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Valérian y Laureline

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Valérian y Laureline
Mézières junto a los héroes Valerián y Laureline.

Publicación

Formato Revista de historietas

Idioma francés

Primera edición 1967 en revista Pilote.

Editorial Dargaud

Contenido

Tradición Franco-belga

Género Ciencia ficción

Personajes principales Valérian y Laureline

Dirección artística

Creador(es) Christin y Mézières

Guionista(s) Pierre Christin

Dibujante(s) Jean-Claude Mézières

Colorista(s) Évelyne Tranlé


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Valérian: agente espacio-temporal (en francés Valérian, agent spatio-


temporel) es una serie de historietas de ciencia ficción creada por el
guionista Pierre Christin, el dibujante Jean-Claude Mézières, y la
colorista Évelyne Tranlé. Fue publicado por primera vez en el número 420 de la
revista Pilote el 9 de noviembre de 19671 y posteriormente en
formato álbum por la editorial Dargaud en 1970. En 2007, con motivo del
cuadragésimo aniversario de la fundación de la serie, y con el lanzamiento
de La Orden de las Piedras, la serie pasó a denominarse Valérian y Laureline.
Esta serie es una de las más antiguas y más conocidas de la historieta franco-
belga con más de cuarenta años de existencia.

La serie se centra en las aventuras de Valérian, un pelinegro agente espacio-


temporal, y su pelirroja colega, Laureline, mientras viajan por el universo a
través del espacio y el tiempo. Valérian es un héroe clásico, amable, fuerte y
valiente, que sigue las órdenes de sus superiores aunque sienta, en el fondo,
que está haciendo algo equivocado. Por su parte, su compañera Laureline
combina una inteligencia superior, determinación e independencia con su
atractivo sexual. Influenciada por la ciencia ficción literaria clásica, la serie
mezcla la space opera con tramas de viajes en el tiempo. Los guiones de
Christin destacan por su humor, complejidad e ideas políticas fuertemente
humanistas y liberales de izquierdas, mientras que el arte de Mézières se
caracteriza por sus vívidas representaciones de los mundos y especies
alienígenas que Valérian y Laureline encuentran en sus aventuras. La serie se
considera un hito en el cómic y la cultura pop europeos,2 e influyó también en
otros medios; se pueden encontrar rastros de sus conceptos, argumentos y
diseños en películas de ciencia ficción como Star Wars y El quinto elemento.

Originalmente la serie empieza ambientada en el siglo XXVIII, para entonces la


humanidad ha descubierto los medios para viajar en el espacio-tiempo y su
capital, Galaxity, es el centro del vasto imperio galáctico terrestre. Valerián y su
compañera Laureline son agentes del «Servicie Spatio-Temporel» (Servicio
Espacio-Temporal), encargado de neutralizar las posibles amenazas contra la
Tierra y evitar las paradojas temporales. Sin embargo, desde la desaparición
del imperio Galaxity en Los rayos de Hypsis, se convierten en un par de
aventureros que ofrecen sus servicios a cualquiera que se los pueda permitir
mientras buscan su hogar perdido.

Origen[editar]
Al momento de la creación en 1959 de la revista Pilote, su equipo de
redactores trata de cubrir todos los géneros de cómic. Su objetivo es competir
con las revistas más fuertes del mercado de la historieta en Francia, es decir Le
Journal de Mickey, Spirou, Le Journal de Tintin y Vaillant. Así, el número uno
de la revista publicado el 29 de octubre de 1959 era muy heterogéneo, con
series como Astérix el Galo, Tanguy y Laverdure, Barbarroja y El pequeño
Nicolás, y a partir de 1963 El Teniente Blueberry. Mientras que René Goscinny,
redactor jefe de la revista, busca nuevos artistas para integrar en el
equipo, Greg, redactor jefe de la revista Tintín y colaborador de Pilote, crea la
serie de historias de ciencia ficción Luc Orient, publicada a partir de enero de
1967 en este seminario, y dibujada por Eddy Paape.

Después de sus primeras colaboraciones para Pilote, Jean-Claude


Mézières y Pierre Christin buscan un tema para una nueva serie. Mézières
prefería el género western, después de haber llevado, él mismo, una vida
de cow-boy en Estados Unidos. Sin embargo en Pilote ya había una serie
sobre el tema del western, Blueberry por Jean Giraud y Jean-Michel Charlier;
en Spirou estaba Lucky Luke por Morris y René Goscinny y Jerry
Spring por Jijé. Después de haber pensado en aventuras medievales, luego en
aventuras del siglo XIX similares a las de Arsène Lupin o un poco fantásticas
como en Sherlock Holmes, los dos autores se deciden por una serie de ciencia
ficción, un género que les gusta, ya que ambos eran aficionados a las
revistas Fiction y Galaxy Science Fiction.

