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ALFONSO CEVALLOS ROMERO

ARTE, DISENO
Y ARQUITECTURA
EN EL ECUADOR
LA OBRA DEL PADRE BRÜNING
1 899-1 938

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00425

MUSEOS DEL BANCO CENTRAL DEL ECUADOR


EDICIONES ABYA-YAI-A
¿

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(loedición l99i
o Ediciones del Banco Central del Ecuaáor.
Apartado 339. Quito. Ecuador.
o Edicione; ABYA-YALA.
Casilla I 7.12.719. Quito. Ecuador.
r Conferencia Episcopal Ecuaioriana,

Doctor Augusto de la'forre Endara


Gerentc General del Banco Central del Ecuador

Economista Franklin Proaño Puente


Subgerente General del Banco Ccntral del Ecuador

Sergio Durán Pitarque


Director (ieneral de lm Mr¡seos del llanco Cenfral del Ecr¡ador

N{agdalena Gallegos de Donoso


Sr¡bdirectora (]eneral de los Museos del Banrn Central del Ecuador

(c) Publióación de los Museos del Banco Central del Ecuador


.lorge Vt'ashinglon .r Reina Victoria. Quito.Ecuador
Fotografía y diseño: P¡tricio Estévez Trejo
Inrpre'^ión: Talltrrs ABYA-Y¡\[,¡\, Ca.r,anrbe

ISR\: 997E-72.2-jl)-7
-¿Lq,-:
J"6*t" Tlopoko y
3Ja^-,4//.*".
I{IJESTRA GRATITUD A,:.

Fabiola Alcocer Carrasco.


Susana Arátlz de Fernández Salvador.
Carlos AzanzaBaca.
Padre Jorge Baylach C.M.,
Procurador Provincial de ra comunidad de padres Lazaristas.
Padre José-Oriol Baylach C.M.,
visitador Provincial de la comunidad de padres l-azaristas.
Edison Carrera Gallardo.
Padre Rigoberto Correa Vásquez, OO.CC.SS.
Sergio Durán Pitarque.
Patricio Estévez Trejo.
Monseñor Antonio J . González Z,
Arzobispo de Quito.
Monseñor Raul López Mayorga,
Obispo de I-atacunga.
I¡onardo Miño Ga¡cés.
Alfonso Ortiz Crespo.
Monseñor Moisés Saavedra Flerrera.
Nina Villalba Salcedo.
Monseñor Gilberto Tapia Jácome.
Comunidad de Padres r az^ristas del Ecuador.
Conunidad de Padres Oblatos del Ecuador.
Bibüoteca Tacinto Jijón" del Banco Central del Ecuador.
Fondo Audiovisual del A¡chivo Histórico del Banco central del Ecuador.
INDICE

Próloi¡o....... ......:............... ................ tl


Introducción .............. 13

PRIMERAPARTE
I-A OBRA ARQUTTECTONICA DE BRÜNING .................................... ls
CAPITULO PRIMERO.
La iglesia y los estilos cl¡ásicos de la arquitectu¡a............ ....... t9
CAPITULO SEGLINDO.
Los historicismos en la arquitectura ...................27
CAPITULO TERCERO.
El eclecticismo en la arquitectura
CAPITULO CUARTO.
Las ca¡acteristicas de la obra de Briining.. ........ 36
CAPITULO QUINTO.
Las obras religiosas principales
CAPITULO SEXTO.
Otras obras de arquitectur¿ ¡eligiosa.... ............. tso
CAPITULO SEPTIMO.
Otras obras de arquitectura.................... ............. 176

SEGTINDAPARTE
I-A OBRA DE DECORACION DE BRÜNING
CAPITULO OCTAVO.
La deco¡ación y los estilos arquitectónioos............... .............. 191
CAPITULO NOVENO.
Algunas obras de decoración de B¡iining.. ........ 197

TERCERA PARTE
LA OBRA DE DISEÑO DE BRLrNING............... ................ 215
CAPITULO DECIMO.
El diseño y los estilos arquitectónicos................ ................-..... 21s
CAPITULO UNDECIMO.
Algunas obras de diseño de Briiuring.. ................ 2tB
CUARTAPARTE
I-ATECNOIJOGIA Y LOS ESTILOS EN LA OBRA DE BRÜMNG -ZSg

QUINTA PARTE
ELPADRE BRÜNING. ................2s7

Epflogo..............

A¡chivos y bibliotecas consultados .


Referencias fotogriáficas. .................27'l
Bibliografia ""' 271

l0
PRESENTACION

ARTE, DISEÑO Y ARQUITECTURA EN EL ECUADOR: La obra del padre


Ilrüning (1899-1938), es el título bajo el cual se condensa una paciente labor de
investigación histórica y arquitectónica realizada por el arquitecto Alfonso
Cevallos, para la entonces Unidad de Investigaciones Históricas del Museo de
nuestra Institución.

El investigador recorrió cada una de las capillas, iglesias, conventos, pueblos y


ciudades en donde esfá esparcida la obra de Brüning; como si estuviera
reuniendo las piezas de un rompecabezas - la ubicación de más de 200 obras
constructivas y un número similar de decoraciones y diseños - fue armando la
obra que ahora conocemos completa. Así nos ha develado la trayectoria de un
personaje de enorme trascendencia en la evolución arquitecténica del país,
tarea factible gracias al descubrimiento, y ulterior seguimiento y análisis de
una pequeña libreta de apuntes del padre Pedro Huberto Brüning, sacerdote
lazarista de nacionalidad alemana, que radicó en nuestro país de 1899 a 1938,
año de su fallecimiento.

l,a publicación reúne abundante documentación inédita: texfos, fotografías y


planos; loscualessumado6aun seriomane.lohistórico.va un análisistecnológico
y estético nos descubren una faceta, hasta ahora desconcida en la historia de
la arquitecturaen el Fi,cuador: el períododetransiciónentre la monumentalidad
barroca y los cambios hacia la "arquitectura ¡nternacional". El trabajo se
centra en la actividad profesional del lazarista, quien compartió esta tarea con
la cátedra de Teología, Oratoria.v Arquifectura; el autor, sin embargo, no deja
de relievar la calidad humana .v religiosa del persona.ie investigado.

ll
llriining. acorde al gusto estético de la primera mitad de este siglo' trabajó
dentro de las tendencias neorománicas, neogóticas, y neoclásicas, al igual que
en el eclecticismo, respetando el documento arquitectónico original, el entorno
paisa.iístico -v la arquitectura civil circundante. l'ue un profesional académico.
pese a lo cual no titubeó en utilizar materiales de uso locales, como el carrizo.
la piedra pómez, el bahareque. el adobe, el clwhuarquero, etc., empleando en
muchas ocasiones el sistema de cooperación de mano de obra que caracteriza
las relaciones socio-económicas locales y que s€ evidencian en la minga,
práctica cominitaria de ancestral tradición.

Esta publicación indudablemente despertará el interés del lector atento.v será


deconsulta obligada entrequienesse preocupan por elestudiode laarquitectura
ecuatoriana, sus testimonios, las tendencias vigentes, su transformación a lo
largo de la historia; será por ello de gran importancia para los proyectos de
restauración del patrimonio edificado que hoy se los acomete con gran
responsabilidad profesional, de acuerdo a normas técnicas internacionalmente
aceptadas y que se exigen estudios integrales entre los que la investigación
histórica J.. estét¡ca es esencial.

Con esta publicación, el Banco Central del Ecuador reitera su permanente


vocación cultural; su interés por la nación, sus tradiciones -v sus valores, por el
rescate monumental, por la investigación histórica )' todo aquello que nos
permita, con el mejor conocimiento de nuestra cultura, enfrentar el reto de la
modernidad.

Quito. enero de 1994

Dr. Augusto de la'Iorre


(;ERENTE GENERAL
I},\NCO CENTRAL DEL ECUADOR

t2
INTRODUCCION

Cuando hace muchos años, en un üejo periódico, me encontré por prinera


vez @n el nombre del padre Pedro Hube¡¡6 ['¡'ining, nunca me imaginé q¡s,
detrás de é1, podría existir todo un mundo relacionado con la arquitectura de
nuestro país; y aunque, desde hace algún tiempo, había venido siguiendo las
huellas de diversos personajes vinculados con la arquitectura ecuatorianq la
escasa información pública que existía sobre esa persona no hubiera bastado
para siquiera toma¡lo en cuenta, menos aún para intenta¡ un proyecto de in-
vestigación como el que se ha realizado.

En esas conversaciones de una y otra cosa, conocí la reseña histórica que es-
taban realizando Tamara Estupiñrán Viteri y Alfonso Ortiz Crespo sobre la
Capilla de la Medalla Milagrosa de Ambato, como parte de la sustentación
teórica de la restauración arquitectónica de este monumento. En este proce-
so se había localizado el "diario personal" del padre Brúning.

Tama¡a Estupiñán Viteri, como Di¡ectora de la Unidad de Investigaciones


Históricas de los Museos del Banco Central del Ecuador, comprendió la di-
mensión de este valioso documento al transcribirlo, y concibió la realización
de un proyecto de investigación histórico-arquitectónico que engloba¡a la to-
talidad de la obra del padre B¡iining. Esta compleja tarea, según sus propias
palabras, udebía ser realizada por un equipo interdisciplinario: arquitectos e
historiadores".

Fue así cómo ella depositó en mis manos el "diario personaln del padre Brü-
úg; u partir de esto, se madura este proyecto, que llega ahora a su culmina-
ción, con la publicación de este libro.

13
Efectivamente, sin esta guía brásica -que más que ser un diario personal es un
control de obras- que mostraba una "gran selvan por e>rplorar y por donde
aventurarse, hubiera sido casi imposible arriesgarse a un trabajo de esta natu-
raleza. Al mismo tiempo, si este pequeño y humilde documento hubiese de-
saparecido o no hubiese existido, un personaje y toda una etapa de la arqui-
tectura ecuatoriana se habría quedado en la obscuridad absoluta.

Ahora, al conocer más de cerca los rasgos intrínsecos de su carácter y com-


prender su espíritu de humildad y transparencia absoluta, tengo la plena se-
guridad de que algo más allá de la fría raz6n dejó este pequeño eslabón en
espera de ser utilizado.

El buen celo de los Padres Lazaristas, que por m¡ás de medio siglo lo han
guardado en su Casa Central, junto con otros pequeños docunentos de di-
versa naturaleza, abri6 todo un mundo para la historia y la arquitectura ecua-
toriana.

Nunca olüdaré la expresión del padre Jorge Baylach C.M., Procurador Pro-
vincial de la Comunidad de Padres Lazaristas del Ecuador, cuando me reci-
bió por primera vez y le hablé acerca del proyecto; son unas amables pala-
bras -que quedarán entre nosotros- me brindó todo su apoyo y me abrió la
biblioteca de la Congregación Lazarista.

En primera instanci4 y con el título de "El Padre Briining: su obra arquitec-


tónica", se iniciaría el proyecto, como tesis de grado en la Facultad de Arqui-
tectura y Urbanismo de la Universidad Central del Ecuador, en espera de
que se cre¿¡¡an las condiciones necesarias para obtener el respectivo respaldo
del Banco Central del Ecuador.

A esta primera dificil crrr"adase unieron los egresados de la Facultad de Ar-


quitectura, hoy colegas, Ca¡los AzanzaBaca y Edison Carrera Gallardo, reci-
biendo el apoyo incondicional de nuestro director de tesis, arquitecto Leo-
nardo Miño Garcés. Así se lograron poner bases sólidas y se realizó el "en-
trenamis¡¡o" para el trabajo que se enfrentaría ulteriormente.

Cuando, posteriormente, se consolidó el proyecto en los Museos del Banco


Central del Ecuador, bajo el patrocinio de la Unidad de Investigaciones His-
tóricas, dirigida por Tamara Estupiñán Viteri, se decidió llevar adelante, en
una primera parte un sistemático y completo proceso investigativo, que duró

l1
más de un año y medio, y cuyos resultados quedaron definidos en el docu-
mento "La obra arquitectónica del Padre Briining', que se encuentra a dis-
posición de técnicos e investigadores en dicha Unidad.

La segunda etapa se dirigió a la redacción de este übro, síntesis que está ba-
sada en la investigación de la primera etapa. La documentación gráfica, nu-
cho m¡is ampüa, también reposa por entero en la Unidad de Investigaciones
Históricas de los Museos del Banco Central del Ecuador.

La etapa, objeto de estudio, así como los conceptos involucrados (eclecticis-


mo e historicismos) fueron hasta hace pocos años duramente atacados y has-
ta despreciados, a tal punto que, quienes hemos sido en cierta medida pro-
ducto de maestros como I* Corbusier -a quien amamos y respetamos-,
siempre temíamos y esperabamos "su tirón de orejas" por sólo pensar en "ór-
denes" y "estilos", oomo nos dice en su "Mensaje a los Estudiantes de Arqui-
tectura"; y ni que decir de Adolf I-oos, Antonio Sant'Elia, etc. que nos arre-
draban con aquello de que el "ornamento es un delito y constituye un
producto de delincuentes". Todas estas ideas confusamente inscrutadas en el
cerebro y que siempre rosonaron en nuest¡a generación, hacía que, esquemá-
ticamente, casi repetíamos "el Deciílogo" al pie de la letra, contra toda meni-
festación de esta naturaleza en nuestro país.

Los estudios sobre esta arquitectura son internacionalmente escasos; no así


su base, que está sustentada sobre más de doscientos años de investigaciones
fundamentalmente e¡ropeas.

La visión sobre su evaluación posterior está realizada a través de las concep-


ciones racionalis¡¿s y funcionalistas; por lo tanto, siempre interesadas; por lo
cual, esta arquitectura llevó siempre la peor parte; y no se diga cuando las
"teorías economicistas y deterministas" se involucra¡on en el hecho arquitec-
tónico, tratando de buscar sustentación objetiva a sus dogmas y esquemas.

Pasadas estas "guerras destructorasn, internacionalmg¡¡e se la ha vuelto a va-


lorizar; pues en estas arquitecturas siempre estuüeron presentes y se gesta-
ron los conceptos racional-funcionalis¡¿5 y siempre fueron un sincero intento
para enfrentar las nuevas necesidades que lasociedad les planteaba. Sin esta
maduración y búsqueda, producida en el moviniento historicista y eclecticis-
ta, el camino piua desembocar en la arquitectura moderna, hubiera sido miás
largo y el tiempo para manifestarse hubiera durado más de la cuenta.

t5
En general metodolÓgicamente hemos partido del hecho arquitectónico con-
creto; pero, *ás de una vez, nos arrinamos a conceptos desarrollados en
otros lares; pues, en esencia, esta arquitect¡r4 como toda la nuestra, hunde
sus raíces más allá de sus fronteras: pero hemos evitado en absoluto condescender
con el repetido estribillo que divide a ésta y a la modema en una irreconciliable
contradicción y que. por aquí. y por allá, se repite en nuesgo país sin ninguna base
objetiva de sustentación.

La investigación se complementó, además, con el trabaj o in situ de cada obra


en toda la república y con la información extraída de archivos particulares y
religiosos, la mayoría sin clasificación.

Hemos recorrido todo pueblo o ciudad y cada obra de alquitectura, decora-


ción o diseño, con el objetivo de aclara¡ las ideas sobre la finalidad que nos
habíamos trazado, haciendo los respectivos levantamientos fotográficos, ar-
quitectónicos y documentales, admirando más de una vez cuán duro sería el
trabajo eue Brüning llevó adelante en un país que, al finalizar el siglo XX,
muy poco ha cambiado en algunos lugares y cosas, desde que él lo recorriera
de norte a sur, como hoy lo hicimos nosotros... a pie, en carro, "a dedo", según
las posibiüdades diarias permitían. Al mismo tiempo, nos hacía recapacitar
sobre la trascendencia que la Iglesia tiene en la historia de nuestro país; pues
en algunos lugares pueden falta¡ muchas cosas, pero nunca el monumento a
la fe de un pueblo y esto desde hace algunos siglos atrás. Ella es parte esen-
cial y pilar fundamental de nuestra nacionalidad.

En este libro, la enorme producción ds $¡iining se ha dividido en arquitectu-


r4 decoración, tecnología y diseño para faciütar su visualización, pero consti-
tuyen un todo orgiínico indisoluble y su obra aba¡ca diversos niveles de inter-
vencióri, que van desde el diseño y la construcción totales a aspectos
parciales.

Para üevar adelante estos diversos trabajos hemos contado con la ayuda y
confianza de invalorables personas e instituciones como la de los padres Jor-
ge yJosé-Oriol Baylach y la Comr"'idad Lazarista, el padre Rigoberto Correa
Vásquez, de quien recibimos siempre el más sincero estímulo y empuje, de
Monseñor Antonio J. Gonzalez 2, Arzobispo de Quito, de Monseñor Gil-
berto Tapia Jácome y de todos los sacerdotes y religiosas de cada uno de los
lugares que hemos visitado, muchos de ellos, son ahora venerables ancianos,
que en alguna época recibieron las enseñanzas del padre Brüning; todos ellos
nos abrieron de par en par las puertas de sus iglesias y de sus comunidades.

l6
Tampoco puedo silenciar la bondad del doctor Juan Freile-Granizo y del pa-
dre Jorge Baylach c.M., quienes ¡selizaro¡ la revisión final del estudio en los
aspectos académicos y formales; de Patricio Estévez Trejo, fotógrafo y dise-
ñador que realizí el levantamiento fotográfico a nivel nacional (blanco y ne-
gro y color), así como la reproducción del material gráfico-histórico, que in-
cluye un total de tres mil tomas útiles.

Especial mención merece la actitud del señor Sergio Durán pitarque por su
confianza al permitir que este proyecto, gracias a su oportuna gestión, pueda
concretarse, pues siempre reconoció la trascendencia de la obra del padre
!¡üning.

Por último, el agradecimiento infinito a mi esposa que, dejando de lado mu-


chas urgencias famiüares, se dedicó, entre otras cosas, a pasar y repasar los
textos primarios. En mi cí¡culo íntimo, Briining ha llegado a transforma¡se
en "parte de la Famili¿".

t7
PRIMERA PARTE.
I,1I OBRA ARQUITECTONICA DE BRÜNING.

o
CAPITULO PRIMERO
IA IGLESIA Y LOS ESTILOS CLASICOS DE I-A
ARQUITECTURA

No es nuestra intención hacer una historia de la arquitectura, ni ningun análi-


sis de los estilos de la misma, que más de una vez se contradicen enire las di-
ferentes escuelas y autores.

Además, porque sobre esto, existe una amplia bibüografía desarrollada desde
hacia más de dos siglos. Nuestra idea es sólo dejar sentados ciertos puntos de
referencia que permitan tenelna üsión más precisa de la obra dá Br;inirrg
en el ma¡co del desarrollo de la arquitectura, y poder comprender cómo ésta
se manifiesta en nuestro país en la época que hemos estudiado.

No hablaremos de una arquitectura arqueológica, sino inscrita en el proceso


de los historicismos y el eclecticismo, así como en los primeros pasos de la ar-
qütectura moderna (racional-funcionalista); pero, sin una visión, por lo me-
nos básica, de la arquitectura antigua, así como de los estilos y su relación
con la Iglesia, sería incomprensible aquel proceso.

El edificio ütúrgico primario es el templo, que constituye un elemento desti-


nado y adaptado al culto divino cristiano. Tiene origen en las t¡adiciones
cristianas y larealización del primer sacrificio en el cenáculo, que define a és-
te en el templo o iglesia.

como un templo necesita de altar, sacerdote y pueblo, según los Actos Apos-
tóücos, en que ios fieles participaban en oración y sacrificio, cada uno de és-
tos hubo de tener lugar en un recinto sagrado.

t9
Partiendo de las condiciones y ca¡acterísticas de estos objetivos y necesida-
des, se desa¡rollan las primeras prescripciones que determinan que el templo
sea exteriormente un cuad¡ado oblongo, y que posea determinadas direccio-
nes, alturas y formas. Durante siglos se han conservado los lineamientos fun-
damentales, que han ido desarroll¿indose en sus detalles.

El arreglo y colocación de la grey cristiana da a la iglesia la forma de cruz"


matizadapor conceptos simbólicos e históricos, destacándose en lo principal,
la cruz latina o gríegay, luego, la creación de espacios especializados a su in-
terior, como el coro, nave, vestíbulo, etc.

El plan fundamental de los templos cristianos indica que la iglesia no se diri-


ge por lo externo de las ci¡cunstancias y de las cosas, sino que todo lo exterior
nace y se desa¡roüa como consecuente de lo interior, del que es expresión e
imagen.

La idea del edificio sereaTlza, según la Iglesi4 por medio de la arquitectura,


que ss el arte de construir; y el modo y forma cómo se elpresa la idea se con-
cibe como el estilo de arquitectura; por lo tanto, para ella:

"el mrís perfecto y artístico mejor estilo de arquitectura cristiana es aquel que ¡epre-
senta hasta en lo m¡ís mínimo la idea de una construcción eclesiástica contenida en el
plan fundamental, y que le da en lo exterior la forma m¡ís conveniente.
k i$esia no prescribe en qué estilo se deben constn¡ir sr¡s templos porque exige sola-
mente lo esencial y necesario, que consiste en la ejecución fiel del plan fundamental; sin
embargo, prefiere, según ella, lo más perfecto, si celo y fueflas se prcstan para rcalizar
lo". (1)

En el Concilio Vaticano II, de 1963, en el capítulo dedicado al arte y a los ob-


jetos sagrados, en su numeral 123 se dice:

'b iglesia nunca consideró como propio ningin estilo artístico, sino que, acomodándo-
se al canícter y las mndiciones de los pueblos y a las necesidades de los diversos ritos,
aceptó las formas de cada tiempo, creando en el curso de los siglos un tesoro artGtico
digno de ser consen¡¿do cuidadosamentc". (2)

La historia del arte crisüano significa todo un proceso, que pa¡te de la época
del Imperio Romano y de sus formas primitivas paganas, a la sazón las í"icas
existentes, pero que se utilizan y se acomodan a la expresión de las nuevas
ideas del cristianismo.

Incluso, en la época de las persecuciones, antes de la paz constantiniana, las

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investigaciones arqueológicas han establecido la existencia de objetos de cul-
to, templos u oratorios cristianos al ai¡e übre o en casas particulares.

Parece, sin embargo, que lo fundamental de las celebraciones se daba en las


catacumbas, que todavía servían de lugares de enterramiento y accidental-
mente de refugio. En ellas, aunque pobre y rudimentariamente, se ven los
mismos elementos tomados de la arquitectura romana (pilastras, columnas,
arquitrabes, s6¡nis¿5, arcos, bóvedas) y -á" ta¡de desa¡rollados en las basfli-
cas.

El padre Juan María Grimm, C.M. y fray Arsenio A¡enas dicen:

"En los tres primcros siglos celebraron los cristianos los diünos misterios en casas pri-
vadas y en las catacumbas. Sin embargo, mucho tiempo antes del Emperador Constan-
tino hubo ya iglesias verdaderas, que eran construídas como lo exigen las necesidades y
ca¡acteísticas de culto diüno+ristiano, Io cual consta de las descripciones de tales fá-
bricas y de los restos, ahora pocos, todavía existentes de iglesias r,Cuáles son los requisi-
tos de un edificio destinado al culto cristiano?
I.a iglesia cristiana es un lugar venerable y sagrado, en que Dios mismo habita verdade-
ra y realmente bajo formas misteriosas, y en que el hombre participa de lo eterno, so-
brenatural y divino. De aquí resulta ante todo que no lo exterior, sino lo interior del
ediñcio litúrgico debe sobresalir en un resplandor y suma belleza; adem¿ís los edificios
del culto cristiano deben ser espaciosos y claros, de modo que en ellos pueda reunirse
un pueblo numeroso, para la celebración de los Oficios Diünos; y el lugar litúrgico de-
be ser arquitectónicamente dispuesto y distribuido, de manera que el santuario de los
sacerdotes sea separado de los fieles y éstos diüdidos según los sexos; en fin, se necesi-
tan espacios destinados a los neóhtos y a los penitentes'. (3)
*En los primeros momentos de la expansión del Cristianismo
no existió arte cristiano.
Existía el oficial del imperio romano que la iglesia aceptó para construir sus basflicas,
representar los misterios y hacer su culto.
Más de una vez se ha acusado a la iglesia de paganizarse por adoptar elementos paga-
nos. Adoptó, es ciefo, las vestiduras, los ritos, ceremonias y arte del imperio; pero a
los primeros cristianos no se les ocurrió pensar que estaban paganizando los misterios
cristianos, sino más bien cristianizando la cultura pagana". (4)

Por lo tanto, ninguno de los sistemas de construcción, hasta entonces existen-


tes, correspondieron perfectamente a las necesidades y a la idea de la iglesia
cristiana, y en especial los "templos paganos" de Grecia y de Roma no pudie-
ron servir de modelo, principalms¡te porque la cella del ídolo era un lugat
cerado y obscu¡o. La Iglesia mism¿ hizo, pues, la disposición arquitectónica
que convenía al culto divino-cristiano; pero en la ejecución de esta disposi-
ción adoptó los caracteres y formas arquitectónicas ya existentes de la basfli-
ca, que era un edificio público destinado al mercado y a la administración de

2l
JUStrCla.

Aunque ahora no existen las iglesias de estilo antiguo-cristiano, éstas conte-


nían en su construcción el plan fundamental pafa las posteriores obras ecle-
siásticas, bas¿ándose en una serie de recursos técnicos y formales acordes con
sus primeras épocas. Muchos templos, a paltfu del siglo IV, fueron construí-
dos con piezas de hermosos y magníficos "templos paganosr', dándose hibri-
dismos de formas, tamaños, materiales y colores diferentes, y' ar¡nque algunas
formas son degeneraciones y regresiones, otras poseen formas de transición
que se desa¡rolla¡á¡ en el románico y el bizantino.

Con posterior a este estilo, en la construcción de las iglesias se han introduci-


do varios "estilos arquitectónicos": el bizantino, sl ¡e6ániss, el gótico y el del
¡en¿simis¡f6, y se ha hecho uso de partes y formas de la arquitectura griega y
romana; pero, en general, no todos ellos han respondido con iggal perfección
a las disposiciones üturgicas.

En Bizancio se construyeron las iglesias según el estilo de las basflicas roma-


nas hasta el siglo VI; después, la construcción de Santa Sofía de Constantino-
pla por el Emperador Justiniano 6n-565) sirvió de modelo para la construc-
ción bizantina u oriental romana de iglesias, sufriendo este monumento, en
posteriores épocas, tantas transfonnaciones que casi desaparece la idea origi-
nal.

"El arte de Bizancio constituye un positivo y extraordinario progreso en arquitectufa: lo


convencen el sistema de construcción que empleó en sus bóvedas, la solución que dió
al
problema de elevar las cúpulas sobre la Planta cuadrada y la esbeltez, altura, amplitud y
áesahogo con que supo edificar sus templos. Además, tiene dicho arte la gloria de ha-
ber sido el primero glnuinamente cristiano; pues el latino de las basílicas venía del pa-
ganismo, y no cabe duda que, mientras en las iglesias bizantinas se siente PalPitar la vi-
áa religiosa y se recoge y si eleva el alma con la impresión de lo sublime, en las basílicas
de tecño pláno y de iormas clásicas se nota como cierta frialdad y falta de inspiración,
no bien suplida por la exhuberancia de adornos y la riqueza de los rnateriales". (5)

En todo caso, mis¡[¡as en el Oriente Bizan¿i¡¡ y en el mundo musulnán la


arquitectura adquiere un magnífico desarrollo, en Occidente, hostigado por
las invaciones bárbaras, carece de recursos y tiempo para crear una arquitec-
tura propia. Se construyó poco y la vida intelectual se refugió en los claus-
tros.

Desde el siglo XI hasta el XI[, estaba en uso en todo el occidente lo que se


conoce como el estilo románico, que pudiera también llam¡'5e "estilo del ar-

11
co semicirculau.",ya que este arco es su característica más sobresaliente y que
se desarrolla a partL de la arquitectura cl¡ásica romana; en esa época los ar-
quitectos eran eclesiásticos, principalms¡¡e monjes Benedictinos, en cuyos
monasterios existía¡ escuelas de arquitectura. Incluso los obispos trazabart
sus planos y coadyudaban en la construcción.

El a¡te románico poco a poco fue perfeccionándose, y la mayoría de teóricos


del siglo XVIII y XIX -quienes son los verdaderos creadores de estas histo-
rias y valorizaciones- establecen al gótico como su obligada y determinada
crrlminación.

