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Competencia Lectora

PAES
forma: 5785612
INSTRUCCIONES

1.- Esta prueba contiene 15 preguntas. Todas las preguntas son de 4 opciones de respuesta
(A, B, C y D). Solo una de las opciones es correcta.

2.- Completa todos los datos solicitados en la hoja de respuestas, de acuerdo con
las instrucciones contenidas en esa hoja, porque estos son de tu exclusiva
responsabilidad. Cualquier omisión o error en ellos impedirá que se entreguen tus
resultados. Se te dará tiempo para completar esos datos antes de comenzar la prueba.

3.- Dispones de 0 horas y 35 minutos para responder las 15 preguntas.

4.- Las respuestas a las preguntas se marcan en la hoja de respuestas que se te entregó.
Marca tu respuesta en la fila de celdillas que corresponda al número de la pregunta
que estás contestando. Ennegrece completamente la celdilla, tratando de no salirte
de sus márgenes. Hazlo exclusivamente con lápiz de grafito Nº2 o portaminas HB.

5.- No se descuenta puntaje por respuestas erradas.

6.- Puedes usar este folleto como borrador, pero no olvides traspasar oportunamente
tus respuestas a la hoja de respuestas. Ten presente que para la evaluación se
considerarán exclusivamente las respuestas marcadas en dicha hoja.

7.- Cuida la hoja de respuestas. No la dobles. No la manipules innecesariamente.


Escribe en ella solo los datos pedidos y las respuestas. Evita borrar para no deteriorarla.
Si lo haces, límpiala de los residuos de goma.

8.- Recuerda que está prohibido copiar, fotografiar, publicar y reproducir total o
parcialmente, por cualquier medio, las preguntas de esta prueba.

9.- Tampoco se permite el uso de teléfono celular, calculadora o cualquier otro dispositivo
electrónico durante la rendición de la prueba.

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Texto 1

Regreso a casa

Después de ocho interminables horas en avión, Natalia aterrizó en el aeropuerto de


Madrid. Eran las diez de la noche. Se sentía mareada por la duración del vuelo y
la diferencia horaria. Le dolía todo el cuerpo de haber permanecido sentada tanto
rato; había podido dormir durante el trayecto, pero aun así le pareció un viaje
eterno. Como era de esperar, no había nadie esperándola a la salida y tuvo que
tomar un taxi, que la llevó a la que había sido su casa.

Natalia tomó su equipaje, pagó una buena suma de dinero al taxista y se encaminó
hasta la entrada de la casa color vainilla. Sacó sus llaves y abrió la puerta. Estaba
todo oscuro. Encendió las luces y se encontró con la fantástica sorpresa de que no
había nadie. Estaba convencida de haberles dicho a qué hora llegaba. Subió por las
escaleras y llegó a su dormitorio.

Mientras guardaba la ropa en su armario, pensó en dónde se habrían metido su


madre y su hermana. Temía volver a casa por estas situaciones. Siempre discutía
con ellas, a veces se sentía como si no conectara con ellas, como si la única adulta
fuera ella. Eran lo opuesto a Natalia. . .

Ella nunca se dio el lujo de despreocuparse, de desentenderse. Desde los siete


años, tuvo que hacerse la fuerte por las tres. Tan pronto tuvo la edad suficiente,
se puso a trabajar: quería ayudar económicamente a su madre, pues la pensión no
daba para mucho. Trabajó de camarera, de cajera, de vendedora en una tienda de
ropa. . . De cualquier cosa que le salía. Además, estudiaba; se pagó los estudios y,
con mucho esfuerzo, pudo compaginar ambas cosas. Un día, aquel esfuerzo le fue
recompensado: le salió un fantástico trabajo en Nueva York, que le permitía enviar
a su madre el dinero que necesitaban.

