Predica del día del Padre.

Pastor: Israel Tiu

UN PADRE CONFORME AL CORAZÓN DE DIOS

1Samuel 16:4-13
INTRODUCCION:
1. Samuel hizo lo que Jehová lo mandó a hacer en Belén: Entonces Samuel
purificó a Isaí y a sus hijos, y los invitó al sacrificio.
2. Visitó la casa de Isaí, un pastor de Belén, para examinar a los hijos de Isaí
como un general inspeccionando sus tropas. Uno de ellos, le había dicho el
Señor, era el elegido de Dios para ser rey de Israel.
1) Cuando llegaron, Samuel se fijó en Eliab y pensó: "Sin duda que éste es el
ungido del Señor. “Este debe ser. ¡Míralo! Es un hombre de hombres. Tiene 1
todo a su favor: fuerza, tamaño, ingenio, buena apariencia”.
a. Pero el Señor le dijo a Samuel: No te dejes impresionar por su apariencia
ni por su estatura, pues yo lo he rechazado. La gente se fija en las
apariencias, pero yo me fijo en el *corazón.
2) Entonces Isaí llamó a Abinadab para presentárselo a Samuel, pero Samuel
dijo: A éste no lo ha escogido el Señor. “No es tan grande como Eliab, pero
es un buen cliente, eso es obvio. Pude verlo liderando tropas a la batalla sin
rastro de miedo en su rostro”.
3) Así que Samuel se volvió hacia el siguiente hijo de Isaí, Sama. Tampoco a
éste lo ha escogido.
4) Samuel revisó los siete hijos que Isaí había mostrado con orgullo al profeta
del Señor, y Dios respondió que no a cada uno.
a. Samuel preguntó: “Isaí, ¿estos son todos los hijos que tienes?” “Aún
queda el más joven”, respondió, “pero está apacentando las ovejas”.
5) Así que Isaí mandó llamar a su hijo menor, David. Jehová le dijo a Samuel:
“Levántate y úngelo; él es el indicado." Ese día, Samuel ungió a David
como el próximo rey de Israel.
a. Sus hermanos mayores eran guerreros probados, líderes probados. Cada
uno de ellos era más grande, más fuerte y más erudito que el que Dios
había elegido para ser rey. Pero la calificación de David se había
anunciado mucho antes. 1Sa 13:14 Pero ahora tu reino tiene que terminar, porque
el SEÑOR ha buscado a un hombre conforme a su propio corazón. El SEÑOR ya lo
ha nombrado para ser líder de su pueblo, porque tú no obedeciste el mandato del
SEÑOR.

David no se convirtió en rey por su tamaño, su destreza militar o incluso su

inteligencia. Llegó a ser rey porque era un hombre conforme al corazón de Dios
1. Un hombre conforme al corazón de Dios.
1) Ese es el tipo de hombre que quiero ser. Ese es el tipo de padre que quiero
ser:
2) un padre conforme al corazón de Dios.
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a. Quiero modelar el corazón del Padre para mis hijos, su amor y

aceptación incondicionales.
b. Quiero reflejar su santidad y pureza.
c. Quiero mostrarme como un padre veraz y digno de confianza, un
consuelo y un refugio para mis hijos, así como él lo es para sus hijos.
d. quiero ser amigo de mis hijos, como él lo es; para proveer disciplina
piadosa para mis hijos; perdonar como él perdona.
e. Quiero que mis hijos me respeten y quiero que se ganen el respeto de los
demás.
2
3) Ser padre es una tarea difícil y compleja para cualquier generación: la
paternidad en el siglo XXI es un desafío que puede poner a prueba los
recursos de un hombre y llevar su imaginación al límite.
4) En este siglo prevalece la desobediencia por parte de los hijos a sus padres
durante el tiempo de la infancia y su falta de reverencia y respeto cuando
crecen. incluso en las familias de quienes profesan ser cristianos.
5) Los hijos tercos o malcriados, no sólo viven en perpetua infelicidad, sino
que también les infligen malestar a todos los que entran en contacto con
ellos. Por su conducta, ya auguran cosas malas para los días que están por
llegar.
6) En la inmensa mayoría de los casos, no culparía tanto a los niños como a los
padres. No honrar al padre y a la madre, dondequiera que se encuentre [este
mal], se debe en gran medida a que los padres se han apartado del patrón
bíblico.
7) el padre cree que ha cumplido con sus obligaciones ya que provee comida y
ropa para sus hijos, y actúa de vez en cuando como una especie de policía
moral. El hogar debería ser un lugar de santidad y un reino de amor, un
pedacito de cielo en la tierra. Pero es nada más “una estación de servicio
durante el día y en un aparcamiento durante la noche”
8) Pero si ha decidido ser un padre conforme al corazón de Dios, no está
limitado por sus propios recursos o su propia imaginación. Dios es su
recurso, Filipenses 4:19 Y este mismo Dios quien me cuida suplirá todo lo que
necesiten, de las gloriosas riquezas que nos ha dado por medio de Cristo Jesús.

