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UNIVERSIDAD AUTONOMA DE CHIAPAS


INSTITUTO DE ESTUDIOS INDIGENAS

SIMOJOVEL

A TRAVES DE DOS ESTUDIOS


_________________________________________________

HISTORIA DEL MOVIMIENTO INDIGENA EN


SIMOJOVEL
1975-1985
Sonia Toledo Tello

_________________________________________________

RELIGION Y POLITICA EN EL CONSUMO DE


PRACTICAS MEDICAS

EN UNA COMUNIDAD TZOTZIL


Estudio de caso

Jaime Tomás Page Pliego


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INDICE

HISTORIA DEL MOVIMIENTO INDIGENA EN SIMOJOVEL


1970-1989
Sonia Toledo Tello
PAGINA
PRESENTACION ........................................................................................... 3
INTRODUCCION ........................................................................................... 4

CAPITULO I: La Formación de las Haciendas ............................................... 11


CAPITULO II: De la hacienda tradicional a la finca capitalista ..................... 23
CAPITULO III: Orígenes del grupo de poder local. ....................................... 37
CAPITULO IV: La Situación Agraria en Simojovel ........................................ 45
CAPITULO V: LA VIDA EN LAS FINCAS .................................................. 53
CAPITULO VI: 1970: LA DECADA DE LOS CAMBIOS ............................ 69
CONSIDERACIONES FINALES ................................................................... 98
BIBLIOGRAFIA ............................................................................................. 102

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RELIGION Y POLITICA EN EL CONSUMO DE PRACTICAS MEDICAS


EN UNA COMUNIDAD TZOTZIL
Estudio de caso

Jaime Tomás Page Pliego

PAGINA
107
AGRADECIMIENTOS .................................................................................... 111
INTRODUCCION ............................................................................................ 113

CAPITULO I
CONTEXTO SOCIOECONÓMICO E HISTÓRICO DE SIMOJOVEL Y PRODUCCION-
REPRODUCCION EN LAS LIMAS.

El municipio de Simojovel de Allende, Chiapas.

Geografía y demografía ...................................................................................... 117


iv

Situación socioeconómica a finales de la década de los sesenta.


La Nueva Iglesia Católica. I Congreso Indígena en San
Cristóbal de Las Casas. Organización regional e incorporación
de acasillados a la lucha. Afiliación a CIOAC y formación del
"Sindicato Miguel de la Cruz".

El proceso de organización y lucha por la tierra en “Las Limas” ....................... 122


Producción-Reproducción ................................................................................... 124
- Producción regional:
Las Unidades de Producción Capitalista. Las unidades de
producción
campesina ejidal.
- Perfil reproductivo en la finca y el ejido.
- En la finca: Momento productivo, Distribución y
Circulación, Consumo.
- En el ejido: Momento productivo, Distribución y circulación,
Consumo.
- Consideraciones al perfil reproductivo.

CAPITULO II

PRACTICAS MEDICAS EN LAS LIMAS.

Un acercamiento al concepto de practica medica

Practica medica entre los tzotzil-tzeltales ......................... 149


- Concepción del mundo.
El mundo. Los dioses. a) Dioses del cielo. b) Dioses cargadores y de
los cuatro puntos cardinales. c) Dioses de la Tierra. d) Dioses del
mundo inferior. e) Dioses Ancestrales y de Linaje.
- Naturaleza humana.
a) K'al. b) Ch'ulel. c) Wayijel (Wayjel, Wayojel). d) Nagual.
- Ch'iebal.

Medicina tradicional ............................................................................ 161


- Los médicos tradicionales Tzotziles.
- La enfermedad.
a) Enfermedades naturales. b) Enfermedades sobrenaturales.

- La brujería.

La llegada de los servicios de salud ........................................... 167


- En la finca.
- Llegada de los catequistas católicos y formación de Comunidades
Eclesiales de Base. Sobre la desaparición de los "Iloles. Políticas y

iv
v

acción de la Iglesia Católica y su importancia en la desaparición de


la práctica médica tradicional.

La situación de la atención a la salud en la Década de los setenta ............. 178


Salud en la década de los ochenta ................................................ 178
- Perfil Patológico. Prácticas Médicas. Infraestructura Sanitaria.
Servicios: a) Tradicionales. b) Programas de salud de las Instituciones
Estatales. c) Programas de salud de instituciones educativas.
- Tendencias en el consumo de prácticas médicas.
CONCLUSIONES ................................................................................................. 187
CUADROS ............................................................................................................ 192
BIBLIOGRAFÍA .................................................................................................. 199
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HISTORIA DEL MOVIMIENTO INDIGENA EN


SIMOJOVEL
1970-1989

Sonia Toledo Tello

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PRESENTACION

A raíz del levantamiento armado del primer día de 1994 mucho se ha escrito y
discutido sobre el mismo. Justificándolo plenamente o de manera parcial, o bien,
descalificándolo y satanizando su "oscura" procedencia. Sin embargo, tenga el origen que
tenga, este movimiento armado parece ser, como dice Luis Hernández "la expresión armada
de un fuerte conflicto social" (La Jornada, 18 de julio de 1994.

No es casual que al poco tiempo de la declaración de guerra del EZLN gran parte
del territorio chiapaneco se viera convulsionado por el resurgimiento de la movilización
campesina expresada en una gran cantidad de tierras tomadas y por las presiones de
ciudadanos de varios municipios exigiendo la destitución de las autoridades de loa
ayuntamientos. Así mismo es importante resaltar las declaraciones de apoyo a las demandas
zapatistas por parte de las organizaciones agrupadas en el CEOIC y de muchas más de todo
el país.

Como señala Carlos Monsiváis "Falta mucho por examinar y desentrañar en torno
de la complejidad del zapatismo de fin de siglo, y de la violencia que opusieron a la
violencia que en Chiapas, histórica y cotidianamente, oprime a los indígenas" (La Jornada,
27 de julio de 1994).

Por ello quizá sea oportuno dar a conocer el presente trabajo que si bien es cierto
aborda el movimiento campesino de fines de los setentas y principios de los ochentas, de
una región con un proceso distinto a la controlada por el EZLN, sin lugar a dudas es parte
de esa historia de violencia estructural profundamente arraigada en Chiapas. En este
sentido, puede contribuir a comprender, por lo menos en parte, la complejidad de las
relaciones indio-ladino, el cansancio acumulado, generación tras generación, de una
población indígena subordinada a un poder casi feudal.

Este trabajo sobre el movimiento campesino de Simojovel se realizó durante 1985-


1989 y es de suponer que muchas de las condiciones de la región y sus pobladores,
descritas en él, han cambiado. De acuerdo con la información proporcionada por Wim
Gijsbers en su artículo "Simojovel" (Ojarasca, No. 33-34, junio-julio 1994) los tres únicos
ranchos que quedaban como tal en el municipio -Campo Alegra, La Paz y Puerto rico-
fueron ocupados, el 3 de febrero del año en curso, por ex-peones acasillados sin tierra,
habitantes de Mercedes Isidoro, Campo La granja, Chacal y Triunfo las Palmas - poblados
que a su vez, hasta hace 12 o 15 años eran fincas también y tras una larga y violenta lucha
pasaron a manos de los trabajadores.

A pesar del gran logro del movimiento campesino (agrupado principalmente en la


Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos), esto es, el haber liquidado el
peonaje por deudas, vigente en aquella región hasta fechas muy recientes, persisten las
complejas relaciones entre la población indígena y la ladina ya que en Simojovel, las
familias de siempre siguen controlando el poder económico y político y a sus concepciones
y prácticas racistas se ha sumado, durante los últimos 20 años, la imperdonable afrenta de
perder sus tierras (a pesar de que éstas les fueron compradas, a través de un programa

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especial, para resolver el conflicto) de tal manera que la región se ha mantenido en tensa
calma.

Recordemos, a manera de ejemplo, un hecho que en 1991 desató nuevamente el


conflicto indios-ladinos ricos, cuando el párroco de Simojovel, Joel Padrón, fue
encarcelado durante dos meses. Las acusaciones iban desde asociación delictuosa hasta el
robo, despojo y agitación política.

El entonces gobernador del estado, Patrocinio González Garrido, intentó así poner
fin a la "agitación política" de la región ya que el párroco, desde su llegada a Simojovel en
1981, siempre había sido señalado por los propietarios, como el responsable del
"alzamiento de los indios".

Por otro lado, en cuanto a la situación social Wim Gijsbers menciona que con la
venta de los tres ranchos que aún quedaban "se acaba la existencia de ranchos en el
municipio, pero el conflicto agrario, ni la pobreza o desempleo. Y ni hablar del racismo..."
(op. cit., 22).

Estos hechos solo nos dan una idea sobre los actuales conflictos, que si bien ya no
son emanados de la relación en la finca patrón-acasillado, siguen, al parecer, girando en
torno a las viejas relaciones de subordinación étnica sustentadas en la desigualdad
socioeconómica y en el poder caciquil. Cuáles son ahora los sectores económicos
dominados por los grupos de poder, cómo controlan o subordinan la economía campesina,
en que forma cambiaron, si así fue, las relaciones sociales entre indios y ladinos; por otro
lado, si ya no hay tierra que repartir allí, qué salidas tiene el conflicto agrario entre
campesinos, cuáles son las posibles alternativas económicas? todo esto es obviamente tema
o son temas de otras investigaciones necesarias de desarrollar porque son una parte de los
conflictos sociales que hoy vive la población indígena de Chiapas y que han empezado a
reactivar la movilización campesina a partir de la insurrección armada del EZLN.

Cabe aclarar finalmente que el trabajo que presento no ha sido modificado y mucho
menos actualizado, esto implicaría de hecho, abordar en otra investigación los temas arriba
enunciados.

INTRODUCCION

A fines de 1970 la región de Simojovel se convierte en uno de los escenarios mas


violentos del estado de Chiapas pues surge un movimiento social cuyas características
responden a las condiciones en que se desarrolló aquí la agricultura y la ganadería
capitalista, esto es, con un carácter extensivo y la utilización de métodos no capitalista para
el control de la fuerza de trabajo.

Por ello, el movimiento campesino que se dio en torno a la tierra ha representado


también la lucha contra un sistema de explotación servil, liquidado en el resto del país 60
años atrás.

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De esta manera, si bien es cierto que la lucha social de esta zona se inscribe dentro
del marco general del ascenso del movimiento campesino en todo el país durante la década
de los setentas, como expresión de la crisis agraria y agrícola del momento, este trabajo
intenta observar el desenvolvimiento particular de la lucha en la región, es decir
entendiéndola a partir de las condiciones económicas e ideológicas propias de la zona, que
en última instancia, constituyen las causas más profundas del movimiento campesino y, al
mismo tiempo, son las determinantes de las formas específicas de expresión cotidiana del
enfrentamiento entre la población indígena y los grupos de poder local.

Es así como se puede señalar que aunque la mayoría de los poblados en lucha
pertenecen a una organización social de carácter nacional, la Central Independiente de
Obreros Agrícolas y Campesinos -con un programa de trabajo, estructura organizativa,
tácticas y estrategias definidas, etcétera- la mayoría de ellos tienen en su actuación
cotidiana prácticas y concepciones populares de lucha, distintas a las impulsadas por la
organización.

Pero también de parte del grupo de poder local podemos distinguir prácticas y
concepciones, muy particulares, para oponerse y frenar al movimiento campesino; en
ocasiones, nos atrevemos a decir, utilizando métodos que están en franca oposición, por lo
atrasados, con los que podrían utilizar los grupos dominantes más modernos en otras
regiones del país. Incluso, acostumbrados a implantar sus propias leyes, emprenden
acciones represivas que comprometen al gobierno estatal y federal, no porque no cuenten
con el apoyo de éstos, sino porque lo hacen independientemente y muchas de las veces
cuando menos conviene a la política nacional y a su imagen a nivel internacional.

Así pues, nos interesa explicar las motivaciones que han dado lugar a estas formas
particulares de lucha, para ello partimos de considerarlas como parte de la concepción del
mundo de estos grupos antagónicos, ya que tanto los indígenas como el sector dominante
de la región (ladinos todos ellos), poseen tradiciones, sistemas culturales, formas de
organización, etcétera, que los identifica a cada uno como grupo y los opone no sólo por el
hecho de que unos son indígenas y los otros no, sino porque subyace una diferencia de
clase históricamente determinada.

Partiendo de estas consideraciones hemos ido reconstruyendo la conformación


histórica de esos dos sectores, que en aquella región se dio a partir de las relaciones
económicas, sociales, culturales e ideológicas producidas al interior de las fincas.

De esta manera podemos comprender, por ejemplo, porqué a pesar de que la


población indígena de Simojovel es mayoritariamente tzotzil, se distingue en muchos
aspectos de los tzotziles que habitan de Los Altos. Los de Simojovel no conservan una
vestimenta tradicional, a excepción de algunas mujeres en unos cuantos poblados que
migraron del municipio de Larrainzar; tampoco cuentan con todo el sistema político-
religioso tradicional, no conservan la producción artesanal, ni los apellidos indígenas, en
fin, no poseen muchas de las expresiones culturales que caracteriza a los tzotziles de la
región de Los Altos. La mayor parte de las manifestaciones culturales de los indígenas de
Simojovel, fueron aniquiladas o controladas por la estructura de la finca y por la voluntad
del patrón. Mientras que la población indígena de Los Altos se reprodujo en sus

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comunidades sin el control permanente del finquero ya que solo de manera temporal
trabajan en las fincas, principalmente del Soconusco..

La finca será entonces la estructura económica-social que nos ayudará a comprender


el proceso de formación del grupo indígena actualmente en lucha, así como la
conformación del sector dominante de Simojovel.

En los tres primeros capítulos abordaré: el nacimiento de la hacienda o finca y las


condiciones que permitieron su aparición temprana en Chiapas con características
particulares; así mismo veremos que el sistema de servidumbre agrario surge en Chiapas
también muy temprano, durante la segunda mitad del siglo XVI, y se mantiene en las zonas
como Simojovel hasta nuestros días.

Aquí también trataré de explicar los orígenes del grupo de poder local con el que
actualmente se enfrenta la población indígena organizada. Veremos que su conformación
se inicia a partir de los primeros años de vida independiente, cuando ya Chiapas está
anexada a la República Mexicana.

Así pues, podemos constatar que la existencia de la población indígena en


condiciones serviles de explotación, en Chiapas, data del período colonial y que muchas de
las formas y métodos de control ejercidos en la actualidad, fueron implantados desde la
dominación española, la penetración del capitalismo y las transformaciones producidas a
nivel nacional por la revolución de 1910, no produjeron cambios substanciales en la vida de
los trabajadores permanentes de las fincas.

Como se sabe, las relaciones sociales al interior de la finca no eran exclusivamente


económicas, también existían entre el patrón y los peones, lazos de parentesco ritual y
consanguíneo. Estas relaciones generaron y prolongaron la subordinación y lealtad de los
trabajadores hacia el dueño de la tierra. La combinación de métodos de control,
paternalistas y represivos, fue la base de la dominación ideológica ejercida por los
finqueros, creando así, un sector de los trabajadores dependientes, sumisos, temerosos y
autodesvalorizados.

Esta compleja estructura de dominación y autoopresión permitió, en buena medida,


que los terratenientes chiapanecos conservaran y consolidaran el poder político a través de
un movimiento contrarrevolucionario apoyados en sus trabajadores, cuando el resto del país
se encontraba convulsionado por la revolución de principios de siglo. En Simojovel, los
finqueros salieron bien librados también de las reformas cardenistas, sus enormes
propiedades no fueron realmente afectadas y el número de ejidos formados fue mínimo y es
cuando se registra la mayor parte de los ejidos constituidos, 6 en total; así la estructura
agraria en la región se mantuvo prácticamente inalterada, con el gran predominio de las
fincas. Este proceso lo abordaré en el capítulo IV.

A pesar del control por parte de los propietarios y la autosumisión de los


trabajadores permanentes, mecanismos que contribuyeron a mantener la "tranquilidad" en
la región durante mucho tiempo, en la década de los setentas surgen las condiciones que

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permitieron a los trabajadores de las fincas y a los campesinos, transformar profundamente


la situación que había imperado.

A mi juicio, dos fueron los factores desencadenantes del movimiento campesino en


la región: por un lado, la crisis de la agricultura y de la economía nacional que se tradujo en
el recrudecimiento de las condiciones de pobreza de los trabajadores del campo; y por el
otro lado, pero en completa relación con lo primero, el impacto de los nuevos proyectos
de desarrollo económico, promovidos por el Estado -intensificación de la explotación
petrolera, impulso a la ganadería extensiva y construcción de presas hidroeléctricas-

Estos hechos contribuyeron al desarrollo del movimiento campesino que alcanzó


una dimensión regional, agrupando a ejidatarios, jornaleros, baldíos y peones acasillados de
los municipios de Huitiupán, Sabanilla y Simojovel. Las demandas giraban en torno a las
dotaciones y ampliaciones de ejidos; y en el caso de los trabajadores permanentes de las
fincas, al mismo tiempo que solicitaban la afectación de las tierras privadas, iniciaron una
lucha laboral.

La falta de solución a las demandas agrarias desencadenó en la región, al igual que


en el resto del país, una serie de tomas de tierras. Así mismo, las negativas de las
autoridades para dar reconocimiento al Sindicato de Jornaleros Agrícolas, impulsado en la
región por la CIOAC, llevaron a los trabajadores permanentes de 36 fincas a organizar, en
1981, paros laborales escalonados que culminan con un paro indefinido. A raíz de éstas
acciones, los propietarios empezaron a abandonar las tierras, y desde entonces los
trabajadores permanecen en posesión de las tierras, a pesar de las constantes agresiones que
han recibido para que las desalojen. También desde entonces exigen que las tierras les sean
legalmente reconocidas como ejidos sin que hasta el momento exista una solución
favorable para todos ellos, salvo en algunos casos.

En el capítulo V trataré de reconstruir las condiciones de vida de los acasillados de


las fincas, prevalecientes hasta el momento en que se iniciaron los paros laborales, es decir
hasta 1981; a través de los testimonios de los acasillados he querido conocer la forma en
que ellos conciben la explotación y la opresión a la que estuvieron sometidos durante varias
generaciones. Considero que para comprender las particularidades de la lucha campesina en
esta región, no es suficiente detectar y explicar las condiciones objetivas -económicas
y políticas- que dieron lugar al movimiento social, sino que es necesario también y es
interés de este trabajo, tratar de entender dichas particularidades, a través de las
experiencias vividas por los protagonistas; a partir de la forma como ellos sintieron y
sufrieron la opresión durante su vida en las fincas. Esto, desde mi punto de vista, nos
permite tener muchos más elementos para desenmarañar la complejidad de la dominación
ideológica que mantuvo a los trabajadores permanentes, durante mucho tiempo, en
condiciones de servidumbre y leales al patrón. También nos permite entender muchas de
las prácticas y concepciones populares de los indígenas en su enfrentamiento cotidiano con
los finqueros, así como las acciones y reacciones de éstos últimos para contrarrestar la
fuerza del movimiento campesino.

Por último, en el capítulo VI expongo esos procesos económicos o condiciones


objetivas que contribuyeron al estallido del movimiento campesino, pero también,

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nuevamente a partir de testimonios he querido reconstruir la forma en que los protagonistas


del movimiento han vivido esa experiencia de lucha. Intenté conocer cuáles fueron las
motivaciones que les permitieron romper los lazos de dependencia y dominación que los
mantenían sumisos ante los propietarios de las fincas, cómo vivieron y conciben esas
condiciones objetivas que presentamos como factores desencadenantes de la lucha, o cuáles
son, desde su punto de vista, las causas que les permitieron revelarse en contra de los
patrones.

Con esto quiero mostrar que en cualquier proceso social intervienen no sólo las
determinantes estructurales, sino también, de manera significativa, las condiciones
subjetivas históricamente determinadas de un grupo o clase social. Es decir que los
procesos generales que condicionan y transforman la situación de los diversos grupos o
sectores sociales, son vividos y concebidos de manera particular, de acuerdo con sus
intereses, necesidades, expectativas, etcétera, lo que le da a esos procesos generales,
estructurales, una dinámica propia.
En esto radica, para mi, la importancia y la riqueza de los testimonios presentados.
Sin embargo existe una limitación para el trabajo, y es que a pesar de que se presentan
algunos relatos que hablan de ciertas acciones emprendidas durante la lucha, no es posible
detallar más acerca de los métodos y tácticas empleadas, por la única razón de que se trata
de un proceso vivo, que actualmente continúa y por motivos evidentes, los participantes en
el movimiento no hablan de ellos.
Por otro lado, la otra gran limitación en el trabajo es que sólo cuento con los
testimonios de los campesinos y esto nos permite ver un lado del conflicto, a mi juicio,
quizás el más importante ya que se trata de la palabra, de las experiencias y concepciones
de quienes hasta hace muy poco tenían negada la posibilidad de dar a conocer su historia, y
además se trata del grupo que esta transformando las condiciones de vida de aquella región
de Chiapas. No obstante, de manera indirecta, por el conocimiento de algunas prácticas, a
través de algunas declaraciones y de los testimonios de los campesinos podemos, en parte,
suponer cómo han vivido los finqueros, el otro sector en conflicto de este proceso.

La imposibilidad de recoger el punto de vista del grupo de poder de Simojovel se


debe a que allí las condiciones de enfrentamiento, de antagonismo y de violencia entre los
grupos en conflicto son tan profundas que no podía trabajar al mismo tiempo con las dos
partes sin ser identificada por uno o por otro grupo como partícipe de una o de la otra
causa. Así que elegí recoger el punto de vista, las experiencias y las demandas de los
hombres y mujeres que buscan una forma de vida digna.

Los testimonios fueron recopilados durante 1985 y 1986 en los siguientes poblados
del municipio de Simojovel: Las Limas, Mercedes Isidoro, El Vergel, Campo La Granja,
Tres Casa, Zacatón, Pauchil, San Isidro, Natividad Pechuag, Jochompat, El Porvenir, San
Antonio Nuevo León y el Jardín.

De todos estos, El Jardín es el único que se constituyó como ejido desde la década
de los treintas; Jochompat fue dotado en la década siguiente pero hasta la fecha, como
veremos, sus pobladores siguen luchando para que se ejecute tal dotación. Los demás, son
poblados que se constituyeron entre fines de los setentas y principios de los ochentas, a
partir de las tierras tomadas de las fincas y hasta ahora permanecen en lucha para que esas

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tierras les sean legalmente otorgadas bajo el régimen ejidal. Algunos de estos, las Limas,
Mercedes Isidoro, Pauchil y San Antonio Nuevo León fueron convertidos en
copropiedades, durante el gobierno de Juan Sabines, pero desde hace varios años demandan
su pase al régimen ejidal.

No obstante que la información de campo fue recopilada solamente en localidades


del municipio de Simojovel, a lo largo del trabajo hablo constantemente de Simojovel
como una región por las siguientes razones:

En primer lugar porque, como se explicara más adelante, Simojovel se conformó a


partir de la Independencia como centro rector, económico y político, de una amplia región
del norte del estado. Posteriormente, en 1849, al ser nombrado uno de los nueve
Departamentos de Chiapas, su condición rectora se reafirmó. Y actualmente, como
cabecera de Distrito Judicial y Hacendario, están bajo su jurisdicción los municipios de
Amatán, Bochil, El Bosque, Chalchihuitán, Huitiupán, Jitotol, Pantelhó, Pueblo Nuevo
Solistahuacán, Sabanilla y Simojovel.

Y en segundo lugar, hago referencia a la región porque el movimiento campesino ha


tenido desde su nacimiento, un carácter regional, abarcando diferentes poblados de varios
municipios de la zona y aunque los poblados no siempre han sido los mismos -algunos se
alejan del movimiento y otros se acercan- esa condición regional se ha mantenido, sin
embargo, por la cantidad de pueblos y por la gravedad de los conflictos, el municipio de
Simojovel ha sido el centro principal del movimiento campesino.

En el municipio de Simojovel se concentra pues, el poder político, el económico, el


de servicios, etc., pero también el poder del movimiento campesino regional.

Esta región esta ubicada en la porción norte del estado, en una zona montañosa que
forma parte de la Sierra Madre, por lo que una de sus características principales es lo
accidentado de sus suelos; no obstante, cuenta con algunas tierras planas a donde
desembocan sus ríos, que por lo demás le confieren una gran riqueza hidrográfica a la
región. Los principales ríos son el Cuculhó, el Mazantic y el Portugal; estos dos últimos
desembocan en el río Almadro que es navegable desde Oxolotlán, Tabasco, por más de 80
kms., hasta donde se une con el río Grijalva, en las inmediaciones del Golfo de México.
Uno de los más caudalosos es el río Catarina, cuyas riberas representan a las más fértiles de
la región.

Esta amplia región, llamada "zona cafetalera del Golfo" tiene una altura que varía
entre los 1,500 y 2,00 mts. sobre el nivel del mar; el clima es húmedo-tropical y alcanza
temperaturas máximas superiores a los 38o centígrados. Las lluvias son abundantes y se
presentan en dos períodos: de febrero a abril y de julio a diciembre (De la Peña T. Moisés,
1957 tomo II:163 y 180).

Estas condiciones físicas proporcionan a la extensa zona del norte una gran riqueza
de flora y fauna, aunque esta última se ha venido extinguiendo como resultado de la cacería
indiscriminada.

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Por otro lado, las condiciones accidentadas del terreno y la intensidad de las lluvias
han sido también, los principales problemas para el acceso a la región que durante mucho
tiempo se mantuvo prácticamente incomunicada y aislada.

Las rutas que tradicionalmente se han utilizado para llegar a la zona norte, datan de
la época prehispánica, estos caminos eran de herradura y así permanecieron hasta
principios (y algunos hasta mediados) del presente siglo.

Moisés de la Peña describía los caminos que conducen a Simojovel y los municipios
aledaños, como "durísimos" e intransitables en época de lluvia. La salida de los productos
de aquí era sumamente difícil, se enviaban hacia Tabasco siguiendo la ruta de Huitiupán,
Almandro y Oxolotán, hasta llegar a Tapijulapa, Tab., y las recuas de mulas y los indios
cargueros recorrían 84 kms. en 8 o 12 días. Otro de los centros a donde se enviaban los
productos era Tuxtla Gutiérrez y se hacía el mismo tiempo que a Tabasco, la ruta era por
Pueblo Nuevo Solistahuacan -una vía sumamente montañosa- hasta donde llegaba la
carretera revestida de Tuxtla (op.cit.: 394).

La carretera que comunica a esta zona del norte con la capital del estado, empezó a
construirse en 1925; pasaba por Ixtapa, Soyaló, Bochil, Jitotol y Pueblo Nuevo con 105
kms. La obra fue suspendida pero llegaba con terracería cerca de Rayón. Esta carretera se
bifurca en Caté de donde sale el tramo hacia Simojovel a donde llegaron por primera vez
los camiones para sacar el tabaco y el café hasta 1943, pero en temporadas de lluvia el
camino siguió siendo inaccesible y fue hasta 1948 que el transito fue posible en cualquier
época del año (Ibid:440-442).

Con la carretera, efectivamente disminuyeron los problemas del transporte, sin


embargo, como la mayoría de las fincas se encuentran internadas en la zona montañosa, los
indios, junto con las mulas, han seguido transportando las mercancías hasta la cabecera
municipal.

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CAPITULO I

La Formación de las Haciendas

Al iniciar este trabajo consideraba que debía buscar en el siglo XIX los antecedentes
económicos y sociales de la problemática que nos interesa abordar, es decir, pensaba partir
de la formación de las plantaciones de café para detectar los procesos que he considerado
las causas estructurales del movimiento campesino de la región de Simojovel.

Si bien es cierto que la historia moderna de Chiapas se desarrolla al finalizar el siglo


pasado, con la introducción de las plantaciones capitalistas, también es cierto que hasta
nuestros días se han seguido reproduciendo relaciones de producción, estructuras
ideológicas y prácticas políticas que surgieron durante la Colonia. Como señala García de
León:

"Hablar de Chiapas es hablar de una Historia que nunca ha roto


violentamente con el pasado: la independencia aseguró las instituciones
coloniales, la revolución fue ganada por los terratenientes. En la situación
actual se combinan las más caprichosas relaciones económicas y las más
raras combinaciones de dominación política e ideológicas" (García de León,
A. "Lucha de clases y poder político en Chiapas" en: Historia y Sociedad. P.
57).

Así, en algunas regiones del estado, como en la de Simojovel nos encontramos con
que en una misma unidad productiva se desarrollaban, hasta 1980, relaciones serviles de
trabajo -peonaje por deudas- junto con relaciones de compra-venta de fuerza de trabajo
libre.

La existencia de estas relaciones precapitalistas a fines del siglo XX me hizo


suponer que tenían una larga tradición que lejos de obstaculizar la implantación del
capitalismo durante el siglo pasado, fueron las estructuras que sostuvieron su desarrollo,
por ello intenté buscar los antecedentes en lo que fue la formación de las haciendas
tradicionales bajo las condiciones concretas de Chiapas.

La hacienda ha tenido un significado muy importante en el desarrollo de las


estructuras agrarias en México y América Latina a tal grado que, como señala Juan Felipe
Leal (1984:10), casi durante cuatro siglos se reprodujo, modificándose y adaptándose, a las
necesidades de la sociedad mexicana y a las diversas condiciones internacionales.

Este sistema de producción agrícola, establecido en Latinoamérica durante el


período colonial, adquirió características particulares de acuerdo con la época y la región
económica-geográfica en que estuviera ubicado, de allí que empezaré por reseñar las
condiciones que permitieron el surgimiento de la hacienda en Chiapas y que originaron
algunas de las características que la hacen diferente a las haciendas del resto del país.

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Como sabemos los procesos de descubrimiento, conquista y colonización de


América se produjeron con la expansión del naciente capitalismo europeo a partir del siglo
XVI y durante los siglos XVII y XVIII. A lo largo de estos años las potencias europeas (1)
se sirvieron de diferentes mecanismos para la explotación de las colonias.

En un primer momento las necesidades de la época colocaron a los primeros


colonizadores en la búsqueda desesperada de metales preciosos, por ello, el período de
conquista y el período inicial de colonización se caracterizaron por el pillaje y el saqueo.

Mandel señala que con la expansión del comercio en Europa occidental, desde el
siglo XI, se aceleró el desarrollo de una economía monetaria, pero existía el grave
problema de la escasez del numerario.

Al finalizar la decadencia económica que acompañó a la guerra de


Cien Años, la falta de numerario se hizo opresiva. Por todas partes se
vuelven a abrir las antiguas minas, abandonadas desde la época romana, o se
intenta descubrir otras nuevas. Los progresos de los turcos y las
transformaciones radicales que se producen a lo largo de las antiguas vías
comerciales de Asia central, redoblan los esfuerzos para eliminar el
monopolio veneciano del comercio de especias. Finalmente, se obtiene un
éxito imprevisto, el descubrimiento de América. El pillaje de México y Perú,
la circunnavegación de Africa, el establecimiento de contacto marítimo con
la India, Indonesia, China y Japón, transforman completamente la vida
económica en Europa occidental. Se produce la revolución comercial, la
creación de un mercado mundial de mercancías, la transformación más
importante en la historia de la humanidad desde la revolución metalúrgica.

Igual que la acumulación primitiva del capital mercantil, la


acumulación primitiva del capital comercial se efectúa, ante todo, por medio
del bandidaje y la piratería. (Mandel E., 1980:98-99).

La nuevas condiciones económicas que existían en Europa, crearon entre algunos


sectores sociales, la expectativa de ascender en la escala social, al parecer se abría la
posibilidad de un fácil y rápido enriquecimiento, por ello no es de extrañar, como apunta
Macleod, que la mayoría de los españoles que llegaron durante los primeros años a
América no pensaron en establecerse aquí, más que en forma temporal. Más bien "su
preocupación en esos primeros días era la de acumular riquezas o botines, tan rápido como
fuera posible, para regresar con ellos cargados de prestigio a España" (J.M. Macleod,
1980:39).

Para estos primeros colonizadores que habían sido recompensados con una cantidad
de indios -La encomienda-, de quienes obtenían tributo para la corona española y el
enriquecimiento propio, así como prestaciones personales, la finalidad principal era la
obtención de oro y no el desarrollo de una economía más estable. Por esta razón la
producción de bienes de consumo solo era la indispensable, casi exclusivamente de trigo y
ganado (Gunder Frank Andre, 1985:32)

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Los excesos en la explotación de la mano de obra y en el cobro de tributos


produjeron graves descensos en la población, e incluso en muchas regiones de
Latinoamérica, el exterminio de la población nativa (2).

Ante esta situación la corona impulsó la política de congregación o reducción de


indios en pueblos con el fin de proteger a la mano de obra y asegurar la obtención de
riquezas a través del tributo, este proceso dio origen a las comunidades indígenas.

Por otro lado la población española fue estableciéndose y paulatinamente fue en


aumento, creando una serie de empresas económicas que ya no significaban su estancia
temporal sino el establecimiento en la Colonia.

Hacia la segunda mitad del siglo XVI los Españoles tenían entre sus actividades
económicas la minería, los talleres artesanales o manufactureros y la producción agrícola
comercial como el trigo y el añil. Para tales empresas se implantó el sistema del trabajo
forzoso sobre la población india -conocido como el repartimiento-. Además del cobro del
tributo.

Aunque los productos comerciales como el algodón, la seda, el cacao y la cochinilla


fueron delegados para su producción a la población indígena, su comercialización estaba a
cargo de los Españoles. El maíz, las verduras y los animales de granja fueron los productos
asignados a la economía indígena (op.cit.,37)

Es así como se va conformando la estructura agraria y el sistema económico


Colonial, durante el siglo XVI y parte del XVII existían la encomienda, las reducciones y
los embriones de la hacienda.

Sin embargo para que la hacienda se estableciera como tal y dominara a la


agricultura fue necesario, por un lado, el proceso de descomposición y supresión de la
encomienda, y por otro, la formación de las comunidades indígenas. El tiempo y la forma
en que las haciendas se implantaron dependió de las condiciones de las diferentes regiones
de México y Latinoamérica.

En las regiones ricas en yacimientos de metales preciosos, como el centro de


México, la agricultura -que era la ocupación de la mayor parte de la población- estaba
subordinada la producción minera. En esta arrea del país las haciendas cobran importancia
hasta mediados del siglo XVII, a partir de que las comunidades se vieron imposibilitadas
para cubrir el gran aumento que se produjo en la demanda de productos agropecuarios por
parte de los centros mineros y de los mercados urbanos.

En el norte, desde los primeros años de la Colonia, los españoles se apropiaron de


grandes extensiones de tierra, estableciendo enormes haciendas de ganadería extensiva,
principalmente, muy ligadas a los centros mineros. Esto fue posible porque aquí, la
inexistencia de población sedentaria impidió el establecimiento exitoso de la encomienda,
el repartimiento forzoso y la reducción de indios en pueblos.

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A) La hacienda en Chiapas

Las condiciones particulares de Chiapas, mas relacionada con los procesos


centroamericanos que con los del centro de México, propiciaron el establecimiento de las
haciendas en la agricultura desde mediados del siglo XVI, es decir mucho antes que en la
Nueva España (3).

Durante la época prehispánica, el territorio chiapaneco no estaba gobernado por un


sólo centro rector, como sucedía en el centro de México, estaba conformado por una serie
de cacicazgos como Chiapas, Zinacantán, Quechula y Huehuetan que mantenían bajo su
control a las comunidades indígenas que se encontraban dispersas por sus territorios y de
las cuales recibían tributos.

La complejidad social de sus ciudades-estado, algunas muy


populosas como Chiapas, o Zinacantan, con toda una división y
especialización territorial de sus productos excedentes-regiones productoras
de maíz, de algodón (como Copanahuastla a Itzcuitenango en el Grijalva), de
sal (como el valle de Iztapa controlado por los mercaderes de Zinacantan),
de ámbar (Simojovel), de cacao, plumas, pedrería, textiles, etcétera-, siguió
funcionando hasta mucho tiempo después de la conquista (García de León
A., 1985, tomo I:27).

La diversidad en las formas de organización política y social en el área


centroamericana, junto con las "incertidumbres políticas y administrativas de los
conquistadores" (Favre Henri, 1984:38) propiciaron una guerra de conquista larga y
destructiva; este hecho significó para el área el inicio de una vida colonial con graves
problemas demográficos y económicos.

Aunado a esto, en la región no existían los metales preciosos en abundancia, y en la


Provincia de Chiapas eran prácticamente inexistentes; al parecer Copanahuastla era la única
región chiapaneca que contaba con riquezas minerales, pero esta importante ciudad
desapareció durante el período colonial (Ruz Mario H., 1985:14,148).

Para los colonizadores de la región la única fuente de enriquecimiento era la


utilización de la mano de obra indígena en la agricultura. Desde el siglo XVI se observa
una tendencia agroexportadora, primero con el cacao, después con el añil, el plátano y
finalmente con el café.

A tal grado llegó la desesperada búsqueda de enriquecimiento por parte de los


colonizadores del área centroamericana, que -señala Macleod- durante el período que
quedó entre el lavado del oro y la exportación de esclavos, y el gran auge de la producción
de cacao (un lapso de aproximadamente treinta años), los españoles se lanzaron a encontrar
entre varios productos regionales, alguno que les diera la llave para hacer fortuna. La
característica de este período fue que no se implementó un sistema agrícola intensivo ya
que la mayoría de los productos eran de recolección; tal es el caso del bálsamo, exportado a

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Perú, España y México; ceras, ungüentos y gomas; la zarzaparrilla y la cañafístula,


utilizadas como plantas medicinales y cosméticos (Ibid.:57-58).

La posibilidad de colocar estos productos en el mercado, aun cuando fuera


temporalmente, estaba dada, gracias a que a nivel mundial se había producido una
ampliación del mercado y de las necesidades. Como afirma Mandel, lo que había sido en
un principio privilegio de algunos nobles, era ahora consumido por todas las clases
poseedoras y esto permitió un aumento significativo de los productos coloniales como el
azúcar, el té, el tabaco las especias, el añil, etc. (op.cit.:101).

A pesar de que el desarrollo económico de Chiapas se inscribía dentro de los


grandes procesos centroamericanos y además, administrativamente pertenecía a esta región
durante la Colonia, la entidad vivió una dinámica propia. Por ejemplo, durante los
primeros años de colonización, cuando en toda el área centroamericana se practicaba la
exportación de esclavos, la población de Chiapas fue menos afectada debido a su
aislamiento y lejanía, con respecto al centro de Guatemala (J. M. Macleod, op.cit.:40).

Chiapas, nos dice Jan de Vos (1985, tomo I:43) era una provincia sin salida al mar,
su territorio representaba aproximadamente la mitad de lo que actualmente abarca.
Comprendía "desde la Sierra Madre Oriental sobre la depresión central del río Chiapa hasta
Los Altos, incluyendo las laderas orientales y norteñas del altiplano y una pequeña parte de
la llanura costera del Golfo, adelante de Palenque". Una parte del norte del estado y
Motozintla pertenecían a las Alcaldías Mayores de Tabasco y Totonicapan,
respectivamente; el Soconusco era una gobernación aparte.

No obstante su aislamiento, Chiapas era afectada por los procesos y disposiciones


más generales, aunque condicionada por sus características propias. De esta manera al
igual que en toda América, su población sufrió también graves descensos como resultado
de los tributos excesivos y la sobreexplotación a la que fue sometida bajo el régimen de
encomienda.

La situación llegó a ser tan alarmante que la Corona Real emitió en 1529,
disposiciones encaminadas a frenar el exterminio de los indígenas del área y las
consecuencias económicas que esto le acarrearía. Sobre esto tenía sobradas experiencias en
la zona del caribe. Fray Antonio de Remesal hace referencias a estas resoluciones:

...el Consejo Real, siendo su presidente el cardenal Arzobispo de Toledo don


Juan Tabera, por mandato del Emperador que se iba a coronar desde
Barcelona año de 1529 determinó...: ...parece que los indios no se
encomiendan de aquí adelante a ningunas personas, e que todas las
encomiendas hechas se quitan luego, e que los Indios no sean dados a los
Españoles, se este ni otro título, ni para que los sirvan, ni posean por vía del
repartimiento, ni en otra manera, por la experiencia que se tiene de las
crueldades y excesivos trabajos y falta de mantenimientos, o mal tratamiento
que les han hecho sufrir y hacen en sufrir, siendo hombres libres, donde
resulta acabamiento y consumación de los dichos indios y despoblación de la
tierra, como se ha hecho en la Española.(1932, tomo II, Cap. XI: 81)

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Pero fue hasta 1544, con la llegada de Fray Bartolomé de Las Casas como obispo de
Chiapas, que empezaron a llevarse a la práctica tales medidas. La empresa iniciada por el
obispo representaba algo más que la defensa humanitaria de los indios, como señala García
de León, significaba poner en marcha al proyecto de colonización más moderno y acabado.
Se trataba de sentar las bases del propio sistema y asegurar su reproducción, impidiendo el
exterminio de la mano de obra indígena. (op.cit. tomo I:45)

Así se inició la construcción de lo que en adelante sería la estructura agraria


chiapaneca, formando, por un lado, a las comunidades indígenas a partir de la política de
reducción; y por otro, combatiendo a las encomiendas y creando las condiciones para la
formación de las haciendas.

La tarea de congregar a la población dispersa en pueblos fue realizada por la iglesia,


encabezada aquí en Chiapas, por la orden de los Dominicos.

La formación de las comunidades permitiría a las distintas figuras coloniales,


encabezadas por la Corona Real, extraer excedentes, sin exterminar a la población
productora de éstos.

Por esta razón la comunidad fue legalmente dotada con tierras que se designaron de
la siguiente manera: a) tierras de labor, colectivas o ejidales, distribuidas y usufructuadas
por familia; b) tierras comunales, trabajadas colectivamente para cubrir las necesidades de
la comunidad; c) pastizales y de) bosques y aguas, usufructuados también, por la
colectividad.

Con la posesión de estas tierras y la conservación de algunas técnicas y


conocimientos prehispánicos, las comunidades se mantenían, reproduciendo al mismo
tiempo, al sistema colonial, ya que a partir de la vida comunitaria se generaba el tributo
para el rey y las autoridades coloniales, se pagaban los diezmos a la Iglesia y se aseguraba
la existencia de la fuerza de trabajo requerida por las empresas de los españoles.

Pero las comunidades eran explotadas también, afirma Favre, como unidades de
producción y de consumo. Se les obligaba a realizar actividades económicas, tales como la
cría de la cochinilla y el cultivo del añil, así mismo se les forzaba a comprar algunos bienes
de consumo a precios elevados y no siempre requeridos. Sobre esta última forma de
imposición existía además, cierta dependencia de las comunidades frente a la economía
española, ya que a los indios les estaba prohibido la posesión de manejo del trapiche, de
ingenio, del obraje y del molino, estos eran bienes tecnológicos exclusivos de la población
española. De esta manera, las comunidades tenían que sujetarse al control de los
colonizadores para transformar algunos de sus productos y consumirlos (Favre H., 1985:47-
48).

Por otro lado, concentrada la población indígena en comunidades, era más


fácilmente controlable y para esta tarea había dos figuras fundamentales: el cura o párroco
que se encontraba en cada una de las comunidades y el Ayuntamiento o Cabildo de Indios.

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El cura, apunta Martínez Peláez, era el agente más importante de la dominación


española en los pueblos de indios. Localmente gozaba de una alta jerarquía pues era el
representante de Dios y del Rey, su papel de mediador entre españoles e indios como
intérprete de las lenguas y las costumbres de unos y de otros le confería un gran poder, de
tal suerte que el cura cumplía funciones de gobierno y de vigilancia en las poblaciones
indígenas (1985:15).

Las comunidades recibieron también un estatuto jurídico que les permitía tener
autoridades "representativas", el Ayuntamiento o Cabildo de Indios, que en realidad, junto
con el cura, era una institución del dominio español, los ayuntamientos de indios estuvieron
siempre en manos de los nobles prehispánicos.

Para mantener el control sobre los indios, los funcionarios coloniales vieron la
necesidad de crear una autoridad "pequeña, barata y local" y aprovechar muy bien el
prestigio y la autoridad de que gozaban los caciques prehispánicos frente al común de los
indios, por eso sólo ellos tenían acceso a los puestos del Cabildo, y aunque sus cargos eran
renovados anualmente, la elección de las nuevas autoridades se realizaban entre los nobles,
así, los colonizadores formaron pequeños grupos de indios privilegiados que servían a sus
intereses. (Ibid.:16)

Eran estas autoridades indígenas las encargadas directas de asegurar y organizar el


trabajo de la población para los distintos sectores de la dominación española. Llevaban el
control de los indios que, semanalmente o mensualmente, estaban obligados a trabajar en
las haciendas. Se encargaban de organizar las cuadrillas de hombres que prestaban el
servicio gratuito a la Iglesia y a la administración colonial -construcción y arreglo de
caminos y edificios- . También repartían entre las mujeres, hilaza o algodón en fibra para
que fuera devuelto en forma de mecha para las candelas.

Los caciques indígenas, además de estar exentos de la tributación y los trabajos


forzados, poseían una gran autoridad que les permitió enriquecerse, utilizando todo tipo de
métodos coercitivos -fraudes, chantajes, castigos-, sobre los indios comunes, en abierta
colaboración con los colonizadores. A lo largo de la historia colonial, los abusos de estos
indios nobles fueron una de las principales causas de los motines. (Ibidem.)

Pero quien logró el verdadero poder económico en la Provincia de Chiapas, gracias


al control directo sobre los pueblos de indios fue la orden de los Dominicos. Después de
que Fray Bartolomé de Las Casas salió de Chiapas (1546), los párrocos empezaron a tener
una rápida acumulación de dinero, proveniente del manejo de las cajas de la comunidad de
los diezmos que la población les entregaba, de los tributos que a nombre de la Corona
colectaban, etcétera.

La especulación que hacían de todo este dinero colectado les permitió erigirse como
el grupo "financiero", haciendo prestamos al comercio y a la agricultura sobre un interés
del 5%. El control absoluto de la orden, sobre los excedentes producidos por los pueblos
indígenas, estuvo favorecido por el hecho de que, casi durante siete décadas, el obispado
estuvo en sus manos. Desde Las Casas (1544) hasta Fray Tomás Blanco (1612), todos los
obispos fueron dominicos. (García de León A., op.cit., tomo I:51).

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Así pues, la orden de los dominicos representa al capital usurero.

Cuando el cambio comienza a generalizarse y crea ya un amplio


sector monetario en la economía, pero cuando al mismo tiempo la mayor
parte de los productores y las clases poseedoras cobran todavía sus rentas en
forma de valores de uso, el capital usurario conoce su edad de oro. Prestar
dinero a intereses usurarios se convierte en la fuerte principal de beneficio.
(Mandel E., op.cit.:93).

El poder económico del clero también iba en aumento con la acumulación de


enormes extensiones de tierra, hasta llegar a convertirse en el principal terrateniente. Había
venido acaparando tierras, poco a poco, a partir de las donaciones que las comunidades
hacían para crear fondos a favor del santo patrón del pueblo, con el fin de ofrecerle grandes
fiestas con los productos de esas tierras. Estas instituciones eran las cofradías que muy
pronto se multiplicaron en todos los pueblos, sus tierras eran cultivadas en forma colectiva
por los indios, como servicio gratuito (De la Peña T, Moisés, 1957:333).

Por otro lado, al ser suprimidas las encomiendas, las más importantes empresas
productivas quedaron a cargo del clero en representación de la Corona. El dominio de la
orden de los dominicos se extendió en La Frailesca, Los Custepeques, Comitán, San
Bartolomé y Ocosingo, no sólo sobre las tierras que poseían las encomiendas, sino también
sobre tierras realenguas y baldías, incluso sobre "tierras abandonadas por los indios".

El proceso de formación del clero como terrateniente se dio rápidamente, en 1572


no poseían absolutamente nada de tierra, eran productores por derecho de la Audiencia,
pero dieciséis años después, tenían en sus manos tres prósperos ingenios, doce grandes
haciendas de ganado mayor y varios trapiches (García de León, op.cit.:51)

Sin duda, las haciendas del clero fueron las empresas fundamentales de la
agricultura en la provincia, sin embargo, también se desarrollaron aquí, durante el mismo
período las haciendas con carácter de propiedad privada, hecho que -señala Favre- le
confiere a la provincia un desarrollo original y singular, único en América, determinado por
condiciones muy locales. Debido a que el reparto de las encomiendas en Los Altos había
sido muy conflictivo, los encomenderos tuvieron la precaución de asegurarse algunas
tierras, para que, a pesar de que les fuera quitadas las encomiendas, pudieran heredar a sus
descendientes. (op.cit.:45)

De esta manera desde fines del siglo XVI la hacienda o finca se establece como el
sistema de producción agrícola determinante en la vida económica de Chiapas, la
encomienda prácticamente había desaparecido y la población indígena, concentrada en las
comunidades, había sido convertida en servidumbre agraria.

La particularidad del proceso de formación de las haciendas y de la implantación


del sistema de servidumbre agrario en Chiapas, es que nace y se consolida muy
tempranamente. El otro rasgo característico de este proceso, es que las fincas surgen con
una tendencia mercantil y exportadora, ligada desde su inicio, al mercado internacional.

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Sin embargo, no todos los productos de exportación fueron cultivados, inicialmente,


dentro del sistema de hacienda. De hecho, el producto que originó el primer período de
auge agrícola en Centroamérica, el cacao, es un ejemplo de esto.

Es bien sabido que en muchos casos los colonizadores aprovecharon algunas de las
estructuras económicas que existían desde antes de su llegada. Tal es el caso del cultivo del
cacao, que tenía una larga tradición entre los nativos del área centroamericana. Había una
importante producción en el Valle de Ulúa, Honduras, Tabasco, Veracruz y Campeche, sin
embargo, los principales productores -tanto en la época prehispánica como en la colonia-
eran Zapotitlán y el Soconusco, esta última era la población que más tributaba a los Aztecas
(Macleod op.cit.:59-60).

Aunque el cacao había sido una bebida de uso exclusivo de la nobleza india, poco
tiempo después de instaurado el sistema colonial, se generalizo su consumo entre toda la
población indígena. Así, los comerciantes españoles llegaban al Soconusco y Zapotitlán
desde México, Tlaxcala, Puebla y Cholula, en busca de éste producto.

El comercio del cacao, realizado por los españoles, incluso siguió utilizando la
antigua ruta prehispánica de la costa de Tehuantepec.

En cuanto a la producción, los españoles dejaron en manos de los nobles indígenas,


la posesión de las tierras dedicadas al cultivo del cacao, obteniendo el producto a través del
tributo. Tal importancia adquirió el cacao, que empezó a exigírsele a muchos de los
pueblos, incluyendo a los que no contaban con este cultivo; tal es el caso de Verapaz,
Chiapas y Quetzaltenango (Jan de Vos, op.cit.:58).

Otro de los productos prehispánicos que al parecer, cobro importancia dentro de la


economía agroexportadora durante la Colonia, fue el tabaco.

En diversos trabajos sobre Chiapas se habla de que Mapastepec y Simojovel eran


las dos regiones productoras del tabaco, pero no se proporciona mucha más información.

Se sabe que al igual que el cacao de Soconusco, el tabaco de Simojovel era, antes de
la llegada de los españoles, uno de los productos que se comercializaba y tributaba a los
aztecas. Era también de uso exclusivo de las clases altas -nobles y sacerdotes-, tenía un
carácter sagrado y se le atribuían cualidades curativas.

En la corte de Moctezuma, los grandes señores usaban del humo del


tabaco como narcótico, no sólo para hacer la siesta después de la comida,
sino también para dormir por la mañana luego después del almuerzo...
Con las hoja secas del yetl [nombre nahuatl del tabaco] hacían cigarros y
los adaptaban a unos tubos de plata, madera o caña; muchas veces
mezclaban la resina del liquidámbar styraciflua y otras materias aromáticas,
en una mano tenían el cigarro y con la otra se tapaban las narices para tragar
el humo del cigarro con más facilidad; varias personas se limitaban a sorber
el humo por las narices. Aunque el picietl (nicotina rústica) fue muy

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cultivado en el Anahuac, con todo parece que sólo las personas acomodadas
usaban el tabaco... (De Humboldt A., 1973:279).

Una vez establecido el gobierno colonial, el cultivo del tabaco quedo bajo el control
español y aunque su producción seguía estando en manos de la población indígena, ahora
estaba destinado para la exportación.

La Corona Real monopolizó la producción del tabaco, al establecer el Estanco Real


en 1764, Humboldt menciona que a partir de entonces, además de requerirse un permiso
especial para plantar tabaco, el cultivo se restringió a ciertas regiones y los campesinos
indígenas estaban obligados a vender el producto a la administración colonial a precios
arbitrariamente establecidos (Ibidem.) o era entregado como tributo.

En la Nueva España la producción del tabaco estaba destinada al comercio interno


ya que existía gran demanda de parte de los españoles allí establecidos. El Estanco Real
vendía siete millones y medio de pesos de tabaco para fumar y en polvo, (lo que le dejaba
una ganancia de cuatro millones de pesos) cantidad exorbitante, ya que la población total
era de 5,800,000 personas y de ésta, 2 millones eran indígenas que no fumaban. Además
de la importante producción de Córdoba, Orizaba y Zongolica, anualmente se importaba
tabaco de la Habana (Ibidem.)

En Chiapas a diferencia de lo que ocurría en la Nueva España, el tabaco era


producido principalmente para la exportación. Además de que la población india seguía
cultivándolo para tributar o venderlo a la Administración, la Corona arrendaba a
particulares, los estancos de tabaco, al igual que los de aguardiente y pólvora, mediante
contrato y bajo fianza, en general estos arrendatarios eran ricos políticos influyentes (De
Vos, op.cit.:54).

No contamos con mayor información referente al cultivo del tabaco en Simojovel


durante el siglo XVI y XVII, sin embargo podemos suponer que esos arrendatarios
españoles del estanco real del tabaco, fueron estableciéndose poco a poco en la zona,
formando fincas fundamentalmente tabaqueras y ganaderas.

Es posible plantear, a manera de hipótesis, que en Simojovel empezaron a proliferar


las fincas en manos de particulares ya que esta región no estaba a cargo de la orden de los
dominicos, sino de la de los franciscanos y éstos -apunta García de León- no amasaron
grandes fortunas ni acapararon tierras, solo explotaban algunas granjerías en Huitiupán y en
el Soconusco (op.cit.:52).

Por otro lado, es importante señalar que si aún antes de que se consolidara el
sistema de hacienda o finca, ya la población indígena estaba sujeta a una serie de
prestaciones y era tributaria, es decir, estaba sometida a relaciones serviles, con la
implantación de la finca, esta condición de los indígenas se afianza, ahora cada vez más
vinculada a este sistema de producción agrícola ganadero.

Durante la primera década del siglo XVIII, se presentan nuevas condiciones que
permiten a los hacendados crear una serie de mecanismos extraeconómicos (que han

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perdurado hasta nuestros días) para someter, aún más, el trabajo de la población indígena,
de acuerdo con sus requerimientos.

Las crecientes necesidades de la Corona Española por conseguir circulante la llevan


a dictar nuevas disposiciones en sus colonias. En 1719 se establece que los tributos serán
cobrados, a excepción de las mantas de algodón y el maíz, en dinero.

Ante esta medida los indios tributarios recurren, cada vez más, a las haciendas en
busca de trabajo, a fin de conseguir el dinero exigido por la administración colonial. Es así
como en las fincas se empiezan implemento prácticas tales como dar préstamos por
adelantado, fomentar el endeudamiento, para asegurar el domino sobre la mano de obra.

Este proceso que no es más que el de una embrionaria proletarización vino sumarse
a una serie de abusos que se estaban cometiendo contra la ya de por sí diezmada población
nativa, generando una de las rebeliones más importantes de la historia colonial, la llamada
rebelión tzeltal (Ibid.:54).

La rebelión de los zendales sucedió en el momento en que la


sociedad colonial chiapaneca salía del "siglo de la depresión" y decidió
emprender resueltamente la vía del mercantilismo, al ejemplo de las demás
provincias del reino de Guatemala (De Vos J., Panorama de Cuatro
Rebeliones de Chiapas, 198 :18).

Con la intención de activar el mercado interno, se aumentó la presión sobre las


comunidades para la entrega del tributo. Se incrementó la venta forzada de mercancías en
las comunidades, así como la exigencia de producir las materias primas, recrudeciéndose
así la explotación. Así mismo, la iglesia contribuyó a esta situación, aumentando el monto
de los diezmos (Ibidem.) Estas fueron pues las causas de la rebelión indígena que casi
derrumbaron al sistema colonial.

Sin embargo, una vez apaciguado el movimiento indígena, se restableció


nuevamente el domino español y es a fines del siglo XVIII cuando la estructura económica
colonial empezó a resquebrajarse.

La descomposición de la economía colonial se inició con la caída de los precios de


los principales productos de exportación de la provincia, en añil y la cochinilla y aunque el
cacao y el tabaco seguía conservándose como productos importantes, sólo se producían en
algunas partes de la región norte, Simojovel era una de ellas.

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CAPITULO II

De la hacienda tradicional a la finca capitalista

El despegue de un nuevo sistema de producción que comandaría el desarrollo del


capitalismo en Chiapas correspondió a un proceso más general, el de la consolidación del
capitalismo como sistema mundial, a partir de la gran revolución industrial. En este marco
general se inscribe también el cambio en las relaciones entre América y las potencias
europeas en donde las relaciones de explotación colonial se transforman en relaciones de
explotación capitalista una vez consumadas las guerras de independencia.

Las potencias europeas del siglo XVI, XVII y XVIII tenían en las colonias de
Latinoamérica una de las fuentes fundamentales de acumulación primitiva, como
productoras de oro y plata, y como consumidoras de la producción manufacturera de
Europa.

El régimen colonial apunta Semo, se encargó de impedir cualquier forma de


desarrollo local que atentara contra los intereses de la metrópoli. Así el naciente
capitalismo de los siglos XVI al XVIII generó en la metrópoli la acumulación de capital y
el nacimiento de la clase obrera; y en las colonias, la expropiación de excedente, la
descapitalización y la difusión de la esclavitud, y yo agregaría la utilización de diversas
formas de explotación de la mano de obra: formas serviles, asalariadas y esclavistas,
predominando los métodos de coerción extraeconómicos.

Por otra parte, el ascenso de la burguesía en Europa contribuyó a trabar el desarrollo


de la burguesía en América. (Semo E. op.cit: 30-31)

Las condiciones económicas y sociales forjadas durante tres siglos y medio de


colonialismo, aunadas a la destrucción y ruina producidas por las guerras de independencia,
impusieron a los países como México serias dificultades para crear su propia economía.

La tierra representó para la nueva clase dirigente la única alternativa para crear e
impulsar el capital nacional. Se trataba entonces de recuperar este patrimonio que, por un
lado, pertenecía a las comunidades indígenas y por otro, en su mayor parte, estaba
acaparado por el clero.

Ante la necesidad de liberar la tierra y ponerla en circulación, se implementó un


gran programa jurídico -Las Reformas Liberales-, creando con ello las condiciones para el
desarrollo del capitalismo.

Si bien, durante el siglo XVII y XVIII las tierras comunales fueron afectadas por el
establecimiento o expansión territorial de las haciendas, con las leyes de Reforma, las
comunidades agrarias fueron casi completamente exterminadas, para dar paso a la gran
propiedad privada.

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Meyer señala que la aplicación de estas leyes provocó una serie de levantamientos
comuneros en diferentes estados del país. Aunque seguramente hubo varios disturbios y
protestas, el autor menciona que en 1869 Michoacán, Querétaro, Puebla, Oaxaca , Hidalgo,
y Chiapas fueron escenarios del descontento campesino. (Meyer Jean: 1973.18)

Por otro lado, como apunta Martínez Peláes (1985:17), la Reforma liberal no solo
transformó profundamente la vida de los pueblos indígenas al arrebatarles la base
económica de su reproducción, sino que además recrudeció la situación del indio en una
condición de siervo. Según la tesis de Martínez Peláez, durante la Colonia el indio fue
explotado a través de diferentes mecanismos- el tributo, las prestaciones personales, las
diferentes modalidades del repartimiento- que lo colocaron en una posición servil en las
relaciones de trabajo. Estas condiciones se reprodujeron hasta los primeros años de la vida
independiente, con la particularidad de que la mano de obra indígena fue explotada sin ser
absorbida por las empresas españolas estaba sujeta a formas de explotación servil a partir
de su pertenencia a una comunidad. (1977:622-626).

