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11 Un remedio para la tensión que tiene 6.

000 años
Esta noche, al comenzar nuestra exposición de la Biblia, los invito a inclinar sus cabezas para
orar… “Padre, la meta de nuestro corazón es ser como Jesús, seguir tras sus pisadas. Esta noche,
al hablar acerca del verdadero significado de la adoración a Jesús, te pido que tu Santo Espíritu
abra nuestras mentes. Enséñanos nuevas cosas, y danos un corazón deseoso de seguirte. En el
nombre de Jesús, Amén”.

Nuestro tema de esta noche es un remedio para la tensión que ya tiene 6.000 años

Suelo verla cuando voy desde mi hogar en Thousand Oaks, California, hasta Camarillo, un poco
al norte, a Oxnard y Ventura. Puedo verla en nuestro vecindario. La llamo la Dama de la Bolsa.
No conozco su nombre, pero mi hijo adolescente me cuenta que ella viaja regularmente de ida y
vuelta entre esas ciudades de la costa de California, caminando con su larga cabellera rubia
sobresaliendo de su abrigo. No importa si es verano o invierno en California, siempre se viste de
la misma manera. La Dama de la Bolsa… eso es todo lo que sé acerca de ella. A veces se la ve
introduciendo su cabeza en algún contenedor para buscar su almuerzo. Otras veces, la vemos
empujando su carrito de supermercado repleto con sus escasas pertenencias.

Es posible que en tu ciudad también exista una dama de la bolsa u otros que viven en la calle. En
el corazón de esta dama de la bolsa hay un íntimo anhelo de pertenencia, de tener un lugar al que
pueda llamar hogar. Siempre está en movimiento, siempre está yendo a alguna parte, pero nunca
llega a destino. En lo profundo de los corazones de hombres y mujeres de todas partes, está el
anhelo del hogar, la necesidad de conectarse con otros que se interesen por ellos y los amen, la
necesidad de un abrazo cálido, el anhelo de un hogar. Todos tenemos en nuestro interior la
inquietud por un hogar. Algunos lo manifestamos de maneras distintas a la dama de la bolsa.
Trabajamos en exceso. Salimos en busca de cosas materiales… una casa más grande, un
automóvil mejor, trajes o vestidos más elegantes. En una sociedad cargada de tensiones muchos
recurrimos al trabajo en exceso para llenar el acuciante vacío interior. Pero ese vacío interior, ese
vacío de pertenencia, ese vacío que no podemos llenar, es el mismo vacío de la dama de la bolsa.
Es como si la raza humana estuviera en un viaje. Es como si todos estuviéramos moviéndonos en
busca de un lugar de paz, un lugar de comodidad. Y Dios ha creado ese lugar, un lugar de
identidad, un lugar de pertenencia en esta era signada por el estrés, en esta era moderna de las
presiones y la tensión. El Apocalipsis tiene una respuesta para el estrés.

Hace algún tiempo, leí acerca de una europea que vino a los Estados Unidos a finales del siglo
XIX. Escribiendo a sus colegas en Europa, les decía: “Estos americanos son muy diferentes de
los europeos. Siempre tienen que estar en movimiento, hasta inventaron una silla que se mece,
porque hasta cuando están sentados tienen que seguir moviéndose”. Esa es una de las razones por
las que disfruté tanto los cinco años que viví en Londres, porque algunos de mis amigos
europeos me enseñaron a bajar el ritmo un poco. De hecho, vivimos en una sociedad cuyo ritmo
es desenfrenado. ¿Cuál es la respuesta de Dios al estrés y la tensión? ¿Cuál es la respuesta de
Dios a esa necesidad que tenemos en el interior de nosotros mismos de encontrar refugio, y
sentido de pertenencia, y paz, y conexión, e identidad? El libro de Apocalipsis describe el último
mensaje de Dios para el mundo, y ese es el mensaje que estamos estudiando cada noche.
Seguiremos yendo a Apocalipsis, capítulo 14.
Este mensaje de Apocalipsis 14:6 es un mensaje dado por Dios para preparar hombres y mujeres
para la venida de Jesús. Es el último mensaje de Dios para la humanidad. Es tan importante para
nosotros hoy como lo fue el mensaje de Noé en sus días. La Biblia dice. “Vi volar por en medio
del cielo a otro ángel…”. Al describir un ángel volando por en medio del cielo, la Biblia está
describiendo un mensaje que debe ir al mundo con rapidez y prontitud. “Vi volar por en medio
del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a
toda nación, tribu, lengua y pueblo”. Es un mensaje universal. Atraviesa las divisiones
geográficas. Salva las barreras linguísticas. Va más allá de las denominaciones. Debe llegar a
toda nación, tribu, lengua y pueglo”. “Diciendo a gran voz…” El mensajero celestial no lo
anuncia en tonos suaves que son ininteligibles, sino a… (¿con qué tipo de voz? Díganlo todos)
… diciendo a gran voz. “Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha
llegado…” En otras palabras, estamos a las puertas de la eternidad. En la hora del Juicio de Dios,
el destino de la raza humana será decretado. Pero el mensaje continúa: “Diciendo a gran voz:
Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el
cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas”.

Este es un llamado a formar parte del grupo. Un llamado a tener identidad. Una invitación al
hogar. Nuestros corazones encuentran descanso cuando descansamos en él y lo adoramos. En los
últimos días de la historia de esta tierra, hay un mensaje para todo el mundo que está relacionado
con la adoración, y el conflicto final entre el bien y el mal es entre la verdadera y la falsa
adoración. O lo adoramos a él, quien hizo el cielo, la tierra, el mar y las fuentes de las aguas…
(¿cómo llamamos a quien hizo los cielos, la tierra y las fuentes de las aguas? El Creador)… o
adoramos al Creador, o adoramos a la bestia. ¡Nuestra adoración es verdadera o es falsa! Por eso,
la Biblia, en los últimos días de la historia de esta tierra, nos insta a adorar al Creador. ¿Por qué
debemos adorar a Dios? ¿Cuál es la base de toda adoración? ¿Por qué lo adoramos a él? ¿Por qué
le entregamos nuestras alabanzas? ¿Por qué le rendimos nuestro loor? ¿Por qué le damos nuestra
lealtad más sincera? La Biblia dice en Apocalipsis 4:11: “Señor, digno eres de recibir la gloria y
la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas”.
¿Por qué es digno de nuestra adoración? ¿Por qué es digno de nuestro honor? ¿Por qué es digno
de nuestra lealtad? ¿Por qué es que podemos encontrar nuestro hogar en él? ¿Por qué podemos
descansar en él de nuestras tensiones?