1. Tenemos que asumir la actitud correcta: La Palabra de Dios nos enseña que
la manera en que un hombre "piensa en su corazón, así es él” Pro 23:7 Están
siempre pensando cuánto cuesta. «Come y bebe» te invitan, pero no lo dicen con
sinceridad.
1) Una actitud mental positiva es crucial para manejar las circunstancias únicas
y las limitaciones personales que pueden presentarse en la paternidad.
2) Debemos enfrentar la paternidad con verdadero optimismo bíblico. Flp 4:13
Pues todo lo puedo hacer por medio de Cristo, quien me da las fuerzas. El “todo” de
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esa declaración incluye ser un padre eficaz y piadoso en situaciones

exigentes.
3) La Biblia dice que nuestro amoroso Padre supervisa todos los aspectos de
nuestra vida. Él conoce nuestras circunstancias y quiere usar esas mismas
situaciones para fortalecernos y estimularnos a la plena estatura de hombres
de Dios.
4) la paternidad es una de las formas clave en que el Señor lleva a los hombres
a la madurez. pensamos en la crianza de los hijos en términos de mi
responsabilidad, mis habilidades, mi conocimiento.
5) Perdemos de vista el compromiso del Señor de participar en cada faceta de 3
nuestras vidas.
6) Pero cuando buscamos su sabiduría, su fuerza, su amor, su paciencia y su
compasión, nuestra perspectiva cambia.
7) su Espíritu puede crear las cualidades y habilidades que necesitamos para
convertirnos en padres conforme a su corazón. Nuestra parte es caminar con
él en la experiencia de paternidad, invitando y anticipando diariamente su
participación activa y fiel.

