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Tema 3
Tema 3
Promoción y prevención
psicológica en el sueño
Índice
Esquema 3
Material de estudio 5
3.1. Introducción y objetivos 5
3.2. Manifestaciones de los trastornos del sueño 6
3.3. Factores determinantes de la calidad del sueño
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3.4. Promoción y prevención psicológica en el sueño
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3.5. Referencias bibliográficas 18
A fondo 20
Test 21
Esquema
© Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)
Tras varios días fuera de casa, cuando vuelve a su domicilio, nota que le cuesta
conciliar el sueño, sobre todo cuando viaja de vuelta de la zona norteamericana. Se
puede pasar una semana sin dormir por la noche, con los horarios de comida
cambiados (tiene hambre sobre las 2-3 de la mañana). Dado que tiene que ir a
trabajar a la oficina del centro de la ciudad a las 9, cuando vuelve a casa, en torno a
las 17h., se siente exhausto. En una ocasión, tuvo que pedir ayuda porque no lograba
ajustarse al patrón de sueño propio durante dos semanas. Se sentía irritable,
somnoliento durante la mañana, con lentitud psicomotora, le costaba concentrarse,
con olvidos… Cuando llegaba la noche, quería tanto dormir que notaba una activación
mental que no le dejaba. Cuando lo conseguía, durante esos períodos tenía sueños
muy vívidos.
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En este tema revisaremos los aspectos psicológicos para la prevención en todos sus
niveles de los trastornos del sueño. En primer lugar, definiremos qué es el sueño y
cuáles son los ciclos por los que pasa un individuo a lo largo del período de sueño. A
continuación, describiremos cuáles son las alteraciones del sueño más comunes:
disomnias (insomnio de conciliación, de mantenimiento y el síndrome del desfase
horario) y parasomnias (pesadillas y terrores nocturnos).
Fase 1:
• Transición vigilia sueño.
• Duración sobre 7 minutos.
• Actividad EEG no mucho menor que en vigilia.
Fase 2:
• Se eleva el umbral para despertar.
• Representa la mitad del tiempo total de sueño.
Se estima que la cantidad de sueño necesaria para que una persona se encuentre
descansada está alrededor de las 7-8 horas diarias, teniendo en cuenta la presencia
de diferencias individuales. Las disomnias son alteraciones en la cantidad, calidad y
horario del sueño. El insomnio se considera una disomnia y se define como la
dificultad para iniciar (insomnio de conciliación) o mantener el sueño (insomnio de
mantenimiento), así como la sensación de ausencia de sueño reparador. Estas
dificultades se producen frecuentemente y provocan malestar significativo en el
individuo (a diferencia del sueño corto pero reparador).
Insomnio de mantenimiento
El síndrome del desfase horario (o trastorno del ritmo circadiano) es una alteración
del sistema circadiano donde se produce una desincronización del patrón del sueño
(sistema circadiano endógeno de sueño-vigilia, localizado en el núcleo
supraquiasmático) con respecto de las necesidades exógenas y de duración del sueño
ocasionando dificultades para que el sujeto pueda dormir a las horas que desea o a
las que se espera que lo haga, aunque el tiempo total de sueño en 24 horas sea
normal. Esta circunstancia conlleva la aparición de insomnio o somnolencia diurna en
períodos inapropiados para el individuo generando un malestar clínicamente
significativo, deterioro laboral y social y en otras áreas importantes de la persona.
debe diferenciarse del insomnio con despertar precoz observado en personas que
presentan un trastorno depresivo en cuyo caso la duración total de sueño está
disminuida.
En este subtipo del síndrome de desfase también se produce una alteración del ritmo
endógeno de sueño-vigilia, pero está específicamente propiciado por las
circunstancias de turnos cambiantes en el trabajo, ocasionando insomnio o
somnolencia diurna, así como sensación de fatiga crónica, alteraciones del estado de
ánimo, confusión y dificultades en el funcionamiento cognitivo, especialmente en la
memoria.
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En este apartado se incluirá el síndrome del cambio rápido de zona horaria (jet lag).
Se trata de una alteración del ritmo circadiano que ocurre durante los viajes
transoceánicos rápidos (en avión) puesto que se produce un conflicto entre el patrón
de sueño endógeno del individuo y la hora vigente en el lugar de destino al que tiene
que adaptarse. La intensidad de la alteración del ritmo es proporcional al número de
Prevención e intervención en trastornos
psicopatológicos
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Tema 3. Material de estudio
horas de desfase horario siendo más interferentes los viajes realizados hacia el este
(que suponen adelantar las horas de sueño y vigilia) y cuando se supera el desfase de
8 horas en menos de 24 horas. Durante el período de desincronización los sujetos
experimentan insomnio o hipersomnia diurna. Además, pueden notar irritabilidad y
alteraciones de memoria.
Pesadillas:
• Aparición repetida de sueños que generan mucho terror y miedo en el individuo
y que conllevan el despertar del individuo que pasa a estado completo de vigilia
provocando un malestar clínicamente significativo.
• Ocurren en la fase de sueño REM.
• Son sueños largos y elaborados que provocan ansiedad y terror. La temática
varía desde las amenazas físicas a la generación de frustraciones o experiencias
negativas.
• Ocurren muy frecuentemente tras la vivencia de situaciones traumáticas.
• Al despertar, la persona puede describir perfectamente la pesadilla.
Terrores nocturnos:
• Aparición repetida de despertar brusco con gritos o angustia extrema, más
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Las causas por las que se producen las alteraciones del sueño responden a
componentes multifactoriales. Una de las más importantes es la puesta en marcha
de una estrategia de higiene del sueño inadecuada que consiste en un desorden de
los ciclos del sueño vigilia, ya sea por requerimientos irrechazables del entorno o por
voluntad propia.
