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Retos y oportunidades de salud de la inmigración venezolana al Perú.

La historia de las migraciones internacionales en la República del Perú ha sido moldeada


por un vínculo causal arraigado en el racismo científico del siglo XIX y principios del siglo
XX. En 2017, un intenso proceso migratorio protagonizado por venezolanos generó una
serie de problemáticas, desde explotación laboral hasta procesos xenofóbicos y trata de
personas. A pesar de los esfuerzos iniciales del gobierno para integrar a los migrantes
conforme a tratados internacionales, la presión de sectores peruanos llevó a la imposición
obligatoria del pasaporte para los venezolanos en 2018.

La situación laboral de los inmigrantes venezolanos en el Perú es compleja. Muchos de


ellos enfrentan dificultades para encontrar empleo formal debido a barreras idiomáticas y a
la falta de reconocimiento de sus títulos y experiencias laborales en Venezuela. Como
resultado, algunos se ven obligados a trabajar en la economía informal o en empleos
precarios.

En la última década se inició una migración de retorno. El país se convirtió en un


destinatario migratorio viniendo personas de la República Bolivariana de Venezuela con
aproximadamente 4 millones de personas es decir casi una quinta parte de llegados al Perú,
el foco que se encontraba en otras regiones del mundo en la actualidad incluye a nuestro
país.

Por lo tanto, este ensayo explora la necesidad de introducir nueva información, ya sea a
través de encuestas o de datos obtenidos a través de encuestas poblacionales y registros
administrativos.

ARGUMENTACIÓN

En este contexto, la migración venezolana en el Perú ha desencadenado una serie de


desafíos, marcados por la explotación laboral y la discriminación. Según la Oficina General
de Planeamiento y Presupuesto, más de 248,000 venezolanos ingresaron al Perú entre
2017 y 2018, acogiéndose al Permiso Temporal de Permanencia (PTP). A pesar de la firma
de importantes convenios internacionales sobre migración, el gobierno peruano enfrenta
desacuerdos internos y la necesidad de implementar medidas disuasivas, como la
obligatoriedad del pasaporte.

Organizaciones No Gubernamentales intentan contrarrestar la estigmatización y promover


un enfoque de derechos humanos sobre los migrantes, presionando al Estado para
garantizar condiciones dignas. Sin embargo, la realidad muestra una creciente xenofobia
hacía la población venezolana, alimentada por la difusión de imágenes negativas en los
medios de comunicación. Ante esto, el gobierno se ha visto obligado a brindar ayuda
económica y alimentaria con el apoyo de organismos internacionales.

Desde el punto de vista social y cultural, la xenofobia se manifiesta en la mala relación entre
migrantes venezolanos y la población peruana, generando estigmatización laboral y
actitudes patriarcales hacia las mujeres venezolanas. A pesar de la interacción cotidiana, se
construyen estigmas que dificultan la integración y generan preocupación en la población
peruana por el impacto económico y cultural.

La percepción de la población local sobre la inmigración venezolana también ha generado


tensiones, aunque hay muestras de solidaridad y ayuda, también existen preocupaciones
sobre la competibidad y el posible impacto en los servicios públicos. En términos de
políticas públicas, el gobierno peruano ha puesto acciones destinadas a normalizar el
estatus migratorio de los venezolanos y simplificar su entrada a servicios esenciales.Sin
embargo, la magnitud del flujo migratorio ha llevado a desafíos logísticos y a la necesidad
de acciones adicionales.

La migración es generalmente vista como un aporte positivo a las economías en el largo


plazo, aunque se identifican desafíos analizados en el corto plazo que demandan la
implementación de políticas públicas para su abordaje. Se hace hincapié en que las
particularidades del mercado laboral en el Perú, tales como la elevada informalidad o las
limitaciones en el capital físico, persistirán a lo largo de un extenso período.

Por eso la aviación venezolana representa en el Perú, aunque ciertas, oportunidades para
reconocer nuestro etnocentrismo, porque no se puede pensar en otras realidades
nacionales donde el hambre y la desesperación continúan cada día; También es una
oportunidad para reconocer el racismo que divide a las personas. el color de piel de las
personas en relación con otras, así como las actitudes comunicativas, el habla y otras
excusas para excluir a personas que consideramos diferentes o ajenas a nuestra región.

Finalmente, es una oportunidad para comprender el terrible estado de los medios de


comunicación, que no adhieren al defecto pedagógico del aprendizaje, difunden discusiones
y críticas sobre temas de interés nacional, como la pornografía violenta y los prejuicios
generalizados, lo que resulta aún más confuso la audiencia en lo que debería significar
gran importancia en nuestra historia nacional, es decir, la transición al cosmopolitismo
global.

CONCLUSIÓN:
La migración venezolana en la República del Perú ha sido un fenómeno complejo, marcado
por desafíos derivados de la explotación laboral, la discriminación y las tensiones sociales.
En medio de este escenario, la imposición obligatoria del pasaporte para los venezolanos
en 2018, aunque buscaba controlar el flujo migratorio, también reflejó desacuerdos internos
y la necesidad de medidas disuasivas.

Durante el periodo de 2017 y 2018, más de 248,000 venezolanos ingresaron al Perú bajo el
Permiso Temporal de Permanencia, enfrentándose a barreras laborales y discriminación. A
pesar de convenios internacionales, la implementación de medidas disuasivas como el
requisito del pasaporte generó controversias. Las Organizaciones No Gubernamentales han
trabajado para contrarrestar la estigmatización, pero la xenofobia persiste, alimentada por la
difusión negativa en los medios.

Desde la perspectiva social y cultural, la relación entre migrantes venezolanos y la


población peruana ha generado estigmatización laboral y actitudes patriarcales. Aunque hay
manifestaciones de solidaridad, existen preocupaciones sobre la competencia laboral y el
impacto en los servicios públicos. Las políticas públicas han buscado regularizar la situación
migratoria y facilitar el acceso a servicios básicos, pero la magnitud del flujo migratorio
presenta desafíos logísticos.

En este contexto, la migración venezolana no solo evidencia desafíos inmediatos en


términos de empleo e integración, sino que también plantea una oportunidad para
reflexionar sobre el etnocentrismo, el racismo y las actitudes comunicativas excluyentes.
Además, pone de manifiesto la necesidad de una prensa comprometida con informar y
educar en lugar de difundir prejuicios. La transición hacia un enfoque cosmopolita global
requiere no solo políticas públicas efectivas, sino también un cambio en la percepción
colectiva y la promoción de la diversidad como un valor fundamental para el progreso
nacional.

TURNITIN
VIDEO:

https://youtu.be/A7tgkEYce-o?feature=shared

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