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Dice el Papa Francisco:

“La centralidad del Kerygma demanda ciertas características del


anuncio que hoy son necesarias en todas partes: que exprese el amor
salvífico de Dios previo a la obligación moral y religiosa, que no
imponga la verdad y que apele la libertad, que posea unas notas de
estímulo, alegría, vitalidad y una integridad armoniosa que no reduzca
la predicación a unas pocas doctrinas a veces más filosóficas que
evangélicas. Esto exige al evangelizador ciertas actitudes que ayudan a
acoger mejor el anuncio: cercanía, apertura al diálogo, paciencia,
acogida cordial que no condena.” (EG165).

OBJETIVO
Que el joven mediante la reflexión del kerigma conozca a
Jesús y se comprometa a un camino de conversión,
acompañamiento y discernimiento vocacional a fin de
integrarse como discípulo misionero a su comunidad
parroquial

LEMA
La vida es un bien recibido que tiende por naturaleza a convertirse en un
bien donado
Gramática de la vida
LOGO
HORARIO
SÁBADO 23 DE JULIO
Hora Actividad Responsable
8:00 Llegada del equipo Todos
8:45 - 9:00 Oración del equipo Espiritualidad
9:00 - 9:30 Registro Secretariado
9:30 – 10:00 Dinámica de integración “Sopa de letras” Animación
10:00 – 10:25 Bienvenida Padre Juan- Lorenzo
10:25 – 11:00 Tema 1 “El amor de Dios”
11:00 – 11:15 Actividad La Rosa
11:15 – 11:30 Descanso con tienda Aremy
11:30 – 11:45 Ambientación con cantos
11:45 – 12:20 Tema 2 “El pecado”
12:20 – 12:40 Actividad Carteles
12:40 – 1:15 Plenaria
1:15 – 1:25 Aseo Lorenzo da avisos.
1:25 – 2:15 Almuerzo Oración de los alimentos:
Hugo
2:15 – 2:30 Distribución de los cuartos, Aseo y cambio de
ropa
2:30 – 3:00 Juegos Equipo de animación
3:00 – 4:00 Baños
4:00 – 4:45 Tema 3 “La salvación” Hna.
4:45 – 5:30 Desierto Guiado “De vuelta a la casa del padre” Hna.
5:30 – 5:45 Descanso con tienda Tenderos: Aremy,
Silvana, demás guias.
5:45 – 6:20 Tema 4 “Fe y conversión” Andrée Naranjo
6:20 – 7:00 Mi compromiso logística
7:00 – 8:10 Cena fiesta -Cocina
-Equipo de
espiritualidad.
-Animación

8:10 – 9:50 Momento Eucarístico Equipo de espiritualidad,


sacerdote para confesar.
“De vuelta a la casa del Padre” Pte2
.
Camino hacia la reconciliación
Preguntar al padre
-Examen de conciencia
Edwin.
-Confesiones
.
Armando.
9:50 – 10:00 Oración final del día Equipo de espiritualidad.
10:00 Dormir
EVALUACIÓN Y PENDIENTES Todos

DOMINGO 24 DE JULIO
Hora Actividad Responsable
7:00 Levanto del equipo Todos
7:45 – 8:00 Oración inicial a modo de preces Equipo de
espiritualidad
8:00 - 8:45 Desayuno Equipo de animación
8:45 – 9:00 Aseo
9:00 – 9:50 Tema 5 “Jesús, tú eres mi Señor” y se manda a
grupos para compartir
9:50 – 10:40 Tema 6 “El don del Espíritu Santo” Hno. David
10:40 – 11:00 Ambientación Equipo de animación
11:00– 11:45 Tema 7 “La llamada de Dios” Arjen
11:45 – 12:35 Actividad Rally Equipo de animación
12:35 – 12:45 Aseo
12:45 – 1:35 Almuerzo Cocina
Logistica
Espiritualidad
1:35 – 1:50 Aseo y cambio de ropa
1:50 – 2:50 Vocatlón Equipo de animación
2:50 – 3:50 Baños y preparar maletas, limpieza de cuartos
3:50 – 4:10 Ambientación Equipo de animación
4:10 – 4:55 Tema 8 ”La comunidad, cuerpo de Cristo”
4:55 – 5:15 Actividad test vocacional
5:15 – 6:00 Tema 9 “Dale vida a tu vida” Padre Juan
6:00 – 7:00 Actividad “Nacer de nuevo” Seminarista Arjen
7:00 – 8:00 Misa Sacerdote
8:00 – 8:10 Despedida, foto, abrazos con sana distancia Todos
8:10 Oración final del equipo
Sábado
Oración del equipo
Descripción
Se realiza una oración con todo el equipo que servirá en el retiro, se sugiere que ésta
oración la dirijan los coordinadores.

Tiempo Material
15 minutos No hay material

Registro
Descripción
Conforme vayan llegando los jóvenes pasarán a la mesa de registro para entregarles
su gafete con su nombre.

Tiempo Material
30 minutos Gafetes, alfileres o porta gafete, plumones permanentes, lista del
pre registro de participantes.

Dinámica de integración “Sopa de letras”


Descripción
Se dividen en equipos de 10 personas y se colocan en el piso varias tarjetas boca
abajo con letras, se les explica que se les dirá una palabra y ellos tendrán que
encontrar entre todas las tarjetas las letras que formen la palabra, después tendrán
que ordenarse con la tarjeta en la mano para formar la palabra, el primer equipo
que termine de colocarse de manera correcta tendrá el punto, en ese momento
tendrán que hacer una breve presentación diciendo su nombre y que esperan de
estos dos días. Las palabras tendrán relación con lo que se va ir viendo en el retiro y
la última se tratará que se forme con todos los miembros de los dos equipos.
Ejemplo de palabras: Salvación, perdón, pecado, comunidad, Jesús, fe,
compromiso, amor, Dios, correspondientemente
Tiempo Material
30 minutos Tarjetas con letras, 2 de cada letra aproximadamente.

Bienvenida – presentación del equipo – recomendaciones y sugerencias


Descripción
Se realiza la presentación del equipo, se dan las recomendaciones del cuidado de las
instalaciones, de higiene por la pandemia y del celular u otros distractores, en este
momento si el tiempo lo permite se les pregunta igual que recomendaciones
proponen ellos para el retiro y se anotan igual.
Tiempo Material
25 minutos Rotafolio con las recomendaciones, plumones.

Tema 1 “La Vida es un bien recibido por amor”


Descripción
El tema se basará del esquema 1, anexos
Tiempo Material
35 minutos Rosa para el temista y algún material extra que necesite el temista.

Actividad “La Rosa”


Descripción
Se les entrega una hoja con el dibujo de una flor, después del tema ellos tendrán que
“marcar” de alguna manera esa flor, similar a lo que hizo el temista con la rosa,
después se les entrega otra hoja con la imagen de Dios y una flor para ejemplificar
que Dios siempre te ama.
Tiempo Material
15 minutos Hoja con imagen de una flor, hoja con imagen de Dios y una flor.
Material 1, anexos

Descanso con tienda


Descripción
Se les da un momento para que se despejen y compren en la tiendita.
Tiempo Material
15 minutos Golosinas, refrescos, etc, lista de precios

Ambientación
Descripción
Se realizan cantos alegres.
Tiempo Material
15 minutos Repertorio de cantos a realizar

Tema 2 “El pecado” 35 min


Descripción
El tema se basará del esquema 2, anexos Naturaleza, persona y vida T.C
Tiempo Material
35 minutos No hay material, sin embargo el temista puede pedir algún
material.
Actividad “Carteles”
Descripción
Se forman 5 equipos de 4 personas aproximadamente y se les explica que tendrán
que realizar un cartel con recortes donde plasmen las acciones que están afectando
al mundo. Se les dice que nombren a un representante para que después lo
compartan con los demás.
Tiempo Material
20 minutos Revistas, periódicos, Rotafolios, plumones, pegamento, cinta.

Plenaria “Carteles”
Descripción
Pasarán por equipos a compartir el cartel que hicieron y después se pegará en algún
lugar que quede a la vista de todos.
Tiempo Material
15 minutos Los carteles y cinta.

Aseo
Descripción
Pasarán a lavarse las manos para después ir al comedor
Tiempo Material
10 minutos Jabón y papel de baño distribuidos en los baños.

Almuerzo
Descripción
Pasarán al comedor y se sentarán de acuerdo a sus equipos. Al terminar de comer
ya deben estar organizada la distribución de los cuartos.
Tiempo Material
50 minutos Mesas, sillas, servilletas, comida, etc

Aseo y cambio de ropa


Descripción
Al terminar de comer se les dirá el cuarto que les corresponde para que lleven sus
maletas, se laven los dientes y se cambien de ropa si es necesario para la siguiente
dinámica, se les pide que se pongan tenis y ropa cómoda.
Tiempo Material
15 minutos Lista de la distribución de los cuartos

Juego “el gato”


Descripción
Hay cuatro equipos, formados por 5 miembros cada equipo mezclados hombres y
mujeres y van a formarse dos gatos, se colocan en fila uno detrás de otro y a la voz
de ya tendrán que ir corriendo de un en uno hasta el tablero formado por nueve
casillas y colocar el pañuelo, volver y el siguiente sale y así sucesivamente. El equipo
que consiga hacer el tres en raya es decir colocar los tres pañuelos en línea
horizontal, vertical o diagonal ganará. El cuarto jugador deberá coger el pañuelo ya
colocado y colocarlo donde él quiera, ya que sólo hay tres pañuelos por cada equipo.
Es muy importante tanto correr como pensar en la estrategia.
Tiempo Material
30 minutos 6 pañuelos de un color y 6 de otro color, aros o cinta para formar
los gatos

Baños
Descripción
Se les indica que irán a bañarse
Tiempo Material
60 minutos

Tema 3 “La salvación: Dios nos sigue amando”


Descripción
El tema se basará del esquema 3, anexos
Tiempo Material
45 minutos El solicitado por el temista.

Actividad Desierto guiado “De vuelta a la casa del padre”


Descripción
Se realizará una reflexión de la parábola del hijo pródigo a manera de desierto, los
jóvenes encontrarán un espacio donde a solas puedan reflexionar y escuchar la
reflexión guiada a fin de que el joven después de haberse percibido pecador,
comience a creer en el plan de salvación y en la misericordia de Dios.
Tiempo Material
45 minutos Guía del desierto

Descanso con tienda


Descripción
Se les da un momento para que se despejen y compren en la tiendita.
Tiempo Material
15 minutos Golosinas, refrescos, etc, lista de precios
Tema 4 “Fe y conversión”
Descripción
El tema se basará del esquema 4, anexos
Tiempo Material
35 minutos El solicitado por el temista

Actividad “Mi compromiso”


Descripción
Después del tema salen de la sala de charlas con los ojos vendados hacia un espacio
donde haya preparado una fogata y una temática de la parábola del hijo pródigo
(sandalias, anillo, becerro, túnica), el Sacerdote dará una reflexión basada de la cita
bíblica del joven rico y se les dará a cada joven una vela, una hoja y un lápiz, en esa
hoja mientras se hace la reflexión deberán escribir todo aquello que les está
costando trabajo dejar para poder comprometerse y seguir a Jesús, después se les
invita a prender su vela como símbolo de compromiso y a dejar su papel en una
caja que este colocada a un lado para ofrecer al día siguiente, se les explica que si
alguno no está preparado para dejar su hoja en la caja no hay problema ya que si
así lo desea, podrá hacerlo cuando se sienta listo.
Tiempo Material
35 minutos Telas para vendarles los ojos, hojas, lápices, caja para
compromisos, velas, fogata, túnica, sandalias, anillo, becerro.

Cena fiesta
Descripción
Ahí mismo en la fogata se les prepara todo para la cena
Tiempo Material
60 minutos Lo necesario para la cena
Camino hacia la reconciliación (Confesiones con reflexión)
Descripción
Se les invita a pasar a la sala de charlas y se les entrega un formato para que
realicen su examen de conciencia, se les explica que ya dejaron todo de manera
simbólica pero ahora si así lo desean lo pueden hacer real ya que estará el padre
confesando a quien así lo desee, si alguien no lo desea no hay problema pero por
respeto se le pedirá que acompañe a los que van a confesarse.
Tiempo Material
1h 40 minutos Guía de examen de conciencia, Sacerdotes para confesar, agua
para los sacerdotes

Oración final del día


Descripción
Después que hayan pasado a confesarse los que así lo hayan decidido todos juntos
realizaran una oración de la noche y se retirarán a sus cuartos a dormir.
Tiempo Material
10 minutos Oración de la noche
Domingo
Oración inicial a modo de preces
Descripción
Se realiza una oración con todos los jóvenes a modo de preces.

Tiempo Material
15 minutos Oración

Desayuno
Descripción
Pasar a desayunar

Tiempo Material
45 minutos Alimentos.

Aseo
Descripción
pasan a lavarse los dientes y van de vuelta a la sala de charlas

Tiempo Material
15 minutos

Tema 5 “El señorío de Jesús”


Descripción
El tema se basará del esquema 5, anexos, durante el tema se realiza la actividad que
es un cuestionario donde cada joven pueda analizar algunos aspectos de su relación
con Dios, consigo mismo y los demás. Ha de plantearse la posibilidad de aceptar a
Jesús como Señor de toda su vida, dejándose amar y guiar por Él; se sugiere
realizar la charla en el Santísimo.
Tiempo Material
60 minutos Cuestionario.

Tema 6 “El don del Espíritu Santo”


Descripción
El tema se basará del esquema 6, anexos
Tiempo Material
40 minutos Algún material que necesite el temista.

Actividad “Nacer de nuevo”


Descripción
Se realizará una renovación de los sacramentos de iniciación explicados y se
realizara una invocación del Espíritu Santo con petición por grupos.
Tiempo Material
60 minutos Material que necesite quien lleve la actividad.

Ambientación
Descripción
Se realizan diferentes cantos.
Tiempo Material
15 minutos Cantos

Tema 7 “La llamada de Dios”


Descripción
El tema se basará del esquema 7, anexos
Tiempo Material
45 minutos El material que requiera el temista.
Actividad Rally
Descripción
Realizarán un rally donde tendrán que tomar decisiones para ir avanzando a la
siguiente base.
Tiempo Material
50 minutos

Aseo
Descripción
Pasarán a lavarse las manos y después al comedor.
Tiempo Material
10 minutos

Almuerzo
Descripción
Pasarán al comedor y se sentarán de acuerdo a sus equipos.
Tiempo Material
50 minutos Mesas, sillas, servilletas, comida, etc

Aseo y cambio de ropa


Descripción
Al terminar de comer se les dirá que se laven los dientes y se cambien de ropa para
la siguiente dinámica, se les pide que se pongan tenis y ropa cómoda.
Tiempo Material
15 minutos
Juego “Vocatlón”
Descripción
Se realizarán diferentes juegos a manera de concurso.
Tiempo Material
60 minutos El material que se requiera para cada juego.

Baños
Descripción
Se les indica que irán a bañarse, arreglen sus cuartos y prepararán sus maletas.
Tiempo Material
60 minutos

Ambientación
Descripción
Se realizan diferentes cantos.
Tiempo Material
15 minutos Cantos

Tema 8”La comunidad, cuerpo de Cristo”


Descripción
El tema se basará del esquema 8, anexos
Tiempo Material
40 minutos El que necesite el temista

Actividad “El que no vive para servir no sirve para vivir”


Descripción
Se les entrega un test vocacional
Tiempo Material
15 minutos Cuestionario

Tema 9 “Dale vida a tu vida”


Descripción
El tema se basará del esquema 9, anexos
Que el muchacho descubra que el proceso que han comenzado no
termina, sino que comienza, hacer vida lo que han vivido, antes vivías por
vivir, ahora has descubierto que tu vida es un don para ser un don donado,
mientras no amenos, n nos distinguimos de vegetales y animales, dar vida
a tu vida es Amar, respuesta a vida sacerdotal, vida consagrada, vida laical, se
invita a continuar el proceso en sus parroquias, haciendo la experiencia de servir,
de darte, atrévete, nosotros te acompañamos y que ellos continúen el proceso en los
grupos juveniles llevando los libros de dale vida a tu vida

Tiempo Material
35 minutos El solicitado por el temista

Preparación para la Santa Misa


Descripción
Se pasa a la capilla y se nombran a los jóvenes que serán lectores, realizarán la
colecta, llevarán las ofrendas.
Tiempo Material
10 minutos

Misa
Descripción
Los jóvenes se sientan en un área destinada para ellos.
Tiempo Material
60 minutos Caja con compromisos

Despedida
Descripción
Se les da una breve despedida en la sala de charlas o en la capilla si el tiempo lo
permite
Tiempo Material
10 min

Oración final
Descripción
Todo el equipo realizará una oración en agradecimiento por el servicio realizado.
Tiempo Material
10 minutos
ANEXOS
ESQUEMAS
Tema 1
El amor de Dios

¿Quién es Dios para mí?


Quienes participamos de un seminario de vida en el Espíritu, lo hacemos no sólo
con el deseo de aprender más acerca de Dios, es decir, recibir más explicaciones
sobre temas religiosos, sino que lo hacemos principalmente en busca de encontrar
un avivamiento de nuestra fe y de hallar también respuestas a nuestras interrogan-
tes e inquietudes más importantes, sobre temas espirituales, y el cuestionamiento
más grande que toda persona se hace en algún momento de su vida es el de
saber quién y cómo es Dios.
¿En qué “Dios’ creemos?
Todos tenemos, ya sea guardado o manifiesto explícitamente, un deseo profundo
por conocer a Dios, y de conocerlo tal como es. Aquí estamos, entonces,
dispuestos a conocer a este Ser del cual nos han hablado mucho o poco, algunas
veces acercándonos a Él, y en otros, mostrándonos a un Dios muy diferente al
que es en realidad, causando en nosotros que en algunos casos nos alejemos
atemorizados o decepcionados del Señor, y en otros, que vivamos venerando una
imagen equivocada de Dios; es decir, creyendo en otro dios que nada tiene que
ver con el verdadero Dios que nos presenta la Biblia, y en especial el Evangelio
que nos predicó su Hijo Jesucristo.
Iremos descubriendo, entonces, algunos de estos “rostros” o máscaras que
deforman el verdadero rostro de Dios y que nosotros mismos le hemos ido
poniendo.
Las imágenes equivocadas de Dios
Muchos hemos visto en nuestro Dios de alguna manera reflejada la imagen de
nuestros padres. Pero a menudo lo hacemos tan mal que nos quedamos con una
idea distorsionada de Dios y por lo tanto alejada de la realidad, como cuando en
un parque de diversiones entramos a un salón de espejos: grandes superficies
cóncavas o convexas que deforman a quienes en ella se miran, reduciéndolos a la
estatura de los pigmeos, o alargándolos curiosamente, o robusteciendo algunas
partes del cuerpo mientras adelgazan otras, o cambiando las facciones de modo
que produzcan los más grotescos efectos.
Lo mismo hacemos muchas veces, sin saberlo, con nuestro Señor.
Algunas de estas falsas imágenes de Dios son, por ejemplo:
a) Unos lo imaginan como una fuerza difusa que se extiende por doquier. Quienes
lo imaginan así hacen de todo el cosmos una materialización del ser divino al
modo del panteísmo.