Después de ducharse, Natalia se puso el pijama y bajó al salón. Se sentó en el


sofá de color granate que estaba frente a la televisión. Eran las doce de la noche,
había llamado varias veces a su madre al teléfono móvil, pero ella no le contestaba.
Mientras cambiaba canales en el televisor, oyó cómo se abría la puerta de la entrada.
Entre risas, entraron al salón Jessica y María.

—¡Hija mía! —exclamó María al darse cuenta de la presencia de Natalia—. Con la


noticia, se me ha pasado por completo que volvías hoy.

María se fue a abrazar a Natalia, quien se había puesto de pie al verlas aparecer.
Al estrecharla entre sus brazos, se emocionó. Su madre era mucho más bajita que
sus hijas, morena y delgada. Rondaba los sesenta años, pero se conservaba muy bien.

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—Mamá, te he llamado mil veces. ¿Dónde estaban? —preguntó Natalia mirando
de reojo a su hermana.

—Ay, Nati. Que te lo cuente tu hermana. Sonrió emocionada.

Jessica se acercó y le dio dos besos. No se parecían mucho. Jessica era como
una muñequita, rubia con el pelo rizado, delgada, con un rostro fino. Era un poco
más bajita que su hermana mayor. Natalia era de complexión atlética, con el pelo
castaño y liso. Sus facciones no eran tan suaves, sus pómulos y sus labios gruesos
destacaban en su rostro. Estaba acostumbrada a que las miradas de admiración se
las llevara su hermana pequeña y, a decir verdad, no le importaba.

—No seas aguafiestas. ¡Estamos de celebración! —exclamó contenta Jessica—.


¡Estoy comprometida!

—¿Comprometida? —se extrañó Natalia.

—Sí. ¡Alfredo me acaba de pedir que me case con él!

Jessica comenzó a dar saltitos y palmadas.

—A ver, Jessica, ¿cómo es eso de que te casas? ¿Cuánto tiempo llevas con ese
chico? ¡Si no había oído hablar de él!

—El suficiente como para saber que es el amor de mi vida. ¿Qué te pasa? ¿Es
que no puedes alegrarte por mí?

—No es eso. Lo que no quiero es que te equivoques con una decisión así. El
matrimonio no es un juego de niños.

—Quiero a Alfredo y él me quiere a mí. Lo que te molesta es que me voy a


casar antes que tú.

—¡Qué poco me conoces, hermanita! Haz lo que te plazca, entonces. Te quieres


casar: adelante. Eso sí, ¡luego no me vengas llorando!

—Chicas, sin enfadarse —intervino María para tranquilizar a sus hijas—. Jessica
y Alfredo llevan juntos siete meses. Lo conozco desde entonces. Es una bellísima
persona y se nota que quiere mucho a tu hermana. Mañana lo verás con tus propios
ojos.

—¿Mañana? La miró confusa.

—Sí. Tenemos comida para celebrar la unión y conocer a su familia —anunció


María, y sonrió.

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—Esto es increíble —bufó molesta Natalia mientras abandonaba el salón.

Subió hasta su habitación y cerró la puerta. Estaba cansada, agotada. Lo que


más le molestaba era que su hermanita se casaba con un desconocido. Alguien que
Natalia no sabía ni que existía en todo ese tiempo. Estaba que echaba humo por
las orejas. Además, su madre estaba feliz por la decisión. ¡Eran unas enamoradizas
de la vida! Odiaba ser la única sensata de esa casa. Si no hubiera sido por ella,
estarían en la calle, sin un euro, pero, eso sí, con la cabeza llena de pajaritos,
florecitas, mariposas, corazoncitos y nubes de algodón. Resopló y se tumbó en la
cama. No pensaban en las consecuencias de sus actos. Sólo pensaban en el presente,
¿y el futuro? ¿Quién les aseguraba un buen porvenir? ¿Una estabilidad económica?
Estaban tranquilas porque de eso se ocupaba Natalia. Sabía que toda la culpa la
tenía ella. Por ser como era. Si hubiera sido de otra manera, a saber dónde estarían
ahora.

