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La construcción de la República
La salida del Mariscal Sucre de Bolivia y la presión del Gral. Agustín Gamarra que
tras invadir el país pretendía la anexión de Bolivia al Perú, abrió un tiempo
complejo y altamente inestable en el país en el periodo abril de 1828- mayo de
1829. Los interinatos del Gral. José María Pérez de Urdininea y el Gral. José
Miguel de Velasco, dieron lugar a la reunión de una asamblea general en
diciembre de 1828 que dejó sin efecto la primera elección del Mcal. Andrés de
Santa Cruz (agosto de 1828) y eligió Presidente al Gral. Pedro Blanco, cuya
tendencia era aceptar las presiones de Gamarra y la influencia decisiva del Perú
en el destino de la joven nación. El asesinato de Blanco apenas cinco días
después de su posesión cambió dramáticamente el rumbo de las cosas. La
asamblea reconoció la elección original de Santa Cruz y entregó el mando al Gral.
Velasco que había sido elegido su vicepresidente. Santa Cruz llegó a Bolivia en
mayo de 1829 y el 24 de ese mes fue posesionado como Presidente constitucional
de Bolivia.
Con esta decisión, la tensión entre Gamarra y Santa Cruz, que reflejaba la
posición anexionista del Perú (Gamarra) y la integracionista de Bolivia (Santa
Cruz) se resolvería por el segundo camino.
Entre 1829 y 1835, Santa Cruz emprendió una tarea verdaderamente titánica. En
su gobierno se dictaron dos constituciones, la de 1831 y la de 1834 que
sustituyeron la concebida por el Libertador. La tarea de redacción de códigos
inspirados en los códigos napoleónicos, colocó a Bolivia a la vanguardia de las
naciones sudamericanas al ser el primer país del continente en contar con códigos
civil, penal, de procedimientos, mercantil y de minería. En 1831 creó el
departamento de Tarija que había decidido voluntariamente integrarse a Bolivia
rechazando la opción de formar parte de la Argentina.
medida superó los graves déficits fiscales anteriores. Su política económica fue
inicialmente proteccionista en un intento de impulsar la industria (particularmente
textil), pero progresivamente fue abriendo fronteras en la medida en que la
producción local no era competitiva. Fomentó la producción minera y en particular
la de oro. Creó el primer banco del país, el Banco de Circulación y varios de
rescate de minerales. Consciente de la importancia que tenía para el país una
vinculación con el mar, declaró al puerto La Mar (Cobija), como puerto franco con
un arancel único y lo visitó personalmente. Regularizó la propiedad de la tierra en
el agro declarando propietarios a los caciques que demostraran posesión de por lo
menos diez años de sus tierras. La creación de la moneda feble (acuñación de
moneda con menor ley del metal de plata) fue a la larga contraproducente, pues
terminó desvalorizando la moneda boliviana, generando un valor artificial e
inflacionario al circulante. En sus nueve años y medio de gobierno promovió dos
censos, el de 1831 y el de 1835. La población bordeaba el millón de habitantes.
La Confederación Perú-Boliviana
Durante su gobierno Arica, igual que en el periodo colonial, volvió a ser el puerto
natural de exportación e importación de Bolivia, con un tratamiento preferencial
logrado en acuerdo con el gobierno de Perú.
ello, el Presidente se convirtió casi en un mito para los más pobres que lo
conocían como el “Tata”
Igual que Belzu, Linares impuso su fuerte impronta personal. Obsesionado por el
ascetismo, la moralidad y la necesidad de orden como norma de conducta
primordial, supeditó todo criterio a estas premisas y muy pronto se declaró
dictador (setiembre de 1858), con la idea de que ese era un mecanismo político
indispensable para aplicar su programa de limpieza ética. Por primera vez desde
el nacimiento de la república consideró que el ejército era un lastre de gasto y foco
permanente de sedición, por lo que redujo drásticamente sus efectivos (de 6.000 a
1.200) y su presupuesto. Comenzó por dar ejemplo de austeridad al reducir su
salario y el de su personal de gobierno. Estableció una secante centralización
administrativa a través de la creación de la caja central de pagamentos.
Linares abrió el camino hacia el librecambismo que fue una tendencia casi
inalterable de allí hasta el fin de la guerra del Chaco, si bien su gobierno alentó
todavía restricciones en el comercio del mercurio y la acuñación de moneda.
