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EL DIVINO ROSTRO DE JESÚS

Portentosa Corona para derrotar a los enemigos de Dios y realizar el Trabajo de Reparación a los 3
Mandamientos Teológicos del Decálogo, revelada por Jesús a sor Marie Saint-Pierre en 1844.
Palabras de Nuestro Señor a sor Marie: “Alégrate, hija; ya que la hora está cercana cuando nazca el
Trabajo más bello bajo el Sol.”
EXORDIO
En todas las oraciones, las palabras en negrita, indican hacer una profunda reverencia.
Amado Señor, por medio del Doloroso e Inmaculado Corazón de María, os ofrezco estas oraciones en
reparación por los pecados que más ofenden a Dios en estos tiempos modernos, pecados de blasfemia,
sacrilegio e irreverencia al Santísimo Cuerpo y Sangre de Nuestro Señor JESUCRISTO; profanación
de Templos y del Domingo y los Días Santos de precepto.
Hacer la Señal de la Santa Cruz:
Por la Señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos, Señor Dios Nuestro.
En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Continuar en el crucifijo:
Señor, abre mis labios, y mi boca proclamará Tu alabanza.
Dios Mío, ven en mi auxilio; Señor, apresúrate en socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
ORACIÓN PARA VENCER AL DRAGÓN ROJO
Bajo la guía de Nuestro Señor, sor María de San Pedro comenzó a recitar esta oración especial para
derrotar a los comunistas, y por extensión, a todos los revolucionarios y enemigos de Dios.
PADRE ETERNO, os ofrezco la Cruz de Nuestro Señor JESUCRISTO y todos los instrumentos de
Su Santa Pasión, para que Tú pongas división en el campo de Tus enemigos; porque como dijo Tu
Hijo Amado: “Un reino dividido contra sí mismo caerá.” Amén.
Continuar rezando en el crucifijo las 5 Peticiones al Todopoderoso:
† ¡Que Dios se levante y que Sus enemigos se dispersen, y que aquellos que lo odian huyan ante Su Rostro!
† ¡Que el Tres Veces Santo Nombre de Dios eche abajo todos sus planes!
† ¡Que el Santo Nombre de Dios Vivo, los divida a través de desacuerdos!
† ¡Que el Omnipotente Nombre de Dios Eterno erradique toda su impiedad!
† Señor, yo no deseo la muerte del pecador, sino que se convierta y viva. “Padre, perdónalos porque
no saben lo que hacen.”
LA FLECHA DE ORO
Rezar en el crucero del rosario la virtuosa oración de reparación al Santo Nombre de Dios, dictada por
Jesús a sor María de San Pedro en 1843. Él le mostró que al rezarla se forma una mística Flecha
Dorada que penetra deleitosamente en Su Sagrado Corazón, sanándolo de las heridas causadas por la
blasfemia, la cual es una flecha envenenada que lo hiere más que otros pecados. Nuestro Señor le
revela: “El blasfemo es abominable ante Dios, es alguien que anula su redención y dicta su propio
juicio y condenación. Es esencial dar a conocer esta Flecha de Oro en todo el mundo.” Sor María
cuenta que, habiéndole obsequiado el Señor esta Flecha de Oro, le dijo: “Aprovecha esto, pues Yo os
pediré cuentas de ello después.” Sor María agrega: “En ese momento, contemplé cómo brotaba del
Sagrado Corazón de Jesús, atravesado por esta Flecha Áurea, un torrente de Gracia para la
conversión de los pecadores.”
Que el Santísimo, Sacratísimo, Adorabilísimo, Misteriosísimo e Inefable NOMBRE DE DIOS, sea
por siempre alabaDo, bendeciDo, amaDo, adoraDo y glorificaDo, en el Cielo, en la Tierra y en los
Infiernos, por todas las criaturas de Dios, y por el Sagrado Corazón de Nuestro Señor y Salvador
JESUCRISTO, en el Santísimo Sacramento del Altar. Amén.
La Corona son 5 Misterios de 6 cuentas pequeñas, que honran los 5 Sentidos de Jesús durante Su Vida
en la Tierra, cuyo Trono es Su Rostro, en este orden: tacto, oído, vista, olfato y gusto. Una sexta
cuenta grande precede las 3 últimas cuentas pequeñas. En las cuentas grandes rezar:
Jesús Mío: Misericordia. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
En las 30 cuentas pequeñas se honran los 30 años de vida oculta de Jesús y las penas que Nuestro
Señor sufrió en Sus 5 Sentidos. En cada cuenta pequeña rezar (Números 10, 35 y Salmo 67, 1):
Levántate, ¡oh Señor!, y que Tus enemigos se dispersen; y que aquellos que te odian huyan ante Tu Rostro.
Al dar la vuelta al rosario, rezar en el crucero:
¡Oh María, sin pecado concebida, Patrona del mundo entero! Ruega por nosotros que recurrimos a Vos.
