hubiesen extendido lo suficiente. El curso de acción más seguro sería
esperar hasta que la noticia de lo que hizo llegara a otras camarillas que competían por el
poder, así como a una buena parte de la población.

¿Cómo pudieron reaccionar tan rápido? ¿Pasé alto por algo? Necesito encontrar una
manera de ganar más tiempo… Sería una buena idea idear un plan para no verme obligada
a casarme con la realeza o el hijo de alguna otra estirada familia aristócrata…

Kaoru nunca hubiera imaginado que la caballera a la que le había dado esas pociones las
hubiera usado en la sala de audiencias del palacio real. A pesar de que tenía una buena cabeza
sobre los hombros, no iba a encontrar la respuesta correcta en el corto plazo a menos que
tuviera toda la información necesaria almacenada allí de antemano.

“Recibiste una citación real de Su Majestad en persona, Kaoru. Parece que quiere que
tengas una audiencia con él mañana por la mañana.”

“Entendido.”

Para cuando Achille regresó al taller, Kaoru casi había terminado de dar los toques finales
a su plan.

A la mañana siguiente, al amanecer, junto a las puertas traseras del palacio real…

Las puertas principales no se abrirían hasta un poco más tarde, pero la entrada trasera se
abriría tan pronto como saliera el sol para dejar entrar a los trabajadores que entregaban comida
y a los sirvientes que tenían el turno de la madrugada. Sólo a ciertas personas se les permitía
entrar por la noche.

Se le dijo a Kaoru que tuviera una audiencia real “por la mañana”. Este mundo no tenía
ninguna forma precisa de medir el tiempo, y simplemente era imposible hacer esperar al rey.
Por eso era normal que cualquier persona a la que se le dijera que viniera por la mañana llegara
muy temprano y pasara horas en espera en una sala de espera dentro del castillo. Pero incluso
para alguien que tenía una audiencia con el rey, era demasiado pronto para llegar y esperar. El
sirviente encargado de limpiar la sala de espera ni siquiera estaba despierto.

“Disculpe, pero ¿puedo pasar?” Una joven que vestía lo que parecía ser un traje de
sirvienta llamó al guardia que estaba de guardia junto a la puerta.

“Sí, seguro. ¿Tiene su justificativo de paso?”

“No, no la tengo…”

“¿Hm? ¿Entonces viene para una audiencia normal? Aún estás un poco temprano para
eso. Bueno, como sea. Entonces veamos los documentos de su audiencia real.”

Incluso un plebeyo podría solicitar una audiencia con el rey en este país, pero sólo después
de pasar por un riguroso proceso de preselección y una meticulosa verificación de
antecedentes. Sólo se concedía audiencia a uno de cada doce o más líderes de varias aldeas,
pero incluso entonces fue sólo cuando se trataba de algo importante; cosas como un peligro
que amenazaba la existencia continua de su aldea, por ejemplo.
“Tampoco tengo eso…”

“¿Qué, entonces quieres entrar sin ningún tipo de permiso? ¿Qué negocios tienes en el
castillo?”

“Bueno, esperaba poder entrar a ver al rey…”

“¿Sin permiso?”

“Así es. Después de todo, nadie me dio nada.”

El guardia se quedó estupefacto; conmocionado hasta la médula, incluso.

¿La dejaron caer de cabeza cuando era un bebé o algo así?

Pero incluso si la mirada en sus ojos era un poco… está bien, muy dura, aun así, era
bastante linda.

Podría hacer que esto funcione, pensó el guardia con una mueca de desprecio en su rostro.

“No puedo dejarla entrar al palacio para conocer al rey si no tiene el papeleo, señorita.”

“¡P-Pero tengo que entrar!”

Está bien, esa es la señal…

“Sin embargo, si tienes el dinero en efectivo, creo que podría hacer algo por ti…”

No hace falta decirlo, pero un simple guardia no tenía la autoridad para hacer nada por el
estilo.

“¿Eh? Pero no tengo dinero…”

Sí, cualquiera podría saberlo con sólo una mirada.

“Muy bien, supongo que puedo lanzarle un hueso… ¿Crees que podrías escuchar un
pequeño favor que tengo para ti? El tipo que me releva debería venir lo suficientemente pronto,
así que todo lo que tienes que hacer es pasar un poco de ‘tiempo de calidad’ conmigo después
de que termine mi turno.”

“¿Eh? Espera, ¿quiere decir…?” La chica puso sus manos sobre su pecho, las lágrimas se
formaron en sus ojos. “¡N-No, no puedo hacer eso!”
“Oh, vamos, no es la gran cosa.” Presionó el guardia, con la piel gruesa mientras
presionaba a la chica. “¡Todo lo que tienes que hacer es pasar un poco de tiempo conmigo y
te llevaré a conocer al rey!”

“No, por favor, ¡discúlpeme! ¡Nunca volveré a intentar entrar al castillo! ¡Lo juro por la
Diosa, no haré nada que digan los nobles importantes aquí, ni siquiera la familia real!” Gritó
mientras se escapaba.

“Tsk. No está bien, eh… Ah, bueno, de todos modos, sólo funciona una vez cada poca
docena de veces. ¡Vaya, y justo cuando había encontrado una linda!”

Esto sucedía todo el tiempo, por lo que el guardia no se dio cuenta de lo extrañas que
fueron las palabras de despedida de la chica mientras huía…

Achille había pasado la noche en casa de su familia y llegó al taller más tarde de lo
habitual. Era una tarifa estándar que la gente pasara la noche allí, por lo que nadie estaba
demasiado preocupado por cuándo llegaban y comenzaban a trabajar.

“Oh, buenos días, Achille.”

“Sí, buenos días, Kao… Espera, ¡¿POR QUÉ ESTÁS AQUÍ?!” Achille gritó. “¿No tenías
una audiencia con el rey esta mañana?” El color desaparecía de su rostro mientras
tartamudeaba.

“Bueno, fui al castillo, pero el guardia no me dejó entrar a menos que le pagase dinero o
fuera con él por algunas razones muy dudosas. Por eso le juré a la Diosa que nunca volvería a
entrar al castillo ni a escuchar lo que ningún noble o la familia real tuviera que decir nunca
más.”

Y con eso, Achille se desmayó en el acto. Tan pronto como recuperó la conciencia, corrió
de regreso a la casa de Lyodart, con una expresión de desesperación frenética en su rostro.

