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Se dice que cuando dios creo el cielo y el océano originalmente creo al

océano con un color, tan hermoso que hoy lo conocemos como celeste, tan
bello que el cielo anhelaba tener el mismo color, tan fuerte era su deseo que
le pidió a Dios que le conceda poseer el mismo color. Dios le explico que en
su creación cada cosa que él cree deben ser diferente, únicos y preciosos.
Sin más, el cielo triste se torno de un color gris, desconsolado empezó a
llorar.
El océano al ser testigo de todo o sucedido, se compadeció y decidió pedirle
a dios que le conceda su petición y para esto el estaba dispuesto a
entregarle el suyo, Dios sintió compasión por ambos y prosiguió a hacer el
cambio. Para el nada es imposible asique acepto, porque el océano estaba
de acuerdo.
Al día siguiente el cielo poseía el color que tanto quería. Por esa razón su
tristeza y pena desaparecieron, mientras que el océano no poseía ningún
color en particular, sin embargo, este era de todas formas porque poseía
características únicas. Era transparente y cristalino a la vez.
Se dice que Dios hizo un modificación tan perfecta que el océano tenía la
capacidad de poder reflejar el color del cielo. Y así fue como el agua es
transparente incoloro.

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