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208 copias
Plásticas II
lVIANIJALES ARTE CÁTEDP,A
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de la c·niiPf'Clf'>n
ANTONIO BONET CORRE/\
se en
fue nombrado Conservador del Departamento de Tejidos del Victoria and Albert
Musemn; en 1955 pasó al Departamento de Arquitectma y Escultura, del cual fue nombra-
do Conservador, y continuó sus investigaciones sobre escultma meclieval con especial aten-
ción a la talla en marfiL Ha impartido clases en Dumbarton Oaks, Universidad de Harvard,
Universidad de Missomi, Colmnbia, Missouri, y en otros muchos centros. Fue seleccionado
formar del Comité Inglés de varias exposiciones patrocinadas por el Consejo de
~v·'~''v'v asin1ísmo en la Ex-posición de Obras Maestras del Arte Bizantino de 1958.
pu,bl:!<:ac:Jor1es abarcan desde y estudios especializados sobre la talla en mar-
my tejidos en la Edad Meclia hasta panorámicas de carácter más general como The Art of
Constantinople, 1961; Coptic Sculpture, 1963; Early Medieval Ar~ 1964, e lvory Caroings in Early
lvfedieval England, 1972, trabajo que constituyó la base de la exposición del mismo título en el
Victoria aiid Albert Museum, 1974. Sus clases como Slade Professor of the Fine Arts en Ox-
ford, en 1978-9, fueron tituladas Early Medieval Art and the Imperial ideal. John Beckwith mu-
rió en 199 l.
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CÁTEDRA
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un hombre (l.cabada, enlo¡¡ces cuando comien¿a
La emperatriz Teodora, Eclesiástico XV1ll, 6
(mosaico), Rávena, San
Capítulo 1: 15
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temas de imres!:íg;.acíón
relato que ha narrad o ofrezca tma
auténtica a la luz de nuestros actuales cono-
que consultado. insistir en que no es cimientos.
un diccionario ni una enciclopedia, un catoílo-
Seria imposible por lo tanto agradecer in-
ni una lista manua l Hubie ra sido imposi-
dividu almen te a los innumerables amigos,
i:ncluirlo todo aun en el caso de que fuese colegas e instituciones que han conl:!ibuido a
deseable en w1a obra dirigida tanto al público la prepar ación de este libro; el autor confia
ilustrado general como a los estudiantes y es- en que
acepten esta manifestación de grati-
f.it:'Cl"-u~c=. Los estudios biza\l.tinos se hallan:
tud, totalmente insuficiente. En los casos de
todavía en su infanc ia y mucha s cosas ayuda acerca de detalles eruditos incluyo
que requie ren atenta valoración y reconside- recono mi
cin1iento en las notas. Hay, no obs-
ración, con frecuencia a la luz de nuevas ex- tante,
algunos amigos íntimos que han vela-
cavaciones y descubrimientos que alli> no do por
mi obra con gran entrega, me han
han sido objeto de publicación final. El autor dado
constantes consejos y me han hecho
es consciente de que su obra es solamente útiles
sugerencias en diferentes niveles: el
w1a etapa en el gr-adual redescubrin1iento de profesor
Hugo Buchthal, el revere ndo Ger-
los hechos, las influencias y las tendencias vase Mathe
w, O. P., la señorita Sirarpie Der
que, situadas en la perspectiva adecuada, Nerses
sian, sir Steven Runcim an y el profe-
han de condu cir a una compr ensión plena y sor Franci
s Wonn ald. Ante ellos, en agrade-
profun da del arte paleocristiano y bizantino. cimiento por su benevolencia, quiero hace1
Al mismo tiempo ha procur ado estar al día proskin
esis.
]OHN BEC!C\-VITH
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"Erchmiadzin
A M E N 1 A
Kars
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16.
de la consagración de un obispo y otra del Constantino, cristianos de Cirta la entrega de modeló poco a poco el oficio romano con
bautismo y la confirmación. En su forma en su carta a Eusebio la construcción prendas de vestir, debe destacarse que casi ar-reglo al de jerusalén. Dámaso, pon·
normal de celebración, la eucaristía comen- de iglesias cristianas, alude a las pequeñas no hay pmebas de la existencia de alguna tíficado (366-84) marcó el periodo la pri-
zaba con el ofertorio: pequeñas rebanadas dimensiones y al estado ruinoso de los edi- vestimenta distintiva utilizada por el clero mera manifestación clara del papado, for-
de pan y un poco de vino que los fieles traían ficios existentes. tras más de medio si- clistiano en los tres p1irneros siglos. La pli- muló en términos breves e incisivos la doc-
consigo. La ceremonia era sencilla, austera y glo de intensas investigaciones sobre el mera referencia a una vestidura aparece en trina de Roma acerca del Credo, la Biblia y
práctica. No apelaba a los sentidos ni a las mundo mediterráneo, no hay nada que su- los Cánones de san Hipólíto;.la siguiente, a el papa. En Milán, los comienzos del oficio
emociones como sucedía en los cultos de giera que antes del reinado de Constantino principios del siglo IV, cuando el emperador se remontan al parecer a 386, año en que
Isis, Hécate, Dionisos o Mitra; no había pré- la Iglesia hubiera hecho ninguna tentativa Constantino dio a Macado, obispo de Jeru- los conflictos provocados por la .,.,.,.,p"·otri7
dicas sofisticadas ni sesudos discursos filosó- de desarrollar una arquitectura monumen- salén, una tica vestidura bordada en oro arrianaJustina habían sido causa de que los
ficos; no había tito extravagante alguno. En tal propia3 para que la llevase al administrar el bautis- ortodoxos celebrasen en las basílicas una
el Nuevo Testamento se mencionan dos acce- El agua sagrada del bautismo es mencio- mo. Eusebio alude a la tradición según la vigilia nocturna durante la cual san Ambro-
sotios eucarísticos: el cáliz (ICor. 10, 16 y 21) nada en los Cánones de san Hipólito; poste- cual san Juan Evangelista llevaba la mitra sio ocupaba sus mentes con un servicio de
y la mesa o altru· (ICor. lO, 21; Heb. 13, 10). riormente, san Cipriano hace referencia al (detivada de la del sumo sacerdote judío) en vigilia basado en el nuevo modelo otiental.
San Cipriano, ar-zobispo de Cartago, martiri- agua consagrada. Entre los primeros cristia- su calidad de ru-zobispo. Las vestiduras ecle- El Psalterium romanum, publicado por san
zado en 257, habla del altar de Dios y se re- nos el bautismo se realizaba mediante la in- siásticas parecen ser sin embargo supervi- Jerónimo en 383, habría de ser sustituido
fiere a la utilización de un púlpito en el cual mersión total, aunque esto pronto fue modi- vencia del atavío lego ordinario utilizado en casi totalmente por el Psalterium gallicanum,
se leía el evangelio. Orígenes de Alejandría, ficado por razones de comodidad. Por lo el siglo IV y poco después 4. una segunda versión hecha por san Jeróni-
el primer ctistiano que se incorporó a la elite tanto tal vez se hubieran utilizado fuentes en En relación con la ofrenda diatia consis- mo con la ayuda de los Hexapla en 392,
intelectual de su tiempo, habla del altar y de los primeros tiempos, muy probablemente tente en el holocausto de un cordero en el época en qne estaba en Belén. En el siglo VT
su ornaiTiento. No hay sin embargo ninguna en forma de piscinas, y desde luego cuencos templo judío se interpretaba música vocal e se envió a Tours una copia de esta nueva
pmeba de la existencia de altares f~os en de metales preciosos. Por ejemplo, en San instmrnental. Los sacerdotes tañían trompe- versión, que se hizo circular en Galia. La
Roma antes del siglo v; la regla general en Juan de la Fuente (Nápoles), el baptisterio tas de plata y los levitas tocaban diversos ins- versión definitiva de san Jerónimo, el He-
los tiempos ptimitivos debió de ser el altar más antiguo conservado en Occidente, la trumentos. Se señalaba un salmo especial braícum, una nueva traducción del hebreo,
portátiL En los comienzos de la persecución piscina no era lo suficientemente profunda para cada día de la semana, pero no hay in- no ha sido utilizada para los servicios de
de Díodeciano, en 303, se pidió a los cristia- para la inmersión total. El bautizado estaba dicios tempranos de un programa de reci- ninguna iglesia5 •
nos de una pequeña iglesia, originalmente en pie con el agua hasta las rodillas y la cere- taciones regulares del Salterio en corres- La cristiandad latinohablante emerge por
una casa privada de Cirta {actual Constanti- monia consistía en verter agua sobre su ca- pondencia con su utilización en los oficios primera vez en Cartago hacía fines del si-
na), en Argelia, que entregaran las escrituras, beza tres veces. Se necesitaba aceite par·a los religiosos de la Iglesia cristiana ni de la si- glo II, pero hay que recordar que en esta
cálices de oro y plata, platos de plata, un sacraiTientos de la confirmación, orden sa- nagoga. La recitación melódica judía, por época la iglesia de Lyon -san Ireneo, obis-
cuenco de plata, lámparas de bronce, cande- cerdotal y extremaunción. La unción con o9'a parte, influyó quizá en el modo de can- po de Lyon hacia 180-200, era discípulo de
labros de bronce y diversos artículos de ves- aceite consagrado era costumbre judía; se re- tru· el servicio cristiano. En 347-8 una comu- Policarpo, quien lo había sido a su vez de san
tir; no hay ninguna referencia a un altar. De querían taiTibién vasijas consagradas. El in- '
nidad de ascetas seglares de Antioquía, diti- Juan Evangelista- segnia estando compues-
hecho, Minucia Félix menciona como cargo cienso, tan mtiman1.ente asociado al culto de gida por los monjes ortodoxos Flaviano y ta principalmente por orientales grecoha-
contra los cristianos el que no tuvieran igle- los ídolos y al homenaje al emperador, no Diodoro, adoptó la costumbre de reunirse blantes, y que la Iglesia Romana continuaba
sias ni altares, y Amobío, que escribe a fines fue utilizado por los cristianos durante los eit casas privadas para la recitación de los valiéndose del griego en el siglo m y tal-vez
del siglo m y principios del IV, afitma que se tres primeros siglos. El testimonio auténti- salmos. El obispo artianízante de Antioquía, incluso después. A comienzos del siglo m
acusaba a los ctistianos de no tener templos, co más antiguo del uso de incienso aparece deseaba mantenerlos bajo vigilancia, ningún obispo disponía de una maquinatia
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modo irónico cuenta Amobio en Adversus
Natioues, libro I, escrito en 296-í. En reali-
dad, la de
todas, que casi hundiría a
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20 • ARTE PALEOCRJSTIANO Y
cuando el
en Siria
cío H ordenó que se considerase como ca-
non todo lo él porla , .