Una vez que el rey y los ministros de su gabinete terminaron juntos su conferencia
matutina, se dirigieron juntos a la sala de audiencias. Tomaron sus asientos, esperando
ansiosos a que llegara la chica que se decía que era la mensajera de la Diosa. Habían pasado
cincuenta y tres años desde la última vez que la Diosa Celestine se había mostrado. Había
habido varias afirmaciones de “revelaciones divinas” de la Tierra Santa de Rueda, pero eran
sólo cosas que eran beneficiosas para Tierra Santa y el templo de la Diosa. Eso sin mencionar
que la propia Diosa no había hecho estos anuncios, quienes habían logrado aparecer en todos
los países simultáneamente en el pasado, pero eran hechos por aquellos que trabajaban con el
templo. Nadie creía que estas fueran verdaderas revelaciones.

Fue entonces cuando dos incidentes entraron en escena: el primero fue una afirmación de
que había aparecido una diosa de otro mundo, que también era amiga personal de la Diosa
Celestine. El segundo había sucedido el otro día, y se decía que era un ángel enviado por la
propia Celestine. ¿Era realmente una coincidencia que ambas sucedieran en el reino de
Balmore?

Aunque la amiga de la Diosa había aparecido en un país vecino, sólo involucró a


ciudadanos de Balmore, e incluso el último incidente involucró a una chica que se decía que
provenía de un país extranjero que había establecido su residencia aquí. ¿Era este un presagio
de que Celestine descendería sobre el mundo una vez más? ¿Iba a haber una nueva revelación
divina, y podría ser una predicción de algún tipo de desastre grande y terrible?

Por supuesto que todo el mundo estaría nervioso por eso.

… Esto está tardando demasiado.

El rey ya había tomado asiento y habían pasado varios minutos desde que dio la palabra
de que estaba listo para recibir a su invitada. Era inaudito tener a un rey esperando así.

Los sonidos de creciente malestar ya habían comenzado en la habitación cuando


recibieron un informe impensable:

“La chica no está aquí.”

¡Inconcebible! ¡Había ignorado una convocatoria real para tener una audiencia con el rey!
Incluso si ella fuera una mensajera de la Diosa, esto no era algo con lo que pudiera salirse con
la suya tan fácilmente.

La conmoción en la sala de audiencias sólo empeoró cuando un soldado presa del pánico
entró corriendo en la habitación.

“¡Su Majestad, el Vizconde Lyodart solicita reunirse con usted de inmediato! ¡Dice que
tiene noticias urgentes sobre la chica!”

“¡Déjalo pasar!”

El rey tenía un mal presentimiento sobre lo que vendría después…


“Entonces lo que me estás diciendo… es que el guardia que vigilaba la puerta exigió que
la niña pagara dinero o con su cuerpo para dejarla pasar, ¿por eso se fue sin entrar al
castillo…?”

“Sí, parece que sí, Su Majestad…”

“¿Y ella también le juró a la Diosa que nunca entraría al castillo, y que no escucharía nada
de lo que la familia real o cualquier noble dijera…?”

“Sí, Su Majestad…”

Una atmósfera de conmoción y desesperación se apoderó de toda la habitación.

“¿Cuál es el significado de esto, Amoros?” El rey presionó al supervisor encargado de


atender a los invitados importantes.

“B-Bueno, Su Majestad, ¡me aseguré de informar a la persona a cargo de las puertas


principales que dejara pasar inmediatamente a cualquier joven aristócrata de otro país si se
presentaba, e incluso envié a alguien para que la guiara cuando llegara!”

“Fue entonces cuando apareció en las puertas traseras, y lo suficientemente temprano


como para que la guardia no hubiese sido cambiada aún. Y apareció vestida de plebeya, nada
menos… ¿Por qué iba a hacer algo así, Vizconde de Lyodart?”

El vizconde le contó lo que antes su hijo le había dicho.

“Parece que la chica en cuestión, Kaoru, había dejado su país de origen hace mucho
tiempo y ha estado viviendo como una plebeya en nuestro país. Por esa razón, me dijeron que
era natural que ella también pensara y llegara como una plebeya. Por eso intentó entrar por las
puertas destinadas al ciudadano común. Parece que le pidió prestado un vestido a una conocida
para la fiesta que hicimos en nuestra casa para no causar molestias…”

“Es por eso que no pensamos en darle ningún justificativo para pasar por las puertas, ya
que esperábamos que una chica aristócrata viniera en su propio carruaje… Aun así, te
aseguraste de informar a los guardias de antemano, e incluso tenías alguien listo para llevarla
adentro, para que la culpa no fuese tuya.” Dijo el rey al supervisor. Sería cruel culparlo por
este incidente, y el rey se aseguró de absolverlo de cualquier delito.

En cambio, no iba a ser lo mismo para quien estuviera a cargo de los guardias. El rey
ordenó que se aplicara un severo castigo no sólo al guardia responsable de lo sucedido, sino
que decretó que se abriera una investigación exhaustiva sobre sus superiores, las personas por
encima de esos superiores y cualquier otra persona involucrada en la seguridad que hubiera
dado o aceptado sobornos u otros delitos, se le aplicaría el mismo castigo implacable para
cualquier persona declarada culpable de irregularidades. También ordenó que se llevara a cabo
la misma investigación estricta sobre aquellos que tenían influencia sobre quienes el rey
mantenía audiencias.

“Pero ahora, no podremos llamar a la mensajera de la Diosa al castillo. Nadie de la familia


real ni ninguno de los ministros del gabinete podrá ordenarle que haga nada, y eso me incluye
a mí. ¿Qué hacemos ahora…?” Dijo el rey en agonía, agarrándose la cabeza entre las manos.

El templo de Balmore; también conocido más comúnmente como “el templo”, no había
necesidad de especificar exactamente a quién se estaba divinizando en el nombre, ya que
obviamente iba a ser la Diosa Celestine. Para hacer una distinción entre las pequeñas
diferencias en las religiones que se encuentran en los otros países, los adoradores se llamarían
a sí mismos Tradicionales, Ortodoxos o Fundamentales, aunque todos adoraban a la Diosa por
igual.

El miembro de mayor rango del templo en el reino era el arzobispo, Saulnier, con una
variedad de obispos, sacerdotes principales, sacerdotes y monjes trabajando bajo su mando.
Varios clérigos y mujeres que tenían un rango más bajo que el sacerdote principal trabajaban
en los templos locales esparcidos por todo el país, y cualquiera de rango más alto que un
ministro generalmente iba a trabajar en el templo de la capital real. El género no importaba en
ninguno de estos rangos, pero sólo a las mujeres se les permitía cumplir el rol de “oráculos
divinos”.

