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Chachapoyas es una cultura arqueológica del Antiguo Perú que se desarrolló en el actual departamento peruano

de Amazonas a finales del Horizonte Medio y durante todo el periodo Intermedio Tardío. Según Inca Garcilaso de la
Vega, también eran denominados como "chachas".

El nombre "chachapoyas" fue dado a esta cultura por los incas; el nombre que esta gente pudo haber usado para
referirse a sí mismos no se conoce. El significado de la palabra Chachapoyas puede derivarse del quechua sach'a
phuyu (sach'a = árbol, phuyu = nube) que significa "bosque nublado", otra alternativa es que puede haber sido de
sach'a-p-qulla (sach'a = árbol, p = de la, qulla = el nombre de un reino preincaico de Puno que los Incas usaban como
término colectivo para los muchos reinos alrededor del Titicaca) el equivalente de "gente qulla que vive en los
bosques"
 Se desarrolló entre los años 800 y 1470 d.c aprox. en el noreste del río Marañón en el Perú, en una zona agreste
entre los 2000 y 3000 metros sobre el nivel del mar. Abarcaba así la parte sur del actual departamento de
Amazonas y sectores del noreste del departamento de San Martín, como también espacios del extremo oriental
del departamento de La Libertad. Destaca por lograr vencer las adversidades de una región húmeda y
constantemente afectada por lluvias. Fue descubierta en 1843 por Juan Crisóstomo Nieto, en ese entonces juez
de Chachapoyas, durante una expedición por la zona quien la denominó “torre de Babel peruana” por su altura.
 La fortaleza de Kuelap fue la capital de esta cultura.
 Su idioma fue el quechua chachapoyano.
ASPECTO POLÍTICO Y SOCIAL:
La organización política de los Chachapoyas estaba constituida por un conjunto de curacazgos que compartían un
sustrato cultural común, bajo un poder centralizado en Kuelap.
La cultura chachapoyas estaba compuesta por pequeños señoríos políticamente independientes. Cada uno de ellos
estaba gobernado por la clase sacerdotal, con un curaca al frente de la misma.
El nexo de unión entre estos señoríos era la cultura común que compartían, además de la religión. Igualmente,
también colaboraban militarmente.
Algunos autores, como Waldemar Espinosa, afirman que además de por los sacerdotes, cada unidad contaba con un
consejo de ancianos. En tiempos de guerra, el consejo elegía a un capitán al que todos los habitantes del ayllu debían
obedecer.
Intermedio tardío
Lo tradicionalmente denominado "Chachapoyas", propiamente dicho, posiblemente tuvo sus inicios en el siglo viii.
Modificaron el paisaje selvático tornándolo erosionado y yermo a medida que iban depredando los bosques y como
consecuencia de las quemas anuales a que sometían sus tierras. Esta modificación del paisaje original se presenta
elocuentemente en el área del río Utcubamba.
Horizonte tardío
Gobierno de Túpac Yupanqui: Túpac Yupanqui fue el primer inca que contempló la posibilidad de sojuzgar
Chachapoyas, durante la guerra Inca-Chachapoyas. No obstante, tras conquistar Huacrachuco, decidió tomarse un
tiempo para reorganizar sus fuerzas. Chachapoyas era un objetivo atractivo debido a los recursos que ofrecía, además
de suponer una posición estratégica y firme desde la cual enviar expediciones al este, adentrándose en las selvas
tropicales. El ejército incaico reunió una cifra aproximada de 20 000 soldados (en su mayoría, provenientes del
Collasuyo) para atacar desde el sur. El yacimiento de Pampa Hermosa B, cercano al Gran Saposoa, es frecuentemente
referido como un campamento militar imperial en su empuje contra las distintas fortificaciones que salpicaban los
boscosos cerros y montañas de Chachapoyas.
Las fuerzas incásicas avanzaron implacables a través del agreste territorio; es de destacar la batalla del paso de
Chirmac Cassa, en la cual murieron 300 soldados imperiales, y el asedio de la fortaleza de Piajajalca, en el cual los
incas capturaron a un importante caudillo guerrero llamado Chuqui Sota. Los chachas fueron reclutados para batallar
en contra de etnias rivales, como los luyas. Levanto se construyó como un bastión militar incaico. La campaña de
Túpac Yupanqui se detuvo finalmente en las zonas de Moyobamba y Cascayunga, las cuales se rindieron
pacíficamente. Como premio, el inca agasajó a sus jefes con abundantes prendas finas.
Algunos chachapoyas fueron deportados a Cajamarca (incluyendo una colonia chilcho en Chetilla) y Amaybamba,
mientras que otros sirvieron como alabarderos en el ejército (según Santa Cruz Pachacuti). El Incanato instauró el
sistema de organización mediante curacazgos y procedió con la construcción de infraestructura administrativa,
militar y religiosa. En Levanto residieron numerosos nobles incaicos, administrando la zona nuclear de Utcubamba,
mientras que Cochabamba fue erigido como el principal centro administrativo de toda Chachapoyas. Como primer
gobernador de la nueva provincia, se nombró a Chuillaxa, quien ya poseía experiencia política como curaca de Chibul
y fue ascendido con el título de "apu". Su administración se caracterizó por un clima de estabilidad y tranquilidad.
Gobierno de Huayna Cápac
Durante el reinado de Huayna Cápac, Huayna Chuillaxa, hijo de Apu Chuillaxa, sucedió a su padre como gobernador
de Chachapoyas. La administración de Huayna Chuillaxa fue bastante agitada. Se suscitaron dos rebeliones que,
aunque fueron finalmente derrotadas, le valieron la destitución de su cargo. Se cree que estuvo de alguna manera
confabulado con los movimientos sublevados, aunque solo mostró gran pesadumbre por la decisión de removerlo del
cargo. Como método preventivo, uno de sus hijos, Anucara Chuillaxa, fue enviado al Cusco para adoctrinarlo en las
costumbres y políticas incas, aunque acabaría residiendo permanente en la capital.
A mediados del mandato de Huayna Cápac e inmediatamente tras la destitución de Huayna Chuillaxa, se eligió al
yanacona Chuquimis como nuevo gobernador. Él era uno de los hombres de confianza del emperador; incluso se le
concedió el título de "apu". Irónicamente, es muy probable que Apu Chuquimis haya envenado a Huayna Cápac con
supuestas hierbas medicinales para "curarle" una enfermedad previa.
Apu Chuquimis murió repentinamente bajo circunstancias extrañas (probablemente un suicidio) durante el lapso en
el que Colla Topa, uno de los militares y nobles más cercanos a Huayna Cápac, se dirigía a Chachapoyas para
castigarlo por el presunto envenenamiento. Al darse cuenta de que Apu Chuquimis ya había fenecido, ordenó de
todas formas extraer sus restos de su sepultura ubicada en unos "peñascos" (quizás un mausoleo o sarcófago) para
enterrarlos, lo cual los despojaba de sentido religioso conforme lo dictaba el culto andino a los cuerpos de ancestros
ilustres. Asimismo, ordenó ejecutar a su hijo Jos Chuquimis y encarcelar en el Sancayhuasi al noble cusqueño
Chuquisguamán, de quien se sospechaba su complicidad. También nombró a Tomallaxa como nuevo gobernador
gracias a su experiencia política como curaca de Llama Chibani. Tomallaxa gobernó por un corto periodo de tiempo,
alrededor de 2 años, hasta su fallecimiento. Chuquisguamán, por otro lado, consiguió superar su estadía en el
Sancayhuasi y fue llevado al Cusco.
