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El ser humano y la contaminación

El ser humano no puede coexistir sin la naturaleza, depende de ella. De sus recursos, de sus
hermosos paisajes y ecosistemas. Pero, ¿Cuándo pasamos de un hermoso paraíso a un desastre
ambiental global? Retomemos un poco de historia.

Desde sus inicios el ser humano ha contaminado, solo que estas acciones solo afectaban la región
en donde se producían, no de manera global. Estos daños, se podrían considerar a largo plazo no
de mucha importancia, pues los ecosistemas presentan mecanismos de regulación que los
mantienen estables y en equilibrio.

Las ciudades y pueblos europeos no parecían tener una buena higiene. Los cerdos eran una forma
de limpiar los desechos y lo que no se comían esperaban que se los llevara la lluvia. A pesar de que
el imperio romano desarrollo un acueducto este fue olvidado en la época media. En esta era las
aguas residuales y las fosas sépticas se estaban desarrollando, pero su eficacia era cuestionable,
pues las aguas residuales se descargaban en ríos o arroyos cercanos, contaminan el agua.

No solo el agua es afectada, la atmosfera, el aire y otros recursos fueron deteriorados. El aire era
contaminado por los grandes imperios con la llegada de los combustibles. En el renacimiento,
cuando era muy costoso usar madera de combustible, comenzaron a usar carbón, siendo este
material mucho más contaminante.

Con el bum de la revolución industrial de 1760 a 1840 el ser humano alcanzó un punto de
contaminación alto. La revolución trajo progreso social, industrial y económico, pero al mismo
tiempo deterioro ambiental. Aunque las fábricas existentes pueden producir a gran escala,
también tienen una gran participación en la contaminación del medio ambiente al producir
residuos al mismo ritmo. Y no solo las fabricas contaminaban, sino también sus consumidores.

Uno de los inventos más innovadores de esta época fue la máquina de vapor, que usaba como
combustible carbón, un elemento bastante contaminante para el aire.

EL filósofo y ambientalista Arne Naess decía en su teoría “somos el entorno en donde habitamos”.
Así como evolucionamos y progresamos en muchos aspectos, para ser que a nuestro medio solo
lo deterioramos.

Él pensaba que era un espejismo la idea de que el ser humano fuese algo separado de la
naturaleza, era un espejismo. El creía que todo esto iba con el antropocentrismo, la creencia que
el ser humano está para dominar y poseer todo a su favor. El filósofo manejo su propuesta sobre
la ecología profunda.

Con la revolución industrial, la temperatura aumentó en la tierra y en las partes bajas de la


atmósfera (troposfera inferior) debido al rápido aumento de la acumulación de gases de efecto
invernadero liberados en la atmósfera junto con varias actividades humanas como la
deforestación, la quema de combustibles fósiles y los procesos industriales, y con la urbanización,
denominados "calentamiento global".
Ecología profunda

Ecología profunda fue un término utilizado por un grupo de ambientalistas noruegos, entre
ellos Arne Naess en 1972. Naess propuso en la conferencia sobre el futuro del mundo una
filosofía ambiental más profunda, distinto al ambientalismo reformistas o superficial que
predominante en la época, Se considera ambientalismo superficial a aquel que sólo da
respuesas tecnológicas a la crisis ambiental, no cuestiona los orígenes.

Naess llamó a su propuesta ‘Ecología Profunda’ frente a una ecología superficial,


antropocéntrica, para la que el único propósito de la naturaleza es satisfacer las necesidades
humanas actuales o futuras. Para la Ecología Profunda, los límites ontológicos entre los seres
vivos son ilusorios así que los intereses de la biosfera son los nuestros (Keller 2008). Se opone
al antropocentrismo y reconoce nuestra pertenencia a totalidades más amplias.

Las ideas de Naess fueron cuestionadas porque el filósofo se consideraba anarquista,pacifista


y partidario de la desobediencia civil. En la actualidad sus ideas fueron tomadas por
movimientos verdes y animalistas.