Dado que el templo adoraba a una diosa, no significaba que estos oráculos se convirtieran
en novias de Dios ni nada de eso. Celestine tomaba la forma de una joven doncella y, a veces,
hablaba con otras jóvenes, por lo que era crucial que las doncellas del santuario fueran
médiums divinas para que tuvieran algo en común con la diosa. Cualquiera que se casara o
cumpliera veinte tenía que renunciar a su papel de médium, y cualquiera que pasara de ese
punto podía convertirse en monja o sacerdotisa, o volver a la vida secular. No obstante,
cualquier oráculo divino que entrara en contacto con Celestine mantendría su título por el resto
de su vida, sin importar la edad que tuvieran o si se casaran.
Sólo el Cardenal y el Papa ocupaban cargos más altos que el arzobispo, que sólo podía
residir en Tierra Santa de Rueda.

Balmore estaba en alerta constante de que Rueda intentaría emitir una orden en nombre
del Papa en caso de que sucediera algo, e hizo todo lo posible para debilitar la relación entre
Tierra Santa y el templo de Balmore. Esos esfuerzos eran inútiles en su mayor parte, razón por
la cual el país hacía todo lo posible para que el rango del templo fuera más bajo que el del rey
para mantener su influencia lejos de la política.

Una vez cada pocos años o algunas décadas, la Diosa Celestine tomaría la forma de una
niña para transmitir revelaciones divinas a la gente para evitar desastres y otros peligros. Ahora
bien, habían pasado más de cincuenta años desde que llegó la última revelación y ya no había
nadie en el templo que hubiera estado presente la última vez que la Diosa había descendido.
La fe de los que aún estaban presentes se había desvanecido y el templo se convirtió en nada
más que una forma de llenar sus propios bolsillos. Como resultado, los zarcillos de la
depravación se extendieron como una enfermedad por toda la religión.

El Papa de Rueda había hecho públicas otras revelaciones divinas que había curado el
Gran Templo, pero no se enfrentaban al castigo divino. Aquellos que formaban parte del
templo interpretaron que eso significaba que no enfrentarían la ira de la Diosa mientras eso
significara propagar su nombre.

En la actualidad, las masas tenían una fe más profunda que los clérigos reales. El obispo
Sarrazin era una de esas personas. Nunca había visto a la Diosa con sus propios ojos, y sólo
veía su posición en el templo como una forma de apoyar su lujoso estilo de vida. La imagen
de la Diosa, una niña alegre y sonriente, era otra de las razones por las que Sarrazin no la veía
como algo a lo que temer, sino más bien como un ser compasivo para ellos.

“¿Un ángel?” Gruñó el obispo Sarrazin. Un ceño fruncido creció en su rostro mientras
escuchaba al sacerdote principal que le traía las noticias que el sacerdote había escuchado de
un aristócrata de menor rango.

“S-Sí, parece que varios nobles afirman haberla visto realizar un milagro…”

Qué tontería. En los registros antiguos se decía que la Diosa transmitiría personalmente
sus revelaciones. No había una sola mención sobre un ángel o mensajero que actuara como su
intermediario. Aparecía en todos los países al mismo tiempo para entregar su mensaje
directamente a un oráculo divino o un sacerdote, algo que no había sucedido en cincuenta y
tres años. Debe haber habido algún tipo de coincidencia afortunada o truco de fantasía que la
chica utilizó para ganarse el favor de todos esos nobles.

Pero, espera un segundo… No debería importar si ella era una verdadera mensajera de la
Diosa o no. Si todos los peces gordos le creyeron cuando se llamó a sí misma así, era solo
cuestión de usar eso en beneficio del obispo. Incluso si se descubría que era una impostora, él
terminaría siendo una de las víctimas engañadas por la chica. Debería salir impune siempre y
cuando dijera que no podía dudar de nadie que afirmara ser el mensajero de la Diosa. Hasta
entonces, la usaría por todo lo que valía para sacar hasta la última moneda de esta afortunada
coincidencia.

Por suerte para él, la noticia no se había extendido al arzobispo ni a ninguno de los otros
obispos. Todo lo que tenía que hacer era ser el primero en contactar a la chica y “tomarla bajo
su protección”. Él aristócrata de menor rango también había mencionado que el palacio real
estaba investigando el paradero de la chica. Otro golpe de suerte para Sarrazin, ya que también
tenían personas muy piadosas dentro del castillo.

“Llame al ministro Dorn.” Ordenó Sarrazin, con una burla vulgar que ningún hombre con
sotana debería hacer jamás.

Fue el día después de que Kaoru se alejara de las puertas del castillo. Estaba limpiando
afuera, justo en frente de la puerta principal del taller, cuando un carruaje chillón se detuvo
frente a ella.

La ventana se abrió y una voz gritó desde el interior. “Entonces, ¿este es el Taller
Maillart?”

Bueno, ya tengo un mal presentimiento sobre esto…

Kaoru pudo sentir una repentina sensación de déjà vu. Dejó de barrer y bajó la cabeza
exasperada.

“Sí, este es el Taller de Maillart y yo soy Kaoru.” Era una gran molestia pasar por esto
cada vez, así que simplemente pasó directamente a la parte importante.

Un hombre bajó del carruaje tan pronto como escuchó la respuesta de Kaoru. Tenía
sobrepeso y era regordete, y vestía un traje lujoso, aunque no parecía ser nada que un
aristócrata usaría.
“Soy Dorn, un ministro del Gran Templo. El obispo te está llamando, ¡así que vendrás
conmigo!”

Sí, eso era lo que pensaba…

El ministro Dorn era cómplice de Sarrazin, y el hecho de que Sarrazin le hubiera ordenado
que arrastrara a la mensajera de la Diosa con él significaba que prácticamente estaban en la
misma onda sobre qué hacer con ella. Dorn estaba absolutamente esperando obtener una parte
de las ganancias por apoyar a Sarrazin, por supuesto. Tampoco creía que Kaoru fuera en
realidad un mensajero de la Diosa, por lo que no le tenía ni una pizca de respeto. Sarrazin le
había dicho que la “arrastrara hasta acá” en lugar de “condúcela” o algo más amable, por lo
que debería haber sido evidente.

“No, gracias.”

“¿Qué…?”

Por un instante, Dorn no pareció comprender lo que Kaoru acababa de decirle. La idea de
una simple plebeya refutando a un ministro como él nunca había cruzado por su mente.

Cuando poco a poco llegó a comprender las palabras que Kaoru había dicho, su rostro
comenzó a sonrojarse.

“¡¿Q-Qué estás diciendo?! ¡Esta es una orden de un obispo! ¡Y-Y tú…!”

“Pero ni siquiera soy ciudadana de este país. No creo que tenga la obligación de escuchar
lo que tenga que decir alguien de una secta religiosa diferente a la de mi país. Normalmente,
los clérigos no van dando órdenes a la gente, ¿verdad?”