Bolivia, que había nacido a la vida independiente con una mayoría abrumadora de
población quechua-aymara en el área rural del altiplano y los valles interandinos,
vivía en buena parte del tributo indígena que en 1860 representaba el 36% de los
ingresos del erario, más del doble que cualquier otro rubro. El tributo obligatorio no
implicaba ninguna retribución del estado a las comunidades indígenas,
postergadas y totalmente fuera del circuito económico del país como no fuera para
pagar sus tributos. La situación de los indios sin embargo, no había llegado
todavía a su punto más crítico.
Ante la presión del belcismo que acosó sin tregua su gobierno, el dictador convocó
a un congreso que le aceptara la dimisión y eligiera a su sucesor, el congreso
nunca se reunió, un golpe de estado (enero de 1861) protagonizado por sus más
estrechos colaboradores, dio lugar a la primera junta de gobierno de nuestra
historia, integrada por quien fuera su ministro José María Achá, el también ministro
de origen argentino Ruperto Fernández y Manuel Antonio Sánchez. La junta duró
apenas tres meses, de ella fue elegido Presidente el Gral. Achá quien tomó el
mando en mayo de 1861.
En octubre de 1861 la acción represiva del Cnl. Plácido Yáñez que a título de
sofocar una rebelión detuvo y encarceló a más de medio centenar de ciudadanos,
entre ellos el expresidente Córdoba, terminó en una implacable masacre en la que
fueron asesinados el propio Córdoba y más de sesenta militares y civiles. Días
después, Yáñez fue ajusticiado por una poblada que lo linchó en la misma plaza
principal de La Paz.
La política agraria tuvo un importante giro con el decreto de 1863 que apelaba a la
legislación de 1825 y 1831, que reconocía la propiedad de la tierra por parte de los
indígenas, aunque establecía que las tierras libres se podían subastar. Los
diezmos fueron sustituidos (1861) por un impuesto territorial.
Melgarejo gobernó seis largos años. Más allá de sus características personales
que implicaron la aplicación de la arbitrariedad dictatorial y la frecuencia de
episodios bochornosos transformados en insólitas anécdotas que han hecho
historia, Melgarejo fue respaldado por la elite minera en pleno ascenso, aplicó de
manera franca una política económica librecambista con libertad plena para las
exportaciones. Ejercitó una política agraria que marcó la destrucción sistemática
de la propiedad de las comunidades originarias, que había respetado incluso la
colonia española. En 1866 estableció que las tierras debían consolidarse mediante
un pago de entre 25 y 100 pesos, si este pago no se cumplía, las tierras indígenas
pasaban a propiedad del estado en un plazo de sesenta días. Esta determinación
fue el comienzo del más grande despojo de tierras de comunidad en toda la
historia republicana.
Como otros muchos gobiernos de facto que le antecedieron, Morales hizo aprobar
una nueva Constitución (1861) y convocó a elecciones que ganó. En 1872 su
sobrino Federico Lafaye, a quien había vejado en el salón rojo de palacio de
gobierno, le descerrajó dos tiros y le quitó la vida. Reunido de emergencia, el
parlamento nombró Presidente constitucional interino a Tomás Frías.
Frías, cuyo espíritu legalista era muy evidente, aceptó el mando con el único
objeto de convocar a elecciones generales y gobernó solo cinco meses. Las
elecciones de 1873 fueron las primeras en la que realmente puede hablarse de
pluralidad. Aunque el sistema electoral era de voto restringido -no podían votar las
mujeres ni los analfabetos y no podían ser electos quienes no tuvieran una
determinada renta- hasta entonces las elecciones habían sido un simple
formalismo para legitimar gobiernos de facto o respaldar a los candidatos oficiales.
Compitieron el Cnel. Adolfo Ballivián y el Dr. Casimiro Corral. Sobre 16.674 votos
emitidos, Ballivián obtuvo el 38,6 % y Corral el 33,7 %. Por primera vez el
parlamento tuvo que elegir Presidente al no haber obtenido ninguno mayoría
absoluta. Los congresales ratificaron el triunfo por mayoría relativa de Ballivián.
Cuando se preparaban elecciones para 1876, el Gral. Hilarión Daza que había
sido protegido de Frías desencadenó un golpe de estado y se hizo del poder. Frías
dejó el mando sin oponer resistencia alguna.
