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JÖRG LANZ VON LIEBENFELS Y OSTARA

Publicado: Viernes, 30 de Octubre de 2009 00:20 por Ernesto


Milá enESOTERISMO
Infokrisis.- Este artículo forma parte de la serie que realizamos para incluir en
un proyecto que hasta ahora hemos ido desarrollando pero nunca hemos tenido
ocasion de coronar, sobre el "esoterismo nazi". El artículo está consagrado a la
figura de Von Liebenfels a pesar de que también trata sobre Guido von List y la
revista Ostara. Liebenfels, sobre todo, fue el alucinado ideólogo y fundador de
la Orden del Nuevo Temple, uno de los grupos ariosóficos de los que hemos hablado
en un artículo anterior.
* * *

Los escritos de un hombre extraño y enigmático, Guido von List de quien


hablaremos más adelante fueron leídos ávidamente por alguien más joven que
él, que los asumiría íntegramente, yendo todavía más lejos en la formulación
de la gnosis racista teosófica. Se trataba de Jörg Lanz von Liebenfels. Había
nacido el 1 de mayo de 1872 y conoció las teorías teosóficas poco después de
publicarse; a los diecinueve años tomó el hábito cisterciense, de ahí que en sus
escritos demostrase un conocimiento profundo de la Biblia y los Evangelios y
estuviera familiarizado y atraído por los movimientos sectarios del
cristianismo gnósticos, dualistas, templarios, rosacrucianos, etc. . Lanz
introdujo, con posterioridad a su abandono del Císter, un elemento nuevo en la
gnosis racista: la veta cristiana, según la cual Cristo Frauja, en nombre
germánico antiguo era un iniciado ario que se opuso a las fuerzas oscuras
repesentadas por la sinagoga. A estos y a otros muchos movimientos sociales
Lanz les otorgaba un grado de biológico existencial inferior al humano:
mientras los arios eran los descendientes de los dioses, los pueblos "inferiores"
eran los descendientes de los monos; con esta pirueta Lanz incorporaba de un
solo golpe la temática evolucionista a sus delirios místico teosóficos, de un
lado, y de otro introducía la antropología y la zoología como ciencias de apoyo a
su welstanchaaung. El producto de todo esto sería la "teozoología" y su biblia un
libro de título ampuloso y enigmático: "La teozoología o los Simios de Sodoma y el
Electrón de los Dioses", nombre que ya de por sí constituye todo un programa.

El 27 de abril de 1899 abandona el monasterio de Heiligenkreuz, apenas ha


resistido tres años la austeridad del monacato y el dogma católico, años que ha
aprovechado para algo más que para piadosas plegarias: ha formado sus
opiniones doctrinarias al menos en lo esencial en la biblioteca del monasterio.
No queda claro en qué momento se ha hecho racista, pero lo cierto es que
proclama que el Císter ha traicionado su doctrina originaria: una doctrina en la
que Lanz advierte elementos simbólicos que encubren una componente racista.
Para el prior del monasterio el motivo del abandono es sensiblemente diferente:
Lanz no ha soportado el voto de castidad. Y efectivamente, la teorización de
Lanz evidencia la existencia de una obsesión enfermiza por la sexualidad.

En torno a 1903 empieza a escribir en publicaciones völkisch y darwinistas.


Parece que hacia 1905 ya había completado lo esencial de su formación
intelectual. Publica un artículo en uno de estos boletines völkisch titulado
"Antropozoon bíblico" en el que defiende como tesis central la existencia de
prácticas esotéricas relacionadas con el sexo que se encuentran presentes en
los pueblos de origen ario: serán las orgías en Grecia y Roma, serán los
misterios sexuales del tantrismo y la presencia de esculturas y relieves de
inspiración sexual en las antiguas culturas indo arias del medio oriente, lo que
le dará la pista de tales ritos. Pero, al mismo tiempo, el hecho de que en
algunas representaciones iconográficas se incluyan figuras animales le
confirmará en una intuición: la "caída" del estado edénico primordial se habrá
producido por que los "hijos de los dioses" se unirán con las "hijas de los
hombres", ¿de qué hombres puede tratarse?: de especies animalescas, se
responde, poco evolucionadas. Estos "hijos de los dioses" serán los arios, y a
esta raza la llamará Teozoa. Del producto de este mestizaje nacerán cultos
satánicos y demoníacos, especies inferiores en estatura pigmeos y en
capacidades éticas y morales, se tratará de una especia con características
animales y, solo accesoriamente humanas: los Antropozoa. Y se tratará de una
especie biológicamente condicionada hacia la práctica desenfrenada de la
sexualidad, en la medida en que através de la misma se podía corromper a los
"hijos de los Dioses". El Antiguo Testamento es una guía para el pueblo ario
atención, no para el pueblo elegido hebreo sobre como evitar la tentación de
los animalescos seres inferiores.

Lanz evidencia dos carencias: una de carácter psicológica, probablemente fruto


de sus años conventuales; una sexualidad mal asumida o asumida junto a un
complejo de culpabilidad que la hace nociva; producto de dicho complejo de
culpabilidad es la fijación de Lanz contra aquellos que han cometido el mayor
pecado, un pecado mucho más grave que sus deseos sexuales execrados por la
Iglesia, un pecado, en definitiva, contra la raza; se trata de las razas inferiores,
animalescas, de entre las que los judíos destacan de forma señera.

La otra carencia es doctrinal: en los escritos teosofistas la sexualidad ocupa un


discreto lugar secundario. Parece como si la Blavatsky apenas concediera
mucho interés a aquello que otros han calificado como la "fuerza más grande
de la naturaleza". Así pues para la Blavatsky y por extensión los teosofistas en
cuya concepción del mundo había mucho de moralismo victoriano, la sexualidad
era algo que, en principio podía desviar de la verdadera espiritualidad: la suya.
No es raro que Lanz ignorara todo lo relativo a una "metafísica del sexo" y a la
posibilidad de una práctica espiritual centrada en el dominio, control y
reorientación de la energía sexual.
Tal metafísica tiene su plasmación no solo en el tantrismo (yoga sexual), sino,
en toda la tradición alquímica y rosacruz que frecuentemente utiliza el símbolo
sexual para indicar la unión entre un principio masculino, activo e ígneo y un
principio femenino, pasivo y acuoso: se trata de la imagen del Rebis, de la
"cópula regia", etc. Y si hemos de remontarnos a la antigüedad, la orgía misma
y las bacanales eran cultos telúricos y dionisíacos propios de los pueblos
mediterráneos y asiático mediterráneos. Lanz, por el contrario, no elude la
problemática sexual, ni tampoco la coloca en segundo plano de su sistema: por
el contrario, le da una máxima trascendencia y la sitúa como infraestructura de
la lucha racial: Teozoa contra Antropozoa, hijos de los hombres (seres
animalescos degenerados, razas inferiores) contra hijos de los dioses (arios).

Lanz escribe sus libros en momentos en los que la ciencia vive plena
efervescencia: la física nuclear está en sus primeros balbuceos y la
radiactividad ha sido perfectamente establecida y medida; el envío de ondas, la
codificación y decodificación de las señales hertzianas hace posible el envío de
la palabra y de la imagen. Y todo esto le parece a Lanz precursor en esto de
cierta tendencia actual de la física nuclear y cantase a converger con la
metafísica que da la razón a las tesis teosóficas que consideran la sustancia
divina como una forma de "energía" o un estado de "vibración de la materia".
Cuando los "seres superiores" (los "superiores desconocidos" del ocultismo
inglés de fines del XIX, los "mahatmas" del teosofismo) transmitían a los
elegidos ese particular estado de vibración de la materia, transmitían con él
facultades parapsíquicas: clarividencia, telepatía, etc. A esto Lanz le llamaba
"electrón de los dioses".

En 1905 aparece el número 1 de Ostara. Ostara es el nombre de la pascua


germánica, su nombre procede de una antigua divinidad estacional indo
germánica. Durante dos décadas y en dos series (la primera de 1905 a 1917
estará compuesta por 89 números y la segunda de 1922 a 1927 llegará al
número 101) Ostara será el portavoz de las tesis teosófico völkisch. El mismo
Hitler conocerá la publicación y según parece la leerá asiduamente. Los
números de Ostara eran monográficos y generalmente estaban compuestos por
los textos de un solo autor. Entre los números de la primera serie se encuentra
una veintena dedicada ¡exclusivamente! al sexo y una decena a temas
teosofistas.

Lanz se había rodeado de un grupo de teósofos, entre ellos los miembros de la


Sociedad List y el propio Guido List, así como del teosofista Harald Grävell van
Jostenoode. Este último evidenciará en el monográfico número 2 de la revista la
inspiración teosófica: en efecto, esté número se dedicará a exponer las tesis de
H. P. Blavatsky sobre las "razas matrices". Esta teoría fue reconducida por Lanz
hacia su particular visión sexo racista: para Lanz la separación entre Teozoa y
Antropozoa se habría producido al debutar en la "escena cosmogónica" la raza
Atlante, la "cuarta raza matriz".

Las teorías de Lanz tienen una doble importancia para nuestro estudio: en
primer lugar Lanz es otro de los canales de entrada de las ideas teosóficas en el
movimiento völkisch. Su importancia es similar a la de Guido von List, aunque
sea altamente tributario de los planteamientos de éste que, incluso, los
extremiza. En segundo lugar, la importancia de List radica en la creación de la
revista "Ostara" que, como se ha visto, a lo largo de más de dos décadas
facilitará el material teórico a una constelación de ligas místico völkisch de las
cuales la Orden del Nuevo Temple y la Orden de los Germanos serán las más
significativas.

En cuanto a Ostara parece que contribuyó, si bien es cierto que en una medida
no establecida, a la formación de los criterios racistas de Adolf Hitler. Sobre
este particular ha existido hasta hace poco contradicción entre los
historiadores: para unos se trata de un mito, no consta que Hitler fuera lector
de Ostara. Dados algunos temas de la revista, estos historiadores afirmaban
que el atribuir a Hitler interés por Ostara era un arma más de la guerra
psicológica destinada a ridiculizar al führer el cual se habría interesado por una
revista de contenidos, así mismo, ridículos. Pero existen testimonios en contra:
en un libro publicado en Alemania en 1958, Wilfried Daim ("Der Mann, der
Hitler die Ideen gab") estudioso de los movimientos sectarios alemanes y sus
relaciones con los partidos políticos durante el período de las entreguerras, da
cuenta de una entrevista con Lanz en 1951, anciano de más de setenta años.
Lanz, a sabiendas de que este testimonio solo le podía causar perjuicios, le
refirió que en el curso de 1909 recibió la visita de un joven que dijo llamarse
Adolf Hitler interesado por comprar los números atrasados de la revista Ostara.
Lanz se los regaló al percibir el estado de miseria del joven. Pues bien, el
domicilio que Hitler dejó a Lanz, fue cotejado por Daim coincidiendo con la
sórdida pensión en la que el futuro fuhrer residió en ese año en Viena. Un
compañero de la misma pensión refirió, igualmente, en un artículo posterior,
que Hitler guardaba en su miserable cuartucho un montón de revistas Ostara.

El vínculo entre Hitler Lanz parece, con todo muy débil, pero hay que tener
presente que una vez convertido en canciller del Reich y el NSDAP en partido
único, existió una deliberada y sistemática campaña de destrucción de pistas:
en el fondo las iniciativas llevadas por Lanz von Libenfels se habían concretado
en movimientos y publicaciones en buena medida risibles; es evidente que se
intentó borrar pistas de las relaciones del fuhrer con estos movimientos. Los
mismos textos de von Sebotendorf fueron prohibidos literalmente en la
Alemania nacional socialista y el resto de teóricos de esta primera hora, lejos
de lograr un impulso a sus ideas con la subida del nuevo régimen, o siquiera un
mínimo reconocimiento oficial a título de "precursores" se vieron
frecuentemente obstaculizados, reducidos al silencio ellos y disueltas sus
organizaciones. Capítulo aparte es el hecho de que algunas de sus tesis y varios
de sus colaboradores fueron integrados en una institución ciertamente
diferenciada del conjunto del régimen: las SS.

(c) Ernesto Milà - infokrisis - htttp://infokrisis.blogia.com - infokrisis@yahoo.es


- Prohibida la reproduccion de este texto sin indicar origen

EPISODIOS DEL VÖLKITSCH (2): LA TEOZOOLOGÍA DE LANZ VON


LIEBENFELS

Adolf Joseph Lanz nace en 1874 en Viena, en una familia católica de clase media. A los 19 años
ingresa en el monasterio cisterciense de Heiligenkreuz, del que es expulsado cinco años más
tarde por una doble incompatibilidad sobrevenida, la primera derivada de su alineación con el
movimiento “Separémonos de Roma” (1), y la segunda con el voto de castidad. Sin embargo, su
estancia en el monasterio no habrá sido infructuosa. Inspirado, según él, por la lectura de las
escrituras, y, más evidentemente, por la de la “Doctrina secreta” de Madame Blavatsky,
desarrollará su teoría. En 1905 publica “Teozoología, o la ciencia de los monos sodomitas y el
electrón divino”, titulo que recuerda bastante a Philip K. Dick. A partir de ese momento, Adolf
Joseph Lanz empieza a presentarse como Lanz von Liebenfels.
La teoría básica del libro es ésta. La humanidad, tal y como la conocemos, proviene de la
Atlántida. Ahora bien, en ella convivían dos razas, los theozoa, que a su vez provenían del
espacio exterior, y los anthropozoa, que se habían desarrollado en la grosera tierra. La
diferencia entre ambas razas era tremenda, pues los theozoa estaban impregnados de una cierta
energía cósmica (que era, a su vez, expresión de una deidad cósmica, y de ahí lo del electrón
divino) que los llevaba a poseer poderes sobrenaturales como la telepatía y los rayos-x. Además,
el carácter divino de los theozoa se extendía a su aspecto exterior, porque eran rubios y de ojos
azules. Los inferiores anthropozoa, que obviamente eran morenos y de piel oscura, no tenían
ninguna virtud energética, pero a cambio eran sexualmente muy activos y provocaban una
irresistible atracción en las rubias theozoaque las llevaba a aparearse con ellos, y en esta teoría
podemos encontrar el embrión de las películas de Alfredo Landa. Pero de este modo ambas
razas se mezclaron, y los theozoa perdieron su chispa divina. De esta mezcla nacieron las razas
actuales, que, en ese momento, iniciaron una doble migración. Los arios, que apenas estaban
mezclados y tenían una mayor proporción de sangre theozoa se dirigieron al norte de Europa, y
los restantes marcharon hacia Egipto y Mesopotamia. Ya se pueden imaginar de quién
descienden los judíos, si es que no son anthropozoa en estado puro. En cuanto a lo de los
‘monos sodomitas’, hay algo contradictorio en el asunto. Es evidente que, para Lanz von
Liebenfels, la afición a la sodomía de las viciosas razas inferiores representa el pecado original.
Pero, por otra parte, debería haber valorado que, si los anthropozoa se hubiera limitado
exclusivamente a esa práctica erótica con las arias, al menos no habrían tenido descendencia, y
la temida mezcla racial no se habría producido. Porque la idea de que la mezcla es la causa de la
caída, y produce una progresiva degeneración de la raza, impregna el relato de Lanz von
Liebenfels. Sin embargo, para él el proceso es reversible, y a través de un estricto programa de
eugenesia la raza aria puede recobrar su pureza y sus poderes sobrenaturales.

Hay que decir que Lanz von Liebenfels se esfuerza en armonizar los textos bíblicos con la nueva
religión que él está contribuyendo decisivamente a crear. Por ejemplo, el relato bíblico de la
expulsión del paraíso hace referencia, según él, a la caída de la Atlántida. Otro ejemplo. En 1915,
también basándose en textos cristianos, redactará unos salmos en los que suplicará la salvación
de la raza aria y el exterminio de las razas inferiores encabezadas por los judíos, pues según
Lanz von Liebenfels Cristo era en realidad ario, su verdadero nombre germánico era Christ-
Frauja, y había fundado su iglesia sobre la base de la unidad racial, siendo Saulo (que este sí era
judío) el que lo había desbaratado todo al abrirla a otros pueblos.

Como puede verse Lanz von Liebenfels no se molesta en absoluto en disimular su feroz
antisemitismo, ni el destino que reserva a las razas inferiores a las que con frecuencia se refiere
genéricamente como “chandalas”, el nombre de la casta hindú de los parias. Con estos mimbres
en 1905 funda la revista Ostara, nombre de una diosa germánica de la primavera, que llega a
alcanzar tiradas de 100.000 ejemplares. El contenido de los artículos es predecible. Por ejemplo
en un número de 1912 publica “La espada sanadora”, en el que defiende que el cuerpo ario debe
ser sanado quirúrgicamente de la infección judía.
En el número 78 de Ostara Lanz von Liebenfels, recogiendo explícitamente las teorías
milenaristas de Joaquín de Fiore, declara que el tercer reino de Dios en la Tierra, destinado a
durar mil años, será ario y estará dirigido por una orden ario-cristiana basada en los templarios.
A tal fin, en 1907 funda la Ordo Novi Templi, cuya sede se sitúa en el castillo de Werfenstein.
El 25 de diciembre de ese año, aprovechando el solsticio de invierno, una primera versión de la
esvástica como símbolo de lo ario y lo antisemita (en realidad, las dos caras de la misma
moneda) se alza por primera vez en Europa.

(1) Extraño movimiento que pretendía la conversión de los católicos austriacos a una mezcla de
protestantismo y paganismo.