Sin embargo, los cristianos rechazamos esa identificación de la creación con el


Creador. Él está en todas partes, pero es distinto de las cosas y no se agota en
ellas, para nosotros hay un solo Dios, el Padre: todo viene de Él y nosotros vamos
hacia Él (1 Co 8,6).

b) Otros, imaginan a Dios como un ser majestuoso, inmenso, augusto, soberano


de todo cuanto existe, una especie de Rey Sol del universo, completamente
despreocupado de sus súbditos, infinitamente lejano de nuestra diarias
inquietudes y necesidades. Un dios insensible, extraño a la historia o en el mejor
de los casos, un dios-abuelo de barba blanca que se entretiene jugando con el
globo de la tierra
Efectivamente, Dios es Rey, pero a la vez se hizo siervo, se redujo a la nada,
tomando la condición de servidor y se hizo semejante a los hombres” (Flp 2,7)
c) Por otro lado hay una serie de imágenes que aproximan al Señor plano humano
de nuestra existencia, pero de modo poco grato para nosotros. Estas imágenes
equivocadas son

1. La del dios vigilante, estricto que controla todo lo que hacemos los vivientes.
2. La del dios sádico, sólo atento a las faltas para castigarnos y demostramos
así lo imperfectos y limitados que somos.
3. La del Dios Contador, que lleva la cifra precisa de nuestros pecados
anotándolos en su libreta, para pesarlos el día del juicio final en una balanza
exactísima e imponer inflexiblemente las condenas correspondientes cuando la
aguja se inclina al lado de las malas obras porque estas fueron más numerosas
que las buenas obras.
4. La del dios policía, que nos reprime como a niños inquietos y desobedientes.
5. La del dios déspota, que prohíbe hacer lo que nos place y nos impide ser
nosotros mismos y alcanzar la felicidad
6. La del dios colérico, vengativo, celoso del progreso de los hombres.
7. La del dios caprichoso, que a uno salva y a otra condena sin aparente razón.
8. La del dios permisivo, que nos consiente en todo porque en el fondo no
le preocupan nuestras faltas, ya que está demasiado ocupado en otros asuntos
más importantes que nosotros.
9. Esas figuras son totalmente opuestas al Dios que dijo: “No temas, yo soy tu
Escudo” (Gn 15, 1). Se deben, generalmente, a experiencias desagradables que
hayamos podido tener principalmente con nuestros padres, en especial nuestro
padre natural, o con quien en nuestra infancia o juventud ejerció el papel de
autoridad de manera inadecuada, asociando nosotros inconscientemente esta
imagen del padre humano a la del Padre celestial.
10. Otra serie de falsas imágenes nos presenta a un dios
“domesticado” por el hombre, a un dios “tapa huecos” o “curandero”.
11. El dios curandero, al que acudimos en busca de alivio sólo cuando algo nos
duele o aflige.
12.El dios bombero, dispuesto a extinguir los “incendios” que estallan y que se
esfuma discretamente después de cumplir su labor.

Es cierto que Dios sirve al hombre, lo acabamos de decir, pero no a la manera de


un robot electrónico.
Nosotros, los cristianos, no podemos quedamos en tales representaciones de
Dios. Tenemos que superarlas y rechazarlas, como rechazaron los primeros
cristianos los ídolos, pues así definitivamente no es el Señor, y nosotros debemos
aspirar conocerle tal como es. Y qué mejor que su propia Palabra para encontrar
la respuesta a la interrogante de ¿quién es Dios? ¿Qué es lo que nos dice la Biblia
al respecto?
Dios es Amor

La primera carta de san Juan, capítulo cuatro, versículo ocho, es clara y afirma sin
rodeos: Dios es Amor.
Hoy todos hablan del amor. Es una palabra tan frecuente en el lenguaje de los
hombres, que corre el peligro de devaluarse. El amor no es algo que se hace, sino
que se entrega de una manera libre y total de una persona a otra. Es un don de sí,
dádiva al otro.
El amor es algo que no sólo se afirma con palabras y frases poéticas, sino que se
demuestra con hechos, porque es una decisión. Así lo entiende el Señor, y así nos
lo demostró dando a su Hijo Jesús por todos nosotros: “así amó Dios al mundo! Le
dio al Hijo Único, para que quien cree en él no se pierda, sino que tenga vida
eterna” (Juan 3, 16). Por amor a cada uno de nosotros entregó a la muerte a su
Hijo amado en quien tanto se complacía (Cf. Mc. 1, 11).
Para el Señor, el amor es darse, y darse totalmente, hasta el punto de dar la
propia vida por sus amigos, que es la forma más perfecta de amar (Cf. Jn 15, 13).
Él nos amó hasta el extremo (Jn 13, 1). Y amar es también ser alguien.
Dios es amor y todo cuanto ha hecho, en especial nosotros, como el culmen de su
creación, ha sido por Amor y para el Amor. Y notemos que es con imágenes
humanas con que el pensamiento del hombre ha visto encarnarse el amor de
Dios.
Citemos algunos ejemplos:
Imagen del Padre: Sal 103, 13; 1 Co 8, 5—6
Imagen de la Madre: Is 49, 15—16
Imagen del Esposo: Is 62, 5
Imagen del Novio: Jr 2, 2
Imagen del Amigo: Jn 15,13

Dios es nuestro Padre


Esta es la gran verdad que Jesús nos revela: Que Dios es nuestro Padre, y no
sólo esto, sino que quiere que tengamos una relación con él como tal.
La Biblia nos presenta al Señor como el Padre que se lanza al cuello de su hijo
pródigo para cubrirlo de besos; nos dice que el Padre da cosas buenas a quienes
se las piden (Cf. Mt 7, 7—11; Jn 16, 23), porque es más generoso que cualquier
padre de la tierra (Cf. Lc 11, 11—13), para que comprendamos que Dios no sólo
nos ama como un padre, sino que nos ama porque Él es nuestro Padre. Veamos
algunas de las características de este Amor del Padre:
a) Es un amor PERSONAL
“Y ahora, así te habla Yavé, que te ha creado (…) No temas, porque yo te he
rescatado; te he llamado por tu nombre, tú me perteneces (…) Porque tú vales
mucho más a mis ojos, yo te aprecio y te amo mucho” (Isaías 43, 1.4).
“Mira cómo te tengo grabada en la palma de mis manos” (Isaías 49, 16).
Dios ama a todos los hombres, pero también ama a cada uno de una manera
personal, como cada uno necesita ser amado. Nos ama como si fuéramos sus
únicos y preferidos hijos, que se alegra con nuestras alegrías y se compadece con
nuestras penas.
b) Es un amor INCONDICIONAL
“Pero, ¿puede una mujer olvidarse del niño que cría, o dejar de querer al hijo de
sus entrañas? Pues bien, aunque se encontrara alguna que lo olvidase, ¡yo nunca
me olvidaría de ti!” (Isaías 49, 16).
“Los cerros podrán correrse, y moverse las lomas; mas yo no retiraré mi amor…”
(Isaías 54, 10).
La respuesta del Señor a nuestras buenas o malas obras no es el premio o el
castigo; la respuesta de Dios es siempre misericordia y amor. Examínate, cómo te
encuentras ahora, cómo has sido antes. No importa lo que hayas sido en el
pasado o seas en el presente: pecados, vicios o defectos. Él te ama
incondicionalmente, porque su amor no cambia por lo que hagamos ni por lo que
nos ocurra en la vida.
Esto es de suma importancia para todos nosotros, pues en cuántas oportunidades
nos podemos haber sentido alejados del Señor luego de haber cometido un gran
pecado o falta, y hemos pensado que Él ya no quiere saber nada de nosotros
porque le hemos fallado, y que por lo tanto no merecemos ni siquiera invocarle
porque estamos “manchados”. Pues así le hayas fallado a Él y a los demás una y
mil veces, el Señor nunca dejará de amarte. Él no te ama por lo que haces, sino
por lo que eres, y tú eres su hijo.
En realidad, incluso todo fracaso, problema y hasta pecado en tu vida puede
convertirse en una oportunidad para ti a fin de que experimentes el amor que te
tiene Dios y que es siempre fiel.
No necesitas aparentar algo diferente de lo que tú eres para que Dios te ame. Él te
ama como eres. No te pide cambiar o ser santo para amarte. Es su amor el que te
hará cambiar y ser santo. Dios te ama con tus cualidades y defectos. Él no te ama
o te deja de amar por tus cualidades y defectos, por tus triunfos, o por tu santidad,
sino con tus cualidades y defectos, porque en su infinita omnipotencia, hay una
sola cosa que Él no puede hacer, y esa es dejar de amarte. Él es AMOR.

“¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Acaso las pruebas, la aflicción, la
persecución, el hambre, la falta de todo, los peligros o la espada? (…) Pero no; en
todo esto saldremos triunfadores gracias a Aquel que nos amó. Yo sé que ni la
muerte ni la vida, ni los ángeles ni las fuerzas del universo, ni el presente ni el
futuro, ni las fuerzas espirituales, ya sean del cielo o de los abismos, ni ninguna
otra criatura podrán apartamos del amor de Dios” (Romanos 8, 35.37—39).
c) Es un amor que busca LO MEJOR PARA TI
Dios ciertamente te ama como eres, pero porque te ama tanto, no te quiere dejar
así. Él quiere algo mucho mejor para ti.
“A Dios, cuya fuerza actúa en nosotros y que puede realizar mucho más de lo que
pedimos o imaginamos…” (Efesios 3, 20).
Porque te ama, Dios quiere lo mejor para ti y tiene un proyecto para tu vida que
hizo con toda sabiduría y amor.
¿Te has preguntado alguna vez qué es lo que el Señor espera de ti? ¿Cuál es la
misión que él te quiere dar?
La riqueza del amor de Dios por nosotros es tan grande que Él ya nos tiene
preparado para nosotros un camino lleno de bendiciones, porque en su
misericordia no se ha fijado en nuestras limitaciones, pecados e infidelidades, sino
que nos ha tomado en cuenta para realizar su obra en el mundo. No lo
merecemos, pero Él ha decidido llamamos a nosotros. Por eso es que estamos
aquí.
Este plan supera ampliamente lo que tú te imaginas o puedas pensar para tu bien,
y lo irás descubriendo en la medida en que vayas caminando por esta nueva vida
en el espíritu, y que se inicia precisamente en el momento en que experimentamos
el amor de Dios.
Porque aquel que experimenta en su vida el amor de Dios, no puede ser ya la
misma persona. Su vida es transformada radicalmente. Ha nacido de nuevo, y
descubre entonces toda esa inmensa riqueza de gracias y bendiciones que el
Señor le tiene preparado en esta vida como anticipo de la gloria eterna que
disfrutará en su presencia.
d) Es un amor que toma siempre la INICIATIVA
“En esto está el amor: no es que nosotros hayamos amado a Dios, sino que él nos
amó primero y envió a su Hijo como víctima por nuestros pecados” (1 Juan 4, 10).
“Ustedes no me eligieron a mí; he sido yo quien los eligió a ustedes…” (Juan 15,
16).
Dios te ama y lo único que te pide es que creas en Él, en su amor, y confíes en
sus proyectos más que en los tuyos.
Hasta hoy quizás has estado haciendo con tu vida lo que tú querías. Decidías
hacer o dejar de hacer esto y aquello. Y haciendo las cosas a tu manera has
podido comprobar los resultados.
Si tú le abres las puertas de tu corazón al Señor, tienes que dejarte conducir por El
y empezar a hacer las cosas a su manera, y Él, que te ama más que nadie, sabrá
conducirte mejor que nadie para que no vuelvas a vivir en la oscuridad.
Y lo primero que el Señor te pide no es que le ames, sino que te dejes amar por
Él. No tienes que hacer nada para ganarte su amor. Él ya te ama. Más bien, déjate
amar por el Señor para que ese amor empiece a transformarte.
Él es el Buen Pastor, es la Luz; Él es la resurrección y la vida. Él es el perdón, la
misericordia. Él es el Amor.
Creer en Dios y conocerlo en verdad
Hemos mencionado que el Señor desea, como nuestro Padre que es, tener una
relación personal con cada uno de nosotros. Y esto es fundamental para ti.
¿De qué te sirve tener un gran concepto de Dios, así sea el correcto y sin
máscaras, si él sigue siendo un gran Extraño en tu vida? Pues no te servirá de
mucho.
Y es que lo más importante para el cristiano es tener una relación con el Señor;es
decir, que Él sea parte de tu diario vivir, que lo hagas partícipe de todo lo que
haces y vas a hacer. Eso es tener una auténtica relación con el Señor. Eso es
hacerlo tu Señor.
Pero para que Dios, tu Padre, deje de ser ese «Extraño» —o «Gran Extraño»— de
tu vida, tiene que ocurrir algo indispensable, y es que lo conozcas. Y conocer a
Dios es mucho más importante que creer intelectualmente en él, pues su Palabra
nos dice que hasta “los demonios también creen, y tiemblan” (Stg 2, 19).
Conocer al Señor es lo necesario, conocerle es lo que hará cambiar tu vida. El que
conoce verdaderamente al Señor, deja de ser ya la misma persona de antes.
Por ello san Pablo rogaba al Señor “que sean capaces de comprender, con todos
los creyentes, cuán ancho, y cuán largo, y alto y profundo es, en una palabra, que
conozcan este amor de Cristo que supera todo conocimiento” (Ef 3, 18—19).
La pregunta que deberías hacerte en este momento es: ¿Y cómo puedo yo
conocer a Dios?
De lo que se trata aquí es de encontrar, no ya pruebas de que el Señor nos ama,
sino de encontrar el camino para recibir el Amor del Padre. Puede haber varias o
muchas formas de recibir este supremo, incondicional y personal Amor de Dios,
pero todas pasan necesariamente por la experiencia personal.
Nadie puede conocer a Dios sin haber experimentado su amor. Por ello, bien nos
dice san Juan: “El que no ama no ha conocido a Dios, pues Dios es amor” (1 Jn 4,
8).

Busca tener esa experiencia propia del amor de Dios, de cuánto te ama el Señor,
y ella te convencerá más que mil palabras y testimonios. Y esa experiencia
marcará tu vida para siempre.
TEMA 2

EL PECADO

Objetivo . Que el joven conozca cómo surgió el pecado que no estaba en el plan
original de Dios, para que ´pueda reflexionar sobre lo que perdió, las
consecuencias que tienen en su vida, cómo afectan su relación con las demás
personas, los demás seres vivientes y el mundo, así como su relación con DIos

Nota. El tema del pecado se aconseja que sea desarrollado desde el punto de
vista de la “Teología del cuerpo” para que el joven pueda comprender por qué
vemos al cuerpo como antítesis del don, la reducción del otro a objeto para mí y la
confusión sexual de que fuimos creados como hombre y como mujer que tanto
daño nos hace actualmente.

Resumen. La vergüenza que experimentan Adán y Eva luego de la


caída, si, es solo después de desobedecer a Dios (o desconfiar del amor Divino)
que experimentan por primera vez la vergüenza. La serpiente siembra la duda
insinuando que Dios no es amor, que Dios no es un don, una comunidad de amor,
una communio personarum, por ende es peligroso obedecer pues «nunca podrás
ser totalmente feliz», «mejor busca la felicidad en ti mismo, sé tu fuente de amor»
(creo que hoy nos sigue tentando de esa manera ¿no?) y el hombre y la mujer
creyeron la historia.

Imagínense, la experiencia de la desnudez original no les había revelado otra cosa


mas que el hecho de que su cuerpo les llamaba a la comunión de personas… a
darse en el amor, de esa forma se miraban el uno al otro. No se veían como
objetos de placer sino como personas. Al negar el amor de Dios y buscarlo en sí
mismos pierden esa conciencia original y pura, al negar el amor de Dios truncan
también su capacidad de amar pues no podemos dar lo que no tenemos (pues el
amor viene de Dios). Al pasar esto, nace por primera vez en el corazón del
hombre el deseo de usar y poseerse (lujuria)… ¡todo lo contrario a lo que
anteriormente habían experimentado! La otra persona ya no era un don, alguien
para amar y ser amado por, ahora era un objeto, una cosa para la propia
gratificación sexual:

«La diversidad, o sea, la diferencia del sexo masculino y femenino, fue


bruscamente sentida y comprendida como elemento de recíproca contraposición
de personas. Esto lo atestigua la concisa expresión del Génesis 3, 7: «Vieron que
estaban desnudos», y su contexto inmediato.» Audiencia General del 4 de junio de
1980
Por eso la experiencia de estar desnudos el uno ante el otro… ¡y ante Dios! se
convierte en algo amenazante y atemorizante, de ahí que Adán se esconda. El
hombre (varón y mujer) pierde la noción del significado esponsal del cuerpo,
además trata de preservarlo. Es ahí donde nace la experiencia del pudor.

El hombre se siente avergonzado no del cuerpo sino de su reacción y experiencia


ante este.

Esa experiencia (de usar y poseer al otro) va contra el significado esponsal del
cuerpo que hacía unos momentos el hombre (varón y mujer) comprendía y vivía.
Por otro lado queda claro que existe todavía conciencia de que el otro es una
persona y es latente en su corazón que esa lujuria que ahora experimenta (el
deseo de usar y poseer al otro) viola la dignidad de las personas, por eso se
cubren, para protegerse de la mirada de uso y posesión del otro (pudor).

Esa es nuestra experiencia como hombre histórico (caído luego del pecado
original). Hay una lucha en el corazón por recuperar el significado esponsal del
cuerpo. Una lucha entre el uso, el egoísmo y el amor verdadero. Si queremos vivir
de acuerdo al significado esponsal del cuerpo, vivir un amor libre, total, fiel y
fecundo, debemos ganar esa batalla.

El hombre puro no evita su sexualidad. El hombre puro ve la revelación del


misterio de Dios en su sexualidad, a pesar de las miles de formas que el hombre
la pervierte. El hombre puro es capaz de tomar la imagen «negativa» y permitirle
al Espíritu Santo desarrollarla en «positiva». Esta imagen positiva hace visible el
misterio invisible de Dios (cf. Audiencia General 20/2/80). En este modo, el
hombre puro ve a Dios en el cuerpo humano. ¡Qué extraviadas están esas formas
de espiritualidad que tienden a igualar la santidad con una actitud puritana hacia la
sexualidad!