o cuando la idea mi.."'listradón estaban mas que dis-
de conflicto caer en brazos de! Islam cuando
el momento. Por otra parte, la
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fmales del u
pero los mosaicos
mediados del m
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24 • ARTE PALEOCR !STIANO Y BIZ-"-.NTINO ARTE PALEOCRI STJANO: RO!v!Ji. EL LEGADO DE
ornamentales
pa¡e;artas; repre- p.uw""-l-''''o del
se!:"-""'"·" el ideal romántico un estilo de tacar el tema la redención
el mérito, más consistente, commendatio animae de la
sia: «Libera animam serví tui,
.Noe de diluvio ... sicut liberasti Danielem
lacu leonum... sicnt liberasti tres pueros
muertos se ml.!ltiplicaJ!l; camino et de manu
neralmente de pie, con los brazos le\rantta<los liberasti de falso crimine
en actitud orante, en ocasiones rodeados de alma de tu siervo como libraste a Noé del
ramilletes y guirnaldas de flores y hojas y luvio como libraste a Daniel del de
acompañados de leyendas que ~an. que leon~s1 como libraste a los tres del fue-
el alma vive en paz. Uno de los mas asom- go del homo y de las manos del rey inicuo,
brosos de estos retratos es el de una mujer de como libraste a Susana de la falsa acusa-
la catacumb a de Traso, que data del siglo IV ción].>> La presencia de Adán y Eva en las
[6]. En la catacnmb a de Priscila, la historia catacumbas de Pedro y Marcelino, martiri-
2. La Fracción del Pan. Pint1ll"a mural. Fines del siglo n. R{JTna, catacumba de Priscila
(Pont Comm. di Arch. Sacra).
te y en las alturas, como nuevo Sol Invíctus, dos por Eusebio de Cesarea, fueran los res-
Sol Salutis, Sol Justitiae. El tipo pagano del ponsables de esta-galería es probablemente
dios sol en su carro, o de la apoteosis de un correcta - aparecen las mismas escenas.
emperador o de un héroe, ha sido adaptada Aunque es posible que la galeria date de me-
a la creencia cristiana en la figuración de diados del siglo II, los estudiosos están de
Dios en las alturas, de su triunfo sobre la acuerdo en que no hay testimonios visuales
muerte y de su eterno dominio, simbolizado del cristianismo en las catacJL."'Ilbas antes de
en el orbe que lleva en la mano izquierda1. fines de siglo. La catacumb a de Priscila con-
En todas las pinturas que cubren los mu- tiene una capilla -la Cappe!la Greca- con
ros y techos de las catacumbas aparecen pinturas que datan de fines del siglo u, entre
constantemente la resurrección, la salvación ellas una «fracción del pan» (2], y otra, la
y la vida después de la muerte. La catacum- Cappella della Velata, nos ofrece un Buen Pas-
ba de Lucina en la Vía Apia, en la cual fue tor [3j representado con pinceladas rápidas,
enterrado el papa Comelio (m. 253) y que casi vivaces; un notable Orante [4] y posíble-
data de la segunda o tercera década del si- mente una Virgen con Niño muy temprana
glo m, incluye de nuevo la historia deJonás así [5}, de la misma fecha aproximadamente. En
como la de Daniel entre los leones. En la de- las catacumbas de Calixto, de mediados del
nominada Galería Flaviana de las catacum- siglo m, el Buen Pastor aparece nuevamente
bas de Domitila -la suposición de que Ha- con un modelado de formas, rostro y ropajes 3.: El Buen Pastor. Pintura Mural. Fines del siglo no siglo m. Roma, catacumba
de Priscila (Pont. Comm. di Arch.
vio Clemente y Flavia Domitila, menciona- de gran delicadeza. Los pastores eran bas-
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4. Orante. Pintura mural. Fines del siglo u o siglo l!L
Roma, catacumba de Priscila (Pont. Comm. di Arch.
Sacra).
7. Adán y Eva. Pintura mural. Mediados del siglo rv. Ro11Ul, catacumba de los Sa1ltos Pedro y M.arcelino (pont. Comrn.
zados en 304 decoración se prolongó de Arch. Sacra).
durante todo el subraya que era ne-
cesario que Cristo redimiese al hombre de
las consecuencias de la caída, pero este so- bolismo. En una catacumba de la Vía Latina nas escenas profanas y mitológicas. En el
lemne tema es representado con toda la construida para un restringido grupo de fa- grupo más amplio -cuarenta y una pinturas
blanda superficialidad del estilo dominante milias, tanto cristianas como paganas, hay en total- la mitad aproximada de las histo-
en la época [7]. En la misma catactL.'Tiba apa- cuatro series de pinturas --diferentes manos rias y figuras del Antiguo Testamento son
de calidad diversa que trabajan en diferentes completamente nuevas en la pintura de cata-
rece Noé [8] con los ojos desorbitados, gesti-
culante y con un aspecto improbablemente periodos- cuyas fechas van desde 320 has- cumbas. Una escena nueva, el Paso del mar
juvenil, pintado en una técnica abocetada e ta 350. Incluyen un buen número de escenas Rojo [9], se encontraba ya en los sarcófagos
impresiorústa y sin embargo eficaz en su sim- del Antiguo y del Nuevo Testamento y algu- pero aquí su tratamiento y sus detalles son
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• ARTE PALEOCRJSTlANO y LEGADO DE
9. El Paso del mar Rojo. Pintura mural. Mediados del siglo IV. Roma, catacumba de la Vía Latina (Pont. Comm. di
Arch. Sacra).
únicos. Dos de las trece escenas del Nuevo chas que abarcan del siglo m al v; muchas
Testamento, el SeiTIJ.ón de la Montaña y los piezas contienen temas cristianos. Los meda-
soldados jugándose las vestiduras de C1isto llones con retratos se hacían a veces como
en la Crucifixión, son totalmente nuevas, y piezas independientes, pero en su mayoria
oh-a escena, la Resurrección de Lázaro, es re- decoraban el fondo de copas o platos o eran
presentada ·con una multitud de espectado- fundidos en las paredes de las vasijas de vi-
res -que en una ocasión llegan a ochenta- drio. Éstas se hacían principalmente para el
inusualmente grande. Hay escenas de la vida uso doméstico y, como muestran las inscrip-
cotidiana que incluyen la práctica de la me- ciones, servían como regaJos de boda y cum·
dicina. Las imágenes paganas muestran a pleaños y otros aniversarios. En muchos ca·
Ceres-Abundancia dos veces, así como seis sos eran utilizados a modo de sello puesto en
ilusu·aciones de los Trabajos de Hércules. el mortero que cerraba una tumba. Se ha su-
No hay muchas dudas acerca de que los mo- gerido que los rótulos que hay en los más an-
dl=los existieran en las pinturas y mosaicos tiguos de estos vidrios -por ejemplo, el re-
d~ las basílicas contemporáneas, pocas de las trato familiar que hay en la gran cruz del
cuales se han conservado~. Museo C1istiano de Brescia- muestran pe-
8. Noé. Pintura mural. Mediados del siglo IV. Roma, catacumba de los Santos Pedro y Mm·celino {Ponl. Comm. di En las catacumbas se han encontrado culiaridades del griego de Egipto y, combi-
Arch. Sacra). grandes cantidades de vidrio dorado de fe- nados con pormenores iconográficos y se-
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A...RTE y " l
empresas.
pnnctpales secuencias sugieren un las secuencias posteliores, de de Letrán, ConstantLr:to en Roma
vv~ca~we, este género de simbolismo pagano, Fons Constantíni; San Pedro, en la Colina
Roma era de procedencia
¡mJu,_rc¡uo también en otros centros, es- el gusto popular que un San Pablo Extramuros, la iglesia
~'--""u.m;;'ll" en Colonia. Entre los numero- ta. Entre los ejemplos c1istianos, los bustos de este número era de oligen Esto ex: de la Santa Cruz deJ emsalén, San Lorenzo y
sos ejemplos encontrados en el norte de gemelos de Pedro y Pablo parecen haber plica en parte el eclecticismo del arte antiguo Santos Pedro y Marcelino, además de otras
.Fra1xia y en Renania, el disco de vídlio do- s1do objeto de especial demanda3 ¡ tardío, pero en cualquier caso los niveles ar- iglesias en Ostia, Albano, Capua Nápoles.
