Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Segundo Principio de La Termodinámica
Segundo Principio de La Termodinámica
1. Motivación.
Si entendemos que el aire que ocupa una habitación está formado por moléculas que
pueden describirse con las leyes de la mecánica clásica, una descripción exhaustiva del
estado de aire debiera involucrar el conocimiento, en cada instante, de las posiciones y
velocidades de traslación de todas las moléculas, y además, si las moléculas están
formadas por más de un átomo, también se deberán conocer la orientación de cada
molécula en el espacio, su velocidad de giro, y eventualmente la posición relativa de los
distintos átomos de cada molécula. A esta descripción exhaustiva la llamaremos
descripción microscópica, y a un estado conocido con ese extraordinario grado de
descripción lo llamaremos estado microscópico.
La descripción microscópica es imaginable, pero no es realizable en la práctica. Jamás
conocemos en forma simultánea las posiciones y velocidades de todos los átomos y
moléculas que componen un sistema macroscópico, como es el aire que llena una
habitación.
Por suerte no es necesario este conocimiento detallado para poder trabajar con los
sistemas macroscópicos. Para el aire en calma en una habitación, basta con una
descripción macroscópica, que da cuenta de los valores de aquellas magnitudes que
como la presión, el volumen, o la temperatura, pueden medirse con relativa facilidad, y
que caracterizan ciertos comportamientos colectivos de las moléculas que componen el
1
sistema. Así por ejemplo la temperatura de un gas caracteriza la “agitación térmica” o
energía cinética media de las moléculas, y la presión es el efecto promedio de los
choques de las moléculas sobre el manómetro. Un estado macroscópico estará
caracterizado por valores definidos de estas variables macroscópicas.
En la Fig. 1 indicamos dos ejemplos de descripciones microscópicas y macroscópicas
2
r
del sólido se obtiene en forma unívoca a partir de las magnetizaciones μ j de los átomos
del sólido
r N
r
M = ∑μj . (2)
j =1
3
En la Fig. 3 se ilustran todas las situaciones posibles. En la columna de la izquierda se
indican los valores de la variable macroscópica N izq . En la segunda columna se indican
explícitamente cuales moléculas están en la mitad izquierda del recipiente. En la última
columna se indica el valor de Ω para cada caso. El valor de Ω se obtiene contando
directamente en la segunda columna las situaciones posibles, o con una fórmula de
análisis combinatorio.
Vemos que el estado macroscópico que se realiza con el mayor número de estados
microscópicos, es aquel en el que hay igual número de moléculas en las dos mitades del
recipiente. En ese caso N izq = N der = 2 , y resulta Ω = Ω máximo = 6 .
En una descripción más realista de un gas, el número N de moléculas es muy grande. En
ese caso no podremos contar directamente los estados microscópicos que corresponden
a cada macroestado, y necesitaremos usar las fórmulas del análisis combinatorio. Para
un sistema con N moléculas, el número de estados microscópicos con n moléculas en la
mitad izquierda del recipiente se obtiene con las combinaciones de N moléculas
tomadas en grupos de n . Este número es
N!
Ω( n) = C Nn = (3)
n!( N − n)!
Cuando el número N de átomos es muy grande, y de eso se trata en cualquier caso de
verdad, la función Ω(n) tiene un máximo muy agudo para el estado macroscópico en el
que hay igual cantidad de moléculas en las dos partes del recipiente
4
( N izq = N der = N / 2 ). Para demostrarlo compararemos el número de estados
microscópicos del estado macroscópico con igual cantidad de moléculas en ambas
partes del recipiente
N!
Ω ( N / 2) = , (4)
( N / 2)!( N / 2)!
con el número total de estados microscópicos con cualquier distribución de las
moléculas en el recipiente. Este número total de estados microscópicos se puede escribir
en la siguiente forma
Ω total = ∑n =0 Ω(n) .