DESARROLLO DEL TEMA:

LA VERGÜENZA

“Entonces se abrieron los ojos de los dos y descubrieron que estaban desnudos.
Por eso se hicieron unos taparrabos, entretejiendo hojas de higuera. Al oír la voz
del Señor Dios que se paseaba por el jardín, a la hora en que sopla la brisa, se
ocultaron de él, entre los árboles del jardín. Pero el Señor Dios llamó al hombre y
le dijo: « ¿Dónde estás? ». «Oí tus pasos por el jardín, respondió él, y tuve miedo
porque estaba desnudo. Por eso me escondí». Génesis 3, 7-10

La pureza de corazón permite «la absorción de la vergüenza por el


amor»
• El hombre en la historia no deja de ser a imagen y semejanza de Dios.
Pero «ha perdido» la integración plena del paraíso, ya no goza de la
armonía originaria. Se ha alejado de su origen. Se ha debilitado su unidad
interior.

• La vergüenza de la propia desnudez indica y expresa que aquella


capacidad originaria de desnudez ha sido perturbada. Al no verse ya la
persona a sí misma a la luz de la visión que Dios tenía de ella, es decir,
como venida de Dios, como Don creado para ser-donado, ve al otro como
peligro y, en consecuencia, como objeto a dominar. Y se defiende.

• La tranquila desnudez originaria ha dejado paso a una sensación difusa de


miedo, turbación, inquietante necesidad de cubrir el propio cuerpo.

• Cambia su relación con su Creador, con quien dialogaba como un hijo


dialoga con su padre, desea esconderse para no encontrarse con Él.

“La vergüenza entra cuando el hombre “se da cuenta por primera vez, de que su
cuerpo ha dejado de obtener la fuerza del Espíritu, que lo elevaba al nivel de la
imagen de Dios. Su vergüenza originaria lleva en sí los signos de una específica
humillación medida por el cuerpo. Se esconde en ella el germen de esa
contradicción que acompaña al hombre histórico en todo su camino terrestre,
como escribe San Pablo”. (HM 28: 2).

“Tanto el hombre como la mujer se han convertido en un «ser humano» sometido


a la concupiscencia. Y por eso ambos sienten esa vergüenza, cuyo eco profundo
llega a tocar lo íntimo de la personalidad, masculina o femenina, aunque de modo
diverso” (HM 31: 4).

“La vergüenza “revela una específica dificultad para advertir la esencialidad


humana del propio cuerpo”. (HM 28: 2)

• La tranquila desnudez originaria ha dejado paso a una sensación difusa de


miedo, turbación, inquietante necesidad de cubrir el propio cuerpo.

• La amistad con el Creador - con quien dialogaba como un hijo con su


padre - a un deseo de esconderse para no encontrarse con Él.

“En realidad, a través de «la desnudez» se manifiesta el hombre privado de la


participación en el Don, el hombre alienado de aquel Amor que había sido la
fuente del don originario, fuente de la plenitud de bien… Este hombre… fue
privado de los dones sobrenaturales, que formaban parte de su «dotación» antes
del pecado; además fue dañado en lo que pertenece a la misma naturaleza, a la
humanidad en plenitud originaria de la «imagen de Dios». La triple concupiscencia
no corresponde a la plenitud de aquella imagen, sino precisamente a los daños, a
las deficiencias, a las limitaciones que aparecieron con el pecado”. (HM 27:2)

• La vergüenza originaria es una experiencia límite o de confín, que nace 1


en conexión con el pecado del principio, la ruptura de la Alianza primera 2
por la desobediencia comporta una nueva calidad en la experiencia del
cuerpo, un cambio radical y dramático.

• El hombre, guardián y dominador de la creación (Génesis 1, 28-30),


transmite al mundo su propio desgarramiento interior.

La experiencia de la vergüenza originaria pone de relieve el «desmoronamiento


interior» de la inocencia originaria en la experiencia recíproca: significa: «antítesis
del don», la reducción del otro a «objeto para mí». (HM 17:3)

“Después del pecado original, la mujer y el hombre, aunque “forman la misma


pareja humana… no están ya solamente llamados a la unión y la unidad, sino
también amenazados por la insaciabilidad de aquella unión y unidad”, es decir, “la
no satisfacción de su aspiración a realizar la recíproca comunión de las personas
en la «unión conyugal del cuerpo» (cf. Gen 2, 24)” (HM 30: 5).

“¿tenemos el deber de desconfiar del corazón


humano? ¡No! Esto quiere decir solamente
que debemos mantenerlo bajo control.” 3

1 HM 11 4-6
2 HM 26:5
3 HM 32:3

LA CONCUPISCENCIA

FRUTO DE LA RUPTURA
DE LA ALIANZA CON DIOS

“Porque todo lo que hay en el mundo es concupiscencia de la carne, codicia de los


ojos y ostentación de riqueza. Todo esto no viene del Padre, sino del mundo; pero
el mundo pasa, y con él, su concupiscencia. En cambio, el que cumple la voluntad
de Dios permanece eternamente”. 1 Juan 2, 16-17

¿En qué consiste el estado de caída,


la pérdida del «significado esponsal»?

• El significado esponsal del cuerpo no ha llegado a ser totalmente extraño


a ese corazón: no ha sido totalmente sofocado en él por parte de la
concupiscencia, sino sólo habitualmente amenazado. 4

• El «corazón» se ha convertido en el lugar de combate entre el amor y la


concupiscencia. Cuanto más domina la concupiscencia al corazón, tanto
menos éste experimenta el significado esponsal del cuerpo y tanto menos
se hace sensible al don de la persona .” 4

• En su vida interior, en su vida moral, cada hombre histórico experimenta el


desgarramiento de la concupiscencia, o sea, de un deseo desordenado que
impide la ansiada comunión con los otros a través del cuerpo.

• El hombre que vive «según la carne» es el hombre dispuesto solamente a


lo que viene «del mundo»: es el hombre de los «sentidos», el hombre de la
triple concupiscencia. (HM 51:1)

El pecado original causó “la privación de la santidad y de la justicia originales, pero


la naturaleza humana no está totalmente corrompida: está herida… e inclinada al
pecado (esta inclinación al mal es llamada “concupiscencia”). El Bautismo, dando
la vida de la gracia de Cristo, borra el pecado original y devuelve el hombre a Dios,
pero las consecuencias para la naturaleza, debilitada e inclinada al mal, persisten
en el hombre y lo llaman al combate espiritual” (CIC 405).

“Este hombre vive casi en el polo opuesto respecto a lo que «quiere el Espíritu».
El Espíritu de Dios quiere una realidad diversa de la que quiere la carne, desea
una realidad diversa de la que desea la carne, y esto ya en el interior del hombre,
ya en la fuente interior de las aspiraciones y de las acciones del hombre, «de
manera que no hagáis lo que queréis» (Gál 5, 17).” (HM 51:2)

“… se define específicamente la «concupiscencia de la mirada» como «adulterio


cometido en el corazón» … la valoración moral de la concupiscencia (del «mirar
para desear») que Cristo llama «adulterio cometido en el corazón» depende sobre
todo de la misma dignidad personal del hombre y de la mujer; esto vale tanto para
aquellos que no están unidos en matrimonio, como - y quizás incluso más - para
aquellos que son marido y mujer”. (HM 43:1)

4 HM 32: 3

“El Sermón de la Montaña realiza “la transferencia o, más bien, el cambio del
significado del adulterio del «cuerpo» al «corazón»” (HM 38: 1). “La mirada
expresa lo que hay en el corazón. La mirada expresa, expresa, se diría, al hombre
entero. Cristo quiere poner en evidencia que el hombre «mira» conforme a lo que
es” (HM 39:4). Cristo enseña, a considerar la mirada casi como umbral de la
verdad interior. (HM39:5)

“Cristo habla del hombre que «mira para desear» no indica solamente la
intencionalidad del «mirar» y, por tanto, del conocimiento concupiscente - la
dimensión «psicológica» -, sino indica también la dimensión de la intencionalidad
de la existencia misma del hombre. … demuestra quién «es» o, más bien en quién
«se convierte» para el hombre la mujer que él «mira con concupiscencia»”. (HM
41:1)

“El cuerpo humano en su masculinidad - feminidad ha «como» perdido la


capacidad de expresar este amor, en que el hombre-persona llega a ser don,
conforme a su estructura más profunda y a la finalidad de su existencia personal,
como hemos ya observado ya en los anteriores análisis. Si aquí no formulamos
este juicio de modo absoluto y añadimos la expresión adverbial «como», lo
hacemos porque la dimensión del don -es decir, la capacidad de expresar el amor
con que el hombre, mediante su feminidad o masculinidad se convierte en don
para el otro- en cierta medida no ha cesado de impregnar y configurar el amor que
nace del corazón humano. El significado esponsal del cuerpo no ha llegado a ser
totalmente extraño a ese corazón: no ha sido totalmente sofocado en él por parte
de la concupiscencia, sino sólo habitualmente amenazado. El «corazón» se ha
convertido en el lugar de combate entre el amor y la concupiscencia. Cuanto más
domina la concupiscencia al corazón, tanto menos éste experimenta el significado
esponsal del cuerpo y tanto menos se hace sensible al don de la persona.” (HM
32: 3)

“Si bien el acto es del todo interior, escondido en el «corazón» y expresado sólo
por la «mirada», en él acontece ya un cambio de la intencionalidad misma de la
existencia. Si no fuese así, si no se tratara de un cambio tan profundo, no tendrían
sentido las siguientes palabras de la misma frase: «ya ha cometido adulterio con
ella en su corazón» (Mt 5,28)”. (HM 41:1)

“Esa mirada, no se explica acaso por el hecho de que el hombre es precisamente


un «hombre de deseo», en el sentido de la primera parte de San Juan, más aún,
porque ambos, es decir, el hombre que mira para desear y la mujer que es objeto
de tal mirada, se encuentra en la dimensión de la triple concupiscencia, que «no
viene del Padre, sino del mundo». Es necesario por tanto entender que es la
concupiscencia o más bien quién es ese bíblico «hombre de deseo» para
descubrir la profundidad de las palabras de Cristo según Mt 5, 27-28, y para
explicar lo que significa su apelación, tan importante para la teología del cuerpo, al
«corazón» humano” (HM 26:3).

La concupiscencia pone a la persona


en contradicción con su verdad originaria,
que consiste en «ser don».

• Tanto la respuesta dada a los fariseos con relación a la indisolubilidad del


matrimonio, como las palabras del sermón de la montaña que se refieren al
dominio de la concupiscencia, demuestran —al menos indirectamente—
que el Creador ha asignado al hombre como tarea el cuerpo, su
masculinidad y feminidad; y que en la masculinidad y feminidad le ha
asignado, en cierto sentido, como tarea su humanidad, la dignidad de la
persona, y también el signo transparente de la «comunión» interpersonal,
en la que el hombre se realiza a sí mismo a través del auténtico don de sí ”.
5

• «Serán como dioses, conocedores del bien y del mal» Gn 3, 5. En esta


motivación se encierra claramente la puesta en duda del Don y del Amor,
en quien tiene su origen la creación como donación ”. 6

El pecado, es la ruptura de la alianza con Dios.


La ruptura - en el origen -
se realiza cuando «en el corazón del hombre
se pone en duda el Don».

“…el misterio del hombre que vuelve la espalda al «Padre». Poniendo en duda, en
su corazón, el significado más profundo de la donación, es decir, el amor como
motivo específico de la creación y de la Alianza originaria (cf. en particular Gen 3,
5), el hombre vuelve la espalda al Dios-Amor, al «Padre». En cierto sentido lo
expulsa de su corazón. Y simultáneamente aleja su corazón, casi como
desgajándolo, de lo que «viene del Padre»; de este modo queda en él lo que
«viene del mundo»” (HM 26: 4).

“Ésta es verdaderamente la clave para interpretar la realidad. El pecado original…


tiende a abolir la paternidad” (CU, pág. 228).

“Mientras Gn 2,25 subraya «que estaban desnudos… pero no sentían vergüenza»,


Gn 3,7 habla explícitamente del nacimiento de la vergüenza en conexión con el
pecado. Esa vergüenza es como la fuente primera del manifestarse en el hombre -
en ambos hombre y mujer - lo que «no viene del Padre, sino del mundo»”. (HM
26:5)

“El hombre debe sentirse llamado a descubrir, más aún, a realizar el significado
esponsal del cuerpo y a expresar de este modo la libertad interior del don, es
decir, de ese estado y de esa fuerza espirituales que se derivan del dominio de la
concupiscencia de la carne”. (HM 46:4)
• Toda la verdad de su ser masculino y femenina, no está ya afirmada en
ser «ser don para el otro», sino en «dominar al otro».

• Se deforma el recíproco «para», que pierde su carácter de comunión de


las personas en función de la función utilitarista.

• La concupiscencia, de por sí, no es capaz de promover la unión como


comunión de personas: ella sola no une, sino que se apropia. La relación de
don se transforma en relación de apropiación. 7

• Del poseer, el ulterior paso va hacia el "gozar": el objeto que poseo


adquiere para mí un cierto significado en cuanto que dispongo y me sirvo de
él, lo uso. La concupiscencia de por sí empuja al hombre hacia la posesión
del otro como objeto, lo empuja hacia el "goce", que lleva consigo la
negación del significado esponsal del cuerpo. En su esencia, el don
desinteresado queda excluido del "goce" egoísta. . 8

5 HM 59:2
6 HM 26:4
7 HM 32: 6
8 HM 33: 4

• La concupiscencia del cuerpo es una amenaza específica a la estructura


de la autoposesión [esencial para la persona] y del autodominio a través de
la cual se forma la persona humana. Y constituye para ésta un específico
desafío . 9

• La estructura de la autoposesión, esencial para la persona, está alterada


en él, de cierto modo, en los mismos fundamentos; se identifica de nuevo
con ella en cuanto está continuamente dispuesto a conquistarla. 10

“La nueva dimensión del ethos está unida siempre con la revelación de esa
profundidad que se llama "corazón" y con su liberación de la "concupiscencia", de
modo que en ese corazón pueda resplandecer más plenamente el hombre: varón
y mujer, en toda la verdad del recíproco "para". Liberado de la constricción y de la
disminución del espíritu que lleva consigo la concupiscencia de la carne, el ser
humano: varón y mujer, se encuentra recíprocamente en la libertad del don que es
la condición de toda convivencia en la verdad, y, en particular, en la libertad del
recíproco donarse, puesto que ambos, marido y mujer, deben formar la unidad
sacramental querida por el mismo Creador, como dice el Génesis 2, 24.” (HM
43:6)

El corazón bajo sospecha


Una actitud maniquea llevaría a un “aniquilamiento”, si no real, al menos
intencional del cuerpo, a una negación del valor del sexo humano, de la
masculinidad y feminidad de la persona humana, o, por lo menos sólo a la
“tolerancia” en los límites de la “necesidad” delimitada por la necesidad misma de
la procreación. 11

Mientras para la mentalidad maniquea el cuerpo y la sexualidad constituyen, por


decirlo así, un "anti-valor", en cambio, para el cristianismo son siempre un "valor
no bastante apreciado” 12

Ricoeur 13 ha calificado a Freud, Marx y Nietzsche 14 como «maestros de la


sospecha», - han ejercido y ejercen gran influjo en el modo de pensar y valorar de
los hombres de nuestro tiempo - ellos interpretan el sentido del hombre y de la
moral, también juzgan y acusan al “corazón” del hombre, lo que en el lenguaje
bíblico, se llama concupiscencia.

Su juicio y la acusación al corazón humano corresponde a lo que en el lenguaje


bíblico se llama:

9 HM 28:3
10 idem.
11 HM 45:3
12 idem.
13 Jean Paul Gustave Ricoeur Filósofo y antropólogo francés, intentó combinar la
descripción fenomenológica con la interpretación hermenéutica.
14 Sigmund Freud Médico neurólogo austriaco de origen judío, padre del
psicoanálisis y una de las mayores figuras intelectuales del siglo XX.
Karl Marx Filósofo, economista, sociólogo, periodista, intelectual y militante
comunista prusiano de origen judío.
Friedrich Nietzsche Filósofo, poeta, músico y filólogo alemán del siglo XIX, ejerció
una profunda influencia tanto en la historia como en la cultura occidental.

• Hermenéutica Nietzschiana «soberbia de la vida»


El súper-hombre del dominio, de la voluntad, del poder. Inspira el súper
hombre que se pone en lugar de Dios. Nosotros somos Dios, lo hemos
matado. Icono de la muerte de Dios.

• Hermenéutica marxista «concupiscencia de los ojos»


Es icono de la revolución proletaria, reduce el ser, al poseer. Reduce el
hombre a los bienes materiales.

• Hermenéutica freudiana «concupiscencia de la carne»


Es icono de la concupiscencia de la carne, uno de los padres de la
revolución sexual. Prescinde de la moralidad objetiva para dar rienda suelta
a la libido. El hombre es sólo líbido, deseo y apetito sexual.

“La convergencia de estas concepciones con la hermenéutica del hombre fundada


en la Biblia consiste en el hecho de que, al descubrir en el corazón humano la
triple concupiscencia, hubiéramos podido también nosotros limitarnos a poner ese
corazón en estado de continua sospecha. Sin embargo, la Biblia no nos permite
detenernos aquí. Las palabras de Cristo, según Mateo 5, 27-28, son tales que, aun
manifestando toda la realidad del deseo y de la concupiscencia, no permiten que
se haga de esta concupiscencia el criterio absoluto de la antropología y de la ética,
o sea, el núcleo mismo de la hermenéutica del hombre. En la Biblia, la triple
concupiscencia no constituye el criterio fundamental y tal vez único y absoluto de
la antropología y de la ética, aunque sea indudablemente un coeficiente
importante para comprender al hombre, sus acciones y su valor moral”. (HM 46:2)

“El cristianismo, según Friedrich Nietzsche, habría dado de beber al eros un


veneno... El filósofo alemán expresó de este modo una apreciación muy difundida:
la Iglesia, con sus preceptos y prohibiciones, ¿no convierte acaso en amargo lo
más hermoso de la vida? ¿No pone quizás carteles de prohibición precisamente
allí donde la alegría, predispuesta en nosotros por el Creador, nos ofrece una
felicidad que nos hace preguntar algo de lo divino? Pero, ¿es realmente así? El
cristianismo, ¿ha destruido verdaderamente el eros? … en modo alguno rechazó
con ello el eros como tal, sino que declaró guerra a su desviación destructora,
puesto que la falsa divinización del eros que se produce en esos casos lo priva de
su dignidad divina y lo deshumaniza. (Benedicto XVI, DC, 3-4).

