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Módulo III de Psicologia Tema 3 La Agresividad y Las Fobias
Módulo III de Psicologia Tema 3 La Agresividad y Las Fobias
MÓDULO III
TEMA 3
Los animales pueden deprimirse, sufrir ansiedad, padecer fobias o tener problemas
de conducta, que les impiden convivir con normalidad en su entorno. Cada perro es
un ser único e irrepetible. Su personalidad depende de su carga genética, de las
peculiaridades de su raza y del trato y educación que recibe. Los canes tienen un
mundo emocional. Se estresan o entristecen, por lo que, además de velar por su
salud física, hay que hacerlo también por su estado anímico.
MIEDOS Y FOBIAS
El miedo es una reacción emocional saludable para los perros y en general para
todas las especies, incluida la humana, ya que temerle a una situación
potencialmente peligrosa es uno de los pilares de la supervivencia, pero cuando la
reacción temerosa es excesiva pasa a ser contraproducente y se transforma de ser
una conducta adaptativa y beneficiosa a una alteración del comportamiento
perjudicial para el animal y molesta para su propietario.
El término fobia puede ser definido como una reacción de intenso miedo, la cual
está fuera de proporción con respecto a la intensidad de la amenaza real del
estímulo que lo produce. En los caninos, los principales problemas de conducta que
se presentan con relación a este tema, son las fobias a las tormentas, a los
estruendos, a la gente, a otros animales, etc. En todos los casos, el animal queda
inmerso en un estado de gran ansiedad y ese desarreglo emocional lo lleva a
exhibir conductas anómalas, tales como la destrucción de objetos, eliminación
inapropiada, vocalización, intentos furiosos de escape y en muchos casos agresión
tanto hacia él mismo (automutilación) como hacia terceros.
-Sobreprotección o respuesta
exagerada por parte del dueño
hacia el perro cuando se
produce este tipo de ruidos, el
dueño tiende a consolarle con
caricias, cuando lo óptimo es
reaccionar como si no pasara
nada, para que el perro no se
preocupe. Si ve a su dueño
tranquilo, él se tranquilizará.
Es importante que el perro sienta que su amo está tranquilo, esto le dará
tranquilidad siendo más fácil que se calme. La indiferencia por nuestra parte
tenderá en muchos casos a tranquilizarle, pues pensará que si el resto de la
“manada” no se altera es porque no pasa nada.
Los problemas de miedo a los ruidos fuertes tienen que ser tratados ya que afectan
a la calidad de vida del perro. El miedo a los ruidos se puede curar con trabajo y
mucha paciencia.
que el perro empieza a ponerse nervioso con el ruido, dejar el volumen a ese nivel
durante media hora para que el animal se habitúe. Mientras tanto el dueño a de
actuar como si nada pasara. Cuando se observe al perro más tranquilo premiarlo
con caricias o un premio de golosina que le guste. Esta operación hay que repetirla
el tiempo suficiente para que el perro se habitúe al ruido y ya no se altere cuando
oiga un trueno, un petardo o un cohete.
Terapia con DAP – El DAP es una feromona de apaciguamiento canino que permite
modificar la percepción del estímulo de forma que parezca menos amenazante. Esto
es así porque durante el período de lactancia las hembras caninas segregan una
sustancia en la glándula mamaria llamada feromona apaciguante, que cumple la
función de calmar a los cachorros en situaciones de estrés producidas por entornos
extraños para ellos o por nuevas experiencias. Las propiedades tranquilizantes de
estas feromonas persisten en la edad adulta del perro. A diferencia de los fármacos,
no produce alteraciones físicas, ni somnolencia ni relajación muscular. El DAP ayuda
a crear un lugar seguro para el animal, en el que puede refugiarse cuando tiene
miedo. Se puede usar al interior de la vivienda con un difusor eléctrico DAP o fuera
de casa con un collar DAP. Junto con los ansiolíticos podemos usar el DAP a modo
de collar o de difusor que consiste en un producto que se impregna en el aire del
ambiente y relaja al animal.
Miedo a personas. Al salir a la calle y cruzarse con la gente el perro reacciona con
miedo, tirando de la correa y mostrando signos de ansiedad. Los perros muestran
miedo a las personas o a otros perros por dos
motivos: un problema de socialización o una
experiencia traumática.
El miedo hacia las personas puede desencadenar conductas agresivas en los perros.
Este tipo patológico de agresividad es el más importante después de la agresividad
por dominancia, y se manifiesta en respuesta a estímulos que son una amenaza
para el animal cuando éste no puede huir.
Es normal que tu perro se tenga que socializar con personas además de con el
dueño. Consejos para que sea más fácil:
Asegurarse de que la persona que interactúa con el cachorro le gusten los perros,
ya que hay personas que sienten miedo hacia los perros aunque sean cachorros.