Choisy dice:

"I-a arquitectura vegeta de esta manera durante 5 siglos, agotando la t¡adición del Bajo
Imperio. I-os terrores del milenario terminan de adormecerla. Luego, un despertar re-
pentino üene a infundirle nueva actividad y una originalidad fecunda. El período de los
siglos XI y XII constituye la épca de las grandes empresas; el siglo )ü es el de las pere-
grinaciones que revelan a Oriente; el XII sení el de las Cruzadasyel de las Comunas.
El espíritu aventurero que empuja a los cristianos de Occidente hacia los lugares sagra-
dos se traduce, en el interior, por un esfuerzo de reorganización y de liberación: Occi-
dente nace a la üda municipal.
Desde comienzos del siglo XI las lenguas románicas sc constituyen atestiguando por la
ciencia de sus procedimientos de análisis, un deseo de orden que se hace sentir en todas
Partes.
El arte, esa otra lengua no menos ex¡rresiva, se transforma a su vez. Existen dos edades
bien distintas: una gestativa por vía de imitación, a la que se ha dado muy justamente el
mismo nombre que designa a las nuevas lenguas de que es contemporiínea, la edad ro-
mánica; la otra, de originalidad absoluta, edad amlítica en sumo gmdo, a la que se asig-
na el nombre impropio, pero consagrado, de gótica. Entre una y otra no existe inte-
rnrpción: una marca la aspiración metódica; la otra, el ideal logrado.
Precisaremos los caracteres técnicos de ambas épocas; el programa es común a las dos:
proporcionar una bóveda a la basílica latina.
Según la manera de construir y de sostene¡ las bóvedas, difieren los procedimientos y se
manifiesta el progreso'. (6)

Algunos autores identifican un "estilo de transición" como producto evolutivo


del románico; esto nos interesa para poder valorar la obra de g¡iining; pues
muchas de sus obras tienen como referencia esta conceptuáliTación.

'Se caracteriza esta fase del estilo románico por admitir en la construcción (no precisa-
mente en las puertas y ventanas) el arco apuntado y la bóveda del mismo género, por
introducirse en el sistema la bóveda de cruceía, cuyos arcos diagonales o cruceros son
aún sencillos sin molduras o con algún baquetón por toda moldura, y por la mayor ele-
vación, esbeltez, amplitud y hermosura de los edificios, aunque no siempre abundan los
adornos".

23
'Aún dentro del estilo de transición hállanse dos distintas formas, caracterizadas por la
traza de los pilares compuestos. Hay iglesias que empezaron a constn¡irse con plan ro-
mánico puro, y, como antes de terminarlas sobreüno la evolución del estilo gótico, aca-
baron por ojivales; perc en ótras se obsewa quc ya desde el principio de su construc-
ción, presidía la idea de una obra original, sencilla, con elementos románicos, lo cual
constituye el estilo de transición propiamente dicho'. (7)

Con el espacio gótico, en este proceso evolutivo, se intenta lograr el máximo


posible de ampütud s ihrmin¿gifn, reducir la materia resistente, llegando al
límite de las capacidades mecánicas de la piedra y al borde de la audacia pa-
ra manejar las leyes físicas, expresándose en cada elemento el alma misma de
la estructura, de su lógica, y de las necesidades humanas. El sistema de bota-
reles y arbotantes es uno de los logros arquitectónicos más audaces y admira-
bles.

Héctor Velarde nos precisa estas características cuando dice:

'Se necesitaba mayor luz, grandiosidad y elevación en el templo. El sistema de arcos y


bóvedas de medio punto, de empujes fuertes y continuos, exigra alturas moderadas y
gn¡esos paños de muro donde la apertura de ventanas estaba limitada en tamaño y en
número. Había que reemplazar los arcos románicos por arcos que empujaran menos y
poder levantar los pilares sin comprometer la estn¡ctuftr; estos arcos fueron los ojivales.
Luego había que sustituir la bóveda de expansión continua por bóvedas que no empuja-
ran los muros y poder así abrir, en sus paños, grandes ventanales; estas bóvedas fueron
igualmente ojivales, de arista, pero sostenidos por nervios o castillos de piedra que lo-
calizq6s¡ sus esfuerzos, única y exactamente, en determinados puntos de apoyo. I-os
paños de muro intermediarios entre estos apoyos quedaban prácticamente suprimidos y
transformados en inmensas ventanas. En lo exterior se disimula el espesor de pilares y
aumentaba el espacio que se inundaba de luz. Todos los esfuerzos quedaron, pues,
concretados en puntos resistentes y los empujes laterales resultantes de arcos y bóvedas
fueron ller¡ados por medio de arcos arbotantes, cont¡afuertes y pináculos. El aspecto
oxterior de estos elementos fue de una verdad estructural transparente. El racionalis-
mo constructivo apareció escueto y preciso como un mecanismo en tensión, en equili-
brio, como una geometía dinámica y pura.
El interior era el objeto mismo de toda la construcción, el espacio fue creado con am-
plitud y luminosidad totales'. (8)

Auguste Choisy, en la Historia de la Arquitectura, donde realrza un extenso


aniálisis del funcionamiento técnico de ella. dice:

'El arte románico que se inicia con las primeras relaciones entre el occidente cristiano y
el continente asiático, marca el primer paso de la arquitectura buscando su camino a la
luz de Oriente. I-os esfuerzos están diseminados, pero por doquier el objetivo es el
mismo; se intenta abovedar la iglesia, comprendiendo, sin duda, que la verdadera solu-
ción es la adoptada por los romanos en sus salas de tres navcs y una bóveda con pene-
tración iluminando la nave oue cubre.

u
Ahora bien, la bóveda por aristas no podía ejecutarse mediante el procedimiento roma-
no de concreciones macizas, resoMéndose pues a construir con morillm, ajustados con
mayor o menor prccisión, bóvedas imperfectas que se tendía solamente sobre los pe-
queños tramos de las naves laterales. Pero tratándose de la nave central, empiezan las
cavilaciones: la ejecución torna difícil e insegura la estabilidad, recurriéndose al empleo
de artificios.
El progreso señalado por la época gótica consistiní sobre todo en resolver de manera
metódica y definitiva, el doble problema de aparejo de las bóvedas por lrcnetraciones y
su equilibrio. l-a arquitectura gótica zanjará las dificultades del aparejo mediante el
empleo de las bóvedas nervadas y las cuestiones referentes al equilibrio, gracias a la in-
troducción del arbotante. Merced a esa doble innovación la iglesia gótica se distingue
de la iglesia románica tal como lo habían concebido los últimos arquitectos de Clun/
(e)

En estos siglos se nota clarañente la existencia de un plan fundamental ya


definido y de un más adecuado y perfecto proceso de desarrollo tecnológico
que busca la arquitectura, razón por la g¡al $¡iining posee tendencia al ro-
mánico y al gótico, en sus historicismos, ya que éstos a más de anclar los orí-
genes de "su forma" en los más profundos inicios de la Iglesia como institu-
ción, son en cierta medida la perfección del plan fundamental.

El renacimiento aparece en el momento de estancamiento del gótico, en el si-


glo XV:

Nace en Italia un movimiento espiritual que se caracter'tzaba por el amor a la


antigüedad clásica de romanos y griegos; pregonaba un renacimiento del
"pensamiento paganor', contrario aparentemente a la pasiva actifud cristiana
con que se había mi¡ado el misms pasado m¿ás de una vez.

I-as ideas empezaron a er¡anar de la Academia" erigida en el Siglo XV por


los Médicis en Florencia, introduciendo, lo que para la iglesia, sería el "paga-
nismo en la ciencia y el arte cristiano".

Se veneraba el arte "mundano y sensual" del "paganismo ror¡ulno'r en sus últi-


mas épocas, y se adoptaba tal arte aún para la construcción de iglesias, pues
aún el entusi"r-6 ¡sligioso disminuvó grandemente.

No nos olüdemos, de paso, de que el miáximo símbolo de la Iglesiq la basflica


de San Pedro de Roma, es obra del pensamiento, la actitud y la tecnología re-
nacentista de sus miás preclaros rnaestros, aunque más de una vez, en su pro-
ceso constructivo, se hayan dado contradicciones liffugicas.

25
Por eso Q¡imm, valort:ga las concepciones espaciales definidas por el renaci-
miento:

'l-a tendencia del renacimiento es da¡ a las iglesias la forma de un espacio extenso que
esté bien iluminado y que cause la impresión de grandiosidad. En la estructura se apli
can los cinco órdenes de arquitectura greco-romana, con m¡ís o menos modificaciones
en sus molduras, en s¡¡s p¡oporciones y en ornamentación, lo cual forma la base general
del estilo renacimiento". (10)

'l-os elementos de la arquitectura del renaciniento eran los mismos de la antiguo<liísi-


ca, y como cada estilo manifiesta su estilo y canícter en las formas, el del renacimiento
expresa en las construcciones de iglesias el espíritu cftísico de lo terrestre.
Comparadas las igtesias del renacimiento con las catedrales de la &lad Media carecen
de significado y rigor simbólico, y cautivan la mente del que en ellas entra, por sus for-
mas amenas. Como los monumentos del renacimiento eran esencialmente conformes
al antiguo estilo cristiano, la iglesia admitió el arte nuevo en sus templos.
Pero en su admiración de las obras antiguo+liísicas, el renacimiento se dedicó excesiva-
mente a la contemplación de la naturaleza que en ellas se representaba, y las imitaba,
de lo cual resultó el realismo opuesto al simbolismo de los primeros siglos de la iglesia y
de ta Rlad Media; y en fin paró cn el naturalismo, representando aún lo sensual en
obras de arte religioso. En la Edad Media no era admitido lo desnudo ni en edificios ci-
üles; el renacimiento por el contrario, en el último período, imitando al arte antiguo-
romano, representa lo indecente aun en el lugar santo.
Exhíbense mascarones, genios paganos, faunos impúdicos y figuras desnudas en las cua-
les se representa a veces hasta las partes Pudendas. l-os ángeles se pintan en el arte
medieval vestidos de ropa tozagante; en el renacimiento, por lo general se rePresentan
estos ser€s incorpóreos y espirituales mofletudos, detalles y miembrcs abultados. El
objeto y apostolado santo y sublime del arte cristiano, consiste en instruir, elorar y con-
mover, en una pa.labra, en edificar al pueblo...' (11)

'Como tos arquitectos del renacimiento tomaban como modelo los palacios romanos
por ser espaciosos, y las construcciones concéntris¡s a c¿us¿r de la cúpula que era su te-
. ma predilecto, tenían necesariamente la tendencia de abandonar la tradición eclesiásti-
ca en la construcción de iglesias, la cual se había formado segrin los requisitos y conve-
niencias del culto católico. Sin embargo, el rcnacimiento no rompió del todo con la
tradición obsen¡ada hasta entonces y la construcción de las iglesias, potque al principio
le guardaba cierto respeto, y despues la autoridad eclesiiística se oponía muchas veces a
estos intentos clásicos, como hemos üsto en la historia de la basílica de San Pedro en
Roma.
As( pues, si los arquitectos quieren obsen¡ar las prescripciones y tradiciones de la igle-
sia, pueden construir en este cstilo. El renacimiento cl¡ísico se distingue por su senci-
llez, estética, g¡andiosidad y ritmo pintoresco en la distribución, pero no llega a la subli-
rnidad y espiritualidad del estilo ojival, porque deja prevalecer la línea horizontal sobre
la vertical" (12)

Tras el auge del renacimiento, toda la arquitectura de la Edad Media pefma-


neció desconocida durante mucho tiempo, hasta que los escritores románti-
26
cos la sacaron del olvido y sus métodos constructivos fueron revelados en
Francia por los trabajos de Gaumont, de I-assus y Viollet-le-Duc, y en Ingla-
terra, por Willis.

Brtlning debió esta¡ muy implicado con estos conceptos básicos románticos
que se desarrollaron en los finales del siglo pasado, que, oomo hemos d.icho,
da" al románico y al gótico una secuencia intrlnseca" y del origen y caracterís-
ticas del renacimiento se e¡plica también la tendencia que Brtining tenla ha-
cia los estilos anteriores (romá"ico, trensición y gótico); pero, por la actitud
general de la Iglesi4 así como por su posición de arquitecto hacia el arte en
general, siempre respeta el resto de formag llegando a construi¡ en este estilo
complet¡mente, cuando el entorno estaba inmerso en estos conceptos.

o
LosHrs"r.:ftl#rt;"J^?"#t^firurr'CruRA
El aparecimiento de los historicismos implicó el análisis de los estilos de las
diferentes arquitecturas históricas, a partir de los siglos antepasado y pasado,
conlos cuales empezaron a desarrolla¡se profusos estudios arqueológicos, in-
vestigaciones pormenorizadas, documentaciones arquitectónicas, y diversas y
contradictorias teorías sobre estos hechos; y es en este proceso donde hay
que ubicar el trabajo de Brüning.

Las teorías se sucedían y superponían, al igual que las arquitecturas, sin nin-
guna llegar a dominar a otra.

Asi el ss¡tims¡[alismo por las ruinas rorurnÍrs no apareció hasta la últina


década del siglo xvlu y las investigaciones sobre su arquitectura y cultura
fueron presentiándose en forma abrmadora. poco a poao se consolidaron
ideas que repetían" recomponían o asociaban espacios arquitectónicos y ele-
mentos formales a las necesidades de la arquitectura de la época.

Esta manla de utilizar indiscrininadamente formas de composición antiguas


en situaciones para las que nunca fueron pensadag se originó, al parecer, en
Inglaterra.

27
Conjuntamente, se mostraba¡ las reacciones y los "conflictos filosóficos", que
condenaban las imitaciones di¡ectas o sus valorizaciones conceptuales para
tratar de explicarlas. Es el momento en que la arquitectura está muy definida
por la arqueología, donde se busca, a veces desesperada-ente, la raz6n de
ser de las formas en su historia de la arquitectura, dando incluso cobertura
teórica donde posiblemente antes nunca exisüó, era un misterio o algo sim-
plemente fantasiosa, y se decí4 como Jacques-Frangois Blondel que "los anti-
guos nos pueden enseñar a pens¿u, pero no tenemos que pensar por ellos",
otros manifestaban que "copiar las formas antiguas demostraba que han fra-
casado en el estudio del espíritu de aquellos monumentos".

Collins, en su obra "Los Ideales de la Arquitectura Moderna; su Evolución",


plantea un proceso evolutivo de la arquitectura moderna desde 1750; este re-
vival de las arquitecturas sigue un camino vinculado al desarrollo de los estu-
dios, el avance de la tecnología, y las necesidades h 'manas. Así, con respecto
al historicismo románo, vinculado a los tiempos del Imperio Romano dice:

'El historicismo romano puede definirse como el efecto causado por el nuevo anticua-
rismo en los arquitectos más tradicionales". (13)

'Todas estas tendencias se pueden considerar retrógradas companíndolas con la doctri-


na clásica de las generaciones anteriores, pero e¡an peculiarmente modemas, porque
demuestran la poderosa influencia que el conocimiento de la historia ejerció en los ar-
quite€tos. Además, constituyen los primeros indicios de la rendencia moderna hacia el
formalismo, es decir, la preferencia por ciertas formas, no por ser funcionales, sino por-
que están de moda. (14)

Cuando aparece la tendencia al historicismo griego, más o menos se confor-


ma el mismo panorama que con respecto al historicismo romano, producien-
do iguales cuestionamientos y problemas.

En proceso posterior se consolidó el "historicismo renacentista", que brotó


del impulso experimentado desde 1750, siendo su objetivo eütar lo que se
consideraba defecfuoso en las formas arquitectónicas; se había retrocedido a
manifestaciones arcaicas y a épocas muy lejanas para las necesidades del
hombre moderno.

Antes de 1820, el término revival renacentista no había tenido sentido, por-


que el término "renacimiento" no indicaba un período estilístico, sino sólo se
refería al de las artes antiguas, siendo en un principio hasta despectivo; ad-
quirió su moderna con¡otación en años posteriores.

28
Collins reconstruye el móvil tendencial de los historicistas renacentistas, defi-
niendo que ellos:

"A¡gumenta¡on que la flexibilidad exigida por los nuevos tipos de edificios, los nuevos
materiales decorativos, y las nuevas invenciones mecánicas, podían encontrar mejores
modelos históricos en las obras de los siglos XV y XVI, debidas a los arquitectos de
Toscana, l-ombardía, Romagna, Venecra y Francia, quienes, a pesar de su inhabilidad
para desprenderse de precedentes medievales o de su carencia de familiaridad con los
modelos antiguos, usaron las formas antiguas con la mayor libefad. Aladieron que el
sistema para proyectar edificios adaptados a una época de transición consiste en admi-
tir la mayor variedad de formas de ventanas, un repertorio ornamental sin restricciones
y un libre concepto de planeamiento, así como la mezcla de formas compositivas; todo
ello podía verse en las obras de Brunelleschi, Rafael, los l-ombardos, o en las de Méte-
zeaux. A esto puede agrcgarse que, dado el espíritu de la época, necesitaban un p¡ece-
dente histórico para sus concepciones". (1.5)

Para L840 la arquitectura renacentista era tan conocida que sus detalles fue-
ron "copiados" en todos los lugares del mundo, convi¡tiéndola en un estilo al-
tamente difundido; a tal punto que, a partir de nuestra Independencia, y mu-
cho más en la segunda mitad del siglo XIX, empieza a consolidarse y
dominar la arquitectura del país, pues es totalmente coherente, por su flexibi-
lidad, con el proceso histórico, político y económico en el que üvía junto con
los otros paises de América.
"Baste decir que el historicismo renacentista fue, probablemente, el miís popular de to-
dos los historicismos, especialmente en la arquitectura urbana doméstica, y en los edifi-
cios públicos, como hoteles y oñcinas del estado, desarrollándose en lo que se llamó el
"Quenn Anne RevivaL.." (76)

"Esta popularidad del historicismo renacentista se debe sobre todo a su inmensa adap-
tabiüdad. Pues mientras el renacimiento griego, y el renacimiento romano, exigían
adaPtaciones restringidas y rígidas formas composicionales preconcebidas con una se-
lección limitada de ventanas standard, adornadas de acuerdo con un estricto canon de
decoración, en cambio, el historicismo renacentista permitía al arquitecto seleccionar -o
incluso inventa¡- las formas de composición o decoración que consideraba adecuadas a
cada caso.
En suma, pues, debemos considerar, que en el siglo XIX no había casi necesidad de se-
guir usando materiales tradicionales de construcción, y que, pa¡a casi todos los progra-
mas arquitectónicos, el material estructural más conveniente e¡a la mampostería. I-a
lógica de los neorenacentistas no puede discutirse, y hasta el desar¡ollo de ¡as estructu-
ras de acero y hormigón armado, su posición teórica no puede ser atacada.
I'a destreza de los mejores arquitectos del'Revival Renacentistai no se ha de buscar en
la precisión arqueológica de sus fachadas, sino en la übertad con que usaban el vocabu-
lario arqt¡ilss¡6nico clásico, en la sencillez con que planeaban series ordenadas de asen-
tamientos en lugares difíciles, en la inteligente combinación de materiales de construc-
ción diferentes y muchas veces nuevos, y en la incorporación del equipo meciínico
constructivo que existía en ese tiempor'. (17)

29
El "historicismo gótico" fue la siguiente tendencia, aunque poseía la teoría ra-
cional más elevada, formulada en el siglo XIX; nadie antes utilizó argu'nen-
tos estilísúcos tan variados e incluso, contradictorios, como este movimiento.

l¡üning debió esta¡ seriarnente influenciado por este proceso; pues los idea-
les que justificaron la adopción del historicismo gótico, variaban contradicto-
riame¡1e entre religiosos y técnicos:

Augusto Welby Pugin la consideraba como la arquitectura del catoücismo;


John Ruski", anticatólico militante, veía en el gótico la esencia del protestan-
tismo, y Eugene Viollet-le-Duc, liberal y libre pensador, creyó que era el úni-
co sistema racional de construcción.

En todo caso, Ruskin creía, en contra de Violletle-Duc, que "el sistema cons-
tructivo gótico interfería la pureza y simplicidad del elemento reflexivo, y
consideraba el ornemento como esencia de la arquitectura", siendo éste, co-
mo la buena pintura, y la escultura de sus muros, fundamentales en la cons-
trucción.

Los ideales que sustentaron este movi-miento neogótico, fueron el romanticis-


mo en su retorno a las antigüedades y el racionalismo desarrollado en los pai-
ses del norte de Europa que veía este estilo más lógico que el clasicismo ro-
mano y griego, más acorde incluso con sus climas. Aunque se preocupaban
de las exigencias prácticas de la época, los neogoticistas se interesaban fun-
damentalmente por la exactitud arqueológica, planteándose como elemento
fundamental el interés cronológico, en cuya época se conocía como "sincro-
nismo", que insisla en que los edificios góticos debían ser como los del "mo-
mento cumbre".

Los efectos de estas contradicciones se hicieron senti¡ históricamente en la


arquitectura civil; mas no así en la reügiosa, donde poüa seguir teniendo vaü-
dez, y según Collins:

"l-os defectos de I-aw Courts tenían poco que ver con los detalles pseudomedievales, de
pcrfiles y superficies, procedían de la incomodidad y poco confort previstos para los que
debían trabajar allí; los espacios se habían planeado más para lograr efectos escénicos
que para el trabajo. Fue la negligencia en el planteo funcional lo que desacreditó al his-
toricismo gótico ante los responsables de la construcción de edificios públicos, provo-
cando diversas reacciones".(18)

30
Entre los eclesiólogos el ensueño goticista dura mucho más porque su rela-
ción con la Iglesia y con las reformas litúrgicas, lo situaba ya en una actitud
idealista.

La tendencia a la construcción en gótico se debía, entre otras cosas, a que se


il había comprobado que costaba menos que construir en estilo clásico, plan-
teamiento por lo demás nada "romántico".

Col'lins señala la actitud acrítica que Ruskin y Morris demuestran hacia el gó-
tico, determinando aI mismo tiempo su profunda influencia universal de éste:

"Si todavta juzgaba alguna vez obras de afe, lo hacía en cuanto acciones humanas que
contenían cualidades morales e intelectuales. Para é1, el gótico era el estilo ideal, pues
jamás puso en duda que cualquier operario medieval fuese un artista consumado. Es
trtalmente sorprendente que los neogoticistas jamiís tuvieran una actitud crítica frente
a la &lad Media. Todo lo construído entre los siglos XI a XW, eran obras maestras
aunque se tratara de pequeños objetos. Con una fe impresionante, defendían su con-
ücción inquebrantable de que todos los edificios volverían a ser perfectos, en cuanto la
sociedad retornase a las formas de vida medievales.
[.os ideales de Ruskin fueron recogidos por William Morris, discípulo suyo, que, como
é1, odiaba las máquinas y anhelaba una sociedad en la que todos los hombres fuesen
creadores de obras de arte" (19).

Apreciemos algunos puntos que plantea Benévolo en la "Historia de la A¡-


quitectura Moderna", con respecto al nuevo gótico y a las polémicas contra-
dicciones surgidas; se nota su visión interesada en buscaf los conceptos racio-
nalistas en el neogótico, para sustentar la validez del racionalismo-
funcionalista:

"En 1.84ó I-a Academia Francesa lanz.a lna especie de manifiesto en el que se condena
la imitación de los estilos medievales como arbitraria y afiñciosa. El gótico es un estilo
que puede ser históricamente admirado, y los edificios góticos deben ser conservados:
tlPero es posible retroceder cuatro siglos y dar por expresión monumental a una socie-
dad que cuenta con sus propias necesidades, sus costumbres, sus hábitos, una arquitec-
tura nacida de necesidades, de costumbres, de formas de vivir de la sociedad del siglo
XII?. I.a Academia admite que se pueda construir por capricho o por diversión una
iglesia o un castillo gótico, pero está convencida de que este intento de volver a los tipos
anticuados quedaría sin efecto, porque careceía de fundamento. Cree que quien se
siente conmoüdo ante el verdadero y antiguo gótico quedará frío e indiferente ante es-
te gótico plagiario y falsificado; cree que la conücción cristiana no basta para suplir la
falta de conücción artística. En ñn, para las artes y para la sociedad no cuenta más que
un modo natural y legltimo de producirse, es decir, ser fiel a su propio tiempo.
ViolletJe-Duc y Lassus responden que la alternativa propuesta por la Academia, es de-
cir el lcnguaje clásico, es también un producto de imitación, mn la diferencia de que los
modelos son aún m¿ís remotos en el tiempo y realizados para ot¡os climas y con otros

3l
F
materiales, mientras que el arte gótico es un arte nacional. Interviene en la discusión
también Ruskin, que en 1855 escribe: "No me cabe duda de que el único estilo apto pa-
ra los trabajos modernos en los paises del Norte es el gótico septentrional del siglo
XIII.
Bajo esta discusión, en apariencia tan abstracta, se esconden importantes problemas: la
Academia teóric¿mente tiene razón rehusando el principio de imitación, ya que consi-
dera el lenguaje cl¿ísico dotado de una existencia actual, de hecho o de derecho.
Esta tesis se apo)¡a en una tradición aparentemente ininternrmpida y en una serie de
aplicaciones que ban conducido a una compenetración y casi identificación de las for-
mas cl¿ísicas con los elementos de la arquitectura y los procedimientos de construcción
corrientes.
I.os neogóticos tienen también razón, siempre en teoía, ya que ponen en eüdencia que
la supuesta identidad entre reglas clásicas y reglas de construcción está basada en una
pura convención, pero se inclinan en la pníctica por otr¿r convención, preferida a la pri-
merzr por ft¿ones externas, morales, religiosas o sociales..." (20).

"Por otra parte, el movimiento neogótico contiene algunos atisbos propicios a la reno-
vación de la cultu¡a arquitectónica. El lenguaje neogótico no se puede dar por conoci-
do como el neoclásico ciñéndose a las apariencias, porque no puede contar con una tra-
dición reciente, sino que tiene que ser exhumado de los monumentos de hace muchos
siglos. Así, los arquitectos tienen que reconstn¡ir por su cuenta los 'principios*, las "ra-
zonesn, los nmotivos'que se encuentran tras su apariencia. Haciendo esta operación,
estan obligados a abarcar los confines del estilo, a reflexionar acerca de los puntos de
pafida de la arquitectura y sus relaciones con las infraestn¡cturas políticas, sociales y
morales.
Adem¿ís los arquitectos neogóticos están ligados a las normas de perspectiva y vuelven
a examina¡ con perspectiva los modelos medievales. Por tanto, los edificios neogóticos
difieren de los góticos m:ís que los neoclásicos difieren de los cl¿ísicos. I.as irregularida-
des son correctas, las simetriás de aproximación llegan a ser rigurosas. Pero así se esta-
blece una tensión entre los originales y las copias, que suaviza paulatinamente la rela-
ción de imitación y sienta las bases de la perspectiva, de la que dependen todos los
habituales puntos de vista.
Po¡ esto el medievalismo significa, por un lado, un mayor aislamiento de los artistas y es
el producto de una élite de inspiración literaria, pero representa al mismo tiempo el
campo cultural del que surgiriín algunas de las contribuciones más impofantes al moü-
miento moderno. Basta pensar en Morris, en Richardson, en Berlage.
En la construcción corriente la polémica entre neocl¿ísicos y neogóticos produce sobre
todo, desorient aaón" (21).
.

o
CAPITULO TERCERO
EL ECLECTICISMO EN LA ARQUITECTURA
Los diversos aspectos de los historicismos implicaban siempre un tipo de ac-
32
titud hacia el pasado: en primer lugar, la de los idealistas que, ante un perío-
do particular de la historia arquitectónica ya sea griega, romana, gótica o re-
nacentista, creían que sólo volüendo a aquella fuente de inspiración se podía
crear la arquitectura contemporiánea, y la de aquellos, cuyos ideales eran
prácticamente oportrnistas, culpables del llamado "indiferentismo", que sos-
tenían que todos los estilos tieneri el mismo valor, y que los conceptos de in-
tegridad y tradición estilística eran pura fantasía.

En arquitectura, bajo estos criterios, había la posibiüdad de usa¡ libremente


los estjlos según los deseos del cüente, del arquitecto o de otras circunstan-
cias.