Bibliografía y abreviaturas

AR Amor y responsabilidad, Karol Wojtyla (Editorial Razón y Fe, Madrid 1978)


CIC Catecismo de la Iglesia Católica
CF Carta a las familias, Juan Pablo II
CU Cruzando el umbral de la esperanza,Juan Pablo II (Plaza & Janes, Barcelona
1994)
DC Deus Caritas Est, Benedicto XVI
DCA Las dos caras del amor: Eros y Ágape. Primera predicación de Cuaresma a
la Curia Romana, 25 de marzo de 2011, Raniero Cantalamessa
DV Dominum et Vivificantem, Juan Pablo II
EV Evangelium Vitae, Juan Pablo II
FC Familiaris Consortio, Juan Pablo II GS
Gaudium et spes, Constitución Pastoral del Concilio Vaticano II
HM Hombre y mujer lo creó. Catequesis sobre el amor humano, Juan Pablo II
(Encuentro, Madrid 1998)
TEMA 3

LA SALVACION DE JESUS

Objetivo: Presentar a Jesús, muerto, resucitado y glorificado como la única


solución para el mundo y cada individuo. Proclamar que ya fuimos salvados por su
Sangre

La Buena Noticia:

La buena noticia es que Dios vino al mundo a salvarnos de nuestros pecados,


como dice el texto; Si el hombre era incapaz de llegar a Dios, Dios vino al hombre.
Si nosotros no teníamos las fuerzas necesarias para subir a Él, Él descendió a
nosotros.

Por ejemplo, en juan capítulo 3 versículo del 16 al 17

Así amó dios al mundo, le dio al hijo único para que quien cree en Él no se pierda
sino que tenga la vida eterna, Dios no envió al hijo al mundo para condenar al
mundo, si no para que se salve el mundo gracias a Él.

El siguiente punto es-

vence a satanás

Aquí nos habla de la siguiente cita bíblica Juan capítulo 16 versículo 33

“Les he hablado de estas cosas para que tengan paz en mí, ustedes encontrarán
la persecución en el mundo, pero ánimo yo he vencido al mundo”

Aquí habla básicamente de que Jesus es el vencedor de todo mal y de todo


pecado.

El siguiente punto es -

La Salvación del pecado

Nos explica que la misión de Jesus no solo es quitar los males y los sufrimientos
del mundo, si no arrancar la raíz que origina todo el mal, que viene siendo el
pecado

Da un ejemplo: de cuando vamos a un restaurante y no tengo dinero para pagar la


cuenta y por no tener para pagarla me llevaran a la cárcel y de pronto llega el
dueño del restaurante y me dice el señor de aquí al lado te conoce y acaba de
pagar toda tu cuenta, es una metáfora de cómo Jesús pagó con su propia sangre
nuestros pecado y nos alejó del infierno, acercándonos más a dios y estando en
paz con Él.

Ahora Dios no solo perdonó nuestros pecados, sino que también los olvidó por
completo, cuando Dios perdona perdona para siempre y no se vuelve a acordar de
nuestros pecados.

Esto lo podemos encontrar en la siguiente cita bíblica Miqueas capítulo 7 versículo


19

“Una vez más te compadecerás de nosotros, pisotearas nuestras faltas, tira pues
al fondo del mar todos nuestros pecados”

No es como que tenga una lista y nos enumere cada uno de nuestros pecados
para mostrárnoslo el día de nuestra muerte, una vez que nos perdona nos
PERDONA y no solo nos perdona nos LIBERA, dándonos la capacidad para no
pecar nuevamente y tener esa comunicación directa con Dios.

Que amor tan grande tiene dios que es capaz de perdonarte y olvidar todo.

Lo siguiente que nos habla es de –

Cómo realizo nuestra salvación

Primero por su encarnación

Dios siendo divino llegó al mundo siendo Hombre de carne y hueso, con todas las
limitaciones que tiene un ser humano y al hacerse hombre unió en sí mismo en
una sola persona toda la vida del hombre y toda la vida de Dios.

Esto nos enseña de que Él es un ejemplo de vida, de cómo vivir en comunicación


con Dios.

Por su muerte

Jesús no fue asesinado, Él voluntariamente se entregó a la muerte por amor a


nosotros.

Aquí nos ponen un ejemplo muy claro y creo que es el mejor ejemplo que me
sirvió a mi para entenderlo: Es como si se muere una persona que se llama Luis
Alfonso. Naturalmente que cuando se muere Luis en ese mismo instante muere
Alfonso. Eso fue lo que sucedió en la muerte de Jesús. Él no tenía pecado, pero,
cargando con todos nuestros pecados se hizo pecado

Por tanto, en la cruz estaba agonizando Jesús-Pecado; y al morir Jesús a las tres
de la tarde de aquel Viernes Santo, también se murió pecado, nuestro pecado. En
la cruz de Cristo murió todo lo que debía y podía morir.

Además, Jesús elimino todas las consecuencias del pecado

· Con su resistencia pacífica, murió toda violencia.

· con la entrega de todo lo que tenía, murió el afán de las riquezas y la


ambición de poder.

· con su impotencia, murió el deseo de dominio y de poder terreno.

· Con la sumisión a su Padre, murió la independencia frente a Dios.

· Con el abandono en las manos de su Padre, murió toda confianza y


seguridad terrenas.

· Con el perdón otorgado a sus verdugos, murieron odios, rencores y


resentimientos.

· Con su confianza, murió toda desesperación y angustia.

Con su entrega, murió todo egoísmo

En la cruz de Jesús, murió todo lo que no nos dejaba vivir como hijos de Dios.
Entonces ya vimos que nuestra salvación se realizó por su encarnación, por su
muerte y ahora falta hablar por su resurrección.

Jesús no solo murió en la cruz y nos liberó de nuestros pecado y ahí quedó todo,
si no que lo que pasó después fue aún más admirable, ya que al tercer día de
haber muerto y haber sido sepultado el poder de dios lo resucitó de entre los
muertos quedando para siempre muertos nuestros pecados, mientras que Jesús
resucitó con una nueva vida.

Con su resurrección vence a la peor de todas las consecuencias del pecado: la


muerte.

Como menciona la primera de Corintios capítulo 15 versículo 55 - 56

“Dónde está oh muerte tu victoria, dónde está oh muerte tu aguijón

El aguijón de la muerte es el pago y la ley, lo hacía más poderoso”.

Si a través de la encarnación de su hijo, Dios vino a vivir entre los hombres, por la
resurrección de Jesús, un hombre está ya con Dios, se ha restablecido ya
totalmente él puente de comunicación entre dios con los hombres.

Gracias a la resurrección de Jesús, en cristo no hay muerte todo es vida

Conclusión

En conclusión, Jesús muerto y resucitado es la solución de dios para el mundo, en


su cruz dio su vida por nosotros, en su resurrección dio su vida a nosotros, en su
cruz murió nuestro pecado y en su resurrección nos comunicó vida abundante
para que como Él vivamos como hijos de Dios.
TEMA 4

LA FE Y LA CONVERSIÓN

Objetivo del tema:

Tener un encuentro personal con Jesús Salvador, por la fe y la conversión. Hacer


un acto de fe y de conversión.

Una vez que ya queda entendido que Jesús vino al mundo para salvarnos (tema
anterior), el siguiente paso es entender que el fin del acto de entrega que hace
Jesús por nosotros es experimentar la Nueva vida y la única forma de hacerlo es
por medio de la fe y la conversión. Las siguientes citas bíblicas nos hablan de
esto:

Efesios 2, 8: “Ustedes han sido salvados por la fe, y lo han sido por gracia. Esto no
vino de ustedes, sino que es un don de Dios.

Romanos 5,1-2: “Por la fe, pues, hemos sido hechos justos y estamos en paz con
Dios por medio de Jesucristo, nuestro señor. Por el hemos tenido acceso a este
estado de gracia e incluso hacemos alarde de esperar la misma Gloria de Dios.

Efesios 3,17 “Que Cristo habite en sus corazones por la fe, que estén arraigados y
edificados en el amor”

Hechos 10,43: “A él se refieren todos los profetas al decir que quien cree en el
recibe por su Nombre el perdón de los pecados”.

LA FE

Primero nos habla de la FE y de que es el medio necesario para conectar con la


salvación ya que pues gracias a ella habita Cristo en nuestro corazón.

Pero primero es que hay que entender que es LA FE, y ésta cita bíblica es muy
clara:

Hebreos 11,1: “La fe es aferrarse a lo que se espera, es la certeza de cosas que


no se pueden ver”

La fe no es creer a ojos cerrados, sino a ojos abiertos, no es no ver, es ver


demasiado, no es estar ciego, es estar cegado. El enemigo de la fe es la
ignorancia. Muchos no creen en Cristo por qué no lo conocen o lo conocen muy
poco.
La fe es una virtud sobrenatural que nos inclina a creer en todo lo que Dios nos ha
revelado.

Es una virtud teologal, implica una aceptación y relación personal con Dios. Es
aceptar la palabra de Dios no solo con la cabeza, si no con el corazón y toda la
vida.

Es confianza, dependencia y obediencia a Jesús reencarnado, muerto y


resucitado, el único mediador entre Dios y los hombres.

Es la certeza de que Dios va a actuar conforme a las promesas de Cristo, así que
no es creer en algo, si no en Alguien y entregarse a esa persona, en este caso a
Cristo, sin límites ni condiciones.

No es un sentimiento, ni se mide por las emociones, ni tampoco es autosugestión.


Es una decisión total del hombre que envuelve todo su ser y compromete toda su
persona. Es consecuencia de la confianza y amor que le tengo.

Al aceptar a Cristo como Hijo de Dios, le estoy entregando mi inteligencia, lo hago


mi ideal de vida y es en ese momento que se establece una transferencia mutua
de pensamiento y vida.

Lo fundamental en la fe es creer y aceptar a Cristo como Hijo de Dios, no es solo


creer en que existe sino también es externarlo y es ahí cuando la fe se vive en
cada circunstancia de nuestras vidas, con nuestras acciones y pensamientos y así
es como nosotros experimentamos en cada momento la salvación de Jesús.

Pero la fe también requiere la aceptación de la voluntad. Porque nadie cree si no


es por su propia voluntad y esto es lo más hermoso de la fe, es que es libre.

Y es nuestra fe la que nos lleva a actuar conforme a lo que creemos, cambiando


nuestra forma de vivir. Cuando tu aceptas a Cristo, en tu interior te haces a
imagen y semejanza de el y a partir de ese momento, todo lo que no se ajuste a ti
(creencias, acciones, ideologías, etc) se elimina o se transforma y es ahí donde
llega la conversión.

CONVERSIÓN:

Es la forma más concreta de cómo se manifiesta la fe.

Es un cambio de vida, pero esto no quiere decir que se reduce a un cambio de


moral, la moral es consecuencia del cambio de vida y la conversión es mucho más
profundo que un simple cambio de conducta.
Nosotros le entregamos nuestra vida sin valor a Cristo, así tal cual, con todos
nuestros pecados, una vida devaluada por el pecado, pero a cambio recibimos la
vida misma de Jesús, la única que en verdad tiene valor y que jamás se devalúa.

Cuando Simón Pedro se hundía en las aguas del mar de Galilea pidió ayuda a
Jesús. Pedro sabía nadar perfectamente porque era pescador, pero prefirió ser
salvado por la mano de Jesús y se abandonó plenamente a él, de esa forma
nosotros también debemos abandonarnos a Jesús.

Si el pecado nos había hecho romper nuestra relación con Dios, ahora que por
Cristo hemos sido reconciliados con Dios hemos de romper completamente con el
pecado y con todo aquello que nos acerca a él. Y es así que la verdadera y total
dependencia de Dios nos obliga a renunciar a todo aquello que nos ha
encadenado al pecado.

Después de entender que es la conversión, el tema nos habla de que llega el


momento de:

INVITAR A JESUS AL CORAZON Y PROCLAMARLO SALVADOR PERSONAL:

Así que para hacer una conversión hay que invitar a Jesús al corazón y
proclamarlo como salvador personal, hay una cita bíblica donde lo explica
perfectamente bien y es la siguiente:

Apocalipsis 3,20: “Mira que estoy en la puerta y llamo: si uno que escucha mi voz
y me abre, entraré en su casa y comeré con él y el conmigo”.

Él nunca va a forzar la puerta, solo entrara si le abrimos voluntariamente.

Al final del tema está la Proclamación de Jesús salvador personal y dice así:

Jesús, yo creo firmemente que tú eres el Hijo de Dios, el Mesías. Que viniste a
este mundo no para condenarme por mis pecados, sino para salvarme.

Reconozco que soy un gran pecador, pero al mismo tiempo proclamo que tu
misericordia y perdón son más grandes que mis pecados.

Hoy proclamo con mi boca lo que creo firmemente en mi corazón. Tu eres el único
salvador de este mundo. Tu eres mi salvador personal. Creo en ti, confió en ti y te
pido que me des la Nueva vida en abundancia que tu ganaste para mí con tu
muerte en la cruz y tu gloriosa resurrección. Quiero tener un encuentro personal
contigo y tu salvación. Se y confío en que tú nunca defraudas al que cree en ti.

DINÁMICA DE COMPROMISO
Leer la siguiente cita bíblica (Parábola del Joven Rico):

"Cuando Jesús se ponía en camino, alguien corrió, se arrodilló delante de El y le


dijo: - "Maestro bueno: ¿qué debo hacer para ganar la vida eterna?". Jesús
respondió - "¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino solo Dios. Ya
conoces los mandamientos: no mates, no cometas adulterio, no robes, no digas
cosas falsas de tu hermano, no seas injusto, honra a tu padre y a tu madre". El le
contestó: - "Maestro, todo esto lo he cumplido desde mi juventud". Jesús fijando
su mirada en él, lo amó, y le dijo: "Una sola cosa te falta: Anda, vende cuanto
tienes, dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en el cielo; ven después y
sígueme". Pero al oír estas palabras se fue triste; tenía muchos bienes". (San
Marcos X: 17 a 22).

Reflexión…

UNA OPCIÓN CLARA Y LIBRE

Esta vez la elección de la vocación está claramente definida. El joven puede tomar
una decisión con conocimiento de causa. Jesús no quiso aprovechar su
entusiasmo pasajero para atraerlo a su lado. Al contrario, desea que lejos de
seguirlo por un impulso emotivo, reflexione y pese el valor del sacrificio que le
pide. Al enumerar los mandamientos le da tiempo de que recobre su sangre fría:
después le ha manifestado las condiciones de una vida más perfecta, sobre todo
la pobreza, que era más difícil de aceptar para el joven.

El amor de la mirada de Cristo es realmente seductor, pero no quita la libertad a


aquél a quien se dirige: por encantado que esté por este cariño, el joven
responderá con entera independencia a la propuesta que se le hace.

EL RECHAZO

"Pero él al oír estas palabras se fue triste". No puede no manifestar la decepción


que tuvo al oír las palabras de Cristo: no era lo que esperaba. Poseyendo una
gran fortuna, no quiere sacrificarla. Entre la riqueza y Jesús, escoge la riqueza.
Rechaza la invitación de seguir al Maestro.

"Se fue triste". Se le vio dar la espalda a Jesús y se fue hacia sus bienes. La
opción que hizo no lo hace feliz. Está triste porque Dios es la única fuente de
felicidad: el que se aleja del Señor para gozar de los bienes de este mundo, solo
cosecha la tristeza.

El joven rechazó la más grande de las gracias que le era ofrecida. Permanece
como ejemplo del "No" dicho a la vocación, "No" que se opone a la mirada de
amor de Cristo.

No cometió pecado al decir "No", sin embargo, perdió por su cobardía, el don tan
precioso que se le ofrecía, y perdió la oportunidad de una vida mucho más noble:
la participación al gran sacrificio de Cristo por la salvación de los hombres.

Una vez que el sacerdote explica la parábola se invita al joven a lo siguiente:

Escribir en un papel todo aquello que quieres dejar atrás, todo aquello que te aleje
de Dios o que no te permita seguir a su lado, todas aquellas actitudes que no
quieres “sacrificar” o dejar atrás para seguir a Cristo.

Una vez hecho esto te invitamos a depositarlo en un baúl, donde nadie podrá leer
lo que estas dejando atrás, después de esto se les entregará una vela que el
sacerdote les ayudará a encender antes de regresar a su lugar.

Materiales:

· Plumas

· Hojas en blanco

· Velas

Cerrar la dinámica con la Parábola de la lámpara

Lucas 8,16-18

No se enciende una lámpara para cubrirla con un recipiente o para ponerla debajo
de la cama, sino que se la coloca sobre un candelero, para que los que entren
vean la luz. Por qué no hay nada oculto que no se descubra algún día, ni nada
secreto que no deba ser conocido y divulgado. Presten atención y oigan bien,
porque al que tiene, se le dará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que
cree tener.
TEMA 5

JESÚS, TÚ ERES MI SEÑOR

Objetivo del tema:

Que el joven dé el paso de proclamar a Jesús como el Señor del universo y


Señor de cada área de su vida.

REPASO DEL DÍA ANTERIOR

El guía hace recordar a los jóvenes lo vivido el día anterior del retiro e invita a
compartir sobre lo que más les ha llamado la atención o con lo que más se han
identificado. Posterior a ello presenta el tema tomando como punto de partida lo
siguiente: Estimado joven, trae a tu mente aquellas personas, vivencias, logros y
todo aquello que signifique o ha significado mucho en tu vida.

Luego, hacer que cada uno se pregunte: ¿Qué lugar ocupa Jesús en mi vida?

CONTEMPLAMOS DESDE LA FE

Leer Filipenses 2, 1-11

Hacer que cada joven imagine lo narrado sobre Jesús. Que trate de traer a su
mente de manera breve los momentos clave de su vida, su encarnación y
nacimiento, todos los momentos felices que vivió o pudo haber vivido y también
los difíciles, cuando vivía con sus padres, cuando predicaba, curaba, enseñaba,
cuando oraba, cuando fue apresado, clavado en la cruz, cuando resucitó y se
encontró con sus discípulos, cuando ascendió al cielo y los envió. Darle gracias
por todo ello, y volverse a preguntar: ¿Qué lugar ocupa Jesús en mi vida? ¿Qué
me quiere decir en el texto bíblico que hemos leído?

PROPONEMOS PARA AVANZAR

- Se reparte a cada joven el cuestionario de “Mi realidad” (ver anexos


materiales). Pedir que lo llenen con calma y a conciencia.
- Formar equipos para compartir sobre lo que escribieron.

Habiendo realizado lo anterior, continuar con la siguiente charla:

Centrarse en preguntar y responder: ¿Por qué Jesús es Señor?; Hemos


escuchado que Jesús es EL Señor, pero ¿lo considero como MI Señor? Sí, No
¿Por qué?; ¿Por qué Jesús quiere ser el Señor de mi vida?¿Qué tanto estoy
dispuesto a ponerme en sus manos dejándome amar, salvar y guiar por Él en
todas las áreas de mi vida? ¿Qué me impide hacerlo y en qué aspectos me es
más difícil? (Si se considera oportuno, se sugiere repartir estas preguntas base a
cada uno, como material que invite a adentrarse al tema; no es necesario
contestar de manera escrita)

Charla

Jesús, al tercer día de su ignominiosa muerte en la cruz, fue resucitado por el


poder de Dios, y sentado a su diestra. ¡Jesús está vivo!, gritaba la Iglesia primitiva.
¡Jesús está vivo!, era la Buena Nueva que anunciaban las comunidades cristianas.
¡Jesús está vivo!, es el centro de la vida de la Iglesia. Dios no permitió que su Hijo
experimentara la corrupción, al contrario, le exaltó y le glorificó.

