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Biología

1)En la actualidad, y gracias a todos los métodos estudiados con anterioridad y


principalmente a los métodos sísmicos, se diferencian dos modelos acerca de la estructura y
composición de la Tierra.

Modelo Geoquímico: (Bullen, 1.963) Que divide a la Tierra en capas concéntricas basándose
en su composición: corteza, manto (superior e inferior) y núcleo (externo e interno).

Modelo Dinámico: este modelo se ha tenido en cuenta el estado físico y la dinámica de las
capas.

* En la zona más superficial existe una capa de comportamiento rígido de un espesor de 100
Km, llamada litosfera, la cual incluye a la corteza y una región llamada manto litosférico que
forma parte del manto superior.

* Entre 100 y 250 Km se halla una zona de comportamiento plástico, que corresponde con el
canal de baja velocidad. Esta zona se considera que está formada por materiales parcialmente
fundidos. Recibe el nombre de astenosfera, y en ella se originan corrientes de convección que
determinan la dinámica de la litosfera.

* A partir de 250 Km y hasta 2.700 Km se sitúa la mesosfera, con una dinámica de corrientes
de convección, penachos o plumas térmicas.

* Por último, la endosfera coincidiendo con el núcleo del modelo geoquímico.

La corteza terrestre es la capa más superficial del planeta Tierra. Es la más externa, delgada y
reciente de las capas de la Tierra. Es la capa sobre la cual habitamos los seres vivos, incluso
aquellos que se adentran en las más profundas capas del suelo.

La corteza terrestre forma parte, junto al manto terrestre y el núcleo terrestre, de la llamada
geósfera, que es la parte sólida del planeta. La corteza se extiende desde la superficie hasta
los 35 kilómetros promedio de profundidad. La profundidad se toma en promedio ya que
varía dependiendo de si se trata de:

● Corteza oceánica. Cubre el 55% de la superficie del planeta, ubicada a miles de


metros de profundidad bajo el océano, y es más delgada que la continental (con un
espesor de 5 km en el fondo oceánico).
● Corteza continental. De naturaleza heterogénea, dado que está formada por rocas
de distintos orígenes, siendo los minerales más abundantes el cuarzo, los
feldespatos y las micas. Su grosor es mucho mayor, alcanzando en zonas
montañosas los 70 km.

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La Tierra es el único planeta rocoso conocido que posee una corteza heterogénea desde un
punto de vista químico y físico, dado que se produjeron mediante procesos geológicos
distintos.

Características de la corteza terrestre

La corteza terrestre es sólo el 1% del volumen total de la Tierra.


La corteza terrestre representa menos de 1% del volumen total del planeta. Sin embargo es
todo lo que conocemos directamente, ya que se extiende hasta 35 kilómetros hacia el núcleo,
de los cuales apenas 12,2 km fueron excavados con el pozo más profundo de la historia, el
Pozo Superprofundo de Kola (KSDB), obra de la antigua Unión Soviética.

La corteza es la parte superior de la litósfera, junto con la parte superior del manto, por
encima de la discontinuidad de Mohorovicic. Dado que es mucho menos densa que el manto,
la corteza “flota” por encima.

A medida que aumenta la profundidad también asciende la temperatura, oscilando entre los
200 y 400 °C, a un ritmo de 30 °C por kilómetro de profundidad.

Los elementos químicos más abundantes en la composición de la corteza son: oxígeno


(46,6%), silicio (27,7%), aluminio (8,1%), hierro (5,0%), calcio (3,6%), sodio (2,8%), potasio
(2,6%) y magnesio (1,5%). El resto del volumen de la corteza lo representan agua y otros
elementos escasos, sumando menos del 1% de su composición.

Formación de la corteza terrestre


En la historia geológica del planeta, la primera corteza terrestre se formó hace 4400 a 4550
millones de años. Desde entonces sus volúmenes han ido aumentando con el tiempo.

