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LUZ EN LA CALLE,

OSCURIDAD EN LA CASA
marzo 10, 2018 por Pastor Oscar Flores

BOSQUEJOS BIBLICOS
TEXTO: MATEO 5:14-15

INTRODUCCIÓN

Todos hemos escuchado el dicho popular: Candil de la calle, oscuridad de su casa, y eso
se dice cuando una persona es amable, alegre, dispuesto a ayudar, con todos menos con
su propia familia.

Y eso no es algo extraño, sino al contrario es algo muy común y lastimosamente aun
dentro de las familias cristianas.

El texto que hemos leído para comenzar esta noche nos deja claro que nosotros tenemos
que ser luz, tenemos que reflejar la luz del amor de Dios en nuestra vida.

De hecho, la palabra de Dios nos dice que la amabilidad y las buenas obras tienen que
ser la tarjeta de presentación de los hijos de Dios (vers. 16 / Filipenses 4:5)

Pero también la palabra de Dios nos deja claro donde debe ser el primer lugar donde
nuestra luz debe ser vista, el primer lugar donde nuestra luz tiene que iluminar la vida
de nuestros prójimos: Nuestra casa. (Mateo 5:15)

Tenemos que tener claro que no se trata de ser tinieblas en la calle y solamente luz en la
casa, no se trata de tener buenas actitudes solamente con nuestra familia, ser cristiano
significa tener buenas actitudes con todas las personas comenzando en nuestro hogar.

I. ¿QUÉ NECESITAMOS PARA SER LUZ EN NUESTROS HOGARES?

Necesitamos vivir una vida cristiana verdadera y no de apariencias en nuestro hogar (2


Timoteo 2:15)

La palabra aprobado en el original es la palabra “Dokinos” y es una palabra que era


usada en el ámbito financiero para referirse a las monedas que eran probadas para
confirmar que eran genuinas.

Muchas familias cristianas aparentan ser familias felices, aparentan ser familias
espirituales, aparentan ser familias unidas y sólidas, pero tenemos que comprender que
las apariencias nos pueden engañar, pero engañamos a los hombres y no a nuestro Dios.
 Tenemos que tener una fe verdadera (2 Timoteo 1:5)
 Tenemos que tener un amor verdadero (Romanos 12:9)
Es triste que nuestros hijos nos escuchen alabando a Dios, nos vean orando en la iglesia,
nos escuchen hablando lindas palabras en la iglesia, pero en nuestra casa con la misma
boca con la que alabamos al Señor estamos hablando vulgaridades y palabras ofensivas,
y como la misma palabra lo dice, esto no debe ser así (Santiago 3:8-11)

II. NECESITAMOS TENER DISPOSICIÓN DE SERVIR PRIMERAMENTE A


NUESTRA FAMILIA.

Los hijos e hijas deben tener la disposición de servir con amor a sus padres con
delicadeza y amor (Proverbios 4:3)

Los hijos e hijas que tienen padres ancianos deben tener la disposición de cuidarlos en
sus necesidades y enfermedades (1 Timoteo 5:4)

Los esposos tienen que tener la disposición de cuidar a sus esposas colaborando y
ayudando a su esposa en sus labores en el hogar (1 Pedro 3:7)

Las esposas tienen que tener la disposición de cuidar a sus esposos y apoyarlos (1
Corintios 7:34)

III. TENEMOS QUE SER PROVEEDORES PRIMERAMENTE DE NUESTRA


FAMILIA (1 TIMOTEO 5:8)

Muchas veces gastamos nuestro dinero egoístamente fuera de casa, con amigos y
amigas, en vicios, saliendo a comer con otras personas y nuestra familia pasa grandes
necesidades.

Nosotros como hijos de Dios tenemos que obrar con justicia primeramente en nuestro
hogar, con nuestra familia, (Job 11:14) No es justo que nuestra familia pase en escasez y
otros disfruten de lo que Dios nos ha dado para nuestra familia.

Es triste que los esposos y padres cristianos gasten su dinero con otra mujer y con otros
hijos que no son su familia, por estar enredados en un pecado de adulterio (Proverbios
5:10)

No es justo que los hijos que aún viven con sus padres, pero ya tienen un empleo no
ayuden con nada en los gastos de su casa, honrar a nuestros padres también es colaborar
para las necesidades de la familia (Efesios 6:2-3)

IV. NECESITAMOS QUE NUESTRAS PALABRAS SEAN DE VIDA Y NO DE


MUERTE PARA NUESTRA FAMILIA (PROVERBIOS 18:21)

Muchas veces nuestras mejores y mas lindas palabras son para otras personas, pero
nunca para nuestra pareja ni para nuestros hijos, y eso no debe ser así.
Para que de nuestra boca salgan palabras de bendición para nuestra familia,
primeramente, tenemos que dejar que Dios sane nuestro corazón (Lucas 6:45)

© Oscar Alberto Flores. Todos los derechos reservados.

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Un plan
Cristo juzgará a los hombres
1 Comentario En «Luz En La Calle, Oscuridad
En La Casa»
1.

Juan A. Pedro Coss


marzo 25, 2018 a las 9:44 pm
Doy gracias a Dios por estos momentos de lectura ya que transformamos
nuestra mente y cuerpo medida te la palabra de Dios y seguimos el
camino a el propósito de Jesús en nuestras vidas. Amen

Sermón: Mateo 5:14-16 Vosotros sois la


luz del mundo
Pastor Roberto Quiñones

August 19, 2019

Sermones

Sermón: Mateo 5:14-16 Vosotros sois la luz del mundo

Pastor Roberto Quiñones Cardona

Mateo 5:14-16 “Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad


asentada sobre un monte no se puede esconder. 15 Ni se
enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el
candelero, y alumbra a todos los que están en casa. 16 Así
alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean
vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está
en los cielos”.

Yo no sé si algunos de ustedes han ido a ver el Faro los


Morrillos. Este es el faro de Cabo Rojo. Fue construido en el
1882 con miras a ayudar a los barcos que venían del Caribe
atravesar el canal de la Mona hacia el Atlántico. La función del
faro es bien sencilla: es dar luz a los barcos en medio de la
oscuridad. Es una guía para evitar que los barcos encallen y se
hundan.

En un sentido eso es lo que tú eres si estás en Cristo


Jesús. Eres como un faro que ayuda a disipar las tinieblas. Dios
te ha hecho un faro o más bien como dice Jesús: una luz en el
mundo. Y este pasaje nos enseña algo muy importante:

Proposición: Porque Cristo nos ha hecho la luz del


mundo nosotros debemos brillar.

I. Cristo nos ha hecho luz del mundo

V. 14 “Vosotros sois la luz del mundo. Literalmente


del griego: “vosotros mismos sois”. Es enfático. Eso es lo que
tú eres. No mires a nadie. No mires para el lado. No esperes por
alguien más. Eres tú y solo tú la luz del mundo. Solo los
creyentes en Cristo son la luz del mundo. Si no eres creyente, si
Cristo no es tu Rey y Señor del todo de tu vida no eres luz ni
hay luz en ti.

Pero si eres un hijo de Dios El te ha hecho luz. No lo


eres por ti mismo. Tú eres como la Luna que no brilla con luz
propia sino la que recibe del sol. Eres luz porque Cristo Jesús,
quien es la Luz del mundo ha brillado en tu corazón y vida. Es
El quien te ha hecho la luz del mundo porque solo Él es la luz.
Desde el AT Dios ha revelado que el Mesías sería luz de
salvación. En Isaías 42:6 “Yo Jehová te he llamado en
justicia, y te sostendré por la mano; te guardaré y te pondré
por pacto al pueblo, por luz de las naciones,”. Y Jesús dijo de
sí mismo en Juan 8:12 “Otra vez Jesús les habló, diciendo:
Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en
tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.” Porque Jesús es
la luz del mundo, el que le sigue, le ama, le adora, lo recibe
como Señor y Salvador no andará en tinieblas, sino que tendrá
la luz de la vida. De sí mismo dijo en Juan 9:5 “Entre tanto
que estoy en el mundo, luz soy del mundo.”