Ernesto Milá - Sectas Alemanas del Siglo XX


Categorías: Adolf Hitler, Alemania, Clero, Ernesto Milá, Esoterismo, Lanz von
Liebenfels,Nacionalsocialismo

Del político y escritor nacionalsocialista catalán Ernesto Milá Rodríguez (1952)


presentamos los siguientes textos que hacen un repaso por ciertas estructuras y
organizaciones alemanas de comienzos del siglo XX que el autor establece que se derivaron
de la Teosofía y el ocultismo. Lo primero pertenece al final del capítulo 2 de su
escrito"Hijos de la Teosofía" (2006), donde explora las ideas de Lanz von Liebenfels,
su Ordo Novi Templi, su revista Ostara, y la Orden de los Germanos (Germanenorden), y
finalmente, sacado de páginas ya archivadas ( web.archive.org), va un escrito suyo (al
menos de 2004) acerca de la Logia Thule, ancestro inmediato del NSDAP, y sus peripecias.
Hemos constatado posteriormente que todos estos textos están reunidos en una colección
del autor titulada"Cinco Estudios sobre Esoterismo y Nazismo", existente en la red, que
dice que son un capítulo de un reciclado libro del autor de nombre "Ariosofía, Teosofía,
Nazismo" (2010). Su análisis parece sensato, aunque carece de fuentes citadas en detalle.
LA RAMA ARIOSÓFICA O EL "TEOSOFISMO GERMÁNICO"

A lo largo del siglo XIX el Romanticismo alemán había generado un movimiento de


retorno a la Naturaleza, al pasado ancestral, y revalorizaba todo lo que tenía que ver
con la Antigüedad y el pasado germánico. Ese contexto quedó reforzado por la
unificación alemana operada por Bismarck. Así mismo, aparecieron distintos
movimientos de carácter terapéutico, naturista, gimnástico y excursionista. Ahora bien,
hacia el final del siglo, se había constituído el llamado "movimiento völkisch", de
carácter nacionalista y racista, con la intención de entroncar con el pasado y la tradición
germánica, algunas de cuyas corrientes estaban fuertemente influídas por el teosofismo
blavatskyano.

De hecho, la doctrina de las "razas matrices" que elaboró (Blavatsky) sintonizaba


con esta corriente. Cuando la Blavatsky aludía a la "raza aria" como la raza matriz que
dominaba en el actual momento histórico, los "völkisch" traducían inmediatamente ese
concepto por "raza germánica". Para ellos la "raza aria" era la "raza germánica". Desde
los últimos años del siglo XIX, paralelamente al teosofismo, se había desarrollado una
rama, más que "disidente", independiente de la Sociedad Teosófica (e incluso con
buenas relaciones con ella) pero inspirada en los textos de la Blavatsky, readaptados a
la mentalidad del movimiento "völkisch". Esa adaptación la realizaron distintos
doctrinarios, y dio como resultado el nacimiento de la corriente "ariosófica", es decir, del
teosofismo germánico. Vamos a pasar revista a sus nombres más significativos.

JÖRG LANZ VON LIEBENFELS Y "OSTARA"

Los escritos de un hombre extraño y enigmático, Guido von List, cuyas obras
sintetizan lo esencial del pensamiento ocultista "völkisch", fueron leídos ávidamente por
alguien más joven que él, que los asumiría íntegramente y que aspiraba a convertirse
en su discípulo, yendo todavía más lejos en la formulación de la gnosis racista-teosófica.
Se trataba de Jörg Lanz von Liebenfels. Había nacido el 1º de Mayo de 1872 y conoció
las teorías teosóficas poco después de publicarse; a los diecinueve años tomó el hábito
cisterciense. De ahí que en sus escritos demostrase un conocimiento profundo de
la Biblia y de los Evangelios y estuviera familiarizado —y atraído— por los movimientos
sectarios del cristianismo: gnósticos, maniqueos, templarios, rosacrucianos, etc.

Eso facilitó el que Lanz introdujera, con posterioridad a su abandono del Císter, un
elemento nuevo en la gnosis racista-teosofista: la veta cristiana, según la cual Cristo —
cuyo nombre germánico antiguo era Frauja— era un iniciado ario que se opuso a las
fuerzas oscuras representadas por la Sinagoga. A estos y a otros muchos movimientos
sociales Lanz les otorgaba un grado biológico-existencial inferior al humano: mientras
los arios eran los descendientes de los dioses, los pueblos "inferiores" descendían de los
monos (era la época en la que Darwin acababa de publicar sus doctrinas
evolucionistas); con esta pirueta Lanz incorporaba de un solo golpe la temática
evolucionista a sus delirios místico-teosóficos, de un lado, mientras de otro introducía la
antropología y la zoología como ciencias de apoyo a su welstanchaaung. El producto de
todo esto sería la "teozoología", y su biblia, un libro de título ampuloso y
enigmático: "La Teozoología o los Simios de Sodoma y el Electrón de los Dioses",
nombre que, ya de por sí, constituye todo un programa.

El 27 de Abril de 1899 abandonó el monasterio de Heiligenkreuz; apenas resistió


tres años la austeridad del monacato y el dogma católico, años que ha aprovechado
para algo más que para piadosas plegarias: ha formado sus opiniones doctrinarias —al
menos en lo esencial— en la biblioteca del monasterio.

No queda claro en qué momento se hizo racista, pero lo cierto es que proclamó que
el Císter traicionó su doctrina originaria, una doctrina en la que Lanz advierte elementos
simbólicos que encubren un componente racista. Para el prior del monasterio el motivo
del abandono es sensiblemente diferente: Lanz no ha soportado el voto de castidad. Y,
efectivamente, la teorización de Lanz evidencia la existencia de una obsesión enfermiza
por la sexualidad.

En torno a 1903 empezó a escribir en publicaciones völkisch y darwinistas. Parece


que hacia 1905 ya había completado lo esencial de su formación intelectual. Publica un
artículo en uno de estos boletines völkisch titulado "Antropozoon Bíblico", en el que
defiende como tesis central la existencia de prácticas esotéricas relacionadas con el
sexo que se encuentran presentes en los pueblos de origen ario: serán las orgías en
Grecia y Roma, serán los misterios sexuales del tantrismo y la presencia de esculturas y
relieves de inspiración sexual en las antiguas culturas indo-arias del Medio Oriente, lo
que le dará la pista de tales ritos.

Pero, al mismo tiempo, el hecho de que en algunas representaciones iconográficas


se incluyan figuras animales lo confirmará en una intuición: la "caída" del estado
edénico primordial se habría producido porque los "hijos de los dioses" se unieron con
las "hijas de los hombres"; pero ¿de qué hombres puede tratarse?: de especies
animalescas, se responde, poco evolucionadas. Esos "hijos de los dioses" serán los
arios, y a esa raza la llamará "Teozoa". Del producto de ese mestizaje nacerán cultos
satánicos y demoníacos, especies inferiores en estatura —pigmeos— y en capacidades
éticas y morales, se tratará de una especie con características animales y, sólo
accesoriamente humanas: losAntropozoa. Y se tratará de una especie biológicamente
condicionada hacia la práctica desenfrenada de la sexualidad, en la medida en que a
través de la misma se podía corromper a los "hijos de los Dioses". El Antiguo
Testamento es una guía para el pueblo ario —atención: no para el "pueblo elegido"
hebreo— sobre cómo evitar la tentación de los animalescos seres inferiores.

Lanz evidencia dos carencias: una de carácter psicológico, probablemente fruto de


sus años conventuales; una sexualidad mal asumida o asumida junto a un complejo de
culpabilidad que la hace nociva. Producto de dicho complejo de culpabilidad es la
fijación de Lanz contra aquellos que han cometido el mayor pecado, un pecado mucho
más grave que sus deseos sexuales execrados por la Iglesia, un pecado, en definitiva,
contra la raza: se trata de las razas inferiores, animalescas, de entre las que los judíos
destacan de forma señera.
La otra carencia es doctrinal: en los escritos teosofistas la sexualidad ocupa un
discreto lugar secundario. Parece como si la Blavatsky apenas concediera mucho interés
a aquello que otros han calificado como "la fuerza más grande de la Naturaleza". Así
pues, para Blavatsky —y por extensión, para los teosofistas—, en cuya concepción del
mundo había mucho de moralismo victoriano, la sexualidad era algo que, en principio,
podía desviar de la verdadera espiritualidad: la suya. No es raro que Lanz ignorara todo
lo relativo a una "metafísica del sexo" y a la posibilidad de una práctica espiritual
centrada en el dominio, control y reorientación de la energía sexual.

Tal metafísica tiene su plasmación no sólo en el tantrismo (yoga sexual) sino en


toda la tradición alquímica y rosacruz que frecuentemente utiliza el símbolo sexual para
indicar la unión entre un principio masculino, activo e ígneo, y un principio femenino,
pasivo y acuoso: se trata de la imagen del Rebis, de la "cópula regia", etc. Y si hemos
de remontarnos a la Antigüedad, la orgía misma y las bacanales eran cultos telúricos y
dionisíacos propios de los pueblos mediterráneos y asiático-mediterráneos. Lanz, por el
contrario, no elude la problemática sexual, ni tampoco la coloca en segundo plano de su
sistema; por el contrario, le da una máxima trascendencia y la sitúa como
infraestructura de la lucha racial: Teozoa contra Antropozoa, hijos de los hombres
(seres animalescos degenerados, razas inferiores) contra hijos de los dioses (arios).

Lanz escribió sus libros en momentos en los que la ciencia vivía plena efervescencia:
la física nuclear está en sus primeros balbuceos y la radiactividad ha sido perfectamente
establecida y medida; el envío de ondas, la codificación y decodificación de las señales
hertzianas hace posible el envío de la palabra y de la imagen. Y todo eso le parece a
Lanz —precursor, en esto, de cierta tendencia actual de la física nuclear a converger con
la metafísica— que da la razón a las tesis teosóficas que consideran la sustancia divina
como una forma de "energía" o un estado de "vibración de la materia". Cuando los
"seres superiores" (los "superiores desconocidos" del ocultismo inglés de fines del XIX,
los "mahatmas" del teosofismo) transmitían a los elegidos ese particular estado de
vibración de la materia, transmitían con él facultades parapsíquicas: clarividencia,
telepatía, etc. A eso Lanz lo llamaba el "electrón de los dioses".

En 1905 aparece el número 1 de Ostara. "Ostara" es el nombre de la pascua


germánica de Resurrección y procede de una antigua divinidad estacional indo-
germánica. Durante dos décadas y en dos series (la primera de 1905 a 1917 estará
compuesta por 89 números, y la segunda de 1922 a 1927 llegará al número
101), Ostara será el portavoz de las tesis teosófico-völkisch. El mismo Hitler conocerá la
publicación y, según parece, la leerá asiduamente. Los números de Ostara eran
monográficos, y generalmente estaban compuestos por los textos de un solo autor.
Entre los números de la primera serie se encuentra una veintena dedicada
exclusivamente al sexo y una decena a temas teosofistas.

Lanz se había rodeado de un grupo de teósofos, entre ellos los miembros de


la Sociedad List y el propio Guido List, así como del teosofista Harald Grävell van
Jostenoode. Este último evidenciará en el monográfico número 2 de la revista la
inspiración teosófica: en efecto, ese número se dedicará a exponer las tesis de H. P.
Blavatsky sobre las "razas matrices". Esa teoría fue reconducida por Lanz hacia su
particular visión sexo-racista: para Lanz la separación entre Teozoa y Antropozoa se
habría producido al debutar en la "escena cosmogónica" la raza atlante, la "cuarta raza
matriz".

Las teorías de Lanz tienen una doble importancia para nuestro estudio: en primer
lugar Lanz es otro de los canales de entrada de las ideas teosóficas en el
movimiento völkisch. Su importancia es similar a la de Guido von List, aunque sea
altamente tributario de los planteamientos de éste que, incluso, los extrema. En
segundo lugar, la importancia de List radica en la creación de la revista Ostara, que,
como se ha visto, a lo largo de más de dos décadas facilitará el material teórico a una
constelación de organizaciones místico-völkischde las cuales la "Orden del Nuevo
Templo" y la "Orden de los Germanos" serán las más significativas.
En cuanto a Ostara, parece que contribuyó, si bien es cierto en una medida
imposible de establecer, a la formación de los criterios racistas de Adolf Hitler. Sobre
este particular, no ha existido hasta hace poco unanimidad entre los historiadores: para
unos se trata de un mito, no consta que Hitler fuera lector de Ostara. Dados algunos
temas de la revista, estos historiadores afirmaban que el atribuír a Hitler interés
por Ostara era un arma más de la guerra psicológica destinada a ridiculizar al Führer, el
cual se habría interesado por una revista de contenidos asímismo ridículos.

Pero existen testimonios en contra: en un libro publicado en Alemania en 1958, "Der


Mann, der Hitler die Ideen gab", su autor Wilfried Daim, estudioso de los movimientos
sectarios alemanes y de sus relaciones con los partidos políticos durante el período de
entreguerras, da cuenta de una entrevista que mantuvo con Lanz en 1951, cuando éste
ya era un anciano de casi ochenta años. Lanz, a sabiendas de que ese testimonio sólo le
podría causar perjuicios, le refirió que en el curso de 1909 recibió la visita de un joven
que dijo llamarse Adolf Hitler, interesado por comprar los números atrasados de la
revista Ostara. Lanz se los regaló al percibir el estado de miseria del joven. Pues bien,
el domicilio que Hitler dejó a Lanz, fue cotejado por Daim, coincidiendo con la sórdida
pensión en la que el futuro Führer residió en ese año en Viena. Un compañero de la
misma pensión refirió, igualmente, en un artículo posterior, que Hitler guardaba en su
miserable cuartucho un montón de revistas Ostara.

El vínculo entre Hitler y Lanz parece, con todo muy débil, pero hay que tener
presente que una vez convertido en canciller del Reich y el NSDAP en partido único,
existió una deliberada y sistemática campaña de destrucción de pistas: en el fondo las
iniciativas llevadas por Lanz von Liebenfels se habían concretado en movimientos y
publicaciones en buena medida risibles; es evidente que se intentó borrar pistas de las
relaciones del Führer con esos movimientos. Los mismos textos del fundador de la Logia
Thule, Rudolf von Sebotendorf, fueron prohibidos en la Alemania nacionalsocialista, y el
resto de teóricos de esa primera hora, lejos de lograr un impulso a sus ideas con la
subida del nuevo régimen, o siquiera un mínimo reconocimiento oficial a título de
"precursores", se vieron frecuentemente obstaculizados, reducidos al silencio ellos y
disueltas sus organizaciones. Capítulo aparte es el hecho de que algunas de sus tesis y
varios de sus colaboradores fueron integrados en una institución ciertamente
diferenciada del conjunto del régimen, las SS.

LA ORDO NOVI TEMPLI

En 1907 Jöris Lanz von Liebensfeld, cuyas convicciones teosofistas estaban en ese
momento en su apogeo, se creyó en condiciones de afirmar que los "caballeros del
Grial" mencionados por Wolfram, los "templeissen", no eran otros que los miembros de
la Orden del Temple, los históricos templarios. A partir de aquí Lanz concibe la
reconstrucción de la Orden en tanto que custodio del Grial. Pero la concepción que Lanz
se hacía sobre la misión de los templarios, la naturaleza del Grial y el papel de la orden
reconstruída, diferían sensiblemente de la creencia general sostenida por la tradición.
En el número 69 de la revista Ostara, Lanz escribe un ensayo sobre el Grial: presenta la
copa sagrada como una especie de "acumulador de energía" de la que la raza aria
extrae sus poderes y su legitimidad superior para gobernar sobre otros pueblos. En
tanto que "hijos de los dioses", los arios han recibido el Grial para mantener sus
facultades superiores (intuición, clarividencia, poder dominar las energías y fuerzas de
la Naturaleza, etc.).

En 1907 la Orden del Nuevo Templo es constituída como continuadora y heredera de


la gloriosa hermandad de monjes-guerreros. En la Navidad de ese año inaugurarán la
"comandancia" templaria de Werfenstein en donde establecerán el centro de la Orden.
De lo más alto de su torreón central ondeará el estandarte de la Orden: una svástica
roja sobre campo de oro con cuatro flores de lis en los ángulos.

Nada hay en la Orden que parezca demasiado secreto, ni excesivamente


inquietante, ni tampoco sus documentos internos ofrecen algo que no haya dicho ya la
revista Ostara. Es más, la espectacularidad y arcaísmo de los rituales de la Orden,
fotografiados hasta la saciedad por la prensa, contribuyeron a ampliar el número de
suscriptores y la influencia de Ostara, que probablemente tiraba en esa época en torno
a los 100.000 ejemplares.

Hasta su disolución por las autoridades nacionalsocialistas en el año 1942, la ONT


logró extender sus "comandancias" por Europa central, y estabilizó sus núcleos en
Hungría, Austria, Alemania y Suiza. Sus miembros activos jamás excedieron los 500, y
algunos autores opinan, incluso, que, como máximo, fueron 300 en su momento de
máximo apogeo (hacia 1925). Sin embargo, es evidente que las actividades y la historia
de la ONT entroncan con la teosofía de un lado y el nacionalsocialismo de otro.

El ocultista francés Phileas Levesque, en un artículo publicado en 1936, afirmaba


que Hitler perteneció a la "Orden Teutónica", sobre la cual añadía algunos datos
fragmentarios; en realidad, Levesque se hacía eco de informaciones distorsionadas y
confusas: decía, por ejemplo, que existía en Alemania una orden esotérico-militar
inspirada en las que existieron en la Edad Media y que utilizaba, mucho antes que el
nacionalsocialismo, la svástica como estandarte. Era evidente que se refería a la ONT a
la cual Hitler, por otra parte, jamás perteneció.

La Orden estaba regida por un documento elaborado por el propio Lanz


titulado Regularium Fratum Ordinis Novi Templi, compuesto por nueve artículos:

—Exposición de los motivos que llevaron a la reconstrucción de la Orden neo-templaria.


—Condiciones y aptitudes raciales de los aspirantes.
—Deberes y derechos de los miembros.
—Ritos y ceremoniales de la Orden.
—Procedimiento de admisión de nuevos miembros.
—Órganos de dirección y encuadramiento de la Orden.
—Administración y titularidad de los bienes de la Orden.

