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Debemos ser claros con nosotros mismos y ser realistas en aceptar que hay una lucha
constante en entre la carne y el espíritu. En muchas ocasiones la carne toma la delantera,
pero lo más poderoso y bello es que si se
vive en la Palabra y aprenden los códigos de la VERDAD el espíritu le ganara la pelea a la
carne.
Gálatas 5:17. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra
la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis”
Romanos 10:17. Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.
* Oír.
1 Corintios. 2:7. Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual
Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria,
1 Corintios. 2:6. Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y
sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen.
* Reposar
Hebreos. 4:11. Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en
semejante ejemplo de desobediencia.
Hebreos. 4:12. Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada
de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y
discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.
Colosenses. 2:20-23. Pues si habéis muerto con Cristo en cuanto a los rudimentos del
mundo, ¿por qué, como si vivieseis en el mundo, os sometéis a preceptos tales como: No
manejes, ni gustes, ni aun toques (en conformidad a mandamientos y doctrinas de
hombres), cosas que todas se destruyen con el uso? Tales cosas tienen a la verdad cierta
reputación de sabiduría en culto voluntario, en humildad y en duro trato del cuerpo;
pero no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne.
Efesios. 4:22. En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que
está viciado conforme a los deseos engañosos,
Romanos. 8:7. Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no
se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden;
* Da identidad.
Gálatas. 5:24. Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y
deseos.
Gálatas. 2:20-21. Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo
en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se
entregó a sí mismo por mí. No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la
justicia, entonces por demás murió Cristo.
Hebreos. 10:14. porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los
santificados.
Hebreos. 10:15-17. Y nos atestigua lo mismo el Espíritu Santo; porque después de haber
dicho: Este es el pacto que haré con ellos después de aquellos días, dice el Señor: Pondré
mis leyes en sus corazones, Y en sus mentes las escribiré, añade: Y nunca más me
acordaré de sus pecados y transgresiones.
NOTA: