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Homenaje al compatriota latinoamericano

ADOLFO PERELMAN: CONSTRUCTOR DE LA IZQUIERDA NACIONAL

Eduardo Paz Rada*

“A Adolfo Perelman”, así dedicó Sergio Almaraz Paz su libro “El poder y la caída”, texto
fundamental para entender la estructura del poder económico y político en Bolivia en
el siglo XX y René Zavaleta Mercado relata lo siguiente “nos miramos vacíos con Juan
Carlos Miranda y Adolfo Perelman” en la clínica, en 1968, cuando murió Almaraz y
luego afirma que “..El poder y la caída que Sergio publicó en 1967, dedicándolo a los
desvelos de Adolfo Perelman, un peronista argentino que ha tenido importante
influencia en la lucha por las materias primas” en el Prólogo a Requiem para una
República.

Por su parte, Andrés Soliz Rada escribe “La temprana muerte de Sergio frustró el
proyecto de Perelman” de construir un movimiento patriótico insertado en el
socialismo latinoamericano, “lo que influyó para que Adolfo me pidiera que
organizáramos juntos, en 1968, el Grupo Revolucionario Octubre (GRO), expresión
orgánica de la Izquierda Nacional boliviana” y Alejandro Almaraz Ossio señala que, en
1962, su padre “pasó a ocupar la Subsecretaría de Minas. Allí conoció a Adolfo
Perelman, intelectual argentino cuyo aporte tuvo gran importancia en concebir y
desarrollar el pensamiento de la izquierda nacional. Sergio hizo una profunda amistad
con Perelman, con quien compartía sus ideas y sus certezas fundamentales”.

¿Quién era Adolfo Perelman, citado por Sergio Almaraz, René Zavaleta, Andrés Soliz
Rada y Alejandro Almaraz, cuáles fueron su trayectoria y aportes en su praxis política
en Bolivia y porqué en Argentina, en los últimos años, se realizan investigaciones en
torno a él, a su experiencia editorial, política y sindical, a su hermano Ángel Perelman y
a las bases históricas, teóricas y prácticas de la Izquierda Nacional Latinoamericana?

Perelman llegó a Bolivia a inicios de la década de los años cincuenta, cargado de la


influencia comunista de su padre, de su paso por las ideas anarquistas, de su
experiencia en el sindicalismo revolucionario argentino de los años cuarenta y
principalmente de su formación marxista y trotskista latinoamericana para construir la
organización revolucionaria de la Izquierda Nacional. Se incorporó de inmediato a la
militancia en la Central Obrera Boliviana (COB) y en el proceso revolucionario iniciado
con la Revolución Nacional de 1952. Durante casi veinte años en el país fue un
incansable estudioso, luchador, organizador e impulsor de la lucha por la Liberación
Nacional.

LA FORMACIÓN DE PERELMAN

Se inició en la lucha política desarrollando sus actividades tanto en la formación


política como en la militancia sindical. Se vinculó a jóvenes estudiantes anarquistas de
Buenos Aires con quienes editaba la revista AES (Asociación de Estudiantes de
Secundaria) y estudiaba y debatía los temas de la revolución y el pensamiento marxista
consiguiendo su compromiso hacia el Socialismo Nacional y, junto a su hermano Ángel,
incursionaron en la vida sindical fundando en 1943 la Unión Obrera Metalúrgica (UOM)
con Manuel Carpio. Ángel Perelman fue el primer Secretario General de la UOM, una
poderosa organización sindical que más adelante tendrá un protagonismo muy
importante en la vida política argentina.

Luego, como empleado en el sindicato fabril, Adolfo Perelman con el seudónimo Irlan,
junto a Ángel Perelman, realizará su actividad política en Vanguardia Obrera Leninista
(VOL) con Liborio Justo, hijo del presidente Agustín Justo y dirigente de organizaciones
trotskistas, con quien rompió para incorporarse a la organización Frente Obrero que
impulsaban Aurelio Narvaja, Enrique Rivera, Jorge Spilimbergo y Jorge Abelardo
Ramos. Frente Obrero y la revista Octubre, que dirigía Ramos, fueron el poderoso
impulso político e ideológico de la Izquierda Nacional argentina y latinoamericana.

