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Apocalipsis:

Los Ángeles de la
Destrucción
Prologo: Nacimiento
Todo comienza en una enorme cámara de diseño marcadamente no humano. Las
columnas llegan hasta el amplio techo y los ángulos extraños y formas alienígenas
recuerdan al interior de algo vivo, como si estuvieseis en el estómago en una ballena
colosal. Todo está en penumbra, solo rota por la compuerta familiar de metal y las luces
que los humanos han adaptado hábilmente con mucho esfuerzo.

Varios hombres vestidos con monos naranja llevan con sumo cuidado grandes bultos
carnosos en sus brazos del interior de la nave hacia más allá de la luz de la compuerta.

Cuando han acabado, un hombre entrecano con gafas dice: –Ya está. Están todos
guardados en la bodega-.

Otro, un tipo grande con barba corta pero abundante responde. – Gracias, Sr. Rhodes.
Bien, se acabó. ¿Entiende por qué debe quedarse?

-Por supuesto. Sería un peligro a bordo de la nave-. Afirma el primero solemne.

-Usted ahora es parte de este mundo. Su lugar está aquí. –Los hombres se marchan hacia
el interior de la luz de la compuerta. Su líder se vuelve una última vez mientras sube al
interior. - Le envidio Sr. Rhodes. Envidiamos la maravillosa vida nueva que le espera-.

La compuerta comienza a cerrarse. El líder de los hombres, saluda con la mano en la


frente mientras se despide. - Sea fuerte, Sr. Rhodes. Sea nuestro protector, nuestro
escudo. Algún día nos volveremos a ver. -

La compuerta finalmente se cierra, dejando al hombre en completa oscuridad. Un hilo de


sangre comienza a caer desde su nariz, mientras algo en su interior se revuelve con furia,
preparándose para nacer.
La historia a grandes rasgos
Nuestra historia comienza cuando el Dr. Lucien Keitel, uno de los miembros fundadores
del Instituto Geholgod, investigador y buscador muy reputado, con un puesto de asesor
en la Corporación Weyland-Yutani, accede a ciertos archivos muy clasificados por error.
En ellos se hace referencia a la destrucción de la astronave Nosotromo hace 20 años, y
donde se detalla el encuentro con una nave alienígena y la forma de vida que subió a
bordo y aniquiló casi en su totalidad a la tripulación.

Esto ha fascinado al Dr. Keitel, que estableciendo una relación entre la criatura de la
Nostromo con los extraños hallazgos arqueológicos recientemente descubiertos en el
desierto australiano que datan hace más de mil millones de años, intuye que hay una
verdad mucho más grande y terrible oculta a nuestros ojos.

Armado con ese conocimiento y los recursos del Geholgod, el Dr. ha descubierto un
objeto extraño que gira alrededor de un planeta del sistema Shambleau con el mismo
espectro de banda ancha que la nave perdida de la Weyland-Yutani. Organizando un
equipo de expedición parte a su encuentro con todo el apoyo del Geholgod y encuentra
más de lo que en un principio espera. La nave alienígena y el cargamento de huevos que
porta abre los ojos de Keitel hacie ante terribles implicaciones cósmicas que poco a poco
lo van conduciendo a la locura. Pero a cambio, ha vislumbrado un retazo del gran tapiz
del universo. Convencido de que las respuestas a sus preguntas bien valen pagar cualquier
precio ha empezado a realizar terribles experimentos y a sacrificar a sus hombres para
estudiar a los seres de los huevos y lo que significan. Keitel ha visto más que carne y
sangre en los seres, un patrón cósmico que nadie llega a entender y ha empezado a pensar
que son criaturas del vacío, ángeles de destrucción con un propósito divino.

Rastreando la nave alienígena ha encontrado el planeta más allá del espacio conocido
desde el que partió y a sus ocupantes originales. Gigantes de una antigua civilización
anterior a toda la vida conocida que una vez dominaron los viajes estelares. Estos seres,
al igual que los humanos, fueron demasiado lejos y encontraron a los “ángeles” que
purgaron la vida en la galaxia hasta que no quedó nada. Asustado de las implicaciones de
sus descubrimientos, está dispuesto a todo con tal de averiguar si los ciclos de extinción
cósmicos pueden ser detenidos o el destino de los humanos es el mismo que de los
gigantes moribundos.

Capítulo 1: Riesgos del Oficio


Nos encontramos en el año 2142, la tierra es el centro de una red de planetas colonizados
por los seres humanos y las corporaciones, ambiciosas e instrumentalistas, el poder en
facto de la galaxia. Los personajes jugadores son miembros de una compañía privada de
rescates espaciales en números rojos que necesita hasta el último contrato para no
arruinarse y ser devorada por los tiburones empresariales.

Ese trabajo salvador llega en forma de una solicitud de reunión por parte del Dr. Emil
Factor del Instituto Geholgod, una empresa de investigación científica que existe a la
sombra de las corporaciones. Según el mensaje de Factor, pueden tener un trabajo bien
pagado para su equipo.
La reunión en el Intituto Geholgod se llevará a cabo en la sede de Toronto, en una sombría
y amplia sala con aspecto arcaico que recuerda vagamente a la arquitectura griega
iluminada por luces de neón blancas. En una mesa redonda brillante con el logo del
Geholgod les esperan los doctores Factor, Burroughs, Pratyeka y Tellurian para
informarles de todo lo que necesitan saber.

Les explicarán que el Instituto tiene un problema de carácter sumamente confidencial.


Ese motivo de que decidan contratar una empresa pequeña como ellos, ya que la
información que en un primer lugar originó su problema se consiguió de manera poco
lícita de una corporación y no desean que estas se involucren en el asunto. Colocarán una
foto sobre la mesa y le explicarán en qué consiste el trabajo.

Datos que les aportarán en la reunión:

El Dr. Lucien Keitel es un gran hombre. Unos de los fundadores del Geholgod y un
buscador, un hombre con la visión para reestructurar el mundo. Tenía el envidiable puesto
de asesor en la Weyland-Yutani, lo que le permitió acceder a archivos muy
confidenciales.

Parece ser que hace 20 años una nave comercial de la Weyland-Yutani, la Nostromo, se
encontró una nave espacial de origen no terrestre en un cuerpo del sistema Zeta 2 Reticuli.
Algo que por supuesto se mantuvo en completo secreto.

Ese descubrimiento impulsó a la corporación, que ahora está revoloteando como moscas
por todo el sector.
El caso es que Keitel vio la importancia de ese
hecho y provisto de los recursos del Instituto
realizó una investigación astronómica. Hace 5
años el equipo de Keitel descubrió un objeto que
giraba alrededor de un planeta del sistema
Shambleau. Su espectro de banda ancha era
idéntico al de la nave abandonada de la Weyland-
Yutani.

Un año después, Keitel tenía un equipo


expedicionario organizado y listo para partir.
Su transporte al lejano objetivo era la Savannah. Si
deciden aceptar el trabajo el Instituto les
suministrará una nave similar junto a su
tripulación.

Al principio, pareció que el éxito de los esfuerzos


de la expedición superaba las expectativas. Keitel
enviaba informes con regularidad en los que detallaba sus análisis de la tripulación
antigua y fosilizada de la nave. Cosas increíbles.

Pero hace una año y medio los informes se volvieron irregulares, y al final se
interrumpieron del todo. Los diagnósticos no indicaban ningún fallo instrumental y el
equipo de soporte vital no detectó problemas, pero la comunicación se ha detenido y el
equipo de Keitel no contesta. Ha pasado algo.

Los Dres. quieren que el brillante Dr. Keitel y su equipo vuelvan sanos y salvos y con su
investigación, así como que eviten cualquier contacto con la Weyland-Yutani.

Si los personajes aceptan, se prepararán para iniciar el trabajo. Pero 3 días después, el Dr.
Tellurian requerirá de manera extraoficial y de forma discreta reunirse con ellos en una
zona rural a las afueras, cerca de un bosque nevado.

La reunión con Tellurian

Allí les espera Tellurian, con una lechuza gris al brazo, su nombre es Wicket y parece que
admira mucho la perfección de su diseño. Les contará que su especie cazó por todo
Canadá antes de que el país estuviera bien definido. Tendrían que ir muy lejos para
encontrar un depredador mejor adaptado, más eficiente. El ave ha evolucionado para
cazar en las circunstancias más duras y lo podrán observar cuando caza un ratón entre la
nieve

“Han desarrollado sentidos que localizan una presa mucho más allá del alcance de
nuestras limitadas capacidades. Es cierto, siguen en este mundo pobre y retorcido porque
lo toleramos, pero pueden ir a lugares que nunca conoceremos.”- Dr. Tellurian.

Les preguntará si están satisfechos con la información que les proporcionaron sus
compañeros y añadirá que no puede decirle mucho más, ya que tiene un dispositivo de
seguridad instalado quirúrgicamente que le impide hablar con libertad. Pero les asegura
que hay mucho más que deben comprender en esta misión.

Pero si les dirá lo siguiente:

La razón por la cual Keitel se fue a las estrellas, el motivo oculto de la expedición tiene
su origen en una excavación paleontológica en lo profundo del gran desierto de arena
australiano. Donde hace 26 años, un equipo fundado por el Geholgod descubrió unos
estratos de esquisto que tenían una fecha anterior en mil millones de años a las
formaciones más antiguas antes conocidas. Tenían tantos rastros de vida grabados que
era desconcertante.

Si le preguntan por qué no le dieron esa información antes responderá que sus compañeros
han acabado pensando igual que las corporaciones que tanto desprecian, que la gente
estará más segura si no sabe ciertas cosas.

Por último, les advierte que han aceptado un trabajo de un peligro extraordinario para
salvar su compañía. Que no subestimen el alcance y la profundidad de la situación en la
que están a punto de sumergirse. Aprendan a ver más allá de las apariencias.

“El Dr. Keitel es un gran hombre, pero los grandes hombres a menudo son
imprevisibles… y la grandeza siempre se consigue con muchos sacrificios”. - Dr.
Tellurian.

Una vez terminada la reunión podrán prepararse para el viaje. Una nave estelar con
capacidad para aterrizaje planetario les estará esperando en 5 días en el espacio puerto,
su nombre es Rachel.
Capítulo 2: Eran gigantes

La Rachel despegará el espacio puerto de la ciudad más apropiada con su tripulación y


los personajes jugadores. Su capitán es Mutombo, un curtido afroamericano con bigote
en herradura y camisa hawaina al que primero le interesa su nave, su tripulación y
completar el trabajo para ver la paga. Su segundo de abordo y piloto es el teniente Massey,
un joven con media melena con una habilidad increíble para aterrizajes imposibles. El
resto del equipo contratado por el Geholgod lo componem 3 sintéticos: Baal, Arch y
Deimos.

El instituto se ha encargado de proporcionar todo lo necesario para la operación de


rescate, que junto con su equipo personal se encuentra en la bodega. Mutombo les indicará
que han dejado algo más, una entrega especial a la cabina de uno de los personajes. Es
una caja en cuyo interior hay un recipiente translúcido con Wicket, la lechuza gris de
Tellurian en su interior en crioestasis. Junto a ella hay una carta en la que está escrito lo
siguiente.

“Se puede aprender mucho de aquellos que han vencido las circunstancias más duras.
“Contempla las aves del aire…” aprenda de Wicket. - Firmado, Caspar Tellurian”.

¿¡El androide era un espía!?

Pasadas unas horas, Mutombo indicará a la tripulación que van a tomar un pequeño desvío
antes de entrar en hipersueño. Explicará que van a pasar cerca del asteroide L921, una
operación minera de la Weyland-Yutani, a sabiendas que el Geholgod les prohibió
expresamente cualquier contacto con la corporación. Expondrá que pasarán discretamente
a su lado sin llamar la atención y que tiene muy buenas razones para ello.

Conforme se vayan acercando al asteroide, el sintético Deimos comenzará a sudar y a


tirarse del cuello de su ropa. Se mostrará extremadamente nervioso y mostrará signos de
dolor.

Mutombo no tardará en coger un rifle militar (el único en la nave) y volarle la cabeza al
androide, que explotará en un mar de fluido blanquecino y componentes sintéticos. El
capitán explicará que, de cerca, las emisiones de onda corta de la corporación tienden a
realimentar a sus sintéticos cazadores-buscadores reprogramados. Es un viejo truco para
detectar androides espías. Si los personajes se alteran demasiado dirá que es algo habitual
en el espionaje corporativo.

Ya pueden entrar tranquilos en hipersueño. Esto es un proceso habitual en los viajes


espaciales, los tripulantes son mantenidos en estasis en unas cabinas habituadas para ello
durante el tiempo de viaje de la nave. Mutombo informará que les llevará 3 meses llegar
hasta el lejano cuadrante donde se perdió la pista a Keitel. Sin mucho más, la tripulación
entera entrará en hipersueño y los sistemas auxiliares quedarán en manos de los sintéticos
y del ordenador central de la nave, que los despertará cuando hayan llegado a su destino.
El tiempo de sueño pasa tranquilo y silencioso, con la posibilidad de introducir alguna
escena onírica si se da pie a ello. De lo contrario el ordenador de abordo los despertará
cuando estén llegando al sistema Shambleau, en la frontera del universo conocido.

Creo que les han engañado.

El despertar siempre es duro. El cuerpo está cansado y dolorido, y el estómago pesado y


extraño, mientras poco a poco todo empieza a volver a la normalidad. Pasadas unas horas,
el capitán les indicará que están llegando a su destino, y si miran desde la cabina podrán
ver el extraño objeto en órbita alrededor de un lejano planeta. Definitivamente es una
nave, pero no se parece a nada que hayan visto antes. Es la nave alienígena que descubrió
el Dr. Keitel.

La nave es enorme, empequeñeciendo como si de un mosquito se tratase a la Rachel y


una pasada de reconocimiento a su alrededor les permitirá observar en la parte frontal de
la misma hay una construcción que no se corresponde con su diseño alienígena. Es una
escotilla de anclaje de manufactura humana, un punto por donde podrían anclarse y
acceder al interior de la nave.

Cuando el equipo esté listo tienen a su disposición los trajes estancos y podrán acceder
por la escotilla a la nave, el último lugar conocido del Dr. Lucien Keitel. El capitán
Mutombo y el teniente Massey estarán en todo momento en contacto con ellos mediante
los dispositivos de grabación de audio y vídeo de los trajes, y junto al equipo de rescate
les acompañará el sintético Baal como apoyo científico.

Cuando las compuertas se abran y se internen en la silenciosa y oscura nave alienígena


comprobará que su interior es todavía más extraño si cabe que el exterior. A partir de
ahora solo dispondrán de la luz de sus linternas para afrontar el laberinto que se abre ante
ellos.

La arquitectura del interior de la nave no se parece a nada que hayan visto antes, todo el
diseño parece basarse en patrones orgánicos: las columnas parecen huesos, las bóvedas
costillas, los pasillos se asemejan a extraños conductos corporales que se enroscan en
formas imposibles de maneras perturbadoras. La arquitectura parece fabricada para seres
gigantescos y las estatuas y los bajo relieves muestran a seres humanoides de gran tamaño
con un apéndice en el rostro. Todo parece muy antiguo, casi fosilizado y no es fácil
discernir si son realmente restos biológicos o parte de la construcción.

Si comprueban la atmósfera de la nave descubrirán sorprendidos que es totalmente


respirable, aunque el aire dentro es pesado y enrarecido, como si llevase mucho tiempo
sin abrirse.

Muchas preguntas se abrirán paso en la mente de los personajes: ¿A qué especie


pertenecía esta nave? ¿Hace cuánto que se extinguió? Y lo más importante, ¿por qué?

Orientarse en el interior de la nave es una odisea, que requerirá varias tiradas de tirada de
Intelecto + Percepción a dificultades comprendidas entre 12 y 20 (las primeras tiradas
serán más sencillas, pero conforme más se internen en las entrañas de la nave más difícil
será volver a encontrar el camino). Tras superar 4 tiradas con éxito encontrarán la
estación repetidora de Keitel.

Cada fracaso en las tiradas de orientarse dará pie a diversas situaciones macabras:

 Encontrarán un esqueleto abandonado, la piel ha desaparecido por completo, pero


lleva un mono con el nombre Rhodes en él.
Aparentemente murió de una herida en el pecho.
Una tirada de Intelecto + Percepción, o medicina a
dificultad 10 revelará que las costillas están
curvadas hacia afuera, por lo que causó su muerte
fue que algo estalló o salió de su interior. Descubrir
el cuerpo requiere una tirada de Entereza a
dificultad 12, mientras que descubrir cómo murió
aumentará la dificultad a 15 con una pérdida de
0/m. (1/C)
 En una extrañamente pared puede verse un bajo
relieve inquietante que les pondrá la piel de gallina.
En él puede verse unas formas extrañas que parecen
representar alguna clase de mito o de escena que no
llegan del todo a entender. Requiere una tirada de
Entereza a dificultad 10 con una pérdida de 1/m.

 Tras salir de un estrecho pasillo llegarán a una


bóveda circular con una extraña estatua en el
centro. Solo que no es una estatua. Allí descubrirá
el cuerpo fosilizado del último tripulante de la
nave. Un gigante de aspecto alienígena con un
rostro paquidérmico con una herida en el pecho. Este encuentro requiere una
tirada de Entereza a dificultad 14 con una pérdida de 1/C. Un chequeo médico
indicará que murió de lo mismo que el esqueleto de Rhodes.

 Tras pasar varias veces por varias estancias similares y tener la sensación de estar
perdidos, el personaje con la mayor Intelecto +Percepción podrá realizar una
tirada, pero sin saber la dificultad. Sin importar el resultado, tendrá la sensación
de haber visto algo moverse en la oscuridad, durante solo un momento. Pero no
estará seguro y tendrá la sensación de que es posible que se lo haya imaginado
después de tantas horas de merodear por la nave. Esto no requiere una prueba de
entereza, pero da una pista de que no están solos.

Tras superar con éxito 4 tiradas o fracasarlas, encontrará lo que estaban buscando,
aunque no será lo que esperaban: un campamento completamente abandonado desde hace
meses y una estación repetidora de señales. Parece ser que Keitel la usaba para hacer creer
al Geholgod que retrasmitía desde ahí sus informes, pero la realidad es que la usaba para
retrasmitir desde otro sitio. Baal se conectará al aparato y volcará en su memoria los datos
guardados. Con ellos podrán rastrear de donde viene dicha trasmisión, por lo que sería
esencial que volviesen con él a la Rachel.

Mientras los personajes se pregunten qué está pasando realmente ahí, el primero de los
“ángeles” hará acto de presencia. Lleva varias horas acechándolos, esperando el momento
perfecto para atacar y cree que es este. Permite una tirada de Intelecto + percepción
contra los Reflejos + subterfugio (14) de la criatura para dar una pista de lo que se
avecina. Si no la pasan permite que el monstruo los coja de improviso.

Ver al ser requiere una tirada de Entereza a dificultad 15 con una pérdida de m/C. Esa
cosa no se parece a nada de lo que hayan visto nunca, ni quiera parece encajar con la nave.
Es una pesadilla viviente, una criatura del vacío.

Nota para el narrador: tu objetivo con el monstruo no es matar a los jugadores, sino
separarlos, asustarlos y echarlos de allí. La criatura es un depredador tan eficaz que es
muy improbable que lo consigan siquiera herir con el armamento que tienen, por lo que
cuando sean conscientes de que sus armas no le hacen ningún efecto tendrán que huir
despavoridos como locos. Si no se convencen de ello, ayúdales con las garras de la
criatura, pero siempre evitando matarlos.

Llegados a este punto, la escena se tornará en una persecución por los pasillos y bóvedas
de la nave cuyo objetivo será alcanzar la escotilla y regresar de una pieza a la Rachel.
Esto volverá a requerir superar 4 tiradas de Intelecto + Percepción a dificultad
8/10/14/16. Fracasar alguna supondrá encuentros con la criatura o la llegada a una bodega
alienígena repleta de algo similar a huevos extraños que requerirá una prueba de Entereza
a dificultad 14 con una pérdida de 1/C. Fracasarla revelará que los huevos pertenecen
indudablemente al ser que los acecha en las tinieblas.

Por el camino puedes añadir una dramática escena en la que el sintético Baal se sacrifique
por salvar la vida de alguno de los miembros del equipo (con lo que necesitarán rescatar
sus restos para obtener los datos de Keitel). Es esencial al menos recuperar la cabeza de
Baal, que podrá ser reparado usando el cuerpo de Deimos para poder utilizar los datos
obtenidos de la estación repetidora. En cuanto suban a la Rachel, desenganchará de la
nave alienígena y se pondrán en órbita para decidir qué hacer a continuación. Si quieren
respuestas tendrán que usar los datos de Baal para rastrear la ubicación de las
transmisiones de Keitel. Para ello necesitarán repararlo usando los restos de Deimos. Una
prueba de Intelecto + Profesión a dificultad 18, o la activación de algún aspecto
adecuado servirá. Si los personajes no son capaces de hacerlo, la sintética Arch lo hará.

En cuanto Baal vuelva a estar operativo les avisará que deben vigilarlo, pues cabe la
posibilidad de que el programa de la Weyland-Yutani que portaba Deimos tuviese
directrices subversivas de actividad retardada. Hagan lo que hagan, Baal les ayudará en
todo lo que pueda, por ahora…

Llegados a este punto y con los datos de la estación en la mano, los rastros de partículas
permiten triangular las coordenadas de la transmisión de Keitel a un planeta más allá del
espacio conocido, a 48 horas de vuelo de la Rachel. Si quieren completar su trabajo y
obtener respuestas no les queda más que ponerse rumbo a él
Escena Opcional. ¿Oye, a que viene el pájaro congelado?

Es posible que en algún momento de la aventura a los jugadores se les ocurra la idea de
descongelar a Wicket, ya sea por cariño, por aburrimiento o para descubrir por qué
Tellurian la envió. El proceso no es demasiado complejo y en una hora el ave ya está a
plena capacidad y hambrienta. Para ello Tellurian ha enviado docenas de roedores
congelados para que la lechuza les de caza. Para ello necesita espacio y la bodega de carga
es el único lugar de la nave con suficiente espacio para que el animal pueda volar
libremente.

Si deciden llevarlo allí y soltarlo para que vuele el ave dará varias vueltas, cazará un par
de ratones, y, llegado el momento, se volverá como loca, empezará a gritar de forma
agresiva y se posará sobre una enorme caja de metal de la bodega. La caja está sellada
por un código numérico y si preguntan a Mutombo les dirá que no reconoce el código de
serie de la caja. La sintético Arch les prestará un dispositivo de rayos X que escaneará la
caja para revelar su misterioso contenido: huevos alienígenas.

Tras investigar un poco Mutombo descubrirá por el código de embarco que fue Deimos
quién cargo la caja en la nave. Parece ser que los huevos son un regalo de la Weyland-
Yutani. Esto puede servir para crear algo de paranioa en la tripulación.

Nota para del narrador: es necesario recalcar que los huevos de la bodega son muy
importantes y si los jugadores se empeñan en destruirlos deberías buscar la forma de
impedirlo. Invéntate escusas para que no puedan arrojarlos al vacío y haz la caja
prácticamente indestructible con los medios de los que disponen. Los huevos son
esenciales para el imponente climax al final de la aventura.
Capítulo 3: Dios santo, ¿dónde nos estamos metiendo?
El planeta sin nombre en un cuerpo árido y rocoso en órbita alrededor de una gigante roja.
Según los datos recogidos por Baal, y los cálculos realizados han permitido triangular la
trayectoria de las transmisiones hasta este punto, por lo que no será difícil rastrear su
posición una vez allí.

El paisaje es el un planeta antiguo, rocoso, con tormentas de arena y grandes colmillos de


roca hacia el cielo provocado por los milenios de erosión, lo que hará que el aterrizaje sea
complicado. Si bien, Massey es un piloto con talento que conseguirá aterrizar de una pieza
a varios kilómetros. Todo queda bañado en el fulgor rojizo de la gigante roja que corona
el sistema. El terreno es muy accidentado y los vientos levantan nubes de polvo y arenisca,
por lo que el camino llevará varias horas. El tiempo parece detenido en este silencioso
mundo, como si nada hubiese cambiado en miles de años, y la luz de su estrella parece
detenida en un punto fijo. Mutombo y la sintético Arch se unirán a los personajes en la
exploración, dejando a Massey y Baal a bordo de la Rachel.

Si siguen el rastro de la señal de la transmisión, esta les guiará hasta una misteriosa
formación circular en el suelo. En mitad del camino podrán percibir círculos concéntricos
perfectos separados entre sí por un abismo de oscuridad insoldable. Bordear dichos
círculos los conducirá hasta unos escalones circulares que bajan a las tinieblas en una
espirar construida en la pared de la misma roca.

En el momento en que comiencen a bajar hacia las profundidades de la misteriosa


construcción se perderá la conexión con la Rachel, dejándolos completamente aislados
en la oscuridad. Los escalones bajarán por kilómetros internándose en el corazón de la
tierra iluminados únicamente por las fuentes de luz que puedan transportar. Las paredes
comienzan mostrar grabados alienígenas incognoscibles y la arquitectura se torna cada
vez más orgánica, más parecida al interior de la nave abandonada. Parece claro que los
mismos que diseñaron aquél gigante abandonado debieron construir la silenciosa
necrópolis en la que se internan. Al llegar al final de la escalera encontrarán una nave
espacial en que corresponde al número de serie de la Savannah, la nave del Dr. Keitel.
Están muy cerca de las respuestas.

Pero mientras más se acerca a su final más peligroso es el viaje, y sin que lo sepan están
siendo acechados por las mortales criaturas de la nave abandonada. Superar una prueba
de Intelecto + Percepción contra las criaturas les permitirá tener algún atisbo de lo que
se les viene encima. Alguna cola sinuosa escabulléndose por la pared de la ciudad, una
sombra invisible moviéndose en las tinieblas, o algún detalle parecido.

Será entonces cuando se lancen sobre ellos varios de los seres oscuros y de aspecto
innombrable. Llevarse a Mutombo es su prioridad y luego intentarán incapacitar o herir
a los personajes. Tienen que aguantar 3 turnos hasta que llegue la ayuda. Cuando todo
parezca perdido dos seres humanos con traje de protección aparecerán apartando a los
seres, que se alejarán como leones saciados sin hostilidad. Uno de ellos lleva una
abundante barba y si son observadores lo reconocerán como Keitel.

¡Atrás! ¡Atrás, ángeles de los golfos siderales! ¡Aún no son para vosotros! Han venido a
verme a mí. –Dr. Keitel.

Portan unos dispositivos parecidos a rifles que en realidad son fumigadores. Rociarán con
un gas neblinoso a los personajes y abrirán la escafandra de sus trajes para que inhalen el
gas mientras les explicará que todo esto es necesario. Inmediatamente se desmayarán por
los vapores y perderán la consciencia.
Pasados 10 minutos despertarán aturdidos y con gran malestar (-5 a toda acción) en el
mismo lugar donde se encontraban con el rostro de Keitel observándolos. Se ha deshecho
de su traje y puede respirar en la enorme ciudad muerta que se abre ante ellos. Se
disculpará por la bienvenida tan grosera, argumentando que no los esperaba tan pronto y
que las pautas de comportamiento de sus súbditos no dejan tiempo a cumplidos. Explicará
que el tratamiento de gas que les dio es una necesidad para que la vida humana sobreviva
en su laboratorio.

Los conducirá hasta su campamento, justo a la entrada de la laberíntica y ciclópea


necrópolis. Allí les pedirá que descanses unas horas, prometiendo contestar más tarde a
todas sus preguntas. En su estado, es algo que deberían plantearse, porque su cuerpo lo
necesita más que el oxígeno.

Cuando despierten se encontrará en el interior de una tienda de campaña y se sentirán


algo mejor (-2 a toda acción), aunque los efectos segundarios del gas aún siguen
presentes, y la sensación de malestar y debilidad física es intensa. Junto a ellos espera
sentado un hombre encorvado y de aspecto extraño. Se presentará como Hannibal Sten,
capitán de la Savannah. No hay ni rastro del resto del equipo de Keitel y los jugadores
harían bien en percatarse de ello. Si le preguntan por Keitel, Sten les dirá que el Dr. está
trabajando en su investigación, pero que le pidió que los saludara cuando despertasen.
Sten es un hombrecillo extraño y hosco de conducta excéntrica. Cualquier que pase un
rato con él verá que no está en sus cabales y eso lo hace poco de fiar.

Les comentará, si no lo han deducido ya, que su malestar son los efectos secundarios de
la vacuna de Rhodes. Explicando además que el bioagente lo destiló el Dr. Keitel
hábilmente a partir del ADN de Rhodes. Se lo rocían para estar en armonía con los
“ángeles” y les asegurará que el malestar no tardará en desaparecer.

Al salir podrán contemplar con sus ojos la ciclópea necrópolis a su alrededor. Una ciudad
extraña y a la par magnífica de otro tiempo y otra civilización que existió hace miles de
años. Su arquitectura sigue el mismo patrón orgánico que lo observado hasta ahora, pero
más detallado, más artístico y menos funcional.

En cuanto salgan del campamento verán un grupo de “ángeles”, como el equipo de Keitel
llama a los seres alienígenas que allí moran, pero Sten les avisará que se mantengan
tranquilas. Los seres pasarán de largo sin mostrarles la mínima atención. Sten explicará
que la vida allí es difícil y que dentro de 8 horas deberán aplicarse la 3ra dosis de la
vacuna para quedar inmunizadas de manera prolongada. El tratamiento los mantiene en
armonía con ellos por lo que si no se muestran hostiles no correrán peligro.

De un modo u otro, los “ángeles” de Keitel parecerán agitado, como si algo los alterara
sobremanera. Su respuesta llegará con un temblor que sacude la zona y un ruido
ensordecedor. Si siguen el ruido o a las criaturas, los conducirá hasta la base de los
escalones en espiral, justo donde se encontraron a Keitel por primera vez, allí la Rachel
realizará un peligroso aterrizaje con éxito casi por un milagro. Sten los increpará por la
estúpida decisión de su piloto y repondrá en la extraña actitud de las criaturas que se
subirán sobre la nave esperando en el momento en la que esta tome tierra.
“Fijaos en los “ángeles” ... no suelen comportarse así… perciben algo dentro…”. –
Hannibal Sten.

Massey aterrizará y abrirá la compuerta en cuanto los vea. Les contará que al no recibir
comunicaciones del equipo de tierra se preocupó y tomó la decisión de bajar en su
búsqueda. Además, en el exterior la presión atmosférica ha tomado niveles peligrosos y
no quería arriesgarse a una posible avería en la nave. Preguntará por Mutombo y sobre lo
que han encontrado, esperando órdenes para actuar. Si intentan que baje con ellos se
negará argumentando que es el único piloto que conoce la Rachel, si algo le pasara lo
tendrían muy difícil para volver a casa.

Tendrán que decidir qué hacer a continuación, sabiendo que lo que buscan se halla tan
cerca y con la vida de Mutombo en juego, pues es posible que siga vivo. Massey acatará
lo que le ordenen sin rechistar, y mostrará preocupación por su amigo y capitán. Los
personajes jugadores tendrán una oportunidad de obtener lo que buscan, pues han sido
inoculados con el repelente de Keitel, por lo que deberían sacar tripas y salir a obtener
respuestas.

Arch, la sintética, los acompañará si lo desean, o incluso Baal, pero si son listos no se
fiarán demasiado de él, pues, aunque no lo sepan, el programa intruso de la Weyland-
Yutani ha comenzado a infectarlo y pronto los traicionará. Este giro es mejor dejarlo para
el final.