Así, con el despojo de las comunidades a partir de la Reforma, se liberó la mano de


obra , quedando completamente a merced de los nuevos terratenientes, para el caso de
Chiapas y Guatemala, de los empresarios cafetaleros.

De acuerdo con las siguientes cifras, el predominio de las nuevas fincas en Chiapas
al comenzar el siglo XX, es evidente.

Las fincas conformaban el 87.84% de las localidades registradas, mientras que las
localidades que aparecían con la categoría de pueblos representaba el 3.67%. Para entonces
el 50% de la superficie total del estado permanecía inexplotada, por lo que las fincas
acaparaban casi la totalidad de las tierras aptas para el cultivo, manteniendo en su poder
3'029,138 hectáreas. (Pedrero Gloria, 1984:37)

Gloria Pedrero señala que al ser exterminada casi en su totalidad la propiedad


comunal, el número de haciendas y ranchos se incrementó aproximadamente en un 500%.
Según los datos diezmales, para principios del siglo XIX existían 283 haciendas y
84 ranchos; y según los padrones de la misma época las haciendas eran 382 y los ranchos
105, el número de comunidades era de 96 y el de pequeñas propiedades era de 2 917.
Las estadísticas del porfiriato para principios del siglo XX mencionan entre 1,049 y
1,583 haciendas y 274 y 5, 742 ranchos (Ibid:33).

En síntesis, las reformas liberales representaron el proyecto jurídico económico de


las nuevas clases en el poder que preparó las condiciones para el desarrollo del capitalismo
en los países independientes.

Es a partir de este momento que las relaciones de América Latina con


los centros capitalistas europeos se insertan en una estructura definida: la
división internacional del trabajo, que determinará el curso del desarrollo
ulterior de la región. En otros términos, es a partir de entonces que se
configura la independencia, entendida como una relación subordinación
entre naciones formalmente independientes, en cuyo marco las relaciones

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de producción de las naciones subordinadas son modificadas recreadas


para asegurar la reproducción ampliada de la dependencia. El fruto de la
dependencia no puede ser por ende sino más dependencia... (Marini M. Ruy:
1981,18).

En esta nueva relación de los países de Latinoamérica con los más desarrollados de
Europa es que se define el eje sobre el cuál girarán las economías de ambos bloques.
Mientras que en los principales centros europeos se estaba produciendo el despegue de la
gran industria, un acelerado crecimiento de la clase obrera industrial y, en general de la
población urbana ligada de alguna u otra manera a la industria, los países como el nuestro
atravesaban por el proceso de acumulación capitalista, con la fuerte injerencia de la
inversión capitalista extranjera.

Pero el acelerado desarrollo industrial europeo no hubiera sido posible sin tener
asegurada la producción de bienes de subsistencia de origen agropecuario que provenía en
gran parte de América Latina. Es así como los países industrializados se pudieron
especializar en la producción de manufacturas, mientras que a los de Latinoamérica les
correspondió la especialización en producción de alimentos.

Pero a esta capacidad de los países latinoamericanos de producir alimentos para la


demanda mundial se agregó pronto la de participar en la formación de un mercado de
materias primas. (Idem.:21-22).

Así se coloca la economía mexicana en el ámbito internacional como productora de


alimentos y materias primas para satisfacer la demanda externa con el impulso de la
inversión extranjera.

En México, las leyes de colonización y tierras baldías promulgadas durante el


porfiriato -entre 1883 y 1910- vinieron a consolidar el proyecto liberal. Continuaría el
proceso de acumulación originaria iniciado con las leyes de Reforma, se impulsaría el
desarrollo de la agricultura capitalista, y se aceleraría la privatización de la tierra y la
colonización de los terrenos vírgenes. Además y principalmente, esta legislación porfiriana
estaba encaminada a proporcionar todas las facilidades a los inversionistas extranjeros.

Una de las primeras leyes fue la que autorizó la constitución de las compañías
deslindadoras por parte de mexicanos o extranjeros. Durante los seis años que se mantuvo
en vigor la ley -de 1883-1889-, fueron deslindadas 32 millones de hectáreas, se otorgaron
gratuitamente 12 700 000 a las compañías deslindadoras, las que además habían comprado
14 800 000 de hectáreas. (Gutelman, 1980:33-34)

Paralelamente, a este proceso de acumulación, se desarrollaba también la


producción agrícola de exportación como resultado de la gran influencia de capital
internacional hacia esa rama productiva. En el curso de veinte años los productos como el
henequén, el tabaco, la vainilla, etcétera, pasaron de un 19.8% de las exportaciones de
1887 a un 38.4% de las de 1910, (Ayala y Blanco, 1982:15)

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Este fue el contexto nacional e internacional que posibilitó el surgimiento del


régimen de plantación en algunas regiones del país y de América Latina. En este proceso
las plantaciones se desarrollaron como un sistema agrícola de producción diferente al de la
hacienda tradicional, aunque como veremos, en Chiapas adoptaron también relaciones
serviles de producción.

Aunque algunos autores como E. Wolf y Mintz (1975:493-531) sostienen que al


igual que la hacienda, el régimen de plantación surgió en el siglo XV y que la diferencia
entre uno y otro sistema agrícola radica en que:

La hacienda se reproduce a partir de escaso capital, abastece a un mercado pequeño


y la lógica de producción gira en torno a la acumulación, pero el objetivo central es el de
satisfacer las aspiraciones de la posición social del propietario. Aquí el propietario es
dominante y emplea una fuerza de trabajo dependiente que generalmente es local y no
siempre es pagada con salario, sino que se utilizan métodos coercitivos para su
mantenimiento.

Mientras que la plantación cuenta con abundante capital para abastecer un mercado
a gran escala. Aquí la lógica de la producción esta dada única y exclusivamente por la
acumulación de capital. La fuerza de trabajo puede incluso ser importada.

Consideramos que en términos muy generales estas son las diferencias entre estos
sistemas, sin embargo podemos señalar que las plantaciones que nacen a mediados del siglo
XIX en nuestro continente son producto de la expansión del sistema capitalista a nivel
mundial, proceso que enmarca la transformación de las colonias en países formalmente
independientes para ingresar a la esfera mundial bajo una nueva forma de dependencia
económica frente a los países capitalistas más desarrollados de Europa y Norteamérica.

Tomando en cuenta estas condiciones, coincido con José Bengea cuando plantea
que la aparición del régimen de plantaciones en América Latina es el resultado de
combinación de cuatro factores:

1) Una creciente demanda internacional por los productos de origen agrícola tales como el
azúcar, el tabaco, el algodón, el café, el banano, etcétera.

2) La gran disponibilidad de tierras poco pobladas o despobladas que permitieron el


desarrollo de los cultivos a gran escala.

3) Dada la característica anterior, la mano de obra es, la mayoría de las veces, extralocal y
adquirida a través de métodos coercitivos.

4) La afluencia de capital central local e incluso internacional.

Además de estos cuatro elementos, la plantación se define, según Bengoa, por ser
una empresa agrícola capitalista de enclave que tiende a maximizar sus ganancias,
implantando relaciones de trabajo caracterizadas por la sobreexplotación de la mano de
obra. En una sola empresa convergen relaciones esclavistas y asalariadas. (19981:163-164)

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Pero al igual que en el plano internacional, al interior del país se reproducía la


división del trabajo por regiones. Entre 1870 y 1890, en algunas zonas se dio un rápido
desarrollo industrial. La minería tuvo progresos importantes con el oro y la plata. Se
desarrolló la industria textil de manera significativa y la metalurgia con las acerías de
Monterrey y el plomo en el centro del país.

La industria ligera cobró también un gran impulso con productos como el jabón,
cigarros, cerveza y aceite.

En este mismo período fueron perforados los primeros pozos petroleros y se


construyeron las primeras presas hidroeléctricas. En la comunicación se obtuvieron
adelantos, con la construcción de más de 20 000 kilómetros de vías ferroviarias, la
construcción de infraestructura para la comunicación telegráfica y se realizaron mejoras
portuarias, todo esto facilitaba el comercio, principalmente el exterior.

Pero como ya señalaba, al quedar colocado el país como productor de alimentos,


respondiendo al aumento en la demanda de productos agrícolas, los estados de Yucatán,
Tabasco, parte de Oaxaca y Veracruz, y Chiapas tuvieron una gran afluencia de capital para
impulsar la producción agroexportadora. El aumento en la producción entre 1877 y 1910,
por producto se observa en el siguiente cuadro:
_____________________________________________________________

Artículo 1877 1910


_____________________________________________________________
Caucho 27 7 443
Café 8 161 28 014
Tabaco 7 504 8 223
Sisal 11 383 128 849
Azúcar 629 757 2 503 825
_____________________________________________________________
Fuente: Estadísticas económicas del porfiriato: Fuerza de trabajo y actividad económica
por sectores.
Citado por Katz, Friedrich, 1980:25.

Así pues, Chiapas se ubicó dentro de la economía nacional como una de las
principales regiones agroexportadoras, fundamentalmente con la producción cafetalera. El
auge de la cafeticultura se inició en el estado al finalizar el siglo XIX, a partir de 1890,
primero en el Soconusco y diez años después en la región del norte; Simojovel, Tila y
Tumbalá . Cinco años más tarde en Chiapas existían tres millones de cafetos, dos se
encontraban en el Soconusco y uno en la región del norte. Para 1900 la entidad era la
principal productora del país, en ese año se exportaron 80 mil quintales. Chiapas era
también la región con mayor número de plantaciones, contaba con 181 de las 321 que había
en el país., Veracruz tenía 98 y Oaxaca 42 (García de León A., 1985 Tomo I:177-179)

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El Soconusco, fue sin lugar a dudas, la región de la entidad en donde estas nuevas
empresas capitalistas se desarrollaron con mayor impulso, respondiendo a las
características señaladas por José Bengoa.

Las condiciones históricas de esta área chiapaneca permitieron el proceso de


formación de las plantaciones fuera, más típicamente capitalista. El despoblamiento que
privaba en la zona desde del período colonial facilitó una rápida apropiación privada de la
tierra por parte de colonos extranjeros.

La compañía deslindadora que vendió la mayor parte de las tierras del Soconusco, y
después del norte del estado, fue de procedencia inglesa, llamada "De Terrenos y
Colonización". (De la Peña M., 1957:335)

Figura también entre las compañías importantes la "Compañía Deslindadora del


Norte del Estado" y la "Compañía Mexicana de Colonización en Chiapas". Con la
actividad de dichas compañías, se deslindaron más de 300 000 hectáreas, que representan
aproximadamente el 40% del territorio del estado (Pedrero Gloria, op.cit.:35-36)

De acuerdo con los datos del Anuario Estadístico de Chiapas de 1908, citado por
Moisés de la Peña (op.cit.: 325), en ese año se tenían registradas 1,120 haciendas, 5,742
ranchos y 3,742 no clasificados. En total sumaban 10,604 predios con valor de
37'600,202.00 de éste $ 9'429,216.00 pertenecía a las fincas extranjeras.

Del monto total del valor de las tierras en manos de extranjeros la mayor parte se
concentraba en el Soconusco con 66 fincas de almacenes, estadounidenses, españoles,
franceses, guatemaltecos, ingleses, italianos y japoneses, valuadas en $ 4'404,473.00.

El resto de las fincas con propietarios extranjeros aparecen repartidas entre


Palenque con 35 propiedades de estadounidenses y 14 de alemanes; Ocosingo con 12 fincas
de alemanes y españoles; Tuxtla con 3 de españoles e ingleses y Tonalá con más de 20
fincas de españoles y estadounidenses. (ibid.:342)

Dada la importante presencia del capital extranjero en el Soconusco, el área


representó desde fines del siglo la principal impulsora del capitalismo en la entidad. No
obstante, las relaciones de producción al interior de las empresas habían refuncionalizado
algunos métodos precapitalistas de explotación de la fuerza de trabajo. Aunque era mayor
el número de trabajadores temporales, existían también los peones acasillados. Katz,
citando a Kraeger, señala que en 1901 las fincas cafetaleras del Soconusco contaban con
240 trabajadores temporales y solamente con 50 permanentes. (1980 :29).

Sin embargo, como la mayoría de los trabajadores eran migrantes de Los Altos, la
atracción hacia las fincas se hacía utilizando métodos coercitivos. El sistema de enganche,
el endeudamiento, los engaños se convirtieron en las formas comunes de conseguir a la
mano de obra temporal.

A pesar de que las plantaciones, al mando de los capitalistas extranjeros, se


adaptaron a las condiciones regionales, implementando los viejos métodos

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extraeconómicos con la fuerza de trabajo indígena, impulsaban las relaciones mercantiles al


pagar los salarios en dinero y crear necesidades de consumo que abrirían un mercado
interno.

En esta nueva situación, los comerciantes y finqueros tradicionales de San Cristóbal


fueron adquiriendo la función de enganchadores de la mano de obra, para cubrir la
demanda de las empresa capitalistas pese a que se resistían a aceptar las nuevas relaciones
impersonales y asalariadas.

Ante el peligro que el desarrollo del capitalismo representaba para las comunidades,
pues la población se estaba proletarizando, los terratenientes se lanzaron a defender a los
indios en contra de esa nueva clase la burguesía extranjera -mexicanos, alemanes y
norteamericanos-. Señala García de León que gente como Vicente Pineda, Flavio A.
Paniagua, Manuel Pineda, utilizaban argumentos propios de la Colonia, para proteger a sus
indios de la embestida del capital (op.cit.: 185-187)

A pesar de estas rivalidades, las plantaciones entraron en una especie de equilibrio


que les permitió su convivencia con las fincas tradicionales y las comunidades indígenas,
esto en parte gracias a la lejanía que existe entre el Soconusco y la zona de Los Altos.

En efecto, el hecho de que las plantaciones capitalista se ubicaran en una región


despoblada impedía que los propietarios entraran en conflicto por tierras, agua y bosques
con las comunidades o fincas tradicionales. El único problema seguiría siendo la
adquisición de la mano de obra, que de alguna manera se resolvía con la ayuda de los
enganchadores y las facilidades prestadas por el Gobierno.

Este mismo hecho, a mi juicio explica las diferencias entre el establecimiento de las
plantaciones cafetaleras en el Soconusco y en Simojovel.

En Simojovel existían desde la época prehispánica, asentamientos indígenas y las


comunidades fueron despojadas primero por el avance de las fincas tradicionales, de tabaco
y ganado, y después por algunas cafetaleras.

Los conflictos entre las nuevas y viejas fincas en expansión y las comunidades
agrarias era tal, que en 1827 se emitió una ley que intentaba frenarlos. Con ella se
pretendía proteger a las comunidades pues se decretó medir los ejidos previamente a la
venta de los terrenos que eran denunciados como baldíos, y se encontraban cercanos o
dentro de la propiedad comunal.

A pesar de dicha disposición legal los finqueros actuaron libremente y en esta época
se aceleró el despojo de tierras comunales en las regiones de Chilón, Bachajón y Simojovel.
(ibid. 149)

Estas condiciones, condujeron el desarrollo de la cafeticultura en otros términos; de


acuerdo con los datos existentes, Simojovel no aparece con un registro de inversión
extranjera, más bien se señala que algunas familias de San Cristóbal y Comitán migraron

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hacia el Departamento de Simojovel con el interés de plantar el nuevo producto que


prometía ganancias.

De hecho, si observamos la lista de las familias terratenientes de la entidad, vemos


que en la región aparecen solamente apellidos del estado. Penagos, Urbina, Hidalgo,
Zenteno, Coello, Espinosa, Lara, Tovilla Figueroa, Robles, Navarro, y como veremos más
adelante seguirán siendo hasta nuestros días la familias que se encuentran en conflicto con
la población indígena. (Fuente: Sección Estadística, 1911. Citado por García de León
op.cit.:205)

En esta región, hubo una especie de transición lenta de la finca tradicional a la finca
capitalista. Si los plantadores extranjeros se adecuaron a los métodos precapitalistas de
explotación de la fuerza de trabajo, los empresarios de Simojovel, procedentes de la
oligarquía terrateniente del estado, reprodujeron o mantuvieron las mismas formas de
relación con los trabajadores, es decir, paternalistas y coercitivas.

De esta manera, al iniciarse el presente siglo, el desarrollo del capitalismo había


refuncionalizado el sistema de servidumbre agrario.

Este hecho le daba a la entidad chiapaneca la característica social y política y


marcaría su particular desarrollo ulterior, distinto al de las regiones del centro y norte del
país.

Si bien es cierto que al finalizar el siglo XVIII e iniciarse el XIX, la hacienda era el
sistema de producción agrario que seguía determinando las relaciones de trabajo en el
campo mexicano, las condiciones laborales seguían dos grandes patrones -anota Katz- por
un lado el norte y el sur, y por otro el centro.

En el centro, a partir del siglo XIX predominaba ya el trabajo eventual, la gran


cantidad de indígenas que habían sido despojados de sus tierras, aquí el peonaje por deudas
era mucho menos importante de lo que podría suponerse. En el norte, prácticamente
despoblado dominaban los métodos coercitivos para asegurar y mantener en las haciendas a
la mano de obra. Y en el sur, a pesar de que existía una gran concentración de pueblos
indígenas, predominaba también la coerción para atraer a los trabajadores debido a que
había una gran escasez de trabajadores libres ya que aquí un mayor número de indígenas
había conservado sus comunidades agrarias, y también a que existían caciques indígenas
que competían con los hacendados españoles por la mano de obra (Katz F., 1980:20).

Pero en el caso de Chiapas, como ya hemos visto, las haciendas tradicionales habían
avanzado sobre las comunidades agrarias, acasillando o sometiendo al baldiaje a sus
pobladores. Por otro lado, no hay que olvidar que las plantaciones se establecieron en
regiones despobladas, por lo que utilizaron la coerción para conseguir a la fuerza de
trabajo.

Es conocido que durante este período gran parte de los trabajadores de las
plantaciones de Yucatán, del Valle Nacional, Oaxaca y Tabasco llegaban de manera
forzada y bajo engaños. Esta fuerza de trabajo estaba conformada por indígenas del norte

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que resistían el embate de las haciendas, es muy conocido el caso de los Yaquis de Sonora
quienes fueron masivamente deportados a Yucatán. También eran deportados los
pobladores del área urbana considerados delincuentes, entre estos estaban los "vagos" y los
que se manifestaban contra el régimen porfirista.

En Chiapas, sólo al inicio se buscó cubrir la demanda de mano de obra con


deportación de trabajadores extranjeros, chinos, coreanos y jamaiquinos y al igual que en
los otros estados del sur, enfermaron y murieron por las condiciones climáticas y laborales
(ibid. 25-26). Después la fuerza de trabajo provenía fundamentalmente de la zona de Los
Altos de Chiapas y Guatemala.

Los trabajadores que eran enganchados trabajaban solamente durante un período de


tiempo, generalmente dos o tres meses, y la mayoría, durante la época de cosecha del café.
Se les adelantaba del sueldo una cantidad para el transporte hasta la finca, durante el tiempo
que permanecían en esta tenían que comprar allí sus alimentos y finalmente se endeudaban
con la compra de aguardiente, con todos estos gastos, al término de su contrato, no tenían
ya ni un solo centavo, así que el finquero le proporcionaba un adelanto de su próximo
contrato para el pasaje de regreso. Así quedaban obligados a volver para la siguiente
temporada.

A pesar de que las fincas capitalistas dependían de esta nueva modalidad de trabajo
temporal forzado, no habían liquidado el peonaje por endeudamiento. Los acasillados
recibían una parcela dentro de la finca que cultivaban para su sostenimiento, a cambio de
trabajar dos o tres días de la semana para la finca. También recibían un salario, la mayoría
de las veces simbólico, alguna ración de alimento y el derecho a usar partes de la finca para
mantener a sus animales. Por este derecho, realizaban trabajos los domingos, en Chiapas se
le llama "fajina". También realizaban trabajos domésticos y en general una serie de
servicios para el finquero o encargado de la finca. La relación de estos trabajadores con los
propietarios era tan cercana que se establecían una serie de lazos familiares y rituales.

Las fincas empleaban también a trabajadores libres de las comunidades cercanas a


la propiedad y recibían salarios mayores que los acasillados y los eventuales.

De los diferentes tipos de trabajadores que concentraba una finca, los acasillados
eran los más leales al patrón, sin embargo, cuando pretendían liberarse de la finca, existía
todo un sistema de control. Tanto las autoridades locales como estatales, así como los
enganchadores y caciques de los pueblos se encargaban de vigilar o capturar a los que
huían. También el ejército y la policía rural se encontraban al servicio de las fincas para
asegurar la permanencia de los trabajadores.

Todos estos métodos violentos que pesaban sobre la fuerza de trabajo, se tradujeron
en un importante aumento en la producción agroexportadora.

Katz concluye que para que se instaurara en esta región del país, esta nueva forma
de esclavitud confluyeron una serie de factores:

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1) Un considerable aumento en la demanda internacional de productos agrícolas


tropicales, ligado a la creación de infraestructura (ferrocarril, comunicación portuaria,
telegráfica, etc.) que facilitaba la relación de las plantaciones con el mercado en el centro
de México.

2) El aumento de una mano de obra libre en el centro de México que no estaba


ocupada por las haciendas, ni podría ser absorbida por la industria.

3) La existencia de la industria y la minería en el sur, facilitaba la refuncionalización de la


esclavitud [y la servidumbre] al no haber competencia por la mano de obra... "esa
competencia debilitó el poder de los hacendados en el norte del país.

4) "Un gobierno fuerte con voluntad para fomentar este sistema de neoesclavitud". La gran
afluencia del capital extranjero, sobre todo en el ferrocarril, fortaleció dicho gobierno. La
formación de un cuerpo represivo -ejército y policía rural- capaz de sofocar los
levantamientos campesinos.

5) "El aislamiento físico del sur de México, facilitaba el control gubernamental y


dificultaba la emigración de trabajadores" (ibid.:33).

La situación de la meseta central era muy distinta, siempre fue una región muy
poblada. Durante el porfiriato las comunidades agrarias fueron casi completamente
despejadas, sin que la incipiente industrialización del período tuviera la capacidad de
absorber a esa fuerza de trabajo liberada. Esta sería una de las principales contradicciones
que se expresarían en la revolución de 1910.

En esta región las haciendas, se dedicaban en su mayor parte a la producción de


maíz, trigo y pulque, y algunas, las que se ubicaban en las partes más bajas, estaban
dedicadas a los llamados productos tropicales, como las haciendas azucareras de Morelos.

A pesar de que en este período hubo un aumento significativo en la demanda del


maíz y el trigo, la producción disminuyó: en el caso del maíz bajó de 2 730 a 292 611 en las
mismas fechas. (Estadísticas económicas del Porfiriato, citadas por Katz F., op.cit:34) De
esta forma México pasó a depender cada vez más de la importación de dichos productos.

La incapacidad de los hacendados para aumentar la producción se debía a que les


resultaba mucho más barato utilizar mano de obra, dada su abundancia, que modernizarse
con maquinaria. Además tenían la facilidad de expanderse, sin ningún costo, despojando a
la población indígena.

Esta situación se tradujo en un marcado deterioro del nivel de vida de los


trabajadores del campo. Katz mencionaba una serie de ejemplos, que describen cómo los
hacendados aumentaron sus ganancias a costa de los arrendatarios y medieros. (ibid.:35).

En las haciendas azucareras predominaban los trabajadores temporales y los


acasillados representaban una minoría.

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Al parecer, la tendencia general en la región, fue la del debilitamiento del sistema de


peonaje por deudas, esto se explica por el hecho de que existía en abundancia la mano de
obra barata.

Con lo que respecta al norte del país, durante la colonia y el siglo XIX, las
condiciones laborales en las haciendas seguían el mismo patrón que las del sur. Pero
durante el porfiriato, estas condiciones tomaron un rumbo diferente.

Al producirse el gran impulso económico en el sudoeste de Norteamérica y al


quedar comunicado México con la frontera de los Estados Unidos, por medio del
ferrocarril, productos como el algodón, el ganado y los minerales de México tuvieron un
nuevo mercado. El tradicional problema de falta de brazos para las haciendas volvió a
resurgir.

Solo que ahora, dadas las nuevas condiciones, los métodos coercitivos para obtener
a la fuerza de trabajo no funcionaban, pues la gran demanda de trabajadores por parte de las
mismas y al otro lado de la frontera, no aseguraba como antaño la devolución de los
fugitivos.

Los hacendados norteños se vieron en la necesidad de ofrecer buenas condiciones


de trabajo para atraer y conservar a la mano de obra. Este en general se tradujo en una
elevación de los salarios.

Por su parte, los arrendatarios tenían la posibilidad de alquilar parcelas grandes y


obtener, en ocasiones, mucho más que para la subsistencia. De aquí pasaron a formar, poco
a poco, a una nueva clase, la pequeña burguesía agrícola. Además de estas ventajas, los
arrendatarios del norte tenían muchas posibilidades más, en caso de una mala cosecha,
podían encontrar fácilmente un trabajo en las minas o en el país vecino. De aquí también
surgió otro tipo de trabajador semiindustrial y semiagrícola. (ibid.:43-45)

Las condiciones de producción y de trabajo que prevalecían en el campo mexicano


al iniciarse el siglo XX respondía a la forma en que el país ingresaba a la esfera
internacional. La agricultura capitalista dependía totalmente de la inversión extranjera, con
lo cual se obstaculizaba la formación de una economía nacional independiente.

Tal situación generó una serie de contradicciones expresadas en el desarrollo de una


industria desarticulada de la agricultura que fundamentalmente era de exportación. Lo
mismo sucedía con la producción de materias primas pues al estar destinadas al comercio
internacional no podían sustentar el desarrollo de las manufacturas. Los alimentos no se
producían para cubrir las necesidades del campesinado, la agroexportación impidió cubrir
las prioridades nacionales.

Estas contradicciones eran también el resultado de la acción de los diferentes grupos


sociales que más tarde tendrían participación en el movimiento revolucionario iniciando en
1910.

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34

Pero mientras que en las distintas regiones del país la situación económica se
expresaba socialmente en la guerra civil, los estados de Tabasco, Oaxaca, Yucatán y
Chiapas tuvieron una participación mínima o se incorporaron tardíamente, como Yucatán.
Más aún, en Chiapas, se vivió un movimiento contrarrevolucionario, consolidando su
economía agroexportadora y a sus más fieles representantes: empresarios extranjeros,
dueños de plantaciones y terratenientes, poseedores del poder político regional.

El hecho de que en Chiapas no se desatara o se participara en la guerra civil, sino


que se diera un movimiento contrarrevolucionario, no significaba que la entidad estuviera,
económicamente hablando, al margen de la nación.

Aquí el capitalismo estaba representado por los nuevos finqueros alemanes, los
madereros norteamericanos y los plantadores ingleses de caucho, los textileros franceses y
algunos empresarios mexicanos. El capitalismo determinaba la vida de los chiapanecos a
pesar de que existía un ambiente colonial.

La revuelta que estalló en Chiapas en 1911 estaba encabezada por los terratenientes
que se oponían a la transformación de las relaciones de trabajo y a la pérdida de sus tierras
y poder político. Gracias a la lejanía y aislamiento en que se encontraba la entidad, y a la
dominación ideológica que por siglos había ejercido sobre la población indígena, lograron
mantener su situación con el apoyo de "sus indios".

Por su parte, los plantadores aún más alejados del resto del país y de las áreas
pobladas del estado, permanecieron en su mayoría, tranquilamente al frente de sus
empresas, sin tener siquiera la necesidad de participar en la revuelta local.

De esta manera, de acuerdo con Roger Bartra, el capitalismo en México hasta antes
de la Revolución de 1910, se desarrollaba bajo la vía "junker". Es decir que la economía
terrateniente, basada en la servidumbre agraria, iba cambiando lentamente hacia una
economía empresarial capitalista, gracias a una evolución interna del latifundio. Pero con la
Revolución, y sobre todo con las reformas cardenistas de 1930, este tipo de desarrollo se
truncó, para dar paso a lo que parecía la vía "farmer".

Esta vía del desarrollo capitalista en el campo, según Lenin, se produce cuando un
movimiento revolucionario, liquida a la economía terrateniente y a la servidumbre agraria,
para impulsar el desarrollo de la pequeña hacienda campesina, que a su vez se irá
desintegrando ante el embate capitalista, produciéndose así, de forma más violenta que bajo
la vía "junker" el nacimiento del proletariado agrícola, proceso que ocurre al mismo tiempo
que el de una acumulación de capital.

Pero México, como país dependiente, creó su propia vía de desarrollo,


efectivamente, con la revolución de 1910 y las reformas cardenistas de 1930, se liquidó al
latifundismo tradicional y a los sistemas de explotación servil y semiesclavista, y se dio
paso a la formación del sistema ejidal con lo que parecía que se caminaba bajo la vía
farmer; sin embargo al pertenecer los ejidos a la nación, estas tierras quedaban fuera del
mercado. Esto es lo que impidió que desapareciera la economía campesina ejidal y para
ello había sombradas razones económicas, pero fundamentalmente políticas, pues la

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acumulación capitalista en el campo mexicano no había sido correspondida con la inversión


de capital por lo que sólo se cumplía una de las facetas del proceso de acumulación
originaria. De tal suerte, la composición orgánica del capital fue muy baja en la agricultura
y los hacendados siguieron sobreexplotando a la fuerza de trabajo, esto fue lo que generó a
la revolución. Por ello el Estado heredero de aquel proceso revolucionario se preocupó por
proteger, por lo menos políticamente, al sector ejidal. Esta fue pues, la construcción
nacional o adaptación, de la vía farmer (Bartra R.:1979:16-20).

A partir de este mismo esquema, podemos decir que en Chiapas, la


contrarrevolución aseguró la continuidad de la vía "junker", la economía terrateniente se ha
venido transformando lentamente en capitalista, pero tan lentamente que hoy en día se nos
presentan costumbres, creencias, prácticas y recursos propios de la época colonial en donde
la economía agrícola sigue siendo uno de los motores reproductores de la vida cotidiana.

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CAPITULO III

Orígenes del grupo de poder local

El grupo de poder de Simojovel, al igual que el resto del sector terrateniente


chiapaneco, nace durante la segunda mitad del siglo XIX, es decir, a partir de la
Independencia.

Destruido el régimen colonial, Chiapas y la región Centroamericana en general, se


enfrentaban a graves problemas económicos y políticos para reestructurarse de manera
independiente ya que durante los últimos años de la Colonia, el Gobierno de la Capitanía
General de Guatemala, había sufrido importantes pérdidas monetarias y una
descomposición interna que se traducía en contradicciones políticas.

La descapitalización de la administración colonial se originó con el desarrollo de la


industria textil en Inglaterra que produjo la caída de los precios del añil en el mercado
internacional. El añil era, desde fines del siglo XVII, el principal producto de exportación
del área centroamericana, incluyendo a Chiapas.

Por otro lado, las contradicciones políticas de la administración colonial se


reflejaron en el proceso de Independencia y en la conformación de los nuevos Estados-
Nación. Al ser proclamada la Independencia no se hizo como la entidad que hasta entonces
había pertenecido a una sola gobernación, sino que se hizo

...desde entidades regionales y aldeanas controladas por élites bien


localizadas en determinadas villas: Comitán, Tuxtla, Ciudad Real, León,
Granada, Cártago, etcétera; y la Capitanía -devenida "las provincias unidad
de Centro América"-comenzará su irremediable fragmentación en un
puñado de nuevos e "independientes" Estados-Nación. (García de León,
(op.cit.:65).

Tan sólo en Chiapas el proceso de independencia y la discusión sobre la nueva


forma que adoptaría la región se desarrolló en medio de intensas controversias y
contradicciones políticas entre los grupos locales. En principio todos los grupos estaban de
acuerdo con la Independencia pero, como señala Favre, no con la intención de acabar con
los vestigios coloniales o por adoptar una posición liberal, sino con el fin de destruir los
obstáculos que España imponía a su libertad de producir, vender y comprar (op.cit.:65).

Las diferencias entre los sectores poderosos radicaban en que los grupos más
dinámicos pugnaban por la anexión de Chiapas a México, mientras que los conservadores,
terratenientes de San Cristóbal, se inclinaban por la fundación de una república chiapaneca
independiente, oponiéndose a la anexión con México, sobre todo porque su
conservadurismo les producía un inmenso temor de ingresar a una nación más grande y
moderna, de hecho, este sentimiento y este rechazo hacia el progreso será una de las
principales características de los grupos de poder en Chiapas.

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38

Finalmente, después de algunos años de controversia, Chiapas se anexó a México en


1824, y a pesar de que la anexión no tuvo las consecuencias que temían los conservadores,
la crisis económica no parecía tener solución y esto acrecentó el resentimiento de los
terratenientes de San Cristóbal hacia el gobierno mexicano a quién se le consideraba
extraño y ajeno. Aún en nuestros días persiste un arraigado sentimiento, entre la población
San Cristobalense, de considerar a los mexicanos y es decir, a los no chiapanecos como
extranjeros. (ibid.:66)

Las condiciones económicas que prevalecían en el Estado dejaban lugar para que
los grupos dominantes vieran en la tierra (como los liberales del Centro de México) la
única posibilidad de superar los problemas económicos y de enriquecimiento. La
reestructuración económica de la entidad giró en torno a la hacienda, sólo que ahora en
manos de un grupo que hasta entonces no había tenido acceso a la propiedad de la tierra.

Al ser liquidado el régimen colonial, los criollos y mestizos -ladinos- tuvieron por
primera vez la posibilidad de adquirir las tierras que habían estado reservadas
exclusivamente para los españoles y el clero. También se rompió la estructura que por
siglos había tratado de separar a la sociedad ladina, de la no india y es así como muchas de
las zonas que tradicionalmente habían estado habitadas únicamente por la población nativa,
se fueron poblando por familias ladinas. Estas familias crearon villas, y algunas de estas
pronto, adquirieron la importancia de centros rectores de amplias regiones, a nivel
económico y político.

De esta manera nacieron una serie de cacicazgos locales, que hasta la fecha
identifican a ciertas regiones con el poderío de algunas familias.

La esencia de este proceso esta inmerso en uno más amplio, que es el de la


acumulación originaria de capital, plasmado en las leyes agrarias dictadas por el gobierno
liberal, que permitieron meter a la tierra en la circulación del mercado.

Así, por ejemplo, entre 1824 y 1856 la familia de los Corzo se fue adueñando poco
a poco de todo lo que hoy es el Valle de los Corzo. Entre 1856 y 1875, con las leyes de
nacionalización y venta de los bienes de la Iglesia (que representaban el 30% de la
superficie acaparada), familias de Comitán (Castellanos y Domínguez) y San Cristóbal
(Pineda y Paniagua) accedieron también al poder terrateniente, (Ibid.:68-69)

A este período corresponde la llegada de las primeras familias criollas y mestizas a


Simojovel, de hecho hasta finales del siglo XVIII, este municipio, junto con otros poblados
de la región -Plátanos, Moyos, Amatán, etcétera- estaban habitados por población indígena
exclusivamente. En el censo de 1778, la población de aquella región del norte quedó
registrada de la siguiente manera.
_____________________________________________________________
Localidad Hom Muj Total Blancos Mestizos Negros y indios
mulatos
_____________________________________________________________
Bochil 69 45 114 15 7 4 88
_____________________________________________________________

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_____________________________________________________________
Localidad Hom Muj Total Blancos Mestizos Negros y indios
mulatos
_____________________________________________________________
Huituipán 245 191 436 6 - 10 420
_____________________________________________________________
Simojovel 300 128 428 - - - 428
_____________________________________________________________
Plátanos 100 60 160 - - - 160
_____________________________________________________________
Santa
Catarina 78 64 142 - - - 354
_____________________________________________________________
San Pedro 202 152 354 - - - 354
_____________________________________________________________
Amatán 106 92 198 - - - 198
_____________________________________________________________
Moyos 186 123 309 1 - - 308
_____________________________________________________________
(Trens Manuel, 1957:224)

Pero a partir de los primeros años de la vida independiente, se asientan en


Simojovel las primeras familias criollas y mestizas, formando las nuevas fincas del período.
Esta es la evolución de las haciendas en el Departamento de Simojovel, durante el siglo
XIX:
_____________________________________________________________

AÑO No. DE FINCAS

1837 41
1879 49
1887 57
1889 163
____ 310
_____________________________________________________________

Fuente: memorias de los gobernadores del Estado de Chiapas,


citados por Favre H, op.cit.:73.

En este período, Simojovel empieza a adquirir el papel del centro rector de la región
debido a su rápido crecimiento económico, este hecho se tradujo en un gran aumento de su
población, de 1838 a 1900 la población era siete veces mayor a la registrada en 1778
(Salazar Peralta, op.cit..: 172).

De acuerdo con el censo de 1838, el Departamento de Simojovel contaba con un


total de 5,503 habitantes (Trens M. op.cit.:427); y para 1862 el censo registró un total de

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9,208 habitantes de los cuales 753 eran ladinos y 8,455 indios (Secretaría del Gob. del
Estado de Chiapas, 1863). El acelerado desarrollo de la región tuvo como base la
explotación servil de la mano de obra indígena que allí era abundante. Ya desde 1848, el
párroco de Simojovel informaba a las autoridades eclesiásticas de la situación por la que
atravesaban los indios.

...se hallan circunsbastados de fincas inmediatas que les impiden en absoluto


trabajar... van constituyendo a los miserables, por toda la vida, en esclavos
(Archivo Diocesano, expediente Simojovel, circular de 1848).

Dentro de este proceso de expansión de las fincas en Chiapas -apunta Favre-


pueden distinguirse dos momentos; el que va de 1824 a 1875 y que corresponde a la
aplicación de las Leyes de Reforma con las cuales se formaron las fincas con marcadas
características precapitalistas. Y el segundo momento, a partir de 1880, que arranca con las
leyes de Colonización y Terrenos Baldíos, las cuales dieron lugar a la formación de fincas o
plantaciones capitalistas con inversión extranjera (op.cit.:69).

Incluso la formación de las fincas, tanto tradicionales como capitalistas, en general


se pueden distinguir por su ubicación regional: mientras que las primeras se implantaron en
Chiapa, Tuxtla, Comitán y Simojovel, es decir en las zonas en donde se concentraba la
mayor parte de la población indígena; las segundas se fundaron en el Soconusco y la Sierra
Madre, región que había permanecido despoblada desde los primeros años del período
colonial, pero que a partir de la llegada de capitalistas extranjeros, principalmente
alemanes, que introdujeron el cultivo del café, la zona se convirtió en la más próspera del
estado.

Así, los finqueros de Los Altos y del centro de Chiapas formaron sus haciendas a
través del despojo de las comunidades indígenas y dispusieron de una gran cantidad de
mano de obra que quedó liberada. Por su parte los finqueros del Soconusco, colonizaron
tierras vírgenes y echaron mano del sistema de enganche para cubrir sus enormes
necesidades de fuerza de trabajo. Los Altos de Chiapas y algunos departamentos de
Guatemala han sido desde entonces las principales fuentes de mano de obra para las
empresas cafetaleras de esta región.

El hecho de que las fincas constituidas durante el primer período del siglo XIX, se
asentaran en zonas densamente pobladas y que estuvieran en manos de familias locales, con
una concepción muy conservadora, facilitó la rápida reproducción de estructuras y métodos
de explotación surgidos desde la Colonia, y como veremos, siguieron manteniéndose hasta
nuestros días, sobre todo en las regiones más aisladas, como Simojovel. Por eso se señala
que aquí los terratenientes se fueron transformando muy lentamente en burguesía agraria.

A pesar de que a principios del siglo XX, el cultivo del café se extendió a
Simojovel, las condiciones de trabajo en las fincas se siguieron manteniendo bajo el
sistema servil, ahora combinadas con las relaciones de trabajo asalariado. Como ya
señalamos, la inversión de capital aquí estuvo a cargo de familias procedentes de San
Cristóbal y Comitán, que al abrirse el cultivo de nuevas tierras en la región del norte del
estado se trasladaron allá, con toda su carga ideológica terrateniente, recordemos que estos

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grupos, sobre todo los San Cristobalenses eran los más conservadores. El cultivo del café
también se fue introduciendo en las fincas que se habían establecido durante el siglo
anterior, combinándolo con la producción de tabaco.

De hecho la producción de la zona siguió siendo hasta la década de los cuarenta del
presente siglo, tabaquera y cafetalera. Se calcula que durante estos años la producción de
tabaco era de 25,000 quintales, en 1947 Simojovel produjo para la Cía. El Aguila, 938
toneladas, sin embargo a partir de 1946 la cosecha fue disminuyendo debido a los bajos
precios que ofrecían los comerciantes. (De la Peña, op. cit.:1009)

Los empresarios que llegaron a establecerse en la región, a principios del siglo XX,
reprodujeron rápidamente al sistema de servidumbre que imperaba en la zona, gracias a la
existencia de una gran cantidad de mano de obra indígena. Dicho sistema de trabajo junto
con la sobreexplotación de la fuerza de trabajo libre, se convirtió en fuente principal de
ganancias para los nuevos finqueros.

En efecto, la gran disponibilidad de fuerza de trabajo y de tierras para extender la


frontera agrícola, resultaron mucho más baratas para la productividad, que la tecnificación.
Además para cubrir las necesidades de mano de obra y de tierras, los dueños de las fincas
contaban con todo el apoyo gubernamental -legislación agraria, sistema de enganche,
precios bajos por los terrenos, etc-.

Desde mediados del siglo XIX hasta principios del XX, el avance de la propiedad
privada en todas las regiones indígenas, se hizo sobre las tierras comunales. En este período
de acumulación originaria, el sistema de servidumbre cobró un gran impulso, sólo que a
diferencia del período colonial, la población indígena quedo casi completamente reducida
al peonaje y baldiaje en las haciendas, es decir desintegrada de la comunidad.

El efecto que tuvo la expansión de las haciendas y la revitalización de formas no


capitalista de explotación de la fuerza de trabajo fue la rebelión de los indígenas de toda la
zona de Los Altos, que estalló en 1869 y es denominada la Guerra de Castas.

El movimiento indígena, aparentemente religioso, que intentaba reorganizar la vida


comunitaria a partir de estructuras tradicionales, era la forma en que se expresaba el
profundo malestar social por la implantación de un sistema que colocaba a la mayor parte
de los indios en condiciones materiales de existencia, aún peores a las anteriores, sin tierras
o casi sin tierras y completamente a merced de las necesidades de las fincas.

Como este movimiento social de Los Altos de Chiapas, durante el siglo XIX,
surgieron muchos más en todo el país y de acuerdo con Armando Bartra, representaron la
resistencia campesina e indígena al desarrollo de una sociedad burguesa que lo hacía sobre
una "vía socialmente reaccionaria" (Bartra A., 1985:12).

El desarrollo del capitalismo en países dependientes como el nuestro no se hizo


sobre una transformación democrática-revolucionaria de la vieja estructura rural, por ello
las luchas indígenas del siglo XIX, tuvieron un carácter defensivo y conservador, incluso
algunas de ellas como la de Los Altos de Chiapas, estaban profundamente cargadas de

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milenarismo y representaban la defensa del pasado, sin embargo, no puede ser consideradas
reaccionarias.

No todo movimiento económicamente conservador es socialmente


reaccionario, sobre todo cuando el progreso material y el desarrollo de las
fuerzas productivas no significan una liberación, así sea parcial, sino
reforzamiento de los viejos yugos a los que se adicionan nuevas cadenas
(Ibid.:12,13).

Este fue pues el carácter de la guerra de castas, los tzotziles y tzeltales trataron de
impedir la implantación del nuevo sistema mediante una lucha armada que finalmente fue
liquidada en 1870.

Así la mayor parte de la población indígena quedó despojada de sus tierras y en


calidad de mozos o baldíos en las fincas. Cancuc y Tenejapa perdieron buena parte de sus
tierras, Chamula sólo se quedó con la mitad de su territorio y Mitontic desapareció, quedó
absorbida por la propiedad "Nuevo Edén" (Favre H., op.cit.:72).

Las comunidades que conservaron parte de sus tierras también quedaron sujetas a
las haciendas cercanas, como trabajadores libres, como arrendatarios o baldíos. Algunas
familia indígenas prefirieron huir, bien del baldiaje o de la represión por haber participado
en el levantamiento. Parte de esta población llegó a refugiarse a la región de Simojovel y
más tarde también fue absorbida por las fincas cafetaleras, los migrantes provenían del
municipio de Larraínzar.

Por su parte, los finqueros, al mismo tiempo que iban extendiendo su dominio sobre
la tierra y sobre la población india también iba adquiriendo el poder político regional,
ocupando los puestos públicos del aparato político-administrativo, primero en las Jefaturas
Políticas, y después, con las modificaciones del Gobierno Revolucionario Federal, en las
Presidencias Municipales.

El triunfo contrarrevolucionario de los terratenientes permitió la consolidación de


sus cacicazgos locales a partir de los cuales eran dueños absolutos de la vida económica y
política de las diferentes regiones. Finqueros y comerciantes tuvieron, desde entonces, el
poder en sus manos con todo el respaldo institucional. Este poder político se convirtió en
un instrumento más para el control y explotación de la fuerza de trabajo.

Esta situación, propia de las zonas en donde el capitalismo avanzó sobre la base de
estructuras viejas y atrasadas, ha representado en ocasiones una de las contradicciones del
sistema económico y político mexicano, los intereses locales se oponen, generalmente, a los
proyectos modernizadores impulsados por el gobierno federal, como veremos más adelante.

En 1916, la Presidencia Municipal de Simojovel estuvo presidida por Anastacio


Gordillo y Gilberto López, éste último era dueño de la finca la Pimienta. En 1920 tocó el
turno a Francisco Flores, dueño de la finca Santa Cruz, y como encargado de la oficina del
registro civil, estaba el señor Flavio Penagos, perteneciente a una de las principales familias
terratenientes de la región (Salazar Peralta, op.cit.:193)

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El dominio de las familias finqueras de Simojovel ha sido enorme no sólo por su


poder económico y político local, sino porque, desde los primeros años de la vida
independiente Simojovel adquirió, como ya decíamos, el papel rector de la economía y la
administración de una amplia región; primero como cabecera de Departamento y después
de 1915, y bajo la división política- administrativa actual, como uno de los Distritos
Judiciales y Hacendarios de los municipios de Huitiupán, Amatán, Sabanilla, Pueblo Nuevo
S. Jitotol, Bochil y el Bosque.

Como cabecera distrital, Simojovel cuenta con una serie de autoridades regionales y
representantes de organizaciones económicas. Así se encuentra allí, el Juez Mixto de 1a.
Instancia y el defensor de oficio, el Agente del Ministerio Público y un Recaudador de
Hacienda del Estado.

Las organizaciones formales que operan en el plano económico son: La Unión


Regional de la Pequeña Propiedad, La Asociación Ganadera, La Cámara de Comercio,
Asociaciones de Transportes, La Asociación de Cafeticultores y La Unión de Locatarias.

Tanto en los puestos públicos como en las organizaciones económicas figuran como
representantes, los miembros de las familias finqueras, que llegaron a Simojovel desde el
siglo pasado; las principales familias son Trejo, Penagos, Hidalgo, Ballinas, Gordillo,
Zúñiga, Del Carpio y Anzures, más adelante podremos ver cómo estas mismas familias son
las principales acaparadoras de la tierra.

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CAPITULO IV

La Situación Agraria en Simojovel

Con el triunfo de la contrarrevolución en Chiapas, la clase terrateniente se aseguró


el poder político del estado, impidiendo así la ejecución del proyecto nacional emanado de
la revolución de 1910 con respecto a la Reforma Agraria.

Las disposiciones federales fueron adaptadas, obviamente, a los intereses de este


grupo en el poder, gracias a lo establecido en la fracción XVII del artículo 27
constitucional. Es así como en 1921, el gobernador Tiburcio Fernández expide la Ley
Agraria del Estado, fijando en 8,000 hectáreas la extensión máxima para la "pequeña
propiedad" (De la Peña T. Moisés, op.cit.:350), cuando en México la extensión de la
pequeña propiedad se había limitado a 100 hectáreas -40 de temporal y 60 de agostadero-
y para las empresas dedicadas a la producción agroexportadora el límite fue de 300
hectáreas (Silva Hersog J., 1974:246).

Por otro lado, el reparto ejidal fue casi inexistente, solamente en las regiones
económicamente más desarrolladas -Cintalapa, La Frailesca, el Alto Grijalva y el
Soconusco- hubo algunas movilizaciones agraristas que presionaron para recibir dotaciones
de tierra bajo el régimen ejidal (García de León, op.cit. tomo II:226). De 1920 a 1924, las
Memorias del Departamento Agrario registraron la formación de 9 ejidos provisionales,
aunque los informes del gobernador en turno hablan de 14 (De la Peña T. Moisés,
op.cit.:374).

Pero en el resto del Estado, sobre todo en las zonas más aisladas, no hubo ninguna
presión para la aplicación de la Reforma Agraria; por el contrario, el sector más oprimido
y explotado de las fincas -los trabajadores permanentes- constituyeron la base fundamental
en la que se apoyaron los hacendados para emprender la lucha armada en contra de las
reformas carrancistas.

Es durante el cardenismo cuando se conoce, como en el resto del país, la mayor


cantidad de ejidos formados, pero aquí en Chiapas no significó la destrucción definitiva de
la vieja clase terrateniente pues las tierras otorgadas a los campesinos no provenían de la
afectación de las haciendas, salvo en algunos casos, sino fundamentalmente de los vastos
terrenos nacionales con que contaba en aquel entonces la entidad. Se calcula que sumaban
más de 3 millones de hectáreas (De la Peña T. Moisés, op.cit.:326).

De esta manera, aunque para 1930 se formaron 67 ejidos definitivos con un total de
104,509 hectáreas, los predios privados mayores de 5,000 hectáreas representaban el 29%
de la superficie total. Diez años después, se crearon 438 ejidos más con 643,035 hectáreas
y la gran propiedad seguía inalterada, esos predios mayores de 5,000 hectáreas ahora
representaban el 27% de la superficie total (idem.:331). Pero además, como apunta Moisés
de la Peña, en Chiapas, como en otros estados del sureste, los predios mayores de 1,000
hectáreas deberían considerarse como parte de la gran propiedad, ya que se trataba,
generalmente, de las tierras más productivas del país y las que requieren gran cantidad de
mano de obra. De ser así, se confirma aún más el gran predominio del latifundio, en 1930

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esos predios privados mayores del 1,000 hectáreas ocupaban el 67% de la superficie total y
en 1940, el 50% (idem:332).

Esta era la situación general en Chiapas, pero es en la región norte de la entidad, en


donde la débil política agraria, favoreció enormemente la continuidad del latifundio que
como sabemos se encuentra en forma simulada. En un estudio realizado por la SPP, se
muestra la línea que en este sentido ha seguido la reforma agraria en 10 municipios del
porción norte -Amatán, Bochil, El Bosque, Chalchihuitán, Chenalhó, Huitiupán, Jitotol,
Pantelhó, Pueblo Nuevo Solistahuacán y Simojovel-.

En el trabajo se señala que de 1930 a 1980, en esta área que comprende a los diez
municipios, fueron dotadas un total de 750,280 hectáreas, pero sólo fueron entregadas
141,383. Del total de las tierras entregadas, un 25% (39,703) correspondía a bienes
comunales de cuatro comunidades ubicadas en los municipios del Bosque, Chalchihuitán y
Chenalhó. En este caso la acción agraria únicamente consistió en pasar las tierras del
régimen comunal al ejidal sin que fueran afectadas las propiedades privadas, o se echara
mano de los terrenos nacionales; ya que los 3,987 beneficiados se encontraban en posesión
de las tierras, con título de propiedad, desde mediados del siglo XIX (SPP,1984:16,17). El
total de ejidatarios beneficiados fue de 7,543 y el número de solicitantes con derechos a
salvo era de 516 (Ibidem).

Si desde la década de los cuarenta la Reforma Agraria había empezado a caminar


lentamente, sometiendo al campesino a la inmovilidad a fuerza de engaños, interminables
trámites y represión, a partir de 1970 resurge nuevamente la presión organizada sobre la
tierra.

Desde el momento en que emerge la lucha independiente del campesinado en la


región, principalmente en Simojovel y Huitiupán- y empieza a exigir el reparto de tierras,
las autoridades estatales y nacionales han mantenido una posición violentamente
antiagrarista. En el transcurso de 10 años -de los 70s. a los 80s.- han sido negadas 37
solicitudes, argumentando en primer término, la falta de tierras; y en segundo lugar, la
incapacidad colectiva para constituir los núcleos ejidales, o bien, como en el caso de los
peones acasillados que solicitan la afectación de la finca, los propietarios de éstos
desconocen la existencia de trabajadores permanentes (Ibidem).

Ante las constantes negativas por parte de las autoridades y la represión en contra
del naciente movimiento campesino, la lucha agraria en la zona tomó como alternativa la
invasión de tierras en toda la región, pero principalmente en Simojovel, formándose desde
entonces, una serie de comunidades en las tierras de las fincas, que hasta la fecha, en la
mayoría de los casos, siguen luchando por su reconocimiento legal como ejidos.

Tomando en cuenta los datos oficiales, es evidente que existe una defensa
empecinada de la gran propiedad privada en el estado, sobre todo cuando se niega la
existencia de tierras para dotar a los campesinos.

El censo agrícola, ganadero y ejidal de 1970 registra un total de 1,400 unidades de


producción para el área que aglutina a los diez municipios antes mencionados. Estas

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unidades de producción abarcan 205,516 hectáreas, de las cuales 111,153 (54%),


pertenecen a la propiedad ejidal y comunal y 94,363 hectáreas son propiedad privada.

El porcentaje, un poco superior, correspondiente a los ejidos y comunidades no


demuestra que exista una equitativa distribución de la tierra, ya que como se señala en el
estudio de la SPP, las 111,153 hectáreas están repartidas entre 5,529 ejidatarios,
correspondiéndole a cada uno de ellos un promedio de 20.10 hectáreas. Mientras que las
94,363.3 hectáreas, pertenecen al 1,320 particulares, a cada uno de ellos les toca en
promedio 71.5 hectáreas (op.cit.:19).

Por otro lado habría que considerar que la mayor parte de los ejidos fueron
constituidos sobre algunos terrenos no laborables de las fincas "afectadas", y sobre las
tierras incultas, propiedad de la Nación. Este hecho disminuye, en términos reales, el
número de tierras aptas para el cultivo, y si a esto sumamos el crecimiento natural de la
población, nos encontramos con que el número de hectáreas disponibles por familia, es
totalmente insuficiente para la subsistencia.

En contraposición a esto, las tierras privadas, son la mayor parte de ellas, las de
mejor calidad y además son mejoradas con el uso de tecnología y capital. También habría
que tomar en cuenta que el número de hectáreas que en promedio corresponde a cada
predio, puede ser encubridor de la real concentración que existe sobre la tierra, pero si se
atiende a los nombres de los propietarios, es evidente que las tierras privadas pertenecen, en
un gran número, a unas cuantas familias ligadas entre sí. Ver en el Anexo la lista de los
predios invadidos en Simojovel, Huitiupán, Pantelhó, y el Bosque, de acuerdo con los datos
que para 1985 tenía la Subsecretaría de Asunto Indígenas de la región Simojovel. Allí se
demuestra que en efecto, son algunas familias las que concentran el poder sobre la tierra.

De acuerdo con los datos de la Subsecretaría de Asuntos Indígenas, el número total


de tierras tomadas por los peones acasillados, baldíos y jornaleros provenientes de los
ejidos, era para 1985, de 13,355 hectáreas, la mayor parte del municipio de Simojovel. El
número de fincas afectadas, generalmente en forma parcial, era de 102 en Simojovel, 6 en

el Bosque, 5 en Huitiupán y 3 en Pantelhó. Estas cifras son el reflejo de la magnitud del


conflicto agrario en la región, en donde municipios como Bochil, Amatán, Pueblo Nuevo,
Solistahuacán, etc. también se encuentran en una situación similar a los anteriores, con
tierras invadidas no sólo por campesinos de las organizaciones independientes, sino
incluso, por campesinos pertenecientes a la CNC.

De cualquier forma, Simojovel es en Chiapas el municipio con mayor número de


invasiones de tierra, hecho que no es casual pues es aquí, precisamente en donde la
situación de los ejidatarios frente a los "pequeños propietarios" es sumamente contrastante.
Mientras que los 690 ejidatarios que existen en total, poseen parcelas en promedio de 5.91
hectáreas, los 319 particulares cuentan con predios de 37.8 hectáreas en promedio, pero
como se puede observar en el anexo anterior, estos predios están en manos de las
principales familias terratenientes (ibidem).

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La evolución de las dotaciones ejidales en Simojovel y Huitiupán es el ejemplo más


significativo del gran rezago agrario de la región:
_____________________________________________________________
MUNICIPIO DECADA NO. DE HAS. DOTADAS NO. DE FINCAS
EJIDOS AFECTADAS
_____________________________________________________________
SIMOJOVEL 1930 6 7,254 5
1940 2 1,084 7
1950 2 1,712 3
____ ______ ___
10 10,050 15
_____________________________________________________________
HUITIUPAN 1930 8 7,459.17 11
1940 3 2,259.10 4
1950 5 2,802.27 5
___ _________ __
16 12,520.27 20
_____________________________________________________________
FUENTE: Expedientes agrarios de cada ejido, citados por
Salazar Peralta Ana María, 1981:196.

Por el número de fincas afectadas -15 en Simojovel y 20 en Huitiupán- y por la


cantidad de tierras con que fueron constituidos los ejidos, es posible afirmar que ni siquiera
en forma parcial fue alterado el poder terrateniente en la región. La finca siguió siendo el
tipo propiedad predominante; para 1980 en Simojovel existían 533 fincas y ranchos frente a
10 ejidos; y en Huitiupán 197 empresas privadas frente a 16 ejidos (Salazar Peralta,
op.cit.:219).

El poder de los finqueros en la zona no sólo se basa en el acaparamiento de la tierra,


sino también en el control que ejercen sobre la producción y comercialización de los
productos regionales.

Algunas familias, como la Pedrero y Penagos, además de contar con empresas


agropecuarias, son al mismo tiempo las principales monopolizadoras del café, del maíz y
del frijol, comercializando tales productos a gran escala e incluso exportando de manera
directa el café. Otro sector de esta burguesía agraria mantiene el control sobre los
insumos -fertilizantes, insecticidas, herbicidas, alimentos balanceados para el ganado,
vacunas, etcétera-, a este grupo pertenece la familia Trejo. Por último se encuentra el
grupo que maneja el comercio de productos no agrícolas y los usureros, que mantienen su
actividad fundamentalmente con la población indígena, a la cual venden sus productos y le
proporcionan préstamos para la producción o alguna otra actividad económica (Ibid.: 214,
215,216).

De esta forma, al tener bajo su dominio grandes extensiones de tierra de la mejor


calidad, al contar con capital, al tener el control sobre los insumos y el mercado, los
empresarios de la región subordinan también la producción y comercialización de las

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unidades productivas ejidales, que, contrariamente a las fincas, se encuentran en posesión


de pequeñas parcelas sumamente fraccionadas (recordemos que a partir de 1950, en
Simojovel y Huitiupán, el reparto agrario fue prácticamente suspendido) y de muy mala
calidad; carecen de capital, de maquinaria, de insumos, etcétera, de tal suerte que para
producir obtienen créditos amarrados; para comprar maíz y frijol, comprometen su
producción de café o se ven obligados a pagar con trabajo. Es decir, existe una relación
desigual y dependiente entre las empresas capitalista y las unidades campesinas.