— Le dio el nombre que está sobre todo nombre: Flp. 2,9.

— Le concedió todo poder en el cielo y en la tierra: Mt 28,18.

— Lo llenó de su Santo Espíritu: Hech 2,33.

— Lo constituyó Señor y Mesías: Hech 2, 36.

La resurrección, exaltación y glorificación de Jesús es el culmen de su obra


salvífica. Si Cristo no hubiera resucitado vana seria nuestra fe. Si Cristo no hubiera
sido glorificado vana sería nuestra predicación y nuestra esperanza. Sin duda que
el culmen de la glorificación es la recepción del Espíritu Santo. El gran premio que
el Padre le concedió a su Hijo en su exaltación fue una nueva y más abundante
efusión de su Santo Espíritu:

Exaltado por la diestra del Padre ha recibido el Espíritu Santo prometido:

Hech 2,33.

Si durante su vida terrena siempre estuvo recibiendo Espíritu Santo, por su


gloriosa exaltación lo recibió de una manera infinita. Y, con la recepción del Santo
Espíritu, se le concedió la más alta investidura de poder en el cielo y en la tierra:
Fue constituido SEÑOR:

Sepa con certeza toda la casa de Israel que Dios ha constituido Señor y Cristo a
este Jesús...:

Hech 2,36.

El título de Señor lo ha constituido como dueño absoluto de todo el universo: del


pasado, del presente y del futuro: Hombres, animales y toda la creación le están
sometidos. Vencedor de la Muerte y del Maligno. Cielo, mar y tierra están bajo su
poder. Juez de vivos y muertos: Hech 10,42; el Salvador: Hech 13,23; el Jefe que
lleva a la Vida: Hech 3,15; el Mesías anunciado por los profetas: Hech 3,18. Por
otro lado, el título del Señor (Kyrios), que en el Antiguo Testamento era reservado
exclusivamente para Dios, al ser aplicado a Jesús, afirma de una manera muy
eminente su carácter divino. ¡Jesús es El Señor!

Jesús: mi Señor

Pero el dominio de Jesús sobre todo el universo debe extenderse de una manera
especial y concreta sobre aquellos que creen en su Nombre; sobre cada uno de
nosotros. Jesús es El Señor, pero debe llegar a ser efectivamente mi Señor, mi
Rey. Esto es, quien guíe todas las áreas de mi vida, y quien gobierne toda mi
existencia. El, quien dirija todos los deseos y apetitos, el que ilumine con su voz y
su divina voluntad todas las decisiones de la vida: las grandes y las pequeñas.

Si confiesas con tu boca que Jesús es Señor y crees en tu corazón que Dios lo
resucitó de entre los muertos serás salvo:

Rom 10,9.

Se trata de proclamar el Señorío de Jesús en todas las áreas de nuestra vida.


Esto de ninguna manera anula nuestra personalidad o capacidad de decisión.
Todo lo contrario. Se trata de hacer precisamente la decisión fundamental de que
en adelante, sea Jesús quien guíe todas las decisiones de la vida, ser plenamente
libres.

Ahora bien, el Señorío de Jesús es total o no es Señorío. Jesús es Señor cien por
ciento o no lo es. Él te llama a entregarte todo, no busca el cincuenta por ciento de
nosotros, ni el ochenta ni el noventa. Ni siquiera el noventa y nueve por ciento.
Para que Jesús sea Señor se le han de rendir todas las áreas y aspectos de la
vida. Hay que abrirle todos los rincones de nuestro corazón y permitirle que al
entrar en ellos, los inunde con su luz. Jesús no pide mucho. Jesús lo pide todo. El
no se contenta con formar parte o ser un aspecto de nuestra vida. Él quiere ser el
centro único de nuestra existencia. O todo o nada. O frío, o caliente, pero no tibio.
A los tibios los vomita de su boca: Ap. 3,15-16.

El no busca ser un adorno decorativo en nuestra vida, sino un personaje real que
vive en nuestro corazón, que llena todo nuestro ser. Jesús quiere ser
verdaderamente, el Rey de nuestra existencia. Por eso, su reinado no puede ser
como una monarquía. Hay muchos cristianos que toman el reinado de Jesús, Rey
de reyes y amor de los amores, como algo así. Cada uno hace las leyes de cómo
quiere vivir, hace los proyectos de su vida, toma sus decisiones y luego nada más
va a Jesús para que los apruebe y firme, no permitiéndole que tenga parte alguna
en su elaboración. Jesús es el Rey, pero ellos son los Primeros Ministros. Otros se
cuelgan la imagen de Jesús en una medalla de oro con una lujosa cadena. Jesús
y su reinado es sólo algo exterior para ellos, porque quien gobierna su vida no es
el Señor, son ellos mismos. Jesús es algo sólo exterior, que forma parte de esa
vida, pero no es el centro; no es verdaderamente el Señor. Otros más, tienen la
imagen de Jesús en su casa, pero sólo es un simple adorno, porque quien
gobierna ese hogar y esa familia no es Jesús sino ellos mismos. El cuadro es un
adorno artístico porque Jesús no es realmente el Señor allí.

En el comedor de una casa había una imagen del Señor Jesús muy hermosa,
enmarcada en oro y terciopelo, iluminada con un reflector que la hacía resaltar aún
más, causando la admiración y el comentario de propios y extraños:

— Ya tiene treinta años ese cuadro en nuestra casa, dijo el padre de familia. El
Señor Obispo lo colocó aquí.

— Si —continuó la esposa—, pero hace apenas dos años que el Espíritu Santo lo
puso como Señor de nuestro corazón.

Cristiano no es el que tiene una imagen de Jesús en su casa o en su cuello, sino


el que es una imagen de Jesús en su casa y fuera de ella. Cristiano no es el que
dice con su boca: "Señor, Señor", sino el que realmente vive haciendo la voluntad
del Padre de los cielos. Leer Mt 7,21.

La diferencia fundamental entre un cristiano y otro que no lo es, aunque se diga


tal, es que el pagano habla, se divierte, piensa y vive según los deseos de la
carne, con los criterios mundanos y haciendo siempre su propia voluntad o Señor
de nuestro corazón. El cristiano, por el contrario, vive según la voluntad del Señor,
regido por los valores del Evangelio, con los criterios de Cristo y al impulso del
Espíritu. No basta que Jesús sea nuestro Salvador. Es necesario que llegue
igualmente a ser nuestro Señor. De otra manera queda incompleta su obra
salvífica.

COMPROMISO

Proclamación del Señorío de Jesús, aquí y ahora (Se sugiere realizarse en


una capilla ante el sagrario o el Santísimo Sacramento expuesto)

Sensibilizar a los jóvenes a través de las siguientes palabras u otras similares:

Si Jesús no es todavía realmente el Señor de toda tu existencia, hoy es el


momento en que lo puedes proclamar como tal. Este es el lugar para hacerlo.
Decídete a vender todas las perlas para poder comprar la Perla preciosa. Decídete
a entregarlo todo para quedarte con Jesús. En verdad vale la pena.
Concretamente el Señorío de Jesús consiste en que hagamos todo y sólo lo que él
quiere, como él quiere y cuando él quiere.
¿Pero, como nos dirá Jesús cuál es su voluntad? De manera sencilla y a la vez
profunda. En cada circunstancia en que nos encontremos bastará con
preguntarnos ¿cómo actuaría Jesús si estuviera en mi lugar? Es más, hay que
preguntarle al mismo Jesús: ¿Cómo amarías, Jesús, a tus hermanos, amigos y
enemigos?... y hacerlo tal como lo haría Jesús.

"Hagan lo que él les diga": Jn 2,5; nos dijo la Mujer que realmente fue "esclava del
Señor" y en quien la Palabra de Dios se hizo carne.

Si confiesas con tu boca que Jesús es Señor y crees en tu corazón que Dios le
resucitó de entre los muertos, serás salvo. Pues con el corazón se cree para
conseguir la justicia y con la boca se confiesa para conseguir la salvación:

Rom 10,9-10.

A continuación, se le entrega a cada joven una papeleta con la proclamación


verbal del Señorío de Jesús sobre todas las áreas de la vida. Los que
quieran rendir a Jesús todos los aspectos de su vida, van contestando:
¡Jesús es Señor! (Ver anexos materiales).

Se cierra el momento y el tema con el canto: “El es Jesús” de Jesed.

REFERENCIAS

Prado Flores José H. Id y Evangelizar a los bautizados, Publicaciones Kerigma


México, 1985
Tema 6

“EL DON DEL ESPÍRITU SANTO”

Objetivo: Tener una experiencia del Don del Espíritu Santo en nuestra vida.

El Bautismo en el Espíritu Santo que recibieron los Apóstoles fue tan abundante y
definitivo que cambió su vida de tal manera, que quienes los habían conocido
antes, se pudieron dar cuenta, que, siendo las mismas personas, se habían
transformado radicalmente. Su rostro estaba lleno de alegría, mientras que su
mirada reflejaba la esperanza y la paz de los hijos de Dios. Su Fe era capaz de
mover montañas, mientras el amor mutuo se palpaba sin dudarlo. En fin, toda su
vida transparentaba el poder del Espíritu de Jesús que había sido derramado
sobre ellos y los hacía vivir como hijos de Dios.
Los habitantes de Jerusalén deseaban compartir la misma experiencia. Por eso,
les preguntaron: ¿Podemos también nosotros tener la experiencia de la fuerza de
lo Alto? ¿Qué debemos hacer para vivir como ustedes viven? ¿Cómo podemos
nosotros vivir la vida de Jesús que se refleja en ustedes? Hech. 2, 37.
La respuesta de Pedro fue muy sencilla y clara:
Conviértanse, y que cada uno de ustedes se haga bautizar en el Nombre de Jesús
para el perdón de los pecados; y recibirán el Don del Espíritu Santo, pues la
Promesa es para ustedes, sus hijos y todos los que están lejos, para cuantos
llame el Señor Dios nuestro. Hech. 2, 38-39.
La Promesa, el Espíritu Santo, es para todos y cada uno de nosotros. El Espíritu
Santo lo prometió Jesús para cada uno de nosotros. De muchas y variadas
maneras Jesús había hablado del Espíritu Santo que habrían de recibir los que
creyeran en Él. De una forma muy especial quiso simbolizar al Espíritu con el
Agua, porque ambos son principio de Vida. Así como sin agua no hay vida en la
tierra, sin Espíritu tampoco hay Vida Nueva. Por eso, Jesús dijo: Si alguno tiene
sed, venga a mí, y beba el que crea en mí. Como dice la Escritura: De su seno
correrán ríos de Agua Viva. Esto lo decía refiriéndose al Espíritu que iban a recibir
los que creyeran en Él, porque todavía no había Espíritu, pues aun Jesús no había
sido glorificado. Jn. 7, 37-39.
El que beba del agua que yo le daré no tendrá sed. Sino que el agua que yo les
daré se convertirá en él, en fuente flotante de Vida eterna: Jn. 4, 14.
El envío del Espíritu Santo que hace Cristo, glorificado, es la cumbre de su Obra
salvadora. Para beber el Agua Viva solo existe una condición: Tener sed de ella.
Sólo el que tenga sed, puede ir a Jesús para pedirle que derrame el Río de Agua
Viva que brota de su costado abierto. La única condición que se nos pide es que
reconozcamos que tenemos necesidad del Espíritu Santo, que confiemos en que
Jesús nos dará el Agua de Vida eterna que calmará nuestra sed.
¿Qué es lo primero que necesitamos para prender una vela? Lo primero que se
necesita es que esté apagada. De igual manera, para recibir el Don de Dios, hay
que necesitarlo. Para recibir la Luz de Dios es necesario reconocer que estamos
en tinieblas; para recibir la fuerza de lo Alto es necesario reconocer que somos
débiles. El no viene a los que se creen justos o buenos, sino a los necesitados y
reconocer que somos débiles. Él no viene a los que se creen justos o buenos, sino
a los necesitados y pecadores. Entre más le necesitamos más le recibiremos. El
más pecador experimenta más amor, más perdón y misericordia, porque donde
abunda el pecado, sobre abunda el amor de Dios. Aquel que más necesite, se le
dará más.
Lo primero que se necesita para llenar un vaso con algún líquido es que esté
vacío. Lo que necesitamos para que el Espíritu Santo nos llene, es estar vacíos de
nosotros mismos y de todo pecado. Pero eso no es todo. También hay vasos
pequeños, medianos, grandes e inmensos… dependiendo de tu apertura y tu
capacidad de recibir, así te llenará de Espíritu Santo. Dios te dará todo el Espíritu
Santo que tu corazón necesita. A los más necesitados les dará más. Cada uno
recibirá, de acuerdo, a su posibilidad y capacidad de recepción. Cuanto más
abierto y necesitado se esté, más se recibirá. ¿Cuánto necesitas tú hoy? Jesús
mismo es quien prometió enviar una nueva efusión de su Espíritu de parte de su
Padre Celestial.
También les aseguro: Pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les
abrirá. Porque el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le
abrirá. ¿Hay algún padre entre ustedes que dé a su hijo una serpiente cuando le
pide un pescado? ¿Y si le pide un huevo, le dará un escorpión? Si ustedes, que
son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡Cuánto más el Padre del cielo
dará el Espíritu Santo a aquellos que se lo pidan! Lc. 11, 9-13.
Jesús a prometido una nueva efusión de Espíritu en tu vida, el es fiel, y Él lo hará.
1 Tes. 5, 24.
Es tan abundante y generosa esta efusión de Espíritu Santo que Jesús da, que en
muchos lugares del mundo se le conoce con el nombre de “Bautismo en el Espíritu
Santo”. Ciertamente este Bautismo en el Espíritu Santo no es ningún nuevo
sacramento, simplemente es una nueva efusión del Espíritu Santo que renueva en
ti el Don que recibiste en el Bautismo, la Confirmación y la Eucaristía. Lo
importante es que se trata de una experiencia del poder de Dios que cambia tu
vida. Es Jesús, siempre lleno del Espíritu Santo, que continuamente lo está
derramando sobre quienes se lo piden. Sólo tienes que pedírselo a Jesús, el cual
está deseoso de dártelo. Jesús nos lo prometió, y nosotros le vamos a pedir que
cumpla su promesa porque tenemos especial necesidad de su Santo Espíritu.
Jesús quiere dar una nueva “efusión del Espíritu Santo” para transformar tu vida.
Él ya ganó con los méritos de su muerte y resurrección este Don que te quiere
regalar. Ciertamente no te obliga a que lo recibas. Sólo si tú quieres y se lo pides.
Tú no mereces el Espíritu Santo, pero Jesús, el Hijo de Dios, lo mereció por ti y
para ti. Sólo te pregunta: ¿Lo quieres? ¿Tienes sed de Agua Viva? Jesucristo es el
mismo ayer, hoy y siempre. Y lo que hizo en Pentecostés hace dos mil años lo
puede hacer ahora otra vez. Lo que hizo en el cenáculo lo puede hacer aquí. Lo
que hizo en Pedro y los demás discípulos lo puede hacer en ti, si se lo pides…si
reconoces que lo necesitas… si tienes sed del Agua Viva. Así como una vela
encendida puede encender miles y millones de velas, su luz no por eso disminuye
ni se acaba, así es Jesús dando su Espíritu Santo: nunca se le acaba.
¿Cuánto nos cuesta el Don del Espíritu Santo? Nada. ¡Es completamente gratis!
El que tenga sed que se acerque, y el que quiera, que reciba gratuitamente del
Agua de la Vida. Ap. 22, 17.
A nosotros no nos cuesta nada el Don del Espíritu porque a Jesús ya le costó su
vida ganarlo para nosotros. Por eso se le llama “Don”, porque es completamente
gratuito. Jesús ya pagó su precio con su muerte y resurrección. Lo único que
tenemos que hacer es acercarnos a Jesús glorificado que está lleno de Espíritu
Santo y pedirle que Él mismo abra nuestro corazón, de acuerdo, a nuestras
necesidades para que lo llene de su Santo Espíritu. Jesús, en su glorificación, fue
llenado con plenitud divina de Espíritu Santo. Hech. 2, 33. Siendo constituido
Mesías o Cristo, que significa: ungido con Espíritu de Dios. Pero, fue tanta esta
efusión que Jesús recibió, que la derramó sobre sus Apóstoles en Pentecostés y
lo sigue haciendo hasta el día de hoy. Jesús Mesías es quien da Espíritu Santo.
En el libro de los Hechos de los Apóstoles encontramos varios acontecimientos
como el de Pentecostés:
2, 1-41 Primer Pentecostés
4, 23-31 Pentecostés Familiar
A partir del glorioso día de Pentecostés el Espíritu Santo se sigue derramando
sobre personas y comunidades, hombres y mujeres, ricos y pobres.
Cada uno de nosotros estamos llamados a vivir nuestro “Pentecostés personal”.
Hoy es día en que Dios te está ofreciendo el Don de su Espíritu. La donación del
Espíritu cambia nuestro ser de tal manera que desde fuera los demás se darán
cuenta que algo ha pasado en nuestra vida.
Sin duda, nosotros ya tenemos el Espíritu Santo. Pero hoy, Dios quiere darte una
nueva efusión, tan grande, tan abundante y generosa que hasta se te va a notar.
No sólo tú, sino también todos los que te rodean se darán cuenta que algo nuevo
ha pasado en tu vida.
Seguramente ya tenemos el Espíritu Santo, pero es muy diferente que esté
presente en nosotros a que le dejemos estar activo. Ciertamente lo tenemos como
huésped de nuestra alma, pero tiene que llegar a estar como centro de todas
nuestras motivaciones y motor de toda nuestra actividad.
Jesús, una vez más, te ofrece el Don de su Espíritu el día de hoy. Quiere darte
más de lo que ya te ha dado. No le puedes decir NO a esta prueba de su AMOR.
Tema 7

“La llamada de Dios”

Objetivo: Que el joven se descubra llamado por Dios y se proponga hacer crecer
la vida de Dios en él.

Ahora somos como niños recién nacidos, somos criaturas nuevas en Cristo Jesús.
Lo peor que nos podría pasar ahora, sería quedarnos niños y no crecer.

Si nacimos en Cristo ahora crezcamos en él hasta su estatura. Esto no significa


otra cosa que dejarnos inundar mas y mas por la vida de Dios, que su gracia nos
vaya transformando y que Cristo crezca mientras nosotros disminuimos (Jn 3,30).