Por extraño que parezca, hay otro pasajero en la nave que podría ayudarles en su misión:
se trata de Wicket, la lechuza gris de Tellurian. Como habrán podido observar
anteriormente, el ave parece tener la innata capacidad de detectar a las criaturas, a las que
además odia con todas sus fuerzas. Sería un buen aliado ahí fuera, todo depende de si a
los jugadores se les ocurre la idea de llevarla con ellos. El ave servirá como detector de
los monstruos y además los distraerá volando a su alrededor, emitiendo chillidos que los
enloquecerá y llegado el caso hasta a atacarlos (eso sí, sin producirles verdadero daño).

Al poco de salir de la nave se encontrarán con Keitel y Sten, que los esperan. Keitel les
explicará que su piloto ha cometido una estupidez al bajar allí abajo y recalcará de nuevo
la insistencia de las criaturas por entrar en la nave. Se prestará a guiarles por las necrópolis
y responder a sus preguntas tal y como prometió. Los acompañará mientras Sten se queda
a vigilar la nave y a las criaturas. Juntos marcharán por la laberíntica tumba olvidada para
descubrir la aterradora verdad tras todos los misterios que se presentaron. La necrópolis
hace honor a su nombre, entre sus siniestras, pero solemnes cámaras funerarias pueden
encontrarse multitud de restos fosilizados de sus antiguos pobladores. Keitel se referirá a
ellos simplemente como “gigantes”.

Muy bien… sin secretos

Llegados a este punto Keitel responderá a sus preguntas con diligencia, pero siempre con
un aire caótico y ambiguo, casi críptico. Debería quedar patente que la mente del Dr. es
prodigiosa, pero de la misma forma sus razonamientos ya no son del todo “humanos”. Su
genialidad raya con su demencia.
Keitel les felicitará por sus pesquisas. Él mismo esperaba que el Geholgod enviaría a
alguien a buscarlo, pero no esperaba que lo encontrasen tan pronto.

Si preguntan por el destino del capitán Mutombo, Keitel les dirá sencillamente que es
demasiado tarde, y de todas formas no sabría por dónde empezar a buscar lo que quede
de él. Una prueba de Intelecto + Percepción a dificultad 18 les revelará que el Dr. no
está diciendo toda la verdad. De una forma u otra, será imposible convencerle de que los
guíe sin algo que ofrecerle.

Si preguntan las razones por las que ocultó su presencia en este mundo mediante la
estación repetidora de la nave abandonada, Keitel simplemente dirá que “era necesario”.
“Las reglas en ese mundo son diferentes. Enseguida lo entenderán.”

Si preguntan los motivos que los trajo hasta este lugar, Keitel les explicará detalladamente
que fue la nave abandonada lo que los llevó hasta allí.

“…la tripulación nos dejó una descripción de su viaje con todo lujo de detalles. El Dr.
Nelligan, mi experto en lingüística, descifró parte de ella… lo suficiente para
reprogramar el navegador de la Savannah y venir aquí. Este fue el puerto de partida de
mi nave abandonada. Uno de los tal vez miles de mundos que estos gigantes misteriosos
colonizaron”. –Dr. Keitel.
Preguntar por los fósiles de la tierra y la relación con la nave abandonada y las criaturas
sorprenderá a Keitel, que sospechará que están bajo la tutela de Tellurian.

“Muy bien… sin secretos. Como el Geholgod sin duda les dijo, hace años me topé con
unos archivos de Weyland-Yutani que describían detalladamente a los mismos ángeles
alienígenas que han visto vivos y magníficos en estas cavernas... Linguafoeda
Acheronensis. Vi esas descripciones e hice una relación que nadie había hecho. Unos
años antes una expedición paleontológica había descubierto una vida avanzada en una
roca de tres mil doscientos millones de años, una fecha anterior a todas las líneas
temporales aceptadas de vida compleja en la tierra. Esos fósiles no encajaban con las
nociones previas, y, por tanto, las volvieron a enterrar en la burocracia del Geholgod.
Pero, al ver la descripción de los alienígenas de la nave abandonada de Acheron, realicé
unas cien comparaciones entre esos alienígenas y los fósiles… y eran, esencialmente, la
misma criatura. Hace aproximadamente tres mil doscientos millones de años el
Linguafoeda exterminó toda la vida de la tierra… además de la nave abandonada de
Acheron y la de mi nave abandonada… ¡Y la de aquí! Eran una ola universal de extinción
caballeros. ¡La ira de Dios!”-Dr. Keitel.

Si cuestionan su exposición o se muestras escépticos responderá con convicción:

“Dios está en los números, caballeros. Los números que crean las pautas y las fuerzas
que dirigen nuestro cosmos infinito. Los ángeles destructores me han permitido
vislumbrar las pautas… Ya que el Geholgod no apoyaba mi investigación, me vi obligado
a usar subterfugios para alcanzar mi objetivo... y se han justificado mis medios. Aquí he
reunido pruebas irrefutables… pruebas de un pasado que mostraba una extinción a
escala cósmica… un pasado que mis colegas descartan oficialmente, pero temen en
secreto. Caballeros, a pesar de que parece que pienso demasiado en el pasado, lo que
más me interesa es el futuro. Y que los antiguos destructores de mundos sigan existiendo
es una señal del futuro”. -Dr. Keitel.

Si en algún momento preguntan dónde se encuentran los hombres del equipo de Keitel
este solo les pedirá paciencia. Finalmente, Keitel expondrá lo siguiente:

“Debo enseñarles algo que realmente cuestiona nuestro concepto del tiempo.”

Mientras tanto…

En la nave va a ocurrir un desastre. Tras horas de resistencia, al final las directrices


corruptas del sistema de Deimos han acabado por infectar y apoderarse del sintético Baal.
Por si fuera poco, el enloquecido Sten se ha percatado de que hay huevos de las criaturas
en la nave y quiere “reencarnarse” en ellas tal y como han hecho sus compañeros. A
espaldas de Massey, Baal ha dejado a entrar a Sten en la nave y el loco ha noqueado al
piloto. Ayudado por Baal, que conoce el código de apertura, ha permitido que uno de los
huevos se abra e infecte a Sten. Pero justo en ese momento Massey aparece aturdido en
la bodega y al ver lo ocurrido dispara a Sten, matándolo en el acto. El estrujacaras, que
aún no había parasitado a Sten, se soltará y se aferrará al confundido piloto, que quedará
infectado y en coma por unas horas.
Ahora que no hay obstáculos, Baal llevará a cabo su plan, el plan de la Weyland-Yutani,
que ha infectado su sistema por completo. Este consiste en realizar un terrible y
monstruoso experimento con el huevo restante de la caja de la WY, por lo que lo cargará
en sus brazos y se internará en solitario en la necrópolis olvidada buscando algo que lleva
eones moribundo, pero aún vive, para llevar a cabo un terrible experimento profano.

El último de los gigantes

Keitel llevará a los personajes a una cámara interior de la necrópolis donde una extraña
visión los sobrecogerá. Sentado sobre una extraña máquina y conectado a ella por decenas
de tubos, se encuentra el último residente de la ciudad en ruinas: el último gigante.

“A todos los gigantes de esta cámara cuidadosamente sellada se les sometió a alguna
forma de suspensión catatónica. Ni siquiera entiendo el proceso… al parecer funciona a
nivel molecular. Es asombroso.”-Explicará Keitel- Creo que, con la raza a punto de ser
exterminada por los ángeles, los gigantes recurrieron a este… intento de hibernar y de
sobrevivir a sus destructores. Sin embargo, el tiempo los mató… a todos, menos a este. Y
aún tiene que sobrevivir a los ángeles. Imagínense una ciencia que ha mantenido a un
ser con vida tres mil millones de años. Imagínense.”

Keitel les pedirá que le acompañen y les llevará hasta unas cavernas donde tiene su equipo
tecnológico junto con su investigación. Si le preguntan cómo es que nadie ha descubierto
antes a esos seres si es que hace tanto se extendieron por todo el universo, el doctor se
limitará a responder:

“La primera hueste de ángeles… la que erradicó a esta raza… hace tiempo que ha
desaparecido. A sus huevos no les fue bien con el tiempo en este planeta. Los ángeles que
hay aquí son colonos recientes. Los traje conmigo de la nave abandonada… como huevos
claro.”