Era condición sine qua non para ser admitido en la Orden, un aspecto físico nórdico
ario. Sus actividades eran oficialmente culturales y religiosas, pero nada hay en ella que
nos impida que la califiquemos de "secta racista". Se insistía mucho en la "ayuda
mutua"entre los miembros de la Orden.

Las prácticas esotéricas de la Orden son descritas en los números de Ostara y en


el Regularium de la orden. Sus rituales eran un híbrido de elementos imaginados por el
propio Lanz, a los que había añadido ritos tradicionales de la iglesia católica, así como
hallazgos ofrecidos por la Arqueología relativos a la Antigüedad nórdica.

Entre 1919 y 1923 Lanz redactó los rituales de la Orden y compuso gruesos
volúmenes en los que ofrece los textos de reflexión y meditación, los contenidos de los
cánticos y los significados esotéricos y ocultistas que creía ver en cualquier parte de la
Naturaleza. Los libros ideados por Lanz para su utilización en la Orden eran:

—Cantuarium: Libro de salmos y cánticos.


—Imaginarium Novi Templi: Libro de imágenes sacras que respondiendo a
determinadas proporciones geométricas debía ser utilizado en sesiones de meditación y
visualización.
—Evangelarium: Textos de lectura y rituales para los oficios de mediodía.
—Visionarium: Textos de lectura y rituales para los oficios nocturnos.
—Festivarium Novi Templi: Textos de lectura para oficios en días festivos.
—Hebdomadarium: Textos de los rituales diarios de la Orden, divididos en tres sesiones
diarias a leer durante la salida del Sol, cuando éste ocupa el cenit y al ponerse.
—Legendarium: Libro en el que Lanz resumía las viejas leyendas del mundo nórdico-
ario impregnándolas de su peculiar gnosis racista.

Todos esos textos parecen incluso tener una inspiración católica de la que no era
ajena el pasado cisterciense de Lanz que había modelado su Orden y las jerarquías de la
misma al modo de la Orden de San Bernardo. Por supuesto, había introducido en la
gradación jerárquica el factor racial, en función de esto, pero también —aunque de
forma secundaria— de su tiempo de permanencia en la Orden y de su dedicación y
actitudes, el neo-templario era encuadrado en siete grados divididos en dos "órdenes":

Órdenes inferiores:
1. Acólitos: pureza racial estimada en menos del 50% y personas menores de 24 años.
Hábito blanco.
2. Familiares: miembros honorarios de la Orden, colaboradores ocasionales que no
deseaban ingresar como miembros de pleno derecho. Hábito blanco.
3. Novicios: miembros que esperaban a ser iniciados en los grados superiores y que
cumplían los requisitos raciales y de edad para ello. Hábito blanco.

Órdenes superiores:
4. Maestres: 50-75% de pureza racial. Hábito blanco.
5. Canónigos: 75-100% de pureza racial. Hábito blanco.
6. Sacerdotes: canónigos que han logrado constituír una "casa de la orden". Hábito
blanco, birrete rojo y estola.
7. Priores: sacerdotes en cuya "casa de la Orden" se cuentan más de cinco maestres o
canónigos. Hábito blanco, birrete rojo, estola y bastón de mando dorado.

A pesar de la puerilidad y de lo espurio de los textos-base de la ONT, la organización


de Lanz respondía cada vez más a las necesidades de su tiempo. Primero la Guerra
Mundial, luego la derrota de 1918, finalmente los episodios insurreccionales de la
Izquierda comunista, la crisis económica, las condiciones humillantes de Versalles, el
ambiente de corrupción de la república de Weimar... en esos momentos, cuando todo
era caos y desolación, Lanz llamaba a iniciar una nueva cruzada, "contra el
bolchevismo", "contra la república infectada por judíos y masones" y "contra la
decadencia y la debilidad", en nombre de una concepción nórdico-aria del mundo que
hundía sus raíces en el pasado germánico. No es de extrañar que un puñado de
idealistas desesperados, hombres que no comprendían lo que estaba pasando a su
alrededor y cuyo estado de ánimo lo expresaron a la perfección Jünger y Von Salomon
—"no sabemos que hay que hacer, pero lo haremos"— se prestaran a vestir la túnica
blanca de la ONT.

Cuando la burguesía y las clases populares alemanas se aproximaron a otro polo de


referencia que pudieron asumir más fácilmente, el hitlerismo, el crecimiento de la ONT
se estancó, al menos en Alemania. Lanz, que tuvo parte de responsabilidad en la
formación de las primeras opiniones racistas de Adolf Hitler, vio con buenos ojos el
ascenso del movimiento nacional-socialista en cuyo emblema se reconocía. Pero pronto
pudo advertir que Hitler estaba muy alejado ya de sus orígenes, y en 1933, cuando las
llamas cubrían las cúpulas del Reichstag, Lanz se desplazó a Hungría y posteriormente
se pondría a salvo del "Gotterdamerung" hitleriano en Suiza. Allí escribió sus últimas
páginas que serían publicadas en 1945. Las secciones húngara y austriaca de la ONT
serían disueltas a principios de los años '40. La sección austriaca, más aún que la
Alemana, había estado íntimamente conectada al movimiento nacionalsocialista que
hizo prácticamente ingobernable el país durante el período autoritario del Canciller
Dolfuss.

Los neo-templarios austriacos dirigidos por Johann Walthari Wölff fundaron en 1932
el Lumenclub a modo de correa de transmisión de la Orden; en su manifiesto
fundacional mostraban una innegable veta teosófica, pero también una voluntad de
extender en Austria las revoluciones fascista y nacionalsocialista. Los contactos de Wölff
llegaban incluso a Francia —en donde estaba en contacto con las "ligas fascistas" de
Valois, Doriot, etc.— y a los países anglo-sajones. Goodrick-Clarke considera
al Lumenclub como un "refugio y vivero para el Partido Nacionalsocialista, ilegal en
Austria, en los años que precedieron a la caída de la República y al Anschluss en Marzo
de 1935".
Con todo, la ONT evitó actuar en política, sus actividades fueron ocultistas y, en lo
exotérico, culturales; dada su estética y doctrina, no podía sino ser extremadamente
minoritaria, aun a pesar de que sus publicaciones llegaron a tener una gran difusión.
Otra organización de similares características llegaría a disponer de una implantación
superior y contribuiría directamente a la fundación del NSDAP. De la misma forma que
en la ONT-Ostara se encuentran algunos de los elementos y obsesiones que se repetirán
en Hitler (la pretensión de explicar la Historia mediante la lucha de razas, la necesidad
de los procedimientos eugenésicos y la importancia de la pureza racial), en
la Germanenorden, y en su extensión bávara —la Logia Thule—, encontraremos el
embrión orgánico del NSDAP.

[Lectura sugerida sobre Lanz von Liebenfels, un capítulo de Nicholas Goodrick-Clarke:http://editorial-


streicher.blogspot.com/2011/11/nicholas-goodrick-clarke-jorg-lanz-von.html].

LA GERMANENORDEN

Pocos años antes de la Primera Guerra Mundial, los núcleos völkisch empiezan a ser
frecuentados por antiguos miembros de la francmasonería, entre ellos Johannes Hering,
muniqués y adscrito a una logia regular desde finales del siglo XIX. Entre él y el
periodista Philip Stauff empiezan a contemplar la posibilidad de estructurar logias anti-
judías a imagen de la Orden de los Iluminados de Baviera, cuyo anti-semitismo no se
les había escapado. Hermann Pohl se unió a su proyecto enviando circulares a los viejos
conocidos anti-judíos.

El proyecto era simple: crear una masonería "alemana", liberada del dominio judío
que ellos creían ver en las obediencias regulares y que, al ser secreta, evitara las
posibilidades de penetración de los espías hebreos. Debería tratarse de una logia
secreta, que actuara directamente y con criterios propios en la acción política. No
querían limitarse, como la Orden del Nuevo Templo, a ser una institución místico-
cultural más o menos arcaica y exótica: tenían vocación de élite y querían reunir en sus
filas a lo "mejor" del Reich. No pretendieron formar un partido político sino condicionar
y controlar a los distintos grupos völkisch, estructurar correas de transmisión cada vez
más eficaces, y lograr que su corriente ideológica alcanzase un peso específico en la
política alemana.

El núcleo fundacional lo constituyeron los llamados "Grupos Hammer", asociaciones


culturales patrióticas y anti-judías. Así el 5 de Abril de 1911 tuvo lugar en Magdeburgo
la constitución de la "Logia Wotan" y Hermann Pohl elevado a la categoría de maestre.
Los documentos doctrinarios y rituales de la futura Orden serán encargados a este
primer grupo. La mayoría de los miembros había salido de las logias masónicas
germánicas y de ex miembros de la francmasonería. Diez días más tarde los
distintos Grupos Hammer que aceptaron el programa anti-judío de Pohl, Hering, Stauff
y Theodor Fritsch, notorio anti-judío, se federan y constituyen una Gran Logia, con este
último como maestre. No será sino hasta 1912 cuando esa Gran Logia adoptará el
nombre de "Orden de los Germanos".

Von Sebotendorf, artífice de la rama bávara de la Orden y conexión entre ésta y el


nacionalsocialismo, explica la filiación "ideal" de la Orden:

«La antigua masonería había sido, en el pasado, custodio de una doctrina secreta,
trasmitida a los miembros de aquellas hermandades de constructores medievales que
erigieron las Catedrales góticas. Reencontramos en la doctrina profesada por los
alquimistas y los rosacruces, que se habían afiliado a las corporaciones, una masa
imponente de enseñanza sapienciales arias. Con el declinar del arte gótico entraron en
crisis también las hermandades artesanales relacionadas con él; la sabiduría
secreta aria permaneció confiada a la custodia de unos pocos depositarios. El fin de
la Guerra de los Treinta Años y de los choques entre Protestantes y católicos, motivados
por la convicción, común a unos y a otros, de detentar la verdadera fe, ofreció a Judá la
ocasión de reconstruír la masonería sobre nuevas bases. Hacia fines del siglo XVII
fueron fundadas las primeras logias, unificadas luego en York en una Gran Logia. El
secreto de la antigua Hermandad de Moradores eracontenido en la doctrina que
exhortaba al individuo a trabajar en busca del propio perfeccionamiento interior, para
luego irradiar, como un sol, el Bien en torno suyo.

«Cada individuo era llevado a actuar para traer el completo desarrollo a la propia y
latente naturaleza solar. Un individuo, completada su realización interior sobre la base
de enseñanzas transmitidas por la primordial sabiduría aria, habrá alcanzado un nivel
psíquico suficiente para hacer de él un Compañero; luego como Maestro alcanzará una
irradiación espiritual capaz de tender hacia el perfeccionamiento también de las
circunstancias exteriores. La reconstruída masonería invirtió los términos de la cuestión
acordando prioridad a la mejora de las condiciones materiales, de las que, según
sostenía, debía derivarse el perfeccionamiento humano. Correspondientemente a los
tres grados de Aprendiz, Compañero y Maestro, presentes en la Masonería Operativa, la
masonería moderna instituyó tres grados simbólicos con el mismo nombre; su ritual
simbólico fue extraído del Antiguo Testamento. En las Logias se trabajaba
simbólicamente en la construcción del Templo de Sión. De la articulación en tres grados
jerárquicos se pasó gradualmente, partiendo del tercer grado, a otros más elevados,
hasta construír, en 1780, el Sistema de los Altos Grados Masónicos.

«Inspiradores y coordinadores, en el interior de las logias, eran siempre los judíos.


Los obtusos alemanes se dejaron embaucar con sus ideas de fraternidad universal,
igualdad y libertad. "Nathan el Sabio", compuesta por Lessing, es una obra inspirada en
las tesis masónicas. Federico el Grande, que había sido iniciado en una logia de
Brunswick, una vez entronizado fundó en Prusia la Gran Logia Real de York. Doctrina,
propaganda y acción revolucionaria fueron elaboradas y programadas en Francia en el
interior de las logias masónicas. Al finalizar la Guerra de la Independencia, la masonería
se había implantado en todo el mundo (...) La antítesis de fondo que separa a las logias
germánicas de la Masonería, está expresada por la concepción de la vida que
profesamos.

«Nosotros consideramos el mundo, este mundo exterior, como resultado de la


acción ejercitada por el hombre. Los masones, por el contrario, sostienen que el
hombre es un producto de las circunstancias.

«Nosotros no reconocemos ninguna fraternidad internacional sino solamente


intereses nacionales, no reconocemos la fraternidad abstracta y genérica de todos los
hombres, sino solamente la real y concreta que deriva de la comunidad de la sangre.

«Nosotros aspiramos a la libertad, pero no a aquella del hombre del rebaño, sino a
la libertad del ámbito del Deber.

«Nosotros detestamos el slogan igualitario. La lucha es la matriz de todo, y la


igualdad es muerte.

«Nosotros cultivamos el propósito de vivir, largo tiempo y felizmente.


Consideramos válida solamente la igualdad frente al Deber. Solo así estaremos en
grado de sostener la próxima e inevitable lucha entre arios y hebreos. (...)

«Toda concepción materialista conduce a la decadencia.

«En lo que se refiere al ritual no tenemos nada que ver con los masones. (...)
[Frente a construcción del Templo de Sión] empuñamos la espada de hierro y el martillo
de hierro y dedicamos nuestro empeño a la edificación del Halgadom germánico.

«(...) La Historia nos ha enseñado que mientras que el ario construye, el hebreo
destruye».

La cita es larga pero ha valido la pena, no sólo porque en ella Sebotendorf se


identifica con las logias "germanas", sino también por las similitudes entre esta
descripción y las concepciones desarrolladas por Hitler en Mein Kampf. Volvamos ahora
a la descripción de la “Germanenorden”.

El desarrollo de la Orden fue rápido y espectacular especialmente en el Norte y el


Este del Reich. En los primeros manifiestos y circulares de la Orden se percibe
claramente su intento de remontar su filiación a la Orden de los Iluminados de Baviera y
a las logias "antiguo prusianas". En 1912 los miembros de la docena de logias eran poco
más de trescientos, pero se duplicarían antes de que estallase la guerra mundial y, con
todo, el relativamente bajo número no debe engañarnos: se trataba de gentes
influyentes en los medios völkisch, bien relacionadas y con amplia experiencia agitativa.
En 1916 en el encabezamiento de las publicaciones de la Orden empieza a aparecer la
esvástica.

Nicholas Goodrik-Clarke nos relata cómo eran los rituales y ceremoniales de la


Orden:

«La ceremonia y el ritual de la Germanenorden evidenciaban el extrañosistema que


la inspira, uniendo racismo, masonería y wagnerianismo. Unaconvocatoria de la
provincia de Berlín a una ceremonia de iniciación, el 11 deEnero de 1912, informaba a
los hermanos que se trataba de una reunión "deetiqueta" y que los nuevos candidatos
deberían someterse a exámenes raciales efectuados por el frenologista berlinés Robert
Berger-Villingen, que había inventado el "plastómero", un instrumento que servía para
determinar el grado de pureza racial del sujeto por medio de las medidas craneales...

«Un documento ritual de 1912 que nos ha quedado, describe la iniciación de los
novicios en el grado más bajo de la Orden. Mientras que los novicios esperaban en
una estancia vecina, los hermanos se reunían en la sala de ceremonias de la logia.
El maestre se colocaba frente a la sala, bajo el baldaquino, flanqueado por
dos caballeros vestidos con ropas blancas y cascos ornados con cuernos y apoyándose
sobre sus espadas. Frente a ellos se sentaban el tesorero y el secretario, llevando
cordones masónicos blancos, mientras que el heraldo se situaba en el centro de la sala.
En el fondo de esta, en el "bosque del Grial", permanecía el bardo con ropa blanca, ante
el maestro de ceremonias revestido con ropa azul, mientras que los otros hermanos de
la logia se disponían en semi-círculo en torno suyo, a la altura de las mesas del tesorero
y el secretario. Tras el "bosque del Grial" se encontraba una sala de música donde un
armonium y un piano eran acompañados por un pequeño coro de "elfos del bosque".

«La ceremonia empezaba con una dulce música de armonium, mientras que los
hermanos entonaban el coro de los peregrinos de Tannhäuser. El ritual empieza a la luz
de la candela, los hermanos hacían el signo de la svástica y el maestre respondía con el
mismo gesto. Entonces los novicios con los ojos vendados, revestidos con la ropa del
peregrino, eran introducidos por el maestro de ceremonias en la sala. Allí, el maestre
les hablaba de la weltanschaung ario-germánica y aristocrática de la orden, antes de
que el bardo alumbrara la llama sagrada en el "bosque" y de que los novicios fueran
despojados de su manto y de su banda. En ese momento, el Maestre tomaba la lanza
de Wotan y la mantenía ante él, mientras que dos caballeros cruzaban sus espadas
delante de éste. Una serie de preguntas y respuestas, acompañadas por la música
de Lohengrin, acompañaba el juramento de los novicios, siguiendo su consagración con
los clamores de los "elfos del bosque" cuando los nuevos hermanos eran conducidos en
el "bosque del Grial" en torno a la llama sagrada del bardo. Con el ritual que hacían los
miembros de la logia, figuras arquetípicas de la mitología germánica, este ceremonial
debía producir una impresión profunda en los candidatos».