Ángel Perelman, como principal dirigente metalúrgico, va a ser organizador de la


movilización popular y obrera más importante realizada en esa coyuntura y va a definir
el curso del proceso histórico argentino y latinoamericano cuando el 17 de octubre de
1945 se inundó Buenos Aires con centenares de miles de trabajadores, mujeres y
hombres del pueblo, las cabecitas negras que decidieron ser protagonistas de su
historia y de su patria.

Fue el momento histórico para la toma de posiciones y definiciones de las


organizaciones políticas de izquierda, anarquistas, socialistas, marxistas u otras, sin
lugar a dudas, frente a la insurrección del 17 de octubre de 1945 en la Argentina. Juan
Domingo Perón había sido detenido, después de haber realizado una gestión
comprometida con los sectores populares y obreros en la Secretaria de Trabajo, y las
masas consideraron que se trataba de una injusticia que buscaba frenar y afectar sus
derechos y favorecer a la oligarquía y al imperialismo.

Jorge Abelardo Ramos escribió que “esa gigantesca concentración obrera inauguraba
el 17 de octubre un nuevo capítulo de la historia argentina” y Arturo Jauretche “El 17
de octubre es la presencia de un nuevo país con su vanguardia más combativa y que
más pronto tomó contacto con la realidad propia”. Nacía así, en la lucha en las calles y
en el pensamiento, la tendencia revolucionaria.

Mientras que el Partido Comunista, el Partido Socialista y otras organizaciones


estalinistas y trotskistas de izquierda se sumaron a las posiciones de la oligarquía
ganadera y agroexportadora pro inglesa contra Perón, el movimiento nacional-popular
lo respaldaba y la Izquierda Nacional defendía el proceso de la revolución nacional sin
dejar de advertir sus limitaciones.

La misma disyuntiva se presentará en la toma de posición frente a la Segunda Guerra


Mundial: Ahí la izquierda tradicional, calificada como cipaya, va a apoyar a los aliados
formando el Frente Democrático pro Estados Unidos, Inglaterra, los aliados y la Unión
Soviética en contra de la posición soberana y propia de Perón, en tanto que la
Izquierda Nacional va a apoyar la Tercera Posición de Argentina y América Latina y el
Caribe contra las potencias imperialistas en guerra. La izquierda cipaya apoyó al
embajador de Estados Unidos, Spruille Braden y la izquierda nacional a Juan Domingo
Perón.

Durante los siguientes años, Adolfo Perelman aportó en el trabajo militante de


organización, estudio, debate y edición de libros y revistas de divulgación de la
Izquierda Nacional, lo hizo con Jorge Enea Spilimbergo, Aurelio Narvaja y Jorge
Abelardo Ramos con la publicación de “Octubre”, “Frente Obrero” con la editorial
Indoamericana y con la publicación del libro clásico del Socialismo Nacional
Latinoamericano “Trotsky ante la Revolución Nacional Latinoamericana” de Juan
Ramón Peñaloza, seudónimo de Aurelio Narvaja, con quien colaboró Adolfo.

PERELMAN EN BOLIVIA

Con esta experiencia, Adolfo Perelman decidió trasladarse a Bolivia para apoyar al
movimiento obrero que había conseguido con las armas derrotar a la oligarquía
minero-terrateniente y experimentar y aportar de manera militante a las
transformaciones de la Revolución Nacional del 9 de abril de 1952. Inmediatamente se
convirtió en editor de la publicación “Rebelión” de la Central Obrera Boliviana (COB) y
de apoyar la Nacionalización de las Minas y la Cogestión Obrera con derecho a veto en
las empresas de la Corporación Minera de Bolivia (COMIBOL).

Bolivia, semicolonia especializada en la exportación de minerales al capitalismo


internacional, había pasado en los años treinta por la experiencia traumática de la
Guerra del Chaco que enfrentó a los pueblos de Paraguay y Bolivia por intereses de la
petroleras Standard Oil y Royal Duch Shell y luego por los gobiernos nacionalistas del
Socialismo Militar de Germán Busch y Gualberto Villarroel, proceso en el cual se forjó
el MNR, acompañado por el periódico La Calle, con los teóricos del nacionalismo
revolucionario y la Revolución Nacional, Carlos Montenegro, Augusto Céspedes y
Víctor Paz Estenssoro y otros que, durante su exilio, vivieron la experiencia del pueblo
argentino.