“¿Qu…? ¿Qu…?” La creciente rabia de Dorn por lo que acaba de decir Kaoru le robó su
habilidad para hablar.

La gente estaba empezando a reunirse para ver de qué se trataba toda la conmoción, justo
cuando Kaoru siguió con otra paliza verbal.

“Quién sabe lo que intentarás hacer después de arrastrar a una chica como yo a la parte
de atrás de su templo. Me lo puedo imaginar ahora: ‘Y nadie volvió a ver a la chica’, o
‘Terminó varada en la orilla del río, completamente irreconocible de cómo se veía antes’. No
quiero terminar como una noticia trágica, ¡muchas gracias!”
“T-Tú… pequeña…” Con la cara ahora completamente roja, Dorn finalmente logró
exprimir esas palabras. “¿No temes la retribución divina por enfurecer a la Diosa?”

“¿Retribución divina? ¿Quieres decir…?” Kaoru sonrió. “¿Algo como esto?”

¡KABOOOM!

El sonido de una explosión acompañó al volado del techo del carruaje, y fue causado por
algo que parecía terriblemente similar a la nitroglicerina que caía sobre él.

“¡E-Eeeeeeeek!”

Dorn se derrumbó al suelo. El conductor que estaba sentado en el carruaje se escapó lo


más rápido que pudo, mientras que los otros dos que habían acompañado a Dorn sólo pudieron
quedarse estupefactos detrás del ministro.

¡BAM! ¡BAM! ¡¡¡BAM!!!

Una sucesión de pequeñas explosiones estalló alrededor de Dorn mientras permanecía


inmóvil en el suelo.

“¿Con quién crees que la Diosa está realmente enojada? ¿Quién crees que se enfrentará a
la retribución divina aquí, hmm?”

“¡¡¡E-Eeeeeeeek!!!”

Dorn se puso de pie, huyendo tan lejos como sus piernas lo permitían mientras sus
asistentes lo seguían frenéticamente.

Y así, los rumores se extendieron como la pólvora…

“Un ministro del templo enfureció a la Diosa al intentar secuestrar a su mensajera, y


enfrentó el castigo divino por insultar a la chica.”

“¡Su Majestad! ¡El templo intentó interferir con el mensajero de la Diosa, y se encontraron
con el castigo divino!”

“¡¿Q-Qué pasó?!” El guardia que Serge había asignado para vigilar a Kaoru regresó con
un informe urgente, sorprendiendo al joven rey.

¡¿Castigo divino?! Hace unos cientos de años, un país entero fue aniquilado cuando
Celestine se enojó… ¡E-Esto es malo!
“¡¿Q-Qué hacemos, Roland?!”

El rey generalmente tenía las cosas bajo control, pero aun así no podía deshacerse de su
hábito de acudir a su hermano en busca de ayuda cuando sentía que estaba acorralado.

“¡Cálmate, Serge! ¡Por ahora, tenemos que asegurar a la mensajera y ponerla bajo nuestra
protección! Según lo que escuchamos del portero y el vizconde, ella dijo que nunca entraría al
castillo ni escucharía nada de lo que los nobles importantes de este país tuvieran que decir,
¿verdad? Es por eso que todo lo que tenemos que hacer es encontrar un lugar que no sea el
castillo, y un noble que no sea de importancia, y no debería haber ningún problema. E incluso
si ella dice que no escuchará lo que tienen que decir, eso no significa que aun así no podamos
hablar con ella.”

“¡Buena esa, Roland! ¡Enviaré a alguien a buscar a un noble que no sea importante en lo
más mínimo!”

“C-Correcto.”

Realmente deberías ver cómo lo fraseas, Serge, incluso si eres el rey… pensó Roland para
sí mismo, con una sonrisa irónica en sus labios.

……

“… ¿Entonces por eso me llamó?”

“Así es. Fuiste el único que me vino a la mente cuando pensamos en aristócratas que no
eran importantes en lo más mínimo.”

“Oh…”

¿Oh? ¿No es ese el ministro Dorn? Esto si es una vista rara de ver. Por lo general, no
muestra mucho entusiasmo por su trabajo y siempre se involucraba con aristócratas y otros
grandes comerciantes. Pero ahora está aquí, ofreciendo fervientemente oraciones a la Diosa.

El arzobispo Saulnier asintió para sí mismo con satisfacción. Había pasado por la capilla,
que era donde encontró a Dorn asumiendo diligentemente los deberes de un clérigo.

… Pero al mirar más de cerca, algo parecía extraño en Dorn. No era como si estuviera
rezando por piedad, sino más bien como si estuviera aterrorizado por algo… El hecho de que
sus ojos también estuvieran completamente inyectados en sangre sólo hacía que fuera obvio
que algo no estaba bien.
“¿Sucede algo, Ministro Dorn?”

Tan pronto como Dorn se percató de la presencia del arzobispo, se aferró a las rodillas de
Saulnier. “¡A-Arzobispo! ¡H-He hecho algo terrible!”

Al confesar lo que había sucedido con el mensajero de la Diosa, el arzobispo palideció de


la conmoción.

“¡D-Debemos ir a verla de inmediato! ¡Llame al obispo Perrier lo más rápido que pueda!”

Fue por esa época que el obispo Sarrazin se preguntaba por qué Dorn tardaba tanto en
regresar, pero asumió que era porque la chica se estaba tomando su tiempo para prepararse
para ir al templo, por lo que no se preocupó demasiado por eso…

“¡Estoy buscando a la mensajera de la Diosa!” Llamó una voz fuerte desde la entrada del
Taller Maillart.

Kaoru no era exactamente la empleada de una tienda, y nunca se había llamado a sí misma
mensajera o ángel de la Diosa ni nada, así que ignoró la voz mientras continuaba preparándose
para hacer comida para todos en la cocina. Achille tampoco estaba prestando atención a la
voz, ya que su padre se aseguró de dejarle claro que ignorara cualquier tipo de contacto además
de los mensajes que su padre le transmitiría desde el castillo.

Bardot, el jefe del taller, terminó teniendo que recibir a su invitado.

“Bueno, ¡mire eso! ¿A qué debo el placer de que un obispo del templo visite nuestro taller,
señor?”

“¡Buen día! ¿Está el ángel aquí?”

“¿Ángel…?” Bardot no tenía la menor idea de qué estaba hablando el hombre.

“¡Me refiero al ángel enviado por la Diosa, por supuesto!”

“Bueno, eh… ¿por qué alguien así estaría aquí…?”

Los dos definitivamente no estaban en la misma página…

El obispo Perrier, el mensajero que había enviado el arzobispo Saulnier, finalmente


recordó que iba a encontrar a alguien llamado “Kaoru”, que anunció de inmediato a Bardot.