Y tú creyente como eres de Cristo Él te ha hecho luz.


Claro está, no eres luz por ti mismo. La luz que brillas no es tu
luz sino la luz del evangelio enseñado por ti y modelado por ti.
No son tus virtudes sino las gracias del Espíritu lo que es la luz.
No son tus ideas por más buenas que sean, sino la verdad de
Dios revelada en su Palabra: sea gracia o sea ley.

Ahora bien hermanos. La luz y el mundo son dos cosas


distintas. Al decir que somos la luz del mundo lo que implica es
que el mundo, el cosmos mismo, está en tinieblas. ¿Entiendes
eso? El mundo sin Cristo es un mundo a obscuras. Estas
palabras nos recuerdan la misma creación. Cuando Dios creó
los cielos y la tierra, la tierra estaba desordenada y vacía. Las
tinieblas cubrían la faz del abismo. Pero esas tinieblas solo
pueden ser quitadas por Dios. Por el Dios Trino y uno. Fue la
obra conjunta de las tres personas de la Trinidad lo que trajo
orden y luz al mundo. El Espíritu de Dios se movía sobre las
aguas: dándole vida y orden, llenando lo vacío y organizando lo
desorganizado. Y Dios dijo: sea la luz y fue la luz. La Palabra
de Dios, el cual es Cristo, es la que da luz y vida a este mundo.
Dios Padre obró por medio de la Palabra o el Verbo de Dios en
el Espíritu y entonces hubo vida, luz, orden, llenura. El mundo
sin Cristo es un mundo desordenado y vacío. Eso eras tú. Eso
era yo. Vivíamos en tinieblas. Buscábamos satisfacer los deseos
de la carne. Nuestra filosofía de vida era la filosofía del mundo
y los valores que nos gobernaban eran los valores del mundo
contrarios a la voluntad de Dios. No había temor en pecar. No
había remordimiento en no adorar a Dios. El “bien” que
hacíamos no era para la gloria de Dios sino para nuestro bien o
del prójimo pero jamás motivado por el amor a Dios. Éramos
egocéntricos, mundanos, carnales, envidiosos, codiciosos,
nuestro dios eran nuestros placeres carnales. Mira el retrato de
nuestra vida en Efesios 2:1-3 “Y él os dio vida a vosotros,
cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 2 en
los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente
de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire,
el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, 3
entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro
tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad
de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza
hijos de ira, lo mismo que los demás.”

Pero Cristo nos rescató. “Él nos dio vida”. Quitó de


nosotros las tinieblas. Nos dio luz y vida cuando el evangelio de
Jesucristo brilló en nuestros corazones. Y esta obra de salvación
es descrita por Pablo como una obra parecida a la obra misma
de la creación. 2 Corintios 4:6 “Porque Dios, que mandó que
de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció
en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento
de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.”

Tú más que nadie sabes lo que son las tinieblas. Te


recuerdas del huracán María. Cuán triste, frustrado y deprimido
estabas por la ausencia de la luz. Y cuanto gozo y celebración
tenías cuando llegó la bendita luz. Así mismo debes de estar
alegre porque antes eras tinieblas, no que tenías tinieblas, sino
que eras tinieblas. Pero la luz del evangelio resplandeció en tu
alma. Cristo quien es la luz del mundo se reveló a ti. Y te hizo
luz. Eres ahora la luz del mundo.

Y como eres luz no puedes sino brillar. Este es el


segundo punto.

II. Como eres luz tu deber brillar

Como eres luz, no puedes sino brillar. Jesús prueba y


argumenta su punto dándonos dos ilustraciones.

La primera. Nos dice Jesús: Una ciudad asentada sobre


un monte no se puede esconder. Tú no puedes esconder lo que
es visible. Si una ciudad está sita sobre un monte,
inevitablemente todo el mundo la verá. No se puede ocultar. Es
imposible que seas una luz que no alumbre. Si eres luz no
puedes sino alumbrar. Es inevitable. Esto es un argumento
lógico de Jesús. El argumento se cae de la mata. No se puede
ocultar lo que es visible.