El es digno de ser alabado, y es digno de nuestra lealtad, porque creó todas las cosas. No somos
el producto de la evolución. Le debemos nuestra existencia a él. No somos un accidente cósmico
en el universo. La Biblia dice: “Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder;
porque tú creaste todas las cosas”.

Me pregunto, ¿habrá dejado Dios una señal de su autoridad creadora? Me pregunto, cuando el
libro de Apocalipsis dice: “Digno eres de recibir la gloria y la honra. . . porque tú creaste todas
las cosas”, ¿a quién nos está llamando a adorar? Es un llamado especial para que le rindamos
loor a…? ¿Quién fue el agente activo en la creación? Sí, la Biblia dice que Dios creó los cielos y
la tierra, pero cómo –por medio de quién--- creó Dios los cielos y la tierra? La Biblia dice en
Colosenses 1:16: “Porque en él (es decir, en Cristo) fueron creadas todas las cosas”. Por lo tanto,
Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo participaron en la creación. Dios el Padre fue
el diseñador maestro, el Espíritu Santo proporcionó el poder, pero según Colosenses 1, Jesucristo
fue el agente activo en la creación. Por eso, cuando el Apocalipsis nos llama a adorar al Creador,
nos está llamando, en estos últimos días, a darle nuestro homenaje, adoración y lealtad a Jesús…
a encontrar nuestro descanso en Jesús, a encontrar nuestro hogar en Jesús, a encontrar nuestra
seguridad en Jesús.

¿Ha dejado Jesús una señal especial del descanso en él? ¿Nos ha dejado un refugio? ¿Nos ha
dejado un emblema de su autoridad? ¿Cuál es la señal de que Cristo creó el mundo? ¿Cuál es la
señal que Dios nos ha dejado como símbolo de su poder creador? ¿Nos ha dejado un refugio en
este mundo lleno de estrés? Al estudiar la ley de Dios, y repasar los Diez Mandamientos,
¿encuentras algún mandamiento que nos diga cómo adorar a Jesús como Creador del cielo y de
la tierra? ¿Alguno de esos mandamientos nos habla de un refugio, un santuario, un lugar en el
que podamos encontrar un oasis en el desierto cargado de tensiones de este mundo?

En el seno de la Ley de Dios, hay un símbolo de su autoridad, un símbolo de su poder creativo,


un símbolo del refugio del estrés y las tensiones. En la Biblia, en el corazón de los Diez
Mandamientos, escritos por Dios con su propio dedo sobre tablas de piedra, que jamás deberían
cambiarse, ni erradicarse, ni eliminarse, la Biblia dice: “Acuérdate del día de reposo para
santificarlo”. Dios dice: “recuerda”, y la mayor parte del mundo se ha olvidado. “Acuérdate del
día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás y harás toda tu obra; mas el séptimo día es
reposo para Jehová tu Dios”. La Biblia no dice que el primer día es el sábado, ni que el tercer día
sea el sábado, ni el quinto día. ¿Cuál es el día de reposo de acuerdo con la Biblia? Díganlo
todos… El séptimo día.

¿Lo escribió Dios con su propio dedo sobre tablas de piedra? Los seres humanos podrán escribir
lo que quieran en un libro, pero yo prefiero aceptar lo que Dios escribió sobre tablas de piedra
antes que lo que un hombre escribió en un libro. ¿Y ustedes, amigos? El séptimo día es el
sábado. ¿Dice allí que es el sábado de los judíos? ¿Qué dice allí en los Mandamientos? Es el
sábado, ¿de quién? En los mandamientos… del Señor tu Dios. Pero, ¿por qué el séptimo día es el
sábado del Señor tu Dios? ¿Por qué tenemos que adorarlo en ese día? La Biblia dice: “No hagas
en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero
que está dentro de tus puertas”. Entonces, continúa… “Porque en seis días hizo Jehová los cielos
y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay”. Ahí tienes la razón por la que el descanso
sabático es tan importante, la razón por la cual adorar en el día sábado es tan importante.
Recuerdas el pasaje que leímos en Apocalipsis 14:7, dice que el ángel diría a gran voz: “Temed a
Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo… ¿qué
hizo qué?... el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas”.

Juan, en el Apocalipsis, está parafraseando el cuarto mandamiento. Juan nos dice que en los
últimos días, en la hora del juicio, justo antes de la venida de Cristo, habrá un llamado a adorar al
Creador. Los Diez Mandamientos nos dicen cómo adorar al Creador. Honramos a Jesús como
Creador. Honramos a Jesús como Señor de señores. Al acudir cada sábado a adorarlo, al
reconocer cada sábado el hecho de que él nos creó, dejamos atrás el estrés, la tensión, y las
ansiedades de este mundo, y venimos ante él.

La Biblia dice: “Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas
que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo
santificó”. La Biblia no dice que Dios haya apartado el primer día, ni el tercero, ni el quinto. Los
Diez Mandamientos son claros. Cuando dijo: “Acuérdate del día de reposo para santificarlo”,
Dios apartó el sábado. Ahora bien, algunas personas me han dicho que los Diez Mandamientos
eran para los judíos. Bien, el mandamiento que dice “no matarás” es sólo para los judíos, y por lo
tanto los cristianos podemos asesinar a quien querramos, ¿correcto? “No cometerás adulterio”
¿Eso era sólo para los judíos? ¿Le dices a tu hija adolescente: “querida, el mandamiento de no
cometer adulterio era sólo para los judíos, así que no te hagas problemas si eres promiscua”. No
le dices eso a tu hija, ¿verdad? Si tu hijo llega a tu casa maldiciendo, ¿le dices “no te preocupes
por tus palabrotas, hijo, el mandamiento que dice que no hay que tomar el nombre de Dios en
vano era sólo para los judíos, así que puedes maldecir a Dios todo lo que quieras y delante de
quien se te antoje”. ¿Y qué del mandamiento que nos dice: “No hurtarás”. Ese mandamiento es
sólo para los judíos, así que vayamos al supermercado a alzarnos con un botín. ¿Es eso lo que
dices?