A medida que las condiciones terrestres se estabilizaban y el planeta se enfriaba, nuevas


capas de corteza fueron emergiendo hasta ocupar un volumen considerable hace 2500
millones de años, en gran medida gracias a dos eventos geológicos mayores: uno hace 2500-
2700 millones de años atrás, y otro 1700-1900 millones de años atrás.

Sin embargo, la corteza terrestre se está formando constantemente. Para ello, porciones de
ella se hunden en el manto (subducción) para fundirse en el magma líquido subterráneo,

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mientras que otras porciones nuevas emergen en los centros de expansión de la corteza
oceánica.

La corteza continental tiene una edad promedio de 2 millones de años, lo que la hace mucho
más antigua que la corteza oceánica.

Movimiento y dinámica de la corteza terrestre

Aunque no lo percibamos, la corteza se encuentra en movimiento.


La corteza terrestre dista de ser estática. Las placas que la componen se hallan flotando sobre
el manto, compuesto por materiales pastosos sometidos a enormes presiones. Por lo tanto, se
produce un desplazamiento lento de la corteza, lo cual es conocido como la dinámica
tectónica.

Así, las distintas porciones de la corteza se rozan y chocan, ejerciendo presión la una sobre la
otra y dando pie a la orogénesis o creación de las montañas, a medida que la corteza se pliega
y abulta. De esta manera el relieve depende en gran parte del movimiento de la corteza.

Similarmente, pueden también generarse depresiones o fallas tectónicas, cuando una placa se
sumerge por debajo de la otra, licuificándose y aumentando la presión interna del magma por
salir. Así es como surgen los volcanes.

Dichos movimientos de la corteza terrestre dan origen, además, a los sismos y temblores, ya
que el roce entre las placas tectónicas produce ondas sísmicas que se transmiten hacia la
superficie, a veces con efectos devastadores.

Del mismo modo, originan la deriva continental, que es el movimiento de las masas
continentales a lo largo del tiempo, desde los supercontinentes primitivos (como Pangea)
hasta la configuración actual.

Capas de la corteza terrestre

La corteza terrestre es una capa relativamente homogénea, es decir que no tiene capas ni
subdivisiones. La única forma de diferenciarla es entre la corteza continental, más gruesa,
antigua y robusta, y la corteza oceánica, más joven, delgada y móvil.

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Importancia de la corteza terrestre
La corteza terrestre es un área vital del planeta. Para empezar, allí es donde tiene lugar la vida
(biosfera), fenómeno único de nuestro planeta en el Sistema Solar.

Además en este punto las rocas secas y cálidas pueden reaccionar con el agua y el oxígeno
que abundan en la superficie. En la corteza surgen nuevas formas de rocas y minerales que
componen la riqueza y abundancia mineral de nuestro entorno.

Además, la orogénesis no sería posible sin los movimientos de la corteza, ni la compleja


dinámica de cambios geológicos que ello implica, y por lo tanto tampoco se podrían dar
ciclos químicos como el del agua, que requiere de las montañas para fluir en ríos hacia el
mar.

El manto terrestre es una capa de roca densa y caliente que se ubica en el interior del
planeta Tierra, entre el núcleo y la corteza terrestre. Tiene un espesor de 3.000 km y en él
predominan minerales como los silicatos.

Es una estructura que no tiene una composición uniforme, pero está formada
principalmente por materiales que contienen sílice, oxígeno, magnesio, hierro, aluminio y
otros metales.

Las temperaturas de esta zona de la Tierra varían en función de la cercanía o lejanía del
núcleo. Así, la zona más cercana al núcleo puede alcanzar una temperatura que ronda
los 3500 °C, mientras que las zonas más alejadas del núcleo pueden llegar a tener
temperaturas alrededor de los 600 °C.

El manto terrestre presenta dos capas definidas: el manto superior y el manto inferior. El
manto superior tiene una mayor viscosidad que el inferior, su interior se desplaza muy
lentamente y es el responsable del movimiento de las placas tectónicas.

Función del manto terrestre

El manto terrestre se ubica entre el núcleo y la corteza terrestre.