Efectos negativos y perjudiciales en el ecosistema y en el ser humano por la contaminación

A pesar de las ideas del yo-naturaleza que eran uno solo, en su época ya era un poco tarde,
pero había esperanza para el ser humano, pero el hombre siguió pensando en sí y
destruyendo su hogar y cuando comenzó a preocuparse ya estaba en muchos problemas y
soluciones que ya no ayudaban en nada.

Los problemas ambientales globales, relacionados con cuestiones socioeconómicas, en esa


entonces era y ahora son una amenaza para la sostenibilidad del medio ambiente y ponen en
peligro la salud, la seguridad y la productividad de los seres humanos, así como la
supervivencia de otras especies y la seguridad alimentaria y los recursos hídricos. Estos
problemas incluyen el cambio climático, el calentamiento global, la contaminación del aire,
agua y suelo, la pérdida de biodiversidad, entre otros.

Las causas de los problemas ambientales incluyen la actividad humana como la deforestación,
la contaminación industrial, el uso excesivo de recursos naturales, las emisiones de gases de
efecto invernadero y la urbanización no planificada. También influyen factores
socioeconómicos como el consumo excesivo y el modelo de desarrollo insostenible.

La contaminación ambiental es un problema global

La contaminación ambiental es un problema global que afecta la calidad de vida de las


personas y el equilibrio de los ecosistemas. Para abordar este problema, se están llevando a
cabo una serie de acciones en todo el mundo, muchas de las cuales están alineadas con los
objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. A
continuación, se mencionan algunas de las medidas y acciones que se están tomando para
mejorar la contaminación ambiental y su relación con la Agenda 2030:
Transición a fuentes de energía limpia: Uno de los principales contribuyentes a la
contaminación ambiental es la quema de combustibles fósiles. Muchos países están
trabajando en la transición hacia fuentes de energía renovable, como la energía solar y eólica,
con el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mejorar la calidad
del aire. Esto se alinea con el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 7, que busca asegurar el
acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna para todos.

Movilidad sostenible: Fomentar el uso del transporte público, la movilidad activa (como
caminar y andar en bicicleta) y la adopción de vehículos eléctricos ayuda a reducir la
contaminación del aire relacionada con el transporte. Esto se relaciona con el ODS 11, que
busca hacer que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros,
resilientes y sostenibles.

Gestión de residuos: La gestión adecuada de los residuos sólidos, la promoción del reciclaje y
la reducción de la generación de residuos contribuyen a prevenir la contaminación del suelo y
del agua. Estas acciones se relacionan con el ODS 12, que aboga por la producción y el
consumo sostenibles.

Conservación de la biodiversidad: La preservación de ecosistemas y la restauración de áreas


degradadas ayudan a mantener la biodiversidad y a proteger la calidad del aire y del agua.
Esto está vinculado al ODS 15, que se enfoca en la vida en la tierra.

Regulación y políticas ambientales: La implementación de regulaciones ambientales más


estrictas y la promoción de políticas de desarrollo sostenible son cruciales para abordar la
contaminación ambiental. Esto se relaciona con el ODS 17, que busca fortalecer las alianzas
para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible.

Educación y concienciación: La sensibilización y la educación pública sobre los efectos de la


contaminación ambiental son esenciales para cambiar comportamientos y promover la acción.
Esto se alinea con el ODS 4, que busca garantizar una educación de calidad inclusiva y
equitativa.

La Agenda 2030 proporciona un marco global para abordar los desafíos ambientales y sociales,
y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) relacionados con la sostenibilidad ambiental
desempeñan un papel fundamental en la lucha contra la contaminación y la promoción de un
futuro más limpio y sostenible para el planeta. Los esfuerzos para mejorar la calidad del aire,
el agua y el suelo, así como para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, son
esenciales para lograr estos objetivos.

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