Si se tiene un perro que reaccione con miedo hacia las personas desconocidas se
debe determinar las causas o estímulos que originan la respuesta. El aspecto físico
de las personas, mujer y hombre, situaciones o lugares, etc. Puede ser que no
tenga miedo si se mantienen quietas pero si alguna de ellas se dirige hacia el
animal, en un comienzo puede demostrar cierta ansiedad para a continuación
desencadenar en una conducta temerosa y/o huida.
El estudio detenido de las reacciones de estos perros nos indica que no pueden ser
encuadrados en un conjunto, ya que las relaciones parciales a un mismo estímulo
ostentan un carácter individual. Es un error frecuente proceder con demasiada
prisa, imposibilitando de ese modo poder
determinar las particularidades de la
marcha de los procesos nerviosos
fundamental en cada caso concreto,
relevando así la naturaleza individual de
cada uno.
En muchas ocasiones se dan casos de que perros que no pueden permanecer solos
en casa ni un minuto, son capaces de esperar tranquilamente sin embargo en el
coche. La razón es que en el coche se efectúan pautas variables de salida donde
abundan las de corta duración, por lo que efectuamos un proceso natural de
habituación a estar solo en el coche. En el domicilio, sin embargo, cuando se queda
solo lo dejamos de forma brusca y durante periodos muy largos, lo que le genera
ansiedad.
Hay muchos motivos por los comportamientos asociados con la ansiedad por
separación, es esencial diagnosticar correctamente el motivo del comportamiento
antes de proceder con el tratamiento. Si la mayoría, incluso todas, las siguientes
declaraciones, es posible que el animal tenga un problema de ansiedad por
separación:
Signos clínicos
- Vocalización excesiva
- Conducta destructiva
- Eliminación inapropiada
- Los signos más intensos se dan por lo general
durante la 1ª hora de ausencia y nuevamente
unos minutos previos al regreso cuando existe un ritual consistente de salida y
llegada por parte de la figura de apego.
- Salivación excesiva
- Nervioso ir y venir
- Jadeos
- Diarrea
- Vómito
- Granuloma acral por lamido
- Automutilación
- Anorexia
- Depresión o inactividad
- Temblores
- Gemidos, chillidos o aullidos
Técnicas simples
Evitar que las salidas y llegadas del dueño parezcan algo fuera de lo común. Por
ejemplo, cuando regresa a casa, no prestar atención al perro durante los primeros
minutos, pasados esos minutos se le debe acariciar suavemente.
Establezca una "señal de seguridad" esta puede ser una palabra o acción que el
dueño utiliza cada vez que se va de la casa para decirle al perro que regresará.
Normalmente, los perros aprenden a asociar ciertos indicios con ausencias cortas
de sus dueños. Por lo tanto, es útil asociar un indicio de seguridad con ausencias de
corta duración.
ausencia sea por un periodo de tiempo más largo de lo que el animal pueda tolerar,
ya que esto haría perder el valor del indicio de seguridad.
Preparar las actividades de salida de casa habituales: vestirse para salir, coger el
bolso, buscar las llaves etc. Acercarse a la puerta de salida y abrir, con la puerta
abierta volver a sentarse. Repetir esta acción hasta que el animal no muestre
ningún síntoma de angustia.
Por último, abrir la puerta salir y cerrar para regresar inmediatamente. Es necesario
ir acostumbrando al perro a estar solo poco a poco, con la puerta cerrada,
procediendo gradualmente y repitiendo cada pasa hasta que el cánido no muestre
indicios de angustia. El número de repeticiones variará, dependiendo de la
severidad del problema. En caso de que, en cualquier momento durante este
proceso, estas acciones produzcan una respuesta de ansiedad en el animal, es
síntoma de que el proceso se ha realizado demasiado rápidamente. Habrá que
regresar a un paso anterior en el proceso y practicar pasos anteriores hasta que el
perro no muestre ninguna reacción de angustia.
Una vez que el animal tolere sin angustiarse que el dueño está al otro lado de la
puerta cerrada unos segundos, se puede comenzar con ausencias de duración
corta, máximo de uno o dos minutos Este paso implica darle al perro una señal
verbal de seguridad, por ejemplo “ahora vuelvo” saliendo de casa para regresar
en uno o dos minutos. La entrada en la vivienda debe ser como si fuera algo
común. No prestarle atención al perro y después saludarlo calmadamente. Si el
Se deben practicar todas las ausencias que sean posibles siempre con una duración
máxima de diez minutos. Siempre que se observe que el animal está tranquilo,
aumentar gradualmente el tiempo de ausencia. Una vez que el perro pueda aceptar
las ausencias a corto plazo (30-90 minutos), normalmente podrá aceptar intervalos
más largos solo sin necesidad de repetir el proceso cada vez que el dueño piense
ausentarse por más tiempo. La parte difícil es al principio, pero el trabajo se vuelve
más fácil a medida que el animal avanza. Es muy importante proceder lentamente
al principio.