Los mandamientos de Dios son la base eterna del gobierno celestial. Son el elemento moral que
le da cohesión a toda la sociedad. Cuando dios dice: “Acuérdate del día de reposo para
santificarlo”, el mandamiento va dirigido a toda la humanidad. De hecho, eso es exactamente lo
que dijo el Jesús mismo. Lee conmigo en Marcos 2:27: “El día de reposo fue hecho para los
judíos…” ¡Un momento! ¿Es eso lo que dice? ¿El sábado fue hecho para los judíos? El sábado
fue hecho para el hombre, para toda la humanidad. Fue hecho para todos, judíos y gentiles por
igual, porque Jesús dijo que “El día de reposo fue hecho por causa… ¿de quién?... del hombre”
Por lo tanto, el sábado es una señal de que Dios creó el mundo. Y cada sábado, al venir a
adorarlo, tenemos ese sentido de pertenencia, de identidad. Encontramos significación y refugio
en el Dios que nos formó.

El sábado es un regalo amoroso de Dios para toda la raza humana. Cada séptimo día, un
“palacio” desciende del cielo a la tierra… veinticuatro horas de tiempo. Y Dios dice: “Huye del
estrés, huye de la ansiedad, huye de tus nervios agotados. Ven y conéctate de nuevo con el Dios
del universo. Ven y conéctate con el Creador del universo. Ven a encontrar el sentido de
pertenencia, y de propósito, y tu identidad, y seguridad, y refutio”. El sábado es un don de amor
de Dios para la raza humana. De hecho, el sábado fue instituido, en el Génesis, cuando Dios creó
la raza humana. Dios creó a Adán y Eva, unos 2.300 años antes de que existiera la raza judía, por
lo tanto el sábado no fue dado a los judíos en exclusividad.

Dios instituyó el sábado cuando creó a Adán y Eva. Recuerdas que en la creación Dios dijo: “Sea
la luz”, y fue la luz, y Dios separó las aguas que estaban encima de la tierra de las aguas que
estaban debajo, y la Biblia dice que apareció la tierra seca. Y Dios hizo el firmamento. Rodeó la
tierra con un aire fresco y puro, apto para la respiración. Dios les dijo a las aguas, y a las mareas:
“No avancen más que hasta aquí… así es suficiente… no avancen ni un centímetro más” Y Dios
le dijo al atierra: “Produce flores. Y produce frutos en abundancia. Y cúbrete de pastos verdes”.
Dios continuo y dijo: “Que las aguas tengan abundancia”. ¡Servimos a un Dios maravilloso!
Podría haber hecho todos los peces de un solo color, pero hizo peces multicolores para nosotros,
para que desfrutáramos las bondades de la tierra. Y Dios dijo: “Que haya aves que vuelen por los
aires” ¡Qué mundo maravilloso y glorioso era ése! Dios dijo, “Que la tierra producto criaturas
vivientes”, y las criaturas llenaron el paisaje. ¡Oh, servimos a un Dios maravilloso!
Entonces Dios dijo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen I semejanza”. Y la Biblia dice que, a
la imagen de Dios, hizo al hombre y la mujer (Génesis 1:26, 27). Creó a Adán y Eva, y después
de seis días de creación, Dios dijo: “En el séptimo día crearé un santuario. Voy a crear un
refugio. En el séptimo día, le daré a mi pueblo un símbolo de que yo los he creado, para que en
su peregrinar por esta tierra nunca se olviden de que yo soy su Señor, su Creador, su Hacedor”.
Adán y Eva fueron creados en el sexto día, y el primer día completo que ambos vivieron fue el
séptimo. La Biblia dice en Génesis 2:1, 2: “Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el
ejército de ellos. Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda
la obra que hizo”. ¿Dice que Dios descansó en el primer día? ¿Dice eso? Dice que Dios
descansó en… ¿qué día?... el séptimo.

Si quiero descansar en el mismo día en que descansó el Señor, tengo que hacerlo en el séptimo
día, porque es el día en el que él descansó y ese es el día que nos ordenó guardar. La Biblia dice
que descansó en el séptimo día de toda su obra que había hecho. La Biblia continúa diciendo: “Y
bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho
en la creación” (Génesis 2:3).

La Biblia dice, entonces, que en el séptimo día Dios hizo tres cosas:

… Primero, Dios descansó en el séptimo día. Como cristianos, descansamos en el séptimo día
para estar en armonía con nuestro amor por Jesucristo y para reconocer que él creó el mundo. El
sábado es un símbolo de nuestro descanso en su amor y cuidado.
So the Bible says that God did three things on the seventh day:

… Segundo, él bendijo el séptimo día. Es decir, Dios colocó una bendición sobre el sábado, el
séptimo día, y no sobre cualquier otro día. Puedes recibir su bendición si loa doras en el segundo
día, en el tercer día, y en el primer día. De hecho, tenemos estas reuniones en distintos días de la
semana, y al asistir a “Descubrimientos en la Profecía” somos bendecidos. Pero si quieres recibir
la bendición sabática, no puedes recibirla adorando en otro día. La bendición especial de Dios se
obtiene al adorarlo en el día sábado, el que Dios señaló con su bendición. La Biblia dice que
Dios descansó en el séptimo día. No dice que descansó ni en el primero, ni en el segundo. La
Biblia dice que él bendijo el séptimo día. No dice que bendijo el tercero, el cuarto, el quinto, ni el
primero.

… Tercero, la Biblia dice que Dios santificó el séptimo día. La palabra “santificar” es una
palabra que se emplea para referirse a una mujer que es apartada para un solo hombre. Cuando
un hombre y una mujer se casan, ella es santificada para él y él es santificado para ella. La
palabra “santificado”, significa “apartado de todos los demás”.