El manto terrestre constituye más del 80 % del volumen del planeta Tierra y su función
principal es ser aislante térmico y refractario de la superficie terrestre.

Los movimientos del manto superior son constantes y están producidos por corrientes de tipo
convectivas que mueven las placas tectónicas de la Tierra. El movimiento de placas

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tectónicas es vital para el desarrollo geológico del planeta y la supervivencia de los seres
vivos que en él habitan, ya que genera nuevas superficies.

El magma expulsado del manto, en procesos como el vulcanismo, forma una nueva corteza
en el lugar en el que las placas tectónicas se separan. Estos son procesos que intervienen en el
ciclo de carbono, que es indispensable para regular la temperatura terrestre.

Características del mando terrestre

Algunas de las principales características del manto terrestre son:

● Es la capa más extensa que compone la Tierra y ocupa más del 80 % del planeta.
● Es la capa que se halla entre la superficie o corteza terrestre y el núcleo.
● Está formado por el manto inferior y el manto superior.
● Tiene temperaturas que superan los 600 °C.
● Se extiende a partir de los 8 km en zonas oceánicas, de los 30 km en zonas
continentales y de los 70 km en zonas montañosas.
● Está formado principalmente por elementos que contienen silicio, oxígeno, magnesio
y hierro.
● Está formado por elementos en estado sólido o viscoso.
● Es responsable del movimiento de las placas tectónicas, debido a las corrientes de
convección que ocurren en su interior.
● Su estudio se da en base a los materiales que emergen a la superficie terrestre
producto de fenómenos como la actividad volcánica y la orogenia y con el estudio de
las ondas sísmicas.

Composición y estructura del manto terrestre

El manto terrestre está formado por el manto superior y el manto inferior.

El manto terrestre se diferencia del núcleo y de la corteza terrestre por su composición.


Aunque la composición del manto no es uniforme, está principalmente formado por
silicatos, es decir, materiales compuestos por oxígeno y silicio que, además, pueden contener
hierro, calcio y aluminio.

Existen dos capas bien diferenciadas del manto terrestre: el manto inferior y el manto
superior. Entre ambas capas se produce una particular aceleración de las ondas sísmicas y
sus principales características son:

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● Manto superior. Comienza en la discontinuidad de Mohorovicic, que es la zona de
transición entre la corteza y el manto terrestre, y se divide en dos capas: la litosfera y
la astenosfera. El manto superior es una estructura mayormente sólida formada por
peridotita y con componentes químicos como el silicio, el oxígeno, el magnesio y el
hierro. En la astenosfera los compuestos pueden fluir lo que permite el movimiento de
las placas tectónicas. Las temperaturas en el manto superior van desde los 200 a los
900 °C y es una estructura que tiene un grosor de más de 600 km.
● Manto interior. Comienza en la zona de transición que está luego del manto superior
y se extiende hasta la discontinuidad de Gutenberg. Tiene un grosor que va desde los
700 km hasta los 2900 km y presenta mayor temperatura y presión que el manto
superior y la zona de transición. Es una capa sólida formada por elementos
compuestos por silicio y magnesio, como el mineral perovskita. La mayor parte de las
evidencias que se conocen de esta capa surge de las investigaciones del magma que
emerge de la Tierra tras la actividad volcánica.

El núcleo y la corteza terrestre

El núcleo terrestre es una esfera de 3.400 km de radio.

Además del manto terrestre, el planeta Tierra está formado por otras dos estructuras:

● La corteza terrestre. Es una fina capa que puede ir desde los 5 a los 50 km de
espesor, es la capa más externa de la Tierra y en ella habitan los seres vivos. Está
formada principalmente por oxígeno, sílice y aluminio. La frontera entre la corteza y
el manto lleva el nombre de su descubridor el geofísico, Andrija Mohorovicic y su
función es separar los materiales de mayor densidad (silicato de hierro, magnesio) de
aquellos de menor densidad (calcio, potasio o sodio).
● El núcleo. Es una esfera de 3.400 km de radio que constituye la parte más interna de
la Tierra y está compuesta principalmente de hierro. La zona de transición entre el
núcleo y el manto terrestre es conocida como discontinuidad de Gutenberg. Debajo de
esta discontinuidad es donde se da origen al campo magnético terrestre. El núcleo se
divide en:
○ Núcleo externo. Está situado entre el manto y el núcleo interno y se halla en
estado líquido.
○ Núcleo interno. Es la capa más interna de la Tierra y se halla en estado sólido.

