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TIPOS DE INTELIGENCIA
In
Curso de Especialización en Inteligencia Estratégica para el Sistema Nacional de
Seguridad
-INEES 2023-
Resumen: El tratamiento de cualquier materia induce muy pronto a clasificar todas
sus formas o modalidades. Este hecho es más acusado cuando se trata de una
materia como la inteligencia, cuya aparición en el dominio público es relativamente
reciente, aunque su práctica se remonte al principio de los siglos.
Este capítulo relaciona una amplia taxonomía de la inteligencia, que abarca las
dimensiones que puede presentar (a qué se puede referir el
concepto inteligencia: producto, proceso u organización); las clases que puede
presentar el producto según el nivel de decisión de sus destinatarios; la
identificación de ese mismo producto según su finalidad; los tipos de dicho producto
según la necesidad de información que satisface; las formas de determinar el
producto según el medio en el que se encuentre la información de la que parte; la
identificación del mismo producto en función del método de obtención de la
información de partida; las modalidades de la inteligencia según el territorio sobre
el que se elabora; y cómo se la puede identificar en función de la materia o campos
del conocimiento.
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1. Dimensiones de la inteligencia
Para ello, la inteligencia estratégica debe identificar los actores que intervienen en
ese entorno, sus características y cómo pueden evolucionar. De esta manera presta
una atención especial a los indicios que pueden significar riesgos y derivar en
amenazas, o proporcionar oportunidades para la Nación.
Se trata de una inteligencia muy compleja y costosa, por la necesidad de contar con
especialistas instruidos en las técnicas de la prospectiva y en los diversos campos
que influyen en el futuro de una organización, así como por la necesidad de contar
con tiempo para elaborarla. Ambas circunstancias condicionan de tal modo su
generación que no es habitual que se elabore en las organizaciones ni servicios de
inteligencia, más ocupados por los demandantes en elaborar inteligencia actual y
de inmediato futuro.
4. La inteligencia según la necesidad de información que satisface
Esta inteligencia tiene un grado de permanencia mayor que cualquier otra y a ella
se incorpora la que se extrae de la inteligencia estratégica que se ha elaborado
durante el desarrollo de la actividad de la organización, por lo que también suele
recibir la denominación de inteligencia general de la organización, convirtiéndose
en un activo informacional de esta.
Suele ser la más demandada por los gobernantes, cuyos plazos de previsión y
decisión son generalmente cortos.
Como fin complementario, la inteligencia actual pone al día la inteligencia básica y
los análisis realizados por la inteligencia estratégica. Esto permite disminuir las
necesidades de información durante las gestiones de crisis.
Los productos más habituales durante la gestión de crisis son alertas e informes de
situación sobre la evolución de los acontecimientos. La forma de materialización de
dichos informes se convierte muchas veces en modo de gráficos, mapas,
esquemas, croquis, etc., que, convenientemente ilustrados, permiten un rápido
conocimiento de dicha evolución de la situación.
La obtención de información por medios humanos, para que sea valiosa, debe
superar dos momentos críticos: a) la captación o infiltración de la fuente en el lugar
donde pueda acceder a la información deseable; y, b) la valoración de la información
adquirida por parte del oficial de relación y de los analistas; el primero es
responsable de evaluar la fiabilidad de la fuente, de la que debe conocer su
formación, capacidades, vulnerabilidades, intereses, posibilidades, condiciones
(facilidades y riesgos) en las que actúa, etc.; mientras que los segundos, los
analistas que reciban el fruto de su adquisición, son los principales responsables de
evaluar la calidad de la información proporcionada, así como de remitir al órgano de
obtención donde se encuentre el oficial de relación su valoración de la información
recibida y, unida a ella, la percepción sobre la fiabilidad de la fuente que la ha
proporcionado.
Por fuente abierta se entiende todo documento con cualquier tipo de contenido,
fijado en cualquier clase de soporte que se transmite por diversos medios y al que
se puede acceder en modo digital o no, puesto a disposición pública, con
independencia de que esté comercializado, se difunda por canales restringidos o
sea gratuito.
Son las que contienen información original, de primera mano y que, por tanto, no
han recibido ningún tipo de tratamiento. Dentro de este grupo se suele distinguir:
fuentes de información primaria editadas, que forman parte de los circuitos
habituales de publicación y distribución y cuya existencia queda verificada por
procedimientos legales (ISSN, ISBN, NIPO), entre las que destacan los libros, las
revistas, las películas o los discos; y las fuentes de información primaria inéditas,
que pertenecen a lo que se ha dado en llamar literatura gris, y que está compuesta
por tesis doctorales, presentaciones, pre-prints, actas de congresos o informes
científico-técnicos, entre otras, que por lo general tienen una visibilidad menor y
suelen carecer de control bibliográfico.
Son las que fueron ideadas para la consulta puntual de algunas de sus entradas y
entre ellas destacan: enciclopedias, diccionarios, anuarios, glosarios, o las
modernas Frequently Asked Questions (FAQ).
Además de esta clasificación académica, otras tipologías se fijan en el emisor
(fuentes gubernamentales, parlamentarias, judiciales, policiales, académicas, etc.),
en el soporte (impresas, audio, video, informáticas, etc.), en el coste (venales o
gratuitas), en la periodicidad, en el destinatario o en el grado de especialización
(fuentes generales y fuentes especializadas). De esta manera se pueden clasificar
las fuentes OSINT de la siguiente forma:
Los múltiples campos sobre los que tienen que actuar los servicios y otros
organismos que producen inteligencia, permiten identificar una nueva clasificación
de su producto en función de la materia o campo del conocimiento sobre el que se
centra. De esta forma, se pueden hallar los siguientes tipos de inteligencia:
Es la que trata la política interior y exterior de los gobiernos y las actividades de los
movimientos políticos. En los servicios de inteligencia de nivel nacional ocupa una
gran parte de su actividad productora.
El Equipo Económico del CNI definió en 2009 la inteligencia competitiva como «una
herramienta de gestión o práctica empresarial que consiste en un proceso
sistemático, estructurado, legal y ético, por el que se recoge y analiza información
que, una vez convertida en inteligencia, se difunde a los responsables de la decisión
para facilitar esta, de forma que se mejora la competitividad de la empresa, su poder
de influencia y su capacidad de defender sus activos materiales e inmateriales».
Otro aspecto que facilita la confusión de los términos lo constituye el hecho de que
una misma información puede tener una doble finalidad: constituir indicios y pruebas
para descubrir los elementos integrantes del hecho criminal para su enjuiciamiento
(investigación criminal/policial), o constituir insumos que empleará el analista de
inteligencia, que no el investigador policial, en la elaboración del producto de
inteligencia, con independencia del momento exacto en el que se produce el
conocimiento, sea este anterior o posterior al hecho delictivo. La afluencia continua
de nuevos datos fruto de la comisión de delitos genera la imagen errónea de que
siempre se llega tarde, resultando infructuoso cualquier esfuerzo por elaborar
inteligencia.
[1] Kent, Sherman: Strategic Intelligence for American World Policy. Princeton, NJ,
1949. Edición en castellano: 4ª Edic. Buenos Aires, Editorial Pleamar, 1986.
FUENTE: