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ABSTRACT
The present study aims to explain different aspects of the conception and global vision of Dionysus
and wine in the opuscule On Isis and Osiris written by Plutarch. We commence with the origins of
Dionysus and viticulture in classical times of Greece and Rome, considering that mythology around
Dionysus do not experience connotation changes between these historical periods. Thus, the inter-
pretation of Dionysus and wine and its importance in society will be analysed through the sympo-
sium and its moral relevance in the miasma to the first Christians, who will take the Greco-Roman
tradition to develop the Christian morality, which demonizes paganism. The part that interests us
most about On Isis and Osiris is the explanation given of Dionysus, who is identified with Osiris
and Hathor, from which receives the attribute of madness, related to inebriation. With these two
identifications the mythological tradition of Dionysus is built, and its origins are found in the Egyp-
tian culture. Finally, we will see the most relevant aspect of the Dionysian manifestations: wine and
banquet, where the author promoted moderation in the consumption of wine and its positive effects
as a relaxing and pleasant nourishment.
KEYWORDS
Wine, Dionysus, Plutarch, Isis, Osiris
1. INTRODUCCIÓN
Si la viticultura nació en el Medio Oriente, y, desde allí, se difundió hasta
Occidente gracias a los comerciantes de vinos fenicios y griegos, fueron los ro-
manos quienes le dieron un sentido social, cultural y religioso en todos los terri-
torios de su Imperio. El culto al dios Dioniso o Liber Pater estuvo muy extendido
y quedaría patente en la cultura antigua y en las representaciones cristianas de la
Edad Media. El presente estudio pretende explicar aspectos de la concepción y
visión global de Dioniso y del vino en el tratado Sobre Isis y Osiris de Plutarco,
partiendo de los orígenes de Dioniso y de la viticultura en época clásica griega y
en Roma, habida cuenta de que, en la mitología en torno a Dioniso no se perciben
cambios de connotación entre dichos períodos históricos.
Así, se analizará, en primer lugar, la interpretación de Dioniso y el vino y su
importancia en la sociedad, a través del simposio y su relevancia moral en la
míasma hasta los primeros cristianos, quienes tomarán la tradición grecorromana
para desarrollar la moral cristiana que demoniza el paganismo, para intentar evi-
denciar cómo se aplican dichas interpretaciones clásicas de Dioniso en Sobre Isis
y Osiris de Plutarco.
J. A. Clúa Serena (ed.), Mythologica Plutarchea. Estudios sobre los mitos en Plutarco, Madrid, Ediciones
Clásicas, 2020.
216 MARÍA LÓPEZ CARRERA
El origen del cultivo de la vid y de la elaboración del vino se sitúa en las tierras
comprendidas entre el Cáucaso y la India. Los primeros indicios se encuentran en
los alrededores de Ararat y en Godin Tepe, donde se encuentra la bodega más
antigua descubierta hasta la fecha (3500/ 3100 a.C.) En la tradición griega y ro-
mana la introducción de la viticultura vino de Dioniso, -con un gran parecido al
Osiris de Plutarco que desarrollamos en esta comunicación-que habría traído el
cultivo de la India.
En Egipto, las primeras menciones escritas de la viña se sitúan circa el 3000
a.C., aunque también vemos esta continuidad en los restos de ánforas vinarias, en
las abundantes pinturas encontradas en las tumbas de los faraones – en algunas
de las cuales se describe tanto el cultivo de la vid como el proceso de elaboración
del vino. Su consumo en Egipto debió empezar siendo un privilegio para la alta
sociedad, pero con el paso del tiempo se popularizó hasta convertirse en elemento
básico de la dieta. Su comercialización debió empezar sobre los años 2900/ 2700
a.C., tal y como muestran las pepitas de uva encontradas en Palestina, o las ánfo-
ras, vasos y alguna prensa encontradas en las islas del mar Egeo -sobre todo en
Creta- datadas del 2200/ 2000 a.C. Las primeras evidencias de su comercio a gran
escala por vía marítima son unas ánforas en un antiguo almacén, que datan del
año 1500 a.C., encontradas en Ugarit, ciudad portuaria de los cananeos.
Los griegos debieron empezar a comerciar con vino de manera contemporánea
o algo más tarde. Ya en Homero -en su obra la Odisea- se confirma el vino como
bebida apreciada y como objeto de comercialización con los bárbaros, y es por
ello que Ulises lo llevaba en sus naves para poder intercambiarlo con los pueblos
que visitaba3.
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1 PLUTARCH, Moralia V, J. HENDERSON (ed.), The Loeb Cassical Library - Harvard University
Press, Cambridge 1936, pp. 3-5.
2 PLUTARCH, Über Isis und Osiris: nach neu verglichenen handschriften, G. PARTHEY (ed.), Nabu
Debemos tener en cuenta que el uso de la tradición mitográfica por parte de los
autores cristianos se debe a que son autores que pertenecen al mundo grecolatino,
conocen su literatura y una vez convertidos al cristianismo dieron argumentos
para convencer de la superioridad de la religión cristiana atacando al paganismo.
Lactancio en las Instituciones Divinas describe a Dioniso como inventor del vino.
El hecho de reducir al dios a un inventor es una manera de ridiculizar el paga-
nismo, ya que el dios cristiano sería el inventor de la propia facultad de inven-
ción8:
“Puedo demostrar, recurriendo a las Sagradas Escrituras, que el vino y los cereales
eran utilizados por los hombres antes del nacimiento del Cielo y de Saturno. Pero
imaginemos que fueron efectivamente inventados por éstos; ¿acaso puede parecer
más y más grande recoger el grano y enseñar a hacer pan mediante la trituración,
o exprimir las uvas recogidas de las cepas y hacer de ellas vino, que el hacer que
germinen y salgan de la tierra esos mismos granos y vides? Sin duda que Dios dejó
para el talento humano la facultad de descubrir esto, pero lo que no puede suceder
es que no sea todo ese mismo que concedió a los hombres la facultad de descubrir
y las cosas que podían descubrir”9.
Finalmente, Dioniso fue comparado con un demonio. Sus ritos estuvieron en
constante debate en los discursos cristianos, los cuales veían en la mitología dio-
nisíaca una muestra del vicio pagano: criminalidad, tiranía, ebriedad, lascivia y
juegos10. Es por esto que Orígenes, en su obra Contra Celso, afirma que Dioniso
es un demonio capaz tan sólo de venganza, y no de castigo justo, el cual sólo es
posible para un dios omnipotente, omnisciente y omnipresente como el dios cris-
tiano:
“Pero no sé cómo, bien contra su voluntad, Celso, que poco antes ha exaltado a
démones y dioses, ahora nos los presente como seres malísimos de hecho, pues
castigan a quien los insulta más con ánimo de venganza que de corrección. Dice,
en efecto, que “quizá no te fueras tan alegre de haber insultado a Dioniso o Hera-
cles en persona”. Explique quien quiera cómo oiga el dios sin estar presente y por
qué unas veces lo está y otras se ausenta; ¿qué ocupación apremia a los démones
para trasladarse de lugar a lugar?”11.
Por tanto, los autores cristianos son parte de la tradición clásica. Se sirven de
la mitografía con una intención estratégica de mostrar como los dioses paganos
son inferiores al dios cristiano, por esto Dioniso fue en la doctrina cristiana un
inventor ridiculizado, un lascivo y un demonio.
Como veníamos desarrollando, el elemento principal de Dioniso es el vino, el
cual se convierte en la base social de la Antigüedad en el contexto de los simpo-
sios. El vino tenía un papel preponderante entre los miembros del simposio, como
elemento que revelaba los sentimientos verdaderos y facilitaba el habla. En los
juramentos de fidelidad mutua y en las declaraciones contra el enemigo común,
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8 C. DE ALEJANDRÍA, Protéptico, Mª C. ISART HERNÁNDEZ, Madrid, BCG, 1994, pp. 15-16.
9 LACTANCIO, Instituciones divinas, E. SÁNCHEZ SALOR (trad.), Madrid, BCG, 1990, pp. 18-20.
10 D. MARIÑO, 2006, p. 370.
11 ORÍGENES, Contra Celso, D. RUIZ BUENO (ed.), Madrid, La Editorial Católica, 1967, p. 42.
Dioniso y el vino en Sobre Isis y Osiris de Plutarco 219
cuenta la gran cantidad de enfermedades que conllevaba el agua encharcada y la mala sanidad de
la época, por tanto, el vino, aunque fuera mezclado con agua, llevaba menos bacterias y
enfermedades que el agua que podían recoger.
220 MARÍA LÓPEZ CARRERA
precio que se pagaba por ciertos tipos de vino. Así pues, se tenía en cuenta dos
variables importantes a la hora de analizar la embriaguez: la clase social y las
circunstancias en las que se consumía el vino. Los miembros de los estamentos
elevados podían permitirse beber los mejores vinos con mayor frecuencia y can-
tidad, mientras que las restricciones económicas y morales eran mayores para el
resto de la población18.
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18
E. JUNCOSA BONET, 2008, pp. 270-271.
19PLUTARCO, Moralia VI, Isis y Osiris, F. PORDOMINGO; J.A. FERNÁNDEZ (Introduc. Trad.),
Madrid, BCG, 1995, pp. 18-19.
Dioniso y el vino en Sobre Isis y Osiris de Plutarco 221
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20 V. RAMÓN, 2013, p. 233.
21 E. SUÁREZ DE LA TORRE, 1999, pp. 29-55.
22 T. G. LAMBERT (ed), 2007, pp. 193-194.
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-el primer amor de Dioniso- muere en manos de un toro y el dios para inmortali-
zarlo lo convierte en vid, y de su cuerpo saldrían uvas que una vez maduras que-
darían rebosantes de un líquido rosado como el cuerpo del muchacho. Asimismo,
se da como razón para identificación de Osiris con Dioniso que ambos eran pio-
neros de la civilización, de la paz y de la ley, también de la vegetación23 y del
vino- aunque Plutarco no profundiza en este último aspecto, Osiris era también
conocido como señor del vino24.
Como venimos afirmando, en el antiguo Egipto el vino sirvió para invocar a
la ayuda divina y para salvar el abismo entre la vida y el paso a la siguiente en
muchos festivales. Una de las festividades religiosas más importantes era la cele-
bración anual de la inundación del rio Nilo, esencial para la fertilidad de la tierra
que lo rodeaba y del delta en general. La celebración se realizaba en Abydos,
centro religioso del dios Osiris, y donde Scorpion I, de la dinastía 0, había sido
enterrado, con más de cuatro mil litros de vino. Esta fiesta de tres días se centraba
entorno al banquete funerario de Osiris, quien era llamado señor del vino durante
la inundación del Nilo, un título que lo vemos aplicado al dios de la resurrección
y fertilidad en los Textos de las Pirámides25.De hecho, el rejuvenecimiento de los
viñedos en el delta y Egipto fue una motivación clave para llevar a cabo el ritual
de celebración. Igual que Osiris, asesinado por su hermano y resucitado por Isis,
los viñedos renacen con el agua del rio, y, por tanto, el festival recuerda los even-
tos mitológicos que podrían asegurar el renacer de Osiris, identificándolo con el
renacer de los viñedos egipcios, y de la vida en general. Al igual que Dioniso,
Osiris se simbolizó con la vid, cuya representación adornaba las tumbas de Tebas,
y también el vino era representado en ellas como ofrenda al dios26.
Otro de los símbolos que relacionan a Dioniso con Osiris es la hiedra. Plutarco
-siguiendo a Diodoro Sículo- sugiere que la hiedra es usada en invierno, al ser
planta de hoja perenne, como un conveniente sustituto de las hojas de vid, la cual
sería desgarrada y mascada en los festivales báquicos. De hecho, Eurípides, en
las Bacantes, describe a los adoradores de Dioniso como los coronados con hie-
dra, y explica que tuvo un lugar más temprano en el culto que la vid. La hiedra,
como Dioniso, podría ser llamada como “la que nace dos veces”, ya que tiene dos
fases de crecimiento diferentes. Por tanto, podría simbolizar la vida eterna y la
inmortalidad del dios. Son posibilidades que no podemos despreciar; sin em-
bargo, debemos también considerar los efectos psicotrópicos de la planta. Plu-
tarco señala que la hiedra, al ser mascada, inducía a sus devotos un estado alterado
de consciencia, algo que explicaría su vínculo con el dios del vino, de la libera-
ción y del éxtasis. Esto la acercaría a la vid, con la que además guarda cierta
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23
PLUTARCO, Moralia VI, Isis y Osiris, 364 B, p. 125.
24 Ibídem, 365 A.
25 Estos son los escritos religiosos más antiguos que constituyen la principal literatura funeraria
del antiguo Egipto. Comprenden los textos que se inscribieron en los sarcófagos y las paredes de
las pirámides en Saqqara en las Dinastías 5 y 6 (2613-2181 aC).
26 P. MCGOVERN, 2003, pp. 134-135.
Dioniso y el vino en Sobre Isis y Osiris de Plutarco 223
bien parece derivar de las leyendas griegas relativas a los Gigantes que pelearon
contra Dioniso33.
Finalmente, Plutarco explica cómo la religión egipcia identifica a los dioses
con elementos de la naturaleza, es decir, con una parte física -con la materia-, tal
y como lo hace la tradición griega. Sin embargo, el autor critica esta identifica-
ción de Dioniso con el vino, Ceres con el cereal o Hefesto con el fuego, ya que
esta relación borraría la parte divina de los dioses34.
4. A MODO DE CONCLUSIÓN
En época clásica, Dioniso es considerado un dios relevante para la sociedad.
La exaltación dionisíaca sería despertada con el vino, el cual tiene el poder de la
embriaguez. El vino, en suma, es una metáfora del propio dios, ya que en la vid
crece la locura de Dioniso y se contagia a todos los que la disfrutan. En el contexto
social, el vino se convierte en el elemento principal de Dioniso a través del Sim-
posio, donde la bebida relevaba los sentimientos verdaderos y facilitaba el habla.
El vino se bebía mezclado con agua y fue inventado para el disfrute y el placer,
pero bebido en exceso producía embriaguez, la cual generaba locura y predispo-
nía el alma a otros vicios. Sin embargo, la relajación moral producida por el vino
más negativa desde la perspectiva ética-política era el abandono de los asuntos
públicos, dando mala reputación a los personajes que sucumbían a la bebida en
exceso, ya que denotaba una falta de autodominio, y una vida que no llevaban los
ciudadanos.
En época Tardoantigua y Medieval no vemos una ruptura con la tradición clá-
sica para la interpretación social de Dioniso, sino que se acentúan más sus aspec-
tos negativos para la construcción de la mentalidad medieval occidental cristiana.
Los autores cristianos utilizaron la interpretación alegórica de los mitos clásicos
para argumentar la maldad de la religión pagana, al cual rendiría culto a las pa-
siones y a demonios. El vino sigue siendo un producto de primera necesidad y
también se utiliza en las reuniones, aunque el escenario pasa a ser las tabernas.
Estos espacios sirven para la comercialización y consumo del vino, aunque su
bebida en exceso seguía siendo penalizada por la moral cristiana.
Plutarco conocía las diversas expresiones del dionisismo en el período hele-
nístico e imperial de los territorios griegos y romanos y lo plasma en el Isis y
Osiris, a pesar de su poco entusiasmo y opinión poco encomiástica por el mundo
egipcio. Como hemos visto, el aspecto más relevante de las manifestaciones dio-
nisíacas de Plutarco para esta obra eran el vino y el banquete, donde el autor
promovía la moderación simposíaca y los efectos positivos del vino, por su efecto
placentero y relajante. El banquete era el espacio de la conversación fluida -de la
elocuencia proporcionada por el vino- donde los simposiacas debían dar prueba
de su inteligencia y equilibrar la embriaguez. En Isis y Osiris de Plutarco, la con-
cepción de Dioniso y el vino son identificados con Osiris -el dios egipcio de la
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33 PLUTARCO, Moralia VI, Isis y Osiris, 6, 353 B.
34 Ibídem, 40, 367 A.
Dioniso y el vino en Sobre Isis y Osiris de Plutarco 225
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