Supongamos que es el día de mi boda. Yo me casé el 25 de junio de 1967. Supongamos que es el


día de mi casamiento, y estoy en pie ante el altar, y veo cómo mi hermosa novia se aproxima por
el pasillo. Mi corazón comienza a latir cada vez más rápidamente, mis manos tiemblan. Veo a
Ernestina, o “Teeny” como suelo llamarla cariñosamente, caminando hacia el frente. Por mi
frente se deslizan mares de sudor. Es la mujer más hermosa que he visto jamás… (¿Saben algo?
He estado casado durante treinta años. Alguien me dijo cierta vez que no es difícil estar casado
por treinta años; ¡lo difícil es estar casado 30 años con la misma mujer! Estoy absolutamente
feliz y emocionado por haber estado casado con la misma mujer durante treinta años, y si Jesús
no viene antes, planeamos estar juntos treinta años más.) … Supongamos que estoy aquí en el
altar, y mi adorable novia se aproxima por el pasillo, y estoy muy nervioso. Entonces nos
casamos, y el predicador pregunta: “¿Aceptas?” Y yo respondo: “Sí, acepto”. Entonces le
pregunta a mi esposa: “¿Aceptas?” Y ella dice: “Sí, acepto”. Y entonces, una vez que el servicio
ha finalizado, y la fiesta ha terminado, y estoy encendiendo el motor del automóvil,
preparándome para la luna de miel. ¡No veo la hora de estar con mi amada! Pero supongamos
que ella tiene seis hermanas… es tan sólo una de siete muchachas… y una de sus hermanas se
sube al auto y dice: “¡Vámonos!” Y yo le digo: “De ninguna manera, yo no me casé contigo. Tu
hermana ha sido santificada para mí”. Y ella me responde: “Es una entre siete, ¿cuál es la
diferencia?” ¿Habría alguna diferencia para mi esposa? ¿Habría alguna diferencia para mí?

¿Hay diferencia para Dios, si él ha santificado un día y los seres humanos tratan de hacer santo
otro día que Dios nunca santificó? Dios no nos ha pedido que santifiquemos un día, nos ha
llamado para descansar en ese día y adorar en ese día que él ha apartado y santificado. De hecho,
cuando me pregunto: “¿Cuál es la diferencia?”, la Biblia me responde en Proverbios 14:12: “Hay
camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de… (¿de qué?) …muerte”. En el
jardín del Edén, Adán le dijo a Eva: “¿Qué diferencia hay? Es tan sólo una fruta. Los árboles no
hacen la diferencia. Satanás está diciéndole a las personas hoy: “Los días no hacen la diferencia”.
La fruta de aquel árbol había sido apartada para que Adán y Eva no la comieran, y cuando la
tomaron, hubo una diferencia, porque desobedecieron a Dios. Dios a apartado el séptimo día, el
sábado. Descansó en ese día, y lo bendijo. Si dudas, ese día marca una diferencia.

Filón, el escritor judío, dijo lo siguiente: “Entonces, el mundo entero llegó a su plenitud de
acuerdo con las propiedades de un número perfecto, el siete. El Padre invistió al séptimo día con
dignidad… separándolo y proclamándolo santo”. Sí, el séptimo día fue investido de dignidad.
Dios lo declaró santo. El profesor E. W. Thomas dijo que el hombre no podría guardar el sábado
original y olvidarse de Dios. El sábado nos conecta con Dios. A través de todo el Antiguo
Testamento, y en el Nuevo, el sábado era una señal entre Dios y su pueblo. Meditemos juntos en
los días de Abrahán. La Biblia dice que Abrahán guardó los mandamientos de Dios. El sábado
fue dado en el Génesis, antes de que hubiera un solo judío. El sábado fue guardado por Abrahán,
y el sábado fue guardado por el pueblo de Dios a través de todas las edades.

Recordarás que cuando Moisés sacó a Israel de la esclavitud en Egipto, allá en el desierto,
comenzó a caer el maná. Dios, en su bondad, alimentó a Israel enviándole maná del cielo. El
maná caía seis días, pero en el séptimo día, no caía el maná. Y Dios le dijo a Israel que no saliera
a recoger el maná en el séptimo día, porque les enviaba una doble porción los viernes. Los demás
días, el maná que quedaba de un día para el otro se echaba a perder. Dios les dijo: “Voy a
realizar un triple milagro para ustedes… no caerá maná los sábados, y si recogen una porción
doble los viernes, voy a hacer que la porción extra no se eche a perder el sábado”. Por lo tanto,
no caía maná en sábado. Los viernes caía el doble, y lo que sobraba del viernes era preservado
para su uso el sábado. Exodo 16:26 dice: “Seis días lo recogeréis; mas el séptimo día es día de
reposo; en él no se hallará”.
Damas y caballeros, los Diez Mandamientos fueron dados en Exodo 20 por Dios, escritos en
tablas de piedra, para que nunca se los erradicara. Antes de recibir los mandamientos, Israel
estaba guardando el sábado. ¿Por qué? Porque había sido dado a Adán y Eva en el jardín del
Edén. Adán y Eva guardaban el sábado, y el sábado otorgaba esa sensación de conexión entre el
pueblo y su Dios. Cuando Israel quebrantó el sábado, en Exodo 16:28 Dios les dijo: “¿Hasta
cuándo no querréis guardar mis mandamientos y mis leyes?” Los mandamientos de Dios eran
importantes. La violación del sábado fue una de las razones por las cuales Israel tuvo que vagar
por el desierto durante cuarenta años. Los Diez Mandamientos fueron dados por Dios en el
Monte Sinaí… para todas las personas, de todos los tiempos y en todas partes. Y la Escritura dice
en Exodo 20:10: “Mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios”. En todo el Antiguo
Testamento el sábado era una señal… una señal de lealtad, una señal de compromiso, una señal
de obediencia, una señal de que el hombre estaba conectado con su Creador. En Ezequiel 20:12,
la Biblia dice: “Y les di también mis días de reposo, para que fuesen… ¿fuesen qué? ¿Para ser
qué? …por señal entre mí y ellos” El sábado siempre ha sido una señal, un símbolo de lealtad,
símbolo de la adoración al verdadero Dios. En la actualidad, algunos cristianos están
confundidos. Tienen la idea de que Jesús vino para eliminar la ley, para erradicar el sábado
bíblico. Pero Jesús mismo dijo esto, que está en Mateo 5:17: “No penséis que he venido para
abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir”.

