Está en la página 1de 6

Escena 24.

Víctor asciende el Mont Blanc. Una estepa nevada, en las alturas de Los Alpes.
Víctor: ¿Estás aquí? ¿En dónde estás? ¿¡Dónde estás!?
Su capa ondea por el ondeo del viento.
¿Dónde? ¡Mani éstate, monstruo!
Se escucha un ruido como de una gran exhalación, a la par que el glaciar se estremece
y comienza a deslavarse. A través de la tormenta, la criatura se hace visible, de pie,
quieto sobre el hielo. Da un enorme salto hacia Víctor.
¡Por Dios! ¡Coordinación muscular entre ojo y mano; el tejido está excelente; balance
perfecto! ¡Y las suturas ya cicatrizaron! No conseguí hacerte bello, pero te doté de
fuerza y gracia.
Víctor rodea al Monstruo. La criatura no pierde de vista a Víctor.
¡Qué gran logro! ¡Algo insuperable por cualquier esfuerzo cientí co! Dios, la locura de
esa noche, el calor, el sudor, las transfusiones, el momento en que te vi gatear hacia
mí, y yo, y yo/
Monstruo: Te fuiste.
Víctor: ¿Qué?
Monstruo: Me abandonaste.
Víctor, sorprendido: ¡Habla!
Monstruo: Sí, Frankenstein: Habla.
Víctor: ¿Sabes mi nombre?
El Monstruo le da a Víctor el diario deshojado.
¡Mi diario!
Monstruo: ¿Por qué me abandonaste?
Víctor: Estaba horrorizado. ¿Qué es lo que hice?
Monstruo: Armaste a un hombre, luego le diste vida.
Víctor: Bueno, ahora he venido para quitársela/
Monstruo, riendo: ¿A eso vienes?
Víctor: ¡Vine a matarte!
Monstruo: ¿Matarme? ¿Entonces por qué me hiciste?
Víctor: ¡Para demostrar que podía hacerlo!
fi
fi
Monstruo: ¿Entonces hiciste de mi vida un experimento?
Víctor: ¡En el nombre de la ciencia! Fuiste mi más grande experimento, pero uno que
salió mal. Un experimento que debe ser eliminado.
Víctor corre hacia él y lo ataca con un cuchillo, pero el Monstruo rápidamente lo
desarma y lo lanza contra el suelo.
Monstruo: ¡Quieto, genio! Tengo una petición.
Víctor: ¡Vete al carajo, tú no puedes tener peticiones!
Monstruo: ¡Ah, claro que sí! Escúchame. Te lo ordeno.
Víctor: No sigo órdenes de un asesino.
Monstruo: Si soy un asesino es porque tú me hiciste así.
Víctor: ¡Mataste a mi hermano! ¡Fuiste tú, no yo! Maldigo el día que cobraste vida.
Desde entonces sólo vivo en la oscuridad.
Monstruo:
¿Es este el clima, el suelo, el lugar
Dijo el Arcángel perdido, el asiento
Que por el cielo debemos cambiar?
¿Esta triste penumbra
Por aquella luz celestial?
Víctor, atónito: ¡El Paraíso Perdido! ¿Has leído El Paraíso Perdido?
Monstruo: Me gustó.
Víctor: ¿Por qué? ¿Te viste a ti mismo como Adán?
Monstruo: Debería ser Adán. Dios estaba orgulloso de él. Pero simpatizo más con
Lucifer. Como él, fui expulsado, aunque yo no hice nada malo. Y cuando veo a los
demás felices, siento cómo la bilis sube por mi garganta, y sabe a la bilis de Lucifer.
Víctor: ¡Esto es extraordinario! ¡Estás educado! ¡Y tienes memoria!
Monstruo: Sí. La uso para recordar cuando quisieron cazarme como un rata, y escapé
de los lugares con gente y busqué un refugio en el bosque. La uso para recordar cada
pedrada y golpe. ¡Yo era bueno, yo quería ser bueno!
Víctor: ¿Entonces por qué mataste a William?
Monstruo: Quería verte, y llegaste. ¿De otro modo habrías venido? ¿Si hubiera
matado a la mitad de Ingolstadt, habrías venido?
Víctor, conmovido: ¿Nadie te mostró un poco de bondad?