Perelman entendió con claridad, tomando en cuenta la experiencia argentina y


latinoamericana, que la defensa y el control de los recursos naturales y el impulso de la
industria pesada, así como la importancia de la nacionalización de las minas y del
petróleo y de su industrialización orientaban un proceso de liberación. De ahí que los
temas que van a estar en su análisis serán: cómo profundizar la revolución, cómo
desarrollar las fundiciones de minerales y cómo asegurar el control de los
hidrocarburos frente a las tendencias de retroceso y traición a la Revolución Nacional.

A inicios de los años sesenta va a coincidir con Sergio Almaraz en su trabajo en el


Ministerio de Minas y Petróleo, donde se van a convertir en un binomio dedicado a
defender los intereses nacionales y la revolución. Almaraz había publicado ya
“Petróleo en Bolivia” y asumido la defensa de la Revolución Nacional, incursionó en la
tarea de publicar la Revista “Praxis” y después “Clarín Internacional”. Andrés Soliz Rada
era periodista de “Clarín Internacional” y ahí trabajó con Almaraz y Perelman.
Ante el golpe militar de René Barrientos en 1964, apoyado por el Pentágono de
Estados Unidos, la Revolución sufrió un retroceso y comenzó la articulación económica
y política de la Nueva Rosca para controlar, junto a la estrategia imperialista, todos los
mecanismos del poder del Bolivia. La postura de Almaraz, Perelman y Soliz Rada era de
resistir el embate y denunciar la penetración extranjera y la estrategia de la nueva
oligarquía.

Con el ministro Méndez Pereira, Perelman y Almaraz desarrollaron una tarea


conspirativa para conseguir que el proceso minero pueda avanzar hacia la instalación
de hornos de fundición estatales como tarea prioritaria para el control del sector
minero y la necesidad de la nacionalización del petróleo que había pasado a control de
la Gulf Oil. Almaraz va a publicar en 1967 “El poder y la caída” y va a coordinar una
serie de acciones con intelectuales y dirigentes de izquierda para intentar hacer algo
frente a la ofensiva de la Nueva Rosca y el imperialismo, participando en foros,
escribiendo publicaciones y sufriendo, junto a Perelman, el drama nacional.

También en septiembre de 1967 se va a publicar el manifiesto “El nacionalismo


revolucionario y la ocupación norteamericana” con las firmas de doce intelectuales a la
cabeza de René Zavaleta Mercado y Sergio Almaraz Paz. Esta lucha, de la que Adolfo
Perelman era el interlocutor de Almaraz, va a tener sus resultados dos años después
con la derrota del barrientismo y la emergencia de los gobiernos nacionalistas militares
de Alfredo Ovando Candia y Juan José Torrez Gonzales. Lamentablemente había
fallecido Almaraz en mayo de 1968.

PERELMAN Y LA IZQUIERDA NACIONAL EN BOLIVIA

Adolfo Perelman va a plantear a Andrés Soliz Rada y a otros dirigentes sindicales,


intelectuales y universitarios la formación de una organización política de la Izquierda
Nacional. Ahí surge primero el Centro de Integración Revolucionaria Sergio Almaraz
Paz (CIRSAP) que luego se convertirá en el Grupo Revolucionario “Octubre” (GRO), en
el cual participarán Danilo Paz Ballivián, Silvia Rivera, Gonzalo Ruiz, Pedro Rivera, José
Luis Mollinedo, Juan Chuquimia, Norma Sevillano, José Seoane, Carlos Torrico, Pedro
Loyola, Norah Soruco, Nivardo Antezana, entre otros. En ese periodo organizativo
visitará Bolivia Jorge Abelardo Ramos, quien participará en foros y conferencias
políticas, y Víctor Hugo Saiz y otros militantes del Partido Socialista de la Izquierda
Nacional (PSIN) de Córdoba. Saiz participó activamente en el Cordobazo en 1969.

El 17 de octubre de 1969 se ejecuta la Nacionalización de los Hidrocarburos de la Gulf


Oil Company en el gobierno de Alfredo Ovando y su ministro Marcelo Quiroga Santa
Cruz, acompañado de otros ministros de izquierda y nacionalistas y otros de
orientación barrientista. En 1970 la Federación de Trabajadores de la Prensa de Bolivia,
a la cabeza de Andrés Soliz Rada aprobará la Tesis Antimperialista de los Trabajadores.
En enero de 1971, durante el gobierno de Juan José Torres, se pondrá en operación la
planta de fundición de minerales en Vinto, Oruro. La lucha de Almaraz y Perelman no
había sido en vano.
El GRO se caracterizó por tener una elevada formación teórica y política y por
conseguir la influencia en los sectores de trabajadores y populares, con una actividad
intensa de organización, de lucha por los ideales y propuestas de la Izquierda Nacional,
de denuncia de la intervención imperialista en Bolivia, de enfrentamiento a la Nueva
Rosca, de participación en los debates con las tendencias tradicionales de la izquierda
boliviana y de publicación del periódico “Octubre”.