¿Vino Jesús para anular la ley que decía: “No cometerás adulterio”? ¿Vino Jesús para derogar la
ley que decía: “No matarás”? ¿Vino Jesús para destruir la ley que decía: “No hurtarás”? ¿Vino
para destruir la ley que decía “Acuérdate del sábado”? No, de ninguna manera. ¿Qué es lo que
hizo Jesús con relación al sábado? ¿Lo derogó? Si Cristo hubiera venido para derogar el sábado,
no lo hubiera cumplido, pero la Biblia dice en Lucas 4:16: “Vino (Jesús) a Nazaret, donde se
había criado; y en el día de reposo entró en la sinagoga (la iglesia), conforme a su costumbre (es
decir, como lo hacía siempre, todas las semanas), y se levantó a leer”. Era sábado el día que
Jesús anunció que él era el Mesías después de leer el libro de Isaías. Su costumbre era ir a la
sinagoga a adorar todos los sábados.

¿No hubiera eliminado el sábado de su vida, si al fin y al cabo iba a introducir un nuevo día para
los cristianos? Jesús guardó el sábado. Adán y Eva eran guardadores del sábado. Abrahán y
Moisés e Isaías y Jeremías y Daniel, todos fueron guardadores del sábado. Jesús guardó el
sábado bíblico, y les dijo a sus discípulos que guardaría el sábado incluso después de su muerte.
Y que ellos también deberían hacerlo, porque les dijo en Juan 14:15 (léelo conmigo, por favor):
“Si me amáis, guardad mis mandamientos”. ¿Amas a Jesús, amigo? ¿Lo amas en este momento?

Jesús dijo: “Si me amáis, guardad mis mandamientos”. Mientras sus discípulos lo rodeaban,
Jesús les habló de la destrucción que vendría sobre Jerusalén. Les habló del tiempo cuando los
ejércitos romanos destruirían la ciudad de Jerusalén, y Jesús dijo en Mateo 24:20: “Orad, pues,
que vuestra huida no sea en invierno ni en día de reposo”. En otras palabras, orad para que
cuando tengáis que huir de Jerusalén no tengáis que hacerlo en invierno o en el sábado. ¿Cuándo
fue destruida Jerusalén? Jerusalén fue sitiada por los ejércitos romanos y destruida por Tito en el
año 70 d.C. ¿Por qué Jesús les dice a sus discípulos que oren para que su huida no sea en sábado,
si para ese entonces ya no estarían más guardando el sábado? ¿Te das cuenta? Es el año 31 d.C.,
y Jesús predice que Tito va a venir a destruir a Jerusalén, y que cuando él ataque, que oren para
no tener que huir en sábado. ¿Por qué? Porque todos los cristianos estarían adorando, y si Tito
atacara en sábado destruiría a los cristianos y a los judíos de un solo plumazo porque estarían
juntos. Si atacara en martes, miércoles o jueves, o cualquier otro día, las puertas de Jerusalén
estarían abiertas, y el pueblo estaría trabajando en los campos. ¿Qué sentido tendría que Jesús les
dijera a los discípulos, y a los dirigentes cristianos, a quienes llevaban la antorcha de la verdad.
“Orad para que en el año 70 d.C. vuestra huida no sea en sábado”, si ellos ya no estarían
adorando en el sábado bíblico.

En realidad, en el Nuevo Testamento hay 84 mensiones de que los discípulos guardaban el


sábado bíblico. La iglesia del Nuevo Testamento guardó el sábado bíblico. Los discípulos
amaban a Jesús y querían obedecerlo, porque “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los
siglos”. Hablando de los discípulos, la biblia dice en Hechos 13:14: “Ellos . . . entraron en la
sinagoga un día de reposo y se sentaron”. Pero entonces alguien me dice: “Pastor, la razón por la
que Pablo y los discípulos iban a la sinagoga los sábados era para convertir a los judíos. En
realidad ellos ya no guardaban el sábado”. Pero la Biblia dice que no fueron los judíos, sino los
gentiles, quienes “les rogaron que el siguiente día de reposo les hablasen de estas cosas”. O sea
que los discípulos estaban adorando con los judíos, pero entonces nos encontramos con que los
gentiles dicen: “Queremos adorar a Dios como Creador. Queremos adorar a Jesús como Señor
del universo y Señor del sábado”. La Biblia dice en Hechos 13:42, 44: “El siguiente día de
reposo se juntó casi toda la ciudad para oír la palabra de Dios”. ¿Sabes algo? Si los discípulos
estuvieran guardando el primer día de la semana, y fueran a adorar en la sinagoga el sábado, y
los gentiles les dijeran: “Queremos oír acerca de Jesús y la gracia de Dios”, los discípulos
hubieran dicho: “Vengan mañana, en el primer día de la semana”. Pero no dijeron eso, y al
sábado siguiente, casi toda la ciudad vino a escuchar la palabra de Dios.

Este hecho ocurrió en la ciudad de Antioquía. Es el lugar en el que los cristianos se fortalecieron
y crecieron por las predicaciones de Pablo. En Antioquía, se encuentran las ruinas de dos
iglesias. La primera es una iglesia cristiana en la que se exaltaba el sábado. Puedes ver las ruinas
de esa iglesia donde toda la ciudad vino a escuchar la palabra de Dios… (aquí están las ruinas de
una de las primeras iglesias de Antioquía en las que se guardaba el sábado). Ahora, en otra parte
de la ciudad, hay otro templo. Este templo fue erigido en los días de Roma para el dios romano
del sol, el dios del domingo, el día del sol. En Antioquía se puede ver el contraste: un templo al
dios sol, en el que se adoraba en el día del sol, el dios del primer día de la semana… y se ve la
iglesia cristiana, que adoraba en el sábado bíblico.