rado con escenas del Antiguo y del Nuevo El estilo de todas estas pinturas es el del Constantíno se en El o su madre, la Augusta Elena, edificaron
hallado en Colonia y actual- arte decadente de la Roma No ur1a de sus de que necesitaba gran can- iglesias en Jerusalén en el del Santo Se-
mente en el Blitish v un plato con en el
h~bo intento de crear un estilo espe- tidad de pero no había ninguno, pulcro, en el monte de los
los retratos de los de Con'stantino I de la Ascensión; en Belén, en la gruta de la
cíficamente cristiano con modelos fmmales dio instrucciones para que los jóvenes se
animaran a aprender este arte. En otra ley Natividad, y en Mamré, en el lugar en el que
concedió inmunidades a todo un abanico de según la tradición Abraham había recibido
artesanos cualificados --escultores, pintores, al Hijo de Dios acompañado por dos ánge-
mosaístas, ebanistas, orfebres, plateros y de- les. En Constantinopla fueron construidas
más- de modo que pudiesen disfmtar de entre otras iglesias las dedicadas a la Santa Sa-
«tiempo libre para aprender sus artes» y pu- biduria, a la Santa Paz y a los Santos Apósto-
dieran <<hacerse más habilidosos ellos .mis- les. En Nicomedia fue erigida una nneva
mos y enseñar a sus hijos». Cuando por fín iglesia para reemplazar a la destruida por
se construyeron las grandes iglesias de plan- Diocleciano en 303. En Antioqtúa, Constan-
ta tfuJ.to basilical como central, se concedió tino comenzó la famosa Iglesia Dorada, con-
gran importancia a la luminosidad, a la in- siderada como uno de los edificios más im-
cmstación de metales preciosos, a los brillan- portantes de su reinado aunque no fue con-
tes mosaicos de oro y vivos colores, a los tra- cluida hasta la época de Constancia IL Hoy
bajos de estuco_ San Gregorío Niceno, al es- se desconoce la ubicación exacta de esta
cribir su panegírico de san Teodoro Mártir iglesia, pero algunos creen que pudo haber
en la segunda mitad del siglo IV, destaca la servido de modelo para la iglesia de los San-
belleza de los lugares de culto como elemen- tos Sergio y Baco de Constantinopla y para
to de gran significación en la experiencia re- la de San Vital de Rávena en el siglo vr. Sa-
ligiosa. Por lo que respecta a las imágenes, no bemos por el Liber Pontificalis cómo era el in-
se trataba de presentar a la divinidad directa- telior de San Pedro. La capilla del apóstol
mente sino de narrar los acontecimientos a era de oro y mánnoles preciosos, el ábside
fín de edificar el alma del contemplador. estaba decorado con mosaicos de oro. Había
El emperador Constantino fue el respon- una gran cruz de oro macizo y el altar estaba
sable de las primeras grandes iglesias cristia- recubierto de plata y adornado con cuatro-
nas. San Juan de Letrán, la iglesia episcopal cientas piedras preciosas. Había una gran
de Roma, fue casi con toda certeza la prime- bandeja. de oro para el ofertorio y una «to-
10. Escenas de la vÍda de Jonás y retratos de los hijos de Constantino el Grande. Fuente de vidrio dorado ra iglesia de importancia construida bajo el rre» ornada de joyas -probablemen te unta-
encontrada en Colorua. S1glo IV. Colonia, lVallrof-Richartz Museum {Rheinisches Bildarchivl,- patrocinio del emperador; es una basílica del bernáculo para albergar el santo sacramen-
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• ARTE PALEOCRlST!At"'O ARTE PALEOCRlSTIANO: Y EL LEGADO DE
de los y de El
smmc>!ISJ.no es claramente el del
ha señalado que f-'"'""'"'"""'·"'"
san-
tuarios de la cristiandad pero su mobiliario iglesia sufrió quizá cambios menores
no era excepcional entre los templos de este fue restaurada durante el mandato de León
género5• el Grande, que reinó de 440 a 46 l. Se nos
El mosaico de la semicúpula del ábside de dice específicamente que, cuando los go-
Sari-Péaro conterúa una inscripción según la dos y los vándalos saquearon Roma en 410
cual la iglesia se terminó durante el mandato y 455, los «santos lugares» y en concreto las
de Constancia (337-50) y que rezaba: «La iglesias de San Pedro y San Pablo fueron tra-
sede de la justicia, la casa de la fe, la sala de tados como sedes de santuarios. Se dejó a los
la modestia, tal es [la iglesia] que veis, la mo- árabes la ocupación y el saqueo de San Pe-
rada de toda piedad. Proclama su alegria y dro, que tendrían lugar en 8466
su orgullo en los méritos de padre e hijo, Muy poco se ha conservado de estas edifi-
pues a ambos honra por igual c()mo sus fun- caciones constantinianas. En Roma, sin em-
dadores." La inscripción se hallaba aún en su bargo, el mausoleo de la hija de Constanti-
sitio en 794, ya que el papa Adriano I cita en no, Constantina o Constancia, alberga algu-
una carta a Carlomaguo la primera línea, nos mosaicos de bóveda que hacen pensar
pero al parecer había desaparecido antes del que los temas religiosos y los seculares se
siglo XII. El mosaico, que tal vez resultó da- mezclaban sin que ello produjera sensación
ñado en el v y fue con certeza restituido por de impropiedad. Los mosaicos de la cúpula
el papa Severino (640), fue reemplazado por se han perdido, pero .gracias a una copia en
Inocencia III (1198-1216), siendo el nuevo acuarela hecha por el portugués Francisco
destruido por Clemente VIII en 1592. Ex- de Holanda hacia 1538-40 sabemos que al- 1L Escenas de vendimia Mosaico de una bóveda. Mediados del siglo JV. Rema, lvfausoleo de Canstantina
(Gabinetto Fotografico).
cepto por detalles tales como la inserción de gunos de los temas eran Susana y los viejos,
las figuras del propio Inocencia y de la Igle·· el sactificio de Elias en el monte Carmelo,
sia Romana, hay buenas razones para creer Tobías, posiblemente Lot recibiendo a los
que el mosaico del siglo XIII, del cual se hizo ángeles, Moisés y el a,oua de la roca y quizá muerte de Constando II en 361. Los mosai- la Ley a san Pedro y a san Pablo. Todos esos
una copia oficial poco antes de su demoli- Noé construyendo el arca. Dado que una hi- cos conservados en la bóveda del ambulato- mosaicos fueron limpiados y restaurados
ción, seguía de cerca el modelo establecido lera superior de mosaicos representa el mila- rio son de talante secular: series de objets trou- durante el pontificado de Gregorio XVI en-
por su predecesor, y que como éste, el mo- gro del centurión podemos suponer que di- vés dispersos por el suelo entre pájaros, ra- tre 1836 y 1843 7•
saico altomedieval -que tal vez procediera cha hilera estuviera dedicada a escenas del mas y frutas, medallones entrelazados, con El sarcófago de pórfido de Constantina
en lo esencial del siglo I V - conterúa una fi- Nuevo Testamento. Las escenas están en- pájaros y figuras mitológicas, amorcillos co- [14] es un ejemplo notable -totalmente al
gura central de Cristo, sentado en majestad marcadas por cariátides y acantos; había un sechando uvas [11] y dos retratos que pue- margen de su tamaño y grandilocuencia-
debajo de la bóveda celeste y flanqueado calendario de santos y debajo escenas acuáti- den ser los de Constantina y su esposo, Galo. de la reticencia o quizá incluso ambivalencia
por san Pedro y san Pablo y por dos palme- cas. El programa en su totalidad pone de re- Lc¡s mosaicos de los ábsides laterales pare- religiosa imperial. Emnarcados por gruesos
ras; debajo, a modo de reflejo de esta escena lieve sólo de manera parcial la commendatio cen ser restauración del siglo vn de una obra acantos, amorcillos alados amontonan raci-
superior, se hallaba el Agnus Dei entre los animae y la finalidad del edificio como mau- del v [12,13] y muestran dos géneros de tra- mos de uvas en unos cubos y las pisan den-
doce corderos-apóstoles en medio de las ciu- soleo. Fue construido en dos fases: la prime- ditio legis, Cristo sentado en un globo entre- tro de nnas tinas mientras otros sujetan g1.úr-
dades de Jerusalén y Belén, que simbolizan ra entre 337 y 351, la segunda después de la gando la Ley a Moisés y Cristo entregando naldas; hay dos pavos reales y un cordero
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l '2. (Pdgína anterior, mTíba.) Cristo entregando la Ley a Moisés o Cristo dando las llaves a san Pedro. Mosaico de
una capilla absidal del ambulat01io. Posiblemente restauración del siglo vn de nn original del v. Roma, Mausoleo de
Conslantina (Gabínetto Fotografico).
13. (Página anterio1; abajo.} Clislo entregando la Ley a san Pedro y a san Pablo. Mosaico de una capilla absidal
del ambulat01io. Posiblemente restauración del siglo 1/11 de un oliginal del v. Roma, lvlattSolco de Constanti11a
(Gabi.netto Fotografico).
que tal vez tengan un significado cristiano, to el edificio recibiera el comprensible título
pero la tapa está decorada con más festones de «templo de Baco». El estilo es similar al
y máscaras díonísíacas. Esto, en conjunción de un fragmento de sarcófago de pórfido en-
con los motivos díonisíacos que se sabe fue- contrado en Constantinopla y que es consi-
ron representados en los mosaicos del suelo derado como la tumba de Constantino; da-
y con otras escenas díonisíacas de la bóveda ría la impresión de que la tumba de la hija es
del ambulatorio, hizo que en el Renacimien- copia de la del padre. En los últimos tiempos
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BIZANTINO EL LEGADO CÉSARES"'
de hacía
en cercarle
nuevamente una combinación de temas relí-
giosos seculares: las cuatro estaciones con
lleres de esta ciudad a mane- escenas caza en u_na . v dos
el material fueran de los de escenas cristianas. s~a de
ejemplos hallados en Por otra parte, paso, las cuatro estaciones aparecen tam-
parece razonable suponer que se enviaban bién en tm mosaico de una basilica de Aquí-
bloques por mar para que fueran trabajados leía de del siglo JV. Los mosaicos
en Roma y Constantinopla, y posiblemente y pinturas de Centcelles se hallan en
en otros lugares. Las canteras fueron destrui- un estado tan fragmentario que no es extra-
das hacia 3608 ño que las opiniones sobre el significado de
En enero de 350 el emperador Constan- los ciclos sean divergentes. Un estudioso
cia fue destronado por una revolución pala- considera tanto el programa profano
ciega promovida por Marcelino, su comes rei como el tienen un significado flli--:¡e-
privatae, y Magnencio, un oficial de origen rario; otro mantiene que solamente el ciclo
germánico, fue proclamado Augusto. Cons- cristiano se refiere a la finalidad del mausoleo
tando fue asesinado por Magnencio en Galia y es escéptico en cuanto a la existencia de un
y tal vez enterrado cerca de Tarragona. Algu- ocupante imperial; cree que el edificio ha-
16. Cristo enseñando a los apóstoles. Pintura muraL Siglo rv. Roma, catacumba de Gíordano {Ponl. Comm. d Arch.
Sacra).
1
bria pertenecido a un rico terrateniente y (355-73) o de la de san Ambrosio (374-97).
alude a otros «ciclos de latifundio» semejan- Clemente de Alejandría se había referido a
tes del norte de .ii.flica, Sicília (Piazza Arme- Clisto como el que trae un nuevo y más
rina) y Siria. La villa de Piazza Arrnerina, sin puro conocimiento de Dios; para Tertunano,
embargo, fue constnúda al parecer con pa- Clisto es <<magister, perfectus magíster>>, que
trocinio imperial, y el hecho de que el pue- viene «ad reformandum et inlurnínandum
blo más próximo a Centcelles se llame disciplinam (para reformar e iluminar la dis-
Coristanti sugiere conexiones imperiales9 • ciplina}», y legislador: «ad legem propre nos-
Hasta ahora Cristo ha aparecido como tram, id est evangelium [según nuestm pro-
dios-sol, pescador de almas, pastor y legisla- pia ley, es decir, el evangelio]>>. Aparte del
dor. En Milán, en la capilla de San Aquilino crismón, de las letras alfa y omega y de lapo-
de la iglesia de San Lorenzo [15], Cristo es sición elevada en el centro del grupo, apenas
representado como maestro en un colegio se intenta distiguir al maestro de los discípu-
de apóstoles con una cesta de pergaminos los. Cristo tiene un aspecto juvenil; es imber-
ante sí. Una representación semejante apare- be y lleva el cabello relativamente corto, y
ce en Roma en las catacumbas de Giordano casi no se diferencia de los apóstoles más jó-
15. Cristo enseñando a los apóstoles. Mosaico. Probablemente de fines del siglo IV. Milán, San Lorenzo, Capilla de [16], en el siglo rv. El mosaico de Milán data venes; las diferentes edades de éstos se re-
San Aquilino {Hirmer Fotoardriv). de la época del obispo aniano Aujencío presentan con cierto grado de naturalismo.
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DE
taurado y si bien no
que sea obra de un
una atmósfera de m<11e:stad au¡.;'eu:a.t.
!Jctueuva imperial. En sus años de bóveda celeste, en la cual se
naturalmente al bolos de los y de un
buscando Gólgota del cual surge una cruz enjoyada y
la autoridad y de las murallas y palacios de la jerusalén ce-
divinos. Los mosaicos de lestial, C1isto, barbado y con largos cabellos
c-e·«~·'"''" expresan la de !a Roma ae- un nimbo alrededor de la cabeza [18}, se
entronizado sosteniendo
un rollo que lo
dador síae». Lo rodean apóstoles
nemos una expresión directa del arte de la femeninas que representan la ex cír-
corte impe1ial; ante estas altivas, serenas y cumcisione coronando a san Pedro y la Eccle-
exquisitas imágenes, el arte de las catacum- sia ex gentibus coronando a san Pablo. La in-
17. San Onesíforo y san Porfirio. lvíosaico de la bóveda. Fines del siglo rv. Hagíos Giorgíos IPrestyei
Verlag. Him1er A..rchiv).
Media todavía un abismo entre el joven otro calendario; con él, el arte paleocristiano
maestro y el imponente Pantocrátor del arte pasa del arcosolio de la tumba privada a las
bizantino. Los personajes están sentados en cúpulas de un palacio imperial. El edilicio
un saliente de roca pero por lo demás no f01maba casi con toda seguridad parte del
hay ningún intento de definir el lugar ni el palacio construido por Teodosio I hacia fi-
momento. Con su brevedad, el mensaje del nales del siglo rv, si bien algunos creen que
ábside de san
Aquilino sigue siendo el mis- la . rotonda no fue transformada en ;iglesia
mo de las catacumbas 1H hasta 400 aproximadamente , época en que
Sabemos que eh la cúpula del mausoleo era conocida originariamente como iglesia
imperial de Constantina se había representa- del los Arcángeles o de Jos Asomati, ya que
do un santoral. En Salónica, en la rotonda está en el barrio de los Asomati. Ante una
ahora conocida como Hagios Giorgios, hay serie de fantasías arquitectónicas de "consi- 18. Cristo en Majestad. Mosaico del ábside. Principios del siglo v. Rmna, Santa Pudendana (Hinner Fotoardúv).
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40 • ARTE PAl.EOCRISTIANO BIZANTINO EL LEGADO
terpretación de los símbolos de los evange- noció tan pronto corno Occidente al
listas tiene tma antigua tradición que se re- como escritura canónica por lo tanto
monta a san Ireneo, en el siglo u. Los cuatro
animales de las Revelaciones a ~'.~'-~'~'-'
san
evtulJ'\C:lL>c.= vuelven a
20. San Lorenzo. Mosaico de luneta. Segundo cuarto del siglo V. Rávena, San Vital, Mausoleo de Gala Placidia
(Fotofast-Bologna).
19. El símbolo de san Marcos. Mosaico. Principios del siglo v. Nápoles, Santa Restitula, San Juan de la Fuente
(baptisterio) (Anderson; Mansell Collection).
2!. El Buen Pastor. Mosaico de luoeta. Segundo cuarto del siglo v. Rávena, San Vital, lvfm<Soleo de Gala Placidia
(Fotofast-Bologna).
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DE
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to. una ¡rc;o Testamento. Estas tienen
· La de estas es que ver con los mosaicos de Santa Iv1aría
poco en el Oriente griego de donde sa- La referencia a la ímpe-
car conclusiones: no hay mosaicos, un modelo o intermediario mu-
murales ni manuscritos cons!tan.tintop,olí.tarloE cho más elevado. el hecho de
Parece haber
ción ilustrada de
frescos de la sm<~gi.Jga
toscos y provincianos que sean, est:ablecten
en la pintura mural un ciclo judío del Anti-
23. La Hija del Faraón. Mosaico de la nave, c. 432-40. Roma, Santa María la Mayor (Alínari; Mansell Col!ecfion).
recha, escenas de las vidas de Moisés y Jo- berancia expresionista muy diferente de
sué. Considerando el linaje de la Virgen re- cualquier otro ciclo mosaistico conservado;
sulta quizá sorprendente que no haya refe- los investigadores han visto con prontitud el
rencia alguna a David ni a Salomón. El es- influjo del Oriente griego, el reflejo del arte 24. El Bautismo de Cristo. Mosaico de la cúpula. Mediados del siglo v. Rávena, Baptisterio de los Ortodoxos (Instituto
tilo narrativo es ágil, esbozado .con una exu- cortesano de Constantinopla y, por supues- Arqueológico Alemán, Roma).