Aquí puede ocurrir un momento bastante incómodo, pues si los personajes son listos se
darán cuenta de que las criaturas necesitan un huésped vivo para incubar. A esta
conclusión han podido llegar si han leído el resumen del informe de la Nostromo que les
proporcionó el Geholgod o si han visto los bajo relieves de la nave abandonada. La
respuesta a dónde se encuentran los hombres del equipo de Keitel está en el aire y
obtenerla puede dar pie a una confrontación violenta. Si lo confrontan para saber el
paradero de su equipo, llegados a este punto les explicará lo siguiente:

“¿El paradero de mis hombres? Les han visto al llegar, caballeros. Las almas de
Nelligan, Grinkoff, Redgrave, Ito, Parrioti y Joyce… se les concedió la vida eterna en los
cuerpos celestiales de los ángeles de la destrucción.”

Llegados a este punto, los personajes se darán cuenta del grado de locura que atenaza al
doctor Keitel. Lucien habla como un profeta del fin del mundo, y cree firmemente en todo
lo que dice con verdadera devoción.

“Yo les mostré el camino y ellos fueron con mucho gusto a su destino glorioso
permitiendo que nacieran los ángeles. ¡Y ofreciéndome la oportunidad de estudiar el
organismo vivo!¡Su sacrificio sirve a los ángeles y a la ciencia!”
Si la situación se resuelve violentamente, Keitel atacará al personaje más cercano y los
empujará sobre el resto. Su intención es estorbarlos lo suficiente y marcharse para dejarlos
a merced de los ángeles ya que la dosis de la vacuna de Rhodes casi ha desaparecido.
Keitel, pese a ser un científico, es un hombre imponente y poderoso, en parte debido al
fanatismo que lo domina y en parte por los conocimientos inhumanos que ha recibido,
sus estadísticas son muy superiores a las de los personajes jugadores y no deberían tener
la oportunidad de detenerlo.

“¡No entienden nada, ¿verdad?!” ¡Maldita sea! -exclamará furioso- “¡Aquí sus
convencionalismos morales no significan nada! Los dejaré para los ángeles…”

Keitel se marchará colérico en los oscuros y laberínticos túneles infinitos y los dejará allí.
A su disposición se encuentran los aparatos y ordenadores del equipo de Keitel, y no se
encuentra cifrado ni protegido. Allí podrán copiar su investigación para llevarla de vuelta
al Geholgod, si es que quieren cobrar por el trabajo.

Pues ya debe ser la hora del tratamiento…

Después del conflicto se quedarán solos y abandonados en la sala, con el tratamiento de


Keitel a punto de desaparecer y rodeados de multitud de túneles que conducen por la
necrópolis laberíntica y ciclópea. Cualquier intento de regresar a la nave les llevará horas
y pruebas apropiadas de Intelecto + Percepción (o una habilidad apropiada) a dificultad
18. Cada prueba supondrá un periodo de 2 horas, y serán necesarias 4 tiradas para
encontrar la Rachel. De nuevo cada fracaso lo conducirá por la ciudad olvidada entre
restos fosilizados y el silencio sepulcral de la tumba.

Los ángeles de Keitel los esperan, y pasadas 2 horas, el efecto del tratamiento
desaparecerá por completo, por lo que volverán a ser vistos como presas por las criaturas,
que esperarán cualquier momento de debilidad para lanzarse sobre ellos y despedazarlos
o capturarlos si se encuentran desarmados. Si Wicket va con ellos comenzará a revolotear
y chillar en cuanto los seres se acerquen, revelándolos en el acto. Además, si los
personajes superan una tirada de Voluntad + Profesión (o una habilidad apropiada) a
dificultad del Intelecto + Comunicación del ave, podrán usarla para distraer y entretener
a la criatura. Wicket volará alrededor del alienígena entreteniéndolo durante unos turnos
con lo que podrán ganar algo de tiempo. Esto solo funciona contra un solo ser, si hay más
será inútil.

Sea como fuere, el combate está abocado al fracaso, los ángeles de la destrucción son
demasiado poderosos como para enfrentarlos con las sencillas armas que llevan. No
podrán herirlos de gravedad directamente, pero si usando el terreno a su favor. Las
cámaras y paredes de la ciudad se encuentran podridas y son muy quebradizas, por lo que
sería posible usarlas para arrojar a las criaturas varios pisos abajo de la necrópolis.

Considera que un suelo podrido y quebradizo tiene unos 5 puntos de salud y una defensa
de 5. Cualquier daño que supere su salud provocará que se venga abajo arrojando a la
oscuridad a quien se encuentre sobre él, lo que muy posiblemente acabará con su vida.
De la misma forma, las criaturas pueden abrirse paso desde el suelo para atrapar a
víctimas sorprendidas y llevarlas con ellos. Percatarse de ello requerirá una tirada de
Inteligencia + Percepción contra la Reflejos + Subterfugio (14) del alienígena.
Nota para el director: es interesante que alguno de los personajes jugadores pueda ser
atrapado en esta escena (si no lo fue antes). Así tendrían algún motivante más para querer
encontrar el nido de las criaturas y rescatar a Mutombo y a su compañero. Intenta que no
parezca algo arbitrario u obligado por la trama, sino que responda a una mala tirada de
los propios jugadores.

Es poco probable que los jugadores encuentren la ruta de vuelta a la nave por sus propios
medios y con los ángeles pisándoles los talones, llegará un momento en el que se verán
entre la espada y la pared, sin posibilidad de escapatoria. Será entonces cuando aparezca
el enloquecido Keitel para rescatarlos.

¡Atrás!¡Atrás, criaturas del vacío!¡Aún son míos!¡Míos! -Dr. Keitel.

Porta un bastón con la punta electrificada y golpeará débilmente, pero con firmeza a
varios de los seres que se alejarán siseando enfadados, pero manteniendo las distancias.
Keitel les preguntará a los supervivientes si la Rachel transportaba huevos en su interior.
En cuanto le contesten les confesará sus más profundos temores.

“Acabo… he visto… que le habían puesto un huevo encima… y el huevo había… todo
está condenado al fracaso”-. Keitel se llevará las manos a la cabeza, apesadumbrado por
el descubrimiento- “alguien de la Rachel ha infectado al gigante con… una larva de
ángel… el gran experimento que nunca me atreví a…”

Si los personajes son listos sospecharán del sintético Baal y su posible implicación, junto
con el programa subversivo de la Weyland-Yutani. Confesar el asunto a Keitel hará que
ate cabos y reconozca la mano de la compañía en lo que ha visto.

“Weyland-Yutani. Claro. De algún modo se enteraron de que había venido aquí y


hallaron la forma de sabotear mi trabajo, y al mismo tiempo, realizar otro de sus
experimentos interesados y sin sentido con el linguafoeda. Esos cretinos atrofiados. Si
ustedes hubieran llegado más tarde… si hubiera tenido tiempo de terminar mi
investigación… lo que he aprendido es tan importante… Pero se nos ha acabado el
tiempo y ahora nunca me iré de este mundo. Antes, en la estación de campo, me
equivoqué al emprenderla contra ustedes, al abandonarlos. Fui presa del pánico cuando
vi que no entendían. La verdad es que sí entienden. Hacen bien en despreciarme, en
odiarme… he cometido actos terribles… terribles, pero necesarios… necesarios porque
el fin se acerca. El gran ciclo cósmico de la extinción está volviendo a girar. Ustedes
deben ser mis profetas. Deben llevar mi investigación a la tierra y convencerles de que
los ángeles han regresado”.

“Si, está ocurriendo otra vez. He visto las pautas. Hace mil quinientos millones de años,
los gigantes que construyeron esta ciudad se convirtieron en una raza que viajaba por el
espacio. Durante un tiempo dominaron nuestra galaxia. Entonces aparecieron los
ángeles y restablecieron el equilibrio. La furia exterminadora de los ángeles se extendió
hasta el planeta tierra. Ahora el ciclo ha dado un giro completo, el homo sapiens es la
raza que viaja por el espacio y los ángeles han empezado a tomar nota. Un día,
demasiado pronto para nuestra raza, se tocará un cable trampa, se llegará a un punto
crítico y estas máquinas de destrucción que se adaptan a la perfección pasarán como un
maremoto purificador por toda la creación…”
Keitel se ha dado cuenta de que su labor ha acabado prematuramente, que los objetivos
que buscaba alcanzar mediante los terribles métodos de su investigación finalmente no
darán resultados. Es un hombre derrumbado que se enfrenta a un espejo y solo ve la
destrucción que él ha causado y la que está por venir. Si los personajes siguen sin creer
en Keitel este se defenderá argumentando que las notas de su investigación corroborarán
lo que dice y les proporcionará una copia en un pequeño disquete de almacenamiento.