En geología, se conoce como el núcleo terrestre o el núcleo de la Tierra a la porción interna


más profunda de la estructura de nuestro planeta, es decir, a su esfera central misma. Está

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situada por debajo del manto terrestre, a unos 2.900 kilómetros por debajo de la superficie
planetaria.

Al tratarse de la capa más profunda del planeta, es un sitio muy caliente y denso, que posee
características muy particulares respecto de las capas más superficiales, y también respecto a
los demás planetas conocidos, pues la Tierra es el cuerpo más denso de todos los que existen
en el Sistema Solar (con una densidad promedio de 5515 kg/m3).

Por ejemplo, dada su composición mayoritaria de hierro y níquel (por la cual antiguamente se
le conocía como NiFe, por sus símbolos químicos), así como de otros minerales
ferromagnéticos, la rotación de esta esfera interior es responsable de generar el campo
electromagnético que rodea el planeta (conocido como magnetósfera), el cual nos protege de
la radiación solar emitida continuamente.

Obviamente, nadie ha estado jamás en el núcleo terrestre. Las excavaciones más profundas de
la humanidad apenas han logrado descender 12.3 km bajo la superficie, de modo que las
exploraciones científicas del núcleo consisten en análisis teóricos y deductivos, o estudios por
aproximación a través de la lectura de ondas sísmicas naturales o artificiales.

Características del núcleo terrestre


El núcleo terrestre se caracteriza por lo siguiente:

● Se trata del centro planetario mismo, un lugar muy denso y muy caliente. Su
densidad promedio se estima en 11.000 kg/m3 y su temperatura promedio supera
los 6700 grados centígrados.
● El núcleo está compuesto fundamentalmente por hierro, con 5-10% de níquel y
otros elementos minoritarios como azufre y oxígeno. Estos materiales existen en
forma líquida en la parte exterior del núcleo y sólida en su porción interna.
● El núcleo terrestre es una esfera de radio de alrededor de 3500 km, lo cual
representa el 32% de la masa total de la Tierra, y es más grande en sí mismo que
todo el planeta Marte.
● Se divide en dos porciones: un núcleo exterior (líquido) y un núcleo interior
(sólido).

Formación del núcleo terrestre


Los componentes del núcleo terrestre estuvieron presentes cuando nació el planeta, hace
aproximadamente 4600 millones de años. Así como el resto del material del Sistema Solar, la
Tierra atravesó etapas de intensas temperaturas iniciales, que permitieron la formación de
aleaciones metálicas particularmente densas en su centro. Dichos materiales permanecen aún
en su núcleo metálico, sometidos al inmenso efecto de la gravedad y la presión.

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Sin embargo, el núcleo como tal surgió mucho después, gracias a la diferenciación de los
materiales terrestres conforme el planeta se enfriaba. Así, los materiales más livianos como la
mayoría de los silicatos, formaron las capas exteriores del manto y la corteza, mientras que el
hierro y diversos materiales pesados y radiactivos permanecían en el fondo. A este proceso se
le conoce como “diferenciación planetaria”.

Temperatura del núcleo terrestre


Como hemos dicho, la temperatura del núcleo terrestre es muy elevada, alcanzando los 6700
grados centígrados: más caliente que la superficie más externa del Sol.

Subdivisiones del núcleo terrestre

El núcleo interno de la Tierra es sólido, mientras que el núcleo externo es líquido.