Por otro lado, las necesidades de las fincas en cuanto a mano de obra se refiere, son
cubiertas en gran medida por la población de los ejidos. Se calcula que durante el período
de mayor intensidad en la producción cafetalera -en la época de corte- cada una de las
fincas contrataba un promedio de 70 jornaleros (Ibid.:217).

No obstante que el trabajo asalariado es el principal sostén del proceso productivo


en las empresas cafetaleras, se sigue utilizando otro tipo de trabajo, cuyas características
son precapitalistas. La existencia de formas de trabajo no capitalistas son las que han
permitido que en la región siga imperando un ambiente casi feudal. La población sometida
a relaciones de trabajo precapitalistas conforma al grupo de trabajadores permanentes de las
fincas.

Según los datos de la Comisión federal de Electricidad, a principios de los ochenta,


cada una de las empresas privadas contaba con un número variable de familias de
trabajadores permanentes que iba de una a veinte.

Al grupo de trabajadores permanentes pertenecían las familias acasilladas y los


vaqueros, estos últimos representaban, generalmente, el grupo más reducido de los
trabajadores y sus condiciones de trabajo eran muy superiores a las de los acasillados.
Tenían un sueldo mayor, gozaban de libertad para abandonar la finca y su trabajo se
limitaba exclusivamente al cuidado del ganado.

La situación de los acasillados no había variado mucho con el paso del tiempo, al
igual que antaño, estaban sujetos a las fincas a través del endeudamiento y por esta razón
no podían abandonarlas, para ello se mantenían aún vigentes los métodos de vigilancia y
captura en el caso de que llegaran a escapar sin pagar sus deudas, la red de parentesco que
existe entre los finqueros facilitaba la tarea de regresar a algún peón perteneciente a otra
finca.

La carga de trabajo era excesiva, además de las actividades agrícolas requeridas


durante todo el año, realizaban otro tipo de actividades tales como el arreglo y
mantenimiento de los potreros, el arreglo de la casa grande, el transporte de productos de la
finca a la cabecera municipal o en algunos casos a Sabanilla que era otro de los lugares a
donde se llevaba el café para ser transportado en avioneta hacia Tabasco.

Las mujeres y los niños participaban también en las actividades agrícolas,


principalmente durante el corte del café, pero fundamentalmente se encargaban del trabajo
doméstico de la casa del propietario.

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La condición del trabajador permanente seguía siendo el resultado de usufructuar


una pequeña parcela que el finquero le proporcionaba dentro de sus terrenos. El disfrute de
este pedazo de tierra obligaba a los peones a trabajar tres o cuatro días a la semana en las
tierras de la finca. También gozaban del derecho de utilizar terrenos para la cría de ganado
menor, pagándolo a través de lo que aún se conoce como la "fajina" y que consiste en
trabajar sábados y domingos en los arreglos de la casa o la propiedad del patrón.

Los ingresos percibidos por estos trabajadores provenían de la combinación de un


salario con un pago en especie. El salario recibido era por lo general simbólico; a
principios de siglo, los acasillados adultos de Simojovel recibían 25 centavos diarios y los
niños y las mujeres, 20 centavos. Para 1980 los salarios variaban entre 30 y 50 pesos. Este
sueldo, siempre resultó totalmente insuficiente para adquirir los productos necesarios que la
misma finca les vendía a precios elevados -panela (más tarde azúcar), velas, maíz, telas,
ropa, medicamentos, aguardiente, etc-.

Pero además de que era insuficiente, en ocasiones, ni siquiera recibían el dinero,


según relatan los más ancianos de la zona, el propietario solamente les daba un papel con el
cual iban a la tienda de raya y allí les iban anotando el monto de lo que sacaban en
productos y la cantidad que siempre quedaban debiendo.

Otra fuente de ingresos para los peones provenía de la venta de algunos productos
que cosechaban en su parcela; por ejemplo, en algunas fincas los acasillados seguían
manteniendo cierta producción de tabaco que en parte consumían y el resto era
comercializado. También vendían el ganado menor que poseían. Pero aquí también se
seguía conservando una vieja tradición, nacida en la Colonia, en donde los indios estaban
obligados a vender estos productos al dueño de la finca, por supuesto, a precios fijados
arbitrariamente por éste y en caso de que los vendieran a otros, eran castigados.

Además de los acasillados o mozos, las fincas siguieron utilizando a otro tipo de
trabajadores, los que eran conocidos como baldíos desde el siglo pasado. Los baldíos a
diferencia de los mozos no vivían dentro de la finca, eran una especie de campesinos
arrendatarios que vivían en las inmediaciones de las fincas y establecían contratos con los
propietarios para trabajar algunas hectáreas de sus terrenos a cambio de proporcionar parte
de la cosecha y/o trabajo gratuito. Eran libres de moverse de finca en finca, aunque en
épocas anteriores parece que no era así. El origen de este tipo de trabajadores se encuentra
sintetizado en una clasificación elaborada por el gobernador Ramón Larraínzar, en 1849,
para legislar sobre sus condiciones de trabajo, y señala que los baldíos pueden distinguirse
en tres grupos:

1.- Los que habitaban un terreno que después se


convirtió en finca
2.- Los que se contratan como baldíos.
3.- Los que sin contrato se iban convirtiendo en baldíos
por ocupar terrenos de una propiedad.

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En esa fecha se decretó que en adelante, los dueños de las fincas sólo podrían exigir
a los nuevos baldíos, dos días de trabajo al mes y únicamente a los hombres mayores de
edad que no pasaran de los 50 años. A los baldíos del grupo 1, únicamente se les exigiría
un día de trabajo gratuito al mes y no podrían ser expulsados de los terrenos, en el
entendido de que el propietario había adquirido los terrenos con todo y servidumbre; y a los
del grupo 3 no se les podía exigir más de cuatro días de trabajo mensualmente (Citado por
Moisés de la Peña, op.cit.:355,356).

Tales disposiciones nunca fueron respetadas y de hecho se sabe que los baldíos iban
estableciendo otro tipo de relaciones con los propietarios hasta quedar en una situación
similar a la de los acasillados.

Así pues, la existencia de relaciones de trabajo no capitalistas al interior de las


empresas cafetaleras nos obliga a pensar que aún cuando la lógica de producción allí es,
indudablemente capitalista, hay también toda una serie de normas, concepciones, métodos
y prácticas que rebasan esa lógica, conformando una forma de vida que a veces nos remite
hasta la Colonia.

En efecto, las relaciones extraeconómicas entabladas entre los dueños de las fincas
y los acasillados y baldíos han mantenido, al lado de las relaciones típicamente capitalistas,
vínculos laborales entremezclados con los vínculos personales, en donde también,
evidentemente, los trabajadores han estado en una posición subordinada frente a los
finqueros.

En esta región, a los empresarios no sólo les interesa la ganancia, también les
interesa el prestigio y el honor, que por décadas han mantenido sus familias.

Es así como el poder de los finqueros sobrepasa el control sobre la producción,


sobre las tierras, el capital y el trabajo de la población indígena llega, como veremos
adelante, hasta el control sobre las vidas de las familias acasilladas y baldías.

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CAPITULO V

LA VIDA EN LAS FINCAS

El desarrollo de la cafeticultura en Simojovel significó, como en el resto del estado,


la entrada al sistema capitalista nacional e internacional. El ingreso a este nuevo orden
económico introdujo las relaciones de explotación típicamente capitalistas, pero también
utilizó y reforzó al antiguo sistema de servidumbre agrario.

Sin duda, a partir de entonces, las relaciones asalariadas de trabajo fueron


determinantes en la producción, sin embargo, el otro eje de acumulación, basado en el
trabajo servil, dominó y permeó la vida cotidiana en las fincas y en la región.

Ya decíamos que el aislamiento geográfico, la existencia de población indígena en


la zona y la llegada de empresarios provenientes del sector históricamente más conservador
de Chiapas, permitieron la formación de empresas cafetaleras y tabacaleras, teñidas
fuertemente de elementos de la finca tradicional, por eso señala García de León:

...la argamasa ideológica de todo el complejo social que se reprodujo durante


siglos alrededor de la servidumbre agraria (actitudes, costumbre, vida
cotidiana, instituciones, tabúes, vida material, etcétera) es sin embargo
todavía hoy una especie de animal prehistórico que se pudre agonizante,
reapareciendo cíclicamente por todos los poros del tejido social (op.cit.:
toma I:99).

La mayor parte de las fincas cafetaleras de Simojovel se reprodujo con escaso


capital, acaparando grandes extensiones de tierra, sobreexplotando a la fuerza de trabajo
asalariada y teniendo en calidad de servidumbre a otra parte importante del grupo de
trabajadores. De igual manera, podemos decir, los propietarios de las empresas se
reprodujeron como un sector capitalista económica e ideológicamente atrasado.

Si comparamos a muchos de los actuales finqueros de Simojovel, con los


hacendados del centro de México de principios de siglo, resulta que estos últimos, a
ochenta años de distancia, eran menos conservadores que los primeros.

Luis Enrique Erro, señala que los hacendados de principios de siglo vivían lo mejor
que podían, y que a pesar del mal gusto, sus casas, en las haciendas, estaban construidas y
amuebladas "sin escatimar un real" contaban con todo lo necesario para vivir allí
confortablemente. A diferencia de éstas casas, las de los peones eran miserables
"construidas con los mas increíbles e inadecuados materiales" (Citado por Herzog,
1984:35-37).

Contrariamente, los finqueros de Simojovel no se distinguían por tener en sus


propiedades, casas lujosas ni cómodas. Si bien muchas de las casas de los propietarios eran
de materiales sólidos y resistentes -piedra o block- algunas otras eran de adobe, contaban
con pocos espacios, carecían, la mayoría de ellas de cuarto de baño, las habitaciones eran

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obscuras y los muebles viejos y maltratados, es decir, las casas no eran el reflejo de riqueza
y prosperidad. Aun así, la diferencia entre estas y las casas de los acasillados era muy
notoria, éstas últimas estaban construidas con adobe y paja, cada vivienda era un sólo
cuarto, con piso de tierra, esta habitación era el dormitorio y la cocina.

A pesar de que los finqueros de Simojovel no vivían como los grandes hacendados
descritos por Erro, se sentían como estos: "...aristócratas, pertenecientes a una especie
zoológica privilegiada con clara conciencia de sus grandeza y poder. Eran altivos y
orgullos..." (Ibid.:38)

En general, los finqueros de Chiapas, se consideran descendientes directos de los


conquistadores, que a su vez, se distinguieron por presumir de una grandeza que no
poseían, al respecto Favre cita a algunos cronistas:

Pretenden ser tan hidalgos, tan caballeros, tan nobles -escribía


Remesal, al hablar de los españoles de Chiapas- pues sólo desean vivir de
sus rentas.

Y su pretensión y su deseo son tanto más imperiosos de este lado del


océano, cuanto más modesta había sido su condición en la península y más
oscuro su nacimiento (Favre H., op.cit.:39).

Thomas Gage decía... Los caballeros de Chiapas son el refrán y


hazmerreír de todas aquellas tierras, cuando se quiere representar a uno de
esos mentecatos que se dan en aparentar grandezas o saber profundo por más
pobres y majaderos que sean; y en efecto, los tales hidalgos se jactan
siempre de venir en línea recta de casas de duques de España o de los
primeros conquistadores, si bien en sus modales y conversación parecen
rudos y groseros como patanes, y no manifiestan ni aun asomos de sentido
común ni entendimiento... (Ibid.:49).

Tales fueron pues, los antecesores de las familias chiapanecas detentoras del poder
local, de quienes heredaron la prepotencia, las aspiraciones de nobleza y la convicción de
vivir de los indios, como si se tratara de una ley natural, bien cimentada por supuesto, sobre
condiciones materiales.

Por su parte, la población indígena también "heredo" su condición de servidumbre


agraria por lo que, quedó completamente a su merced. Recordemos que al ser destruido el
régimen colonial su estructura esencial, la comunidad, también fue casi completamente
liquidada para liberar a la tierra e incorporar a la mano de obra indígena a las nuevas fincas.

Bajo esta nueva situación la población india sería sometida a través de una
dominación más compleja, bajo una red de relaciones cotidianas que construían y
reproducían su dependencia y subordinación.

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La entrada del capitalismo a Chiapas, sobre todo en ciertas regiones, no implicó


grandes cambios en la situación de la mayoría de sus habitantes; junto a las relaciones
salariales de trabajo se fortaleció el sistema de servidumbre.

El establecimiento de las empresas cafetaleras se realizó sobre la misma estructura


con que funcionaban las fincas tradicionales: El patrón, un encargado (mayordomo), un
caporal y los trabajadores permanentes -acasillados- y los asalariados.

Trabajadores permanentes o sujetos. Aquí se encontraban los vaqueros y los mozos


o peones acasillados, pero la posición de los primeros, decíamos ya, era más privilegiada
que la de los segundos, recibían un mejor salario y su carga de trabajo era menor, por esta
razón muchos de los vaqueros permanecieron leales al patrón cuando estallo la lucha
campesina en la región de Simojovel, en 1974. Los acasillados seguían atados a la finca
por el endeudamiento, también seguían utilizando una pequeña parcela de la finca que
pagaban con trabajo gratuito, se encargaban de las labores agrícolas y domésticas de la
finca, durante todo el año.

También estaban en el grupo los baldíos que aunque como ya señalábamos gozaban
de libertad, muchos se fueron endeudando, hasta llegar a estar casi en la misma situación
que los mozos.

Los trabajadores libres eran los jornaleros que trabajaban por contratos, a veces de
un día o dos, pero el grueso de estos trabajadores eran contratados durante la época del
corte del café. La mayor parte de los jornaleros temporales eran indígenas migrantes de los
municipios de Chalchihuitán y Jitotol, posteriormente, fueron fundamentalmente los
campesinos de los ejidos de la región.

Aún para las últimas décadas de existencia de las fincas en Simojovel, vale decir
que...

La finca era una reproducción a pequeña escala de toda la formación


económica-social: y que englobaba, en la misma proporción y jerarquía, a
todos los grupos sociales, clases en formación... era un inventario de los
modos de producción y de sus reflejos jurídico-políticos. La historia de la
finca es por lo mismo la historia regional concentrada (García de León,
op.cit.: tomo I:121).

La finca refuncionalizó también, formas de organización para el trabajo utilizadas


durante la Colonia.

Así como el régimen colonial incorporó a su estructura de dominación a los


caciques prehispánicos, colocándolos como autoridades en las comunidades, el sistema de
finca dotó de autoridad a algunos indígenas (aunque sin los mismos privilegios de que
gozaban los caciques) que fungían como caporales.

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El caporal tenía la misma función en la finca que el cacique prehispánico en la


comunidad colonial, era el encargado de organizar, distribuir y vigilar la realización de los
trabajos diarios. El era el responsable directo de las tareas y comportamiento de los
trabajadores de la finca, con esta autoridad imponía castigos y ejercía también chantajes y
abusos. La satisfacción de gozar de un poco de poder y el afán de conservarlo, lo hacían
encarnar, como señala Freire, con más dureza, la dureza del patrón (1979:36), a pesar de
que su situación económica no era mucho mejor que la de los acasillados.

...hay un campesino nombrado por el mismo propietario, lo nombra como


caporal. Pero ése aunque sea nuestra misma gente, aunque este sufriendo
también allí, pero esta de acuerdo con el propietario. Una cosita, algo que
sepa el capataz luego al propietario se lo cuenta, cualquier cosita que
escuche en el trabajadero, al ratito ya va con el patrón.

Esos que estaban de acuerdo con el patrón, esos ganaban más un


poquito porque con tal que estén de acuerdo con el propietario. Así que el
capataz ese como que fuera el dueño se pone, como si fuera un patrón, lo que
él dice quiere que haga y si le contesta uno, allí va con el patrón a acusar,
aunque no sea cierto lo que va a decir, ya de más le cuenta pa'que el patrón
bravo a regañar a la gente, pa'que la venga a putear, a golpear, por eso están
de acuerdo. Pero ¡de hay! la casa la misma que tienen los campesinos, sólo
que le pagan un poquito más y por eso están de acuerdo (ex-acasillado de la
finca Las Limas, Mpio. de Simojovel).

Por eso, al estallar la lucha campesina en la zona, muchos de los capataces de las
fincas fueron castigados por los indígenas que habían estado bajo su autoridad.
Recordemos que lo mismo sucedió a lo largo del período colonial, en donde la mayoría de
los motines se desataron en forma violenta para castigar a esas autoridades (véase Martínez
Peláez, 1985:16).

Al respecto nos habla un indígena tzotzil, ex-acasillado de la finca Mercedes


Isidoro, del municipio de Simojovel:

Cuando empezamos a organizar a la gente, el propietario Alberto


[Mijangos Navarro] salió de la finca, pero el Andrés se quedó, él era el
caporal. Llegó su mamá, su hermana y su mujer a pedir a la comunidad que
lo perdone y nosotros no sabíamos si perdonar, pero como estaban pues sus
familias pidiendo... bueno, primero llegaron encabronadas a ver porqué no
queríamos al Andrés y les dijimos que era porque no quiere luchar junto con
los demás, "hasta las mujeres están luchando y ustedes no quieren luchar,
además, el Andrés está trabajando para el patrón y por eso la gente lo
amarró".

Es que él era el caporal de la finca y cuando estaba de caporal está


chingando a la gente, mandando tarea de más, no sólo así como lo deja el
propietario. Así aunque fueran las diez de la mañana, esta dando tarea, y nos

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decía "es la tarea que está mandando el patrón" y nosotros le decíamos que
cómo estaba mandando tarea a las diez de la mañana y nos decía que no
importaba, que teníamos que hacer, y obligaba a la gente, entonces pues ya
no aguantamos. Un día, por ejemplo, que no acabamos la tarea porque es
muy pesada, tenemos que seguir al otro día, dos días nos lleva una tarea y
cuando pagan sólo tres pesos, sólo lo de una tarea.
Los que estaban de acuerdo con el propietario se fueron para Yuquín
[ejido de Simojovel], otros a Simojovel, cuando ganamos, salieron con su
vergüenza porque estaban acusados. Sólo la gente que luchó se quedó aquí.

La situación en la que se encontraban los acasillados era deplorable, la explotación,


la extrema pobreza y la dominación ideológica a la que estaban sometidos, los habían
convertido en un grupo de seres ignorantes y débiles física y moralmente. La gran opresión
que pesaba sobre ellos los colocaba como seres inferiores, con un profundo malestar que se
escondía, sin embargo, bajo las formas más degradantes de autodesvalorización y
autosumisión, que a su vez permitían y reforzaban la dominación de los finqueros.

A cerca de la complejidad de sentimientos producidos en una situación opresiva, la


psicología social aporta elementos fundamentales, así por ejemplo, Erich Fromm señala:

...quien esté familiarizado con los mecanismos psicológicos de la


autoacusación y la autohumillación, no puede dudar de que esta clase de
"humillación" se arraiga en un odio violento que, por una razón u otra, halla
bloqueada su expresión hacia el mundo exterior y opera entonces en contra
del propio yo.
...la hostilidad contra los otros a menudo es consciente y puede expresarse en
forma abierta, la hostilidad en contra de uno mismo, generalmente (excepto
en los casos patológicos), es inconsciente, y halla su expresión en formal
indirectas y racionalizadas. Una de ellas consiste... en subrayar la propia
maldad o insignificancia; otra aparece como imperativo de la conciencia o
sentimiento del deber (1988:108)

A continuación presentamos los testimonios de algunos campesinos que fueron


hasta fechas muy recientes peones acasillados de las fincas; en éstos hablan de la carga de
trabajo que allí tenían, y cómo la soportaban a pesar de que percibían la extrema
explotación a la que estaban sujetos.

Yo ya estoy viejo y toda mi vida trabajé en el rancho Santa Elena, de


Don Arturo Bonifaz, trabajé así nomás casi regalado, por año nos pagaba
diez o quince pesos y el trabajo era toda la semana, de las seis de la mañana
a las seis de la tarde, entonces estábamos trabajando toditito el día y en la
tarde todavía regresábamos con carga de leña o lo que quería el propietario,
porque es para el propietario, no para el campesino. De este trabajo un
papelito nos daba, donde decía cuánto nos iba a pagar, pero mentira, sólo
engañaba a la gente. A veces llegábamos a cobrar porque había necesidad,
porque estaban enfermos los hijos o mismo el que trabaja, ¡pero onde daba!

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no nos daba nada, una putiada, eso le pagaba a la gente, ofrecía bala a los
que llegaban a pedir su paga, si no salíamos de la puerta, salía con su pistola
a tirar.

Cada año, en tiempo de cosecha, salíamos a cortar café, en tiempo de


cosecha ni nos daba permiso de salir hasta que terminemos de cortar el café,
pero sin paga, puro ficha nos daba. Entonces la gente de lo que se mantenía,
vestía a sus mujeres, a sus hijos, ahí sufriendo... lo que hacíamos era vender
nuestras cositas, cuando no se daba cuenta el propietario, los animalitos que
teníamos los llegábamos a vender a Simojovel, para poder comprar nuestras
cosas, sal azúcar... así sufrimos, pero ¡como estábamos hallados en la finca!
allí nacimos y allí nos criamos y allí nos envejecimos.

Habíamos como ochenta peones en tres fincas de un sólo propietario,


¡hacíamos milpa pero grandísimo, cosechábamos maíz, pero bastante!, pero
así nomás lo recibía el patrón todo el trabajo!, no pagaba pues a su gente.

El café era bastante también, por eso iban a trabajar también las
mujeres y los niños, niños de seis años, ya los llevaban a trabajar (ex-peon
acasillado).

El trabajo de las Mujeres.

Igual trabajábamos con las mujeres, el patrón tocaba la corneta a las


tres de la mañana y se paraba la mujer a trabajar, a echar tortilla, a preparar
la comida para que el hombre saliera temprano. Terminaba la mujer sus
quehaceres y se iba al cafetal para ayudar al hombre a cortar el café, como es
mucho el trabajo pues, tenía que ayudar con los hijos también.

Después tiene que regresar a la casa y otra vez a seguir trabajando,


hacer la comida, lavar ropa... (ex-acasillado de la finca "San Antonio Nuevo
León", Mpio. Simojovel).

Es verdad que nosotras trabajamos más que los hombres, nos


levantamos a las tres de la mañana, ponemos café ya que está, torteamos y
cuando está lista la tortilla levantamos a los hombres a que coman. Después
molemos el pozol y cuando no nos da tiempo de dárselo antes de que se
vaya, tenemos que ir a dejárselo a la milpa o al cafetal y nos quedamos un
rato a trabajar, nos regresamos antes que ellos para hacer la comida, para
cuando llegue el hombre... y él sólo llega a comer, así trabajamos todavía,
pero de todos modos ya no es igual porque cuando estaba el patrón no nos
daba tiempo, de noche con ocote, íbamos a lavar. Ahora ya sólo hacemos
nuestro trabajo en la casa y en la milpa, ya podemos hacer nuestros comales
y nuestras ollas, ya podemos costurar y lavar nuestras ropas (ex-acasillada
de la finca El Porvenir, Mpio. Simojovel).

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¡Qué sufrimiento con el patrón!, molíamos mucho chocolate


hacíamos mucha tostada, pero cuando me casé como que me alivié un poco,
sólo las muchachas iban a trabajar a la casa del patrón (ex-acasillada de la
finca El Porvenir, Mpio. Simojovel).

Si las mujeres no salían a trabajar, sacaban a las muchachitas a


trabajar a la casa grande, les decían que hicieran el montón de tortilla, y con
garrote les enseñaban (ex-acasillada de la finca El Porvenir).

Todos estos trabajos, la casa del propietario y el beneficio del café,


son como mi trabajo porque yo los mantuve y sin que me pagaran nada; yo
les daba de comer a los albañiles, así que como quien dice este es mi trabajo.
Tenía un hermanito que trabajaba conmigo, él molía una lata de maíz diario
y yo torteaba para todos los trabajadores. El encargado de la finca tenía
puras hijas, pero no ayudaban a tortear, yo solita hacía todo (ex-acasillada de
la finca El Porvenir).

Para las que nos hemos criado en una finca, el trabajo ha sido muy
duro. Los propietarios y su mujer casi querían que les diéramos su comida
en la boca, los propietarios nunca trabajaban. La mujer del propietario, ella
no hace nada, sólo agarra su dinero y compra la mejor comida y la mejor
ropa.

Nosotras estábamos muy fregadas; nos mandaban a desgranar y


moler el montón de maíz, luego a hacer las tostadas y nada nos pagaban (ex-
acasillada de la finca Candelaria, Mpio. Simojovel).
Cuando estaba el patrón, nosotras teníamos que pepenar hasta el
cacaté* que él iba a comer, eso que es tan fácil no lo podía hacer, le
pepenábamos a él pero nosotras no podíamos comer. Yo trabajaba con la
patrona y me hacía muchas cosas, todo el día era puro trabajo y no me
dejaba comer sentada... ya mero quería que hasta su culo le limpiara yo (ex-
acasillada de la finca El Amparo, Mpio. Simojovel).

Los mecanismos económicos y extraeconómicos de explotación eran muchos y se


encontraban entremezclados en todos los momentos de la vida cotidiana.

El trabajo de los acasillados no sólo producía una ganancia económica para el


finquero, también era fuente generadora de la dominación ideológica. Así por ejemplo, el
hecho de que estos trabajadores pudieran usufructuar una pequeña parcela dentro de la
finca, les proporcionaba seguridad y les producía un fuerte sentimiento de gratitud, pues a
pesar de que era la razón por la que tenían que dar trabajo gratuito por tres o cuatro días a
la semana, era con lo único que contaban para sobrevivir. Estos sentimientos de seguridad

* El cacaté es el fruto del árbol de Oecopetalum mexicanum


(La Vegetación en Chiapas. Faustino Miranda. Ediciones del
Gobierno del Estado de Chiapas. 1975 Tomo 2, pág. 186.)es
abundante y muy preciado por la población local.

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y gratitud eran reforzados por una serie de aspectos: por ser trabajadores endeudados, no
gozaban de libertad para salir de la finca, así, muchos de ellos no conocían otros lugares,
siempre vivieron allí; por su profundo sentimiento de inferioridad, la gran mayoría, no se
sentía con la capacidad de huir de la finca y encontrar otra forma de subsistencia.

El patrón no daba buen terreno, nos daba puros barrancos. Si


agarrábamos buenos terrenos nos corría con su pistola, todo lo bueno lo
quería para su ganado. Pero allí trabajábamos el tabaco y el maíz, el zonte
de maíz nos pagaba a diez pesos (ex-acasillada de la finca Las Mercedes,
Mpio. Simojovel).

De acuerdo con los datos de Moisés de la Peña, en 1940, los comerciantes les
pagaba a los indios de Simojovel, entre ocho y doce pesos por el quintal de tabaco, cuando
en México la misma cantidad se pagaba a treinta pesos (op.cit.: tomo III-858). Podemos
suponer entonces que el precio que los propietarios pagaban a sus trabajadores por el
tabaco era aún menor que el que pagaban los comerciantes, pues él lo fijaba a su antojo,
obligando a los indígenas a vendérselo.

Nosotros trabajábamos toda la semana sin paga, todo el trabajo para


el propietario, para que se enriqueciera él, y los que trabajamos pues que
sufran y él comiendo galán ...si queríamos salir a visitar a otros lados no nos
dejaban, teníamos prohibido. Lo que piensa el propietario es que si llegamos
a hablar de cosas que él no quiere, ¡luego se imagina!, por eso es que tienen
prohibido que la gente salga a otros lados, para que no tenga ideas, por eso
hasta el domingo trabajábamos, hacíamos fajina; poníamos poste, cincuenta
postes cada gente y si termina a buena hora pues bueno, si no, a la hora que
termine, allí estaban los capataces, aunque sean de la misma gente, mismo
campesino, si no está bien el trabajo, él puede regañar, él está nombrado por
el propietario, está de acuerdo con él.

En nuestras milpas cosechábamos frijol, maíz y tabaco, ese capataz


llegaba a andar todas las milpas, a ver que hay en las galeritas, como se hace
galera en las milpas, allí se colgaba pues el tabaco, el maíz, el frijol, por eso
el capataz llegaba a ver y todo lo tenía tanteado, lo que tanto estaba allí y
vuelve la otra semana y se ve que ya no esta completo, entonces luego se va
a acusar con el propietario. El propietario, al otro día, mandaba a sembrar
zacatones en la milpa para que saliera la gente, porque ya lo está vendiendo
en otras partes su cosecha... entonces aunque tenga limpia su milpa la gente,
él manda a sembrar zacate pa'correr a la gente, sólo porque el campesino
quiere vender en otro lado un poquito de su cosecha, `onde le pagan más,
porque el propietario no paga bien, lo que él quiere pagar, eso nada más, lo
que le pide la gente, eso no vale (ex-acasillado de la finca Mazantic, Mpio.
Simojovel).

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Desde que nos vinimos criando vimos mucho sufrimiento en el


rancho donde estaba. Todo el trabajo que hacía, el de mi esposa y el de mis
hijos, era para el propietario.

Nosotros los campesinos también hacíamos nuestras milpas;


cosechábamos también maíz, tabaco, frijol y otras verduritas, pero si lo
vendíamos en otras partes, el propietario se encabronaba, él no dejaba que lo
vendiéramos en otro lado. Si el propietario ya lo supo que estamos
vendiendo nuestra cosecha en el particular, pues luego viene a regañar a la
gente. El lo quiere agarrar todas las cosechas de la gente, porque así está
acostumbrado, a que el propietario pone el precio de la cosecha y a ese
precio lo tiene que vender el campesino, entonces lo paga como a él le da la
gana...

Pero siempre la gente sabe dónde lo pagan más un poquito, entonces


lo vende allí cuando pueden, de ay, toda su cosecha se va con el propietario
y todavía nosotros mismos la llevamos cargando hasta Simojovel, en su casa
del propietario, a entregarle en su mano nuestra cosecha, allí donde está
sentado...
Muchas cosas nos hacían, así nuestros animales; gallinas, jolotes,
puercos, también no quería que los vendiéramos en otro lado, el propietario
lo quería agarrar todo, así nomás quiere que se le regale, así fue todo el
tiempo, así estábamos los campesinos completamente amarrados, porque si
el propietario nos corría, los pobres campesinos no sabíamos dónde nos
vamos a ir a trabajar, estábamos hallados o acostumbrados y allí estamos, no
conocemos otros lugares (ex-acasillado de la finca San Felipe, Mpio de
Simojovel).

A veces vendíamos un poco de maíz, pero como aquí trabajamos


pues, mismo lo agarra el propietario, y ya cuando se nos acababa lo de
nuestra cosecha, mismo nos da lo que le vendimos y más caro todavía.

Como tenemos prohibido salir, todo lo compramos aquí, el


propietario nos da un mejoral, un terramicina cuando estamos enfermos,
pero ya está en nuestra cuenta, y si al otro día ya estás un poco bien ya
tienen que ir a trabajar para desquitar la medicina. Si pedís unos cien pesos
los desquitas en un mes o dos trabajando, es que de plano éramos sus mozos
(ex-acasillado de la finca El Vergel, Mpio. Simojovel)

El contacto que los acasillados tenían con los jornaleros temporales, contribuía
también a acrecentar su sentimiento de seguridad al permanecer en la finca, pues si los
"ganadores" (así le llaman a los jornaleros) salían de otros lugares para ir a trabajar a las
fincas de Simojovel, era porque no había tierras ni trabajo, lo que los jornaleros les
contaban, les permitía reconocerse en una mejor posición que éstos, aunque como peones
ganaran menos y sufrieran tantos maltratos.

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Nosotros más primero trabajamos aquí con el propietario que era


Celín Morales y nosotros somos los peones acasillados, pero a veces traía a
otros campesinos a trabajar y a ellos si les pagaba más. Traía gente para el
corte de café y a esos les pagaba más que a los mozos. Llegaban a trabajar
como quince familias y nosotros sin sueldo y todos los días sin descanso y
también trabajaban las mujeres y los niños. Los otros que venían a trabajar,
venían de los ejidos, pero más de Carmen Zacatal, municipio de Jitotol.

También había vaqueros que eran campesinos [se refiere a que eran
indígenas] y a esos también les pagaba mejor. A nosotros, en 1981, nos
pagaba cinco pesos y decía que al otro año nos iba a pagar diez pesos, pero
ya no los pudo pagar, los peones acasillados hicimos un paro laboral en la
región y tomamos las fincas (ex-acasillado de la finca El Vergel).

Cuando trabajamos en la finca, llegaban otros trabajadores, como


jornaleros, llegaban de fuera y a ellos les pagaban más, el doble de lo que
nos pagaba a su gente; cuando nos pagaba cinco pesos, a los que llegaban de
fuera les pagaba diez, entonces nosotros sabíamos que les pagaba más y le
preguntábamos al propietario que por qué, "¿Por qué a la gente que estamos
aquí de por sí no nos paga así?", pero el propietario no quiere que le
preguntemos esas palabras, si preguntamos eso nos corría y nos decía "vayan
a otro lado donde les paguen más", pero `onde que están de acuerdo todos
los propietarios y lo mismo pagan así, no hay otro que pague más, están de
acuerdo ellos de cómo pagar a su gente, para que así no se vaya la gente.
Eso lo hacían pa'que lo tengan aplastado al campesino, pa'que no salga, pues
si hubiera donde pagan más pues allí se va la gente... la finca donde yo me
crié se llamaba San Felipe y Zacatecas, del mismo propietario (ex-
acasillado).

Para el corte de café llegaban gente de otras partes, a ellos les


pagaban pero poquito, y a la fuerza les robaban unos dos o tres días a la
semana, pero ellos como son vivos pues, vienen de otros lados y algunos
saben leer, saben escribir y llevan sus cuentas... que tanto trabajó que tantas
latas cortó de café o trabajan así de campo, entonces llevan la cuenta. Pero
el propietario no quiere que estén recordando eso y les daba su regañada
porque el campesino no está conforme con su paga porque lleva su cuenta,
pero si lo está pidiendo a la fuerza lo corre el propietario.

Estos trabajadores venían de San Miguel Chenalhó, pero estaban


acostumbrados a llegar a dondequieras fincas, por eso saben llevar sus
cuentas, sus trabajos, pero por más que lo sepan no les pagan lo que es, a la
fuerza lo roba el propietario.

Nosotros, la gente de la finca, sin que diera cuenta el propietario o el


caporal, platicábamos con los que vienen de fuera y les preguntábamos por
qué vienen hasta aquí a buscar trabajo, que si no tenían trabajo allá no hay

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trabajo, no tenemos terreno, apenas un poquito donde hacer la milpa, pero


sólo eso no les ajusta, por eso tenían que salir a otros lados. Todos llegaban
con sus mujeres, con sus hijos, con los niños llegaban a cortar café, en eso
pues es que les robaba el propietario su trabajo... quedan tristes pues lo
hombres, siendo pues que ya trabajó, que ya sufrió con su mujer y sus hijos
y les roban...
Ellos sufrían también, allí nomás en el corredor de la casa del
propietario dormían las gentes, con mujeres y niños (ex-acasillado de la
finca Santa Elena).

La expansión de las fincas en Simojovel, durante el siglo XIX y principios del XX,
exterminó casi por completo a las comunidades indígenas; de hecho, solamente conocemos
la sobrevivencia de dos de ellas: Pueblo Nuevo Sitalá que fue reconocida como comunidad
en 1878 y Catarinas que pasó al régimen ejidal en 1930 (Salazar Peralta, op.cit.:195).

La estructura de la finca liquidó instituciones, normas, formas de organización,


prácticas y concepciones de la cultura indígena que hasta entonces se habían reproducido
con cierta autonomía en las comunidades; sin embargo algunos elementos de dicha cultura
no sólo los siguieron conservando sus portadores, sino que además, alimentaron a la
concepción del mundo de los terratenientes.

Como apunta García de León (op.cit.:125), existían varios rasgos compartidos por
ambos sectores -trabajadores sujetos y finqueros- como resultado de la coexistencia,
durante largos años, de la vida comunitaria y la vida en la finca. Algunos de estos
elementos comunes eran "el predominio del parentesco consanguíneo y ritual, la vida
patriarcal y la familia extensa como unidad y base de la expresión política, la religión
cohersionadora y las tendencias económicas autárquicas".

Toda una serie de normas, prácticas y creencias que conformaban la cotidianeidad


de la vida en las fincas se desprendía, en buena medida, de esas concepciones compartidas,
con la característica esencial de que el patrón tenía el control casi absoluto de todos los
acontecimientos, pocas cosas de las que ocurrían en la finca se escapaban de sus manos.
En su doble función (represiva y paternalista), el finquero controlaba las relaciones
laborales, familiares, políticas, religiosas, etcétera, ocupando siempre el papel dominante,
activo, patriarcal. Al respecto es interesante lo que señala Favre en su capítulo dedicado a
los indios y ladinos.

Así, sobre la base de estos elementos de la vida material e ideológica de ambos


grupos, se reproducía la dominación de los finqueros y la subordinación de los trabajadores
permanentes.

Por ejemplo, la tradición indígena de rezar en las cuevas para pedir lluvias para la
buena cosecha, formaba parte de las creencias de los propietarios de las fincas de
Simojovel, sólo que como patrón ordenaba a sus indios que fueran a rezar para la fertilidad
de sus tierras. Los ritos agrícolas eran celebrados por los Iloles. Esto recuerdan los peones
acasillados:

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Cuando vivíamos en la finca hacíamos unas costumbres, pero por


orden del patrón, como él mandaba a su gente para que fuera a rezar a las
cuevas, porque ya está lista su milpa, ya quiere que se siembre el maíz. Por
eso le da un día de permiso a su gente para que vayan a pedir agua.
Llegábamos a rezar en las cuevas, en los pozos... así lo hacíamos, pero por
orden del propietario (ex-acasillado de la finca San Felipe).

Todavía hay costumbre de los antiguos, en las fincas también se


hacía, daba permiso el propietario, pero ahora también se hace aquí en el
Jardín [ejido de Simojovel], cuando no cae lluvia vamos a la cueva, al cerro
a rezar. Para que llueva le rezamos al "espíritu del agua", ponemos una
imagen en la pocita, tocan el tambor y la guitarra y una botella de trago.
Llevamos pozol, es como una fiestecita que hacemos, y dejamos chile y sal,
para que se enchile y salga el agua y estamos rezando hasta que llueve (una
familia baldía de la ex-finca Candelaria).

Las fiestas patronales eran organizadas por el dueño de la finca, de lo cual no sólo
obtenía provecho a nivel ideológico sino también económico, pues servía para acrecentar
las deudas de los peones.

Cada año celebrábamos una fiesta, de San Felipe, nombrábamos los


mayordomos, pero el propietario, por lista llevaba los turnos, pasábamos
todos, el que comenzó primero hasta que pasen todos, él vuelve a comenzar
otra vez, así era para que todos sean mayordomos.

Entonces cada mayordomo mataba un puerco grande, y el propietario


pedía una pierna, así le pedía a cada mayordomo y eran cuatro cada año,
¡son cuatro piernas que se llevaba así nomás!.

Llevaba trago a la finca para engañar a la gente, ¡ya bolo, ya no se


siente pedirle! y así pasó la fiesta, cuando vienen a saber, tanto deben cada
una de las gentes, ese era su gusto de los propietarios.

Todo lo que sirve para la fiesta, los cohetes, los castillos, los
campesinos los comprábamos todo, aunque el propietario lo llevaba pues,
pero lo anotaba en sus cuentas de los campesinos.

En cada fiesta el propietario engañaba a la gente, les repartía paga; el


que pedía diez pesos, veinte tiene que devolver; el que pedía veinte pesos,
cuarenta devuelve, así su costumbre del propietario, les vendía pues la paga.

En la fiesta llegaban a visitar entre campesinos, a nosotros nos


visitaban de la finca San Antonio y Zacatecas, entonces se mataban puercos
y se mantenían a las gentes que llegaban de otros lados. Los que llegaban

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traían sus cohetes y todo para hacer la fiesta... como están de acuerdo entre
ellos, los propietarios, se invitan para hacer la fiesta.

En la fiesta rezaban, lo iban a traer una señora de Simojovel para que


rezara en la fiesta, pero no se iba así nomás porque como es pagado pues... el
propietario lo pagaba, pero en sus cuentas quedaba de los campesinos.

Después nos dimos cuenta lo que rezaba la señora, lo que decía, y


fuimos pensando que está bueno hacer junta entre campesinos, que la
palabra de Dios habla de la lucha... (ex-acasillado de la finca San Felipe).

La fiesta de aquí es la de San Andrés, es el patrón del Porvenir. El


propietario enseñó cómo se hace la fiesta, porque él nombraba a los seis
mayordomos y les decía que comida daban. ...él traía la marimba y los
cohetes pero nosotros teníamos que pagar. También nosotros tocábamos el
carrizo y el tambor y echábamos baile. El propietario repartía el trago, pero
no dejaba que bailaran juntos hombres y mujeres... (ex-acasillada de la finca
El Porvenir).

Nosotros hacíamos fiesta cuando el propietario decía, no podíamos


hacer por nuestro gusto; y si vas a ir a otra fiesta de otra finca, ay vas a tener
que reponer el día de trabajo y si no te manda buscar, que vengas a trabajar,
íbamos a la fiesta aquí nomás, en la finca del Gabino, en el Vergel II.

También, algunas veces, íbamos a rezar a una cueva, pero por orden
del propietario, cuando veía que no llovía, entonces nos mandaba a hacer
fiesta a la cueva, por un día o dos y allí rezábamos (ex-acasillado de la finca
El Vergel).

Otro de los mecanismos extraeconómicos, fundamental, para la sujeción de los


peones acasillados, lo constituían las relaciones de parentesco, ritual y consanguíneo, que
unía a éstos con los patrones. Estas relaciones aseguraron durante mucho tiempo la
reproducción de la subordinación y lealtad de los trabajadores permanentes hacia el dueño
de la tierra. Pero además también jugaron un papel económico importante, permitían que la
renta en especie y trabajo fuera pagada por los indígenas de manera "natural". En la
actualidad, los que fueron acasillados o baldíos de las fincas de Simojovel, perciben
claramente la forma en que fueron utilizados.

Ay voy a contar cómo lo conocí el mundo: yo lo tengo también su


apellido del dueño de la finca, porque al viejito le gustaba gozar a las
mujeres. La mamá de mi papá lo gozó don Cheyo (Criserio Velasco Lara),
de allí salió mi 'apá. Como don Cheyo, dueño de la finca, se metió con mi
abuelita que era campesina, por eso es que el que ahora era dueño de la finca
era hermano de mi 'apá, yo soy su sobrino, pero no me trata, no me conoce
porque soy pobre.

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Hubo un tiempo en que mi tío me trataba, yo era chamaco, y una vez


me dijo: "mirá hermanito agarrá ese pedazo de monte, sembrá un pedacito de
cafetal y algo será para tu casa". Esta bueno, dije, pero como nos mira tan
inútil porque no tenemos ninguna clase de estudio, fácil me vino a engañar.

Sobre ese cafetal, cuando estaba bonito y empezaba a dar fruto yo no


quise ir a trabajar una semana, y entonces mandó a tirar mi cafetal y yo le fui
a decir que me pagara mi trabajo, "ay vamos a pensar", me dijo.

Me metí a trabajar con mi abuelito, primero caí en la trampa... me


mandaba a dejar juncia al pueblo porque hay veces que hay bautizo y
casamientos, me decía: "andá hijito, soz mi hijito", esta bueno, decía yo. Al
poco tiempo me metió a trabajar parejo con toda la gente, ya no era yo su
hijito. Ganaba yo cincuenta centavos, trabajando de seis a seis, ya cuando
iba metiendo el sol, nos decía el caporal: "ya muchachos vayan buscando su
fajina de leño para llevar a la cocina del patrón".

Pues así entré a trabajar, poco a poco y engañado, ganando cincuenta


centavos en aquel tiempo, después subió un poco. Llegó a morir mi abuelo y
quedó su hijo don Cheyo, mi tío, y hasta la fecha estuvo viviendo allí, hasta
que empezó la lucha y salió pue' (ex-acasillado de la finca Tres Casas).

Es así como muchos de los acasillados entregaban su trabajo gratuitamente y con


mucho respeto al patrón que era al mismo tiempo su padre, su abuelo o su tío.

Este tipo de relaciones nos hablan del control absoluto que tenían los propietarios
sobre sus gentes (como los mismos acasillados se consideraban), no sólo por la explotación
de la fuerza de trabajo, sino porque, en este caso, eran dueños también de las personas;
podían golpear, insultar e incluso matarlos por cualquier motivo. Aquí las mujeres, además
de que eran igualmente explotadas que los hombres, eran objetos del abuso y hostigamiento
sexual del propietario de la finca. Seguía existiendo el derecho de pernada, es decir, que si
el patrón quería a una joven, se la pedía a su padre, supuestamente para las labores
domésticas de su casa, pero de antemano se sabía, que además del trabajo, iba a ser
utilizada sexualmente*.

Como en todas las demás formas de opresión y dominación, en ésta, se utilizaba la


violencia franca o sutil. Era frecuente que las jóvenes fueran violadas, pero también existía

* Con relación a la situación de las mujeres indígenas de


Simojovel, vease el artículo "El Papel de la Cultura en el
Proceso de Subordinación de las Mujeres indígenas de
Chiapas", en donde planteo, además de la explotación y
opresión que sufrieron cuando eran acasilladas, la opresión
que sigue existiendo por parte del sector masculino de sus
comunidades, como producto de una cultura marcadamente
sexista y que se manifiesta con mayor énfasis entre los
sectores o clases más explotadas.

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la seducción, en donde las muchachas llegaban a involucrarse sentimentalmente con el


patrón. Esto nos narra una mujer indígena de Simojovel:

Mi papá estaba como baldío en la finca Candelaria, y allí vivíamos


pues. El propietario, Juan Penagos, tenía su mujer ladina, pero murió de
parto.

Entonces me habló a mi pa'que fuera a ayudar a su casa, habló con


mis papás y allí me fuí a cuidar sus hijos. Yo estaba muchacha y de ay' me
empezó a enamorar, me dijo que me quería deveras. Yo primero no creía,
pero me seguía enamorando y un día me dijo: "deveras te quiero y le voy a
dar dinero a tu mamá".

Cuando tenía yo quince años tuve mi hijo de Juan Penagos. Después


el tuvo un pleito en el cafetal y comió huevo y se puso enfermo, se trastornó,
y lo llevaron a Simojovel y lo atendieron, pero fue en Tuxtla que lo curaron.

Cuando salió, ya no vino al rancho y se casó en Simojovel con otra


mujer ladina. Viví un año con él y cuando se fue a curar yo me fui a casa de
mi papá.

Luego regresó al rancho con la mujer, ella me mandó llamar para que
trabajara con ella... pero yo ya no tuve nada que ver con él.

Al tiempo, un muchacho que murió su mujer, me pidió con mi


patrón, porque ya no tenía quien le diera de comer, pero yo no quería
marido, yo estaba muy cansada. Me paraba desde las tres de la mañana a
moler diez latas de maíz, toda la ración del almuerzo, de allí lo torteaba y
luego a poner frijol para esas gentes.

Ese hombre, Apolinar, por fin nos juntamos, yo no quería sino que mi
papá dijo que sí, porque nosotras no es costumbre que decidamos, sino el
papá. Tuve cinco hijos, pero después él buscó otra mujer, quería tener dos
mujeres pero yo lo corrí. El me dijo que si deveras yo no lo quería y le dije
que era la mera verdad.

Yo le dije que ya no era igual que antes, que hasta me pegaba... es


que era muy celoso, como yo era muy entendida y hablaba castilla, por
tantos años que viví con los patrones. Cualquier señor que me hablaba luego
me daba mis chingadazos.

...He sufrido mucho, pero ahora se que hay un certificado de terreno


con el nombre de mi papá y voy a ver que me lo den porque él peleó por esas
tierras.

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Esta es la historia de muchas mujeres indígenas que vivieron en las fincas de


Simojovel y aunque, como en este caso, posteriormente se unieron al movimiento
campesino de la región en la década de los setentas, conservan aún sentimientos
encontrados hacia el ex-patrón, padre de alguno de sus hijos. Como propietario es
aborrecido, pero al mismo tiempo por ser el padre de uno de sus hijos, es en cierta manera
admirado y es motivo de orgullo que el hijo haya heredado algún rasgo del padre-patrón; el
color de la piel, el cabello rizado, etcétera. Así nos dice la misma mujer:

...este mi muchacho, toda su cara del papá tiene, como es meco pues, les
gusta a las muchachas... si desde que estaba chiquito, aquí mucha gente me
envidiaba, porque era bonito, ahora él ya quiere casar porque salió muy
enamorado, como el papá...

Pero este sentimiento de orgullo, también estaba acompañado de resentimiento,


pues a pesar de que algo compartían con el ser superior, seguían siendo maltratadas y la
mayoría de las veces eran olvidadas como amantes, en el caso de las mujeres; o como hijos,
para terminar formando parte del común y ser explotados de la misma manera que todos los
demás trabajadores. Esta es otra de las razones por las que al iniciarse la lucha campesina,
algunos de los peones, parientes del propietario, siguieron siendo leales al patrón, pero
muchos otros, la gran mayoría, se identificaron más con el resto de los campesinos y se
unieron a la organización.

El grupo de trabajadores permanentes de las fincas estaba conformado,


principalmente por indígenas tzotziles, pero existen en la zona algunos tzeltales, choles y
zoques. Estos trabajadores vivieron durante muchos años bajo todas estas formas de
dominación ideológica, la característica de estas relaciones era su gran complejidad,
derivada del carácter doble de todos los mecanismos de explotación y opresión:
paternalistas y represivos.

Estas dos caras de la dominación crearon en los trabajadores permanentes una


extraña mezcla de sentimientos: temor, respeto, admiración, odio, amor y lealtad hacia el
patrón, que en última instancia era considerado un ser infinitamente superior a ellos.

Aquí encontramos buena parte de la explicación del triunfo contrarrevolucionario de


los terratenientes chiapanecos y de la continuidad de su poderío en Simojovel hasta la
década de los setentas. Pero todo esto explica también, la violencia que se ha generado en
la región a partir de la lucha campesina.

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CAPITULO VI

1970: La década de los cambios

La reproducción de las fincas en Simojovel, bajo las condiciones descritas, responde


a las características particulares de la región, pero esta determinada por el papel que a
México le tocó cumplir dentro del sistema económico mundial; es decir, como productor de
alimentos y materias primas, atendiendo las necesidades de los países industrializados. Así
como México quedó subordinado al crecimiento de las grandes potencias económicas, al
interior del país, Chiapas y otras regiones se desarrollaron en función de los requerimientos
de la "Nación", esto es, de la burguesía nacional e internacional, dejando de lado las
necesidades de la población local.

De esta manera, el papel económico de las zonas cafetaleras de Chiapas, incluso de


las más atrasadas como Simojovel, ha sido determinante para el crecimiento de la economía
nacional. En este sentido, el hecho de que los cultivos como el café fueran producidos, en
parte, bajo relaciones serviles de trabajo, no representó contradicción alguna dentro del
sistema capitalista nacional. Del mismo modo, el que buen número de empresas estuvieran
en manos de un sector que nunca logró desprenderse de prácticas y concepciones propias
de la clase dominante del colonialismo, tampoco significó obstáculo alguno. Por el
contrario, todo este conjunto de relaciones, sistemas, instituciones, creencias, normas y
comportamientos, surgidos durante la Colonia y reproducidos y recreados hasta el siglo
XX, fueron sostén del sistema agroexportador, y con ello, del capitalismo chiapaneco y
nacional.

Así pues, dadas las necesidades del sistema económico y las condiciones
sociopolíticas locales, ni las denuncias, ni las leyes, ni los decretos, ni la misma revolución
mexicana lograron liquidar al sistema de servidumbre agrario en Chiapas. No obstante que
en la década de los treintas se formaron varios ejidos y fueron restituidos algunos bienes
comunales, con la afectación de algunas fincas, la servidumbre mantuvo un peso
significativo dentro de la economía de la entidad.

De acuerdo con los datos de Mercedes Olivera, al finalizar la década de los setentas,
el 30% de la fuerza de trabajo empleada en la agricultura chiapaneca correspondía a los
peones acasillados y calculaba que en el municipio de Simojovel, el número de éstos era de
aproximadamente 10 mil (1979:44, Proceso no. 39, 1979:20). Por su parte en la
información oficial se habla de 37,800 trabajadores permanentes en la agricultura
(Gobierno del Estado de Chiapas, op.cipt.:119).

Pero la situación en el campo chiapaneco y en particular en Simojovel, que había


permanecido casi inalterada, empieza a convulsionarse a partir de 1974, al estallar el
movimiento campesino a nivel nacional como producto de la crisis agrícola de fines de los
sesentas.

Sabemos que durante mucho tiempo la agricultura del país se desarrolló de manera
ascendente, así de 1930 a 1946, la producción del campo aumentó anualmente en 3.2%
frente a un crecimiento poblacional del 2.2% (Rello, 1986:31).

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Aun durante el período de desarrollo sostenido de la industria 1940-1950 la


agricultura se mantuvo por arriba, llegando a un 7.2% de crecimiento anual contra el 6% de
la industria y no obstante que después la tasa de crecimiento de la agricultura disminuyó a
un 3% anual, su aporte a la economía nacional siguió siendo importante (Bartra Armando,
1979:32).

Para 1965 esta situación se transforma, decaen las exportaciones y se pierde la


autosuficiencia alimentaria, en síntesis, se estaba produciendo el deterioro del modelo de
acumulación. A partir de entonces la caída de la producción agrícola es vertiginosa, de
1965 a 1970 cae el 1.2% y de 1971 a 1976 baja hasta el 0.58%. Del 9.8% que la agricultura
representaba para 1960 en el PIB nacional pasó a un 5.5% en 1976 (Guillén Romo,
1986:101).

En Chiapas sucede lo mismo, el aporte del sector agropecuario y silvícola en el PIB


estatal había sido para 1965 del 55.7% y para 1975 bajó al 26.3%, disminuyendo así
sustancialmente su importancia relativa ya que en términos absolutos, durante el mismo
período, registró un aumento del 8.9% anual (Fernández Ortiz, Tarrío G. Ma., 1978:14).

Al mimo tiempo que baja la producción agrícola, aumenta, a nivel mundial la


demanda de energéticos; por ello, el potencial petrolero del país significó, para el estado
mexicano, la salida ante la crisis. Se intensificó la explotación de los yacimientos
petrolíferos buscando sustituir el aporte generado, hasta entonces, por la agricultura
comercial, con la exportación de energéticos.

Pero a pesar de los intentos para contrarrestar los efectos de la crisis agrícola en el
conjunto de la economía nacional, se produjo la caída de ésta última al sufrir la agricultura
otro revés en el mercado internacional. Entre 1972 y 1975 los precios de los productos de
exportación -algodón, jitomate, café, etc.- disminuyeron considerablemente y aumentaron
los precios de los granos básicos que, para entonces, el país importaba en grandes
cantidades.

Los efectos de la crisis se tradujeron, en términos generales, en un gran aumento en


el desempleo y en la disminución real de los ingresos de los trabajadores del campo. A esta
situación se suma el descontento generalizado de los campesinos que desde años atrás
venían solicitando tierras sin obtener ninguna respuesta; se calcula que para 1968 habían en
el país más de 3 millones de campesinos sin tierra (Gutelman M., 1980:124). Como
expresión social de la crisis estalla el movimiento campesino a nivel nacional durante los
setentas.

En este contexto también en Chiapas la producción de energéticos cobró una gran


importancia, desplazando a un segundo lugar a la agricultura, de tal forma que para 1982 a
pesar de que el sector agropecuario absorbió al 65% de la población económicamente
activa -de un total de 720,457 personas- sólo produjo el 17% del valor bruto de la
producción del estado. Mientras que la producción de hidrocarburos, utilizando
únicamente a 5,000 personas, es decir al .7% de la PEA, aportó el 38% del valor bruto
(Gobierno del Estado de Chiapas, Plan y Programa de Gobierno 1982-1988, México,
1982:128).

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La producción de energéticos de Chiapas representó en 1980 el 4% de crudo y el


12% de gas en la producción nacional, con la explotación de 11 pozos (Ibid:182).

Pero además de que la agricultura pasó a un segundo término, la ganadería cobró un


mayor impulso dentro del campo chiapaneco, debido a que en los setentas, nuevamente la
división internacional del trabajo asignó a los países dependientes la producción de
proteínas baratas para cubrir las necesidades de los países avanzados.

A pesar de que en Chiapas existía una tradición ganadera, que se remonta a la época
colonial, en las actuales condiciones el impulso ganadero fue un elemento más que dio
origen a los problemas sociales en el campo, pues aquí la ganadería es extensiva y se
desarrolló a costa de las tierras ejidales, comunales y nacionales aptas para la agricultura.
De tal suerte que en 10 años, 300 mil hectáreas de vocación agrícola se habían convertido
en pastizales (Ibid: 121).

Este proceso originó múltiples conflictos por la tierra, en el lapso de dos años (entre
1974 y 1976), fueron registrados 119 entrenamientos violentos: 86 se dieron entre
campesinos y ganaderos; 25 contra las fincas agrícolas ganaderas y 8 entre campesinos y
agricultores, pero sólo en 1976 se registró el 87% de los casos (Fernández Ortiz, Tarrío G.
Ma., 1983:144).

El problema de la ganaderización no sólo se dio en relación con la tierra, también


tuvo que ver con la disminución real del empleo; en Chiapas un vaquero puede hacerse
cargo de 200 cabezas de ganado, es decir, se requiere de un sólo hombre para 200 hectáreas
de tierra. Esto da cuenta de la magnitud del problema, ya que al mismo tiempo que se
acaparan enormes extensiones de terreno, se desplaza fuerza de trabajo -como es el caso de
las fincas agrícolas que paulatinamente fueron introduciendo ganado- o simplemente no se
crean empleos, este hecho es más evidente si se compara con lo que sucede en la
agricultura empresarial: por ejemplo, para una hectárea de café se utilizan,
aproximadamente, 100 jornales; para una hectárea de cacao, 80; para una de arroz, 24,
etcétera.

Se calcula que para 1978, la agricultura, con el 12% de la superficie en el estado,


generó el 74.2% del empleo; mientras que la ganadería, que ocupa el 40.5% de la superficie
en la entidad, únicamente creo el 25.8% del empleo (Ibid.:138).

Por último, otro hecho que se sumó a las causas desencadenantes del movimiento
campesino en Chiapas, fue la ejecución de otro proyecto con prioridad nacional, el de la
construcción de presas hidroeléctricas, que tuvo graves repercusiones para la población
campesina de la entidad y enormes beneficios para el desarrollo nacional pues con la
producción de las tres presas existentes (Peñitas, Mal Paso y la Angostura) el estado aporta
el 20% de la energía hidroeléctrica al país (Gobierno del Estado de Chiapas, op.cit.:180).
La puesta en marcha de estas obras generó diversos conflictos sociales y políticos ya que se
inundaron tierras agrícolas privadas, ejidales y comunales; de acuerdo con las cifras
oficiales, estos tres complejos hidroeléctricos afectaron 200,000 hectáreas de tierra de la
mejor calidad (Ibid.:121).

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Así pues, las repercusiones de la crisis económica del país en el campo chiapaneco
y la ejecución de proyectos emanados de las necesidades nacionales e internacionales,
agudizaron las precarias condiciones de vida del campesinado y dieron origen a nuevos
problemas.

Toda la riqueza producida en la entidad se ha traducido, para los sectores pobres del
campo, principalmente el indígena, en una creciente pauperización. Para 1982, la mayor
parte de las familias que habitaban las zonas indígenas (el 80%, de un total de 198,622
familias) mantenían una producción de alimentos básicos -maíz y frijol- muy por abajo de
sus necesidades de autoconsumo. El 100% de dicha población no consume leche,
únicamente el 10% y el 25% consume ocasionalmente, carne y huevo respectivamente
(Ibid.:131).

En cuanto a los servicios, sólo el 8% de las comunidades cuenta con agua entubada;
el 100% carece de drenaje y el 95% no dispone de energía eléctrica (Ibid.:135).