En Mayo de 1914 la Orden celebra su primer congreso en Thale. Sebotendorf no se


había adherido todavía a la Orden; sin embargo, en su libro sobre la Logia Thule resume
las conclusiones de la asamblea celebrada el domingo de Pentecostés:

«1) La Orden de los Germanos autorizaba a acoger entre sus miembros exclusivamente
a alemanes que estaban en condiciones de demostrar la propia integridad hasta la
tercera generación. Estaba prevista la admisión de mujeres en el Grado de Amistad de
la Orden.
2) Se insistía en la difusión de conocimientos antropológicos, aplicando a los seres
humanos los resultados de las experiencias realizadas en el reino animal y vegetal y
demostrando cómo la mezcla racial es el origen de toda tara y miseria.
3) La Orden de los Germanos se proponía extender a toda la raza alemana los
principios informativos del pangermanismo, realizando la unificación de todas las
estirpes de sangre germánica.
4) Una lucha a ultranza debía ser conducida contra todo lo que no es germánico,
empeñando todas las energías disponibles para contrastar al internacionalismo y
combatir las tendencias judaizantes presentes en el ánimo alemán».

Pero las conclusiones más importantes no se plasmaron en letra impresa. Es más, la


reunión de Thale fue una asamblea bastante confusa en la que se fraguó la futura
escisión de la Orden. En efecto, allí los "congresistas más serios" —refiere Jean Mabire
en su libro "Thule", gracias al testimonio directo de un participante en la reunión
— «comprendieron pronto la necesidad de un "aparato clandestino" para organizar y
controlar lo que aparecía, por esencia, como una manifestación colectiva de
individualismo. (...) Ya le he dicho hasta qué punto Hermann Pohl era un verdadero
maniaco del secreto. Su prudencia llegaba en ocasiones hasta la pusilanimidad,
mientras que Fritsch era un camorrista (...). Así va a nacer, en el seno mismo de
la Germanenorden, el Geheimbund, una asociación clandestina cuyo fin será
reencontrar la verdadera tradición nórdica e imponer un fin común a todos esos
grupúsculos que se desgarraban". Jean Mabire concluye: "Es en Pentecostés de 1914
cuando todo empieza verdaderamente".

La ruptura no tardó en producirse: el 8 de Octubre de 1916 se constituye


la Germanenorden Walvater del Santo Grial, dirigida por Hermann Pohl. Es a ese núcleo
al que se adherirá Rudolf von Sebotendorf y cuya rama bávara dirigirá durante tres
años: la Logia Thule.

Cuando se produjo la sublevación comunista de Baviera, la Logia Thule constituyó el


Cuerpo Franco "Overland" compuesto por voluntarios anti-bolcheviques. Durante la
ocupación de Múnich, las milicias comunistas asesinaron a siete rehenes miembros de
la Logia Thule. Cuando los combatientes del Overland entraron en Múnich se vengaron
de aquellos asesinatos cometiendo, a su vez, otros excesos.

En ese tiempo, algunos de los que luego serían altos dignatarios del Partido
Nacionalsocialista Obrero Alemán, eran miembros de la Logia Thule, entre ellos Rudolf
Hess, Alfred Rosenberg y Dietrich Eckhart y otros más. Sin embargo, poco después de
los incidentes de Múnich, Sebotendorff se fue a Suiza y, poco a poco la Logia empezó a
declinar. Cuando, unos meses después, Eckhart llevó a las reuniones a un joven cabo de
la Wermacht, Adolf Hitler, y lo introdujo como "huésped" (el nivel inicial de
"probacionismo" de la Sociedad Teosófica), la Logia ya había entrado en decadencia, y
diez años después terminaría por disolverse.

Ahora bien, la Logia Thule en 1919 había constituído un desdoblamiento político,


elPartido Obrero Alemán del que Hitler entró a formar parte y, al poco tiempo, ya se
había convertido en su alma inspiradora. Hitler cambió el nombre por el de Partido
Obrero Nacional Socialista Alemán. En este sentido, es rigurosamente cierto que
la Logia Thuleconstituyó el embrión del Partido Nacionalsocialista. Pero no es menos
cierto que Hitler desconfiaba —y así lo anotó en su libro Mi Lucha— de los
grupos völkisch y de todo lo que no fuera acción de masas; le disgustaban
profundamente las sectas. Y Thule era una de las sectas ariosóficas de la época.

EL ANCESTRO INMEDIATO DEL NSDAP: LA LOGIA THULE

Se ha escrito que la Logia Thule era la "rama bávara de la Orden de los Germanos".
Esto es cierto sólo a medias, y el matiz no deja de tener interés.
Tal como hemos visto, al comenzar la Primera Guerra Mundial la Orden de los
Germanos contaba con unos pocos cientos de afiliados, muchos de los cuales partieron
para el frente y murieron combatiendo. A la merma física de miembros se unió el cese
radical de ingresos en las arcas de la Orden y el cuestionamiento de sus dirigentes; por
una y otra parte los grupos locales se independizaron y eligieron nuevos maestres.

En 1916 la escisión más importante, dirigida por Hermann Pohl, cristalizaría en la


fundación de la "Germanenorden Walvater del Santo Grial". Es este sector escisionista
quien protagonizaría distintos atentados en la posguerra contra destacados exponentes
de la República de Weimar y participando en distintas actividades clandestinas
contrarias a la república. A partir de 1916 un oscuro aventurero que empezaba a gozar
de cierta fama en medios ocultistas alemanes entrará en contacto con ese sector de
la Orden de los Germanos y organizará la Orden en Baviera. Se llamaba Adam Alfred
Rudolf Glauer, pero como tantos otros ariosofistas y pan-germanistas místicos, tenía
una irreprimible tendencia a adoptar títulos de nobleza, "Von Sebotendorf" en este caso.

El mismo cuenta su vida en la novela "El Talismán de los Rosacruces", pieza que
intenta emular la tradición de los rosacruces alemanes del siglo XVII, uniendo datos
interpretables sólo en clave mística, a elementos biográficos auténticos.

Como veremos, en la biografía de Sebotendorf existen elementos que recuerdan


extraordinariamente algunos rasgos de la personalidad de Hitler. Al igual que el
futuro Führer, Sebotendorf había nacido en el seno de una familia humilde originaria de
Prusia, el 9 de Noviembre de 1875, cerca de Dresden. En "El Talismán" comenta que
sus antepasados por parte paterna fueron franceses. Glauer-Sebotendorf era, como
Hitler, un desarraigado, alguien sin patria clara, sin oficio ni beneficio. A los veintitrés
años, tras haber finalizado sus estudios técnicos, se embarca visitando diversos países y
entrando en contacto —en ocasiones muy profundo— con distintas tradiciones y
escuelas iniciáticas. Visitará Egipto en Junio de 1900, donde entrará a trabajar para
Abbas Hilmi durante tres años, pero buena parte de ese tiempo lo pasa en
Constantinopla.

Puede comprenderse así que Sebotendorf a lo largo de sus obras teóricas demuestra
un conocimiento real y directo de las culturas egipcia y turca.

No puede olvidarse que Turquía por aquellas fechas disponía de una fuerte tradición
esotérica y ocultista y que, por tradición, era un camino hacia Oriente: se decía que
Nicolás Flamel y su mujer Perrenelle habían sido vistos por última vez en Turquía
camino de Oriente. También se sabe que antes de la Guerra de los Treinta Años, los
auténticos Rosacruces abandonaron Europa en dirección a Oriente y, sea simbólica tal
marcha, lo cierto es que Turquía excepcionalmente permitió que ellos actuasen de
manera discreta pero no por ello menos activa. En 1914 Mahmud Mukthar Pachá, a
quien se ha relacionado con Fulcanelli, asistió a dos trasmutaciones de plomo en oro en
Constantinopla. El alquimista que operaba bajo el seudónimo de Fulcanelli contaba 75
años, y llevaba operando en el laboratorio alquímico hacia casi 30.

Pues bien, es en esa Turquía mágica de principios de siglo en donde Sebotendorf se


inicia en el estudio del ocultismo y de las religiones tradicionales. Entra en contacto con
los derviches giróvagos de Mevlevi cuando ya hablaba con fluidez el árabe que aprendió
del imán de la mezquita de Beykoz. Pero sus contactos no se limitarán al Islam: buscará
la relación con kabalistas hebreos tras haber entrado en contacto con la familia Termudi
de origen judío, y con ellos visitará las pirámides de Egipto estudiando sobre el terreno
el esoterismo faraónico.

Los Termudi eran también masones afiliados al Rito de Menfis, llamado también Rito
Oriental, fundado en 1839. Pues bien, Sebotendorf es iniciado por uno de los Termudi
en ese rito, y con posterioridad heredará la copiosa biblioteca ocultista de esa familia.
Será en el interior de uno de esos libros en donde Sebotendorf encontrará unos apuntes
—al parecer de Hussein Pachá— en los que se describen series de ejercicios especiales
de meditación tal como los practicaba la secta derviche de los Bakhtâshi. Tales apuntes
son el material de base que utilizará Sebotendorf para componer su libro sobre "Las
prácticas Operativas de la Francmasonería Turca".

En 1908 Sebotendorf regresa de Turquía con la convicción de que el esoterismo


islámico y el germánico tienen un solo y mismo origen. Pero no hay que conceder
excesivo crédito a esas fechas: si bien parece cierto que Sebotendorf estuvo en los
lugares que dice en "El Talismán", no parece que fuera en los tiempos que afirma.

Sea como fuere, al parecer en ese año de 1908 tuvo problemas legales, siendo
procesado por fraude en Berlín; tras ese incidente, regresó a Constantinopla y trabajó
para una colonia judía procedente de Kiev; en esos momentos Turquía vivía un período
de agitación política en la que la logia a la que pertenecía Sebotendorf jugó un papel
decisivo. En efecto, la masonería turca tenía una serie de correas de transmisión de
carácter político, una de las cuales era la Sociedad de Unión y Progreso. Una vez más la
masonería actuó como ariete de las revoluciones liberales contra las monarquías
absolutas. Ese proceso se repitió también en Turquía, en donde la masonería contaba
unos tentáculos bien implantados en la sociedad.

En 1910-1911 publicará su libro sobre la "Práctica Operativa de la Francmasonería


Turca" y habrá fundado una logia en 1910 en Beyoglü. A esa logia debería pertenecer el
auténtico barón "von Sebotendorf von der Rose", un noble alemán residente en Turquía
y fallecido allí. Ese barón, cuya familia hundía sus orígenes en las marcas germanas del
Báltico en las profundidades de la Edad Media, adoptó a Adam Rudolf Glauer,
nacionalizado turco desde 1911 y, al morir, le cedió su título nobiliario.

En Octubre de 1912 se enroló en el ejército turco y combatió en sus filas


heroicamente en la guerra balcánica, pero cuando estalló la Guerra Mundial se encontró
nuevamente en Alemania. Para entonces ya ha forjado unas ideas místico-políticas
relativamente bien definidas: de Turquía ha traído el componente místico (anti-
materialismo, doctrinas pan-otomanas que luego traducirá en su versión germánica,
doctrinas rosacrucianas, etc.), y en el curso de la guerra, contemplando la revolución
bolchevique y el ascenso de los movimientos radicales de Izquierda, asumirá un anti-
comunismo radical.

En Septiembre de 1916 leerá uno de los múltiples anuncios por palabras con los que
la Orden de los Germanos buscaba nuevas adhesiones. Será así como contactará en
Berlín con Hermann Pohl, el cual lo introducirá en su rama cismática, que justo en esos
momentos se está gestando.

Sebotendorf establecerá su residencia en Baviera y emprenderá los trabajos para


reconstruír la Orden en esa región; para ello recibirá de Pohl una lista de interesados en
el proyecto y de antiguos miembros de ligas ariosóficas y ocultistas. A lo largo de 1917
el papel de Sebotendorf en la Orden de los Germanos crece progresivamente, llamando
poderosamente la atención sus propuestas de crear órganos de difusión de las ideas de
la Orden. Así nacerá a principios de 1918 la revista "Runas", y un boletín interno será
publicado con posterioridad.

A partir de la asunción de la jefatura de la Orden por Sebotendorf, las ideas


ariosóficas y ocultistas se extienden con rapidez inusitada en Baviera. A principios de
1918 había logrado reunir ya a 200 adherentes, que seis meses después ya se habrán
multiplicado hasta llegar a 1.500 entre afiliados y simpatizantes. Entre ellos se
encontrarán los hermanos Walterspiel, propietarios del Hotel Las Cuatro Estaciones que
será utilizado no sólo como sede de la logia Thule, sino también como cuartel general
de Hitler en cada uno de sus desplazamientos a Múnich. Esa rama bávara de la Orden
de los Germanos pasará a estar organizada como logia y adoptará el nombre de Thule.

¿Por qué Thule? Ese nombre estaba siempre presente en las doctrinas ariosóficas.
Era una especie de "lugar de origen", polo de irradiación de la raza aria que Sebotendorf
y los suyos identificaban con Islandia. Los nombres de las otras logias de
la Germanenorden Walvaten del Santo Grial eran igualmente evocadores de su voluntad
de arraigo con la tradición germánica: así las logias de Alemania Central se
llamaban Logias Goden, en honor a los antiguos sacerdotes de las tribus germánicas,
equivalentes a los druidas celtas; las logias del Oeste adoptarán el nombre de Scaldos,
poetas escandinavos; las de Prusia y Pomerania serán las logias Walsungen, hombres
sabios...

Inicialmente la Orden será dirigida por un grupo de burgueses medios: Georg


Gambatz, Johannes Heining y Alfred Rohmeder. El grupo empezó a desarrollar actividad
pública en el Hotel Las Cuatro Estaciones y no parecía haber en ella nada secreto. No se
exigía a los nuevos socios ninguna preparación especial; el sistema de admisión,
calcado del teosofismo, presuponía que el recién llegado debía pasar por el estadio de
"probacionismo", que en Thule se llamará "grado de amistad" y colocará al neófito en el
atrio del templo de la Sociedad.

Inicialmente no se les pide otra cosa que ser fieles a la tradición germánica. Deberán
facilitar una fotografía que Sebotendorf examinará para descubrir en los rasgos
antropométricos huellas de sangre extranjera. Así mismo, deberán jurar la pureza de su
sangre hasta la tercera generación. Un largo cuestionario completará los trámites de
afiliación. El emblema de la Orden que recibirá cuando el barón dé el visto bueno al
nuevo adherido, consiste en una espada antepuesta a la rueda solar y entre ambas, a
su vez, dos hojas de roble. El postulante jurará fidelidad a la logia y a sus principios en
una ceremonia de admisión presidida por el barón, que pronunciará las palabras
rituales: "Así como volvéis a estar entre nosotros, lo que estáis haciendo es regresar a
vuestra comunidad. Reencontráis Thule. Con nosotros alcanzáis el Imperio invisible y
eterno de nuestros antepasados del Norte".

Pero todo eso quedaba radicado en el terreno del exoterismo, y es cierto que
en Thuleexistía un "círculo interior" compuesto por los iniciados de mayor grado. El
neófito siguiendo unos cursos de capacitación y recibiendo las enseñanzas adecuadas
alcanzará los grados de "Huésped" y "Hermano". Los "Hermanos" formarán un "colegio
esotérico de la Orden". Hess, Rosenberg y Frank, luego altos jerarcas del Reich,
pertenecieron a ese círculo.

El barón Sebotendorf, dotado de un especial talento y sensibilidad para la


propaganda, es consciente de que si la Orden quiere realizar un trabajo "exotérico" de
envergadura, precisa dotarse de instrumentos adecuados, y de ahí nace la idea de
comprar o editar un diario. Por unos pocos miles de marcos adquirirán el Munchener
Beobachter, el que luego será el diario más difundido del Tercer Reich.

Sebotendorf había pagado 5.000 marcos por el Beobachter, una de tantas


publicaciones de barrio que aparecía todas las semanas en Múnich. Desde siempre había
tenido un barniz anti-judío y germanista que Sebotendorf acentuará en sus editoriales,
alternándolos con artículos sobre deporte. Una sociedad de responsabilidad limitada, la
editorial Franz Eher, fue puesta en pie con un capital de 120.000 marcos, buena parte
de los cuales pertenecía a miembros de Thule, entre otros Gottfried Feder, principal
teórico en economía del NSDAP. En Noviembre de 1921 las acciones de la Sociedad
fueron entregadas a Hitler en su calidad de miembro del NSDAP.

El 17 de Agosto de 1918 se constituyó oficialmente la Orden con una ceremonia en


el curso de la cual Sebotendorf entregó el grado de "amistad" a 20 nuevos afiliados y
consagró los locales. A partir de ese momento las reuniones y los cursos tuvieron lugar
los sábados.

Pero los tiempos son turbulentos: el Reich ha pedido el alto el fuego. La Izquierda,
galvanizada por el ejemplo de la Unión Soviética, prepara la insurrección armada y
multiplica las agitaciones en medios obreros y militares. El 7 de Noviembre de 1918 se
precipitan los acontecimientos y Kurt Eisner toma el poder en Baviera.
En los días siguientes conseguirá consolidarse, si bien de forma precaria. El 9 de
Noviembre los hombres de Thule se reunen y movilizan, y al día siguiente deciden la
constitución de un "Kampfbund" (grupo de combate), a modo de correa de transmisión
de la orden.

***
El período Thule/Kampfbund es turbulento. La asociación debe defenderse y
contraatacar. Sebotendorf organiza equipos entre sus partidarios, que se infiltrarán en
las organizaciones de Izquierda y en el aparato de seguridad del Estado. Se da la
circunstancia de que en varias ocasiones los locales de la Sociedad son registrados
precisamente por policías miembros de la misma Sociedad. Sebotendorf se ha
preocupado también de infiltrar a los guardias rojos y de crear un gabinete de
falsificación de documentos. Rudolf Hess, por su parte, se curte en todas esas
actividades clandestinas.

Un comando del Kampfbund de Thule intenta secuestrar a Kurt Eisner en persona el


4 de Diciembre de 1918. El fracaso de la operación y la detención de algunos
conspiradores hacen que la oficina de la policía política logre descubrir un depósito de
armas y registra el Hotel Las Cuatro Estaciones, sede de la Orden.

