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Universidad Intercultural Indígena

de Michoacán

Los pueblos mesoamericanos en la historia

tema:
Chichén-Itzá

Dr. Víctor Manuel Ávila Ávila

Aurelio Ascencio Erape

Noviembre de 2021
Chichén Itzá

Chichén Itzá, ubicada en la península de Yucatán, en México, fue una ciudad


maya fortificada. Su nombre se traduce como 'Boca del pozo de los itzaes'. Los
itzaes eran, aparentemente, personajes mítico-históricos, cuyo nombre se pude
traducir como 'brujos de agua'.

Chichén Itzá alberga aún hoy las ruinas de un pasado glorioso que dan cuenta
de su importancia: el Castillo, el observatorio Caracol y los sacbé (calzadas),
serán algunos de ellos. Pero también tendrán mercados, campos de juego,
templos y edificios de gobierno que, junto a las osamentas halladas y las
formaciones naturales de los cenotes, tienen mucho que contarnos.

Sin embargo, caben las preguntas: ¿qué hizo a los mayas tan valiosos
arquitectónica y culturalmente y por qué, a pesar de ello, Chichén Itzá perdió su
poder?

El Caracol

En el sur de la ciudad se encuentran los restos de un edificio llamado Caracol,


debido a que posee en su interior una escalera caracol.

Se cree que esta obra es un observatorio para analizar y cartografiar el


firmamento, debido a varios factores: primero, se ubica sobre varias
plataformas que le dan altura sobre la vegetación, proporcionando vista a cielo
abierto; segundo, toda su estructura está alineada con los cuerpos celestes.

En este sentido, la escalera principal apunta al planeta Venus. Ya que el


edificio está en ruinas, apenas sobreviven unas tres ventanas. Dos de ellas
están alineadas con los cuadrantes de Venus y una está con el sur
astronómico.

Para rematar, las esquinas de la base están alineadas con los fenómenos
solares: el amanecer, el anochecer y el equinoccio.

El observatorio le permitía a los mayas predecir y planificar las cosechas, y era


utilizado también para predecir los momentos más oportunos para la guerra,
entre otros aspectos sociales.

Las calzadas

Un hallazgo extraordinario de los arqueólogos ha sido el rastreo de al menos


90 calzadas mayas que conectaban Chichén Itzá con el mundo circundante.

Recibían el nombre de sacbé, que proviene de las palabras mayas sac, que
quiere decir ‘blanco’ y be, que significa ‘camino'. Los sacbé permitían las
comunicaciones, pero además servían para establecer límites políticos.
Aunque no lo parezcan a simple vista, estas calzadas eran todo un fenómeno
arquitectónico. Estaban formadas con piedras grandes en la base con algo de
mortero antiguo. Sobre estas piedras se disponía una capa de piedras más
pequeñas para nivelar la superficie. Estas capas se limitaban a cada lado por
paredes de mampostería que les daban contención. Al final, la superficie era
revestida de una especie de yeso blanco hecho con piedra caliza.

Todos los sacbé, de un modo a otro, conducían al corazón de Chichén Itzá, es


decir, al castillo en forma de pirámide.

El Castillo de Chichén Itzá

En el corazón de la ciudad está en pie el Castillo, una pirámide monumental de


30 metros en honor a Kukultán, el dios serpiente de las culturas
mesoamericanas, equivalente a Quetzalcóatl. Está construido totalmente en
piedra caliza, material abundante en la zona.

Básicamente, el Castillo funciona como un calendario para la ciudad. Se


compone así de 18 terrazas que corresponden a los 18 meses del calendario
maya. A cada lado de la pirámide, hay una escalinata de 91 escalones que,
junto a la plataforma, suma los 365 días del año.

Las escalinatas culminan en la base con una escultura con la cabeza del dios
serpiente. Dos veces al año, el equinoccio hace que se proyecte una sombra
sobre los bordes de las escalinatas, que simulan el cuerpo de la serpiente que
se completa con la escultura. Se construye de este modo el símbolo: el Dios
serpiente baja a la tierra.

Todo esto es logrado a través el conocimiento profundo de la astronomía, el


cálculo matemático y la proyección arquitectónica. Pero el castillo esconde más
de un secreto.

Debajo de esa estructura, subyace una capa de escombros, y, bajo esta, a su


vez, hay una segunda pirámide, más pequeña que la anterior.

Dentro de la pirámide, una escalera lleva a dos cámaras interiores, dentro de


las cuales se puede ver la escultura de un trono con forma de jaguar y dientes
de jade, así como una estatua de Chac mool.

Otro pasadizo revela un elemento crucial en la interpretación de esta cultura: el


hallazgo de un espacio en el que se encuentran osamentas humanas con
signos de ofrendas sacrificiales.

La investigación de los arqueólogos ha dado también con un elemento esencial


de la construcción del castillo: este se encuentra construido sobre un pozo
profundo de agua llamado cenote sagrado. Este pozo tiene 60 metros de
diámetro y sus paredes alcanzan los 22 metros de altura.
Si bien el Castillo se ubica sobre un cenote central que oculta con su pesada
estructura, también está flaqueado por cuatro cenotes al descubierto, los
cuales forman un cuadrante perfecto. Es decir, se sitúa de manera equidistante
en el centro de cuatro cenotes.

Pero ¿qué significados tienen los cenotes y cuál es su importancia?

Cenotes: principio y fin de Chichén Itzá

Los cenotes son, en realidad, lagos subterráneos que se forman con los años
gracias a los depósitos de agua de lluvia que van modelando la topografía.
Están sumergidos a unos 20 metros bajo la tierra.

Durante los procesos migratorios que movilizaron a la cultura maya, el hallazgo


de estos cenotes fue fundamental para poder establecer la vida civilizada, ya
que no había ríos cercanos en la jungla.

Estos pozos o lagos tenían agua suficiente para abastecer a muchas


generaciones y, además, siempre se podría confiar en la lluvia. Así, se
convirtieron en la fuente de la economía agrícola de los mayas.

Mientras que los cuatro cenotes funcionan como una fuente de agua que
permitió el asentamiento y florecimiento de la cultura, el cenote sagrado o el
cenote central representa para los mayas el vínculo con el más allá. Este era el
símbolo central de todo el universo maya.

El hecho curioso es que en el cenote sagrado se encuentran vestigios de un


altar totalmente sumergido en agua, en el que se pueden ver muchísimas
ofrendas: huesos, textiles, cerámica, metales preciosos, etc. Pero, ¿qué
significado tendrían todos estos elementos? ¿Cómo pudieron los mayas llevar
estas ofrendas bajo el agua? ¿Qué importancia revestirían para la ciudad de
Chichén Itzá?

Muchas teorías se han elaborado con los años, pero la más extendida supone
que estas ceremonias estaban relacionadas con una temporada de extrema
sequía que azotó a Chichén Itzá. Esta sequía pudo haberse prolongado entre
cinco y cincuenta años, lo que hizo que el agua descendiera a niveles
alarmantes.

Ante el fenómeno natural, las autoridades mayas comenzaron a realizar


sacrificios para pedir al dios de la lluvia que enviara agua. Sin embargo, la
lluvia nunca llegó. Los pozos se secaron y la población comenzó a emigrar
buscando un lugar con agua. Poco a poco, Chichén Itzá se fue vaciando, hasta
ser devorada por la jungla.
Otros edificios emblemáticos de Chichén Itza

Templo de los guerreros

Está ubicado frente a la gran plaza del complejo. Tiene planta cuadrada, cuatro
plataformas con tres salientes y una escalinata orientada hacia el oeste.
Cuenta en la parte superior con figuras decorativas llamadas Atlantes, que
parecen sostener una banca.

Dentro se encuentra un templo anterior, lo que da a pensar que los mayas


aprovechaban las estructuras viejas para construir otras de mayor tamaño.
Dentro de este hay varias estatuas de Chacmool. El templo está rodeado por
diferentes tipos de columnas, las cuales son conocidas como "patio de las mil
columnas", que conecta con otros emplazamientos de la ciudad.

Patio de las mil columnas

Las columnas dispuestas en este patio llevan talladas figuras de la vida militar y
cotidiana de Chichén Itzá.

Pirámide o Templo de las Grandes Mesas

Se encuentra al lado del Templo de los Guerreros y fue hecho con el mismo
modelo. Hace unas décadas se encontró dentro del templo un mural
policromado en colores vivos con serpientes emplumadas.

Osario

Este edificio es una tumba que sigue el mismo modelo del Castillo, pero no se
sabe con seguridad cuál de los dos edificios fue el primero. Tiene una altura de
nueve metros. En la parte superior tiene un santuario con una galería, está
decorado con diferentes motivos, entre ellos serpientes emplumadas, entre
otros.

Plaza de las Monjas

Este edificio recibe este nombre por los españoles, quienes encontraban
parecido entre su estructura y los conventos. En realidad, debió tratarse de un
centro de gobierno de la ciudad. Tiene diferentes ornamentos y máscaras de
Chaak como decoración.

Gran Juego de Pelota

Los mayas tenían un juego de pelota, que consistía en introducir un balón en


un aro. Existen varios campos para ello en los diferentes asentamientos mayas.
También Chichen Itzá tiene el suyo.
Se enmarca entre murallas de 12 metros de altura. Tiene un área de 166 x 68
metros. Hacia la mitad del campo, en la parte superior de las murallas, se
encuentran los aros, hechos en piedra. En el extremo de esta área se
encuentra el Templo del Norte, conocido como Templo del Hombre Barbado.

Templo de los Jaguares

Se trata de un templo pequeño situado al este de la plataforma de El Gran


Juego de la Pelota. Su rica decoración alude a este juego. En la decoración se
observan serpientes como elemento principal, así como jaguares y escudos.

Tzompantli

El Tzompantli o Muro de las calaveras probablemente sea un muro alegórico al


sacrificio humano, pues se cree que sobre su superficie se colocaban estacas
con los cráneos de las víctimas sacrificiales, que podían tratarse de guerreros
enemigos. Las calaveras son el motivo decorativo principal, y tiene por
característica la presencia de ojos en sus órbitas. Además, también aparece el
águila que devora un corazón humano.

Plataforma de Venus

Dentro de la ciudad, dos plataformas reciben este nombre y son muy similares
entre sí. Se puede ver la talla de Kukulkán y símbolos que aluden al planeta
Venus. Antiguamente, este edificio estaba pintado de ocre, verde, negro, rojo y
azul. Se cree que daba espacio para la celebración de ritos, danzas y
diferentes tipos de ceremonias.

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