Muchos jóvenes se preocupan por su cuerpo, procurando el desarrollo de la fuerza


física o de la apariencia. Otros se inquietan por desarrollar sus capacidades y
conocimientos, y así se sienten más seguros. Algunos apuntan más alto, tratan de
comprometerse más y buscan un desarrollo espiritual. Buscar al Señor, guardar su
Palabra, tratar de responderle con la propia vida, crecer en las virtudes, eso hace
fuertes los corazones de los jóvenes. Para eso hay que mantener la conexión con
Jesús, estar en línea con Él, ya que no crecerás en la felicidad y en la santidad
sólo con tus fuerzas y tu mente.

El llamado

Nuestro crecimiento comienza primero que nada con un llamado de Dios. Ese
llamado, “vocación”, incluye el llamado a la vida, el llamado a la amistad con Él, el
llamado a la santidad, etc. Esto es valioso, porque sitúa toda nuestra vida de cara
al Dios que nos ama, y nos permite entender que nada es fruto de un caos sin
sentido, sino que todo puede integrarse en un camino de respuesta al Señor, que
tiene un precioso plan para nosotros.

Lectura sugerida: Jn 21,16

Lo fundamental es discernir y descubrir que lo que quiere Jesús de cada uno de


nosotros es ante todo nuestra amistad. Ese es el discernimiento fundamental. En
el diálogo del Señor resucitado con su amigo Simón Pedro la gran pregunta era:
«Simón, hijo de Juan, ¿me amas?» (Jn 21,16). Es decir: ¿Me quieres como
amigo? La misión que recibe Pedro de cuidar a sus ovejas y corderos estará
siempre en conexión con este amor gratuito, con este amor de amistad.

Porque «la vida que Jesús nos regala es una historia de amor, una historia de vida
que quiere mezclarse con la nuestra y echar raíces en la tierra de cada uno. Esa
vida no es una salvación colgada “en la nube” esperando ser descargada, ni una
“aplicación” nueva a descubrir o un ejercicio mental fruto de técnicas de
autosuperación. Tampoco la vida que Dios nos ofrece es un “tutorial” con el que
aprender la última novedad. La salvación que Dios nos regala es una invitación a
formar parte de una historia de amor que se entreteje con nuestras historias; que
vive y quiere nacer entre nosotros para que demos fruto allí donde estemos, como
estemos y con quien estemos. Allí viene el Señor a plantar y a plantarse»

Ahora, nuestra vocación tiene un carácter misionero, es decir, está dirigido no


hacia nosotros mismos, sino hacia los demás. Cuando Pedro le contesta a Jesús,
él le da una misión, y lo mismo nos sucede a nosotros. Somos llamados por el
Señor a participar en su obra creadora, prestando nuestro aporte al bien común a
partir de las capacidades que recibimos.

Porque nuestra vida en la tierra alcanza su plenitud cuando se convierte en


ofrenda. Recuerdo que «la misión en el corazón del pueblo no es una parte de mi
vida, o un adorno que me puedo quitar; no es un apéndice o un momento más de
la existencia. Es algo que yo no puedo arrancar de mi ser si no quiero destruirme.
Yo soy una misión en esta tierra, y para eso estoy en este mundo»

Tu vocación no consiste sólo en los trabajos que tengas que hacer, aunque se
expresa en ellos. Es algo más, es un camino que orientará muchos esfuerzos y
muchas acciones en una dirección de servicio. Por eso, en el discernimiento de
una vocación es importante ver si uno reconoce en sí mismo las capacidades
necesarias para ese servicio específico a la sociedad.

Esto da un valor muy grande a esas tareas, ya que dejan de ser una suma de
acciones que uno realiza para ganar dinero, para estar ocupado o para complacer
a otros. Todo eso constituye una vocación porque somos llamados, hay algo más
que una mera elección pragmática nuestra. Es en definitiva reconocer para qué
estoy hecho, para qué paso por esta tierra, cuál es el proyecto del Señor para mi
vida. Él no me indicará todos los lugares, los tiempos y los detalles, que yo elegiré
prudentemente, pero sí hay una orientación de mi vida que Él debe indicarme
porque es mi Creador, mi alfarero, y necesito escuchar su voz para dejarme
moldear y llevar por Él. Entonces sí seré lo que debo ser, y seré también fiel a mi
propia realidad.

Para cumplir la propia vocación es necesario desarrollarse, hacer brotar y crecer


todo lo que uno es. No se trata de inventarse, de crearse a sí mismo de la nada,
sino de descubrirse a uno mismo a la luz de Dios y hacer florecer el propio ser:
«En los designios de Dios, cada hombre está llamado a promover su propio
progreso, porque la vida de todo hombre es una vocación». Tu vocación te orienta
a sacar afuera lo mejor de ti para la gloria de Dios y para el bien de los demás. El
asunto no es sólo hacer cosas, sino hacerlas con un sentido, con una orientación.
Al respecto, san Alberto Hurtado decía a los jóvenes que hay que tomarse muy en
serio el rumbo: «En un barco al piloto que se descuida se le despide sin remisión,
porque juega con algo demasiado sagrado. Y en la vida ¿cuidamos de nuestro
rumbo? ¿Cuál es tu rumbo? Si fuera necesario detenerse aún más en esta idea,
yo ruego a cada uno de ustedes que le dé la máxima importancia, porque acertar
en esto es sencillamente acertar; fallar en esto es simplemente fallar»

Medios de crecimiento

Para crecer hasta la estatura de Cristo Jesús necesitamos estar unidos como los
sarmientos a la vida, para participar en su vida (Jn 15,4), y ciertas ayudas que
facilitan nuestro desarrollo.

Así como el peregrino tiene herramientas que lo ayudan en su andar, así tenemos
instrumentos que nos ayudan en nuestro caminar hasta llegar a la meta de la vida
cristiana: Que nosotros ya no vivamos, sino que sea Cristo quien viva en nosotros.

● La vida sacramental, centrada en la Eucaristía: La vida sacramental es un


medio privilegiado para alimentarnos y crecer en la vida de Dios; de manera
especial, la participación en la Eucaristía y el sacramento de la
Reconciliación. (Jn 6,54)
● La palabra de Dios: La palabra de Dios es alimento, espíritu y vida que nos
mantiene fuertes para enfrentar la batalla.

El Bautismo en el Espíritu Santo produce en nosotros hambre y sed de la


Palabra, pero si dejamos la Biblia de lado nos puede producir anorexia y
cada día tendremos menos hambre de la Palabra. Por el contrario, cuando
más nos acerquemos a ella para leerla, meditarla y orar, más hambre
vamos a tener.

● El servicio en favor de los demás: Los que hemos nacido a la Nueva Vida
precisamos comenzar a trabajar en la viña del Señor, compartiendo nuestro
sbienes espirituales y materiales, de manera particular nuestro tiempo, para
propagar el Reino de Dios en este mundo.

Para crecer en la vida del Espíritu es absolutamente ncesario tener un


apostolado en le que compartamos con los demás lo que Dios nos ha
regalado a nosotros: Servir a los más necesitados o a quienes no conocen
a Cristo Jesús, es necesario para crecer hasta la estatura de Cristo.

● Cuidar nuestro cuerpo y salud: Nuestro cuerpo necesita ser atendido,


respetado y valorado porque es santuario del Espíritu Santo (1 Cor 3, 16)
La vida en el Espíritu no se puede dar sin un sano cuidado de nuestra
salud. Así conviene tener en cuenta nuestra alimentación, descanso,
ejercicio físico y salud mental.

Así como la gloria de Dios se posó en el templo de Jerusalén, nuestro


cuerpo, templo del Espíritu, debe reflejar la gloria de Dios que está en la
fazde Cristo Jesús.
● La oración personal: Precisamos un tiempo diario con Dios para poder
mantenernos fieles a la vocación a la que hemos sido llamados.

Con el amigo hablamos, compartimos las cosas más secretas. Con Jesús
también conversamos. La oración es un desafío y una aventura. ¡Y qué
aventura! Permite que lo conozcamos cada vez mejor, entremos en su
espesura y crezcamos en una unión siempre más fuerte. La oración nos
permite contarle todo lo que nos pasa y quedarnos confiados en sus
brazos, y al mismo tiempo nos regala instantes de preciosa intimidad y
afecto, donde Jesús derrama en nosotros su propia vida. Rezando «le
abrimos la jugada» a Él, le damos lugar «para que Él pueda actuar y pueda
entrar y pueda vencer»

● Vivir la fe: Sabiendo lo que Dios quiere y puede hacer en nosotros debemos
lanzarnos a actuar conforme a lo que creemos. La fe o se vive, o se pierde;
o se vive, o no es fe.

La fe se debe manifestar en hechos y circunstancias concretas. Si nosotros


sabemos y creemos que Dios quiere hacernos vivir las Bienaventuranzas
hemos de lanzarnos en fe a vivirlas, apoyados en sus promesas, llenos del
poder de su Espíritu, seguros que nuestra Iimitación no es más grande que
su Poder.

Dios no ha terminado su trabajo con nosotros. Apenas si lo ha comenzado. Su


plan es que nosotros reflejemos el rostro de Cristo, así como Cristo refleja el del
Padre. Dios necesitó un solo segundo para perdonarnos, pero necesita toda
nuestra vida para transformarnos. Es una tarea continua; un proceso.

Así pues, de manera sencilla podemos decir que el crecimiento en Cristo, es ir


siendo más Jesús, mas llenos de su Espíritu; dejar que el ame, sirva y testifique a
través de nosotros. En fin, que crezca la vida de Jesús en nosotros.

Así es posible llegar a experimentar una unidad constante con Él, que supera todo
lo que podamos vivir con otras personas: «Ya no vivo yo, es Cristo quien vive en
mí» (Ga 2,20). No prives a tu juventud de esta amistad. Podrás sentirlo a tu lado
no sólo cuando ores. Reconocerás que camina contigo en todo momento. Intenta
descubrirlo y vivirás la bella experiencia de saberte siempre acompañado. Es lo
que vivieron los discípulos de Emaús cuando, mientras caminaban y conversaban
desorientados, Jesús se hizo presente y «caminaba con ellos» (Lc 24,15). Un
santo decía que «el cristianismo no es un conjunto de verdades que hay que
creer, de leyes que hay que cumplir, de prohibiciones. Así resulta muy repugnante.
El cristianismo es una Persona que me amó tanto que reclama mi amor. El
cristianismo es Cristo»

Documentos a consultar:
1. Id y evangelizar a los bautizados, José H. Prado López
2. Exhortación Apostólica post-sinodal “Christus Vivit”
TEMA 8

”La comunidad, cuerpo de Cristo”

Objetivo: Mostrar al joven que sólo en comunidad y desarrollando nuestra


vocación, podemos crecer y perseverar en la Vida en el Espíritu.

La nueva vida traída por Jesucristo no se puede vivir al margen de los demás.
Tiene que ser compartida con otros hermanos en la fe y abierta a todo hombre.
Por esta razón la comunidad cristiana no es opcional para el creyente, sino la
única manera de ser cristiano completo A partir del día en que Dios, sin necesidad
de nadie, creó al hombre y a la mujer, siempre ha actuado en la Historia de la
Salvación a través de hombres concretos. La obra siempre ha sido suya pero la ha
realizado mediante personas que son vehículos de su acción salvífica: por
Abraham son bendita todas las naciones; por medio de Moisés libera a su pueblo
de la esclavitud de Egipto; a través de los Reyes gobierna a Israel y gracias a sus
caudillos les concede victorias; por medio de los profetas se les comunica; y es
por la obra del Espíritu Santo en una mujer, como nace el Salvador.

Esta es la ley de la Historia de la Salvación. Dios no nos quiere salvar aislados


sino formando un cuerpo, una comunidad a la que Él llama su Pueblo, donde
somos colaboradores en la obra salvífica, e interdependientes unos de los otros.

La Iglesia es instrumento de salvación, medio necesario para hacer presente los


méritos y los frutos de la acción salvífica de Cristo Jesús. Así como Jesús fue
enviado por su Padre, él mismo envió a los suyos con la misma misión: instaurar
el Reino de Dios en este mundo.

El cristianismo "a mi manera" no es cristianismo. Es una contradicción de


términos, ya que la única forma de ser cristiano es a la manera de Jesús que es
formando su Cuerpo. No existe otra forma de ser cristiano. Sería engaño y
falsedad.

En la Iglesia, comunidad de creyentes, se da el encuentro de Dios con el hombre.


Cristo Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre, es el nuevo y definitivo Templo
donde se encuentran y se unen para siempre la Divinidad con la humanidad. Si no
formamos ese Templo, siendo piedras vivas, y si no integramos ese Cuerpo,
jamás se logrará nuestra unión con el Señor.
El misterio de la Iglesia se vive en la dimensión universal de la catolicidad, en el
piano diocesano que muestra la particularidad de las comunidades y en el ámbito
parroquial que está integrado por familias cristianas.

Junto con estas dimensiones, y sin oponerse a ninguna de ellas, es absolutamente


necesaria una pequeña comunidad con otros hermanos, que han tenido la misma
experiencia del Espíritu para caminar unidos, movidos y animados por el único
Espíritu de Cristo resucitado.

La comunidad no es una estructura sino un ambiente de fe donde se hace efectiva


y palpable la salvación de Jesús. No consiste necesariamente en vivir juntos, pero
si en vivir unidos por el vínculo del amor y por un objetivo común: vivir el Evangelio
no está integrado por santos y perfectos, sino por personas que están decididas a
seguir adelante en su proceso de conversión.

La pequeña comunidad no es un lujo sino una familia que llega a ser necesaria
para todo aquel que haya nacido de nuevo y que quiera crecer en la vida del
Espíritu. Si la comunidad es necesaria para todos, lo es de manera especial e
imperiosa para los recién nacidos en la fe, para quienes han renovado sus
sacramentos de iniciación y están deseosos de vivir más plenamente su
cristianismo. Es allí donde van a recibir todo el amor, apoyo y cuidado que
necesitan para la Nueva Vida que inician.

Sin embargo, el desarrollo pleno de una persona no se da en la medida que recibe


sino especialmente al compartir cuanto es y tiene, con otros. Esto es precisamente
la comunidad. El lugar y el ambiente que favorece la comunión de todos con Dios
y la participación entre todos los miembros.

La pequeña comunidad es un grupo estable, integrado por quienes han vivido ya


la experiencia inicial de la conversión, han tenido su encuentro personal con Jesús
resucitado y han recibido la efusión del Espíritu (Bautismo en el Espíritu Santo)
que los ha dejado marcados para siempre. En esta pequeña comunidad se abre el
corazón, las relaciones son más profundas. Allí se recibe y comparte amor,
comprensión, acompañamiento en la fe, corrección fraterna, se ora por las
necesidades personales y se camina en el proceso de sanación integral de las
personas.

Por eso, el culmen de la evangelización es la integración de estas pequeñas


comunidades donde el amor se hace obvio y se corresponsabilizan unos de los
otros. La comunidad es el desemboque lógico y normal de una evangelización
bien Nevada. Es más, formar el Cuerpo de Cristo no es opcional o facultativo. Es
un imperativo Pues así como nuestro cuerpo en su unidad posee muchos
miembros y no desempeñan toda la misma función, así también nosotros, siendo
muchos, no formamos más que un solo cuerpo en Cristo, siendo miembros los
unos de los otros: Rom 12,4-5.

El encuentro personal con Cristo Jesús debe llevarnos necesariamente a un


encuentro con nuestros hermanos. Quien ama a Jesús, cabeza del cuerpo, ama
igualmente a todo el cuerpo. Quien recibe a Jesús recibe a los discípulos de
Jesús.

Pentecostés no terminó con la efusión del Espíritu Santo. Eso fue sólo el inicio. El
culmen de la obra del Espíritu fue cuando aquella multitud de convertidos fueron
bautizados y de esa manera injertados en la comunidad cristiana presidida por los
Apóstoles. Por esta razón, nadie puede hablar de su "pentecostés personal" si no
está viviendo de alguna forma la vida comunitaria con los demás hermanos en la
fe.

La comunidad cristiana no es producto de una técnica o dinámica. Es la obra del


Espíritu que no se detiene jamás. Por eso, quienes no están dispuestos a
comprometerse en una comunidad, no deben estar muy seguros de ser guiados
por el Espíritu de Jesús que siempre conduce a la unidad El vínculo de la
comunidad no puede ser otro sino el amor de Dios que ha sido derramado en
nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado: Rom 5,5. Un amor
que es obvio y efectivo de tal manera que desde fuera se llega a decir como de
nuestros primeros hermanos en la fe: "Miren cómo se aman".

Este amor se manifiesta especialmente en la unidad de fe, criterios y valores que


rigen el estilo de vida. En la comunidad existen variedad de carismas pero es uno
solo el Espíritu, hay diversidad de ministerios pero un único Espíritu. La
comunidad cristiana, integrada por personas evangelizadas es a su vez
evangelizadora por su propio modo de vida, mostrando al mundo que existe una
mejor manera de vivir, no basada en los criterios consumistas o de prestigio y
poder que rigen las relaciones en nuestra sociedad, sino un estilo de vida basado
en los valores del Evangelio La comunidad en este sentido es testigo de que el
Reino de Dios ha llegado y que estamos viviendo ya sus primicias.

Estas comunidades, y no individuos aislados, serán quienes transformen el mundo


y sus estructuras injustas. Especialmente la primera comunidad que Dios quiere
integrar desde lo más profundo es la familia misma. Él quiere no individuos
convertidos sino familias convertidas; él busca familias evangelizadas. Jesús no
convirtió a Zaqueo cuando este se encontraba encaramado en el sicomoro, sino
que lo Ilevó hasta su casa y junto con doña Zaquea y los Zaqueitos, entró la
salvación a todo el hogar. Si no nos atrevemos a dar el paso de formar verdaderas
comunidades donde exista la unidad del Espíritu, sin rivalidad ni competencias,
buscando más servir que ser servidos, jamás experimentaremos la vida en
abundancia traída por Jesús. El maravilloso plan de nuestro Padre Dios es
transformarnos en Jesús. Sin embargo, no se trata de que cada uno de nosotros
sea otro Cristo, sino de que todos, unidos por el Espíritu Santo, manifestamos en
forma visible el cuerpo de Cristo.

Ahora bien, lo mismo que la semilla da fruto abundante en buen terreno, de igual
modo las vocaciones nacen y maduran generosamente en la comunidad cristiana.

En efecto, en ella se manifiesta el misterio del Padre que llama, del Hijo que envía
y del Espíritu que consagra: «La vocación, llamada de Dios, nace en una
experiencia de comunidad y genera un compromiso con la Iglesia universal y con
una determinada comunidad» (Documento declarativo del primer Congreso
continental latinoamericano sobre las vocaciones, 24).

Es preciso, por tanto, que en cada nivel se manifieste, se desarrolle y crezca un


profundo sentido eclesial, una generosa apertura a las necesidades pastorales del
pueblo de Dios, una colaboración mutua y sincera entre el clero secular y regular,
para sostener el camino de fe de los hombres y mujeres que desean seguir a
Jesús, consagrándose a él con corazón indiviso.