Se oyó cómo golpeaban la puerta con los nudillos; sin esperar respuesta, la puerta
se abrió y apareció Jessica. Natalia estaba ya acostada en su cama. Su hermana se
le acercó y se tumbó a su lado en la cama.

—¿Por qué no me hablaste de Alfredo? —recriminó en voz baja Natalia.

—Tenía miedo de que me dijeras que me olvidara de él. . . —susurró mirándole


a los ojos.

—¿Miedo? ¿Tan mala crees que soy?

—Natalia, eres muy. . . tú. —Sonrió—. Eres muy estricta. Tememos hacer algo
que no apruebes.

—Sólo quiero lo mejor para ustedes. . . —musitó.

—Lo sabemos. Pero debes relajarte un poco. Únicamente trabajas y nos cuidas.
No haces pausas. No te diviertes.

—Yo estoy bien, Jessica. Soy feliz con mi vida. Me encanta estar en Nueva York;
aunque al principio me daba temor dejarlas solas, sé que hice bien en irme. . . No
me hace falta ni nada ni nadie más en mi vida. No quiero complicaciones.

—Eso es porque no ha llegado la pareja de tu vida —murmuró con una sonrisa.

—Madre mía, ves demasiadas películas románticas —susurró Natalia con una
sonrisa.

Loles López, No te enamores de mí. Madrid: Grupo Planeta (2014) (fragmento

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adaptado).

1.- La protagonista temía volver a su antigua casa porque


A) sentía que no era bienvenida.
B) solía discutir con sus familiares.
C) prefería relacionarse con otros adultos.
D) dudaba de que la estuvieran esperando.

2.- ¿Cuál de los siguientes fragmentos, si se eliminara del texto, cambiaría más la forma
de percibir a Natalia?
A) “Como era de esperar, no había nadie esperándola a la salida y tuvo que tomar
un taxi, que la llevó a la que había sido su casa”.
B) “Ella nunca se dio el lujo de despreocuparse, de desentenderse. Desde los siete
años, tuvo que hacerse la fuerte por las tres”.
C) “le salió un fantástico trabajo en Nueva York, que le permitía enviar a su
madre el dinero que necesitaban”.
D) “Quiero a Alfredo y él me quiere a mí. Lo que te molesta es que me voy a
casar antes que tú”.

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Texto 2

Por qué todos deberíamos aumentar nuestro consumo de panes y harinas


integrales

Los cereales han constituido desde siempre la base de la alimentación de la


humanidad. De hecho, podemos dividir a la población mundial por el tipo de
cereal en el que se basa su alimentación. Para la mayoría de los países occidentales
es el trigo. En forma de pan, sobre todo, pero también de pasta.

Los cereales nos proporcionan una fuente energética (calorías) muy barata y sin
ningún componente perjudicial, ya que el contenido de azúcares simples, grasas
saturadas y sodio es mínimo. Estas características son las que los han convertido,
de manera natural, en la base de nuestra alimentación.

La comida, además de nutrirnos, nos aporta una experiencia sensorial que deseamos
que sea lo más placentera posible. Para mejorar la calidad sensorial de los alimentos
basados en cereales, el ser humano ha intentado eliminar las capas externas de los
granos (salvado y germen) de la forma más exhaustiva posible.

Por eso, la mayoría de los productos a base de cereales que consumimos en la


actualidad se basan en harinas o cereales refinados o blancos, en los que se han
eliminado estas capas externas del grano.

La presencia de estas capas externas del grano genera productos más secos y
amargos, menos apreciados por los consumidores. Sin embargo, contienen nutrientes
muy interesantes, como fibras, vitaminas (principalmente del grupo B y E),
minerales y sustancias antioxidantes y bioactivas.

En la sociedad occidental, tenemos nuestras necesidades nutricionales básicas


cubiertas en la mayoría de los casos. Desde hace años, hemos puesto el foco en
mejorar la alimentación y su efecto sobre la salud.

