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SERAFINES

Los Serafines se refieren a la concepción de seres


celestiales, también conocidos como espíritus, que según en la
mitología hebrea se encuentran más cerca y alrededor del trono de
Dios. Son seres divinos que arden en calor y amor divino,
respaldando el palacio del Omnipotente. Les invitamos a conocer
sobre estos ángeles especiales que le cantan y alaban sin cesar al
Creador.
Significado de Serafines

El vocablo Serafín, proviene de la palabra hebrea será-fîm que es un


nombre masculino en plural originándose del verbo sâ-raf -y quiere
decir “quemar-arder”.
Los Serafines son divinidades del más alto nivel jerárquico que están
inmediatos al reino de Dios. La cultura hebrea establece que estos
brillantes infantes espirituales son los custodios veloces que se
encuentran rodeando y adornando el trono de Dios.

Los Serafines están considerados como los seres que tienen la misión
de purificar y eliminar todo a su alrededor, por lo que están
designados a custodiar los lugares más sagrados, debido a que son
ángeles elevados que se encuentran circundando, ensalzando y
entonando cánticos a Dios. Su principal alabanza o trisagio al Señor
en hebreo que se evidencia en Isaías 6.3 es la exclamación de:

“Kadosh, Kadosh, Kadosh”


Que literalmente traduce:
“Santo, Santo, Santo, es el Señor Dios de los Ejércitos. Llenos están
los cielos y la tierra de su Gloria”.
De acuerdo a la religión cristiana, los Serafines son los ángeles que
están en la primera posición de los nueve coros celestiales
existentes, o también llamados espíritus benditos en el mundo de los
ángeles. Estos se caracterizan por la energía y la dignidad con que
aman al prójimo y por enaltecer los espíritus de menor nivel a Dios;
también se les conoce como las llamas ardientes. Su principal
actuación es elevar cánticos y sus notas musicales emanadas de sus
cuerdas vocales, armonizar los movimientos del firmamento y
generar la conmoción fundamental del amor emanado por Dios.

En las sagradas escrituras, en el pasaje Ezequiel 1.1 y en Apocalipsis


4.12 y 9.12, se evidencia que los Serafines son seres que muy pocos
tienen la virtud de verlos, sólo pueden ser visualizados por quienes
tienen un elevado nivel espiritual a una dimensión privilegiada, esto
quiere decir un estado en que el Cielo apertura sus puertas para
ellos.

También en las sagradas escrituras, los Serafines se plasman en los


pasajes de Isaías 6.2, con un enfoque de alto contenido espiritual,
que le fue otorgado a Isaías en el palacio, donde vislumbró las
verdades invisibles que simbolizan las formas exteriores de la
morada de Dios, su sagrario y sus discípulos. Cuando Isaías estaba
mirando ante el recinto del sacerdote, se alzó en frente de él una
honorable mirada de Dios que estaba reposando en su sagrario de
deleite y gloria.

Se observaba claramente que, a los lados derecho e izquierdo del


trono, estaban unos inexplicables custodios de aspecto hermoso y
brillante e irradiaban amor y compasión, y que a su vez con alegría
agitaban sus glamorosas alas, y cobijaban su bello rostro y sus pies,
sin embargo, estaban descubiertos y se les veía su cálida piel, como
deben presentarse para su asistencia eclesiástica ante la presencia
del Dios Todopoderoso, pronunciando sus más encantadores y
fascinantes cánticos y alabanzas. Se trataba de los agraciados
Serafines, y uno de estos sobrevoló con fuerza adonde estaba Isaías,
y con un carbón escondido que alcanzó desde el sagrario, le palpó y
depuró los labios del profeta, purgando todos sus pecados del
pasado para siempre, y desde ese momento quedaron santificados
a las afirmaciones de la voz del Cielo.

Se cuenta que los Serafines son los más antiguos y responsables de


todos los ángeles, no tienen ni sexo ni edad, representan la
inteligencia, sabiduría y la compasión, son seres de naturaleza pura
y reluciente, y que su cercanía al aspecto divino les concede la gracia
de sanar y purificar cualquier condición. Muestran la Gloria a Dios,
pronunciándola en atributos puros que generalizan los principios de
la existencia en el cosmos. A partir de esta visión figurada de Isaías,
se puede deducir lo que descubren las sagradas escrituras acerca de
los Serafines.