En las 3 últimas cuentas pequeñas se honran los 3 años de vida pública y evangélica de Jesús, así
como las heridas sufridas en Su Santa Faz durante la Pasión.
Levántate, ¡oh Señor!, y que Tus enemigos se dispersen; y que aquellos que te odian huyan ante Tu Rostro.
Rezar en la medalla de la Santa Faz el Salmo 84, 10:
Míranos, oh Dios, Escudo Nuestro; y vuelve Tu Mirada en el Rostro de Tu Ungido.
OFRECIMIENTO DE LA SANTA FAZ DE JESÚS A DIOS PADRE
PADRE TODOPODEROSO y ETERNO, puesto que Nuestro Divino Salvador, se Ha complacido
en revelar a la humanidad en tiempos modernos, el Poder que reside en Su Divino Rostro, acudimos a
este Tesoro en nuestra gran necesidad. Puesto que Nuestro Salvador Mismo prometió que al ofrecerte
Su Divino Rostro, desfigurado en la Pasión, Él nos procurará lo necesario para nuestros hogares y que
nada nos será negado, ahora nos presentamos delante de Tu Trono: PADRE ETERNO, aparta Tu
Mirada de Ira de nuestro pueblo culpable, cuyo rostro se ha vuelto repugnante ante Tus Ojos. En vez
de ello, mira el Rostro de Tu Hijo Amado, porque es el Rostro de Aquel en Quien Tú te complaces.
Ahora os ofrecemos Su Divino Rostro cubierto de Sangre, sudor, polvo, saliva y vergüenza, en
reparación de los peores pecados de nuestro tiempo, que son: el ateísmo, la blasfemia y la profanación
de Tus Días Santos. De este modo esperamos apaciguar Tu Justa Ira provocada contra nosotros. El
Abogado todo misericordioso abre Sus Labios para implorar por nuestra causa. ¡Oh Dios!, escucha
Sus Lamentos, mira Sus Lágrimas, y por los Méritos de Su Divino Rostro, escúchalo cuando intercede
por nosotros, miserables pecadores.
XII ALABANZAS AL DIVINO ROSTRO DE JESÚS
BENDITO SEA JESÚS.
Bendita sea la Santa Faz de Jesús.
Bendita sea la Santa Faz en la majestad y la belleza de Sus Rasgos Celestiales.
Bendita sea la Santa Faz en todas las palabras salidas de Su Divina Boca.
Bendita sea la Santa Faz en todas las miradas de Sus Adorables Ojos.
Bendita sea la Santa Faz en la Transfiguración del Tabor.
Bendita sea la Santa Faz en las fatigas de Su Apostolado.
Bendita sea la Santa Faz en el sudor de Sangre de Su Agonía.
Bendita sea la Santa Faz en las humillaciones de la Pasión.
Bendita sea la Santa Faz en los dolores de Su Muerte.
Bendita sea la Santa Faz en la Gloria de la Resurrección.
Bendita sea la Santa Faz en los Esplendores de la Luz Eterna.
FÓRMULA DE REPARACIÓN A LA SANTA FAZ
En 1845, Jesús le reveló a sor María de San Pedro: “Busco Verónicas para enjugar y venerar Mi
Divina Faz, la cual tiene pocos adoradores”. Entonces le dictó esta oración. Rezarla 3 veces.
PADRE ETERNO, os ofrezco la Adorable Faz de Tu Amado Hijo, por el Honor y la Gloria de Tu
Nombre, para la conversión de los pecadores, y para la salvación de los moribundos. Amén.
ORACIÓN DEL VINO DE LA MISERICORDIA
Nuestro Señor Jesucristo le dijo a sor María de San Pedro, que cada vez que se rece con devoción la
siguiente oración, una gota de Vino de Ira Divina, que caería dentro del Cáliz de Su Sagrado Corazón,
se convertirá en una gota de Vino de Misericordia. Rezarla 3 veces.
PADRE ETERNO, mira en el Divino Corazón de Jesús, el cual os ofrezco para que el Vino que
recibimos de Tu Justicia, pueda transformarse para nosotros en Vino de Misericordia. Amén.
Decir 3 veces el Salmo 80, 4: ¡Oh Señor, muéstranos Tu Rostro y seremos salvos!
ACTO DE REPARACIÓN AL SANTÍSIMO NOMBRE DE DIOS
Nuestro Señor le dijo a sor María de San Pedro: “Tú no puedes comprender la malicia y abominación
del pecado de la blasfemia, en donde Mi Justicia no está retenida por Mi Misericordia, esto puede
aplastar al culpable al instante, y cualquier criatura, incluso las inanimadas, podrían vengar Mi
Honor ofendido, pero tengo la Eternidad para castigar.” Después le hizo entender la excelencia del
Trabajo de Reparación, cómo éste sobrepasa a otras devociones, y lo agradable que es para Dios, los
Ángeles y los Santos. Ella misma exclamó: “Oh, si supieran la gloria que un alma adquiere al decir,
aunque sea por una sola vez, en espíritu de reparación: Mirábile Nomen Dei (Admirable es el
Nombre de Dios).”
