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¿QUÉ ES EL SUELO?

Según la RAE nos dice que es: “La superficie de la corteza terrestre”.
 Es una capa delgada que se ha formado muy lentamente, a través de los
siglos, con la desintegración de las rocas superficiales por la acción del agua,
los cambios de temperatura y el viento.
El suelo es lo que cubre la superficie terrestre y sostiene la vida vegetal, que es el
gran motor energético de la naturaleza, ya que en su interior alberga nutrientes
y agua.
CARACTERÍSTICAS DEL SUELO:
 Variabilidad. Los suelos presentan por lo general componentes poco
homogéneos en su tamaño y constitución, por lo que a pesar de mostrarse como
una mezcla homogénea, en realidad poseen rocas y elementos de diverso tamaño y
diversa naturaleza.
 Fertilidad. La posibilidad de los suelos de albergar nutrientes derivados del
nitrógeno, azufre y otros elementos de importancia para la vida vegetal, se llama
fertilidad y está relacionada con la presencia de agua y materia orgánica, y con la
porosidad del suelo.
 Mutabilidad. Si bien los procesos de cambio del suelo son a largo plazo y no
podemos constatarlos de manera directa, es verdad que se encuentran en
constante mutación física y química.
 Solidez. Los suelos presentan distintas propiedades físicas, entre ellas la solidez
y la textura: existen algunos más compactos y rígidos, otros más maleables y
blandos, dependiendo de su historia geológica particular.

TIPOS DE SUELO:
 Suelos arenosos. Incapaces de retener el agua, son escasos en materia orgánica y por lo
tanto poco fértiles.
 Suelos humíferos. De tierra negra, en ellos abunda la materia orgánica en descomposición
y retienen muy bien el agua, siendo muy fértiles.
 Suelos arcillosos. Compuestos por finos granos amarillentos que retienen muy bien el
agua, por lo que suelen inundarse con facilidad.
 Suelos pedregosos. Compuestos por rocas de distintos tamaños, son muy porosos y no
retienen en nada el agua.
 Suelos calizos. Abundan en minerales calcáreos y por lo tanto en sales, lo cual les confiere
dureza, aridez y color blanquecino.
CONTAMINACIÓN DEL SUELO:

La superficie terrestre es la piel del planeta, un manto lleno de cicatrices,


arrugas milenarias y heridas más recientes causadas tanto por el hombre
como por la propia naturaleza. Algunas de estas úlceras son incurables —como
la extinción de especies—, otras comprometen la salud y la seguridad alimentaria, y
todas ellas amenazan el bienestar de 3.200 millones de personas en el mundo.

Este mal invisible aparece cuando la concentración de contaminantes en la


superficie es tan alta que daña la biodiversidad del suelo y pone en riesgo nuestra
salud a través, sobre todo, de la alimentación.
La temperatura de la tierra se está elevando. Los glaciares se
están reduciendo. El nivel del mar se está elevando. El clima
se ha vuelto más extremo, ambos el caliente y el frío.

Los agentes de la contaminación del suelo comprometen la


seguridad alimentaria de la población mundial al disminuir la
cantidad y la calidad de las cosechas.

Los contaminantes de la tierra pasan a nuestro


organismo propiciando la aparición de enfermedades.

La contaminación del suelo es una de las principales


causas que podrían desencadenar la sexta extinción
masiva de la historia.

El deterioro de la superficie terrestre repercute


en la calidad del agua y del aire, sobre todo en
los países en vías de desarrollo.

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