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Messidor Comunicación
Eliseo Ferrer
Ateísmo y Materialismo Metodológico
(Carta a una católica recalcitrante)

Advierto a los especialistas que esta «Carta a una católica...» es un escrito bastante liviano con el
que anuncié un texto más elaborado, todavía pendiente, al objeto de explicar la metodología ma-
terialista que utilizo en mi teoría del cristianismo y en mi búsqueda de las bases para una teoría
de la construcción de lo sagrado. Ocurrió no obstante que, por un error de la persona encargada
de la mecanografía, y dada la simplificación, se terminó diciendo lo contrario de lo que yo quería
decir en la parte más importante del texto. Con esta reedición, corrijo ese gran error y mantengo
la promesa de un escrito más elaborado en este mismo sentido.

7 de Enero de 2023

C
omo ya saben muchos de los ami- sado mes de diciembre me animé al fin a
gos de esta red social, suelo organi- proponer un debate de carácter general
zar casi todos los meses un sobre mi libro «SACRIFICIO Y DRAMA
foro-debate en Academia.edu sobre asun- DEL REY SAGRADO. (Genealogía, an-
tos que normalmente giran en torno a la tropología e historia del mito de Cristo»).
antropología social y cultural, pero tam- Porque, aunque la mayoría de los temas
bién relativos a asuntos destacados de la debatidos el pasado año, fueron asuntos y
historia antigua y de la crítica textual, cam- materias contenidas en este libro, no me
pos en los que normalmente se desenvuel- había animado a someter a discusión el
ven mis trabajos. Los considero una libro en su totalidad.
gimnasia y un ejercicio dialéctico impres- Un debate que resultaba complicado,
cindible para mantenerme en forma, al obviamente, porque el libro tiene 784 pá-
tiempo que aprendo mucho en ellos de los ginas, muchas de las personas que partici-
participantes; pues, aparte de los inevita- paron lo estaban leyendo o no habían
bles iluminados (creyentes o increyentes) terminado de leerlo; y los aspectos que se
que alumbran nuestros caminos, lo normal abordan en él son múltiples, variopintos y
es encontrar mucha gente cabal, muy culta heterogéneos, aunque siempre guiados
e inteligente (creyentes y no creyentes) de por las líneas directrices de la antropolo-
la que se pueden aprender muchas cosas. gía, la historia antigua y la crítica textual.
Es decir, he organizado foros-debate Por eso, aun a riesgo de llevar a los partici-
muy fructíferos sobre mitología; sobre pantes a esas odiosas consideraciones ge-
asuntos controvertidos de los orígenes del néricas de «me gusta» / «no me gusta», me
cristianismo; sobre las influencias cultura- armé de valor y lancé el debate. Y, puesto
les helenísticas en el judeo-cristianismo que esperaba la visita y la participación de
primitivo; sobre el zoroastrismo, enfocado gente que no disponía del libro (de ciertos
desde nuestra perspectiva cultural y reli- profesores, pero también de muchos estu-
giosa, etc., etc., etc. Y ocurrió que el pa- diantes interesados), publiqué como base
Eliseo Ferrer / Ateísmo y materialismo metodológico