Christin conoce muy bien los universos de los autores de ciencia ficción John
Wyndham, A. E. van Vogt, Isaac Asimov, Poul Anderson, Jack Vance, Dan
Simmons, Ray Bradbury, René Barjavel y Theodore Sturgeon. En la frase
«ciencia ficción», prefiere la palabra ficción a la de ciencia y afirma que no le
gusta la ciencia ficción científica del Este, pero más bien prefiere la frase
« lógica-ficción». Mézières lee menos libros de ciencia ficción, pero conoce
todos los clásicos, como los libros de Isaac Asimov, Alfred E. van Vogt, Philip
K. Dick y Jack Vance.

A finales de los años 1960, época de la creación de Valérian et Laureline,


todavía había pocas series de ciencia ficción. Para los ejemplos anteriores a la
guerra, hay:

 en Estados Unidos: Buck Rogers (1929) por Dick Calkins y Phil


Nowlan, Brick Bradford (1933) por Clarence Gray y William Ritt, Flash
Gordon (1934) por Alex Raymond.
 en Francia: Futuropolis por René Pellos y Martial Cendres (1937).
Y después de 1945, en Francia:

 Les Pionniers de l'Espérance por Raymond Poïvet y Roger


Lecureux (1945); Kaza le Martien por Kline (1946); Barbarella por Jean-
Claude Forest (1962), y luego Los Náufragos del Tiempo del mismo autor
(1964); y por fin Lone Sloane de Philippe Druillet (1966).

Logo de Valérian y Laureline


Aunque la ciencia ficción no era el tema preferido de Goscinny, este tenía el
deseo de innovar y de publicar obras más originales. Por eso aceptó
publicar Valérian. Bajo los nombres de Linus (Pierre Christin) y Mézi (Jean-
Claude Mézières), los autores eligen un contexto histórico o presente para las
primeras aventuras: siglo XI para Les Mauvais Rêves y XX para La Cité des
eaux mouvantes y Terres en flammes. Con estas primeras obras, imponen de
entrada el tema del viaje en el tiempo. A partir de la cuarta aventura, L'Empire
des mille planètes, la serie se hace definitivamente una serie de ciencia ficción
con el tema del viaje en el futuro.

Sin embargo, las aventuras de Valérian no son los primeros dibujos de ciencia
ficción hechos por Mézières, ya que mientras que estudiaba en la
escuela ENSAAMA, había dibujado para Cœurs Vaillants y Fripounet et
Marisette. En un título «spécial An 2000» de esta última revista, del 30 de
diciembre de 1956, dibujó una página con el escenario de Guy Hempay (su
verdadero nombre es Jean-Marie Pélaprat), una historia de anticipación
titulada Expédition Noachiscon viajes espaciales a 3000 kilómetros por
segundo.

Historia[editar]
La serie (en una primera etapa titulada Valérian, agent spatio-temporel) cuenta
las aventuras de Valérian, el héroe principal. Al principio, Laureline era un
personaje secundario que debía aparecer solo en la primera aventura. Sin
embargo, a petición de los lectores de la revista Pilote, siguió figurando en las
aventuras, ganando importancia en la serie hasta convertirse en una verdadera
heroína. A partir la publicación del álbum L'Ordre des Pierres en 2007, el título
de la serie es Valérian et Laureline, lo que es la confirmación del papel central
de Laureline, pero también de la pérdida de los dos héroes de su estatuto de
«agentes espacio-temporales», al convertirse en renegados.

Personajes principales[editar]
Valérian[editar]
Valérian es originario de Galaxity, una megaciudad terrestre del siglo XXVIII,
capital del imperio galáctico. Es desde 2713 uno de los agentes del «Servicio
Espacio-Temporal», seguramente el mejor de este servicio. Su misión es
mantener el orden terreno en el universo. Con su nave espacial, puede recorrer
todo el espacio y hacer viajes en el tiempo, tanto al pasado como al futuro. Ha
sido entrenado para pensar que Galaxity siempre tiene la razón; incluso cuando
recibe órdenes que van en contra de su moral, las cumple a regañadientes.
Prefiere ser un hombre de acción que sentarse a reflexionar sobre el camino a
seguir.

Las primeras historias presentan a Valérian como el típico héroe de mandíbula


cuadrada, fuerte y fiable (aunque uno de los chistes recurrentes más antiguos
es que, a pesar de ser un viajero del tiempo, siempre llega tarde,
especialmente cuando le llama su jefe). Sin embargo, a medida que avanza la
serie, cada vez se le retrata más como un poco cabeza hueca. En El mundo sin
estrellas (Le Pays sans étoile), se emborracha de forma imprudente con el
alcohol casero de los colonos, en Sobre las tierras falsas (Sur les terres
truquées), la historiadora, Jadna, lo considera útil solo como carne de cañón y
nada más, mientras que en Los héroes del equinoccio (Les Héros de
l'Equinoxe), aparece lamentablemente inadecuado en comparación con los
campeones con los que compite. Aunque es devoto a Laureline, se ha dejado
llevar por otras mujeres, como en Héroes del Equinoccio y Estación de
Brooklyn, Terminus Cosmos.
Valérian no es pues un héroe clásico y modelo, un ganador como en la mayoría
de las series de tradición franco-belga; más bien se pone a sí mismo en
situaciones difíciles. Asimismo, es el contrario de los superheroes de los
cómics estadounidenses; más bien es un «antiheroe», e incluso lucha contra
superhéroes en el álbum Les Héros de l'équinoxe. Gracias a este perfil especial
y atípico, Valérian aparece como un personaje simpático, lo que sin duda
favoreció la alta popularidad de la serie.