Otra técnica para reducir la ansiedad por separación del perro es practicar las
actividades de entrenamiento comunes “siéntate-quédate” o “abajo-quédate”,
utilizando el refuerzo positivo. El objetivo es que el cánido pierda de vista
brevemente al dueño mientras queda en la posición “quédate”. De esta manera el
animal aprende que puede permanecer calmada y felizmente en un lugar mientras
el dueño va a otro, aumentando gradualmente la distancia de separación con el
perro. Se puede hacer esto durante el transcurso de las actividades cotidianas
normales. Por ejemplo, si se está en la sala con el perro se puede ir a la cocina
ordenándole que se quede en el salón. Al regresar, si ha estado quieto darle una
golosina o acariciarlo tranquilamente.
Enseñar a nuestro perro una buena conducta higiénica es imprescindible para que
pueda convivir con nosotros en un entorno doméstico. El perro tiende a ser limpio,
si el régimen de salidas es regular, en poco tiempo sabrá que tiene que hacer sus
necesidades en la calle.
Hay sin embargo conductas higiénicas que si requieren tratamiento y son las
siguientes:
Micción por excitación. El perro sin muestra de sumisión se orina bien por juego,
ruido etc. se haría lo del caso anterior pero esta vez si se quiere también se puede
utilizar el tumbado.
Defecación por miedo. Puede ser debido a una fobia o a que el dueño proporciona
castigos exagerados al perro. Nunca se debe tratar con castigo. Debe ser tratado
como una fobia.
Ansiedad por separación. Cuando orinan o defecan por esta causa debe ser tratado
por esta causa como ya se ha explicado anteriormente.
hiperactividad, con qué frecuencia y bajo qué condiciones. También hay que
observar bajo qué contextos se calma el perro.
- Eliminación del castigo positivo en la vida diaria del animal, por estas dos causas:
dicho castigo en vez de suprimir la conducta la puede reforzar no eliminándola o
bien puede subirle los niveles de ansiedad al perro agravando la situación.
- Establecer unas rutinas al perro. Tienen que quedar bien marcadas las horas para
hacer sus necesidades, ejercicio físico, juego e interacciones, comida y descanso.
Hay que tener presente que el ejercicio físico aumenta los niveles de serotonina en
sangre y relaja al animal, a la vez que le permite desarrollar su conducta
exploratoria, lo que los equilibra física y mentalmente, amén de que puede prevenir
otros problemas de comportamiento.
El visitar lugares nuevos durante los paseos también puede ser muy estimulante
para el perro, ya que el perro encontrará nuevos olores, nuevos perros y nuevas
personas.
Ladrar excesivamente
Los perros ladran y por muy domesticado que esté, un perro debe ladrar. Algunas
razas, por motivos de genética o cruces acertados o no, ladran más que otras. Por
ejemplo, el chihuahua es un perro que puede ladrar por motivos de cruce que han
tenido como consecuencia el nerviosismo. Algunas razas de caza, como los
bassethounds y terriers, se utilizan para que ladren mientras comienza la caza y
otros como los huskies, alaskas y samoyedos aúllan, para estimular y dirigir a la
manada. Puede ser difícil de eliminar este comportamiento heredado en este tipo
de perros.
Si el perro ladra de vez en cuando para avisar o alertar sobre algo, no hay por qué
preocuparse. Sería muy extraño que un perro jamás ladrara. Incluso los perros más
callados necesitan soltar un ladrido a veces. El problema surge si el perro ladra de
manera recurrente cada vez que ve algo, escucha algo o por otros motivos.
Lo primero que debemos hacer para corregir un problema de un perro que ladra
excesivamente es, como en cualquier problema ya sea síquico o físico, identificar la
causa de la conducta del perro. Entre las causas posibles podemos encontrar:
- La soledad: La causa más común de los perros que ladran es porque están solos.
Los perros son animales de grupo, tienen un comportamiento social y deben tener
compañeros para sentirse seguros. En nuestra sociedad, su familia humana es
como un grupo de perros. El perro al que se le mantiene exclusivamente fuera de
nuestra vivienda, se le separa de su familia y se siente con ansiedad y aislado.
Ladra para expresar su soledad. La mejor solución para esta situación es permitir
que el perro viva dentro. Si esto no es posible, un segundo perro puede
proporcionar la idea de pertenencia al grupo del perro que ladra. Al seleccionar el
segundo perro escoger una raza tranquila con poca o nula predisposición al ladrido
excesivo. Debemos de pasar algún tiempo con ellos para que se sientan integrados
en un grupo y tengan un comportamiento social normal.