El 22 de Diciembre Sebotendorf marchará a Berlín para asistir a las celebraciones del


solsticio de invierno programadas por la Orden de los Germanos. Lleva no sólo los
buenos oficios de la logia bávara sino también un manifiesto al pueblo alemán. Allí lo
sorprende la revuelta espartaquista solventada en una semana gracias a la intervención
de los cuerpos francos. Von Sebotendorf presenciará sobre el terreno y en primera línea
el papel y el éxito de los "freikorps" y, cuando regrese a Berlín, habrá pergeñado el
proyecto de creación de una organización de ese tipo destinada a restablecer el orden
en Baviera.

El kampfbund de Thule es reconvertido en los "Freikorps Oberland" justo en el


momento en que los judíos Axelrod, Levien y Levine proclaman en Baviera la República
de los Consejos Obreros: aterrorizado, el gobierno socialdemócrata huye a Bamberg
donde se establece. Sebotendorf no quiere ser sólo el dirigente de una secta, sino que
su mente, políticamente muy hábil, se mueve en función de posibilidades más realistas.
Esto es algo más que mero pragmatismo, es la lucidez de alguien que —como el mismo
Hitler— tiene madera de gran conductor político.

De ahí que ante la nueva situación creada en Baviera el 7 de Abril de 1919,


Sebotendorf y los suyos, que han despreciado siempre al partido socialdemócrata, vean
en el gobierno de Hoffman, exiliado en Bamberg, a un eventual aliado circunstancial.

Después de indecibles peripecias, Sebotendorf logra salir de Múnich arriesgando su


vida. Se planta en Bamberg y allí negocia una cooperación con el SPD y el gobierno
bávaro en el exilio. Thule organizará una fuerza de choque destinada a liberar Baviera,
fuera que será reconocida por el gobierno bávaro. Con esa iniciativa, el peso político de
los pocos cientos de hombres de la Logia Thule crecerá de manera inesperada.

Sebotendorf encarga al capitán Beppo Römmer la formación del Primer Batallón del
nuevo cuerpo franco que acampará clandestinamente cerca de Eding. El Segundo
Batallón realizará, entre tanto, una labor de agitación en el interior de Múnich:
terrorismo y quintacolumnismo. Los hombres de ese Segundo Batallón llegarán a
distribuir panfletos firmados por el Comité Local del SPD.

Ese batallón participará en el intento de golpe de Estado del 13 de Abril de 1919 que
fracasará. En realidad, la inicial aquiescencia de oficiales y fuerzas reaccionarias
comprometerá al capitán Römmer que, a la hora de la verdad, será el único con valor
suficiente para movilizar a sus tropas: solo y aislado, Römmer ordenará la dispersión, y
él mismo deberá huír en bicicleta, siendo finalmente detenido y encarcelado. Años
después terminará su vida política como diputado comunista.
El 16 de Abril, a la vista del cariz de los acontecimientos, Sebotendorf ordena a sus
fieles la dispersión y el paso a la clandestinidad. Mientras, él y algunos oficiales
de Thuleconstituirán los Freikorps en su forma definitiva. El hombre de la operación es
el teniente Kurtz y, junto con Sebotendorf, ambos proyectarán una "marcha sobre
Múnich". De Bamberg marchará a Núremberg abriendo oficinas de reclutamiento y
dando mitines para reforzarlo. Por fin, el Domingo de Ramos de 1919 el "cuerpo
franco" Oberland es constituído.

Oberland es una creación exclusiva de la Sociedad Thule; dirigido por un Estado


Mayor de oficiales miembros de la Logia, con Von Beck al frente, los tenientes Kurtz y
Hess, la oficialidad y la tropa reconocen sus ambiciones en una sola consigna: "¡A
Múnich!". El ambiente de aquellos días es de exaltación, cerveza y tensión ideal. Un
ambiente de Lansquenetes o el propio de cualquier cuerpo de élite. La Segunda
Compañía se pondrá en marcha el 26 de Abril, y el 29, los 350 voluntarios
del Oberland parten hacia Múnich "la roja".

El 2 de mayo, encontrándose en los arrabales de la capital bávara, se producen


violentos combates con los guardias rojos que costarán la vida a varios voluntarios
de Thule. En la noche del 2 al 3 de Mayo, los miembros del Oberland, implacables en su
avanzar, penetrarán en el centro de la capital y, como para demostrar su vinculación a
la Logia Thule, establecerán la sede de su cuartel general en el Hotel Las Cuatro
Estaciones.

La represión es dura. Sólo cuando liberan la capital bávara, los hombres


del Oberlandadvierten que en la noche del 26 al 27 de Abril los guardias rojos han
logrado detener a siete miembros de Thule, entre ellos al príncipe Gustav Turn und
Taxis, la baronesa Hella von Westrup y Walter Nauhaus, secretaria de Thule la primera
y ex-combatiente del frente occidental durante la guerra, herido en varias ocasiones y
"Guardián de las Genealogías" en la Orden de los Germanos, el segundo. Los siete
rehenes serán fusilados cuando los miembros del Oberland estaban llevando la sangre y
el fuego por los arrabales de Múnich.

Cuando la situación se calmó, el 5 de Mayo reapareció el Munchener Beobachter con


un llamamiento a los fieles de la Logia Thule: no son momentos para enarbolar
doctrinas esotéricas ni ariosóficas, sino para ajustar las cuentas con los guardias rojos.
La represión desencadenada contra la Izquierda será terrible.

El fusilamiento de los rehenes de la logia Thule y el cuerpo franco Oberland,


contribuyeron a que la rama bávara de la Orden de los Germanos tuviera una influencia
superior al resto de las logias regionales de la Orden. La República de los Consejos
Obreros y las luchas civiles que siguieron crearon un clima de venganza y rencores que,
como bien subraya Goodrick-Clarke, "permitió prosperar a los movimientos extremistas
como el nacional-socialismo".

Los combates duraron todavía una semana. En ellos Ritter von Epp y el capitán
Roehm, de entonces 32 años, destacarán entre todos. Von Epp tendrá un importante
papel en todas las conspiraciones que se sucedan bajo la República de Weimar,
protagonizadas por los "freikorps". En cuanto a Roehm, de esa época data su
compromiso político. A partir de esa fecha empieza a considerarse "soldado político".
Otro destacado protagonista de aquellas jornadas es, ya lo hemos dicho, Rudolf Hess, el
alemán de Alejandría, aficionado a las ciencias ocultas desde muy joven, de heroico
comportamiento en la infantería de choque germana y luego voluntario de los primeros
escuadrones de la Luftwaffe; se alistará en Regensburg en el Oberland, y en sus filas
resultará herido en una pierna y, al igual que Roehm, dará que hablar en el futuro.

Arreglada la situación en Baviera, el Oberland se convierte en una unidad llamada


Primer Batallón de Tiradores Bávaros, y como tal participa en los combates de Alta
Silesia y en el asalto a Amaberg en Polonia. Pero ya son otros momentos: el equipo que
dió vida inicialmente al Oberland se ha dispersado y el espíritu de Thule se ha reducido
casi hasta desaparecer. Incluso un oficial del Batallón llega a quemar un ejemplar
del Munchener Beobachter en público. La aventura militar de Thule ha terminado.

***
A partir de ahí el papel de la Logia Thule pasa a ser político y su papel irá en
disminución a medida que aumente el peso del NSDAP: aquélla mengua para que éste
crezca. Es preciso examinar y valorar en su justa medida el papel de la Logia Thule en
el nacimiento y desarrollo del NSDAP.

En la introducción de su libro "Antes de que Hitler Viniera" [*], Sebotendorf explica


textualmente que Hitler en sus primeros meses de actividad pública se apoyó en tres
fuerzas políticamente organizadas y dependientes de la Logia Thule: el Partido Alemán
de los Trabajadores, fundado por el "hermano" Karl Harrer en Múnich, y el Partido
Socialista Alemán de Hans Georg Grassinger, y, por supuesto, en la misma Logia Thule.
Sebotendorf concluye: "De estos tres grupos, Hitler hizo el Partido Nacional Socialista
Obrero Alemán". Pero los tentáculos de la Logia Thule llegaban todavía más lejos. Es
curioso contemplar que en el Hotel Las Cuatro Estaciones, sede de Thule y propiedad de
dos de sus miembros, tenían igualmente sede otros movimientos, más o menos, correas
de transmisión de la Orden: el Partido Nacional Liberal de Hans Dhan, y el Deutsche
Schulverein de Wilhem Rohmeder.

[*] Lectura sugerida relativa a dicho libro y otros temas relacionados: http://editorial-
streicher.blogspot.com/2015/01/reginald-h-phelps-antes-de-que-hitler.html

De entre todas estas correas, una tendrá particular éxito, y hay que remontarse a
Octubre de 1918 para contemplar su origen. Por esas fechas, Sebotendorf estaba
persuadido de que las clases obreras solamente podían ser desvinculadas del marxismo
si se oponía a éste una ideología de sentido contrario. Sebotendorf creía que esa
ideología podría ser la ariosofía (ocultismo teosófico pan-germanista). Para extender la
ariosofía constituyó, por medio de Karl Harrer, el Politischer Arbeiter-Zirkel, entre cuyos
miembros se encontraba Anton Drexler y cuyo secretario era Michel Lotter. Ese pequeño
grupo duró de Octubre de 1918 a Enero de 1919; el día 5 de ese mes Drexler
propondría la transformación en partido, el Partido Alemán de los Trabajadores.

Como no podía ser de otra manera para un partido que pretendía hundir sus raíces
en la tradición obrera alemana, la fundación tuvo lugar en una cervecería. El nuevo
partido apenas tenía 24 miembros, la mayoría de ellos ferroviarios.

Regularmente el DPA organizaba reuniones públicas y debates. El 12 de Septiembre


de 1919, un hombre oscuro, enviado por la Inteligencia militar, asistirá en calidad de
espía a un acto público celebrado por la naciente organización. Se llamaba Adolf Hitler.
El 20 de Febrero de 1920 Hitler ocupaba ya la dirección del partido y lo transformó en el
NSDAP.

No todos los miembros de la Logia Thule ingresaron en esa formación. Los motivos
son dos: en primer lugar, no todos estaban interesados en la actividad política, a pesar
del período de politización de la sociedad alemana de la época; buena parte de los
efectivos de Thule son hombres y mujeres interesados única y exclusivamente en el
ocultismo. En segundo lugar, el mismo nombre que Hitler da a "su partido" indica cuáles
son las áreas preferenciales de reclutamiento: Partido Obrero Alemán Nacional
Socialista. Se busca, efectivamente, reclutar "trabajadores alemanes" a fin de realizar
un "socialismo en la nación alemana", un "verdadero socialismo"; y con tales objetivos
no podía comprometerse —al menos en esos momentos iniciales del nacionalsocialismo
— buena parte de los miembros de Thule. En la lista de afiliados se encuentran tres
componentes fundamentales y una línea de tendencia: en primer lugar, los hombres y
mujeres de Thuleson —en este orden— profesionales liberales (frecuentemente
juristas), nobles aristócratas y militares; la tendencia general dominante es burguesía
media-alta.
Contrariamente a lo que se ha dicho, Hitler jamás conoció a Sebotendorf. Sin
embargo, es cierto que su mentor político-ideológico en aquella época fue Dietrich
Eckart y que ambos eran "Hermanos Visitantes" de la Logia Thule. Cuando Hitler ingresa
en el círculo de Thule, Sebotendorf ya ha abandonado Múnich (lo hará exactamente el
26 de Junio de 1919), siendo cuestionado por parte de la Asociación y acusado de
haberse comportado con excesiva ligereza en la custodia del archivo de los miembros
de la logia, los cuales, al caer en manos de los bolcheviques, ocasionaron la detención y
el fusilamiento de los rehenes durante las jornadas insurreccionales de Abril de 1919. La
última presencia de Sebotendorf en una reunión de la Logia Thule data del 22 de Junio
de 1919.

Hitler sentía verdadera aversión por todo lo que se refería a sectas y al espíritu
sectario. Su vocación era la de presidir un gigantesco movimiento nacional abierto a
amplias masas populares; atacaba con frecuencia la mentalidad conspirativa de los
grupos völkisch y no se recata en Mein Kampf de dirigir acusaciones contra esa forma
de hacer política-ficción.

Poco a poco, Hitler va eliminando los rastros del espíritu de Thule en el NSDAP, y la
mayoría de los siete miembros del antiguo DAP son excluídos de la dirección o remitidos
a puestos puramente protocolarios. Es cierto que Hans Frank, Rosenberg y Hess,
"hermanos" de Thule, ocuparon posteriormente cargos de máxima responsabilidad en el
Tercer Reich. La partida de Sebotendorf y la ruptura de Hitler con Thule entrañaron la
crisis de la logia, que se iría desdibujando progresivamente y desaparecería en el curso
de los años '20.

Sebotendorf-Glauer asumió en 1920 la dirección de la prestigiosa revista de


astrología alemana "Astrologische Rundschau". En 1923 se trasladó a Suiza —de donde
es su segunda mujer— y vivió allí hasta 1924. De 1926 a 1928 —imposible obtener
datos de cómo lo consigue— es nombrado cónsul honorario de Méjico en Estambul.

Mas tarde —también es imposible establecer los motivos y los fines— se desplaza a
Estados Unidos y América Central. En 1933 regresa a Múnich —Hitler ya ha alcanzado el
poder— con el título de Caballero de la Orden Imperial de Constantino, sociedad
patriótica turca con aspiraciones iniciáticas.

Pero su nueva estancia en Alemania se prolongó poco. Intentó aprovechar la


presencia de destacados hermanos de la Logia Thule en el nuevo régimen para relanzar
las actividades de la Orden y escribió diversos artículos y un libro —"Antes de que Hitler
Viniera"— en el que se auto-considera como el precursor del Nacionalsocialismo. No es
que sea falso: es que al nuevo régimen no le interesa sacar a la luz pública esos
aspectos ocultos de su prehistoria.

Existen dos fichas de las SA sobre Sebotendorf: una da cuenta de su


encarcelamiento el 29 de Enero de 1934, y otra del 2 de Marzo del mismo año, fecha en
que es liberado. De las dos ediciones de su libro sobre Hitler y la Logia Thule, la primera
edición se agotó a los pocos días, y la segunda sería retirada por la administración.

Sebotendorf tenía ya sesenta años y había perdido ese atractivo de madura estampa
noble y germánica. Se había separado de su mujer en 1928 y empezaba a tener
dificultades económicas. Sobre el final de la Sociedad Thule, Sebotendorf es muy
explícito: en el capítulo XIV explica que el 9 de Noviembre de 1923 se produjo el
fracaso del golpe de Múnich, el golpe de la cervecería: "El funesto acontecimiento había
inducido a los miembros del partido, guiados por el actual primer alcalde de Múnich,
Fiedhler, a afiliarse, en su mayoría, a la Logia Thule, para tener alguna forma de
proseguir, gracias a tal actitud, la acción propagandística emprendida, haciendo que
Adolf Hitler, de regreso de la cárcel de Landsberg, pudiera nuevamente reunirlos en
torno suyo".

No se entiende bien este fragmento, sobre todo cuando Sebotendorf después de


hablar de "afiliarse mayoritariamente", un párrafo después confiesa que en 1925
la Logia Thuletenía apenas 25 afiliados. En 1926, siempre según sus cifras, se habían
reducido a 5, y en Junio de 1930, terminó disolviéndose.

Regresó como pudo a Estambul, y durante la guerra colaboró con la Inteligencia


alemana, lo que le permitió sobrevivir aun a pesar de que su superior consideraba sus
informes como de dudosa utilidad. En Septiembre de 1944 se rompieron las relaciones
entre Alemania y Turquía. Sebotendorf recibió una pequeña paga para mantenerse
durante un tiempo. Cuando el dinero se agotó Glauer-Sebotendorf se sintió sin fuerzas,
quizás se consideraba un fracasado, quizás ya no creía más en sus capacidades de
astrólogo y vidente o quizás sentía que había perdido ese magnetismo que le permitió
edificar en pocos meses una poderosa logia, un cuerpo franco y protagonizar la reacción
anti-comunista en Baviera o atraer a primeras figuras del futuro Reich.

El 9 de Mayo de 1945 no solamente el Gran Almirante Doenitz firmaba la


capitulación, sino que lejos del Berlín destruído, en los acantilados del Bósforo,
Sebotendorf se suicidaba. La fuente originaria de estos datos procede de Herbert
Rettinger, su superior jerárquico en la Inteligencia alemana en Estambul, el cual los
recibió de otro de sus antiguos colaboradores en Turquía. Incluso en el acto final del
suicidio la vida de Hitler y la de Sebotendorf son paralelas.

***
Hasta aquí la peripecia de la Logia Thule. Se la puede considerar en rigor como
precedente directo del nacionalsocialismo: fue de la Logia Thule de quien el
nacionalsocialismo tomó buena parte de sus temas. Un miembro de la Orden de los
Germanos desde 1913 y luego de Thule, Friedrich Krhon, en 1919 presentó al DAP una
memoria sobre la svástica, proponiendo como distintivo partidario ese símbolo sobre un
disco blanco en el centro de una bandera roja. Hitler aceptó la idea y el 20 de Mayo de
1920 se utilizó en público por primera vez. Se trataba de una svástica dextrógira,
similar a la utilizada por los teosofistas. Así pues, a un tiempo, Thule proporcionó el
símbolo del nacionalsocialismo, el futuro órgano de expresión del NSDAP y los núcleos
organizados, política que aprovecharía Hitler en sus inicios.

Pero ¿en qué consistía la doctrina de Thule? No existen documentos para que
podamos reconstruír la totalidad de su doctrina. Solamente se la puede inferir a partir
de tres documentos fundamentales: 1) los escritos ideológicos del propio Sebotendorf,
2) los escritos ariosóficos de List y 3) parte de la obra de Alfred Rosenberg "El Mito del
Siglo XX". Las dos últimas han sido ya mencionadas en otros capítulos; respecto a los
primeros vale la pena realizar unas acotaciones.