N
Si tenemos en cuenta la ecuación (3), vemos que esta suma es muy difícil de hacer. Por
suerte tenemos un modo mucho más sencillo y directo de calcular Ω total . Cada molécula
tiene solo dos posibilidades: estar en la mitad izquierda o estar en la mitad derecha del
recipiente. Bastará entonces con multiplicar entre sí las 2 posibilidades de cada
molécula para tener el número total de posibilidades de distribuirlas. Resulta así
N veces
Ω total = 2 × ⋅ ⋅ ⋅ ⋅ ⋅ ⋅ ⋅ ⋅× 2 = 2 N .
Los matemáticos han encontrado una fórmula aproximada para el cálculo del factorial
de un número x muy grande. Esa fórmula es
1
ln( x!) ≅ x ln x − x + ln(2πx), x >> 1
2
Usaremos esa aproximación del factorial para calcular el cociente
1 πN πN
N ln 2 − ln ln
ln Ω( N / 2) ln N !−2 ln( N / 2)! 2 2 =1− 1 2 .
= ≅
ln Ω total N ln 2 N ln 2 2 N ln 2
Vemos aquí que esta última expresión es prácticamente igual a uno cuando el número
de átomos es muy grande, es decir
ln Ω( N / 2)
lim N →∞ =1.
ln Ω total
Esto significa que el valor más significativo de Ω(n) se produce cuando n = N / 2 . Para
todos los otros valores de n el número de microestados es muy pequeño. Esto se hace
evidente en la Fig. 4, donde hemos representado Ω(n) / Ω total en función de n / N
5
El estado macroscópico con igual cantidad de moléculas a la izquierda y a la derecha es
el que puede realizarse con la mayor cantidad de estados microscópicos. Esto ya se
insinuaba cuando estudiamos el caso N = 4 , donde el estado con 2 moléculas de cada
lado era el que se podía realizar con 6 estados microscópicos distintos. Pero ahora,
cuando N >> 1 , vemos que el predominio del estado macroscópico con el mismo
número de moléculas en cada mitad del recipiente es aún mucho mayor.
La tendencia natural de una distribución inicial no homogénea de moléculas en el
recipiente es a alcanzar un estado macroscópico más homogéneo.
Un estado macroscópico con un número diferente de moléculas en cada parte del
recipiente no durará mucho tiempo: el sistema evolucionará hasta alcanzar el estado con
igual número de moléculas en cada mitad del recipiente.
Una vez alcanzado ese estado macroscópico, el gas permanecerá esencialmente en ese
estado. Solo es esperable que haya muy pequeñas fluctuaciones, que serán en general
imperceptibles con los instrumentos de medición usuales. Por otro lado, grandes
desviaciones espontáneas del estado con igual cantidad de moléculas de cada lado serán
muy improbables.
6
Un sistema que no está aislado puede evolucionar de un estado de equilibrio
termodinámico a otro. Si lo hace pasando por sucesivos estados de equilibrio
termodinámico intermedios, esta evolución se denomina proceso reversible, mientras
que si los estados intermedios no son de equilibrio termodinámico, se denomina proceso
irreversible.
Una condición para que un sistema experimente una transformación reversible es que
los cambios impuestos desde afuera del sistema se hagan en intervalos de tiempo mucho
mayores que el denominado tiempo de relajación del sistema, que es el tiempo que el
sistema aislado tarda en alcanzar el equilibrio termodinámico.
Vamos a considerar ahora un sistema cualquiera del mundo que nos rodea, formado por
un número muy grande de átomos. Este sistema podría describirse en forma exhaustiva
considerando el estado microscópico de cada uno de sus átomos, pero también se puede
hacer de él una descripción considerando solo ciertas variables macroscópicas que son
relevantes. Un estado macroscópico del sistema se caracteriza con ciertos valores
definidos de estas variables macroscópicas. Cada estado macroscópico M puede existir
en una gran cantidad Ω( M ) de estados microscópicos diferentes.