El gobierno de Daza coincide con uno de los momentos más dramáticos de toda la
historia boliviana, el conflicto bélico del Pacífico desencadenado por los intereses
expansionistas de Chile, la presencia mayoritaria de súbditos chilenos en nuestro
territorio, la dificultad de vinculación de nuestra costa con el centro político
económico ubicado en las alturas de los Andes, los voraces intereses del
imperialismo inglés ligado a capitales y políticos de Chile y la sucesión de tratados
que fueron aprovechados por Chile para sacar ventajes en la región. La decisión
del gobierno de Daza -atribulado por una espantosa sequía y una epidemia de
peste que azotaron el país y lo dejaron desabastecido- de imponer un impuesto de
10 centavos por quintal de salitre exportado, fue el detonante del conflicto. Chile
apelando a un tratado de 1874 que eximía a las empresas exportadoras de todo
gravamen, decidió la invasión de Antofagasta el 14 de febrero de 1879.
El embajador boliviano Serapio Reyes Ortiz viajó a Lima para pedir la ejecución
del tratado secreto de defensa mutua de 1873. Chile declaró la guerra al Perú que
entró en el conflicto. Durante todo 1879 la campaña en el mar tuvo como gran
protagonista al monitor peruano Huáscar y a su intrépido almirante Miguel Grau,
que durante seis meses jaqueó a la armada y a los puertos chilenos con varias
acciones exitosas, entre ellas el hundimiento del barco chileno Esmeralda.
Finalmente en octubre, todos los barcos de guerra de Chile persiguieron y
hundieron al heroico Huáscar, acción en la que murió Grau. Esa derrota fue
decisiva para el control del mar por parte de Chile. En noviembre los chilenos
atacaron Pisagua, puerto peruano defendido por tropas peru-bolivianas. La toma
de Pisagua abrió la brecha del ataque a territorio del Perú.
1879 y enero de 1880 la división recorrió errática más de 1.000 km., con un triunfo
aislado en Tambillos y la inexplicable decisión de no atacar Calama.
Este momento coincide también con el nacimiento de los partidos políticos como
estructuras organizadas. El gran ideólogo del periodo es Eliodoro Camacho que
estableció de manera orgánica los principios del ideario liberal, que serían la base
ideológica de los partidos hasta la guerra del Chaco. Libertad política, económica
e individual era el trípode de esas ideas. La confrontación entre liberales y
conservadores era de facciones personales, de grupos de poder, de intereses
económicos y de región. Los conservadores eran conocidos entonces como
demócratas (Pacheco) y constitucionales (Arce) y representaban intereses
individuales, que resolvieron en la elección de 1884 el poder de la plata y la fuerza
del sur. Los liberales de Camacho tenían mucha mayor unidad ideológica,
terminarían representando el poder del estaño y los intereses del norte (La Paz-
Oruro).
En las relaciones internacionales, Bolivia firmó un pacto de tregua con Chile que
era el preanuncio del acuerdo de 1904. El enclaustramiento obligó a buscar otras
rutas de salida para Bolivia, la exploración del Chaco y la expedición que unió
Tarija con Asunción tuvieron que ver con esa idea. Un debate que dividió a
conservadores y liberales fue la cuestión religiosa, ya que los liberales apoyaban
la libertad de cultos y el derecho a la libre conciencia.
La guerra federal
La bandera federal se arrió casi tan pronto como se había izado. Los liberales
tomaron el poder y La Paz se convirtió de hecho en sede de gobierno. En octubre
de 1899 Pando fue elegido Presidente por la convención nacional en Oruro.
SIGLO XX (1900-2000)
Pando abrió el ciclo de veintiún años de gobiernos liberales, con una mentalidad
modernizadora que marcó una nueva preeminencia de la economía y de la
geopolítica interna de Bolivia, estableciendo el liderazgo de La Paz que tendría
vigencia a lo largo de todo el siglo XX.
En 1904 fue elegido Ismael Montes quien nada más comenzar su gobierno tuvo
que afrontar una de las más grandes responsabilidades históricas que hubiese
tenido un mandatario boliviano, el tratado de 1904. El congreso debatió duramente
el tema y a pesar de una fuerte oposición (Miguel Ramírez, Pastor Saínz,
Fernando Campero, Román Paz, entre otros), la mayoría liberal se impuso. Se
acordó la cesión a perpetuidad a Chile del Litoral a cambio del libre tránsito de
mercaderías, la construcción del ferrocarril Arica- La Paz y 300.000 libras
esterlinas. El mar a cambio de un plato de lentejas, fue la decisión pragmática de
los liberales.