“¿Eh? Bueno, si lo está buscando a Kaoru, ella está en la parte de atrás… pero ¿qué pasa
con todo este asunto del ‘ángel’?”
Justo en el momento en que Achille se levantaba para intervenir antes de que las cosas
empeoraran…

“¡Achille! ¿Estás aquí?”

… El Vizconde Lyodart acababa de llegar en su carruaje, recién llegado del palacio real.

“La señorita Kaoru vendrá a la casa de Lyodart para reunirse con Su Majestad.”

“Creo que no. La mensajera de la Diosa irá al templo para encontrarse con el arzobispo.”

“¿Estás diciendo que harías esperar a Su Majestad?”

“¿Quién cree que es el que siempre dice que la religión y la política no deben tener nada
que ver entre sí?”

“Hmgh…”

“Mmrgh…”

La tensión en el aire era palpable. Ninguno de los dos podía echarse atrás ahora. Si lo
hicieran, comprometería sus posibilidades de traer a Kaoru de regreso con ellos.

“Hay que ver, ustedes son ruidosos…” Kaoru finalmente, aunque de mala gana, mostró
su rostro.

“¡Oh, señorita Kaoru!”

“¡Lady Ángel!”

“No hay problema si voy y me reúno con ambos, ¿verdad? Pero no quiero escuchar nada
sobre hacer esto en una de sus bases de operaciones o en un lugar donde no haya gente
alrededor. Tengo miedo de pensar en lo que sucedería, así que esas opciones definitivamente
están descartadas. Quiero reunirme en un lugar donde puedan ver muchas personas que no
tienen nada que ver con esto y que no están bajo el control o la influencia de ninguno de los
involucrados. Si pueden prometer hacer exactamente lo que digo además de eso, no tendré
problemas en reunirme con ambos.”

La plaza central de Grua, la capital real de Balmore, estaba en un lugar cerca de la puerta
principal del castillo real. El Gran Templo estaba enfrente de él, donde se podía ver una estatua
de la Diosa en la entrada. Aunque generalmente era un lugar lleno de turistas y puestos
bulliciosos cuando la gente pasaba, un silencio se había apoderado de la plaza. No era porque
no hubiera nadie alrededor; de hecho, había suficientes personas reunidas aquí ahora para
competir con la asistencia a festivales y otros grandes eventos que se llevan a cabo solo unas
pocas veces durante el año. Incluso había aristócratas allí, acompañados de sus propios
guardias y asistentes personales.

Ahora bien, a partir de ahora, todos estaban completamente quietos y un silencio mortal
se había apoderado de la plaza. En el centro de todos los reunidos había un escenario, uno que
podía ser visto fácilmente por todos y tenía sólo unos pocos metros de altura. Había mesas y
sillas colocadas en el escenario, juntas para formar la forma de un triángulo. Se organizó como
si fuera un debate entre tres grupos separados.

Después de un corto período de tiempo, aparecieron alrededor de una docena de


sacerdotes desde el interior del Gran Templo. Cuando se acercaron al escenario, tres de ellos
se separaron del grupo para tomar sus asientos en las sillas provistas mientras los demás
esperaban cerca. Después de otra corta espera, un carruaje extravagante salió del palacio real,
rodeado por una escolta de guardias. Cuando llegó frente al escenario, sus pasajeros
desembarcaron. Al igual que los sacerdotes del templo, los tres pasajeros tomaron sus asientos
en el escenario mientras todos los demás estaban en espera no muy lejos.

Asistieron tres personas del templo: el arzobispo Saulnier, el obispo Perrier y Shaela, un
oráculo divino. Aunque era un oráculo, Shaela era bastante mayor, teniendo en cuenta que
tenía más de sesenta años. Asimismo, también había tres personas del palacio real: el rey,
Serge, su hermano Roland y el primer ministro, Corneau.

Dos puntos del triángulo se habían reunido, así que todo lo que quedaba era que alguien
llenara esa última esquina… y esa última persona era alguien que incluso haría esperar al rey.

El aire estaba cargado de tensión.

“¡Ah, lo siento, llego tarde, chicos!”

Pero esa tensión fue en vano cuando una joven plebeya gritó entre la multitud.

Kaoru había solicitado lo siguiente para reunirse con todos: Primero, hablaría con la gente
del palacio real y del templo al mismo tiempo. En segundo lugar, lo harían en un lugar que no
estuviera bajo el control o la influencia de ninguna de las partes. Y tercero, hablarían frente a
un gran grupo de personas.
El lugar de elección específico de Kaoru para satisfacer esas condiciones estaba aquí en
la plaza central, donde llevarían a cabo una sesión de preguntas y respuestas que estaba abierta
al público. Había tres personas presentes cada una del palacio real y del templo, con Kaoru
como la única que se representaba a sí misma.

“Sin más preámbulos, comencemos con esta audiencia.”

A la señal de Kaoru, comenzó la discusión.

“En primer lugar, me gustaría preguntarles a todos por qué querían reunirse con una
simple plebeya como yo.”

“E-Es la mensajera de la Diosa, así que por supuesto que la invitaríamos al palacio real…”
Respondió el primer ministro Corneau, desconcertado por qué preguntaba algo donde la
respuesta parecía ser tan obvia.

“Pero eso realmente no tiene nada que ver conmigo, ¿verdad? Incluso si fuese al palacio,
no hay nada que nosotros pudiésemos hablar, y no tengo ningún negocio allí.”

“¿Qu…?” El primer ministro Corneau se quedó sin palabras.

“E-Erm… ¿La Diosa tiene alguna revelación o bendición para darnos?” Preguntó el rey
Serge en lugar de Corneau.

“¿Hm? No, en realidad no.”

“…”

El rey le devolvió la mirada con asombro, con ambas manos sobre la mesa.

El siguiente fue Roland, reemplazando a su hermano para hacer una pregunta.

“Pero por lo que hemos escuchado, hubo algunos ciudadanos aquí en la capital que se
salvaron después de recibir las bendiciones de la Diosa…”

“Oh, cierto. Eso fue sólo para ayudar a aquellos que tenían buen corazón y sufrían sin
razón aparente. Incluso si la familia real o cualquier otro aristócrata estuvieran haciendo todo
lo posible para gobernar de manera justa el país o sus otros territorios, eso es sólo parte de su
trabajo, por lo que realmente no los hace ‘de buen corazón’ ni nada por el estilo. Cualquier
soldado o guardia herido en la batalla sólo terminó así porque estaba cumpliendo con su deber,
por lo que realmente no hace que su sufrimiento sea irracional, o que haya sucedido sin
ninguna razón. Ninguno de los dos casos exigiría que la Diosa interviniera. Por eso no tiene
sentido que me reúna con la realeza o los aristócratas. Tampoco puedo entrar al castillo, ya
que le juré a la Diosa que no lo haría después de que me dijeron que tenía que pagar con mi
cuerpo si quería entrar.”