Esta situación de miseria corresponde a la estructura agraria chiapaneca que para


1983 se conformaba de la siguiente manera: 158 000 campesinos sin tierra; 169 000
ejidatarios y comuneros en posesión de un poco más de 4 millones de hectáreas. En
contraste, 30,000 "pequeños propietarios" acaparaban más de la mitad de la tierra
cultivable del estado.

En la región de Los Altos, en donde se concentra la mayor parte de la población


indígena, existían entre 30 y 40 mil minifundios con menos de una hectárea (Uno más Uno,
30/XI/83:7)

A partir de estos procesos, Simojovel y algunos municipios que lo circundan, se


caracterizaron por el desarrollo de un amplio movimiento campesino.

Esta región que durante siglos había permanecido en "calma", bajo el dominio
absoluto de los finqueros, pasó entonces de la violencia estructural (reproducida
cotidianamente al interior y en torno a la finca) a una violencia frontal, a una lucha
antagónica entre el sector terrateniente y los acasillados, baldíos, ejidatarios y jornaleros
libres.

Aquí los proyectos nacionales e internacionales pusieron al descubierto las formas


más ocultas y viejas de dominación, resquebrajaron al fin instituciones, prácticas y
concepciones surgidas desde la época colonial.

El proceso de ganaderización llegó a algunas fincas de Simojovel y aunque no


encontramos cifras exactas, muchos de los testimonios aluden a él de manera indirecta; uno
de los efectos que resaltan como efecto de la expansión ganadera es el del cambio en la
relación patrón-acasillados. Hasta antes de los setentas, los finqueros mantenían una
estricta vigilancia sobre los trabajadores permanentes con el fin de que no huyeran; las
faltas cometidas por los acasillados eran cobradas a través de métodos antiguos como
azotar o dejar amarrado al "infractor" en un poste, siempre en presencia de los demás, o

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bien a través de medios más "modernos", descontando dinero del jornal, o exigiendo
trabajo sin pago alguno.

A partir de que aumenta la ganaderización, si bien seguían manteniéndose formas de


control sobre los trabajadores permanentes, los métodos cambiaron, ahora los propietarios
podían darse el lujo de correr a los peones y sus familias para meter pastizales. En el
apartado anterior casi todos los testimonios de los exacasillados hablan de que cualquier
motivo era causa de despido; por ejemplo, si vendían el producto de su pequeña parcela o
las gallinas y los puercos con algún comerciante, si contestaban mal, o si no terminaban
toda la tarea asignada por el caporal, etc.

Al proceso de ganaderización se sumó el conflicto creado por el proyecto


hidroeléctrico "Itzantún", que a pesar de que hasta la fecha no se ha concretado (debido a la
tenaz lucha de la población afectada), a mi juicio representa el principal detonador para que
estallara un movimiento campesino regional sin precedente, tanto por su radicalidad y
duración como por el número de comunidades participantes (aún cuando ha variado,
siempre ha sido importante) y sobre todo porque por primera vez y en forma masiva, se
incorporaron los peones acasillados y baldíos para exigir el reparto agrario y con ello,
transformar las relaciones serviles.

Según el estudio realizado por la SPP, con la construcción de la presa serían


afectadas 10,912 hectáreas de las cuales 7,200 (65%) son propiedad privada, 3,194 (29%)
del régimen ejidal y 527 (4.8) de tierras comunales.

El área de embalse abarcaría en forma parcial a seis municipios, pero la mayor parte
de las tierras que quedarían bajo el agua pertenecen a Huitiupán (46%) y Simojovel (42%);
el resto de las tierras a inundar se encuentran en los municipios de Pantelhó (6%),
Chalchihuitán (4%), Amatán (0.5%) y Chenalhó (0.5%) (op.cit.:40).

Debido a la situación agraria que prevalecía en la región, el mayor número de tierras


afectadas eran de propiedad privada. De un total de 205 predios, 189 (65.9%) eran
propiedad privada; 14 (29.2%), constituyen terrenos ejidales y 2 (4.8%) terrenos comunales
(Idem.:41).

Un aspecto que destaca el estudio citado, es el del enorme acaparamiento de tierras


por parte de unas cuantas familias, pues se señala que del total de los predios privados, 44%
pertenece a 4 familias:

Estas familias, emparentadas entre sí, acaparan el 28% de la propiedad privada en la región
(Idem). De ser ejecutado el proyecto hidroeléctrico serían las principales beneficiadas ya
que el Gobierno del Estado, la S.R.A. y la C.F.E. se han comprometido a indemnizar a los
propietarios afectados.

_ Así, además de obtener el dinero acabarían con dos grandes problemas que
actualmente enfrentan: por un lado, el del riesgo de ver afectadas sus tierras ante las
solicitudes agrarias interpuestas por los indígenas; por otro, el conflicto con los peones

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acasillados de sus fincas que desde 1981 sostienen una lucha laboral, exigiendo el
reconocimiento oficial de su sindicato independiente.
____________________________________________________________
Familia No. de predios Total de Has. afectadas
_____________________________________________________________

Trejo 13 1.332.22.67

Del Carpio 17 1.027.22.93

Flores 12 246.73.60

Penagos 19 907.63.98
_____________________________________________________________
4 61 3.513.83.18
_____________________________________________________________
(Idem.:42)

En cuanto a la población que resultaría seriamente afectada por la construcción de la


presa se distinguen los siguientes grupos, de acuerdo con su relación con la tierra:

-La población de los ejidos: ejidatarios con y sin


derechos a salvo y avecindados dedicados a las
labores agrícolas.
-Los comuneros
-Los copropietarios*
-Verdaderos pequeños propietarios
-Núcleos de población posesionados de predios privados
-Trabajadores permanentes de las fincas (Acasillados y
vaqueros)

De acuerdo con los datos de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y


Campesinos, serían afectadas aproximadamente 14 mil personas Pliego Petitorio,
Mecanografiado, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, 1983: Cap. IV:2).

Para estos grupos, la construcción de la presa, representaría un enorme problema;


verían bajo el agua, sus parcelas, viviendas, fuentes de trabajo y construcciones de
infraestructura, lo poco que han logrado obtener después de años de trabajo, trámites y
luchas. Tendrían que iniciar otra forma de vida en una región más difícil (por lo apartado
e incomunicado) Marqués de Comillas que es el lugar que se les propone para su
reacomodo.

* 3 de las coopropiedades del municipio de Simojovel, creadas


por el Gobierno de Juan Sabines, quedarían cubiertas por el
embalse de la presa.

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Al parecer, sólo la magnitud de un proyecto de este tipo podía aglutinar a los


diferentes grupos de trabajadores agrícolas de la región en un sólo movimiento; incluso
lograr la movilización de un sector que históricamente había permanecido leal a los
finqueros, el de los peones acasillados.

A las viejas demandas de dotación y ampliación de ejidos, se sumaron las de los


diferentes grupos que serían afectados con la construcción de la presa, conformándose así
un amplio movimiento social a nivel regional.

Cómo nació el movimiento campesino

En el apartado anterior trate de presentar las causas histórico estructurales del


movimiento social de Simojovel. Ahora, a través de los testimonios, abordaré algunos de
los elementos ideológicos que pueden explicar en parte, el dominio casi absoluto que
durante mucho tiempo ejercieron los finqueros sobre las familias acasilladas y baldías.
Estos elementos también nos permiten entender ahora, muchas de las concepciones y
prácticas que sustenta, tanto la población indígena como el grupo de poder local en su
enfrentamiento cotidiano.

Se podría resumir este movimiento señalando fechas y enunciando las demandas,


las acciones, logros y fracasos; sin embargo, es interés de este trabajo conocer las
motivaciones de la población indígena que les han permitido mantener un movimiento
popular e independiente por más de 10 años. Cómo este sector indígena participa en una
organización cuya estructura y métodos de lucha pueden resultar ajenos. Finalmente qué
ha significado para ellos la Teología de la Liberación o "la palabra de Dios" como la
llaman, y que sabemos, para los finqueros y autoridades es una de las causas del
alzamiento.

Los gérmenes del movimiento regional de Simojovel empezaron a brotar durante los
primeros años de la década de los setentas, en diferentes ejidos de Huitiupán y Simojovel.
Muchos de los ejidatarios, o los hijos de éstos, contaban ya con la frustrante experiencia de
realizar innumerables trámites, viajes constantes y gastos inútiles para conseguir una
ampliación, una dotación ejidal o la ejecución de una resolución presidencial.

Un campesino nos narra la experiencia del ejido Las Láminas (Jochompat), Mpio.
de Simojovel:

Los viejitos nacieron y trabajaron de regalado en Jochompat, finca de


Abelardo Trejo. El trabajo era mucho, todos trabajaban parejo, los hombres,
las mujeres y hasta los niños de 6 y 8 años... Cosechaban tabaco y lo
llevaban a vender rumbo a Tabasco, iban caminando y parece que hacían 8 o
10 días y de regreso traían sacos de sal. Se producía mucho tabaco, por
familia sacaban 40, 50 y 60 quintales, hace 10 años el quintal costaba $
40.00 pesos.

El trabajo era todo el tiempo; primero se trabajaba el maíz, de abril a


agosto y para el tabaco se preparaba la tierra en agosto y en octubre

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empezaba a brotar el tabaco. También se cosechaba frijol, tomate y


verduritas. El trabajo era de 4 de la mañana a 6 de la tarde, los viejitos
llegaron a ganar 15 centavos, luego 20 y 25, ya cuando nosotros empezamos
a trabajar ganábamos $ 1.50

Mi papá se murió y cuando se moría alguien el patrón cobraba la


deuda, lo que él decía, y la mujer y los hijos tenían que trabajar para pagar.

Los viejitos empezaron a pedir la tierra para colonia, hace 50 años.


Los de la "agraria" mandaron a un ingeniero a medir las tierras, hace 50 años
les dieron la tierra con resolución presidencial, tenían plano, estaban
luchando los viejitos ya hasta tenían maestro pero los propietarios vieron la
forma de sacarlo y a los viejitos los amenazaron y ya no siguieron
tramitando el ejido...

Los propietarios empezaron a repartir la tierra con sus hijos y a


vender.

Después empezaron otros compañeros a gestionar otra vez, hace


como 28 años, entonces estaba como propietario, Juan Rodríguez y de allí
entro Cesar Rodríguez, él sólo lo alquiló. Cuando volvió el Juan, los
compañeros seguían tramitando con los documentos que tenían, pero el Juan
no quería entregar el rancho. El compañero nombrado para hacer los
trámites era Fausto Gómez y a él un día Juan Rodríguez le pegó, le quitó el
portafolio con los papeles del ejido y lo mandó encarcelar a San Cristóbal,
de eso hace como 24 años.

Entonces los judiciales y pistoleros empezaron a entrar al ejido a


golpear, nos huimos al monte, allí estuvimos viviendo un año, allí nacieron
y murieron niños, no se podía salir porque estaba el propietario con la
judicial.

Se perdió el tabaco, el frijol, el maíz, los puercos y los pollos se los


comían los judiciales.

Después, al monte metieron al ejército, había dos vaqueros de los


finqueros que buscaban a la gente con rifle, ¡puro 30-30!. Un día llegaron y
estaban tirando de atrás de un montón de frijol, la gente los hirió y salieron
huyendo y ya no se acercó el ejército.

Juan Rodríguez vendió el rancho a Abigael Trejo y la gente empezó a


entrar poco a poco a trabajar y otra vez empezaron a tramitar el ejido, se
hicieron viajes a México, se sacaron otra vez los papeles... pero Abigael
volvió a meter al ejército, pero las gentes ya no se dejaron, no se salieron y
buscaron un abogado, hicieron sus casitas y sus milpas.

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Agarraron a Abelino García, que era el compañero que estaba


haciendo los trámites, lo metieron en la cárcel de Simojovel, pero la gente
siguió luchando.

Se organizó una marcha [posiblemente ya estaban participando con


los demás grupos, en la primera organización que hubo en la región] pero no
los dejaron llegar bien a Simojovel, pero llegaron y se siguieron hasta
Tuxtla, hablaron con Velasco Suárez gobernador de Chiapas, [de 1971 a
1976] y dijo que ya era de ellos el ejido, les dieron a todos molinos y se
regresaron.

Vino un ingeniero a Simojovel, Manuel Núñez se llama, el tenía los


documentos y le dijo el presidente municipal que los pusiera en la mesa, de
allí de la presidencia, ahí se fueron juntando los propietarios y el presidente
municipal ya no dejó que la gente agarrara los documentos y se quedaron
otra vez sin nada con que comprobar.

Salió el compañero Abelino de la cárcel y siguió tramitando los


papeles, buscó un abogado que no más engaño y robó a la gente y no hizo
nada, el abogado era cuñado de Abigael Trejo.

Por eso, de tanto engaño y sufrimiento decidimos entrar a la


organización y yo quedé nombrado como representante de Jochompat y
aunque no se soluciona el problema todavía, estamos dispuestos a seguir.

Yo ya estaba cansado de luchar y luchar, hasta había pensado


retirarme pero un día, en mi sueño, me habló San Miguel Arcangel, me dijo:
"Mira Oliverio tu tienes que seguir luchando junto con tus compañeros, ya
estas allí y no puedes salirte, tienes que seguir por el camino verdadero".

Y eso es cierto, nosotros sabemos qué camino llevamos porque esta


escrito en la Santa Escritura y se está cumpliendo, como cuando empezó la
organización, allí lo dice: "va a llegar un tiempo en que los pobres van a
entrar a una organización y van a estar haciendo juntas en diferentes partes;
en los ranchos, en las colonias y el gobierno lo va a ver mal y les va a regalar
cosas". Y es cierto, ya se está cumpliendo, porque cuando nosotros entramos
a la organización el gobierno vio que la gente estaba haciendo juntas y salió
la CNC a regalar mulas y aparatos, pero nada más para engañar a la gente,
para que le tape el ojo.

Hay otra parte que dice la Biblia: "Hay cerros más altos esos hay que
ponerlos en plano todos y los caminos donde hay hondonadas hay que
rellenarlos". Eso quiere decir la lucha pues, que hay que emparejar las cosas,
que ya no es tiempo que estén unos ricos y otros pobres, ahorita es tiempo
que seamos todos iguales.

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Como en este caso muchos campesinos más de otros ejidos estaban cansados ante la
falta de respuesta a solicitudes de dotación de 20, 30 o cuarenta años, de ser engañados y
reprimidos es así como algunos líderes de las comunidades empezaron a movilizarse en la
región, tratando de formar una organización amplia que les diera fuerza para lograr la
tierra.

Nuestros padres han muerto con la CNC, nunca nos han dado
respuesta, hasta que el pueblo se decidió a tomar las tierras de los patrones.
Porque ya eran más de 45 años que estábamos solicitando la tierra y la
Reforma Agraria no nos hace caso, por eso vimos la necesidad de unirnos
con otros pueblos. Nos dimos cuenta que estábamos engañados por la CNC,
pero es necesario seguir trabajando, porque se tomaron las tierras pero no se
han legalizado.

Cuando estábamos con la CNC siempre nos torturaron: a los viejitos


los mandaban matar, hemos visto a nuestros hermanos heridos, muertos,
encarcelados.

En 1960 murieron nueve personas, entre ellas una mujer, fueron envenenados por
parte del propietario, por cuestión de la tierra (ejidatario del Jardín, Mpio. de Simojovel)

Empezamos trabajando con el Romeo, desde un principio cuando


empezamos la organización no sabemos para que sirve, creíamos que era
bueno estar unidos, pero no sabíamos cómo. Pero realmente con los mismos
ataques, con la misma represión que nos ha dado el gobierno "...¡ay vamos
aprendiendo poco a poco, así se fue desarrollando la organización".

...Cuando empezamos con la organización hicimos una asamblea en


la zona de Simojovel y Huitiupán, allí fue donde conocimos a los
compañeros de diferentes comunidades, allí vimos que todos teníamos
muchos papeles [solicitudes] de dotación y de ampliación y vemos que con
los trámites legales no nos han dado caso, que no había nada de solución.
Fue cuando se tomaron las tierras del Rosario, que era propiedad de Mariano
Ruiz Ruiz, esa fue la primera toma de tierras, lo hizo el Jardín y Cárdenas
[ambos ejidos, el primero del municipio de Simojovel y el segundo
Huitiupán], en conjunto con otros compañeros... eso fue en 1972.

A nuestra organización lo llamábamos "Organización del Pueblo


Unión de Ejidos", así llamábamos la primera organización. Ese mismo año
decidimos tomar las tierras lo que es complementario de Covadonga que es
del ejido Jardín, porque estaba en la resolución presidencial y no estaba
entregado y hasta que tomamos las tierras fue que vino el ingeniero a
entregar. Covadonga se tomó entre Cárdenas y el Jardín y compañeros de
diferentes comunidades de esta zona de Huitiupán, Simojovel, Sabanilla, el
Bosque.

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En ese tiempo también andábamos por muchas partes del país para
buscar asesoramiento con otras organizaciones, inclusive, vimos con los
"norteños"* que andaban por aquí por estas zonas, pero nosotros no
quisimos estar con ellos por motivo que no conocemos de dónde vienen, qué
tipo de organización son...

Ya después de esas tomas de tierra fue que buscamos el


asesoramiento de la "Central" [Central Independiente de Obreros Agrícolas
y Campesinos], todavía no entraba el ejército... (Juan Gómez Núñez,
ejidatario del Jardín, Mpio. de Simojovel).

Con esas tomas de tierra ya casi estaba movilizado el ejército para los
desalojos, inclusive ya estaban por Simojovel, estaban a punto de llegar por
el río Catarina pero no entraban todavía, creo que era el año de 1973...
entonces, cuando andaba la federación en la zona, nosotros lo que hicimos
fue hacer junta con otras comunidades, tratamos de unirnos con más
compañeros... llegamos a juntarnos cinco mil compañeros y trabajamos
como con 64 comunidades.

Todas estas comunidades eran de Simojovel, Huitiupán, Sabanilla y


el Bosque. Las comunidades eran el Jardín, Cárdenas, el Calvario, Azufre,
Zapata, Naquem, Huitiupán, Las Láminas, José Castillo Tielmans, Catarina,
San Cayetano, San Miguel, El Bosque, Sabanilla, Xoctic, Tierra Blanca, El
Amparo, Amatán, etcétera, eran como 30 ejidos más o menos y ya andaban
con nosotros más de 30 peones acasillados.

Por ay del 74 el Romero abandonó la organización y solamente nos


quedamos, mi compadre Antonio, el Oliverio y el Mario... un poco después
se fue acercando el Enrique y empezó a trabajar junto con nosotros
(ejidatario del Jardín).

Para que los peones acasillados tuvieran el valor de incorporarse a una lucha en
contra de los patrones fue necesario que aun mismo tiempo se presentaran una serie de
procesos: la inseguridad en su situación laboral y en toda su forma de vida -recordemos que
con la ganaderización estaban siendo despedidos de las fincas y además, muchos se sentían
amenazados por la construcción de la presa-; por ese entonces empezaron a tener acceso a
una nueva forma de interpretar "la palabra de dios" y de regir su vida, a través de algunos
agentes de la iglesia católica, propagadores de la Teología de la Liberación y finalmente, el
brote en la región de un movimiento campesino organizado.

Me parece importante resaltar todo esto porque quizás si sólo se hubiera presentado
la nueva filosofía religiosa, sin la crítica situación material, todavía no tendrían suficientes
motivos para organizarse en contra de los terratenientes, y por el contrario, si solo se

* Organización campesina de corriente maoista, mejor conocida


como La Unión de Uniones.

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hubiesen transformado sus condiciones materiales tal vez no habrían participado


masivamente en el movimiento.

La ruptura de esas estructuras ideológicas de lealtad y autosumisión significaba, de


hecho la negación de valores, creencias y costumbres profundamente arraigadas. Por ello,
aunque una gran parte de acasillados se incorporaron a la lucha, hubo algunos que
permanecieron al lado de sus patrones.

Cuando empecé a oír la palabra de Dios, empecé a estudiar y agarré


un poco de experiencia, antes no sabía pensar, no sabía hablar... otras gentes
buscamos para que ayuden a tramitar expedientes con la Reforma Agraria,
eran de la CNC, pero no había nada de resultado. Entonces empecé a
organizar, así normas... fue en el 75 que llegó el propietario a regañar "Vos
sos un haragán te crees un chingón, pero eres un cabrón, ¿por qué estas
levantando a la gente?

Cuando llegábamos a la iglesia el propietario me quería matar porque


decía que yo estaba alzando a la gente por culpa del sacerdote, se llamaba
Alberto, y decía que si todo el tiempo íbamos a estar con ese cura, que eso
que estábamos haciendo no estaba bien y dijo: "entonces si van a seguir, te
voy a chingar... tu quieres quitar mi terreno, pero no vas a ganar y si quieres
seguir te voy a matar, no te voy a dejar que vayas a malorientar a la gente.
Si esta bien, le dije, si quieres matarme pus máteme, yo estoy dispuesto a
dejar mi sangre y me contestó, "eso dices pero vas a ver cuando estés
muerto".

Como el propietario tiene su caporal, tiene sus encargados y como


nosotros no estamos de acuerdo con su trabajo, nosotros ya estábamos
pensando y pensando, pero allí no podemos hablar, porque los encargados
todo el tiempo están vigilando a la gente a que hagan el trabajo.

Entonces oímos, que parece que hay una organización de los mismos
campesinos, por allá por Santa Catarina y a escondidas yo me fui a ver y
llegué con el Enrique y entramos en la organización... no me acuerdo como
se llama. Pero después llegó la orientación de la CIOAC, entonces allí
empezamos a luchar más...

El propietario se encabronó y se encabronó más hasta que una vez,


cuando yo me iba a Tuxtla, me topó en el Bosque porque uno de los
vaqueros me fue a acusar con el propietario y en la noche llegaron como
doce federales para ver si hay gente porque decían que yo tenía como
trescientas gentes para correr a los propietarios, pero es mentira. Entonces el
propietario me dijo "a ver dónde está la gente" -y él con su pistola y yo no
traía nada- entonces yo digo que no, "que nada más el comité de Dios",
porque es gente de Dios los campesinos y da más valor.

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Cuando estaba más fuerte el problema [en 1977] salimos a otros


lugares a organizar a otros pueblos y después hicimos una marcha a Tuxtla,
porque ya no aguantábamos trabajar así para los propietarios, la gente se
cansa. Eramos como 60 peones, pero participamos como cuarenta, porque
hay unos que no quieren luchar pues, esos se salieron de aquí, se fueron a
otro lado porque están de acuerdo con el propietario, cualquier cosa que
oyen directamente se lo pasan al propietario (ex-peón acasillado de
Mercedes Isidoro. Mpio. de Simojovel).

La organización salió por Dios, antes que muriera mi mamá me contó


cómo era el mundo antes... me contó las historias de cuando se fue Dios, o
sea, cuando lo mataron a Cristo: "Cristo se fue al cielo, entonces los
apóstoles le preguntaron ¿qué señales nos dejas? y les contestó, no les dejo
ninguna señal, las cosas aquí en el mundo son las señales... yo me voy, pero
aquí está la planeta lo voy a dejar para todos mis hijos, para que lo trabajen.
¡Qué nadie vaya a pelear!, quiero que todos mis hijos lo trabajen en común
la planeta, es mía la tierra, pero yo se las dejo a mis hijos".

Pero resulta que los propietarios, que son los caciques, lo engañan a
los campesinos para llevarlos a trabajar a sus fincas... que les dicen que allí
tienen sus parcelitas y así fueron agrandando y agrandando, pero esas tierras
no son de ellos, sino que son del campesino, pero ellos lo manotearon las
parcelas pa'que sean sus fincas, para que se enriquecieran, entonces, ¡abajo
nos echaron a los campesinos!

Sobre de eso fuimos despertando... nosotros vivíamos con los


propietarios, entonces hacíamos las juntas en el monte, allí escondidos.
Cuando sintió los cuerazos la propietaria, Bertha Domínguez, se fue porque
ya estábamos organizados. Nosotros nos quedamos y nos iban a buscar con
armas en la mano, en los trabajaderos. Siempre nos han estado
persiguiendo, nos han matado y herido a varios compañeros y nos han
quemado las casas (ex-peón acasillado de la finca Campo la Granja, Mpio.
de Simojovel).

Con la palabra de Dios empezamos a organizarnos, porque antes,


aunque nos maltrataran no sabíamos pensar, no sabíamos defendernos,
estábamos pues engañados, entonces allí empezamos a tener pensamiento.
Los padres antiguos no supieron defender la tierra, la dejaron
acaparar, por eso hemos estado sufriendo nosotros, si hubiera sabido algo, no
la hubieran dejado acaparar.

Nos maltrataron mucho desde que empezamos a organizarnos,


cuando vimos ya había ganado, ya no sabíamos a dónde íbamos a trabajar
(ex-peón acasillado de la finca Las Mercedes, Mpio. de Simojovel).

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Cuando empezamos la lucha, hubo como diez (peones acasillados)


que no quisieron organizarse y no tomaron la finca, se fueron a seguir al
patrón, ahora están en Simojovel, sufriendo hambre, buscando dónde
trabajar.

Hay unos que cuando se va a tomar una finca, ellos no aceptan, mejor
se retiran, así pasó en todas las fincas. Casi siempre son religiosos
(protestantes) los que no han querido. En Brasilia había unos que eran
presbiterianos y no quisieron quedarse con nosotros en el terreno tomado.

Aquí todos somos católicos, había dos que eran evangelistas y les
llamamos la atención y mejor se fueron, no les gustó que les dijéramos que
sólo debía haber una religión. Ahora están en Concepción y son de la CNC
y dicen que no quieren problemas, pero son los que buscan los problemas...
Como Horizonte (ejido) que está chingando, quieren tomar una parte de
nuestra tierra, son CNC y sabáticos (ex-peón acasillado de la finca Natividad
Pechuag, Mpio. Simojovel).

Una de las características importantes en la región es que, efectivamente, la religión


es otro de los aspectos que define y opone a los campesinos; los que pertenecen a las
organizaciones independientes son católicos y los que pertenecen a la CNC generalmente
profesan alguna de las llamadas sectas religiosas no católicas. Esta diferencia facilita los
enfrentamientos por la tierra, entre los grupos la mayoría de las veces propiciadas por los
finqueros y por las autoridades agrarias.

Por el hecho de que los campesinos en lucha se identifiquen como católicos, la


Iglesia católica o algunos de sus agentes han sido señalados, frecuentemente, como
agitadores, sin embargo, desde mi punto de vista este tipo de acusaciones son demasiado
simplistas. Considero que en este caso la religión católica opera como uno de los elementos
cohesionadores entre los pueblos en lucha, pero que la religión en sí misma no puede ser
considerada como la causa del levantamiento indígena, las causas históricas y objetivas las
hemos expuesto anteriormente.

Para los protagonistas del movimiento campesino "la palabra de Dios" significa la
justificación de su lucha, constituye a nivel ideológico y psicológico una de las fuerzas
fundamentales para oponerse a ese enemigo que es tan poderoso, al finquero, a las
autoridades, a la seguridad pública, a el ejército y a los pistoleros.

La religión como sustento ideológico en una lucha indígena no es algo nuevo,


pertenece históricamente hablando, a la cultura de los grupos étnicos de Chiapas desde la
dominación española. Recordemos que las rebeliones indígenas más importantes de la
Colonia y del siglo XIX -La Rebelión Tzeltal y la Guerra de Castas- tuvieron
aparentemente un motivo religioso.

En ambos procesos de lucha, las causas fueron esencialmente socioeconómicas; el


primero se produjo, como ya señalamos, en el momento en que la Corona Española entra en
una crisis económica importante por lo cual dispone que en las colonias sean

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incrementados los tributos y las otras formas de extracción de excedentes, llevando a la


población indígena hasta un punto límite, a partir de esto se produce pues la rebelión
Tzeltal.

La guerra de castas fue la expresión social del proceso de despojo de las tierras
comunales y de la instauración de una nueva forma de servidumbre agraria en el estado.

Sin embargo las rebeliones se manifestaron como movimientos religiosos la


Rebelión de los Tzeltales en torno a la aparición de la Virgen María, que anunciaba, a
través de una mujer indígena, la liberación india del dominio español. La Guerra de Castas
giró en torno a un milagro: la aparición de tres piedras parlantes, concebidas también por
una mujer indígena quien era llamada "madre de Dios".

En los dos casos, los santos y los rituales pertenecían a la religión católica y a pesar
de que en la guerra de castas aparecieron otros elementos de origen prehispánico, como las
piedras parlantes, el significado de estos elementos era el mismo; las apariciones de la
Virgen María y las de las piedras parlantes fueron las guías para las acciones de las luchas
indígenas, así como los elementos cohesionadores de un gran número de pueblos de Los
Altos*.

Evidentemente, el actual movimiento campesino de Simojovel no se expresa como


un movimiento religioso; a diferencia de los otros dos que pusimos como ejemplo, no
presenta formas de organización religiosas, tampoco intenta reconstruir una sociedad nueva
con instituciones y cargos similares a los de la iglesia, como sucedió en la Rebelión Tzeltal.
Ahora se presenta como una lucha clara entre dos sectores sociales antagónicos. Sin
embargo a nivel de la concepción popular contiene rasgos similares a los que se
manifestaron en las rebeliones indígenas del siglo XVIII y XIX, quizás el más importante
de éstos sea, la necesidad de las bases de contar con una fuerza superior, externa, casi
sobrehumana como un mecanismo de defensa y justificación.

En las condiciones históricas en que se desarrollaron estos pueblos indígenas, de


completa dependencia y subordinación, es comprensible que para llegar a rebelarse
necesitaran sentirse protegidos por algo superior al ser que los dominaba, llámese Virgen
María, piedras parlantes o palabra de dios y en este mismo nivel de necesidad psicosocial,
llámese CIOAC.

Es así como los acasillados de las fincas y los miembros de algunos ejidos de
Simojovel y Huitiupán empiezan a incorporarse a la lucha durante los primeros años de la

* Existen numerosos trabajos sobre estas rebeliones, entre


ellos: De Vos Jan, Panorama de Cuatro Rebeliones indígenas de
Chiapas; Martínez Peláez S., La Sublevación de los Zendales y
Motines de Indios; Saint-Lu André, El Poder Colonial y la
Iglesia frente a la Sublevación de los Indígenas Zandales de
Chiapas en 1712; Ximenez Fray Francisco, Historia de la
Provincia de San Vicente de Chiapas y Guatemala. Las fichas
completas de estos libros se encuentran en la bibliografía.

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década de los setentas, el movimiento campesino había surgido y después llegaron las
organizaciones campesinas.

Esto recuerda uno de los primeros miembros de la Central Independiente de Obreros


Agrícolas y Campesinos que inició el trabajo de esa central en la región:

En 1971 yo conocía los problemas de Santa Catarina, que eran ya los


problemas de la presa hidroeléctrica. Nosotros llegamos allí a través de un
grupo de antropólogos, ellos ya tenían los conflictos, ya tenía la represión
casi encima y fueron a pedir apoyo y solidaridad a la CIOAC, y nos vinimos
nosotros en 1973 y desde entonces empezamos a trabajar.

Pero cuando empezó a desarrollarse más fuerte el movimiento fue en


1975 o 1976, y por ay de septiembre hubo una gran represión en esa zona,
estaba de gobernador De la Vega Domínguez. Metieron helicópteros en el
poblado de Las Láminas (Jochompat), murieron unos niños [del ejido San
Isidro], madrearon a la gente, la juntaron toda y la repartieron en varios
grupos; a unos los subieron a los helicópteros, amenazándolos de tirarlos; a
otros, amarrados se los llevaron caminando hasta la cárcel de Simojovel [son
aproximadamente 8 horas de camino desde Jochompat hasta la cabecera
municipal], la idea era que a toda esa gente la iban a trasladar a Marqués de
Comillas (esta es una de las zonas más incomunicadas de la selva
Chiapaneca).

Toda la zona de Simojovel estaba controlada por el ejército, nosotros


no teníamos conocimiento ni experiencia aquí, a mi me mandaron del
Comité Nacional de la CIOAC y nos pasamos como ocho días discutiendo
con Jorge de la Vega, nosotros le decíamos: "¿por qué no resuelve estos
problemas?, si son problemas que tienen solución" y el decía que desde el
punto de vista económico se podía resolver, pero el problema político no,
porque no existía PRI ni ninguna organización de masas que pudiera
ayudarle a negociar estas cosas; por eso, ellos se veían forzosamente
obligados a meter la policía y el ejército, porque no tenían otra forma de
controlar el problema. Jorge de la Vega nos dio chance de llegar a la zona y
hablar con los militares... entonces lo que acordamos allí con la gente que
estaba presa, ya por más de ocho días en la escuela de Simojovel, es que un
grupo de Oxchuc se fuera para Marqués de Comillas y Pauchil Chanival para
Pujiltic, a la zona cañera. De los demás grupos, el acuerdo que hubo con
Jorge de la Vega, fue que se iban a estudiar los expedientes y la cuestión de
la presa.

Pero hubo un antecedente importante, unos días antes de que el


ejército llegara al río Santa Catarina hubo una reunión de miles de indígenas
y allí el acuerdo que tomaron es que iban a esperar al ejército. Cuando
nosotros llegamos, el ejército ya iba rumbo a Catarina y nosotros nos
adelantamos y tuvimos una reunión de casi un día con los representantes de

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todos esos pueblos, discutiendo si se enfrentaban o no al ejército, ellos


estaban decididos a enfrentarse pero nosotros discutimos y les dijimos que
no era conveniente, que no había ninguna posibilidad de enfrentarse con el
ejército y no salir derrotados.

Había entonces un viejito, era un poco el que coordinaba desde el


punto de vista religioso, entonces cuando al fin se tomó el acuerdo de no
enfrentarnos al ejército, toda la gente se bajó al río y ahí estuvo esperando
mucho tiempo, nosotros les decíamos que se fueran a sus pueblos... entonces
el viejito dijo: "nosotros éramos antes que vinieran los aztecas -eso dijo,
pero seguramente se refería a los españoles- como la pochota esta (a la
entrada de Catarina hay una pochota muy grande), como el tronco de esta
pochota, pero cuando vinieron los aztecas nos transformamos como en las
hojas que con el invierno mueren y cada quién se fue por su lado, hablamos
después diferentes lenguas... pero de hoy en adelante otra vez volvemos a ser
el tronco del árbol", eso fue lo que dijo y al final de la noche volvió a hablar:
"nosotros hoy íbamos a empezar a caminar nuevamente como pueblo,
ustedes vienen y nos convencen de que no es el camino... vamos a ver si fue
para nuestro bien o para nuestro mal tomar esta decisión de no enfrentarse".

La mayoría de los pueblos, siguieron tramitando los expedientes y


peleando, había algunas invasiones. El grupo de Oxchuc se fue a Marqués
de Comillas y les ha ido bien, tienen bastante tierra. Los otros dos grupos
que se fueron a la zona cañera, también les ha ido muy bien desde el punto
de vista económico.

Después se inició la campaña política para presidente de la república,


de Campa, y nosotros nos metimos a la campaña y tuvimos un accidente y
estuvimos fuera del trabajo, como un año. Entonces el comité nacional de la
CIOAC nombró a José Luis, al "Che" y a Ozuna para que vinieran a la zona
de Simojovel, pero para entonces los Norteños estaban muy fuertes allí y
ellos, junto con Catarina y otros pueblos, tomaron el acuerdo de no dejar
entrar a los de la CIOAC, de que si los veían asomarse, los iban a matar,
desde entonces nadie más de la Central volvió a llegar, ese acuerdo sería en
78 y se perdió todo contacto, toda información, hasta septiembre del 79.

Al parecer, para 1979 algunos poblados empiezan a tener diferencias con los
"norteños" y plantean nuevamente la entrada de la CIOAC.

Las comunidades que se fueron con los norteños eran muchas, se


fueron: Zapata, Calvario, Naquem, Catarina, Chavajeval, El Bosque, la
mayoría se fueron con los norteños y ya quedaba muy poco en la CIOAC...
dos hombres y dos mujeres andaban organizando con los norteños, casi no
salen de las comunidades, ahí están toda la semana dando cursos para la
organización, casi ya iban ganando la mayoría de las comunidades... Más
después la gente dio cuenta que ese trabajo no resultaba y que no querían

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ellos ir a hablar con el gobierno, sola a la gente la mandaban, entonces eso es


lo que a la gente no le gusto y volvieron con la CIOAC (ejidatario del
Jardín).

¡Cómo sufrimos antes!, no escuchábamos la palabra de Dios, porque


el patrón no permitía, sabía que íbamos a despertar, a ninguno se le permitía
pasar porque toda la vida nos querían tener en su poder.

Después empezamos a luchar, primero estuvimos con los "norteños",


pero cuando vino el ejército vimos como que tenían miedo... y después
supimos que había otro compañero que estaba en Tuxtla y que quería
ayudar, ¡él si tiene valor de hablar con el gobierno!, por eso nos pasamos con
la CIOAC (ejidatario de Jochompat, Mpio. Simojovel).
Por otro lado, las elecciones de 1980 para presidentes municipales y diputados
locales, permitieron también el reingreso de la CIOAC a Simojovel, a través de los
militantes de esa central que eran al mismo tiempo miembros del ex-Partido Comunista
Mexicano.

Uno de los de Huitiupán estaba jugando como candidato a la


presidencia municipal, por parte del PRI, pero no le registraron la Planilla y
una hora antes del registro, llega a la papelería que teníamos en Tuxtla, para
que le registráramos la
planilla a nombre del PCM y entonces nos veníamos... un compañero se fue
para allá. Se registra la planilla a nombre del PCM y nuevamente se penetra
en la zona.

En 1980-81 se reinicia toda esa lucha, ya la gente tenía la experiencia


con los "norteños". ¿Cuál fue el problema que ellos plantearon con los
"norteños?, que los tenían permanentemente en cursos y discusiones, que les
hacían perder mucho tiempo en asambleas y a la hora de ir a tramitar los
expedientes no iban con ellos, nomás les decían "hagan esto, digan esto", por
eso, según la gente, se cansaron de ellos.

Se reinicia la lucha, se hacen nuevas tomas de tierra y se reencausan


los expedientes. las demandas laborales las metimos después de dos
marchas, de Simojovel a Tuxtla, eso fue en 1981 y en este caso se combinó
la lucha por la tierra con la lucha sindical (dirigente de la CIOAC)

Durante estos años, la represión en contra de los campesinos organizados fue


constante y la característica era que estaba encabezada por el ejército, quien emprendió
violentos desalojos y detenciones, cuando no es su facultad realizar acciones de orden
judicial. Estas arbitrariedades eran cometidas en compañía de los propietarios.

La demanda central de la segunda marcha, de 1980, era la salida del ejército de la


zona y el alto a la represión.

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Eramos 2800 participantes de la zona de Simojovel, de Carranza y de


Comitán. hablamos con el gobernador, entonces era yo del comité regional,
le dijimos que sacara al ejército de las comunidades, pero el gobernador dijo
que no tenía ninguna autorización para hacer eso.

Entonces fuimos a hablar con el jefe de la 31a. Zona Militar,


Hernández Toledo... en ese momento, cuando entramos en el cuartel nos
amenazaron de muerte los soldados. Pero como allí andábamos con el
Ramón [Danzós Palomino] otros licenciados pus así pasamos. Fue cuando
presentamos escritos y todo lo que ha hecho el ejército. Se firmó un
convenio con el gobernador para resolver todos los problemas agrarios, pero
nunca se cumplió (ejidatario de El Jardín)

Para 1980, las condiciones de trabajo de los peones acasillados de las fincas seguían
siendo completamente atrasadas y opresivas.

...Los jóvenes, en 1980 todavía ganaban $50.00 el día por 12 horas de


trabajo, otros rentaban una hectárea de tierra de la finca y pagaban con 40
días de trabajo sin ganar un centavo, después ganaban $5.00 pesos.

Era nuevo el propietario, Jorge Díaz, cuando pedimos más salario


decía que mejor iba a vender porque no tenía dinero, que al fin que la CFE le
iba a pagar sus tierras porque iban a ser inundadas.

Parece que en 1982 era cuando nos daba de plazo el propietario, 15


días para salir de las tierras, nos decían que iban a tirar nuestras casas o a
quemarlas, entonces pedimos apoyo a la CIOAC y ya no entraron a
desalojarnos, vinieron compañeros de otros pueblos a apoyar... Pero también
tenemos problemas con los del ejido La Pimienta, porque quieren estas
tierras del rancho y por eso ellos también nos quieren sacar, pero nosotros
tenemos más derecho porque aquí hemos vivido y trabajado siempre
(campesino del Poblado Pavuchil, ex-peón acasillado de la finca San José
del Puerto, Mpio. de Simojovel)*.

Ante las condiciones de explotación en la que se encontraban los acasillados, la falta


absoluta de derechos laborales y el agravamiento de estos problemas por el proyecto
hidroeléctrico Itzantún, estos trabajadores iniciaron la organización sindical para conquistar
mejores condiciones de trabajo. En octubre de 1980 se constituye en la zona el Sindicato
de Obreros Agrícolas "Miguel de la Cruz", el 20 de octubre del mismo año, cuando los
miembros de la CIOAC y del sindicato de la región, se trasladaban en camiones hacia

* El 1o. de abril de 1985, los campesinos de la Pimienta


hicieron efectiva su amenaza y encabezados por un funcionario
de la CNC de la región, Artemio Díaz Gómez, desalojaron
violentamente a los que fueran peones acasillados de la finca
Pavuchil que en ese momento se encontraban ya en posesión de
esas tierras (Burguete Araceli, 1988:11).

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Tuxtla Gutiérrez para solicitar el registro de su sindicato, uno de los camiones sufrió un
accidente en donde murieron varios peones acasillados de la directiva del Sindicato. Esto,
según los campesinos de la zona, fue motivo de fiesta para los propietarios porque creían
que allí se acababa la lucha laboral. Pero no fue así, el sindicato metió la solicitud de
registro y 126 demandas laborales, en enero de 1981; tales demandas iban desde exigir el
respeto a la jornada de 8 horas, salario mínimo y prestaciones sociales, hasta el pago de los
adeudos por todos los años de trabajo no retribuido.

En ese año la Junta de Conciliación y Arbitraje negó en dos ocasiones el registro del
Sindicato. Durante este tiempo los finqueros trataron de disuadir a los peones para que
abandonaran la lucha sindical, ofreciéndoles el pago del salario mínimo, con esta medida
también trataban de frenar la lucha por la tierra, sin embargo, cuando fue negado por
segunda ocasión, el registro al sindicato, dieron marcha atrás a su ofrecimiento.

En estas condiciones los patrones se lanzaron a la ofensiva, tratando de desconocer


la existencia de los acasillados en sus fincas, acusándolos de invasores, y con esta
acusación, intentaron desalojarlos por la fuerza, echando mano de pistoleros a sueldo y del
apoyo de la seguridad pública del estado (CIOAC, Boletín informativo de la lucha Sindical,
mimiog. 1982. y Pliego Petitorio, octubre, 1983. Cap. III).

Por su parte, el Gobierno del Estado, planteó la compra de las tierras para los
peones, argumentando por un lado, la inexistencia de predios afectables y por otro lado,
negando la capacidad agraria de estos trabajadores.

Se adquirieron 25 predios en la región; 4 del municipio de Huitiupán, 1 en Bochil y


el resto en Simojovel. la CFE transfirió al Gobierno del Estado 67 millones de pesos, como
aportación especial para resolver los problemas de tierra y recursos financieros de los
campesinos que estarían afectados por la construcción de la presa.

Quedó establecido que para recuperar este dinero, los campesinos pagarían las
tierras mediante un crédito de BANCRISA, en un plazo de 10 años sin intereses. Algunos
de los peones acasillados, miembros de la CIOAC aceptaron obtener la tierra por esta vía,
sin embargo, la Central denunció tal procedimiento por varias razones: en primer lugar
porque varios de los predios adquiridos tenían solicitudes agrarias instauradas, por lo cual
su venta fue ilegal de acuerdo con el artículo 210 Frac. 1a. de la Ley Federal de la Reforma
Agraria, y en segundo lugar porque hubo fraude al ser sobre evaluados los terrenos
adquiridos. Sin embargo, es así como surgieron las Copropiedades.

Pero por otro lado, los peones acasillados de 36 fincas, decidieron realizar un paro
de labores, para presionar a los propietarios y lograr sus demandas. Este paro se volvió
indefinido porque no obtenían ninguna respuesta y a pesar de la represión, los peones no
abandonaron las fincas.

Cuando empecé a trabajar lo sentí duro, sólo daba tiempo de tomar


un poco de pozol, un poco nada más porque luego gritaba el encargado,
querían puro trabajo. El encargado, si lo encuentra al campesino parado,

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llama al propietario y nos da de puteadas y chingadazos y como no sabíamos


defender aguantamos muchos años trabajando así.

Pedíamos más dinero y nos decían que para qué queríamos más.
Trabajábamos 6 días con fajina los domingos, hasta que nos aburrimos, ya
no alcanzaba pues, y le pedimos que subiera el sueldo a $10.00 pesos y los
pagó, después subían las cosas y pedimos $15.00 pesos y matando de
trabajar y nos dimos cuenta que no era justo trabajar para un patrón y
pedimos $20.00

Después nos organizamos y en 1981 empezamos a meter demandas a


la Junta de Conciliación y Arbitraje. Entonces ya le gritábamos al patrón
¡qué trabaje él, que agarre su machete!. Todavía nos obligó a trabajar 5
hectáreas pero le dijimos que porqué se lo íbamos a dar y huyó y nos
tapiscamos las 5 hectáreas.

Se fue a Simojovel y nos metió una demanda y nos presentamos


porque éramos los peones de verdad, porque el propietario decía que
estábamos invadiendo su terreno. Y nos preguntaron que porqué le estamos
quitando su terreno y dijimos que éramos trabajadores y nos pagaba muy
mal y que agarramos lo que es de nosotros... y hasta ahora ya no esta el
propietario, pero ese Celín Morales tiene otras fincas, una que esta cerca de
Simojovel [la cabecera municipal] y otra adelante del ejido La Pimienta.

En 1982 se llevaron a la cárcel a 16 compañeros y luego en marzo


entró la Seguridad Pública y los propietarios a golpear a toda la gente y no
nos salimos pero hasta ahora sigue la amenaza (ex-peón acasillado de la
finca El Vergel).

Después de que el paro se volvió indefinido, los propietarios empezaron a


abandonar las fincas y se unieron para hostigar a sus trabajadores. Con el apoyo de
pistoleros y agentes de la Seguridad Pública, intentaron desalojar las fincas. A través de la
prensa y de audiencias con el gobernador en turno, exigían la devolución de las tierras y
amenazaban con desatar una rebelión de "los pequeños propietarios".

Para los patrones, el hecho de que "sus indios" lograran alzarse, significó, además
de la pérdida de sus tierras o de algunas de ellas, el fin de su status o jerarquía en la región.

Acostumbrados a imponer sus propias leyes y a tener bajo su control cada uno de
los acontecimientos y relaciones cotidianas dentro de sus dominios, no pueden aceptar aún,
que quienes son "por naturaleza" inferiores, sumisos, ignorantes y dependientes se hubieran
atrevido a enfrentárseles y hayan podido acabar con el sistema de servidumbre, que era en
buena medida, la base de su poder.

Este grupo de poder de la región se quedó estancado en los primeros años de este
siglo, tratan de recuperar sus tierras y su poder empleando los mismos métodos que

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utilizaron sus abuelos y sus padres, sólo que en ese entonces los peones acasillados fueron
sus principales aliados y a ello se debió, en gran parte, el triunfo contrarrevolucionario.

Ahora a pesar de que han contado con el apoyo del ejército, de la policía estatal y
que cuentan con la anuencia gubernamental para contratar y armar guardias blancas, se
enfrentan a la fuerza organizada de los campesinos indígenas, a ese sector que fuera tiempo
atrás el más débil, el más oprimido. Esto es lo que resulta inconcebible para ellos, por eso
esta lucha la sienten como una afrenta, como un insulto, como un atentado a su honor. Para
ellos no es posible que estos indios sean capaces de pensar, de organizarse, de luchar y
triunfar sobre sus intereses, sólo así se explica su empecinada actitud en todos estos años.

No pueden reconocer aún que existían condiciones reales como para que surgiera
una lucha sindical y agraria en la región; ni siquiera pudieron percibir las mejoras laborales
como una posibilidad modernizadora en el sentido de incrementar la producción y las
ganancias en sus empresas, tal era su mentalidad atrasada. Por eso, la causa del
"alzamiento de los indios" es para ellos la mala orientación de la iglesia (o de algunos de
sus agentes) o la intromisión de líderes y organizaciones "extranjerizantes" y
"desestabilizadoras".

Otra característica de las reacciones de los propietarios ante el movimiento


campesino ha sido su participación directa en casi todas las acciones represivas. A pesar
del riesgo que corren al provocar enfrentamientos con los campesinos, al entrar a las que
antes fueran sus fincas intentando desalojar a la gente, etc. ellos son siempre los que
comandan al ejército o a la seguridad pública y a los pistoleros, es decir que están
dispuestos a morir antes que dejarles las tierras a los indios y van a reprimir ellos como
para demostrar que siguen siendo poderosos y que ellos son los que mandan todavía.

En diciembre de 1982, la zona fue nuevamente militarizada bajo el argumento de


que se hacía para evitar más enfrentamientos, pero es en ese período cuando encarcelaron a
los campesinos miembros de la CIOAC, desaparecieron 3 niños y un campesino resultó
muerto. Cada entrada del ejército a la zona ha sido denunciada por las comunidades y
organizaciones ya que comete un sinnúmero de atropellos: quemas de casas, robos,
violaciones, hombres, mujeres y niños golpeados, etc.

Al iniciarse el año de 1983, los propietarios logran, con el apoyo del Gobierno del
Estado, tener a su disposición un grupo de 50 policías de la Seguridad Pública, su primera
acción fue en abril de ese año, en la finca Campo la Granja.

... Tomaron sus cuadrillas todos los propietarios y llegaron a balacear el 10


de abril de 1983... allí cayeron 5 heridos, entonces unos compañeros de
Huitiupán corrieron para pedir ayuda y trajeron los camiones para levantar
los heridos y bajó la Seguridad Pública. Mi esposa estaba botada y el
ministerio quería agarrarme y me decía que dónde estaba el arma, yo les dije
que no teníamos armas, que erramos pobres, que lo que si teníamos ¡pero
bastante! era el hambre y la desnudez.

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Hasta en la tarde, como a las 6 salimos a Tuxtla, fuimos a dejar al


hospital a los heridos, allí les tomaron radiografías. Amanecimos en el
Seguro Social les dieron de alta y nos llevaron a la Cruz Roja y el puertero
no quería que yo entrara. El ministerio estaba pidiendo declaración... en la
noche llegaron a amenazarnos; que qué estabamos pidiendo, que estábamos
explotando al pobre rico, el ministerio público decía que queríamos ganar
como rey.

Salimos y en las Limas estuvimos 8 días, allí nos dieron de comer,


las demás comunidades llevaron comida y dinero a Campo la Granja, fueron
a ver a mis hijos. Ya después nos vinimos para Campo la Granja y llegó
citatorio de los heridos, así que teníamos que esconder a los heridos.

Luego, el 7 de mayo de 1983 quemaron el campo de aviación que


porque allí teníamos armas, entonces pensamos mi esposa y yo esperar lo
que fuera, los policías hicieron y deshicieron, se robaron $200.000 pesos,
machetes, violaron mujeres, mataron animales, golpearon gente.

Fuimos a levantar un acta y decían que de qué, que no habían metido


la Seguridad Pública. Luego tenemos amenazas del presidente municipal
que anda mandando la Seguridad y dice que él no viola la ley, nos tenemos
que cuidar también de los campesinos de la CNC, porque la tierra que
tomamos, colinda con Huitiupán y ellos la quieren tomar, son 75 personas
(ex-peón acasillado de Campo la Granja, Mpio. de Simojovel).

Los propietarios, apoyados por funcionarios de la SRA regional, han fomentado los
enfrentamientos entre campesinos de las organizaciones independientes (CIOAC y OCEZ)
y campesinos de la CNC. De esta forma buscan desalojar a los primeros, que generalmente
son los que han tomado las tierras, y al mismo tiempo, "borrar" las pruebas de que tienen
trabajadores permanentes en sus ranchos.

A pesar de la constante represión, los indígenas han logrado defender las tierras que,
afirman, les pertenecen "porque ya están pagadas con el trabajo de balde de los viejitos, de
nuestros padres, y ahora con nuestra propia sangre... ya hasta nos salen debiendo". Las
acciones emprendidas por parte de los pueblos en lucha son:

Por un lado, las que tienen un carácter más político y que son estrategias de la
organización, en este caso de la CIOAC: plantones, marchas, paros y demandas laborales y
denuncias a través de los medios de información, etc.

Por otro lado las que tienen un origen popular, que a pesar de la opresión histórica y
el exterminio de muchas de las manifestaciones culturales -durante la Colonia y la vida en
las fincas- revelan la existencia de métodos tradicionales, guardados durante años y años.
Uno de éstos es la gran capacidad de resistencia, después los recursos propios para levantar
la organización, para la autodefensa contra los desalojos y las aprehensiones, para crear
redes de comunicación y apoyo entre los distintos poblados integrantes del movimiento,
etc.

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Una característica fundamental del movimiento, de la lucha popular, es la


participación de todos los miembros del pueblo o comunidad, hombres, mujeres, niños y
ancianos, cuestión que la distingue de la organización, en donde sólo participan los
hombres.

A estos métodos guardados, a estas estructuras heredadas de una tradición indígena


se ha sumado el aprendizaje y la adopción de algunos métodos utilizados por los propios
finqueros que a lo largo de la historia de dominación ejercieron sobre la población
indígena, para castigar las faltas cometidas y sobre todo par amedrentar a una
muchedumbre que en forma latente contenía un espíritu de sublevación, tal es el caso por
ejemplo, de atrapar a un finquero o pistolero y amarrarlo en el poste de la cancha de
basquet-bol y allí, en el centro del poblado, públicamente, azotarlo para castigarlo física,
pero sobre todo moralmente, por su constante hostigamiento, para que quede avergonzado
ante todos y sin ganas de incurrir en agresiones.

Este método, tiene un origen colonial y era utilizado para castigar a los indios que
incurrían en alguna falta, que por cierto, casi cualquier pretexto era bueno para aplicarlo,
porque el fin último del castigo era mantener permanentemente atemorizada a la población
nativa, la diferencia de esta práctica con la actual es que ahora son los indios los que la
emplean contra sus opresores y que antes se usaba la picota para amarrar al o los
inculpados; sin embargo, los fines y los efectos del castigo público tienen, en el fondo, las
mismas motivaciones que antaño.

Por último, aunque distinguimos las acciones surgidas de la organización formal de


las del movimiento popular, estas primeras también ya han sido adoptadas y asimiladas por
el movimiento, de tal manera que por ejemplo para las marchas, existen formas propias de
organización de los pueblos, tanto para los que participan directamente, como para los que
se quedan vigilando y protegiendo las comunidades.

...En ese año, en 1983, ya era mucho lo que estaban haciendo los
propietarios, así hemos estado sufriendo, cuidando los caminos y los compas
que ya no pueden aguantar, algunos ya quieren enfrentarse con esos perros...
pero pensamos nosotros que no, que no vaya a suceder eso todavía, mejor
que tenemos que hacer nuestras juntas para ver que medida se puede tomar
para remediar esas cosas. Si no, vamos a hablar con el gobernador, vamos a
meter un escrito, después de eso si no lo sacan a la seguridad pública a ver
que va a pasar, no sabemos todavía, depende del pueblo, lo que mande, el
pueblo lo que decida si va a ver un enfrentamiento o no, porque ya es mucho
lo que están haciendo; están golpeando muchos compañeros, inclusive
entraron a Zacatón y violaron a una mujer (ejidatario del Jardín).

Tenemos muchos años luchando, pero desde que tomamos las tierras
es necesario organizarnos más, hombres, mujeres y niños, porque en
cualquier momento nos sale un pistolero y fácilmente nos puede dominar si
no estamos organizados, como en muchos lugares, muchas gentes han
muerto porque no están bien organizados, hay que hacer su propia fuerza, su

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método de lucha (campesino del poblado Lázaro Cárdenas, Mpio. de


Simojovel).

A raíz de esta nueva oleada represiva y las constantes negativas por parte de las
autoridades para dar solución a las demandas campesinas, los miembros de la CIOAC de
diferentes regiones del estado organizaron una vez más, una marcha que originalmente
estaba planeada hasta la capital, Tuxtla Gutiérrez, para ser escuchados por el Gobernador
del Estado, en ese entonces Absalón Castellanos Domínguez; al no obtener ninguna
respuesta, los campesinos decidieron seguir la marcha hasta la ciudad de México para
plantear sus problemas ante las autoridades federales. La marcha partió el 25 de
septiembre de 1983 y llegó al D.F. el 17 de octubre del mismo año. Durante todos estos
días, la movilización campesina ocupó siempre un lugar importante en los medios de
comunicación, principalmente en los diarios.

En esta movilización es en donde quizás pudo apreciarse la gran capacidad


organizativa de la CIOAC, pero también y sobre todo, la de los pueblos indígenas, ya que
la marcha no solamente implicó la organización de una larga caminata de 22 días, en donde
participaron 600 representantes de los diferentes poblados y ejidos (cabe señalar que el
contingente mayor estaba formado por los campesinos del municipio de Simojovel), sino
que además implicó la organización de los indígenas que no marcharon y que
permanecieron en sus lugares de origen para defenderse de un posible desalojo o de un
enfrentamiento con los campesinos de la CNC. Esta movilización demostró la gran
resistencia física y moral de los indígenas ya que los miembros de las comunidades que se
quedaron en sus pueblos fueron constantemente hostigados a través de rumores como por
ejemplo, que todos los que iban en la marcha habían muerto, o que ya no iban a regresar,
también, a pesar de que no sabían con exactitud lo que ocurría en la movilización,
permanecieron firmes incluso con la llegada del gobernador a la zona de Simojovel a donde
llegó a ofrecer tierras a cambio de que abandonaran la lucha, etc.

Cuando salió la marcha salimos de Las Limas y cuando llegamos a


Tuxtla el gobierno no quiso ver el problema no quiso dar solución, por eso la
gente decidió ir a México, pero la Reforma Agraria tampoco quería arreglar,
el Ingeniero Viquicaña decía que el gobernador de Chiapas tenía que dar
solución... pero la marcha valió bastante porque había mucha represión,
había muchos encarcelados y quinientas orden de aprehensión y después de
la marcha se calmó un poco y eso se logró por la fuerza de la marcha
(campesino del poblado Pauchil, Mpio. de Simojovel).

De mi parte la marcha que hicimos, desde que salimos de aquí a pie,


estuvo bien, con ayuda, con cooperación de la gente fuimos caminando,
hasta los tránsitos [agentes de tránsito] nos ayudaron, unos con voluntad,
otros sin voluntad.

Aunque los primeros días sufrimos por la lluvia, pero ahí íbamos, no
nos arrepentimos. Llegamos a Tuxtla platicamos con el gobernador ¿qué
queríamos? lo que queremos son nuestras tierras y que pare la represión.

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Cuando nos topo el gobernador en Chiapa de Corzo nos dijo: "somos


amigos, ustedes son mis hermanos y vamos a resolver" entonces se echó
adelante de la marcha y allí iba pero se cansó y se metió al carro y se fue.

Llegamos a Tuxtla y se empezó a discutir pero no se presentó luego,


después salió a recibirnos y se subió a un carro para hablarnos y empieza:
"miren hermanos yo estoy dispuesto a ayudarlos, pero no ahorita, esto lleva
tiempo, todo está en proyecto, yo sé cuando se va a resolver" y pensamos
que por qué no resolvía pronto, pero no. Decía que no le importaba que
fuéramos PSUM, CIOAC, "pero les voy a pedir que no se olviden que son
mexicanos, lo demás a mi no me importa". Entonces dijo, "ahorita vamos a
arreglarnos, que entre una comisión", y empezamos a nombrar a los que iban
a hablar y no resolvió nada, quedó que al otro día y nada y no nos dejaban
entrar los soldados, vimos que pasó el día, se hizo otra marcha alrededor de
la ciudad, dándole tiempo, pero se fue haciendo tarde y ya no salió.