El país se adecuó al patrón oro y se crearon nuevos bancos. Comenzó una etapa
de bonanza económica apoyada por el auge gomero y estañifero. En el ámbito de
la educación se contrató la misión belga presidida por Georges Rouma, que
En esa época surgieron las obras de Franz Tamayo y Alcides Arguedas que
contrapusieron visiones de la sociedad, Tamayo en un vitalismo exaltador de los
valores indígenas, Arguedas en una demoledora crítica al conjunto de la sociedad
que perfilaría años después (1919) en Pueblo Enfermo. Dos importantes
periódicos nacieron en el periodo liberal, el oficialista El Diario y el republicano La
Razón.
En 1913 Montes volvió al poder en medio de una altísima popularidad, pero le tocó
afrontar la crisis producida por la primera guerra mundial, tuvo que reformar el
sistema financiero estableciendo que el único banco con capacidad para emitir
moneda era el Banco de la Nación. La medida generó fuertes protestas, sumada a
la contracción económica como producto de la caída de las exportaciones. Incluso
se tuvo que suspender temporalmente el pago de la deuda externa. (1913-1916),
pero en 1916 la situación se revirtió y el Presidente se ufanó de que por primera
vez se superaron los 100 millones de pesos en exportaciones.
esclarecido se achacó al gobierno y fue el san benito que ligó Gutiérrez desde el
comienzo de su mandato.
Gutiérrez impulsó la llamada educación indigenal que era el primer esfuerzo por
ocuparse de un tema central que solo resolvería la revolución nacional. En 1920
voló el primer avión en el país. Continuaron las obras de integración vial y se firmó
el primer contrato de concesión de áreas para la explotación petrolera con la
norteamericana Richmond Levering en el departamento de Santa Cruz.
Con una población de 2,1 millones de habitantes y su principal ciudad La Paz con
135.000 almas en permanente y pujante crecimiento, la sociedad comenzó a
conocer los atisbos de una clase media urbana.
La junta convocó a una asamblea que eligió Presidente de entre tres candidatos
Saavedra, Salamanca y Escalier. Como resultado de esa elección fuertemente
manipulada por Saavedra, surgió éste como Presidente y el Partido Republicano
Genuino de Salamanca como opositor. El gobierno de Saavedra estuvo signado
por la inestabilidad y la violencia, le tocó un periodo turbulento y no tuvo
contemplaciones para someter a los revoltosos. Las viejas reivindicaciones
federalistas de Santa Cruz inauguradas por Andrés Ibañez en el siglo pasado
También en 1929 Chile y Perú firmaron un tratado por el cual Chile no podía ceder
a un tercer país (Bolivia) territorios que habían sido originalmente peruanos, con lo
Se instaló en el poder una junta militar presidida por Carlos Blanco Galindo quien
convocó a un referéndum para modificar la Constitución en el régimen económico,
la elección presidencial y los derechos y garantías ciudadanos. El aporte crucial de
este gobierno, bajo la influencia de Daniel Sánchez Bustamante, fue la imposición
de la autonomía universitaria y una reforma educativa, particularmente en el
ámbito de la administración. Las elecciones fueron ganadas por los genuinos de
Daniel Salamanca.
La guerra tuvo cuatro fases, la primera entre junio y diciembre de 1932, ambos
países se preparaban para el combate en gran escala, fue la primera ofensiva
boliviana y toma de los fortines paraguayos Toledo, Corrales y Boquerón. En
Boquerón el Tte. Cnel. Manuel Marzana y 650 soldados bolivianos, escribieron
una de las páginas más heroicas de nuestra historia militar, defendieron por más
de un mes el fortín asediado hasta por 11.500 soldados paraguayos, que
finalmente tomaron el fortín defendido hasta el último aliento. La respuesta
paraguaya fue la retoma de los tres fortines y las victorias en Arce y Alihuatá,
apenas paliadas por la exitosa defensa de Kilómetro Siete bajo el mando de
Bernardino Bilbao Rioja. Estos hechos forzaron a Salamanca, bajo presión
popular, a llamar a Hans Kundt general alemán que había estado varias veces en
Bolivia, a quien le entregó el mando del ejército.
La última fase del conflicto, enero a julio de 1935, fue la defensa de Villamontes
organizada exitosamente por el Cnel. Bilbao Rioja, que frenó en seco a
Estigarribia y salvó el petróleo boliviano. En julio del 35 se hizo un acuerdo de alto
el fuego y recién en 1938 se firmó la paz. La idea de que el petróleo fue un móvil
importante es relativa ya que nunca se encontró petróleo en el Chaco. Paraguay
contó en todo el conflicto con la ayuda argentina cuyos intereses en territorio
paraguayo eran muy importantes.