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y DE
mausoleo de Gala
tainbíén que el I-'"JJ4L"-LL'"- y
cúpula es con el de Hagios el p1imero
Giorgios en Salónica. La decoración de estu- mienzos del v y el segrmdo de fines del mis-
co del baptisterio de Rávena, que al1ora re- mo siglo. Modernmnente se ha mantenido
sulta falto de refinamiento porque la superfi- que las ilustraciones del Virgilio Vaticano
cíe exterior de dorado ha sido eli- (lat. 3225) son creaciones originales del si-
minad<Jry data del obispo . glo v y la de las miniaturas no
Orso, que afmna que a dicho ilustran Virgilio con tanta fideli-
obispo este tipo de obra. En el dad como se ha aceptado generalmente.
centro de la cúpula está el bautismo de Cris- Además, se ha observado que hay grandes
to; debajo, los apóstoles se mueven con gra- sinrilitudes en estilo entre las ilustraciones
vedad en un círculo de adorm1tes, entre guir- del Virgilio Vaticano y los mosaicos de San-
naldas de flores y cortinas recogidas. En la ta Maria la Mayor. Unas y otros parecen de-
zona inferior, un friso arquitectónico con re- rivarse de un modelo común no mucho más
miniscencias de Hagios Giorgios hace las ve- antiguo que el Virgilio Vaticano, modelo
ces de rico fondo para los cuatro Evangelios, que seda una copia de la Bibli<Jry no un ciclo
ritualmente exhibidos sobre llilos altares y mitológico. Las miniaturas del Virgilio son
en alternancia con cuatro tronos episcopales una irwendón de fecha tm·día, probablemente
que sin duda simbolizan las esferas terrena y poco posterior al 400, y muchas de ellas no
celestial de la domus Dei. En los muros, exu- tienen nada que ver con la n-adición virgilia-
berantes acantos enmarcan las figuras de los na. Se ha mantenido también que el Virgilio
profetas (25], aunque solmnente son origina- Vaticano es un articulo de lujo de carácter
les las ran1as que rodean los medallones de único que nunca se habría de repetir. Consi-
los profetas. Las secciones intermedias pro- derando estas afhmaciones tal vez sea intere-
ceden de una restauración efectuada en la sante reparar en que un especialista de dife-
década de 1860. El progrmna confirma en su rente procedencia ha ernitido un veredicto
conjunto la continuidad de las n-adiciones semejante sobre el ü·onógrafo de Filócalo, de
proféticas y apostólicas que tienen su culmi- 354, que sólo conocemos a través de copias
nación en los Evangelios y su epítome en el de los siglos XVI y .x·vn basadas en un inter-
bautismo de Cristo, celebrado por el últinw mediario carolingio perdido desde 1637. El
de los profetas 16• almanaque original de uso general estaba
Aunque se han realizado audaces y a ve- destinado a una persona de alto rango que vi-
ces convincentes intentos de afirmar la exis- vía en Roma en el reinado de Constantino ll
tencia de una serie de rollos ilustrados en la y fue confeccionado como códice en 353.
literatura clásic<Jry no carece de interés el que El almanaque contenía una relación de fies-
25. Profeta. Mosaico. Mediados del siglo v. Rdvena, Baptisterio de los Ortodoxos(Josephine Powell). Séneellry cuando escribe contra la inclinación tas paganas e imperiales, pero había sido he-
al lujo de los bibliófilos clásicos, no diga ni cho para un patrono cristiano. Ningrmo de
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48 • ARTE PALEOCRIST!A.l\!0 ARTE PALEOCRISTL"u'\10; y
Sa1-rmel I, del 2 de Samuel Il, del les de leer. Los códices ~"~'··~ó,,~ ~r.~,,,,.,,ó.
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CÉS.A...RES '1
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PALEOCRlSTJANO BIZP...NTINO ARTE PALEOCRJSTIAl'\10: ROMA EL LEGADO DE LOS CÉSfo.RES •
31. Cristo entronizado entre apóstoles. Sarcófago de mármol del obispo Lberio JI!. Rávena, segunda mitad del.
siglo rv. Ráuena, San Francisco {Hirmer Fotoarchiv).
30. Cristo enseñando a los apóstoles. Sarcófago de mármol de Estilícón {?). Milán, fmes del siglo N. Milán, San
Ambrosio (Hinner Fotoarchiv).
de la forma, todo apunta a la general recupe- una trinidad de corderos entre palmas, como
ración de las artes que tuvo lugar en Oriente el de Constando III (m. 421 o 422) en el
y en Occidente durante el mandato de Teo- mausoleo de Gala Placidia [32], o pavos rea-
dosio el Grande 19• les y pámpanos a ambos lados de un meda-
Los sarcófagos de Rávena son por lo gene- llón esculpido con un crismón y las letras
ral más sencillos de composición, consistien- alfa y omega, como el del obispo Teodoro
do ésta en un Cristo con apóstoles en arque· en San Apolinar en Classe [lOO]. La calidad
rías, de pie o sentados, como el del obispo de la talla es con frecuencia mayor de lo ha-
Liberio (m. 387) en San Francisco [31]; la bitual en los sarcófagos de los siglos IV y v, y
traditio legis entre palmas, como en el sarcó- los investigadores han sugerido sin tardanza 32. El Cordero de Dios entre apóstoles representados como corderos. Sarcófago de mármol de Constancia III
fago de san Rinaldo en la catedral (420-30); una influencia de Constantinopla, la cual pu- (m. 42! 0 422). Rávena, primer cuarto del siglo v. Rávena, San Vital, Mausoleo de Gala Placidía (Folofast·Bologoa).
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EL LEGADO
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mc!isc:ulib!E:menl:e rúnlanO.
que representa a las Marias en el
ero, antes en la Colección Trivulzio actual-
mente en el Castillo Sforzesco de [36],
está estrechamen te relacionado con un dípti-
co con figuras de sacerdotisas ofreciendo sa-
crifícios ante unos altares, para dos
las familias paganas más de
Roma, los Nicómacos y los Súnacos,
de Probiano, una ex¡Jresió·n
de su cargo de vicario de Roma, que astrmió
hacia el año 400. El grupo, que incluye el
díptico Esculapio-Higieia de Liverpool y un
pequeño cofre conservado en la Biblioteca
del Arsenal de Paris, demuestra que a pesar
de la tenacidad pagana de los círculos roma-
nos los talleres servian tanto a la nueva como
a la antigua religión y que a fínes del siglo rv
hubo una renovación de la excelencia hele-
nística, tal vez previsible en el siglo de oro
del humarúsmo paleocristiano. Un relieve
de la Ascensión [37] actualmente en el Baye-
risches Nationalmu seum de Mrmich, y posi-
blemente un díptico que muestra a Adán en
el Paraíso junto con escenas de la vida de san
Pablo pertenecen quizá al :nlismo grupo ro-
mano. El tema de la Ascensión tiene hasta 36. Las Marias en el Sepulcro. Panel de marTil. Romct,
cierto punto un paralelo en las puertas de fines del siglo IV. Milán, Castilln Sforzesco (Hirme·
madera de Santa Sabina, excepto en que los Fotoarchiv).
ángeles de éstas aparecen fuera del cielo
para conducir a Cristo a su interior. El bello
díptico de Adán y san Pablo ha sido compa- escenas de la Pasión y la Resunección de
rado también en cuanto a su estilo con las Cristo que se conservan en el Blitish Mu-
puertas de Santa Sabina, pero es tal vez más seunL Es posible que dichos paneles no se
reveladora su comparación con el cofre de hallen muy dístantes del díptico consular de
Brescia y con el grupo romano de marfiles. los La.mpadii del Museo Cristiano de Bres-
Algo posteriores pero estrechamente ligados cia, quizá de hacia 410. Puede asignarse una
al díptico Probiano parecen los paneles con fecha entre 430 y 440 a los paneles de Berlín-
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37. Las Mmias en el Sepulcro y la Ascensión. Panel de marfil. Roma, fi11.es del siglo N o principios del v.lvfuniclz,
Bayerisdzes N"ationalmu.sewn
38. Seis MilagTos de Cristo D ·tptl.CC> d~ marfil. Roma, tercer cuarto del siglo v. Londres, Victoria andAlbnt Museum.
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60 o
39. Cofre de Proiecta. Plata. Roma, fmes del siglo v. Londres, British Museum.
40. La Multiplicación de los Panes (?). Relicario de plata. Se cree fue enviado por el papa Dárnaso a
san Ambrosio con reliquias de los apóstoles. Roma, c. 382. Milán, San
danzas fue continuada por los cristianos; mu- es típico del renacimiento artístico teodosiano,
chos de los aspectos sociales de la vida pagana clasicizante en espíritu y sin embargo con las
fueron adaptados de forma natural. El peque- formas modificadas con arreglo al lenguaje
ño cofre de plata de la iglesia de San N azaro teodosiano, suspendidas en el espacio; los ro-
de Milán, fechable a partir de 382 aproxima- pajes se desLizan sobre ellas en blandos plie-
damente, época en la que se entregaron reli- gues y los rostros son redondeados y de suaves
quias a la iglesia, es totalmente cristiano en ico- contomos. En el tesoro de Traprain L.1.w, ac-
nografia y carácter [40]. El estilo, no obstante, tualmente en el Museo de Antigüedades de
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acontecimientos del no
ron sino intensificar carácter Ciistiano
de nueva fe. Al del la ciudad. En el curso de las controversias
mni:tdo clásico se añadieron tradiciones nuaria Pero, ligiosas los monjes de los alrededores mani-
judías helenísticas y entre los siglos m v se estaba organizada seg(m el modelo de festaron en su mayor parte simpatías mono-
fue configurando paulatin2..mente un ciclo la administración civil, el obispo metropoli- fisitas, pero los obispos de Jerusalén se
ilustrativo cristiano de not<Lble complejidad. tano de Palestina residía en Cesarea y los mantuvieron por lo general dentTo de la or-
D!Cho ciclo no estaba necesariamente Ügado de Jerusalén quedaron bajo su juris- todoxia.. Juvenal, obispo deJemsalén, se in-
alas Escrituras, pero podlia reflejar los eru- dicción. La comunidad cristiana era peque- clinó en un principio hacia la hereJía, pero su
ditos comentarios de los Padres de la Iglesia ña se contentaba con utilizar como iglesia visita al concilio de Calcedonia en 451 lo
y los hábitos y gustos de la corte imperial, <'éoÍ una de las casas de monte Sión, entonces un condujo de nuevo a la ortodoxia y, sin duda
como las enseñanzas filosóficas judías y pa- suburbio fuera de los muros de la ciudad. como recompensa, fue nombrado posterior-
En tiempos del emperador Teodosio Con la coronación de Constantino, la peque- mente patriarca, con a.utmidad sobre su anti-
Grande el nivel de excel·2ncia artística co- ña y provinciana ciudad guarnición recuperó guo superior, el arzobispo de Cesarea. Toda
menzó a elevarse una vez más y Constanti- de inmediato su antiguo nombre y fue objeto oposición monástica era aplastada por las
nopla mostró signos de suprem~cía artística. del generoso patrocinio in1pe.rial. Constanti- tropas impeliales, pero la semilla de la disi ·
S1 el arte cristiano que surgía de las catacum- no hizo de Jerusalén la Ciudad Sémta de los ciencia nm1ca fue destruida. Finalmente, ju-
bas y de las casas-iglesia del siglo m se reves- cristianos. En el concilio de Nicea, en 325, díos y herejes recibirian a los invasores per-
41. La Caída del Hombre. Vinajera de plata tía de púrpura por voluntad de Constzmtino, el obispo Macario de Jerusalén despertó el sas y árabes como libertadores de las cons-
encontrada en TrapraL.t L:nv. Probablen1ente Roma. hacra fines del rv, dmante el mandato de interés de la Augusta Elena por los olvidados tricciones de la miodoxia. A pesar de estos
fines del siglo p: G pincipios del ',/_ E:limÓu;go, Jiiuscum !a púrpura empezaba a lugares que la tradición asociaba a los últi- conflictos, la ciudad gozaba de prosperidad.