La entropía del sistema en el estado macroscópico M se define con la expresión
S ( M ) = k ln Ω ( M ) , (5)
donde k es la constante de Boltzman.
El segundo principio de la termodinámica establece que para todo sistema aislado, el
estado macroscópico solo puede evolucionar en el tiempo de manera de aumentar su
entropía:
ΔS ≥ 0 .
Este aumento se producirá hasta que el sistema aislado alcance espontáneamente el
estado de entropía máxima, que es el estado de equilibrio termodinámico
S máximo = S ( M equilibrio ) = k ln Ω( M equilibrio ) .
7
Como las posiciones y las velocidades deben cumplir condiciones independientes, el
número de estados microscópicos con un volumen V y una energía interna U es igual al
r
número de estados microscópicos con posiciones r j de las moléculas en el volumen V,
r
multiplicado por el número de estados microscópicos con velocidades v j de las
moléculas que corresponden al valor U de la energía interna:
Ω(U ,V ) = Ω velocidades (U ) ⋅ Ω posiciones (V )
Veamos primero como calcular Ω posiciones (V ) . Para ello consideremos el volumen V
dividido imaginariamente en pequeñas celdas del mismo volumen ΔV , como se indica
en la Fig. 5. Cada una de las N moléculas tendrá entonces la posibilidad de tener su
posición en alguna de las V / ΔV celdas imaginarias. Cada molécula tiene entonces
V / ΔV posibilidades de ubicarse dentro del volumen V. Las N moléculas tendrán
N veces
entonces V / ΔV ⋅ ⋅ ⋅ ⋅ ⋅ ⋅ ⋅ ⋅ ⋅V / ΔV posibilidades de ubicarse en el volumen V, y entonces
N
N veces
⎛ V ⎞
Ω posiciones (V ) = V / ΔV ⋅ ⋅ ⋅ ⋅ ⋅ ⋅ ⋅ ⋅ ⋅V / ΔV = ⎜ ⎟ ∝V
N
(6)
⎝ ΔV ⎠
El numero de estados microscópicos de posición resulta proporcional a la N-esima
potencia del volumen V.
8
Calcular el número Ω velocidades (U ) de estados microscópicos de velocidades significa
“contar” cuantos de estos vectores largísimos de tamaño 2U / m pueden existir en un
espacio vectorial de 3N dimensiones. Parece razonable decir que este número debiera
ser proporcional al área de una esfera en 3N dimensiones con radio R = 2U / m . Esta
área es proporcional a R 3 N −1 , y entonces resulta
3 N −1
Ω velocidades (U ) ∝ R 3 N −1 ∝ U 2 . (8)
Combinando los resultados obtenidos en las ecuaciones (6) y (8) obtenemos finalmente
3 N −1
Ω(U ,V ) = Ω velocidades (U ) ⋅ Ω posiciones (V ) = C ⋅ U 2
⋅V N ,
donde C es una constante de proporcionalidad que desconocemos. La entropía resulta
entonces
⎛ 3N − 1 ⎞ 3
S (U ,V ) = k ⎜ ln C + ln U + N ln V ⎟ ≅ k ln C + Nk ln U + Nk ln V . (9)
⎝ 2 ⎠ 2
Hemos logrado entonces (¡por fin!) encontrar una expresión para la entropía del gas
ideal monoatómico en función de la energía interna y el volumen, a menos de una
constante aditiva desconocida k ln C . Esta constante aditiva no es necesaria para el
cálculo de una variación de entropía entre los estados termodinámicos (U1 ,V1 ) y
(U 2 ,V2 ) , que resulta
3 U V
ΔS = S (U 2 ,V2 ) − S (U 1 ,V1 ) = Nk ln 2 + Nk ln 2 .