La obra de Sebotendorf entra de lleno en la tradición neo-rosacruciana, una tradición


mística e interiorizada cuyo objetivo final era "la construcción del Halgadom",
equivalente en la doctrina rosacruz a la "edificación de las columnas del Templo
Interior", con la variante de que Sebotendorf otorga al concepto una vigencia a la vez
trascendente y contingente. Escribe en Antes de que Hitler Viniera: "El alemán no ve
nunca el fin. No ve más que el camino. La Germanenorden y, sobre todo,
el Geheimbund deben definir este fin. Éste será la construcción del Halgadom".

Jean Mabire, comentando este concepto, apunta: "Este templo del Halgadom es, a
la vez, espiritual y material. Pertenece a la tierra y al cielo, al pasado y al porvenir. Es
el equivalente del Arca de la Alianza del pueblo israelita. Es el reino terrestre donde va
a renacer el espíritu de Thule. Es el Imperio de todos los germanos".

Esta concepción del Halgadom se encuentra igualmente presente en Rosenberg y en


su "Mito del Siglo XX", e igualmente reaparece en toda su integridad en los mitos que
animaron a las SS en la última fase de la guerra.

El "Halgadom" era el Imperio de todos los germanos, la forma política superior a la


nación, regida por principios metapolíticos que debería reflejar las tradiciones y
concepciones de la vida y del mundo de los pueblos germánicos.
El Imperio se construía con la espada. Esa lucha equivalía a la "pequeña guerra
santa" de las concepciones islámicas, una lucha contra el enemigo exterior y
contingente. Pero, ¿y la "gran guerra santa", la lucha contra el enemigo interior?, ¿cómo
podrá practicarse?.–

"Esoterismo Nazi" - Jörg Lanz von Liebenfels.


Infokrisis.- Este artículo forma parte de la serie que realizamos para incluir en un
proyecto que hasta ahora hemos ido desarrollando pero nunca hemos tenido ocasion
de coronar, sobre el "esoterismo nazi". El artículo está consagrado a la figura
de Von Liebenfels a pesar de que también trata sobre Guido von List y la
revista Ostara. Liebenfels, sobre todo, fue el alucinado ideólogo y fundador de
la Orden del Nuevo Temple, uno de los grupos ariosóficos de los que hemos hablado
en un artículo anterior.
* * *
Los escritos de un hombre extraño y enigmático, Guido von List de quien hablaremos
más adelante fueron leídos ávidamente por alguien más joven que él, que los
asumiría íntegramente, yendo todavía más lejos en la formulación de la gnosis racista
teosófica. Se trataba de Jörg Lanz von Liebenfels. Había nacido el 1 de mayo de 1872
y conoció las teorías teosóficas poco después de publicarse; a los diecinueve años
tomó el hábito cisterciense, de ahí que en sus escritos demostrase un conocimiento
profundo de la Biblia y los Evangelios y estuviera familiarizado y atraído por los
movimientos sectarios del cristianismo gnósticos, dualistas, templarios, rosacrucianos,
etc. . Lanz introdujo, con posterioridad a su abandono del Císter, un elemento nuevo
en la gnosis racista: la veta cristiana, según la cual Cristo Frauja, en nombre
germánico antiguo era un iniciado ario que se opuso a las fuerzas oscuras
repesentadas por la sinagoga. A estos y a otros muchos movimientos sociales Lanz
les otorgaba un grado de biológico existencial inferior al humano: mientras los arios
eran los descendientes de los dioses, los pueblos "inferiores" eran los descendientes
de los monos; con esta pirueta Lanz incorporaba de un solo golpe la temática
evolucionista a sus delirios místico teosóficos, de un lado, y de otro introducía la
antropología y la zoología como ciencias de apoyo a su welstanchaaung. El producto
de todo esto sería la "teozoología" y su biblia un libro de título ampuloso y
enigmático: "La teozoología o los Simios de Sodoma y el Electrón de los
Dioses", nombre que ya de por sí constituye todo un programa.

El 27 de abril de 1899 abandona el monasterio de Heiligenkreuz, apenas ha resistido


tres años la austeridad del monacato y el dogma católico, años que ha aprovechado
para algo más que para piadosas plegarias: ha formado sus opiniones doctrinarias al
menos en lo esencial en la biblioteca del monasterio. No queda claro en qué momento
se ha hecho racista, pero lo cierto es que proclama que el Císter ha traicionado su
doctrina originaria: una doctrina en la que Lanz advierte elementos simbólicos que
encubren una componente racista. Para el prior del monasterio el motivo del abandono
es sensiblemente diferente: Lanz no ha soportado el voto de castidad. Y
efectivamente, la teorización de Lanz evidencia la existencia de una obsesión
enfermiza por la sexualidad.

En torno a 1903 empieza a escribir en publicaciones völkisch y darwinistas. Parece


que hacia 1905 ya había completado lo esencial de su formación intelectual. Publica
un artículo en uno de estos boletines völkisch titulado "Antropozoon bíblico" en el que
defiende como tesis central la existencia de prácticas esotéricas relacionadas con el
sexo que se encuentran presentes en los pueblos de origen ario: serán las orgías en
Grecia y Roma, serán los misterios sexuales del tantrismo y la presencia de esculturas
y relieves de inspiración sexual en las antiguas culturas indo arias del medio oriente, lo
que le dará la pista de tales ritos. Pero, al mismo tiempo, el hecho de que en algunas
representaciones iconográficas se incluyan figuras animales le confirmará en una
intuición: la "caída" del estado edénico primordial se habrá producido por que los "hijos
de los dioses" se unirán con las "hijas de los hombres", ¿de qué hombres puede
tratarse?: de especies animalescas, se responde, poco evolucionadas. Estos "hijos de
los dioses" serán los arios, y a esta raza la llamará Teozoa. Del producto de este
mestizaje nacerán cultos satánicos y demoníacos, especies inferiores en estatura
pigmeos y en capacidades éticas y morales, se tratará de una especia con
características animales y, solo accesoriamente humanas: los Antropozoa. Y se tratará
de una especie biológicamente condicionada hacia la práctica desenfrenada de la
sexualidad, en la medida en que através de la misma se podía corromper a los "hijos
de los Dioses". El Antiguo Testamento es una guía para el pueblo ario atención, no
para el pueblo elegido hebreo sobre como evitar la tentación de los animalescos seres
inferiores.

Lanz evidencia dos carencias: una de carácter psicológica, probablemente fruto de sus
años conventuales; una sexualidad mal asumida o asumida junto a un complejo de
culpabilidad que la hace nociva; producto de dicho complejo de culpabilidad es la
fijación de Lanz contra aquellos que han cometido el mayor pecado, un pecado mucho
más grave que sus deseos sexuales execrados por la Iglesia, un pecado, en definitiva,
contra la raza; se trata de las razas inferiores, animalescas, de entre las que los judíos
destacan de forma señera.

La otra carencia es doctrinal: en los escritos teosofistas la sexualidad ocupa un


discreto lugar secundario. Parece como si la Blavatsky apenas concediera mucho
interés a aquello que otros han calificado como la "fuerza más grande de la
naturaleza". Así pues para la Blavatsky y por extensión los teosofistas en cuya
concepción del mundo había mucho de moralismo victoriano, la sexualidad era algo
que, en principio podía desviar de la verdadera espiritualidad: la suya. No es raro que
Lanz ignorara todo lo relativo a una "metafísica del sexo" y a la posibilidad de una
práctica espiritual centrada en el dominio, control y reorientación de la energía sexual.

Tal metafísica tiene su plasmación no solo en el tantrismo (yoga sexual), sino, en toda
la tradición alquímica y rosacruz que frecuentemente utiliza el símbolo sexual para
indicar la unión entre un principio masculino, activo e ígneo y un principio femenino,
pasivo y acuoso: se trata de la imagen del Rebis, de la "cópula regia", etc. Y si hemos
de remontarnos a la antigüedad, la orgía misma y las bacanales eran cultos telúricos y
dionisíacos propios de los pueblos mediterráneos y asiático mediterráneos. Lanz, por
el contrario, no elude la problemática sexual, ni tampoco la coloca en segundo plano
de su sistema: por el contrario, le da una máxima trascendencia y la sitúa como
infraestructura de la lucha racial: Teozoa contra Antropozoa, hijos de los hombres
(seres animalescos degenerados, razas inferiores) contra hijos de los dioses (arios).

Lanz escribe sus libros en momentos en los que la ciencia vive plena efervescencia: la
física nuclear está en sus primeros balbuceos y la radiactividad ha sido perfectamente
establecida y medida; el envío de ondas, la codificación y decodificación de las
señales hertzianas hace posible el envío de la palabra y de la imagen. Y todo esto le
parece a Lanz precursor en esto de cierta tendencia actual de la física nuclear y
cantase a converger con la metafísica que da la razón a las tesis teosóficas que
consideran la sustancia divina como una forma de "energía" o un estado de "vibración
de la materia". Cuando los "seres superiores" (los "superiores desconocidos" del
ocultismo inglés de fines del XIX, los "mahatmas" del teosofismo) transmitían a los
elegidos ese particular estado de vibración de la materia, transmitían con él facultades
parapsíquicas: clarividencia, telepatía, etc. A esto Lanz le llamaba "electrón de los
dioses".

En 1905 aparece el número 1 de Ostara. Ostara es el nombre de la pascua germánica,


su nombre procede de una antigua divinidad estacional indo germánica. Durante dos
décadas y en dos series (la primera de 1905 a 1917 estará compuesta por 89
números y la segunda de 1922 a 1927 llegará al número 101) Ostara será el portavoz
de las tesis teosófico völkisch. El mismo Hitler conocerá la publicación y según
parece la leerá asiduamente. Los números de Ostara eran monográficos y
generalmente estaban compuestos por los textos de un solo autor. Entre los números
de la primera serie se encuentra una veintena dedicada ¡exclusivamente! al sexo y una
decena a temas teosofistas.

Lanz se había rodeado de un grupo de teósofos, entre ellos los miembros de la


Sociedad List y el propio Guido List, así como del teosofista Harald Grävell van
Jostenoode. Este último evidenciará en el monográfico número 2 de la revista la
inspiración teosófica: en efecto, esté número se dedicará a exponer las tesis de H. P.
Blavatsky sobre las "razas matrices". Esta teoría fue reconducida por Lanz hacia su
particular visión sexo racista: para Lanz la separación entre Teozoa y Antropozoa se
habría producido al debutar en la "escena cosmogónica" la raza Atlante, la "cuarta
raza matriz".

Las teorías de Lanz tienen una doble importancia para nuestro estudio: en primer lugar
Lanz es otro de los canales de entrada de las ideas teosóficas en el movimiento
völkisch. Su importancia es similar a la de Guido von List, aunque sea altamente
tributario de los planteamientos de éste que, incluso, los extremiza. En segundo lugar,
la importancia de List radica en la creación de la revista "Ostara" que, como se ha
visto, a lo largo de más de dos décadas facilitará el material teórico a una constelación
de ligas místico völkisch de las cuales la Orden del Nuevo Temple y la Orden de los
Germanos serán las más significativas.

En cuanto a Ostara parece que contribuyó, si bien es cierto que en una medida no
establecida, a la formación de los criterios racistas de Adolf Hitler. Sobre este
particular ha existido hasta hace poco contradicción entre los historiadores: para unos
se trata de un mito, no consta que Hitler fuera lector de Ostara. Dados algunos temas
de la revista, estos historiadores afirmaban que el atribuir a Hitler interés por Ostara
era un arma más de la guerra psicológica destinada a ridiculizar al führer el cual se
habría interesado por una revista de contenidos, así mismo, ridículos. Pero existen
testimonios en contra: en un libro publicado en Alemania en 1958, Wilfried Daim ("Der
Mann, der Hitler die Ideen gab") estudioso de los movimientos sectarios alemanes y
sus relaciones con los partidos políticos durante el período de las entreguerras, da
cuenta de una entrevista con Lanz en 1951, anciano de más de setenta años. Lanz, a
sabiendas de que este testimonio solo le podía causar perjuicios, le refirió que en el
curso de 1909 recibió la visita de un joven que dijo llamarse Adolf Hitler interesado por
comprar los números atrasados de la revista Ostara. Lanz se los regaló al percibir el
estado de miseria del joven. Pues bien, el domicilio que Hitler dejó a Lanz, fue
cotejado por Daim coincidiendo con la sórdida pensión en la que el futuro fuhrer residió
en ese año en Viena. Un compañero de la misma pensión refirió, igualmente, en un
artículo posterior, que Hitler guardaba en su miserable cuartucho un montón de
revistas Ostara.

El vínculo entre Hitler Lanz parece, con todo muy débil, pero hay que tener presente
que una vez convertido en canciller del Reich y el NSDAP en partido único, existió una
deliberada y sistemática campaña de destrucción de pistas: en el fondo las iniciativas
llevadas por Lanz von Libenfels se habían concretado en movimientos y publicaciones
en buena medida risibles; es evidente que se intentó borrar pistas de las relaciones del
fuhrer con estos movimientos. Los mismos textos de von Sebotendorf fueron
prohibidos literalmente en la Alemania nacional socialista y el resto de teóricos de esta
primera hora, lejos de lograr un impulso a sus ideas con la subida del nuevo régimen,
o siquiera un mínimo reconocimiento oficial a título de "precursores" se vieron
frecuentemente obstaculizados, reducidos al silencio ellos y disueltas sus
organizaciones. Capítulo aparte es el hecho de que algunas de sus tesis y varios de
sus colaboradores fueron integrados en una institución ciertamente diferenciada del
conjunto del régimen: las SS.

(c) Ernesto Milà - infokrisis - htttp://infokrisis.blogia.com - infokrisis@yahoo.es -


Prohibida la reproduccion de este texto sin indicar origen
11.3. La teozoología de Jorg Lanz von Liebenfels

El otro gran teórico de la ariosofía nació


en Viena. De nombre Adolf Josef Lanz (1874-1954) conoció en su juventud las
doctrinas teosóficas de Blavatsky, Fruto de su inquietud por lo espiritual
ingresó en el monasterio cisterciense de Heilligenkreuz a los 22 años. En 1899
lo abandonaría y se cambiaría el nombre por Jörg Lanz von Liebenfelds, que
es como se dio a conocer en la Viena de principios de siglo. A los cuatro años
de abandonar el monasterio su nombre era ya conocido por los lectores de
numerosas publicaciones “völkisch”.
Durante su estancia en el monasterio fue discípulo del biblista Schlögl, cuyas
obras antisemitas habían sido prohibidas por la Iglesia Católica. No solamente
se dedicó al estudió de la Biblia, sino que se empapó de textos gnósticos y
apócrifos, que le permitieron elaborar a su salida una teología gnóstica y
zoomorfa en la cual el mal era identificado con las razas no arias y el bien con
la pureza racial aria. Según sus teorías había que engendrar una “noble raza
heróica” mediante la planificación del apareamiento de hombres rubios y de
ojos azules con mujeres semejantes. Esta raza sería la obra maestra de los
dioses.
Lanz introdujo un elemento nuevo en la gnosis racista. Según él, el Cristo
(Frauja, en nombre germánico antiguo) era un iniciado ario que se opuso a las
fuerzas oscuras representadas por la sinagoga. A cada raza le otorgaba un
grado biológico-existencial. Mientras los arios eran los descendientes de los
dioses, los pueblos “inferiores” eran los descendientes de los monos. De esta
manera Lanz incorporaba la evolución darvinista a sus delirios místico-
teosóficos, además de introducir a la antropología y la zoología como ciencias
de apoyo a su welstanchaaung. El resultado de todo esto sería la
“teozoología” expuesta en un libro de título ampuloso y enigmático: “La
teozoología o los Simios de Sodoma y el Electrón de los Dioses” (Theozoologie
oder die Kunde von den Sodoms-Äfflingen und dem Götter-Elektron), nombre
que ya de por sí constituye todo un programa.

LA TEOZOOLOGÍA

Lanz descubrió una lápida medieval con la imagen de un caballero


acompañado por un simio y creyó encontrar figuras semejantes en el arte
babilónico. De estas “pruebas” dedujo que junto al verdadero Hombre (el ario
rubio que describían los darvinistas sociales) había existido una especie
bestial, derivada de otra rama de la evolución, que era capaz de cruzarse con
los humanos. De la mezcla de estos simios o pigmeos con los arios derivarían
las razas inferiores: negros, mongoloides y “mediterranoides”.
Hacia 1903 Lanz empieza a escribir en publicaciones völkisch y darvinistas,
principalmente ligadas a la Liga monista fundada por Haeckel. En uno de esos
boletines publica un artículo titulado “Antropozoon bíblico” en el que
defiende como tesis central la existencia de prácticas esotéricas relacionadas
con el sexo en todos los pueblos de origen ario. Las orgías en Grecia y Roma,
los misterios sexuales del tantrismo y la presencia de esculturas y relieves de
inspiración sexual en las antiguas culturas indo-arias del medio oriente, es lo
que le llevará a formular dicha teoría. Pero, como en dichas representaciones
iconográficas se incluían figuras animales, Lanz formulará su atrevida
aseveración de que la “caída” del estado edénico primordial se habría
producido porque los “hijos de los dioses” dotados de una espiritualidad pura,
se habrían unido con las “hijas de los hombres”. Hombres que no serían otra
cosa que especies animalescas poco evolucionadas. Los “hijos de los dioses”
serán los arios, y a su raza la llamará Teozoa. Esta raza procedería de
divinidades interesterales y procrearían por vía eléctrica. Del producto de
este mestizaje nacerá la raza Antropozoa, mitad humana mitad animal, ya
que procedían por evolución biológica de los animales y que realizaría cultos
satánicos y demoníacos, y serían especies inferiores en estatura (pigmeos) y
en capacidades éticas y morales. Esta especie estaría biológicamente
condicionada a la práctica desenfrenada de la sexualidad, en la medida en
que a través de la misma se podía corromper a los “hijos de los Dioses”. Los
efectos del cruce racial causarían la atrofia de los poderes paranormales de
los Hombres-Dioses arios, que ya sólo podrían ser restaurados mediante una
severa política de eugenismo ario que incluía la castración masiva de los seres
(especialmente masculinos) inferiores o “simiescos”…

“La lujuria de los monos, especialmente del babuino, supera toda


imaginación. Son Sodomitas, pederastas y onanistas; actuán de modo
desagradable con hombres y niños. Es universalmente admitido (!) que los
babuinos atacarán y abusarán de las niñas pequeñas y que en los zoos, las
mujeres son expuestas a su vil impudicia. En el norte del Lago Kiwu (África)
los nativos refieren que monos gigantes secuestran a las mujeres y les
destrozan los órganos genitales durante su apareamiento...” Jorg Lanz von
Liebenfelds

Un año después escribe “Teosofía y dioses asirios” (1907), donde expone otra
atrevida y disparatada teoría. Según Liebenfels, los primeros lemurianos –
andróginos en un principio- se desarrollaron en dos sexos y así atrajeron el
castigo divino al engendrar monstruos con especies atractivas pero animales.