La guerra dejó una terrible sensación de fracaso en el país, pero sobre todo
despertó una nueva conciencia en una sociedad que se confrontó por primera vez
en el campo de batalla con la realidad de sus diferencias étnicas y sociales, la
clase media estuvo cara a cara con la mayoría quechua aymara que no sabía por
qué y por quien peleaba. Simultáneamente, las corrientes de pensamiento
europeas, marxismo y fascismo penetraban en la sensibilidad de una joven elite
intelectual.
Busch demostró muy pronto que no era fácilmente manejable y mantuvo la línea
de Toro. No tuvo contemplaciones con los opositores, desterró a Saavedra y
sofocó un levantamiento de Toro fusilando a uno de los sublevados, llamó a
palacio y golpeó sin contemplaciones al viejo escritor Alcides Arguedas que lo
criticaba. A su lado se alinearon intelectuales de la talla de Baldivieso, Augusto
Céspedes y Carlos Montenegro. En su gobierno se firmó la paz con el Paraguay,
en lo económico tuvo que combatir un proceso de inflación moderada. El 24 de
septiembre de 1938 creó el departamento de Pando consolidando la unidad
política del país hasta hoy.
Dos episodios mancharon gravemente esta gestión, el putsch nazi, una trama
hecha por un agente inglés para descalificar al MNR acusando al Myr. Elías
Belmonte de conspirar junto a la embajada alemana contra el gobierno. En 1942
una huelga en Catavi-Siglo XX, mina de Patiño, desató una de las mayores
masacres de la historia de la minería con intervención del ejército. El saldo fue la
muerte de por lo menos una veintena de trabajadores y medio centenar de
heridos. Nunca se conocieron cifras oficiales. En diciembre de 1943, una alianza
entre una logia militar radical denominada Razón de Patria e integrada por jóvenes
oficiales y el MNR, derrocó a Peñaranda e impuso en la presidencia al Myr.
Gualberto Villarroel.
El periodo 1946-1952 fue el último intento por el restablecimiento del viejo orden,
primero bajo una junta civil presidida por Néstor Guillén y luego por Tomás Monje,
ambos representantes de la Corte de Justicia. La junta convocó a elecciones que
ganó muy estrechamente Enrique Hertzog sobre Luis Fernando Guachalla.
Hertzog no pudo conjuncionar la alianza conservadora, lo que provocó siete
cambios de gabinete en un periodo de algo más de dos años. El MNR estaba en
plena organización en sectores populares y en centros mineros. El gobierno
apenas pudo impulsar obras como la carretera Cochabamba-Santa Cruz.
Finalmente, presionado por las fuerzas políticas tuvo que renunciar al cargo a
favor de su vicepresidente Mamerto Urriolagoitia aduciendo razones de salud.
La Revolución Nacional
El nuevo gobierno revolucionario del MNR instaló en palacio a Paz y Siles. Las
ideas gestadas en los años treinta y cuarenta comenzaban a hacerse realidad.
El primer paso fue el decreto del voto universal el 21 de julio de 1952, con esta
medida se rompía la democracia excluyente y calificada del pasado, otorgando el
voto a la mujer, a los analfabetos y haciendo elegible a cualquier ciudadano mayor
de edad. De 130.000 electores en 1951 se pasó a 960.000 en 1956.
El otro objetivo clave era tomar el control total de la economía por la vía de
descabezar a los tres grandes mineros del estaño, se consideraba que solo un
estado fuerte, dueño de sus recursos naturales y de sus empresas de producción,
podría desarrollar el país. Por eso, el 31 de octubre de 1952 Paz firmó el decreto
de nacionalización de las minas, con lo que el 80 % de los ingresos de las
exportaciones y los recursos del subsuelo pasaron a poder del estado. Acto
seguido se creó Comibol la empresa minera estatal, se estableció el control obrero
con derecho a veto, se despidió y recontrató a todos los trabajadores lo que le
demando una fuerte erogación al erario.
En 1956 se realizaron las primeras elecciones con voto universal. Siles Zuazo
obtuvo una abrumadora mayoría (82 %) ante el impacto de las medidas de cambio
sobre todo a favor de los indígenas. Su tarea fue dura, implantar un programa de
estabilización monetaria que superase la crisis económica. Esto lo enfrentó a la
izquierda del MNR que se opuso al plan diseñado por el asesor norteamericano
Jackson Eder. El Presidente tuvo que iniciar una huelga de hambre para lograr su
objetivo que provocó la renuncia de Ñuflo Chávez, su vicepresidente. El plan tuvo
éxito y la moneda se estabilizó, manteniendo el tipo de cambio de 12 pesos por
dólar hasta 1972. En este periodo se aprobó un nuevo código del petróleo muy
liberal para la inversión externa, se aprobó el código de seguridad social y una ley
de cooperativas.