- Falta de Socialización: Si los perros han sido bien socializados es menos probable
que ladren excesivamente, ya que han sido expuestos a una variedad de
situaciones, han tenido contacto con personas, con otros animales, a ruidos, a
coches, etc. están adaptados a comportarse
equilibradamente y por tanto es menos probable
que ladren por miedo o por protección. Los
perros bien socializados viven dentro de casa
donde forman parte de la familia y aprenden,
diariamente, lo que es un comportamiento
aceptable, se sienten confortables alrededor de
gente nueva y situaciones nuevas. Todos los
perros deben ser expuestos positivamente a
situaciones nuevas y darles refuerzo positivo
siendo recompensados por su buen
comportamiento.
Si el perro ladra mucho cuando se queda solo, puede ser debido a un problema de
aburrimiento o un problema de ansiedad por separación en ambos casos la terapia
Enseñarle la palabra "Silencio" o "NO" para que sepa que es una orden y que sepa
que tiene que hacer. Para enseñar "Silencio" o "NO" será necesario producirle un
estímulo negativo, que puede obtenerlo con un rociador lleno de agua con zumo de
limón. Cuándo el perro ladre y no deba ladrar, rocíele la boca y diga, "Silencio" con
un tono de voz fuerte. Él sabor será una respuesta negativa a ladrar y él aprenderá
a dejar de ladrar para evitarlo. Este método se debe usar a los 2-3 segundos de
ladrar, o no tendrán efecto
Comportamiento destructivo
Según su estado emocional: Un perro que se lo deja sólo, puede que desgarre
prendas del dueño ya que añora su presencia, o por simple aburrimiento ya que el
"ejercicio" es de los más recompensable. Puede auto mutilarse, lamiéndose las
manos sin parar.
habrá que evitar que la causa que provocó el problema, vuelva a surgir como el
aburrimiento, escaso ejercicio, indisciplina, etc. por lo que se aconseja un programa
de educación en obediencia, ejercicio y atenciones diarias. Cuando se trata de un
problema de ansiedad, normalmente produce varios tipos de problemas de
comportamiento (ladrar excesivamente, hacer sus necesidades y además ser
destructivo).
Por ejemplo, si se trata de hacer agujeros en el jardín, quizá la única solución sería
enseñarle a realizar sus excavaciones en un rincón del jardín donde no moleste.
Para ello, se ha de preparar el lugar con tierra blanda y entierra a poca profundidad
un hueso, atraer su atención al lugar y recompensarlo cuando tome interés y acabe
por desenterrar el hueso. Poco a poco se va enterrando el hueso a más profundidad
y en sitios distintos, siempre haciendo agujeros sólo en ese rincón. Si
esporádicamente lo hace en otro sitio, se le pondrán "trampas" para que le resulte
desagradable.
AGRESIVIDAD
Lo primero a descartar es que la conducta agresiva del perro se deba a una causa
orgánica tal como alguna enfermedad: patologías encefálicas, epilepsia, disfunción
hormonal etc., o como consecuencia del dolor. Para descartarlo es necesaria una
revisión veterinaria del animal, ya que una buena cantidad de consultas por
agresión (alrededor del 15 al 20 % de los casos) terminan cuando los animales son
tratados por algún problema articular o una espina clavada en el cojinete.
El ataque físico es una estrategia de alto riesgo debido a las graves consecuencias
del daño, ya que los perros heridos tienen menos éxito transmitiendo sus genes a
los descendientes. Debido a esto, la evolución ha llevado a un complejo sistema
basado en amenazas y posturas que minimizan el riesgo de que se produzcan
agresiones para resolver disputas.
Psicofármacos
El principal neurotransmisor que se ve afectado en todos los tipos de agresividad
es la serotonina. Por lo tanto, los fármacos de elección para este tipo de
alteraciones del comportamiento serán aquellos que produzcan un aumento de la
concentración de serotonina en las uniones sinápticas neuronales. Consultar con el
veterinario.
Castración
La castración se puede utilizar como tratamiento complementario de la agresividad
competitiva; aunque siempre se dará prioridad a la modificación de la conducta.
Se debe realizar antes del año de edad, puesto que si se realiza de forma tardía la
conducta agresiva del animal puede deberse a multitud de factores, que no
solucionaríamos con una simple castración.
-Agresividad entre hembras. Esta es una alteración mucho más difícil de resolver
que la anteriormente citada porque la influencia hormonal es mínima, aquí el
desencadenante es el no establecimiento de un orden jerárquico entre las perras
que conviven juntas. Se necesita de un propietario que tenga un gran dominio
sobre las hembras que se agreden para que pueda inhibir en ellas el deseo de
confrontación. Igualmente aunque esto pasara, cuando el dueño no esté es muy
factible que las perras peleen, es por lo que está indicado separarlas cuando no
puede haber un control por parte del propietario.
Modificación de la conducta:
Educación básica, con el fin de que el perro pueda ser controlado cuando
inicie una acción agresiva.
Prever todas las situaciones que provocan miedo o temor y evitarlas
inmediatamente, con la práctica de ejercicios de obediencia básica.