La bomba que dejó caer Kaoru envió ondas de choque a través de la multitud.

“¡¿Le dijeron al ángel que pagara con su cuerpo?!” “¡Blasfemia! ¡¿En qué están pensando
los nobles?!”

Incluso Roland no podía ocultar su nerviosismo cuando la gente expresó su indignación.

“Quiero decir, Celes ni siquiera se preocupa mucho por lo que le sucede a la gente, a
menos que realmente se interese por ellos. A no ser que hubiera una gran cantidad de personas
que fuesen a ser asesinadas, una diosa como ella normalmente no haría todo lo posible para
intervenir en la vida de nadie.”

Roland se quedó en silencio una vez que escuchó esas palabras. Todos los presentes
también ignoraban por completo el hecho de que Kaoru llamaba casualmente a la
todopoderosa y venerada Diosa con un apodo cursi.

Por otro lado, los participantes del templo estaban encantados de escuchar a Kaoru decir
que no iría al palacio.

“¡Entonces, por favor, venga a nuestro humilde templo!” Insistió el arzobispo. “¡Como
estamos tan cerca de la Diosa misma, no hay lugar más adecuado para que una mensajera de
la Diosa pase su estancia aquí!”

“No, yo tampoco tengo nada que ver con el templo.”

Una expresión de sorpresa cubrió el rostro del arzobispo Saulnier.

“A-Aunque seas de otro país con una denominación ligeramente diferente, todos
adoramos a Celestine, ¿no es así? Como mensajera de la Diosa, ¡únase a nosotros para ayudar
a la gente!” Perrier suplicó desesperadamente.

“¿Eh? Realmente no soy una seguidora de Celestine ni nada, ¿saben?”

“““¡¿QUÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉÉ?!”””
Gritos de incredulidad surgieron de la plaza después de la bomba nuclear que Kaoru
acababa de lanzar.

“Vengo de un país que cree que las bendiciones del bosque, los ríos y el océano provienen
de los dioses, y que su voluntad divina existe en todo. Celestine es sólo una de esos muchos
dioses que resultan ser lo suficientemente amables como para adoptar una forma humana para
ofrecer consejos directamente a la gente.”

“E-Entonces, ¿cuál es su relación con la Diosa…?”

“Sólo somos amigas, eso es todo.”

Saulnier y Perrier dejaron caer sus mandíbulas al unísono debido a la incredulidad por lo
que acaban de escuchar. Shaela, por otro lado, pareció sólo levemente sorprendida por la
repentina revelación.

“Oh, sí, y todos siguen llamándome ‘ángel’ o ‘mensajera’ o lo que sea, pero en realidad
no estoy trabajando para Celes ni nada. Somos iguales y dos buenas amigas, sea dicho.”

En este punto, todos en el escenario parecían como si les hubieran quitado la vida.

“Incluso si intentan obligarme a hacer algo, Celes no permitirá que suceda algo así. El
infierno espera con la furia de una Diosa enojada, y puede que no se detenga en quién lo
inició.” advirtió Kaoru, frente a los aristócratas y otros clérigos que no estaban en el escenario.
“Podría terminar incluyendo a sus familias, sus seguidores, la facción a la que pertenecen, la
capital real, todos los demás territorios de Balmore, o incluso todos los templos de todo el
país. Celes no está muy orientada a los detalles, si me entienden.”

El color desapareció instantáneamente de todos sus rostros cuando escucharon eso.

“Si vienen a mí y me piden que haga algo por ustedes, puedo garantizar que lo que sea
que intentan pedirme nunca sucederá. Los dioses deben ser respetados, pero no deben confiar
en ellos para todo. Aunque está muy bien mostrarles su fe y devoción, no deben esperar que
les ayuden, y nunca deben exigirles nada.”

Todos en el escenario, excepto el oráculo, parecían como si sus almas acabaran de dejar
sus cuerpos por la boca.

No parecía que tuvieran más preguntas para mí después de eso, así que estaba pensando
que ya era hora de que saliera a la carretera cuando el oráculo de repente me preguntó algo.
“Disculpe, pero ¿cómo está Lady Celestine?”

¿Me está poniendo a prueba para ver si realmente soy amiga de Celes? A juzgar por la
edad que parece, existe la posibilidad de que fuera un oráculo la última vez que Celes
transmitió una de sus revelaciones…

“Como si tuviera la cabeza en las nubes.”

“Jeje, ya veo…”

Me pregunto si también ha hablado con Celes antes. De hecho, me pregunto si puedo


irme ahora… Oh, sí, antes de eso, todavía hay otra cosa que me molesta…

“Disculpe, señorita oráculo, pero ¿puedo preguntarle algo?”

“Por supuesto. Por favor, pregunte lo que tenga en mente.”

“Um… ¿por qué las tetas de Celes son tan grandes en esa estatua de ella?”

Y así fue como la última persona que estaba en el escenario finalmente se derrumbó… Se
derrumbó de risa, cabe destacar.
Kaoru se sentía bastante bien consigo misma. No sólo se las había arreglado para
encontrar una manera de mantener alejados tanto al templo como a todos en el castillo, ahora
tenía mucha más libertad para hacer lo que quisiera. Incluso si se resbalaba un poco aquí y
allá, nadie debería causarle problemas a partir de ahora. En este momento podría ayudar a
muchas más personas y, lo que es más importante, podría obtener dinero por hacerlo. El solo
pensar en una vida pacífica en la que no tuviera que preocuparse por el dinero la hizo sonreír
de oreja a oreja.

La noticia de lo que sucedió se extendió fuera de Balmore en casi nada de tiempo, y eso
fue sin que Kaoru supiera que estos países no se quedarían de brazos cruzados una vez que se
enteraran de ella…

Estaba el reino de Brancott, el país del que Kaoru había escapado. También estaba la
Tierra Santa de Rueda, cuya influencia se había debilitado en los cincuenta y tres años desde
la última vez que descendió la Diosa. Luego estaba el Imperio Aligot militarista, rodeado por
nada más que océanos y montañas, que estaban listos para tomar medidas drásticas para
revitalizar su economía en constante decadencia.

Los engranajes de la discordia cobraban vida en este mundo que alguna vez fue pacífico.
Incluso si Kaoru no estuviera aquí, este era un resultado que habría llegado eventualmente.