El segundo argumento de Jesús es otro argumento


lógico y de sentido común. En otras palabras, Dios no nos hizo
luz para que nos escondamos o ocultemos lo que somos y
ocultemos la luz. No. ¿Para qué encendemos una lámpara? Para
que dé luz a todos los que están en la casa. Como Dios nos ha
hecho luz, nosotros debemos alumbrar en todo lugar, a todos los
que nos ven, los que están cerca de nosotros. El propósito de
encender una lámpara es la de que alumbre. Así Dios te ha
hecho. Eres luz. Esa es tu identidad en Cristo Jesús. Y El te dice
sé lo que eres. Vive como cristiano porque eres cristiano.
Como Cristo te ha hecho luz es tu deber brillar. Y te pregunto
¿estás brillando? Es tu deber brillar.

III. Es tu deber brillar


V. 16, de la misma manera. Outos. Como eso es así:
brilla. O la luz de vosotros o vuestra luz brille, “Así alumbre
vuestra luz delante de los hombres” enfrente de o en la
presencia de o delante de, los hombres, o los seres humanos,
todas las demás personas, con el propósito de que vean las
buenas obras. Vivan del tan manera, vivan según las
bienaventuranzas, para que los demás vean vuestras buenas
obras.

Yo entiendo que hay una distinción aquí. Una es las


buenas obras. Y otra, la luz que permite que se vean las buenas
obras. ¿Por qué? Porque muchos, incluso no creyentes, hacen
cosas nobles (útiles) para los demás. El impacto no solo es que
vean las buenas obras sino que haya una luz que permita que
vean las buenas obras. En otras palabras, se dice por ahí que un
acto habla más que mil palabras. Pero aquí debe haber un acto
respaldado por una vida que vive las bienaventuranzas. Es
decir, solo cuando nuestras buenas obras son respaldadas por
una vida: humilde, sensible al pecado de uno y del mundo, una
vida mansa, pacífica, pura, con hambre y sed de justicia, es que
el mundo verá nuestras buenas obras y serán llevados a
preguntarse, de ¿dónde tiene éste estas palabras? Y dirán: esa es
la vida que yo deseo tener, esa es la felicidad que yo deseo, ese
es el Dios que es verdadero. Porque al ver eso reconocerán que
no lo somos por nosotros mismos, sino por la gracia de Dios en
nosotros. Ellos son tan pecadores como nosotros. No es por
ellos sino porque Cristo los hizo luz. Porque Cristo nos sacó de
las tinieblas. Porque Cristo puso orden a nuestras vidas. Porque
Cristo llenó nuestro ser. Porque Cristo mora en nosotros por su
Espíritu.

Y darán gloria, alabanza y honor, no a ellos, porque no


es por su virtud y poder interior y por ser positivistas que hacen
buenas obras. La gloria no es para ellos sino para vuestro Padre,
no el que está en la tierra, no a la manera tan excelente en que
fuiste criados sino a vuestro Padre que está en los cielos. El
único que transforma vuestras vidas.

IV. ¿Cómo nosotros brillamos? ¿Cómo lo hacemos?

1. Los hacemos en nuestras personas.

Eso es lo que Jesús nos enseña cuando dice “vosotros


sois la luz del mundo”. Eso es lo que eres. Y también cuando
enseñó las bienaventuranzas. Dios espera y demanda de
nosotros que vivamos como cristianos. Que el mundo vea a
Cristo en nosotros. Vea que somos misericordiosos, pacientes,
puros, que hablamos la verdad, íntegros, amables, responsables,
que nuestro Sí es Sí y nuestro No es No. Que somos puntuales,
dedicados, que cedemos el paso, que decimos gracias, abrimos
la puerta, que somos sinceros, respetuosos, fieles a nuestras
promesas y votos y a nuestra palabra aunque sea perjudicial a
nosotros, abnegados, etc. Efesios 5:8 “Porque en otro tiempo
erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como
hijos de luz”.