La Biblia es muy clara. Cuando los discípulos estaban en un lugar donde no había una iglesia
cristiana para ir a adorar, Pablo so solía ir a la campiña, donde había oído que habían pequeños
grupos de creyentes que adoraban en el sábado bíblico. Hechos 16:13 dice: “Y un día de reposo
salimos fuera de la puerta, junto al río, donde solía hacerse la oración; y sentándonos, hablamos a
las mujeres que se habían reunido”. Pablo había escuchado hablar de Lidia. La casa de Lidia
temía a Dios –se habían entregado al Señor Jesús--- y lo adoraban, por eso Pablo salió para
encontrarse con ellos ya dorar en el sábado bíblico. A lo largo del Antiguo y el Nuevo
Testamento, el pueblo de Dios ha adorado en el sábado bíblico. Hechos 18:4 dice: “Y discutía en
la sinagoga todos los días de reposo, y persuadía a judíos y a griegos”. Pablo quería predicar de
Cristo a los judíos y a los griegos, y llevarlos a adorar en el sábado al Señor del sábado.
Apocalipsis, el último libro de la Biblia, nos hace un llamado a la obediencia. Apocalipsis nos
llama a adorar a Aquel que hizo el cielo, la tierra, el mar y las fuentes de las aguas. Apocalipsis
nos llama a adorar al Creador. La Biblia dice en Apocalipsis 14:12 (léelo conmigo, por favor):
“Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de
Jesús”. Si tenemos fe en Jesús, lo amamos. Queremos servirlo. Queremos seguir en sus pisadas.
Queremos adorarlo en el día en el que él adoró. En los últimos días, Dios tendrá un grupo de
personas, hombres y mujeres que lo amarán al punto de guardar sus mandamientos, que lo
amaran lo suficiente como para obedecerlo, que lo amarán lo suficiente como para servirlo. El
sábado fue dado en el jardín del Edén. El sábado fue guardado por Abrahán, Isaac y Jacob. El
sábado fue uno de los mandamientos que Dios escribió con su propio dedo sobre tablas de
piedra. El sábado fue guardado por Isaías, Jeremías y Daniel. El sábado fue guardado por Jesús y
Pedro y Santiago y Pablo.

Y la Biblia dice (en Isaías 66:22, 23) que un día en el cielo: “Porque como los cielos nuevos y la
nueva tierra… (yo anhelo esos cielos nuevos y la nueva tierra, ¿y ustedes, amigos?) …que yo
hago permanecerán delante de mí, dice Jehová, así permanecerá vuestra descendencia y vuestro
nombre. Y de mes en mes, y de día de reposo en día de reposo, vendrán todos a adorar delante de
mí, dijo Jehová”. Esto es en la nueva tierra. Esto es cuando las cosas viejas ya no son más, y hay
nuevos cielos y una nueva tierra”. “Y de sábado en sábado, vendrán todos a adorar delante de mí,
dijo Jehová”. Si vas a adorarlo en sábado allá arriba, ¿no sería una buena idea comenzar a
hacerlo aquí abajo”. El sábado va desde el Edén del pasado hasta el Edén que está en el futuro.

Sin embargo, hay algunas personas que dicen: “Pero, pero, pero, pastor Finley, ¿podemos saber
con certeza cuál es el séptimo día? Pastor Finley, permítame hacerle una pregunta. Quiero decir,
yo pienso que el calendario ha tenido tantos cambios que no podemos saber cuál es el séptimo
día… lo determinamos al azar”. ¿Vamos a culpar a Dios por decir: “Acuérdate del día de reposo
para santificarlo. Seis días trabajarás, mas el séptimo día es el día de reposo”? ¿Sería Dios capaz
de darnos un mandamiento tan complicado que nadie pudiera cumplirlo? ¿Crees que Dios nos
mostraría que su último mensaje anunciado por ángeles invitando a todo el mundo a adorarlo
como Creador y Señor del sábado, si fuera imposible saber cuál es el séptimo día? Amigo, la
biblia te dice cuál es el séptimo día. La astronomía te dice cuál es el séptimo día. El idioma te
dice cuál es el séptimo día. Por eso, no hay ninguna duda de cuál es el séptimo día.

Recordarás haber leído en los evangelios que Jesús fue crucificado en la cruz del Calvario, y que
la Biblia describe ese acontecimiento… dice que el día cuando Cristo fue crucificado “era día de
la preparación, y estaba para comenzar el día de reposo”. Cristo fue crucificado en el día que la
Biblia llama “de la preparación”. Ese fue el día cuando atravesaron sus manos con clavos,
cuando pusieron una corona de espinas sobre su cabeza, cuando lo colgaron de una cruz. “Y las
mujeres que habían venido con él desde Galilea, siguieron también, y vieron el sepulcro, y cómo
fue puesto su cuerpo. Y vueltas, prepararon especias aromáticas y ungüentos…” La Biblia
continúa diciendo: “… y descansaron el día de reposo, conforme al mandamiento”. (Lucas
23:54-56).

Tenemos el día de preparación, el día cuando Cristo murió… y tenemos el día siguiente, en el
cual las mujeres no podían embalsamar su cuerpo (obviamente, los mandamientos no habían sido
clavados en la cruz, porque aquí tenemos, el día cuando Cristo murió, a sus más cercanos
seguidores descansando y adorando a su Creador y Señor.) Cristo descansó en sábado cuando
vivía, y descansó el sábado cuando estuvo muerto. Aquí, la biblia dice que hubo tres días
sucesivos… el de preparación, el día que Jesús murió… el sábado, el día que descansó en la
tumba… y la Biblia dice que el día siguiente, el tercer día sucesivo: “El primer día de la semana,
muy de mañana, vinieron al sepulcro, trayendo las especias aromáticas que habían preparado, y
algunas otras mujeres con ellas. (Recuerdas lo que sucedió entonces…) Y hallaron removida la
piedra del sepulcro” (Lucas 24:1, 2).