Monstruo: Había un anciano. Él me enseñó muchas cosas. Pero era ciego, y nunca
pudo ver mi cara. ¡Él nunca supo que me veía así! Después de un año, después de
describirme las estaciones y de verlas pasar, una, dos, tres, cuatro, cuando ya había
cumplido un año, me dijo que me aceptarían. Su hijo y su esposa. Una esposa
bellísima.
Víctor: ¿Y qué pasó?
Monstruo: Ya sabes lo que pasó.
Víctor: Por Dios, lo sé.
Monstruo: Los quemé. En un incendio.
Víctor: ¿Y no sientes culpa?
Monstruo: ¿Culpa? Cuando caminaba por el pueblo, los niños me lanzaban piedras.
Cuando rogaba por comida, me echaban a los perros. ¿De qué me sirve la culpa?
Víctor: Lo… lo siento/
Monstruo: ¿Sientes? ¿Qué sientes? ¡Este es tu universo, Frankenstein! Víctor
permanece en silencio. Aquí está mi petición: quiero ser parte de la sociedad. Pero
ningún ser humano querría estar conmigo. Pero alguien como yo, alguien tan deforme y
horrible… Ella lo entendería, lo/
Víctor: Quieres que yo/
Monstruo: Quiero a una mujer, pero como yo.
Víctor: ¿Una mujer?
Monstruo: Sólo tú tienes el poder de/
Víctor: ¿Crear a otra criatura, a otro monstruo? No, no lo haré, yo/
Monstruo: ¡Es mi derecho!
Víctor: Tú no tienes derechos. Eres un esclavo. ¿Quieres una mujer para que juntos
puedan ser crueles? Para nada. ¡Tortúrame todo lo que quieras, pero no lo haré!
Monstruo: No voy a torturarte. Vamos a razonar. ¿No es eso lo que hacemos? ¿Tener
un diálogo?
Víctor: ¡No es posible dialogar con asesinos!
Monstruo: ¡Aún así me matarías si pudieras! ¡Acabas de intentarlo! ¿Entonces porque
tu homicidio está justi cado y el mío no?
fi
Víctor: ¡No voy a discutir contigo! Por amor de Dios, estoy en medio de una montaña
debatiendo con un, un…
Monstruo: ¡Un ser vivo!
Víctor: ¡Nada, una sucia masa de nada! Soy tu amo, y deberías mostrarme respeto/
Monstruo: ¡Un amo tiene obligaciones! ¡Tú me abandonaste para morir! No soy un
esclavo. Soy libre. Si te niegas a mi petición, serás mi enemigo. Trabajaré y sólo viviré
para destruirte, y no descansaré hasta ver tu corazón hecho pedazos! Pausa. Perdón.
Intento razonar; soy capaz de ser lógico. Yo no creo que lo que pido sea excesivo. Una
criatura de otro sexo, pero igual de desagradable que yo. Si lo haces, desaparezco
para siempre. Me iré a vivir a las selvas de Sudamérica, y construiremos un pequeño
paraíso juntos y viviremos en paz. Y ningún ser humano nos volverá a ver. ¿Qué dices?
Víctor: Estoy sorprendido. ¡Has aprendido tanto, tan rápido!
Monstruo: ¿Estás orgulloso de mí?
Víctor: ¿Orgulloso? No.
Monstruo: ¿Por qué no?
Víctor: Porque tu lógica es incorrecta.
Monstruo: ¿Por qué?
Víctor: Dices que te irás al extranjero, y desaparecerás, pero aún así tú añoras ser
aceptado por la sociedad. ¿No crees que te cansarás del exilio? ¿No crees que puedes
regresar e intentar de nuevo vivir entre la gente, solo para volver a encontrar
aborrecimiento? Porque eso es lo único que vas a encontrar. Y ahora, cuando huyas a
la selva, habrá dos de ti, y eso signi ca una doble destrucción. ¿Por qué debería hacer
esto posible?
Monstruo: ¡Porque estoy solo! Cada criatura tiene un acompañante. ¡Cada ave en el
cielo! ¡Incluso tú estás a punto de casarte! Hace un instante estabas asombrado por mi
inteligencia, pero ahora endureces tu corazón. Por favor, no seas necio. ¡Es
desesperante! Todo lo que pido es la posibilidad de amar.
Víctor: ¿Amar?