El concepto eclecticista predomina desde la segunda mitad del siglo pasado,


y a pesar de que ha tenido significados peyorativos, en realidad engloba acti-
tudes y pensamientos filosóficos, constituídos por puntos de vista diversos to-
mados de va¡ios sistemas. Los eclecticistas pensaban que nadie debía acep-
tar a ciegas la validez de un ú¡ico sistema filosófico, negando la legalidad de
todos los demás y, al mismo tiempo, opinaban que cada uno debía seguir, ra-
cional e independientemente, la clase de formulaciones filosóficas del pasado
que le eran m¿ís adecuadas a los problemas del presente para adoptarlas y va-
lorarlas en cualquier contexto. Se puede decir que, extendido esto a la arqui-
tectura, tendremos el eclecticismo arquitectónico.

Algunos conceptos vertidos por Collins nos permiten comprender la realidad


del eclecticismo, así como su proyección en la arquitectu¡a de todos los pai-
ses y relación con la arquitectura racional-funcionalista que se abría paso:

'El historicismo renacentista siempre había sido una forma de eclecticismo, a pesar de
que los que lo practicaban no lo reconocieran nunca. I-a arquitectura florentina del si-
glo XV había mezclado elementos antiguos, bizantinos, carolingios con amplia libertad,
como lo hicieron en el siglo XVI la arquitectu¡a francesa e inglesa, mezclando elemen-
tos clásicos y góticos. l-as tendencias historiogníficas de la época, hicieron inevitabte
que, al imponerse el eclecticismo como filosofía b:ísica, los arquitectos menos inquietos
de la época, Io considerasen como excusa para el renacer de los estilos m:ís híbridos ya
de moda".(22).

'Pafiendo de la base de que los fines y objetivos de un edificio sean dados, resulta posi-
ble la creación de un estilo original, caracteístico de la época, a partir de la investiga-
ción de todos los estilos arquitectónicos, y adaptando todas las bellas características pa-
ra que no se anulen mutuamente y siwan a las exigencias del edificio'.(23)

"Estamos vagando por un laberinto e¡perimental e intentando sintetizar ciertas caracte-

33
rísticas de éste o aquel estilo, peíodo o lugar, a fin de obtener un todo homogéneo con
un carácter distintivo propio, con el propósito de desar¡ollarlo pa¡? crear un estilo nue-
vo y peculiar".(24).

"Es posible que el eclecticismo no crea un nuevo arte, pero por lo menos puede ser útil
para la transición desde el historicismo hacia la arquitectura del futuro'. (25).

"El arquitecto y la sociedad marchaban hacia el futuro en la confusión de elementos


adoptados por sociedades anteriores. Es eüdente que la confusión resultante de la
amalgama ecléctica de todos los estilos era absurda; pero era una condición necesana
para el progreso de la arquitectura'. (26).

'Es imposible no asombrarse ante la extñ¡ordinaria humildad de los teóricos de esta


época que tenían tan cla¡a idea de lo inadecuado de su arquitectura. Consideraban el
estudio de la historia como una guía para el futu¡o, pero se avergoruaban de los resul-
tados de sus propios esfuerzos y estaban desconcertados ante las posiblidades que po-
día ofrecer la nueva tecnologra". (27).

nEn arquitectura, la responsabilidad de dar excesiva


importancia al adorno debe atri-
buirse a los arqueólogos, para quienes toda la arquitectura del pasado se clasificaba y
fechaba con precisión gracias a las casracterísticas fundamentales. También los eclécti-
cos fueron los responsables en esta cuestión, ¡a que consideraban la ornamentición de
las iglesias como un acto de devoción...' (28).

Con todo, las decoraciones y las ornamg¡[¿giones, en un momento determi-


nado, se convirtieron en anticuadas; no por tales, sino porque no podían ser
fabricadas meeá¡ricamente con los procedimientos propios de la época indus-
trial y esto abrió posibilidades a nuevas visiones de la arquitectura en el siglo
XX.

Dejamos también planteados algunos criterios de Benévolo con respecto a


los problemas y contradicciones del eclecticismo, expuestos en la "Historia
de la Arquitectura Moderna".

'[-a polémica entre neoclásico y neogótico {ue, como se ha dicho, tiene su punto culmi-
nante en 1846- no puede concluir, naturalmente, con la üctoria de uno u otro progra-
ma. De ahora en adelante la mayor parte de los arquitectos tienen presente el estilo
clásico o el gótico, como posibles alternativas, y naturalmente no sólo estos dos, sino
también el románico, el bizantino, el egipcio, el árabe, el renacentista, etc.
Así llega a ser explícita y se extiende la postura que ha sido llamada eclecticismo, conte-
nida üfualmente ya en la dirección retrospectiva de los neocl:ísicos y de los románi-
cos'. (29).

'En 185ó, l-abrouste cier'¡a su escuela. l-os alumnos pasan al estudio de E.E. Viollet-le-
Duc, que, desde este momento, es el jefe reconocido de la corriente racionalista. Vio-

34
lletJe-Duc penenece a la generación másjoven; no tiene la intransigencia ni el a¡dor de
l-abrouste o de C-ourbet; posee un bagaje científico extraordinario y está empeñado en
no perder los contactos con el mundo oficial. Es amigo de la emperatriz, y ejerce una
cierta influencia sobre el mismo Napoleón. En 1852 inicia en varias reüstas una campa-
ña contra el eclecticismo, sosteniendo que la arquitectura tiene que basarse en las fun-
ciones y características de los materiales.
I-as cíticas al eclecticismo acaban centníndose en un punto concrrto: la Academia, que
controla la Ecole d¿s beatu'arts y los Grands.Pnr, los encargos importantes. En 1863
obtiene del emperador una reforma de la Academia en sentido m¿ís liberal.
Viollet-le-Duc es un mantenedor de la dirección neogótica, como se ha dicho, perc eli-
mina de su polémica toda referencia romántica o sentimental. A sus ojos de cientíñco,
el gótico no tiene nada de confuso o misterioso; por el contrario, se aprecia justamente
en él la claridad del sistema constructivo. la economía de sus sotuciones, por corespon-
der exactamente a los programas de distribución. Contraponiendo el gótico al clasic¡s-
mo, ViolletJe-Duc Pone en claro, aunque quedando en los términos de la cultura histo-
ricista, el carácter a¡bitrario y convencional de las supuestas leyes generales de la
arquitectura mantenidas por la Academia, y contrapone a ésras otras leyes, menos am-
biciosas, pero más adaptables a la realidad, que forman el uso apropiado de los m¿ís
adaptables a la realidad, que forman el uso apropiado de los materiales y la obediencia
a las necesidades funcionales. Se ocupa también del hierro, y propone su uso según sus
caracteísticas peculiares y no en sustitución de los materiales tradicionales'. (30).

Para todos estos autores, y fundame¡talmgnfs para Collins las concepciones


racionalistas implícitas en los historicismos y en el eclecticismo, en cuyo seno
se gestaba la arquitectura actual, conllevó primero la exigencia de revaloriza¡
las llam¿d¿5 "proporciones clásicas", bajo el nuevo sistema del hierro y los es-
tudios de resistencia y trabajo mecánico de este material; en segundo lugar, el
acercamiento lógico, que se venía dando del historicismo y eclecticismo al en-
frenta¡se a nuevas exigencias de la sociedad, en diversos aspectos que deter-
min¿¡"s¡ la creación de diferentes y totalmente nuevos espacios arquitectóni-
cos; en esta época muchas obras historicistas y eclécticas se convierten en
honestos intentos de poner en práctica los ideales ¡¿gis¡alistas, al flexibiliza¡
los conceptos e introducir los ideales de la estructura racional y la naturaleza
de los materiales.

Sin esta maduración y búsqueda producida en el proceso ecléctico, el desfo-


gue inevitable de la arquitectu¡a actual hubiera demandado más de la cuenta,
al no esta¡ listas y creadas las condiciones conceptuales para el uso y la intro-
ducción de los nuevos materiales en la arquitectura.

Por todo esto, el eclecticismo formal de Briiuring ar¡nque se encaja en el his-


toricismo, es producto de situaciones circunstanciales, conllevq sin embargo,
la actitud eclecticista en diversos ¿rspectos connaturales a las necesidades que
debió enfrenta¡.
35
o
CAPITULO CUARTO
I-AS CARACTERISTICAS DE I.A OBRA DE BRÜNING

La obra de Brifuring debe ser considerada definitivamente dentro de las bases


conceptuales del eclecticismo y del historicismo. Consideremos algunos as-
pectos:

L Si bien la valoración estilística de Briining está pormenorizadaen cada ele-


mento arquitectónico que se analiza, creemos necesario dejar sentada la pre-
misa de que existen claras relaciones con los conceptos formales del románi-
co, el de transición y el gótico; lo cual
dg¡e¡min¿ s¡ !¡iining un amplio
conocimiento de la historia de la arquitectura; por lo tanto, en él no encon-
tramos ningún aspecto contradictorio de estilo, y, si los ha¡ son producto o
tergiversación de otras personas. Esto hay que tomarlo muy en cuenta p¿ua
relacionarlo, además, con las posiciones de la lglesia.

2 Aunque los estilos historicistas de construcción de Brüning establecidos


en la premisa anterior, eran el ro6ánis¡, el de tra¡sición y el gótico, no lo era
el renacentist4 estilo que él respetaba cuando le tocaba complementar o res-
taurar, rigiéndose siempre a los cánones fundamentales de éste, aspecto que
podrá ser visualizado en los diferentes elementos tratados y corroborado con
los datos históricos.

Es importante anotar que este respeto absoluto se proyectó a la arquitectura


en general, con lo cual queremos desvirtua¡ alguna mala idea que, sin funda-
mento, se ha lanzado contra é1, al creer que es la persona que "tumba igle-
sias".

La documentación histórica revela cómo, más de una vez, él construye cuan-


do han avanzado ya las obras de muchas iglesias que habían sido demolidas
por diversas razones, que van desde un peligro latente a un interés de la lgle-
sia o de los propios pueblos.

Y, sin que esto justificación para nadie, hay que tomar en cuenta que en
sea
aquellas épocas no existían ideas cla¡as y leyes sobre la conservación; ayer y
hoy a nivel mundial, se han cometido errores históricos, como, por ejemplo,
36
cuando & Bram¿¡¡s, al demoler la üeja basflica de San Pedro y destruir obras
de gran valor, se le acusaba de que "hubiera destruído Roma entera y el uni-
verso si hubiera podido" o pensar que lr corbusier, con su visión abstracta
de la arquitectur4 intentó destruir la totalidad de parís al norte del Sena pa-
ra substituirlo por el Plan Voisin.

J' f,¡ l¡iining existe una tendencia al historicismo románico porque él lo


consideraba también un estilo idóneo para una zona sísneica, hecho demos-
trado históricemente por la resistencia de sus obras; y "su gótico", si no era
transición, era fundament¡lmente cerca¡lo al románióo eo su tecióoica, así
como en su origen conceptual, más asociado a las necesidades liturgicas.

4 Por su misma calidad de sacerdote y su relación con la enseñ ana de la teo-


logía, tenír una amplia y profunda comprensión de las necesidades y concep-
tos üturgicos, lo que lo convertía en la persona idónea para la Iglesia al en-
frenta¡ este tipo de problemas en todos sus aspectos.

5 Poseía una comprensión ampüa de todas las formas tecnológicas que le


permitió lleva¡ adelante una serie de obras con los medios disponibles, tanto
a nivel hu'nano como técnico, y adaptar sus uecesidades a condiciones preca-
rias de cualquier naturaleza, especialmente las que caracterizaban al Ecua-
dor de entonces.

6 Adoptó las técnicas de la piedra p6mez" las bóvedas de quincha y el baha-


reque con perfectos y bellos resultados, aplicrándolos a cantidad de elementos
dentro de varias obras arqütectónicas. Debemos tomar en cuenta que las
técnicas utilizadas por Briining son coherentes con la época y con las condi-
ciones de nuestro país; pues el hierro y el hormigón estaban aún lejos de apa-
recer en el Ecuador, ¡ en la mis6¿ Europa, la invención de un nuevo sistema
de estructuras no ocurrió sino hasta L890, con el desarrollo comercial y la di-
fusión de estructuras de acero y de hormigón armado; todo lo cual determi-
naba la imposibiüdad de producir una nueva arquitectura en una época ante-
rior a la de los adelantos señalados, pese a que muchos de los conceptos
teóricos sobre ella existían desde hace tiempo.

J l¡iining poseía una comprensión orgánic¿ de la obra de arquitectura como


un todo, que no sólo incluye la creación del espacio, sino cada uno de los as-
pectos necesarios para cnmplir los mandamientos litúrgicos.

Esto se proyecta en la decoración mediante pintura total, apücada a las ca-

37
racterísticas arquitectónicas y diseño de complementos como altares, confe-
sionarios, comulgatorios, de igual manera integrados a cada carácter arqui-
tectónico.

8 Al momento de realizar obras que no implicaban templos, como es el caso


de colegios, escuelas, casas parroquiales, etc., siempre y cuando no estuvie-
ran inmersos en entornos urbanos "de estilo" (Brüning era muy respetuoso de
esa realidad); su concepto básico es un racionalismo funcionalista, mediante
el uso de tecnologías tradicionales y accesibles.

9 También debemos considera¡ a Brüning como un arquitecto marcado por


su época; pues, aunque la Iglesia no define estilos y las nuevas transformacio-
nes en la arquitectura, no eran sino eso: transformaciones que empezaban a
nacer en Europa y Estados Unidos, cuya comprensiór¡ además, la tenemos
sólo a través de los estudios actuales de la arquitectura racionalista. Tanto en
el extranjero, como en el Ecuador, la arquitec¡¡¡'¿ dsmin¿nte de la época era
el historicismo y el eclecticismo.

10 Es importante reconoc€r en Brii'ning, por su trascendencia en la arquitec-


tura ecuatoriana, el hecho de que es el único que ha aportado a su historia
so¡ sl histsricismo romá.'ico y transición y casi el único con el historicismo y
el eclecticismo góticos. Estilos que nunca crearon en él un criterio "arqueo-
lógico", propio de los historicismos puristas; é1, adaptándose a la época y a
una concepción eclecticista, proyectaba su propia personalidad, producto de
la adaptación a condiciones sociales, métodos y técnicas constructivas con
ciertas características particulares, y, sobre todo, dentro de un proceso evolu-
tivo propio.

lL Por último, debemos considerar en Brüning su profunda adaptación a las


tradiciones de la Iglesia ecuatoriana, a la cual tanto llegó a conocer, pues por
ejemplo, para la proyección y construcción de una determinada obra arqui-
tectónica, se necesitaba saber a ciencia cierta la relación combinada de las
necesidades ¡eligiosas y las posibiüdades de los diferentes sectores y fuerzas
sociales.

Este elemento es muy inportante, ya que tradicionalmente la lglesia, mun-


fialmeq¡s y desde la Edad Mediq involucró a toda la sociedad y sus diferen-
tes estratos, dejando de existir el arquitecto c,omo persona, a tal punto que la
mayoría de los que construyeron las catedrales románicas y góticas son total-
mente desconocidos.

3¡l
En la época de !¡iining, aunque el arquitecto estaba valorizado como tal, no
se perdía la tradición de la Iglesia, que siempre convi¡tió la construcción de
los templos en un hecho social, raz6n de s 'ma importancia para revaloriza¡ la
obra arquitectónica ¡sligiosa de cualquier época, y, en este caso, en nuestro
país, como un hecho vinculado a las más ca¡as tradiciones nacionales y como
un producto altamente social, lo que clarifica muchas veces la ine4pücable
mág¡itud de las obras de arquitectura religiosa en pequeños poblados.

Muchas iglesias como la de Quisapincha en Tungurahua, San Luis de Rio-


ba:nba, de Pasa en Tungurahua, etc. fueron contruídas mediante -ingas y el
trabajo de obreros especializados; los recursos económicos provienen de do-
nativos, lims5¡¿s, fiestas, juegos, rifas, torneos, oepos y varios negocios de di-
ferente iniciativa, en cuyo proceso se llevaban übros de cuentas muy porme-
norizados.

El ejemplo de la construcción de la iglesia de San José de Minas nos da cuen-


ta de este proceso.

'Importa mucho conocer la organización del trabajo que se realizó para la consecución
de semejante obra. Para el efecto, existía, entonces, en san José dcMinas, una organi-
zación perfecta que tendía a recopilar el material y a reunir fondos para el trabajo.
r -s lvlingas.- L¿s clásicas mingas de nuestros pueblos, dirigdas inteligentemente,
son
un poderoso estímulo y adelanto del trabajo. En san José de Minas, para la construc-
ción del templo, fueron frecuentes y animadas. Así.se recopiló el maierial de la obra:
piedra para el tallado, cal, reña para los hornos, arena, ch@oto, etc., etc. las mingas se
efectuaron cuando así lo exigran las necesidades y en las vísperas de las fiestas del pue-
blo. Los priostes no se encontraban satisfechos de sus fiestas sino hasta cuando habían
realizado una buena minga. El trabajo de la iglesia exigía mrís y más mingas, así se ar-
maron mingas de solteros, solteras, casados, casadas, de los diferentes gremios y ba-
rrios.
Narramos a continuación una de las tantas mingas qu€ S€ realira¡on para la elaboración
del material: nos referimos a la minga de soleras de minada dc piedta callza,el sábado ó
de agosto de 1949.
Preparativos.- l-a minga había sido anunciada con unas tres semanas de anticipa.ción.
Se había tenido buen cuidado de que todos los menesteres estén religiosamente éspeci-
ficados, asigtándose responsabilidades concretas a cada uno de ellos.
Se nombraron cabecillas, encargados de recopilar fondos de parte de todas las solteras
del pueblo; cada cual en sus barrios respectivos procuraron la mejor forma de hacer la
propaganda de la minga; las minenses, acostumbradas a estas patrióticas jornadas, ha-
bían golpeado las puertas de sus buenas vecinas, y no quedó soltera que no depositase
sus centavos para el fondo de la minga.
EI domingo, próximo al gran día de trabajo, se reunieron en asamblea para nombrar las
diferentcs comisiones: las unas a pelar y cocinar el sustancioso mote, ias otras a dispo-
ner y Prepara¡ el gran almuerzo de la minga; aquéllas a elaborar la clásica chicha y otras
a trabajar.

39
Con este objetivo dirigiéronse a las haciendas, llevando el honroso nombramiento de
madrinas de la minga para las buenas señoritas de la'Merced" e "Irubi'.
Sólo faltaba una última diligencia para augurar felizmente el éxito de la minga; asegurar
la presencia de muchos y buenos trabajadores. La minada de piedra caliza era un tra-
bajo duro, que necesitaba de fuefes y abnegados minadores. Todo estaba preparado y
había llegado el gran día!
El toque de campanas, el cn¡zarsc de los caballos por las estrechas calles del pueblo, la
rimbombante llamada de los músicos: todo anunciaba a los mineños a que se preapra-
sen a marchar. A la minga, A Ia minga.... gritaron los entusiastas y pronto a lo largo del
camino se dibujaron tropeles de jinetes y gente de a pie, que corrían jubilosos a gastar
sus energías para la edificación del templo de la Virgen.
l-a mina de la piedra caliTa, era propiedad de la familia Ribadeneira García, que estaba
situada en una de las hondonadas, que forma el nudo de Mojanda en su parte occiden-
tal, a unos ocho kilómetros, aproximadamente, de la población.
I-a mañana, con un cielo azul, iluminada de un sol reverberante, agraciada con la belle-
za óe la campiña en sazón, estaba graciosamente seductora. l,os hijos del trabajo, com-
bo en mano, golpeaban y golpeaban sobre las largas cuñas para arrancar de la roca cali-
za grandes bloques de cal. En tanto las patrocinadoras de la minga, agenciosas,
preparaban el rancho del mediodía.
l-a piedra caliza salía sin cesar a los depósitos; un compacto grupo de muchachos la des-
menuzaban y habilitaban para el transporte.
La corneta había tocado a rancho... Y ahí fue cuando la mesa general en pleno campo, a
pleno sol y aire, constituyó una verdadera diversión: las solteras demostraron que sí
eran de empresa; los rningueros salían plenamente saturados.
Y...al trabajo! En el mismo son y con los mismos bíos.
El sol declinaba. I-a caballada estaba lista. Y era de ver óomo el rostro sonriente de
todos los mitrguercs, pintaba la satisfacción íntima del alma: una jornada más en los
fastos gloriosos del trabajo del santuario de Nuestra Señora de la Caridad.
De la misma manera se realiz¡ron las mingas de piedra, de leña y de ladrillos y de cuan-
to se necesitó para el trabajo de la Casa de Dios.
El Dine¡o.- Fue otro factor indispensable para la ejecución de dicha obra. I-os templos
de Dios siempre se han realizado con el dinero del pobre. Ha sido la fe de un corazón
cristiano la que ha sabido depositar este granito de arena para le ntar verdade¡os mo-
numentos que hablen a los siglos de su amor a Dios.
Abramos al azar el libro de cuentas de la construcción de la iglesia: desde julio de 1947
hasta octubre de 1949 leemos en las salidas la suma de 5/.48.168,50 y en las entradas
5/.72.01555; lo que dio un promedio de cuatro mil cuatrocientos veinte y nueve
(s/4.429,68) de entradas por mes y de tres mil cuatrocientos trece (5/.3.413,00) de sali-
das por mes. Para conseguir una entÉda de esta Daturaleza se recurrió a diferentes ini-
ciativa, que se han constituído en verdaderas costumbres en San José de Minas, conoz-
cámoslas.
flonativos Voluntarios- Cada semana se pubücaba en la misa dominical la nómina de
los devotos que habían depositado su limosna para la Virgen de la Caridad en el despa-
cho parroquial.
Estas limosnas casi siempre rep¡esenta¡on un favor concedido por la Virgen de la C-ari-
dad o una petición para obtener el amparo de tan buena madre. Algunas veces ese do-
nativo se hacía mediante la entrega de animales dedicados a la Sma. Virgen. Si los bue-
nos mineños iban a emprender un negocio, ofrecían una parte de su ganancia para las
obras; si iban a la montaña o volv¡an de sus üajes no se olüdaban de dar también su
contribución. Así la vida de estas buenas gentes se entrelazó con la fe y confi a¡za en la
40
virgen de la caridad y esta generosa Madre siempre les ayuda y socorre: ayuda que
representa el dinero para la construcción del templo.
Limosnas Dominic¡l¿s- El producto de las limosnas dominicales era de más o menos
5/.150: una gotita de agua que, juntada a otms muchas, sirvió para el pago mensual de
crnco peones.
Las Fieslas.- se caracterizaron por la satisfacción por parte de los priostes en depositar
fuenes cantidades de dinero para la construcción del templo. para ello recurrieron a su
ingenio: castillos de subasta pública, juegos, rifas, comedias, torneos de cintas, de cpr-
batas, de bufandas, carreras de caballos, pelea de gallos, etc., etc.; de este modo, fiestas
como las del 24 de septiembre produjeron ocho, diez y doce mil sucres para la construc-
ción del santuario.
un torneo bien organizado es una gran fuente de producción: las donantes obsequia-
ban las cintas u objetos para el torneo; éstas escogan madrinas para sus dones, quienes,
desfilando por el campo del tomeo, depositaban su óbolo respectivo. l-os jinetes com-
praban su número en animosa emulación; a veces el primer número avanzaba hasta
cien y doscientos sucres y los últimos tenían un mínico de veinte y veinticinco sucres.
Los cepos- con la bendita imagen de Nuestra señora de la caridad se encontraban
esparcidos numerosos cepos en las partes estratégicas de la población. Allí los devotos
de Maía depositaban sus donaciones para el templo. periódicamente se habían los
cepos y se encontraban entre cien y doscicntos sucres.
Algunos Negocios- como la obra de construcción del templo era por demás, había ne-
cesidad de miís y más dinero. Por esto, por propia iniciativa de los párrocos, se recurrio
a varios negocios, los cuales, gracias a la contribución de almas sacrificadas, fueron de
considerable ayuda para la obra. En tiempos del vble. Sr. Araujo se estableció lo que
üno en llamarse tienda de la virgen. comenzó este negocio con un p€queño capiial.
Debemos dejar constancia que las ganancias del pequeño negocio fueron éxclusivamen-
te para el templo. Además de la tienda, funcionaba la venta de leche de la hacienda
Anagumba. I-a bondad de la Señora A¡a Tobar de Luna cedió para la construcción del
templo las ganancias de la leche de su hacienda. El mismo padre Araujo dio un antici-
po de s/.10.000,00. Este capital se devengó y las ganancias representa¡on algunos miles
de sucres..." (31).

o
CAPTTULO QUTNTO
SUS OBRAS RELIGIOSAS PRINCIPALES

Trataremos, a parti¡ de este momento, de dar una visión general de algunas


de las obras de arquitectura realizadas por Briining, escogidas por su interés
histórico, arquitectónico, o por su buena conservación.

cada grupo se lo ha considerado desde el punto de vista histórico, rocupc-


rando hechos y documentos gráficos antiguos, en lo que nos ha sido posible.
Todo está acompañado por una pequeña visión arquitectónica y técnica, así

4l
como de las condiciones actuales de los -ismos. Hemos procurado que la ü-
sión gráfica actual de la obra sea selectiva en los aspectos más interesantes.

rcLESrA DE SAN ROQT.JE. QUTTO.

La colonial iglesia de San Roque, tanto por los terremotos como por la incu-
ria, había ido deteriorándose; se pensó en reconstrui¡la; pero esto sólo quedó
en ideas. Para mayo de 1905 estaba en un estado tan ruinoso que a-enazaba
catástrofe; el Municipio intervino, dando un plazo de treinta üas para demo-
lerla, lapso dentro del cual se cumpüó con dicha orden.

El 20 de julio de L905 se reúne el Comité Pro-construcción de un nuevo tem-


plo; se comunica los propósitos a los vecinos y se les pide contribuciones. La
edificación sería trabajada según el plano existente para la iglesia de Santa
Bárba¡a.

El 12 de agosto de 1905 se pone la "primera piedra", acto para el cual la pa-


rroquia se üstió de gala; pues la madrina fue la sagrada imagen de la Virgen
del Qrringfos.

En septiembre de L905 los planos fueron aprobados; se pide a Monseñor Fe-


derico González Su¡árez que, por la estrechez del templo provisional, autorice
urgentemente la construcción de la nueva iglesia; pero el Arzobispo de Quito
advierte que no podría comenzarse la obra definitiva sin los planos ni los di-
seños adecuados: con lo cual se detienen las cosas nuevamente.

Entonces el padre Pedro Hube¡fe !¡iining apÍuece en escena; se le pide que


levante los planos respectivos y que dirija la obra. En enero de 1907 reforma
y completa el diseño anterior, el cual es aprobado en forma defrnitiva por
GonzáIez Suárez el 14 de febrero de ese año; sin embargo, el L3 de febrero ya
se ha colocado nuevamente la "primera piedra" y el7 de abril se comienzan
los trabajos.

p¿¡¿ l¡iining será una de sus obras preülectas y, a lo largo de diez años, re-
alizará los planos definitivos, toma¡á el cordel y la plomada; hará trazos par-
ciales, plantillas y dibujos, modelará piedras y ladrillos; todo gratuitamente.

Con va¡iados ímpetus, fundamentalmente en la segunda mitad de 1910, a pe-


sa¡ de la estrechez económica y la indiferencia de muchos que debieron ir en
su auxilio, tenía concluídos ya todos los arcos y cubierta la sacristía.

42
Los muros exteriores del edificio fueron terminados en agosto de 1911; la bó-
veda del crucero fue tensada en mayo, las naves laterales abovedadas en no-
viembre y, luego, techadas; el entramado de la cubierta se comenzó en di-
cjembre. altar mayor de piedra, discño de Brüning, fue instalado en mayo
-El
de 1912; fue bendecido y consagrado sole¡nnemente él 6 clc julio, a la una rle
la tarde. Se trabajan los alta¡es laterales de piedra, delineaáos por Brüning,
el cual envía a Munich los proyectos para el retablo del altar mayor.

El 7 de julio de 19L2 se reaJtza la bendición preriminar: de la obra, como r-n


estímulo para la construcción total de los altares y la decoración del templo;
faltaban la fachada casi completa, las paredes, que estaban en obra de fábri-
ca, y el piso aún si¡ 1s¡minar.

En abril de r9L4, se comienza a pintar su interior, -con planos, dibujos y plan-


tillas de !¡üning_, de acuerdo al contrato firmado con Rafael Nicolalde.

Pa¡a estasépocas se construye la ba¡'andilla del coro,


"1 "¡¡1
'lgatorio; se cu-
bre de mosaico el plesbiterio, se coloca la puerta de hierro del baptisterio y
se está entablando todo el piso de la nueva iglesia.