2 U1 V1
Hemos logrado, con un gran esfuerzo, calcular a partir de consideraciones
microscópicas la entropía del sistema más simple posible, que es el gas ideal. Podemos
imaginarnos que usar este procedimiento para calcular la entropía de sistemas más
complejos es prácticamente imposible. Afortunadamente existe un procedimiento para
el cálculo de variaciones de entropía en forma más sencilla, que se basa solamente en
consideraciones macroscópicas. Veremos este método en la sección 8.
6. Aditividad de la entropía.
9
Hemos demostrado así que la entropía es aditiva para el caso de un sistema con dos
partes. La extensión de la demostración para un sistema con un número cualquiera de
partes es muy fácil.
1 ⎛ ∂S (U ,V ) ⎞ p * ⎛ ∂S (U ,V ) ⎞
=⎜ ⎟ , =⎜ ⎟ (10)
T * ⎝ ∂U ⎠V T * ⎝ ∂V ⎠U
3
S (U ,V ) = k ln C + Nk ln U + Nk ln V .
2
Ahora podemos usar esta expresión de la entropía en las ecuaciones (13) para calcular la
temperatura y presión termodinámica de un gas ideal. Se obtiene
1 ⎛ ∂S (U ,V ) ⎞ 3 1 p * ⎛ ∂S (U ,V ) ⎞ 1
=⎜ ⎟ = Nk , =⎜ ⎟ = Nk ,
T * ⎝ ∂U ⎠V 2 U T * ⎝ ∂V ⎠U V
de donde resulta
3
U= NkT *, p * V = NkT *
2
10
Cuando estudiamos el gas ideal monoatómico, habíamos definido la temperatura
absoluta de modo que fuera proporcional a la energía cinética media por partícula, y así
obtuvimos la expresión U = 3NkT / 2 para la energía interna. También, de contabilizar la
transferencia de impulso por unidad de área y unidad de tiempo sobre las paredes del
recipiente que contiene el gas ideal, obtuvimos que la presión p verifica la ecuación de
estado pV = NkT . Comparando con las ecuaciones obtenidas para la presión y
temperaturas termodinámicas se ve inmediatamente que T * = T y p = p * . Hemos
demostrado que para el gas ideal monoatómico la temperatura termodinámica T * y la
temperatura absoluta T toman el mismo valor numérico, y que también toman el mismo
valor la presión termodinámica p * y la presión p.
Vamos ahora a la segunda demostración. Consideremos un sistema aislado con dos
partes A y B, como se indica en forma esquemática en la figura 6
Estos dos sistemas interaccionan entre sí intercambiando calor y trabajo, hasta llegar al
equilibrio termodinámico.
Un ejemplo concreto de esta situación esquemática podría ser el de un cilindro cerrado y
aislado térmicamente, que tiene una pared móvil separando dos gases que inicialmente
tienen diferentes temperaturas y presiones, como se indica en la figura 7.
11
La energía interna U y el volumen V del sistema compuesto son aditivas, de modo que
la energía total es la suma de las energías de las partes, y lo mismo sucede con el
volumen
U = UA +UB, V = VA + VB (11)
S = S A (U A , V A ) + S B (U B , V B )
S = S (U A , VA ) = S A (U A ,V A ) + S B (U − U A , V − VA )
⎛ ∂S (U A ,VA ) ⎞ ⎛ ∂S (U , V ) ⎞ ⎛ ∂S (U ,V ) ⎞ ∂U B
⎜⎜ ⎟⎟ = ⎜⎜ A A A ⎟⎟ + ⎜⎜ B B B ⎟⎟ =0,
⎝ ∂U A ⎠V A ⎝ ∂U A ⎠V A ⎝ ∂U B ⎠VB ∂U A
⎛ ∂S (U A ,VA ) ⎞ ⎛ ∂S (U ,V ) ⎞ ⎛ ∂S (U ,V ) ⎞ ∂VB
⎜⎜ ⎟⎟ = ⎜⎜ A A A ⎟⎟ + ⎜⎜ B B B ⎟⎟ =0.