Monstruo: ¡Sí!
Víctor: ¿Crees que es una posibilidad?
Monstruo: ¡Sí!
fi
Víctor: ¿Para ti?
Monstruo: ¡Todo buen hombre lo merece!
Víctor: ¿Eres un buen hombre?
Monstruo: ¡Lo soy! ¡Claro que lo soy!
Víctor: Lamento que estés solo. No preví que/
Monstruo: ¿Que podría sentir?
Víctor: Eras una ecuación. Un teorema. Lo con eso. Un rompecabezas por armar.
Pero si tú eres sensible, y estás dispuesto a partir/
Monstruo: Frankenstein, si tú me das una compañera me iré de Europa por siempre,
me desvaneceré en el aire. No habrá más destrucción; me habré ido.
Pausa. Víctor piensa.
Víctor: ¿Juras estar tranquilo?
Monstruo: ¡Sí! ¡Ruego porque me creas!
Víctor: Si me das tu palabra de irte de aquí para siempre y nunca regresar, ¡nunca! Si
me juras, si juras rmemente que/
Monstruo: ¡Juro por el cielo azul, por la nieve blanca, por la ama del amor que quema
mi corazón, que si tú aceptas mi petición, nunca volverás a verme mientras el mundo
siga girando!
Víctor: ¿Crees que gira?
Monstruo: ¡Por supuesto!
Víctor: Tienes que comprender que el trabajo no es fácil/
Monstruo: Sólo tú puedes hacerlo. Sólo tú tienes el poder.
Víctor: ¡Sólo yo, en todo el mundo, y nadie con quién compartir el secreto! Mira, ahí
abajo. Señala hacia abajo de la montaña. ¿Los ves? Los hombrecitos con sus
pequeñas vidas.
Monstruo, emocionándose: ¡Casitas! ¡Hombrecitos!
Víctor: Yo soy diferente.
Monstruo: ¡Tú eres un rey! ¡El Rey de la Ciencia! ¡Crea a una mujer! ¡Por favor! Una
novia.
Víctor: Una novia debe ser hermosa. Una novia debe tener ojos bonitos, y un cabello
reluciente. No debe ser repulsiva. Debe ser lo más encantadora posible.
fi
fi
fl
Monstruo: ¡Así es!
Víctor: No cometeré los mismos errores. Sólo podemos ir hacia adelante; no puedo
mirar al pasado.
Monstruo: Amo, haz tu magia otra vez, ¡te lo suplico!
Víctor, pensando: Una mujer… No lo había pensado. Claro que hay diferencias
anatómicas, pero ¿también de qué? ¿Temperamento? ¿Carácter? ¿Habilidades?
Monstruo, contento: ¡No lo sé!
Víctor: ¿En qué son buenas las mujeres?
Monstruo: ¡No lo sé!
Víctor realmente no lo escucha.
Víctor: ¡Por Dios, qué desafío! Si pudiera hacer algo inmaculado, algo que pudiera…
¿exhibir? No un demonio, ¡sino una diosa!
Monstruo: ¡Una diosa!
Víctor: ¡Sí! Si no pudieras distinguirla de… ¡Si fuera perfecta! Estoy condenado, pero lo
haré.
Monstruo: ¿Cumplirás mi petición?
Víctor: Cumpliré tu petición. Si me das tu palabra de que después nos dejarás en paz.
Monstruo: ¡Así será! Si me das tu palabra de hacerlo. Víctor dispone su mano. ¿Qué
estás haciendo?
Víctor: Dame tu mano.
Monstruo: ¿Por qué?
Víctor: Sellemos el trato. Toma mi mano. Tentativamente, el Monstruo toma la mano de
Víctor: estrechan las manos.
Monstruo: ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Mi sueño se hará realidad! ¡Ve a tu casa y comienza de
inmediato!
Víctor: ¿A casa? ¡No puedo hacerlo en la casa!
Monstruo: ¿Por qué no?
Víctor: ¿Hacer este trabajo en casa de mi padre? ¡No!
Monstruo: Entonces ve a donde tengas que ir. ¡Te estaré vigilando!
Rápidamente, el Monstruo escala el acantilado nevado. como si fuera una cabra.
Mientras Víctor lo ve irse, escuchamos el estremecimiento del glaciar una vez más.

También podría gustarte