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CAPACIDAD DE UN CONDENSADOR:
La capacidad (C) de un condensador es la propiedad que éste posee de almacenar mayor o
menor cantidad de potencial eléctrico.
La cantidad de cargas Q que puede almacenar un condensador depende, fundamentalmente,
de la tensión aplicada entre sus placas y de las características constructivas del condensador,
como las dimensiones de sus placas, la separación de las mismas y la composición o
propiedades del dieléctrico que las separa.
Cuanto menor sea el espesor del dieléctrico, menor es la distancia que separa las armaduras y
por tanto mayor será la fuerza (ley de Coulomb) con la que se atraen las cargas de sendas
armaduras. Cuanto mejor sea la calidad del aislante, podremos hacer más pequeño el espesor
del mismo y más pequeña en consecuencia la distancia que separa las armaduras y será , por
tanto, mayor la capacidad de almacenar cargas del condensador.
Sí llamamos Q a la cantidad de carga almacenada por el condensador, C a la capacidad del
condensador y V a la tensión entre las armaduras, resulta que:
Q=C●V
La cantidad de carga tiene como unidad el Culombio(C).
La capacidad del condensador se mide en Faradios (F).
El potencial se mide en Voltios (V).
La unidad de capacidad es el faradio (F).
Se puede decir que un condensador posee la capacidad de un faradio cuando almacena una
carga de un culombio al aplicar una tensión de un voltio entre sus placas.
1C =1F•1V
El faradio resulta ser una unidad muy grande, lo más frecuente es utilizan submúltiplos.
Microfaradio (µF)
1µF = 1/1.000.000 = 0,000001 = 10-6F
Nanofaradio (nF)
1 nF = 1/1.000.000.000 = 0,000000001 = l0-9F
Picofaradio (pF)
1 pF = 1/1000000000000 = 0,000000000001=10-12
EJEMPLO:
La carga eléctrica acumulada en las placas de un condensador de 2.200 µF de capacidad
cuando se le conecta a una pila de 4,5 V será:
2200 µF expresado en Faradios será 2200 µF x 10-6F/ µF = 0,0022F.
Ahora aplicamos la definición de carga en función de la capacidad
Q=C●V= 0,0022Fx 4,5 V = 0,0099 C
RECUERDA:
-La capacidad de un condensador es mayor cuanto más grande sea la superficie de sus
armaduras, ya que al aumentar la superficie de cargas enfrentadas aumenta la carga Q del
mismo.
-Por otro lado, la capacidad es menor cuanto mayor sea la distancia que separan a dichas
armaduras, ya que las cargas se mantienen sujetas en las armaduras gracias a la atracción
electrostática que se produce entre ellas. Si la distancia entre las armaduras aumentara,
disminuiría la fuerza con la que se atraen las cargas de las diferentes armaduras y ello se
traduciría en una menor capacidad.
Por último, se puede comprobar experimentalmente que según sea la sustancia aislante (El
dieléctrico) que se introduce entre las armaduras, la capacidad también varía. Este factor se
tiene en consideración a través de lo que se conoce como la constante dieléctrica (ɛ) de la
sustancia aislante.
La expresión matemática que relaciona la capacidad con sus características constructivas es:
CARGA DE UN CONDENSADOR:
Para cargar un condensador dispondremos un circuito como el de la figura.
En el primer momento, al situar el interruptor S en la
posición 1 la diferencia de cargas que existe en el
condensador es cero y, por tanto, al no haber nada que se
oponga al establecimiento de la corriente, la intensidad que
indicará el amperímetro en el primer momento de conexión
será máxima e igual a:
http://humanonormal.blogspot.com.es/2014/03/todo-lo-que-necesitas-saber-sobre.html
La letra marca el rango de tolerancia (la letra J indicaría una tolerancia del 5%, K sería del 10%,
y M del 20%), es decir que en nuestro caso es de 5%.
Finalmente los últimos números indican el voltaje máximo que permite, en nuestro caso seria
400 voltios.
Nota: Cuando en un condensador no se utiliza el código de colores, la tolerancia se suele
indicar con un código de una letra tal corno se indica en la Tabla siguiente.
Así, por ejemplo, si encontramos un condensador con la indicación 100J, nos indicará una
capacidad de 100 pF y una tolerancia del 5%.
Seguidamente incluimos para los diferentes tipos de condensadores el significado de cada
banda de color. La banda marcada con la letra F nos indica el coeficiente de temperatura del
condensador.
Asociación de condensadores
En el caso de que un condensador no disponga de la capacidad o
tensión de trabajo adecuada para nuestras necesidades, se
pueden acoplar entre sí en serie o paralelo y así conseguir las
características deseadas.
Asociación de condensadores en serie
La tensión aplicada al conjunto se reparte entre los terminales
de cada uno de los condensadores. La caída
de tensión (Voltaje) corresponde a la suma de las
caídas de tensión de cada capacitor, de tal forma que
se cumple la relación: V = VAB + VBC + VCD.
Con esta disposición, cada uno de los condensadores trabaja a una tensión más baja que la
aplicada a su conjunto. Sin embargo, la capacidad total obtenida es inferior la de cualquiera de
ellos.
Como en el circuito en serie no existe más que una sola intensidad y como el tiempo de carga
(t) es igual para todos los condensadores, si llamamos Q1, Q2 y Q3 a
la carga que consigue cada condensador respectivo y QT a la carga
total, tendremos que:
EJEMPLO:
Se conectan en serie tres condensadores de 4 µF, 8 µF y 12 µF a una fuente de alimentación de
100 V en C.C. Calcula la capacidad conseguida por el conjunto, así como la tensión a la que
trabaja cada uno de los condensadores.
Solución:
→ CT = 2,18 µF
EJERCICIO:
¿Cuántos condensadores de 100 µF de capacidad y 50 V de tensión sería necesario acoplar
para conseguir un equivalente con una tensión de trabajo de 200 V y una capacidad de 25 µF?
¿Cómo hay que acoplarlos?
Solución: Al acoplar cuatro condensadores de 100 µF en serie, se consigue una capacidad
equivalente igual a:
CT = 100 / 4 = 25 µF
Al ser iguales los condensadores, la tensión se reparte por igual en cada condensador
V = 200/ 4 = 50V
Con esta solución, hemos conseguido conectar a un tensión de 200 V, condensadores que sólo
soportar 50 V. Por supuesto se ha hecho a costa de reducir k capacidad de 100 µF a 25 µF.
Asociación en paralelo
En este acoplamiento, la tensión a la que quedan sometidos todos los condensadores es la
misma y coincide con la aplicada al conjunto.
La capacidad aumenta cuando se los conecta
en paralelo.
Se cumple que:
IT = I1 + I2 + I3
de lo que se deduce que:
QT = Q1 + Q2 + Q3
CT= C1 + C2+ C3
EJEMPLO:
Se acoplan en paralelo tres condensadores de 4 µF, 8 µF y 12 µF a una fuente de alimentación
de 100 V en C.C. Averigua la capacidad del conjunto, así como la tensión a la que trabajan los
condensadores.
Solución:
La capacidad total conseguida es:
CT=C1+C2+C3=…=24µF
La tensión de trabajo de los condensadores es igual para todos: 100V.
Con este montaje, hemos conseguido aumentar la capacidad mientras que la tensión de
trabajo permanece invariable.
EJEMPLO:
Determina cuántos condensadores de 20 µF de capacidad y 5 V de tensión de trabajo hay que
conectar
para conseguir un equivalente de 20 µF/10 V.
Solución:
Al conectar dos condensadores en serie, se consigue aumentar la tensión hasta 10 V a costa de
reducir La capacidad a 10 µF. Si ahora conectamos otra rama de dos condensadores en serie
que, a su vez, estén conectados en paralelo con la otra rama conseguiremos aumentar la
capacidad hasta los 20µF sin modificar la tensión.
MAGNETISMO:
IMANES
Si acercamos diferentes objetos metálicos a un imán, podremos observar que éste atrae con
fuerza sólo aquellos objetos que sean de hierro, acero, níquel y cobalto.
A este tipo de materiales se los conoce por el nombre de materiales ferromagnéticos.
POLOS DE UN IMÁN
Si depositamos una cantidad de limaduras de
hierro sobre un imán recto, podremos
observar que aparece una mayor
concentración de éstas en los extremos del
imán y esta concentración disminuye hacia el
centro.
Las zonas donde se produce la mayor
atracción se denominan polos magnéticos. La zona donde no hay atracción se denomina línea
neutra.
En los imanes los polos del mismo nombre desarrollan fuerzas de repulsión y los de diferente
nombre, de atracción.
CLASES DE IMANES.
En la naturaleza se pueden encontrar imanes naturales, como la magnetita, que posee ciertas
propiedades magnéticas. Se pueden fabricar imanes artificiales a partir de sustancias
ferromagnéticas en los que se pueden potenciar dichas propiedades
Dentro de los imanes artificiales, podemos distinguir dos tipos: aquellos que una vez
magnetizados pueden mantener durante largo tiempo sus propiedades magnéticas como el
acero (imanes permanentes) o aquellos que sólo las mantienen cuando están sometidos a la
acción de un campo magnético como el hierro puro (hierro dulce) (imanes temporales).
BRÚJULA
Una brújula es una aguja imantada con libertad para girar en su eje
central. La aguja se orientará siempre con un extremo hacia el polo
norte terrestre y el otro hacia el sur. Al extremo de la aguja que se orienta hacia el norte
geográfico terrestre se lo denomina polo norte y al otro, polo sur.
Según esta teoría, se puede suponer que un imán está compuesto de moléculas magnéticas
perfectamente orientadas con los polos respectivos del imán.
Un trozo de hierro sin Imantar está compuesto de moléculas
magnéticas pero que están todas ellas orientadas
totalmente al azar (a).
Efectos de la temperatura.
Las propiedades magnéticas de los imanes se ven alteradas por la temperatura. Para que un
imán pierda sus propiedades debe llegar a la llamada "temperatura de Curie". Así, por
ejemplo, el hierro puro pierde totalmente su magnetismo por encima de los
769°C(temperatura de Curie para el hierro)para un imán cerámico su temperatura de Curie es
de 450 ºC, para uno de cobalto 800 ºC, etc.
Por otro lado, si golpeamos fuertemente un trozo de acero imantado se pueden modificar sus
propiedades magnéticas. Esto es debido a que los golpes pueden cambiar el orden de las
moléculas magnéticas.
CAMPO MAGNÉTICO DE UN IMÁN
Se puede decir que el campo magnético es el espacio en el cual
son apreciables los fenómenos magnéticos originados por dicho
imán.
El campo magnético de un imán es más intenso en unas partes
que otras. Así, por ejemplo, el campo magnético adquiere su
máxima intensidad en los polos, disminuyendo paulatinamente
según nos alejamos de ellos.
Las líneas de fuerza únicamente representan la forma del campo magnético. Ahora bien, por
motivos de convencionalismos teóricos, se les da un sentido de circulación, de tal forma que se
dice que las líneas de campo salen por el polo norte del imán, recorren el espacio exterior y
entran por el polo sur. El sentido de circulación de estas líneas por el interior del imán es de
sur a norte.
ELECTROIMANES.
Los imanes producen un campo magnético considerable pero para conseguir campos más
intensos utilizaremos bobinas fabricadas con conductores eléctricos, que, al ser recorridos por
una corriente eléctrica, desarrollan campos magnéticos, cuya intensidad depende
fundamentalmente de la intensidad de la corriente y del número de espiras de la bobina.
CAMPO MAGNÉTICO CREADO POR UN CONDUCTOR
CUANDO ES ATRAVESADO POR UNA CORRIENTE
ELÉCTRICA.
Cuando un conductor es atravesado por una corriente eléctrica, a su alrededor aparece un
campo magnético. Observando el espectro del campo magnético se puede apreciar que las
líneas de fuerza toman la forma de círculos concéntricos que se cierran a lo largo de todo el
conductor.
Si situamos varias agujas imantadas alrededor del conductor, podremos observar que su
orientación depende del sentido de la corriente. Para determinar el sentido de las líneas de
fuerza de una forma sencilla, se aplica la regla del sacacorchos o de Maxwell que dice así:
MAGNITUDES MAGNÉTICAS
Al igual que, para definir el comportamiento de un circuito eléctrico utilizamos las magnitudes
eléctricas, para definir los campos magnéticos utilizamos las magnitudes magnéticas.
Se pueden generar campos hasta diez veces más intensos (unos 30T) mediante electroimanes;
se puede doblar este límite mediante campos pulsados, que permiten enfriarse al conductor
entre pulsos. En circunstancias extraordinarias, es posible obtener campos incluso de 150 T o
superiores, mediante explosiones que comprimen las líneas de campo durante
microsegundos. Por otro lado, los campos generados de forma natural en la superficie de un
púlsar se estiman en el orden de los cientos de millones de Tesla. Hay que decir que en estos
casos la densidad de materia que se tiene y las corrientes de carga que se producen en su
superficie son apabullantemente incomparables
“Un campo magnético tiene una inducción de un Tesla cuando cada metro cuadrado de
superficie es atravesado por una cantidad de líneas de campo de un weber”.
Se puede decir que inducción magnética es el flujo que atraviesa la unidad de superficie.
F= N * I
En el vacío, H y B son lo mismo; pero en un material con magnetización (M) se tendrá que
B = H + 4πM
Reluctancia (R)
La reluctancia de un material nos indica la oposición que dicho material ejerce al paso de
líneas de fuerza magnética a través de él. En cierta forma la reluctancia es un concepto similar
al de resistencia en un circuito eléctrico, hasta tal punto que podemos establecer una ley de
Ohm para los circuitos magnéticos que diga: «El flujo que se establece en un circuito
magnético es proporcional a la fuerza magnetomotriz proporcionada por la bobina e
inversamente proporcional a la reluctancia del medio por donde se establecen las líneas de
fuerza del campo magnético»:
Esta expresión también se conoce por ley de Hopkinson.
En ella se puede apreciar que en un principio hay una zona en la que B aumenta de forma
proporcional a H pero llegado a un determinado valor de H el crecimiento de B deja de seguir
la misma proporción y a los aumentos de la intensidad de campo les corresponden aumentos
pequeñísimos de inducción magnética. . A partir de ese punto, se dice que el material ha
alcanzado la saturación magnética.
Permeabilidad magnética.
Se puede comprobar experimentalmente que, al introducir en el núcleo de una bobina una
barra de hierro, se aprecia un notable aumento de las propiedades magnéticas de dicha
bobina.
Cuando se introduce en el núcleo de una bobina una sustancia ferromagnética, se aprecia un
aumento de líneas de fuerza en el campo magnético. Si llamamos B0 a la inducción magnética
que produce la bobina o solenoide con un núcleo de aire y B a la inducción magnética
conseguida al introducir una sustancia ferromagnética, tendremos que:
El parámetro μr representa el poder que posee la sustancia ferromagnética para multiplicar las
líneas de campo y se le denomina permeabilidad magnética. En este caso, se trata de la
permeabilidad relativa con respecto al aire o al vacío.
Este fenómeno lo podemos explicar valiéndonos de la teoría molecular de los imanes: «La
bobina con núcleo de aire produce un número determinado de líneas de fuerza. Al introducir
un trozo de hierro, éste se ve sometido a la acción de estas líneas de fuerza y sus moléculas
magnéticas tienden a orientarse. El núcleo de hierro ahora es un imán temporal que refuerza
la acción del campo magnético original».
En la práctica, se suele utilizar más el concepto de permeabilidad absoluta (µ). Ésta nos
relaciona la intensidad de campo que genera la bobina (H) con el nivel de inducción magnética
alcanzado al introducir una sustancia ferromagnética en el núcleo.
Electroimanes
Un electroimán consiste en un núcleo de hierro rodeado de una bobina que se imanta a
voluntad cuando hacemos pasar una corriente eléctrica y se desimanta en el momento en que
interrumpimos esta corriente.
Según como se disponga el núcleo de los electroimanes, éstos pueden ser de culata o de
núcleo móvil.
En los dos tipos de electroimanes, la parte móvil es atraída hacia el núcleo mientras
alimentamos la bobina con corriente eléctrica.
Las aplicaciones de los
electroimanes son muy variadas.
Frenos magnéticos, electroválvulas,
timbres, sistemas que separan los
materiales magnéticos de los no magnéticos, relés y contactores.
INDUCCIÓN ELECTROMAGNÉTICA
Cuando nos referimos a la inducción electromagnética estamos hablando de «producción de
electricidad por acción magnética»; es decir: «Cuando se mueve un conductor eléctrico en el
seno de un campo magnético aparece en dicho conductor una fuerza electromotriz que se
muestra como una tensión eléctrica en los extremos de dicho conductor».
Dicha f.e.m. depende de la velocidad relativa de corte de los conductores con las líneas del
campo magnético, y la f.e.m. aumenta con dicha velocidad.
Si el conductor es una bobina, además se observa que, al aumentar el número de espiras de la
bobina, también aumenta la f.e.m. inducida. Lo mismo ocurre si incrementamos el nivel de
inducción del campo magnético.
En resumen, se puede decir que la f.e.m. media inducida que se produce en una bobina
cuando en su movimiento corta perpendicularmente las líneas de un campo magnético regular
es igual a:
Donde N es el número de espiras de la bobina y la expresión Δɸ/Δt nos indica la variación del
flujo cortado por la bobina respecto al tiempo; es decir, lo rápido que varia el flujo magnético
en los conductores.
Se puede generar una f.e.m. inducida tanto si se mueven los conductores en el seno de un
campo magnético fijo, como si lo que se mueve es el campo magnético y se dejan fijos los
conductores. También se consigue una f.e.m. inducida en los conductores si se les aplica un
campo magnético variable, por ejemplo, proveniente de una bobina a la que se le aplica
corriente alterna.
La fórmula de la f.e.m. inducida media se puede expresar de otra forma. Para un conductor de
longitud L que se desplaza perpendicularmente a las líneas de un campo magnético de
inducción B a una velocidad v, tenemos que:
Einducida =B*L*v
E = f.e.m. media inducida en voltios (V).
B = Inducción magnética en teslas (T).
L = Longitud del conductor en metros (m).
v= Velocidad perpendicular en m/s.
Sentido de la f.e.m. inducida. Ley de Lenz.
La ley de Lenz indica que: «El sentido de la corriente inducida en un conductor es tal que
tiende a oponerse a la causa que la produjo» (principio general de acción y reacción).
Fuerza electromotriz inducida entre conductores cercanos.
Los campos magnéticos variables que desarrollan los conductores cuando son recorridos por
corrientes variables pueden inducir fuerzas electromotrices, al atravesar otros conductores
que se encuentren en su proximidad.
El transformador
Un transformador posee dos bobinados: uno primario y otro secundario que se arrollan sobre
un núcleo magnético común, formado por chapas magnéticas apiladas. Al conectar el
bobinado primario, de N1espiras, a una tensión alterna V1se produce en el núcleo magnético
un flujo variable (φ). Este flujo variable se cierra por todo el núcleo magnético y corta los
conductores del bobinado secundario, por lo
que se induce una fuerza electromotriz en el
secundario que dependerá de su número de
espiras.
En el caso de que el número de espiras del
secundario sea mayor que el del primario, la
tensión del secundario también será mayor. El
mismo razonamiento se puede hacer para un
transformador reductor.
AUTOINDUCCIÓN. BOBINAS
Seguro que habrás podido observar en alguna ocasión que, al abrir los contactos de un
interruptor, aparece entre los mismos una chispa de ruptura. Esta chispa es mucho más fuerte
en el caso de que el interruptor corte la corriente que alimenta a una bobina (motores,
transformadores, etc.). Estos fenómenos tienen que ver fundamentalmente con la
autoinducción.
La autoinducción, como su palabra indica, significa inducirse a sí misma f.e.m. Cuando por una
bobina circula una corriente eléctrica que es variable, ésta genera, a su vez, un campo
magnético también variable que corta a los conductores de la propia bobina. Esto origina en
ellos una f.e.m. inducida, llamada f.e.m. de autoinducción que, según la ley de Lenz, tendrá un
sentido tal que siempre se opondrá a la causa que la produjo.
Según esto, al cerrar el interruptor de un circuito que alimenta una bobina, aparece una
corriente eléctrica por la bobina que tiene que aumentar de cero hasta su valor nominal en un
tiempo relativamente corto. Esta variación de corriente por la bobina genera en sus
conductores un flujo magnético creciente que, al cortar a los mismos, provoca una f.e.m. de
autoinducción. El sentido de esta f.e.m. es tal que se opone a que el flujo se establezca y, por
tanto, la intensidad sufre una oposición y se retrasa (la tensión provocada por la autoinducción
tiende a restar los efectos de la tensión de la batería). Cuando la intensidad se estabiliza, la
f.e.m. de autoinducción desaparece y en la bobina aparece el flujo correspondiente.
Al abrir el interruptor, el flujo magnético que abraza a la bobina tiende a desaparecer, lo que
origina una f.e.m. de autoinducción de tal sentido que no deja que el flujo ni la corriente
desaparezca (la f.e.m. de autoinducción cambia de sentido y tiende a sumarse a la tensión de
la batería). La tensión que aparece entre los contactos suele ser tan grande que provoca una
chispa de ruptura entre los mismos. El valor de la f.e.m de autoinducción se hace mayor al
aumentar la velocidad con que abrimos los contactos del interruptor, y cuanto mejor sea la
capacidad de la bobina de generar flujo magnético.
Coeficiente de autoinducción
La f.e.m. de autoinducción de una bobina depende de la rapidez con que cambia su flujo, es
decir:
Ahora bien, dependiendo de la capacidad de generar flujo de la bobina, esta f.e.m. tendrá un
valor u otro. El coeficiente de autoinducción de una bobina nos dice la capacidad que tiene una
bobina de generarse a sí misma f.e.m. de autoinducción.
COMPATIBILIDAD ELECTROMAGNÉTICA.
Hoy en día se fabrican multitud de dispositivos eléctricos y electrónicos que producen
emisiones electromagnéticas de alta frecuencia. Estos campos electromagnéticos se propagan
con facilidad por el aire, por sus envolventes, por los conductores eléctricos o de transmisión
de datos. Debido al fenómeno de la inducción electromagnética, estos campos inducen señales
eléctricas en otros equipos cercanos que pueden llegar a perturbar el normal funcionamiento
de los mismos, dando lugar a lo que se conoce como interferencias electromagnéticas
(conocido también como EMI por sus siglas en inglés ElectroMagnetic Interference).
Existen multitud de ejemplos de interferencias, como el ruido al sintonizar una emisora de
radio, el mal funcionamiento ocasional del receptor de televisión, el disparo aleatorio de una
alarma, etc.
Para que se produzca la interferencia electromagnética tiene que existir la fuente que lo
origine, un receptor o víctima que se vea afectado por ella y, por último, un medio a través del
cual se propague la interferencia y se produzca así la perturbación.