PADRE Nuestro, Glorioso y Eterno, Altísimo Señor y Creador Omnipotente, cuyo DIVINÍSIMO
NOMBRE es santificaDo, alabaDo, bendeciDo, amaDo, adoraDo, glorificaDo y temiDo, en el Cielo,
en la Tierra y en los Infiernos. Nosotros, en espíritu de reparación por la blasfemia cometida contra Tu
Divinidad, Honor y Majestad; ante Tu Trono, y en unión a los Coros Celestiales y los Santos, te
adoramos con todo nuestro corazón, proclamando (Exclamar 3 veces):
MIRÁBILE NOMEN DEI.
ORACIÓN PARA GUARDAR A LA IGLESIA EN EL NOMBRE DEL PADRE
Sor María de San Pedro nos relata: “Nuestro Señor me enseñó la plegaria que se debe rezar, en unión
con Él, para resguardar a Su Santa Iglesia y a Sus sacerdotes, por la Virtud del Santísimo Nombre de
Dios. Es la misma oración que Él dirigió al Padre Celestial por Sus Apóstoles, cuando dejaba la
Tierra: “Padre Santo, guardad en Vuestro Nombre, a quienes Vos Me Habéis dado.” Esta oración es
más eficaz para acorazar a la Santa Iglesia, que cualquier otra compuesta.”
Oh Dios Todopoderoso y Eterno, te rogamos que defiendas a Tu Santa Iglesia Católica y a sus
sacerdotes; ampárala y protege a Tus siervos de todos sus enemigos visibles e invisibles. Ilumina,
Señor, Tu Rostro sobre nosotros. Y en unión con Nuestro Salvador JESUCRISTO, escúchanos con la
Oración que Él Mismo te ofreció por Sus Apóstoles y discípulos, cuando dejaba la Tierra, diciendo:
(Repetir 3 veces) PADRE SANTO, guardad en Vuestro Nombre, a quienes Vos Me Habéis dado.
BESO DE REPARACIÓN AL DIVINO ROSTRO
Al terminar esta oración, besar la medalla de la Santa Faz.
JESÚS MÍO, en reparación de aquel beso por el cual Judas te traicionó, entregándote a los soldados
en el Huerto de Getsemaní; recibe de mí que soy todo Tuyo, con total amor y adoración, este beso en
Tu Sagrado Rostro: que aplaque la fuerza de mi corazón, Tu dolor por aquella traición. Amén.
Continuar con las Letanías del Divino Rostro o concluir con la Bendición de Aarón.
LETANÍAS DEL DIVINO ROSTRO DE JESUCRISTO

Señor, ten piedad de nosotros. Señor, ten piedad de nosotros.


Cristo, ten piedad de nosotros. Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros. Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, óyenos. Cristo, escúchanos benignamente.
Dios Padre Celestial. Ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo. Ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo. Ten piedad de nosotros.
Santísima Trinidad, Un Solo Dios. Ten piedad de nosotros.
Santa María. Ruega por nosotros.
En cada letanía contestar (de miércoles a lunes): Ten piedad de nosotros.
En cada letanía contestar (en martes): Ilumina, Señor, Tu Rostro sobre nosotros.
†¡Oh Rostro Adorable!, que fuiste adorado profundamente por María y José al verte por primera vez.
†¡Oh Rostro Adorable!, que en el establo de Belén colmaste de alegría a los Ángeles, los pastores y
los magos.
†¡Oh Rostro Adorable!, que en el Templo traspasaste con una flecha de amor, al santo anciano
Simeón y a la profetisa Ana.
†¡Oh Rostro Adorable!, que llenaste de admiración a los Doctores de la Ley, cuando apareciste en el
Templo a la edad de doce años.
†¡Oh Rostro Adorable!, contemplado por los Ángeles.
†¡Oh Rostro Adorable!, Dulce Deleite de los Santos.
†¡Oh Rostro Adorable!, Obra Maestra del Espíritu Santo, en el que el Padre Eterno se complace.
†¡Oh Rostro...!, que Eres el Gozo de María y José.
†¡Oh Rostro...!, Espejo Inefable de las Perfecciones Divinas.
†¡Oh Rostro...!, Imagen visible del Dios que no se puede ver.
†¡Oh Rostro...!, que posees la Hermosura siempre antigua y siempre nueva.
†¡Oh Rostro...!, que aplacas la Ira de Dios.
†¡Oh Rostro...!, que haces a los demonios temblar.
†¡Oh Rostro...!, Tesoro de Gracia y Bendición.
†¡Oh Rostro...!, expuesto en el desierto al rigor del tiempo.
†¡Oh Rostro...!, cuya expresión es toda Divina.