“Puede que este universo crudo y carnívoro me haya vuelto loco, pero sigo siendo un
buen científico. Para cada fuerza hay una contrafuerza. Los ángeles son los grandes
agentes del equilibrio, enviados por… por… ¡No! Ahora no tenemos tiempo. Lo sabrá
cuando haya visto mis notas. Le convencerán. La raza humana debe replegarse a la
Tierra… y preparar sus almas para el apocalipsis que se avecina. La única esperanza de
nuestra especie está en la unión. Si hubiera tenido más tiempo para estudiar su
conducta… su consciencia alienígena… podría haber hallado una solución… una
revelación… el modo en que la raza humana habría entrado en un estado de gracia con
ellos.”
Keitel es un hombre derrota confesando todos sus pecados y preparándose para su final.

“Si, llevé a mi equipo a la muerte corpórea a manos de los ángeles. Si, les manipulé.
Estoy condenado por ello. Pero, sabiendo lo que sabía, no tuve elección… Necesitaba
sujetos… para observar su ciclo vital, su historia natural… es tan difícil. Son criaturas
del vacío, no son cien por cien materiales, creo… pero han inmortalizado a mis
hombres.”

Mientras los jugadores discuten o escuchan la metafísica nihilista y enloquecida de Keitel


un tremebundo y horrible gemido inundará la silenciosa necrópolis. Es algo como nunca
han oído, un grito de muerte furioso y terrible, el último estertor de una raza moribunda.
Es necesaria una prueba de Entereza a dificultad 16 o perderán m/M de estabilidad
debido al shock de tremendo sonido.

Puede que los jugadores se encuentren confusos, pero Keitel sabe lo que ha ocurrido, la
larva que ocupaba aquel cuerpo antiguo a nacido, y con él un nuevo alienígena que nadie
ha visto en eones.

“¡Deben irse!¡Ahora!¡El Destructor de Destructores anda suelto!” –Dr. Lucien Keitel.

Keitel está desesperado porque los personajes jugadores lleven sus notas a la tierra y
avisen a la gente, y estará dispuesto a casi lo que sea para conseguirlo. Si le piden que los
guíe hasta su nido podrá objeciones de inmediato.

“¡Imposible! ¡La tolerancia de los ángeles tiene un límite! No me arriesgaría de entrar


a su nido ni con la protección de la vacuna de Rhodes”.
Sin embargo, es posible persuadirlo con una prueba de Voluntad + Interacción
o Intelecto + Subterfugio a dificultad 15, 12 si se menciona que no llevarán su
investigación a la Tierra sin su cooperación.

Si consiguen convencerlo accederá a guiarlos hasta el nido de las criaturas,


conduciéndolos por unos conductos ascendentes y cámaras extrañas. Tras un rato de
caminar en silencio llegarán hasta el nido de los ángeles destructores ubicado en un
extraño templo alienígena. Allí les espera el cuerpo de Mutombo y sus camaradas que
hayan sido apresados por las criaturas. Keitel se mostrará prudente y si los jugadores
desean arriesgarse les indicará que las criaturas llevan un tiempo observándolos y que se
encuentran muy tensos, cualquier acto agresivo podría provocarles.

Será entonces cuando toda la ciudad comience a temblar, cascotes y escombros caen del
techo y todo se mueve al son de un pesado sonido. ¡SHOOM! ¡SHOOM! ¡SHOOM!

“E… está vivo... ha llegado…”-Dr. Keitel.

La pared del templo saltará hecha pedazos por el impacto de la fuerza de destrucción que
arremete contra ella. La criatura, el Destructor de Destructores, como Keitel la bautizó es
una versión gigantesca y musculosa de sus hermanos menores. Tal es su impulso de
destrucción que no distinguirá entre objetivos. La criatura lleva en una de sus garras el
cadáver destrozado del sintético Baal e irrumpirá en el templo para saciar su ansia de
destrucción y muerte. Sus primos menores se abalanzarán inútilmente contra él en un
inútil gesto suicida; nada puede parar a semejante criatura. Es un ente puro de destrucción.

“El último gigante superviviente no pudo escapar de los ángeles…”-exclamará Keitel.

Contemplar la titánica lucha entre seres del vacío requiere superar una prueba de
Entereza a dificultad 16 o perder m/M.

Pero ahora que las criaturas están ocupadas luchando es el mejor momento para rescatar
a los supervivientes. Para ello deberán bajar por las paredes del templo mientras se
desmorona en la monstruosa lucha. Bajar sin sufrir daño requerirá una prueba de Reflejos,
o Fortaleza + Forma física a una dificultad de 15. Si fallan la tirada resbalarán y sufrirá
M de daño.

Una vez abajo, las criaturas siguen destruyendo la podrida ciudad en su interminable
lucha, el Destructor hace aplasta entre sus garras a cuantos ángeles alcanza, pero estos
siguen viniendo y subiendo por su espalda intentando inútilmente dañarlo.

Los cautivos están sujetos a la pared por una resistente fibra orgánica. Para liberarlos será
necesario superar una prueba de Fortaleza + Forma física o Combate a dificultad 15.
La activación de algún aspecto de su equipo como “Afilado” de un objeto cortante
permitirá la liberación a cambio de tardar unos minutos. Aquellos liberados sufrirán un
penalizador de -2 debido al estado comatoso al que fueron inducidos por las criaturas.

Keitel les ayudará a liberar a los cautivos, pero les informará solemne que es demasiado
tarde para Mutombo. Una vez liberados, Keitel les pedirá con tranquilidad que se marchen
mientras contempla la pelea entre un mar de cascotes que caen del cielo como estrellas
fugaces.
“¡Ahora váyanse!¡Toda esta antigua ciudad está a punto de derrumbarse! Está podrida
y es demasiado frágil…”

Si le piden que vaya con ellos se negará con abnegación.

“Siga por los pasillos ascendentes y tuerza siempre a la izquierda en las bifurcaciones.
Yo debo quedarme aquí, con mis hombres… con sus almas. Compartiré su destino. He
hecho cosas imperdonables, pero, por favor, créanme… eran necesarias.” Keitel se
marchará dándoles la espalda y dirigiéndose hasta el templo en ruinas y la lucha.

“¡Váyanse!¡Sean mis profetas! ¡No se fíe del Geholgod! ¡Cuénteselo a la


gente!¡Cuénteselo!” –Últimas palabras del Dr. Lucien Keitel.

La ciudad se desmorona ante la lucha titánica que se lleva a cabo en su interior. Los
escombros cubren la vista y empiezan a suponer un auténtico peligro. Si quieren seguir
con vida deberán abandonar a Keitel y seguir el camino que este les indicó y al cabo de
media hora llegarán a la Rachel.

El Octavo Pasajero

Durante su ausencia la larva de la criatura que infectaba a Massey nació y maduró, y ahora
aguarda acechando en su interior a que alguna forma de vida se acerque para atacar. Se
encuentra escondida en la estancia contigua a la rampa de aterrizaje, y en cuanto los
jugadores entren saltará sobre ellos. De nuevo la lechuza Wicket puede servir para
entretener a la criatura el tiempo suficiente para que puedan pensar en algo para acabar
con el ser.

Alarga el conflicto todo cuanto puedas y si a los personajes no se les ocurre nada para
detenerlo, cuando parezca que todo está perdido una enorme y monstruosa garra surgirá
por la rampa y se llevará hacia afuera a la criatura. Se trata del Destructor de Destructores,
y mientras acaba con el “hijo” de Massey, los personajes jugadores deberían aprovechar
para levantar la trampa y despegar.