La extraña muerte del jefe de FSB Oscar Unzaga de la Vega, que se dijo se había
suicidado en una casa donde se hallaba oculto y los hechos de sangre de cuartel
Sucre en La Paz y Terebinto en Santa Cruz, mancharon el gobierno del Presidente
Siles. En esos días se produjo la exitosa lucha de los cruceños por las regalías del
petróleo.
En 1960 se convocó a elecciones, las tensiones internas del MNR llevaron a Paz a
volver a candidatear para resolver el conflicto entre izquierda y derecha,
postergando las aspiraciones de Wálter Guevara, quien rompió con su partido y
creó el Partido Revolucionario Auténtico, presentándose a elecciones. Paz ganó
cómodamente y ocupó por segunda vez el cargo. Paz pensó que después de los
grandes cambios era necesario institucionalizar la Revolución (el modelo
mexicano fue permanente como ejemplo para los bolivianos). Su primera medida
fue una nueva Constitución (1961) que incluyó las minas nacionalizadas como
patrimonio del estado, reconoció el voto universal y las milicias populares y
estableció la reelección. La crisis de Comibol, sujeta a graves pérdidas y altos
costos de producción por una burocracia excesiva, baja de ley de mineral y
obsolescencia tecnológica, condujo al intento de reestructuración a través del plan
triangular con la participación del BID y el gobierno alemán. En 1962 se hizo
conocer el plan decenal, el primer plan que planteaba en el largo plazo el
desarrollo del país y establecía la premisa de lucha contra la pobreza, en la lógica
del desarrollismo bajo planificación estatal. Ese mismo año un desvío arbitrario de
las aguas del río Lauca llevó a Bolivia a romper relaciones con Chile.
La idea equivocada de que él era el único que podía conducir el plan decenal,
llevó a Paz a ir a la reelección en 1964, lo que dividió radicalmente a su partido y
lo enfrentó con Siles, Guevara y Lechín. Ganó la elección como candidato único
con el Gral. René Barrientos como vicepresidente, pero apenas tres meses
después, en noviembre fue derrocado por Barrientos y el Gral. Alfredo Ovando,
apoyados por las FF.AA., la oposición interna del MNR y varios sectores de la
clase media. Demasiados años de gobierno, altos niveles de corrupción y un cierto
distanciamiento con obreros y mineros, terminaron con su gobierno.
En esos doce años la ayuda económica de los Estados Unidos fue decisiva.
Desde que en 1953 comenzó como donaciones, hasta los créditos de los sesenta,
En noviembre de 1974 Banzer rompió con los partidos que lo apoyaban, los
excluyó del gobierno y se apoyó exclusivamente en el respaldo de las FF.AA. La
violencia desde el estado se tradujo en la masacre de Tolata en 1974, con un
saldo de varios muertos ante las protestas por las medidas económicas del
gobierno, el asesinato del Cnl. Andrés Selich, ex ministro del Interior de ese mismo
gobierno y la participación de Bolivia en la llamada Operación Cóndor con las
dictaduras de Chile, Argentina, Uruguay y Paraguay, que generó una acción
represiva común con muertes y desapariciones. En 1976 fue asesinado en Buenos
Aires el expresidente Torres, la oposición acusó al gobierno de ser el autor
intelectual de ese crimen.
El periodo entre 1978 y 1982 fue el más inestable y caótico de toda la historia
republicana de Bolivia con nueve presidentes en cuatro años y medio, siete de
facto y solo dos constitucionales. La secuencia presidencial es: Gral. Juan Pereda
(1978), Gral. David Padilla (1978-1979), Wálter Guevara (1979), Cnl. Alberto
Natusch (1979), Lidia Gueiler (1979-1980), Gral. Luis García Meza (1980-1981),
junta militar (1981), Gral. Celso Torrelio (1981-1982) y Gral. Guido Vildoso (1982).