Reforzar la obediencia básica en las situaciones en las que el perro no
presenta miedo, y generalizar mediante entrenamiento en muchos lugares.
Desensibilización y contra condicionamiento, con la exposición a situaciones
levemente temerosas, con el estímulo alejado.
Reducir progresivamente la distancia de los desconocidos, siempre bajo
control y con correa.
Si el perro mostrase miedo, el extraño debe retirarse, e iniciar el ejercicio en
la siguiente ocasión a aquella distancia a la que el animal no se mostraba
reactivo.
-Agresividad inducida por dolor. La agresión por dolor es una conducta que tiene
una función protectora para el animal ya que es un modo de defensa, no obstante,
es inaceptable que un animal muerda a su dueño cuando éste, por ejemplo le está
haciendo una curación o un lavaje ótico, etc. La forma de evitar este
comportamiento es habituar desde pequeño al animal a inhibirse ante pequeños
dolores que le produzca el dueño al curarle una otitis, sacarle un vendaje, etc.
Este tipo de agresión es la más frecuente de todas las conductas agresivas de los
caninos. Generalmente se observa en machos sin castrar, mayores de un año y
medio de edad, habiendo una mayor incidencia en los animales puros de raza, que
en los mestizos, esto es debido a que las cualidades estéticas que se premian en las
exposiciones caninas, tales como cola erecta, porte altivo, cabeza muy levantada,
son muy similares a las actitudes y gestos propios de animales dominantes. El
hecho de que los perros más premiados son quienes más posibilidades tienen de
reproducirse, lleva a una concentración de genes con estos caracteres
potencialmente dominantes.
El perro que es agresivo por dominancia, puede serlo con todos o con alguno de los
habitantes de la casa. Por lo común, son animales muy amigables con los extraños.
Debido a que el mundo de los caninos se maneja con gestos, posturas y contactos
corporales fuertes, y como el perro toma a su familia humana como si fueran
miembros de su jauría, los
estímulos específicos que
desencadenan la agresión son
los contactos corporales que
sus dueños tienen para con
ellos, tales como, caricias,
cepillado, intentos de
colocarles un collar o intentos
de sujeción.
Si el dueño fue permitiendo todas estas situaciones ya sea por temor o por
desconocimiento, el animal comienza a creer que es dominante sobre su dueño o
sea que éste es su subordinado y por consiguiente debe reprenderlo cuando no
cumple con las reglas caninas de subordinación.
Para conseguir el primer punto el propietario debe intentar evitar todas las
actitudes que puedan significar un reto de dominancia para el perro y así evitar las
situaciones potencialmente peligrosas. Para intentar conseguir el segundo punto
tratado se debe comenzar con un programa bien detallado de modificación de la
conducta como por ejemplo el retiro de afecto y atención social cuando el perro
muestra algún signo de agresividad, enseñarle algunos ejercicios simples de
adiestramiento como el sentarse y recompensarlo cuando lo hace bien, sacarlo a
caminar bastante tiempo para que gaste energías y porque un perro que es
agresivo con su dueño en la casa tal vez no lo sea en la calle por la inseguridad que
esta última le inspira.
-Agresividad inducida por juego. Un cachorro hace mucha gracia como juega y
como muerde siempre que no haga daño. Hay que enseñar al cachorro que no
puede morder al amo, ni siquiera sus manos. Tampoco puede jugar enseñando los
dientes, aunque no haga daño a nadie, es un comportamiento agresivo que seguirá
mostrando cuando sea adulto.
-Agresividad maternal. Una perra puede actuar defensivamente cuando esta con
sus crías. Es la agresión desarrollada por las perras con cachorros de pocos días de
vida, está influenciada hormonalmente y depende de la relación que tenga con sus
dueños que desarrolle esa conducta con los mismos.
Las razas predispuestas a esta enfermedad son: Maltés, Buldog inglés, Lhasa Apso,
Caniche Toy, Terrier de Boston, Pequines, YokShire Terrier, Chihuahua, Pomerania,
Cairn Terrier y Carlino.
ESTEREOTIPIAS
Hay diversas causas de tipo orgánico que debe tratar exclusivamente el veterinario
mencionamos las más frecuentes:
La dermatitis acral por lamido puede afectar a perros de ambos sexos y de todas
las razas, sin embargo, los perros que tienen más de cinco años son afectados con
mayor frecuencia. Las razas predispuestas a esta condición incluyen al Gran-Danés,
Doberman, Pinscher, Labrador retriever, Golden retriever, Pastor Alemán, Setter
Irlandés, Mastín Napolitano y Mastín Español.