Algunas obras quedarían pendientes, como el enlucido exterior, la pavimen-


tación de los preüles norte y oriente, las piletas de agua bendita, l¿ mamprro
principal, una escalera de hierro para subir a la torre (que nunca se construi-
rá), el púlpito, el confesionario y los retablos propuestos para los alta¡es late-
rales y mayor.

B¡iining irá ejecutando en los años posteriores muchas de estas obras; asi el
24 de marzo de 1917, diseña la pila mascarón; el 14 de octubre del año si-
guiente reconstruye los dos alta¡es laterales, reutilizando recuerdos antiguos
de la üeja iglesia; el2L de marzo de l92z trabaja el retablo para la imagen de
la virgen de la Borradora, la cual es entregada recién el 3 de junio de L923.

En el ya lejano 1,0 de enero de t925 ¡s¡min¿ los diseños de una capilla lateral,
y muy a pesat suyo, también del pretil según el mismo !¡[ining: "para que no
dañe el edificio".

La iglesia responde a los esquemas del estilo romániss, dentro de los concep-
tos arquitectónicos del eclecticismo y los historicismos, Brüning desarrolla la
obra hasta el último pormenor, como un todo orgánico, integrando estructu-
ra, diseño y decoración.

43
Todos los elementos formales, tanto externa como internemente, la identifi-
can oon ese claro estilo: atquerías de medio punto, profusión de vanos y deta-
lles con tal criterio, al-enados, alchivoltas en chaflán, doble altura en las na-
ves, fuertes cornisas con moldurÍrs muy dehnidas que rematan muros,
contrafuertes con pináculos lastreadores.

La torre, de base cuadrangUlar y chapitel octogonal, flanqueada por balaus-


tradas, los pináculos, el rompimiento de la elevación de la pirámide del cha-
pitel y las fuertes cornisas caracteizan el estilo descrito.

Interiormente, los arcos torales, que sostienen bóvedas vaídas, son realizados
en piedra p6mez, usada por su üüandad en zonas de alto riesgo sísmico. Su
ábside tiene una típica y lógica solución de diseño, poco comprendida y co-
múnmente dada por S¡üning; consiste en un cuarto de cúpula de media na-
ranja que empata con una bóveda de cañón y ésta, alavez" empata con preci-
sión con los frontis de los arcos triunfales.

En lo conceptual de la decoración pictográfica, aparecen en el ábside super-


ficies que se asemejan a las típicas baldosas del arte romá"ico, con influen-
cias del bizantino; el diseño floral es riquísimo y se alterna con simbologías ü-
turgcas particulares. Los pies derechos, donde descansan las crucerías de la
bóveda absidal, son resaltados en su estructura por los diseños decorativos y
por los detalles gráficos de los témpanos, que destacan por su variedad y be-
llezay gtardan clara unidad con el resto de los elementos decorativos.

De igual manera, los triforium ciegos y las arcadas de las naves laterales son
profusarnente decorados; los salmeres contienen diseños de cintas gs¡ ins-
cripciones latinas, típicas ds f,¡iinin& éstos se prolongan con alto simbolismo
hasta el a¡co triunfal.

En fiq lias cenefas, cornisas, I 'netos, intradós, rosetones, vanos, etc. están de-
corados para resaltar los precisos detalles arquitectónicos.

La iglesia de San Roque posee, además, un rico patrimonio de cerrajería y


carpinterla -altares, puertas, comulgatorios, púlpito-, todo lo cual fue estudia-
do en sus ponnenores por Briining constituyéndose esta iglesia, por sus ca-
racterísticas y conservación, en un ejemplo básico p¿tra comprender la obra
arquitectónica del padre laz¿¡ista.

41
&
t
q
q

t hsta general dc la igksia de San chumbres y el obovedado, annque los


Roque, dond¿ se aprecia su caracterís- muros &eriores estón en obra dc fó-
tico estilo. brica. ACR.

2 Wsta lateral; nótese el trabajo de la- 5 Boceto d¿ estudío dcl lrontispicio


dtíllo visto, en el caal Brüning ponla de Ia igksia de San RoEre. EI übujo
especial cuídado; el baptisterio, dc ü- original dc Briining estó fechafu en
seño ¡nsterior, se integra con solven- octubre dc 190& Puedc nottse los
cia al conjunto. peqteños canbios en relación a la
ideafinal. CCPL.
3 Las orqteríos hocia el óbside; véase
Ia hetmosa decoración del conjunto, ó Maqueta origínal de la igksia dc
así como el altar msyor y eI púlpito, San RoEte (perüfu la tone); puede
establecene Ia fifulidad fu la misma
Ete rctuolmente sine de anbón;tales
diseños también corresponden s Brü- con la obra rcaL demostróndose la
planifuación muy pensafu por Brii-
níng
ning. Tiene solucionabs en su inte-
4 Fotografia dc novíembre de 191/,, rior altores, fucomciones y detalles,
é¡nca en la que se construlan las te- etc.

6
IGLESIA DE SAN FELIPE. LATACI.JNGA.

S¡iining comienza su intervención en esta iglesia en agosto de LX)7, al reali-


zar los planos cuando el pueblo San Felipe era una parroquia rural de t ata-
cunga; dichos planos son aprobad¡s sss mis6o año por las autoridades ecle-
siásticas respectivas.

En 1908 estaba terminado todo el z6calo; en 1909 se alcanza a cerrar la pri-


mera ventana ¡posteriormente, en L91-0, estaban concluídas doce poderosas
columnas que sostenían las bóvedas; se comienzan los arcos trasversales, y en
t9L2 se tensan las estructuras que sustentan el coro y los travesaños.

A partir de 1913 l¡iining continua definiendo los aspectos formales y técni-


cos de los interiores; el 19 de octubre de este año diseña el baptisterio; en (rc-
tubre de 191d las puertas, en agosto de 1915, el altar mayor, en febrero de
1918, el comulgatorio, el púlpito, los alta¡es laterales, etc.

La iglesiase inaugura el31 de mayo de 1916, como un incentivo para que se


continue con varios trabajoí complementarios posteriores: los altares, la de-
coración, el tabernáculo, los confesionarios, etc.

Esos trabajos siguieron hasta principios de los años treinta; por ejemplo el
del pretil, para el cual Briining reaiua el plano el 18 de abril de 1933, justo
antes de la consagración, realizada el2I de noüembre de ese año.

Esta iglesia es el típico resultado historicista con tendencia gótica primitiva,


definida en sus detalles formales y espaciales, tanto interna como e)Cerna-
mente: las ojivas, los almenados, los rosetones, las hojas cardinas del tímpano
de la fachada, así como también la solución de su ábside, las caracteristicas
de sus contrafuertes y pináculos la asocian a dicho estilo; de igual maner4 la
bóveda de crucero, que se descarga en hermosas c¡lu-tras y columnillas li-
bres, la aoercan al romániso, con los detalles de los antiguos altares, comul-
gatorios, púlpito, memparas, etc.; todo, dentro de los miás rigurosos cánones
estilísticos.

Su estructu¡a general es de sillería" combinada con otros sillares de hoja" aun-


que elaborados en piedra pómez, al rgual que en la bóveda; se uüliza eftcaz-
mente los materiales del lugar, los cuales han sido conceptualmente estudia-
dados en su estilo, considerando la tectónica de la zon4 con una alta
incidencia sfsmica histórica.
49
La iglesia se oo¡rserva con sus cuerpos originales y últimamente se linpió la
pintura de la fachada, aunque se cambiaron los antiguos y humildes ventana-
les por vitrales modernos; en su interior, los altares laterales han desapareci-
do; sin embargo, el altar mayor de estilo gótico, planificado por Briining, se
conserva en el interior de la sacristía aledaña. Se mantienen también la mrm-
para original y el púlpito, que es uno de las ra¡as muestras del caso en el pafs;
pues logró sobrevivir a los cambios litúrgicos.

7 Wsta dc la pafte posterior, donfu se cónones gótícos primitivos.


dcstaca el óbsidc y crucero; nótese el
WEteño baptísterio, asl como las ca- 9 Solucíón dc la mna dcl coro; en pri-
racterísticas dc la sólifu estrucfrra y mer plano, Ias podcrosas colwnnas li-
e stric ta s o lución form al. bres de capitel y basa sobre dado. La
marnpara y las a.rcadas en ojiva, así
8 Nca volumetrls Ete conforma Ia como la bóveda dc cruceíq idcntifi-
fachada dentro de los mús precisos can el estilo con claridod
#
IGLESIA DE I,A MAGDALENA. QUITO.

Esta iglesia tuvo un largo camino de incomprensiones desde los años de ta


iniciación de su construcción.

Briiming diseñó sus planos en junio de 19(D, los cuales serán aprobados por el
Arzobispo González Suárez en septiembre.

En 1910 ya están terminados los muros laterales y las ventanas del ábside; pe-
ro, para construir las pilastras de las naves y las torres, fue necesario rehacer
los cimientos, por una evidente insuficiencia estructu¡al. Al año siguiente, es-
taban concluldos los muros de la iglesia hasta el crucero.

Posteriormente, con varias intemrpciones causadas por asuntos económicos,


su avance es lento; Briining, en19l4, diseña el altar mayor, que se construye
en piedra (se conserva), los confesionarios, los comulgatorios, etc., los cuales
permiten dar funcionalidad a las necesidades litúrgicas ¡ al mismo tiem¡ro,
siven de aliciente a la parroquia que, en esos tiempos, al ser rural, se dife-
renciaba de las demás de la ciudad de Quito.

A fines de 19?3 se han terminado todos los muros eÍeriores, así como los ar-
oos, que eran de crucería, las bóvedas de camones; se coloca una parte del te-
cho.

La fachada se trabaja en L9?5; en 19?Á se construye el tímpano ds l¿ ñisña,


se termina el techo y se realizan algunos trabajos en su interior; se revocan los
muros y se delinea la puerta principal, que hasta hoy se sonserva. En qste
mismo año una torre se eleva hasta la cáma¡a de las campanas, ¡rro se la
acaba recién ent932.

Esta iglesia de estilo gótico fue perfectamente estudiada por S¡üning ¡ es-
tructuralmente, se la realizó en ladrillo visto, constituyéndose en un bello y
claro trabajo y ejemplo de estilo y técnica.

Desgraciadamente, en LW, se lleva adelante su modernización; se cambian


sus espacios interiores, de tres naves y crucero, por uno solo impersonal; su
techumbre y bóvedas son destruídos, utilizándose incluso dinamita (ú"ica
forma de hacer ceder las estructuras tan sóüdas, realizadas por Briining); se
enlucen los exteriores y se destruyen los cornisamientos y almenadog dpios
de l¡iining y que eran un modelo claro del delicado trabajo de ladrillo visto.
53
10 Vista general d¿ la fachada que se trfforos góticos han sido resptado*
conserva en lo fundamental a excep- AHBC.
cíón de cieftos dctalles de las cuünas
en los chapiteles fu lus torres. 12 La moqteta, fechada eI26 de iu'
nio fu 1%9 y realiznda por Búning
11 Detalle, en los años cuorenta, del se aprecia la ontigua sohtciónvolumé-
muro úeñor derecho, donde se aPre- uica dc frzE noves, crucero y sacristlas,
cian los comisas, los üentes d¿ síena junto al óbsidc. El laryo tiempo dc
a doble hilera Ete se prolongaban al construcción ha hecho Ete muchos
inteñor, Ios remates dc los contafuer' elernentos formales hoyan sido altera-
tesy la üferente altura d¿ las narys la- das, por cüecer de un estricto contnol
terales con relación a la central. Los sobre los diseños pñmitivos. ACR

I-a fachada se conserva e:deriormente, al igual que su puerta principal y el


abside que guarda aún" en su parte exterior, una muestra de los muros origi-
nales.

IGLESIA DE SANTA PRTSCA. QUrrO.

Los terrenos de la antigua parroquia eclesiástica de Santa Clara de San Mi-


llán, que es hoy la de Santa Prisca, pertenecieron" desde la época de la Con-
quista, o tal vez anteriormente, a la Comuna de Santa Cla¡a de San Millán;
fueron cedidos, por coerciones, en parte para la construcción del Seminario
Mayor de San José ¡ en parte, para la de la iglesia parroquial cuya primera
piedra se colocó el2L de noviembre de 1882, el mismo dla en que se colocó la
primera del Seminario.

Brüning realiva los planos de la fachada y toma la dirección de su ejecución


en 1904, cuando ya se habían empezado ciertos trabajos, a los cuales él debe
adaptarse.

I¿ obra avüüLa relativamente con rapidezl así, en septiembre de 1905, se co-


¡
loca la cruz del tímpano de la fachada en diciembre de 1906, est¡ín concluí-
das las pilastras y el techo; se comienza la construcción de las bóvedas de
arista; enLX)7 se terminan el coro y las ventanas de la iglesia' asf como el co-
mulgatorio, el altar mayor y la puerta principal.

En 1908 se coloca la puerta principal (actualmente existente) y se sigue con la


56
;-*SFffi
13 Detalle que pennite comprenfur el 14 Fotografla ful año 1944 en la qre
pecutíu estilo rcmánico fu Brüning se aprecia la ptreza del ordcn orEti-
cdmüa octopnal con ftontis, chafla- tectónico oúes de las intenenciones;
nes pua disimular las añstas de las se percibe la volumetrla del crucero y
torres cuadrangulates, almenados, Ia altura fu las tres nwes, asl como el
dicntes de sier¡q trlforos, comitas y trabajo en lodrillo visto. Porecerfa Ere
bajo-relieves. Todos estas partes fue- poseyó d¿ambulatorios úeriores Y
mn diseñadas por Bríining incluidas que sus antiguas ventanas laterales
lss ctuces ful puuroyos y las ful tlm- eron bfforos. A la derecha se aprecia
potto, los ,osetanes, etc. Nótense los una parte dc la vieja casa ponoquial,
chapiteles en pirbnifu, realizodas en denocad¿en 1989. AHBC.
lotóa y usafus mús dc una vez en
otas constucciones dc Büning.

consJrucción del baptisterio; en 19(D Brihing hace los dibujos del decorado y
la pintura de la iglesia; en 191jl se sigue con la instalación de las cruces de las
torres y el par:urayos, los cuales se oonseryan todavía.

Como en todas sus obras, Brüning seguirá pendiente de ella; por lo cual" a
comienzos de los años veinte, realira los planos para una sacristía y un altar
5E
lateral y, más de una vez, los de una casa parroquial que existió hasta 1989.

La iglesia es uno de los primeros trabajos importantes eue Briining enfrenta


en el Ecuador y que, según su conformación espacial volumétrica y decorati-
va, pertenece al románico moderno; se aprecia su solvencia para manejar las
formas con lógica y racionalidad; el estilo de este templo puede compararse
al estilo de la iglesia de La Esper^nra, en el cantón Pedro Moncayo, y con el
de la iglesia de Chahuarpamba en la provincia de Loja; responde a iguales
conceptos ssrilísticos, pero oon soluciones mecánicas distintas.

E;nlV74 se emprende una reeonstrucción; con la cual se pierde el espacio in-


terior, asl como la decoración, altares y comulgatorio; sin embargo e*erior-
mente, se la mantiene y sólo se realizan algunos arreglos menores, como la
apertura o el cerramiento de ciertas puertas y ventanas y también las obras de
carpintería de los vanos.

CaPILIA DEL HOSPITAL DERMATOLOGICO. QUITO.

La antigua Irprosería se construyó alguna vez para solucionar las deficien-


cias del lazareto de Pifo, casa de salud que no reunía ni las cualidades ni la
funcionalidad de un sanatorio de esa naturaleza; consecuentemente, Brii'ring
levanta las plantas de su capilla el20 de octubre de tg)A, cuando ya se había
construído parte de la actual casa de administración, comenzada el 16 de ju-
nio de Iq23. El procoso constructivo es rápido; pues el 15 de abril de lg?S
ú*za el dibujo de la torrecilla de la capilla y completa los bosquejos de puer-
tas y ventanas, ya con claras influensas de ofi nouvean.

L,os diseños de la pintura y de la decoración los ejecuta et1rg?Á, de tal mane-


ra que, concluídos los trabajos, el Arzobispo de Quito, Manuel Ma¡ía Pólit
Lasso, bendice el adoratorio el 3 de mayo de lW.
Esta capilla responde a claras concepciones racional-funcionales, acordes
con los criterios médicos de la época, los cuales determinaban un aislamiento
absoluto de los enfermos; as( posee tres crujías: una para las mujeres, otra
para hombres y una para el personal administrativo, aunque todas comunica-
dos con mamparris.

Son inte¡esantes los diseños de los confesionarios, son un aislamiento muy es-
tudiado, para evitar la probable contaminación.

59
15 Vista posterior, en Ia Ete se apre- 1ó Wsta desdc Ia nave dc ,,sanos,',

cia una d¿ las noves dc enfermos; en fusdc la cual se aprecían las dos dc
ella se distingue la comisa con estru.c- enfermos; todas estahan sepamdas
tura de rnadcra Los finos oltcos que por matnparos dc madera y vidrio; se
conformon los jabalcones descargan notan la decoración neoclúsicq ast
hacía adentro, los esfuerzns, contra los como las bóvedas esryifadas planos
apeos y cones y éstos, en las gruesas y, a los lados de las orcodas delante-
paredes, permitiendo un a,mplio ros, los pequeños nichos dc los confe-
deanbulatorio úerior cubietto. La sionarios, que ontiguatnente poselarr
tonecilla conona el tímpono dc empa- un sistema especial de aislaniento.
nsonosn.
te dc Ia nave dc

Las bóvedas de quincha son esquifadas y planas; el conjunto, a más del buen
diseño de carpinteríE posee r¡na decoración sencill4 pero de hermosa colo-
ración y lógica solución.

En general" es un resultado del eclecticismo neoclásico, pese a que su torreci-


lla posea rasgos góticos.

En la actualidad esta capilla que se encuentra enclaustrada entre otras edifi-


caciones, conserva aún sus rasgos generales, aunque, en su interior, por los
cambios sanita¡ios actuales, se han unificado los espacios.

Brüning edificó, además, un pabellón de diag¡óstico, hoy bastante reforma-


do, y la torre del reloj, que abre el conjunto y que se conserva en total aban-
dono.

IGLESIA DE I.A ESPERANZA. TABACIJhTDO.

Esta iglesia es uno de los más hermosos ejemplos de arquitectura realizados


por Briining; permite apreciar, gracias a su casi intacta conservación, los con-
ceptos estructurales y espaciales del estilo.

Realizo los planos generales en noviembre de 1913; en r9l4 se com.ien'a la


construcción bajo su estricta di¡ección.

En L915 se hablan levantado ya cuatro metros; en 1916 se había concluído la


construcción de los arcos transversales. Se la techa en 1918 y se empieza la
construcción de las bóvedas de arista y de quincha, según con el estilo pro-
6l
¡
*

ffi
;;"1'l
17 Wsta general de la fachada y del fondo, se ve el diseño floral dcl luneto,
atrio; el trabajo de puertas y ventanas que es uno de los m,is hennosos ejem-
son los originales y pertenecen a dise- plos en este tipo de decoración; tam-
ños de Büning. bién se aprecian los detalles simbólí-
cos de los lunetos de la nave centrsl,
18 Wsta hacia el ióbside: tómese en los cuales ostentan pinturas de gron
cuenta las decoraciones con cenefos realismo. Véonse tombién las impos-
florales, que encoianv resaltan los ele- tas de descarga del arco triunfa\ como
mentos estructurales, así como el de- también las de los arcos transvenales
talle de las cintas del arco triunfal. Al de las naves laterales.

pussto. En 1919, diseña todo lo concerniente a puertas y ventanas y continua


la construcción de la fachada.

Termina la decoración interior de la iglesia en L92'!,, ya que, a principios del


año, se había acabado toda la obra de fábrica; ya en t922 esf{ tst¡lmente ter-
min¿d¿.

En ese año, en jr¡nio, diseña algunos de los elementos interiores, como el al-

63
tar lateral; el7 denoüembre de l9D el Arzobispo Manuel Marla Póüt la de-
dica al Sagrado CorazÓn de Jesus.

El estilo de la iglesia es el románico moderno, basado en los conceptos de


Briining; sus elementos formales y arquitectónicos se asemejan a los de la
igle,sia de Santa Prisca de Quito y nos dan una visión muy precisa de las ca-
racterísticas que debía poseer interiormente un templo como ése: tres naves,
una pequeña capilla lateral, doble sacristía y ábside de planta cuadrada.

Toda está levantada sobre un atrio que la destaca. Al interior resaltan las ar-
querías de medio punto y las bóvedas de a¡ista sobre arcos perpiaños que se
descargan por medio de impostas a las poderosas pilastras, determinando
que el peso de las bóvedas de quincha no necesite de los contrafuertes exte-
riores.

Lo más interesante de la iglesia se encuentra en la decoración interior, la


cual, a excepción de la bóvedao no ha sido tocada; se destaca el diseño floral
al¡ededor del luneto del ábside.

La iglesia fue intervenida en 1988, pero se tuvo el acierto de no alterar nada


de ella; tan sólo se consolida y se limpia lo necesario, adem¡ís de recubrir con
azulejos de cerámica los terminales y chapiteles de las torres.

IGI,ESIA DE NAYON.

La antigua iglesia, humilde y deteriorada por los años, cedió a los deseos del
pueblo por tener algo mejor para crntro de su devoción; pues es una de las
parroquias más antiguas de la zona.

Bfúning se encarga de realizar el plano de la nueva iglesia ése data del 25 de


noüembre deI92l.

El22 de marzo siguiente, en solemtte ceremoni4 se coloca la primera piedra.

Se irán definiendo, progresivamente, los diferentes elementos decorativos y


litúrgicos, como su puerta principal, cuyo diseño lo elabora el 11 de octubre
de lT27; el del altar mayor, el 6 de mayo de I9?A y el del púlpito, el29 de
agosto de L929; todos éstos se sonservan hasta ahora.

64
El Arzobispo de Quito la bendice el20 de enero de 1931.

El estilo de este templo se enmarca dentro del eclecticismo románico oon


tendencias neoclásicas; poseía tres naves, con columnas internas de madera
que descansaban sobre basas de piedra, que aún se mantienen; en cuanto a
las bóvedas, se induce que eran de quincha, por la no existencia de contra-
fuertes hacia adentro. Su aspecto debió ser semejante al de la actual capilla
del Seminario de San José de Quito.

Lo más interesante es su esbelta torre, única en su género, la cual original-


mente mostraba hermosa factura; en ella se apreciaba el deücado trabajo de
ladrillo que se prolongaba a todo el templo, mostrando que, incluso en lias
sencillas soluciones, Briining ponía lo mejor de sí como diseñador, sacando
partido in úrernis de la tecnológa y de la forma; pues las volumetrías del
conjunto, que incluyen las sacristías, son muy ricas.

El conjunto, en su conformación era übre; pero en 1939 se s¡npezó a cons-


truir la casa parroquial; lo cual opacó en algo la visión total y, para colmo, en
L979, se inauguró la nueva cubierta, que distorsionó su tengente y determinó
la destrucción del espacio interior.

65
19 Fotografia dc 1930, cuando la igle- 20 Detalle obtenido en 198d de Ia to-
sia estaba terminóndose, pues dtn se rre y los empates en la igksia y ta sa-
observan los anfu¡nios; el chapitel de cristía; nótese la huella de la aatigua
la tore estó apenas übujado sobre la techurnbre dc esta úItima Puedc per-
foto y no se percibe la balanstrafu. cibine la sencilla, pero bien tabajada
neochísica Ete en los hechos dcbió sa- traba de los muros. CAB.
Iir dcl control de Bruning. ACR

Los enlucidos, la aparición de las formas extrañas que decoran actualmente


la fachad4 así como la desaparición de ciertos elementos litúrgicos, ensom-
brecen labelleza, de la iglesia original.

Desgraciadamente, por falta de ayuda y dirección, el párroco ha hecho lo que


con buena fe ha podido; en 1989 se pintó la iglesia, en las partes enlucidas,
con blanco y "azul eñil"; se volvió a colocar la cnu-paranayos de la torre de
antiguo diseño de Brifuring.

IGLESIA DE NT]ESTRA SEÑORA DE TA PRESENTACION DE EL QUIN.


cm.
con los siglos, la devoción a la virgen de esa advocación había crecido y su
pueblo, nativos y devotos, deseaba fervientemente reemplazar el pequeño,
deteriorado y humilde templo por otro miás acorde con su fe.

El hermano coadjutor Jacinto Pankieri, de la orden de Don Bosco y que tenía


afición por la arquitectu¡a, plas-¿ los planos básicos, aproximadamente en-
tre 1904 y 1905, tomando como modelo la romana Basílica de Santa María La
Mayor, pero, algunos años antes, desde el?Á de agosto de LX)Z, se autorizan
mingas dominicales con el objeto de reunir materiales para la construcción
del nuevo templo.

Fl Vicario Capitular, Ulpiano Pérez Quiñonez coloca la primera piedra el2


de febrero de 1905; pero las cosas no progresan mucho hasta findés de r9r2;
pues se resuelve que ninguno de los objetos de la iglesia antigua sea destruído
y que se los guarde como reliquias; en efecto, al tgual que el altar mayor, se
los consideraba preciosos monu'nentos de a¡te.

En I9L2, el Arzobispo de Quito, González Suárez, confía ¿ !¡iining la direc-


67
ffiffit
fT.*

ü rü!ü
21 El templo en construcción en 22 El templo en 1928, ya acabado;
1922, cuando se están levantando los mírese el juego dc enlucido, ta¿rillo
remates dc las tones. Nótese la anti- visto, aistones, portadas y elementos
guabalaustrada del atrio, diseño ctási- en pieúa; original en el Ete resaltan,
co en Büning y su relación con el es- maravillosa y sobriamente, Ios detalles
pacio erterior que hoy ha arquitectónicos que actualmente estóm
desaparecido. ACR. ocultos. ACR.

69
ción de la obra, así como todo lo necesario desde el punto de vista arquitec-
tónico, todo con el fin de llevar a feliz término la obra que ya se había comen-
zado; pues, a la época" estaban en pie algunos de los arcos.

El 19 de mayo de 191ii se empieza a derrocar completamente el viejo templo,


sobre el cual la gran obra se efendería.

Su primera intervención empieza cuando ¡saliza los planos para la cúpula, el


tambor y la linterna; los trabaja en septiembre de L91ii.

Para abril de 191d cuando estaba conclulda la gran cúpula, la corona con una
cruz, también diseñada bajo sus conceptos.

En 1915 se están construyendo ya los cinientos para las pilastras de los mu-

24 Detalle ful crucero, dond¿ se ob-


23 La nave cantral, con su podcrosa serva la gran aúpula,las pechinas, los
bóveda fu cañóry fuertes comisas, pi- arcos torales y los lunetos dc la bóve-
lastras, otcos perpiaños, vista fusdc el day la alpula; todo ueaun conjunto
coro. Iumlnico de grata impresión.

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W
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ros y el Z) de agosto se está trabajando en la bóveda central. Al año siguiente
están acabadas todas las arquerías del templo y se comienzan los trabajos de
la fachada; para l9L7 se concluyen las bóvedas laterales, se elimina el muro
de separación de lo ya construído; el2l de noviembre de 1918 se puede apre-
ciarlo por primera vez en toda su map.ificencia espacial.

Antes, elll de octubre de 1918, diseña la nueva fachada del templo y, el6 de
áiciembre del año siguiente, la torre izquierda está lista para recibir la cam-
pana. Igualmente, tres años más tarde, a principios de 192l,la fachada está
finalizada y se coloca la cruz del tímpano central; la otra torre sigue crecien-
do y Briining snpieza a dirigir sus remates ent922, mientras se avarrza, con el
enlucido interior del templo.

Fnly?A se comienza el enlucido de la fachada y se concluye el remate de las


torres; se inicia la colocación de las primeras cinco vidrieras, para, al siguien-
te año, coloca¡ otras cinco, de tal manera que se realtzasu bendición solemne
el12dejulio. I-a construcción, aunque falten detalles internos, puertas, ven-
tanas, pintur4 etc. ha sido concluída tras veinte años consecutivos de trabajo.

I-as sacristías aledañas fueron diseñadas cuatro años más tarde, el 16 de ma-
yo de 1928; hasta cerca de su muerte, Rrii'ning no desampara su obra, para la
cual posiblemente tuvo ideas precisas sobre su decoración; ésta es realizada
por el hermano Enrique Mideros; pero, en 1938, es suspendida por no estar
acorde con el estilo inicial del templo. Hay que esperar hasta 1!X0, año en el
que Luis A. Ruiz larealizay la concluye.