Pero había una cosa segura: la existencia de Kaoru aquí sólo estaba acelerando el
proceso…
Historia Adicional: Días Pacíficos

… Creo que ya es hora de que mejore mis habilidades culinarias.

Había preparada todo tipo de platos con los ingredientes que había encontrado aquí hasta
ahora, pero estaba a punto de alcanzar mi límite. Quiero decir, la gente ni siquiera usaba caldo
ni nada de eso al cocinar, así que todo sabía a una gran mezcla de lo que se usó para hacerlo.
Sin embargo, no era como si supiera mal ni nada. En realidad, era bastante bueno a su manera,
e incluso podrían terminar con un poco de caldo si hervían todo un poco.

Aun así, no era nada comparado con la comida que se podía conseguir en Japón.

El verdadero clavo en el ataúd era la falta de condimentos. No había ningún katsuobushi


para darle sabor, y ni uno solo de esos niboshi a la vista. Sin salsa de soja, sin miso, ¡ni siquiera
con wasabi! Eso sin mencionar que las especias eran estúpidamente caras aquí.

Era cierto que las comidas caseras que preparaba cuando trabajaba como camarera se
volvieron bastante populares después de que se agregaron formalmente al menú, pero tenía
que pensar realmente de forma creativa para que funcionara. Tuve que hacer el caldo para mi
falso udon tomando el caldo que obtuve al secar y asar diferentes tipos de pescado, o al hervir
diferentes tipos de huesos de animales. Pero sólo eso no era suficiente. ¡Cualquier persona
japonesa de verdad siempre tenía que estar a la caza de ese elusivo sabor umami!

Y así, fui directo a ello. No tenía la menor idea de dónde conseguir ese hongo que
necesitabas para hacer miso y salsa de soja, y mucho menos cómo usarlo, y no tenía idea de
cómo demonios encontraría wasabi aquí. ¡Pero para eso tenía mis poderes de poción! Era así
como lo que decía ese tipo en ese video que fue popular hace un tiempo:

No es que haya estado posponiendo esto diciendo que lo iba a hacer mañana o algo por el
estilo, ¡pero este es definitivamente el momento para que lo haga!

“¡Dame una poción que sepa y huela igual que la salsa de soja, pero hazla un poco más
saludable y haz que aparezca en un tarro de salsa de soja!”

Y sin más, tenía mi frasco de salsa de soja, hecho exactamente a pedido. ¡Supongo que se
podría decir que no era lo que quería un pirata cuando pedía un “tarro” a gritos! Jaja… jajaa…
Oh, en serio, eso fue terrible, ni siquiera sé si esto tenga sentido…
“¡Dame un tarro pequeño lleno de algo que sepa y huela como miso! Y dame algo que,
oh, bueno… ¡Sólo dame wasabi!”

……

“¡¿Q-qué es esto?!”

“Es delicioso…”

Mastica, engulle, saborear, gruñe…

Está bien, ¡les encanta! Disfruten de una buena cocina japonesa a la antigua.

Esto debería hacer que cocinar cualquier plato de mariscos sea muy fácil. Dicho esto, a
pesar de que estábamos en una península, aun así, estábamos lo suficientemente lejos del
océano como para que el día en que pudiera presentarles a todos el sashimi aún parecía muy
lejano.

Los cinco chicos que trabajaban en el taller de Maillart siempre habían dado críticas muy
favorables a mi cocina hasta ahora, pero el menú de hoy estaba en un nivel completamente
diferente. Usé salsa de soja como base para la salsa que usé para cocinar la carne,
combinándola con algo que era algo así como rábano picante. También usé una combinación
de salsa de soja y miso para hervir y asar algunos otros platos. Finalmente pude recrear ese
sabor que había estado buscando todo este tiempo… Casi me hacía llorar.

También me las arreglé para hacer sopa de miso y un poco de tofu de miso horneado de
postre. Incluso hice algunas galletas de arroz con sabor a salsa de soja para los bocadillos
cuando todos estaban de descanso entre el trabajo. Estaba tan feliz que ni siquiera pensé en
preparar un menú específico, y sólo hice una gran variedad de comida. Estos no eran
exactamente los platos más saludables que había preparado, y estaba bastante segura que me
había pasado del presupuesto para preparar comida para una sola comida… Ups.

“Todo ha estado delicioso hasta ahora, ¡pero esta es la primera vez que he probado algo
como esto! ¿Qué pasó para que te hicieras tan buena comida como esta?”

Achille parecía tan emocionado que le respondí con sinceridad. “Nada realmente. Terminé
haciendo un nuevo condimento para probar en mi cocina. Usamos esto todo el tiempo en mi
país, y finalmente pude recrear ese sabor en este momento.”
“¡Wow, eso es increíble! Deberías abrir un restaurante si puedes hacer cosas que sepan
tan bien.”

¡TIRÓN!

Bardot, Carlos, Alban y Brian agarraron una parte diferente de Achille antes de llevarlo a
la habitación de al lado. Pasaron unos minutos antes de que los cinco volvieran a aparecer,
actuando como si nada hubiera pasado. Achille parecía un poco nervioso cuando se volvió
hacia mí.

“¡Quiero decir, s-sería imposible que llevaras esto a un restaurante! No conseguirías ni un


solo cliente. Sí…”

¡TIRÓN!

Una vez más, Achille fue arrastrado a la otra habitación. Pasaron unos minutos más, y los
cinco estaban de regreso, actuando como si nada hubiera pasado. De nuevo.

“Bueno, quiero decir, sí, es bueno, pero no es algo que debas comer en un restaurante.
Seguro, probablemente se volverá popular y esas cosas, pero, eh, no es algo que debas darles
a los clientes… Y, eh…” Achille estaba tan confundido en este punto que ni siquiera él parecía
saber de qué estaba hablando ya.

Casi podía adivinar qué tipo de sermón le habían estado dando los cuatro después de que
lo arrastraron a la otra habitación. Al principio, probablemente fue algo como: “¡¿Qué vamos
a hacer si Kaoru decide dejar su trabajo aquí para abrir su propio restaurante?!” por eso le
entró el pánico y trató de decir que mi cocina no estaba a la altura. Como resultado, el sermón
número dos probablemente fue más en la línea de: “¡¿Qué pasaría si Kaoru pierde su confianza
y comienza a agregar un montón de condimentos extraños?!” de ahí la confusión de Achille
sobre lo que debería decir ahora.

Sus ojos seguían moviéndose de un lado a otro hacia mí, luciendo bastante alterados por
qué hacer.

… Aunque supongo que no puedo decir eso con seguridad…

Al día siguiente, intenté hacer algo de mi cocina nueva y mejorada para los miembros de
los Ojos de la Diosa.