2. Lo hacemos con nuestras palabras. En estos días cuán


importante y medular es que nosotros hayamos brillado. En
medio del caos político nosotros brillamos cuando disipamos la
luz verdadera de la voluntad de Dios. Algunos hablaron mal del
gobernador y del gobierno en general. Residente dijo: yo no
creo en los gobiernos. ¿Es esa la enseñanza bíblica? El gobierno
es creado por Dios. La política es parte esencial de la vida de
los pueblos. El problema no es el gobierno, el problema es
olvidar que los que gobiernan son pecadores. Y por tanto todos
tienen que ser monitoreados. Y debemos presumir que van a
fallar. Otros comenzaron a insultar al gobernador. Ese es el
momento para brillar y decirle a los que se burlan que hay que
respetar el oficio del gobernador. No significa que estemos de
acuerdo con sus ideas, ideales, políticas, etc. Pero hablar
despectivamente de la persona del gobernador, por parte de los
cristianos, no es brillar con la luz de la Palabra de Dios. No es
lo mismo decir: el gobernador de PR ha tomados decisiones
erradas, falsas, abusivas, irracionales, injustas, etc. Y otra cosa
es decir: el imbécil, el estúpido, el bruto, etc. gobernador tomó
decisiones dictatoriales, etc. No es lo mismo ni se escribe igual.
La iglesia tiene un ministerio profético de declarar la voluntad
de Dios. Y de iluminar con la verdad en todas las área de la
vida.

Tú alumbras con la luz de la verdad. No tú verdad sino


la Verdad de Dios. Ellos deben ver a Cristo en tus ideas y
opiniones. Tu opiniones en última instancia no cuentan sino las
verdades de Dios reveladas en su Palabra. ¿Es tu idea de la vida
uno correcto y bíblico? ¿Es tu idea del matrimonio y las
relaciones entre un hombre y una mujer bíblica? ¿es tu idea del
trabajo, del dinero, del tiempo, de la iglesia, del diezmo, del
servicio a la iglesia, de la disciplina bíblica, de las aflicciones,
de las tribulaciones que vienen a tu vida una bíblica, del dolor,
del propósito de la vida, etc.? Como dice Filipenses 2:15 “para
que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha
en medio de una generación maligna y perversa, en medio
de la cual resplandecéis como luminares en el mundo;”
Nosotros resplandecemos solo cuando vivimos la verdad y
hablamos la verdad.

Y sobre todo cuando enseñamos el evangelio a los


perdidos. Dios te ha hecho luz en Cristo para que lleves la luz
del evangelio a los que están en tinieblas. Esa es la misión de la
iglesia. Y tú eres parte de la iglesia. Cuando regalas biblias,
tratados, invitas a otros a la iglesia, regalas libros bíblicos,
modelas la verdad del evangelio, corriges las ideas erradas de
los no creyentes, estás siendo luz para salvación en los que se
salvan.
Y qué gozo da el ser de ayuda a otros para entiendan la
verdad. A diferencia de la luz inanimada nosotros somos luz
animadas. Y disfrutamos y nos alegramos cuando otros reciben
el evangelio o podemos instruir a otros a pensar bíblicamente.
Hay una satisfacción que solo lo conocen los que lo han hecho.
El gozo de Cristo por ver almas salvadas lo llevó a soportar
dolor, traición y la misma muerte. El gozo de ver a otros venir a
Cristo por medio de nosotros debe motivarnos a brillar la luz
del evangelio en los que perecen.

3. Debemos brillar con nuestras buenas obras.


Aprendamos a darnos a los demás. A dejar de servirnos a
nosotros mismos y a los nuestros solamente y sirvamos a los
hermanos de la fe. Como Cristo que no vino a ser servido sino a
servir a los demás así debemos hacer nosotros ya que somos
seguidores e imitadores de Él. Pero también debemos servir a
nuestro prójimo. Y esto no una vez al año sino debe ser algo
constante. Debemos pensar en cómo yo puedo servir a mi
prójimo, a mi comunidad, a mis vecinos, a mi país, a los
necesitados.

Te pregunto, ¿estás brillando con tu vida, con tus


palabras con tus obras?

Hermanos, este es el mensaje de Dios para ti. Porque


Cristo nos ha hecho la luz del mundo nosotros debemos brillar
(con nuestras personas, con nuestras buenas obras y con
nuestras palabras). A El sea la Gloria.

Explicación de Mateo 5:14-16

Versículo de Hoy
Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad
situada sobre un monte no se puede ocultar; ni
se enciende una lámpara y se pone debajo de
un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a
todos los que están en la casa. Así brille
vuestra luz delante de los hombres, para que
vean vuestras buenas acciones y glorifiquen a
vuestro Padre que está en los cielos

Mateo 5:14-16
Percepción: El Señor Jesús comparó a los
cristianos con la luz del mundo, aquí contiene las
expectativas y los requisitos de Dios para
nosotros. Todos sabemos que la palabra de
Dios es luz, y Dios espera que podamos tomar Su
palabra como el criterio de nuestros
comportamientos, que podamos vivir Su palabra en
este mundo oscuro, dejar que ella brille sobre
nosotros, y hacer que otros sean beneficiados por
nuestros hechos, así como hacemos un hermoso y
resonante testimonio de Dios, para que Dios sea
glorificado en nosotros. Y en realidad, esto es
satisfacer la voluntad de Dios. Tal como dice Dios:
“Tu práctica y tus revelaciones en la vida real son
testimonio de Dios, lo que vive el hombre y
testimonio de Dios, y este es el auténtico goce del
amor de Dios; a estas alturas de tu experiencia
habrás obtenido los resultados correspondientes.
Vives de forma real y los demás admiran cada uno
de tus actos. Tu vestimenta y apariencia externa
son corrientes, pero vives con suma devoción y,
cuando compartes las palabras de Dios, Él te guía y
da esclarecimiento. Sabes expresar la voluntad de
Dios con tus palabras y compartirla realidad, y
entiendes mucho del servicio en espíritu. Eres
sincero en tu discurso, digno y recto, nada
conflictivo, decoroso, capaz de obedecer las
disposiciones de Dios y de mantenerte firme en el
testimonio ante lo que te suceda, y estás sereno
frente a lo que sea. Este tipo de persona ha
comprobado de verdad el amor de Dios. Algunas
personas son todavía jóvenes, pero se comportan
como las de mediana edad; son maduras, poseen la
verdad y son admiradas por los demás: son las
personas que tienen el testimonio y son
manifestación de Dios” (La Palabra, Vol. I. La
aparición y obra de Dios. Quienes aman a Dios
vivirán por siempre en Su luz).

Reflexionando sobre mí mismo en contra de las


palabras de Dios, me siento avergonzado, porque
rara vez vivo las palabras de Dios en la vida real y
no he dado testimonio de Dios. Por ejemplo, Dios
requiere que amemos a Él con todo nuestro
corazón y mente, y cuando recibimos Sus
bendiciones en la vida real y todo sale bien,
podemos agradecerle con nuestra boca y estamos
dispuestos a amarlo. Pero cuando nos encontramos
con desastres naturales o provocados por los
hombres, pruebas y tribulaciones, empezamos a
quejarnos de Dios, incluso traicionarlo. Otro
ejemplo, Dios requiere que amemos a los demás
como a nosotros mismos, que seamos tolerantes y
pacientes, y cuando vemos que otros no hacen lo
que queremos, a menudo nos enfadamos e incluso
criticamos a otros; Dios requiere que seamos
honestos, sin embargo, cuando nuestros propios
intereses están involucrados en el trato con los
demás, aún podemos mentir y engañar, odiar y
envidiar a los demás, etcétera. En estas
manifestaciones, podemos ver que no hemos
puesto las palabras del Señor en práctica en
absoluto, ni hemos glorificado verdaderamente a
Dios.

Entonces, ¿cómo podemos poner las palabras de


Dios en nuestras vidas, glorificar a Él y recibir Sus
bendiciones?

Vosotros sois la Luz del Mundo – Reflexión en Mateo 5:14-16

Este Estudio Bíblico te dará una explicación sobre el significado de la


Palabra en Mateo 5:14-16, donde Jesús le dice a sus discípulos que son «la
luz del mundo».

Lee También: Vosotros sois La Sal de la Tierra – Reflexión en Mateo 5:13.

La Luz del Mundo – Mateo 5:14-16


Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se
puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino
sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre
vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y
glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.

Mateo 5:14-16

Vosotros sois la Luz del Mundo – Reflexión y


Explicación
Primeramente tenemos que decir que al hablar de la «Luz» en la Biblia es
sinónimo de Jesucristo, porque Él es la única fuente de luz y solo con Cristo
en nuestras vidas podemos ser Luz.

Por lo tanto, el Señor Jesús, después de hablarle hablado a sus discípulos


cuáles eran las verdaderas cualidades de un servidor de Dios por medio de
las Bienaventuranzas (Mt 5:3-12), les dijo: «vosotros sois la luz del
mundo».

En pocas palabras el Señor Jesús les quiso decir, que si eran humildes para
buscar a Dios (Mt 5:3), se habían arrepentido con sinceridad de sus
pecados (Mt 5:4), tenían mansedumbre (Mt 5:5), hambre y sed por
conocimiento de Dios (Mt 5:6), practicaban la misericordia (Mt 5:7), habían
limpiado su corazón de la maldad (Mt 5:7), eran pacificadores (Mt 5:8) y si
además estaban dispuestos a padecer persecuciones y vituperios por causa
de la fe en su nombre, entonces eran Luz para este mundo.

También les dijo, «una ciudad en la cima de una montaña no se puede


esconder» (Mt 5:14). De esta manera, les quiso dar a entender que no
podían callar la verdad del Evangelio al mundo y que tenían que hacer la
diferencia por medio de su testimonio de vida a una generación maligna y
perversa (Filip 2:15).

Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad
como hijos de luz.

Efesios 5:8

Nosotros como servidores de Cristo tenemos que mostrar la luz que


hay en nuestras vidas a través de nuestra conducta. Pero también,
debemos denunciar el pecado y las obras de las tinieblas (Ef 5:11), de la
misma forma que el Profeta Juan el Bautista denunciaba el pecado en su
momento, el cual, era luz que resplandecía en medio de su generación.

El era antorcha que ardía y alumbraba; y vosotros quisisteis regocijaros por un


tiempo en su luz.

Juan 5:35

Por otro lado, El Señor Jesús les dijo, «la luz no se enciende para
ponerse debajo de un almud sino sobre un candelero y sirva para
alumbrar a los demás» (Mt 5:15). Enseñando de esta manera, la función
principal de la luz, la cual es alumbrar todo lugar que está en tinieblas.
Porque resultaría ilógico que se encienda una luz para taparla con una caja.
De esta manera, no podemos esconder la luz que hay en nosotros callando
la verdad, haciendo lo que el mundo hace, dejando que el pecado empañe
nuestra luz o no fijándonos de las necesidades de los demás.

El Señor Jesús también nos dice que «nuestra luz alumbre delante de los
demás, para que vean nuestras buenas obras y Glorifiquen al Padre
que está en los cielos» (Mt 5:16). Por esta razón, la Biblia dice
que «somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras,
las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en
ellas» (Ef 2:10).
En conclusión, solo en teniendo un encuentro con Jesucristo y permitiendo
que Él cambie nuestras vidas, el hombre puede ser verdadera Luz para
otros. Porque no se puede ser luz estando en idolatría, fornicación,
adulterio, inmoralidad o cualquier tipo de pecados que anda el mundo,
debido que Dios es Luz y no tinieblas en Él.

Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no


hay ningunas tinieblas en él. Si decimos que tenemos comunión con él, y
andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad; pero si andamos
en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de
Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.

1 Juan 1:5-7

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