Afortunadamente Massey era un buen piloto y había cargado las coordenadas de regreso
en la nave con antelación, por lo que solo necesitarán activar el piloto automático y entrar
en hibernación durante el mes que vuelo que les llevará regresar a la tierra y replantearse
que van a hacer a continuación.
Epílogo

Ahora depende de los personajes decidir que harán con la información de Keitel, y si
deben creer lo que han visto, y confirmar si es cierto que un apocalipsis se aproxima y
nada de lo que hagan podrá detenerlo. Hay muchas preguntas aún por responder y muchos
misterios fríos y carnívoros como el universo del que hablaba Keitel, pero eso serán
materia de otras aventuras. Es hora de descansar navegando por las estrellas, silenciosas
y crueles.

Apéndices

Personajes relevantes:

Dr. Lucien Keitel


Profeta del fin de los tiempos

¡Atrás!¡Atrás, criaturas del vacío!¡Aún son míos!¡Míos!

CARACTERÍSTICAS
FOR 7 Grande y robusto
REF 5 Más ágil de lo que parece
INT 8 Visionario
VOL 8 Ha mirado el rostro del vacío

HABILIDADES
Forma física 5 Explorador veterano
Combate 6 Fuerza de locura
Percepción 4 Ver patrones imposibles
Subterfugio 6 Manipular a los creyentes
Interacción 7 Predicador carismático
Cultura 6 Historia natural
Profesión 6 Genio científico
Ocultismo 6 Secretos cósmicos

HITOS
-Es uno de los miembros fundadores del Intituto Científico Geholgod.
-Trabajando como a asesor de la Weyland-Yutani accedió a los archivos ocultos sobre la
Nostromo.
-Descubrió una relación entre las criaturas de la Nostromo y la excavación paleontológica
en el desierto australiano.
-Descubrió la nave abandonada y empezó a atar cabos sobre los secretos ocultos del
universo.
-(Oculto) Sacrificó a su equipo para poder estudiar a los seres de la nave abandonada.

COMPLICACIÓN: Obsesionado con los secretos del cosmos.

SALUD Y CORDURA
Aguante 11 Resistencia 33
Entereza 12 Estabilidad Mental 36

COMBATE
Iniciativa 9 Daño cc+3/ad+1 Defensa 16
Ataques: Agarrar y arrojar 11 (m+3), bastón aturdidor 11 (M+3)

Capitán Hannibal Sten


Fanático desquiciado

“Keitel está loco ¿sabes? Ha visto los entresijos que hacen


girar el universo… yo también quiero enloquecer”.

CARACTERÍSTICAS
FOR 6 Salvaje
REF 4 Encorvado
INT 2 No muy listo
VOL 4 Creyente

HABILIDADES
Forma física 3 Caminar agazapado
Combate 5 Llave inglesa
Percepción 4 Voces en la oscuridad
Subterfugio 5 Acechar tras las esquinas
Interacción 2 Gruñido desagradable
Cultura 2 Estudios inferiores
Profesión 4 Capitán de la Savannah
Ocultismo 2 Seguidor de Keitel
HITOS
-Es el capitán de la Savannah
-Ha visto como Keitel sacrificaba al resto de sus compañeros a los ángeles.

COMPLICACIÓN: Está loco de remate y quiere ser uno con los “ángeles”.

SALUD Y CORDURA
Aguante 8 Resistencia 24
Entereza 5 Estabilidad Mental 15

COMBATE
Iniciativa 5 Daño cc+2/ad+1 Defensa 14
Ataques: Llave Inglesa 9 (M+2)

Capitán Mutombo
Transportista a sueldo

“¿Es la primera vez que te encuentras con una novedad al


realizar una misión?”

CARACTERÍSTICAS
FOR 6 Fornido
REF 3 Ya no es tan joven
INT 4 Conoce un par de trucos
VOL 4 Impasible

HABILIDADES
Forma física 5 Memoria muscular
Combate 6 Entrenamiento militar
Percepción 3 Ojos en la nuca
Subterfugio 2 Cara de poker
Interacción 3 La voz de la experiencia
Cultura 2 Trucos del oficio
Profesión 4 Capitán de la Rachel

HITOS
-Ex marine licenciado con deshonores.
-Es el capitán de la Rachel

COMPLICACIÓN: Siempre cumple con su misión.

SALUD Y CORDURA
Aguante 8 Resistencia 24
Entereza 6 Estabilidad Mental 18

COMBATE
Iniciativa 5 Daño cc+3/ad+1 Defensa 14
Ataques: Rifle de asalto 9 (CM+1)
Massey
Piloto habilidoso

“Dios mío… el capitán… tenemos que irnos de aquí”.

CARACTERÍSTICAS
FOR 3 Fibroso
REF 4 Buenos reflejos
INT 4 Diligente
VOL 3 Seguidor

HABILIDADES
Forma física 3 Pies rápidos
Combate 3 Pistolero
Percepción 4 Ojos al radar
Subterfugio 2 Mal mentiroso
Interacción 3 Silencioso
Cultura 4 Rutinas de vuelo
Profesión 6 Piloto de la Rachel

HITOS
-Mutombo y él se conocen y respetan desde hace mucho.

COMPLICACIÓN: Desafortunado

SALUD Y CORDURA
Aguante 4 Resistencia 12
Entereza 5 Estabilidad Mental 15

COMBATE
Iniciativa 5 Daño cc+0/ad+0 Defensa 12
Ataques: Pistola 7 (mM)

Wicket
Lechuza gris

CARACTERÍSTICAS
FOR 1 Pequeña
REF 8 Depredador eficiente
INT 1 Astucia animal
VOL 2 Silenciosa

HABILIDADES
Forma física 6 Volar
Combate 5 Garras afiladas
Percepción 11 Detectar criaturas del vacío
Subterfugio 5 Cazador silencioso
Interacción 4 Enloquecer a los alienígenas
COMPLICACIÓN: Odia a las criaturas del vacío.

SALUD Y CORDURA
Aguante 2 Resistencia 6

COMBATE
Iniciativa 9 Daño cc+1 Defensa 19
Ataques: Enloquecer 12 (especial*), garras 13 (m+1).

*Enloquecer: Wicket de verdad odia a las criaturas del vacío, y hará lo posible por
incordiarlas y alertará al grupo si se acercan. Usando esta habilidad enfrentada a la
Voluntad + Combate de los alienígenas los mantendrá ocupados en ella mientras gane la
prueba.

Linguafoeda Acheronensis
Ángeles de la destrucción

“¡Skeeee!”.

CARACTERÍSTICAS
FOR 8 Forma alienígena
REF 8 Rápidos y mortales
INT 2 Astucia alienígena
VOL 8 Mente colmena

HABILIDADES
Forma física 8 Trepar por las pareces
Combate 8 Máquina de matar
Percepción 10 Vista ciega
Subterfugio 6 Esconderse en la oscuridad

SALUD Y CORDURA
Aguante 14 Resistencia 42
(RD 6 exoesqueleto)

COMBATE
Iniciativa 12 Daño cc+4 Defensa 21
Ataques: Presa 8 (especial), Garras 16 (C+4), Cola
16 (M+4).

Nota para el narrador: Los ángeles de la destrucción hacen honor a su nombre, por lo
que recomendamos no abusar de ellos. Están ahí principalmente para asustar y motivar a
los personajes, no para destrozarlos.
Baal, Deimos, Arch
Sintéticos

CARACTERÍSTICAS
FOR 6 Resistente
REF 5 Ágil
INT 4 Diligente
VOL 2 Seguidor

HABILIDADES
Forma física 4 Bien diseñado
Combate 2 Leyes de Asimov
Percepción 4 Programado para una sola tarea
Interacción 2 Calla y obedece
Cultura 6 Amplios conocimientos
Profesión 6 Especializado

COMPLICACIÓN: Según las leyes de Asimov de su


programación no pueden dañar o permitir que se dañe a un
ser humano. Esto no se aplica a los sintéticos pirateados o
programados con ese fin.

SALUD Y CORDURA
Aguante 7 Resistencia 28

COMBATE
Iniciativa 8 Daño cc+1/ad+0 Defensa 14
Ataques: Interponerse 6 (especial)

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