2. «También vosotros, cual piedras vivas, entráis en la construcción de un edificio


espiritual» (1 P 2, 5).

Se necesita partir desde las comunidades para preparar el terreno fértil, en el que
la acción de Dios pueda extenderse con fuerza, y su llamada ser acogida y
comprendida. «Ciertamente urge en todas partes rehacer el entramado cristiano
de la sociedad humana. Pero la condición es que se rehaga la cristiana trabazón
de las mismas comunidades eclesiales» (Christifideles laici, 34).

Sólo las comunidades cristianas vivas saben acoger con prontitud las vocaciones
y después acompañarlas en su desarrollo, como madres que velan por el
crecimiento y la felicidad del fruto de sus entrañas. Pero nuestras comunidades
necesitan creer aún más en la importancia que reviste la propuesta de los
múltiples proyectos de vida cristiana y de las funciones eclesiales, ministerios y
carismas, suscitados por el Espíritu en el transcurso de los siglos y reconocidos
como legítimos y auténticos por los pastores de la Iglesia. También ahora, cuando
la sociedad se transforma rápidamente y en profundidad, en las comunidades de
los creyentes, la propuesta cristiana debe superar todo tipo de resignación pasiva
y dar con confianza y valentía sentido pleno a la existencia mediante el anuncio de
la presencia y de la acción de Dios en la vida del hombre, ayudando al joven a ir
discerniendo sobre su vocación, que pueda ir descubriendo el llamado a esa vida
laical, consagrada o al sacerdocio, descubriendo de igual forma cómo puede
desarrollar esta vocación en su comunidad.
Documentos para consultar

Catecismo de la Iglesia Católica 781 al 801

LA IGLESIA, CUERPO DE CRISTO, ANIMADA POR EL ESPÍRITU DE JESÚS Y


VIVIENDO EN EL AMOR. Prof. Francisco Ramírez Fueyo

Id y evangelizar a los bautizados, José H. Prado López


TEMA 9
DALE VIDA A TU VIDA

Buenas tardes muchachos. Hemos llegado al último momento de esta maravillosa


experiencia de encuentro con Cristo Vivo. Pero esto no significa que esta
experiencia fundante acabe hoy. ¿Qué creen? ¡Esta aventura apenas comienza!

Sin embargo, es importante detenernos un momento, antes de regresar a nuestra


realidad, para meditar muy bien por qué camino nos quiere conducir Jesús.

Quisiera presentarles dos pasajes bíblicos muy conocidos que nos muestran dos
actitudes fundamentales y radicalmente contrarias: la generosidad y el egoísmo.
Escuchemos:

El egoísmo
Se lee el pasaje bíblico del “joven rico”: Mt 19, 16-30.
Se deja un momento de silencio

La generosidad
Se lee el pasaje bíblico del “muchacho de los cinco panes y dos peces”: Jn 6, 1-
15.
Se deja un momento de silencio

El encuentro con Dios nos ha hecho caer en cuenta que la vida es un regalo que
hemos recibido de Él por y con amor. Y la vida, como regalo, hay que abrirla,
explorarla para sacar lo mejor de ella. Y lo mejor se comparte con los demás. En
efecto, la vida no es vida si no se transforma en un regalo para los demás.

Al final de este retiro podemos optar por una de las dos actitudes que nos
presentaron los pasajes bíblicos apenas escuchados: el egoísmo o la
generosidad. Ambos se contradicen mutuamente por lo que no pueden subsistir
juntos.

¿Cuáles son las características del egoísmo? El egoísmo nos encierra en nosotros
mismos, nos vuelve narcisistas (se puede contar el mito de Narciso) 1 y vanidosos,
1 En la mitología griega, Narciso (en griego, Νάρκισσος) era un joven con una apariencia bella, hermosa y
llamativa. Todas las mujeres quedaban enamoradas de él, pero este las rechazaba. Entre las jóvenes heridas
por su amor estaba la ninfa Eco, quien había disgustado a Hera y por ello ésta la había condenado a repetir
las últimas palabras de aquello que se le dijera. Por tanto, era incapaz de hablar a Narciso de su amor, pero
un día, cuando él estaba caminando por el bosque, ella lo siguió. Cuando él preguntó «¿Hay alguien aquí?»,
Eco respondió: «Aquí, aquí». Incapaz de verla oculta entre los árboles, Narciso le gritó: «¡Ven!».1 Después
de responder, Eco salió de entre los árboles con los brazos abiertos. Narciso cruelmente se negó a aceptar su
amor, por lo que la ninfa, desolada, se ocultó en una cueva y allí se consumió hasta que solo quedó su voz.

Para castigar a Narciso por su engreimiento, Némesis hizo que se enamorara de su propia imagen reflejada
en un estanque. Enamorado de sí mismo, iba todos los días a contemplar su reflejo en el río. Y en una
ocasión, en una contemplación absorta, intentó abrazar su imagen, por lo que se arrojó a las aguas y acabó
ahogándose en ellas. En el sitio donde su cuerpo había caído, creció una hermosa flor, que hizo honor al
nos ahoga en nuestros propios intereses desinteresándonos de los demás, y al
final, nos deja en la más oscura soledad. Nadie es feliz en la soledad, porque la
felicidad es fruto del encuentro con los demás, es fruto del compartir.

¿Cuáles son las características de la generosidad? La generosidad nos abre a los


demás, nos hace desprendidos y dativos. La generosidad pone en nuestros labios,
antes que la palabra “yo”, la palabra “tu”. Sólo después viene la palabra “yo”, y así,
emerge una tercera palabra: “tuyo”. La generosidad nos salva del egoísmo, porque
nos hace desinteresadamente interesados por los demás. El que sabe compartir
es feliz, nole falta nada, todo lo tiene.

Estos días te has encontrado con el Dios que te ha dado la vida: quieras o no, tu
vida ha sido marcada por este encuentro. Ahora tu vida tiene sentido y una
dirección precisa. Pero somos seres libres, y podemos seguir esta dirección
marcada, o rechazarla. Puedes elegir entre la generosidad en el servicio, o el
encierro en ti mismo.

El pasaje del muchacho que entregó a Jesús sus cinco panes y dos peces, es el
modelo del joven que te proponemos ser: dar de lo que tienes a Jesús (hacer una
lista de lo que un joven pude dar: talentos, cualidades, etc.) para que Jesús lo
multiplique y lo reparta entre los demás.

Te proponemos comenzar una vida de servicio generoso a los demás, ¡esto es


darle vida a tu vida!
1. La comunidad que llamamos Iglesia es el espacio ideal para educarte en el
desprendimiento y la generosidad.
2. La comunidad que llamamos Iglesia espera de ti todo aquello que puedes
aportar.
3. La comunidad que llamamos Iglesia necesita de tu juventud para imprimir
alegría y vida al mundo.
4. La comunidad que llamamos Iglesia es tu casa, tu hogar.
5. La comunidad que llamamos Iglesia desea que experimentes que “no hay
amor más grande que dar la vida por los demás.

Al final se dan varios ejemplos de cómo el joven puede integrarse activamente en


la comunidad parroquial: catequesis, liturgia, coro, grupo juvenil, etc.

nombre y la memoria del vanidoso Narciso.


ANEXOS
MATERIALES
DESIERTO GUIADO
La dinámica iniciara con la lectura del “Padre misericordioso” Lucas 15, 11-32
Jesús dijo también: Un hombre tenía dos hijos. El menor de ellos dijo a su padre:
Padre, dame la parte de herencia que me corresponde. Y el padre les repartió sus
bienes. Pocos días después, el hijo menor recogió todo lo que tenía y se fue a un país
lejano, donde mal gasto sus bienes en una vida licenciosa. Ya había gastado todo,
cuando sobrevino mucha miseria en aquel país, y comenzó a sufrir privaciones.
Entonces se puso al servicio de uno de los habitantes de esa región, que lo envío a su
campo para cuidar cerdos. Él hubiera deseado calmar su hambre con las bellotas que
comían los cerdos, pero nadie se las daba. Entonces recapacito y dijo: ¡Cuantos
jornaleros de mi padre tienen pan en abundancia, y yo estoy aquí muriéndome de
hambre! Ahora mismo iré a la casa de mi padre y le diré: Padre, peque contra el cielo
y contra ti; ya no merezco ser llamado hijo tuyo, trátame como a uno de tus
jornaleros. Entonces partió y volvió a la casa de su padre.
Cuando todavía estaban lejos, su padre lo vio y se conmovió profundamente; corrió a
su encuentro, lo abrazo y lo beso. El joven le dijo: Padre, peque contra el cielo y
contra ti; no merezco ser llamado hijo tuyo. Pero el padre dijo a sus servidores:
Traigan en seguida la mejor ropa y vístanlo, pónganle un anillo en el dedo y sandalias
en los pies. Traigan el ternero engordado y mátenlo. Comamos y festejemos, porque
mi hijo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y fue encontrado. Y
comenzó la fiesta.
El hijo mayor estaba en el campo. Al volver, ya cerca de la casa, oyó la música y los
coros que acompañaban la danza. Y llamando a uno de los sirvientes, le preguntó que
significaba eso. Él le respondió: Tu hermano ha regresado, y tu padre hizo matar el
ternero engordado, porque lo ha recobrado sano y salvo. Él se enojó y no quiso entrar.
Su padre salió para rogarle que entrara, pero él le respondió: Hace tantos años que te
sirvo, sin haber desobedecido jamás ni una sola de tus ordenes, y nunca me diste un
cabrito para hacer una fiesta con mis amigos. ¡Y ahora que ese hijo tuyo ha vuelto,
después de haber gastado tus bienes con mujeres, haces matar para él el ternero
engordado! Pero el padre le dijo: Hijo mío, tu estas siempre conmigo, y todo lo mío es
tuyo. Es justo que haya fiesta y alegría, porque tu hermano estaba muerto y ha vuelto
a la vida, estaba perdido y ha sido encontrado.
Una vez concluida la lectura, el temista invita a los jóvenes a distribuirse por
toda la casa (siempre y cuando estén cerca del área de juntas, es decir que queda
prohibido irse a los baños o cuartos) a reflexionar. Una vez los muchachos se
encuentren en su sitio el temista guiará la reflexión de esta manera, con el micrófono
les leerá lo siguiente y después de cada pregunta les dará 10 minutos.
Reflexión:
La parábola del hijo prodigo es una parábola muy conocida y popular. Me gustaría
reflexionar en ella, pero quizás en unos puntos específicos. Si pensamos en el hijo y lo
que le pide al padre (su herencia) podemos pensar que en realidad el hijo le está
diciendo al padre…. Padre tu estas muerto para mí, no quiero vivir contigo, no quiero
saber más de ti, me importa más el dinero, dame mi parte y me voy…. Quizás es
fuerte pensarlo de esa manera, pero eso es lo que él estaba diciendo en otras palabras.
Al pedir su parte de la herencia, la cual solo se da cuando una persona muere, el hijo
estaba diciéndole al padre que ya no importaba para él.

¿Ahora piensa cuantas veces no les has dicho a Dios… ¿Padre estas muerto para mí,
dame lo que me pertenece y no te necesito? ¿Cuántas veces les has dicho al Padre, yo
puedo solo, yo quiero hacer las cosas a mi manera?10 minutos

Más adelante vemos en la parábola que el hijo gasto todo el dinero, paso hambre al
punto de buscar trabajo cuidando cerdos (el hijo prodigo era Judío y para los Judíos
el cerdo es lo más vil o bajo que hay en el mundo, un trabajo de cuidar cerdos es lo
más bajo que un Judío puede llegar) y tenía tanta hambre que quería comer la basura
que les daban a los cerdos. Pero reacciono, se dio cuenta que tenía un padre rico, y
decide pedir perdón. Estando lejos el padre lo ve y EL PADRE CORRE HACIA EL y
lo perdona. Es importante pensar que el padre lo vio de lejos, lo cual me dice que el
padre estaba siempre buscando, siempre esperando, siempre ansioso por su hijo, tanto
que corrió hacia el hijo (los reyes en esos tiempos no corrían hacia las personas, eran
muy importantes, las personas corrían hacia ellos, pero a este padre no le importo) lo
perdono y lo restauro a miembro de la familia (un anillo).

¿Ahora piensa cuantas veces te ha perdonado Dios? Él está esperando, ansioso por
verte para correr hacia ti y perdonarte, ponerte el anillo para que seas parte de la
familia. ¿Quieres ser perdonado?10 minutos
El otro hermano o hijo mayor se molesta por que celebran el regreso de su hermano,
pero nunca han celebrado que él ha estado presente sin falta. Que él siempre ha sido
el hijo “ejemplar”.

¿Ahora piensa cuantas veces has juzgado a otros porque son pecadores? ¿Cuántas
veces piensas que por que estas en la iglesia, porque estas en grupos de oraciones, en
grupos de estudios bíblicos, porque sigues los mandamientos, porque oras, porque
rezas, porque vas a misa… que mereces algo de Dios, o piensas que los “otros” son
pecadores porque no buscan de Dios como tú? Pídele a Dios que te ilumine para no
tener una mentalidad como el hijo mayor.10 minutos
NOTA: Se les puede poner algún canto o melodía de fondo durante los 10 minutos de
reflexión durante cada pregunta.
CUESTIONARIO: MI REALIDAD
(TEMA 5)
EN MI PERSONA

• ¿Me preocupo en exceso por mi imagen, mi forma de vestir o la opinión que los
demás tienen sobre mí? ¿Con qué frecuencia lo hago y por qué? ¿Cómo es mi actitud ante
las críticas o situaciones negativas?

• ¿Me preocupo por mi salud (me alimento adecuadamente y hago ejercicio) o tengo
vicios y malos hábitos (alcohol, drogas, comida, tabaco, sexo, etc.) que la perjudican?,
¿Con qué frecuencia lo hago y por qué?

• ¿Cuál es mi mayor anhelo en la vida? ¿Cuáles son mis metas?

• ¿Cuáles son mis más grandes miedos?

• ¿En qué está basada mi felicidad?

• ¿Tengo fuerza de voluntad para hacer las cosas o lograr las metas que me
propongo? Si no es así, ¿Por qué?

• Cuando necesito tomar una decisión, ¿Analizo las posibles consecuencias o lo dejo
a la suerte?, ¿me dejo influenciar por la opinión de otros o tengo convicciones firmes?

• ¿Qué he hecho hasta hoy con mi vida? ¿Cómo me siento al respecto?

CON MI FAMILIA

• ¿Cómo es la relación con mi familia?

• ¿Cómo he sobrellevado las situaciones que algún miembro de mi familia me ha


dicho o hecho y que me ha lastimado? ¿Me es difícil perdonarlos u olvidar y por qué?

• ¿Actúo ante la necesidad o dificultad de algún miembro de mi familia? ¿De qué


forma y por qué?

• ¿Cambiaría la forma en que me relaciono con los miembros de mi familia? ¿Y la


forma en que nos relacionamos todos?, ¿Por qué o en qué aspectos?
EN MIS RELACIONES CON LOS DEMÁS

• ¿Cómo es la relación con mis amigos?, ¿Cómo es la comunicación que tengo con
ellos?

• ¿Busco verdaderamente el bienestar de mis amigos o soy su cómplice sin importar


las consecuencias?, ¿Por qué?

• ¿Qué clase de amigo me considero? (leal, honesto, interesado, deshonesto, etc.)


¿Por qué?

• ¿Actúo ante la necesidad o dificultad de los demás (amigo, compañero, conocido o


extraños)? ¿En qué forma y por qué?

• Si tengo novio (a), ¿Cómo es nuestra relación y en que está basada?, ¿Buscamos el
bien uno del otro?, ¿Por qué?

EN MI RELACIÓN CON DIOS

• ¿Quién es Dios para mí? ¿Cómo es mi relación con Él? ¿Confío en Él y por qué?

• ¿Tomo en cuenta a Dios en mis proyectos? ¿Por qué?

• ¿En qué momento (s) de mi vida considero que ha estado presente Dios?, ¿De qué
forma se ha manifestado a lo largo de mi vida?

• ¿Confío en que Dios está a mi lado y me sostiene?, ¿Por qué? Si no confío, ¿Qué
hace falta para que lo haga?

• ¿Creo en la vida eterna y la salvación?, ¿Por qué?

PROCLAMACIÓN VERBAL DEL SEÑORÍO DE JESÚS


(TEMA 5)
A cada afirmación proclamar: ¡Jesús es Señor!

— De mi familia y amistades: ¡Jesús es Señor!

— De mi pasado, presente y futuro

— De mis estudios o trabajo


— De mi salud y enfermedad

— De mi pobreza o riqueza

— De mis amigos y conocidos

— De mi cuerpo y de mi alma

— De todas mis relaciones personales

— De mi sexualidad y emotividad

— De mi patria y mi hogar

— De mi casa y bienes materiales

— De mis esperanzas y temores

— De mi vida política y social

— De mi imaginación y memoria

— De mi inteligencia y voluntad

— De mis ojos y oídos, manos y pies

— De mi manera de divertirme

— De mi manera de comer y vestir, pensar y hablar.

A continuación, decir cada uno:

JESÚS, yo creo que en tu Resurrección Dios Padre te glorificó, te llenó de Espíritu Santo y
te dio un Nombre que está sobre todo nombre. Doblo mis rodillas ante ti (se arrodilla) en
señal de que te reconozco como SEÑOR, Ml SEÑOR: el dueño de toda mi vida y me rindo
totalmente a ti y a tu santa voluntad para que hagas de mí lo que tú quieras. Ya no quiero,
Señor, ser yo el centro de mi vida. Toma tú la dirección de toda ella. Hazme desear y hacer
lo que tú quieres. Te entrego todo mi ser. Quiero ser tuyo, sólo tuyo y de nadie más. Te
proclamo Señor de toda mi vida; mi único Señor. No quiero servir ni al dinero, ni al placer,
ni a ningún otro vicio o apetito que me aparte de ti. Rindo toda mi vida a ti para siempre.
Toma tú, todas las decisiones según tu voluntad, y que yo sea, como María, un esclavo de
tu Palabra, que es la única manera de ser verdaderamente libre. Ya no quiero vivir yo, vive
tú en mí. Dame tu vida a cambio de la mía que hoy te entrego para siempre. Sé que tú has
tomado en serio mis palabras así como Yo he tomado en serio tu llamado. Te abro
completamente la puerta de mi corazón. Entra en mí y quédate conmigo toda la vida.

Fecha ..................................... Firma


TEST VOCACIONAL (tema 8)
Tomado de catholic-link.com
Rally
Vida Sacramental ● Consta en amarrar los listones al plumón de ● 1 rotafolio por equipo
al menos 4 puntos para manipularlo y tratar
de mover lo a voluntad. ● 1 plumón grueso

● Los integrantes deben coordinarse para ● Listones o estambre


escribir los 7 sacramentos juntos.