El núcleo de la Tierra se divide en dos porciones claramente diferenciadas:

● El núcleo externo, es decir, su capa más superficial, consiste en alrededor de 2.200


kilómetros de hierro, níquel y otros metales fundidos, a temperaturas que oscilan
entre 4500 y 5500 grados centígrados. Es una capa de muy baja viscosidad,
sometida a procesos de convección muy violentos, cuyo desplazamiento genera
justamente la magnetósfera terrestre, actuando como un gigantesco dinamo.
● El núcleo interno, o sea, su capa más profunda, posee un radio de 1255 kilómetros
aproximadamente, compuesto en un 70% de hierro y 30% de níquel en una
aleación sólida. También hay un mínimo porcentaje de otros minerales pesados
como plomo, iridio y titanio, todo compactado en una misma materia sumamente
densa y pesada, a temperaturas tan elevadas que no es capaz de generar
electromagnetismo.

La litósfera o litosfera es la capa más sólida y superficial del planeta Tierra, es decir, la más
rígida y externa de todas. Está formada por la corteza terrestre y la capa superior del manto
terrestre y es la superficie más fría del planeta, sobre la que habitan todos los seres vivos.

El término litósfera proviene de las palabras griegas lithos (“piedra”) y sphaíra (“esfera”).
Esta capa forma parte de la geósfera (que es la parte sólida del planeta) y varía en espesor. No
es simple determinar con exactitud dónde empieza y dónde termina la litósfera, aunque se
suelen usar como límites la atmósfera y la astenosfera (zona del manto superior).

Existen dos tipos de litósfera:

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● Litósfera continental. Está conformada por la corteza continental (es decir, los
continentes) y la región más externa del manto terrestre. En su mayoría se
compone de piedras de tipo granítico y alcanza alrededor de los 120 km de
espesor.
● Litósfera oceánica. Es la porción de la corteza terrestre que conforma los fondos
oceánicos. Es una capa mucho más delgada que la continental (apenas 65 km de
espesor) y está conformada, en su mayoría, por rocas basálticas.

La litósfera se encuentra fragmentada en distintos bloques conocidos como placas tectónicas


(o placas litosféricas) sobre las que se halla la corteza terrestre. Dichas placas se desplazan
unos pocos centímetros al año. El movimiento de las placas se da por las corrientes de
convección y puede ocasionar fricciones o separaciones entre placas, lo que genera procesos
como la orogénesis (formación de montañas y accidentes geográficos) y el magmatismo o
vulcanismo.

Las atmósfera es una capa homogénea de gases concentrada alrededor de un planeta o astro
celeste y mantenida en su lugar por acción de la gravedad. En algunos planetas, compuestos
mayormente por gas, esta capa puede ser particularmente densa y profunda.

La atmósfera terrestre alcanza unos 10.000 km de distancia de la superficie del planeta, y


alberga en distintas capas los gases necesarios para preservar la temperatura planetaria estable
y permitir el desarrollo de la vida. Las corrientes de aire presentes en ella se encuentran
estrechamente relacionadas con la hidrósfera (el conjunto de agua planetaria), y se afectan de
manera recíproca.

Nuestra atmósfera puede dividirse en dos grandes regiones: homósfera (los 100 km
inferiores) y heterósfera (desde los 80 km hasta el borde exterior), de acuerdo a la variedad de
gases que integran cada una, mucho más variados y homogéneos en la primera, y
estratificados y diferenciados en la segunda.

El origen y la evolución de la atmósfera datan desde los inicios mismos del planeta, en los
que una gruesa capa de gases primigenios permaneció alrededor del planeta, constituida más
que nada por hidrógeno y helio provenientes del sistema solar. Sin embargo, el enfriamiento
paulatino de la Tierra y la aparición muy posterior de la vida fueron cambiando la atmósfera
y variando su contenido hasta alcanzar el que hoy conocemos, a través de procesos como la
fotosíntesis y quimiosíntesis o la respiración.