del debate el preámbulo de 39 páginas, los tros alguna solución a sus carencias espiri-
índices completos y las catorce páginas de tuales y religiosas? Se me ocurren varias
referencias bibliográficas. respuestas a esta pregunta, las más extre-
Evidentemente, la crítica en este con- mas de ellas, interpretar el gesto como una
texto, positiva a negativa, no se puede sutil provocación, o tomarlo por el lado de
equiparar al valor que puedan ofrecer las la cortesía del diálogo. Por cuestiones de
reseñas bibliográficas o la crítica pormeno- educación y de corrección política me
rizada, pero entendí que era una forma de quedo con la segunda.
pulsar la impresión que producía un libro 2) No entiendo ni me cabe en el cabeza
como éste entre un público universitario tampoco que alguien que se declara ateo y
muy diverso dentro del ámbito hispano- materialistas dedique un libro de casi mil
americano. Y la experiencia, igual que páginas a indagar y explicarnos el papel de
había ocurrido en debates anteriores, re- Cristo, el Hijo de Dios, en el cristianismo.
sultó enormemente satisfactoria, ya que ¿Tanto le preocupan los temas religiosos a
hubo aportaciones de carácter elogioso alguien que presenta semejante perfil aca-
muy sólidas de especialistas creyentes e in- démico? Si se me permite el humor negro,
creyentes de EE.UU, Italia, Argentina, ¿su ateísmo no será uno de esos ateísmos
Uruguay, México, Colombia y, por su- “por la gracia de Dios”? ¿O es que busca
puesto, España. Sorprendentemente, soluciones a sus carencias?
salvo algunas objeciones de las que tomé 3) Resulta que descubro por el índice,
buena nota, nadie me criticó, ni mucho ni que no deja lugar a dudas, que todo el libro
poco; supongo yo que por un exceso de parece ser una especie de preámbulo para
respeto y cortesía hacía el anfitrión, qué se llegar a la conclusión en el último capítulo
yo… Pero he aquí que un buen día apare- de que el Cristo de la Iglesia es “el Cristo
ció una experta española, católica, univer- de la servidumbre” frente a los otros Cris-
sitaria y de Sevilla, que puso mi libro patas tos (solar, cósmico, gnóstico) que dibuja
arriba y en la picota (sin «haberlo leído»), en las páginas anteriores. Aquí al señor Fe-
afirmando cosas como las que siguen (re- rrer creo que le traiciona un poco el sub-
sumo textualmente): consciente y esto se ve con claridad.
4) No me cabe en la cabeza tampoco
«La verdad es que lo poco que sé del que se puede escribir un libro sobre Jesu-
autor, Eliseo Ferrer, lo he sacado de Goo- cristo sin hablar ni una sola vez en el índice
gle —señaló la señora Guardini—, donde he de sus muchas páginas de Jesús de Naza-
descubierto que este señor se declara ateo ret.
y materialista. De la obra expuesta a discu- 5) Y finalmente, y derivación de lo an-
sión, sin embargo, el índice y el prólogo terior, no me cabe en la cabeza tampoco
nos ofrecen mucha información, pero por que se pretenda hacer una teoría del cris-
supuesto no suficiente para hacer una crí- tianismo, como ambiciosamente se señala
tica certera. Por eso, advierto de que lo que en el prólogo del libro, y no se hable ni una
digo más abajo parte de estos presupues- sola vez en el índice de Jesús de Nazaret.
tos insuficientes: ¿Se ha olvidado su autor de Jesús? No, pa-
1) No entiendo que alguien que se de- rece que no. Por lo que se señala en el pró-
clara ateo y materialista nos invite cortés- logo, parece ser que el cristianismo del
mente a participar a los creyentes de señor Ferrer es un cristianismo que se ma-
Academia. ¿Será por que espera de noso- nifiesta en el mundo judío, tras una larga
Carta a una Católica Recalcitrante

pugna de siglos y milenios del ser humano inspirado por el gran maestro Gustavo
luchando por la supervivencia. Bueno, el apellido «esencial» o «esencia-
Muchas gracias por la invitación y por lista» por razones de seriedad y rigor con-
permitirme expresar lo que pienso. ceptual; principalmente, para precisar mi
posición frente a otros ateísmos que me
RESPUESTA A son completamente ajenos e indiferentes
MI INTERLOCUTORA (el ateísmo antirreligioso, muy particular-
Señora Guardini, voy a intentar abre- mente, me bloquea en sus redes y foros).
viar al máximo, porque lo que usted pro- Es decir, el «ateísmo esencialista» que
pone, puede llevarme a escribir muchas practico vendría a conformar una actitud
páginas, y creo que éste no es el lugar (frente a la teología) que consideraría a
apropiado, dadas las características de este Dios como una construcción histórica (an-
foro de debate. Como decía Marshall trópica) y que bajo ningún concepto discu-
McLuhan hace décadas, el medio nos tiría su existencia… Digamos que el
obliga generalmente a elegir el tipo de ateísmo esencial o esencialista no discute
mensaje; por lo que voy a omitir todo aque- la existencia de Dios no porque sea una
llo que considero innecesario. Así, le ha- construcción antrópica e histórica, ojo,
blaré por separado de mi «ateísmo», de mi sino porque considera que, en el plano
«materialismo», de mi «olvido de Jesús de esencial y de las ideas, tal y como fue con-
Nazaret» y de mi derecho inalienable a cebido por Aristóteles, por Filón de Ale-
ocuparme de Cristo siempre que me venga jandría, por el Gnosticismo cristiano y por
en gana. los obispos católicos, Dios conforma un
En relación a lo de «ateo y materia- constructo (o una «revelación» humana, si
lista», da la sensación que usted convirtiera lo prefiere) inconcebible, inefable, inabar-
unos rasgos, en mi caso meramente gno- cable e inimaginable.
seológicos o epistemológicos (como Por eso, he de decirle que, de todas las
quiera llamarlos, puesto que mi subjetivi- referencias teológicas que le enumero, los
dad y mis gustos no le interesan absoluta- más afinados, acertados y perspicaces,
mente a nadie en este foro), en una desde mi punto de vista, creo que fueron
etiqueta que permitiera franquear o no los «herejes» gnóstico-cristianos de los si-
franquear la puerta de su mundo ideoló- glos primero y segundo de nuestra era,
gico (no digo del mundo de sus ideas, que quienes definieron a Dios en términos de
es mucho decir). Que los convirtiera, en teología apofática (muy próxima a mi
definitiva, en la llave maestra que validara, ateísmo). Unos «herejes» éstos que, más
sancionase ideológicamente y separase, allá de haberse convertido en carne de
desde su punto de vista, el «pecado» de la cañón, en objeto de negación y aniquila-
«virtud»; la «herejía» de la ortodoxia; lo ción por parte de la ortodoxia de su Iglesia,
«legal» de lo «ilegal»; lo «correcto» de lo fueron los genuinos representantes del
«incorrecto», etc., etc., etc. verdadero misticismo cristiano frente al
materialismo cosmológico de la Iglesia
1. Sobre ateísmo. triunfante. A los ateos esenciales o esen-
En relación al ateísmo, he de decirle cialistas, como ve, nos ocurre lo que les
que, puesto que se trata de un concepto in- ocurre a muchos egregios representantes
sustancial, escasamente definido y enor- del más radical misticismo espiritual (a
memente genérico, adopté hace ya tiempo, quienes también condena su Iglesia), que
Eliseo Ferrer / Ateísmo y materialismo metodológico