†¡Oh Rostro...!, cuya modestia y mansedumbre atrajo a justos y pecadores.
†¡Oh Rostro...!, que lloraste y te afligiste ante la tumba de Lázaro.
†¡Oh Rostro...!, Brillante como el Sol y Glorioso en el Monte Tabor.
†¡Oh Rostro...!, que al ver a Jerusalén, te atribulaste y derramaste Lágrimas sobre esa ciudad ingrata.
†¡Oh Rostro...!, que te inclinaste hasta el suelo en el Huerto de los Olivos, y te abrumaste de
confusión por nuestros pecados.
†¡Oh Rostro...!, cubierto de sudor de Sangre.
†¡Oh Rostro...!, besado por el traidor Judas.
†¡Oh Rostro...!, cuya Santidad y Grandeza aterró a los soldados, arrojándolos al suelo.
†¡Oh Rostro...!, que fuiste golpeado por un siervo vil, revestido con un velo de vergüenza y profanado
por las manos sacrílegas de Tus enemigos.
†¡Oh Rostro...!, cuya Divina Mirada hirió el corazón de San Pedro con un dardo de dolor y de amor.
†¡Oh Rostro...!, sumiso por nosotros en los tribunales de Jerusalén.
†¡Oh Rostro...!, cuya Cabeza y Frente fue coronada de espinas.
†¡Oh Rostro...!, que conservaste Tu serenidad cuando Pilato pronunció su fatal sentencia.
†¡Oh Rostro...!, bañado en sudor y sangre, y desplomado en tierra bajo el peso de la Cruz.
†¡Oh Rostro...!, que fuiste enjugado con el velo de una piadosa mujer en el camino al Calvario.
†¡Oh Rostro...!, que fuiste levantado sobre el instrumento del más penoso castigo.
†¡Oh Rostro...!, cuya Divina Boca fue amargada con hiel y vinagre.
†¡Oh Rostro...!, cuya incomparable Belleza se oscureció bajo la horrible nube pecaminosa del mundo.
†¡Oh Rostro...!, que fuiste ensombrecido con la triste aparición de la muerte.
†¡Oh Rostro...!, lavado y ungido por María y las santas mujeres, y envuelto en una sábana.
†¡Oh Rostro...!, que fuiste depositado en el sepulcro.
†¡Oh Rostro...!, Resplandeciente de Gloria y Majestad en el Día de la Resurrección.
†¡Oh Rostro...!, todo Radiante de Luz en el momento de Tu Ascensión.
†¡Oh Rostro...!, que te ocultas en la Eucaristía.
†¡Oh Rostro...!, que aparecerás al Final de los Tiempos en las nubes, con gran Poder y Soberanía.
†¡Oh Rostro...!, que harás estremecer a los pecadores.
†¡Oh Rostro...!, que regocijarás a los justos por toda la Eternidad.
†¡Oh Rostro...!, que mereces toda nuestra reverencia, homenaje y adoración.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo. Perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo. Escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo. Ten piedad de nosotros.
¡Yo te saludo, te adoro y te amo, oh Rostro Adorable de Jesús, Mi Amado Noble Sello de la
Divinidad! Ultrajado de nuevo por los blasfemos, os ofrezco, por medio del Inmaculado Corazón de
Tu Madre Santísima, la adoración de todos los Ángeles y los Santos, con la humilde súplica de que
repares y renueves en mí y en todos los hombres, Tu Imagen desfigurada por el pecado.
Oremos: Sé Misericordioso con nosotros, ¡oh Mi Dios!, no desprecies nuestras oraciones, cuando en
medio de nuestras aflicciones clamamos a TU SANTO NOMBRE, y buscamos con amor y
confianza, Tu Rostro Adorable. Amén.
BENDICIÓN DE AARÔN
Números 6, 24-26
El Señor nos bendiga y nos guarde. El Señor resplandezca Su Rostro sobre nosotros y tenga
misericordia de nosotros. El Señor levante hacia nosotros Su Faz y nos conceda la paz. En el Nombre
del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

†††
La Corona del Divino Rostro de Jesús es poderosísima. Las palabras invocadas en las 33 cuentas
pequeñas, que son los 33 Misterios de la Vida en la Tierra de Nuestro Señor Jesucristo, provienen del
Libro de Números, Capítulo X, Versículo 35, y también del Salmo 67. San Atanasio relata que los
demonios, al ser interrogados sobre cual verso de las Santas Escrituras ellos temen más, respondieron:
“El Salmo que comienza así: Levántate, ¡oh Señor!, y que Tus enemigos se dispersen; y que aquellos
que te odian huyan ante Tu Rostro.” Continúa diciendo san Atanasio: “Entonces los demonios son
obligados a huir.” Además de ser un rosario reparador de las blasfemias cometidas contra Dios, la
Corona de la Santa Faz de Jesús posee un carácter vigoroso y bélico. Es una santa devoción guerrera.