Entonces seguimos nuestra marcha y decidimos ir a México y fuimos


a pie, gracias a que no nos hizo falta el alimento, pero sufrimos por el
camino, los pies se acabaron. En cada pueblo que pasábamos nos ayudaban;
calzado, medicina, ropa allí iban en cada pueblo, hacíamos mitin pero
también la gente que estaba en contra se reía, pero nosotros seguíamos,
siempre teníamos lugares donde dormir seguros, bien vigilados.

Llegamos a México y todo iba bien, pero teníamos la seguridad de


que en México iba a ver una solución definitiva, pero no, quedamos creídos.
Llegamos al Palacio, nosotros sentados en el sol, nada más se nombraron los
que iban a hablar con el gobierno. Estuvimos tres días en el Zócalo y ya el
último día, cuando los compañeros iban a dar la información completa, en
eso cae un aguacero y sólo pudimos escuchar que dentro de noventa días
iban a dar resolución definitiva y quedamos con esa esperanza, de que la
tierra ya iba a estar en el poder de uno.

Esa misma tarde llegaron los camiones que nos llevaron de regreso a
Chiapas, todo estuvo bien, nada más se perdió un compañero, pero regresó
en enero de 1984.

Así que seguimos con la pendencia de la tierra y en vez de la tierra


estamos recibiendo golpes (campesino del poblado El Porvenir, Mpio. de
Simojovel).

De todas las demandas de la marcha -Libertad de los campesinos presos,


reconocimiento del Sindicato de Obreros Agrícolas, cese a la represión, cancelación de las
órdenes de aprehensión, paso de las copropiedades al régimen ejidal, reacomodo e
indemnización de los afectados por la presa Itzantún, ejecución de las resoluciones
presidenciales y agilización de los expedientes en trámite, incremento en los créditos a los
pequeños productores del campo- se logró, por un tiempo, calmar la represión, detener la
ejecución de las órdenes de aprehensión y la libertad de algunos de los campesinos presos

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por motivos políticos; pero un poco después siguieron los hostigamientos. Sin embargo el
impacto de la marcha fue grande tanto para los participantes, como para los campesinos de
la región que no estaban en la lucha. A pesar de los pocos logros de la marcha (en cuanto a
demandas concretas se refiere) la organización en la zona se fortaleció y aumentó su radio
de influencia.

La experiencia de la movilización, para la mayoría de los campesinos fue única,


muchos de ellos por primera vez en su vida conocieron más allá de la cabecera municipal
de Simojovel y también por primera vez se dieron cuenta que en muchos otros lugares
existían pueblos en lucha con los cuales se identificaron, sintieron la fuerza de la
organización, midieron su capacidad para realizar una acción tan larga y agotadora como
ésta. Con esta fortaleza y convicción se ganaron la solidaridad y simpatía de miles de
personas, en el país y en el extranjero, por eso cuando regresaron los marchistas, muchos
pueblos de la región pidieron su ingreso a la organización.

...Sufrimos un poco en la marcha, pero vimos que tiene fuerza la


organización, por eso muchas gentes se han venido a la lucha con nosotros.
Algo logramos, por un tiempo nadie nos vino a molestar, pero después otra
vez han querido dominarnos, pero como Dios habla de la lucha, tenemos
valor en nuestros corazones y por eso no nos dejamos, estamos dispuestos a
seguir... "busquemos el buen camino", decía Dios, "no sólo el del alma, sino
también en la tierra".

Sufrimos mucho con el patrón, nos metía el ejército, dormimos


mucho en el monte, pero ahora ya no, gracias a que hay organización
(campesinas del poblado Carmen Jochompat, Mpio. de Simojovel).

Es un hecho que la violencia sigue siendo en aquella zona el elemento que envuelve
todo el ambiente, aún en los períodos de "tranquilidad", se percibe por todos lados un clima
poco común que produce intranquilidad a pesar de que todo este en calma. La entrada a la
región es impactante, cuando se llega por primera vez, lo primero que asombra es
encontrarse, en las puertas de cada uno de los poblados en lucha, un gran cartel -echo sobre
una lámina- que dice:

EN TIEMPO DE PAZ NINGUN MIEMBRO DEL EJERCITO


PODRA ALOJARSE EN CASA PARTICULAR CONTRA LA
VOLUNTAD DEL DUEÑO; NI PODRA IMPONER PRESTACION
ALGUNA. ART. 16 DE LA CONSTITUCION DE LOS ESTADOS
UNIDOS MEXICANOS.

A lado de esta lámina aparece otra con el nombre del lugar y las siglas de CIOAC; y
en aquellos que recientemente fueron fincas, se conserva todavía la bandera rojinegra del
paro laboral de 1981. En algunos poblados también se encuentra, además, un cartel que
dice:

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SE PROHIBE LA ENTRADA A LOS COCHEROS*, A LOS


PISTOLEROS Y A LOS FINQUEROS

Y ciertamente ningún desconocido puede entrar a estos pueblos a menos que vaya
acompañado de alguna otra persona de confianza para los pobladores. La constante
represión sufrida, les ha producido, con razón, una gran desconfianza hacia todo el que se
acerque por allí.

Pero los campesinos de las organizaciones independientes no son los únicos que
sospechan de los desconocidos, también los finqueros se preocupan por conocer quienes
son las personas que entran a la zona, tratan de indagar a que lugar van y a qué. En las
oficinas de la "pequeña propiedad", instaladas en la cabecera municipal de Simojovel, se
encuentran instalados los destacamentos de la seguridad pública que están, bajo sueldo, a
disposición de los propietarios; ésta es una de las casas que cuenta con dos pisos y por su
ubicación se logra ver desde allí, con catalejos, el camino principal para entrar a una gran
cantidad de poblados y ejidos, desde ese punto mantienen vigilada la entrada y salida de
cualquier persona o grupo. Por otro lado, dentro de la zona, los campesinos de la CNC
también vigilan y tratan de investigar quienes son las personas que llegan y a dónde van,
etc. estos campesinos son también informantes de los finqueros y las autoridades
municipales.

Para los indígenas que decidieron liberarse del patrón, o bien, en el caso de los
ejidatarios que tomaron las tierras, como única alternativa después de años de tramites
legales, la situación ha sido tremendamente hostil y han tenido que reconstruir su nueva
vida en medio de constantes tensiones. Liberarse del patrón y obtener las tierras ha
significado vivir, durante quince años ya, en un ambiente de guerra.

La amenaza de desalojo esta siempre presente, de tal manera que los hombres,
mujeres y niños no pueden ni siquiera dormir tranquilamente. Después de que terminan sus
actividades del día, se montan las guardias nocturnas y el resto de la comunidad duerme,
pero siempre atenta para escuchar el aviso y poder correr con los hijos y algunas
pertenencias a la oscuridad del monte. Cuando los rumores de que se acerca la "seguridad"
son mayores, paradójicamente, nadie duerme, todo mundo espera en silencio absoluto, en
el centro del poblado, la señal para abandonarlo o bien para enfrentarse con palos y piedras
a los agresores.

Los caminos y veredas que conducen a estas comunidades permanecen, noche y día,
bajo la oculta vigilancia de sus pobladores. Durante las épocas de mayor actividad en la
producción, en la tapisca de maíz y el corte del café, las comunidades se ven obligadas a
duplicar sus esfuerzos: una comisión se dedica a las labores agrícolas, mientras que otra,
colocada en puntos estratégicos vigila los trabajaderos y el poblado, pues es cuando los
propietarios tratan de sorprender e intensifican las acciones represivas con intentos de
desalojo y la persecución de los dirigentes.

* En Chiapas se le llama cochero al comerciante de puercos.

96
97

Ha sido una constante que los líderes del movimiento tengan en su contra hasta más
de 10 órdenes de aprehensión, pero en los momentos en que se agudizan los conflictos,
todos los hombres de varios poblados poseen en contra la orden de aprehensión, a pesar de
que esto es, por supuesto, motivo de tensiones, los campesinos comentan en broma:
"¡Bueno fuera que el gobierno llenara las cárceles de campesinos, a ver quién chingados
trabaja y los mantiene panzudos!".

Esto origina, con frecuencia, que sólo las mujeres y los niños puedan salir de su
lugar para realizar sus compras o ver algún otro asunto en la cabecera municipal. Pero el
hostigamiento no sólo se queda aquí además de las amenazas judiciales están las amenazas
de muerte sobre los dirigentes, varios de ellos han tenido que vivir meses enteros
internados en el monte, sin embargo ya son varios los asesinatos cometidos.

En agosto de 1987 en una ponencia que presenté sobre los derechos humanos,
advertía que era necesario que las autoridades pudieran garantizar la integridad física de los
dirigentes de la CIOAC del estado y en particular de Enrique López, Sebastián Pérez
Núñez, Luis López y Enrique Vázquez, porque por esas fechas la CIOAC había estado
denunciando, ante la opinión pública, las amenazas que sobre éstos líderes pesaban y
señalaban que "los caciques y los jefes de Seguridad Pública han dicho que para estos
compañeros ya no hay cárcel, sólo la muerte"*. Algunos meses después, el que fuera
diputado local por el PSUM, Sebastián Pérez Núñez, fue públicamente asesinado en la
cabecera Municipal de Bochil. Este dirigente era miembro del Comité regional de la
CIOAC en Bochil y acababa de terminar su cargo como diputado local por parte del PSUM
cuando fue acribillado; el hecho coincide con la entrada del gobernador de Chiapas,
Patrocinio González, lo cual confirma la afirmación de Araceli Burguete:

Tres distintos gobernadores ocuparon el cargo en el sexenio de 1976-


1982. Se advierte como tendencia que en el año en que cada uno de los
gobernadores asciende al poder, la represión se acentúa. Así el año de 1977
en el que entra Jorge de la Vega Domínguez a gobernar el estado, la
represión se incrementa en comparación a la de los años inmediatos, en el
gobierno de Manuel Velasco Suárez.

En 1978, cuando ocupa la gobernatura Salomón González Blanco y


en 1980 cuando asciende Juan Sabines Gutiérrez, se expresa el mismo
fenómeno. la tendencia se mantiene constante en el año de ingreso al
gobierno de Absalón Castellanos Domínguez en 1982-83. En este último la
represión alcanza los niveles más altos del período. Sin embargo a diferencia
de los sexenios anteriores... el descenso, en los años posteriores de gobierno
no es tan drástico, por el contrario se mantiene alto, llegando en 1986 casi a
alcanzar los índices de 1983 (op.cit.: VI).

* "Atraso y violencia en Chiapas: el caso de Simojovel, en:


Memorias del II Coloquio Internacional de Mayistas, UNAM,
1988.

97
98

Es evidente pues, que la represión constante y cotidiana ha obligado a las


comunidades -porque aquí participan todos sus miembros- a crear sus propias formas de
organización y mecanismos para la autodefensa diaria; pero al mismo tiempo es también, la
causa principal de las movilizaciones impulsadas por la CIOAC, la lucha contra la
represión ha sido parte fundamental del trabajo desplegado por dicha organización.

En 1979 la CIOAC organizó una marcha a Tuxtla Gutiérrez, con la participación de


campesinos de varias regiones del estado. Esta marcha tenía como demanda central, la
expulsión del ejército de la zona de Simojovel.

En 1982, organiza otra marcha, también a la capital, demandando la liberación de


varios dirigentes de la CIOAC.

En 1983, ante la gran escalada de violencia desatada en Simojovel y en el estado en


general, se realizó la marcha hasta México, aquí nuevamente un aspecto importante del
pliego petitorio era contra la represión.

En los años posteriores se han seguido realizando este mismo tipo de


movilizaciones, y siempre está incluido el problema de la represión, de tal manera que
aunque logren entablar pláticas con las autoridades para exigir la solución de los diferentes
problemas, siempre el punto urgente a tratar y sobre el cual casi siempre se logra solución
inmediata es el de la libertad de presos políticos, el desistimiento de las órdenes de
aprehensión, el cese a los desalojos de las comunidades, etc. Pero esto sólo se consigue
temporalmente, al parecer esta seguirá siendo la política de estado frente al movimiento
campesino, lo cual permite que los exfinqueros o los finqueros sigan actuando en la zona
con entera libertad, tratando de imponer todavía sus propias leyes.

CONSIDERACIONES FINALES

En el desarrollo de este trabajo he tratado de mostrar que la larga existencia de la


servidumbre agraria en las fincas de Simojovel ha respondido a las necesidades históricas
del capitalismo; primero en su fase inicial de expansión colonial y después, en su etapa de
consolidación como sistema económico mundial.

A esta necesidad estructural se sumaron las condiciones particulares de la zona y del


estado chiapaneco en general, para permitir la temprana formación de las fincas y la
explotación servil de la mano de obra.

Con el proceso de Independencia y bajo la nueva forma de subordinación frente a


los países avanzados, México, como el resto de Latinoamérica, quedó colocado, dentro de
la división internacional del trabajo, como productor de alimentos de origen agrícola y
materias primas para la exportación.

Así, la agroexportación jugaría un papel fundamental en la economía nacional desde


fines del siglo XIX hasta nuestros días. Este proceso junto con la historia regional
chiapaneca permitieron que las fincas capitalistas se desarrollaran manteniendo relaciones
sociales de producción no capitalistas, sobre todo en aquellas zonas como la de Simojovel,

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99

que permanecieron durante mucho tiempo aislada y poco comunicadas. De allí que la
Revolución Mexicana y las reformas cardenistas no hayan podido transformar a la vieja
estructura agraria ni los métodos atrasados de explotación, los cambios se habían venido
produciendo muy lentamente.

Es hasta que la agricultura del país sufre una profunda crisis cuando se presentan las
condiciones para que el sistema de servidumbre y de finca empiece a resquebrajarse
violentamente ante el empuje del movimiento campesino surgido en la década de los
setentas. Desde entonces, la zona se ha caracterizado por ser una de las más conflictivas
en toda la entidad chiapaneca.

Creemos que esa situación de violencia que prevalece en la región de Simojovel


desde hace quince años ha sido creada por la política que el Estado ha sostenido en defensa
de las empresas agroexportadoras, aún de las más atrasadas, y que se ha traducido en:

1) La negativa constante para resolver los conflictos sociales -agrarios y laborales-


derivados de la existencia de dichas empresas.

2) La constante represión en contra de los grupos y organizaciones que atentan


contra la propiedad privada y que luchan por alcanzar mejores condiciones de trabajo. Esta
represión en ocasiones es ejercida directamente por el Estado, a través del ejército, y de
manera permanente e indirecta, con el apoyo tácito al grupo de poder local que actúa
libremente en contra de los campesinos organizados, armando a sus guardias blancas,
manteniendo bajo su servicio a los destacamentos de la policía del estado, etc.

Por otro lado, la forma en que se manifiesta esa violencia permanente, cotidiana,
empleada por los finqueros y sus grupos de apoyo para frenar la fuerza del movimiento
campesino, corresponde a su concepción despótica, creada y reproducida a partir del poder
que históricamente ha ocupado este sector, como amo y señor de la tierra, la producción, la
comercialización y los cargos político-administrativos de la región, incluso como amo y
señor de las vidas de "sus indios".

Así como habían mantenido un control casi absoluto sobre todos los
acontecimientos al interior de las fincas, entablando relaciones más allá de lo laboral con
los trabajadores permanentes (en las vidas familiares y afectivas, en el ámbito religioso y
ritual, en los momentos festivos, en las costumbres, eta.), pretenden ahora, bajo su misma
lógica caciquel, conducir todas las acciones en contra de los indios levantados; participando
directamente en los desalojos, amenazando, encarcelando y asesinado líderes, pagando de
su propia bolsa a los destacamentos de la Seguridad pública para que actúen bajo sus
órdenes, propiciando los enfrentamientos entre campesinos, etcétera.

Y es que allí se ha estado librando una lucha en contra de todo un sistema


profundamente arraigado; el movimiento campesino ha luchado por conquistar las tierras,
pero además y sobre todo, por liquidar al viejo sistema de servidumbre agrario, instaurado
en Chiapas desde fines del siglo XVI. Este movimiento campesino ha logrado lo que en el
resto del país se consiguió hace ochenta años.

99
100

Es por esto que la lucha ha sido tan larga y violenta, por esa razón, los finqueros,
sobre todo los más atrasados, aún no se conforman porque en muchos de los casos no sólo
han perdido sus tierras o parte de ellas, sino sobre todo, el poder, la jerarquía y toda una
forma de vida que mantenían a través de las fincas, por eso se valen de todos los medios a
sus alcance, para frenar esa profunda transformación.

Este mismo proceso también explica el hecho de que los indígenas campesinos,
actores del movimiento social, se sigan manteniendo en lucha después de 15 años de
hostigamientos y sin solución aún de sus demandas, considero que es porque además de
que defienden la posesión de las tierras, defienden también su libertad frente al patrón.

Podríamos decir que también aquí, la expresión del movimiento campesino


corresponde a la concepción de un grupo que durante muchos años se reprodujo en
condiciones terriblemente opresivas -sobre todo en el caso de los peones acasillados y los
baldíos-, que había permanecido por generaciones completamente anulado; su palabra, su
voluntad, su capacidad creadora, sus conocimientos, su cultura y su vida había estado
coartada y dominada por la voluntad del patrón.

Por eso cuando se hicieron presentes las condiciones materiales que los impulsaba,
por fin, a revelarse en contra de los finqueros -pauperización como producto de la crisis
agrícola nacional, despido de las fincas por el impulso ganadero, amenazas de reubicación,
pérdida de la parcela o fuente de trabajo por la construcción de la presa hidroeléctrica, falta
de solución a las viejas demandas agrarias- tenían primero que recobrar la voluntad, la
confianza en sí mismo, la autoestima y tenían que romper, psicológica e ideológicamente,
los lazos que los unía al patrón -miedo, respeto, lealtad, gratitud-.

En el momento en que se presentaron las condiciones materiales, convergieron dos


fenómenos más; la propagación de la Teología de la Liberación y la entrada a la zona de las
organizaciones campesinas, que fueron los elementos, psicológicos e ideológicos, que les
permitieron, bajo su concepción del mundo, obtener el valor suficiente para enfrentarse al
gran poderío de los amos de la región.

Despertaron también las fuerzas y los valores guardados por los siglos de opresión,
los indígenas de la zona tomaron "La palabra de Dios" y la presencia política de la CIOAC,
como esa guía que en el siglo XVIII fuera la Virgen María a través de sus apariciones,
durante la Rebelión Tzeltal; y como lo fuera Dios en el siglo XIX, cuando la Guerra de
Castas a través de las piedras parlantes.

Con estas dos fuerzas han tenido la capacidad de transformar la situación casi feudal
que imperaba cotidianamente en las fincas de Simojovel. Estas dos fuerzas les han dado,
psicológicamente hablando, la osadía y la confianza y, por lo mismo, funcionan también
como elementos cohesionadores en las comunidades que participan en la lucha; por eso,
niños, mujeres y hombres se autodefinen como "católicos y CIOAC".

Este es a mi juicio el papel que han jugado la religión y la organización campesina,


a nivel psico-social, ese es el significado que han tenido estos dos elementos entre la
población de las comunidades en lucha; y aunque, evidentemente existe un trabajo político

100
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de la CIOAC y diferentes niveles de formación política entre los miembros de esas


comunidades, creemos que la base ideológica-cultural en la que se sustenta la lucha
cotidiana de los pueblos es en esa concepción popular.

Por otro lado, considero que la respuesta del Estado hacia el movimiento
campesino, tiene como finalidad, provocar su desgaste y paulatino desmoronamiento; la
falta de soluciones y la represión permanente han sido, como ya vimos, el motivo principal
de las acciones y movilizaciones impulsadas por la organización y esto, efectivamente,
produce un desgaste. Sin embargo, a la fortaleza de la concepción popular del movimiento,
se suma la gran capacidad de resistencia que caracteriza en general a los grupos indígenas;
si resistieron siglos de dominación bajo métodos brutales de explotación y opresión, ahora,
lograda su libertad del patrón y la posesión de las tierras, están dispuestos a resistir la
violencia, con tal de defender sus logros.

Esta es una parte del problema que las autoridades y el poder local no logran ver ni
comprender; efectivamente, el movimiento campesino podría llegar a desintegrarse, pero
también la constante represión y los logros obtenidos a pesar de ésta, pueden producir el
efecto contrario, es decir, provocar que el movimiento popular busque otro tipo de salidas,
aún más radicales.

Por otro lado, el Estado y los grupos dominantes, se olvidan de que en Chiapas no
hubo un proceso revolucionario que transformara las atrasadas relaciones sociales y que
pusiera fin al poder caciquel de los finqueros, esta transformación la están realizando,
ahora, los indígenas organizados y si no encuentran la voluntad política gubernamental para
destruir por completo a las viejas estructuras y resolver los graves problemas sociales, se
puede exacerbar una lucha, ya de por si violenta.

Finalmente considero que el proceso que se vive en Simojovel es la expresión social


de una de las contradicciones fundamentales del sistema económico nacional que nació y
creció subordinado a los requerimientos de las potencias mundiales sin transformar de
manera profunda las viejas estructuras agrarias, que económicamente cumplieron una
función importante pero socialmente produjeron condiciones miserables de existencia para
los trabajadores agrícolas, llegando incluso, a reforzar el peonaje por deudas en algunas
zonas. Por eso ahora que este grupo social presiona para liberarse y liquidar esas añejas
estructuras, lo hace dispuesto a llegar hasta sus últimas consecuencias.

101
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106
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RELIGION Y POLITICA EN EL CONSUMO DE


PRACTICAS MEDICAS

EN UNA COMUNIDAD TZOTZIL


Estudio de caso

Jaime Tomás Page Pliego

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A: la gente de "las Limas", Conchita,


Lourdes, Ana, Sebastián, Andrés, María,
Inés, Margarita, Hari Amrit y Josué.

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AGRADECIMIENTOS

Quiero agradecer, en primer término, a los habitantes de "Las Limas" su hospitalidad,


desmedidas atenciones mientras estuve en su comunidad y su permanente colaboración e
interés por ver realizado el presente trabajo. Al Párroco Joel Padrón por su apoyo e interés
para la realización de la investigación. A CONACYT por la beca que me concedió para
realizar la maestría en Medicina Social, cuya tesis es el documento básico para este trabajo.
A Manuel Coello Hernández y Graciela Freyermuth Encizo la esmerada asesoría brindada;
a Catalina Eibenschutz y Manuel Outón por la orientación que me proporcionaron para la
elaboración del protocolo inicial y al inicio de la investigación; a la UNACH por el apoyo
económico, logístico y administrativo brindado oportunamente; a Angeles Garduño y
Gloria L. Sánchez, de la Maestría en Medicina Social de UAM-Xochimilco, por su
estímulo constante y apoyo incondicional para la consolidación del trabajo y obtención del
grado académico; a Rafael Alarcón por sus comentarios al trabajo; a Marielena Fernández
Galán por su esmerado apoyo bibliotecario; a Ana María Garza Caligaris y Raúl
Perezgrovas Garza por la revisión exhaustiva del documento y consejos respecto a
redacción, estilo y edición; y a todos aquellos que no menciono pero que de alguna manera
aportaron un granito de arena.

mayo de 1994.

Jaime T. Page Pliego.

111
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INTRODUCCION

El objetivo principal del presente trabajo es el de analizar el proceso que se suscitó en


el "consumo de prácticas médicas" en la comunidad Tzotzil de "Las Limas" Mpio. de
Simojovel de Allende Chiapas, y cómo repercutieron, en este, las acciones de la Iglesia
Católica.

Con el fin de ubicar el objeto de estudio dentro del marco de la reproducción social se
procedió a caracterizar los dos diferentes procesos de producción-reproducción, a los que
ha estado sujeta la población de la comunidad durante los últimos treinta años, a saber, la
finca y el ejido. Esto, con objeto de contar con los parámetros necesarios para comparar
ambas formas de producción-reproducción, lo que a su vez permitirá ubicar algunas de las
causas de los cambios, así como las tendencias suscitados en el consumo en general y en
particular del consumo de prácticas médicas.

Por otra parte, dado que lo político y lo religioso han sido considerados, para este caso
en particular, como ejes determinantes en los cambios ocurridos a nivel de la organización
social y concretamente en el consumo de prácticas médicas, se describieron y analizaron las
acciones y estrategias de la Nueva Iglesia Católica, sobre la base de fuentes documentales y
testimoniales.

A su vez, el "Consumo de prácticas médicas", categoría central del estudio, fue


abordado en las dos etapas ya descritas, con el propósito de establecer las diferencias que
pueda haber en cada una de éstas, sus determinantes, así como la tendencia del consumo en
el momento de recabar la información de campo.

Las técnicas utilizadas para la recopilación de información de campo fueron:

a) Entrevista a personas clave de la comunidad: comisariado ejidal, miembros del


comité de salud, un informante y una comisión de ancianos (los dos últimos, nombrados
por la comunidad). La información obtenida por este medio fue asentada como testimonio.

b) Encuesta. Con objeto de captar cuales fueron las acciones que emprendieron las
diferentes familias de la comunidad para la curación de las enfermedades que se produjeron
en su seno antes de la realización de la investigación, se diseñó y aplicó un instrumento que
operó sobre la base de los siguientes criterios: i) referencia al ámbito familiar; ii)
interrogatorio dirigido al padre de familia ya que, dentro de este contexto cultural
particular, es quien toma las decisiones más importantes; iii) de esta persona se incluyeron
indicadores de edad, número de lenguas habladas y escolaridad, considerando que se
podrían encontrar variaciones en cuanto a la selección de las diferentes opciones de
práctica médica debido a la influencia de estos factores. La encuesta se aplicó al total de
familias que habitan la comunidad. Por otra parte, se consideraron hasta tres intentos de
consumo de prácticas médicas, ya que hasta un 44.1% de la población los usa para resolver
una sola enfermedad.

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c) Observación pasiva e investigación documental. La primera, que sirvió para la


corroboración de la información obtenida a través de las entrevistas y encuesta; y la
segunda para la construcción del marco referencial.

El trabajo está organizado de tal manera que: el primer capítulo contiene aspectos
geográficos, demográficos, históricos y socioeconómicos tanto de la región como de la
comunidad en que se realizó el estudio. En el segundo capítulo, se aborda en primer
término, lo correspondiente la diferenciación entre las categorías de práctica médica y
consumo de prácticas médicas; en segundo lugar, se presenta la situación y perspectivas de
la medicina indígena tradicional en la actualidad, para luego hacer una semblanza de lo que
fue la concepción del universo y las prácticas médicas tradicionales indígenas a finales de
los cuarenta y principios de los cincuenta; Luego se aborda lo correspondiente a la llegada
de los servicios de salud; la estrategia de la iglesia católica y las acciones tendientes a
desaparecer la medicina tradicional; Como quinto punto, se toca lo correspondiente a la
situación de la atención de la salud en las décadas de los setentas y ochentas; para
finalmente presentar las tendencias en el consumo de prácticas médicas de la comunidad.

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MAPA

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CAPITULO I

CONTEXTO SOCIOECONOMICO E HISTORICO DE SIMOJOVEL Y


PRODUCCION-REPRODUCCION EN LAS LIMAS.

EL MUNICIPIO DE SIMOJOVEL DE ALLENDE, CHIAPAS.

- Geografia y demografia.

El municipio de Simojovel de Allende se localiza en lo que se denomina Región de las


Montañas del Norte (mapa 1) a los 17o 09' de latitud norte y 92o 40' de longitud al oeste
del meridiano de Greenwich. Colinda: al norte con los municipios de Huitiupán y
Sabanilla; al sur con Pantelhó, Chalchihuitán y el Bosque; al oriente con Tila y Chilón y, al
poniente con Jitotol y Pueblo Nuevo Solistahuacán. 1 El municipio cuenta con una extensión
total de 365 Km.2. 2

El terreno es muy irregular variando la altura sobre el nivel del mar entre los 100 y los
2400 m por lo que podemos observar básicamente dos climas: Cálido húmedo en las
cañadas y templado húmedo en las montañas. La cabecera municipal se encuentra a los 663
msnm.

Respecto a la flora, actualmente está conformada por pequeños manchones de selva


tropical en las partes bajas y coníferas en las altas. Lo que no ha sido destruido por
incendios forestales, fue cortado y quemado para la extensión de pastizales o trabajado para
la siembra del café, maíz y frijol, generándose, con esto un elevado grado de erosión del
terreno.

Antes de los grandes cambios climáticos, sobre todo en lo que se refiere a la llegada
duración y cantidad de lluvias, en la zona se podía observar precipitación pluvial
aproximadamente una tercera parte del año llegando a registrarse hasta 4330 mm3 de lluvia
al año. Existen varios ríos y arroyos, casi todos tributarios del río Grijalva, 3 el más
importante es el río Portugal que se forma con la unión del río Yaxanal y Chactel dentro del
municipio de Huitiupán. 4

Para 1980 la población del municipio de Simojovel fue de 17 043 habitantes, 5 de la


que: el 50% fueron hombres, el 45.28% de menores de 15 años de edad, el 42.13% entre 15
y 44 años de edad y el restante 12.59% de mayores de 45 años, lo que nos muestra una
población en la que predominan los jóvenes.

1
. Corzo. 1946.
2
. Mullerried. 1982 p. 29.
3
. Mullerried. 1982 p. 48.
4
. Pérez Castro 1981. p. 107.
5
. X Censo de población 1983.

117
118

Aproximadamente el 60.06% de la población fue indígena. Del total de ésta, el 21.07%


de habla Tzeltal, el 74.14% de habla Tzotzil y el 2.3% de habla Zoque; el 2.49% restante
hablantes de varias lenguas, algunas del Estado y las demás de otras partes de la república.
El otro 39.94% de los habitantes fue de mestizos que en su mayoría viven en la cabecera
municipal.

________________________________________________________________________
CUADRO 1.1
POBLACIÓN DE LAS "LIMAS, SIMOJOVEL DE ALLENDE, CHIAPAS,
POR EDAD Y SEXO. 1987.
________________________________________________________________________
G. EDAD. HOMBRES % MUJERES % TOTAL %
________________________________________________________________________
0-1 19 4.4 16 3.7 35 8
1-4 39 8.9 45 10.3 84 19.3
5-9 38 8.7 38 8.7 76 17.4
10 - 14 23 5.3 21 4.8 44 10
15 - 19 16 3.7 22 5 38 8.7
20 - 24 19 4.4 25 5.7 44 10
25 - 29 15 3.4 15 3.4 30 6.9
30 - 34 6 1.4 7 1.6 13 2.3
35 - 39 10 2.3 9 2 19 4.4
40 - 44 6 1.4 3 0.7 9 2
45 - 49 3 0.7 6 1.4 9 2
50 - 54 2 0.5 1 0.2 3 0.7
55 - 59 2 0.5 1 0.2 3 0.7
60 y más 10 2.3 6 1.4 16 3.7
sin datos 3 0.7 5 1.1 8 1.8
________________________________________________________________________
TOTAL 211 48.4 225 51.6 436 100
________________________________________________________________________
Fuente: Cuadro R-2 p.36 Maestría Medicina Social sept. 1987.

El centro de población "Las Limas", del ejido del mismo nombre, se localiza en la zona
occidental del municipio a 12 Km. al sudoeste de la cabecera municipal. Sus habitantes son
en su totalidad de habla Tzotzil, con una población que a mediados de 1987 ascendía a 436
habitantes 225 mujeres y 211 hombres (ver Cuadro 1.1.). Con una composición poblacional
de: 54.7% de menores de 15 años de edad, el 34.3% entre 15 y 44 años de edad y el restante
11% de mayores de 45 años, lo que nos permite observar que se trata de una población más
joven que para el promedio del municipio.

- Situación socioeconómica a finales de la década de los sesenta.

A finales de los sesenta el balance agrario para Simojovel, muestra la existencia de 17


ejidos con dotaciones de tierra de mala calidad. La mayor parte de la tierra permanece en
manos de los finqueros y el grueso de la población indígena está sujeta a la forma

118
119

semiservil 6 de producción. Entre los campesinos se dice que "..cada finquero tenía entre 1 y
3 ranchos, cada rancho con más o menos 50 trabajadores con sus respectivas familias". 7

En esta época, la situación socioeconómica de la zona llega a un punto crítico. Según


diferentes estudiosos, 8 los puntos nodales que llevaron a jornaleros, acasillados y
ejidatarios a enfrascarse en las movilizaciones campesinas que se dan durante las siguientes
dos décadas tienen su origen principalmente en: la sobre explotación y bajos salarios a que
se veían sujetos los jornaleros agrícolas; la indiferencia e ineficacia de las autoridades
agrarias ante la solicitud de dotación, ampliación y regularización de tierras; los abusos y
extorsiones de ingenieros y autoridades de la CNC; la corrupción de maestros y autoridades
ejidales; y, lo que algunos consideran el problema más importante, la inminente
construcción de la presa hidroeléctrica de Itzantun, proyecto que tendría como resultado la
inundación de una gran extensión de tierras entre las que se contaban las de varios ejidos,
así como ranchos y fincas con terrenos de muy buena calidad, iniciativa que agrava el
problema de presión por la tierra que de por si, debido al incremento poblacional, ya era un
problema mayor. Así, la construcción de la presa, que en sí misma representó una amenaza
para la producción de la región, agravó la crisis social, debido a que dicho proyecto no
contempló la dotación de tierras para peones y acasillados. 9

- La Nueva Iglesia Católica.

En esta época la Iglesia Católica a partir de los conceptos de "Nueva Iglesia" y


"Teología de la Liberación" u opción de la Iglesia por los pobres, es decir “.. iglesia que
"toma partido" en la conflictividad social al lado de los oprimidos...." 10 surgidos en la II
Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, que se realizó en Medellín,
Colombia en 1968, implementa la estrategia de las "Comunidades Eclesiales de Base"
(CEB’s). Que según expresa Concha Malo: "...surgen ligadas al movimiento Bíblico
(lectura de la Biblia por seglares y clases populares)". 11

A través de esta estrategia se pretende transformar la sociedad 12 , pasando de


condiciones de vida menos humanas a condiciones de vida más humanas, mediante: un
compromiso ineludible con la justicia social, con la defensa de los derechos de los
oprimidos, la construcción de realidades económicas, políticas y culturales que hagan
presente en la historia, aunque sea de manera parcial o incompleta, para así coadyuvar a
“...la liberación plena e integral que en el nombre del "Reino de Dios" Jesús ofrece." 13

6
. Entendiéndose semiservil como una forma particular de explotación del campesino dentro del
contexto de la producción agropecuaria capitalista, en donde el trabajador se encuentra sujeto a su
fuente de trabajo a partir de medidas coercitivas como el endeudamiento, relaciones patriarcales,
etcétera
7
. op. cit. p. 11
8
. Castro 1981. p. 224.
9
. Toledo Tello. 1987 p:6.
10
. Centro de estudios ecuménicos 1987. p. 104.
11
. Concha Malo 1986. p. 233.
12
. op. cit. p. 103.
13
. Ibid.

119
120

Esta línea eclesial está representada en Chiapas principalmente por la Diócesis de San
Cristóbal de Las Casas. La región norte y por lo mismo el Mpio. de Simojovel, entre otros,
está bajo su jurisdicción.

La estrategia de las "Comunidades Eclesiales de base” se implementó, en Simojovel,


entre 1969-70. La primera acción fue la preparación de catequistas de habla indígena, a
quienes, una vez terminada su formación, se asignó la tarea de hacer visitas
evangelizadoras a las fincas y ejidos, su trabajo consistía en hacer lecturas de la Biblia, y a
partir de ellas, generar discusiones, buscando la similitud o la contradicción de la lectura
con las condiciones de vida de los peones.

- I Congreso Indígena en San Cristóbal de Las Casas.

En 1974 con motivo del 4o. Centenario del natalicio de Fray Bartolomé de las Casas,
se organizó el "I Congreso Indígena en San Cristóbal de Las Casas". La realización del
congreso fue propuesto a la Iglesia Diocesana, por el entonces Gobernador del Estado Dr.
Manuel Velasco Suárez, pero retiró el apoyo poco antes de su realización, debido a que el
acto amenazaba con convertirse en un foro de denuncia. 14

En el congreso estuvieron representadas las 4 etnias principales de Chiapas: tzotziles,


tzeltales, choles y tojolabales, con el resultado previsto por el gobierno:

"Las proporciones de la movilización y las irrefutables denuncias


expresadas en el congreso causaron un profundo malestar entre el gobierno y
los acaudalados finqueros y latifundistas del Estado, conflicto que hasta hoy
carga la Diócesis en el acompañamiento del proceso campesino indígena,
pero que no ha desalentado al obispo y a sus cinco equipos de pastoral". 15

Una de los resultados de dicho congreso, fue la formación, en la región, de una unión
de ejidos independiente, que queda consolidada hacia 1974, año en que a través de sus
luchas logran la liberación de campesinos presos, la recuperación de tierras no entregadas
en forma completa la Secretaría de la Reforma Agraria. 16

- Organización regional e incorporación de acasillados a la lucha.

Los años 1976 y 1977 marcan una nueva etapa en el curso de la organización
campesina ya que se logra la agrupación, a dimensión regional, de ejidatarios, jornaleros,
baldíos y peones acasillados de los municipios de Simojovel, Huitiupán y Sabanilla. las
demandas que abanderaba esta organización estaban referidas a la ampliación y dotación de
ejidos tanto a hijos de ejidatarios como a peones, mediante la afectación de grandes
extensiones de tierra acaparadas por unas cuantas familias, también se luchaba por mejorar
las relaciones laborales de los jornaleros agrícolas. 17
14
. Concha Malo op. cit. p. 133.
15
. Ibid.
16
. Castro op. cit. p. 234.
17
. Toledo T. op. cit.

120
121

Se menciona como hecho determinante para lograr la incorporación de los jornaleros


agrícolas y peones acasillados a la lucha, el que el proyecto Itzantún no les reconocía a
estos personalidad jurídica, ni respecto a la dotación de tierras ni en el reacomodo. 18

En 1976 se formó el "Sindicato de Trabajadores Asalariados del Campo", a través de


éste se realizó una huelga en 1977, a causa de la cual se pierde la cosecha de café y se
descuida el ganado; las demandas eran básicamente salariales. En marzo del mismo año,
ante la falta de respuesta de las autoridades, los campesinos tomaron las tierras. 19

También en 1977 los campesinos logran que se realice una reunión con el gobierno, sin
embargo los acuerdos logrados no fueron ejecutados. El 10 de junio se produce un
enfrentamiento entre los campesinos y los propietarios quienes apoyados por el ejército,
realizan varios desalojos, con saldo de varios campesinos presos. 20

- Afiliación a CIOAC y formación del "Sindicato Miguel de la Cruz".

La represión mencionada, detuvo durante algún tiempo las movilizaciones campesinas,


que fueron reimpulsadas nuevamente a principios de la década de los ochenta, mediante la
incorporación de los campesinos a la "Central de Obreros Agrícolas y Campesinos"
(CIOAC)". 21

También, en esta época, se formó el "Sindicato Miguel de la Cruz", que tuvo como
objeto luchar por el reconocimiento laboral de los peones, demandando ante la Junta de
Conciliación y Arbitraje su registro como sindicato, salario mínimo, jornada de ocho horas
y prestaciones sociales. 22

El dictamen jurídico fue adverso a la organización ya que los finqueros alegaron


inexistencia de relaciones laborales, ante lo cual los jornaleros realizan paros escalonados
en treinta y seis fincas cafetaleras, que culminan con un paro general en el mes de mayo. 23

Este paro se vuelve indefinido ante lo cual muchos de los propietarios abandonan las
fincas acusando a los huelguistas de invasión, sucediéndose a continuación la represión, la
que estuvo a cargo de un destacamento de Seguridad Pública, financiado por los
finqueros. 24

Una parte del problema de la tenencia de la tierra se resolvió mediante el "Plan


Sabines" a través de la compra mancomunada, Gobierno del Estado campesinos, de los

18
. Ibid.
19
. Castro op. cit. p. 239.
20
. op. cit. p. 242.
21
. Toledo T. op. cit.
22
. op. cit. p. 7.
23
. Ibid.
24
. Ibid. p. 8.

121
122

terrenos invadidos. Entre los casos que tuvieron este tratamiento se cuenta al ejido "Las
Limas".

Otro acontecimiento importante de la época lo constituyó la toma de las instalaciones


de la Comisión Federal de Electricidad en Simojovel. Este hecho obtuvo la atención del
Estado y coadyuvó a lograr la negociación y firma de un convenio en el que destaca la
suspensión de la construcción de la presa de Itzantún mientras no se hubiera realizado el
reacomodo de campesinos en tierras de la misma calidad. 25

En 1983 se realiza una marcha hacia Tuxtla Gutiérrez con objeto de resolver el pliego
petitorio que se tenía desde 1981. Ante la imposibilidad de negociar en Tuxtla, se continúa
la marcha hasta la ciudad de México, donde se logra la firma de un acuerdo con el
Gobierno Federal.

Los problemas de la tenencia de la tierra persisten en la zona y no parece haber


solución a corto plazo. Los campesinos viven permanentemente en guardia pero decididos,
si es preciso, a dar la vida ya que consideran que:

"...la tierra está más que pagada, con todos los siglos de explotación que
sufrieron nuestros antepasados y nosotros mismos, y además con la sangre
que se ha derramado.." 26

El proceso de organizacion y lucha por la tierra en "las limas".

Una comisión de ancianos, nombrada en 1987 por la asamblea de la comunidad de Las


Limas para narrar la historia de la región y de la comunidad a los investigadores de la XII
promoción de la Maestría en Medicina Social y del presente proyecto, informó que a
principios de la década de los sesenta los campesinos escucharon por la radio un programa
donde se informaba que era posible la defensa de sus derechos laborales y el logro de
aumento salarial, interesados en el asunto iniciaron reuniones entre ellos y con acasillados
de otras fincas. A las reuniones, llegaban aproximadamente 60 campesinos, éstas se
efectuaban en el monte, por la noche.

Después de varios días de discusión entre los jornaleros, se nombró una comisión para
que solicitara ayuda en las oficinas que el Instituto Nacional Indigenista (INI) tenía en el
poblado del Bosque, la cual les fue negada.

Deciden, entonces, solicitar aumento de salario al patrón, quien responde con


amenazas e indignación. Ante la agresiva respuesta del finquero los campesinos suspenden
el trabajo y envían una comisión de representantes a Tuxtla para plantear el problema ante
la Secretaría de la Reforma Agraria (SRA), donde sí se logra dar curso a sus demandas.

25
. Ibid.
26
. Testimonio de Antonio Sánchez González. ver Anexo 7.

122
123

El dictamen de la SRA establece sanciones al finquero, sobre la base de que el salario


pagado a los jornaleros era mucho más bajo que el salario mínimo de la época para la
región, por lo que se le sentencia a pagar a los peones el total de la deuda, determinándose
que en caso de no hacerlo, tenía que ceder la tierra a los trabajadores. Según documento
elaborado por la Secretaría de la Reforma Agraria (SRA) el adeudo ascendía a $39 000.00
para cada trabajador.

En una asamblea el patrón hizo varias ofertas: la primera de cinco mil pesos, que fue
unánimemente rechazada, luego ofreció diez mil pesos . La mayoría de los peones rechazó
esta propuesta y exigió el pago completo, pero un pequeño grupo si la aceptó, lo que bastó
para levantar una acta.

Ocho días después el patrón prohibió que los trabajadores tomaran terreno para hacer
su milpa, con lo que otros pocos se dispersaron, de los que la mayoría se incorporó a otras
fincas, mientras que los que recibieron dinero compraron parcelas de aproximadamente 8
hectáreas.

Los que no aceptaron ninguna de las ofertas optaron por tomar la tierra, mientras se
tramitaba la solicitud que hicieron para formar un ejido, y empezaron a trabajarla en su
provecho. Al poco tiempo, sufrieron el asalto de 50 elementos de "Seguridad Pública"
quienes quemaron las casas, golpearon a la gente, violaron a las mujeres, robaron animales
y se llevaron presos a tres campesinos. A los dos meses incursionaron nuevamente y
volvieron a quemar las viviendas, pero no pudieron apresar a ningún campesino, ya que la
gente se escondió.

A partir de estos hechos, piden nuevamente la intercesión de la SRA, lográndose la


liberación de los presos y una multa al expropietario. Sin embargo los guardias blancas
llegan por tercera vez, pero sólo logran llevarse algunos animales.

En 1974 se forma la Comisión Agraria Mixta (CAM) a la cual se adhieren junto con
varias comunidades, lo que les da mayor fuerza ante la SRA. La comunidad permaneció en
esta organización un año.

Ese mismo año el expatrón volvió a entrar, pero en esta ocasión sólo iba acompañado
de un vaquero. Un campesino se topó con ellos y lo persiguieron para machetearlo, pero
como la gente ya estaba preparada y tenían un sistema de alarma y señales, los apresaron,
amarrándolos. Bastaron 24 horas para lograr que el patrón firmara un acta donde les hizo
entrega de la finca.

Debido al temor que se tenía por la constante represión los campesinos dejaron de ir a
la cabecera municipal de Simojovel y cuando eso era necesario se enviaba a las mujeres.

Hacia 1977 comienzan a ser visitados por miembros de la Central Independiente de


Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC), lo que contribuyó a contactar otros poblados
que también se encontraban en lucha lo que permitió mejorar y fortalecer la organización
campesina.

123
124

A finales de la década de los setenta y principios de los ochenta concentran su lucha en


lograr la aprobación de la solicitud agraria de dotación ejidal. A través de la CIOAC
negocian en paquete varias solicitudes y la demanda se resuelve en el marco del "Plan
Sabines".

La compra de terrenos se realizó en forma mancomunada, Ejido - Gobierno del Estado,


para lo cual el gobierno del Estado a través de la Dirección de Rehabilitación Agraria de la
SRA, dio un crédito a la comunidad por el equivalente del adeudo. En tanto la comunidad
no saldara la deuda que tenía con Gobierno del estado, los terrenos permanecerían como
copropiedad, obteniéndose la calidad jurídica de ejido sólo hasta que la comunidad hubiera
cubierto el monto del adeudo.

La lucha deja de darse en contra de los propietarios para volcarse hacia el gobierno del
Estado con objeto de obtener la condonación de la deuda y el status jurídico de ejido. Por
otra parte empiezan a ser acosados por campesinos pertenecientes a la Confederación
Nacional Campesina (CNC) quienes constantemente amenazaban con invadir los predios
ya legalizados, bajo el pretexto de que la gente de CIOAC tenía mucho terreno.

La amenaza constante de represión no permitió trabajar sistemáticamente la tierra sino


hasta 1987, debido a la necesidad de hacer guardias permanentes, ya fuera para vigilar en la
comunidad o, bien, salir a apoyar comunidades amenazadas de desalojo o invasión por
parte de campesinos de CNC.

Finalmente se obtiene la calidad jurídica de ejido en noviembre de 1987, después de la


condonación de la deuda que la comunidad tenía con Gobierno de Chiapas.

Produccion-reproduccion.

Dado que el objeto de estudio es abordado a partir de la categoría reproducción social,


y por las razones que a continuación expongo, he decido denominarlo “consumo de
prácticas médicas”: primero, con objeto de mantener la coherencia con el marco teórico;
segundo, por considerar que se da en el ámbito del consumo y, tercero, porque el estudio
pretende determinar cómo se distribuye el consumo sobre las diferentes opciones curativas
a que tiene acceso la comunidad en estudio.

Se adopta como categoría general a la reproducción social, porque sólo a través de ésta
se puede entender la totalidad social, económica y política, así como las particularidades.
Ya que "...comprende el conjunto de actividades sociales que al darse de manera recurrente
en el tiempo permiten a nivel individual la existencia social (un modo de vida) y a nivel
social la supervivencia y desarrollo de la sociedad (una historia)." 27

Para este caso, el eje está dado por las formas que adopta la producción agropecuaria
como resultado de las características que asume la reproducción ampliada del capital en la
región. Por lo mismo, se requiere de la comprensión de las condiciones agronómicas

27
. Torres 85. p. 44.

124
125

regionales, del conocimiento de los tipos de cultivo que realizan esos productores, así como
del régimen de relaciones jurídicas y/o contractuales que da, a los productores, acceso a las
tierras de labor (aparceros, propietarios, comuneros, ejidatarios, arrendatarios, colonos,
etcétera). También es necesario hacer la distinción en sus niveles de marginalidad,
pertenencia étnica y tradiciones culturales. 28

En el proceso de reproducción social, analíticamente se distinguen cuatro momentos en


relación a los bienes materiales, a saber: producción, distribución, circulación (o cambio) y
consumo. 29

La subordinación, al capitalismo, a que están sometidos los modos de producción no


capitalistas, determina que estos se vean afectados por los vaivenes del primero,
generándose en su interior cambios y adecuaciones en los cuatro momentos, y por ende del
perfil reproductivo de la población. En este sentido Torres señala que "Para Marx, cuando
analiza el régimen parcelario de producción, lo importante está en cómo este modo de
producción se puede reproducir, qué presupone y qué límites tiene dentro de una sociedad
en que el capitalismo se está desarrollando." 30 Es decir, la producción y reproducción de la
fuerza de trabajo adquirirá formas diferentes dependiendo de las características que asuma
la producción; 31 cambios que serán más o menos intensos en función del grado de
subsunción a que esté sujeta la fuerza de trabajo, lo que significará, a su vez, variaciones en
"...la combinación de actividades de los ámbitos capitalista y no capitalista de
producción." 32

En este sentido, a mayor desarrollo del capitalismo, mayor grado de subsunción de la


fuerza de trabajo, debido fundamentalmente, al incremento de los costos para producir el
consumo y, por lo mismo, la necesidad de interactuar como fuerza de trabajo en el mercado
para completar la reproducción, con la tendencia general a deteriorar el balance trabajo-
consumo de los campesinos. 33

Las características que adopte el momento productivo de un modo de producción no


capitalista dentro del contexto de la producción capitalista de una región dada, determinará
los diferentes perfiles de distribución circulación y consumo: en la distribución "porque
antes de ser distribución de la producción es distribución de los instrumentos de producción
y de los miembros de la sociedad entre los diferentes géneros de la producción" 34 , lo que se
corresponde con la proporción en que el individuo participa de los productos; en la
circulación que, entre otras cosas, relaciona la producción con el consumo ya que "...le trae
al individuo los productos particulares en los cuales puede convertir la cuota que le ha

28
. Coello, Manuel 1983. p. 35.
29
. Marx. ICEP p. 242.
30
. op. cit. p. 249.
31
. Torres. 1985. p. 40.
32
. op. cit. p. 43.
33
. op. cit. p. 33.
34
. Ibid.

125
126

correspondido por la distribución" 35 y, en el consumo porque al producir los objetos del


consumo también determina el modo de su consumo. 36

35
. Ibid. p. 252.
36
. Ibid. p. 242.

126
127

- Producción Regional.

Las principales actividades productivas de la zona son la cafeticultura y la ganadería


extensiva. Además se produce: tabaco, caña, cera vegetal, palma, vainilla, papaya,
hortalizas, maíz, frijol y, como actividad extractiva, ámbar.

Las formas características de producción 37 son dos:

- Las Unidades de Producción Capitalista que se subdividen en:

a) Agropecuarias, que según la magnitud del capital se denominan ranchos o fincas y


cuya producción está orientada al mercado. En éstas existe un dominio de lo económico
sobre los medios de producción y la producción se realiza sobre la base de una explotación
semiservil (peonaje, acasillamiento, baldiaje). Que como ya se mencionó, se entiende
semiservil como una forma particular de explotación del campesino dentro del contexto de
la producción agropecuaria capitalista, en donde el trabajador se encuentra sujeto a su
fuente de trabajo a partir de medidas coercitivas como el endeudamiento, relaciones
patriarcales, etcétera.

La unidad agropecuaria capitalista involucra medios de producción modernos:


maquinaria e insumos (fertilizantes, herbicidas e insecticidas) de origen industrial.

Las actividades productivas a que se abocan estas unidades son: la cafeticultura, la


ganadería y la apicultura, mismas que son realizadas en gran escala.

b) Agro comercial, cuyas principales actividades se relacionan con:

- el control comercial de la producción regional de café, maíz, frijol y de la


industrialización y exportación masiva de café;

- el control sobre la venta de productos para el consumo productivo: fertilizantes,


insecticidas, herbicidas, alimento balanceado para el ganado, vacunas, medicamentos y
maquinaria;

- el comercio de productos no agrícolas y la usura.

- Las unidades de producción campesina ejidal.

La producción campesina se caracteriza por acompañar en forma subordinada a otras


formas económicas; por lo mismo, la población que realiza este tipo de producción siempre
está sujeta a una relación de explotación que se concreta en la transferencia de excedentes
hacia la sociedad que la subordina. 38

37
. Salazar Peralta. 1981 p. 212-215.
38
. Ibid. p. 91.

127
128

Como toda producción campesina, tiene características generales propias, sin embargo
el hecho de estar subordinada, a la forma particular que adquiere la reproducción ampliada
del capital en la región, le confiere, entre otras cosas, el carácter de mercantil simple,
porque, en este caso, los productos tienen, para el productor, no sólo valor de uso sino
además valor de cambio, mismo que se realiza en el ámbito del mercado: 39

Como mencionan varios autores, 40 se trata:

- de productores directos, dueños de los instrumentos de producción, mismos que


tienen un bajo desarrollo tecnológico; 41 es decir, operan básicamente con instrumentos de
trabajo manual, por lo que se requiere de abundante fuerza de trabajo;

- la tierra, objeto básico de trabajo, se encuentra parcelada, repartida entre las


diferentes unidades básicas (familias), lo que dificulta la concentración de los instrumentos
de trabajo, determina el aislamiento de las unidades productoras, obstaculiza la posibilidad
de que la producción se realice con instrumentos modernos y avanzados y que la
producción se pueda realizar con criterios empresariales a la manera capitalista; 42

- las condiciones de trabajo están sujetas a los ciclos agrícolas (agricultura de


temporal);

- de la producción, una parte se destina al consumo reproductivo y otra al productivo.


Para el consumo reproductivo una parte se usa en forma directa y otra se comercializa para
con el dinero obtenido comprar productos de consumo que solamente se obtienen en el
mercado. Cabe señalar que en este medio tiende a predominar la producción dirigida al
mercado, entre otras cosas, debido al gradual desplazamiento de los cultivos de subsistencia
(maíz) por aquellos que son más redituables (café);

- como fuerza de trabajo emplea los recursos que le ofrece su núcleo familiar, 43 la
división del trabajo se da en función del sexo y edad;

- la fuerza de trabajo generada en estas unidades es contratada temporalmente por las


fincas y ranchos de la zona, principalmente en épocas de cosecha de café. Los campesinos
que han tomado tierras, no participan de este mercado, debido a la persecución de la que
son objeto, por lo que se ven obligados a permanecer en sus comunidades y a sobrevivir
con lo que obtienen de sus parcelas.

El campesinado de la zona es predominantemente indígena y se diferencia del


campesino (mestizo), propiamente dicho, en que este último participa como sujeto en la
cultura dominante aún y cuando dentro de ésta se encuentre en una situación subalterna o
de dominación.

39
. Torres. 1985. p. 39.
40
. Díaz Polanco 1977, Roger Bartra, Armando Bartra, Torres Adrían 1985.
41
. Díaz Polanco. 1977 p. 88.
42
. Ibid. p. 88.
43
. Ibid. p.p. 65-74 y 81-82.

128
129

El campesino indígena forma parte de un grupo que se considera a sí mismo diferente


del grupo dominante y de otros y que, a su vez, es considerado como diferente por los
otros. Esta diferenciación se basa, predominantemente, en: el uso de idioma propio,
características fenotípicas particulares, una cultura diferente a la de la sociedad global u
otros grupos y territorio propio.

La cuestión indígena ha sido abordada principalmente a través de la perspectiva del de


la sociedad dominante; sin embargo, en la actualidad existen diversos enfoques que han
optado por estudiarlo desde la perspectiva del grupo, es decir, considerando a los
conglomerados étnicos como "...categorías de adscripción e identificación que son
utilizados por los actores mismos y tienen por tanto, la característica de organizar
interacción entre los individuos." 44 Considero que esta forma de abordar lo indígena
permite dar cuenta de la gran cantidad de cambios que se han suscitado en algunas
comunidades indígenas sin perder, por ello, su identidad étnica. La discontinuidad en la
variación cultural, 45 se entiende como la existencia de grupos culturalmente diferentes, con
características específicas que los distinguen de los demás y los llevan a establecer "límites
étnicos" 46 entre ellos. Estos límites "... no dependen de una ausencia de movilidad, contacto
o información, antes bien implican procesos sociales de exclusión e incorporación" 47 , que
constituyen puntos de confluencia en las relaciones interétnicas a través de los cuales se
establece la aculturación y los límites de la misma.

La pertenencia al grupo está determinada por los rasgos que los actores mismos
consideran como significativos y son los que se manifiestan colectivamente como
esperados para todos sus integrantes: el lenguaje, el vestido y el modo particular de vida,
así como, el cumplimiento de códigos sociales y morales. 48 La identidad como grupo
diferente se sostiene incluso ante la transformación de la cultura, de las formas de
organización social y de los miembros. Pero esto es posible siempre que existan límites
aceptados colectivamente, implícitos y explícitos. La persistencia de estos límites, "implica
no sólo criterios y señales de identificación, sino también una estructura de interacción que
permita las diferencias culturales." 49

Perfil reproductivo en la finca y el ejido.

Con objeto de ubicar nuestro objeto de estudio dentro del marco de la reproducción
social considero necesario caracterizar los procesos de productivo-reproductivo de las dos
etapas por las que pasó la comunidad: la finca y el ejido. Esto tiene como objeto contar con
parámetros de comparación que hagan posible la determinación de los cambios y
tendencias del consumo en general y en particular del consumo de prácticas médicas.

- En la Finca.

44
. Barth, F. p. 10.
45
. op. cit. p. 9.
46
. Ibid. p. 10.
47
. Ibid.
48
. Ibid. pp. 15 y 16.
49
. Ibid. p. 18.

129
130

Esta fase se da antes de la década de los setenta y en el ámbito de la forma


característica de producción capitalista en la región para ese tiempo.

130
131

- Momento productivo.

La unidad de trabajo era la cuadrilla, que subordinaba a la familia. Todos los miembros
a partir de los 10 años de edad se consideraban en edad de trabajar. Estos menores podían
ser detectados debido a que por costumbre los niños hasta la edad de 10 años usaban una
túnica y a partir de ésta se les ponía un calzón como signo de que iniciaban su vida adulta.
Sin embargo, la comunidad, como una medida protectora, postergaba esta acción hasta los
15 años de edad logrando de esta manera que los menores se incorporaran más tarde al
trabajo.

La reproducción de la fuerza de trabajo de los acasillados se alcanzaba mediante dos


procesos: El trabajo que se realizaba en la parcela que el finquero asignaba, que iba de
media a una hectárea, donde el peón y su familia producían sus alimentos; también se
recibía una retribución que podía ser monetaria o en especie, producto del trabajo realizado
para el finquero. De este sueldo eran descontados los adeudos que se tenían, y que
generalmente provenían de prestamos por concepto de mayordomías, o bien, para
funerales, trago (bebidas embriagantes), telas y otros artículos que eran adquiridos en la
tienda de raya de la finca. La parte monetaria llegó a ser, antes de la toma de la tierra, de
cincuenta centavos por día. El salario de las mujeres era 'pagado' con vales que casi nunca
eran hechos efectivos y, en caso de que así fuera, el equivalente era entregado al esposo o
al padre.

No existía migración entre los trabajadores sujetos a servidumbre, de no ser la que se


refiere a la movilidad que había entre las diferentes fincas, que básicamente dependía de
negocios entre los finqueros. Más bien lo que se observaba era inmigración en épocas de
cosecha de café, de trabajadores temporales provenientes, principalmente, de la región de
Chamula y Larráinzar.