La importancia de comer productos integrales

Un estudio publicado en la revista The Lancet afirma que la intervención dietética


que más efecto puede tener en reducir la mortalidad de la población mundial es el
incremento del consumo de productos integrales.

Esta mejora se debe, en parte, al mayor contenido de fibra de estos cereales,


pero no solo a eso. De hecho, el incremento del contenido en fibras de las dietas,
aunque también puede ayudar a reducir la mortalidad de la población mundial, lo

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hace en menor medida que el consumo de productos integrales.

Entre las ventajas demostradas de incrementar el consumo de productos integrales,


destacan la reducción en el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y
algunos tipos de cáncer. No hace falta recordar que estas son algunas de las
principales causas de mortalidad en la sociedad occidental moderna. Pero también
se han observado correlaciones entre un mayor consumo de cereales integrales y la
reducción de la obesidad y de los problemas de estreñimiento, entre otros.

Tampoco debemos olvidar que las harinas integrales son más sostenibles que
las blancas. Con el consumo de productos integrales, el ser humano aprovecha de
la forma más completa posible el gasto en tierras, agua, energía y otros insumos
para generar estos productos. Si se separan las partes externas del grano y estas
son destinadas a la producción de piensos (alimentos secos que se le dan al ganado)
o de otros productos, la huella de carbono del proceso se incrementa.

Parece muy claro que deberíamos incrementar nuestra ingesta de alimentos


integrales. Sin embargo, a pesar de las evidentes ventajas, seguimos siendo reticentes
a modificar nuestros hábitos alimenticios.

Guía para comer productos integrales

Para reducir la sequedad típica de los panes integrales, se suele recurrir a la


incorporación de aceites. También es posible incorporar algunas fibras con una alta
capacidad de absorción de agua, de manera que el pan final resulte más jugoso.
Para reducir el sabor amargo típico de los productos integrales, puede recurrirse
a algunos enmascaradores del sabor y a sustancias que le aporten otros sabores
marcados.

Sin embargo, la oferta de estos productos y la variedad en el mercado todavía


son escasas.

A quien no le gusten los productos de este tipo puede recurrir al consumo de


productos en los que se mezclan harinas integrales y harinas blancas.

No debemos obsesionarnos en consumir la totalidad de los cereales en forma integral.


Cualquier incremento en el consumo de productos integrales será beneficioso para
nuestra salud, y deberíamos incrementarlo en la medida de nuestras posibilidades.
Un buen objetivo sería consumir el 50 % de los cereales en forma integral o todos
con el 50 % de harina integral.

Otras fuentes interesantes de cereales integrales, que en algunos casos son más
sencillas de incorporar a nuestra dieta, son el arroz y la pasta. Estos productos
se consumen cocinados y mezclados con otros productos que pueden ayudar a
enmascarar esos sabores que ahora nos parecen extraños.

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A pesar de que algunas guías dietéticas recomiendan una ingesta diaria de entre
tres y cinco porciones de alimentos integrales, la gran mayoría de la gente no
alcanza esta ingesta. Muchos no llegan ni a una porción diaria.

Hace falta una mejor comunicación

Una de las medidas más efectivas para incrementar el consumo de productos


integrales es una adecuada comunicación de sus ventajas nutricionales. En
países como Estados Unidos, los productos integrales pueden llevar alegaciones
nutricionales o de salud en los envases. Son mensajes sobre las ventajas que tienen
y que han sido demostradas claramente. Si no es posible incorporar alegaciones de
salud en el envasado, se pueden promover campañas informativas en los medios de
comunicación y las redes sociales, pero esto suele ser costoso.