LAS NUEVE PROMESAS DEL DIVINO ROSTRO DE JESÚS
Las 9 Promesas fueron recolectadas durante la década de 1880 por los propagadores iniciales de
la devoción a la Santa Faz. La 1ra. y la 2da. fueron dadas a santa Gertrudis y a santa Matilde; las
últimas siete fueron reveladas por Nuestro Señor a sor María de San Pedro entre 1844 y 1846.
1ra. “Recibirán, por la impresión de Mi Humanidad, un vivo resplandor de Mi Divinidad, y
serán esclarecidos en su alma de tal modo, por la Semejanza de Mi Rostro, que brillarán más
que otros en la vida eterna.” (Santa Gertrudis, Libro IV, Capítulo VII)
2da. Pidiéndole al Señor santa Matilde, que aquellos que celebrasen la memoria de Su Rostro,
no fuesen privados de Su compañía, Él respondió: “Ninguno de ellos será separado de Mí.”
(Santa Matilde, Libro I, Capítulo XII)
3ra. Nuestro Señor me ha prometido que grabará Su Imagen en las almas que honran Su
Santísimo Rostro, dejando en ellas los rasgos de Su Semblante Divino. Él me dijo: “Mi Faz
adorable es el Sello de la Divinidad, que tiene la virtud de reproducir la Semejanza de Dios en
las almas que se aplican a esta devoción.” (21 de enero de 1844)
4ta. “Por Mi Santa Faz realizarás milagros.” (27 de octubre de 1845)
5ta. “Todos aquellos que honren Mi Santo Rostro, en espíritu de reparación, harán el oficio de
la piadosa Verónica.” (27 de octubre de 1845)
6ta. “Así como en un reino puedes procurar todo lo que deseas a través de una moneda grabada
con la efigie del príncipe, en el Reino de los Cielos obtendrás todo lo que desees con la moneda
preciosa de Mi Divino Rostro.” (29 de octubre de 1845)
7ma. “En la medida que tú procures hacer reparación a Mi Faz desfigurada por las blasfemias,
del mismo modo cuidaré de la tuya cuando haya sido desfigurada por el pecado. Fijaré de nuevo
Mi Imagen en ella y la haré tan hermosa como era al salir de la pila bautismal.” (3 de noviembre
de 1845)
8va. “Todos los que defiendan esta causa de reparación, por palabras, por oraciones o por
escrito, recibirán defensa también en sus causas delante de Dios Padre a la hora de la muerte. Yo
purificaré la faz de sus almas, limpiando las manchas del pecado y devolviéndoles su primigenia
hermosura.” (12 de marzo de 1846)
9na. “Por Mi Rostro obtendrán la conversión de muchos pecadores. Al ofrecer Mi Faz nada les
será negado. Si supieran cuánto agrada Mi Rostro a Mi Padre.” (22 de noviembre de 1846)
Sobre el rosario de esta devoción, sor María de San Pedro (1816-1848) relata: “Nuestro Señor
me inspiró a formar una corona compuesta de oraciones reparadoras. Un día, durante el Santo
Sacrificio de la Misa, Mi Divino Maestro me atrajo suavemente dentro de Su Sagrado Corazón,
y me mostró esta corona, que parecía ser del oro más puro, incrustada con piedras preciosas.
Pero, considerándome muy indigna de poseer tan grande tesoro, y temiendo ser asaltada por
ladrones, es decir, por el diablo y sus agentes, le rogué a la Santísima Virgen que guardara el
hermoso rosario en Su Amabilísimo Corazón, y le pedí a Nuestro Señor que le concediera
indulgencias. Creo que esta corona es muy agradable para Él, pero muy odiosa para Satanás.”
LA MEDALLA DEL DIVINO ROSTRO DE JESÚS
Esta medalla fue revelada en forma de escapulario por Nuestro Señor a sor María Pierina de Micheli
(1890-1945), y pronto se volvió famosa por sus milagros y grandes favores espirituales y temporales.
La Santísima Virgen le dijo: “Escucha bien, y transmite a tu confesor que este escapulario es un
“Arma de Defensa”, un “Escudo de Fortaleza” y una “Promesa de Misericordia”, que Jesús quiere dar
al mundo en estos tiempos de sensualidad y de odio contra Dios y la Iglesia...” “Son pocos los
verdaderos apóstoles; es necesario un remedio divino, y este remedio es la Faz de Mi Hijo...”
“Quienes se coloquen el escapulario deberán hacer lo posible para visitar, cada martes, el Santísimo
Sacramento, haciendo “Una Hora Santa”, en reparación de los ultrajes que ha recibido y sigue
recibiendo Mi Hijo, todos los días, en el Sacramento de la Eucaristía.” “Serán fortalecidos en la fe,
estarán prontos para defenderla y capaces de soportar todas las dificultades internas y externas...”
También le dijo: “Morirán serenamente, bajo la mirada de Mi Hijo...”