Otra vez se produjeron las tensiones entre el poder militar y los sectores
conservadores frente a las corrientes democratizantes, pero sobre todo los
partidos de izquierda en la idea de la ruta al socialismo. La fuerza política que
aglutinó a la sociedad civil fue la UDP, formada por el MNRI, el MIR y el Partido
Comunista, que ganó tres elecciones consecutivas (1978 en que fue víctima de
fraude, 1979 y 1980). Las otras fuerzas importantes fueron el MNR, el
recientemente creado partido de Hugo Banzer Acción Democrática Nacionalista
(1979) Y el PS1 de Marcelo Quiroga. El empate electoral de 1979 (UDP-MNR)
produjo un empantanamiento que llevó a la presidencia interina a Wálter Guevara
que fue derrocado apenas dos meses y medio después de posesionarse. El
delirante golpe de Natusch desbarató el notable éxito logrado por Bolivia en la
asamblea de la OEA en La Paz que representó el apoyo multilateral para la causa
marítima. Sectores del MNR y MNRI apoyaron a Natusch que estuvo apenas 16
días en el poder, dejando un saldo de casi 200 muertos y medio millar de heridos
en las calles de La Paz. La presidencia interina de Lidia Gueiler que sustituyó a
Natusch tuvo como objetivo una nueva elección. En diciembre de 1979 se vio
obligada a devaluar la moneda y soportar una fuerte presión popular.
En 1985 Hugo Banzer ganó la elección por mayoría relativa frente a Paz
Estenssoro que obtuvo el segundo lugar. El caos económico provocó un retorno
del votante de la izquierda al centro y a la derecha. Pero el congreso no ratificó a
Banzer, eligió a Paz, por primera vez el segundo en el voto era ungido Presidente.
Paz comenzó su gobierno con una frase dramática pero real “Bolivia se nos
muere”. Un equipo económico al mando por Gonzalo Sánchez de Lozada
(presidente del senado, luego ministro de Planeamiento) diseñó un decreto con
medidas económicas que se conoció para la historia por su número, el 21060. Era
el comienzo de una nueva política económica en el país. El decreto planteaba una
reducción del déficit fiscal mediante el congelamiento salarial y un aumento radical
del precio de la gasolina (que cubrió en casi un 50 % los ingresos del tesoro por
varios años), el cambio real y flexible del dólar a partir del mecanismo del bolsín,
una subasta diaria de dólares en función de oferta y demanda, libre contratación,
reducción de personal del estado, liberalización total del mercado y reforma
tributaria. La medida fue rechazada por la COB que fue a la huelga, el gobierno
respondió con el estado de sitio y confinamiento de dirigentes (Lechín terminó su
carrera sindical renunciando en 1987 a la secretaría ejecutiva de la COB). El peso
que había llegado a cotizarse en 1.800.000 por dólar fue sustituido por el
boliviano, con seis ceros menos. Las medidas tuvieron éxito gracias a una alianza
entre Paz y Banzer (octubre de 1985) en el llamado Pacto por la Democracia que
le dio al gobierno mayoría en el parlamento y le permitió aprobar las leyes que
requería.
En 1986 la brutal caída de los precios del estaño forzó al gobierno al despido
masivo de los mineros de Comibol (casi 23.000), lo que provocó una marcha
desde Oruro a La Paz de más de 10.000 trabajadores que mediante el estado de
sitio fueron detenidos por el ejército a medio camino. Fue el ultimo intento por
salvar la minería nacionalizada. La explosión de la actividad del narcotráfico y la
plantación de coca excedentaria que se había iniciado en la última etapa del
gobierno de Banzer, llegó a niveles muy graves en los gobiernos militares de
principios de los ochenta. La exportación de droga hacia los Estados Unidos y
Europa llevó las relaciones de Bolivia con Estados Unidos a un grado de extrema
dependencia y de condicionamiento por el tema coca-cocaína. Esto impulso al
gobierno a dictar la ley 1008, instrumento implacable contra el tráfico de cocaína y
producción ilegal de coca, así como la intervención de militares de EE.UU. en
acciones absolutamente ineficaces contra el narcotráfico.
reconocimiento de los derechos de los indígenas del oriente tras las marcha por el
territorio y dignidad (1990), que estableció el concepto de territorios indígenas en
esa región del país.
En las elecciones de 1993 triunfó por segunda vez, pero en esta ocasión con
holgura Gonzalo Sánchez de Lozada, frente a Hugo Banzer. El gobierno de Jaime
Paz, aliado con ADN, estaba muy desgastado y acusado de creciente corrupción.
Sánchez de Lozada y el MNR, presentaron un ambicioso programa de cambios
estructurales que buscaban consolidar el giro de Bolivia a la economía de
mercado. Para ello se alió con UCS y con el MBL de Antonio Araníbar y Miguel
Urioste. Los tres pilares fundamentales del programa eran la capitalización, la
participación popular y la reforma educativa.
