Muchas versiones que existen en torno a esta fecha es que en Roma, en el siglo

III, vivió un sacerdote llamado Valentín que ayudaba a los militares a contraer
matrimonio con sus amadas, pues el emperador Claudio II les prohibía que se
casaran para que rindieran mejor en su función militar.

Sin embargo, al sacerdote Valentín este decreto le parecía injusto y a

escondidas celebraba bodas para jóvenes enamorados, lo que propició que un
14 de febrero fuera martirizado y ejecutado por órdenes del emperador
Claudio II.

Asimismo, la leyenda cuenta que antes de morir, San Valentín dejó una carta
de despedida dirigida a la hija del carcelero, de quien se enamoró
profundamente en prisión, misma que firmó al final de la siguiente manera
“De tu Valentín”.

Es por eso que en este día los enamorados acostumbran regalar cartas o
tarjetas románticas que expresen su sentir, pero fue en el año de 1842 cuando
la artista y empresaria Esther Howland popularizó las tarjetas de felicitación
de San Valentín usando corazones y la figura de Cupido, el dios del deseo
amoroso en la mitología romana.

Otro antecedente que se tiene del Día del Amor y la Amistad es “La
Lupercalia”, fiesta de la fertilidad que se llevaba a cabo los días 13, 14 y 15 de
febrero en la Antigua Roma.

A decir de algunos historiadores “La Lupercalia” consistía en que varios

hombres se desnudaban y con un látigo hecho de piel de cabra o perro
golpeaban la parte trasera de las mujeres para mejorar su fertilidad.

Un dato curioso del Día de San Valentín es que en Japón las féminas
acostumbran regalar chocolates a todos los hombres que conozcan, es decir a
su pareja sentimental, compañeros de trabajo, amigos, familiares, etcétera,
mientras que los varones deberán corresponder el detalle un mes más tarde
en el Día Blanco.

En Brasil por ejemplo se llama “Día dos Namorados” (día de los novios) y se
festeja el 12 de junio en memoria de San Antonio de Padua, quien es famoso
por atraer el casamiento. Los brasileños al igual que muchas personas
alrededor del mundo acostumbra intercambiar regalos y tarjetas.

Cada 14 de febrero es un buen momento para reflexionar sobre el amor.

Sentimos amor desde el primer segundo en que nacemos y adquirimos la
capacidad de enamorarnos desde nuestra más temprana pubertad. Y la
conservamos siempre, sin importar nuestra edad.

El amor es el sentimiento más importante en la vida de un ser humano, el

más genuino, el que nos lleva a ofrecer lo mejor de nosotros mismos, el que
más nos hace sufrir de todos cuantos existen y un elemento de pura
supervivencia: el ser humano necesita amar -en su sentido más amplio- para
sobrevivir.

El amor tiene muchas formas: el amor de la amistad, muy parecido al amor

fraternal, entendido en un sentido ampliado a la familia más cercana; el amor
madre/padre-hijo, el único amor verdaderamente incondicional; el amor a
uno mismo (la autoestima) y el amor de pareja. Hoy es San Valentín, así que
toca centrarse en el éste último

.¿Qué papel juega el amor en tu vida?

Amor es mucho más grande que tener una pareja.

Amor significa pasión por tu trabajo, interés por los que te rodean y porque
estén bien, cuidado de los que sufren, amor a la vida, detalles de cariño…

El ser humano tiene una característica fundamental que lo hace humano: la

trascendencia. Tenemos un propósito y hacemos cosas porque queremos
seguir viviendo aún cuando ya no estemos vivas, queremos que nos
recuerden, queremos dejar un legado, una frase, un proyecto que viva
después de nosotros.

¿Sabes cuál es el alimento de esa trascendencia? Las relaciones que

conformamos.

¿Y sabes cuál es el pegamento de esas relaciones? El amor

Así que hoy te quiero recordar, una vez más, que la vida sin amor, o con un
amor mediocre, cobarde o que simplemente no dejamos que se exprese, se
sofoca dentro de nosotros y nos vuelve tibios, dolorosamente indiferentes y
nos quita esa chispa que se nos ha dado para encender este mundo.

Es maravilloso celebrarlo todo. Celebramos el día de las madres, padres, San

Valentín, cumpleaños, maestro, etc., en los que se honra de manera especial
a las personas a las que están dedicados esos días. No estoy en desacuerdo.

Estoy en desacuerdo de que pasemos el año maltratando a esas personas,

desautorizándolas, disminuyéndolas a su mínima expresión, insultándolas,
desatendiéndolas, destruyendo su autoestima, desvalorizándolas y luego, le
celebramos ese día con grandes regalos, cenas o almuerzos y todo lo que se
nos ocurra que les pueda agradar. SOLO ESE DIA.

Otras personas, esperan este día con expectativas, gran alegría, esperanzas y
hasta fantasías, entendiendo que por lo menos será un día de regocijo
porque recibirán un regalo material que les hará olvidar por un momento los
feos y desagradables tratos que han tenido durante meses. Más, llegado el
día, sufren mayor decepción, ya que no reciben lo esperado.

El amor debe demostrarse siempre no necesariamente con regalos

materiales, sino con acciones que demuestren que esa persona es
importante para nosotros. Una llamada, un elogio, unas palabras que
traduzcan ese amor, ocuparse de resolverle una situación en la que amerite
ayuda y apoyo.

En el caso de la pareja, además de todo lo anterior, podría ser una flor sin
motivo determinado, una invitación a conversar íntimamente, un toque físico
no sexual ni sensual , solo amoroso para demostrar el afecto sentido y el
deseo de expresarlo, una nota en la nevera o espejo que diga te amo y
admiro. El amor es maravilloso, aprovechémoslo.