Sor María Pierina tuvo muchas dificultades en conseguir que sus superiores del convento atendiesen la
solicitud de María Santísima, en la fabricación de este escapulario. Se negaron a ello, e incluso lo
prohibieron. La tenían por loca, desequilibrada y no acreditaban estas apariciones. Hasta que un día se
sustituyó a la madre superiora del convento. Sor María Pierina fue entonces a decirle a la nueva
superiora sobre los mensajes y la petición de Nuestra Señora de hacer el escapulario. Al principio no
le dio crédito, sin embargo, después se convenció, debido al testimonio de vida y santidad de la
hermana Pierina, y acordó en ayudarle. Aun así, le dijo a la hermana Pierina: “Diga a Nuestra Señora
que no puedo hacer el escapulario, pero si Ella acepta, confeccionaré una medalla de la Santa Faz, con
las inscripciones que Ella pidió.” Sor Pierina entonces preguntó a la Santísima Virgen si aprobaba la
medalla. Nuestra Señora aceptó. El 7 de abril de 1943, la Virgen se le presenta y le dice: “Hija mía,
tranquilízate, porque el escapulario queda suplido por la medalla con las mismas promesas y favores,
sólo falta difundirla más. Ahora, anhelo la Fiesta del Santo Rostro de Mi Divino Hijo, díselo al Papa,
pues tanto me apremia.” Fue entonces diseñada la medalla de la Santa Faz, que de un lado tiene la
réplica del Semblante del Santo Sudario de Turín y la inscripción: “Illúmina, Dómine, Vultum Tuum
super nos” (Salmo 66: “Ilumina, Señor, Tu Rostro sobre nosotros”). En el reverso está la Hostia
brillante con las palabras: “Mane nobíscum, Dómine” (“Quédate con nosotros, Señor”). Después de
grandes dificultades, se obtuvo el permiso para acuñar la medalla. Hasta la cantidad de dinero para
mandar hacer las medallas fue un milagro. María Pierina encontró en su mesa un sobre con la cantidad
exacta de 11.200 libras, dinero necesario para acuñar las primeras medallas. Fue así que, el demonio,
rabioso al ver las medallas listas, golpeó fuertemente a la hermana Pierina, tiró las medallas al suelo y
trató de quemarlas. Pero el esfuerzo diabólico fue en vano, pues las medallas continuaron su destino.
Estos son algunos Mensajes de Jesús dados a la hermana María Pierina:
“Ciertas almas pensarán, que la devoción a Mi Rostro disminuirá a la de Mi Corazón. Diles que al
contrario, será completada y aumentada. Contemplando Mi Rostro, las almas participarán de Mis
Dolores y sentirán la necesidad de amar y reparar. ¿No es ésta la verdadera devoción a Mi Corazón?”
“Cada vez que se contemple Mi Rostro, derramaré Mi Amor en los corazones.”
“Quiero ser honrado con una Fiesta especial el martes previo al Miércoles de Ceniza. La Fiesta será
precedida por una Novena reparadora de todos los fieles Conmigo, uniéndose a Mi Dolor. Ese martes
es todo. Varias personas han orado y logrado muchas gracias.”
“Quiero que Mi Rostro sea honrado de manera especial, sobre todo en martes.”
“Miren cómo sufro. Sin embargo, Soy entendido por muy pocos. Qué ingratitud por parte de aquellos
que dicen quererme. He dado Mi Corazón como un objeto sensible de Mi Gran Amor por la
Humanidad. He dado Mi Faz como un objeto sensible de Mi Dolor por los pecados de la Humanidad.
Mi Rostro refleja los Dolores íntimos de Mi Alma. Que el Sufrimiento y el Amor de Mi Corazón sean
más honrados. Quién Me mira a Mí, ya Me consuela.”
“Ofrezcan incesantemente Mi Santa Faz a Mi Padre Eterno. Este ofrecimiento obtendrá la salvación y
santificación de muchas almas. Si se realiza por Mis sacerdotes, se harán maravillas.”
“Miren Mi Faz y penetren en el abismo de dolor de Mi Corazón. Consuélenme y busquen almas que
se sacrifiquen por la salvación del mundo.”
“Estas espinas son las ofensas que cada día recibo de los hombres. Las espinas de las que brota más
Sangre, son las ofensas que recibo de los sacerdotes y religiosos. Hay numerosas almas que, bajo el
manto religioso, esconden una vida mezquina, sin prisa para amarme. Quiero muchas almas que Me
consuelen, muchas almas, muchas almas.”
LA SAGRADA CABEZA DE JESÚS
Devoción revelada por Nuestro Señor Jesucristo a Su sierva Teresa Helena Higginson.
LAS NUEVE PROMESAS DE LA SAGRADA CABEZA DE JESÚS
1ra. Cualquier persona que propague esta devoción recibirá 1.000 bendiciones.