ven a Dios como una intuición inconmen- pongo un ejemplo, para que me entienda:
surable, inabarcable, indefinible e inefa- ¡la revelación divina!... Mientras para su
ble, a la que no pueden acercarse o solo idealismo ideologizado (valga la redundan-
pueden aproximarse a través del lenguaje cia), la revelación es algo literal y textual,
apofático y negativo. Dirá usted que los ex- indudable y realmente acaecido (Yahvé
tremos se tocan… Y tiene usted toda la descendido del cielo en el Sinaí, entre-
razón del mundo, señora mía. gando las tablas de la Ley al pueblo de Is-
rael a través de Moisés), para mi
2. Sobre materialismo. materialismo metodológico la revelación
Si el término «ateo», o «ateísmo», es divina es algo ajeno a la trascendencia que
algo insustancial, vago e indefinido, creo únicamente ocurre en la vida de los hom-
que es mucho más problemático y confuso bres como constructo temporal: es, nada
aún lo que ocurre con la etiqueta «materia- más y nada menos, que una autorrevela-
lismo». Tentado estoy de hacerle una his- ción humana, una construcción de len-
toria de la construcción de sus acepciones guaje que los hombres se dan a sí mismos
y significados a lo largo de los dos últimos cuando empiezan a sentirse divinos y supe-
siglos y de hacerle también una clasifica- riores al resto de los animales, muchos de
ción doxográfica de los distintos materia- los cuales fueron previamente divinizados.
lismos en función del proceso de Por supuesto, yo no niego eso que usted
comunicación al que nos refiramos. Pero llama la vida «espiritual», ni el mundo de
no tengo ni espacio ni tiempo en estos mo- las ideas, ni las infinitas posibilidades re-
mentos. Por lo que voy a explicarle con ales, fantásticas o imaginadas que nos
brevedad que mi materialismo es, en el te- pueda ofrecer el lenguaje y la narración
rreno que nos ocupa, estrictamente meto- mitológica o científica. Pero entiendo que
dológico. Es decir, es uno de los todo ello es un producto humano que hay
presupuestos básicos de mi método de tra- que perfilar y organizar conceptualmente,
bajo, según el cual, tanto en el terreno an- si no queremos sucumbir a la locura implí-
tropológico como en el histórico o en cita en la desbordante fantasía humana.
cualquier otro terreno científico, niego va- Para Federico Engels, la vida espiritual
lidez tanto a la presuposición de la existen- brotaba no de la trascendencia, sino de la
cia de entidades puramente espirituales dialéctica de la Naturaleza. Para el Materia-
(trascendencia) como a las ideas abstractas lismo Filosófico (de G. Bueno), mucho
(puras) arrancadas de sus contextos socio- más elaborado y complejo, la vida psicoló-
culturales y aisladas del proceso de relacio- gica y «espiritual» estaría incluida dentro
nes de los sujetos operatorios (los de uno de sus tres géneros de materiali-
hombres) con sus respectivos medios (que dad. Para mí, en esta misma línea, la «vida
conforman el mundo). espiritual» no surgiría de una transmuta-
Mi metodología materialista niega la ción alquímica de la Naturaleza sin más, ni
trascendencia, niega los espíritus, niega tampoco del Principio Antrópico ni de un
las ideas puras y niega también los univer- humanismo ingenuo e idealizado; sino de
sos ocultos e inmanifestados de ciertas cul- las relaciones que (desde su condición
turas antiguas: asuntos que, como digo, zoológica) los distintos grupos humanos
rechazo desde un punto de vista etic, pero han mantenido a lo largo de la prehistoria y
que se convierten en el leit motiv de mis de historia con los animales y los contextos
trabajos, desde un punto de vista emic. Y le circundantes, construyendo instituciones
Carta a una Católica Recalcitrante