También se están generando acciones a nivel internacional, con la creación de


redes que potencian el estudio y la comunicación de las ventajas de los productos
integrales y promueven un etiquetado más claro y homogéneo. Destacan el Whole
Grain Initiative (Iniciativa del Grano Integral) y el Whole Grain Council (Consejo
del Grano Integral), cuyas páginas web pueden suponer una buena fuente de
información. Sin embargo, los resultados de estos trabajos no suelen llegar con
claridad al consumidor.

Por último, las empresas tienen una responsabilidad importante en este sentido.
Deben intentar mejorar la calidad sensorial de este tipo de productos y su oferta,
sin incrementar los precios o no hacerlo de manera excesiva. Debemos recordar que
las empresas buscan beneficios, y, si no observan una demanda por parte de los
consumidores, no se esforzarán.

Manuel Gómez Pallarés, “Por qué todos deberíamos aumentar nuestro consumo
de panes y harinas integrales”. The Conversation España (11 de abril de 2022)
(fragmento adaptado).

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3.- ¿Cuál es el tema del primer párrafo de la sección “Hace falta una mejor
comunicación”?
A) Los costos de las campañas informativas relacionadas con las ventajas de los
productos integrales.
B) El diseño de los mensajes nutricionales incorporados en el envase de diferentes
productos.
C) La dificultad de incluir alegaciones nutricionales o de salud en los envases de
productos.
D) Las medidas comunicacionales para incrementar el consumo de productos
integrales.

4.- ¿Qué opción representa la idea principal del párrafo que inicia con las palabras “No
debemos obsesionarnos”?
A) No debemos obsesionarnos en consumir la totalidad de los cereales en forma
integral.
B) Cualquier incremento en el consumo de productos integrales será beneficioso
para nuestra salud.
C) Deberíamos incrementar el consumo de productos integrales en la medida de
nuestras posibilidades.
D) Un buen objetivo sería consumir el 50 % de los cereales en forma integral o
todos con el 50 % de harina integral.

5.- En el primer párrafo de la sección “La importancia de comer productos integrales”,


se menciona a la revista The Lancet con el propósito de
A) promover la suscripción a la revista.
B) destacar un artículo sobre la dieta sana.
C) informar sobre los resultados de un estudio.
D) incentivar la creación de campañas informativas.

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6.- Para aumentar la credibilidad del texto, convendría incluir
A) fuentes diferentes.
B) gráficos explicativos.
C) anécdotas personales.
D) ejemplos comparativos.

7.- Para reducir la sequedad típica de los panes integrales, se suele recurrir a la
incorporación de
A) agua.
B) aceite.
C) sustancias antioxidantes.
D) enmascaradores del sabor.

8.- ¿Cuál es el recurso que utiliza el autor para que el público lector se sienta
involucrado en el tema?
A) Utiliza un lenguaje sencillo.
B) Contextualiza ciertas ideas.
C) Emplea la primera persona gramatical.
D) Incluye resultados de estudios científicos.

9.- ¿Cuál es el objetivo del autor respecto del tema?


A) Demostrar las ventajas de incrementar el consumo diario de harinas integrales.
B) Persuadir al público lector de incrementar su consumo de productos integrales.
C) Destacar las acciones a nivel internacional orientadas a promover una dieta
más saludable.
D) Criticar a la sociedad occidental por preferir la experiencia sensorial a los
valores nutricionales.

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10.- ¿Qué afirma la revista The Lancet con respecto al incremento del consumo de
productos integrales?
A) Que debe ser moderado.
B) Que evita el estreñimiento.
C) Que ayuda a reducir la mortalidad de la población mundial.
D) Que disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

11.- Según el texto, una de las medidas más efectivas para incrementar el consumo de
productos integrales es
A) una incorporación eficiente de enmascaradores del sabor.
B) una adecuada comunicación de sus ventajas nutricionales.
C) un aumento significativo de la calidad sensorial de estos productos.
D) un esfuerzo internacional por financiar estudios científicos relacionados.