2da. Jesucristo premiará con una gloria especial a los devotos de Su Santa Cabeza. Él los vestirá de
gloria frente a los Ángeles y los hombres en el Tribunal Celestial. Quienes se glorifiquen con esta
devoción en la Tierra, serán coronados por Él como bienaventurados del Cielo.
3ra. Rendimos un gran homenaje a la Santísima Trinidad adorando la Sagrada Cabeza de Nuestro
Señor Jesucristo, como el Templo de la Divina Sabiduría.
4ta. Nuestro Señor otorgará bendiciones especiales a quienes sigan esta devoción.
5ta. Tendrán innumerables bendiciones quienes propaguen esta devoción.
6ta. Mientras más se practique esta devoción, el Espíritu Santo, de un modo especial, inspirará en el
alma de los devotos el deseo de conocer y amar al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
7ma. La devoción al Sagrado Corazón será ampliada 100 veces, a quienes también sean devotos de la
Divina Sapiencia.
8va. Nuestro Señor prometió que no sólo se aplicarán las promesas a quienes lo honren con esta
devoción, sino también a los que por su intermedio, la divulguen y logren que otros se hagan devotos.
9na. El Apóstol San Juan hace referencia, en los dos últimos capítulos del Apocalipsis, a la Sagrada
Cabeza de Jesús, ya que: por esa Marca serán sellados Sus escogidos. Los que sigan esta santa
devoción serán marcados como Sus elegidos, ellos verán Su Rostro y Su Nombre estará en sus frentes.
Promete Nuestro Señor a Teresa: “A los que Me honren, Yo les daré Mi Fortaleza, Yo Seré Su Dios y
ellos serán Mis hijos. Yo pondré Mi Señal en sus frentes y Mi Sello en sus labios.”
Dice Nuestro Señor Jesucristo
* Que desea que el primer viernes, después de la Fiesta del Sagrado Corazón, sea dedicado como día
festivo a Su Sagrada Cabeza, como Tabernáculo de la Divina Sabiduría. Que esta adoración pública
sea en reparación por los ultrajes y las blasfemias que continuamente se comenten en contra de Él.
* Que la Sagrada Cabeza, Tabernáculo de la Divina Sapiencia, es la Morada del Espíritu Santo.
* Que la devoción al Sagrado Corazón está incompleta sin la devoción a la Sagrada Cabeza.
* Él quiere ser Coronado y Reconocido como la Sabiduría del Padre, el verdadero Rey de reyes.
* Alrededor de Su Santa Cabeza brilla una Luz de un resplandor indescriptible. Un sol radiante que
fulgura en 12 piedras de cristal, reflejando todos los colores del arcoíris.
* Nuestro Señor desea que Su Sagrada Cabeza sea honrada como el Santuario de las Potencias de Su
Alma Santísima. Él quiere que Su Sagrada Cabeza reciba una adoración especial.
* Tendrán enormes castigos quienes intenten impedir esta devoción.
Oraciones de Teresa Higginson
Oh Voluntad, que siempre os sujetaste con humildad a Tu Padre Celestial, domíname en cada paso,
así como Tú gobiernas cada afecto y movimiento del Sagrado Corazón de Dios hecho hombre.
Oh Entendimiento, que sabes todas las cosas, guíame siempre con Tu Luz.
Oh Memoria, en la que el pasado, el presente y el futuro se reflejan a la vez; acuérdate siempre de mí,
y muéstrame nuevos medios para dar nuevos frutos, que me obliguen a amarte cada vez más.
†††
Oh Sabiduría de la Sagrada Cabeza, guíame en todos mis caminos.
Oh Amor del Sagrado Corazón, consúmeme con Tu Fuego.
Rezar tres Glorias en honor a la Voluntad, el Entendimiento y la Memoria Divinos.
ORACIÓN A SANTA MARÍA de Teresa Higginson
Oh María, os imploro, por el amor y homenaje que has rendido a este Templo de la Divina Sabiduría,
ante el cual los Querubines y los Serafines se postran en adoración, y tiemblan de temor y amor, y por
esta Sagrada Cabeza, que Tú tantas veces has estrechado contra Tu Inmaculado Corazón y recostado
sobre Tu pecho. Oh María y José, oh vosotros Coros de los Ángeles y Gloriosa Asamblea de los
Santos, elevad ahora vuestros espíritus, vuestros corazones y vuestras manos hacia la Adorable
Trinidad, y suplicad al Santo de los Santos, que extienda Su Mirada sobre estas cálidas gotas bermejas
de valor infinito: la Preciosa Sangre de Nuestro Señor JESUCRISTO, que Ha recibido las órdenes de
Su Divina Sapiencia. Pedidle, por Su obediencia hasta la muerte, y por la Sabiduría y el Amor que Ha
manifestado hacia Sus criaturas, que eleve y extienda esta Luz sobre la faz de la Tierra. Amén.