Cuando Galaxity desaparece en La ira de Hypsis, contempla la posibilidad de


seguir a sus compañeros al olvido, para horror de Laureline. Incluso después,
siente la pérdida de Galaxity mucho más que Laureline, ya que es su lugar de
nacimiento.

El nombre Valérian procede de Europa del Este, aunque su origen es latino, de


valere («ser fuerte»). Valérian fue creado por Mézières y Christin como
reacción a los personajes de estilo intrépido boy-scout (por ejemplo, Las
aventuras de Tintín) y a los superhéroes estadounidenses que predominaban
en los cómics disponibles en Francia en aquella época. En su lugar, trataron de
idear un «personaje banal» sin «medios de acción extraordinarios.» Con el
tiempo, cuando Christin consideró que se había ido demasiado lejos con este
ángulo y que el personaje de Valérian se había vuelto demasiado estúpido, a
partir de Los espectros de Inverloch (Les Spectres d'Inverloch), Valérian se
hizo más simpático y se le dio una mayor parte de la acción.

En Valerian y la ciudad de los mil planetas, película de 2017 de Luc Besson,


Valérian es interpretado por Dane DeHaan.

Laureline[editar]
Laureline aparece inicialmente como una chica difícil e insociable que vive en el
bosque de Arelaune en la Tierra en el siglo XI. En la primera aventura, Malos
sueños, rescata a Valérian del bosque encantado de Arelaune. Cuando
descubre accidentalmente que Valérian es un viajero del tiempo, éste se ve
obligado a llevarla consigo a Galaxity, donde es entrenada como Agente
Espacial-Temporal y asignada como su compañera en el año 2721, antes de
ser también su novia. Valérian y Laureline forman rápidamente una verdadera
pareja: su primer beso ocurre en L'Empire des mille planètes (cuarta aventura);
ocurren escenas de disputas y surgen sentimientos de celos en Brooklyn
station terminus cosmos (duodécima aventura); se oficializa su vida común al
principio de Les Foudres d'Hypsis (decimocuarta aventura).

Laureline es una chica de carácter, muy decidida y obstinada, más que


Valérian. A menudo ayuda a Valérian a salir de las trampas en las que cae por
ser un hombre de acción más que un hombre de reflexión. Laureline es el
contrapeso exacto de Valérian. En las primeras historias, Laureline suele
permanecer en un segundo plano mientras Valérian salva el día en cualquier
situación en la que se encuentren, pero su posición cambia a medida que se
desarrolla la serie. En Mundo sin estrellas, el cuarto serial publicado en Pilote,
los dos personajes pasan separados la mayor parte de la aventura, y Laureline
sale por primera vez de la sombra de Valérian, demostrando estar más que a la
altura de éste para garantizar el éxito de su misión. Mézières declaraba a
propósito de su heroína: «Desde los principios de la serie, Laureline no es una
figurante al servicio de Valérian (faire-valoir). Nos pareció importante dar a
nuestra heroína este lado positivo, ideas claras, determinada y al mismo tiempo
con bonitas nalguitas». A lo largo de los álbumes, Laureline se convierte en la
heroína central de la serie, hasta tal punto que después de la aventura les
Héros de l'équinoxe, Pierre Christin trata de dar más relieve al héroe.

Bienvenidos a Alflolol (Bienvenue sur Alflolol) pone de manifiesto la naturaleza


rebelde de Laureline; a diferencia de Valérian, no ha nacido ni se ha criado en
Galaxity y está dispuesta no solo a cuestionar las autoridades de Galaxity, sino
a rebelarse abiertamente contra ellas cuando sus órdenes son contrarias a su
sentido de la moral. También demuestra su vena impulsiva; se pone del lado de
los nativos de Alflolol contra Galaxity y Valérian sin pensar en las
consecuencias personales que podría tener que afrontar ella misma. Su
posición como verdadera estrella de la serie se consolida en El embajador de
las sombras (L'Ambassadeur des Ombres), que es prácticamente una aventura
en solitario para ella mientras busca en la vasta estación espacial Point Central
al secuestrado Valérian y al embajador de la Tierra. Más adelante, cuando
actúan como agentes independientes, es Laureline quien cuestiona la ética de
algunos de los trabajos que se ven obligados a realizar para llegar a fin de mes,
sobre todo en Las armas vivientes (Les Armes Vivantes).

A pesar de ser independiente y eficaz, Laureline no teme explotar su


considerable atractivo sexual si le resulta ventajoso. Por ejemplo, atrae la
atención del Emperador de Valsennar en El mundo sin estrellas y, vestida con
ropa y botas de cuero, manipula a Crocbattler y Rackalust en Estación
Brooklyn, Cosmos Terminus, y suele coquetear con los Shingouz cuando
negocia con ellos para obtener información. Ha aparecido desnuda en algunas
aventuras. Mézières la retrató para la edición francesa de Playboy en 1987.3

También tiene cierta afinidad con los animales, como el Goumon de Alflolol
en Bienvenidos a Alflolol, el Convertidor Gruñón de Bluxte, visto por primera
vez en Embajador de las sombras, y el Tüm Tüm (de Lüm) y el Tchoung-
Tracer, ambos introducidos en En las fronteras (Sur les Frontières).