La organización del trabajo tenía su eje en la cuadrilla, es decir, a través de actividades


colectivas destinadas a los hombres. Se consideraba que la familia 'ayudaba' al padre. El
trabajo era controlado por dos personas de confianza del patrón, a los que respectivamente
se denominaba: mayordomo y capataz o caporal. El primero tenía mayor jerarquía.

Las actividades del mayordomo consistían en indicarle al caporal las tareas a realizar y
vigilar el desarrollo del trabajo.

El caporal podía ser indígena o ladino. En general era seleccionado entre los mismos
campesinos. Su salario era más alto que el de los jornaleros, además:

"Vivía igual que el patrón, comía bien, tenía casa, cama, caballo (del
patrón), ropa, reloj y pistola. Llegaba a ver al médico a Simojovel y toda su
alimentación se la proporcionaba el patrón." 50

Las responsabilidades del caporal eran vigilar el rendimiento del trabajo; evitar las
faltas, sin importar las condiciones de salud en que se encontrara el trabajador; detectar a
50
. Testimonio de Antonio Sánchez González. ver Anexo 7.

131
132

los varones que hubiesen cumplido 10 años de edad e incorporarlos al trabajo; aplicar los
castigos a que eran 'acreedores' los que faltaban a trabajar y, resolver las posibles rencillas
que se presentaran entre los trabajadores.

Las actividades más importantes del peón eran: realizar el trabajo agropecuario de la
finca; fungir como cargadores, cuando no se contaba con semovientes o vehículos de
motor, para trasladar los productos destinados al comercio a Simojovel y cuando era
necesario, también tenían que trasladar a los enfermos de la familia del patrón. Aparte de la
jornada normal de trabajo, estaba la 'faena', que se llevaba a cabo los días domingo en
forma rotatoria y consistía en el acarreo de leña para la "casa grande", hacer reparaciones o
construcciones en la finca, realizar mandados a Simojovel y abrir caminos. Por último,
como ya se mencionó, los peones realizaban el trabajo agrícola dentro de la parcela que se
les tenía asignada para producir sus alimentos.

Las labores de las mujeres consistían por una parte, en trabajar en la casa del patrón
realizando labores domésticas como molido de maíz, torteado, etcétera y, por otra, "ayudar"
al marido o al padre a recoger la cosecha de café y asolearlo, además el trabajo doméstico
de sus respectivos hogares.

La jornada de trabajo era de 13 horas, de 5 de la mañana a 6 de la tarde. Dependiendo


de la finca se trabajaban 3 ó 4 días para el patrón y 2 ó 3 días en la parcela familiar. En
épocas de cosecha de café, se trabajaban los 7 días al servicio del patrón. El trabajo para el
finquero estaba relacionado con la producción de café, maíz, ganadería, fruticultura y
hortalizas.

Las labores realizadas en las parcelas personales asignadas a los peones, eran,
principalmente, producir maíz y verduras. En éstas podían sembrar todo lo que desearan
excepto café.

De la producción de maíz, frutales y verduras de la finca se destinaba una parte para el


consumo del patrón y el resto al comercio. El café se destinaba en su totalidad al comercio,
no se permitía siquiera que los peones se quedaran con el "chibola" 51 , como se hace en la
actualidad.

Los productos de la parcela del peón se destinaban en su totalidad al consumo de éste y


su familia. Estaba expresamente prohibida la venta de cualquiera de los productos y en caso
de que se detectara un intento por hacerlo, la carga era confiscada. Cuando el patrón así lo
disponía cualquier producto procedente de la parcela de los peones era destinado a su casa.

- Momentos de distribución y circulación.

La única vía de comunicación para la salida y entrada de productos fue la fluvial, hasta
la construcción del camino en 1940, 52 hecho que significó la puerta de entrada de los
cambios que se suscitaron en la producción y reproducción en las siguientes décadas. Entre
51
. Chibola: café obtenido en el cuarto y último corte en que se limpia totalmente la planta, incluyendo el
grano verde y el dañado.
52
. Pérez Castro. 1981.

132
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otras cosas facilitó la entrada de otros servicios, que más bien beneficiaron a los dueños de
los ranchos y a la población urbana y suburbana del municipio, pero modificó
mínimamente las condiciones de vida de los peones y acasillados..

Podemos decir que las condiciones de vida en la finca eran de sobrevivencia; los
procesos de reproducción de la fuerza de trabajo estaban siempre por debajo de las
necesidades mínimas, por lo que el deterioro de esta población era acelerado. El único
acceso que tenían a productos provenientes del exterior, se daba a través de la tienda de la
finca, en donde básicamente se vendía: trago, machetes, limas, azadones, galletas, azúcar y
manta.

En otro orden; cabe decir que las fincas y ranchos no contaban con servicios
educativos.

Los peones únicamente tenían acceso a servicios religiosos durante la preparación y


celebración de la fiesta que se dedicaba anualmente al santo de la ermita de cada finca. Los
indígenas eran obligados por el patrón, a organizar y celebrar las fiestas a la usanza
tradicional. En este sentido, cada año se nombraba un mayordomo quien pagaba la fiesta
con préstamos que "solicitaba" al patrón. A éstas acudía muy esporádicamente el sacerdote
de Simojovel.

Además de las fiestas religiosas que ya se mencionaron, el esparcimiento se reducía


básicamente al juego de baloncesto, cacería y alcoholización..

- Momento de consumo.

La alimentación se limitaba al consumo de maíz, frijol, algunas hierbas y chaya.


Cuando lograban criar algún animal, que escapaba al interés de alguno de los jefes o del
patrón, o bien cuando salían de cacería, comían carne, básicamente aves de corral y
animales silvestres como tepescuintle o venado. Los alimentos eran endulzados con panela,
producida de la caña que se cultivaba en la parcela. La cal, que se utilizaba para hacer el
nixtamal, también era producida por los mismos campesinos.

La ropa de toda la familia era confeccionada con manta, obligadamente adquirida en la


tienda de la finca: camisas y calzones para los hombres, blusas bordadas y faldas para las
mujeres. No estaba a su alcance la posibilidad de disponer de calzado y, los hombres
cubrían su cabeza con sombrero.

Toda construcción se realizaba con materiales de la zona. Las chozas de los peones,
por que no eran otra cosa, se estructuraban a base de palos amarrados, que cumplían el
papel de paredes, el cubo o círculo resultante de este proceso era cubierto por un tejido de
palma, que se hacía, también, sobre una base de palos amarrados, el piso era de tierra. En
este tipo de habitación, que no es rara aun en la actualidad, se cocinaba, se almacenaba
grano y otros alimentos y se dormía.

La mayoría de los utensilios usados para el consumo doméstico eran elaborados por las
mujeres, a base de materiales de la zona. Los trastos de cocina eran de barro; otros

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utensilios como jícaras, cucharas, cucharones, etcétera, se elaboraban con una especie de
calabazo al que denominan "Tol", que se recorta en la forma que se desea y se deja secar.
El jabón era producido a partir de un bejuco que se da en la zona.

- En el ejido.

- Momento productivo.

El objeto de trabajo del campesino es la tierra. Antes de la toma, estaba en poder del
finquero en su totalidad.

La comunidad de "Las Limas", actualmente ejido, tiene una dotación total de 770
hectáreas de las que, según un estudio realizado por estudiantes de XII Generación de la
Maestría en Medicina Social, 53 destinan:

- 200 Has. a la producción de maíz y productos que se siembran con éste.


-150 Has. de cafetal.
-300 Has. de potreros.
-120 Has. de pastizales altos y acahual.

Respecto a la distribución de la tierra, Un análisis referido en otra etapa del trabajo


mencionado 54 indica que el 16.4% de los grupos domésticos tienen asignada entre 0.3 y 1.8
Has., el 5% entre 1.7 y 3.4 Has., el 70.8% entre 3.5 y 5 Has. y el 6.2% entre 5.1 y 8.2 Has.

En la asignación de terrenos a todos los habilitados se les dotó de terrenos en zona


cálida y templada.

La situación jurídica respecto a la tenencia de la tierra corresponde a la de dotación


ejidal, misma que fue obtenida en noviembre de 1987.

La unidad de producción básica de la comunidad es la familia y aunque se considera


que se empieza a trabajar formalmente a partir de los 16 años, antes de esa edad se asignan
ciertas labores. En las épocas en que no hay escuela, los niños mayores de 10 años
acompañan a los adultos a la parcela y al cafetal "para que vayan aprendiendo."

Las mujeres solteras trabajan al lado de sus madres desde muy pequeñas, ayudando en
el cuidado de los niños pequeños y en cualquier tarea doméstica que se les asigne.

En ocasiones, para ciertos trabajos (roza, quema y limpias) se requiere de fuerza de


trabajo extra familiar, que se obtiene de entre los mismos pobladores de la comunidad, ya
que no se permite la contratación de personas provenientes de comunidades cercanas o de
otras regiones debido a que esto facilitaría la infiltración y vulneraría la seguridad de la
comunidad. La retribución de estas labores se hace fundamentalmente mediante mano

53
. XII Promoción MMS I/87 p.45.
54
. XII Promoción MMS O/87 p. 38.

134
135

vuelta 55 o pago en especie, básicamente maíz, del cual se dan 100 mazorcas por un día de
trabajo o 1 zonte 56 por cuatro días. Más esporádicamente el pago se hace en dinero.

Tampoco se permite la migración, porque se tiene la obligación de trabajar las tierras


que han sido asignadas, solamente se autoriza la salida de aquellas personas que cumplen
alguna comisión de representación fuera de la comunidad. Además, es obligatoria la
asistencia de todos los ejidatarios a la asamblea que se realiza casi a diario. Tampoco se
trabaja en los ranchos o fincas cercanos, fundamentalmente como medida de seguridad, ya
que se corre el riesgo de "sufrir agresiones por parte de los propietarios o de gente de
CNC".

Las actividades laborales de la familia son la producción de café, maíz, hortalizas y


frutales; la cría de aves y animales de corral. Estas actividades se desarrollan
principalmente dentro de los límites de la parcela y el solar. Además, se recurre a la caza.

La familia es nuclear (padre de familia, madre e hijos). En contados casos se amplía


con la inclusión de los ancianos quienes generalmente son padres de alguno de los
cónyuges.

La división del trabajo familiar se da en función de los roles jerárquicos. El jefe de


familia es el esposo quien junto con los hijos en edad productiva y aún solteros se encargan
de las labores principales de la parcela, la cacería, corte y acarreo de leña.

Las mujeres se encargan principalmente de las actividades domésticas, cuidado de la


hortaliza, animales domésticos y de corral. También participan en el doblado de maíz y en
el corte de café.

El colectivo actúa como unidad productiva secundaria. Este es una extensión de la


unidad básica, participan solamente hombres mayores de 16 años. El trabajo se organiza de
tal manera que a todos les toca la misma cantidad de trabajo, lo que se controla mediante la
programación de actividades por lista. Cuando una persona a la que se le ha asignado
trabajo no lo realiza se le hace la anotación correspondiente y tiene la obligación de
reponerlo.

Las actividades productivas del colectivo son la ganadería y fruticultura.

La jornada de trabajo es de 8 a 10 hrs. iniciándose entre 4 y 6 de la mañana,


concluyendo entre las 14:00 y 16:00 horas. En ésta hay variaciones según las actividades y
carga de trabajo que se tenga y se alarga en épocas de cosecha, sobre todo en la de café, en
que incluso se llega a trabajar el día domingo. Por lo general se trabajan 6 días a la semana.

55
. Podría ser sinónimo de tequio, y significa el pago del trabajo con trabajo, en el momento en que este sea
requerido.
56
. Un zonte es el equivalente de 400 mazorcas. De 15 mazorcas grandes sale un cuartillo de grano, que es
equivalente a 3 Kg. lo que daría aproximadamente 80 Kg. por zonte.

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136

Las actividades productivas son substancialmente las mismas que se realizaban en la


finca; sin embargo, en algunos de los procesos se presentan ciertas diferencias, por lo que
serán descritas por separado.

El café es la actividad productiva más importante. La mayor parte de las plantas


estaban sembradas cuando se tomó la tierra: "los viejitos fueron los que sembraron todo".
Cada familia posee aproximadamente una hectárea de café que tiene entre 1000 y 1600
matas. Los tipos de café que se cultivan son: Criollo, Caturra, Márago, Mundo Novo y
Borbón.

En los meses de enero y febrero se realiza la primera limpia y desbroce, es decir:


desyerbe; poda de los arboles que proporcionan sombra y deshije del cafetal, quitando casi
todos los retoños, dejando sólo 3 ó 4 para que se desarrolle más el arbusto e incremente la
cantidad de fruto. Este trabajo toma entre 2 y 3 días por hectárea. En el mes de junio se
realiza una segunda limpia, que consiste únicamente en el desyerbe.

La siembra de café se debe realizar en el mes de septiembre, "cuando el suelo está todo
mojado". La siembra consiste en transplantar las matas jóvenes que crecen junto a los
arbustos adultos a un terreno expresamente preparado para ampliar el cafetal.

El primer corte se realiza a fines de noviembre y se lleva de 1 a 2 días. En la época de


acasillamiento participaban obligatoriamente hombres, mujeres y niños desde 10 años. En
la actualidad esta participación es voluntaria. "Se corta poco, como un canasto, pero al
mover la rama el resto del café madura más rápido".

El segundo corte se realiza a finales de diciembre y se lleva 3 ó 4 días. En éste


participaban obligatoriamente hombres y mujeres. En la actualidad "las mujeres asisten por
que agarraron costumbre y les gusta, pero ya no es obligatorio. Si tienen niños tiernos no
salen a cortar por el aguate y el arador, que es como una garrapata rosa que se entierra y
hace roncha".

El tercer corte se realiza a los 15 ó 20 días del precedente y dura aproximadamente 8


días. En éste sólo participan los hombres.

El cuarto y último corte se realiza 15 ó 20 días después del tercero, para dar tiempo a
que madure la mayor cantidad posible. En éste, se corta también el café que aún está verde.
Al producto de este corte se le denomina "Chibola".

En un principio el cafetal era manejado en forma colectiva, pero en 1983 fue repartido
entre los capacitados, reservándose sólo una hectárea para el colectivo. El dinero de la
venta de esa parte del producto se destina para gastos de la comunidad.

El traslado de café del cafetal a la comunidad se realiza con los animales de carga que
pertenecen al colectivo. Algunos lo hacen con los propios o en la espalda.

Una vez que está en la comunidad se procede a despulparlo, proceso que consiste en
separar la semilla del fruto y que se realiza con una despulpadora; luego se lleva a cabo el

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137

lavado, que consiste en eliminar los restos de pulpa que le quedan al grano; finalmente se
procede al secado; éste se efectúa extendiendo el grano sobre un secadero que puede ser
una superficie plana de cemento o bien petates o plástico. Para que todo el grano quede
expuesto al sol y se seque se va moviendo con un rastrillo de madera, esta tarea es realizada
principalmente por las mujeres y niños.

El grano seca en aproximadamente 3 días y así se comercializa. En esta etapa de


procesamiento recibe el nombre de "Café Pergamino".

Por cada hectárea se cosechan aproximadamente entre 7 y 8 bultos, cada bulto pesa
entre 60 y 70 Kg lo que significa que se cosechan entre 420 y 490 kg por hectárea.

Otros productos que se siembran junto con el café son plátano (diferentes tipos),
naranja, guayaba y mango; también palmas y árboles productivos que además proporcionan
sombra.

En otra sección de la parcela, denominada milpa, se produce maíz y frijol. Dado que
estas áreas han sido desmontadas (talado el bosque) con anterioridad en dicho proceso no
se incluye la descripción del proceso de trabajo de tumba por lo que se iniciará con la roza.
La roza consiste en cortar toda la vegetación, básicamente arbustos y rastrojo de la siembra
anterior, ésta se realiza entre marzo y abril. Puede tomar de 15 días a 1 mes, dependiendo
de lo escabroso y pedregoso del terreno y de la cantidad de monte que se tenga que tumbar.
Se deja secar la vegetación cortada aproximadamente durante 45 días para realizar la
quema en el mes de mayo, que toma 1 día por parcela pero para el total de la comunidad
lleva como 2 semanas, ya que este trabajo se realiza en colectivo con objeto de evitar la
propagación de incendios.

Luego que el suelo se enfría y cae la primera lluvia, se procede a sembrar. La siembra
se realiza entre el 6 y 25 de mayo, dependiendo de cómo vengan las lluvias. La sequía de
los últimos años ha obligado a los campesinos a modificar su calendario agrícola ya que
para sembrar es necesario que el suelo esté húmedo.

Cada campesino siembra, en promedio, aproximadamente 4 tareas 57 por día. Cada


unidad siembra en promedio 16 tareas, que equivalen a un almud ó 1 hectárea. Para
sembrar esta área se requieren más o menos 12 Kg de maíz (cuatro cuartillas).

La primera limpia se realiza en junio, ésta consiste en desyerbar el terreno y eliminar


las plagas. La duración de esta labor es de 15 días a 1 mes. En la actualidad ya se empiezan
a utilizar herbicidas químicos para realizarla. La segunda limpia se lleva a cabo en agosto.

El doblado de maíz consiste, efectivamente, en invertir la mazorca con objeto de que


ésta seque más rápido, lo que se realiza durante el mes de septiembre. El trabajo de una
hectárea lleva 4 días, pero cuando hay mucha planta tirada, por efecto de los vientos, se
tiene que levantar y sostener con horcones, entonces esta labor puede llevar 5 ó 6 días.

57
. Una tarea equivale a 25 X 25 m. o 15 brazadas cuadradas. Una brazada equivale a ambos brazos
extendidos.

137
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La cosecha de maíz (en la que participa toda la familia) se realiza a finales de octubre y
principios de noviembre. La tapiscada o corte de mazorcas lleva aproximadamente 6 días
por hectárea, luego viene la juntada que se lleva otros 6 y, por último, subirlo a la
comunidad toma otros 3 ó 4 días.

Se calcula que se obtienen entre 15 y 50 zontes de maíz, con un promedio de 35. Dicha
variabilidad se debe a la presencia de siniestros que afectan la milpa: vientos, granizadas,
sequías, etcétera.

El frijol se siembra junto con el maíz en mayo, cosechándose en agosto. Se sujeta al


mismo calendario de limpias, mientras este último no ha sido cosechado. Preferentemente
el frijol se siembra en los terrenos más altos debido a que en esos lugares es menos atacado
por la babosa. Actualmente los campesinos siembran sólo cuatro tareas.

A mediados del mes de septiembre algunos realizan una segunda siembra. En el mes de
noviembre se realiza una limpia que toma de 15 días a 1 mes. Se cosecha a mediados de
noviembre o principios de diciembre.

La cosecha de frijol es de entre 70 y 300 Kg, pero dada la imposibilidad de controlar a


la babosa, este cultivo se realiza cada vez menos.

Junto con el maíz y frijol también se siembra calabaza, yuca, camote de guía, papaya,
tabaco, hierba mora, tomate, ajo, cebollín (huich), coliflor, chaya, piña y chayote.

Dos son las principales plagas que afectan al maíz y productos que se siembran junto
con éste: el gusano cogollero que parasita al maíz y que es combatido con el producto
agroquímico denominado "Foley", y la babosa que parasita el frijol, la papaya y el tabaco;
para esta última plaga la comunidad no conoce forma de erradicación, por lo que existe la
tendencia a no invertir en esta producción.

En la hortaliza, generalmente situada en el solar, se cultiva: rábano, repollo, acelga,


lechuga, calabacita "Zuchini", chipilín, colinabo, zanahoria y betabel. En el momento de
recolectar la presente información sólo existían 10 huertos hortícolas familiares.

Entre los frutales, que son propiedad colectiva, encontramos naranja, cacaté, mango y
guayaba. En su mayoría están en fase de crecimiento. En los que están en fase de
producción el trabajo se limita a la recolección parcial del fruto durante la época de cosecha
debido, fundamentalmente, al desconocimiento de las técnicas de poda, fertilización,
tratamiento de plagas, recolección y empaque de fruta. El producto obtenido se distribuye
equitativamente entre las familias de la comunidad; entre la fruta que no es recolectada está
la afectada por plagas, el resto simplemente se deja podrir.

El ganado, propiedad colectiva, es una cruza de Cebú con Suizo del que se reportaron
en julio de 1988 1 toro, 17 vacas, 5 novillos, 5 vaquillas, 8 becerras y 6 becerros, dando un
total de 42 cabezas.

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Inicialmente todos los miembros de la comunidad eran socios ganaderos, pero una
buena cantidad ha ido desertando y en el momento de recolectar la información quedaban
46 de los 90 habilitados.

El proceso de trabajo en torno al ganado es posteo alrededor de los potreros, que se


realiza con roble y tiene una duración de aproximadamente dos años; alambrado y
grapeado; chaporreo, que se realiza una vez que el ganado ha consumido todo el pasto y se
le ha cambiado a otro potrero; baño garrapaticida, que se realiza con una bomba aspersora
manual aplicando una solución de "Tindanol" o "Asuntol"; vacunación y desparasitación,
que se realiza tres veces por año, las vacunas que se aplican son la anticarbonosa y contra la
septicemia hemorrágica y la curación y prevención de mordedura por vampiro para lo que
se utiliza un polvo cicatrizal que les dejó personal de la campaña contra el gusano
barrenador, así como "Vampirín", que se aplica sobre la herida y produce la muerte del
vampiro cuando vuelve a morder.

Al momento de este registro no había planes de comercialización del ganado ni a corto


ni a mediano plazo.

Debido a que para abordar el objeto de estudio de este trabajo no se requiere el estudio
de indicadores en relación con la diferenciación socioeconómica al interior de la
comunidad, esto no fue realizado.

El nivel de desarrollo de las fuerzas productivas es muy atrasado. Los instrumentos de


trabajo se limitan a herramientas manuales; sin embargo, ya se puede observar el uso de
bombas aspersoras y de agroquímicos.

Para la producción de:

- Café, se emplea hacha, machete, lima, azadón, despulpadora, patios secaderos de


café, costales y, en la actualidad, bombas aspersoras y agroquímicos.

- Maíz, se emplea hacha, machete, lima, azadón, barretón, costales. En la actualidad se


puede observar el uso de bombas aspersoras y agroquímicos.

- Para el transporte de la producción se cuenta con 6 animales de carga de propiedad


comunal y algunos particulares.

- Ganadería: cuerda o lazo, fármacos, jeringas hipodérmicas, hacha, machete y lima.

El destino de la producción, 58 para esta forma, es variable ya que una parte se destina al
comercio y otra al consumo productivo y reproductivo.

El café se comercializa casi en su totalidad, excepto el del último corte o "Chibola" que
se destina al consumo doméstico; éste no rebasa los 50 kg. La producción por lo general se
comercializa con el "Coyote"; 59 se le vende a éste porque paga más, hace menos

58
. Op. cit.
59
. Ibid. p. 138 y 141-142.

139
140

descuento 60 y no altera el peso, problemas que sí se les presentan cuando intentan


comercializarlo con INMECAFE. En 1986-87 se canalizó a la "Unión Nacional de Crédito
Agropecuario, Forestal y de Agroindustrias para ejidatarios, minifundistas y pequeños
propietarios S.A. de C.V." (UNCAFAECSA) por intermedio de la cual recibieron 1400
viejos pesos por kg de café, lo que significó un ingreso de entre $588 000.00 y $686 000.00
por cosecha. La producción de café de 1987-88 fue nuevamente vendida al coyote, debido a
que UNCAFAECSA no pudo organizar la venta del producto, recibiendo $3000.00
promedio por Kg lo que representó una entrada de entre $1,260,000 y $1,410,000 viejos
pesos. También a través de esta organización se ha logrado la canalización de créditos
bancarios, los que han tenido carácter individual, ya que se han otorgado a cada campesino
sobre la base de cafetal que tengan en producción y puede ascender al 90% del costo de la
producción esperada. Este crédito fue otorgado a los 96 habilitados y fue utilizado para la
compra de fertilizante, insecticidas, herramientas y productos para el consumo doméstico.

Otra institución que ha canalizado créditos para café es el Instituto Nacional


Indigenista (INI), que en 1987 realizó, en coordinación con la comunidad, un proyecto
sobre la base de un crédito a fondo perdido, que consistió en la construcción de 24 patios
secaderos y la dotación de 29 despulpadoras.

La mayor parte de la cosecha de maíz se destina al autoconsumo. Cuando se cuenta


con excedentes, son preferentemente destinados para el pago del trabajo que se contrata
para la roza y limpia de la parcela o cafetal, en segundo término se comercializa al interior
de la comunidad.

Toda la cosecha de frijol se destina al autoconsumo, sin embargo, la cantidad de


producto obtenido no satisface las necesidades anuales por lo que necesariamente los
campesinos de Las Limas tienen que comprar una parte en el mercado.

Cuando se cosechan verduras en cantidades que rebasan la capacidad de consumo del


grupo doméstico son comercializadas por las mujeres quienes se desplazan a las cabeceras
municipales aledañas y lo venden directamente al consumidor. Se prefiere el mercado de
Simojovel debido a que a este asiste mayor cantidad de gente. La verdura no se
comercializa dentro de la comunidad porque todos tienen y los que necesitan no pueden
adquirirla porque no disponen de dinero.

El traslado de la mercancía al mercado se realiza en las camionetas de pasaje o en


autobús de pasajeros.

De esta manera tenemos que el ingreso de la familia proviene fundamentalmente de la


venta de café y, en forma secundaria, de verduras y huevo. Según una encuesta realizada
por la XII promoción de la MMS 61 se puede observar que el 88 % de la población desvía al
mercado por lo menos 3 de los productos que produce y sólo un 22 % no desvía ninguno.

- Distribución y circulación.

60
. El descuento se hace cuando el café sale con grano por la Roya y cuando no está bien seco.
61
. XII promoción MMS p/1987. p. 45.

140
141

Entre los servicios con que contaba la comunidad a finales de 1989 están:

- Primaria federal con 2 aulas de concreto; una galera de bajereque, piso de tierra y
techo de lámina galvanizada, donde se habilitan dos aulas; 4 habitaciones para profesores;
una habitación para la dirección de la escuela y una cocina. En el momento de levantar la
información el personal docente estaba compuesto por 4 profesores que atendían los 6
grados de primaria.

- Cancha de Baloncesto con piso de concreto.

141
142

- Infraestructura Sanitaria.

a) Agua entubada; obra que fue realizada en coordinación con la SUB-SAI


en 1984. Dicha red prácticamente sitúa un hidrante frente a cada predio,
además se dispone de una regadera colectiva que es utilizada por los
hombres de la comunidad, maestros y visitantes.

b) Letrinas; en el momento de recolectar la información había 38


construidas, de las cuales dos están ubicadas en el predio escolar y el resto
pertenece a grupos domésticos. Dada la falta de este servicio y el
desconocimiento por parte de la comunidad de su uso adecuado, existía un
alto índice de fecalismo al aire libre, el cual se daba en gran medida
alrededor del agujero de la letrina.

c) Para la atención médica se cuenta con una casa de salud de bajereque,


piso de tierra y techo de lámina galvanizada, la cual fue construida por la
comunidad con recursos propios, para ser utilizada, como ya se mencionó,
por el médico de IMSS-COPLAMAR. Al recolectar la información era
utilizada por una comisión de promotores de salud de la comunidad, así
como por el personal promotor de salud y agropecuario de SUB-SAI.

Por otra parte, se cuenta en la cabecera municipal de Simojovel a 12 Km.


con un Centro de Salud "A" de la Secretaría de Salud. En la cabecera
municipal del Bosque a 6 Km. con un Centro de Salud "C" de la misma
institución. En la cabecera municipal de Bochil, a 50 KM. de la comunidad,
con una Clínica Hospital de Campo de IMSS-COPLAMAR.

- Servicios de salud

a) Tradicionales.

Dos hueseros que no viven permanentemente en la comunidad, una “'ilol”,


que al decir de la comunidad no atiende enfermos, pero mediante la
observación se ha constatado que sí lo hace.

b) Programas de salud de las Instituciones Estatales.

- Subsecretaria de Asuntos Indígenas (SUB-SAI).

Esta Institución ha realizado varias acciones dentro de la comunidad, entre


otras el tendido de la red de agua, la construcción en 1986 de 20 viviendas y
una segunda etapa de 20 más en 1988.

En 1987 realizó un programa de nutrición dirigido a población de alto riesgo


(mujeres embarazadas, lactantes y menores de 5 años) que consistió en el
registro y control de talla y peso; así como proporcionar semillas e insumos
químicos para la preparación de huertos hortícolas familiares.

142
143

- Secretaría de Salud (SS).

A los servicios de salud ofrecidos por la SS en la cabecera municipal de


Simojovel no se acude debido a que temen ser encarcelados. Por otra parte
no acuden al servicio del Bosque debido a que tiene fama de que no se cura
a los enfermos.

- IMSS-COPLAMAR.

Este programa, que inició sus acciones en el segundo tercio de la década de


los ochenta, al no tomar en consideración la problemática social de la zona,
ubicó las Unidades Médicas Rurales UMR según criterios de cobertura
geográfica.

De 1984 a 1987 realiza visitas a la comunidad el médico antes mencionado.


En julio de 1987, personal de la Clínica de campo de Bochil les ofreció
asignarlos a su área de adscripción argumentando que esto redundaría en
beneficio de la comunidad, ya que aumentaría el número de programas de
salud. La comunidad presentó la solicitud correspondiente y en la actualidad
es atendida por ellos.

Los programas que realizaba esta institución en el momento de recolectar la


información son los siguientes: Saneamiento ambiental, con un subprograma
de letrinización; medicina preventiva con dos subprogramas, prevención en
población de alto riesgo, con acciones de vacunación, control nutricional
mediante el registro periódico de talla y peso de los menores de 5 años, y
acciones de seguridad alimentaria, específicamente producción en huertos
hortícolas familiares. Otras actividades realizadas por este equipo fueron la
capacitación del comité de salud y un proyecto de alfabetización de adultos.

c) Programas de salud de instituciones educativas.

Durante 1987 la XII promoción de la Maestría en medicina Social de la


Universidad Autónoma Metropolitana (UAM)- Xochimilco realizó una
investigación de diagnóstico y análisis de determinantes de la problemática
de salud de la zona 62 que culminó en una propuesta para abordar la
problemática detectada. Esto fue realizado en coordinación con la Diócesis
de San Cristóbal y la Parroquia de Simojovel, como parte de los esfuerzos
de la Iglesia por proporcionar una alternativa coherente con las necesidades
de la comunidad

- Cuenta con energía eléctrica a partir de 1989.

- Templo católico, atendido por un catequista originario de la comunidad y


eventualmente por los párrocos de El Bosque o Simojovel.

62
. XII MMS P/O/I 87.

143
144

- Servicios comerciales: dentro de la comunidad se cuenta con una tienda campesina


y una farmacia, que operan con fondo revolvente generado a partir de una colecta
comunitaria. Los productos que no son asequibles en la comunidad se compran en el
poblado de El Bosque o hasta Bochil. Esporádicamente los habitantes de Las Limas
realizan compras en Simojovel. En las tres cabeceras municipales mencionadas se dispone
de mercado municipal, varios supermercados, tiendas surtidas con todo tipo de productos,
farmacias, banco, ferreterías, etcétera.

- La principal vía de comunicación es la carretera Crucero Simojovel, que bordea la


comunidad.

- Los medios de transporte utilizados son: autobús de línea de pasajeros y


camionetas de redilas destinadas al transporte de pasajeros.

- En la cabecera municipal hay servicios de: teléfono, telégrafos y correo.

- Los servicios de gobierno (juzgado de primera instancia, cárcel preventiva,


registro civil, oficinas de SARH, INMECAFE, CFE) correspondientes a las Limas, están
ubicados en la cabecera Municipal de Simojovel.

En general la gente de la comunidad no acude a resolver sus problemas en la


cabecera municipal de Simojovel, sino que prefiere dirigirse a Tuxtla Gutiérrez, pero
cuando tiene que hacerlo se desplaza un grupo grande con objeto de protegerse mutuamente
o bien realiza sus trámites por intermedio de los maestros.

- Consumo.

La base de la alimentación es, principalmente, el maíz que es consumido como:


tortilla, posol, tostada o tierno. Una familia de 4 personas consume alrededor de 30 zontes
por año. 63 Los que no tienen hijos aproximadamente 15. Una familia de 10 ó 12 personas
consume como 45 ó 50 zontes. Tomando en consideración que el promedio de su
producción es de 35 zontes y que el rango de consumo va de 15 a 50, podríamos concluir
que la mayoría de los grupos después de consumir el total de lo que producen se ven en la
necesidad de comprar para completar sus necesidades.

En segundo lugar de importancia está el frijol, que es consumido hervido o frito. La


cosecha de frijol se destina en su totalidad al consumo pero, como fue mencionado en otro
apartado, la producción tiende a desaparecer, lo que implica que el consumo de este
alimento está dejando de ser cotidiano. Una familia consume aproximadamente 1 Kg de
frijol al día y dado que lo producido difícilmente rebasa los 100 Kg se ve en la necesidad de
adquirir este producto en el mercado. Cuando en el seno familiar no se cuenta con dinero
para comprar esta leguminosa, recolectan verduras y con ello sustituyen "el espacio que
éste ocupa".

Las familias de Las Limas consumen las verduras y hortalizas sólo en época de
cosecha. Los alimentos de origen animal se sirven eventualmente; en algunas ocasiones
63
. Se considera dentro del consumo productivo y reproductivo.

144
145

comen pescado, aves y animales silvestres producto de la cacería, ya que el huevo y la


carne de aves de corral se destinan principalmente a la venta.

Como se expone en el cuadro 1.2. la comunidad dispone de otro tipo de productos


alimenticios a lo largo del año, aparte de los ya mencionados; sin embargo, su consumo se
limita al tiempo de cosecha, por ser alimentos que se descomponen rápidamente, por esta
razón parte de esta producción se destina al comercio.
________________________________________________________________________
CUADRO 1.2.
PRODUCTOS ALIMENTICIOS PRODUCIDOS EN LA PARCELA, CAFETAL Y HORTALIZA
FAMILIAR EN LA COMUNIDAD DE "LAS LIMAS", SIMOJOVEL, CHIS. 1987.
________________________________________________________________________
PRODUCTO MES DE COSECHA
________________________________________________________________________
CEBOLLIN (HUICH) TODO EL AÑO
YUCA ENERO
TOMATE MARZO
PLÁTANO TABASCO MARZO
CAMOTE DE GUÍA MARZO-ABRIL
PAPAYA MARZO-MAYO
AJO ABRIL
CEBOLLA ABRIL
MACAL (PI) MAYO
TABACO JUNIO
CHAYA JUNIO
MANGO JUNIO
GUAYABA JULIO
PIÑA JULIO
COLIFLOR SEPTIEMBRE (REGADO, TODO EL AÑO)
CHAYOTE SEPTIEMBRE
NARANJA OCT-DIC.
PUNTA DE CALABAZA SEPTIEMBRE
HIERBA MORA OCTUBRE-NOVIEMBRE
________________________________________________________________________
Fuente: informante.

Entre los alimentos que se obtienen en el mercado están frijol; azúcar, sal, cal (para
nixtamal), galletas, pan, queso, carne y, en muy contadas ocasiones, latas de alimentos en
conserva.

Todo lo anterior nos indica que la dieta está compuesta fundamentalmente de


carbohidratos, proteínas vegetales, escasas proteínas de origen animal y escasas grasas; que
es poco diversificada y escasa. Como era de esperarse, las características de la dieta se
concretan en un perfil nutricional en el que predomina la desnutrición (ver Cap. III perfil
patológico).

Por otro lado, en los últimos años se han modificado las formas del vestido,
observándose cambios importantes en relación con la finca. En la actualidad solamente

145
146

algunos ancianos utilizan aún la vestimenta tradicional; el resto de la comunidad usa


preferentemente ropa de fábrica elaborada con telas sintéticas.

La mujer usa un vestido floreado de tela sintética, que puede ser adquirido en el mercado, o
bien elaborado por ellas mismas con tela comprada. Los varones usan pantalones y camisas
producidos en la industria, para el trabajo compran ropa usada. Un artículo que es muy
común entre los hombres es la camiseta deportiva sin mangas, la que es muy útil para el
trabajo por fresca y cómoda. El sombrero ha sido desplazado por la cachucha o gorra; como
calzado, los hombres, utilizan principalmente botas de hule o tenis y con menos frecuencia
huaraches.

La vivienda es de seis tipos:

- Piso de tierra, paredes de vara y techo de palma.


- Piso de tierra, paredes de tabla y techo de palma.
- Piso de tierra, paredes de bajereque y techo de palma.
- Piso de tierra, paredes de tabla y techo de lámina de cinc.
- Piso de cemento, paredes de bajereque y techo de lámina de cinc.
- Piso de cemento, paredes de block y techo de lámina de cinc.

Del último tipo de vivienda existían 20, al momento de recabar la información, que
fueron construidas en 1985 por el programa de mejoramiento de la vivienda realizado por
la Subsecretaría de Asuntos Indígenas de la Secretaría de Desarrollo Rural del Estado, la
que al momento de recolectar la información, realizaba una segunda etapa de 20 viviendas
más.

Todas las viviendas constan de una habitación en la que duerme toda la familia y,
en general, de una cocina separada.

La mayoría de materiales de construcción de las viviendas previas al programa de


SUB-SAI, y a excepción de la parte nueva de la escuela y el templo, provienen de los
recursos naturales propios de la comunidad.

Prácticamente todos los objetos que se utilizan para el consumo doméstico son
adquiridos en el mercado. Entre los principales podemos mencionar: jabón, trastos, vajillas,
cubiertos y otros productos de menor importancia.

La organización social tiene su base en la asamblea que, como tal, subordina a todas
las demás instancias sociales. Ésta se compone de todos los miembros masculinos mayores
de 16 años de edad. Todas las decisiones respecto a los asuntos y problemas colectivos se
toman en su seno, previa discusión y por votación. Como apéndices de la asamblea gravitan
en su entorno comités y comisiones que por orden jerárquico son: comisariado ejidal,
agente municipal, consejo de vigilancia, patronato de medicamentos, patronato de vivienda,
comité de educación, comité de salud, etcétera.

Toda la comunidad pertenece a la religión católica, no participa de las costumbres


religiosas tradicionales y no se permite la práctica de ninguna otra. A pesar de que es

146
147

visitada por el párroco de El Bosque tiene mucho mayor influencia el de Simojovel. Las
visitas de ambos son esporádicas. Hay servicio religioso todos los días por la tarde, las
actividades son coordinadas por un catequista miembro de la comunidad, quien ha sido
capacitado bajo los lineamientos de la Nueva Iglesia Católica, quien asiste periódicamente
a reuniones y cursos tanto en la parroquia de Simojovel como en San Cristóbal de las
Casas.

- Consideraciones al perfil reproductivo.

El punto de partida para el inicio del análisis respecto a los cambios en el consumo
de prácticas médicas en "Las Limas" se sitúa, precisamente, en las diferencias que existen
en los perfiles de producción-reproducción entre la finca y el ejido. Estas diferencias
constituyen el determinante, en última instancia, de las características que adquieren las
prácticas sociales de la comunidad.

Las diferencias más grandes, entre las dos etapas analizadas son, en primera
instancia, las características de la tenencia de la tierra y la propiedad de los medios de
producción; diferencias que a su vez determinan una relación diferente respecto a la
producción y con la sociedad global.

La relaciones de producción en la finca tenían su base en la compraventa de fuerza


de trabajo. Las jornadas de trabajo eran de más de 12 horas. 3 días de la semana se
trabajaba en la parcela que el finquero asignaba al trabajador, lo que era apenas suficiente
para producir lo necesario para la sobrevivencia de la familia y que constituía la mayor
parte del trabajo necesario. Los cuatro días restantes el peón servía en la finca; destinando,
en ocasiones, el día domingo a realizar actividades de mantenimiento en la casa del
finquero.

Los medios de vida eran completados con una parte monetaria proveniente del
trabajo realizado en la finca, de la cual el finquero previamente descontaba lo
correspondiente a la renta de la tierra, deudas en la tienda de la finca y de otro tipo.

Por tanto, en la finca se acaparaba todo el tiempo del peón por lo que se veía
obligado a permanecer prácticamente confinado, con un contacto muy limitado con los
grupos sociales externos.

En la etapa ejidal el campesino es dueño de su fuerza de trabajo y de la producción.


La jornada se reduce a aproximadamente 8 horas y parte del tiempo de trabajo se realiza
fuera de la comunidad, ya que tiene la necesidad de ofrecer su producción en el mercado.
Una parte mínima de la producción se destina al autoconsumo (maíz, frijol, verduras, aves
de corral), canalizándose los productos que conllevan mayor trabajo y producción (café y
ganado) al comercio.

En los últimos años ha habido una considerable penetración de instituciones tanto


estatales como privadas: INMECAFE, SUB-SAI, INI, IMSS-COPLAMAR,
UNCAFAECSA, SEP, Coyotes, Partidos políticos, Iglesia, etcétera. Esto ha impactado las

147
148

formas de organización social de la comunidad, repercutiendo en su dinámica y sobre todo


en las características de la circulación, consumo de los productos y hasta en la cultura.

Las diferencias que se pueden constatar en los perfiles de consumo (ver cuadro 1.3.)
incluyen, para la etapa actual, elementos de consumo que por una parte desplazan y
sustituyen a los que eran producidos en el seno familiar y que por otra innovan, sobre todo,
los de consumo doméstico y el vestido.

También observamos cambios en los procesos productivos ya que si bien el desarrollo


de las fuerzas productivas sigue siendo atrasado, se puede observar la incorporación de los
nuevos instrumentos de trabajo que ofrece el mercado, que están a su alcance y que de
alguna manera facilitan y hacen posible la reducción del tiempo necesario para la
realización de una tarea.

Las formas de extracción de valor también se modifican. En la etapa de la finca la


extracción se daba a partir de la compra y explotación de la fuerza de trabajo; en la ejidal se
da a expensas de la transferencia de valor hacia la sociedad global derivada de la
competencia, siempre desigual, entre la producción ejidal o pequeña producción y la
producción capitalista. 64 Esta transferencia de valor se concreta a través de diferentes
mecanismos de explotación y de lo que Coello denomina la subordinación-adecuación de
necesidades del capital, que se concreta mediante mecanismos capitalistas secundarios
como la usura, el intercambio desigual (coyotaje), las transferencias de valor, etcétera." 65

Estos mecanismos que sin ser determinantes de las condiciones de subordinación


estructural, se constituyen en apoyo indispensable para reproducir la estructura y subyacen
en las formas que adopta la producción campesina dentro del contexto de las formas
capitalistas de producción agrícola.

Otro aspecto del análisis está referido a los cambios suscitados en la organización
social. Cuando al interior del grupo se plantea la necesidad de luchar por la tierra se genera
la necesidad de incorporar inmediata y forzosamente formas de organización y control
social diferentes de los ejercidos hasta ese momento en el grupo. Estas formas y
mecanismos necesariamente tienen que ser coherentes con los cambios sociales que
contempla su proyecto. Así, podemos observar cómo en, Las limas, incorporaron y
adecuaron a sus necesidades elementos orgnizacionales propios de la sociedad dominante,
en los ámbitos de lo administrativo, lo político y lo religioso.

Esta incorporación se da dentro de un contexto coyuntural en el que confluyen, por una


parte, los cambios de las condiciones socio políticas y económicas y, por otra, los agentes
sociales que acompañan dicho proceso (Iglesia, Secretaría de la Reforma Agraria,
Comisión Agraria Mixta, Confederación Nacional Campesina, Central Independiente de
Obreros Agrícolas y Campesinos, UNCAFAECSA, etcétera). Cabe hacer mención que
dentro de esta coyuntura existe a su vez una apertura sociocultural en cuanto a la
transformación de costumbres y hábitos, sobre todo de aquellos que de alguna manera

64
. Ibid. p. 91.
65
. Ibid.

148
149

coadyuvaron a la opresión y control social (mayorazgos, brujería, etcétera), aunado a la


expectativa de una forma de vida diferente y "mejor". Estos últimos factores operan
especialmente como facilitadores del cambio rápido tanto en lo relativo a aspectos
ideológicos como organizativos de la comunidad y la familia.

Una vez conformada una “estrategia” que permita el avance y cohesión de la organización
social dentro del proyecto particular planteado, la comunidad genera una serie de códigos e
instancias de organización y control social, de las cuales requieren algunas provenientes de
las prácticas del grupo dominante. Así vemos como de una forma de organización social
basada en un control vertical y coercitivo, se pasa a una democracia a ultranza, con base en
la asamblea, donde todos los participantes tienen igual peso en la toma de decisiones y, que
a la larga, se convierte en el órgano máximo de gobierno y control social al interior de la
comunidad, subordinándose sus representantes a la misma y fungiendo exclusivamente
como portavoces del grupo.
_____________________________________________________________________
CUADRO 1.3.
COMPARACION DE LA PRODUCCION-REPRODUCCION SOCIAL ENTRE LAS
FASES SEMISERVIL Y EJIDAL DE LA COMUNIDAD DE "LAS LIMAS",
SIMOJOVEL DE ALLENDE, CHIAPAS.
_____________________________________________________________________
MOMENTO PRODUCTIVO
_____________________________________________________________________
CONCEPTO FASE EJIDAL F. SEMISERVIL
_____________________________________________________________________
I.- Fuerza de trabajo
a) Unidad de produ-
cción. -Familiar con extensión -Cuadrilla de trabajo.
al colectivo.
b) Asalariamiento -Mano vuelta o pago en -Asalariados
especie sólo en temporada.
c) Migraciones -no hay -entre las fincas.
II.- Organización del trabajo
a) División social
del trabajo. - Familiar - Cuadrilla que subordina
a la familia.
Hombres -Parcela, cacería, colectivo Finca, parcela, cacería, faena.
trab. colectivo.
Mujeres -Doméstico, hortaliza -igual ejidal, más trab. en
la
y animales de corral. casa del patrón.
b) Jornada de trabajo - 8 a 10 hrs. - 13 hrs.
c) Actividades
productivas. -Café, ganadería, maíz, frutales y -igual a ejidal.
hortalizas.

149
150

_____________________________________________________________________
CONCEPTO FASE EJIDAL F. SEMISERVIL
_____________________________________________________________________
_____________________________________________________________________
III.- Medios de producción.
a) La tierra -Régimen ejidal en propiedad - propiedad del finquero, con
parcelaria 3.5 a 5 Has. por familia. parcela de media a una hectárea
en renta para la producción del
consumo familiar.

b) Instrumentos de trabajo.
- Nivel de desarrollo de instrumentos -Nivel de desarrollo de
de trabajo, muy atrasado sin embargo instrumentos muy
atrasado.
se observa el uso de insumos indus-
trializados.
_________________________________________________________________________
IV. Destino de la producción.
a) propiedad de la
producción. - Ejidatario -Finquero.
b) Destino de la
producción. - Comercio y autoconsumo. - Comercio.
_________________________________________________________________________
DISTRIBUCION-CIRCULACION
I. Servicios.
a) Educativos. -Primaria Federal. - Ninguno.
b) Esparcimiento - Baloncesto. - Baloncesto.
Fiestas religiosas.
c) Comunicaciones. -Carretera, camino de herradura. -Vía fluvial, Camino de
energía eléctrica, teléfono, correo, herradura.
telégrafo.
d) Religiosos. -Templo católico en la comunidad. - Ermita en la finca.
e) Comerciales. -Tienda campesina y farmacia en la - Tienda del finquero.
comunidad, servicios comerciales en
las cabeceras municipales.
II.- Ingreso. - Proviene principalmente de la venta - Proveniente de la venta de la
de café y en forma secundaria de la fuerza de trabajo.
venta de huevo y verdura.
_________________________________________________________________________
CONSUMO
I. Consumo.
a) Alimentación -Base: maíz, frijol, verdura, café, -Base: Maíz, verdura, cacería.
huevo, aves, frijol, cacería, frutas.
-Mercado: sal, azúcar, galletas, cal, -Mercado: sal.
latería.

150
151

_________________________________________________________________________
CONCEPTO FASE EJIDAL F. SEMISERVIL
_________________________________________________________________________
b) Vestido. - Preferentemente ropa de fábrica -Tradicional.
a base de fibras sintéticas.
c) Vivienda - Materiales obtenidos de recursos -Materiales obtenidos de
naturales propios de la comunidad. recursos propios de la
- Materiales industrializados comunidad.
d) Consumo domés-
tico. -Todos los utensilios son obtenidos -Todos los utensilios son de
en el mercado. son de elaboración casera.

II.- Organización social de la comunidad.


a) Política - Ejidal, órgano de máxima instancia: -Control social:
finquero
asamblea. Pertenencia a una
Organización política: CIOAC.
Pertenencia a una Unión de Crédito.
UNCAFAECSA.
b) Religiosa. -Comité eclesial de base. -Semitradicional controlado por
el finquero.
_________________________________________________________________________

151
152

CAPITULO II.

PRACTICAS MEDICAS EN LAS LIMAS.


Un acercamiento al concepto de practica medica 66 .

Antes de adentrarme en el concepto, hago la distinción entre lo que sería práctica


médica y consumo de prácticas médicas. Ubicando básicamente la práctica médica como
proceso de trabajo, como el hacer del terapeuta, como la estructura intrínseca de la práctica
en sí, como el servicio o tipos de servicios que a través de la reproducción social se
distribuyen y circulan para el consumo de un grupo social específico Por otro lado, el
consumo de prácticas médicas, al que denominamos consumo porque dentro de nuestro
marco referencial se ubica en el ámbito del consumo y como categoría está referido
predominantemente al conglomerado humano. Así, el consumo de prácticas médicas es la
forma como la población, la comunidad o el individuo, incorpora, "disfruta, se apropia", 67
en este caso del servicio que proporcionan las diferentes prácticas médicas.

El objetivo ideal de toda práctica médica y su consumo es emprender actividades y


acciones encaminadas a mantener y restablecer la salud. Las características y definición
que adquieren las prácticas médicas varía en las diferentes etapas históricas y entre los
diversos grupos humanos, estos aspectos están determinados por lo económico, lo cultural,
por el desarrollo de las fuerzas productivas, etcétera.

Considero que la práctica médica y su consumo, como cualquier otra práctica social
puede ser una práctica fetichizada, utilitaria, no cuestionada, ni por aquellos que la realizan
ni por aquellos que la demandan. También puede ser una práctica transformadora, que sirva
como instrumento para cuestionar la realidad, el instrumento para demandar mejores
condiciones de vida.

Como a toda práctica, socialmente se le percibe e interpreta a través de la utilidad


inmediata que reporta. Aparentemente se le aísla del resto del contexto socioeconómico

66
. Según Kosik, (K. Kosik. 1967) las clases sociales pueden adoptar dos actitudes diferentes hacia la
realidad: en primer término, la práctico utilitaria es decir la de personas que actúan objetiva y prácticamente,
sin enfocar la realidad de un modo especulativo.(op.cit p. 26) De quienes se manejan en el ámbito del sentido
común. La práctica que queda suscrita dentro del concepto de “clase en sí.”
Y, la práctica revolucionaria, especulativa, crítica, transformadora, que intenta y de hecho logra desentrañar la
esencia de "la cosa" y su correspondencia con el fenómeno, la práctica que sería englobada dentro del
concepto de "clase para sí".
El tipo de práctica a que me refiero y que considero que da cuenta de nuestro objeto de estudio es la primera,
la inmediata, la que se adquiere y aprende en el entorno sociocultural en el que se vive; históricamente
determinada; “en que la apariencia superficial de la realidad se fija como el mundo de la supuesta intimidad,
de la confianza y familiaridad producida y reproducida socialmente.”(Ibid p. 31-32)
La práctica destinada a resolver las necesidades cotidianas, que se concretan en la continuidad de la
reproducción social y que pone "...a los hombres en condiciones de orientarse en el mundo, de familiarizarse
con las cosas y manejarlas, pero no les proporciona una comprensión de las cosas y su realidad."(op. cit)
67
. Marx. ICEP p. 242.

152
153

haciéndole aparecer como una práctica socialmente autónoma, ahistórica, revestida de un


"carácter de neutralidad" 68 , de altruismo y humanismo; aspectos que enmascaran las
determinaciones económicas, políticas y sociales a que están sujetas, como toda práctica
social.

Al respecto, es ilustrativa la caracterización funcionalista que hace Talcott Parsons de


la práctica médica, refiriéndose a ésta, como: "...un mecanismo en el sistema social para
enfrentarse con las enfermedades de sus miembros." 69 Siendo la enfermedad, en este
esquema, una desviación social "permisible":

"...no es simplemente un fenómeno "externo" ante el que hay que


ponerse en guardia, sino una parte integral del equilibrio social
mismo. La enfermedad puede ser considerada como un modo de
respuesta a las presiones sociales, entre otras cosas como un modo de
eludir responsabilidades sociales." 70

Esta posición influyó en forma importante las estrategias y políticas de salud del
capitalismo benefactor, de las que aun quedan resabios, y que se concretaron en la creación
de instituciones de salud para trabajadores cuyas acciones han estado encaminadas, por una
parte, a dar cobertura a la demanda de servicios derivada del desgaste y daño sufridos por
el proletariado (rehabilitación de la fuerza de trabajo). Por otra, estos servicios han sido los
encargados de validar cuando un trabajador está o no en condiciones de trabajar,
enfatizándose la detección de las personas que “tratan de eludir el trabajo argumentando
enfermedad.” De esta manera, se vigila que efectivamente se consuma la fuerza de trabajo
de todas aquellos trabajadores que cuenten con las condiciones de salud mínimas necesarias
para los efectos. En estos dos rubros se han utilizado la mayor parte de los recursos
económicos que el Estado ha destinado al sector salud, con un perjuicio obvio a las capas
de población que gravitan en torno al proletariado (campesinos, artesanos, subempleados,
etcétera).

Así mismo, se observan diferencias sustanciales en las características de las acciones


de salud que se destinan a los diferentes grupos. Así tenemos que para el proletariado se
privilegian los servicios clínico-terapéuticos (de costo elevado) sobre las acciones
preventivo-educativas. Esta relación del gasto se invierte en los programas de salud
destinados a otros sectores de la población; en especial los dirigidos a los estratos
marginados, donde se privilegia la inculcación de una visión de la salud-enfermedad
coherente con la visión dominante, mediante programas de educación y promoción de la
salud. Otras de las características de la política de salud dirigida a los grupos marginales es
la de realizar acciones tendientes a mantener en un estado aceptable, lo que constituye la
reserva de fuerza de trabajo del capital, principalmente a través de programas de atención
preventiva dirigidos a los grupos de alto riesgo de la población marginada y medidas
puntuales tendientes a disminuir la mortalidad, pero que no inciden significativamente

68
. Donnangelo, María Cecilia. 1976. p. 1.
69
. Talcott Parsons 1951. p. 434.
70
. op. cit. p. 434.

153
154

sobre la morbilidad; así como programas de atención clínico-terapéutica, con escasos


recursos técnicos y materiales.

Todo el planteamiento parsoniano nos permite ver cómo se estructura la visión


ideológica dominante que hace del modelo médico hegemónico una navaja de doble filo,
porque si bien opera como un instrumento de control, también tiene como función aliviar el
dolor humano. Por otro lado, nos permite entender porqué ha sido necesario, para los
grupos dominantes, imponer este modelo médico a los estratos subordinados.

- Practica medica entre los tzotzil-tzeltales.

En el caso de los pueblos indígenas, al menos de México, si bien la mayoría de los


programas no sufrieron cambios en su estructura, los aspectos de política sanitaria fueron
delineados dentro de la política indigenista, cuya orientación ha sido predominantemente
integracionista. Dicho integracionismo contempló estrategias dentro de las que los
programas de salud estuvieron encaminados a la destrucción de la tradición médica y la
imposición de los esquemas del modelo médico hegemónico.

Sin embargo, en el proceso de imposición del modelo médico hegemónico, como de


cualquier otra práctica, y la determinación de la tendencia al predominio en el consumo de
las prácticas correspondientes a éste, puede decirse que no es uno solo el agente social o
institución encargado.

En este sentido, se presupone la confluencia e interdependencia de diferentes agentes e


instituciones con autonomía relativa, tanto de la sociedad dominante como de la
subordinada (como la familia, el aparato educativo, las iglesias, los medios de
comunicación masiva, etcétera). Estas instituciones, que no necesariamente coordinadas o
con un plan previamente trazado, pero sí determinadas estructuralmente; generan, al
interior de la comunidad, una tendencia al predominio e incluso diferentes grados de
sincretismo entre las diferentes prácticas sociales, que serán favorables a la tradición o a la
sociedad global dependiendo del grado de subsunción al capitalismo a que esté sujeto el
grupo

Puesto de otra manera, la interrelación dialéctica que se da en la dinámica social entre


los diferentes aparatos e instituciones, adquiere coherencia en la inculcación de la visión
del mundo que es inherente a cada uno de estos independientemente de su objeto particular,
sea la religión la salud o la producción. Este proceso de inculcación tendrá un efecto
diferente en la transformación de la práctica social de los diferentes grupos, en los
diferentes momentos de asimilación al capitalismo de cada sociedad, lo que dependerá, a
pesar de la reiteración, del grado de subsunción que vaya adquiriendo cada modo de
producción particular a partir de las necesidades concretas que genera el capitalismo
regional en su proceso de desarrollo.

El grado de aculturación logrado a partir de los procesos de inculcación de elementos


de la sociedad dominante, se reflejará, según el caso, en la generación de hábitos que
tenderán a la transformación gradual de toda la práctica social, e irán determinando, en el
caso de la prácticas médicas, la preferencia en el consumo de la práctica médica alopática;

154
155

y en el caso del proceso de trabajo de los diferentes practicantes tradicionales, la


incorporación de algunos elementos propios del modelo médico hegemónico con la
consecuente transformación del sentido de algunas de las técnicas de la práctica médica
tradicional.

Así, refiriéndonos a nuestro objeto de estudio, podemos ver cómo, la medicina


tradicional de los grupos indígenas del Estado de Chiapas, ha sufrido diversos cambios
desde la colonia hasta nuestros días. Debido, fundamentalmente, a la imposición directa y
simbólica de elementos materiales e ideológicos ajenos al grupo, como resultado de su
situación de dominados. Sin embargo, los procesos de resistencia le han permitido
conservar varios de los elementos primordiales de su marco conceptual como
predominantes a pesar de que a través de quinientos años de sometimiento ha ido
incorporando elementos de la sociedad dominante.

Como ejemplo de los diferentes grados de subsunción, podremos observar diferencias


en las características de las prácticas sociales entre los diferentes grupos indígenas, aun y
perteneciendo a la misma etnia, podremos observar diferencias que básicamente
dependerán de: las características de los nichos ecológicos, donde estén asentados, ya que
esto es determinante en la vocación productiva de la tierra, en el tipo de producción y por
ende en el trato que recibe de parte de la sociedad global.

Las diferencias referidas en los párrafos anteriores se pueden constatar entre los
tzotziles que habitan Los Altos de Chiapas y los que viven en la Cañada de Simojovel. Los
primeros, debido a las bajas temperaturas y a la mala calidad de las tierras orientan la
producción agropecuaria predominantemente hacia el autoconsumo (maíz, frijol,
hortalizas), complementando en forma secundaria con la venta de artesanías y la
emigración temporal a las zonas más productivas del Estado donde venden su fuerza de
trabajo. Estos grupos, debido a un trato menos incisivo por parte de la sociedad global,
están sujetos a un proceso mucho más lento de transformación de sus prácticas
tradicionales. En este sentido, en la medicina indígena tradicional, encontraremos pocos
elementos provenientes del modelo médico hegemónico actual incorporados al modelo
tradicional. Y aun más, podremos observar como la medicina indígena tradicional aun
funge como hegemónica y como instrumento de control social en el seno de algunos
pueblos de Los Altos, como es el caso de los Tzotziles de Chamula.

También podemos observar como es que en esta región surgen y se consolidan


movimientos de resistencia cultural en torno a la medicina tradicional, algunos de los
cuales se han concretado en el surgimiento de organizaciones de médicos indígenas
tradicionales cuyo objetivo es la recuperación, conservación y fortalecimiento de su
medicina, así como su validación y la de sus practicantes, por parte de la sociedad global.