El juicio a Luis García Meza iniciado en 1986 e impulsado por el abogado Juan del
Granado, terminó en 1993 con su condena a 30 años, el fallo comenzó a
cumplirse cuando el exgeneral prófugo fue detenido en Brasil y extraditado a
Bolivia. A fines de 1996 se produjo una acción policial con un saldo trágico de 11
mineros y un capitán de policía muertos, el operativo manejado
irresponsablemente se hizo para recuperar para sus propietarios las minas de
Amayapampa y Capacirca, tomadas ilegalmente por los trabajadores.
En 1997 se convocó a nuevas elecciones que ganó Hugo Banzer con el 22 %, por
encima de Juan Carlos Durán del MNR y Remedios Loza de Condepa. Banzer se
alió con el MIR, UCS, Condepa y NFR (nuevo partido creado por el alcalde de
Cochabamba Manfred Reyes Villa). En setiembre de 1997 convocó a un diálogo
nacional del que salió una propuesta programática basada en cuatro pilares.
Dignidad pilar relativo a la erradicación total de la coca excedentaria, programa
que lleva adelante con gran éxito, oportunidad pilar vinculado al crecimiento
económico, con una meta de crecimiento del 7 % al final del mandato, equidad
pilar relativo a la lucha contra la pobreza e institucionalidad pilar referido al
fortalecimiento del sistema judicial y de la democracia. En este campo se nombró
una nueva Corte Suprema, a los miembros del Tribunal Constitucional, Consejo de
la Judicatura y a la Defensora del Pueblo.
El gobierno afrontó una severa crisis económica en 1999 que lo obligó a dictar una
ley de reactivación económica con la esperanza de revertir un indicador de
crecimiento muy bajo para ese periodo. En 1998 prescindió de Condepa y en el
2000 del NFR.
BIBLIOGRAFÍA
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TRIGO, Ciro Félix – Las constituciones de Bolivia, Madrid 1958, Instituto de
Estudios Políticos e Instituto de Cultura Hispánica, 531 pp.
Nuevo Siglo
Banzer Suárez tras una larga estadía en Estados Unidos presentó renuncia a la
primera magistratura del país el 27 de julio de 2001, aquejado por un cáncer
terminal de pulmón e hígado, que determinó su fallecimiento el 5 de mayo de
2002.
Bajo una alianza programática con el MIR, denominada Plan Bolivia y el apoyo de
UCS, Sánchez de Lozada asumió el 6 de agosto de 2002 la Presidencia de la
República, en medio de una grave crisis económica que derivó en permanentes
conflictos sociales. En el campo social, una de sus primeras medidas fue la
implantación del Seguro Universal Materno Infantil (SUMI) y la reposición del pago
del BONOSOL a las personas mayores de 60 años.
Ante esa situación el gobierno determinó una acción militar destinada a buscar la
salida de turistas de la población paceña de Sorata, operativo que culminó con la
muerte de cinco campesinos en Huarisata, lo que desencadenó acciones de
protesta en las ciudades de La Paz y El Alto y el bloqueo casi total de ambos
centros urbanos y de otras ciudades del país, acciones de la sociedad civil que
fueron reprimidas por las fuerzas militares y policiales con el resultado de más de
sesenta muertos y un centenar de heridos.
Cercado por la sociedad civil en medio de una huelga general en las principales
ciudades declarada por la Central Obrera Boliviana (COB), el bloqueo general de
caminos, el desabastecimiento de alimentos y combustibles en las ciudades de La
paz y El Alto y el repliegue de las fuerzas militares, Sánchez de Lozada el 17 de
octubre de 2004, un año y dos meses y medio después de ser posesionado,
renunció a la primera magistratura de la nación ante el Congreso Nacional y en
momentos en los que ese Poder del Estado trataba su renuncia, salió del país
rumbo a Estados Unidos junto a su familia y entorno de confianza encabezado por
Carlos Sánchez Berzaín, su ministro de Defensa quien fue acusado de ser el
promotor de los enfrentamientos entre bolivianos que dejaron como resultado, más
de sesenta muertos.
Mesa Gisbert inició su mandato sin contar con una fuerza político parlamentaria
mayoritaria o por lo menos representativa, pero con amplio apoyo ciudadano que
de acuerdo a encuestas superó ochenta por ciento y advirtió que prefería dejar la
primera magistratura del país a instruir que se mate a un solo ciudadano boliviano.