El nombre «Laureline» fue inventado por Mézières y Christin, que buscaban un


nombre que sonara «medieval» y «suave».4 El nombre ha demostrado ser
popular y ahora hay varios miles de mujeres en Francia que se llaman
Laureline, la primera de las cuales nació en 1968, justo un año después de la
publicación de Malos sueños. También ha habido variaciones como «Loreline»
y «Laurelyne».5 Laureline fue creada inicialmente solo para la primera
historia, Malos sueños, pero al reconocer que tenían un personaje femenino
diferente de los tipos de la rubia tonta habituales en los cómics de la época,
Mézières y Christin se enamoraron del personaje y, en respuesta a los
comentarios positivos de los lectores, la mantuvieron para las historias
posteriores.6

En Valerian y la ciudad de los mil planetas, película de 2017 de Luc Besson,


Laureline es interpretada por Cara Delevingne.

Otros personajes[editar]
Durante sus misiones, Valérian y Laureline tienen aliados fieles como Monsieur
Albert (un hombre retirado y que sirve como el contacto de Galaxity en el
siglo XX), los Shingouz (una raza de criaturas marrones, de pelo corto, de algo
menos de un metro de altura, que se parecen a pájaros no voladores con
hocico en lugar de pico), el Schniarfeur, el Transmuteur Grognon de Bluxte y
Ky-Gaï; también tienen enemigos más o menos peligrosos como Xombul, la
Trinité d’Hypsis, el Triumvirat de Rubanis, el Quatuor Mortis o les Wolochs.

Trama[editar]
En las tres primeras aventuras de la serie, Valérian persigue a un disidente
llamado Xombul, el «superintendente de los sueños» quien trata de tomar el
poder en Galaxity. En Les Mauvais Rêves, Xombul regresa a la Tierra en el
siglo XI para tomar los poderes del mago Albéric le Vieil. Después de haber
topado con una mujer llamada Laureline, con la ayuda de ésta Valérian logra
impedir esa tentativa. En La Cité des eaux mouvantes y Terres en flammes,
Xombul logra alcanzar de nuevo la Tierra del siglo XX. Tiene planeado
aprovechar un cataclismo nuclear para tomar conocimientos científicos
permitiéndole hacerse el nuevo jefe del universo. Sun Rae, un saqueador
neoyorquino, y Schroeder, un sabio joven, ayudan a Valérian y Laureline para
apresar a Xombul. Finalmente este último desaparece en la destrucción de una
máquina para viajar en el tiempo que no podía funcionar en aquella época.

En L'Empire des mille planètes, Valérian y Laureline ayudan a la Guilde,


liderada por Elmir le marchand, restablecer el orden sobre el sistema planetario
Syrte-la-Magnifique. Descubren que los Connaisseurs son los rescapados de
una expedición espacial terrena lanzada en búsqueda de otra planeta para
acoger a la humanidad, a causa del cataclismo nuclear de 1986. En Les
Spectres d'Inverloch, alertado por una serie de fenómenos inexplicables, el
Superintendente de Galaxity trata de impedir la entrada de la Tierra en la edad
negra, consecuencia de la catástrofe nuclear. Con la ayuda de Valérian y
Laureline, de Monsieur Albert, de Ralph le Glapum'tien y de los Shingouz, el
Superintendente impide que los falsos dioses de la Trinité d'Hypsis realicen sus
proyectos. Una negociación con estos últimos permite cambiar el pasado del
planeta e impedir que ocurra la explosión nuclear del siglo XX (la del álbum Les
Foudres d'Hypsis). La consecuencia de esta modificación del pasado es la
desaparición de Galaxity, cuya origen era la entrada de la Tierra en la edad
negra.

Poco después, Jal, exmiembro del Servicio espacio-temporal, toma los poderes
de Kistna, sobreviviente de un especie muy antigua y muy poderosa, a fin de
provocar una explosión nuclear para corregir las modificaciones del desarrollo
del tiempo. En Sur les frontières, Valérian y Laureline con ayuda de Monsieur
Albert impiden que Jal concretice sus planes. Después de la pérdida de
Galaxity, los dos agentes se hacen Les Cercles du pouvoir mercenarios del
coronel Tlocq y se enfrentan al Triumvirat de Rubanis. En otra aventura, se
enfrentan a LCF Sat y de nuevo a la Trinité d'Hypsis. En Par des temps
incertains, obtienen informaciones sobre la existencia de su planeta, perdido en
un lugar desconocido en el universo.
En los dos penúltimos álbumes de la serie, Au bord du Grand Rien y L'Ordre
des Pierres, Valérian y Laureline se lanzan a la búsqueda de la Tierra de
Galaxity, en los límites del universo, uniéndose a una expedición de
exploración dirigida por la commandante Singh'a Rough'a. Descubren así la
potencia de los Wolochs que son responsables de todo por la pérdida de la
Tierra de Galaxity . Por fin en la última aventura titulada L'OuvreTemps, los
héroes deben luchar contra los Wolochs.