ofAntiquities.
ser por la luz de la nueva fe. mos días de Cristo. Su viaje a Tierra Santa }•,demás de atraerse a los peregrinos, Jerusa-
fue recompensado con el descubrimiento de lén se convirtió en lugar de retiro para las
alg¡mas reliquias sagradas, incluyendo la grandes damas romanas y para los cortesa-
V era Cruz v los Instrumentos de la Pasión nos que ya. no disfmtaban de favor en Cons-
-descubn:n:tientos que fueron aceptados sin tantinopla. Tras ab<mdonar la corte en 438,
ser públicamente discutidos y que evidente- la emperahiz Eudocia, esposa de Teodosio II,
mente satisfacían la necesidad de disponer hizo de Jerusalén su hogar. A..rnplió las mura-
de objetos de devoción tangibles-, y Elena llas de la ciudad y edificó una iglesia en ho-
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rostros y formas parece haber un retomo
al clasicismo teodosiano. la or:gar1ízación la ciudad, cuya firme
pequeñas marionetas sus de de las escenas dentro cirnm- vera <tetuación en los momentos
estilizados rostros y drapeados y su efecto es- ferencia del plato, en el profundo cincelado bía sido enteramente admirable; a
quemático serían probablemente objeto de de los arrugados ropajes y en la vivacidad de Capadocia, el prefecto pretmiano en Orien-
la aprobación de los Augustos Justíno y So- las fonnas humanas y animales se evocan tra- te, y al cuestor Triboniano. Estos dos últimos
fía, que debían de estar al tanto de los estilos diciones a(m más antiguas: el arte de Augusto, ministros causaban profimdo desagrado a la
helenísticos dominantes en Constantinopla AcLriano y los Antoninos. Así, unos setecien- aristocracia, pero no hay razón para pensar
por las mismas fechas. Con los intentos de tos años después de la Paz de la Iglesia la ima- que fueran especialmente impopulares entre mí se refiere, m e
evocar la imagen religiosa sin peligro de sus- gen Clistiana y el arte secular alcanzan tanto la las clases infe1iores, y es posible que la agita- que la púrpura es una
citar la protesta iconoclasta se iba estable- smtesis como la identidad11 ción contra ellos fuera fomentada por los pa- AJ momento los asistentes cobraron áni-
tricios. Quizá recayeran sospechas también mos. No se podía conilar en la real
sobre Hipacio y Pompeyo, los sobrinos del pero Belisario, comandante supremo de
anciano emperador Anastasio, pues se les or- Oriente, y Mundo,
denó abandonar el palacio y, de hecho, Hi- cum [comandante en
pado fue aclamado como emperador al día gieron cJ
siguiente. El sexto día empezó a parecer que de guardia y sorpr:ertcuercm
la consigna de los amotinados, nika (ivencei), rermido. Se dice que en la matanza
había sido bien elegida. Justinia:no, domir,a- ron treinta mil personas.
do por el pánico, requirió consejo. Todos sus yo fueron arrestados y al día sí
ministros le recomendaron que huyese del guiente, y sus cuerpos, como los de las víc-
Palacio Sagrado y de la ciudad, hasta que in- timas de tantos y sultanes
terviilO la emperahiz Teodora, a la cual el posteriores, fueron arrojados al mar. Los pa-
fimcionalio Juan Lydus juzgaba <<supelior en hicios que les habían apoyado f'ueron deste-
inteligencia a todos los hombres que habían nados y sus propiedades conüscadas. J ustí-
existido hasta entonces». Pro,copio repite lo niano raras veces abrigaba sentimientos de
esencial de las palabras que pronunció aquel venganza durante mucho y poste-
día crucial: «En cuanto a si está bien que una lionnente, según Pro copio, les a to-
mujer destaque entre los hombres o muestre dos ellos, incluidos los hijos de
atrevimiento donde otros vacilan, no creo Pompeyo, «tanto las distinciones que ame.,
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más que por UI1 "nonirp,-rn Santa Irene fue iniciada en
mio de T ralles en «el más instmido !a basilica anterior~ Se
se en la denomil1ada cienoa mecánica no sola~ tmcciones o reparaciones
en gale~ mente de todos los hombres de su tiempo un color verde, fresco conro elrnar, o cendio en 56-±, y más reparaciones tras un te~
rías, era de una iconoclasta. Por lo sino de todos los de muchas generaciones bien como azules flores de centeno entr~e la r-remoto que tuvo lugar hacia 7.±0. Hoy en
que sabemos no había mosaicos con imáge~ anteriores» «aplicó la geometrú hierba, con una ráfaga de nieve acá y allá, en día, la basílica, con su bella cúpula, es poco
nes, sino t<L'l sólo extensiones de teselas de a la materia sólida,, la iglesia e> suave contr·aste con la oscura y brillante su- más que una imponente concha que contie~
técnicamente atrevida, perfecta en armonía. Los grupos de columnas de la nave ne vestigios de una cruz iconoclasta de mo~
oro rodeadas por franjas de decoración floral
y las galetias están enlazadas por una malla saico en el ábside, pero por lo demás fue
y veget'~~~L<LS fonnas de los capiteles y la re~ <<maravillosa y aterradora» y una de las ma-
!ación entre los detalles arquitectónicos y los yores de la cristiandad. Era una idesia corte- horizontal de hojas de acanto estilizadas que despojada de su omamentación . La iglesia
motivos om<Lrnentales constitnyen bien una ~ana~ El vasw centr<J abvarcado' por decir que de los Santos Apóstoles fue reconstruida en
el solar del Apostoleion de Constantino ha~
innovación bien un cambio de ~resentación. la enorme por las una nueva for-
tradicional se' convierte en ba reservado al ciero del Pacri8xca ma de cesta y en los cuales abundan les mo~ cía 536 dedicada en 550. Hacia el siglo x la
El
La emperatriz y su cor~ nogr~amas deJustiniano y Teodora. El efecto iglesia estaba necesitada de reparaciones y se
una artística sobre la cual se extiende rador con su
estilizadas en mar- tejo tomaban asiento en la galería del extre- ele conjunto era rico en luz y color; reforzaba acometió alguna reconstrucción poco des~
una met2Jica red de
mo occidental. frente al distante altar. El esta riqueza el plateado que se ele- puf>s de 960. Fueron precisos más arreglos
cado reLieve~ Posteriormente, en otros edifi-
se convertilian en remo~ vaba en el dividido en tres gradas, en 1300, después del interregno latino,
cios, estos público -y urro pregunta cuántos asisten-
por encic-na del altar dorado; el iconostasio pero en el siglo xv la iglesia se hallaba en
linos de acantos que parecen agitados por el tes del pueblo comÚl1 eran admitidos en el
plateado que se alzaba ante el presbitelio; las estado de ruina. Cuando Buondelmonti vi-
viento, ricos, ondulames y fantásticos. La or~ V I - quedaba confinado a ¡Jgunas de
lámparas de oro que colgabar1 entre colum- sitó Constantmopl a en 1420, la iglesia de
namentación, casi siempre derivación de la las naves laterales y galerias. Una vez más
nas sobre el altar, en las naves laterales y en los Santos Apóstoles era «ecclesia ian1 de~
fmma del acanto, puede rebosar del bloque carecemos de testimonios que sugieran la
las galerías; las coronas votívas de oro sus- rupta>>. Finalmente, todo el edifido fue de-
de ilnposta y del entablamento, extendién- presencia de imágenes religiosas en el mosai-
pendidas sobre el altar; el gTan púlpito reves- molido en 1469 a fin de dejar sitio a la mez-
dose en dirección contraria al ilnpulso verti- co que cubria la parte supelior de las pare-
tido de marfil con mcmstaciones de plata, y quita erigida en honor de Mal1omet Il el
cal de la columna o pilar. illrededor del edi- des, bóvedas y naves laterales de la iglesia~
las cortil<as de seda y oro. Había probable- Conquistador (al Fatil1). La de los Santos
ficio discurre una soberbia inscripción alusi- Había amplias superficies de teselas doradas
mente ilnágenes aisladas. Pablo el Silencia- Apóstoles era una iglesia de gnn importan-
va aJustiniano y Teodora que se prolonga a rodeadas de ramas foliadas, frutos y oma-
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116.
una deso~p•cJ6n
1203, pero como la rracenos no PU'dl'enm aJonJvE:ch.ar:;e
bizantinos el texto es que la región y utilizar
ilustrador desde un punto de vista histórico 3 exportación gar como base para invadir en secreto las re·
giones que se extienden hacia Palestina». Ac· tradiciones artesanas
tualmente la iglesia de Justiniano, que se ha· no carece de interés observar
8~. Ltt :r~~nsfisrura~ión. Mosaico del ábside. Entre 548 y 565. Monte Sinaí, monasterio de S'anta Catalina, iglesia.