Palabra de Dios ● Se les entrega una hoja que contiene una cita ● 1 hoja con cita bíblica
bíblica codificada, junto con la clave. codificada y clave
“MENSAJE
SECRETO” ● Deben descifrar el mensaje y luego buscar ● 1 Biblia
en la Biblia el pasaje en el que se encuentra.

Servicio a los demás ● En la base hay una área “minada” con ● Obstáculos (por
obstáculos. ejemplo, vasos, ramas,
“AYUDAR”
etc).
● Se pone una venda en los ojos a un
integrante. ● 1 paliacate o venda
para ojos
● Los otros miembros del equipo deben hacer
que pueda cruzar el área sin tocar los
obstáculos.

Cuidar nuestro ● En la base hay un recipiente con papelitos ● 1 recipiente


cuerpo y salud que tienen partes del cuerpo.
● Papelitos con
“PARTES DEL ● Los integrantes deben sacar un papelito, y diferentes partes del
CUERPO” cruzar hacia otro punto tocando la parte del cuerpo
cuerpo de otro integrante, de manera que
● 1 bolsa negra grande
todos lo recorran juntos.
● Objetos variados
● Una vez en el otro punto, un integrante debe
sacar un objeto de una bolsa negra y cantar
una canción con dicho objeto.
● Todos los participantes deben sacar al
menos un papelito y un objeto.

Oración Personal ● Se pide a los integrantes que se pongan en ● 1 hoja por equipo
una fila.
“COMUNICACIÓN
” ● La dinámica consiste en que los integrantes,
de atrás para adelante, se pasen un
mensaje/palabras, escribiendo en la espalda
del que está adelante. Ellos deciden si pasan
el mensaje completo, por palabras o por
letras.
● La persona de adelante, debe escribir el
mensaje/palabras.

● Los integrantes del equipo deben encontrar


papelitos del color de su equipo que se
Vivir la fe ● Papelitos con acciones
encuentran escondidos (o colocados de
escritas en ellos.
“ACCIONES” alguna forma que represente un esfuerzo) en
el área cercana a la base.
● Cada papelito tiene una acción que deben
realizar los integrantes del equipo.
RENOVACIÓN DE LOS SACRAMENTOS DE
INICIACIÓN
(PREVIO A LA MISA CONCLUSIVA)
Motivación (monición inicial): Desde que recibimos los sacramentos del Bautismo,
Confirmación y Eucaristía, somos plenamente cristianos. En los primeros siglos, cuando
una persona quería entrar a formar parte de la Iglesia, era necesario pasar por un proceso de
formación llamado catecumenado. En la actualidad este proceso ha sido revalorado y se da
a todos aquellos adultos no bautizados que quieren entrar a formar parte de la Iglesia.
Nosotros, inspirados con los elementos esenciales del proceso catecumenal, vamos a
recorrer un camino, donde recordaremos nuestra iniciación cristiana, pero más conscientes
de la importancia de los sacramentos recibidos, y descubriendo la riqueza de estos grandes
dones que Dios no ha dado.

RITO.

DIÁLOGO.

Monición: El celebrante, teniendo una lista, llama a cada uno por su nombre, y los
llamados responden: presente.

Celebrante: ¿Qué piden a la Iglesia de Dios?

Jóvenes: La fe.

Celebrante: ¿Qué te da la fe?

Jóvenes: La vida eterna.

PRIMERA ADHESIÓN.

Celebrante: Dios que es invisible, ilumina a todo hombre y se manifiesta por medio de la
creación para que lo reconozca como a su Creador y le dé gracias. Por eso, a ustedes, que
han seguido esta luz, se les abre ahora el camino del Evangelio para que, después de estos
primeros pasos, reconozcan al Dios vivo que realmente habla a los hombres y, caminando
iluminados por la luz de Cristo, se entreguen de todo corazón a su designio salvador,
creciendo constantemente en él. Por este camino de la fe, Cristo los conducirá, mediante la
caridad, para que obtengan la vida eterna. ¿Están dispuestos, guiados por él, a entrar en este
camino?
Jóvenes: Sí, estamos dispuestos.

Celebrante: Por la gracia de Dios, ustedes han sido llamados a reconocer, adorar y servir al
sólo Dios verdadero y a su enviado Jesucristo. Por lo tanto, es necesario que renuncien
públicamente a los falsos dioses y a su culto.

Celebrante: ¿Renuncian ustedes a los falsos dioses y a su culto para seguir el camino de
Cristo y su Evangelio?

Jóvenes: Sí, renuncio.

Celebrante: ¿Renuncian al culto del dinero, del poder y el placer?

Jóvenes: Sí, renuncio.

Celebrante (con las manos juntas): Padre de bondad, te damos gracias por estos hijos
tuyos que, atendiendo a tu solicitud y movidos por tu gracia, te buscan y públicamente han
respondido hoy a tu llamado. Por eso todos nosotros te alabamos, Señor, y te bendecimos.

Todos: Te alabamos, Señor, y te bendecimos.

SIGNACIÓN DE LA FRENTE Y LOS SENTIDOS.

Celebrante: Ahora pues, queridos candidatos acérquense para que reciban la señal de la
cruz, signo de su nueva situación.

Cada uno se acerca al celebrante, quien traza una cruz en la frente de cada catecúmeno,
diciendo: N., recibe la cruz en la frente: Cristo te fortalece con el signo de su amor.
Aprende ahora a conocerlo y a seguirlo.

Mientras los jóvenes se signan los oídos:

Celebrante: Reciban la señal de la cruz en los oídos, para que escuchen la voz del Señor.

Mientras signan los ojos:

Celebrante: Reciban la señal de la cruz en los ojos, para que vean la luz de Dios.

Mientras signan la boca:

Celebrante: Reciban la señal de la cruz en la boca, para que respondan a la Palabra de


Dios.
Mientras signan el pecho:

Celebrante: Reciban la señal de la cruz en la espalda, para que lleven sobre sus hombros el
yugo suave de Cristo.

Después:

Celebrante: Yo los signo a todos ustedes en el nombre del Padre y del Hijo + y del
Espíritu Santo, para que vivan por los siglos de los siglos.

Jóvenes: Amén.

Celebrante: Oremos. Padre de bondad, escucha nuestras oraciones; y a estos catecúmenos,


a quienes hemos marcado con la señal de la cruz de Cristo, protégelos con su fuerza, para
que, prosiguiendo el camino de su iniciación salvadora, puedan llegar, por la observancia
de tus mandamientos, a la gloria del nuevo nacimiento bautismal. Por Jesucristo, nuestro
Señor.

Jóvenes: Amén.

Monición: La iniciación de los catecúmenos se lleva a cabo mediante un proceso gradual


en el seno de la comunidad de los fieles, la cual, junto con los catecúmenos, reflexiona
sobre el valor del misterio Pascual, renueva su propia conversión y, con su ejemplo, mueve
a los catecúmenos a seguir con docilidad la acción del Espíritu Santo. El camino del
catecúmeno lo representaremos por los pasillos, durante nuestro peregrinar haremos
estaciones para vivir los signos que el candidato a cristiano vive durante su preparación,
nosotros al recibirlos tomaremos conciencia de nuestro compromiso cristiano.

PRIMERA ESTACIÓN: ENTREGA DEL EVANGELIO

El celebrante le entrega a cada uno un nuevo testamento diciéndoles:

Recibe el Evangelio de Jesucristo, el Hijo de Dios.

Mientras, se canta: Aquí estoy Señor

SEGUNDA ESTACIÓN: EXORCISMO

El celebrante, después de unas palabras introductorias termina diciendo:


Oremos: Dios y Padre nuestro, por quien se manifiesta la vida verdadera, se elimina la
corrupción, se fortalece la fe, se alienta la esperanza y se inflama la caridad, te rogamos, en
el nombre de tu amado Hijo, nuestro Señor Jesucristo, y con la fuerza del Espíritu Santo,
que apartes de estos siervos tuyos la incredulidad y la duda, la esclavitud de los nuevos
ídolos, la avidez del dinero y la seducción de las pasiones, las enemistades, divisiones y
toda forma de maldad; y, a quienes llamaste para que fueran santos y limpios en tu
presencia, renuévalos en el espíritu de fe y piedad, de paciencia y de esperanza, de
templanza y de pureza, de amor y de paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Todos: Amén.

BENDICIÓN DE LOS CATECÚMENOS:

El celebrante, extendiendo las manos sobre los catecúmenos dice:

Oremos: Padre Santo, concede a nuestros catecúmenos que, instruidos en los santos
misterios, renazcan en la fuente bautismal y lleguen a formar parte de tu Iglesia. Por
Jesucristo, nuestro Señor.

Todos: Amén

RITO DE LA UNCIÓN

Celebrante: Ahora hermanos van a recibir el óleo de los catecúmenos, que junto con la
oración se expresa la presencia de Dios que nos hace fuertes en los momentos de debilidad,
por eso como signo de esa fortaleza se va a ir pasando una crismera con el óleo de los
catecúmenos y lo tomarán con un dedo y se lo pondrán en los brazos.

Luego continúa diciendo:

Que sea suya la fuerza de Cristo, el Salvador, cuyo signo es este óleo de salvación con el
que los ungimos en el nombre del mismo Cristo, Señor nuestro, que vive y reina por los
siglos de los siglos.

Todos: Amén

Mientras se lleva a cabo la unción se canta: Tú eres mi Señor

TERCERA ESTACIÓN: ENTREGA DEL SÍMBOLO DE LA FE.

Celebrante: Acérquense los elegidos para que reciban de la Iglesia el Símbolo de la Fe.
El celebrante habla a los jóvenes con estas palabras u otras semejantes:

Muy amados elegidos, escuchen las palabras de la fe, por la cual recibirán la justificación;
son pocas, pero contienen grandes misterios. Recíbanlas y consérvenlas con sincero
corazón.

En este momento se les entrega el Credo. Mientras se canta: Getsemaní

Luego, el celebrante con las manos extendidas dice la siguiente oración:

Oremos: Señor, concede a nuestros elegidos, que acogieron el designio de tu amor y los
misterios de la vida de Cristo, para que, confesando una misma fe con los labios y el
corazón, cumplan con las obras de tu voluntad. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Todos: Amén.

Enseguida, todos dicen el credo:

Creo en Dios, Padre Todopoderoso…

CUARTA ESTACIÓN: ENTREGA DE LA ORACIÓN DOMINICAL

Celebrante: que se acerquen los que van a recibir la oración dominical.

Se les entrega la oración del Padre Nuestro. Mientras, se puede cantar: Hoy en oración

Celebrante: Ahora todos juntos vamos a orar como Cristo enseño a sus discípulos.

Recitan juntos: Padre Nuestro, que estás en el cielo…

QUINTA ESTACIÓN: EFFETÁ

El celebrante lee la siguiente lectura del Evangelio.

Del Santo Evangelio según San Marcos 7,31-37.

En aquel tiempo, salió Jesús de la región de Tiro y vino de nuevo, por Sidón, al mar de
Galilea, atravesando la región de Decápolis. Le presentan un sordo que, además, hablaba
con dificultad, y le ruegan imponga la mano sobre él. El, apartándole de la gente, a solas, le
metió sus dedos en los oídos y con su saliva le tocó la lengua. Y, levantando los ojos al
cielo, dio un gemido, y le dijo: «Effetá», que quiere decir: «¡ábrete!» Se abrieron sus oídos
y, al instante, se soltó la atadura de su lengua y hablaba correctamente. Jesús les mandó que
a nadie se lo contaran. Pero cuanto más se lo prohibía, tanto más ellos lo publicaban. Y se
maravillaban sobremanera y decían «Todo lo ha hecho bien; hace oír a los sordos y hablar a
los mudos». Palabra del Señor.

Todos: Gloria a ti Señor Jesús.

El celebrante toca con el pulgar los oídos y la boca de uno de los jóvenes, diciendo:

“Effetá”, que quiere decir: “Ábrete”, a fin de que proclames la fe que escuchaste, para
alabanza y gloria de Dios.

Y pide por parejas que toquen los oídos y la boca de su compañero (a) y digan solamente:

“Effetá”, que quiere decir: “Ábrete”.

ENTRADA AL TEMPLO

Celebrante: Entren en la Iglesia para que tomen parte con nosotros en la mesa de la
Palabra de Dios.

Inicia la Celebración Eucarística…

Después de la homilía…

LITURGIA BAUTISMAL

Letanías:

-Señor ten piedad de nosotros

-Cristo ten piedad de nosotros,

-Señor ten piedad de nosotros,

Santa María, Madre de Dios / Ruega por nosotros.

San Miguel / Ruega por nosotros


Santos ángeles de Dios / Rueguen por nosotros.

San Juan Bautista / Ruega por nosotros.

San José / Ruega por nosotros.

Santos Pedro y Pablo / Rueguen por nosotros.

San Andrés / Ruega por nosotros.

San Juan / Ruega por nosotros.

Santa María Magdalena / Ruega por nosotros.

San Esteban / Ruega por nosotros.

San Ignacio de Antioquía / Ruega por nosotros.

San Lorenzo / Ruega por nosotros.

Todos los Santos y Santas de Dios / Rueguen por nosotros.

Muéstrate propicio / Líbranos, Señor.

De todo mal / Líbranos, Señor.

De todo pecado / Líbranos, Señor.

De la muerte eterna / Líbranos, Señor.

Por tu encarnación / Líbranos, Señor.

Por tu muerte y resurrección / Líbranos, Señor.

Por el don del Espíritu Santo / Líbranos, Señor.

Nosotros, que somos pecadores / Te rogamos, óyenos.

Para que estos elegidos renazcan a la vida nueva por medio del Bautismo / Te rogamos,
óyenos.

Cristo, Hijo de Dios vivo / Te rogamos, óyenos

Cristo, óyenos/ Cristo, óyenos.

Cristo, escúchanos / Cristo, escúchanos.


Bendición del agua.

Celebrante: Bendito seas Dios, Padre todopoderoso, que hiciste el agua para purificarnos y
darnos la vida. R: Bendito seas por siempre, Señor.

Celebrante: Bendito seas Dios, Hijo único, Jesucristo, que hiciste brotar de tu costado
sangre y agua, para que por tu Muerte y Resurrección naciera la Iglesia. R: Bendito seas por
siempre, Señor.

Celebrante: Bendito seas Dios, Espíritu Santo, que ungiste a Cristo al ser bautizado en las
aguas del Jordán, para que todos fuéramos bautizados en ti. R: Bendito seas por siempre,
Señor.

Celebrante: Señor, escúchanos y santifica esta agua creada por ti, para que bautizados los
hombres en ella, queden limpios del pecado y renazcan a la vida de hijos adoptivos tuyos.

R: Escúchanos, Señor.

Celebrante: Santifica esta agua, para los que ella sean bautizados en la muerte y
resurrección de Cristo, reproduzcan en sí mismos la imagen de tu Hijo.

R: Escúchanos, Señor.

El celebrante toca el agua con la mano derecha y prosigue:

Santifica esta agua, para que nazcan de nuevo por el Espíritu Santo aquellos que has
elegido para formar parte de tu pueblo santo.

R: Escúchanos, Señor.

Enseguida, se procede a la renovación bautismal con el agua bendita con cada uno de los
jóvenes. Mientras se canta: Bautízame Señor con tu Espíritu
Liturgia Crismal.

Celebrante: Queridos hijos, ustedes ya han renacido en Cristo y han sido hechos miembros
suyos y de su pueblo sacerdotal. Han recibido el Espíritu Santo, que ha sido derramado
sobre nosotros. Este Espíritu es el que el Señor envió a sus apóstoles el día de Pentecostés,
y que por medio de ellos y de sus sucesores se da a los bautizados. Ustedes, pues,
recibieron igualmente la fuerza del Espíritu Santo que nos ha sido prometida, en la cual,
configurados más perfectamente con Cristo han podido dar testimonio de la muerte y
resurrección del Señor, y han sido hechos miembros activos de la Iglesia, para la
edificación del cuerpo de Cristo en la fe y el amor.

Luego prosigue:

Oremos, hermanos, a Dios Padre todopoderoso, por estos hijos suyos, que renacieron ya a
la vida eterna por el Bautismo, para que envíe abundantemente sobre ellos el Espíritu
Santo, a fin de que este mismo Espíritu los fortalezca con la abundancia de sus dones y, con
su unción, los configure perfectamente con Cristo, el Hijo de Dios.

Todos: Amén.

Continúa la misa como de costumbre…

Vocatlón
Base Desarrollo Materiales

Carrera de Se realizan las clásicas carreras con sacos y se pueden poner algunos ● Al menos 4 sacos
sacos “obstáculos” para elevar la dificultad y la diversión.
● Obstáculos varios como
cajas, conos, botellas de
plástico, etc.

Lanzar los aros Se colocan botellas en diferentes lugares con letreros que indican cuántos ● Al menos 10 botellas de
puntos valen y se entregan aros de diferentes tamaños para que desde plástico
diferentes distancias se hagan lanzamientos para intentar acumular la mayor
cantidad de puntos posibles. ● 2 kilos de piedritas o algo
para rellenar

● 20 aros de diferentes
tamaños

● Etiquetas autoadheribles
Armar la Se colocan dos mesas con vasos en cada una. Los participantes corren de uno en ● Al menos 30 vasos de los
pirámide de uno hacía las mesas a formar una pirámide con los vasos y desarmarla lo más rojos resistentes
vasos rápido que puedan. Al terminar regresa corriendo con su equipo y el equipo
cuyos participantes hayan finalizado primero será el ganador. ● Dos mesas

Voleibol Se lanza un globo (lleno de agua o harina) por medio de dos toallas y se van ● Al menos 4 toallas
toallero separando cada vez más en cada lanzamiento a las distancias señaladas
previamente con marcas. Si tiran el globo deben retroceder una marca. El ● Un paquete de globos
equipo que logre hacer todos los lanzamientos a todas las distancias señaladas
● Agua o harina para
gana.
rellenar

● Cinta canela

Tres en gato Se traza un “gato” en el piso y se dejan algunas cruces y circulos en el suelo. ● Cinta canela o aislante
extremo negra
Los participantes corren hacia el “gato” y coloca la “x” u “o” en donde
consideren y regresan a su fila. El siguiente participante realiza lo mismo y el ● 4 piezas de cartón en forma
objetivo es alinear “tres en gato”. Los participantes del mismo equipo pueden de “x”
mover sus piezas para lograr el objetivo pero solo un movimiento por
participante a la vez y no pueden mover alguna ficha del otro equipo. ● 4 piezas de cartón en forma
de “o”

Carreras raras Se divide un espacio en tres secciones ● Cinta canela

En la primera sección deben pasar saltando únicamente en los puntos que se


marquen para avanzar.

En la segunda sección deben ir avanzando de espaldas a la velocidad que


consideren.

En la tercera sección avanzan de arañitas.

Al completar las tres secciones regresan corriendo y el siguiente participante


realiza lo mismo.

El equipo que finalice primero gana

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