Repasemos: hubo un día de preparación (esto es, el día que Jesús murió), hubo un día siguiente
(el día cuando las mujeres descansaron, y Cristo descansó, de acuerdo con el mandamiento) y
hay un tercer día en el que Cristo se levantó de los muertos. Tenemos tres días sucesivos.
¿Sabemos en qué día murió Jesús? La mayoría de los cristianos aceptan que fue… ¿qué día? …
un viernes. El día de la preparación era el viernes… el día siguiente, el día cuando las mujeres
descansaron fue, obviamente, un sábado… y el tercer día, el día que sigue en la sucesión, es el
primer día, al que llamamos domingo. Por lo tanto, el día de reposo es el día que está entre el
sexto día de la semana, el viernes, y el primer día de la semana, el domingo… El día de reposo es
el día al que llamamos sábado. La Biblia nos indica muy claramente cuál es el día de reposo.
La Biblia no es la única que nos indica cuál es el día de reposo. Si buscamos en los diccionarios
más comunes, veremos que dicen que el sábado es el séptimo día de la semana. La Biblia sabe
cuál es el día de reposo, es el sábado. El séptimo día es el sábado bíblico. Además, la astronomía
sabe cuál es el séptimo día de la semana. Pregúntenle a los astrónomos del Observatorio Naval
de los Estados Unidos en Washington, D. C. Hay personas preocupadas porque el ciclo semana
hubiera sido cambiado. Que los días se hubieran confundido en algún momento del pasado. Este
observatorio de los Estados Unidos dijo lo siguiente: “Hemos tenido la posibilidad de investigar
los trabajos de especialistas en cronología, y no hemos encontrado ni uno solo que haya tenido
jamás la más mínima duda acerca de la continuidad del ciclo semanal en toda la era cristiana. Si
consultamos al astrónomo Larkin, nos dice que no hubo ningún cambio en el ciclo semanal. Que
el ciclo de la semana ha llegado hasta nosotros en una secuencia ininterrumpida de siete días. El
Observatorio Real de Greenwich, Inglaterra, confirma la autenticidad del ciclo semanal.

El sábado de nuestra semana actual, es el verdadero sábado de la Biblia. Mira cualquier


calendario de los Estados Unidos y en Norteamérica; y verás que el sábado es el séptimo día.
Pero algunos amigos europeos podrían decir: “Un momento. En nuestros calendarios europeos,
el primer día de la semana es el lunes”. Es cierto que en muchos lugares, especialmente en
algunos lugares de Europa central, los calendarios comienzan por el lunes. Ese cambio se realizó
entre 1950 y 1960. Los calendarios anteriores a 1950 colocaban el sábado, correctamente, como
el séptimo día y al domingo como el primero. Por eso, a nuestros amigos europeos les digo que,
si consultan el calendario religioso ortodoxo, verán que el sábado siempre es el séptimo día. Si
viven en un país católico, verán que en el calendario católico de Europa, el sábado es el séptimo
día.

El cambio fue relativamente reciente. En realidad, es parte de un plan maestro para apartar al
mundo del verdadero sábado bíblico, porque Daniel había predicho en Daniel 7:25, que el
enemigo pensaría en cambiar los tiempos y… ¿qué cosa?... las leyes. (Mañana por la noche
vamos a estudiar más acerca de cómo se cambió el verdadero sábado bíblico.) Pero con respecto
de todo este movimiento para tratar de confundir a la gente con algunos cambios en el
calendario, recuerda Daniel 7:25… que habrían intentos de modificar los tiempos y cambiar las
leyes para confundir al pueblo.

En más de 105 idiomas en todo el mundo, el nombre del séptimo día de la semana es “sábado”.
¿Hay alguna persona que hable español esta noche, aquí en Orlando? Si hay alguien que habla
español, ¿podría levantar la mano? Amigos hispanos de Orlando, ¿cuál es el nombre (Oh, no
terminé de formular la pregunta, y ya me dieron la respuesta) del séptimo día en español?
“Sábado” ¿Cuál es? “Sábado”. Nuestros hermanos hispanos no tienen confusión. Ven el
mandamiento que dice. “Acuérdate del día de sábado”, miran en su calendario, y el séptimo día
de la semana es el “Sábado”. Lo saben. En 105 idiomas del mundo, el nombre del séptimo día de
la semana no es “Día de Saturno” (como en inglés), sino “sábado”. Además, la Biblia nos dice
que Cristo murió un viernes, y descansó el sábado. Si recurrimos al idioma, a los calendarios, a
la astronomía, la evidencia es absolutamente irrefutable.