2. Enfrentemos nuestros desafíos especiales:

1) Ser padre puede ser un trabajo increíblemente duro. Incluso puede ser
doloroso, Pero la dificultad y el dolor de la paternidad no es algo que deba
temer.
2) no importa cómo haya sido su infancia, no importa cuáles sean sus
debilidades, puede experimentar el poder capacitador de Dios para mostrar
su imagen, la imagen del Padre, en ya través de usted.
3) Muchos papás enfrentan situaciones que son tan intensas y exigentes. De
cualquier manera, para ser un padre efectivo, querrá enfrentar el problema
honestamente y hacer los cambios que sean necesarios.
4) El padre... debe estar en sujeción a Dios si espera recibir obediencia
legítima de sus pequeños. Romanos 2:21 Ahora bien, si tú enseñas a otros, ¿por qué
no te enseñas a ti mismo? Predicas a otros que no se debe robar, ¿pero tú robas?
5) Dios les ha confiado a los padres un encargo sumamente solemne, que, a
pesar de ello, es un precioso privilegio.
a. en sus manos, están depositadas la esperanza y la bendición o, por el
contrario, la maldición y la plaga de la siguiente generación.
b. Nuestras familias son los viveros tanto de la Iglesia como del Estado, y
de la forma en que se cultiven ahora, así serán sus productos futuros.
¡Oh cuánta oración y cuánto cuidado deberíamos emplear en el
desempeño de lo que se nos ha encomendado, tú que eres padre!
c. Con toda seguridad Dios nos pedirá cuentas de los niños que, puesto en
nuestras manos, porque ellos son de Él, y solo se los ha prestado para
que los cuides y los protejan.
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d. La tarea que se nos ha asignado no es fácil, sobre todo en estos días que
el mal ha aumentado.
e. Si los padres buscamos con confianza y formalidad la gracia de Dios,
con la ayuda de Dios llevaremos a cabo esta responsabilidad, la biblia
nos proporcionan normas para que los sigamos, con las promesas de las
que podemos apropiaros, también con la advertencia de que no tomemos
este asunto a la ligera.
3. Los cuatro principales deberes delegados a los padres:
1) En primer lugar, los padres tienen el deber de instruir a sus hijos:
Deuteronomio 6:6-7. Esta es responsabilidad de los padres, Dios les exige 4
que eduquen a sus hijos. Es algo que se tiene que realizar constantemente.
a. El glorioso carácter de Dios, los requisitos de su santa Ley, la extremada
pecaminosidad del pecado, el maravilloso don de su Hijo y la terrible
condenación que es la porción segura para todo aquel que lo desprecie a
Él y lo rechace, son cosas que tienes que hacer que tus pequeños
consideren una y otra vez.
b. “Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos
en disciplina y amonestación del Señor” (Ef. 6:4). se habla
específicamente al padre.
a) porque es el cabeza de su familia y se le ha encomendado de forma
especial que la gobierne y
b) porque tiene la tendencia a transferir este deber a su esposa.
2) En segundo lugar, la buena instrucción debe ir acompañada por el
buen ejemplo: los padres necesitan postrarse más ante Dios, buscando a
diario esa gracia suya que tanto necesitan y que sólo Él puede proporcionar.
a. no sólo debe instruir a sus hijos en los caminos de la santidad, sino que
él mismo tiene que caminar delante de ellos por esas sendas y mostrar
por su práctica y su conducta lo agradable y provechoso que es seguir
las normas de la Ley Divina.
b. En el hogar cristiano, el objetivo supremo debería ser la piedad de la
familia, honrar a Dios en todo tiempo. los padres no pueden llevar a
cabo sus deberes, a menos que estén llenos del Espíritu y de la Palabra
3) En tercer lugar, la enseñanza y el ejemplo deben ir reforzados por la
corrección y la disciplina. el ejercicio de la autoridad, el reinado adecuado
de la Ley. Génesis 18:19 Yo lo escogí a fin de que él ordene a sus hijos y a sus
familias que se mantengan en el camino del SEÑOR haciendo lo que es correcto y justo.
Entonces yo haré por Abraham todo lo que he prometido»
a. Abraham hizo mucho más que proferir buenos consejos: Impuso la ley y
el orden en su casa.
b. Las normas que administró tenían por designio el guardar “el camino del
Señor”, lo que era correcto ante sus ojos. Y el patriarca cumplió este
deber para que la bendición de Dios pudiera reposar sobre su casa.
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c. Ninguna familia puede dirigirse de la forma adecuada sin leyes

domésticas que incluyan recompensa y castigo;
d. Las normas deberían ser simples, claras, razonables e inflexibles como
los Diez Mandamientos, unas cuantas reglas morales importantes, en
lugar de una multitud de restricciones insignificantes.
e. Es de vital importancia para el bien futuro del niño que se le enseñe a
estar sujeto desde temprana edad. Un niño sin formación en este ámbito
significa un adulto rebelde. Pro 22:15 El corazón del muchacho está lleno de
necedad, pero la disciplina física la alejará lejos de él.
f. Dios ha dicho: Pro 13:24 Quienes no emplean la vara de disciplina odian a sus 5
hijos. Los que en verdad aman a sus hijos se preocupan lo suficiente para
disciplinarlos.
g. El castigo trae esperanza: Pro 19:18 Disciplina a tus hijos mientras haya
esperanza; de lo contrario, arruinarás sus vidas.
h. La disciplina tiene grandes propósitos: Pro 29:15 Disciplinar a un niño
produce sabiduría, pero un hijo sin disciplina avergüenza a su madre.
i. Este tipo de severidad se debe usar en los primeros años del niño, antes
de que la edad y la obstinación lo hayan endurecido contra el temor y el
desagrado de la corrección.
4) En cuarto lugar, el último y más importante deber, que tiene que ver con
el bien temporal y espiritual de tus hijos, es la súplica ferviente a Dios por
ellos. han de subir tus súplicas fervientes para que tus esfuerzos a la hora de
criar a tus hijos para Dios se vean coronados por el éxito. Hebreos 4:16 Así
que acerquémonos con toda confianza al trono de la gracia de nuestro Dios. Allí
recibiremos su misericordia y encontraremos la gracia que nos ayudará cuando más la
necesitemos.
a. Un ambiente de oración debería impregnar el hogar de modo que todos
aquellos que lo comparten puedan respirarlo. Job 1:5 Cuando las fiestas
terminaban —a veces después de varios días— Job purificaba a sus hijos. Se
levantaba temprano por la mañana y ofrecía una ofrenda quemada por cada uno de
ellos, porque pensaba: «Quizá mis hijos hayan pecado y maldecido a Dios en el
corazón». Esta era una práctica habitual de Job.