(ExpedJcwn de Alejandria, Michigan y P1inceton al monte Sinai). !la dentro del monasterio de Santa Catalina, cía a las formas, la
en el monte Sinaí, es una de las mejor con· ción de los muslos y la rnm1V'''wrnn
servadas de todas sus empresas. Las insc1ip· forma por medio ele una de yu.xtapo·
ciones alusivas al emperador y a su «difunta sición ele las pmies componentes, tienen su re
emperatriz» y al arquitecto Esteban de A:ila es· flejo en las escenas de género que aclaman f'l
tablecen una fecha entre 548 y 565. Como en suelo de mosaico conservado en el Gran Pala-
las iglesias de Constantinopla, las paredes es· cio de Constantinopla fechado
tán revestidas de paneles de mármol esmera· blemente en la segunda mitad del
damente conjuntados, pero a diferencia de Atmque no testimonio de patrocinio
Santa Soffa el ábside fue decorado con una imperial directo en h edificación y decora·
magnífica representación de la Transfigura· ción de las Rávena es el
cióh en mosaíco [85]. Cristo aparece entre de la
Elías y Moisés, una titilan te epifanía en b!an·
co y oro emnarcada por una mandarla en
distintos matices de azul de la cual emergen
anchos rayos de luz. Debajo de esta apari· en el periodo formativo de su vida, constm·
ción, destinada a inspirar veneración, los yó y decoró bajo la influencia de la
apóstoles Juan y Santiago se arrodillan y ha· metrópoli. Con toda seguridad utilizó trabel·
cen ademanes de asombro y aclamación; jadores locales. Es inevitable halíar en todos
bajo los pies de Cristo se recuesta san Pedro. los monumentos ele Rávena una c.u.wtJ<Cid
Toda la escena está enmarcada por franjas síntesis de tradiciones imperiales ele la corte
que contienen medallones; éstos a su vez en· teodosiana, los legados de Roma y Milán y
marcan bustos de los doce apóstoles, dieci· la nueva corriente de inspiración
séis profetas, el rey David y dos beneficia· de Constantino. Teodorico, cuyo ministro
dos, Longinos el Hegoumenos y Juan el Diá· era Casiodoro, era el ejemplo clásico de bfu·.
cono. En las enjutas, dos ángeles vuelan baro ilustrado. Aunque de fe arriana, era im·
hacia un medallón en cuyo interior se halla parcial en materia religiosa. Reconoció la
59/208
'l
Rdüerw.
A:-queológíco t\lemán, Roma).
deco-
60/208
mosaístas.
los Ortodoxos
88. Procesión de v-írgenes. Mosaico de la nave. Entre 565 y Sh9. Rdztt7W, San Apolinar Nuevo {Inslituto
Argueológico Alemán, Ron1a)
Entre las ventanas superiores, la segunda \íirgen el Niüo entronizados y adorados vado influencias constantinopolitanas en las tuosa procesión.
franja presenta figmas aisladas de apóstoles y por los Magos, y al otro lado unos representaciones de Cristo la Virgen, que de los Ortodoxos, no obstante, los
profetas. La tercera franja, la más amplia y mártires avanzando en procesión hacia Cris· datan de la época de Las ví:rge· ca.minan en dirección a un altar-trono con
sorprendente de todas [88], muestra a un to entronizado desde el palacio ele Teoclori· nes y mártires y los no son de esa colgaduras y un almohadón sobre el
lado una de vírgenes avanzando co. Las van ataviadas con de época. Tras la reconquista bizantina en 540, yergue una cruz
desde Classis, el puerto de Rávena, hasta la investigadores han la iglesia abandonó finalmente el anianismo masía, <<el trono cielo>' Inen
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Cristo entronizado entre san el obispo Eclesio. Mosaico del ábside. Segundo cuarto del siglo vr.
S9. E! Bautismo Crisw: debajo, los ~tpóstoles. lv1osaico de la cúpula Pnnclpios del siglo \T
Baptistr:ritJ
Réena, San Vital (Hirmer Fowarchi' ).
A;"~"W!lO.l (Fowfast-Bologn2."·.
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y
9!. El Sacrificio efe Isaac. Mosaico del tímpano izquierdo. Segundo cuarto del siglo Rávena, San Vital (Instituto
Arqueológico Alemán, Roma).
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clero,
encuadernado
su
fZ'LTI'tQS-
JanceO
dado la vuelta de repente, como
hombre, para enfrentarse al e,ue:LL-ctuur
este balanceo y giro
los n:liembros del cortejo i1npe1ial zo por transmitir mm sensación de intensidad:
mirada, de las dmras posan la mimda en la Au-
gusta otia..s mi.rm-l en diferentes direcciones:
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realidad desacuerdos sobre
del Libro de Ceremonias de Constantino VII,
cnr11nirlonn en el y no es preciso dete- y se a
nernos en ellas aquí. Lo más probable es que se deteriorase, vez como
los paneles manifiesten el interés por la re- consecuencia de una limpieza impmdente.
ciente reconquista bizantina de Italia, así En 1919 la silla fue de nuevo reconstruida y
como el apoyo al virrey Maximiano, un can- se recuperaron algunos que habían
didato imperial, la entrega de a la ido a parar a otras colecciones; en 1956
de San Vital la acentuación de las llevó a cabo una. restauración Las
esferas de el el sa- marcas para el que se encuentran
cerdotium. Es cierto que Justiniano en el reverso de los son letras
nunca fueron a Roma; debieron enviar cm1tem1:Jorán•eas de talla. Mientras que
retratos desde Constantinopla con el fin de mayoría los estudiosos ha mosrrado acuer-
que los copiaran en mosaico a modo de lau- do respecto a la fecha, poco anterior a 547, ha.
raton para allrmar la presencia imperial, y, habido considerable controversia en cuanto al
dado que Teodora murió en 548, fueron se- lugar de origen: A.ntioquia, Alejandría, Rá-
guramente realizados a tiempo para la dedi- vena, Constantinopla. No cabe duda, sin
cación de la iglesia por Maximiano en 54 T. embargo, de que ha de ser considerada en
De todos los regalos enviados porJustinia- relación con el Barberini, partes de al-
no a su virrey Maximiano sólo se ha conser- gunos dípticos imperiales, el díptico sagrado
vado uno: rma cátedra de marfil con el mo- actualmente en Berlín y la gran bandeja de
nograma del obispo tallado en la parte de- plata del obispo Patemus [79], que ofrece in·
lantera. Además, la silla de Maximiano es la teresantes comparaciones con la decoración
única de la época paleocristiana conservada de la silla -obras oficiales todas ellas cuya
casi completa. Los paneles de marfil tallado procedencia de Constantinopla parece al1o-
que cubren la armazón de madera presentan ra segura- y con fragmentos de tallas de
una serie de estilos de fuerte tradición hele- mánnol del Museo Arqueológico de Estam- 9•1. Silla de Maximiano. Marfil. Constantinopla, c. 517. Rdrena, Museo Arzobisjwl (Hirmcr Fotoorchov).
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bizantino en Italia más concretamente de
Transfig-uración 1\-íosaico del ábside. Poco
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96. Constantino rv Pogonato otorgando privilegios a la iglesia de San Apolinar en Classe, acompañado por sus
hermanos Heradio y Tiberio, su bijojustiniano Il, el arzobispo Reparato, un sacerdote y tres diáconos. Panel de
mosaico del ábside. Entre 668 y 685. Rávena, San Apolinar en Classe(Fotofast~Bologna).
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:¡g Pavos un pámpano que
siglo RdL'UW> San Apolinar m
estuvie-
su Vllelta a la or-
parte, los mos2jcos del áb-
consideració n
rece en
DS. San lmdrés; detalle de la franja mosaística del arco
que los mosaicos
del ábside. Mediados del siglo V1. Lynthrakomi, Panagia
Kanakaria (Departamento de Antigüedades y 1\{useo muchas zonas
su estilo 1<)0. Sarcófago del arzobispo Teodc.ro. MármoL Siglo V1. Rávena, San Apolinar en Classe (Hím1er Fotoarchiv).
de Chipre)
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y
dos de un ánfora,
101. Ambón del obispo Agnellus. MármoL Entre 1556 y !569. Rávena, catedra/(Fotofast·Bologna).
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Los) es con gran y
hace pensar en la calidad inferior del estnco corde1:os que conver-
encuentra hacia mediados del v an~iba se manifies~
para nosotros nuc~
baxbado, con cabellos
vestiduras blancas y
tm altar de~
das y mano
!ante de una cruz; al pie del altar hay un
da mientras levama la derecha en
:.-e:rt,ctle en medio del cielo rollo; a ambos lados están los siete brazos del
de aut01idad. sólo
k mano de candelabr o los cuatro
[103], del cual emergía los
:m1bos la~ dos de los símbolos de
Dios sostenien do una corona. los veinticuat ro an-
de san ;\1ateo
dos san Pech·o re~
cianos coronas han
n1anes de aclan1J. ción
ducidos a un mínimo
tos titulares Cosrne y
los mosaicos de san Cosme y 104. La Virgen y el Nifio entronizado s entre san Félix
san T eodoro Stratelates -en lo esenci2l un
son de los más bellos y san Adaucto y acompaiiados por Túrtura. Pintura
arco con mosaicos que revelan que al Féli' fV, en las
fueron mural, c. 528. Roma, calaC11mba de Comodila, iglesia de los
comparar la
tradiciones romanas estaban empezan~ LX durante Santos Félix y Adaucto (Pont Comm di Arch. Sacra).
a acusar el impzccto de rmovatio que te~ Cristo con la del Cristo transfi~
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y
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,,1
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y
lOS. Cristo anle Pilatos; debajo, el Arrepentimiento de Judas. De un Evangeliario, Códice de Rossano, foL 15.