12.- ¿Cuál de los siguientes enunciados sintetiza el contenido del tercer párrafo de la
sección “La importancia de comer productos integrales”?
A) El consumo diario de alimentos integrales ayuda a mejorar el tránsito intestinal
y el estreñimiento.
B) La ingesta de productos integrales está estrechamente relacionada con la
reducción de la obesidad.
C) Sabemos que las principales causas de mortalidad son el cáncer y las
enfermedades cardiovasculares.
D) Se ha demostrado que incrementar el consumo de productos integrales reduce
los problemas de salud.

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Texto 3

Cómo la experiencia del poder cambia al individuo

Lo dijo Montesquieu: “Quien tiene poder tiende a abusar de él”. Escándalos


financieros y judiciales, abusos físicos, psicológicos o sexuales en el ámbito político,
mediático, religioso o policial: no faltan ejemplos de abusos por parte de personas
con autoridad o poder sobre otras.

¿Hace falta conseguir poder para sentirse tentado de ir demasiado lejos y abusar de
él? ¿O, más bien, aquellos que aspiran intensamente al poder ya parten de un perfil
de riesgo, debido a ciertos rasgos individuales como narcisismo, maquiavelismo o
psicopatía?

Creer que un ejercicio inadecuado del poder solo es consecuencia de problemas


individuales no tiene en cuenta las transformaciones que puede producir el poder
en cualquier persona cuando accede a él.

De hecho, varios estudios que citamos a continuación demuestran que quien


experimenta el poder adopta un estado mental particular que puede favorecer
un comportamiento más egocéntrico y menos civilizado.

Menor capacidad de ponerse en lugar del otro

En un ingenioso experimento, Adam Galinsky y sus colegas de la Universidad


de Columbia demostraron que las personas a las que se les recordaba la idea del
poder tenían más dificultades para ponerse en el lugar de los demás y adoptar un
punto de vista diferente. Veamos cómo.

Imagine que le piden que escriba sobre una situación personal en la que haya tenido
cierto poder sobre los demás. Inmediatamente después de esta sutil inducción de la
idea de poder, se le somete a una prueba de «descentración perceptiva espontánea».

Para ello, le damos un rotulador con el que debe dibujarse rápidamente la letra E
mayúscula en la frente. En este experimento se produjo un fenómeno notable: en
comparación con aquellos a los que les pedimos que pensaran en una situación en
la que su poder era débil, los que acababan de recordar un episodio personal en el
que ejercían poder sobre los demás tendieron mayoritariamente a escribirse la letra
E al revés (desde el punto de vista del espectador). O sea, los que habían recordado
una situación en la que habían ejercido mucho poder eran menos propensos que los
otros a dibujar la letra en la dirección de lectura correcta para los demás.

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Reconocer las emociones del prójimo

Otro fenómeno en el que influye el poder es en el reconocimiento de las emociones


en los rostros. Michael Kraus, de la Universidad de California, pidió a algunos de
los participantes en su estudio que pensaran en personas que tuvieran más poder,
riqueza o prestigio que ellos, y a los otros participantes que pensaran en personas
que tuvieran menos poder, riqueza o prestigio que ellos.

Tras esta inducción, se pidió a los participantes que, en un dibujo que representaba
una escala social, marcaran una cruz en uno de los peldaños de la jerarquía. Como
era de esperar, aquellos a los que se les pidió que se compararan con personas con
menos poder que ellos se situaron más arriba, eligiendo un peldaño más alto de la
escalera que los que pensaron en personas de mayor estatus social que ellos.

A continuación, se mostró a los participantes una serie de retratos y se les pidió


que reconocieran una serie de expresiones faciales de carácter emocional. Los que
fueron inducidos momentáneamente a mantener un estado mental de mayor poder
tuvieron una capacidad de reconocimiento de emociones significativamente menor
que los que no lo fueron. Estos resultados se confirmaron al comparar en la misma
prueba a personas de clase social alta y baja: las primeras obtuvieron peores
puntuaciones en el reconocimiento emocional.