Muchísimas personas, al estudiar sus Biblias, han llegado a esta conclusión: Que para seguir a
Jesús realmente, deben seguirlo hasta el final. Para seguir a Jesús realmente, deben seguirlo más
allá de la tradición, más allá de lo que enseñan los predicadores, más allá de lo que dicen los
libros religiosos. Deben guiarse por lo que enseña este libro. Me estoy acordando de Anna…
Anna estaba estudiando su Biblia. Estaba estudiando el tema del sábado bíblico, y se angustió.
Dijo: “No quiero saber lo que enseña mi iglesia. Quiero saber lo que enseña la Palabra de Dios”.
Entonces decidió hacerle una pregunta al pastor. Lo llamó y le dijo: “Pastor, tengo una pregunta
para hacerle. He estado estudiando la Biblia en lo que respecta al sábado, y vi que el sábado fue
instituido en el jardín del Edén, que Dios descansó el sábado. Dios bendijo el sábado, y santificó
el sábado. Vi que Dios lo ordenó siglos antes de que existieran los judíos”. Y continuó
diciéndole: “He leído en mi Biblia que Abrahán guardó los mandamientos. He leído acerca del
séptimo día, que Dios escribió con su propio dedo sobre tablas de piedra. Leí que Ezequiel dijo
que el sábado era una señal entre Dios y los hombres. Leí que Jesús guardó el sábado cada
semana, como era su costumbre. La Biblia dice que Jesús les dijo a sus discípulos que debían
guardar el sábado”. Y continuó: “Pastor, pastor, leí que Pedro y Pablo observaron el sábado, y leí
que vamos a guardar el sábado en el cielo”. Entonces le dijo: “Estoy preocupada. Tengo una
pregunta para usted. EStoy tratando de definer cuál es el verdadero día del Señor, porque algunos
cristianos dicen que como Jesús se levantó de entre los muertos el primer día de la semana,
deberíamos guardar ese día. Pero pastor, mi Biblia no dice que Jesús descansó en el primer día,
no dice que Jesús santificó el primer día, no dice que Jesús bendijo el primer día. Pastor, estoy
algo confundida”. Entonces le dijo: “Pastor, quiero saber cuál es el verdadero día del Señor.
Aunque los hombres dicen que hay que adorarlo en el primer día, no puedo encontrar eso en mi
Biblia. ¿Por qué la Biblia menciona algunas cosas más de una vez?” El pastor era muy sabio, y le
respondió: “Algunas cosas están más de una vez en la Biblia por este motivo: Dios quiere
destacarlas. Si no lo entiendes en Mateo, Dios quiere que lo entiendas en Marcos. Si no lo ves en
Marcos, Dios quiere que lo veas en Lucas. A veces, Dios incluye los mismos pasajes más de una
vez, porque no quiere que te lo pierdas. ¿Por qué me lo preguntas? ¿A qué te refieres? Ella le
dijo: “Pastor, quiero basarme sólo en la Biblia. Quiero que la luz de Cristo brille desde la palabra
de Dios. Pastor, leo en Apocalipsis 1:10: ‘Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor’, y quiero
saber cuál es el verdadero día del Señor, el día que fue apartado por Jesucristo”. Entonces
continuó: “Sólo quiero adorar en el verdadero día del Señor. En Mateo 12:8 dice: ‘Porque el Hijo
del Hombre es Señor del día de reposo”. En Marcos 2:28 leo: ‘Por tanto, el Hijo del Hombre es
Señor aun del día de reposo”. En Lucas 6:5 leo: ‘El Hijo del Hombre es Señor aun del día de
reposo’ Si el Hijo del Hombre es Señor del sábado, el verdadero día del Señor debe ser el
sábado”. Hay personas que me han dicho: “Yo guardo el día del Señor en vez del sábado
antiguo”. Bien, lo cierto es que la expresión “día del Señor” se menciona una sola vez en la
Biblia, en Apocalipsis 1:10. (Ahí pueden verlo.) “Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor”.
Juan está diciendo, sencillamente, “tuve una visión profética en el día que el Señor apartó”, en el
día que el Señor creó como símbolo de su amor y refugio. Y está diciendo: “tuve una visión en el
sábado”. Yo prefiero que Jesús defina cuál es el día del Señor y no que lo hagan los hombres.
¿Qué dices tú, amigo? Cuando Jesús dice que el Hijo del Hombre es Señor del sábado, yo le
creo. ¿Y tú? Esta mujer comprendió que el sábado es el verdadero día del Señor, y le dijo a su
pastor: “Pastor, ¿qué debo hacer?” Y el pastor mirándola a los ojos le respondió: “Le aconsejo
que siga a Jesús. Le aconsejo que siga la Palabra de Dios”.

Mi amigo, no sé a qué iglesia perteneces. No sé qué es lo que dice tu predicador. No sé qué es lo


que dice tu pastor. Puede que cuando salgas de esta reunió algún predicador trate de confundirte.
Puede que cuando salgas de esta reunión tus amigos traten de evitar que sigas a Jesús. El único
consejo que puedo darte es que sigas a la Biblia. Lo único que puedo aconsejarte es que sigas lo
que Dios dice. Lo único que puedo aconsejarte es que sigas a Jesús. Mientras Matt canta “Yo te
seguiré a ti, mi Salvador”, quieres inclinar tu cabeza y decirle a él esta noche: “Señor, te amo
tanto que quiero adorarte como mi Creador. Te amo tanto que quiero adorarte como el Hacedor
del cielo y la tierra. Te amo tanto que quiero encontrar mi refugio en ti. Y quiero encontrar en ti
mi sentido de pertenencia. Quiero encontrar en ti mi identidad. Señor, te amo tanto que estoy
dispuesto a seguir las palabras que escribiste sobre tablas de piedra con tu propio dedo:
‘Acuérdate del sábado’. Señor, estoy dispuesto a seguirte. Aún cuando tenga que realizar algunos
cambios en mi vida, te seguiré, Señor, doquiera tú me guíes”.

Esta noche, mientras inclinamos nuestras cabezas para orar, desde lo profundo de tu corazón,
quieres decirle a Jesús: “Quiero seguirte. Jesús, si el sábado es tu verdadero día… te amo más
que a nada, Señor… gracias Señor Jesús por darme este mensaje. Te amo lo suficiente como para
seguirte”. Quieres levantar tu mano al cielo en este momento, y decirle silenciosamente: “Jesús,
dame fuerzas para seguirte. Quiero seguirte realmente. Te amo lo suficiente como para seguirte”.
Tan solo levanta tu mano al cielo. Si amas a Jesús y quieres seguirlo, si amas a Jesús y quieres
servirlo, si amas a Jesús y quieres obedecerlo, tan sólo levanta tu mano al cielo. Cientos y cientos
de manos se están levantando aquí en Orlando, y miles y miles de manos se elevan alrededor del
mundo… decenas de miles. Estamos diciendo: “Señor, te amo. Señor sé que sólo podemos tener
refugio en ti. Y sólo en ti puedo tener seguridad. Sólo en ti puedo encontrar mi verdadera
adoración. Señor como te amo, estoy dispuesto a seguirte”. Oh Padre, hoy, quiero agradecerte
por Jesucristo. Gracias porque en Cristo podemos encontrar refugio y seguridad. Gracias porque
Jesús apartó un día especial para que tengamos compañerismo con él y lo adoremos. Esta noche
te pido que nos capacites para seguir a Cristo. Tú has apartado el séptimo día de la semana… el
sábado… el verdadero sábado bíblico. Y, Señor, como te amamos, queremos adorarte en el día
que tú señalaste. Esta noche elegimos seguirte a ti. En el nombre de Jesús, Amén.

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