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Shakespeare en España

María Nieves Martínez de Olcoz


bajo la dir. de Guillermo Heras y Carla Matteini. © Bielva
Un tal Macbeth, dramaturgia del grupo Tábano,

Un panorama general de las vicisitudes de las obras


del Bardo en España durante —posiblemente— los 400 años
de historia de la empresa lingüística, literaria y escénica
en torno a Shakespeare.

Q uizá el primer paso para que Shakespea-


re hablara español lo dio el propio autor,
como sugirió Astrana Marín, si fuera cierto que
niano el valor poético añadido (Cervantes no
disfrutó de tal gloria teatral en el Siglo de Oro)
frente al que competirá la difícil distribución
estuvo en Valladolid en 1605, formando parte de de la obra de Shakespeare en la península. Dos
la embajada inglesa que pretendía olvidar la Ar- dramaturgos darán voz por primera vez en el
mada Invencible. Si de aquella visita el Quijote Siglo de las Luces a Hamlet en español: Ramón
viajó antes de su edición inglesa (1612) a Gran de la Cruz (1772) traducirá la versión francesa de
Bretaña y Shakespeare recreó el loco amor de Ducis; Moratín (1727), desde la lengua original,
Cardenio en una obra perdida, nos ha queda- hará una versión en prosa, introduciendo ade-
do la pieza de José Carlos Somoza Miguel Will más en los escenarios españoles la escuela de
(1999), dirigida por Denis Rafter en el Festival de interpretación reflexiva shakespeariana gracias
Almagro, y la inspiración similar de la película al actor inglés Kemble. Iniciará una larga historia
de Inés París (2007). Para Juliá Martínez (1918), su editorial por su interés en conseguir la calidad
primer bibliógrafo español, la influencia directa vocal del actor shakespeariano, en la defensa
de Shakespeare en la literatura hispana fue es- de un estilismo eufónico para la representación,
casa por la carencia de traducciones comprensi- culminado en las traducciones del Instituto
vas con su ideal estético, siendo Cervantes quien Shakespeare, dirigido por Manuel Ángel Coneje-
realiza la unión del espíritu nacional y literario ro en el último tercio del siglo xx. La historia de
de Shakespeare. Pero es lo lopesco y caldero- las traducciones de Shakespeare es la de un es-

28 julio-septiembre 2016
D O S S I E R
SHAKESPEARE EN
I B E ROA M É R I C A

fuerzo numantino de isosilabismos y métrica nónico. En la poesía de Bécquer y otros mode- en el teatro bajo la arena, provoca la irónica
compleja por lograr la fidelidad al verso blan- los castellanos del cambio de siglo, se alude destrucción de todo lo exterior. Las versiones
co, pues el endecasílabo del iambic pentame- también a Hamlet, a Romeo y Julieta. Desde escénicas magistrales de Lluís Pasqual (1986)
ter produce unas 15 o 16 sílabas al verterse al el escepticismo nietzschiano, la conciencia de y Alex Rigola (La Abadía, 2015) integraron esta
español. Jaime Clark (1870-1876) lo consiguió representarse que enciende Shakespeare en resonancia shakespeariana de las heridas
brillantemente en 10 piezas y Macpherson la dimensión metafísica de Hamlet y Próspero del lenguaje teatral, en distintas opciones
(1873) logrará dramas ajustados a un lirismo llega a Unamuno en El sentimiento trágico de iconográficas del palimpsesto surrealista. En
sin aptitud escénica (Ruppert y Ujaravi, 1920). la vida y Sombras de sueño (González, 1998). el caso de Rigola, su rodaje shakespeariano
El objetivo de Menéndez Pelayo (1881) y Desnudo asceta escenográfico, Azorín visuali- había incluido a Titus Andronicus (2000) en
Márquez (1883-1884), pasando por Martínez za la metateatralidad del carácter shakespea- clave de tragicomedia guiñolesca sobre las
Lafuente (1915, con prólogo de Victor Hugo), riano. Con el Montenegro (así llamado en sus ironías de la acción irreflexiva y la sustitución
llegará a la primera obra completa en prosa de Comedias bárbaras por Ernesto Caballero en simbólica teatral para gestionar los límites de
Astrana Marín (1929). Es esta edición (más los la escenificación del 2014) de Valle Inclán, Lear la violencia en la representación; refiguraba
sonetos, avanzados meritoriamente por las y Macbeth componen una figura única del fa- a su vez el tablado escenográfico de ajedrez
traducciones catalanas) el Shakespeare que tum, mitocrítica sensorial y visual de la trage- del discurso político y estético con que Fabià
leerán Lorca y Cernuda, sensibles a la expre- dia en el patrón de Shakespeare. Pero será Fe- Puigserver (1979) hizo debutar a Shakespea-
sión del amor oscuro (también José Hierro), derico García Lorca quien ofrece en El público, re en el Lliure barcelonés. Madariaga, Álvaro
mientras Pepín Bello y Dalí firman un Hamlet la tensión dramática y el fatalismo de un nue- Cunqueiro, Buero Vallejo, Eugenio Trías, Fer-
impenetrable. Jacinto Benavente, traductor de vo lenguaje escénico, cuerpo del dolor que es nando Savater, Gil de Biedma, Terenci Moix
King Lear y Twelfth Night (Cuento de Amor), ve Julieta y cuerpo trágico sin representación de y Javier Marías de la poesía a la novela y el
reflejado el influjo de su modelo en La histo- la poética hamletiana, agonizando en la pas- teatro, son parte de la nómina de autores es-
ria de Otelo y El susto de la condesa. Otelo, toral transexual del Sueño. De Shakespeare pañoles atentos al universo shakespeariano,
parodiado moro de Venecia, ha sido la obra a Lorca, la poesía de las imágenes tenaces donde los caracteres se revelan en las fisuras
más representada del gusto trágico decimo- del lenguaje, que preguntan por la identidad de lenguaje.