En contraparte con lo anterior, entre los totziles de la partes bajas o tierra caliente, la
producción está destinada fundamentalmente al mercado ( café, ganado, cacao, miel, etc.),
lo que se traduce en un mayor interés e incidencia por parte de la sociedad dominante,
específicamente del capital financiero y comercial. Aquí observamos una dinámica de
relaciones sociales interculturales más intensa y diferente, que ha facilitado la
incorporación por parte de los grupos indígenas, de cada vez más elementos de la cultura

155
156

dominante. Así, en cuanto a lo respecta a la medicina indígena tradicional, se pueden


observar cambios en los procesos de trabajo de los médicos indígenas tradicionales. Por
ejemplo, en que para la curación de alguna enfermedad, el ofrecimiento de un producto, sea
éste una toma a base de plantas medicinales o un fármaco, ha desplazado del plano
protagónico a los rituales y rezos, quedando estos últimos en un plano secundario. En
relación con el consumo de prácticas médicas vemos que gradualmente se accede con
mayor frecuencia a los servicios que ofrece la medicina alopática.

Las formas de resistencia, que se dan en estas regiones alrededor de la medicina


indígena tradicional están más bien encaminadas al rescate de la herbolaria rechazándose, a
propósito, lo relacionado con rituales y rezos.

Considerando que una buena parte de los lectores de este trabajo no tienen información
sobre lo que es la medicina tradicional de los Tzotzil-Tzeltales, me permito presentar una
semblanza de lo que esta era a finales de los sesenta y principios de los setenta. Cabe
aclarar que los objetivos del presente proyecto no plantean el estudio de esta medicina y
que los documentos utilizados para elaborar dicho ensayo datan de las décadas
mencionadas más arriba, no encontrándose referencias de estudios más recientes.

Por otra parte cabe aclarar que las expresiones más vivas del modelo que a
continuación se presenta, las podemos encontrar en los municipios de los Altos de Chiapas,
especialmente en Chamula. Pero en la zona de Simojovel ya es difícil encontrar incluso
comunidades que practiquen la medicina indígena tradicional.

Concepción del mundo.

- El mundo.

La tierra es el centro del universo. Es una superficie plana cuadrada y está sostenida
por un dios cargador en cada esquina, 71 flanqueados por los dioses de los cuatro puntos
cardinales. El cielo es una pirámide con trece escalones: seis en el poniente, seis en el
oriente y uno formando la punta del cielo. Uniendo las dos escaleras precedentes una
gigantesca ceiba sube desde del centro de la tierra hacia los cielos lo que, entre otras cosas,
permite la ascensión de las almas de los muertos. 72

Bajo la tierra está situado el mundo inferior o de los muertos "Olontik", a su vez,
formado por una pirámide invertida que tiene de 9 a 13 escalones. 73

- Los dioses.

Dependiendo de su importancia los dioses se ubican en los distintos escalones del cielo
e inframundo. Se consideran 5 tipos de dioses que corresponden con los de sus ancestros
mayas 74 :

71
. Holland 1963. p. 69.
72
. op. cit p. 69.
73
. Ibid.
74
. Ibid. p. 71.

156
157

"a) Dioses de los cielos.


b) Dioses cargadores y de los cuatro puntos cardinales.
c) Dioses de la tierra.
d) Dioses del mundo inferior.
e) Dioses de linaje y ancestrales." 75

A) Dioses del cielo.

El sol (Chul’totic) y la luna (Chul'metic) son, según Holland, 76 las figuras centrales del
panteón Tzotzil. El Sol proporciona al ser humano: calor, seguridad, vida y protección. La
luna en sus fase creciente y llena es relacionada con la fertilidad y el crecimiento, así
mismo, se le relaciona con los lagos y lagunas. 77 A estas dos entidades se les denomina
también "Cristo y Virgen", respectivamente, como resultado del sincretismo religioso
maya-católico. Ocupan el centro del 13 escalón del cielo, es decir, el lugar más importante.

Los dioses que gobiernan otros fenómenos naturales se ubican en función de su


importancia en los otros doce escalones; los más importantes son los relacionados con el
ciclo agrícola. 78

Las deidades celestiales son las creadoras, conservadoras y destructoras de plantas,


animales y seres humanos, 79 lo que significa que tienen una naturaleza dual y, por tanto, su
poder es infinito.

b) Dioses cargadores y de los cuatro puntos cardinales.

Los dioses cargadores, como su nombre lo indica, son los encargados de sostener el
mundo; a través de ellos se aplican castigos colectivos ya que al moverse pueden provocar
terremotos, inundaciones, etcétera. 80

Los dioses de los cuatro puntos cardinales, quienes en el plano del universo se sitúan
alternativamente entre los dioses cargadores, desempeñan las actividades que aseguran la
vida y portan el color que representa cada uno de sus atributos principales:

"- El dios blanco en el oriente manda la lluvia.


- El dios blanco en el norte es el del maíz.
- El dios colorado en el sur sopla el viento.
- El dios negro en el poniente manda la muerte.
En conjunto se les designa como 'Vashak Men'." 81

c) Dioses de la tierra.

75
. Ibid.
76
. Ibid. p. 73.
77
. Guiteras H. 1965. p. 232.
78
. Holland op. cit. p. 73.
79
. op. cit. p. 74.
80
.
81
.

157
158

Habitan en las montañas sagradas, cuevas y ojos de agua. Son deidades de la fertilidad.
Su poder es limitado y pueden ser controlados con mayor facilidad que el resto de los
dioses:

"...existen tantos como favores que conceder. Los que tienen bajo su
control el viento y la lluvia habitan en las cuevas y se les conoce
como "Chak" (maya) dios de la lluvia (...) se asocian con colores, los
más citados son el rojo, el blanco y el verde." 82

d) Dioses del mundo inferior.

Estos, habitan el inframundo "Olontik" 83 y se les denomina "Pukuj". 84 Aglutinan las


fuerzas que ocasionan todas las desgracias humanas: accidentes, crímenes, catástrofes,
enfermedades, etcétera. De entre éstos se puede señalar a los siguientes: "Ik'al", hombre
pequeño vestido de negro a la usanza mestiza, come carne cruda, especialmente de gente
indígena; "Shpakinté" o Pa'kinté", mujer indígena muy atractiva que daña a los hombres
seduciéndolos; "Mukta pishol" o sombrerudo, quien tiene dos caras y los pies al revés,
generalmente sólo asusta y hace bromas; "Me'chamel" (madre de la enfermedad) que emula
a la "Llorona"; etcétera. 85

Salen durante la noche o en días nublados o lluviosos ya que no pueden abandonar


"Olontik" en presencia de "Chul'totik, dios Sol ya que este y los otros dioses del cielo
observan y cuidan a sus hijos durante el día. Mientras que por la noche pueden andar y
atacar a los trasnochados que andan fuera de sus casas 86 . Tal como lo muestra el siguiente
testimonio:

“Cuando Asunción terminó su trabajo, pasó a la finca a pedir su fiado de una


cuartilla. Allí mismo se lo tomó y pidió otra para el camino. Todavía no caía la
noche cuando empezó a caminar hacia el caserío, que, siempre, quedaba lejos de la
finca.

A asunción la vereda le pareció camino real, amplio y plano. Así cuando


empezó a caer la noche pero que todavía se veía, llegó abajo de un gran árbol de
naranja. donde se veía oscuro. Allí le salió al paso una mujer joven que tenía toda
su ropa limpia, sus cabellos muy bien peinados y amarrados con listones nuevos,
‘muy presumida, pues’,. Se paró frente a Asunción y le dijo: - Te estaba esperando,
ya vámonos pues.

Pero el hombre desconfió, porque no conocía a la mujer. Le trató de mirar la


cara, pero ella siempre la escondía, entonces el le preguntó: - ¿Cómo que me está
esperando, si tu y yo no nos conocemos y no tenemos compromiso? ¿Dime quien
eres tu?

82
.
83
. Ibid. p. 96.
84
. op. cit. Guiteras H. op. cit. p. 237.
85
. Holland op. cit. p. 127-128.
86
. op. cit. p. 97.

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- Pues no pero de todos modos te estoy esperando, ya vámonos pues.

- Pero si no tenemos compromiso. ¿Dime quien eres?

- Pues yo soy yo, y ya vámonos pues.

Cuando Asunción se vino a dar cuenta ya era noche cerrada y ella tenía un ocote
prendido, casi quemándole la mano, la que se protegía con una hoja. Asunción se
dio cuenta de que se trataba de la Pa’kinté. Tomó su escopeta y apretó el gatillo,
pero ésta no se disparó, lo que desconcertó a Asunción porque esa escopeta no
había fallado nunca; apretó el gatillo varias veces, siempre con el mismo resultado.

Ante el fracaso de la escopeta, la atacó con el machete, descargándolo por el


lado del hombro de la mujer, el cual se fue de largo y casi se corta el pie. Lo volvió
a intentar pero con el mismo resultado.

Para esto, se le olvidó que traía trago, y que existe secreto de que si se le sopla
trago en la cara a la Pa’kinté, ésta se va. Sin embargo se acordó que poniéndose la
ropa al revés, ésta se aleja, así que lo llevó a cabo, con el resultado de que la mujer
se alejó como tres brazadas.

Para esto, la mujer todo el tiempo le decía: - Ya vámonos pues.

Así Asunción vio que la Pa’kinté ya lo había alejado un buen trecho y que la
vereda seguía pareciendo camino real. Nuevamente descargó su machete, pero esta
vez pegó en un palo, en ese momento notó que estaba totalmente enredado en unas
espinas y bien metido en el monte. Además, en el momento en que descargo el
machete la luz se fue por completo y empezó a girar y girar hasta que perdió el
sentido de tan borracho que se sentía. Luego apareció nuevamente la mujer y con la
punta de los dedos le quitó la camisa y la puso en un tronco, luego fue a cortar un
tronco grueso y verde y se lo puso de cabecera; el machete lo acomodó junto a la
camisa; el trago lo regó por todo el suelo, y los cerillos los deshizo todititos.

Cuando Asunción despertó ya era de madrugada y la noche seguía bien cerrada,


lo único que alcanzaba a ver era el bulto que tenía frente a sí, y pensó que era la
mujer, así que preguntó: - ¿Eres tu? - y al no recibir respuesta alargó lentamente su
mano y lo primero que tocó fue su machete.

Cuando se levantó no sabía donde estaba y no sabía por donde caminar, así que
después de pensar echó a andar hacia abajo del cerro, lo que resultó en que se fue
metiendo más en el monte. En algún momento escuchó ladridos de perro muy
arriba en el cerro y se dio cuenta de que iba en dirección equivocada, así que
empezó a caminar en el sentido inverso y muy rápido, hasta que llegó a una
alambrada, a un lado de la cual siguió su camino, hasta dar con el caserío.

Esta historia se la contaba Asunción Sánchez Jiménez a su hijo, porque a este


último le gustaba salir a montear por las noches y su padre le decía que no saliera,

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porque se iba a encontrar a la Pa’kinté, pero el hijo le contestaba: - Si la encuentro


la mato - a lo que el padre decía: - Ay hijito, ‘caso vas a poder, si yo la conozco
muy bien y eso no se puede, mejor no salgas.” 87

Los tzotziles se protegen contra los dioses del inframundo portando amuletos
protectores como tabaco molido mezclado con cal, Pilico o Moy en Tzotzil, que
generalmente se guarda en un pequeño guaje (tol); o un garrote negro muy duro 88 y,
sobretodo, procurando no abandonar sus casas por la noche.

e) Dioses Ancestrales y de Linaje.

Estos dirigen y controlan las actividades que se realizan en la dimensión de los


"Wayijel" o animales compañeros, en las montañas sagradas. También protegen a todos sus
habitantes.

Los dioses de linaje, son los animales compañeros y naguales de los ancianos
prestigiosos, quienes son los principales de la comunidad. 89 Los dioses ancestrales son las
almas o "ch'ulel" 90 de los ancestros inmediatos, es decir los que han muerto recientemente.
Estos, cuando se van haciendo “remotos” y, en función del poder que han acumulado en su
último estado, se van integrando a los dioses del cielo. 91

- Naturaleza humana.

Para los Tzotzil-Tzeltales la naturaleza esencial del ser humano consta de cuatro
elementos básicos: "K'al", "Ch'ulel", "Wayijel" y "Nagual", mismos que se describen a
continuación:

a) K'al.

Sin "K'al" la vida no es posible. Es el elemento vital, el espíritu que anima a todos los
seres. Está contenido en la naturaleza en forma invariable, es decir, existe una cantidad
absoluta, limitada, que se divide y fracciona en forma infinita. 92

Los seres vivos conforme van envejeciendo requieren de mayor "K'al" para sobrevivir
y éste sólo se puede obtener menguando el de otros; o bien , aprovechando el “K’al” que
liberan los seres que mueren, sea a través de la alimentación, sea a partir del conocimiento
del ceremonial y del uso del poder.

b) Ch'ulel.

87
. Testimonio de Antonio Sánchez González. Las Limas, Simojovel , 22 de septiembre de 1987.
88
. Ibid.
89
. Holland op. cit. p. 110.
90
. Ver más abajo.
91
. Holland op. cit.
92
. Favre. 1973. 242.

160
161

A la fracción de "K'al" que cada ser humano posee se le denomina "Ch'ulel"; 93 reside
en la sangre de éste y en la de su doble animal o animal compañero "Wayijel". Sus
características se perciben en el pulso: fuerza, presencia o ausencia, disminución, etcétera.

El "Ch'ulel" abandona el cuerpo en distintas situaciones, por ejemplo durante el coito,


el sueño, la inconsciencia o en forma voluntaria, como es el caso de algunos curanderos. 94
Cuando el "Ch'ulel" a abandonado el cuerpo lo que queda es simplemente "carne para
comer." 95

La naturaleza del 'Ch'ulel" es una y múltiple en el sentido de que las partes que se
separan del cuerpo continúan ligados a éste. Así mismo, lo que ha estado en contacto con el
cuerpo queda impregnado de esta esencia, esto se refiere a efectos personales,
específicamente los de vestir y que podrían, en caso de caer en malas manos, ser utilizados
para dañar a su propietario, por lo que son guardados o enterrados en sitios secretos. 96

c) Wayijel (Wayjel, Wayojel).

Término mayense que designa lo que conceptualmente se conoce como "tona" que,
como claramente expresa Aguirre Beltrán, es "...una representación que liga místicamente a
una persona con un animal." 97 Al respecto López Austin señala:

"El sustantivo tonalli, derivado del verbo tona, "irradiar"(hacer calor o sol según
Molina), tiene los siguientes significados principales: a) irradiación, b) calor solar,
c) estío, d) día, e) signo del día, f) destino de la persona por el día en que nace,
g)"el alma o espíritu (Molina: tetonal), h) cosa que está destinada o es propiedad de
determinada persona.." 98

La adquisición de la tona tiene diferentes características en las diferentes culturas


mesoamericanas. Entre los Tzotzil-Tzeltales se dice que en el momento en que está
naciendo una persona; en las montañas sagradas, en el "Ch'iebal", 99 también está naciendo
un animal de cinco dedos 100 que es su compañero, su doble, con quien comparte el "Ch'ulel"
y un mismo destino. 101 Tienen el mismo temperamento, fuerza y lo que suceda a uno
sucederá irremisiblemente al otro. 102

Entre los animales que más frecuentemente se citan como compañeros están: el jaguar,
el ocelote, el puma, el gato montés, la zorra, el mapache y la comadreja. 103

93
. op. cit. Holland op. cit. p 99. Guiteras op. cit. p. 240. Villar rojas 1985 p 546.
94
. Guiteras H. op. cit. p. 241.
95
. op. cit. López Austin 1984. p. 239.
96
. op. cit. López Austin 1984. p. 239.
97
. Aguirre Beltrán. 1963. p. 105.
98
. López Austin op. cit. 223.
99
. Ver más adelante.
100
. Holland op. cit. p. 102.
101
. López Austin op. cit. p. 223. Guiteras H. op. cit. p. 243. Villarojas op. cit. p. 537. Favre H. op. cit. p.
242. Holland. op. cit. p. 100.
102
. Guiteras H. op. cit.
103
. op. cit. Holland op. cit. p.103.

161
162

Se dice que la persona posee el mismo animal compañero durante toda su vida, pero
este puede ir transmutando en función del "K'al" que ésta vaya acumulando con la edad. 104

Las personas excepcionales pueden tener más de un animal compañero, número que
nunca rebasa el trece. Y por cada animal compañero que se tenga, se tendrá una fracción
adicional de "Ch'ulel". El grupo de animales compañeros cuyas almas están vinculadas a un
sólo ser humano, guardan entre sí una relación de mutua protección, cooperación y
cuidado. Si el más poderoso enferma o muere seguramente la persona seguirá el mismo
camino, pero si uno de los más débiles muere o enferma repercutirá levemente en la
persona. 105

Una persona nunca sabe cual es su "Wayijel" a menos que el "'ilol" (curandero) al
estarla curando lo mencione al llamarlo o bien, cuando se es un anciano poderoso y se tiene
el don de la visión. 106 La persona y su Wayijel nunca se encontrarán frente a frente.

Matar un animal compañero se considera asesinato y comer su carne es equiparable al


canibalismo. 107

d) Nagual.

Es necesario hacer la distinción entre nagual y "Wayijel" o animal compañero, ya que


existe la tendencia a considerarlos uno y lo mismo. Mientras que el "wayijel" o animal
compañero tiene una naturaleza material paralela a la de la persona, el nagual es la persona
transmutada. El hombre camina durante el día y por la noche es el nagual que vigila y hace.
Es decir, el nagual habita en el hombre y no en el "Ch'iebal", es el hombre mismo en un
proceso de transmutación continuo entre uno y otro. 108

También en relación con la adquisición de "nagual" existen diferencias entre los


distintos pueblos mesoamericanos. Entre los grupos de habla nahuatl todos aquellos que
nacen bajo el signo "Ce quiahuitl" (lluvia) tendrán "nagual". 109 Entre los Tzotzil-Tzeltales
lo obtienen sólo aquellos que llegan a una ancianidad prominente o a ser curanderos
poderosos. 110

El nagual puede ser algún tipo de humaniforme como un hombre pequeño de gran
sombrero. También puede ser un animal, dentro de los cuales se mencionan más
comúnmente: águila (ich'in), jaguar (bolóm), gavilán, zopilote rey (va'kos), colibrí (tsunun),
pájaro carpintero (tí), dos tipos de búho (k'usu k'ush y shock), grillo, mariposa, paloma,
culebra, zorro y la iguana; o casi cualquiera de los animales domésticos y de corral como:
vacas, caballos, cabras, cerdos, perros, etcétera. Otras entidades como: remolinos de viento

104
. Favre op. cit. p. 243.
105
. Holland op. cit. p. 104.
106
. Guiteras H. op. cit. p. 243.
107
. Favre op. cit. p. 243.
108
. op. cit.. Aguirre B. op. cit. p. 106.
109
. Aguirre Beltrán op. cit. p.100.
110
. Villarojas op. cit. p. 536.

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163

(sutum ik), bolas coloradas de tierra incandescente (pos lom), rayos, arcoiris y cometas
encarnan los naguales más poderosos . 111

La cantidad de naguales que tenga una persona es variable, dependiendo de lo


poderosa que ésta sea y así como los "wayijel" pueden llegar a ser trece. 112

Entre los naguales más temidos están el jaguar, el águila, el colibrí o cualquier figura
humanoide. Los cometas y las bolas de fuego están en el cenit de la jerarquía del poder
nagual porque hacen los vuelos más altos. 113

Para transformarse en nagual los Tzotzil-Tzeltales, que cuentan con dicho, poder
tienen que realizar una ceremonia sagrada que consiste en rezar frente a un altar
específicamente construido para los efectos, ofreciendo velas y copal. 114

El nagual del principal de principales es el más importante de los dioses de linaje y


están a su cargo todas las actividades del "Ch'iebal". 115

El nagual es una de las figuras más importantes dentro la sociedad indígena y cumple
un papel primordial en lo que respecta al control social que, en general, es ejercido por los
naguales de los principales más poderosos y, en segunda instancia, por los naguales de los
curanderos y brujos. Al transmutar el principal o el curandero a su nagual este puede
conocer los pensamientos y acciones de los demás, lo que permite establecer, entre otras
cosas, quien transgrede las normas sociales y distribuir los castigos en forma de
enfermedades o desgracias; 116 A través de su nagual un brujo puede generar daño.

- Ch'iebal.

Se dice que así como existe el "wayijel", también existe una reproducción del clan o
linaje cuyo espacio físico está situado en las montañas aledañas al paraje, a las que se
considera sagradas. A este complejo los Tzotzil-Tzeltales lo denominan "Ch'iebal". 117

El "Ch'iebal" también tiene una disposición piramidal semejante a la del cielo y mundo
inferior, es decir, consta de trece escalones. 118 En el escalón más elevado residen las
deidades ancestrales, en quienes recae toda la autoridad, su juicio es definitivo sobre todo
lo que se suscita en su montaña, pero también son los responsables del cuidado de todos los
"wayijel" que residen allí. 119

En los restantes escalones se ubican los "wayijel" en función del grado jerárquico que
tienen en la sociedad humana. En general se acepta que los de una misma generación

111
. op. cit.. Holland op. cit. p. 143.
112
. Holland op. cit. p. 114.
113
. op. cit. p. 143.
114
. op. cit.. Villarojas op. cit. p. 536.
115
. Holland. op. cit. p. 113.
116
. Villarojas op. cit. p. 536. Holland op. cit. p. 115. Aguirre B. op. cit. p. 102.
117
. Favre op. cit. p. 244. Holland op. cit. p. 106.
118
`. Favre op. cit. p. 245. Holland op. cit. p. 110.
119
. Holland op. cit. p. 103. Favre op. cit. p. 245.

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habitan en el mismo escalón, a menos que se sea socialmente prominente y poderoso y


consecuentemente se tengan "wayijel" y naguales también poderosos. 120

Los dioses de linaje, que son los naguales y "wayijel" de los principales, consultan con
los dioses ancestrales sobre los problemas que se suscitan en el seno de la comunidad y son
los encargados directos del cuidado y control de la comunidad en las dos dimensiones. 121

En cada montaña sagrada existe una habitación adornada con una cruz. En este lugar se
realizan los juicios a los animales compañeros de aquellos que han transgredido las normas
sociales. Se dice que si el acusado es colocado a la derecha de la cruz su castigo será leve,
si a la izquierda fuerte y si es colocado en el centro deberá morir. 122

Medicina tradicional.

- Los médicos tradicionales Tzotziles.

Como ya se ha mencionado antes, el control social era ejercido por una gerontocracia.
La única manera de obtener poder era mediante la asimilación de "K'al" lo que se traducía
en el fortalecimiento y ampliación del número de "wayijel" y hasta en la adquisición de uno
o varios naguales. Pero esto, sólo se lograba en el "...largo camino hacia la vejez." 123

Anteriormente se consideraba que los naguales más poderosos eran los de los
principales más ancianos, por lo que de algunos años a la fecha envejecer se ha convertido
en algo peligroso y mortal ya que el acrecentamiento de "K'al" se da a expensas del
deterioro de éste en otros, sobre todo de los más jóvenes y por ende más débiles. A esto se
aúna el miedo que inspira la posibilidad de sufrir un daño injusto debido al uso equívoco y
abusivo de poder por parte del anciano. El " mol" dejó de ser percibido como un elemento
protector e integrador, para ser considerado, cada vez más, como una fuente de amenaza
permanente. 124 Esto se tradujo, como en Oxchuc, en el asesinato colectivo de los viejos. 125

Los herederos naturales, una vez debilitada la gerontocracia, fueron los curanderos
"'ilol" y los brujos, quienes hasta ese momento jugaron un papel secundario pero no menos
importante. 126

Los "'iloletic" (curanderos), lo son debido a la gracia otorgada por los dioses, su
iniciación se produce alrededor de los 14 o 15 años y sucede a través de un proceso de
revelación onírica, al respecto se presenta un testimonio acerca de la iniciación de un
médico tradicional de Las Limas:

“Entre los 14 o 15 años Asunción Sánchez Jiménez originario de Simojovel de


Allende, Chiapas, quien terminó sus días en la comunidad de "Las Limas" del
120
. Favre op. cit. p. 245. Holland op. cit. p. 112.
121
. op. cits..
122
. Holland op. cit. p. 115. Favre op. cit. p. 245.
123
. Favre op. cit. p. 246.
124
. op. cit. p. 248.
125
. Ibid.. p. 249.
126
. Ibid. p 251.

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mismo municipio, empezó a tener los sueños que lo convirtieron en 'ilol. En total
tuvo cinco, pero en los tres primeros aprendió todo lo que sabía.

Primer sueño

Unas personas lo llevaron a una habitación en donde había una mesa muy
bonita, tal como nunca había visto una. Allí le dijeron que el tenía el encargo de
ayudar a las gentes y que para eso estaba allí, pero que antes de recibir las cosas
que le ayudarían a realizar su tarea, tenía que decidir si quería hacerlo. Al decir que
sí aceptaba, le dijeron que el tenía que curar a la gente, pero para poder hacerlo
tenía que pasar varias pruebas, lo que el aceptó. Entonces le dieron la mesa con
todas las cosas que tenía: plantas, velas, frascos, copitas y muchas flores.

Segundo sueño

Estaba en el mismo cuarto, pero esa vez. además de las personas ya


mencionadas, había tres mesas y también tres personas que parecían enfermas.

Los dioses le dijeron que tenía que curar a las tres personas, pero el les dijo que
no lo sabía hacer, ellos le dijeron que para hacerlo primero tenía que tomar el pulso
de la persona enferma. Al tomar el pulso del primer enfermo supo lo que esta
persona tenía y como iba a hacer para curarla, entonces rezó y el paciente se curó.
Lo mismo hizo con los otros dos enfermos. Los dioses le dijeron que era bueno
para curar, pero que para recibir lo que estaba en las mesas tenia que pasar las otras
pruebas.

Luego lo llevaron a un lugar en donde había dos corrales, uno lleno de venados y
otro de borregos. Los encargados de los corrales, que eran también animales, le
indicaron que tenía que curar a tres de los animales, que estaban heridos, porque
existía el peligro de que los otros los pisaran y los mataran. Estaban tirados con
una de las patas muy lastimada; los pulsó y supo que tenía que barrerlos con uno
como bejuco; y cuando empezó a barrer la primera herida, ésta, empezó a disminuir
su tamaño hasta que de pronto desapareció y la piel quedó como si nunca hubiera
tenido nada. Así hizo con los otros animales. Al terminar los encargados de los
corrales le dijeron que era muy bueno curando.

Tercer sueño

Los iniciadores le dijeron que tenía que pasar otras pruebas y lo llevaron a un
lugar donde había un cable como de tres pulgadas de grueso, que cruzaba una
barranca en cuyo fondo había unas posas llenas de agua. A mitad del cable había
una cruz suspendida en el aire, era la cruz más bonita y mejor labrada que había
visto, de un color verde como las plantas. Le explicaron que tenía que pasar sin
tocar la cruz, y que si se caía ahí nomás desaparecería en el agua. Muchos pasaron
antes que el y la mayoría se caían al agua y ya no salían, los que trataban de
agarrarse de la cruz eran arrojados por ésta, al agua; los que lograban pasarla ya no
se caían. Cuando a él le llegó su turno empezó a caminar y al llegar frente a la cruz

165
166

se persignó y le pidió que no lo fuera a tirar al tratar de pasar, fue como si la cruz se
hiciera a un lado, como pandeándose para que el no la tocara, y así logró pasar.

Cuando estuvo del otro lado le dijeron que tenía que pasar por otra prueba,
entonces a él y a otro que ya había pasado la prueba de la cruz, les dijeron que
tenían que lanzarse un guaje cada uno en contra del otro y que el que fuera tocado
moriría. Los guajes salían tan rápido como una bala, tanto que al soltarlos ya no se
veían, y al dar en el blanco, quemaban como fuego. Entonces Asunción le dijo al
otro que lanzara primero y el otro le dijo que bueno, así, su contrincante le lanzó el
guaje, el que pasó quemándole el brazo pero sin tocarlo; cuando a Asunción le tocó
su turno, lanzó el guaje directo al mero centro del pecho de su oponente, quien ahí
nomás quedó muerto, con el pecho quemado y agujereado.

Una vez que hubo pasado las pruebas, le entregaron las mesas en donde estaba
todo lo que iba a necesitar para curar: Todas la plantas, botellas, copas, velas y
copal. Las mesas estaban adornadas muy bonito con flores, sobre una había un libro
con un empastado muy bonito y con unas letras escritas a máquina de escribir, muy
limpio y parejito, este libro se lo pusieron abajo del brazo, en la axila, y ya estando
ahí desapareció; luego en la mano derecha le pusieron tres copas de un vidrio muy
bonito y con figuritas, que eran las más bonitas que había visto en su vida, y le
hicieron cerrar la mano, cuando la abrió ya no estaban más. Así fue como supo todo
lo que tenía que saber para curar a la gente.” 127

Se dice que entre más alto el escalón al que acceden en la iniciación Más profundas y
avanzadas serán las enseñanzas recibidas. Así mismo, conforme se vaya ascendiendo
también más instruidos serán los maestros. 128

Para la atención de las enfermedades existen varias especialidades entre los


curanderos:

- "Ts'ak bak" que se especializa en la curación de la carne y los huesos. Donde tienen
su asiento las enfermedades de origen natural. Enfermedades que cuando no curan
espontáneamente, son curadas con facilidad. Ente estas tenemos: fracturas, luxaciones,
hinchazones e infecciones leves. El ritual curativo del “Ts’ak’bak” no es muy complejo,
éste se limita a masajes, algunas tomas de plantas medicinales, preparación y aplicación de
emplastos y oraciones sencillas dirigidas a los dioses de la tierra. 129

-" 'Ilol" curandero que además de dominar las técnicas del "Ts'ak bak" aborda las
enfermedades propias del espíritu tanto las causadas por los diferentes dioses, como las
producidas por brujería. Su ceremonial es sofisticado y en general requiere de un altar que
contiene velas de diferentes colores, juncia (hoja de pino), resina aromática (pom) y
aguardiente. Ante éste, bebe y reza implorando la ayuda de los poderes sobrenaturales. Para
la terapéutica se apoya en el uso de plantas medicinales, hidroterapia, masaje, etcétera 130
127
. Testimonio de Antonio Sánchez González en julio de 1989,
128
. Holland op. cit. p. 174.
129
. op. cit.
130
. Ibid. p. 180.

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167

-Rezador de los cerros quien acude a los sitios donde residen los dioses de la tierra, en
estos lugares eleva plegarias para que el tiempo y la tierra sean propicios para las siembras,
y ruega por que no caigan calamidades sobre las cosechas, animales domésticos y la
comunidad. Existen personas que fueron dotadas con esta virtud y que no pueden curar,
pero en general este atributo se agrega a las capacidades de los " 'iloletic." 131

-Me'santo (madre de santo) Según Holland, éste ocupa el lugar más elevado de la
jerarquía sus rituales son más poderosos y complejos que los de curanderos otras
categorías. Según este mismo autor, uno de sus papeles más importantes, es ser depositario
de algunos conceptos y prácticas prehispánicas. La diferencia fundamental con los otros
tipos de terapeuta, es que ha establecido una alianza con un dios de la tierra quien lo guía,
lo protege y le sirve de oráculo. 132 Dicha deidad por lo general se comunica a través de una
pequeña caja de madera colocada sobre el altar de la casa, que es donde regularmente cura
el “Me’santo”. En esta práctica resalta el sincretismo maya-católico en el hecho de que la
deidad generalmente es denominada con el nombre de algún santo o ángel del panteón
católico, el que más frecuentemente se presenta es "San Miguelito". 133 La comunicación
con la deidad es directa, el dueño de la caja le habla preguntando por los males que le han
sido referidos y al acercar el curandero el oído a la caja, la deidad le murmura la causa y
procedencia del problema y las acciones que se tendrán que realizar para la curación. Estas
acciones generalmente se son limosnas para la fiesta anual de la deidad, trago (alcohol),
refrescos, quema de velas y oraciones. 134

- Brujo "Ac'chamel." 135 Para convertirse en brujo el individuo hace un pacto con
alguno de los dioses del inframundo. A cambio de un " Wayijel" más poderoso o de un
nagual, acepta dañar a sus semejantes produciendo enfermedad o muerte, dejando así de ser
hijo de Dios. Se dice que los que preferentemente buscan esta fuerza son los desposeídos o
enfermos, quienes por su situación están llenos de envidia y rencor. Pero también se piensa
que si un curandero puede curar a un enfermo obligando a las deidades, o bien por
intermedio de su "wayijel" o nagual, bien puede, por la misma vía, causarle daño. 136 En este
sentido se dice que durante la iniciación onírica, una vez que el candidato ha completado su
preparación con los dioses benévolos, es introducido en una cámara donde lo esperan los
dioses malignos, éstos le ofrecen trago, si sucumbe a la tentación se convertirá en brujo. 137
Otra referencia precisa que los dioses del inframundo seducen a las mujeres dormidas o
introducen secretamente sangre en las venas de los niños generando, de esta manera, a los
brujos por naturaleza. 138

- La enfermedad.

131
. Entrevista con Sebastián González López. Presidente de OMIECH (Organización de Médicos Indígenas
de Chiapas. A.C.).
132
. Holland op. cit. p. 199.
133
. Villarojas op. cit. p. 423.
134
. Ibid.
135
. Favre op. cit. p. 255.
136
. Favre op. cit. p. 255. Holland op. cit. p. 132.
137
. Holland op. cit. p. 134.
138
. op. cit. p. 132.

167
168

La vida constituye una lucha constante entre las fuerzas del bien y del mal y dado que
la visión del mundo de los tzotzil-tzeltales descansa sobre una base mágico-religiosa, cuya
realidad incluye tanto el espacio de la vigilia como el onírico, todos los hechos sociales son
inteligibles por medio de principios sobrenaturales y atribuibles a ellos.

La enfermedad no es una excepción, sino más bien el centro de todo el sistema de


control social, ya que cualquier transgresión a las normas sociales repercutirá generalmente
como enfermedad, es decir, como alteraciones que perturban el funcionamiento del
organismo o alguna otra calamidad que afecte la salud. Por ello, para estos grupos, la salud
implica bastante más que normas dietéticas e higiénicas y absorbe gran parte de su tiempo y
energía. La estado de salud sólo es asequible mediante una conducta intachable respetuosa
de los ordenes divino, moral y social. 139

Según Holland, 140 para estas etnias las enfermedades pueden ser naturales y
sobrenaturales:

A) Enfermedades naturales son aquellas que afectan levemente al individuo y curan


rápidamente: cuadros gripales, diarreas leves, sarampión, varicela, etcétera. O
enfermedades que se adquieren por abuso en los elementos propios de las alimentos (frío o
caliente). Estos padecimientos son curados por los médicos indígenas a base de masajes e
infusiones, ya que no requieren de la celebración de rituales para su curación. En general,
los enfermos que tienen este tipo de enfermedades son los que acuden a los servicios de
salud Institucionalizados o médicos alópatas privados.

B) Enfermedades sobrenaturales. Estas varían en función de su procedencia.


Provienen de castigos aplicados por los dioses del cielo, de la tierra, ancestrales, de linaje o
de la brujería. La magnitud de la enfermedad será directamente proporcional al pecado
cometido y pueden ser:

- Por separación del "Ch'ulel", lo cual sucede a través de los sustos, caídas, viajes o
ataques por otros seres. Asimismo puede suceder que el "wayijel" caiga, que se pierda al
abandonar su "Ch'iebal" o que sea presa de un animal más poderoso o de un enemigo.

- Producidas por los dioses del mundo inferior quienes actúan por intermedio del
nagual de algún brujo.

- Generadas por los dioses de la tierra, a las que básicamente se denomina cómo "Pos
lom" 141 y que se pueden presentar:

"...en la forma de una ráfaga de aire maligno o torbellino, puede venir con la lluvia
y la neblina, y aparecer asociado con varios colores como el blanco, amarillo,
verde, negro o el rojo; puede venir en llameantes bolas de fuego o cometas del
cielo. El arcoiris, con su espectro de colores es concebido como una combinación

139
. Favre op. cit. p. 252. Holland op. cit. p 120.
140
. op. cit.
141
. Holland op. cit. p. 124.

168
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de todos estos colores y fuerzas, de ahí que la manipulación de los dioses de la


tierra sea tan importante en la hechicería y en las prácticas curativas." 142

- Enviadas por los dioses del cielo. Estas son adquiridas como resultado de: la
transgresión de las normas sociales, de la no propiciación sagrada, son castigos enviados
para que la persona corrija sus malas acciones. 143

Los castigos que envían las deidades del cielo pueden ser de varios tipos: los hay
enviados a toda la humanidad, fundamentalmente en forma de epidemias, los hay de
carácter individual, que pueden ser menores y semejantes a los naturales. 144 O severos, del
tipo de fiebres altas y cuadros aparatosos como la tosferina, la viruela o la disentería. 145

- Producidas por los dioses ancestros y de linaje.

Los dioses de linaje no son los directamente responsables de juzgar los pecados, sino
más bien actúan como intermediarios entre los habitantes y los dioses ancestrales, su
responsabilidad, además del cuidado del "Ch'iebal", es informar periódicamente a los
dioses superiores de las acciones de sus protegidos, tanto buenas como malas. Las faltas
graves tienen que ser consultadas con los dioses de los escalones superiores. En ocasiones
el asunto llega hasta el dios Sol. Los dioses de linaje, por otra parte, son los encargados de
la aplicación de los castigos indicados, para lo que convocan al animal compañero de la
persona castigada con objeto de que reciba el castigo frente a la cruz antes señalada. La
mayor parte de los castigos aplicados por los dioses de linaje son leves y no pasan de:
palizas, golpes o empujones. 146

- La brujería.

Con la gradual desaparición de las formas de control ya mencionadas, los brujos, junto
con los curanderos han pasado al primer plano en el control social, jugando, además, un
papel muy importante en la conservación de la cultura. 147 En la tradición Tzotzil-Tzeltal la
brujería ha sido aceptada como un mal necesario, como un medio para castigar a los
delincuentes, pero cuando su aplicación es injusta se traduce en la búsqueda y asesinato del
brujo. 148

Existen tres tipos de brujería:

- "Poslom", "Poslob", que proviene de la invocación a alguna deidad de la tierra, que


actúa como bola de fuego y a través de la cual se introduce un objeto patógeno en el
cuerpo, o se provoca la destrucción de la sangre. 149

142
. op. cit.
143
. Ibid. p. 122.
144
. Ibid. p. 123.
145
. Ibid.
146
. op. cit. p. 132.
147
. Favre op. cit. p. 256.
148
. R.C. Harman 1974. p. 121.
149
. Favre op. cit. p. 255. Holland op. cit. p. 124.

169
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- "Komel" que es el apresamiento o robo del "wayijel" por intermedio de alguna deidad
de la tierra, a la que el hechicero le hace una ofrenda para que conceda el favor de provocar
que el animal compañero caiga en la cueva o poso donde esta última habita para que lo
aprese y lo deje morir de hambre. 150

- "Tuc’bil ora" o "Tuch'bil ora", "el corte de la hora", que es el más temido de los tres,
cuyo resultado inevitable es la muerte y que consiste en la lenta captación de "K'al" por el
brujo. Este en su forma de nagual penetra en el cuerpo de la víctima y come lentamente el
"Ch'ulel". La persona empieza por debilitarse, luego se desmaya con frecuencia, sufre de
insomnio y espantosas pesadillas, de falta de apetito, náuseas y vómitos, hinchazón y dolor
en varias partes del cuerpo, hasta que sucumbe totalmente caquéctico, vacío de su esencia
vital. 151

Como se puede notar, tanto la curación de la hechicería como el manejo del mal,
dependen del poder que tenga el curandero o el brujo sobre los dioses de la tierra y del
mundo inferior. 152

Todavía se puede notar el uso de medidas encaminadas a prevenir la brujería, la más


importante, como ya se mencionó, es la de guardar una conducta moral y social intachable,
pero también se acostumbra el uso de varios nombres, excepto el de pila, ya que el brujo
requiere este último para la identificación de su víctima. Se esconde a los pequeños o se
maneja públicamente un nombre falso del mismo, aunado a esto, se mantiene en secreto el
sexo del menor. 153

LA LLEGADA DE LOS SERVICIOS DE SALUD.

El periodo de mayores cambios de la medicina tradicional en los Altos de Chiapas se


da a partir de la década de los cincuenta (de este siglo) en que el estado mexicano formaliza
su política integracionista, implantando su estrategia principalmente a través del Instituto
Nacional Indigenista (INI). El INI es la institución que delineó y ejecutó todas las políticas
y programas dirigidos a los pueblos indígenas de nuestro país.

En relación con salud, como ya se mencionó, el INI estructura y realiza una serie de
programas tendientes a introducir e imponer el modelo médico hegemónico en las
comunidades indígenas. Para esto, capacitó promotores bilingües de salud, quienes fueron
comisionados a los diferentes puestos médicos donde trabajaron bajo la tutela de médicos
generales que residían en clínicas periféricas estratégicamente situadas en los Altos de
Chiapas. Cabe señalar que, entre otros, el municipio de Simojovel quedó fuera de estos
programas.

Las acciones iniciadas por el INI en zonas indígenas fueron reforzadas por la SSA a
través de los programas de servicio médico rural. También grupos evangelizadores tanto
católicos cómo protestantes emprendieron por su lado acciones en el ámbito de la salud. En
150
. Holland op. cit. p. 124. Favre op. cit. p. 255.
151
. Favre op. cit. p. 255. Holland op. cit. p. 146.
152
. Guiteras op. cit. p 236.
153
. R.C. Harman op. cit p. 121.

170
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la década de los ochenta se refuerza esta estrategia con la introducción del programa IMSS-
COPLAMAR.

La respuesta por parte de los grupos indígenas hacia estas medidas ha sido variada y va
desde la no aceptación del modelo médico hegemónico, como se puede observar entre la
comunidad Chamula, hasta su aceptación total con la consiguiente eliminación de las
prácticas médicas tradicionales, como sucede entre la mayoría de los conversos
protestantes.

El primer servicio de salud institucional con que contó el municipio de Simojovel fue
un Centro de Salud de la Secretaría de Salubridad y Asistencia (SSA), que fue ubicado en
la cabecera municipal en la década de los sesenta que tuvo mínimo impacto entre los
indígenas, ya que la atención se centraba en los pobladores urbanos, suburbanos y de las
fincas cercanas. La consecuencia obvia fue que los indígenas de las fincas siguieron
dependiendo exclusivamente de su medicina tradicional.

A finales de los sesenta, la Iglesia Católica inicia las acciones de pastoral vinculadas a
la teología de la liberación, estrategia que, entre otras cosas, tuvo tal influencia entre los
grupos indígenas, que prácticamente fue el factor desencadenante del cambio brusco que se
suscitó en las prácticas médicas y su consumo en las siguientes veinte años.

- EN LA FINCA.

Antes de la organización para la lucha por la tierra, la única alternativa con que
contaban los indígenas de la zona era su medicina tradicional:

"Antes había casi puro 'ilol, 3 o 4 en cada finca. Y decían que hay 'iloles que curan
y otros que no muy sanan. La gente se da cuenta cual 'ilol y lo usan mejor. El que
no cura bien no muy lo llegan a traer." 154

Se podían encontrar: hueseros, hierberos, 'iloles, Me'santo, etcétera. Sin embargo en


los testimonios recolectados al que más frecuentemente se menciona es a los Me'santo 155
quienes, como menciona Holland "(...) son los que ocupan el escalón más elevado de la
jerarquía de curanderos de los altos de Chiapas." 156

Para los médicos tradicionales de otras partes del Estado, la región de Huitiupán,
Simojovel y el Bosque estaba considerada como una zona de poder y excelentes plantas
medicinales:

"(...) los médicos tradicionales de Simojovel y Huitiupán siempre fueron poderosos,


tanto para curar como para hacer daño. Además, allí se conseguía una gran cantidad
de plantas muy buenas que era difícil encontrar por otros lados." 157

154
. Testimonios de Antonio Sánchez González.
155
. Op. cit.
156
. Holland 1963. p. 199.
157
. Testimonio de Sebastián Gómez López. Presidente de OMIECH. oct. 1987.

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Dadas las características que tenía la producción en la finca y por lo mismo la ausencia
de formas de organización y control social a partir de autoridades tradicionales sobre una
base gerontocrática, en las relaciones sociales que se daban entre los indígenas, los médicos
tradicionales gozaban de una posición que les permitía el ejercicio de cierto control social
al interior del grupo. Ciertamente este control era distinto del ejercido por el finquero y sus
capataces pero no menos opresivo. Tenía su base en el respeto que inspira el tener acceso a
los dioses, al pensamiento de las personas; el terror que inspira la brujería y el poder que, se
supone, tienen los curanderos y brujos sobre la vida y la muerte.

- Llegada de los catequistas católicos y formación de las Comunidades Eclesiales de


Base.

El papel protagónico que ha tenido la Iglesia Católica en los acontecimientos de la


zona de Huitiupán-Simojovel en las últimas dos décadas ha sido determinante, de ahí la
necesidad de mencionar en términos generales cómo vivió la comunidad la estrategia
seguida por ésta.

Hacia 1969-70, la iglesia diocesana inicio la formación de catequistas de habla


indígena en la zona de Simojovel, quienes una vez preparados, se abocaron a visitar las
fincas y ejidos con la tarea de formar "Comunidades Eclesiales de Base" (CEB). Su tarea
era evangelizar mediante la realización de lecturas de la Biblia y difundir los postulados de
"La nueva Iglesia Católica." Parte de la estrategia consistía en discutir el tema expuesto y
relacionarlo con las características y condiciones de vida del campesinado. Esta dinámica
fue de vital importancia en los acontecimientos socio políticos que se suscitaron en los
siguientes años, y determinantes en los rápidos cambios que se suscitaron al interior de la
cultura y de las prácticas sociales de la comunidad.

Inicialmente los catequistas abordaron el problema de la tierra:

"Vivíamos en la "Finca Maravillas", yo todavía era un muchacho, aunque ya


trabajaba. Ganábamos $2.50 al día. El patrón se estaba tres días en la finca y el
jueves se iba para Simojovel.

La primera vez que llegaron los catequistas, nos dijeron que nos juntáramos, ya que
era bueno hablar sobre la palabra de Dios. Allí, ellos nos dijeron que la tierra la
hizo Dios para que todos los hombres se alimenten y vivan de ella, todos igual." 158

Las acciones de la Iglesia despertaron temor entre los finqueros y su reacción no se


hizo esperar prohibiendo esas reuniones. Sin embargo, éstas se siguieron realizando, pero
en la clandestinidad; sorteando, además, los problemas que se les iban presentando:

"El patrón se enteró y se puso bien furioso; nos juntó a todos y nos dijo que esos
eran puros comunistas, y que si los seguíamos no iba a pasar mucho tiempo cuando
si teníamos dos casas tendríamos que dar una a uno que no tuviera; si dos vacas,

158
. Catequistas. testimonio de Antonio Sánchez G. Ver anexo 7.

172
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igual; si iba a llegar uno que no tuviera mujer, entonces íbamos a tener que dar la
nuestra. Esto nos asustó mucho y nos entró miedo.

Pasó algún tiempo y volvieron a llegar los catequistas un día jueves, cómo
viniendo de Huitiupán. Nos volvieron a reunir y les dijimos lo que había pasado con
el patrón, pero ellos nos dijeron que él era quien tenía que temer, porque estaba
escrito que la tierra tenía que ser de todos y no de unos cuantos. También nos dijeron
que no se podía pedir de una vez, por lo que sería importante empezar pidiendo más
salario.

Así lo hicimos, nos juntamos luego que llegó el patrón y le dijimos que mirara
cómo estábamos viviendo; que estábamos con puros harapos, que también queríamos
comer carne de res y por eso nos tenía que aumentar el sueldo.

Se enojó mucho y nos dijo que si quien nos había dicho eso y le dijimos que lo
estábamos mirando solos, que el dinero no nos alcanzaba. Estuvo preguntando que
quien nos lo había dicho, y le preguntaba a uno y otro y a otro, pero nadie decía
nada, y sólo que así lo estábamos mirando.

Finalmente dijo que nos iba a aumentar el salario a siete pesos, pero que teníamos
que trabajar muy duro. Así pasó algún tiempo y luego volvimos a decirle que nos
pagara más, y el nos dijo que nos estaba pagando más que los otros patrones, así que
si alguien quería ganar más, que se fuera a buscarlo a otra parte. Como ya no
supimos que contestar así nos quedamos.

Al siguiente viaje todavía venía contento, pero cuando regresó a Simojovel se


llevó al caporal para que le ayudara con una carga de 40 quesos.

Cuando volvió, venía pero bien enojado, nos reunió a todos y nos dijo que si no
queríamos trabajar que nos fuéramos de la finca, que no nos iba a estar aguantando, y
así dijo muchas, pero muchas cosas, deveras furioso.

Cuando vimos llegar al caporal, nomás de verlo supimos que él le había contado
todo al patrón. De ahí le aumentó la paga, le dio ropa y mejor comida. Luego, se
empezó a portar como si peor que el patrón y hacía trabajar a la gente muy fuerte y
todo el día regañaba. Porque él patrón le había dicho que actuara como si fuera él
mismo y que si la gente le decía algo o se enojaba que los podía correr como si fuera
él mismo. También se metía a las reuniones que teníamos con los catequistas y se
hacía como si mirara para otro lado, pero nomás estaba escuchando y luego iba y le
contaba todo al patrón. La gente ya no aguantó y un día le dijo que si se iba a estar
portando así que algún día lo iba a pagar caro.

Un día fuimos a alambrar y grapear, cien postes por tarea, era trabajo duro porque
al patrón le gustaba que el alambre quedara bien tenso, como cuerda de guitarra. Yo,
como estaba muy chamaco, no podía hacer ese trabajo por lo que estuve grapeando.
Si no terminábamos y lo dejábamos para otro día, sólo nos pagaba un día, que era lo
de la tarea, por lo que para tener nuestro sueldo completo trabajábamos duro hasta

173
174

las dos y media o tres de la tarde. El posol lo llevábamos como refresco y allí mismo
nos lo bebíamos cuando nos trincaba el hambre y luego seguíamos trabajando. Uno
de esos días cuando regresamos a la finca, nos bañamos y comimos. El caporal se
bañó, le dio de comer su mujer y luego se acostó a descansar. Como a la media hora
se empezó como a ahogar y allí nada más quedó muerto, ya no se levantó.

A esas horas se le manda a avisar al patrón que se había muerto el caporal. Se


vino pronto y nos dijo que ya lo habíamos matado, pero le dijimos que porqué lo
íbamos a matar si era uno de nosotros y el nos dijo: "sí, pero él era el único que
trabajaba y ustedes no". Luego estuvo llorando de puro coraje. Mandó a hacer café,
dio galletas y se hizo el entierro.

Luego nombró otro caporal, pero este ya se portó bien, porque llegaba a las
reuniones con los catequistas y entendía el problema, ese señor hasta la fecha
vive." 159

El avance organizativo logrado en las diferentes comunidades cristalizó en el


movimiento de lucha por la tierra que se dio en una gran extensión de la región norte
del estado.

- Sobre la desaparición de los ‘iloles.

Dentro de las acciones realizadas por la Diócesis católica, en torno a la intención de


erradicar las costumbres indígenas, y específicamente la medicina tradicional, destacan la
campaña de descalificación y satanización de sus prácticas, así como la sanción de su
consumo. Elementos que repercutieron, en opinión de la comisión de ancianos, en las
condiciones de salud de la comunidad, sobre todo porque el grupo no contaba con otra
alternativa de atención. Por lo que de ahí en adelante sólo tuvieron como recursos curativos
la herbolaria, práctica que se realizó a nivel puramente casero y, la consulta en las
farmacias asentadas en las cabeceras municipales.

El aspecto crucial de la visión del mundo sobre el cual se basa la práctica médica
indígena, y que de alguna manera ha permitido la coexistencia sincrética entre el
catolicismo y la concepción del mundo Tzeltal-Tzotzil, es el "politeísmo", que formal o
informalmente forma parte de ambas prácticas religiosas. En oposición a esto, la "Nueva
Iglesia" rescata la unicidad de Dios, rechazando la adoración de imágenes de vírgenes y
santos; por tanto, cuando los catequistas se apoyaron en esta temática para abordar el
"problema" de la medicina tradicional, fue motivo de una amplia y tensa discusión,
principalmente con los ancianos y curanderos de la comunidad. Lo que se constata a través
siguiente testimonio:

"....Entonces, y aquí a los viejitos ya no les gustó y menos a los 'iloles, dijeron
que sólo hay un Dios único. Los 'iloles todos enojados dijeron: - Hay muchos
dioses, si hasta nos hablan en la caja. - También dijeron: - Esos catequistas no son

159
. Op. cit.

174
175

católicos, son Sabáticos o del Séptimo Día, pues todos sabemos que los católicos
adoran todas las imágenes. - Así que la gente se empezó a retirar.

Entonces el catequista nos dijo: - Si les parece nos mandan a llamar y vamos a
venir.

Los jóvenes dijeron que les gusta: - Sobre todo si nos unimos y la tierra va a ser
nuestra.

Llegaron otra vuelta y preguntaron que día no está el propietario y como dijimos
que se va el jueves, quedaron de venir todos los sábados en la tarde. Cuando lo
supo el patrón fue un problema para nosotros y cuando volvieron a llegar los
catequistas la gente no salió porque el patrón ya lo sabía. Entonces pidieron que los
escuchemos unos minutos.

El catequista dijo: - Aunque les incomode y no les guste lo que estamos diciendo
pero si Dios quiere algún día se van a arrepentir, porque todo lo que estamos
diciendo se va a cumplir. Nosotros, que ya podemos 'ver' un poco, estamos
enseñando a los demás a abrir los ojos y caminar, porque así lo manda Dios, y
aunque nos corran vamos a seguir viniendo hasta que algunos entiendan. Porque así
fue Dios que tuvo muchos enemigos hasta que lo mataron y no por andar haciendo
cosas malas sino buenas; porque Dios dijo: "El que cree en mi se va a salvar". La
cosa es que estamos haciendo nuestro trabajo.

La reacción de la gente fue que algunos ya no llegaron, sobre todo de los


viejitos.

La tercera vez llegaron a decir sobre los 'iloles y la borrachera y dijeron:

- Lo dice en la Biblia muy clarito, óiganlo lo vamos a predicar y van a ver que es
cierto lo que estamos diciendo. Los 'iloles causan mucho problema, porque los
'iloles si alguno enferma o muere tienen que buscar quien lo puso el daño, porque
creen que hay muchos dañeros y Dios no dijo que haya 'ilol, ni que haya
borrachera.

Entonces - continuó - cuando ya supo quien puso el daño, y si está borracho lo


va a buscar a su casa, y está difícil que lo mate en su casa. Pero ahí está que es un
problema y eso es lo que no vamos a creer, porque Dios dijo que no hay otro

175
176

poderoso ante él, por eso les decimos que lo dejen poco a poquito y cuando lo
vengan a ver, van a ver que se van a olvidar de todo eso.

Eso les cayó más pesado a los 'iloles, por lo que dijeron: -¿Cómo es posible que
Dios dijo que no hay 'iloles y desde siempre hemos sabido y visto?

A lo que el catequista contestó: - existen, pero ellos se mandan solos. Pero


nosotros ya nos dimos cuenta que hacemos todo lo que queremos y no lo vemos, y
los ricos lo saben pero les gusta ver jodidos a los campesinos, por eso no te lo van a
venir a decir. Y si seguimos sin ver vamos a morir ciegos como los antepasados. Y
si lo estamos diciendo es para que nos amemos los unos a los otros.

Y luego de la borrachera dijo: - Porque el dinero lo bebemos y luego ya no


compramos nada para la familia. Y si se quedan dormidos en el camino viene
alguien y los va a robar y hasta a matar, y ya no le vamos a dar el dinero a nuestra
mujer. Porque ella también trabaja más que el hombre, pues se levanta muy
tempranito. Nosotros ya lo vimos que es cierto lo que dice la Biblia y no podemos
tomar porque con el trago empezamos a pelear y a veces hasta a matarnos, por eso
sólo hay que tomar tanteado, sin ponerse bolo. Pero si no sabemos tomar así se han
muerto muchos. Y lo sabemos, porque antes se mataba mucho con machete o con
piedras, por el trago. Por eso mejor no seguimos eso, para que lleguemos a ser un
pueblo nuevo, para eso vamos a seguir el camino, porque Dios dice: "Yo soy el
camino, nadie llega al padre si no es por mi. Y el que no crea tiene que sufrir miles
de años."

De ahí dilató platicando. Después los viejitos hicieron preguntas: -¿Por qué lo
sabemos 'ilol si no lo queremos sino que lo soñamos y así aprendimos a ayudar a la
gente?

- Bueno sí - dijo el catequista - tiene razón, pero es porque el mal espíritu todo
pone y parece cierto lo que dice, pero luego resulta que es mentira, y no crean que
es Dios que lo pone, sino los malos espíritus, Dios es todo bueno. Por eso el Malo
no te defiende sino que te entrega a tu enemigo. Pero el buen espíritu, Dios, sí te
defiende y te cuida contra los malos espíritus y no te pueden hacer nada. Por eso,
porque los ‘iloles están engañados por el mal espíritu, todo lo que dicen los malos
espíritus lo van a creer. Entonces por eso es que el Malo está trabajando para que se
maten unos a otros. Por eso el Malo estaba antes en el cielo pero se sintió muy
fuerte y ya quería mandar hasta al Padre. Entonces Dios lo mandó para abajo, pero
el mal espíritu le dijo: - Me vas a mandar a sufrir, pero yo voy a ver que no todos
tus hijos van a ir contigo, a ver si me quedo con la mitad. Por eso así se ve el
trabajo que está haciendo. Por eso hay que abrir los ojos y también oír y entender lo
que dice el mal espíritu".

Luego los viejitos dijeron: - Según nuestros padres y abuelos platicaban que
estamos tomando trago porque el mismo Dios lo tomaba, por eso todos los
católicos toman trago, por eso los que no toman trago son Sabáticos.

176
177

Pero el catequista preguntó: - ¿Cómo lo sabes?

Y le dijeron: - Porque los viejitos lo dijeron desde siempre.

Entonces dijo el catequista: - Lo que pasa es que estamos al revés, lo que pasa es
que en sueños lo miraron pero no lo vieron que es cierto, lo que pasa es que el malo
todo lo pone en el sueño para que lo creamos, por eso lo soñaron los viejitos. Por
eso lo empezaron a hacer, porque el malo también tiene mucho poder, puede hacer
todo lo que el quiere hacer, porque quiere que siempre sigamos en él, por eso no
hay que creer en eso. Nosotros también antes así lo creímos pero se abrieron
nuestros ojos y aprendimos a escuchar. Pero óiganlo y poco a poco, si Dios quiere,
van a cambiar.

Los viejitos no muy tomaban en cuenta y entonces en cada fiesta se ponían


‘bolos’ (borrachos), se peleaban y se aventaban.

Así estuvieron llegando los catequistas a otros ranchos y al nuestro, y así iban
diciendo sobre las cosas. Los 'iloles algunos que lo creyeron lo dejaron pero les
costó para dejarlo y entonces algunas veces sanan al enfermo, pero otras les da
pena y así ya no curan. Al poco tiempo ya no salieron los 'iloles, porque lo había
creído toda la gente. Por eso los viejitos ya no enseñaron de ser 'ilol y de las plantas
y todo se olvidó. Los únicos que aún saben ser 'ilol son los viejitos, los jóvenes ya
no aprendieron.