“Tomaron animales hembras muy bellos pero descendientes de otros que no


tenían ni alma ni inteligencia. Engendraron monstruos, demonios malvados”.
Jörg Lanz von Liebenfelds. Teosofía y dioses arios.

También afirmará que los atlantes se habían dividido en especies puras y


bestiales, correspondiéndose los antropoides con las primeras y los monos
antropomorfos con las segundas.

“El error fatal de los antropoides, la quinta raza raíz de los arios – la homo
sapiens- había sido mezclarse repetidamente con los descendientes de los
monos”. Jörg Lanz

Según Martin Gardner, el mito del origen bestial de las razas influyó mucho en
Hitler que lo incluyó en la primera edición de Mi lucha.

EL CRISTO ARIO Y EL “ELECTRÓN DIVINO”

Pero donde llevará su delirio a grados insospechados será en su obra “La


Teozoología o los Simios de Sodoma y el Electrón de los Dioses”. Una mezcla
absurda de misticismo teosófico, temática evolucionista, antropología y
zoología. Un verdadero engendro. Aquí describe a la Eva bíblica como un ser
divino inicialmente, pero que se involucró con un demonio y dio a la luz a las
“razas inferiores”. Entre estas razas inferiores propone a los judíos, especie
inferior en estatura, con características animales y sólo accesoriamente
humanos, con tendencia a la práctica desenfrenada de la sexualidad para
corromper a los hijos de los dioses.
Según Lanz, esto llevó a que las mujeres rubias fueran atraídas ante todo por
los “hombres oscuros”, algo que solo podía ser detenido por el “desmestizaje
racial” por lo que los “humanos ario-cristianos” debían “una vez más gobernar
a las bestias humanas de piel oscura” y, para finalmente alcanzar la
“divinidad”.
La figura de Cristo-Frauja fascinaba a Liebenfels, quien veía en él un puro
exponente ario. Interpretando fragmentos apócrifos llegó a afirmar que los
poderes de los cuales estaba dotado provenían del “electrón divino”, una
especie de fuerza electrocósmica que también será conocida como vril. El
mensaje de salvación de Cristo lo interpretaba como un proyecto de
purificación de la raza aria, que suponía la necesaria destrucción de un mundo
corrupto para restaurar la Edad de Oro original. Por ello debía de realizarse
un proceso de purificación y salvaguarda de la integridad racial de la raza
aria, así como lanzar una grandiosa cruzada contra la amenaza y la expansión
de las “razas demoníacas”.
Los recientes descubrimientos científicos como los rayos X, la radioactividad y
las radioondas, llevaron a Lanz a elaborar una “teología científica” en la que
incorporó el tema del “tercer ojo”, idea que tomó de un divulgador científico
de la época llamado Bolsche. Para Lanz los arios primitivos poseían órganos
sensoriales que les permitían emitir rayos N y recibir “señales eléctricas”,
esto les permitía poseer poderes especiales de recepción y transmisión de
señales eléctricas provenientes de los órganos situados en las glándulas
pituitaria y pineal, que posteriormente se habrían atrofiado. Esta regresión o
involución, como hemos dicho, se derivaba del mestizaje entre los hombres-
dioses con los hombres-bestias.

“una regeneración físico-espiritual tendente a recuperar la naturaleza del


ario, permitiría volver a disponer de la naturaleza física y los órganos
electro-espirituales atrofiados en la glándula pineal y en la pituitaria”. Lans
von Liebenfels

Los ariósofos entienden que el Reino de Cristo de los mil años del
“Apocalipsis” de san Juan, hace referencia al tiempo que una nación, sabia y
saludablemente gobernada, necesitaría para regenerar la raza.

OSTARA: LA REVISTA DE LA TEOZOOLOGÍA

Muchos de estos absurdos conceptos se divulgaban en una revista llamada


“Ostara”, en donde en un lenguaje irreproducible, se hablaba de
esterilización, deportación y exterminio de los individuos de raza inferior.
Esta revista fue fundada en 1905 por Lanz y llevaba por título el nombre de la
diosa germana de la Pascua de primavera. Los 101 números de la revista
tuvieron una enorme difusión en los países de lengua alemana, alcanzando
tiradas de más de 100.000 ejemplares.
Hitler fue un entusiasta lector de la revista. El mismo Liebenfels dice que el
entonces futuro Führer, cuando vivía en Viena, se puso personalmente en
contacto con él para conseguir algunos ejemplares que faltaban en su
colección. Es muy probable que las lecturas de Ostara, contribuyeran a la
formación racista-mística de Hitler.
En la publicación se hablaba de cuestiones religiosas y raciales, mezclando lo
sexual con el ocultismo. En ella escribían diversos ocultistas e ideólogos que
llamaban a la rebelión contra las “razas subhumanas” y en particular contra
los judíos, quienes desde el poder financiero mundial, estarían extorsionando
y esclavizando a Occidente y a la nación germana en particular. También
serían enemigos de la raza el feminismo (Lanz sentía gran aversión por las
mujeres), el socialismo y la democracia. La salvación se obtendría mediante
el rescate de la antigua sabiduría aria que había sido difundida por
antiquísimas civilizaciones como la Hiperbórea y la Atlántida.
Ostara ofrecía la esperanza de la redención si a cambio se realizaba una
política de salvaguardia de la raza aria del resto de razas subhumanas. Este
concepto constituiría años más tarde la base ideológica de la eugenesia
nacionalsocialista. En uno de los artículos de la revista Liebenfelds escribía
que:

“Los arios son la obra maestra de los dioses y están dotados de poderes
sobrenaturales y paranormales, emanados de “centros de energía” y “órganos
eléctricos” que les confieren supremacía absoluta sobre cualquier otra
criatura”. Liebenfelds

En su teología astrológica Liebenfelds definió la historia de la humanidad


como una “guerra entre razas”, cuyo final escatológico se reflejaba en sus
horóscopos. Presagió una invasión de Europa por razas no arias que llevaría a
una destrucción del sistema mundial. Fruto de esta confrontación habría una
regeneración racial, a la que se guiría un nuevo milenio guiado por una
especie de iglesia aria, en la que una élite iniciada en los secretos del
“arrianismo” guiaría el destino del mundo.
Muchas personalidades de la teosofía colaboraron en la redacción de la revista
entre ellos Guido List y miembros de su Sociedad. Uno de estos fue Harald
Grävell van Jostenoode quien en el nº 2 de la revista revela sus inspiraciónes
teosóficas. En su artículo expone las tesis de H.P. Blavatsky sobre las “razas
matrices”. Esta teoría fue reconducida por Lanz hacia su particular visión
sexo-racista: para Lanz la separación entre Teozoa y Antropozoa se habría
producido al debutar en la "escena cosmogónica" la raza Atlante, la "cuarta
raza matriz".
Por medio de hombres como Lanz o List, las ideas teosóficas impregnaron el
movimiento völkisch alemán. La revista Ostara, facilitará durante más de dos
décadas un material teórico a todas las ligas místico-völkisch de las cuales la
Orden del Nuevo Temple y la Orden de los Germanos serán las más
significativas.

LA ORDEN DEL NUEVO TEMPLE

La Orden del Nuevo Temple (ONT) fue fundada por Lanz von Liebenfelds el 25
de diciembre de 1907 aprovechando el solsticio de invierno. El acto simbólico
que inició la fundación fue el enarbolar el estandarte de la orden, con una
esvástica solar, en el castillo de Buró Werfenstein, un castillo en ruinas que la
propia orden reconstruyó.
Entre sus objetivos estaba la promoción de la conciencia racial mediante
investigaciones histórico-arqueológicas, estudios religiosos y el
restablecimiento de los antiguos rituales botánicos. Se creó en el castillo un
museo antropológico de la raza aria, que sería completado más tarde por la
organización SS-Ahnenerbe. La creación de la orden permitiría, en opinión de
Liebenfelds, recibir el Grial en custodia, emisor del “electrón de los dioses” y
así ayudar a desarrollar y sostener las facultades superiores y trascendentes
de los arios.
La O.N.T. estaba dividida en varios grados: presbítero, prior, cofrade y otros,
que se diferenciaban por los símbolos cosidos en sus túnicas. A pesar de su
naturaleza elitista, sus ideas estaban muy difundidas en Alemania y Austria,
especialmente después de la elaboración cristiana teozoológica, en la cual el
Grial fue asimilado al “elektrón”, el poder divino de los arios.
HITLER: MÉDIUM DE LOS
DIOSES OSCUROS
HISTORIA IGNORADA
Viernes 20 de Julio, 2018

Hitler era lector habitual de publicaciones esotéricas, perteneció a


sociedades secretas ocultistas e ideó la esvástica nazi con su conocimiento
sobre el poder de ciertos símbolos. No obstante, además de todo ello, tenía
capacidades mediúmnicas que empleaba en sus multitudinarios mítines para
comunicarse con dioses oscuros.

Adolf Hitler recibió el apoyo y la aclamación constante de millones de personas, tanto


miembros de su Partido, el Nationalsozialistische Deutsche Arbeiter Partei (Partido
Nacionalsocialista Alemán de los Trabajadores, NSDAP por sus siglas en alemán), como
ajenas al mismo.

Esta relación entre Hitler y sus seguidores difícilmente se puede explicar únicamente desde
una perspectiva política, sino que presentaba rasgos de naturaleza muy particular.
Numerosos investigadores e historiadores han intentado aclarar esta extraña circunstancia,
sin embargo todavía no ha sido resuelta.

Desde el propio movimiento nacionalsocialista, estos rasgos particulares se promovieron y


potenciaron, no solo mediante la presentación y exposición de una doctrina política concreta
en multitud de discursos y concentraciones, sino principalmente a través de la utilización de
técnicas capaces de promover y potenciar adhesiones personales y colectivas, cuya eficacia
y éxito explican aquellos incomprensibles apoyos populares.

Centenares de testimonios recopilados por los investigadores, así como entrevistas, artículos
de prensa, libros, fotografías, películas y documentales –que se agolpan por miles en los
archivos públicos y privados– dan buena cuenta de esa potente influencia que Hitler ejercía
sobre aquellos que acudían a sus discursos.

Con toda probabilidad, existen muchos más ejemplos de ello que no han trascendido, bien
por formar parte de documentación secreta en manos de distintos gobiernos o porque se
encuentran a buen recaudo en legados privados.

Especial atención merecen los filmes, grabaciones y fotografías realizadas por la cineasta
Leni Riefenstahl, de manera muy especial su película El triunfo de la voluntad, que muestra
el desarrollo del congreso del Partido Nacionalsocialista en 1934 en Núremberg, al que
acudieron más de 700.000 militantes y simpatizantes.

En el filme se observan actitudes de Hitler que trascienden la figura del líder político,
presentándolo como un verdadero médium convocando a ciertas «fuerzas», las cuales no es
posible describir de otra manera que no sea como «Dioses Oscuros».

El médium se distingue sobre todo por dos aspectos principales. El primero de ellos es que,
de ordinario, no puede actuar si no forma parte de un escenario adecuado y propicio.

El segundo es su discurso: la estructura, dinámica y concentración de su lenguaje. Si


consideramos al médium fuera de estas coordenadas básicas, tal vez no podamos diferenciar
ni apreciar adecuadamente las cualidades que lo distinguen. Precisamente así ocurría con
Adolf Hitler.
Existen no pocos testimonios que lo describen como un individuo vulgar, anodino, que no
solía resaltar demasiado de quienes lo rodeaban. Sin embargo, a causa de ciertos
acontecimientos personales –como la muerte de su madre o el idilio que mantuvo con Geli
Raubal, que terminó con el suicidio de ésta en medio de extrañas circunstancias–, de las
heridas que sufrió en la I Guerra Mundial –donde llegó a perder la vista durante un tiempo
como consecuencia de un ataque con gases– y de sus relaciones con sociedades de índole
secreta y esotérica, como la Thule Gesselschaft entre otras, adquirió una personalidad
especial que incluso llamó la atención de sus jefes en el Ejército. Por eso lo reclutaron para
formar parte del servicio secreto, donde llegó a alcanzar el rango de oficial de información.

PEÓN DE SOCIEDADES SECRETAS ESOTÉRICAS


Su interés por todo lo extraordinario le había llevado en su juventud a leer ávidamente
ejemplares de Ostara, una revista nacida en 1905 que unía en sus páginas tesis ocultistas y
paganas con el nacionalismo alemán.

El fundador de la citada publicación fue el ocultista Lanz von Liebenfels, que también es el
principal responsable de una corriente de pensamiento denominada ariosofía, una mezcla
entre cristianismo y racismo germánico. Von Liebenfels defendía que los primeros arios
habían sido engendrados por entidades divinas, corrompiéndose más tarde al mezclarse con
razas de simios, dando así origen a los linajes humanos, que cada vez eran menos puros y,
por tanto, iban perdiendo sus primigenias capacidades extraordinarias.
En Los dioses oscuros del nazismo (Cydonia, 2018), libro que acabo de publicar, ahondo en
la influencia que las tesis de Lanz von Liebenfels y su revista Ostara causaron en Hitler:
«Así, Liebenfels habla de los esfuerzos que los arios,
conscientes de aquel gran pecado de sus ancestros,
llevaron a cabo para reconquistar la pureza de su sangre
de origen divino. Este empeño es el que distinguirá
siempre a la raza superior y se manifestará
tradicionalmente bajo la descripción de otro mito: la
búsqueda del Grial. Una vez recuperada su pureza
original, los arios podrán dar lugar a la llamada ‘Tercera
Edad’, estableciendo un auténtico Estado Ario mediante
el cual será posible expresar su superioridad congénita y
desplegar todos los poderes divinos y suprahumanos que
dicha pureza de sangre traerá consigo (…) Las teorías
expuestas por Lanz von Liebenfels tuvieron mucho eco en
su momento y fueron transmitidas al público a través de
medios como la revista Ostara, practicadas por
sociedades como la Ariosófica, la cual tomó diversos
nombres a lo largo de su existencia –Círculo de la
Esvástica, Instituto Ariosófico…– y órdenes como la del
Nuevo Templo (también llamada Orden de los Nuevos
Templarios), llegando a contar con una amplia influencia
entre los numerosos grupos nacionalistas existentes en la
época. Algunos de los personajes relacionados de una
manera directa en los orígenes y el desarrollo del
nacionalsocialismo como movimiento y del propio Partido
Nazi, estuvieron en contacto con estas organizaciones
secretoesotéricas. El propio Hitler fue un asiduo lector de
Ostara, cuyas tesis racistas influyeron en él».
Tras el fin de la I Guerra Mundial, sus jefes encargaron al espía Adolf Hitler que se
infiltrara en ciertas organizaciones políticas que comenzaban a proliferar en el país. Fue
entonces cuando comenzó a demostrar sus habilidades como orador y a defender su visión
de la Gran Alemania como una unión de la Tierra y la Sangre, resultado de una herencia
ancestral emanada de los mismos dioses arios de la Antigüedad.

EN CONTACTO CON LOS MUERTOS


Hitler enseguida llamó la atención de los líderes de influyentes círculos herméticos, como
Dietrich Eckhardt y Karl Haushofer, personajes que aunaban el interés por el mundo del
ocultismo y los poderes extraños con las investigaciones de corte académico.

Eckhardt y Haushofer tomaron a Hitler bajo su protección y lo introdujeron en


organizaciones ocultistas como la Thule Gesellschaft o la Germanen Orden, que formaban
parte del poderoso movimiento nacionalista que se reveló como una fuerza imparable en la
Alemania de principios del siglo XX.

Sin embargo, los poderes que Hitler comenzó a cultivar y potenciar pretendían algo más que
la simple práctica del ocultismo. Gracias a los discursos en los que empezó a presentar
públicamente el movimiento nacionalsocialista, comenzó a gestar su carisma de líder nato.

No se trataba de volver hacia las viejas ideas encerradas en la práctica ocultista y en las
sociedades secretas de corte masónico o similar, sino en conectar con las masas mostrando
un modelo diferente del mundo, basado en lo que por entonces empezó a denominarse
Volksgemeinschaft o Comunidad Popular, idea asentada sobre la pertenencia a un Suelo y a
una comunidad de la Sangre.