En un contexto de luchas revolucionarias antimperialistas con los gobiernos de Ovando


y Torrez, el GRO desarrolló una política de apoyo crítico al proceso del nacionalismo
militar. Este proceso será truncado con el Golpe Militar del general Hugo Banzer
Suarez el 21 de agosto de 1971 y ante el peligro que corrían los principales dirigentes
de izquierda y de las organizaciones sindicales, Adolfo Perelman retorna a Argentina
después de casi dos décadas de aporte y lucha revolucionaria nacional antimperialista
desde la concepción de la Izquierda Nacional Latinoamericana.

HERENCIA PERELMANISTA

La organización del GRO entrará en la clandestinidad y desarrollará actividades de


resistencia con su organización en los sectores minero, fabril, campesino y
universitario, publicando boletines, documentos y manifiestos frente a la represión y
persecución de la dictadura que coordinaba con el Plan Condor y en los años finales de
los setenta, en el nuevo contexto democrático, se va a producir su disolución, sin
embargo, las ideas y principios de la Izquierda Nacional estarán presentes en la
dinámica política boliviana a través de Conciencia de Patria (CONDEPA), con su
propuesta del Modelo Endógeno, y otras corrientes políticas.

Treinta años después, luego de la lucha contra el neoliberalismo en América Latina y el


Caribe, las tesis de la Izquierda Nacional Latinoamericana van a tener una gran
influencia en los procesos nacionalistas, antimperialistas y socialistas con las tesis de la
unidad e integración de América Latina y el Caribe y la formación de la Patria Grande
concebida por Simón Bolívar y José de San Martin. Los libertadores del siglo XIX
tuvieron claridad en luchar por la construcción de una Confederación de países que
enfrenten la presión y el poder imperial pero su proyecto fue derrotado por la alianza
entre el imperialismo inglés y estadounidense con las oligarquías locales.

Los postulados latinoamericanistas han estado presentes en las obras y campañas de la


Generación del 900, con José Martí, Manuel Ugarte, Víctor Haya de la Torre y José
Carlos Mariátegui, con la Revolución Mexicana, la Revolución Universitaria, la Tercera
Posición del Varguismo brasileño y el Peronismo argentino, las Revoluciones Boliviana,
Cubana y Nicaraguense y en el siglo XXI con las luchar emancipadoras de los pueblos
frente a la dominación imperialista.

Los comandantes Fidel Castro y Hugo Chávez y los lideres Lula Da Silva, Evo Morales,
Néstor Kirchner impulsaron la formación de UNASUR y CELAC junto a todos los países
de la región buscando hacer de América Latina y el Caribe un actor importante en la
geopolítica mundial. Inclusive, el comandante Hugo Chávez va a reconocer la
importancia de Historia de la Nación Latinoamericana, el libro de Jorge Abelardo
Ramos, para entender el proceso revolucionario en la región desde la perspectiva de la
Izquierda Nacional.

En Bolivia, Evo Morales Ayma con Andrés Soliz Rada como Ministro de Energía e
Hidrocarburos, van a firmar el Primero de Mayo de 2006, el Decreto de Nacionalización
de los Hidrocarburos que abrirá el proceso de la Revolución Democrática y Cultural de
soberanía y dignidad antimperialista emprendido por el Movimiento Al Socialismo
(MAS), con el horizonte de liberación nacional en Bolivia en el contexto del Socialismo
Nacional Latinoamericano de la Izquierda Nacional con la construcción de la Patria
Grande.

Los miembros de la Izquierda Nacional y del Grupo Revolucionario Octubre, que han
mantenido las bases teóricas, políticas e históricas de la Izquierda Nacional, tienen el
desafío de impulsar y fortalecer una organización sólida y coordinada para aportar
sustantivamente en las tareas de la Revolución Boliviana orientada a la Revolución
Socialista de la Nación Latinoamericana.

La Paz, Enero 2023.

*Sociólogo y docente de la UMSA. Militante de la Izquierda Nacional, dirigente del


GRO, de CONDEPA y del proceso revolucionario.

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