⎝ ∂VA ⎠U A ⎝ ∂VA ⎠U A ⎝ ∂VB ⎠U B ∂VA
∂U B ∂ (U − U A ) ∂VB ∂ (V − VA )
= = −1, = = −1 ,
∂U A ∂U A ∂VA ∂VA
se obtienen las dos ecuaciones
⎛ ∂S A (U A ,VA ) ⎞ ⎛ ∂S (U ,V ) ⎞ ⎛ ∂S A (U A ,VA ) ⎞ ⎛ ∂S (U ,V ) ⎞
⎜⎜ ⎟⎟ = ⎜⎜ B B B ⎟⎟ , ⎜⎜ ⎟⎟ = ⎜⎜ B B B ⎟⎟ .
⎝ ∂U A ⎠VA ⎝ ∂U B ⎠VB ⎝ ∂VA ⎠U A ⎝ ∂VB ⎠U B
TA * = TB *, p A * = pB * .
12
que se obtienen en la teoría cinética de los gases ideales, omitiremos el asterisco (*) en
la designación de la temperatura y presión termodinámica.
⎛ ∂S ⎞ ⎛ ∂S ⎞ 1 p dU + pdV
dS = ⎜ ⎟ dU + ⎜ ⎟ dV = dU + dV =
⎝ ∂U ⎠V ⎝ ∂V ⎠U T T T
Para obtener esta última expresión hemos usado las definiciones de temperatura y
presión termodinámicas de la ecuación (10), pero hemos omitido los asteriscos (*).
Según el primer principio de la termodinámica, si la evolución infinitesimal del sistema
es reversible, podemos escribir dU + pdV = δQ , y por lo tanto, en una evolución con
esas características, la variación de la entropía satisface la ecuación
δQ
dS =
T
Esta expresión permite calcular la pequeña variación de entropía del sistema que se
encuentra a la temperatura absoluta T cuando en forma reversible se le entrega una
pequeña cantidad de calor δQ .
Integrando la relación dS = δQ / T se obtiene la siguiente expresión para la diferencia de
entropía entre dos estados macroscópicos (1) y (2):
δQ
( 2)
S ( 2 ) − S (1) = ∫T
(1)
. (12)
La integral debe realizarse a lo largo de un camino que conecte el macroestado (1) con
el macroestado (2), en un proceso reversible, es decir pasando por sucesivos estados de
equilibrio termodinámico.
En la figura 8 se ha elegido representar a los estados macroscópicos en un diagrama
presión-volumen, y en ese diagrama se han dibujado dos caminos posibles para calcular
la integral del segundo miembro de la ecuación (12).
La entropía es una función de estado, y en consecuencia ΔS = S ( 2 ) − S (1) depende
solamente de los estados (1) y (2). Por lo tanto, la integral que aparece en el miembro
derecho de la ecuación (12) es independiente del camino elegido para conectar los
estados.
13
Si se conoce el calor infinitesimal absorbido δQ y la temperatura T en cada uno de los
pequeños tramos que componen el camino elegido, se puede calcular la diferencia
ΔS = S ( 2 ) − S (1) ..
Fig. 8. Dos caminos para calcular la variación de entropía entre los estados (1) y (2)
S ( 2 ) − S (1) = ∫ +∫ =∫ +∫ , (13)
(1)
T ( 3)
T T1
T T3
T
donde n es el numero de moles del fluido, mientras que c p y cV son los calores molares
a presión y a volumen constantes, respectivamente. Esta expresión es calculable si se
conocen los calores molares a presión y a volumen constantes. Aunque no se disponga
de una expresión teórica para estas cantidades, ellas siempre se pueden obtener
empíricamente, de modo que la ecuación (13) es de validez general, y por supuesto
mucho más efectiva para el cálculo que la definición de la entropía en función del
numero de estados microscópicos.
