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La factorización:

Es un proceso matemático que consiste en descomponer un número o una expresión


algebraica en sus factores más simples. En el caso de los números, esto implica
expresarlos como el producto de números primos. Mientras que en el caso de las
expresiones algebraicas, implica escribirlas como el producto de sus componentes más
simples.

Factorización de Números:

La factorización de un número consiste en escribirlo como el producto de sus factores


primos. Por ejemplo, para factorizar el número 36, se busca descomponerlo en el producto
de sus factores primos:

36 = 2 * 2 * 3 * 3

Esto nos muestra que 36 es igual a 2 elevado a la potencia 2 multiplicado por 3 elevado a la
potencia 2.

Factorización de Expresiones Algebraicas:

En el caso de las expresiones algebraicas, la factorización implica escribir la expresión


como el producto de sus factores. Por ejemplo, consideremos la expresión algebraica x^2 -
4. Esta expresión puede ser factorizada como:

x^2 - 4 = (x + 2)(x - 2)

Esta factorización nos muestra que la expresión original puede ser expresada como el
producto de dos binomios: (x + 2) y (x - 2).

La racionalización:

Es un proceso matemático que consiste en eliminar las raíces cuadradas u otras raíces en
el denominador de una fracción, ya que las expresiones con raíces en el denominador
suelen ser menos convenientes para operar y trabajar.

Existen dos casos principales de racionalización: la racionalización de denominadores con


raíces cuadradas y la racionalización de denominadores con raíces cúbicas u otras raíces.

Racionalización de denominadores con raíces cuadradas:


Supongamos que tenemos una fracción con una raíz cuadrada en el denominador, como
por ejemplo:

1/√(2)
Para racionalizar el denominador, multiplicamos tanto el numerador como el denominador
por la raíz cuadrada del número que está en el denominador:

1/√(2)×√(2)/√(2) = √(2)/2

En este caso, hemos multiplicado tanto el numerador como el denominador por √(2), lo que
nos permite eliminar la raíz cuadrada del denominador y obtener un resultado más
conveniente para operar.

Racionalización de denominadores con raíces cúbicas u otras raíces:


El proceso es similar al caso de las raíces cuadradas, pero en este caso multiplicamos tanto
el numerador como el denominador por una expresión que elimine la raíz en el
denominador. Por ejemplo, si tenemos:

1/√(2)

Para racionalizar el denominador, multiplicamos tanto el numerador como el denominador


por la raíz cuadrada del número que está en el denominador:

1/√(2)×√(4)/√(4) = √(4)/2

En este caso, hemos multiplicado tanto el numerador como el denominador por √(4), lo que
nos permite eliminar la raíz cúbica del denominador y obtener un resultado más conveniente
para operar.

Es importante recordar que al realizar la racionalización, la fracción resultante es


equivalente a la original, es decir, tienen el mismo valor, pero la forma racionalizada es más
conveniente para operar.

Las propiedades de la radicación:

Son reglas que nos ayudan a simplificar y operar con expresiones que contienen raíces.
Aquí tienes algunas de las propiedades más importantes:

1. Producto de raíces: Para dos números reales positivos a y b, se cumple que √(a)×√(b) =
√(ab). Es decir, el producto de dos raíces cuadradas es igual a la raíz cuadrada del producto
de los números bajo las raíces.

2. Cociente de raíces: Similar al producto, para dos números reales positivos a y b, se


cumple que √(a)/√(b) = √(a/b). Es decir, el cociente de dos raíces cuadradas es igual a la
raíz cuadrada del cociente de los números bajo las raíces.
3. Potencia de una raíz: Para un número real positivo a y un entero positivo n, se cumple
que (√(a))^n = a. Es decir, elevar una raíz enésima a la potencia n es igual al número
original.

4. Raíz de una potencia: Para un número real positivo a y un entero positivo n, se cumple
que √(a^n) = |a|. Es decir, la raíz enésima de una potencia es igual al valor absoluto de la
base.

5. Raíz de un producto o cociente: Para dos números reales positivos a y b, se cumple que
√(ab) = √(a)×√(b) y √(a/b) = √(a)/√(b). Estas propiedades nos permiten separar una raíz
cuadrada en un producto o cociente de raíces más simples.

Ahora, veamos algunos ejemplos para ilustrar estas propiedades:

- Producto de raíces:
√(2)×√(3) = √(6)

- Cociente de raíces:
√(8)/√(2) = √(8/2) = 2

- Potencia de una raíz:


(√(4))^3 = 4

- Raíz de una potencia:


√((-3)^4) = |-3| = 3

- Raíz de un producto:
√(5 × 7) = √(5)×√(7)

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