“Se cree que para atraer y sentir la presencia de los Serafines se


recomienda leer poesías y cuentos de hadas, porque se relacionan
con la inocencia infantil, que íntimamente están ligados a los niños,
y muy esencialmente cuando la hermosura de sus espíritus se
refleja en la preciosidad de su rostro que se asemejan a los
Serafines.”

Características y aspectos de los Serafines

Entre las características y aspectos que poseen los Serafines se


describen que tienen forma de animales, en su estructura física
poseen alas y que cada una de ellas tiene entre diez a veinte ojos,
estas alas les permiten desplazarse con veloces movimientos, dos
alas la usan para cubrirse su rostro y la cabeza, que al parecer es para
taparse de la luminosidad que emana Dios; sin embargo, con los ojos
que tienen en las alas pueden ver la presencia del Creador, con las
otras dos cobijaban sus pies y con las otras dos alas tienen la gracia
de desplazarse volando. Sus movimientos al volar siempre son en
forma ascendente lo que puede significar que están únicamente
hacia el Creador. Su principal característica es su pureza y la grandeza
del sentimiento surgido al amor de Dios.

En las sagradas escrituras, se puede encontrar en Isaías 6.2.6, que


indudablemente se trata de seres espirituales que existen y son
bautizados como Serafines, no solamente son imágenes como
muchos pudieran hacer creer. Igualmente, estos seres angelicales
son mencionados en Apocalipsis 4.8, refiriéndose a ellos como los
cantores a Dios.

En sus características también se puede encontrar que son seres


espirituales que gozan de una increíble y espectacular belleza y
luminosidad, así como de transmitir la calidez del fuego, que se
enlaza con el fervor abundante de su luz que emanan al cosmos, y la
sabiduría del amor individual y el amor universal. Por naturaleza son
cantores y músicos especialmente para el reino de Dios y muchos de
ellos tienen instrumentos musicales que utilizan para entonar sus
canciones. Son especialistas en generar música maravillosa y
sublime, con la que encantan a quienes tienen el privilegio de
escucharlos.

La presencia de los Serafines demuestra el misticismo y caridad de


Dios y la necesidad del humano en estar purificado antes de disfrutar
un contacto con Dios. Una de las exigencias de Dios es que el
individuo tenga un proceso de purificación y purgación antes de
sostener un contacto directamente con Él.
Nombres de los Serafines

A ciencia cierta no se conocen los nombres asignados, sin embargo,


sólo se cuenta que están clamando uno al lado del otro, lo que se
deduce es que se encuentran al lado del trono cantando la santidad
y la gloria a Dios sus canciones en coro. En este sentido, damos a
conocer alguno de sus nombres más conocidos:

Elemiah

Se refiere a un Serafín que tiene la particularidad de colocar en tus


manos el poder sorprendente y celestial que apoya al prójimo a
edificar su sendero y reconstruir todo lo que haga mientras marcha.
Igualmente, suministra a quien se lo solicita la claridad para
encontrar lo que está escondido. Las personas pueden comunicarse
con este ente angelical cuando sea necesario, sobre todo para
reformar una acción incorrecta en que haya incurrido, siempre y
cuando te acompañe el verdadero y puro amor para que guíe en las
más íntimas intenciones en condiciones sinceras de corazón. Está
representando con el color de tono dorado.

Mahasiah

Se refiere a un Serafín que ayuda a modificar lo más pronto posible


de los errores que comete el prójimo, incluso antes de que los
hechos se materialicen y que puedan traer malas consecuencias;
provee de paz y tranquilidad para que continúes el sendero. Se
cuenta que este Serafín tiene el don de dominar las altas ciencias
como la filosofía, la teología y las artes liberales. Se le puede invocar
para lograr una convivencia en paz y armonía con todos los seres que
te rodean y contigo mismo, lo que es perfecto para mejorar el
carácter.
Lehahel

El Serafín Lehahel tiene la condición especial que contribuye


iluminando todo aquello que lo requiera y necesite, aporta
entendimiento y el discernimiento en la conciencia humana. Se
cuenta que la luz que irradia esta entidad angelical puede llegar a
sanar, curar dolencias y enfermedades, así como su luz puede
influenciar en el amor por la claridad interior que posee, permitiendo
que se amen y se comprendan unos a los otros.