Para un gas ideal monoatómico, los calores molares son c p = 5R / 2 y cV = 3R / 2 , donde
R es la constante universal de los gases. Como son constantes se pueden extraer fuera de
las integrales, y se obtiene entonces la misma expresión que ya habíamos obtenido al
final de la sección 5.
14
Consideremos ahora un proceso arbitrario, no necesariamente reversible, en el que un
sistema Σ , inicialmente en un estado de equilibrio termodinámico, interacciona con otro
sistema mucho más grande Φ , que se denomina foco térmico, que también está
inicialmente en un estado de equilibrio térmico. Esto se indica esquemáticamente en la
figura 9.
Debido a su gran tamaño, el foco térmico no modifica apreciablemente su temperatura
T foco , cuando le entrega al sistema Σ un trabajo W y una cantidad de calor Q.
Debido a la interacción con el foco, el sistema Σ evolucionará a un nuevo estado de
equilibrio termodinámico, pero por el carácter no reversible de la evolución, no
podemos usar los resultados de la sección anterior para calcular la variación de entropía
ΔS Σ del sistema Σ .
ΔS = ΔS Σ + ΔS Φ ≥ 0 .
Por el enorme tamaño del foco Φ , que le entrega cantidades finitas de calor y trabajo al
sistema Σ , podemos considerar que en este proceso el foco experimenta una
transformación muy aproximadamente reversible a la temperatura constante Tfoco , y en
consecuencia su variación de entropía se puede escribir en la forma
Q
ΔSΦ = −
Tfoco
Q
ΔS Σ ≥
T foco
15
∑T
Qi
ΔS Σ ≥ ,
i foco i
donde Tfoco i designa las temperaturas del foco i , y Qi designa las cantidad de calor que
el sistema recibe del foco i. En el límite, si el sistema se pone en contacto sucesivamente
con infinitos focos de distinta temperatura, resulta:
δQ
ΔS Σ ≥ ∫ ,
T foco
donde δ Q designa la cantidad infinitesimal de calor que el sistema recibe del foco a
temperatura T foco .
En particular, si la evolución del sistema Σ es cíclica, es decir que el sistema evoluciona
volviendo a su estado inicial, la función de estado entropía vuelve a su valor inicial, de
modo que ΔS Σ = 0 , y se obtiene la desigualdad de Clausius
δQ
∫T foco
≤0
Motores.
16
dos fuentes de calor, de temperaturas diferentes T1 y T2 , es posible producir trabajo por
medio de una máquina de funcionamiento cíclico, pero existe un máximo natural para el
rendimiento que se puede lograr.
Supongamos que T1 > T2 . Consideremos una máquina que, durante un ciclo, absorbe la
cantidad de calor Q1 en contacto con la fuente caliente de temperatura T1 , y entrega la
cantidad de calor Q2 a la fuente fría de temperatura T2 (ver la figura 10)
Como en un ciclo es ΔU = 0 , la diferencia Q1 − Q2 es el trabajo efectivo W que
produce la máquina. Se denomina rendimiento al cociente η = W / Q1 . Desde el punto
de vista práctico, el calor Q2 es energía perdida, y el objetivo es producir la mayor
cantidad posible de trabajo W a partir de una cantidad de energía consumida Q1 lo
más pequeña posible.
La desigualdad de Clausius se escribe en este caso:
δQ Q1 Q2
∫T foco
=
T1
−
T2
≤0,
y entonces resulta
W Q1 − Q2 Q2 T2
η= = =1− ≤1− < 1.
Q1 Q1 Q1 T1
La desigualdad:
T2
η ≤1− <1
T1
Refrigeradores.
17
Fig. 11. Esquema de funcionamiento de un refrigerador
δQ Q2 Q1
∫T foco
=
T2
−
T1
≤0
Por lo tanto
Q2 Q2 1 1 T2
ε= = = ≤ =
W Q1 − Q2 Q1 T1
−1 T1 − T2
−1
Q2 T2
y entonces
T2
ε≤
T1 − T2
18