“““¡Deberíamos abrir un restaurante!”””


Ustedes también, eh…

Pero, espera un momento… Si alquilara una pequeña tienda para abrir un restaurante y
tuviera a los niños como mis trabajadores, los costos laborales ni siquiera serían un
problema… ¡Espera, no, no, no! Eso significaría que no podrían mantenerse en sus pies por sí
mismos. Incluso si les enseñara a cocinar, ¿qué pasaría cuando me fuera y se les acabara el
condimento? Sabía exactamente lo que les pasaría a los niños si el sabor de su comida
empeorara de repente y no tuvieran a nadie cerca para apoyarlos.

Pero había un problema aún mayor antes de todo eso: ¡me hundiría si abriera un
restaurante! Tendría que estar siempre trabajando, de la mañana a la noche. ¡No vine hasta
otro mundo sólo para matarme trabajando! ¡Iba a vivir una vida de ocio a mi propio ritmo! No
tendría que preocuparme por el dinero y tendría mucho tiempo libre para mí. Iba a pasar mis
días viviendo la vida fácil mientras trataba de encontrarme a alguien con quien casarme; ¡esa
era la vida para mí!

Je…

Jejejejejeje…

“Uh-oh, aquí vienen las charlas para sí misma de Kaoru de nuevo…”

“¡Shh! Eso tiene que ser ella hablando con la Diosa en su mente… Probablemente…”

“¡Ni siquiera tú te lo crees, Emile!”

“¡Esa mirada en sus ojos es tan malvada, sólo la hace parecer una persona malvada que
no está tramando nada bueno!”

“B-Bueno… Sí, supongo…”

Y así, los días pacíficos de Kaoru continuaron por un poco más de tiempo…
Palabras del Autor

Hola a todos, mi nombre es FUNA. ¡Muchas gracias por leer este libro!

Esta es la segunda serie que logré publicar oficialmente, pero fue mi título debut cuando
comencé a escribir novelas ligeras en línea. Es por eso que este título ocupa un lugar especial
en mi corazón, pero nadie parecía interesado en publicarlo. Tenía miedo de que simplemente
desapareciera en el vacío y eso sería el final, ¡pero fue entonces cuando recibí la oferta para
publicarlo! Incluso era un título de lanzamiento, ¡y también iba a tener un manga! Estaba tan
feliz que me retorcía por el suelo de pura alegría.

Todo lo que queda ahora es esperar que mis humildes deseos se hagan realidad, así que
por favor no dejes que este libro fracase para que pueda publicar el siguiente volumen… y que
se convierta en un anime… y una película… y un juego… y adaptación Live Action de
Hollywood…

… No hay nada de humilde en eso, ¿verdad?

De todos modos, espero tu apoyo para poder dar un paso más hacia la realización de mis
ambiciones.
Palabras del Traductor, Mayhek

¡Hey! ¡It is I, ZIIIM! ¿Qué, no han visto la película de Invader ZIM? Procedan. Ew, pensar
que el inicio de mes, y casi terminando esta traducción, me lesioné la espalda, wow, tenía
muchos años sin haber sentido tanto dolor, 6to día estando en cama y no veo el día en que me
recupere, ciertamente un humano no debería inutilizarse de tal forma, ahora bien, pienso en
las 6 horas de dolor que pase, y sí, creo que esperaré pacientemente en cama.

Últimamente he trabajado como si no hubiera cuarentena, no veo subida de sueldo, siguen


subiendo el precio del GB, ew, basta, es gracioso que adicional del trabajo y mi tiempo para
mí, ahora ande en modo Miura jugando en vez de proceder con lo que tengo pendiente, aún
no he terminado el 4to volumen de la Onee-chan, estoy a cargo de otro volumen pedido, este
mes sale el nuevo de Youkoso, Bakarina, sigo sin hacer la traducción del 5to de Youjo, ja, y
yo pensando que ya tendría ciertos proyectos al día, aunque, bueno, al final saben cómo pueden
meter presión(?).

Ahora a la historia, saludos a ‘S’, leen este ejemplar gracias al camarada. Ni se me hubiese
ocurrido por la cabeza el leer, o traducirlo, pero, nunca hay que decirles no a nuevas
experiencias, mmm, a ver, tengo en mente varias novelas aparte con las que comprarla y nop,
vamos a darle una oportunidad, aun es un pronto, espero que encuentre otra forma de generar
empatía a la que ya ¿cuántas veces se repitió, 6? Y para alguien que nunca se aprende los
nombres cuando traduce, Kaoru y Celestine, estoy mejorando, ¿eh?

Sigo con dolor de lumbar, pero Messi no se va del Barca, eso es un alivio, ¿no?

Para este volumen no hay cita, porque la dirá el Secretario General, Ferindrad. Sin más,
nos vemos el próximo volumen… O no (?).
Palabras del Traductor, Ferindrad

Como en todas las veces anteriores esta traducción fue posible gracias al patreon, gracias
S por tu continuo patrocinio, así como a los demás que me apoyan, espero que tú y quienes
lean esto disfruten más que yo.

Caía ceniza del cielo… Ok, eso fue la primera línea del prólogo de cierto libro de fantasía,
se los dejo de tarea saber cuál es (en realidad no, pero de momento no les diré). Mi cuerpo me
ha tratado mejor que el de Mayhek a su persona, aunque de cuando en cuando un dolor de
espalda llega para decir “hola” durante un rato… no estamos en edad para esas cosas… de
verdad que no.

Entre obligaciones y tiempo libre me he logrado mantener al día con los proyectos
principales, aunque los secundarios han sufrido un poco, aun así, los esfuerzos no mermaran
y aquí se seguirá siempre que se pueda.

En cuanto a la estructura de la obra en si no dista demasiado de muchos Isekais, tenía que


ser dicho. Aun así, la distinción principal viene a ser Kaoru, una muchacha bastante avispada
y segura de lo que quiere y cree que no deja de meterse en problemas cuando busca, casi
siempre, esquivarlos. Personalmente me pareció bastante divertida y aun agradable cambio de
marcha respecto a las demás traducciones.

Dejare a su discreción la información de los proyectos en los que está trabajando Mayhek
a su ritmo, yo espero que no pase mucho tiempo desde que se sepa eso a que se publiquen
(porque tengan por seguro que ha terminado cosas que aún no he acomodado).

Pensando en el tiempo que estoy seguro que Kaoru tardara en conseguir un esposo, sin
más nos leemos (?) en otra ocasión.

Para todos de Ferindrad


El hombre tiene una nostalgia de la creación, no se
conforma con vivir, sino que también necesita crear.

JUAN JOSÉ ARREOLA.

Escritor mexicano.

(1918-2001)

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