De todas maneras, la basflica, de enormes proporciones, demuestra las capa-


cidades técnicas ds g¡üning en el trabajo de este historicismo neoclásico, es-
tilo al cual pertenecieron sus planos origlnales y que completó con solvencia"
guardando los esquemas del mismo. La cúpula, sobre tambor, que se descar-
ga por pechinas, posee nervaduras meridianas y paños de relleno y es típica
de ese estilo. [¿sgrandesbóvedasde cañon, que descansansobre poderosas
pilastras y contrafuertes exteriores, las cornisas, los lunetos, los detalles de
vanos y bajorelieves, así como su configuración espacial y juego volumétrico
de naves, capillas laterales, crucero, sacristías con cúpula, etc. también defi-
nen el peculiar y noble estilo de la iglesia.

En generat este es un maravilloso ejemplo para comprender el concepto


neoclásico, y el de !¡iining en particular, con sus características tectónicas en
't)
lad¡illo y piedra.

La última consoüdación de la basflica se la terminl el22 de diciembre de


1-988, como producto de las fallas aparecidas con el terremoto de 19g7; se la
realiza oon muy buenos criterios, ya que se construyó una estructura interna
en las torres y se amarró la bóveda central para evitar su desintegración.

cAprLrA F['NERARTA DEL CEMENTERTO DE SAN DIEGO. QI]ITO.

La Sociedad Funeraria Nacional venía construyendo, én diferentes etapas


desde L851, este tradicional cementerio, ¡ entre lgtl y L9L2, deaica sus es-
fuerzos a adquirir nuevos terrenos para ampliar las obras e infraestructura
existentes y construir una capilla funerari4 cuyos planos los realiza Briining
en junio de L9l2i' se comien"a la cimentación el siguiente 4 de diciembre; el
dla22, el Arzobispo González suárez bendice y coloca la primera piedra en
el centro del planeado cementerio, que ya era utilizado.

Brüning completa los diferentes detalles en mayo del año siguiente de 19ü!;
se sigue con la cimentación hasta marzo de l9L4; todo queda interrumpido
por diversas razones hasta 1930, casi dieciseis años más tarde.

E,t1932 se han concluído los arcos del lado derecho y tres pequeñas bóvedas.

El5 de abril de lpJ{ l¡iining diseña el hermoso pórtico de piedra de la en_


trada. A principios de mayo de 1935 s¡iining diseña y ordenala construcción
de la gran puerta de hierro de la capilla, además del altar y armarios para la
sacristía, los cuales se conservan eu la actualidad; la capilla es concluída en
octubre de ese año y es bendecida e inaugurada el 30 de noüembre.

Su estilo se lo clasificaría dentro de un puro neoclásico-bizantino, ya que re-


cuerda especialmente el plano original de Bramante para San pedro áe Ro-
m4 aunque a pequeña escala. se percibe con claridad la rica volumetría" en
forma de utlz griega, con capillas adosadas que amplían y unifican er espacio
interior.

Es importante su cúpula, descompuesta en nervaduras merid.ianas y paños de


relleno; el perfil peraltado sobre tambor permite la ilumin¿gi6n tan buscada
en el renacimiento y que Brtiuring domina y utiliza m¿ás de una vez. Su cons-
trucción implica precisos trazados en el aparejo de ladrillo.

73
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,*l1ir;n'i*
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-ffii; i¡i

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25 Wstafrontal dc la pequeña capilla de crucero y una de las capillas a cua-


con el pórtico neoclásico en piedra asf rento y cinco grados. Los dctalles de
como Ia puefta dc hieno, diseñada Ia aítpula se prolongan al úerior;
tambün por Brüning su volumetía y apréciese el tabajo en piedra y la co-
el trabajo en laúillo es impecable. rrecta solución fu los ortos toroles,
pechinas, pilaslos y colwnnas Ete
26 Detalle del ómbito interior: la zona conforman el espacio. CAB.

Particularmente llam¿fivs es el trabajo, realizado en ese ladrillo, de toros y


dientes de sierra, típico de las cornisas y capiteles compuestos realizadas por
Brüning; el pórtico de piedra es de un purísimo estilo neoclásico.

El espacio interior es uno de los más hermosos por el uso coherente de los
torales y los pies derechos, donde se arriman y descargan en hermosas mén-
sulas de piedra.

Actualmente ha sido limpiada, respetándose su originalidad; su techumbre


fue cambiada hace algunos añog pero sin haber causado problemas mayores.

75
IGLESIA DE CONOCOTO.

Brüning realiza los planos de la fachada de este templo el ?n de enero de


191), tomando en cuenta la construcción futura; pues estos detalles incentiva-
ban a la comunidad a enfrentar la obra; él los completa totalmente en diciem-
bre de l9?5; cnmien t¡ los trabajos de cimentación el L3 de enero siguiente.
La colocación de la primera piedra" que se encuent¡a cerca del Santuario, se
l" t"oli'n aon gran ceremonia, el 15 de diciembre de aquel año.

El25 de julio del9?3


se bendicen las poderosas columnas románicas; los mu-
ros de piedra avarüaÍr con rapidez, de tal forma que, para marzr- de lV29,la
construcción de las naves laterales está concluída ¡
enjunio de L931, los ar-
cos torales de la nave central han sido terminados.

27 Wsta posteior de la iglesia, en dc las noves.


don& se aprecian los üferentes volú-
menes Ete conformon los espacios in- 28 Detalle dcl hermoso pórtíco dc pie-
teñores en perfecta integracióq las es- dra con balatstrada, pinóculos y co-
beltas tones y pafte dc la caryínterfa Iumnas; todo, típico del rornóníco.
29 Detalle del órea interior: tres naves romúnico. La decoración sigre los
y crucero con capillas; en primer pla- cónones de Briining, ya que fuera
flo, magníficonente dSnidas, las realimda fuego de su nuerte por Rafael
Wesas columnas de piedra de estilo Nicolalde, uno de sus discípulos.

Hacia enero de 1933 se va terminando el trabajo de las bóvedas vaídas cen-


trales, elaboradas en piedra p6mez.

Los detalles se van solucionando en épocas diferentes; así, se diseñan los ca-
piteles el 9 de octubre delV27; la puerta principal, recién el 31 de enero de
19%y el hermoso pórtico de estilo de la fachada, en octubre de ese año.

Fallecido ya Briinin& se empieza la decoración en 1fI39; corre a cargo de uno


de sus discípulos, Rafael Nicolalde, que trabajó en la construcción y decora-
ción de San Roque de Quito; se termina y se bendice este trabajo el 31 de
agosto de 1941; la consagración de la iglesia tiene lugar el 1de mayo de 1948.

El conjunto es un ejemplo clásico del historicismo románico: sus arcadas de


78
medio punto, las esbeltas torres cuadrangulares ¡ en especial, su hermoso
pórtico, con balaust¡ada típica ds B¡iinin& la identifican como tal.

Son notorios los ángulos formados por sillares en aristón, a manera de ma-
chóq para su reforzamiento estructural a semejanza de los de la iglesia de El
Quinche.

Su volu'netría espacial está definida por tres naves de dos alturas, cubiertas
con bóvedas vaídas de piedra p6mez, capillas de crucero y la sacristía.

Todo el trabajo es en ladrillo, son un hermoso y singular juego de vanos, ro-


setones y contrafu ertes.

Interiormente, es un claro ejemplo de espacio y de estructura, en el que se


destaca su trabajo en piedra, tanto en colu'nnas mmo en altares, al igual que
la carpintería de ventanas y puertas; todo es diseño origln¿l ds l¡iining.

La iglesia, que aún se conserya sin alteraciones, a exc€pción de pequeños


cambios que se realizaron para colocar los relojes en 1970, es cui-dada con
mucho celo por el actual piárroco.

CAPILI,A DE IAMEDALLA MII,AGROSA" AMBATO.

El á¡ea que había ocupado la antigua iglesia de San Francisco, templo que
databa de la época colonial y había sido reconstruído en diferentes ocacio-
nes, fue el lugar que se escogió para levantar un templo a la Medalla Milagro-
sa, cuya devoción nació en Francia en L830 y está vinculada a las Hijas de la
Caridad de San Vicente de Paul, las cuales, desde el gobierno de Ga¡cía Mo-
reno, estaban encargadas de los hospitales púbücos del Ecuador.

Seguramente fueron estas las razones por las cuales 1¿s ¡sligiosasdecidieron
construir una nueva iglesia, cuya primera piedra se coloca el 19 de julio de
1902. El padre R.P. [Iermet, C.M. realizó los planos básicos, aunque pare-
cen ser copias de alguno de Viollet-le-Duc.

La construcción se detuvo desde 1904 hasta 1911; en este año, en los meses
de agosto y septiembre, Briining continúa la construcción y define el verdade-
ro carácter de la obra en todos los aspectos y detalles, que carecían de pla-
nos.

79
w.*
H
30 El magnífrco conjunto romúnico lucíones arqtitectónicas en el empate
dc transición al gótico primitivo. ^Su d¿l mismo con el resto dc la bóveda.
estructura de materiales nobles, al El altar moyor también es diseño de
igal Ete su üsposición tectónico, le Bríining aanque la pintura es poste-
han dado una magúfica qresión. rior, se guardan celosotnmte sus con-
ceptos, magnificando los espacios in-
31 Wsta interior, hacia el óbsidc, en teriores.
dondc se obsena Ia pureza de las so-

En 1912 Briining termina la construcción de la cript4 situada bajo el ábside;


las bóvedas, enL9l4; en 19L6 comienza la fachada; en 1919 se concluyen el
techo,las bóvedas y el entablado de la €pill4 faltando solamente el chapitel
de la torre.

Desde luego, y como siempre, Brilning irá definiendo varios aspectos decora-
tivos, como el de las manparas, ventanas, púlpito, altares, etc., de tal manera
que la inauguración ybendición se la realiza elTl de abril de 1920, pese a que
algunos trabajos se los ejecutaráent92L.

En general la capilla, como en otros casos, es un bello ejemplo de un románi-


* 6" ¡ansición al gótico, dentro de los ciánones historicistas. Esta es de una
sola nave, con bóveda estructural de tracerías y oon un cruoero, apenas insi-
nuado por el espacio que debía ocupar.

Lo más llamaüvo es su torre cuadrangular, flanqueada por otras dos peque-


ñas, y los poderosos contrafuertes; todo, levantado en piedra; lo que le da
una solidez indiscutible y muy probada. El chapitel es típico de Brüning y se-
mejante al de las iglesias de San Roque, en Quito, y de Nayón.

La capilla se sonserva magnífisamtnte; en 1984 fue intervenida con muchfsi-


ma seriedad como sonsecuencia de un convenio suscrito entre la Municipali-
dad de la ciudad, la Diócesis de Ambato y el Banco Central del Ecuador; so-
lamente hay que lamentar la exclusión de las mamparas que había diseñado
S¡üning en agosto de LV)n.

IGLESIA DE SAN MIGIJELITO DE PILIARO.

Esta iglesia fue muy querida por Brüning; pr¡so en el proyecto lo mejor de sus
conocimientos como arquitecto. Sus planos los realizó en agosto de L908; su

82
primera piedra se la colocó el 16 de mayo de 1909; los cimis¡¡.* y el ziralo
fueron terminados en el año siguiente.

Para julio de 1911 se terminan buena parte de los muros y las pilastras y luego
se empieza a construi¡ el arco toral del ábside.

La sacristía y el santuario se concluyen en julio de lgIZ y se la aonsagra; se


empieza a celebrar misa para incentivar el espítiru de los feligreses.

En L915 dirige la pintura interior; la entrega para el culto en julio de 1915;


quedaban aún pendientes las torres, cuyos planos los ejecutará recién hacia
finales del año 1925 Sin embargo, la bendición solemne se la realizó diez
años antes, elV4 de noüembre de 1916.

Briining se ha preocupado, como era usual en é1, de todos los detalles: altar
mayor, altares laterales, comulgatorios, púlpitos; constantemente interviene
en las reformas de estos elementos entre 1915 y I9l7; sus preocupaciones lle-
gan a junio de 1937, fecha en que diseña un altar más y sigue controlando la
resolución de las torres.

ffi
32 Wsta general del conjunto en 192$ ya no existe. ACR.
se aprecion los ca¡acterísticas de su es-
tilo neoclásico en la fachada, los to- 33 Wsta interior hrcía el ábside, en
rres, el tímpano, etc.; todo, alterado donde se obsenan las columnos con
por las intenenciones efectuadas a los especiales üseños de los capiteles,
raiz de la caída fu las tones, ocunida las arcadas y la bóveda de cañóry to-
en el wio 1949, a cansa d¿l temmoto dss dc Etincha Al fondo, el arco to-
deAmbofo. ral" qte sepüa el dbsidc, iluminado
con tres rosetones inscitos en vanos
La casa panoq^tial al lada dcrecho, ciegos de estilo neoclásico El viejo
también es obra dc Brüning los pla- comulgatorio, asl como la obra de
nos los realizó en octubre de 1919; hoy carpinteña, oún se conseryan.

La iglesia, de estilo neoclásico, es de construcción mixta" fachada de piedra y


muros de adobe. Interiormente contiene tres naves, con abside, sacristía y
baptisterio; todo en un acabado y en un perfecto equiübrio arquitectónico.

[,as naves están cubiertas por bóvedas, de cañón completo las laterales y es-
c,arz¿Íro la central; todo, sustentado en pilastras de madera.

Las bóvedas son de quincha; su principal característica es su estructura y el


uso de materiales populares, como los recubrimientos de estera y barro para
los cielos rasos.

El ábside es ot¡a de sus hermosas soluciones en estlo neoclásico. tanto inter-


na como externamente.

Desgraciadamente, esta iglesia se halla en un absoluto descuido; pues todo el


servicio ¡sligioso se lo ha trasladado a la moderna. Ha sido una real suerte
que aún se conserve y que, tanto el pueblo como la Iglesi4 traten de mante-
nerla como fué: as( algunos de los altares se mantienen en la vieja iglesia,
aunque otros, como el mayor, fueron trasladados a la nueva.

La pintura fue recubierta en ése o en otros tiempos, ar¡nque todavía pueden


descubrirse sus vestigios en diferentes sectores, dándonos una idea cla¡a de
la bella decoración del templo.

I,A ANTIGUA IGLESIA MATRTZ DE AMBATO.

La antigua iglesi4 que presumiblemente había sido enpezada a edificarse en


t5
I

la época colonial, fue terminada en L842. Era de tres naves con cubierta de
par y nudillo, con arcadas de medio punto que descansaban sobre fuertes pi-
lastras. EÍeriormente tenía techumbrs de tej{L un humilde frontis y una to-
rre de tres cuerpos y chapitel; todo, en estilo nfoclásico.

LaMatitz fue dernrida, como respuesta a las l$gítimas aspiraciones de la Vi-


czríay el pueblo ambateños, quienes deseaban "algo mejor" para su ciudad;
por lo que los trabajos de la nueva sólo comienzan el 1- de enero de 19(X).

En 1909 entra en escena Brüning y reelabora cpmpletamente los planos y de-


fine clar"-ente los de detalles; aprobados éstps, se le encarga seguir con la
construcción.

Termina el arco toral en L9LL y, al año siguiente, tiene ya levantados en pie-


dra sillar todos los arcos torales y los transversales; pero, con buen juicio, de-
cide hacer la bóveda de piedra p6mez, termináahdola en 1915; trabaja los mu-
ros hasta 191-7.

E;n19?n rcaliza, otros planos de la fachada; pues, en el avance de la construc-


ción, se topa con los mu¡os de la iglesia antigua, que se encontraba en forma
transversal a la nueva; cinco años más tarde; el 1i! de diciembre de 1925, el
Arzobispo de Quito, Manuel Ma¡ía Pólit, ben$ice y entrega al culto la parte
ya concluída de la Matriz;la segunda mitad def templo la bendecirá el 15 de
junio de 1930.

La fachada, que sería la principal se trabaja desde L9Zl y se la termina en


1931, aunque faltaban las torres. También" hacia este año, elabora el pretil y
atrio que mira a laplaza; los planos los ha resu]elto en 1930 (fueron inaugura-
dos el 25 de mayo de 1930); pero el frente, que da a la misma, esta¡á termina-
do recién en 1933.

Esta iglesia es de estilo neoclásico, estilo que Briining posiblemente escogió


por las ca¡acterísticas del entorno del parque Montalvo, hacia donde miraba

34 La Catedral, con Iu fachada que monumento. Nótese Ete,


mira hacia parque Montalvo; obsér-
el hacia atrús, faka la segunda parte con
vense lus característicos del neoclósi- la fachada de tones. La foto data de
co, integrado al entomo y a Ia antigua 1922. ACR.
torre de estilo similar, consewada co-

86
v
35 Los planos aprobados el2 de abrilde izquierdQ. I.as torres altos tnrnpoco se
I9I0 permiten apreciar su clara consruyvron.
concepción neockísica. El proyecto
contemplaba cuatro posibilidades de Puede nfitarse, adentds, los cambios en
variación, con torres alÍas o sin ellas, laÍachada, al igual que los realizados
con o sin capillas laterales, en Ia tec!ónica y que lnnto molestaron
a Brünirlg. Los cambios, a la postre,
Its torres mds bajas estaban sobre los llcvaron la estructuro al colapso en el
extremos del crucero y se optó por terremotb de 1949. ACR.
construir solo el grupo doble de la
88
36 Vista inle rior, hacia el dbside, de la lnfotografúa pertenece a un recuerdo
segunda parte de la iglesia. Nótense las de la bendición de la segunda parte,
fuertes colunnas corintias y los llevada a cabo por elarsobispo Manuel
ntarcad os c or nka me nto s. María Pólit Lasso el 15 de junio de
1930. ACR.

una de las fachadas y de la obra principiada, integrando al conjunto la üeja


torre de la iglesia colonial; la otra fachada estaba perpendicular a la nave
central y poseía dos torres.

Desgraciadamente, el terremoto del 5 de agosto de 1949, que casi destruyó la


sierra central, hizo ceder la bóveda central en forma muy extraña; pues las
obras de fl¡iining estaban pensadas y trabajadas para estas eventualidades, lo
cual se demuestra en otras iglesias, como en el caso de la iglesia de la Meda-
lla Milagrosa en la misma ciudad de Ambato. Posiblemente el problema devi-
no de las cimentaciones orieinales y anteriores ¿ !¡iining, así como de los
problemas suscitados cuando se realizó la bóveda y se eliminalon los contra-
fuertes arbitra¡iamente. Este úhims aspecto molestó tanto a f,¡üning que ca-
si abandona la obra... el tiempo le dió la raz6n.

t9
L¡s restos fueron dinamitados y sobre el mismo terreno se construyó la Cate-
dral nuer¡a

IATORRE DEII\CAItsDRAL DE QUITO.

I¿ Catedrd es una de las más antiguas e históricas iglesias de Quito; desde


épocas coloniales ha soportado diferentes intervenciones, como, por ejemplo,
cuandq en el Gobierno del Presidente de la Real Audienci4 Ba¡ón de Ca-
rondelet (1799-1806), se construyen el atrio y el nduomo".

En el terremoto de 1868 se desplomó el remate de la torre, destruyéndose la


cámarade las canpanas; ésta poseía dos vanos, con arcos de medio punto en
cada una de sus caras; su esbelto chapitel era oongruente con el estilo neoclá-
sico eÉerior, acentuado por la forma del duomo y el pretil.

La parte hundida fue reconstruída a fines del siglo pasado; pero se introduje-
ron, como en muchas iglesias de Quito, detalles de estilo góüco, dándosele
vans estn¡cturales en forma de ojivas, sin que el remate se terminara nunca;
pues sólo se la techó provisionrl"'ente para evita¡ su destrucción ulterior.

Desde 1911 se trató de fnahzar la torre; para lo s¡al l¡üning se encarga de


hacer un plano, que no se llevó a la práctical recién, el 8 de junio de 1930, re-
¡lizq strs proyecto para rematarla, aunque en estilo renacimiento.

El problema fue enormemente polémico; pero creemos que f¡úning tuvo lia
nzóo; pues demuestra su enorme respeto por el entorno que, en general, es
neoclásico e historicista neoclásico. Para esto Briining sólo "pastilló" las a¡ca-
d¡s estructurales góticas, convirtiéndolas en arquerías de medio punto en los
recu¡rerando formalmente el estilo original, anterior a L8ó8, y
completando el remate en ese mismo.

Posteriomente, en mayo de 193L, dibuja, en tamaño natural, los detalles de


volutas y demás elementos, concluyendo los trabajos ese mismo año.

37 El rcmae de fines fu stdo; substi- no acordcs con la original tone de es-


frryD oI caído enIffie introducía go- tilo neoclósico. ACR.
ticismos, fuera dcl estilo del entomo y
90
p$tt,

i:::rr:r.:::i

;Si&ói$1
j8 Vista general. La cómara de cam- perior de los frontis, recuperando el es-
pan6 hasta frontis no fueron toca- tilo neoclósico del entomo y de la to-
el
dos en su estructura; pues la ojivas se ne original, unque en pro¡nrciones
conseuan bajo los arcos de medio mucho mayores.
punto y sólo se construyó la parte su-

IGLESIA DE hTT]ESTRA SEÑORA DE AGUA SANTA DE BAÑOS.

Este hermoso templo, posteriormente elevado a la categoría de Basflicq lo


inició el padre Tomás Halflans el LL de febrero de 1904 con planos traídos de
Bélgjcn, de donde era originario; con su e4periencia constructiva, demostra-
da en varias obras que reafizara en la ciudad, logró concluir la estructura, los
muros laterales y las columnas de las naves interiores antes de su muerte en
L9@, año en el que se interrunpen las obras.

Al respecto, cabe menciona¡ que historiadores de tanto prestigio como fray


¡
José M. Vargas basado en éste, fray Pedro Miño Aguilar, no identifican"
desde el punto de vista arquitectónico y constructivo, al verdadero continua-
dor de la obr4 la cual se diluye a partir de 1919 con fray Vicente Bonilla
¡
O.P., Coadjutor posteriormente, párroco de Baños de I97Á a1rg3..

Es en,este período, y más precisamente desde el 12 de diciembre de lg2L,


g¡üning, q'iz4s por estar i¡sompletos o haber desaparecido los planos origi-
nales -cosa demasiado común-, diseña la fachada con dos torres en estilo gó-
tico.

De acuerdo a la forma en que quedó la construcción después de la muerte de


Halflatts, se puede deducir que Brüning, ademiás de realizar y dirigir la cons-
trucción de las torres, debió ser quien termine la techumbre y alguno que
otro detalle ¿sl lsmplo.

Luego de tres años de trabajos, el padre Bonilla suprime arbitrariamente un


piso en la ciámara de las campanas, quitrándole la esbeltez pensada por Brii-
ning; quitás fue en raz6n dela znna slsmica en que se eucuentrE aunque es
de suponer que Briining había previsto perfectamente este problema.

La terminación de las dos torres, según consta en la inscripción de rrna ds


ellas, fue en el año deL929.

v3
39

fiei*
39 Fotografla de 1923, cuando la hasta dond¿ llegaño, al suprimir el pa-
construcción se encontraba a Ia altura dre Bonilla el siguiente piso por razo-
del primer piso de córnaras, altura nes de iesgo sísmico. ACR.

En1937 se hace cargo de la parroquia el padre Sebastián Acosta, quien, con


su dinamismo, y con posterioridad a la muerte de Brifuring, terminará en 1940
el cielo raso de módulos metálicos, posiblemente concebido por éste; pues es
su estilo en muchas tglesias.

La basflica" desde su inicio, fue concebida en aquel estilo; pues, su acabado


fue continuado en el estricto historicismo que Brüning dominaba; por lo que
llegaría a constituirse en una de las más hermosas obras de la arquitectura re-
ügiosa ecuatoriana por su estilo, dimensiones, estructura y decorado.

creemos que el nombre de Brüning, que inexpücablemente no consta e¡ nin-


guna placa ni historia de este templo, debe ser reinvindicado, incluyéndolo
entre las personas que determinaron su culminación.

IGLESIADE PELILEO.

I-a antiguaiglesia de Pelileo, existente desde finales del siglo pasado, es un tf-
pico ejemplo dc las quc, por alguna nzbn, posible o fundamentalmente eco-
nómica, quedarfu inompletas

En L909, Briilning elabora el plano para terminar lafachad4 utilizando el pri-


mer cue{po ya existente. El trabajo lo continua al año siguierte, ter¡ninánde
se el segundo piso; pero se estanca hasta 1916.

Para los años treinta está terminada una de las torreg levantada sobre piedra;
se sigue con la construcción de la otra" de conteúura lgual, completándola
unos años después.

Su concepto arquitectónico es el del eclecticismo neoclásico, acorde con las


formas preexistentes en la iglesia, ar¡nque los constructores no respetan sus
planos y se conviefe en un claro ejemplo de tergiversación formal; pues la
escala de los diferentes elementoE así como la concepción de las alturas, son
alteradas substancialmente.

La iglesia se vino abajo con el terremoto de agosto de 1949; su destruc¡ión se


e4püca porque se la construyó sobre los cimientos preexistentes, cimientos
95
i.ttiil!:

,','ii*
t,i:tr1ll
;di
4l

i;T

40 Plano original de Büning donde Ia escsla de la totre y del frontis. Un


se aprecian los claros conceptos for- peda.m, que mide mós de cuatro me-
males dcl eclecticismo neocldsico. La tros de altura, y Ete peúeneció a uno
construcción ya existía hasta Ia altura dc los áttgulos y arcos de medio punto
de la prímera comisa. ACR. d¿ una dc las cfunoras de las campa-
nas, el pueblo lo guarda como triste
41 La iglesia de Pelileo en los años reanerdo del aciago dlq en el sitio
treinta, cuando se construía la segtn- donde sistió laiglesia ACR.
da tore. Nótense las alteraciones en

que Brihing debió haberlos definido como correctos, aunque nunca podía
suponer las terribles fuerzas de la naturaleza qtre se presentarían avasallado-
ras, dando al traste con todo el pueblo y porque, además, se vió obügado, por
su respeto a los estilos, a mantener el neoclásico, estilo que jamás creyó sería
el más conveniente, precisamente por los problemas sísmicos que ha tenido y
tiene el país.

CAPILI.,A DE I\T]ESTRA SEÑORA DE I"A ESCALERA" QUITO.

La imagen mural, pintada por el padre Bedón a finales del siglo XVI, fue
97
ffi
$$
42 Fotogrofia del año 1915 que com- d¿l óbside trasladodos de lugar, al
prueba que Ia capilla se encuentra iyal que el antiguo comulgatorio. EI
prácticamente intacta; pueden tam- altar también es üseño de Bríining
bíén obsenarce los antiguos vitrales ACR.

arrancada en 1871 del antiguo y ya extinguido convento dominicano de La


Recoleta; fue trasladada a una pequeña capilla construída para este propósi-
to en la Pleza ls la Recoleta, a un lado del actual Ministerio de Defensa Na-
cional; fue bendecida en 1873.

En 1909, al conmemora¡se el centenario de nuestra Independencia e iniciar-


se la construcción del Palacio de la Exposición, se decidió, por Decreto Eje-
cutivo, demoler el pequeño santuario. Los fieles, alarmados ante esta triste
perspectiva, y habiéndose ya empezado su demolición" decidieron trasladar la
imagen del muro a un lienzo, que fue llevado al templo principal de Santo
psmingo, en espera de construir uno más bello y espacioso que el destruído.

S¡üning se encarga de realiz-ar en octubre de L912los plenss, de una capilla


que se adosaría al templo; se empieza la cimentación el5 de diciembre del
mismo año y se la concluye en febrero de I9I4.

La ceremonia de bendición y consagración de la nueva capilla se la realiza el


1de noviembre de L915, casi dos años más tarde.

En este mismo año 1915, Briining ¡e¡lizalas obras de diseño tanto del primi-
tivo comulgatorio (hoy desaparecido), como el de la carpintería ds ys¡[ena\
y el del altar mayor, en donde se coloca la imagen; constituirá, además, una
de las decoraciones -ás bien logradas por é1.