Sueño de una noche de verano, de Shakespeare, puesta en escena de Helena Pimenta con Ur Teatro. © Ur Teatro

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El verso libre ha sido el procedimiento de las grandes tra- de Julieta al príncipe de Dinamarca, en vertiente homosexual),
ducciones desde finales del siglo xx del profesor Conejero, Val- boxeando la duda hamletiana con la furia de un atleta senti-
verde, Pujante, García Calvo, Oliva, Vicente Molina Foix, Pérez mental.
Gallego y Luis Alberto de Cuenca, entre tantos méritos. Todos El proyecto del Teatro de la Abadía de José Luis Gómez, si-
ellos sensibles al diseño sonoro del verso espectacular, ca- guiendo con la aportación de los directores europeos a la re-
balgando en un subtexto de intenciones que se excitan en su novación escénica española, ofrecerá al director alemán Heyme
función poética y la retórica repetitiva de interpretación acto- su elenco para una versión de El mercader (2001), que confronta
ral. Las direcciones escénicas han supuesto para la presencia la xenofobia en un escenario agresivo con citas de matadero
shakespeariana en el teatro español lo que las traducciones a oxidado y decadente sensualidad. Destacaba la actuación dis-
su posibilidad de ser habla escénica con la poética y cualidad tanciada donde el actor exhibía la verdad quebrada, inclemen-
versal de su versión original. De los más de 700 estrenos regis- te, de los gestos sociales. El mismo director completaría el ciclo
trados por el Centro de Documentación Teatral desde el final con un Lear de partituras rítmicas y disciplina física muy dis-
de la Guerra Civil hasta el presente, los directores de escena tinto al íntegro, legitimista, imitando el proscenio inglés, que
marcan ejes de referencia en la adaptación de Shakespeare y Narros estrenaría 20 años antes en Sevilla (1982). Gerardo Vera
la consecución de lenguajes artísticos que lo representen. Des- (1996) y Eduardo Vasco (2012) celebraron también en la Abadía
de la posguerra española, la tarea de Calvo Sotelo a José Luis Noche de reyes, transfigurada por Vasco en candilejas de music
Alonso y Adolfo Marsillach fue al tiempo la exploración del es- hall.
pacio escénico entre la fidelidad al modelo historiográfico de Entre las comedias, Helena Pimenta (que había montado el
su representación y los deseos de innovación plástica de las Sueño y Trabajos de amor perdidos con Ur Teatro) dirigió en
vanguardias europeas que quedaron larvados en el imaginario catalán una adolescente Comedia de los errores (2000) de dis-
español. Compitió además a estos directores la formación de positivos emergentes y anacrónico vestuario. Emilio Hernández
actores para una escena moderna. El dulce ángel, agarrado a entró a una versión flamenca de Romeo y Julieta con el Centro
la expresión original, interpretado por María Jesús Valdés para Andaluz de Teatro, fiesta y duelo, canto y danza de apropiación
dar vida a la inquietante Lady Macbeth crecería hasta el 2015 ibérica, frente a la minimalista, de pura fabulación actoral, en el
en la encarnación infernal de Carmen Machi con la dirección de universalismo de Meridional (2001).
Andrés Lima, artífice bajo los techos del María Guerrero de una Sanchis Sinisterra prepara su homenaje en la efeméride del