Sea cual sea la causa, los sistemas afectados son los de promoción y mantenimiento
del sueño y del orden de los ciclos sueño-vigilia. La descoordinación del núcleo
supraquiasmático, encargado de regular el ritmo circadiano, produce alteraciones en
la liberación de la melatonina, hormona que nos indica cuándo tenemos que dormir
si no contáramos con las referencias del ambiente.
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Por otro lado, otras factores también ejercen influencia sobre la calidad del sueño: el
nivel de estrés contribuye a la aparición de alteraciones del sueño; la iluminación del
habitáculo donde se duerma afecta a la calidad del sueño, la realización de ejercicio
físico antes de dormir está contraindicada para personas con dificultades de sueño
puesto que la activación producida dificulta el insomnio de conciliación; la
alimentación, en ocasiones, dificulta la obtención de un sueño de calidad puesto que
se producen problemas estomacales cuando se han realizado comidas justo antes de
ir a dormir dado que la digestión es más lenta durante el sueño; por último, la
posición adoptada para dormir, la presencia de ruidos y los cambios horarios hacen
más difícil alcanzar un sueño de calidad.
Las intervenciones disponibles para la prevención de los trastornos del sueño son
múltiples y se organizan en tres grandes grupos:
Los hábitos del sujeto relativos a la higiene del sueño inciden en su buen o mal
funcionamiento. La irregularidad de los ciclos de sueño-vigilia, con ausencia de
horarios estables para acostarse y levantarse, junto con variaciones en las
costumbres sociales, horarios de desayuno, comida y cena, etc., provocan la
desincronización biológica del ritmo circadiano.
Igualmente, el abuso de sustancias excitantes como café, té, refrescos con cola y
fármacos estimulantes del SNC se suman a este inconveniente.
Bajo esta circunstancia, la adopción de unos hábitos saludables, como por ejemplo
horarios razonables de sueño-vigilia y ordenación de las actividades de la vida diaria
son suficientes para acabar con los problemas de sueño. En el siguiente cuadro se
indica una lista de normas que la persona con dificultades de sueño debe llevar a
cabo para conseguir una buena higiene del sueño. Este tipo de intervención cuenta
con resultados beneficiosos en torno a la cuarta semana de cumplimiento.
1. Eliminar la toma de fármacos que puedan contribuir a las alteraciones del sueño.
2. Disminuir o eliminar sustancias excitantes (alcohol, que genera un sueño fraccionado, cafeína
y drogas activadoras como la nicotina o la cocaína).
8. Reducir el tiempo de sueño nocturno al únicamente necesario, para que la cama se convierta
en un referente para dormir.
Terapia conductual
Para ello, una de las formas mediante las que los trastornos del sueño pueden
prevenirse y frenarse consiste en la aplicación de técnicas de relajación (respiración
abdominal, entrenamiento en relajación muscular progresiva de Jacobson,
entrenamiento autógeno que consiste en imaginar sensaciones corporales de calor y
pesadez y concentrarse en ellas, entre otros). Estas técnicas son especialmente
efectivas en individuos con trastornos de ansiedad, puesto que proporcionan la
desactivación fisiológica.
Control de estímulos:
No realizar siestas.
Utilizar la cama solo para dormir y para las relaciones sexuales. No se debe comer,
leer, ver la televisión, escuchar la radio, utilizar el teléfono o trabajar en la cama.
Colocar la alarma del despertador a la misma hora cada día y levantarse siempre
a esa hora.
Reestructuración cognitiva
Por último, las técnicas de prevención de las parasomnias incluyen el control del
estrés que en muchas ocasiones es la base de la aparición de estas alteraciones del
González, A., Egea, C.J. y Barbeito, S. (2015). Programa Somne. Terapia psicológica
integral para el insomnio: guía para el terapeuta. Desclée de Brouwer.
Insomnio y somnolencia
Accede al vídeo a través del aula virtual o desde la siguiente dirección web:
http://www.rtve.es/alacarta/videos/uned/uned-24072015-insomnio-
somnolencia/3251917/
5. Algunas de las situaciones para poder conseguir una buena higiene del sueño son…
A. Mantener hábitos sociales en horarios adecuados, evitar realizar ejercicio
justo antes de dormir y eliminar la toma de fármacos que puedan contribuir a
las alteraciones del sueño.
B. Exponerse a la luz brillante por la mañana para generar sincronización
circadiana y reducir el tiempo de sueño nocturno al únicamente necesario, para
que la cama se convierta en un referente para dormir.
C. No realizar siestas si presentamos un problema de insomnio nocturno y
realizar comidas regulares y terminar de cenar unas 3 horas antes de dormir.
D. Todas son correctas.
6. ¿Cuáles son las diferencias entre las pesadillas y los terrores nocturnos?
A. Los terrores nocturnos suponen la aparición repetida de sueños que generan
mucho terror y miedo en el individuo, mientras que las pesadillas consisten en
la aparición repetida de despertares bruscos con gritos o angustia extrema.
B. El terror nocturno es un trastorno frecuente de la infancia y las pesadillas
ocurren con mayor frecuencia tras la vivencia de situaciones traumáticas.
C. A y B son correctas.
D. Ninguna de las anteriores es correcta.
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A. Adelanto de fase.
B. Retraso de fase.
C. Ritmo sueño-vigilia irregular.
D. Ninguna de las anteriores es correcta.