La capilla la resuelve en un estricto eclecticismo (gótico y neoclásico), esülo


que ha escogido porque ya la iglesia había sido alterada al introducirse estos
conceptos arquitectónicos a finales de siglo, tal como se alteraron, de igual
forma, otras iglesias de Quito; por lo cual Briining determinó que el eitilo
fundamental de la mayorfa de los espacios de la iglesia estaban déntro de es-
tos cánones y gue, por lo tantq el de la capilla que se adosaba debla ser su
continuación; es de una sola nave, con coro, ventanas ojivales que iluminan a
otra de las capillas góticas adosadas y construídas en el siglo pasado. DesLá-
case el cielo raso y las cornisas de módulos metálicos así como el hermoso ar-
co triunfat estructural y decorativo,que diüde el ábside de definidqs elemen-
tos y cuyas nervaduras se descargan sobre impostas.

99
IGLESIADE SAN SEBASTIAN. QUITO.

La antigua parroquia de San Sebastián poseía, desde épocas coloniales, un


pequeño templo que es reparado, como muchos otros, con posterioridad a
los terremotos de 1856 y 18ó8, reconstruyéndose el pequeño remate de la to-
rre. Desgraciadamente el deterioro y descuido de siglos dejan su huella; al
mismo tiempo, en la zona de la exposición de l-910, se construyeron tanto el
edificio que ahora ocupa el actual Ministerio de Defensa como la
"-püación
de la calle Maldonado; el aparecimiento de la calle Ambato y el desarrollo de
la ciudadela Centenario determinaron que la parroquia aspire a un templo de
mayores dimensiones y características. Es así que, a uno de sus lados, se pla-
nifica el nuevo templo, cuyos planos completos los realiza [¡iining entre ju-
nio y noüembre de 1923; se coloca la primera piedra et LT24, cuando ya se
había comenzado la cimentación, llegándose hasta elzícalo en1925.

En 1930 se continúa con la construcción, de tal forma que, en 193, están ter-
min¿d¿5 todas las bóvedas laterales; se empiezan a construi¡ los grandes ar-
cos perpiaños que estructuran la gran bóveda de la nave central. Es aquí
cuando se alteran los trabajos, debido posiblemente a la muerte de Brii,ning,

43 Pequeño grófico que hemos logra-


do ubicar como proyecto de Büningy
en el cual se perciben las caracterfsti-
cos que plonificó para este templo; si
se sigue la lógica estilística de Brüning
es posible acencane a sus ideas. ACR.

44 Wsta general de la iglesia. Nótese


el hermoso óbsid¿ que realizó en
manpostería" annque su cubieña es
producto de una iló$ca comprensión
de los conceptos arquitectónicos y fue
realizada después de la muene de é1.

r00
a la posterior pérdida de planos y a la situación económica de la parroquia.
La iglesia será terminada muchos años después.

El plano de Brüning, de tres naves sin crucero y ábside en tambor, se encaja-


ba dentro de los conceptos del historicismo romá"ico. Una gran nave de ca-
ñon cubrirfu la nave central; las laterales serían cubiertas por bóvedas de ca-
ñón transversales, a -ás baja altura. Tendría dos esbeltas torres; el resto de
su estructu¡a sería trabajada en ladrillo.

Desgraciadamente nunca se la terminó bajo sus conceptos; se cometieron


errores tan evidentes como la cobertura del ábside, ¡s smpatado con la lógi-
ca de un cuarto de naranja con sección de cañón que se empareja con preci-
sión en el diafragma (actualmente no triangular), colocándose simplemente
una cúpula que precarianente se iguala al diafrag-a del arco triunfal. De
igual forma no se respeta la estricta bóveda de cañón a la altu¡a de los arcos
perpiaños, convirtiéndola en escarzana.

En la fachad4 de cla¡o estilo románico por las arcadas de medio punto, con
fuste cilíndrico y montadas sus basas sobre dados, vemos el tipo de contra-

101
45

,.
,fi ii
45 Fachada frontal dond¿ se perciben como la üfercrrcia en I¿ calidad M
con cla¡idad el contraste de estilo, así trabajo.

fuerte típico de l¡üning, archivoltas, cornisas, etc.; en ella se eler¡a rrne humil-
de estructura de dudosos elementos góticos que rompen bruscamente el esü-
lo.

ojalá que, con la idea que existe de continuar las torreg se recupere el estilo
origin¿1, claro y lógico ds N¡üning.

un problema semejante sucedió con la iglesia de san José de Minas, que fue
terminada por la misma persona, tras la muerte de Brüning.

CAPILIA DE SANTA TERESITA DEL NÑO JESUS. AMBATO.

r¿s Madres de La Providencia" bajo la dirección dela R.M. Benedictia, deci-


den crear una escuela y colegio en el barrio de Miraflores en Ambato.
Bri¡ning se encarga de realizar los planss del colegio y los de la capilla en oc-
tubre de LW; se coloca la primera piedra el3 de noviembre de 192l. Sigue
la construcción en un prooeso bastante continuo y yq en ry3z,latiene bajo
bóvedas.

Itá rcalizendo diversos aspectos de diseño interior, como el altar mayor en


abril de 1930 (no existe actualmente); la hermosa rnempara y la carpinterfu
del coro en septiembre de L!85; armarios, comulgatorios y las hermosas ven-
tanas y puertas en el año de 1936.

La pintura se realizó en los años cuarenta; es de factura rnuy semejante a la


¿s l¿ lylsdqlla Milagrosa de la misrna ciudad y con iguales criterioa.

La capilla es otro maravilloso ejemplo del historicismo románico concebido


por Brüning; es de una sola nave, pero con 'na elegante bóveda de cruaero
estructural. L,as arquerías de la fachada, que descansan sobre colunnas ado
sadas de tlpica factura románicq son un buen ejemplo del estilo.

Destaca el trabajo de ventanas y puertas, así como el de la m¡mpara y el de la


carpintería del coro, que constituyen uno de los mejores trabajos de esta na-
turaleza que aún se c¡onseryan del autor.

103
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46 Lafachoda en que se destacan sus caracol y la hermosa ntampara; todo
arqteñas de medio Wnto y sus co- en ntadera y sostenida en pilastras de
lumnas romónicas; ejemplo de un ladrillo. Puede apreciane parte de la
sencillo pero coherente trabajo de di- bóveda de crucero, tlpica del romómi-
seño. co.

47 Detalle del coro, su escalero de

En la actualidad, aunque esté sitiada por otras construcciones, se la mantiene


con esmero; la pintur4 posterior a Briining, y reali"rda por el señor Vidal, es
un buen ejemplo de decoración asociada al estilo.

IGLFSIA DE QUISAPINCHA

Para esta iglesia parroquial l¡üning trabaja los planos en septiembre de


Iyn. El de la fachada está firmado el 31 de octubre de 1927 y fue aprobado
por la Arquidiócests el27 de enero de L9?3, aunque los trabajos se habían
iniciado en septiembre delW.
La primera piedra es colocada por el Arzobispo, M. M. Póüt, el 1de octubre
de1929; ello con el fin de anima¡'a feligreses alarealización del templo; pe-
ro, de allí en adelante, casi no se hizo nada hasta l-93L.

En enero de 1933, Briining realizalos planos técnicos de interiores y se conti-


núa la construcción.

En agosto de 1938, cuando g¡üning !a ha fallecido, se realiza la bendición del


templo, que tiene ocho metros de altura, cuenta con dieciseis ventanas, doce
pilastras y diez arcos interiores.

La bendición definitiva se la realiza el?Á de abril de 1942; aunque la bóveda,

48 Planos de fochadas fu Brüning y las aryulas debieron reali-


el frontis
propíedad dc la ponoE^tia; permiten zane sin la vigilanciay control dc Brü-
apreciar las caracteísticas estratégicas ning la idca general contemplaba
dcl diseño, Ias cotas y meüdas se en- unas sacistías que se perciben en el
caentran alápiz dibujo, pero que no se realiza¡on. El
ábside de base cuadrangular guarda
49 I^a constntcción m Ia actualidad; los esEtemas del diseño.

t06
construída fuera del control ds g¡iinin& no falló en el terremoto de 1949, sí
tuvo problemas en el sismo del 22 de septtembre de 1978, todo se la recons-
truyó con fondos alemanes en 1987.

La iglesia es un ejemplo del historicismo románico y podemos comparar la


realidad actual con el plano origlnal de fachadas. Aunque nunca se llegaron
a construir las torres, se las piensa terminar, gracias a los planos originales
que se posee. Toda la estructu¡a es de piedrq como Brthing construía en es-
tas zonas; lo cual determina las características de su forma menos decorativ4
pero sí altamente funcional.

Cabe anotar que es una de las dos iglesias, de entre todas las que construyó a
nivel nacional en la que, en una placa general de agradecimientos, consta el
nonbre de Briining.

IGLESIA DEL PTJEBIJO DE SAN LUIS. RIOBAMBA.

Brüning rcalizÁ en octubre de 1919 los planos para la fachada del nuevo tem-
plo de la parroquia y enlV24los planos restantes. El remate de la fachada la

50 Wsta general de Ia fachada que se


consena sin alteraciones.

t08
diseñó en agosto de 1925. La iglesia se concluye en19?Á y el7 de junio el Ar-
zobispo, Carlos María de la Torre, la bendice.

Su estilo es un senciüo ejemplo de eclecticismo neoclásico, fácilmente perci-


bible en el remate que Brüning elabora. Los contrafuertes nos recuerdan con
naturalidad su estilo en esta clase de elementos.

Aunque el proyecto orig¡ral no tenía cúpula, se aumenta un ábside y se cons-


truye una hace aproximadamente 27 años, como resultado de una serie de
arreglos internos. Hace dos aios, en 1990, se la interviene nuevamente, cam-
biándose el color azul de la techumbre, que es de par y nudillo.

CAPILI,A DE IAS MADRES MARIANITAS DE RIOBAMBA

para las Madres Ma¡ianitas Briining trabaja los planos de la iglesia de la ca-
sa Madre, lo cual permite terminarla; ¿s( mismo diseña los de la capilla que
se encuentra en el colegio actual y cuya primera piedra data de IW y su
inaugUración del 19 de mafzo de 1930. l¡iining continuará con su construc-
ci6n,reaTizando los planos correspondientes hasta noüembre de 1936.

51 Wsta úerior dondc se aprecia la


mano dc Brüning fundanentalmente
en la coherencia de detalles tan sim-
ples como los relieves en los lienms
de la fachada lateral que, en la esqui-
na, se coftan trasladondo la forma al
lado posterior. Este dctalle se lo apre-
cia tanbién en Ia iglesia dc San Mi-
guelito dc Pílloro.

52 El espacio interior, hocia el coro.


Nótese la bóveda dc carnones, que,
por su livianda4 no necesita fu con-
trafuertes al efierior, elementos Ete se
interrelacionan formalmente.
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52

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La capilla del colegio es de estilo gótico, con bóveda de camones; @nserva su
estructura interna origin¿¡ en buen estado, aunque se han arrimado varios
trarnos de construcciones. Ila-a Ia atención la pequeña s"mpanela, de igual
estilo a la que diseñó para la capilla del colegio de los Sagrados Corazones de
Quito.

CAPILI,A DEL COLEGIO SAN FRANCISCO DE SALES. ALAUSI.

[¿ edificación existía en el antiguo colegio desde su inauguración el 7 de di-


ciembre de 1913; Sor Esperanza de Godín, rectora del mismo, para ampliar-
la" consiguió posteriormente que el Padre Briining realf,zara los planos traba-
jados en septiembre deLV24. Llevó un estricto control logrando culminarla y
bendecirla en persona el 1,1 de fsbrero de 1930.

Bajo su dirección" Sor Esperanza realtzó la decoración de la capilla, que es


un buen ejemplo ¿s ¡salismo en el diseño de los personajes que rodean el áb-
side. Brüning diseñó también el altar, asl como el comulgatorio, en estricto
estilo gótico como toda la solución interior; posee una hermosa bóveda enca-
monada.

53 Wsta uterior del elernento gótico


qte Brüning construyó completando
la fachada. Nótese el diseño de la to-
necilla" semejante al del hospital der-
matológico d¿ Quito.

54 Wsta dcsd¿ el coro. Nótense los


capillas de crucero qre amplían tre-
menda¡nente el espacio. El altar ma-
yor tarnbién es diseño dc Büning.

lll
TGLESIADEL BUEN PASTOR QUITO.

Esta iglesia y el convento de origen colonial construídas como ermita de los


dominicanos, fue muy castigada por los terremotos, fundamentalmente por
¡
los de 1856 y 18ó8, perdiendo una de sus pequeñas torres con el tiempo, la
otra. Durante diferentes épocas fueron intervenidos, tanto so¡ ampüaciones
como con reconstrucciones a cargo de diferentes arquitectos, como Tomás
Reed Juan Pablo Sanz, Francisco Schmidt, etc.

Para 1868 estaba construído el frontis que aún ostenta y se había reformado
la fachada con antas y cornisas neoclásicas. Su magnífis¿ chpula desafió el
tiempo y la naturaleza.

Briining empieza su intervención realiz^ndo una ampliación tras el original


santuario; los planos los entrega en abril de 1912, comenzando inmediata-
mente los trabajos. Para marun y abril de 191,4 instala ya las ventanas en el
nuevo ábside, terminándolo por diciembre deI9?n.

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56

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55 Las tones diseñudas por Brüning 56 Dibujo original de Brüning dc las


en estilo historicista neoclásico, acor' torres dc Ia iglesia d¿l Buen Pastor, fir-
dc con los combios de 18ó8 de la fa- mados el 10 de enero de 1913. Se ob-
chada, canbios que ocentuarcn este sems también el cupulino qte diseñó
estilo. El frontís peftenece a oqr"tella sobre el antiguo santuario y que se
épocay no fue topado por Brüning. conserya. CCPL.

rt4
57 Plano original del ábside neoclósi- la atpula antigua. Los detalles d¿
co dc la iglesia del Buen Pastor, finna- comisas, remates, y
especialmente las
do el 5 de moyo dc 1912. CCPL. hileras de üentes de siena son casí
una manca Wrsonal de Bríining. Inte-
58 El óbsidc que arnplía la iglesia; es riormente guarda el estilo con setnico-
de puro estilo histoticista neoclósico. lumnos coronodas dc capiteles com-
Tómese en cuenta los grondcs contrs- puestos y con una dccoración que se
fuertes que, con toda la estrucfrtrs, asocia la del resto dz la iglesia
a
constituyen un nuevo reforznrniento de

Se encarga también de la construcción de las dos torres y de una linterna en


el nuevo ábside; los planos los define en enero de 1913, iniciando su construc-
ción exactamente un año después. Una de las torres la termina en marzo de
l9l4y,para mayo, la segunda.

También en,l9l2realiza,los diseños del altar fijo de piedra en estilo neoclási-


co; los planos del altar mayor son enviados a Munich para su construcción
(existen sólo piezas).

De igual mÍrnera, Briining diseñó la decoración neoclásica en noüembre de


L9t2;la empieza inmediatamente y la concluye también un año después.

El templo es de estilo neoclásico, acentuado éste con las intervenciones del


siglo pasado; es complementado por Briining en idéntico orden y guardando
la escala orig¡"al en el ¡liseño de las torres.

El ábside es uno de los mejores trabajos de esta naturaleza hechos por Brü-
ning, tanto en estilo como en estructura; su construcción conllevó la apertura
del arco de medio punto en el antiguo santuario, sobre el que existía cercana-
mente la antigua cúpula; este aspecto se constituye on'una audaz solución
tecnológica y transforma éste en un aroo triunfal; en la parte de la bóveda de
sarñg¡ S¡iining abre una fuente de luz natural mediante una linterna que defi-
ne con perfección los detalles decorativos del a¡co.

La decoración neocliisica concuerda con el estilo interno de la iglesia, con


cintas, cenefas,decoraciones florales y detalles de almohadillados y dovelas fi-
guradas que acentúan y realzan la estructu¡a del estilo.

La iglesia se conserva tanto en sus características generales como en las par-

tt7
tes intervenidas por $¡üning; sin embargo, el último terremoto de 1987 trajo
secuelias que están siendo controladas.

IGLESIADE SANJOSE DE MINAS.

Briining realiza los planos para esta iglesia en un tiempo de seis meses de tra-
bajo continuo, dándoles culminación en marzo de L933. Su idea origi"al
constaba de tres naves en forma de cruzy el santuario de cúpula; pero, p¿ra
su localización, el pueblo había definido un lugar diferente; cuando se deci-
dió ocupar el ánea de la vieja iglesia, ya enl9t7, tuvo que readaptar los pla-
nos, suprimiendo las capillas laterales y disminuyendo en algo las dimensio-
nes.

I-a primera piedra se la colocó el29 de junio deL937.

Sucedida l¡a muerte de BriÍring y perdidos los planos, poco después la obra
sale de control y la idea de estilo románigo empieza a choca¡ con la interven-
ción de otras personas que mezclan el estilo neocliásico.

tJ *"*gn
59 Claratnente se perciben las pañes 60 Interior Ete rnuestra el magnífico
que fueron construid.os bajo las ideas trabajo dc cantería; su parccido espa-
de Büning en los contrafuertes, la vo- cial y de dctalles es muy semejante a
lumetña, el frontis; no osf las tones la dc San Sebastión dc Quito; pues la
que, aunque poseen esquemas dc él misma perrona intenino en Ia termi-
tal como Ia cupulo, junto con la parte nación dc atnbas.
superior dc la bóveday las comisas dc
las naves, etc. tienden al neoclásico.

La iglesia se termina en 1962 junto con el pretil que se empezó a construir en


1955 se lo bendice el 16 de junio de7957.

l¡iining avanzÓ en las cimentaciones, paredes, columnas internas y parte de


la fachada. La cúpula se terminó después de su muerte y fue constiuida an-
tes de cerrarse las naves; cubre un ábside circular de diseños neoclásicos, in-
congruente con el estilo original en forma y tecnología, aunque no deja de lla-
mar la atención por sus dimensiones y buena decoración, especi¡lmen¡s s¡
complemento, que es el arco toral que posee una artística clave, todo en pie-
dra. El trabajo de las bóvedas se asemeja enormemente, en estructura y de-
u9
talles formales, a la de San Sebastián de Quito; pues, la misma persona que
terminó ésta terminó la de San José de Minas; estas bóvedas descansan sobre
hermosas columnas de piedra en estilo románico.

Las torres, muy posteriores, son de hormigón" con rezagos neoclásicos. El


trabajo de cantería de toda la iglesia es de gran calidad; las mismas dimensio-
nes y La estructura del templo la conüerten en una iglesia realmente impo-
nente. Estas torres, al tgual que el recubrimiento de la gigantesca bóveda,
fueron restauradas sn 1989.

IGLESIA DE SAN A¡ITONIO DE PICHINCHA

Pa¡a la iglesia de San Antonio de Pichincha Briining rcaliza los planos en ma-
yo de 198; en diciembre de lW trabaja planos técnicos de cortes y techum-

61 Le ígl6ia fu qtilo roruúnico mo- faln de cor@ucrt* e,xterior* dcnun-


denn; prenw a los íútimos aíns de cia In si,srencio de la bóveda dc quiil-
B¡úning, nnsrutdo la simphfuación clu.
dcfonnos a la que ataba Ucgando. I4
bre de la iglesia. Los diseños de la fachada los trabaja en diciembre al Wn y
los entrega en febrero del siguiente año, empezando inmediatamente su
construcción. El 14 de mayo de 1931, en una ceremonia en la cual esttrvo
presente Brüning; se colocó la primera piedra que aún existe en la fachada.

La iglesia está resuelta en estilo románico moderno, dentro de los cánones


del eclecticismo; está construida toda de piedra, material de fácil acceso en la
zona; guarda sus detalles en arquerías, cornisas, trlforos, recuadros y frontis
de las torres y la fachada.

lnteriormente pos€e fuertes pilastras que sostienen una bóveda de quincha


Los últimos terremotos de 1987 y 1990 no la afectaron en lo absoluto; lo cual
demuestra el tipo de trabajo que Briining realizaüla.

IGLESIADE POMA,SQTTI.

Esta antigua iglesia se encontraba muy deteriorada tanto por el paso del
tiempo oomo por lo perecedero de sus materiales y el castigo de los sismoq a
tal punto que estaba por desaparecer totalmente cuando S¡üning interviene
en su reconstrucción. Los planos de arquerías, así cnmo los de la fachada, los
realtza en diciembre de 1924- Posteriormente, en enero de 1925, real:rza el
plano para a'mentar la pequeña capilla lateral, terminándose en poquísimo
tiempo los a¡cos interiores, las bóvedas y los contrafuertes.

En enero de19?Á tiene terminada la capilla lateral, en la cual realizó una de-
coración y una puerta de hierro que se coff;erva; sigue con la refacción de la
fachada. En todo caso, se la bendice con la presencia de Brüning el 1 de ene-
ro de 192.6.

Esta iglesia es un claro ejemplo del respeto que él tenía por la historia y los

62 Fongrafia dc 1901 ryc mrctra la mas originala. EI cambio sustarcful


prwario co¡tdición de la igl6ío. Nótc- se dío al intcríor, donde pnúctiamcnfc
se b ruve dc adobe y úbsidc de picdra, se volvi¿ron a corctruir lns nava qrc
fodo con trchwnbre de tejas. AHBC. estaban a punto de cobpsane. Con el
sis¡no de 1990 Ia fachada volvió a te-
63 I-a iglnia brhnnidt por Bríiníng. rcr probbmas y atá sicndo íntunenide
Nóf6e el rcspeto qrc tuvo Wra lasfor- para evilar algún dein mayor. ACR.
estilos en las cuales salvaba lo salvable y reconstruía lo que inevitablemente
se perdía o se perdería. La iglesia, de estilo neoclásico, también fue respeta-
da en este aspecto.

Posteriormente, a causa del terremoto de Pomasqui en 190, hubo nueva-


mente fallas en la fachada. Luego de la muerte de Brüning fue destruida la
techumbre y reemplazada por un cielo raso de estuco y por un ábside de te-
chumbre de madera.

IGLESIA DEL COLEGIO I"A PROVIDENCIA DE I..{ I¡IMACI]IADA


coNCEPrCrON. QUITO.

En la antigua hacienda del Padre Juan Bautista Menten" venido en las épocas
de García Moreno a la Escuela Poütécnic4 se fundó el colegio de La proü-

64 Vista gencral dcl nniwto; nótstse tnaÍos latemla y en el áhside situ la


Ias típicas soltrciona dc contratucrtcs, típieacomisaconidt dc disrtt dc sic-
cornisas, Írontis y ahrwudos. En los fT(L

-**"-*
ñ"!f;ltrr,
r:*ffii:.i..1.
ó5
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# tu

65 El intcriar; Ia 6cela dc alturas que fucünfomul y estrucnral El úbsidc


crean las ojivas, la bóveda de trucerías es un típico ejemplo de nlución perfec-
y las esbeltas colannos dc nadera im- ta.
presionan por su audaciay correcta so-

dencia, en cuyo edificio se realiza¡'on ampliaciones y adaptaciones. Entre és-


tas, en 19@, Brüning realizí una pequeña capilla votiva en honor al Niño Je-
sús, que fue bendecida por él el 17 de mayo de 1916,reallz^ndo en el proceso
varios diseños para comtrlgatorios, entrada para el jardín delantero a la capi-
lla, etc. Pero el trabajo de importancia lo constituye la iglesia, que aún se
conserva y cuyos planos, trabajados en febrero de L9L7, fueron aprobados el
21- de diciembre del mismo año.

La primera piedra se la coloca el29 <le junio de 19L8 y para L9l9 tiene con-
cluída la cimentación y los zócalos, para acabar las paredes en el airo 1924.
La bendición, donde estuvo presente el padre S¡iining, fue realizada por el
Arzobispo Póüt, el 27 de noüembre de 119?5.

Esta magníñca iglesia tuvo solucionados todos sus detalles internos; asl, en

124
febrero de 1924, diseña la puerta principal y la sacristía; en L9?5,los altares
mayor y laterales, comulgatorio, la balaustrada del coro, marnpara, phlpito ¡
devez en cuando, hes¡¿ getca de su muerte, sigue diseñando pequeños adita-
mentos decorativos.

I-a iglesia es de estilo gótico, bajo conceptos historicistas. Construída en la-


drillo, su interior es de tres esbeltas naves, sostenidas por columnas de made-
ra; tiene bóveda de tracerías, sostenidas sobre arcos fajones ojivales.

Posee una torre encerrada en hermosos contrafuertes y con un chapitel de


estructura metálica. El ábside, tanto interna como extern2mente, es un bello
trabajo por su coherencia; igual calidad tienen el diseño de las ojivas de los
vanos y los contrafuertes de estilo, tanto en fachada como en muros laterales.

La iglesia fue afectada en su techumbre por el terremoto de 1987; desespera-


das, las madres del colegio, esperando inútilmente ayuda nacional, fueron au-
xiüadas por personas particulares y entidades extr¡njeras, logrando asl con-
solida¡ y restaurar de buena manera el conjunto. Antes de esta intervención"
los muros e>rteriores y el ábside eran de lad¡illo visto, con excepción de la fa-
chada. Se conserva la carpintería de ventanas, la hermosa mampara y el coro
con su original balaustrada.

rcLEsIA DE SAN JOSE. QUTTO.

En febrero de 1r9?A, cuando la zsna del barrio Mariscal y la actual avenida 9


de Octubre recién se perfilaba mn una y otra quinta, Brüning planifica la
iglesia, sacristía, el colegio y la casa conventual de las Madres Marianitas.
Los planos de la iglesia están listos elL2 de febrero de I9?A; el 28 de octubre
de L9?5 se coloca la primera piedr4 aunque los cimientos ya se encontraban
a flor de tierra. Al siguiente año,192Á, realiza los planos para la casa y el co-
legio; en 1932, continúa realizando detalles de ventanas, altar, etc.

La iglesia es uno de sus más puros ejemplos del historicismo gótico y se con-
serva prácticamente intacta: ojivas, pináculos, rosetón de la fachada, almena-
dos, ca¡ácter de la torre, etc.

Todo está resuelto en ladrillo visto. El ábside es uno de los más perfectos por
su forma y por el correcto acabado del ladrillo en sus contrafuertes, cornisas,
etc. que continúa el estilo del conjunto.

t25
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6ó La fachada hacia la calle Robles. 67 Vtsta lateral Ete muestv el con-


Nótese el trabajo fu lsdríilo visto, ssí junto dc nave, óbside, toñe y srcrístía-
como los elementos de estilo; la comi- Los podcrosos contrafuertes escalona-
sa neoclásica sobre la oiiva de archi- dos demuestran el estuüo tectónico
voltqs de la entrada debe haber salido pormenorizado. A meüa alhtro. se
del control de Brüning obsenan los dientes de sierra CAB-

Interiormente es de una sola nave y el espacio es dominado por la gran bóve-


da de crucerías. Los torales se descargan en pies derechos y las crucerías ca-
si enrasan en la arista del pilar; aspecto que, en el gótico histórico, determinó
la desaparición de los capiteles.

El ábside, interiormente, se rompe en un delicado arco triunfal y los típicos


dientes de sierra se proyectan del exterior al interior.

El altar mayor fue completado por g¡üning en el estilo del conjunto. El cole-
gio fue destruido hace unos cuatro años para reemplazarlo por una construc-
ción de hormigón y la casa conventual se la conserva aún hacia la avenida 12

t27
de Octubre. Ojalá se pudieran remover los muros que la ocultan del espacio
eferior.

TGLESIA DEL CARMEN ALTO. QUTTO.

La iglesi4 de estilo neoclásico y de origen colonial, sufrió en el terremoto de


18ó8 que, a más de afecta¡ toda su estructura, destruyó las antiguas torres. A
finales del siglo pasado (1864) fueron reparadas en estilo gótico y con estruc-
tura de madera y metal; al rgual que otras intervenciones, fueron alteradas
por la intromisión de este estilo, que no tenía nada que ver son la tradición
arquitectónica de Quito.

En junio de L98, Brüning realza,los nuevos diseños s¡ m¡mpostería, pero


respetando lacá¡¡a¡a de campanas de estilo gótico y sólo construyendo sobre
su cornisa Is trabajos se concluyen en diciembre de1r924. Posteriormente,
en enero y abril de 1V25, reafiza,los diseños para completar la fachada, recu-
perando el estilo neoclásico del conjunto.

Este trabajo es un interesante ejemplo que permite reoonocer en Brüning su


dominio estilístico y su respeto a las formas.