propuesta que expurgaba la degeneración en el poder, en for- 2016 a la maestría shakespeariana, y queda un repertorio am-
ma de paroxista esperpento y documento del Partido Popular plio, todavía por darse en artes vivas, al público español.
gobernante en el país. Lima continuaba propuestas como la re-
creación policiaca del Macbeth del grupo Tábano con dirección Bibliografía seleccionada
de Guillermo Heras y Carla Matteini en 1980. Había empezado
su abordaje a Shakespeare con un Falstaff (2011), festejo del Conejero, M. A. (ed.), En torno a Shakespeare II, Fundación
don de la ebriedad encarnado por Pedro Casablanc, afinando Shakespeare, Valencia, 1982.
las Campanadas a medianoche de Orson Welles, donde el mis- González Fernández de Sevilla, José Manuel (ed.), Shakespeare
mo conjunto de actores doblaba los personajes de corte y ta- en España. Crítica, traducciones y representaciones, Univer-
berna igualando antihéroes polimorfos, disfrazados obscena y sidad de Alicante / Libros Pórtico, Alicante y Zaragoza, 1993.
gozosamente ante nuestros ojos. González, J. M., Shakespeare y la Generación del 98, Biblioteca
En la transición española (1975-1990), se trabajó una nueva Nueva, Madrid, 1998.
interpretación y actuación moral del texto. Miguel Narros, José Gregor, Keith, Shakespeare in the Spanish Theatre: 1772 to the
Carlos Plaza, Lluís Pasqual, Nuria Espert, José Luis Gómez segui- Present, Continuum, Londres y Nueva York, 2010.
rán esas líneas imaginarias, consecuentes con la brecha abier- Juliá Martínez, Eduardo, Shakespeare en España. Traducciones,
ta por las progresivas apropiaciones e intervenciones vigiladas imitaciones e influencias de las obras de Shakespeare en la
desde la escena franquista. El Julio César de Lluís Pasqual (1987) literatura española, Revista de Archivos, Bibliotecas y Mu-
sirve de ejemplo, con un elenco de banqueros remedados por seos, Madrid, 1920.
West Side Story en una escena en tránsito al posfranquismo y Pujante, Ángel Luis y Laura Campillo (eds.), Shakespeare en Es-
su necesidad de una dramaturgia implícita a las disonancias paña. Textos, 1764-1916, Universidad de Granada / Universi-
sociales que siguen hablando del Estado inacabado. Cuando dad de Murcia, Granada y Murcia, 2007.
José Carlos Plaza es nombrado director del Centro Dramático Ruppert y Ujaravi, Ricardo, Shakespeare en España: traduccio-
Nacional y pone en escena Hamlet (1989) en versión de Molina nes, imitaciones e influencia de las obras de Shakespeare
Foix, la pieza lleva 30 años dormida en los escenarios españo- en la literatura española, Revista de Archivos, Bibliotecas y
les. Más éxito de público tuvo El mercader (repuesta en 1993), Museos, Madrid, 1920.
dirigida por Narros para el Teatro Español, donde el público
descubría la historia de la corrupción vigente entre la rectitud
y el exceso. Hamlet ha cambiado su presencia en las Naves del María Nieves Martínez de Olcoz es profesora, investigadora y di-
Teatro Español (2009) con la dirección de Tomaz Pandur y la rectora escénica. Doctora por la Universidad de Yale, imparte clases
interpretación de Blanca Portillo (que no era la Nuria Espert, de creatividad dramática en la Universidad Complutense de Madrid.

30 julio-septiembre 2016

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