-Pica: se produce cuando nuestro perro ingiere sustancias u objetos que no son
propios de su alimentación habitual. Otra clase de pica muy frecuente, junto con la
coprofagia, es la ingestión de piedras. La pica es una parte de la conducta normal
de exploración en los perros jóvenes y por eso es mejor proporcionar un entorno
enriquecido variado que satisfaga las necesidades de exploración segura. En
ocasiones, las menos, se deberá a un problema nutricional o a alguna enfermedad
que provoque trastornos digestivos, especialmente relacionados con falta de
enzimas digestivas, como ocurre en la insuficiencia pancreática exocrina. Teniendo
en cuenta estas circunstancias, es importante descartar antes de iniciar cualquier
tratamiento modificador de esta conducta, la presencia de algún problema
relacionado con el aparato digestivo.
Son muchas las enfermedades del perro que provocan un aumento de la sed, y
todas ellas deben ser
descartadas antes de tratarlo
como un problema de
conducta. La fiebre, los
problemas digestivos, las
patologías renales, los
problemas hepáticos, las
infecciones de matriz, la
diabetes azucarada, la diabetes
insípida, el síndrome de
Cushing, pueden ser la causa
de la presentación de este
síntoma Afecta principalmente
a perros de razas grandes. El
tratamiento consistirá en restringir el consumo de agua, y en determinar y eliminar
las causas del estrés.
Tratamiento
Hay un abanico de soluciones que se deben aplicar según el caso, os ponemos una
pequeña pauta para poder intentar saber la causa y mejorar la situación:
Esparcir su ración de pienso por el suelo para que tenga que ir olisqueando las
bolas, el trabajo de olfato es primordial para reducir el estrés ya que es una de las
acciones que más les tranquiliza. Búsqueda de objetos por la casa, muy relacionado
con el olisqueo, les hace trabajar la mente y el olfato.
Es habitual que en las manadas de lobos la hembra dominante impida que las
hembras de status inferior se apareen. Sin embargo, después del parto, las que
amamantan y cuidan de los lobeznos son precisamente estas lobas cuyo ciclo
hormonal se ha visto alterado de tal manera, que su semejanza con la verdadera
madre es total.
Uno de los síntomas más evidentes, es que la perra adoptará juguetes y peluches
como si se tratara de sus propios cachorros y se paseará con ellos de un lado a otro
de la casa, nerviosa, con un gimoteo constante. Algunas hembras se muestran
agresivas e impulsivas si tratamos de arrebatarles ese juguete que considera su
cría.
Tratamiento:
Determinados estímulos
inciden en el SNC para
producir una respuesta en
cada momento. Estos
estímulos pueden ser
externos (ambiente) o
internos (hormonales). La
respuesta producida
(conducta) puede ser innata
(estereotipada) o aprendida
(experiencia).
Los trastornos por agresividad en gatos adquieren, por su frecuencia, una gran
relevancia. Dicha agresividad se puede manifestar en una variada gradación desde
las más sutiles, con miradas fijas o posturas del cuerpo, o pueden consistir en
encuentros activos que implican bufidos, gruñidos, persecuciones, arañazos y
mordiscos.
Normalmente la persistencia en
actitudes agresivas aumenta
rápidamente cuando estos gatos son
reprobados en su comportamiento,
reprimidos, encerrados o corregidos.
La nutrición intrauterina inadecuada o
durante el periodo neonatal puede
condicionar el futuro compartimiento
del gato. Asimismo la actitud de la
madre es vital en el proceso de
socialización ya que los cachorros
imitarán los modelos de
comportamiento de su entorno.
-Agresividad en el juego: Los cachorros que han sido criados a biberón y no han
sido corregidos por su madre u otros hermanos de la camada por el juego violento
pueden desarrollar un tipo de juego no apropiado con arañazos y mordiscos.
Ciertas conductas que pueden ser clasificadas como agresivas son únicamente
conductas de juego. Las actuaciones de juego se describen con secuencias motoras
en consonancia con los movimientos característicos de la conducta depredadora.
Habitualmente la conducta de juego acaba con un ataque dirigido normalmente a
las manos o a los tobillos, especialmente si están en movimiento; en ocasiones, el
ataque es lo suficientemente intenso como para causar lesiones.
Existen ciertas diferencias entre el juego inapropiado descrito y un ataque con una
intencionalidad real. Los ataques que forman parte del juego no van acompañados
de piloerección, ni de posturas características de ataque o defensa la secuencia
motora que precede al ataque es la propia de la depredación.
La agresividad redirigida
puede ser confundida con un
problema de agresividad por
causa orgánica, que suele ser
también poco predecible.
Es necesario la identificación
de la causa que la provoca
para poder hacer un
diagnóstico preciso, y debe
descartarse antes, que alguna enfermedad que causa malestar o dolor en el gato.
a) La agresividad por miedo: Se inicia de manera súbita y sin causa conocida entre
gatos que habían convivido pacíficamente hasta entonces. Los gatos se agreden
siempre que se encuentran de forma accidental, y presentan las posturas
características de agresividad defensiva. Para habituar de nuevo a los gatos, sin
que mientras tanto puedan lesionarse, se pueden mantener a los animales
separados excepto breves períodos de tiempo o sesiones de habituación. Se
colocarán a los gatos en jaulas o trasportines durante las sesiones, de forma que se
vean, pero no puedan atacarse. El procedimiento es exitoso también si
introducimos un nuevo gato en casa, y el que ya estaba no le recibe con mucho
entusiasmo. Como nota curiosa y destacable, en cada sesión de aproximación se
intercambien los trasportines, de forma que los gatos se expongan al olor del otro.
Asimismo es muy recomendable que durante la sesión se les pueda alimentar con
su comida predilecta.
Los gatos que viven en compañía de otros gatos o en grupo se frotan y lamen unos
a otros para diluir el olor de cada uno de ellos en una especie de olor compartido.
Por lo es necesario seguir las siguientes actuaciones en las habitaciones donde se
guardan los gatos pueden intercambiarse después de cada exposición para que
cada gato capte el olor del otro. El olor también se puede transferir de un gato a
otro frotándoles con una toalla alternativamente.
b) La intrasexual es dimórfica:
aparece más en machos que en
hembras. Es más intensa en las
épocas de reproducción, siempre
que dos machos se encuentran. La
castración es el tratamiento de
elección y suele ser eficaz en el
90% de los casos.
Las sociales y territoriales son las que utilizan para marcar otros miembros de su
grupo, ya sean objetos, otros gatos, humanos u otras especies. Las utilizan
frotando la cara, el cuerpo y la cola. También las territoriales están en las
almohadillas plantares al rascar verticalmente con las uñas.
-Las uñas como marcaje territorial: Los gatos son animales digitígrados, es decir,
caminan sobre sus dedos y no sobre las plantas. Todos sus huesos, articulaciones,
músculos y tendones están diseñados para soportar y distribuir el peso entre sus
cuatro patas y lograr la máxima eficiencia en la locomoción y el salto. La forma de
los dedos y su especial forma de apoyo en el suelo mantienen todas estas
estructuras en la angulación y alineación apropiadas.
Las uñas o garras sirven para mantener el equilibrio, para ejercitar y para estirar
los músculos de sus miembros anteriores, hombros y espalda. Sirven como
defensa, para trepar, y por medio de las garras los felinos "marcan" su territorio
con fines sociales.
El rascado deja tanto una señal visual como olfativa; la señal olfativa es debida a la
secreción de las glándulas interdigitales. Ya que los animales pueden ocasionar
destrozos importantes es necesario corregir la conducta con rascadores que se
colocarán en un principio en los lugares que el gato utiliza para dormir y la altura
debe facilitar al gato alcanzarla con sus extremidades anteriores, mientras se apoya
en las posteriores.
Desgraciadamente lo que ocurre con más frecuencia es que una vez que el gato ha
escogido un lugar determinado, se afile y marque con las uñas siempre en él.
La oniquectomía no es una
"simple" cirugía, sino 10 dolorosas
amputaciones de la tercera falange
a la altura de la última articulación
de cada dedo. Es una cirugía con
una alta tasa de complicaciones, si
la comparamos con otras cirugías
de rutina. Las complicaciones más
comunes suelen ser:
-Marcaje con orina: El marcaje territorial con orina es una conducta dependiente de
andrógenos y que por tanto se manifiesta principalmente en machos no castrados y
maduros sexualmente, es decir, a partir de los 6- 7 meses de edad. Sin embargo,
el problema puede afectar a un escaso porcentaje de machos castrados y de
hembras. En este último caso, el marcaje con orina es más frecuente durante la
época de celo. Existe, además, una marcada variabilidad individual en la tendencia
a manifestar esta conducta.
-Interacción con otros gatos. El marcaje con orina tiene una función comunicativa,
informando a otros individuos de la presencia y características del animal que ocupa
un determinado territorio. En consecuencia, el problema es más frecuente en
aquellos gatos que están en contacto con otros individuos de su especie. Más
concretamente, el marcaje con orina se manifiesta con una frecuencia
particularmente alta en lugar, el gato doméstico no utiliza las heces para marcar el
territorio. En consecuencia, cuando la orina aparece acompañada de excrementos,
es muy probable que no estemos ante un problema de marcaje territorial, sino ante
un problema de defecación/micción por causa orgánica o bien ante un problema
causado por las características del lugar destinado a la defecación y micción.
El primer paso a seguir es excluir la posibilidad de que una patología pueda influir o
ser la causa del problema de eliminación. En función del patrón de eliminación
observado y del resto de la historia
clínica, se decidirán que test
realizar (examen físico,
neurológico, analítica de sangre,
urianálisis, etc.). No solo
enfermedades asociadas a las vías
urinarias sino problemas
traumatológicos o endocrinopatías
son algunas de las patologías que
pueden desencadenar un problema
de eliminación inadecuada. A
diferencia de los perros, los
problemas de comportamiento con causa orgánica son menos frecuentes y suelen ir
asociados a la presencia de otros síntomas físicos, lo que facilita la detección del
problema orgánico.