Otra consecuencia de las rebeliones fue el empleo masivo del sistema de mitimaes para pacificar la región. Aunque
este ya se había practicado durante el gobierno de Túpac Yupanqui, con Huayna Cápac alcanzó su punto álgido. Se
incrementaron enormemente las deportaciones de grupos chachapoyas hacia otras regiones del imperio (hasta 26
contingentes), siendo reemplazados con colonos incaizados. Uno de los casos más conocidos es el de los colonos
huancas que se asentaron en un poblado que hasta ahora existe: Huancas. Estos desarrollaron una enemistad con los
locales luyas, la cual a veces escalaba en choques armados. El inca en persona también anduvo por Chachapoyas,
rodeado de un ejército de 100,000 soldados, con motivo de recaudar coca y ají para las ceremonias del funeral de su
madre: la coya Mama Ocllo.
Gobierno de Huáscar
Durante el gobierno de Huáscar, soldados chachapoyas integraron las filas de la guardia real incaica, sirviendo junto
con tropas cañaris y los tradicionales de etnia quechua. Estos efectivos no residían en Chachapoyas, sino que tenían
como base el barrio cusqueño de Carmenca. Según Martín de Murúa, ostentaban un estatus privilegiado y exento de
servicios personales.
Una de las escasas campañas militares emprendidas por Huáscar durante su breve mandato se dio justamente en
Chachapoyas. El objetivo era la conquista de Pomacochas. Esta zona, ubicada al norte, todavía mantenía
independencia del imperio. Desde Levanto, fue despachado un ejército comandado por los capitanes Tito Atauchi y
Tambo Uscamayta. Los militares incaicos también nombrarían a Puiluana como nuevo gobernador de Chachapoyas
para cubrir el vacío dejado por el temprano deceso de Tomallaxa. Por su parte, los pomacochas recibieron refuerzos
de los chupatis y hondas (aparentemente, etnias de la periferia). Estos se replegaron hacia una fortaleza y emitieron
una oferta de paz, por lo que los incas enviaron una comitiva presidida por Chuquisguamán.
Después, cuando los militares incaicos se hallaban con la guardia baja y probablemente bajo el efecto del alcohol, los
chachapoyas, como era costumbre para muchas etnias de Chachapoyas, decapitaron los cuerpos de Chuquisguamán
y otros oficiales para obtener cabezas-trofeos, colocándolas en las puertas de sus viviendas. Huáscar, enterado de la
situación, envió refuerzos a Tito Atauchi para la ejecución de un ataque resolutivo contra la fortaleza pomacocha. El
asedio obtendría un éxito contundente, aplastando la resistencia pomacochas. El ejército incaico, victorioso, retornó
al Cusco para celebrar el triunfo en compañía del mismo Huáscar.
En relación con la política de mitimaes, ubicó a grupos chupaychus (también denominados como chupachos) en
guarniciones que todavía no han sido identificadas.
Guerra civil inca
Durante la guerra civil incaica, Chachapoyas suministró millares de soldados para reforzar las filas huascaristas; es
notoria la presencia de 10,000 soldados chillao, muy estimados dada su belicosidad y arrojo. No obstante, estos
refuerzos no consiguieron impedir las continuas derrotas cusqueñas que permitieron a los atahualpistas penetrar en
Chachapoyas. Puiluana fue convocado por Huáscar para presentarse en Cusco, lugar en el cual fallecería. El triunfante
Atahualpa ingresó a Chachapoyas, visitó Pipos e instauró un régimen afín a los atahualpistas, nombrando a un yanacona
llamado Guamán como nuevo gobernador, acomapañado de un tal Çuta como corregente. Tenían como segunda
persona a Chuquimis Longuin (hijo de Apu Chuquimis) y Lucana Pachaca, respectivamente. Los remanentes chachas se
agruparon en torno a los antiguos sitios incaicos como Levanto, mientras que otros grupos más alejados (como los
chillaos, charrasmal y luyas), alcanzaron autonomía al aprovechar la ineficacia del gobierno atahualpista. Tras la captura
de Atahualpa, las fuerzas quiteñas entraron en decadencia y su posición militar se comprometió severamente,
empeorando aún más el inestable panorama en Chachapoyas.

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