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III.

REFORMA DE LA SAGRADA LITURGIA


-la Liturgia consta de una parte que es inmutable por ser la instituci�n divina, y
de otras partes sujetas a cambio

S�lo la Jerarqu�a puede introducir cambios en la Liturgia


22. �1. La reglamentaci�n de la sagrada Liturgia es de competencia exclusiva de la
autoridad eclesi�stica; �sta reside en la Sede Apost�lica y, en la medida que
determine la ley, en el Obispo.
-� 2. En virtud del poder concedido por el derecho la reglamentaci�n de las
cuestiones lit�rgicas corresponde tambi�n, dentro de los l�mites establecidos, a
las competentes asambleas territoriales de Obispos de distintas clases,
leg�timamente constituidos.
�3. Por lo mismo, nadie, aunque sea sacerdote, a�ada, quite o cambie cosa alguna
por iniciativa propia en la Liturgia.
-En cuanto sea posible ev�tense las diferencias notables de ritos entre territorios
contiguos.
- Los mismos signos visibles que usa la sagrada Liturgia han sido escogidos por
Cristo o por la Iglesia para significar realidades divinas invisibles

D) Normas para adaptar la Liturgia a la mentalidad


y tradiciones de los pueblos:

-Para que la adaptaci�n se realice con la necesaria cautela, si es preciso, la Sede


Apost�lica conceder� a la misma autoridad eclesi�stica territorial la facultad de
permitir y dirigir las experiencias previas necesarias en algunos grupos preparados
para ello y por un tiempo determinado.

IV. FOMENTO DE LA VIDA LIT�RGICA


EN LA DI�CESIS Y EN LA PARROQUIA

Vida lit�rgica diocesana

41. El Obispo debe ser considerado como el gran sacerdote de su grey, de quien
deriva y depende, en cierto modo, la vida en Cristo de sus fieles.

Por eso, conviene que todos tengan en gran aprecio la vida lit�rgica de la di�cesis
en torno al Obispo, sobre todo en la Iglesia catedral; persuadidos de que la
principal manifestaci�n de la Iglesia se realiza en la participaci�n plena y activa
de todo el pueblo santo de Dios en las mismas celebraciones lit�rgicas,
particularmente en la misma Eucarist�a, en una misma oraci�n, junto al �nico altar
donde preside el Obispo, rodeado de su presbiterio y ministros.

"Hay que trabajar para que florezca el sentido comunitario parroquial".

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