Probablemente Constantinopla, siglo \ri. Rossano (Giraudon). !09. San Marcos. Del Códice de Rossano, (Giraudon),
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y entre cuatro
Mientras que las escenas ue'"'""'a'
están abocetadas, con gran economía de
efectos, las miniaturas a toda de la
CniCif!Xión, la Resurrección
están elaboradas con gran
ilusionista, al mismo
distintas las escenas au,smmsras
Sinope. MS suppl. !2~il,
11 O. La Mulbplicación de los Panes y los Peces. De un de los códices purpúreos. La atmósfera de la
!Giraudonl.
fol. De Sinope. Probablemente Consta.ntinopla, siglo VL decoración de los Evangelios de Rabula es
ir1dudablemente monástica. Atm así, los mo·
deJos de estas n:úniaturas a toda de-
lados de bían de estar en las so.ll'lle<Lu<cs
üetas de tradiciones del oriental, pero
técnica en ·vista de la casi total inexistencia de testi·
aparece en Patis, syr. monios en lo relativo a la ornamentaci ón de
Iiaco manuscritos seria aniesgado sacar conclusio·
una serie de salterios nes temúnantes en cuanto a la fuente de es-
dasta que se inicia en el IX con el saltetio tos modelos. Por otro lado, considerando los
Chlud~v continúa en el XI con París, intentos de los estudiosos del
Museum, Il"dd. ~VIS. 19352, atribuir los códices purpúreos a un taller
en el monasterio de San Juan de Meditenáne o oriental --Antioquía, Jerusa·
en 1066. Las tablas lén o simplemente Asia Menor-, habría
canónicas en sí mismas ofrecen una riqueza que señalar que la ornamentaci ón de los
decorativa que contrasca notablement e con Evangelios de Rabula contradice dichas h.i·
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11!. Tabla de Rabula, MS. Plut. I, 56, fol. 4 verso. Tenninado en Zagba, 112. Tabla canónica. De cmos Evangelios, MS. Add. 511\. fol. 1 Probablcmmre Constantinopla.
G Píneidcr). glo VI. Londres. British Afuseum.
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má.<> elementos da el ícono de la T eotokos Níkopoía, entre la
una ciudad o mona.<>teJio personifica ción de la Iglesia y Salomón ata-
ha demostrad o que en viado como un del siglo V1, de-
era fuente de nuevos elementos , pero muestra que se disponía de un me-
~),1 1, una Biblia tropolitano mis moderno 18
Como en épocas anteriores, una vez que
el artista ha el
de
u"'"''"''"' ma-
que en un e:sc1itolio pro- un extremo a otro
vinciano núrrrero de ilustraciones a toda página en dos que
tracllciones, La ilustración M.oisés ante el fmman de los Evangelios Etchmiadz in
faraón [i a pesar de cmdeza de fac- iJluuuc.lutJ, , en el monasterio arme-
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115. La Virgen como Fuente de la Sabiduría. De una Biblia siríaca, MS. syr. 341, fol. 118 recto. Probablemente 116. CrisLo y la Virgen entronizados; escenas de vida de C1isto. DipUcc milizado ccmo
fíues del siglo vr o principios del vn. París, Biblioteca Nacional Evangelios Etchmiadzin, lv1S. IVIatena-da7-rm Bizantino, siglo VL 'Vánm~
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Vl.
Las miniaturas representan la Anw1cíación a
la Ammciación a Zacarías, la Ada-
los el Bautismo de Cristo.
de Rabula,
un carácter nruTalivo, el grupo de
zin insiste en los misteríos teofánicos
cuerda los Santos conmemorad os
en las de actualmente en 118. Bautismo de CJistJ Hoj2- encuadernada con los
M onza y Bobbio y, sin en los martyria Evru1geiios Etchmiac·zin.
119. de la •,ida de Cristo. De los Evangelios de San Agustín, MS. 286, fol. 129
Palestina. Por otro lado, el tratamiento ,¿.,_rmenia_ fu1(:s del
du Cercel Italia. fines del siglo Corpus Christí Collcge.
centraíizado de la Adoración de los
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y
lío !25, con escenas hace ~r•~•olmPntc- en su consideran que el artista es-
puestas en cuadrados, que empiezan con la veces de libro en el tesoro de la. taba familiarizado con Oriente o con el nor-
entrada enJemsalén y terminan con Simón catedral de Milán, obra te de Es característica de la decora-
Cirineo llevando la cruz, y el folio 129 verso, teitaliana y fechable en ción una. persistente y compleja utilización
con la imagen de san Lucas sentado bajo un por la naturaleza del medio de arquitectura con cortinajes, coronas col-
arco con su símbolo bajo una bóveda de fi1 son más definidas y la comparación es ine- gantes lámparas (121], uso que anuncia as-
concha, y al otro lado escenas del ministerio vitablemente En el manuscrito pectos la iluminación y el dibujo ca.rolín-
de Cristo [119]. Pero no parece haber ningu- hav escasa~ tentativas de la ilusión El manuscrito fue restaurado en el este
na razón para dudar que el mauscrito con te- paisajística se reduce a una serie de ondula-
cuatro retratos de los ciones de diferente color, y cada escena. ha
sido condensada en un seco Bi-
como de un acontecirniento 20 en Tours
de san que ilustra los primeros años Las del Pentateuco de Ash- entre 834 y 843, sigue clara1nente wí mode-
de la vida de Cristo, otra delante de san Lu- burnharn, fechables quizá a fines del VI lo la Biblia de con su
cas y una tercera que ilustraba la Pasión al o en el v1I, son más an1biciosas pero igual- ciclo del Génesis, que se lee de derecha. a iz-
final del Evangelio de sanJuan. Dado que mente desconcertantes en cu=to a modelo hace que en el escritorio
faltan veinte hojas del principio del códice, y procedencia. Los paleógrafos están de otros siríacos. Los trajes fe-
podemos suponer que allí estarían los habi- acuerdo una vez más en la fecha de la escri- meninos del Pentateuco de Ashburnham, en
tuales prólogos a los Evangelios, incluyen- tura uncia!, realizada al parecer en un centro especial la mantilla que forma sobre
do una serie de tablas canónicas. En total apartado de la coniente latina principal, po- el peinado alto y trenzado, a las da-
habría quizá setenta y dos o posiblemente siblemente en el este de Italia, pero los histo- mas orantes de las catacumbas rommus del
hasta ochenta y cuatro escenas del Nuevo riadores de arte se han sentido desorientados siglo IV [6], y las banda!; verlicalcs gue van
Testamento. Mientras que en la miniatura ante las miniaturas, algunas de las cuales es- desde los hombros hasta los de las
compuesta. cada cuadrado contiene una sola. tán realizadas a la encáustica, y han propues- túnicas pueden verse en muchas rnmiajas 120. Escenas la \.ida de Cristo
escena, en las miniaturas que enmarcan a. to España, el sur de Galia, Italia o el norte de captas entre el siglo rv y del VIL utilizado como cubierta de libro.
san I .uca.s cada. rectángulo contiene dos esce- África. El texto de las Escrituras es la Vulga- Buena parte de los atavíos masculinos tiene glo \11. lvfilán. tesoro mtedraúcio
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menos y contTa los decretos iconoclastas de
éste: En efecto, la
que había erTmezaclo
una
tre Oriente y Occidente. Al
dos Rávena y en 751 el exarcado
pervivió n1u~ a su fin. Los papas se vieron
todas las esperanzas de obligados a trataT -:10 sin con
se hubiesen desvaneci- los lombardos; tma gTan parte del exarcado
lo del vu, se convirtió en territorio pero mmca
la distinción confiaron en ellos. Antes se volvieron a
los francos, como habían hecho intermiten-
temente desde el siglo VJ. La
La Entrega dc- Leyes en el nwnte Sinaí y el Tabernáculo. Del Yentateuco d(: Ashbmnhran) de Pipi.no por el papa Esteban H en París,
Probablen1ente Italia. de! siglo VIL Biblioteca JVo..áoncl
z¡_cq i<:\1 fol. en 753 -que fue confim1ada por una cansa-
posterior efectuada por san Bonifa-
un aire absolutamente occidental, casi fran- vesen en él, el resultado está cio, quie actuaba siguiendo instrucciones pa-
co. que se hubiese e] ~anusoitos orientales que se conserva- El papa pales-, fue la piedra de toque de la teoría
manuscrito Ashbmnham, parece do. Los artistas del Génesis de Viena, aun- hombre íntegTo de re- medieval de la monarquía por la gTacia de
que rniraban hacia el vi- como Dios y de la superioridad papal sobre el po-
había un modelo romano del IV, i..tl.tachable, fue
cuales fueran los elementos que ínflu- en 1.1r1 mw,do diferente 2 ·.
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