Achaiah

Este Serafín también puede aportar los dones de la paciencia que


permite aguantar las torpezas de la existencia; induce a descubrir los
secretos ocultos que tiene la naturaleza; permite descubrir el
verdadero sentido de la vida en el caso que se haya disipado la fe y
esperanza; provee de la capacidad para modernizar y visualizar lo
que está más allá de las situaciones concebidas; ayuda a luchar
contra la flojera, el abandono y la indiferencia.

Como se puede observar, cada uno de estos Serafines tienen una


misión específica que permite ayudar y orientar al prójimo por el
buen camino del amor y la verdad de la existencia humana.

¿Cuántos hay?

Aún no se conoce la cantidad exacta de Serafines que pudieran


existir, sin embargo, en las Sagradas Escrituras se cuenta que cuando
falleció el rey Uzías, rey de Judá, se observó a Dios sentado en el más
alto nivel de su excelso trono, y sus grandiosas faldas repletaban el
templo y estaban dentro de su aposento gigantesca cantidad de
Serafines con voces y sonidos encantadores.
En las Sagradas Escrituras, específicamente en Apocalipsis 5.8.14, se
evidencia que se narra sobre la existencia de una innumerable
cantidad de seres angelicales que se encuentran circundando el
trono de Dios, y figurativamente en los seres vivientes y sobretodo
en las personas mayores, se trata de unas multitudes y multitudes
que pronunciaban con gran y clara voz: El Cordero que fue sacrificado
merecedor de percibir las fuerzas, las fortunas, la sabiduría, el
recinto, la dignidad, la gloria y las alabanzas. Al recibir las escrituras,
los cuatro seres vivos y los veinticuatro ancianos doblegaron sus
rodillas delante del Cordero; cada uno de ellos tenía en sus manos
arpas, liras y copas elaboradas en oro, que estaban repletas de
incienso y mirra con oraciones de los santos.

Igualmente, se puede apreciar cómo en los libros sagrados se narra


de una enorme legión de seres angelicales, que hacen algarabías
como si fuera la corriente de muchas aguas y con sonidos
estruendosos como si fueran truenos. así como se narra sobre la
existencia de un trono que tiene delante un océano transparente,
haciendo la similitud al cristal, y en medio del trono y alrededor del
mismo, hay la presencia de grandes cantidades incontables de seres
vivientes que están llenos de ojos en sus alas tanto por delante como
por detrás.

Para concluir, en este párrafo se puede manifestar que existe una


gran cantidad que no puede ser enumerada de seres angelicales
conocidos como Serafines.

La doctrina que se fundamente con las religiones cristianas y judías


sostienen que los Serafines, en su figura de elohines, que se refiere
a seres poderosos de acuerdo a la cultura hebrea, o también llamas
ardientes que demolieron a Sodoma y Gomorra, cuando atacaron la
ciudad con inmensas esferas de fuego. Siendo los Serafines los seres
del universo con características más hermosas, que cuentan que
solamente Dios tiene el privilegio y el derecho a vislumbrar su
enorme belleza. En el caso que un ser humano tenga la capacidad de
visualizar a un Serafín, siendo el caso como relatan las escrituras de
lo acontecido a Santa Teresa y otros Santos, sobre las estigmas o
heridas de la cruz en sus partes del cuerpo, grabando al mismo
tiempo el sello del dolor que debe de acompañar durante toda su
existencia.

Los Serafines han sido instituidos para amar eternamente al Amor


Supremo, primer principio infinito de todo amor. Los Serafines arden
en amor inagotable sin cansarse y tampoco se debilitan, porque se
introducen en la eternidad del amor, y de forma exclusiva al servicio
del Altísimo. Estos seres celestiales aman, adoran y alaban a la
Santísima Trinidad; son espíritus con gran fervor que permanecen
orando y cantando, su principal obra es reafirmar el amor puro y
divino y están encargados de estimular el sentimiento del amor en
los seres humanos, el afecto perpetuo y sus poderes siempre serán
de la luz y la purificación.

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Tomado de la página: www.hablemosdemitologias.com

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