Problema de marcaje:
Los problemas de CIF son muy difíciles de diagnosticar ya que sólo mediante
cistoscopia podemos confirmar que se trate de este problema. En muchas ocasiones
el urianálisis es completamente normal y por lo tanto en la mayoría de las
ocasiones sólo podremos llegar a un diagnóstico presuntivo. Las causas de la CIF
no se conocen con certeza pero se sabe que se trata de una combinación de
factores físicos (déficit deglicosaminoglicanos en la pared de la vejiga) y de factores
estresantes.
Problemas de marcaje:
• Castración si el gato no está castrado.
• Eliminar el estímulo estresante o habituar al gato al mismo.
• Corregir aquellas características de la bandeja que consideremos
inadecuadas (ver apartado anterior).
• Limpiar correctamente las manchas de orina.
• Evitar que el gato pueda acceder a las zonas que marca (suele tratarse de
una medida temporal).
Enriquecimiento ambiental.
Conclusiones:
Muchas son los factores que
pueden desencadenar y/o influir
en un problema de eliminación
inadecuada. Por lo tanto, es muy
importante conocer los factores
de riesgo y familiarizarse tanto
con el protocolo diagnóstico como
con las diferentes estrategias de
tratamiento.
Los gatos que son poco atendidos por sus propietarios, o los animales que son
excesivamente atendidos y con una constante compañía de seres humanos, la
inactividad física y carencia de fuentes de actividad alternativa, juego y contacto
con otros gatos o con miembros de la familia, puedan originar frustración.
La falta de estímulos originados por un ambiente muy pobre.
La interacción con las personas con las que conviva el animal. Los gatos prefieren
una rutina de interacción consistente y predecible, que les ayude a tener sensación
de control sobre su entorno y así reducir su ansiedad.
el ser humano. La ansiedad parece ser la causa común en todos los desórdenes de
conducta, la cual es debida a los conflictos que se plantean con el medio ambiente.
Se apunta que algunos problemas que suponen una conducta destructiva pueden
tener etiologías subyacentes más graves y más complejas como la ansiedad. En los
gatos se manifiesta con arañamiento a objetos, lo que se convierte en un problema
para el dueño cuando son destruidos las paredes, los muebles y la moqueta. Estos
comportamientos destructivos pueden corresponder a una conducta de evasión
resultante a una situación que les causa ansiedad.
LA ESTEREOTIPIA EN GATOS
1) Comportamientos anormales
fisiopatológicos, los cuales a su vez se
dividen en:
2) Comportamientos anormales
originados en las experiencias tenidas
por el animal.
ACICALADO: Auto lamido compulsivo; mordisqueo del pelo; granuloma acral; etc.
Dermatitis psicogénica.
Asimismo, independientemente de
las causas que originaron la
conducta compulsiva, un hallazgo
harto frecuente es que la gran
mayoría de los gatos que
presentan esta alteración
conductual, presentan un nivel
muy elevado de ansiedad
generalizada.
En primer lugar se debe evitar el reforzamiento de la conducta del animal por parte
del dueño. En segundo término se debe enseñar al propietario a que cuando su
animal exhibe la conducta compulsiva debe desviársele la conducta a través de algo
que llame la atención del gato sin que sea un reforzamiento (comida) sino haciendo
algún ruido, tirándole un bollito de papel metálico para que lo corra, etc.
Por último, se debe alentar al dueño a realizar el enriquecimiento del ambiente del
animal, que no es otra cosa que intentar
interactuar más con su animal. Esto es
importante porque muchos propietarios
de gatos tienen la creencia que los
mismos no necesitan jugar, interactuar
con ellos o que no necesitan realizar
ejercicios físicos y creen que los gatos
son animales que, una vez castrados,
sólo comen y duermen.
Para que un gato esté bien, entendido este concepto como que pueda desarrollar su
etograma en unas condiciones mínimas y disfrute de un equilibrio homeostático que
le permita adaptarse a los cambios del ambiente (euestrés), necesitaría de unas
condiciones ambientales mínimas que le permitieran cumplir con sus
comportamientos naturales: jugar, cazar, dormir, comer y hacer sus necesidades
en un sitio tranquilo, disponer de territorios separados según actividades y demás
animales existentes, acicalarse, etc.
La noción de bienestar es subjetiva, porque un gato no nos dice si está bien. Por
eso es tan importante estudiar su comportamiento normal, la forma en que éste se
distribuye en el día (etograma) y sus pautas y posturas de comunicación, para
poder identificar el momento en el que el euestrés se convierte en estrés crónico y
en el que ya lleva asociada una u otra patología.