Dichos rasgos distinguieron desde muy pronto el discurso


e ideario nacionalsocialistas. Pero en toda esta trama,
Hitler pretendía llegar aun más lejos. La comunidad de la
Vida tenía que aliarse y establecer vínculos con el
secreto, oscuro y terrible mundo de los muertos, del más
allá, y asimismo había de tener presente la herencia –casi
olvidada entonces– de los dioses hiperbóreos.
Los principales doctrinarios de los primeros tiempos del movimiento nacionalsocialista,
como Dietrich Eckarth, Alfred Rosenberg o Sebbotendorf –en cuyas obras había bebido el
propio Hitler, inspirándose en las mismas para su modelo de la Gran Alemania y para
determinar también el origen mítico y el derecho predominante de sus pobladores–, poco a
poco fueron apartados de la primera línea ideológica y práctica, cuando se instituyó el
principio predominante y prevalente de la Voluntad del Führer. Hitler fue nombrado
canciller por el presidente Hindenburg en enero de 1933, después de unas elecciones
democráticas.

A pesar de ello, los nacionalsocialistas siempre consideraron aquel acto como una verdadera
toma del poder, y así lo pregonaron en sus periódicos y manifestaciones. En cualquier caso,
y tras unos primeros momentos de calma, comenzó a manifestarse una auténtica
transformación en el conjunto de la práctica política seguida hasta entonces, así como en la
propia ideología del nacional- socialismo. Estas circunstancias no tardarían en cambiar por
completo el panorama político, económico y social de la Alemania de Weimar.

DISCURSOS MEDIÚMNICOS
Algunos observadores atribuyeron por entonces aquel cambio a las habilidades oratorias del
propio Führer y de alguno de sus secuaces más preparados para ello, como el doctor Joseph
Goebbels. En cualquier caso, las características del discurso de Hitler comenzaron a lograr
sus efectos.

Las técnicas –por entonces novedosas– de las transmisiones radiofónicas consiguieron


ampliar los ecos de la voz ronca y fascinante del Führer, llevando sus palabras a los lugares
más remotos de Alemania. Hitler clamaba conceptos que pronto calaron profundamente en
la población, como «Alemania, despierta»; «la Patria llama a todos sus hijos»; «hemos de
conseguir de nuevo nuestra antigua grandeza, que viene de los viejos dioses, de nuestra
irreductible Comunidad popular, de la Sangre y del Suelo».

El escenario estaba preparado. Millones de oyentes se pegaban a los receptores de radio,


distribuidos casi de balde entre la población por el nuevo régimen, para escuchar al nuevo
líder. Al tiempo, cientos de miles de personas se reunían en los mítines y discursos del
Partido Nacionalsocialista, esperando ansiosos escuchar la voz del Führer, que presentaba
promesas mucho tiempo esperadas y nunca hasta entonces cumplidas.

Las noticias de prensa de la época nos muestran a un Hitler decidido a trasladar a los
alemanes su visión sobre la Comunidad Popular y el valor supremo, ancestral, de la Sangre
de los elegidos. Dentro de este sistema de comunicación y convencimiento, jugaban su
papel al menos dos factores.

El primero era, sin duda, el poder mágico y misterioso del


Führer. Las palabras no sonaban igual en su boca que en
las de otros de sus acólitos, como Rudolf Hess o el mismo
Goebbels. En muchas ocasiones, tras unos largos y tensos
minutos de silencio, Hitler comenzaba a desplegar esa
fuerza expresiva a la que muchos se han referido como
inigualable, absorbente, hechizadora e irresistible.
El segundo de los factores que citamos es el propio espacio-tiempo del discurso. Podía
tratarse de gran- des locales, como la famosa cervecería de Múnich, o de lugares al aire
libre, pero la concurrencia siempre era muy numerosa y los espacios estaban decorados por
un gran número de grandes banderas del NSDAP con sus esvásticas negras, las cuales
formaban, tanto en el día como en la noche, a la luz de antorchas y lámparas, un recinto de
propiedades mágicas, un auténtico campo de acción para el médium.

En Hitler se producían cambios de estados de conciencia que muchos testigos han descrito
posteriormente. Uno de los signos más conocidos a lo largo de todo el periodo del régimen
nacionalsocialista era la esvástica negra de cuatro brazos rectos inscrita en un circulo blanco
que, a su vez, estaba contenido en una bandera roja. El propio Hitler escogió y dio forma a
este diseño mucho antes de alcanzar el poder.

LA ESVÁSTICA: PUERTA A OTROS MUNDOS


La esvástica es un signo muy antiguo –están repartidas por todo el mundo desde el
Neolítico– que formó parte de las decoraciones de la cerámica griega, de los mosaicos
romanos, de las vestiduras de los dioses olímpicos y de los guerreros, y también de los
ropajes sagrados de los primeros sacerdotes cristianos.

Heinrich Schliemann la halló grabada por millares en teselas y fragmentos de barro cocido
en las ruinas de Hissarlik-Troya, y la reprodujo también abundantemente en rejas, suelos,
techos y frisos de su propio palacio ateniense. Es el símbolo de la ancestral religión Bon
tibetana, que se denomina precisamente «de la esvástica», y se utiliza incluso hoy de forma
corriente en la India y en Oriente como signo de buen augurio. Tal vez Hitler la escogiera
acordándose de las esvásticas de lados inclinados que él mismo había visto de niño, cuando
se educó en la escuela de la abadía de Lambach, cercana a su casa natal de Braunau am Inn,
en la entonces frontera austro-alemana.

También es posible que hubiera descubierto esa esvástica durante sus años de preparación y
estudio con el ocultista Dietrich Eckart, o en sus lecturas de la revista Ostara, o quizá en
alguna de las ceremonias mágicas en las que participó cuando formaba parte de la sociedad
secreta y esotérica Thule Gesellschaft.

Seguramente Hitler sabía, como consecuencia de sus


lecturas esotéricas y participación en sociedades
ocultistas, que la esvástica suele aparecer casi siempre
que se va a producir un cambio de estado de conciencia.
Existe una foto muy sugestiva al respecto, en la cual
aparece Hitler leyendo en su despacho de la Casa Parda
del NSDAP, en Múnich. Junto a su codo izquierdo puede
verse una esvástica tallada, entre cuyos brazos rectos se
muestra una serpiente enroscada.
La asociación de la esvástica –factor sugerente de los cambios de conciencia– con la
serpiente –dueña del mundo subterráneo y depositaria del conocimiento secreto– es aquí
sumamente reveladora. Hitler conocía que la esvástica nacionalsocialista de cuatro brazos
rectos, tan universalmente popular, estaba vinculada con la «rueda solar» –símbolo
esotérico de significado oculto– y con la runa Sig, signo identificativo de las temidas SS –
organización militar, policial, política, penitenciaria y de seguridad al servicio de Adolf
Hitler y del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (NSDAP)–, conocido por su forma
de rayo en una doble aparición, SS, y que se haría terriblemente famosa en la Europa del
Holocausto y del exterminio.

LOS RITUALES DEL GRIAL NEGRO


Poca duda cabe de la influencia que Hitler tuvo en la creación de los signos más
representativos del movimiento nacionalsocialista. Sería, en cualquier caso, una
confirmación de las necesidades de transformación del médium, para someterse tanto a las
transiciones que exigen al practicante la adaptación correspondiente para los cambios de
conciencia que ha de experimentar, como para ser capaz –una vez atravesado el «umbral»
que se abre entre los mundos– de recorrer esos nuevos caminos y tener la garantía más
completa posible de poder regresar a nuestro universo.

En el futuro Estado SS desaparecería tanto la doctrina nacionalsocialista, utilizada como un


medio más de conquista en una primera fase del plan de expansión del régimen nazi, como
sus símbolos, esto es, la esvástica, que sería sustituida por el emblema del Sol Negro: las
doce runas negras inscritas en un círculo, tal como se representa en el pavimento de la Sala
de los Obergrüppenführer en el castillo de Wewelsburg, una de las sedes de las SS.
El Sol Negro es un elemento fundamental en la simbología del Grial oscuro, cuyas
ceremonias se llevaban a cabo en riguroso secreto en dicho castillo, y a las que acudían
únicamente unos pocos iniciados. La cripta y la esvástica de lados prolongados que
figuraban –y todavía pueden contemplarse hoy– en la torre norte de aquella fortaleza, eran
elementos fundamentales en el desarrollo de dichas ceremonias, sobre las que existen pocas
y contadas referencias, entre las que pueden citarse las suministradas por Walter
Schellenberg, jefe del Servicio de Información (SD) de las SS.

Este camino de transformación simbólica fue iniciado y, desde luego, consentido por el
mismo Hitler, el cual manifestó al escritor Hermann Rauschning: «Le confiaré un secreto.
He fundado una Orden». Sea como fuere, el Sol Negro, descendiente de la Esvástica
cuadrada y de aquella otra de brazos curvos, parece representar en una postrera etapa, el
camino mediúmnico del Führer Adolf Hitler, que no solamente fundó una Orden secreta,
sino que pretendió ir todavía más allá en su relación con los dioses oscuros.
No resulta fácil comprender el esfuerzo desarrollado por el movimiento nacionalsocialista
fundado y dirigido por Hitler, en el transcurso de un tiempo relativamente corto –el
comprendido entre los primeros años veinte del pasado siglo y el final de la Segunda Guerra
mundial en 1945–, pero suficiente para hundir a nuestro mundo en una de las mayores
catástrofes de la historia.

Exterminio y Holocausto, dos términos íntimamente ligados al desarrollo del


nacionalsocialismo en Alemania, son procesos que han marcado para siempre mentes y
espíritus de toda la humanidad. Sin embargo, esos horrores solo eran los preparativos de
otros todavía mayores. En los planes de Hitler y del movimiento nacionalsocialista,
transformado ya en los años anteriores a la catástrofe alemana en puro y simple hitlerismo,
encarnación monstruosa y terrible de la Línea de la Voluntad del Führer, se proyectaba
construir una gran nación de 600 millones de individuos, basada en los términos y
condiciones de la Comunidad Popular, Sangre y Suelo ya citados.

Las planificaciones para conseguirlo aparecen detalladas en un documento de cien páginas


–el Plan General para el Este– dirigido a Hitler y a Himmler. La planificación incluía
deshacerse de, al menos, once millones de personas en los territorios de Polonia y la URSS,
entre otros países y territorios que las tropas nazis ya habían ocupado o proyectaban
someter.

Todo ello en nombre del Hombre Nuevo. Una nueva Humanidad que, en nuestro propio
mundo, nos sustituiría y tomaría el relevo de todos los hombres y mujeres hasta entonces
existentes. El médium Hitler, con su discurso y su presencia, sería la llave para culmi nar
este cambio. Tal como Hermann Rauschning afirma en una de las páginas más
estremecedoras de su libro Hitler me ha dicho, el Führer le confesó: «El Hombre Nuevo
existe, vive ya en medio de nosotros. Él está aquí –gritaba Hitler en tono triunfante– ¿Le
basta con esto? Voy a confiarle un secreto. Yo he visto al Hombre Nuevo. Es intrépido y
cruel. Ante él, he sentido miedo».

ACTIVANDO FUERZAS MALÉFICAS


No cabe duda de que son las manifestaciones de un auténtico mediador entre las fuerzas
declinantes del viejo mundo y el avance de las legiones de uno nuevo, no necesariamente
tolerante y comprensivo con los humanos, sino radicalmente dispuesto a sustituirlos y tomar
su lugar.
Hitler hacía el papel de médium, cuya misión, entre otras, sería la de preparar y disponer las
condiciones para ese cambio. Documentos como el Plan General del Este y otros muchos,
no son más que testimonios aislados, pero no por ello menos terribles, de aquella voluntad
de cambio dirigida a imponer entre nosotros al Hombre Nuevo. Una de las condiciones que
Hitler invocaba para lograr esa radical mutación era, precisamente, la transformación
radical tanto del Partido Nacionalsocialista como de la sociedad alemana.

En tanto que partido de masas, el NSDAP tenía que


desaparecer. La sociedad resultante –escribe Rauschning
en su libro– sería dirigida por una especie de clero
secreto formado por iniciados. Hitler había concebido
estos planes ya en los primeros momentos de su
formación, bajo las influencias combinadas de Haushofer,
Ley y del propio Rosenberg.
Los auténticos objetivos del nacionalsocialismo no eran tanto el cambio de la sociedad
conocida por otra más o menos coincidente en sus principios básicos el movimiento nazi,
sino la venida del Hombre Nuevo, el cual terminaría de una vez por todas con el orden
social existente, implantando un Orden Nuevo. Hitler pretendía seguir unas pautas que,
poco a poco, transformarían una sociedad desarrollada en algo completamente distinto: el
universo de los Dioses Oscuros.

Algunos de los miembros importantes del NSDAP, como Alfred Rosenberg, Heinrich
Himmler o Martin Bormann, todos ellos colaboradores íntimos y directos de Hitler,
compañeros suyos desde las primeras horas del movimiento nacionalsocilista y que
desempeñaron los puestos más relevantes del III Reich, consideraron que con la conquista
del poder en Alemania, había llegado el momento de terminar con la influencia que las
iglesias cristianas –protestante y católica– mantenían en el país. Querían volver a las
antiguas creencias de los dioses antiguos, los viejos dioses de la mitología germánica como
Odín- Wotan, Thor, Freya o Loki.

INVOCANDO A LOS DIOSES OSCUROS


Sin embargo, Hitler no se lo permitió. Bajo su autoridad, las creencias vinculadas al
cristianismo mantuvieron su influencia sobre la gran mayoría de la población alemana de la
época. No es que el Führer deseara proteger al cristianismo, pues sabía muy bien que
aquellas influencias del clero protestante y católico estarían siempre en contradicción con
sus pretensiones de ampliar contactos con otros niveles de conciencia a los cuales él, como
médium, podía acceder.

Hitler no pretendía tanto retomar creencias ancestrales,


como abrir paso a otro tipo de conciencia que al final
hiciera posible la llegada del Hombre Nuevo. Por lo
tanto, no había que franquear el camino hacia los viejos
dioses del wotanismo, sino favorecer la llegada de un
universo radicalmente distinto, indiferente e incluso
hostil, llegado el caso, a la existencia misma de la
humanidad.
Por eso Hitler no impidió que algunos de sus allegados experimentasen con las fuerzas
extrañas y ocultas que, desde el principio de los tiempos, parecían haber compartido espacio
y tiempo con la humanidad. Así, dejó que Himmler –su mano derecha y jefe de las SS–
incrementara el poder y el número de los miembros de su organización.

La SS pasó en un tiempo relativamente breve de contar con unos centenares de miembros


destinados a proteger los mítines y reuniones del NSDAP o de actuar como guardas de
corps de sus mandatarios, a convertirse en un cuerpo numeroso y eficaz de soldados de élite
que debían cumplir dos misiones. La primera consistía en diseñar, construir y controlar una
enorme red de campos de concentración y exterminio en los que poder deshacerse de
millones de personas no aceptadas en la Comunidad Popular del Volk o Pueblo Alemán,
según lo previsto detallada y minuciosamente en documentos como el Plan General del Este
que hemos mencionado antes.
La segunda misión, aparentemente menor, era en realidad las más importante: organizar una
Orden secreta y reservada, tal vez aquella a la que Hitler se había referido cuando reveló a
Hermann Rauchsning uno de sus secretos. El proyecto se llevó a cabo en el castillo de
Wewelsburg, propiedad de la SS. En su torre norte se proyectaron, y en algunos casos se
construyeron, ciertas instalaciones en las cuales se pretendían aprovechar aquellas fuerzas
derivadas de la asociación simbólica de signos como la esvástica y el Sol Negro.

Alrededor de aquel castillo, prácticamente requisado al obispado de Paderborn, pretendió


Himmler construir, con la ayuda e inspiración del Führer –que estaba bien al corriente de
tales planes–, un enorme centro de enseñanza, a partir del cual pudieran estudiarse las
fuerzas secretas emanadas de los Dioses Oscuros y alcanzar el poder supremo del Grial
Negro. Walter Schellenberg, jefe del servicio secreto de las SS, habla en sus memorias de
estos proyectos, en los que únicamente podían participar personas elegidas por Hitler y
Himmler.

También el pensador ocultista Karl María Willigut, con sus investigaciones acerca del Gôt o
Dios oscuro, participó en los proyectos y ceremonias relativas a Wewelsburg que menciona
Schellenberg. Pero todavía hay más en este camino misterioso. Himmler se consideraba
descendiente y una reencarnación de Enrique I el Pajarero, el primer emperador de
Alemania.

Dicho gobernante estaba enterrado junto a su esposa Mathilda en la cripta de la stiftskirche


o catedral de Quedlinburg, en Sajonia. Las SS se hicieron con el dominio de la catedral, que
fue desprovista de todos sus elementos e imágenes cristianas para transformarla en un
centro ritual de las propias SS, las cuales periódicamente llevaban allí a cabo ceremonias de
invocación a los muertos y a los Dioses Oscuros. Himmler pretendía recibir información del
espíritu de su presunto ancestro, quien debía aconsejarle sobre los medios para alcanzar la
Gran Alemania.
Así, en la tumba del emperador Enrique se instaló una guardia de honor SS de forma
permanente. También se llevaron a cabo ciertas investigaciones sobre el cadáver del
emperador, cuya sepultura se intentó trasladar a la nave principal de la catedral, colocándolo
en su nueva tumba bajo la esvástica y la negra bandera de las runas Sig.

LAS PUERTAS DEL MAL


El universo de los Dioses Oscuros, con su proyección del Hombre Nuevo y del plan de esa
Gran Alemania o Germania de cientos de millones de habitantes en comunión mediante la
Volksgemeinschaft o Comunidad Popular de la Sangre y el Suelo, por fortuna no triunfó.
Esos proyectos soñados por el médium Hitler para abrir el paso a las fuerzas que crearían
una nueva conciencia, las fuerzas de los Dioses Oscuros, se vinieron abajo con la derrota
militar de Alemania y el final de la II Guerra Mundial.

Pero la gran pregunta que podemos formular es si esas puertas que quisieron abrirse hacia
nuestro propio Universo, permanecen cerradas y aseguradas, o bien están esperando a que
surja un nuevo movimiento que les franquee la entrada.

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