culturales; transformando primero el desconocido del hinduismo. Para una


mundo con las manos, luego con las herra- cristofanía ecuménica. Madrid, 1994).
mientas clásicas y finalmente con la inteli-
gencia artificial y otros instrumentos 4. Mi olvido de Jesús de Nazaret.
digitales. Sobre este asunto, del que también ha-
Otra cosa, señora mía, es el grosero bría mucho que decir, resumo mi posición
«materialismo moral» del lenguaje común con una nueva cita del mismo libro de Rai-
y aquella doxografía materialista referida a mon Panikkar, a quien estoy seguro usted
procesos de comunicación completamente no le pondrá la más mínima objeción, dada
diferentes a la metodología de estudio e in- su adscripción espiritualista, idealista y ca-
vestigación de las ciencias sociales, de la tólica. Toda la tesis de Panikkar contenida
antropología y de la historia. en este libro (El cristo desconocido del hin-
duismo) estuvo dirigida, dada su tradición
3. Mi derecho de pecador al Cristo. intelectual multicultural y multirreligiosa,
Podría hacer, dentro de este epígrafe, a «un encuentro sincero» entre el cristia-
una negra humorada y decirle que, como nismo y el hinduismo; y quizá por eso sub-
pecador («ateo y materialista»), tengo tituló este libro con el ambicioso reclamo:
mucho más derecho que usted al Cristo «Para una cristofanía ecuménica». No obs-
salvador y redentor. Pero, como me consta tante, y para no engañar a los lectores
que lo que yo le diga en este terreno va a sobre el verdadero propósito y los riesgos
entrarle por una oreja y va a salirle por de la obra, Panikkar dejaba muy claro que
otra, voy a referirle una cita tan solo del fi- toda su formulación relativa al común me-
lósofo y teólogo hispano-indio Raimon Pa- diador cristiano e hindú (Īśvara-Cristo) iba
nikkar, idealista, católico y orientalista a encontrar un escollo difícilmente salva-
muy próximo al misticismo, miembro del ble, si desde el lado cristiano se solapaba el
Opus Dei durante un par de décadas y pro- elemento «teohistoriológico» de un hijo de
fesor universitario en la India y en varias María llamado Jesús, arrebatando el prota-
universidades norteamericanas: gonismo y la prioridad al Logos.
«Cristo no es en ningún caso monopo- «Pues no solo el concepto cristiano de
lio de los cristianos —afirmaba Panikkar—, historia es, en cierto modo, ajeno al espí-
pues Cristo no pertenece al cristianismo, ritu indio —concluía Panikkar—. Admitir la
sólo pertenece al Padre. El cristianismo y idea cristiana de la historia [...], es ya pre-
el hinduismo expresan y descubren suponer el concepto cristiano de Cristo.
ambos su creencia en el misterio teán- Pero no debemos olvidar que la primera in-
drico, aunque de dos maneras diferentes. terpretación filosófica de Cristo empieza
Por una parte, los cristianos afirman po- por un discurso sobre el “Logos” hecho
seer un conocimiento único, una inten- carne y no por un discurso sobre la carne».
cionalidad gnoseológica: la gnosis de que (Págs. 172, 173).
Dios es Trinidad y que nosotros estamos Creo que queda claro cuál es el verda-
unidos a Dios, en Cristo; pero el cristia- dero contenido filosófico del cristianismo,
nismo no niega el hecho de que la “inten- tan ajeno y tan alejado al mismo tiempo del
cionalidad óntica” del hinduismo sea la folclore, de las leyendas piadosas y de la in-
misma que la suya, es decir, la unión con fantilizada ideología de la Iglesia.
el absoluto [a través de un «cristo» hin-
duista]». (Cf. Raimon Panikkar. El cristo o ELISEO FERRER

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