8 l4sta general del conjunto. Por el


vefu dc esta manera- Las pílastras de
diseño fu las a¡ttas en fus estílos y el
piedro, como en todas las ponadas de
diseño de Io püte dc piedra dc la por-Quito en las épocas dc las reparacio-
tadt se distingue el estilo neoclósico.
nes del siglo pasado, estaban, desdc
I^os cótnoms con ojivos no son topa- ese tiempo, blanE^teadas con cal.
das por Briining, Ete sóIo recupera el
Büning da conceptos mús modemos
estilo en el chqiUl ya que el antiguo,
y recupera la "coloración estrucfiiral"
¡nr ser fu material perecible, estaba a
de la piedra. Es notorio que los rema-
Wnto de dcsaparccer. Las volutos, el tes gótícos son porósitos en todo el
funtis y el monograma son aplicados conjunto arquitectóníco que, a mós de
por Büning en la portada como ele- la iglesia, incluye el Arco dc la Reina"
mentosformales acordcs con el estilo. el hospítal, el conventq la plaznleta,
etc.
@ En los años veinte, el conjunto se

128
IGLFSIA MATRIZ DE CAYAMBE.

La iglesia había venido construyéndose desde finales del siglo pasado; el 25


de septiembre de LW2 el Arzobispo de Quito ordena que se continúe; su
avanoe es lento y reelié4- en octubre de L917, S¡üning pasa un informe del es-
tado en que se encuentra y las reparaciones que deblan hacerse, encargándo-
se de la terminación de muros, la capilla lateraf etc. Posteriormente enL98,
diseña el techo, etc., pero fundementalmente la gran cúpula sobre pechinas
estilo renacentista.

70 Wsta general de la fachada que se


consena en lo fundarnental; sólo se la
han agregado detalles dccorativos, co-
mo estrías en las antas, balustradas
en la tone y sobre el frontis, etc. sobre
la manpostería. La foto corresponde
a los años cua¡enta.AIIBC.

IGLESIA MATRIZ DE MACHACHI.

La planificación que S¡üning reaiizó en enero de 1-9L8, en estilo ¡6¡ánig6,


poseía dos torres, cúpula, tres naves, trnnsepto saliente, etc. Al notarse que
semejante estructura no estaba al alcance de las posibiüdades del pueblo, se
l¿ 5implifica a tres naves con arsos transversalesy de bóvedas postizas. Pero
para los feligreses constituye un reto; por lo cual, en marzfi de 1V22, realiza,

131
7l

71 Foto dc los atlos cuarenta, en la


cual se perciben el laúillo visto, así
como los detalles laterales fu estilo de
la tone. La balanstrada ciega de la
córnara dc carnpanos es típica de Brü-
ning. AIIBC.

un nuevo plano bajo las ca¡acterísticas parecidas a las de la iglesia actual.

En enero de L924la construcción se halla a la altura de las ventan¿s. !¡iining


insiste en que no se coloquen los a¡cos fajones transversales; pues los empu-
jes no serían soportados por las paredes que, oomo puede notarse, no poseen
contrafuertes; pero se insiste en esto y se los construye.

En febrero de L9?A diseña la fachada. En febrero de 1926 se realiza la bendi-


ción de una parte de la iglesia; de esa fecha son los diseños para las puertas
principales enlV27.

Ya en el lejano febrero de 1956, se concluye el pretil; en L979 se la reconstru-


ye y se restau¡a la pintura interior, así como se enlucen las fachadas laterales
de ladrillo üsto.

El estilo románico se percibe en su fachada con claridad" por la fácil asocia-


ción a los elementos formales que Brüning sabía manejar. Es interesante su
gran espacio interior, sostenido por pilastras de ladrillo que son las que so-
portan, posiblemente en forma precari4 los arcos perpiaños que sostienen la
bóveda de quincha, convirtiéndose, éstos, en superfluos.

t32
La volumetría de las naves a dos alturas, el ábside, las sacristías, etc. la con-
vierten en un agradable conjunto arquitectónico.

IGLESTA DE SAQTTISII.

La iglesia se había comett"ado; en febrero de 1908, Brüning re¡lizalos planos


para las bóvedas; el 10 de julio de 1910 se bendice una parte considerable pa-
ra destinada al culto e incentivar el avance de la construcción. Ese año dise-
ña también el alta¡. F;nl9lZrcafiza,los planos para la fachada; se trabaja du-
ramente en 1919 y se la se concluye entÍ2l- Posteriormente en L92ó, los al-
ta¡es laterales y la mampara.

72 Fotografia dc los wlos cuuenta' Etierdo, se puede obsenar Paúe fu la


en la Ere se percibe la fachoda origi- antigua ca:ta panoEtíal
que Brüning
nal d¿ la igksia con sus chaPiteles realizó y dkeñó en 1928- Esta cons-
más altos y en metal; los altorelieves trucción se conseua, anEte con alte-
de las cbnarus de catnpanas han sido
raciones. AHBC.
alteradas en su úngulo. Al lado iz-
Aquí tambiénrealiza la decoración interior del templo entre L9B y L924.

La iglesia es de sencillo estlo gótico, de dos torres con remates de metal ba-
joreüeves octogonales y las clásicas ojivas.

Desgraciadamente, la iglesia fue totalmente derrocada, quedando sólo la fa-


chada como recuerdo, alterada en los remates y pequeños detalles.

CAPILI"A DEL ANTIGUO HOSPITAL DE LATACUNGA.

En este conjunto del antiguo hospital de l,atacunga, comenzado el 11 de mar-


zo de 1866 e inaugurado en noviembre de 19(D (hoy edificio de la Sanidad),
s¡iining diseña los planos, para la capilla integrados al estilo neoclásico del
edificio y a la entrada original. Esta está determinada por r¡na entrada en ar-
co, que posiblemente Briining arregló en 19@. Para este mismo año tiene
terminados los muros y en L910 termina la bóveda, de tal manera que puede
ser bendecida en una ceremonia presidida por él en la naüdad de 1910. Es
un interesante grupo integral, donde, además, reaTiza. el diseño de la carpin-
tería de los vanos, la decoración integral de rasgos jónicos, que se conserva;

73 Wstq hacia el coro, dc Ia capilla


del ontiguo hospital de Latocungo, en
estilo neocilísico (jónico), de acuerdo
al conjunto y realizada en sus míni-
mos detalles dccorativos. Posee un
óbsidc con cúpula y comunicación a
antiguos espocios dzl hospital, a través
dc a.rcadas laterales.

r34
así como confesionario, comulgatorio y pedestales en septiembre de 1911; re-
novó el altar mayor en septiembre de lV2I, altar que todavía se c¡onservia-
Actualmente está siendo restaurado por el Banco del Pichincha de I-atacun-
ga y podrá entra¡ al servicio ¡eligioso próximamente.

CAPILU\ DEL COLEGIO DE MARHNITAS DE GUARANDA

S¡iining realiza, en enero de LV?n los planos completos para esta capilla I-a
capilla fue concebida en estilo románico de tres naves y dos torres; fue solu-
cionada en sus mínims5 detalles.

En la fachada se percibe el gran frontis, flanqueado por las torres; en el alme-


nado, los grandes arcos de medio punto, que perfilan el rosetón, descansan
en senicolumnas de estilo; las archivoltas, que estián formadas por toroq
acentúan el mismo.

Las torres poseen tríforos en cada cara y almenados bastante acentuados- Sus
chapiteles tienen ¡smpimis¡ts a media altura" método típico que permite
agrandar su esbeltez.

74 Wsta general de Ia fachada; se


aprecían sus ekmentos romámicos y la
profusión de vanos de meüo punto.

75 Las bóvedas dc arista con la ac-


tual decoración. I-os capiteles recuer-
dan la capilla del Seminario dc San
José d¿ Quito; lss columnas tombíén
son dc madero-

l3s
I¿s fachadas laterales llevan vanos de medio punto y la falta de contrafuertes
denuncia la estructura de la bóveda de quincha.

Interiormente, la bóveda de arista en quincha crea un hermoso y emplio es-


pacio. La zona del coro en madera es un clásico trabajo de Briiming. I-a c,ar-
pinterla de rosetones y ventanas se conserva, como en general toda la capilla;
aunque se han adosado construcciones de hormigón de última época.

IGLESIADE CICALPA

Pa¡a esta iglesi4 ya comenzada a principios de siglo con restos de las ruinas
de la antigua Riobamba, !¡iining realiza,los planos en mayo de L91-9; los de la
fachada están firmados el 15 de noüembre de 1935 y su aprobación por la
Diócesis de Riobamba data del 10 de diciembre.

El concepto arquitectónico de la iglesia es el románico, pero oon una espe-


cialísima variante en el diseño de las dos torres, aunque, en las tergiversacio-
nes, se acentúan detalles de franco estilo neoclásico.

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76 La fachada a Ia época actual; los do el muro intemo.


remates nunca llegaron a terminarce y,
por lo tanto, tompoco los accesos in- 77 Plano original de Büning obsér-
temos que debían solventone con una vense las alterociones en la portado,
escclera fu ca¡acol Ete corría besan- en elfrontis y en los comisas-

138
Es interesante analizar el plano origl'al de Brihing de propiedad de la casa
parroquial de Cicalpa; muestra, por comparación, las partes donde no se res-
petaron sus ideas, como las ca¡acterlsticas del acceso en un cambio de antas
para las semicolumnas originales; además, hay que notar los cambios de esca-
las, la introducción de las cornisas neoclásicas, el rosetón y el frontis, donde
se introduce unjuego debalaustradas que nada tienen que ver con los deta-
lles primarios.

Técnicamente Briining plantea la necesidad de amarres de hierro en las cor-


nisas, así como nervios radiales de este material en las torres.

Como ejemplo del cuidado formal en los conceptos de diseño, cabe anotar
que, p:ua pasar de los tambores a las cáma¡as octogonales, se apücan las co-
lumnillas, que no son entendidas oomo elementos de transición de las formas
por parte de los contructores que intervienen después de la muerte de Brü-
ning.

IGLESIA DE SAI\ PABLO DE IMBABURA.

Esta iglesia se la venía construyendo desde 1910, desgraciadamente, parece

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ii"''

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78 Paíe del crucero y la nave; f,icil- dc mó&tlos metólicos Ete, en cada


mente se reconoce, ,londe Brüning in- espacio, conlleva un estuüo indivi-
tetviene. Nótense las comisas con su dual. La nove central estó también re-
típicafacturo cubierta por este tipo de trabajo y,
aunEte los laterales son de recubri-
79 Inteñor dcl crucero y el ábside, de miento de madcra; al óleo, sernejon el
limpia rcsolución estilística Ete res- üseño de la nove central. Este tipo de
ponde a cónones del historicismo neo- técnica- muy apreciado por Brüníng
clásico. Nótense los restos del d¿cora- lo encontratnos en diversas iglesias
do Ete ha sido cosi bonado, así como realizodas en dístintos sitios.
los respectivos diseños del cielo raso

sin una dirección clara; es así cómo, en septiembre de l9l'7, se pide la ayuda
a Briining el cual realiza,los planos para reformar el frontispicio que-no res-
pondía con claridad a ideas de diseño; asírcaiiza planos para el techo de la
parte delantera. El plantea unas volutas laterales a manera de la Matriz de
Sangolquí en el segundo cuerpo y un frontis neoclásico en el tercer cuerpo.

En marzo de t93\realiza diseños para acabar la fachada, como p:üa la cons-


r40
trucción del crucero, del ábside y de las techumbres. Brüning interviene con
conceptos claros de historicismo neoclásico.

En 1987 se consoüda la fachada mediante diafr"gas y cadenas de hormigón,


creando además viseras postizas. Este templo, que desde su inicio no res-
pondía a ideas claras, ha sido nuevamente intervenido sin ningún criterio a¡-
quitectónico. La pintura interior ha sido casi elimin¿d¿.

IGLESIA DE ELANGEL.

Brthing realizn los planos para este ternplo el 10 de junio deI9[ZL. Su avance
fue bastante rápido; pues, pa¡a LV29,lo tiene casi terminado, a excepción de
las torres; sin embargo, enl933,lo amplía con la nueva sacristía y el proyecto
de una capilla lateral, así como en abril de t9tl reahza diseños para la entra-
da del ¡smplo.

[.as torres son de diseño más actual; pero, tanto por la calidad del trabajo de
cantería como por elbuen diseño, se adaptan con coherencia al conjunto.

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80 Wsta laterql dond¿ se observa el aprecia la amplítud del espacio dado


ábside pentagonal, así como el trabajo por las estntcturas ojivales y la esbel-
de la piedra. El almenado, que junto tez de las pilastras. El óbside, como
a la comisa corona las nsves, es clósi- todos los de Büning estó planificado
co de Brüning. Se percibe tqrnbién para permítir una riquísima ilumina-
una de sus tones de reciente conEtruc- ción, completada por la combinación
ción pero de fueúe unidad estilísticas de bíforos y rosetones de las naves Ia-
tanto por su forma como por su exce- terales. Son interesantes las ménsulas,
lente trabajo de canterfa. en las cuales se descargan las ojivas
transvenales que visualizan al instsnte
81 Interior de la iglesia, donde se su lógica constructiva.

La iglesia es uno de los más bellos y puros ejemplos de historicismo gótico de


l¡üning; la vohrms¡¡¿ y sus sencilos detalles lo demuestran.

Estructuralmente está trabajada en piedr4 con tres naves y ábside. Las bóve-
das son de quincha; pero, dada la esbeltez de las pilastras intermedias, pro-
yecta pequeños contrafuertes hacia el exterior.

t42
IGLESIA MATRIZ DE TT.JLCAN.

Fn el terremoto de t923, enTulcán, fue destruida una parte de la iglesia Ma-

{
P Fotografla dc Ete muestra 83 Fotografia de 1978; se aprecia la
1933
Erc se estó rcolizst fu
el enlucido de magnitud dc la cupula neoclúsica.
las rcformas Ete Büningproyectó pa- Con facilidad se percibe que Brüning
mlafachoda-AHBC. anancó después de construir el cruce-
rovelóbsíde. ACR.

triz así como otras iglesias de la vecindad que desaparecieron totalmente.


Debieron pasar algunos años para que se recupere el esplendor del templo.
Es er junio de 1931 que Briining interviene, para reformar la fachadu qu",
desde esas épocas, se mantiene con las mismas características.

En mayo de 1933 realiza los planos para la construcción de la gran cúpula;


como el templo posee rasgos de estilo neocliísico, g¡üning la desarrolla en es-
te estilo, construyéndola conjuntamente con el crucero y el ábside.

Estog hasta el año 19?8, guardaban su e4presión en ladrillo visto.

El templo posee un bellísimo estucado y decorado que fue realizado entre


1951 y 1955 y 1958 y 1961,.

t{4
CAPILI"A DEL HOSPITAL DE TTJLCAN.

Briining realiza los planos de esta capilla en enero de rg26y los pranos para
su fachada los solucionó porjunio de 1933.

La iglesia está integrada a un conjunto más anüguo, pero de claros tintes neo-
clásicos; por lo cual Brüning desarrolló sus ideas bajo este concepto. Espe-
cialmente tiene gran semejrn"a con la capilla del hospital EugenioEspejode
Quito por el estilo y por el gran deambulatorio superior.

84 Wsta general de la capilla. El re- arnplio d¿a¡nbulatorio superior; las


mate superior m el frontis es postizo. arcados de meüo punto, eI orco tiun-
La profusión de arcadas con archivol- fal,y las grand¿s semicofumnas Erc lo
tas y columnas dóricas la asocian a flanEtean, en esa misma coniente ar-
un hístoricismo romano (no romóni- Etitectónica, como tanbién el d¿cora-
co), acorde con elementos formales do que semeja mátmoles, y su cielo
dcl resto del grupo. raso fu módulos metalicos con frace-
rías clásicas.
85 Interior donde se percibe parte del
-T

t,

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Desgraciadamente, la iglesia se encuentra encerrada con algunos muros exte-


riores y como no se la ha mantenido, está bastante deteriorada.

IGLESIA DE SANTO DOMING'O.I,OJA

L,a vieja iglesia había sido sustituida por la nueva, a la cual le faltaba la facha-
da. En marzo de 1916, Brüning se encarga del diseño y construcción de la
misma.

I-a fachada es de estricto estilo romiinico, dentro de los conceptos del histori-
cismo. Es de dos torres y realjzadaen ladrillo üsto. r,os rosetones, semejan-
tes a los de San Sebastián y San Roque de Quito, así como el diseño de corni-
sas, almenados, pináculos, portadas, etc. la asocian al estilo. Sin embargo, los
actuales remates tienen elementos goticistas, que seguramente salieron del
control de Brüning. El trabajo de carpintería en puertas y rosetones se con-
serva en sus originales elementos.

86 La iglesia cuando se había termi- fta es de los años treinta. AHBC.


nado uno dc los remates. La fotogra-

l4ó
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k
La decoración interior la realizí fray Enrique Mideros entre enero de t9?3 y
octubre de 1V29, posiblemente siguiendo cánones establecidos por Briining.
Las figuras, como obra de pintur4 son de estricta intervención de Mideros
como en todas las obras en que estas dos personalidades se cruzaba. Tam-
bién debió haber definido el cielo raso de módulos metálicos.

IGLESIA DE AI"AMOR

En mayo de t9t7 g¡üning realiza,los planos completos para la nueva iglesia


de Alamor, de aproximademente cuarenta y siete metros de largo, con dos
torres, tres naves bajo un solo techo. En octubre de 1922 elabora y envía los
diseños para la construcción de la torre y las ventanas de la iglesia, conclu-
yéndolos en este mismo año.

Desde luego, no podía descuidar la realización de diseños interiores, por lo


que en febrero de Lym, ya tiene el altar mayor ¡ en octubre de 1931, están
listos los diseños de altar lateraf púlpito y confesionario.

La iglesia es de estilo romano, dent¡o de los conceptos historicistas; poseía


bóveda de cañón en quincha y su diseño semeja la iglesia de Malchinguí, cu-
yos planos son contemporáneos.

Las cornisas, las antas, el frontis con volutas, los remates de arco rebajado en
los frontis de las crámaras de las sampÍrnas, además de la estructuración del
espacio interior, profuso en arquerías de medio punto y bóveda de cañón,
identificaban el estilo.

Pa¡a la construcción de las naves usó técnicas de la zona, como bahareque y


estructura de madera.

Desgraciadamente, hace pocos años, la iglesia fue totalmente derruída ¡en


su lugar, se levanta un templo de hormigón. Algunos de los restos de los anti-
guos altares se conservan en total deterioro y apenas pedazos de ellos sirven
aún en la nueva iglesia.

87 La iglesia dc estilo romano, Et( templo modemo. La fotografia data


fue destruída para levantar un gran de los años treinta. AHBC.

I48
o
CAPITULO SEXTO
oTRAS OBRAS DE ARQUITECTURA RELIGIOSA
Con el paso de los años, muchas de sus obras, o donde en alguna forma inter-
vino, han desaparecido; algunas no han dejado rastro gráfico y sólo sabemos
de su existencia por la documentación que hemos logrado recuperar. Algu-
nas han cedido al interés de los pueblos por mejorar los monumentos a su fe
rel$osq haciéndolos miás grandes o "más modernos" (iglesia de Alamor); el
de.scuido hizo presa de otras, a tal punto que no quedaba miís que derroca¡-
las para volver a construi¡ en su lugar (hospital de Ambato); unas pocas han
cedido a las fuerzas de la naturalezapor su construcción defectuosa, al no se-
guir los cánones planificados, porque
';ran sinples continuaciones de obras
anteriores (iglesia de Patate); otras, con la muerte de Brünin& quedaron en
manos ine4pertas para su continuación y en este prooeso están tan irrecono-
cibles que las considera"'os sólo di€uras de registro. Por fin" los cambios en el
último Concfio, que varió conceptos litúrgicos, hicieron que muchas de ellas
estén irreconocibles o se haya destruído su valor arquitectónico indiscrimina-
damente. Algunas también, de difícil control por la lejanía y la inaccesibili-
dad eran alteradas por personas de pocos conocinientos. Otras, por diver-
sas razonei nunca se llegaron a construir.

Algunos de estos casos son:

IGLESIA DE CIIAGUARPAMBA.

Para esta iglesia Briining envía los planos a Loja el 16 de julio de 1919; pero
suconstrucción es lenta; recién en1932 se levantala fachadq que arbitraria-
mente es disminuída en su altura; por lo cual tiene que reafizar variantes en el
diseño original.

I-a iglesia fue concebida por Briining en estilo románico: tres naves, ábside y
sacristía y puede percibirse con facilidad su cercanía formal a las iglesias de
I".a Esperanza en Cayambe y Santa Prisca en Quito. Estructu¡almente, la fa-
chada es de ladrillo y las naves construí.las con las técnicas del lugar (bahare-
que con estructura de madera). Es interesante la solución en una zona de
fuerte desnivel.
r50
Hace pocos ¡ños, su interior fue restau¡ado, pero manteniendo los conceptos
espaciales. Sigue poseyendo su columnata de pilastras de madera, arcos de
medio punto y las dos alturas de naves. Se han realizado consolidaciones de
hormigón en la zona del coro; pero en general las ideas espaciales originales
se conservan.

CAPILLA DE I,A HACIENDA POROTOG. GUACHAI"A"

En la antigua hacienda de la famiüa Bonifaz, s¡ Qangahua, se construyó esta


capilla para suplir a la más antigua que se conserva en otro e¡rtremo de la
propiedad.

Realizó sus planos en agosto de lW y es uno ds l6s últimos que Brüning hi-
zo antes de morir; conjuntamente oon unos para la fachada de la iglesia de
Guasuntos y la capilla de Santa Teresita" en un anejo de Pfllaro, éstos consti-

ffi La capilla dc estilo romónico de b la cerca dc morir, nunca la vío termi-


hacienda Porotog ya construída con nado, ni tuvo control en su construc-
hormigón; pues Brüning posiblemente ción.

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tuyen, pues, casi los últimos trabajos que hemos logrado registrar.

t-a iglesia es de estilo románico: dos torreq una nave de cubierta de par y nu-
dillo y sacristías. I-a iglesia fue terminada en 1938; pero, posiblemente, Brü-
ning nunca la üo concluída.

Desde hace algún tiempo está fuera de uso; fue afectada por el terremoto de
19f37.

IGLESIADEALOAG.

En un terremoto en el año de l9?i, se destruyó el templo de Aloag, por lo


que Briining se encargó de restaurarlo. Realizo los diseños de la fachada en
septiembre de 1925, concluyéndose y bendiciéndose en 192i.

En 1933 se le añade la capilla del Señor de Cosanto, que es de un hermoso


diseño neoclásico.

En 1942 se le añade un ábside, rompiendo la lógica de su espacio interior, ¡


posteriormente se le cambia la techumbre con hierro y asbesto, que no som-
bina en absoluto con las ca¡acterGticas del templo.

Es interesante anotar que posee un hermoso decorado de estuco, siguiendo


los cánones del estilo renacentista del conjunto.

caPILr,a DE I,oS PAI)RF^S FRANCISCAIYOS. SANGOLQITI.

Esta pequeña capilla se encontraba en total deterioro cuando ¿ B¡üning le


encargan rcaltz.ar los diseños, en noüembre de1r9?3.

En realidad sólo existían las paredes posteriores, que precariamente se con-


servaban; pues anteriormente sólo era un espacio oblongo. El estilo tenla
elementos góticos, como las ojivas de sus ventanas y la portada, que a estas
épocas ya no existía. Se conservaba oomo recuerdo de la antigua iglesia de
Sangolquí; pues ambas eran contemporáneas.

89 Detalle del ftontis y una fu las to- anterior. Nótense los dientes de sietm
nes & la iglesía dc Aloag fu elemen- en tes hilems, futalle muy tlpico de
tos neoclósicos Ete responden a las Bríiníng.
curcterfsticas oñginales dcl templo
153
Bribring elabora sus planos por noviembre de19?3; prácticamente sólo utiliza
los cimientos de la anterior; sobre todo dándole ca¡acterísticas de historicis-
mo neocliísico, la integra al conjunto de la iglesia (donde también interviene
en varias ocasiones), a la casa parroquial (cuyo diseño también es suyo) y so-
bre todo al antiguo entorno delaplaza, que aún puede apreciarse.

IGLESIA DE PTJELLARO.

La colonial iglesia de Puélla¡o fue castigada por el terremoto de 1868; pero


su torre, caída, fue reconstruida a finales de siglo; para ést4 S¡üning diseña
una capilla en abril de 1911.

Las precarias condiciones de la iglesia, que todavía se conserva, obügaron a


que el pueblo piense en una posibiüdad mucho mejor; es así como Briining
trabaja sus planos en l9Z7; personalmente traza los cimientos el 4 de enero
del mismo año. La primera piedra, que aún se conserva en el presbiterio, fue
colocada el L8 de junio de L929; segtaá realizando planos en este año y pla-
nos técnicos por febrero de 1933.

Fue concebida en estilo románico (lo que todavía se percibe en la parte baja
de la iglesia) y fue realizada en tres naves con poderosas columtras de estilo,
que crean un impresionante espacio interior.

Luego de la muerte ds s¡üning, las cosas quedan detenidas; posteriormente,


se tormin¿¡'f¡ las obras sin ningun criterio, au'nentándose incluso una visera
de hormigón en la fachada.

Actualmente se está tratando de recuperar sus líns¿s originales y de corregir


los errores de estilo.

cabe anotar que en esta iglesia se da segundo caso on que, a nivel nacional,
se encuentra una placa en la cual se menciona a
Briining como arquitecto.

cAPrLrA DE CHAUPTCRUZ. QUTTO.

En la antigua hacienda de chaupicruz, cuyos alrededores constituían presu-


miblemente, hasta principios de siglo un fuerte asentamiento i¡dígen4 se
crea la parroquia eclesiástica del mismo nombre.

$¡üning elabora los planos en marzo de L92ly se encarga de su construcción.

154
90 Fotografia que muestra la iglesia de Al fin, ganó Ia "modemidat, ¡nsible-
Chaupicruz, en Quito, en el año 1969. mente por no tener una claro ifua fu
Entró en üscusión por el proyecto de las características de la capillu ACR
amplíación de la Avenida La Prensa.

El Arzobispo de Quito, con su presencia, resalta la ceremonia de colocación


de la primera piedra el 8 de diciembre de IVZL.

La pequeña capillq de ladrillo y en estilo neoclásico, constituye un hermoso


ejemplo de diseño.

Desgraciadamente, en los años setenta, cuando se amplió la avenida de L,a


Prensa, fue total¡nente derrulda. Se hallaba s¡ 6l mismo siüo en que se en-
cuentra la actual aunque aquella estaba en parte dentro de la avenida.

IGLESIA DE SANGOLQUI.

La iglesia, cuyos planos originales pertenecen a Pío Guayasamín, data de


1905; se empieza su construcción en 1-906. Fue arreglada por Brúning en sus
naves laterales en diciembre deL937, arrreglos que todavía se oonserv¡rn; ao-

155
9l

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'.l',,ri-ft

91 Fachada loleral reconstruífu, para paredes. La corpinteña fu las venta-


la Wsia de YantEtí. Nótese el diseño nas también es oiginal.
de los contafueftes pam reforzu las

mo Ircr ejemplo sus módulos metálicos en el cielo raso. Pa¡a esta iglesia" en
diferentes años, realizó diseños de altares, hoy desaparecidos, fundamental-
mente el mayor, a causa de un incendio.

IGLESIA DE YARUQIJI.

En enero de 192Á realina planos para Ia arquería y bovedaje de la iglesia de


Yaruquíy el diseño de la fachada lateral.

IGLESIA DE MALCHINGUI.

Pa¡a esta iglesia realua los planos en 1905, planos que no se llevan a cabo.
En septiembre de 19L5 los realiza completos y la primera piedra se la coloca
el 10 de octubre de L929. Cuando se la estaba reconstruyendo, se cayeron los
remates de hormigón posteriores ¿ [¡iining en L990. Es interesante su pare-

r5ó
cido con la iglesia de Alam6¡, anbas de estilo neoclásico; pero la est¡uctura
interna posee fuertes arquerías que se descargan en sendas pilastras.

IGLESIA DE AMAGUAÑA

La antigua iglesia se empezó a reconstruir en1rg?S ! Brüning realuó los pla-


nos para la torre y otras mejoras en julio de rw.
La iglesia fue reconstruída
ent93f,y en 1990, la torre.

CAPILLA DE I,ALEPROSIADE PIFO.

B¡üning realizó los planos para arreglar y adecentar esta capilla en abril de
L911, restableciendo su ca¡ácter anterior, arreglos que terminaron en agosto
del mismo año. Realizó también obras menores, como un confesionario.

Cuando la leprosía se trasladó al actual hospital dermatológico de euito, to-


do el complejo se destruyó e incendió, debido a exigencias médicas de la épo-
c.a.