La geología comprende las siguientes ramas principales, entre muchas otras no mencionadas:

● Geofísica. Como su nombre lo indica, supone la aplicación de los conocimientos y


perspectivas de la física para el estudio de la Tierra. De ese modo, se interesa en las
dinámicas fundamentales que aplican a la vida presente y pasada del planeta, como la
reflexión y refracción, la gravedad, el electromagnetismo, la radiactividad, etc. A su

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vez se divide en geofísica interna y geofísica externa, dependiendo de qué tan
profundo en el cuerpo del planeta estén ubicados sus intereses.
● Tectónica. Se interesa por las estructuras profundas de la corteza terrestre, en
donde las rocas se originan y deforman la superficie del planeta, permitiendo entre
otras cosas el movimiento de los continentes según sus placas tectónicas, capaces
de impulsar la orogénesis y/o de causar terremotos.
● Geoquímica. Así como la geofísica hace con la física, la geoquímica emplea los
saberes y herramientas de la química para la comprensión material de la Tierra, es
decir, para saber cómo está hecha y de qué, e incluso pudiendo proyectar estos
saberes al caso de otros planetas y astros del espacio. Se interesa en la
transformación de las rocas y las reacciones que se producen entre los materiales
del subsuelo.
● Estratigrafía. Esta rama de la geología interpreta, ordena y comprende los restos
de rocas ígneas, sedimentarias y metamórficas, así como la sucesión de capas
horizontales que componen el suelo, y que se conocen como estratos.
● Geología del petróleo. Una de las más rentables de las aplicaciones de la geología,
tiene que ver con todos los aspectos vinculados al petróleo: la formación de sus
yacimientos, su localización, la estimación de sus reservas y, también, su
exploración y extracción.
● Hidrología. Como lo sugiere su nombre, se interesa en el agua, pero
específicamente en aquella depositada bajo la superficie terrestre (aguas
subterráneas), y su interacción con suelos, rocas, minerales y humedales, así como
sus distintas maneras de presentación (gas, líquido y sólido) y los procesos que
rigen sus yacimientos y desplazamientos subterráneos.
● Meteorología. Estudia los fenómenos atmosféricos e intenta predecir su desarrollo.
Para ello tiene en cuenta factores como la presión, temperatura, humedad, viento,
etc.
● Espeleología. La rama que estudia la formación y morfología de las cuevas y otras
cavidades naturales en el subsuelo, procurando explorarlas, cartografiarlas y reunir
muestras que aporten información significativa respecto a los ecosistemas de dicha
región. A menudo se ejercen sus procedimientos de manera recreativa, debiendo
entonces llamarse espeleísmo.
● Paleontología. Una rama de la geología y una ciencia natural en sí misma, se
dedica al estudio de la vida pasada en nuestro planeta, a través de la evidencia
fósil que se halla en el subsuelo. Es una disciplina sumamente célebre por causa
del descubrimiento de los dinosaurios y de la vida paleozoica, aunque también se
dedique a comprender la vida microbiana y la paleobotánica.
● Sismología. La ciencia que estudia los temblores, volcanes y terremotos, así como
los desplazamientos tectónicos que los producen. Además arroja información
sobre la propagación de las ondas sísmicas, sobre la prevención del daño sísmico y
la educación para los terremotos.
● la geología física, que se enfoca en el estudio de los materiales que componen nuestro
planeta y los procesosfísicoquímicos que actúan sobre ellos.
● la geología histórica, que procura ordenar cronológicamente los múltiples cambios
físicos y biológicos que han ocurrido a lo largo de la historia de nuestro planeta desde
su origen. Se trata de un aspecto estrechamente ligado al marco espacio-temporal en
el cual tiene lugar la evolución de la Tierra y de la vida.

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b) -Origen del planeta (4.600 m.a)

-Primeros seres vivos(a.500. m.a)

-extinción de los dinosaurios(65. m.a)

-aparición del ser humano(10 m.a)

c) Los tipos de fósiles son:


restos de organismos
animales enteros
fósiles petrificados
moldes
huellas
madrigueras
inclusiones
la importancia de estos fósiles sonen la historia reciente al descubrirse que más que simples
rocas, como se creía hasta entonces que eran, constituían restos de animales tales como
mandíbulas, huesos y también vegetación de hace millones de años.

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