Cronología[editar]
La serie empieza en la Tierra, en Galaxity, en el siglo XXVIII, en los años 2720.
La cronología no sigue el orden de los álbumes sino la sucesión de los
acontecimientos en el tiempo.

 1000: Primer encuentro entre Valérian y Laureline, esta última le salva de


las trampas del bosque de Arelaune (0- Les Mauvais Rêves).
 1881: Valérian y Laureline están de vacaciones en las orillas de la Sena en
la ciudad de Chatou y toman un almuerzo de remeros (7- Sur les terres
truquées).
 1980: Manipulaciones en Francia y en Brooklyn, llevadas por Rubanis y la
Trinité d’Hypsis para desestabilizar la Tierra (9- Métro Châtelet direction
Cassiopée y 10- Brooklyn station terminus cosmos).
 1985: Neutralización, cerca del polo Norte de un nave, en realidad un
astronave lleno de bombas H; negociación sobre el planeta Hypsis con los
falsos dioses (12- Les Foudres d'Hypsis).
 1986: Primeras tentativas terrenas de colonización espacial (2- L'Empire
des mille planètes). Explosión de bombas H cerca del polo Norte,
provocando un cataclismo que desorganiza lel mundo terrestre. Empieza la
edad negra, periodo impedido al Servicio espatio-temporal (1- La Cité des
eaux mouvantes et 1- Terres en flammes).
 1988: Jal trata de provocar un cataclismo similar al de 1986, pero Valérian y
Laureline le impiden (13- Sur les frontières).
 2001: Los falsos dioses de Hypsis impiden el desarrollo de las técnicas de
clonaje después de las negociaciones; nuevas negociaciones en París (18.
Par des temps incertains).
 2314: Fin de la edad negra e invención de la máquina espacio-temporal,
basada en el principio de « teletransportación instantánea de la materia ».
 2713: Valérian integra el Servicio Espatio-Temporal después de salir de la
Mégacadémie.
 2720: Disturbios en Galaxity provocados por Xombul. Valérian trae a
Laureline en Galaxity (0- Les Mauvais Rêves).
 2721: Laureline integra el Servicio Espacio-Temporal.
 3005: La Tierra de la época de Galaxity está excluida de Point Central para
un siglo, a causa de su imperialismo espacial (6- L'Ambassadeur des
Ombres).
 3152: Desaparacion de la Tierra de Galaxity (11- Les Spectres d'Inverloch).
 ¿¿??: El Triumvirat de Rubanis toma el poder (15- Les Cercles du pouvoir).
 3412: Búsqueda de la Tierra de Galaxity (19- Au bord du Grand Rien; 20-
L'Ordre des Pierres y 21- L'OuvreTemps).
Temas[editar]
La serie Valérian y Laureline ofrece permanentes sorpresas; es la serie de la
diversidad, de la riqueza temática y visual.7 Inicialmente la serie debía ser
sencilla, con un héroe viajando en el tiempo, pero muy rápidamente se hace
más compleja e introduce temas, que por su variedad y su diversidad permiten
la originalidad y su renovación constante. Según los autores mismos: «cada
nuevo álbum puede conducirnos absolutamente donde queremos », dado que
la ciencia ficción fue percibida por ellos como un «un extraordinario medio para
«recalentar» la realidad». Un tema central a lo largo de la serie, es la
manipulación del tiempo, junto con el de los viajes espacio-temporales. Otra
característica es la referencia sutil a situaciones sociales, económicas, políticas
e incluso ecológicas «sin transformar por eso las historias en discursos
militantes». En el prólogo del catálogo de la exposición, en el festival de
Angulema, después de que otorgaran el premio a Mezières en 1984, el
entonces ministro de la cultura de Francia Jack Lang escribía : «Valérian et
Laureline, transportados en un futuro tecnológico que asegura el confort y el
progreso, todavía se enfrentan en sus peregrinaciones a tiranos o dictadores, a
sociedades donde reinan conflictos e injusticias que son la imagen de nuestra
propia realidad. Así podemos descubrir a través del itinerario de nuestros dos
héroes una lectura avisada de nuestras sociedades contemporáneas (...).
Mézières y Christin logran la apuesta de no inventar un universo de pura
ficción, sino hablarnos en un modo realmente divertido de los problemas socio-
políticos más críticos de nuestro tiempo».

Viajes espacio-temporales[editar]
Al origen de la serie hay una distinción muy fuerte entre viaje interestelar (en el
espacio) y viaje en el tiempo. Los primeros se hacen en nave espacial de tipo
XB 27 y los otros, viajes en el tiempo, se realizan a través de puertas
temporales situadas en diferentes lugares terrestres fijos (Aurelaune, New
York, Brasilia, Inverloch, etc.).

Pero eso impide los viajes en el tiempo en universos desconocidos por los
Terrenos de Galaxity, a causa de la ausencia de puertas temporales en esos
mundos extranjeros. Sin embargo en la primera historia corta Le Grand
Collectionneur, los autores simplifican los viajes espacio-temporales dando al
Servicio espacio-temporal naves de tipo XB 982 permitiendo viajes espaciales y
temporales combinados. Eso permite desarrollar aventuras sobre planetas
otras que la Tierra y da más posibilidades de escenarios a los autores.

La paradoja del tiempo[editar]


Hasta el díptico Châtelet/Brooklyn (es decir las dos aventuras Métro Châtelet
direction Cassiopée y Brooklyn station terminus cosmos) Valérian y Laureline
recorren el universo aventura tras aventura. Sin embargo los autores por
exceso de imaginación se ponen en una situación difícil desde el inicio de la
serie. Desde los principios de la segunda aventura La Cité des eaux
mouvantes publicada en 1968, inventan una situación que plantea un
verdadero problema de coherencia respecto a la realidad: un depósito de
bombas H explota en 1986 cerca del polo Norte, transformando completamente
el aspecto y la organización de la Tierra. Será sobre estas ruinas durante la
edad negra cuando nazca Galaxity después de la invención de la máquina
espacio-temporal en el año 2314. Los autores no habían imaginado cuando
publicaron este álbum en 1968 que la serie continuaría durante 18 años más
(es decir hasta 1986). Asimismo en 1980, después de la publicación del
díptico Châtelet/Brooklyn, una cumbre en la serie, era obvio que dado el éxito
popular de la serie o era imposible para los autores poner fin a la serie o
mantener tal incoherencia. De ahí la tentativa de Pierre Christin, que conoce
cosas de ciencia ficción, para resolver la incoherencia en el díptico siguiente
publicado en 1983-1985, Inverloch/Hypsis (álbumes Les Spectres
d'Inverloch y Les Foudres d'Hypsis). Sin embargo esta tentativa se enfrenta al
problema clásico de ciencia ficción del paradoja del viaje en el tiempo.8 Si
viajando en el pasado se mata a su abuelo antes de que nazca el padre, uno
no tiene padre; si uno no tiene padre no puede existir y así no se puede matar
a su abuelo. En otras palabras cambiando el pasado se destruye el presente el
futuro se vuelve imposible: es el principio del paradoja del tiempo.

Lomos de álbumes de la serie.


En Les Foudres d'Hypsis el Superintendente del Servicio Espacio-Temporal,
ayudado por Valérian y Laureline, en proveniencia del año 3152, viajen al 1985
e impiden que ocurra la explosión nuclear que iba a desorganizar la Tierra el
año siguiente. Destruyen así el futuro del planeta lo que hace imposible la
emergencia de Galaxity que se construyó sobre las ruinas del período negro. Si
Galaxity no pudo edificarse durante la edad negra, también la máquina a viajar
en el tiempo no pudo ser inventada en 2314 y Galaxity no puede existir en
3152. Asimismo Valérian no puede existir, a diferencia de Laureline que viene
del siglo XI, mucho tiempo antes del periodo negro. Por suerte los Shingouz
negocian con el Hijo de la Trinité d’Hypsis para que Valérian y Laureline
puedan regresar al siglo XX con su astronave, autorizando la continuación de
los viajes espacio-temporales y la continuación de la serie.

Álbumes publicados[editar]
A continuación figura el título en francés y en español y, y el año de la edición
en forma de álbum en francés. En español, Norma Editorial ha publicado las
historias en álbumes recopilatorios.9

 Les Mauvais Rêves (Los malos sueños, 1983)


 La Cité des eaux mouvantes (La ciudad de las aguas movedizas, 1970)
 L'Empire des mille planètes (El imperio de los mil planetas, 1971)
 Le Pays sans étoile (El país sin estrella, 1972)
 Bienvenue sur Alflolol (Bienvenidos a Alflolol, 1972)
 Les Oiseaux du Maître (Los pájaros del amo, 1973)
 L'Ambassadeur des Ombres (El embajador de las sombras, 1975)
 Sur les terres truquées (Mundos ficticios, 1977)
 Les Héros de l’équinoxe (Los héroes del equinoccio, 1978)
 Métro Châtelet, direction Cassiopée (Metro Châtelet, dirección Casiopéa,
1980
 Brooklyn Station, terminus cosmos (Estación Brooklyn, final de línea el
cosmos, 1981)
 Les Spectres d'Inverloch (Los espectros de Inverloch, 1984)
 Les Foudres d’Hypsis (Los rayos de Hypsis, 1985
 Sur les frontières (En las fronteras, 1988)
 Les armes vivantes (Las armas vivientes, 1990)
 Les cercles du pouvoir (Los círculos de poder, 1994)
 Otages de l'Ultralum (Rehenes de Ultralum, 1996)
 L'Orphelin des astres (El huérfano de los astros, 1998)
 Par des temps incertains (En tiempos inciertos, 2001)
 Au bord du Grand Rien (Al borde de la gran nada, 2004)
 L'Ordre des Pierres (La orden de las piedras, 2007)
 L'Ouvre Temps (El abretiempo, 2010)
 Souvenirs de futurs (Recuerdos de futuros, 2013)
 L'Avenir est avancé (El futuro es avanzado, 2019)

Adaptación cinematográfica

Valerian: agente espaciotemporal, de


Christin y Mézières
por Pedro Martinez Oses

Ci-Fi / Fantasía, Pierre Christin, Dargaud, Europeo


20/03/2018
1 Comment

Me siento a escribir sobre Valerian y Laureline, una saga de cómics que descubrí en mi
más tierna infancia y que, pasados ya casi ocho lustros, continúo releyendo, disfrutando y –
¿por qué no?– maravillándome. Puedes comprarlo aquí.
Valerian y Laureline, una aventura para maravillarse a lo largo del espacio y del tiempo

De hecho, la mejor parte de preparar esta reseña ha sido sin duda la documentación, que me
ha regalado (una vez más) la ocasión de leer los 22 tomos que componen esta obra. Estoy
hablando de Valerian, agente espaciotemporal, rebautizada después como Valerian y
Laureline) con ilustración de Mézières y guión de Christin.

Valerian y Laureline narra las aventuras de dos agentes espaciotemporales de La Tierra


del futuro (Galaxity) que viven multitud de aventuras y nos descubren un universo enorme
poblado de numerosos mundos, razas y culturas.
Valerian y Laureline, protagonistas de la saga

No resulta sencillo condensar en unas pocas palabras mi opinión sobre una saga que nació
en 1967 y que se remonta hasta el año 2013 y que en verano de 2017 volvió a ponerse de
moda gracias al estreno de la película Valerian, de Luc Besson; encomiable –aunque a mi
modo de ver fallido– esfuerzo por acercar esta obra al gran público. De hecho, esta ha sido
una saga que nunca ha estado de moda; ha sido alabada por crítica y público específico a lo
largo de los años, aunque sin llegar a alcanzar tanta repercusión como otras obras. Quizás,
el mayor reconocimiento internacional que ha tenido ha sido ser fuente directa de
inspiración para Lucas en la creación del universo Star Wars, así como base de gran
parte de la ciencia ficción que aún en la actualidad nace en series, películas, novelas o
cómics. Es decir mucho y también es decir nada.

Descarté casi de inmediato la idea inicial de reseñar solo uno de los tomos de la serie
porque creo que el mayor disfrute de Valerian y Laureline se logra visitándolo en su
conjunto, acompañando a los dos protagonistas a lo largo de todos sus viajes por este
increíble universo y contemplando la evolución de los personajes y de los mundos al cabo
de los años. Una aventura que abrieron los autores a finales de los sesenta y que cierran ya
avanzado el siglo XXI convirtiendo la saga en una historia completa con principio y final.

Lucas se inspiró en muchos detalles de esta serie para la creación de su saga espacial

La grandeza de esta obra, tanto a nivel visual como narrativo, se debe a la inteligencia de
dos franceses que han dedicado prácticamente toda su vida laboral a este trabajo. Es curioso
observar cómo Jean-Claude Mézières, el ilustrador, no tiene más currículum como
historietista que esta obra, al margen de algunos esporádicos y pequeños escarceos difíciles
de encontrar en su biografía. Pierre Christin, por su lado, aparte de una serie en
colaboración con Jacques Tardi y Enki Bilal, tampoco se ha prodigado mucho más en el
mundo del cómic. Del color de la serie se encargó Évelyn Tranlé, aunque nunca ha
trascendido su trabajo en la obra, posiblemente porque siempre estuvo bajo la intensa
supervisión de Mézières.

Como ya habréis podido observar, reseñar una obra de estas características necesitaba de
una introducción que contextualizara la parte más complicada de cualquier reseña: dar una
respuesta analítica y detallada que justifique y dé sentido a las impresiones que nos produce
una obra de arte que, como tal, siempre estará supeditada a factores subjetivos; es decir,
tratar de argumentar y objetivar nuestra impresión general. ¿Por qué hablo de ‘grandeza’
cuando me refiero a esta saga? ¿Por qué he disfrutado y sigo disfrutando Valerian y
Laureline?
Diseño de vehículos espaciales

Seguramente la parte más destacable de la serie sea la creación del universo, un verdadero
estudio antropológico del ser humano camuflado en diversas razas alienígenas, en diferentes
culturas y sociedades aparentemente alejadas de la historia terrestre, desde las que se
analizan nuestros aspectos sociales y políticos, siempre desde la óptica crítica y optimista de
dos autores enamorados sin duda de la historia de la humanidad. Y en esta creación del
universo es donde más crecen los autores. La espectacularidad de los dibujos de
Mézières es admirable en las ciudades y poblados; en el diseño de los vehículos,
detallado y variopinto; en la variedad y belleza de los entornos naturales, donde los soles de
cada mundo dotan de diferentes colores cada atmósfera y hacen de cada territorio un lugar
único; en el impresionante y completo diseño de cada raza (el bestiario de esta serie ha dado
lugar incluso a dos tomos a modo de enciclopedia galáctica: Los habitantes del cielo, 1991
y Los habitantes del cielo II, 2000).

Todo ello apoyado –y aquí vemos la mano de Christin, aunque resulta complicado
separarlos– por un diseño de escenarios meticulosamente elaborado, que justifica por la
propia historia de cada lugar su estructura, un diseño de vehículos directamente relacionado
con la evolución de cada cultura, un diseño de vestuario adaptado a cada raza alienígena, a
sus características y también, como no podría ser de otra manera, a su historia. En
definitiva, una riqueza y variedad que no puede dejar indiferente, elaborada con gran
meticulosidad y trabajo, sin dejar casi nada al azar. Todo en el universo de Valerian y
Laureline tiene vida y entidad propia.
Arquitecturas y paisajes espectaculares
Los pájaros del amo, 1973, uno de los tomos más recordados de la serie

El diseño de los personajes merece también mención aparte. El hilo conductor de la serie lo
forma la pareja protagonista, Valerian y Laureline, y resulta un interesante ejercicio
observar cómo han evolucionado a lo largo de los años, cómo ha madurado la relación entre
ellos y cómo se han desarrollado, tanto a nivel personal, como en su actitud frente al
universo del que forman parte.
La ilustración de la pareja protagonista fue evolucionando con la obra

Ya resultó en sus inicios algo transgresor convertir al personaje femenino de la pareja


en el ‘héroe’ de la misma, acostumbrados como estábamos por entonces a historias de
aventuras en las que héroes masculinos salvaban a damiselas en apuros. En esta
saga, Laureline suele ser siempre quien acude al auxilio de Valerian; de hecho, en el
primer encuentro entre los personajes, en La Tierra del siglo XI, Valerian es rescatado por
Laureline de una hoja gigante que le atrapa durante la noche (Los malos sueños, 1967).

Primera aparición de Laureline en la serie

Sin embargo, al igual que ocurre a menudo en las grandes obras del cine, los actores
secundarios brillan en ocasiones incluso más que los protagonistas, tanto los recurrentes (los
adorables negociantes Shinguz, el flemático Albert, Ralph, el glapum’tiano amante de la
gastronomía vegetal…), tanto los que aparecen en menos volúmenes. Estos personajes
inolvidables no hacen sino cohesionar aún más el universo en el que se desarrollan las
aventuras y dan el contrapunto cómico a cada historia.

Es importante señalar también la evolución de los dibujos de Méziéres a lo largo de la saga,


así como el giro radical que dio a las ilustraciones a partir del tercer tomo de la serie. Tanto
en Los malos sueños, 1967, como en La ciudad de las aguas turbulentas, 1970, se nos
presentan los personajes con un dibujo algo infantil, con evidentes referencias al Lucky
Luke de Morris. Resulta obvio que la serie nació con la idea de convertirse en una especie
de Lucky Luke del espacio, pero en el segundo tomo, la historia de ese Nueva York
sumergido en las aguas tras un cataclismo provoca en la saga un giro hacia un cómic más
juvenil y adulto, que se observa de forma total en la ilustración y de manera algo más sutil
en el guion. Ese temprano renacimiento de Valerian y Laureline ya se aprecia en el tercer
tomo, El imperio de los mil planetas, 1971, habitualmente primer tomo de las diferentes
ediciones. Aquí nos encontramos ante un cómic absolutamente renovado y alejado del trazo
infantil mostrado antes, con entornos naturales y urbanos de tono realista, personajes
alienígenas amables, divertidos y de dibujo incluso caricaturesco, y protagonistas humanos
de líneas sencillas a caballo entre lo real y la caricatura. Y en esta línea evolucionará y
madurará la serie a lo largo de los años.

Esto es algo que aquel que se acerque por primera vez a esta aventura espaciotemporal debe
tener muy en cuenta, ya afronte su lectura de manera cronológica o bien siga el orden
marcado por las diferentes ediciones. Hoy en día, aquí en España, su acceso resulta sencillo
a través de los siete tomos integrales editados por Norma Editorial (2006-2010).

Los malos sueños, 1967


La ciudad de las aguas turbulentas, 1970
Rehenes de Ultralum, 1996

Como ya dije al principio, no es sencillo centrarme en un solo tomo de la colección, la


verdadera fuerza de esta aventura está en su conjunto. Pero si tuviera que destacar alguno,
probablemente señalaría los tomos dobles Metro Châtelet dirección Casiopea y Brooklyn
Station término Cosmos, 1980-81 o Los espectros de Inverloch y Los rayos de Hypsis,
1984-85. O quizás Mundos ficticios, 1977, o El país sin estrella, 1972, o El embajador
de las sombras, 1975…
Poco más que añadir, salvo la recomendación a todos los lectores a sumergirse por primera
vez (o por enésima vez, como es mi caso) en este increíble universo donde nuestros ojos se
maravillarán ante los paisajes de mil colores, las espectaculares arquitecturas, la variedad y
riqueza de multitud de culturas y sociedades extraterrestres, los fascinantes alienígenas de
toda forma y color y la divertida y entrañable relación de la pareja protagonista.

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