Otro estudio demostró que la resonancia motora (la activación de una red cerebral
homóloga al observar el comportamiento de otra persona) se debilitaba tras la
inducción de un estado mental de poder. Es como si la capacidad de compartir la
experiencia de otro se debilitara por el poder.

Desinhibición

El poder también puede promover un comportamiento desinhibido. En un estudio,


se pidió a los participantes que redactaran las normas de funcionamiento de un
grupo en la universidad. Al principio de la sesión, el investigador asignó al azar
a un participante como supervisor, que debía recompensar a los demás por su
trabajo dándoles puntos. A los treinta minutos de la sesión, se trajo una bandeja
con apetitosas galletas para los participantes. El número de galletas era limitado,
y solo una persona podía comer dos. La observación del comportamiento mostró
que los que tenían la condición de supervisor tenían el doble de probabilidades que
los demás de reservarse una segunda galleta.

Como la escena se filmó discretamente, los investigadores también examinaron


otros aspectos del comportamiento de los participantes, como el grado de apertura
de la boca durante el consumo de la galleta, el número de veces que se lamieron
los labios o si dejaron caer las migas mientras comían. Los resultados mostraron
que los participantes a los que se les asignó un estatus alto comían de forma menos
comedida y educada delante de los demás.

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¿Una metamorfosis inducida políticamente?

Estos estudios demuestran que el poder puede dificultar la comprensión de


las experiencias de otras personas y fomentar un comportamiento incívico
o desinhibido. No obstante, es importante tener en cuenta que se trata de
experimentos y estudios limitados, que no pueden aplicarse directamente al
comportamiento de ningún personaje político en particular.

Según el psicólogo Dacher Keltner o el neurocientífico Sukhvinder Obhi, el poder


puede causar lesiones equiparables a un traumatismo craneal. Para Keltner, el
riesgo es la paradoja del poder: una vez que se tiene, se pierden algunas de las
cualidades que fueron necesarias para conseguirlo.

Sin embargo, observamos que la historia política está salpicada de ejemplos de


metamorfosis que el acceso al poder parece haber provocado (a veces denominado
«síndrome de hubris»).

En el laboratorio o en el ámbito político y social, estos hechos se hacen eco, a su


manera, de las teorías de Montesquieu, parte de cuya obra se dedicó precisamente
a defender la división de poderes para evitar sus efectos más perniciosos.

Laurent Bègue-Shankland, “Cómo la experiencia del poder cambia al individuo”.


The Conversation España (26 de junio de 2022)
(fragmento adaptado).

13.- ¿Cuál de los siguientes enunciados sintetiza la idea principal del tercer párrafo de
la sección “Reconocer las emociones del prójimo”?
A) Las personas de clase social alta, así como las personas que ejercen algún grado
de poder, no reconocen expresiones de carácter emocional.
B) Para las personas con algún grado de poder es imposible reconocer las
emociones de los demás con base en sus expresiones faciales.
C) Los participantes con un estado mental de mayor poder tuvieron más
dificultades que otros para reconocer las emociones ajenas.
D) Para realizar el estudio, se incluyeron participantes de diferentes clases sociales
y con distintos grados de poder.

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14.- ¿Qué opción representa la idea principal del primer párrafo de la sección “¿Una
metamorfosis inducida políticamente?”?
A) El poder fomenta un comportamiento incívico o desinhibido.
B) No se ha podido demostrar aún si el poder influye en la conducta.
C) Los experimentos realizados no pueden aplicarse a ningún político.
D) Las experiencias de otras personas son consideradas por los políticos.

15.- A partir del experimento de Adam Galinsky y sus colegas, se pudo establecer que
las personas a las que se les recordaba la idea del poder tenían
A) menos problemas para escribir manualmente.
B) mayor capacidad para dibujar figuras sencillas.
C) más dificultades para ponerse en el lugar de los otros.
D) menor inclinación para desconfiar de sus percepciones.

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