Mi papá me platicó que lo aprendió en el sueño pero que algunos 'iloles le


enseñaron a usar las plantas y rezos. A mí me quería enseñar pero el que no lo
sueña no va a ser buen 'ilol, no va a curar a la gente. Porque luego sus abuelos lo
enseñaron a curar y a rezar, pero si no lo sueña no va a ser buen 'ilol porque en su
sueño es donde le dan todo su material." 160

La necesidad de mantener la cohesión del grupo durante las movilizaciones, reforzó


el desplazamiento de las prácticas médicas tradicionales. Debido a que uno de los factores
que tendían a desestabilizar, era precisamente el divisionismo que se generaba con las
acusaciones de brujería provenientes de los pocos médicos tradicionales que quedaban, se
llegó a la prohibición expresa, por un lado, de consumir prácticas médicas tradicionales y,
por otro, a los médicos tradicionales de atender enfermos, bajo amenaza de expulsión:

"...no hay 'ilol porque dice mentiras y pone culpas de hechicería sobre personas, lo
que provoca muchos asesinatos y división de la comunidad." 161

La prohibición de la práctica tradicional no impidió que las personas siguieran


soñando, sin embargo, como podemos notar en la siguiente entrevista, sus procesos de
iniciación fueron ciertamente difíciles:

160
. Sobre la desaparición de los 'iloles. testimonio Antonio Sánchez González. Ver anexo 7.
161
. Testimonio proporcionado por la comisión de ancianos de la comunidad.

177
178

“Juanita: - ¿Usted, Doña Rosa, sos ‘ilol y partera?

Doña Rosa: - Bueno, soy ‘ilol y partera, pero no me dedico a partera porque no
quiero tener problemas con mis compañeras parteras si les quito su trabajo. Las
parteras lo único que saben hacer es atender a las mujeres de sus hijos, en cambio
yo también soy ‘ilol, por eso mejor no les quito. Sólo ayudo en sus partos a mis
hijas, mi nuera y algunas sobrinas, pues no puedo decirles que vayan a buscar otra
partera, no se puede.

Yo aprendí primero el ‘ilol y después partera, pero a lo que le eché más ganas
es a ‘ilol, es lo que más practico en mi colonia.

Cuando aprendí ‘ilol, en mi sueño me vinieron a buscar dos señores que traían
a sus hijos enfermos. Ellos me dijeron que venían a que les curara a sus hijos, pero
yo les dije que no sabía nada de curar. Los hombres, aunque les dije que no sabía
curar, estuvieron necios que les curara a sus enfermos, pero yo insistí en hacerles
entender que no sabía nada. Eso lo soñé tres veces, los mismos señores llegaban
con sus enfermitos. La última vez que llegaron cuando les dije que no sabía curar se
medio enojaron y me dijeron: - Está bien, pero verás que dentro de muy poco te va
a doler. - Eso me gritaban los señores todavía cuando ya estaban lejos. Así lo
escuché pero no les hice caso. Todo esto que me pasó a nadie se lo conté.

Pasaron unos pocos días y me enferme de calentura. Pensé que la enfermedad


se iba a quitar con algunas medicinas, pero que va a ser, me debilité demasiado, ya
no me podía levantar, ya no quería comer, ya me sentía yo muy mal, me daban
puras calenturas. Para quitarme el mal me tomé muchas pastillas e inyecciones y ni
así se me quitaba.

Así tardé muchos meses, entonces fueron a buscar a un ‘ilol de otra colonia.
Cuando el señor llegó me empezó a pulsar mi sangre y me dijo: - Tu no tienes una
enfermedad natural, sino que te enfermaste por no hacerle caso a tus sueños. No
recibiste lo que te traían, si lo hubieras recibido no te hubieras enfermado mujer. -
Luego me dijo: - No quisiste recibir tu encargo por la buena, ahora tienes que
recibirlo por la mala si no quieres morirte, para eso tenemos que recomendarte con
el Dios para pedirle que te alivie de esa enfermedad y pedirle perdón porque hiciste
mal de no recibirlo.

Mi esposo le dijo: - Haga el favor, aunque le quede debiendo, pero no quiero


que se vaya a morir mi esposa, el dinero se puede reponer.

- Así, me empezó a curar el ‘ilol. Primero me hizo hacer un ayuno, pero como
estaba muy enferma sólo medio día lo aguanté. El hombre estuvo muchos días
curándome, de ahí en poco me recuperé, pero gasté mucho dinero de mi esposo. ahí
empecé a caminar un poco.

178
179

Ya cuando me recuperé bien, entonces vinieron otros sueños, igual como lo


que soñé la primera vez, antes de enfermarme. Entonces ya mi espíritu lo recibió,
no me dijeron nada, sólo que yo empiece a practicar con mis hijos pequeños.

De ahí empezaron a escuchar mis vecinas que ya se un poco levantar a mis


hijos y poco a poco se corrió el chisme y la gente lo supo. Entonces como la gente
ya había escuchado que me entregaron algo para la salud y que por poco me escape
de morir, me venían a buscar o a visitarme, me traían mis regalos, mi comida.
Todos en mi colonia supieron el motivo por el que iba a morir, por eso me venían a
ver. De ahí poco a poco me conocieron, un día se enfermó mi vecino y me vinieron
a llamar para ir a curarlo, así me conocieron más y mis vecinas de la colonia me
tuvieron confianza, empezaron a quererme más porque se dieron cuenta que sí las
puedo ayudar en las enfermedades.

Ahora ya tengo 12 años que aprendí de curar. Ya hace 12 años que vengo apoyando
a mis compañeras y compañeros.

Lo que yo curo es mal espíritu, quebradura de espíritu en la tierra, espanto de


la tierra; también ayudo a mis compañeras con los cólicos de sus hijos; también a
los niños pequeños que se hinchan sus penes y quedan como una aguacate, muy
hinchados. Este problema es muy peligroso para los niños, si no lo curamos luego
de repente se revientan sus coyolitos y hasta tarda un mes. Pero si me avisan luego
las mamás, rápido les hago sus tratamientos y luego se deshinchan, esa es la
enfermedad que afecta más a los niños.” 162

- Políticas y acción de la Iglesia Católica y su importancia en la desaparición de la


práctica médica tradicional.

La zona de Simojovel-Huitiupán fue una de las primeras en que se implementó el


modelo de las "Comunidades Eclesiales de Base", lo que, a mi juicio, refleja el inicio de
una actividad que si bien tenía objetivos explícitos, carecía de experiencia y de una visón
de las consecuencias generales a largo plazo.

El proyecto de la "Nueva Iglesia" tiene como objetivo principal la opción por lo pobres
con el compromiso tácito de participar en el cambio de la situación de opresión y
marginación. Pero, también se planteó objetivos religiosos que incidían en la concepción
teológica ortodoxa y en la interpretación de los textos bíblicos, como por ejemplo el
replanteamiento de la unicidad de Dios frente a la permisibilidad informal respecto a la
práctica religiosa con apariencia politeísta que permitió el sincretismo religioso maya-
católico.

Como podemos observar en los testimonios vertidos más arriba la estrategia se inició
con el planteamiento del problema de la tenencia de la tierra y de la organización para su
recuperación y alrededor de esto, se realiza el trabajo propiamente religioso. Resultado de
162
. El presente testimonio fue colectado por la Técnica Académica Juana María Ruiz Ortiz, del Instituto de
Estudios Indígenas de la UNACH, en la Asamblea Anual de OMIECH, celebrada en octubre de 1993 a Rosa
Sántiz López, ‘ilol y partera de la Colonia Las Limas, municipio de Simojovel de allende, Chiapas.

179
180

ello fue la decisión comunitaria de rechazar la concepción tradicional del mundo, con la
consecuente eliminación de algunas prácticas que tenían a ésta como base de sustentación.

Dentro de este marco vemos, por un lado, que la iglesia no realizó un análisis en
relación con los aspectos útiles de la medicina tradicional como la terapéutica herbolaria
sistematizada o el efecto curativo que pudieran tener los ceremoniales de curación. Más
bien centró su estrategia en sus aspectos negativos, caracterizándola básicamente como
brujería. Tampoco planteó alternativas que permitieran abordar el problema de la falta de
cobertura en salud que se estaba generando.

Cabe resaltar que el "destierro" de la práctica médica tradicional de un momento a otro


no es únicamente resultado de la situación antes mencionada, sino que también respondió a
la necesidad, que tenía la comunidad, de imponer ciertas condiciones dentro del contexto
del proceso de lucha por la tierra; y a la ventaja que les representó, en ese momento, la
posibilidad de desplazar de su vida los aspectos de control social derivados de la brujería.

Esta concatenación de hechos, repercutió en que, por lo menos durante una década, la
comunidad no contó con atención médica sistematizada, reduciéndose sus recursos a la
atención de las enfermedades en el seno familiar. Este recurso si bien permite resolver
problemas sencillos, no es útil en los casos complejos o de gravedad. La eliminación de la
medicina tradicional impidió el uso racional y sistematizado de los recursos propios
llevando finalmente a la comunidad a optar por las alternativas que la sociedad mestiza les
ofrecía, principalmente al consumo en la farmacia. Esto contribuyó a deteriorar más aún sus
ya paupérrimas condiciones de vida a causa del alto costo de los medicamentos.

Afortunadamente la Iglesia, con espíritu autocrítico, ha realizado evaluaciones de sus


acciones y de los resultados de éstas, reconociendo errores y replanteando sus principios y
estrategias cuando esto ha sido necesario. Entre las principales observaciones tenemos:

"- El Desconocimiento y falta de respeto a las culturas propias de las comunidades


indígenas.

- Querer imponer nuestros planes a los campesinos e indígenas, considerándolos


menores de edad, decidiendo toda la pastoral sin tomarlos en cuenta." 163

La voluntad por resolver estas situaciones, se ha concretado en acciones como la


investigación diagnóstica de problemas y necesidades comunitarias y la proposición de
alternativas coherentes con la realidad de las comunidades indígenas. Recientemente ha
apoyado la formación de Organizaciones de Médicos Tradicionales, cuyos objetivos son
recuperar y preservar la Medicina tradicional; el diseño y uso de programas de capacitación
que sirvan como punta de lanza para conservar, y sistematizar dicho conocimiento,
etcétera. También han organizado y apoyado cursos y encuentros estatales y regionales de
salud.

163
. Obispos de la región Pacífico Sur. 1977.

180
181

La situación de la atención a la salud en la década de los setenta.

La comisión de ancianos de la comunidad refiere, como ya se apuntó, que las


condiciones de salud mermaron debido a que una vez erradicadas las prácticas médicas
tradicionales, la iglesia no realizó ninguna acción encaminada a proporcionar otro tipo de
atención médica. Por otro lado, las acciones del Centro de salud de la SSA se reducían a la
atención de enfermos en las instalaciones de la cabecera municipal, con recursos materiales
y farmacéuticos restringidos.

La gente de la comunidad de "Las Limas" trató de resolver sus problemas a través del
uso de las plantas medicinales que eran conocidas dentro del seno familiar o las
recomendadas por alguien que hubiese practicado la medicina tradicional. En casos
desesperados se recurría a la farmacia o se buscaba 'ilol en alguna de las cabeceras
municipales cercanas; o bien se corría el riesgo de la expulsión, buscando en las
madrugadas al único 'ilol que quedaba en la comunidad, quien se había comprometido a
dejar de ver enfermos, pero según refiere su hijo: "tenía un compromiso más fuerte con los
dioses, por lo que no podía dejar de hacerlo." 164

No se asistía al médico alópata privado porque los costos de atención rebasaban en


mucho la capacidad económica de los habitantes de la comunidad; quienes ante
enfermedades muy graves, después de agotar los recursos referidos, se limitaban a esperar
el acaecimiento de la muerte.

Durante estos años la iglesia realizó la capacitación de algunos enfermeros, proyecto


que fracasó debido a que estos una vez en comunidad, cobraban honorarios desorbitantes.

Por otra parte, el Estado sólo realizó acciones en aquellas comunidades que tenían una
situación jurídica bien definida, por lo que la mayoría de los campesinos permanecieron sin
otra alternativa que las ya descritas.

Salud en la década de los ochenta.

- Perfil Patológico.

Desafortunadamente no existen registros que permitan reconstruir y evaluar el perfil


patológico de la etapa previa a la implementación de programas por parte del Estado.

En un estudio epidemiológico de prevalencia inmediata, realizado por la XII


promoción de la Maestría en Medicina Social de UAM-X 165 , durante el verano de 1987; se
encontró, como se puede observar en el Cuadro 2.1, que el 75.6 % de la población presentó
algún padecimiento infecto contagioso, ocupando el resto de las causas tan sólo el 5.9 %.
Esto, a su vez, nos indica que un poco más del 80% de la población tenía alguna
enfermedad en el momento de recabar la información.

164
. Antonio Sánchez González op. cit.
165
. XII MMS P/O/I 87, p. 65.

181
182

En otra parte del mismo estudio 166 se aborda la situación nutricional mostrando, como
era de esperarse, altos índices de desnutrición. Esto se reflejó, por una parte, en las
características fenotípicas de la población (estatura y peso bajos) y, concretamente, en el
diagnóstico nutricional realizado a menores de 5 años, que nos mostró que del total de la
población infantil menor de 5 años, no lactante (considerando que todos los lactantes se
alimentan al seno materno), sólo el 21.6 % resultó normal en términos nutricionales; es
decir, que entre los niños no lactantes el 78.4 % presentaron desnutrición de diferentes
grados.

También en el mismo trabajo, se muestra que el 33.3.% de los lactantes presentó datos
de desnutrición, es decir que se invierte el porcentaje, y por lo mismo podemos observar
que en la mayoría de los lactantes predomina un estado nutricional normal en tanto la
alimentación proviene del seno materno, perdiéndose este estado después del destete, para
llevar a los pequeños a una fase que tiende, y que casi irremisiblemente lleva, a la
desnutrición crónica.

_____________________________________________________________________
CUADRO 2.1.
10 PRINCIPALES PADECIMIENTOS DE LA COMUNIDAD DE "LAS LIMAS",
MPIO. DE SIMOJOVEL, CHIAPAS 1987.
(Estudio de prevalencia inmediata)
_____________________________________________________________________
No. PADECIMIENTO NUMERO TASA
_____________________________________________________________________
1 GASTROENTERITIS INESPECIFICAS 61
14.0
2 PARASITOSIS 53 12.2
3 ZOONOSIS 48 11.0
4 DERMATOSIS 42 9.6
5 IN. RESPIRATORIAS AGUDAS (IRA) 39 8.9
6 TUBERCULOSIS PULMONAR (TBP) 29 6.7
7 AMIBIASIS INTESTINAL 21 4.8
8 CONJUNTIVITIS 16 3.7
9 GASTROENTERITIS BACTERIANAS 13 3.0
10 PALUDISMO 8 1.8
11 OTRAS 21 4.8

TOTAL 351 80.5


_____________________________________________________________________
Población total 436 hab. tasa por 100 hab.
Fuente: XII Generación MMS UAM-X P/87 p. 85 (Cuadro R7)
_____________________________________________________________________

Considero que las características del perfil patológico tienen su principal


determinación en la forma particular de su articulación con la sociedad global dentro del
166
. Op. cit.

182
183

contexto de las relaciones capitalistas de producción, lo que da como resultado formas de


explotación 167 que conllevan condiciones de pobreza extrema, insalubridad, insuficiente
disponibilidad de alimentos, formas poco desarrolladas de producción, etcétera, todo lo
cual genera el cuadro denominado “desnutrición histórica” y, consecuentemente, una
elevada incidencia de padecimientos infecto contagiosos.

- Prácticas Médicas.

Con la solución del problema agrario la comunidad de "Las Limas" tuvo acceso a las
instituciones de salud del Estado y a algunos de los programas dirigidos a población
indígena.

Paralelamente al proyecto de introducción de agua entubada, en 1983, financiado por


la Subsecretaría de Asuntos Indígenas de la Secretaria de Desarrollo Rural del Estado
(SDR), comenzó el proceso de organización para la salud de la comunidad.

Este proceso organizativo toma cuerpo en 1985 cuando el médico adscrito a la Unidad
Médica Rural UMR ubicada en el Ejido "Luis Espinosa", que incluye a "Las Limas" dentro
de su área intensiva, considerando el problema que representaba la pertenencia de estas dos
comunidades a organizaciones campesinas diferentes y antagónicas, propone y acuerda,
con los habitantes de "Las Limas", la construcción de una casa de salud donde atendería
cada quince días.

Con objeto de que el médico cumpliera con su compromiso, la comunidad le pagó


pasajes y le proporcionó alimentación. Para facilitarse el trabajo, el médico formó un
comité de salud cuya única función fue la de atender sus necesidades cuando acudía a dar
consulta.

Por otro lado, con objeto de que en su ausencia se atendieran las enfermedades más
sencillas y cotidianas, paralelamente inició la capacitación de un grupo. A este se le
denominó “Patronato de medicamentos” y su forma de operar consistía en realizar una
entrevista que permitía la recopilación de la sintomatología de los enfermos, con esos datos
acudían a alguna farmacia en cualquiera de las cabeceras municipales cercanas donde
exponían los síntomas para que el farmacéutico pudiera prescribir el medicamento que
consideraba adecuado al caso. El medicamento prescrito era comprado por el patronato y
posteriormente vendido al enfermo; el resultado obvio, fue que aprendieron a manejar
medicamentos caros y en ocasiones peligrosos. Con un fondo revolvente que se constituyó
a partir de cooperaciones de las familias, se formo un botiquín que les permitía prescribir y
vender medicamentos para problemas sencillos de salud.

Otra institución que realizó acciones fue la comisión de erradicación del Paludismo de
la SSA, que capacitó a una persona para la detección de casos de esta enfermedad, toma de
muestras, llenado de formularios y administración de medicamentos a los enfermos
detectados.

167
. Ver anexo 1.

183
184

Una buena parte de los problemas de salud que se presentaban en la comunidad no se


resolvían, aun y con la presencia del médico y otras instituciones (entre otros,
aproximadamente un 60% de casos de paludismo durante el verano de 1986), sobre esta
base y ante la necesidad de una capacitación más profunda, la comunidad determinó que las
personas del comité de salud recibieran los cursos que fuera necesario, para lo cual
recibieron un curso en la comunidad por parte del investigador de este proyecto, además,
tomaron varios cursos proporcionados por SUB-SAI.

Sobre esta base se realizaron varias acciones; entre otras, la desecación de tres charcas
que se formaban en tiempos de agua, derivándose de este hecho la disminución de los
índices de paludismo a 5 casos en 1987, mismos que se dieron en una zona de la
comunidad donde una charca no fue desecada en su totalidad; así mismo, fue disuelto el
patronato de medicamentos, se capacitó a la comunidad en el uso adecuado de letrinas,
tratamiento higiénico de los alimentos, prevención de diarreas, uso de suero oral, etcétera.

En 1986 la Iglesia Católica replanteó su posición respecto a las fiestas y prácticas


médicas tradicionales, lo que generó un proceso de discusión que tuvo como resultado el
rechazo a la alternativa de retomar los aspectos sobrenaturales tanto diagnósticos como
terapéuticos de las prácticas médicas tradicionales. Se optó únicamente por recuperar lo
correspondiente a la terapéutica herbolaria, motivo por el cual solicitaron la asesoría de la
"Organización de médicos Indígenas de Chiapas" A.C. OMIECH.

Con esta organización se firmó un convenio de asistencia del que resultó, entre otras
cosas, la implementación de un huerto de plantas medicinales que además de proporcionar
planta fresca cuando se requiere, tiene como objetivos secundarios el cultivo de las plantas
medicinales en un solo sitio; el propósito pedagógico de generar el conocimiento y
reconocimiento sensorial de las planta, y el aprendizaje o reaprendizaje de la utilidad
terapéutica o nutricional de los diferentes ejemplares.

Para realizar las actividades en torno a la herbolaria, la asamblea de la comunidad


formó con las personas más interesadas un comité. Este recibió capacitación para poder
identificar y usar apropiadamente las plantas medicinales; así mismo aprendieron a elaborar
pomadas, tinturas y jarabes con objeto de conservar, sobre todo, las plantas estacionales y
las que provienen de climas diferentes al de la zona..

Con objeto de contar con fondos para avanzar en este proyecto, en una asamblea la
comunidad determinó conformar un fondo revolvente lo que permitió instalar una farmacia
herbolaria.

Desde 1987 son varias las instituciones estatales que realizan proyectos de salud en la
comunidad: SUB-SAI, IMSS-COPLAMAR e INI, y tal parece que la comunidad está
dispuesta a aceptar cuanto le sea ofrecido, con objeto de mejorar su situación, aunque
reconociendo las diferencias entre un organismo del Estado y otro, lo que se refleja en los
diferentes grados de apertura a los mismos.

En la asamblea anual de la OMIECH, realizada en julio de 1988, la comunidad pasó a


ser socia de la misma.

184
185

Por otra parte, las técnicas para la conservación de plantas son utilizadas en la
actualidad por la comunidad para la elaboración de medicamentos que son utilizados con
los enfermos de la misma y comercializados en otros poblados y ferias de plantas
medicinales.

Tendencias en el consumo de practicas medicas 168 .

Una forma de apreciar la medida en que se han suscitado cambios en las prácticas de
consumo de la comunidad se puede apreciar observando la tendencia actual en cuanto al
consumo de prácticas médicas. Para ello, se levantó una encuesta a 68 padres de familia de
la comunidad. En ésta se consideraron los tres primeros intentos que realizó la familia para
tratar de resolver el último proceso mórbido que se presentó en alguno de sus integrantes,
independientemente de la causa, inmediatamente antes del levantamiento de la encuesta. Se
consideraron este número de intentos ya que hasta un 45.6 % de los casos reportados por la
comunidad los requirió para resolver una sola enfermedad (ver Cuadro 2.2.).

Existen cuatro diferentes opciones de servicios de salud a consumir, a través de las


cuales los habitantes de la comunidad tratan de curar sus enfermedades, a saber: el
consumo de plantas medicinales a partir del conocimiento que de éstas se tiene en el seno
familiar; la compra de medicamentos en la farmacia, consultando al dependiente de la
misma; el consumo de los servicios de un médico indígena tradicional; y el consumo de las
alternativas que ofrece la medicina alópata, sea médico particular o médico institucional de
la SS, de alguna UMR o bien de la Clínica Hospital de Campo que IMSS-COPLAMAR
tiene en Bochil (Cuadro 2.3.).

El análisis de la información se realizó desde tres perspectivas:

En la primera, se abordaron las cuatro diferentes opciones referidas en el párrafo


anterior, con objeto de observar su distribución.

En la segunda, se agruparon las diferentes opciones en función del sistema de atención


a que pertenecen: por un lado el consumo de plantas medicinales-médico tradicional
considerándolos como recursos propios de la comunidad y, por otro, se sumaron los casos
de consumo farmacia-médico/clínica considerándolos como alternativas que ofrece el
Modelo médico hegemónico. Esta segunda clasificación nos permite observar la tendencia
que por sistema de atención priva en la comunidad.

La tercera alternativa se aboca al análisis del índice de curación, desde la perspectiva


del criterio de la familia (éxitos). Las alternativas de análisis por opción y por tipo de
recurso, se aplican en los tres intentos; mientras que la alternativa referida a éxitos, sólo se
aplica en los dos primeros intentos, debido a que no se sabe cuantos pacientes consideraron
que se habían curado en el tercer intento.

168
. Los cuadros de la presente sección pueden ser consultados al final del documento, en el anexo
correspondiente.

185
186

Para el análisis del consumo de prácticas médicas y de las diferentes tendencias dentro
de la misma población, se procedió a conformar en tres grupos de edad a los padres de
familia, bajo el siguiente criterio:

-16 a 25 años, quienes eran niños cuando se inició el proceso de organización para la
lucha por la tierra y a realizarse los cambios en las prácticas sociales del grupo;

- 26 a 35 años, estos eran adolescentes y adultos jóvenes recientemente integrados al


trabajo y,

- 36 y más años, que ya eran adultos, con hábitos y costumbres arraigados cuando se
suscitaron los cambios.

Esta clasificación se hizo debido a que se esperaba encontrar diferencias


consustanciales en los perfiles de consumo de prácticas médicas entre los tres grupos.

En el primer intento que hicieron las familias para curar a sus enfermos, (ver Cuadro
2.4.), se pudo observar un consumo predominante de farmacia, ya que hasta un 52.9 % del
total de la población optó por esta opción para resolver su problema. Como segunda
opción, el 44.1 % de las familias recurrió al consumo de plantas medicinales. El consumo
con el médico indígena tradicional fue mínimo, ya que sólo el 2.9% de la población
recurrió a éste. Y referente al consumo de médico alópata o clínica no se presentó ningún
caso.

Una de las posibles explicaciones de estas tendencias, está referida a que por más de
una década los únicos recursos de atención con que contó la comunidad fueron
precisamente la farmacia y el uso de plantas medicinales. Recursos que coadyuvaron a la
sobrevivencia del grupo en una situación sumamente crítica debido, por una parte, a la
prohibición del consumo con médicos indígenas tradicionales y, por otra, a la ausencia de
servicios estatales de salud o alguna otra alternativa profesional. También es necesario
considerar, como sucede con cualquier otro grupo social, que ante la presencia de una
enfermedad en primera instancia se recurre a las alternativas domésticas de autoatención,
recurriéndose al especialista cuando el problema no se resuelve a este nivel.

En el análisis realizado por grupo de edad, para este primer intento (ver Cuadro 2.5),
podemos destacar que en el grupo de 16 a 25 años existe una franca tendencia al
predominio en el consumo de la alternativa farmacia, mientras que en el grupo de 26 a 35
años existe un claro predominio del consumo de plantas medicinales; por otro lado, en el
grupo de 36 y más años sólo existe una pequeña diferencia entre plantas y farmacia a favor
de la segunda.

Del total de jefes de familia sólo el 26.5 % declaró ser bilingüe (ver Cuadro 2.6.),
siendo el bilingüismo homogéneo entre los tres grupos, consideramos que al menos estos
datos son falsos, ya que se esperaría mayor bilingüismo en el grupo de edad más joven
debido a la alfabetización. Pienso que la comunidad se declara monolingüe como una
forma de resistencia a hablar el español, lo que además parece entrar en contradicción con
el indicador de alfabetismo.

186
187

Además en relación con este mismo indicador no se observaron (ver Cuadro 2.7)
diferencias importantes entre monolingües y bilingües en los tres intentos al escoger una
opción de atención.

Por otra parte el indicador de alfabetismo arroja suficientes elementos como para poder
explicar las diferencias presentes en el consumo por grupo de edad. Al respecto (ver
Cuadros 2.8. y 2.9) en el grupo de 16 a 25 años el 57.7 % son alfabetizados, lo que nos
permite presuponer la asimilación, por parte de los que se sometieron al proceso educativo
formal, de una carga formativa considerable, correspondiente a la concepción del mundo
del grupo dominante. Esta carga se concretó, en lo relacionado con la salud enfermedad, en
la presencia predominante de la visión correspondiente al modelo médico hegemónico. En
este sentido podemos notar que en este grupo se da una mayor utilización de las
alternativas alopáticas.

En el grupo que va de 26 a 35 años, el índice de analfabetismo es de hasta 84.2 %. En


estos el consumo de la alternativa tradicional es de hasta 63.2 %. A partir de estos datos,
me arriesgo a presuponer que dado que los integrantes de este grupo se educaron
principalmente bajo la tutela de la madre, predominan fuertemente los aspectos
tradicionales.

En el grupo de 36 años y más podemos observar también un alto índice de


analfabetismo, sin embargo aunque se da un ligero predominio en el consumo de las
alternativas alopáticas, este no es significativo. Es claro que este grupo es el que conserva
muchos más elementos tradicionales, sin embargo fueron ellos los que tomaron las
decisiones y se comprometieron a realizar los cambios en las prácticas sociales, incluyendo
los correspondientes a las formas de curarse. Es de llamar la atención que dentro de este
subgrupo no se presenta ningún consumo de médico tradicional en el primer intento.

Lo antedicho se comprueba al cruzar el indicador de alfabetismo con las diferentes


opciones de consumo, pudiéndose observar (ver Cuadro 2.10) para el primer intento, que
los analfabetos consumieron predominantemente plantas medicinales ya que hasta un 55 %
de este grupo recurrió a éstas. Además cabe mencionar que solo en este grupo se realizaron
consumos de médico tradicional. Entre los alfabetizados fue predominante el consumo de
farmacia ya que hasta un 67 % de este grupo se inclinó por esta alternativa, mientras que el
resto consumió plantas medicinales.

El 92.6 % del total de población (ver Cuadro 2.11) recurrió a un segundo intento para
curar sus enfermedades. De éstos el 34.9 % optó por la farmacia, el 31.7 % por las plantas
medicinales, el 6.3 % por el médico tradicional y el 26.9 % por el médico alópata. Sobre la
base de estos datos, podemos destacar que la alternativa farmacia sigue predominando
sobre las otras opciones. También, más de la cuarta parte del grupo se volca hacia la
alternativa médico/clínica, después de que ésta no fue utilizada en el primer intento.

En lo que respecta a la distribución del consumo de prácticas médicas por edad (ver
Cuadro 2.12) podemos notar que en el subgrupo de 16 a 25 años se da una ligera
preferencia por médico/clínica, sin dejar de lado que el uso de plantas es bastante elevado.
Para el grupo de 26 a 35 años es notable el giro que éste da ya que hasta un 50% se inclina

187
188

por la farmacia, sin embargo la búsqueda del médico indígena tradicional es más elevada en
este grupo de edad y predomina por sobre el consumo de médico/clínica. En el grupo de 36
y más años podemos notar que sigue predominando la farmacia, sin embargo, el uso de
plantas y de médico/clínica es elevado.

También en el segundo intento (ver Cuadro 2.13) podemos observar que no existen
diferencias porcentuales importantes según lenguas habladas.

En relación con el indicador de alfabetismo (ver Cuadro 2.14), puedo decir que tanto
en el grupo de analfabetos como en el de alfabetizados hubo un predominio por las
alternativas alopáticas, sin embargo en el primero se dio a expensas de farmacia, mientras
que en el segundo predominó el consumo de médico/clínica. En segundo lugar, sigue
predominando el consumo de plantas medicinales.

Al hacer las sumatorias de farmacia-médico y plantas Médico-tradicional (ver Cuadro


2.15) destaca en todos los grupos de edad la tendencia predominante hacia el consumo de
las alternativas alopáticas, ya que en ninguno fue menor del 60%.

El 44.1 % del total de la población requirió de un tercer intento para curarse de la


misma enfermedad, de éstos el 67.7 % consultó al médico tradicional, el 29.1% al médico
alópata y el 3.2% optó por la farmacia (ver Cuadro 2.16.).

En el análisis por grupo de edad (ver Cuadro 2.17) para este tercer intento, se
observa que en los tres hubo un predominio en el consumo del médico indígena tradicional,
sobre todo en los de más de 26 años, mientras que en el grupo de 16 a 25 todavía podemos
observar utilización de la farmacia y hasta 38.5 % de asistencia a médico/clínica.

Respecto al indicador de lenguas habladas podemos observar (ver Cuadro 2.18), que
ambos grupos se inclinaron preferentemente por la atención con el médico indígena
tradicional, sin embargo, el grupo monolingüe se inclinó en mayor medida por el servicio
de médico/clínica que el grupo bilingüe.

En relación con el indicador de alfabetismo (ver Cuadro 2.19) el 75 % de analfabetas


recurrió al médico indígena tradicional, mientras que los alfabetizados lo hicieron en un 55
%, utilizando el otro 45% los servicios de médico/clínica.

Al analizar la sumatoria de prácticas (ver Cuadro 2.20.), podemos ver que en todos los
grupos de edad existe preferencia por las alternativas tradicionales, sin embargo en el grupo
de 16 a 25 años las diferencias no son de importancia, mientras que en los otros dos grupos
el rango es bastante amplio, ya que hasta un 77.8 % de cada uno de estos grupos, optó por
las alternativas tradicionales.

Hay que hacer notar como la mayor parte de la población, en este último intento,
después de no curar su enfermedad en los dos primeros, prácticamente se vuelca hacia la
medicina indígena tradicional tratando de encontrar solución a los problemas de salud que
la medicina moderna no les proporciona. Sin embargo, no puede dejar de mencionarse el

188
189

hecho de que los alfabetizados lo hacen en menor medida, presentando en conjunto una
tendencia mucho más marcada hacia las alternativas alopáticas.

Las razones por las cuales la población opta por una u otra alternativa en los diferentes
intentos responde, además de aspectos ideológicos y culturales, al antecedente de
efectividad que tengan unas y otras prácticas en el tratamiento de las diferentes
enfermedades; cuyos éxitos y fracasos son conocidos entre los integrantes de la comunidad.

El último análisis está referido al porcentaje de pacientes que a criterio de cada jefe de
familia se curaron, al desaparecer la sintomatología o problema que los llevó a consumir
alguna práctica médica.

El análisis de este rubro resulta un tanto problemático primero, porque no es


representativo de la verdadera efectividad que pudieran tener las diferentes alternativas de
atención, ya que siendo el objeto de la encuesta detectar la tendencia del consumo de
prácticas médicas en general, no se contemplaron ni las características, ni clasificación de
los diferentes problemas de salud. Tampoco se consideró la terapéutica empleada; ni cuales
enfermos se curaron debido a la evolución natural de la enfermedad o debido al efecto de
las diferentes terapéuticas. Por lo mismo, este análisis sólo refleja la impresión que tiene la
comunidad sobre la efectividad o no de las diferentes alternativas. Por último, es
importante mencionar que el éxito de una alternativa de atención sobre uno o varios
problemas de salud específicos se refleja de inmediato en un aumento del consumo de ésta,
para el o los problemas correspondientes.

Para hacer este análisis se tomaron en consideración los dos primeros intentos, ya que
de éstos es posible determinar el porcentaje de "éxitos" a partir de la encuesta, mientras que
del tercero no.

En el primer intento hubo en total 7.4 % de éxitos. Considerando cada opción de


consumo podemos ver que el 50% de los que recurrieron al médico tradicional se curaron.
De los que consumieron farmacia y plantas los porcentajes no rebasaron el 8.8 %.(ver
Cuadro 2.21.).

En el segundo intento (ver Cuadro 2.22.) se "curó" el 49.2 % de los enfermos, de éstos
el mayor porcentaje de éxitos se dio a partir de la opción farmacia y el porcentaje más bajo
se dio en el grupo que consumió plantas medicinales a nivel casero. De entre los enfermos
que optaron por la medicina indígena tradicional el 50% se "curó", siendo la proporción
igual a la del primer intento. De los enfermos que consultaron al Médico/clínica se "curó"
el 50 %.

Independientemente de las dificultades para analizar este indicador, es por demás


alarmante ver, incluso desde la perspectiva de la comunidad, que los índices de curación de
las alternativas no profesionales sean tan bajos, pero de alguna manera el que la medicina
oficial no pueda ofrecer algo mejor lo es aún más.

Cabe destacar, para aquellos que constantemente se preguntan por qué los campesinos
recurren primero a la farmacia cuando se cuenta con servicios profesionales gratuitos que

189
190

aparentemente deben de tener un alto grado de efectividad; que, al menos en lo que a este
estudio de caso corresponde, la alternativa farmacia tiene, ante la comunidad, un índice de
efectividad mayor. Tiene además la ventaja de que no es necesario viajar grandes
distancias, ni hacer antesala para ser atendido. Pero, por otro lado, esta misma alternativa
tiene la desventaja de afectar considerablemente los ya de por si raquíticos recursos
económicos de los campesinos. Por otra parte, la medicina indígena tradicional aún y con
todas las deficiencias que la medicina dominante le achaca, mal que bien contribuye con un
porcentaje de éxitos igual al de la medicina alópata.

CONCLUSIONES

Conforme se va dando la transformación de las necesidades de reproducción ampliada


del capital, el modo de producción capitalista requerirá dentro de las diferentes formaciones
socioeconómicas de cambios en algunas prácticas de orden económico en los modos de
producción que subordina. Por lo mismo, incidirá en la transformación gradual de todas las
expresiones y prácticas sociales, sobre todo en aquellas que tienden a obstaculizar la
producción o la transferencia de excedentes hacia los grupos capitalistas.

Los factores determinantes de estos cambios están dados, en primera instancia, por la
subordinación a que está sometido, por ejemplo, el modo campesino al capitalismo
dependiente; es decir, las características de los cambios que se dan en el modo dependiente
en una región dependerán de las necesidades de reproducción ampliada que tenga el modo
capitalista del que dependen directamente. En segundo lugar, del tipo de actividades
productivas que sea posible realizar, lo que dependerá de la vocación productiva de la
tierra. Por último, de las características culturales del grupo subordinado.

En ocasiones, como resultado de la agudización de contradicciones en el terreno


socioeconómico se suscitan confrontaciones entre dominados y dominantes, que producen
cambios en el proceso de dominación-subordinación. Estos problemas se resuelven a través
de la reestructuración brusca de los modos y de la relación, siempre con un balance positivo
a favor de los grupos capitalistas de la región.

Los cambios en la estructura de los modos de producción y la nueva relación que


gradualmente se establece entre estos, a su vez genera cambios rápidos en las prácticas
sociales. Estos cambios son necesarios para generar formas coherentes de organización que
permitan sortear de la mejor manera la nueva relación que se establece.

Cuando dichos cambios se dan en un contexto en que los elementos culturales e


ideológicos del grupo subordinado están en juego, como es el caso de los tzotziles de Las
Limas, a pesar de que las prácticas productivas sufren transformaciones rápidas, las que se
dan fuera del ámbito de la producción, aunque también suceden de forma más o menos
acelerada, tienen un ritmo más lento.

Sin embargo, a pesar de que unas y otras prácticas sufran cambios rápidos, la
resignificación de la visión del mundo no sucede necesariamente en forma paralela. El
reajuste de lo ideológico es un proceso lento. Para la incorporación o rechazo de los nuevos
elementos se usarán diversos mecanismos, entre los que destacará preferentemente el de

190
191

prueba-error. A través de estos se irá reconformando lo ideológico; y a su vez, las


características básicas que tendrá la práctica social.

En el proceso de resignificación de la visión del mundo, se van incorporando o


rechazando viejos y nuevos elementos, algunos de los cuales en ocasiones se resimbolizan
a través de la asimilación sincrética, perdiendo de esta manera sus características
inherentes. Otros son adoptados tal cual o rechazados en su totalidad. Pero también se dan
prácticas que permiten el uso, según convenga, de los elementos que tradicionalmente han
estado presentes en el grupo o los que ofrece la sociedad dominante a través de sus
diferentes aparatos e instituciones.

Un ejemplo concreto de cambios bruscos lo constituye la experiencia vivida en la


comunidad de "Las Limas", que se desenvuelve dentro del contexto de la producción
agropecuaria capitalista (café y ganadería). Los habitantes de este ejido tienen el
antecedente de que después de haber trabajado bajo un régimen semiservil en el que
vendían su fuerza de trabajo, pasan, a través de un proceso de lucha organizada por la
tierra, a vivir como ejidatarios, es decir, a ser propietarios de la tierra y de la producción.
Estos cambios en relación con la propiedad de la tierra, los medios y la producción,
conllevó la transformación acelerada de las formas de organización para el trabajo, de la
organización de la sociedad y la práctica social.

Cabe resaltar que el proceso particular de cambio social de esta comunidad se vio
matizado en forma importante con la participación de agentes ideológicos externos a la
comunidad, principalmente de orden religioso y político.

El objeto de estudio "consumo de prácticas médicas", es decir el tipo de prácticas


médicas que utiliza la comunidad para curar sus enfermedades, permite, entre otras cosas,
observar que al ser proscrita la concepción mágico-religiosa que sobre salud enfermedad se
tenía en Las Limas, repercute notoriamente en las estrategias a que inicialmente recurrió la
comunidad para resolver su problemática de salud. En este sentido, las familias se
refugiaron, desde finales de la década de los sesenta hasta principios de los ochenta,
predominantemente en los conocimientos de herbolaria medicinal que se tenía en el seno
familiar y en la farmacia, para curar sus enfermedades. Además la proscripción de la
medicina indígena tradicional dejó como saldo, al decir de la comunidad, un incremento de
las enfermedades y del número de muertos.

El abordaje de la reproducción social de la comunidad a través de la categoría


“consumo de prácticas médicas”, también nos permitió ver que ante el proceso de
resignificación de lo religioso y de la visión del mundo, la práctica médica indígena
tradicional se ve relegada pero no desaparece, prevaleciendo, por un lado, los elementos
correspondientes a la herbolaria medicinal y, por otro, la posibilidad de recurrir al médico
indígena tradicional fuera de la comunidad.

También podemos notar que a través del proceso particular de penetración ideológica e
imposición de la práctica médica hegemónica, los diferentes agentes que realizaron
acciones de salud, especialmente la Iglesia Católica, cuentan dentro de sus estrategias con
acciones encaminadas a reforzar el desplazamiento de las práctica médica tradicional.

191
192

En relación con el consumo de prácticas médicas consideramos, como establecimos al


inicio del trabajo, que aun y cuando se da en el ámbito del consumo reproductivo, es un
elemento clave para la producción, restablecimiento y rehabilitación de la fuerza de trabajo.
Que como todos los momentos que conforman la reproducción social, éste está
determinado por las formas que adopta el consumo productivo del sujeto. Así tenemos que,
en cuanto a servicios para la atención de los problemas de salud en la etapa de la finca,
prácticamente la única alternativa a consumir era el médico indígena tradicional; mientras
que en la ejidal se cuenta con cuatro: médico tradicional, herbolaria, farmacia y medicina
alopática (sea con médico particular o algún servicio Estatal).

Entre las causas más importantes del desplazamiento de la medicina indígena


tradicional a un plano secundario, están, en primer lugar, las relacionadas con los cambios
que se dan en las relaciones de producción. En segundo lugar, pero no menos importantes
porque coadyuvaron a que este cambio se diera en forma acelerada están, por un lado, la
necesidad del grupo de romper las relaciones sociales que se daban con algunos médicos
indígenas tradicionales y el resto de la comunidad indígena, en donde los primeros estaban
en posición de ejercer cierto control social. Ciertamente este control era distinto del
ejercido por el finquero y sus capataces, ya que estaba fundado en el terror que inspira la
brujería y en el poder que sobre la vida y la muerte se atribuye a los curanderos, a través de
la relación que pueden establecer con los dioses de la tierra e inframundo. Por otro lado
tendríamos, el impacto de las acciones realizadas por la Iglesia Católica, que resaltan por
haber incidido de manera importante en lo ideológico y en la transformación de la visión
del mundo.

Entre los aspectos que influyeron determinantemente en la crisis que se suscitó en el


sistema de valores y en la visión del mundo de este grupo Tzotzil, destaca lo relativo al
replanteamiento que hace la Iglesia Católica en relación con el concepto de la unicidad de
Dios, en contraposición con el "politeísmo" que ha caracterizado la práctica religiosa
católica. Otro elemento central de la estrategia de esta institución, fue la realización de
acciones planeadas sistemáticamente para descalificar, satanizar y sancionar el consumo de
las prácticas médicas tradicionales.

Por otro lado tenemos, que dado que las prácticas de brujería son realizadas
fundamentalmente por lo médicos indígenas tradicionales y por ser este un factor de
desestabilización, divisionismo y violencia al interior de los grupos indígenas; ante la
necesidad que tenía el grupo de mantener la cohesión organizativa durante las
movilizaciones, la práctica de los médicos tradicionales fue prohibida, con objeto de
imponer ciertas condiciones de estabilidad dentro del contexto del proceso de lucha por la
tierra.

El impacto que tuvo la estrategia de la Iglesia Católica se puede notar en el hecho de


que a pesar de que ésta recientemente hizo un replanteamiento en relación con el respeto
que merece la práctica médica indígena tradicional, la comunidad persiste en su decisión de
dejar de lado los elementos ceremoniales de la medicina tradicional y lo correspondiente a
la visión del mundo, apuntando tan sólo hacia la recuperación sistematizada de la
herbolaria medicinal. Para lograr esto, la comunidad se incorpora a la Organización de
Médicos Indígenas de Chiapas OMIECH, con objeto de obtener asesoría permanente,

192
193

implementar un jardín de plantas medicinales y establecer una farmacia herbolaria. Sin


embargo, a cinco años de haber realizado el estudio, nos enteramos que nuevamente se
permite la práctica a los médicos indígenas tradicionales en la comunidad.

El hecho de que se haya dado un cambio sustancial en varias de las prácticas sociales,
como mecanismo para enfrentar la coyuntura sociopolítica y adaptarse a la nueva situación
económica, no necesariamente se tradujo en un cambio inmediato en la totalidad de las
prácticas y de la visión del mundo. Más bien, se suscitó un proceso lento de
reestructuración, que, entre otras, se refleja en las tendencias del consumo de prácticas
médicas, donde es posible ver la coexistencia, más no sincretismo, de la medicina indígena
tradicional con el modelo médico hegemónico.

Es necesario hacer notar que la tendencia hacia el predominio en el consumo de las


alternativas alopáticas, sobre todo entre los alfabetizados y concomitantemente entre las
familias jóvenes, es coherente con las características que va adquiriendo la producción
campesina para este caso concreto. Es decir, entre mayor incorporación de elementos de la
sociedad global mayor la tendencia al consumo de prácticas médicas alopáticas. Sin
embargo no podemos dejar de lado el deterioro acelerado de la calidad de los servicios
estatales de salud que se refleja, entre otras cosas, en el bajo índice de "éxitos" obtenidos a
partir de su consumo. El grupo se percata de este hecho y en ese momento emprende
acciones como la de intentar rescatar en forma sistematizada el único elemento que
consideran positivo de su tradición médica, la sistematización y reaprendizaje de su
medicina herbolaria tradicional. Sin embargo hay que admitir que en caso extremo, cuando
a través de las otras alternativas no han resuelto sus problemas de salud, acuden al médico
indígena tradicional y más tarde permiten nuevamente la práctica tradicional dentro del
seno comunal.

El consumo de una u otra práctica médica responde a un uso utilitario de lo que la


distribución ofrece y los códigos sociales del grupo permiten. La selección del servicio
curativo no rebasa el ámbito del sentido común, la efectividad que pueda tener una u otra
medicina para resolver la enfermedad y mantener la salud.

En relación con el bajo índice de "éxitos" atribuido al modelo médico hegemónico, se


puede decir que esto se debe a una baja calidad de la atención, resultado del progresivo
recorte de recursos a las instituciones de salud del estado, debido, por una parte, a la crisis
económica y, por otra, a la aplicación de las políticas de salud propias del Neoliberalismo
económico.

Para finalizar, quiero destacar que han pasado más de cinco años desde que se hizo la
última recolección de datos, afortunadamente durante este tiempo se ha tenido la
posibilidad de seguir en contacto con la comunidad, lo que ha permitido observar el
proceso de recomposición comunitaria en torno a las prácticas médicas y su consumo.

De los aspectos más relevantes a denotar, está el que la comunidad sigue participando
como socia activa en la Organización de Médicos Indígenas del Estado de Chiapas
(OMIECH), asistiendo puntualmente a todas las reuniones, asambleas y cursos. Además ha
enlazado a ocho de las colonias de la región con esta. Así mismo, a través del esfuerzo de la

193
194

comunidad se ha generado un proyecto regional de tradicionalización de las prácticas


médicas.

Por otro lado se puede destacar el hecho de que después de estar proscrita en la
comunidad la práctica de los médicos tradicionales, e incluso de negarle en su momento la
posibilidad de resurgir, cuando la Iglesia Católica reconsideró el asunto, actualmente se
permite la práctica de una ‘ilol y dos hueseros que ya habían dejado de curar. Estas
personas además de contar con el apoyo total de la comunidad, han encabezado la
representación de la misma ante OMIECH, en las últimas reuniones que se han efectuado.

Las fluctuaciones que se han suscitado en el consumo de prácticas médicas de Las


Limas, aunado a la actual política sanitaria del Estado mexicano, respecto a fortalecer e
impulsar las prácticas médicas tradicionales, nos inclinan a pensar que dentro de algunos
años podremos encontrar más médicos indígenas tradicionales.

mayo de 1995.

194
195

CUADROS
________________________________________________________________________
CUADRO 2.2.
INTENTOS EN EL CONSUMO DE PRACTICAS MEDICAS PARA RESOLVER
UNA MISMA ENFERMEDAD
"LAS LIMAS", SIMOJOVEL, CHIAPAS.
1988
________________________________________________________________________
INTENTOS No. DE GRUPOS FAMILIARES %
PRIMERO 68 100
SEGUNDO 63 92.6
TERCERO 31 45.6
________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
CUADRO 2.3.
CONSUMO DE PRACTICAS MEDICAS, DE ACUERDO AL PRIMERO
SEGUNDO Y TERCER INTENTOS.
"LAS LIMAS", SIMOJOVEL, CHIAPAS. 1988
________________________________________________________________________
INTENTO FARMACIA PLANTAS MEDICO MEDICO/ TOTAL
MED. TRAD. CLINICA
________________________________________________________________________
frec % frec % frec % frec % frec %
1 36 53 30 44 2 3 0 0 68 100
2 22 35 20 32 4 6 17 27 63 100
3 1 3 0 0 2 6 9 29 31 100
________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
CUADRO 2.4.
CONSUMO DE PRACTICAS MEDICAS DE ACUERDO AL PRIMERO
INTENTO, "LAS LIMAS", SIMOJOVEL, CHIAPAS. 1988
________________________________________________________________________
FARMACIA % PLANTAS % MEDICO % MEDICO % TOTAL %
MED. TRAD. CLINICA
________________________________________________________________________
36 52.9 30 44.1 2 2.9 0 0 68 100
________________________________________________________________________

195
196

________________________________________________________________________
CUADRO 2.5.
CONSUMO DE PRACTICAS MEDICAS POR GRUPO DE EDAD
SEGUN PRIMER INTENTO, EN "LAS LIMAS", SIMOJOVEL DE ALLENDE, CHIS.
1988.
________________________________________________________________________
G. EDAD FARMA % PLANTAS % MEDICO % MEDICO % TOTAL %
CIA MED. T.. ALOPATA
16 A 25 15 65.2 10 38.5 1 3.8 0 - 26 100
26 A 35 7 36.8 11 57.9 1 5.3 0 - 19 100
36 Y MAS 12 52.2 11 47.8 0 - 0 - 23 100
________________________________________________________________________
TOTAL 34 52.9 32 47.1 2 2.8 0 - 68 100
________________________________________________________________________
________________________________________________________________________C
UADRO 2.6.
LENGUAS HABLADAS POR GRUPO DE EDAD "LAS LIMAS", SIMOJOVEL,
CHIAPAS. 1988.
________________________________________________________________________
G. EDAD MONOLINGÜE % BILINGÜE % TOTAL %
16 A 25 19 73.1 7 26.9 26 100
26 A 35 12 63.2 7 36.8 19 100
36 Y MAS 19 82.6 4 17.4 23 100
TOTAL 50 73.5 18 26.5 68 100
________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
CUADRO 2.7.
CONSUMO DE PRACTICAS MEDICAS POR LENGUAS HABLADAS PRIMER
INTENTO "LAS LIMAS", SIMOJOVEL, CHIAPAS. 1988
________________________________________________________________________
FARMACIA % HIERBAS % 'ILOL % MEDICO % TOTAL %
________________________________________________________________________
MONOLINGÜE 26 51 24 47 1 2 0 0 51 100
BILINGÜE 8 47 8 47 1 6 0 0 17 100
TOTAL 34 50 32 47 2 3 0 0 68 100
________________________________________________________________________

196
197

________________________________________________________________________
CUADRO 2.8.
ALFABETISMO POR GRUPO DE EDAD; "LAS LIMAS", SIMOJOVEL, CHIAPAS
1988.
________________________________________________________________________
G. EDAD ALFAB % ANALF % TOTAL %
16 A 25 15 57.7 11 42.3 26 100
26 A 35 3 15.8 16 84.2 19 100
36 Y MAS 6 26.1 17 73.9 23 100

TOTAL 24 35.3 44 64.7 68 100


________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
CUADRO 2.9.
CONSUMO DE PRACTICAS MEDICAS POR GRUPOS DE EDAD PRIMER INTENTO
SEGUN MEDICINA ALOPATICA-RECURSOS PROPIOS EN "LAS LIMAS",
SIMOJOVEL DE ALLENDE, CHIS. 1988.
________________________________________________________________________
G. EDAD ALOP % TRAD % TOTAL %
16 A 25 15 57.7 11 42.3 26 100
26 A 35 7 36.8 12 63.2 19 100
36 Y MAS 12 52.2 11 47.8 23 100

TOTAL 34 50 34 50 68 100
________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
CUADRO 2.10.
ALFABETISMO SEGUN PRIMER INTENTO; "LAS LIMAS", SIMOJOVEL, CHIAPAS.
1988
________________________________________________________________________
ALFABETISMO FARMA % PLANTAS % MEDICO % MEDICO % TOTAL %
CIA MED. TRAD. CLINICA
________________________________________________________________________
ANALFABETOS 18 41 24 55 2 5 0 0 44 100
ALFABETIZADOS 16 67 8 33 0 0 0 0 24 100
TOTAL 34 50 32 47 2 3 0 0 68 100
________________________________________________________________________

197
198

________________________________________________________________________
CUADRO 2.11.

CONSUMO DE PRACTICAS MEDICAS EN "LAS LIMAS", SIMOJOVEL, CHIAPAS.


SEGUNDO INTENTO. 1988.
________________________________________________________________________
FARMACIA PLANTAS MED. MEDICO MEDICO TOTAL
TRAD. ALOPATA
FREC. % FREC % FREC % FREC % FREC %
________________________________________________________________________
22 34.9 20 31.7 6.3 17 27 63 100
________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
CUADRO 2.12.
CONSUMO DE PRACTICAS MEDICAS POR GRUPOS DE EDAD SEGUN SEGUNDO
INTENTO, EN "LAS LIMAS", SIMOJOVEL DE ALLENDE, CHIS. 1988.
________________________________________________________________________
G. EDAD FARMA % PLANTAS % MDICO % MEDICO % TOTAL %
CIA MED. TRAD. ALOPATA
16 A 25 6 25 8 33.3 1 4.2 11 37.5 24 100
26 A 35 9 50 4 22.2 3 16.7 2 11.1 18 100
36 Y MAS 9 42.9 6 28.6 1 4.8 5 23.8 21 100
________________________________________________________________________
TOTAL 24 38.1 18 28.6 5 7.9 16 25.4 63 100
________________________________________________________________________
Fuente: encuesta.
________________________________________________________________________
CUADRO 2.13.
CONSUMO DE PRACTICAS MEDICAS POR LENGUAS HABLADAS SEGUNDO
INTENTO "LAS LIMAS", SIMOJOVEL DE ALLENDE, CHIS. 1988.
________________________________________________________________________
FARMACIA % HIERBAS % 'ILOL % MEDICO % TOTAL %
MONOLINGÜE 1 40 14 29 3 6 12 25 48 100
BILINGÜE 6 40 4 27 2 13 3 20 15 100
TOTAL 25 40 18 29 5 8 15 24 63 100
________________________________________________________________________
Fuente: encuesta.

198
199

________________________________________________________________________
CUADRO 2.14.
CONSUMO DE PRACTICAS MEDICAS POR ALFABETISMO SEGUNDO INTENTO
"LAS LIMAS", SIMOJOVEL, CHIAPAS. 1988.
________________________________________________________________________
ESCOLA FARMA % PLANTAS % MEDICO % MEDICO % TOTAL %
RIDAD CIA MED. TRAD. CLINICA
________________________________________________________________________
ANALFABETOS 19 46 12 29 2 5 8 20 41 100
ALFABETIZADOS 5 23 7 33 2 9 8 36 22 100
TOTAL 24 38 19 30 4 6 16 25 63 100
________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
CUADRO 2.15.
CONSUMO DE PRACTICAS MEDICAS POR GRUPOS DE EDAD EN EL
SEGUNDO INTENTO SEGUN MEDICINA ALOPATICA-RECURSOS PROPIOS. EN
"LAS LIMAS", SIMOJOVEL DE ALLENDE, CHIS. 1988.
________________________________________________________________________
G. EDAD ALOPÁTICA % TRADICIONAL % TOTAL %
16 A 25 15 62.5 9 37.5 24 100
26 A 35 11 61.1 7 38.9 18 100
36 Y MAS 14 66.7 7 33.3 21 100
TOTAL 40 63.5 23 36.5 63 100
________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
CUADRO 2.16.
CONSUMO DE PRACTICAS MEDICAS SEGUN TERCER INTENTO, EN "LAS
LIMAS", SIMOJOVEL DE ALLENDE, CHIS. 1988.
________________________________________________________________________
farmacia % Plantas % 'Ilol % Medico Clínica % Total %

1 3.2 0 0 21 67.7 9 29.1 31 100


________________________________________________________________________
Fuente: encuesta.

199
200

________________________________________________________________________
CUADRO 2.17.
CONSUMO DE PRACTICAS MEDICAS POR GRUPOS DE EDAD
SEGUN TERCER INTENTO, EN "LAS LIMAS", SIMOJOVEL DE ALLENDE, CHIS.
1988.
________________________________________________________________________
G. EDAD Farmacia % Plantas % 'Ilol % Medico % TOTAL %
16 A 25 1 7.7 0 0 7 53.8 5 38.5 13 100
26 A 35 0 0 0 0 7 77.8 2 22.2 9 100
36 Y MAS 0 0 7 77.8 2 22.2 0 0 9 100
TOTAL 1 3 0 0 21 67.7 9 29 31 100
________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
CUADRO 2.18.
CONSUMO DE PRACTICAS MEDICAS POR LENGUAS HABLADAS TERCER
INTENTO EN "LAS LIMAS", SIMOJOVEL DE ALLENDE, CHIS. 1988.
________________________________________________________________________
FARMACIA % HIERBAS % 'ILOL % MEDICO %
TOTAL %
MONOLINGÜE 1 4 0 0 15 63 8 33 24 100
BILINGÜE 0 0 0 0 6 86 1 14 7 100
TOTAL 1 3 0 0 21 68 9 29 31 100
________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
CUADRO 2.19.
CONSUMO DE PRACTICAS MEDICAS POR ALFABETISMO TERCER INTENTO
"LAS LIMAS", SIMOJOVEL, CHIAPAS.
1988.
________________________________________________________________________
ESCOLARIDAD FARMA % PLANTAS % MEDICO % MEDICO %
TOTAL %
CIA MED. TRAD. CLINICA
ANALFABETAS 1 5 0 0 15 75 4 20 20 100
ALFABETIZADOS 0 0 0 0 6 55 5 45 11 100
TOTAL 1 3 0 0 21 68 9 29 31 100
________________________________________________________________________

200
201

________________________________________________________________________
CUADRO 2.20.
CONSUMO DE PRACTICAS MEDICAS POR GRUPOS DE EDAD POR MEDICINA
ALOPATICA-RECURSOS PROPIOS. SEGUN TERCER INTENTO EN "LAS LIMAS",
SIMOJOVEL DE ALLENDE, CHIS. 1988.
________________________________________________________________________
G. EDAD ALOPATICOS % TRADICIONALES % TOTAL %
16 A 25 6 46.2 7 53.8 13 100
26 A 35 2 22.2 7 77.8 9 100
36 Y MAS 2 22.2 7 77.8 9 100
________________________________________________________________________
TOTAL 10 32.3 21 67.7 31 100
________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
CUADRO 2.21.
ÉXITOS POR OPCIÓN PRIMER INTENTO "LAS LIMAS", SIMOJOVEL, CHIAPAS
1988
________________________________________________________________________
OPCIÓN CONSUMO % ÉXITOS %
FARMACIA 34 100 3 8.8
PLANTAS 32 100 1 3.1
M. TRAD. 2 100 1 50
M. ALOPATA 0 - 0 -
TOTAL 68 100 5 7.4
________________________________________________________________________
________________________________________________________________________
CUADRO 2.22.
ÉXITOS POR OPCIÓN SEGUNDO INTENTO "LAS LIMAS", SIMOJOVEL, CHIAPAS
1988.
________________________________________________________________________
OPCIÓN CONSUMO % ÉXITOS %
________________________________________________________________________

FARMACIA 24 100 13 54.2


PLANTAS 18 100 7 38.9
M. TRAD. 6 100 3 50
M. ALOPATA 16 100 8 50
TOTAL 63 100 31 49.2
________________________________________________________________________

201
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