†††
Trono de la Divina Sabiduría; Poderoso Guía que gobiernas todas las palpitaciones y el Amor del
Sagrado Corazón; que todas las mentes te conozcan, que todos los corazones te amen y que todas las
lenguas te alaben, ahora y siempre. Amén.
LETANÍAS DE LA SAGRADA CABEZA DE JESUCRISTO
Señor, ten piedad de nosotros. Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros. Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros. Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, óyenos. Cristo, escúchanos benignamente.
Dios Padre Celestial. Ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo. Ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo. Ten piedad de nosotros.
Santísima Trinidad, Un Solo Dios. Ten piedad de nosotros.
En cada letanía contestar: Guíanos en todos nuestros caminos.
†Sagrada Cabeza de Jesús, formada por el Espíritu Santo en el seno de la Santísima Virgen María.
†Sagrada Cabeza de Jesús, unida substancialmente al Verbo de Dios.
†Sagrada Cabeza de Jesús, Templo de la Divina Sabiduría.
†Sagrada Cabeza de Jesús, Morada de las Claridades Eternas.
†Sagrada Cabeza de Jesús, Santuario de la Inteligencia Infinita.
†Sagrada Cabeza de Jesús, Providencia contra el error.
†Sagrada Cabeza de Jesús, Sol de la Tierra y del Cielo.
†Sagrada Cabeza de Jesús, Tesoro de la Ciencia y Prenda de la Fe.
†Sagrada Cabeza de Jesús, Radiante de Belleza, de Justicia y de Amor.
†Sagrada Cabeza de Jesús, Llena de Gracia y de Verdad.
†Sagrada Cabeza de Jesús, Lección viva de Humildad.
†Sagrada Cabeza de Jesús, Reflejo de la Infinita Majestad de Dios.
†Sagrada Cabeza de Jesús, Centro del Universo.
†Sagrada Cabeza de Jesús, en Quien el Padre se complace.
†Sagrada Cabeza de Jesús, que Has dejado brillar un reflejo de Tu Gloria en el Monte Tabor.
†Sagrada Cabeza de Jesús, que no Has tenido en la Tierra dónde descansar.
†Sagrada Cabeza de Jesús, que Has aceptado la unción de Magdalena.
†Sagrada Cabeza de Jesús, que Has dicho a Simón que no os ungió al entrar en su casa.
†Sagrada Cabeza de Jesús, inundada de sudor de Sangre en Getsemaní.
†Sagrada Cabeza de Jesús, que Has llorado sobre nuestros pecados.
†Sagrada Cabeza de Jesús, coronada de espinas e indignamente ultrajada durante la Pasión.
†Sagrada Cabeza de Jesús, consolada con el amoroso gesto de la Verónica.
†Sagrada Cabeza de Jesús, inclinada hacia la Tierra, al momento de salvarla por la separación de Tu
Alma y Tu Cuerpo sobre la Cruz.
†Sagrada Cabeza de Jesús, Luz de todo hombre que viene al mundo.
†Sagrada Cabeza de Jesús, nuestro Guía y nuestra Esperanza.
†Sagrada Cabeza de Jesús, que sabes todos nuestros deseos.
†Sagrada Cabeza de Jesús, que dispensas todas las gracias.
†Sagrada Cabeza de Jesús, que diriges los movimientos del Divino Corazón.
†Sagrada Cabeza de Jesús, que gobiernas el mundo.
†Sagrada Cabeza de Jesús, que juzgas todas nuestras acciones.
†Sagrada Cabeza de Jesús, que sabes los secretos de nuestros corazones.
†Sagrada Cabeza de Jesús, que queremos hacer conocer y adorar por toda la Tierra.
†Sagrada Cabeza de Jesús, que irradias a los Ángeles y a los Santos.
†Sagrada Cabeza de Jesús, que esperamos contemplar un día sin velo.
Adoramos, oh JESÚS, Tu Sagrada Cabeza.
Y nos sometemos a todos los decretos de Su Infinita Sabiduría.
Oremos: Oh JESÚS que te Has dignado revelar a Tu sierva Teresa Higginson, el inmenso deseo que
tienes de ver adorada Tu Sagrada Cabeza, danos la alegría de hacerla conocer y honrar. Deja caer
sobre nuestras almas un Rayo de Tu Luz, para que avanzando de claridad en claridad, conducidos por
Su Sabiduría Adorable, alcancemos la recompensa prometida a Tus elegidos. Amén.
†††
Que la Divina Sabiduría de la Sagrada Cabeza de Nuestro Señor JESUCRISTO nos guíe en todos
nuestros caminos, y el Infinito Amor del Sagrado Corazón nos consuma en Su Santo Fuego. Bendita
sea la Santísima Trinidad, ahora y siempre. Amén.
Oración dictada por Jesús: Oh Sagrada Cabeza, que Tu Sabiduría nos guíe y que Tu Santa Lengua
siempre nos bendiga cuando imploremos misericordia y perdón.
En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

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