IGLESIA DE GUAYLIABAMBA

Reafizó sus planos en jnni6 de 1937, siendo una de sus últimas obras. I-a igle-
sia fue destruida para construir la moderna que el pueblo posee en la actua-
üdad.

IGLESIADETAMBILLO.

Los planos de la fachada los realizó en enerode 1926 yen agosto de 1928,los diseños
parala sacristía. La iglesia fue tumbada; la nueva seconstruyóen un lugar totalmente
diferente del original.

IGLESIA DE CUSUBAMBA

Esta es una hermosa iglesia para la que Brüning realitzó los planos de la fa-
chada; pues las naves existían ya en diciembre de 1916. También reafizb en
estas fechas los diseños del baptisterio. La iglesia fue reconstruida entre 1960
y L96l; pero se conserva su fachada de piedra de estilo renacimiento.

CAPILLA DEL SEÑOR DEL SALTO.I,ATACTJNGA

Para la reconstrucción de la rgle"rq Brifuring realizo en enero de L{27 los pla-


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92 La magnlfica tone, estilo renacimiento, de la igtesia de Cusubamba.

nos; se empezaron las obras, pero por cuenta del piírroco, desde 1928; dura-
ron más de veinte años. Seguramente existe influencia de estos planos, funda-
mentalmente en el ábside renacentista de la iglesia.

IGLESIA DE SAN SEBASTIAN. I,ATACT]NGA

Para esta antigua parroquia de Latacunga, hoy urbana, realiza g¡iining pla-
nos en diciembre de l9A; creyendo nunca se ejecutarían, las adapta en abril
de 1936 para la iglesia parroquial de Pasa. Comparando la obra actual de
San Sebastián y la obras de Pasa, parece que nunca se utiliza¡on, ni siquiera
como gufa.

IGLESIA DE I"A MERCED. LATACT]NGA

Esta es una antigua iglesia de estilo renacimiento, para la cual Briining diseñó
su cúpula en igual estilo, en noviembre de I9?3; su construcción se terminó
enIÍ29;realizi¡ también obras menores, como su altar mayor, enl9l5.

IGLESIA MATRIZ DE IATACT]NGA.

La antigua Matru de Latacunga, hoy Catedral, fue intervenida en su fachada


en 191li por Brüning. El deterioro de ésta obligó a que, en los años setenta,
se realice una intervención a fondo.

IGLESIA DE POALO.

Para esta iglesia realiró los planos para refaccion¿r su fachada en enero de
L922, así como el diseño para la torre del reloj en abril de 1929 y que fue ter-
minado en 1931-. l¡iining no debió haber contemplado la exhuberante deco-
ración de ésta, que contrasta con los diseños de las torres de la fachada, don-
de se percibe la mano ds !¡iining. La iglesia fue reconstruida hace unos
cuantos años, introduciendo goticismos que hacen chocar los estilos.

IGLESIA DE MTJLALILLO.

La nave de la iglesia de Mulalillo fue bendecida en L916; en marzo de L922


Bribing interviene con planos que contenían, además, el diseño de una torre;
159
93 lglesia de Poaló. Aunque fue re- salir de su control.
construida hace cuatro años, introdu-
ciéndose goticismos, se percibe la ma- 94 La iglesia de Mulalillo, de estilo re-
no de Bñning en el üseño de las nacimiento, que conjuga con los dise-
tones de Ia fachada- La decoración ños aleduños prcuistentes y los con-
qhuberante dc la torre lateral, que ceptuados por Brüning.
tanbién es diseño rte Brüning debió

fueron rediseñados en 1923. Se coloca la prinera piedra de la torre el 6 de


enero de 19?5 y se termina la construcción total en t932. lns conceptos son
renacentistas y ello se aprecia en sus elementos y en sus volutas. Toda su es-
tructura es en piedra.

IGLF^SIA DEL SEÑOR DE CITCIINO. GUAYTACAMA

Proyecto, cuyos planos los realiza en Ig8. La cimentación se empezó en el


año 1925; los planos de cortes los realizó por febrero de l9?Á. La cúpula, asl
como los arreglos interiores que se asocian a este estilo, datan de los años
ochenta. El estilo originat ds g¡iining fue en románico, con sólida estructura
de piedra.
160
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95 La iglesia dc Guaytacatna, antes dc se aprecia en estafoto d¿ los años se-
que, en su dzlonte, se levante el pórti- tenta, cuando ya se había construido
co y las tones neochísicas en los años la cúpula que data de 1963. ACR.
setenta, ocultando Ia fachada qte aún

162
IGI,ESIA DE NTJESTRA SEÑORA DE I.A PEÑA. PT]NGAI.A

La tradición cuenta que Nuestra Señora de la Peña, de antiquisimo origen,


apareció ine4pücablemente en el peñón, a 150 metros sobre el río; pero se su-
pone que la pintura al óleo proviene de los primeros tiempos de la Colonia.

En abril de 1905 se realizó la bendición de la primera piedra del ediñcio que


había empezado unos meses antes; los trabajos continuaron hasta 1908, pero,
por diversas caüsas, fundamentalmente económicaE se detiene el proceso y
recién en marzo de I92L !¡iining realtzaplanos en estilo ronánico para aon-
tinua¡ su construcción. La magnlfica idea debía constar de r¡arios pisos para
vencor la altura del farallón, conectados con escaleras internas. La rgle.s¡a
propiemente dicha tendría tres naves con bóvedas de cañón de quinch4 sos-
tenida por columnas de madera. Desgraciadamente todo se detiene y, en su

96 Bocetos realizados por Brüning de Ia altura dc la imagen ptntodo en etfa-


la idea original para la iglesia de Pun- rallón. su realizsción dsta dc los años
galó en estilo romóníco. Puede notar- veinte. CCPL-
se el concepto que permite accedcr a
precaria confinuación, fuera del control de Bruning se van rselizando 6lifs-
rentes aumentos entre los cuales quedan enterrados frisos, columnas, arque-
rías, etc.

Poco a poco se ha ido alcanzando la altura necesari4 fuera de las ideas origi-
nales, y eu la actualidad existe sobre el conjunto una pequeña capillita que
data de L957 y elfrontis de 1958.

IGLESIA DE I"A MERCED. AMBATO.

F-sta antigua iglesia fue intervenida por Brüning a partir de 19(D, año en el
que realizó los planos de su fachada; en enero de 191ii llega al adorno del se-
gundo piso. En 1914 aprueba los planos hechos por Fray Domingo Cabezas

97La iglesia d¿ la Merced d¿Ambato bién fue reemplamda la cómara del


en los años veinte. Obsénese el dise- reloj por un nuevo elemento; restos de
ño simbólico-funcional del sello mer' las paftes aledañas aún se consewan.
cedario, hoy reemplazado por una AHBC.
ventana dc atco dc meüo punto; tam-

t&
para la construcción del templo; al mismo tiempo que desaprueba los traba-
jos e intervenciones de otras personas.

Esta iglesia fue intervenida en 196ó tras un prooeso de deterioro que había
venido soportando desde el terremoto de 1949; es la época en que ss slimi-
nan el diseño del sello nercedario que ostentaba la fachada y otros elemen-
tos; se reconstruye fuera del estilo original la cámara del reloj; se int¡oducen
capiteles y cornisas al forrar la fachada que anteriormente era de cantería.

IGLESIA DEL HOSPITAL DEAMBATO.

El hoy desaparecido hospital cuya construcción comenzó el28 de febrero de


1889, tuvo también una capilla actualmente desaparecida que fue inten¡enida
por Brüning; la decoró en 1904 y, en diferentes años, (fundamentalmente en
los años veinte), fue realizando trabajos para altares, ventanas, puertas, pisos,
comulgatorio, etc., de tal manera que fue bendecida nuevamente en estos
años. Todo este material decorativo, que en conjunto constituía uno de los
más ricos en su autorl4 está tot¡lmente desaparecido.

IGLESIADE PATATE.

La iglesia de Patate venla construyéndose desde principios de siglo, como ho-


menaje al Señor del Terremoto. En los años veinte poseía una pequeña torre
de un proyecto de dos. Se decide levanta¡ algo más monumental y, en febre-
ro de LT2Z,Bribring trabaja el diseño que fue concluído ent98.

La torre cedió en el terremoto de 1949; pues esta ciudad y Peüleo fueron


prácticamente arrasadas. Su estilo era renacimiento y fue construída sobre el
primer piso ya existente que Briining debió haber ¡¡alizaf,s como suficiente-
mente sólido, mas nó para soportar lo que vendría luego, ya que, por asuntos
económicos, no podía empezar total¡nente los trabajos. Tenía un gran pareci-
do con la torre de la Catedral de Tulcán.

IGLESIA DE PASA

Para la antigua iglesia Briining realizñ el diseño de una torre en 1917, pto
más tarde, el pueblo decidió levanta¡ un templo de mucha mayor di*ensión.
Briining adapta los planos que hizo para la iglesia de San Sebastián de Lata-
cunga, añadiendo una cripta y modificando el transep¡o. La primera piedra
se la coloca en 1938 ¡ tras la muerte ds l¡iinin& el trabajo queda librado a
165
r-r
98 Tore del templo dc Patate cpe Iue 99 Crucero dc la iglesia de Pasq don-
destntido totalmente por el tenemoto dc se percibe la magnificencia dcl es-
de 1949. Büning Ia construyó a pañir pacio, la estructuray el trabajo de can-
del segundo cuerpo. La foto data de terla.
1928 y fue una gentilezt del señor Ar-
naldo SoñaArellano.

canterones y sobrestantes de "genial" intuición. En épocas posteriores se de-


cide no concluir la cripta, por creer, el pfuroco, que el pueblo no alcanzaría a
tanto. Se trabaja hasta 1946; las torres son de hace unos diez años y son en
hormigón.

La iglesiq en forma de qtlz ú.9u, con tres naves en cada brazo, es una de
las más bellas obras de cantería; desgraciada"'ente, aún no se completa y sólo
se han reahzado trabajos provisionales, como en el caso de la cúpula. Las to-
rres, aunque muy posteriores, guardan en algo y con buena voluntad el estilo
y la grandiosidad con los que este templo fue pensado.

167
TGLESTA DE QIJERO.

I-os planm de Brüning fueron aprobados en 1905. De largo proceso, el fron-


tispicio lo diseñó en octubre delV32 y la fachada lateral enLÍ3'. Aquí tam-
bién realiza algunos altares, entre ellos, el mayor en agosto de L935; los restos
aún se encuentran en total abandono y son presa del tiempo. La torre se cayó
en el terremoto de Ambato; todo el templo fue reconstruldo, incluída una
nueva torre en 1!)óL. Todavía se percibe el estilo de Brúning en la fachada.
Parece que las ideas originales encuadraban en los cánones del historicismo
románico.

IGLES¡IA DE PIIAHUIN.

Para esta rglesia que se comenzó a construir en 1901 y se continuó en 1909,


fecha en la cual se terminó el frontón lateral f,¡üning retllzí el diseño de la
torre en febrero de 1933; en su estructura de piedra se encuentran diferentes
sillares que marcan las fechas en que fueron entregadas: t9{)l, 1912, L9ZA.Ia
cúpula de la torre fue construída en el año 1990; fue la época en que se la re-
construyó, incluido el techo, que anteriormente era de teja.

CAIEDRAL DE GUARANDA

I¿ tgle.sia había venido construyéndose desde agosto de 1,88ó, aunque su fá-


brica se comienza el 8 de mayo de 1899. Briining reafizÁ planos para una
nueva fachada y una capilla adyacente en junio de 1919 y, pra noüembre, los
detalles a tamaño natural del trabajo de canteria, así como los arcos de entra-
da. En enero de 1935 reafizí el plano para el techo. Sólo se llegó a construir
una torre y recién, en 1988, se logra concluir la segunda, conservando el esti-
lq así como la restauración total del templo; con lo cual pierde la techumbre
original. Su estilo es románi66, aunque el frontis, que es posterior, sale del
estilo.

CATEDRAL DE RIOBAMBA.

La üeja Catedral de Riobamba ha sido intervenida en diversas ocasiones, sin


criterios claros. Brúning la interviene enl92Á; nuevamente, en junio de tV32,
rc.alizó planos de plantas, laterales, detalles para la fachad4 oortes, etc. para
su reconstrucción. Fue intervenida en los años ochenta" destruyéndose todo
el espacio interno y quedendo sólo vestigios tras la fachada. En esta última

r6t
r00

100Wsta dc Ia tone de Pilahuín; aun- control; pues desconocemos con certe-


que estructural y volurnétricornente se za las caracterfsticos originales dc Ia
conservan las ídcas dc Brüning sin iglesia" Ere estaba construyéndose
embargo, los conceptos goticistas son cuando Brüning intenino en el diseño
posiblemente introducidos fuera de su de la tone.

aún se co¡rservan los remates neoclásicos, remates que Brtining rcemplazÍ>


con otros muy semejantes a los que existían a principios de siglo y que fueron
respetados en la última restauración.

IGLESIA DE LAS CARMELITAS. RIOBAMBA.

Para esta iglesia, como parte complementaria del convento, obra en la cu¿rl
l¡iining tambión participó, él diseñó planos para la fachada en enero de
Ly26. I-a,iglesia es de estilo neoclásico, de una sola nave, con crucero y bóve-
das de arco rebajado. Es un hermoso conjunto que se complementa con el
magnífrco altar mayor, también diseño ds l¡iining.

169
il ¡ili
:ii il !i
i :r::

IGLESIA DE GUAMOTE.

Esta iglesia, para la cual Brüning reelizí planos en enero de rv29, fue conce-
bida en estilo románico moderno de tres naves, santuario formando cúpula y
una fachada con dos torres. En toda la parte de estructura de piedra se gu¿r-
da el estilo, tanto externa como internams¡¡e; mucho más tarde, se constru-
yen las cámaras y remates de las torres y un frontis de una forma semejante a
la antigua iglesia de Alausi todo en estilo neoclásico; de igual manera, se le-
vanta la cúpula en este estilo. La techumbre se la realiza en pÍr y nudillo;
aunque, en general, el conjunto es impresionante y es un buen trabajo de con-
tinuida4 sin embargo, chocan los estilos.

IGLESIA VOTIVA DEL SS. CC. DE JESUS. AZOGI.]ES.

En agosto de 1916 mandó B¡üning al obispo de cuenca los planos para este
gran proyecto; con mucho entusiasmo el mismo Obispo coloca la prirnera
piedra el2 de agosto de 1918; hasta el año l932no se realiza ningún trabajo.

La idea fue concebida en conceptos eclecticistas románigo-fizantino, de


t70
'.;
l'áoii

101 Fotogmfia dc los años cuarenta 102 Dibujo original dc Bríiningpon Ia


de la igksia dc Las Madres Catmeli- iglesia Votiva dcl SS. Corazón dc Ie-
tas, en el banio Santa Rosa de Rio- sús en Azngues. Cowtituye un buen
bamba; se estóm construyendo todavla ejemplo para referencia estilística fu
las tones d.e la misma. Lafachada de Brüning en ella se reconocen eletnen-
piedra estó actualmente enlucida y su tos formales y espacíales típicos y dc-
zócalo ha perdido su carócter oríginal. muestra el nivel y califud dc sas con'
ACR. ceptos. ACR.

l7l
planta de cruz giega y con capillas adosadas a cuarenta y cinco grados y en
los extremos de la cruz. En los planos originales de Brüning puede notarse el
parecido volumétrico con el de la capilla del cementerio de San Diego de
Quito. La iglesia no llegó a concluirse.

IGLESIA DE II\VIRGEN IX)IrOROSA. RIOBAMBA"

Se colocó la primera piedra de esta lgl"riu el31 de mayo de Lg32para incen-


tivar a la feligresía en su construcción. Brüning termina los planos en julio de
Ly9. la concibió en estilo transición" de tres naves y una torre. Por su po-
deroso juego de contrafuertes y pilastras internas posiblemente se la diseñó
con bóvedas de cañón en sus tres naves; probablemente, tras la muerte de
Briining; fue alterada la idea original, colocándose un cielo raso de estuco, a
semejanza de los módulos metáücos con los que él solía trabajar. Tanbién la
torre no está definida con cla¡idad y posiblemente, en el plan original, debió
parecerse a la de San Luis de Riobamba.

CATEDRALDEI,OJA

Fsta vieja iglesia estaba muy derruida a principios de sigro, tenía una pobre y
deteriorada fachada. g¡üning interviene en mayo de 19i9, rsalizandslss pla_
nos para arreglarla y completar un remate central con dos diseños de torres.
La iglesia, de estilo neoclásico, fue apeoas topada por Briining; pues, su res-
peto absoluto a los estilos determinó que sólo intervenga sobre el segundo
cuerpo con los pináculos y el remate, consenando el resto, sin alteración. Es
posible que él haya restaurado la techumbre, introduciéndo los módulos me-
tálicos y gue, por lo menos, haya dado indicaciones para su pintura interna;
pues diseñó también, en 1918, el altar del Corazón de Jesús y, enLg29, el bal-
daquino ciborrio que ostenta el santuario..

Desgraciadamente, en los años cuarent4 el arquitecto Ugo Faggioni, que


también construía por esas épocas la basfica del cisne, ft¿sg rrna reestructu-
ración de la fachada, transformándola a un eclecticismo entre corintio v deta-

103 La Caedral de Loja en los años segundo cuerpo, añaüendo los pinó-
trcínta; su fachada fue interuenida por culos y la torre en estilo renacimiento,
Briining. A más de consolidary rcpa- acordc con las ca¡acteístícos det tem-
rar, sólo intewino sobre Ia comisa del plo. AHBC.

172
#
F
dicol enn lo cual desaparecieron absolutamente el carácter original y
lle,s art
la ampliación de Brüning.

SA¡TTUARIO DE ¡TI]ESTRA SEÑORA DEL CISNE.

El tercer templo que tuvo el santuario, después del primero y de la ampüa-


ción de éste, fue construído en L750; era pequeño y humilde, pero cion precio-
sas obras colonialeg cono altares, púlpitos, imágenes, etc. Fue dernrído pa-
ra construir la grao basfica actual; pero, prua suerte, muchos de los
elementos internos son oonservados con celo en su museo. Fue en noüembre
de L915 cuando el Obispo de Loja destina los planos realizados por Briining
para construir la nueva iglesi4 realizando el plano para la fachada en marrro
de 1916. I-os hechos no progresan como las ideas y en LgA Brüning realiza.
nuevamente bosquejos para reestructurar los planos; hasta se intentó utilizar
los planos de la primera iglesia de Machachi que Briining diseñó; pero, por
los altos costos que significaba, fueron adaptados a los de la actual iglesia.

La primera piedra se la coloca el 15 de agosto de I9A; pero la obra tuvo un


latgo y efraño proceso; pues en L972 ain no se construla el bloque de facha-
da que sólo llega a culminarse ellT de noviembre de L978.

IM Posible frchadt del Santustio de


laWen del Cisne enbase a las ideas
oríginales de Bríining el proyecto fue
conbiado a un concepto de dos tones
y en los hechos nuevsrnente se ca¡nbió
esta última idcu-

t74
La iglesia se empezó a construir en hormigón" y según parece, bajo los planos
originales de Bribring; pero, bajo la intervención de Ugo Faggioni, Paolo
Russo y Angel Sangucho, se estableció un diseño; se construyó una maqueta
donde se acentuaban las características góticas, al estilo de la Catedral de
Guayaquit reestructurándose incluso partes construidas. Como la fachada
data de los años setenta" tampoco se respetó la idea de Faggioni, eliminando
el concepto de las dos torres y el de la fachada escalonada.

En todo caso, la iglesia impresiona por su escala" mapificencia y decorado


estilístico.

IGLESIA DE PINDAL. AI,AMOR

Para esta pequeña rglesiq llamada Santuario de la Virgen del Pindal, Brihing
realizílos planos completos en agosto del9?3y,púa solucionar la fachada,
otros planos en febrero de 1931 yjulio de 1932.

La sencilla iglesiaes de estilo románico, de tres naves con pilastras de made-


ra, para aprovechar el material de la zona. Actualmente se han realizado va-
riaciones en su fachada, aunque el espacio y su lógica formal se mantiene.

La obra de Briining en lo que ,"rp"ou I estrictamente religiosos es


"¿in"io,
muy amplia y, por lo tanto, dejaremos anotados algunos ciasos eomo una
muestra más de la amplitud del trabajo realizado por él en el Ecuador; aun-
que muchas siguieron historias semejantes: unas han sido demrídas, otras
nunca acabadas y algunas alteradas o distorsionadas.

Realizó los planos para la iglesia de Isinlivl e¡t922 (se conserva); planos pa-
ra la fachada de la iglesia de El Corazón en 1928 (se conserva); igtesia de Pt-
laló, con planos que datan de 1-915 (se conserva); planos para la iglesia de
Atocha en Ambato, reelizados en 19L1 y para su fachada en lW (no se con-
serva); plenos para la iglesia de San Pablo en Ambato, realizados en 1r9l7
(dernrída hace seis años); planos para la iglesia de Mugduteo (hoy Augusto
Martínez) en Ambato en L914 (se consenra parte de lo que se levantó hasta
L93); fachada para la iglesia de Santa Rosa en Ambato, trabajados en 19(D y
en 19fi y con reformas en 1918 (esta iglesia fue destruída por el terremoto de
1949); planos p¿ua la iglesia de San Andrés en Píllaro, en 1906 y otro en L919
(no se llegaron a ejecutar aunque se construyó una iglesia); fachada para la
iglesia y baptisterio de Ptcahigua en Ambato en 1916 (derruída); capilla de

175
Huachichico en Ambato realizados en 1935 (se conserva con reformas inte-
riores); planos para la iglesia de GuanuJo en Bolfvar en1r9Z, pero cuya pri-
nera piedra se colocó en 1938, aunque se habfan come""ado los trabajos con
anterioridad (se conserv4 aunque con intervenciones posteriores fuera de es-
tilo); fachada de la Matriz de Alausf en 1V33 (se conserva en parte, pues las
torres se qryeron y fueron reemplazadas por otras); planos para continuar la
iglesia de San Andrés de Riobamba et t9?Á (se conserva); planos con torres
para la iglesia de Penipe ettreI9Ay 1r9'% (se conserva sólo parte de las na-
ves); planos completos para la iglesia de Columbe en Chimborazo, en LV2L
(se conserva); torre para el templo de Chunchi et lW (fue derrulda junto
con la iglesia para construir una moderna); fachada para el templo de Gua-
suntos en IW (demrída y construída una moderna; se conservan las naves
de diseño más antiguos a la intervención de Briining); planos para la torre de
la iglesia de Pallatanga en 1W (derruída para construir el templo actual);
capilla de San Luis en Cotacachi en lV27 (existe pero con reformas); refac-
ción de las torres del templo de Santo psmingo en Cuenca en 1918 (existe);
iglesia de Huaca, enL9l4 (existe); fachada de la iglesia de Saraguro en 1918
(existe); fachada para la iglesia de Nambacola en Loja enl934 (fue reforma-
da nuevamente hace tres años, perdiendo todos los elementos originales);
planos para la Btesia de Amaluza en Loja enL917 (existe, aunque se hizo al-
teraciones posteriores, pero conserva su espacio y estructura básica); iglesia
de Cariamanga en 1917 (derruída); planos para la iglesia de San Cristóbat
de Guq¡aló en Quito en 1931 (existe, aunque reformada e)úerior e inte-
riormente); capilla de la Quinta San ücente de Quito, en la que realizó arre-
glos importantes entre t9L7 y 19L8 (existe pero nuev¿rmente reformada); ca-
pilla de San José del Inca en Quito en 1V22 (existe aunque tergiversados
desde un principio); reparación y refacción de la iglesia de El Belén en Quito
ent9?5; refacción de la iglesia de San Marcos en Quito (se conservan sus re-
paraciones); iglesia de San Juan de Pastocalle s¡ látasnngn en 1913 (existe).

o
CAPITULO SEPTIMO
OTRAS OBRAS DE ARQUITECTURA

Brüning además de deüca¡se a obras de arquitectura net¡mente ¡sligtosa"


intervino en la realización de diferentes elementos infraestructurales que la
Iglesia necesitaba para llevar adelante su misión pastoral, asl como por la vin-
culación que en épocas anteriores tenía la Iglesia con el Estado. Por lo tanto,
176
era natural eue Brüning diseñara colegios, hospitales, casas parroquiales, etc.

Algunas de estas obras son interesantes, porque Brüning m¡nifiesta en ellas


conceptos arquitectónicos estrictamente racional-funcioneles, no vinculados
a ningún concepto estillstico, a excepción de los que estaban inmersos en en-
tornos de estilo, o st¡nr continuación de alguno. Siempre se preocupaba de
solventarlos con materiales autóctonos, o, por lo menos, accesibles.

Algunos ejemplos que hemos podido recabar son:

EL AhTTIGUO SEMINARIO MENOR DE RIOBAMBA

I-os Padres Lazaristag Congregación a la que Brüning pertenecfa" decidieron


construir el antiguo Seminario de Riobamba; pÍua lo cual" como era lógico,
en 1909, le encargaron la realiou6ón de los planos, en los que se hará constar
una capilla; todo en estilo gótico primitivo.

105 El Seminario Menor fu Nobatn- Comunidad dc Lazsista.t d¿ la ciu-


ba en plena cowtrucción en 1911. dad dc Nobarnba el eüficio quedó
Desgrociodanente con la salida dc Ia apeno.s conclufdo en una de sus alas.
106 Maryteta que Brüning realízó; se se llegó a construir el ala derecha, pero
aprecia la magnitud del edificio que sinuno de los brazas. ACR.
constaba fu capilla con crucero, Sólo

Se comiett'a inmsdi¿tamsnte uno de los tramos; sus techos fueron colocados


entre noviembre y diciembrb del9I2.
5f ssminario funcionó desde 1913 a l9r7; cuando salen de la ciudad los ges-
tores de la obra, el edificio queda abandonado; hoy pertenece al colegio de
La Providencia.

cAsa PAnROQTJTAL DE EL QIJTNCHE.

Mientras construía la gran basflic4 en febrero de rgm rea\zalos planos para


esta casa de grandes dimensiones; enlv29 üene construído parte del pri-",
piso y, enIW, se inaugura la parte delantera.

El ediñcio, todo en ladrillo visto, hace rasgos neoclásicos por el entorno en


que se encuentra. Posteriormente se hicieron ampüaciones; pero, en lo fun-
damental se co¡rserva.
178
107 Wsta a vuelo fu pójuo de ls cosa por técnica y estilo al conjuntq y la
panoq.tial dc El Quinche. Nótese el Iimpia solución dc techumbres.
trabajo dc lodrillo visto Ete se integra

COLEGIOSS. CC. DE RUMIPAMBA" QUTTO.

Aunque en este edificio existía antiguamente un bloque de casa conventual,


que contemplaba una antigua capilla en la cual empieza a intervenir en 1906
tanto en la decoración como en la implementación de la sacristía y elementos
litúrgicos, etc., sólo es en junio de 1910 cuando realua los planos para oons-
truir el ala derecha de los tramos que servirían al colegio SS.CC. de Ru"'i-
pamba.

Para el mes de diciembre tiene terminados los cimientos; en 1972 está colo-
cando las tijeras de la techumbre y para 19L4 está colocando los pisos. Entre
L97ny 1923 concluye elbraza opuesto, inaugurándose éste enL927.

La nueva construcción empata con la antigua capilla de rasgos neoclásicos;


por lo cual Brúning en los frontones de la fachada y en el antiguo atrio, no

179
;s
¡i!ls:
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q

108 It cuto parvoquial de Cayarnbe pimeras ventanas a la izqierdo- Se


en los uios caarcnta; cuondo se atn- conseuo en general. AIIBC
plió la calle se denibó la poúe dc las

deja de lado elementos asociativos del estilo, como cornisas, elms¡¿dss, p€-
queñas volutas, etc.

Espacialmente se definen aulas, oficinas, salones, amén de otros servicios que


se integran mutuamente.

Por lo general los prineros pisos son solucionados en sus partes vi¡tuales
mediante col'mnas de ladrillo y, sobre éstas, columnas de madera que, me-
diante zapatas,sostienen las techumbres.

El edificio, en los años ochenta, fue vendido a la Universidad Tecnológica


Equinoccial que, por necesidades propias, ha cerrado alguno de los patios,
pero ha tratado de mantener las estructuras antiguas, fundamentalmente la
capilla que está siendo restaurada; así como ha mantenido en estructura y de-
coración el antiguo nsalón de actos".
180
casa PARROQTJTAL DE SANTA PRTSCA- QUrrO.

Junto a la iglesia de esta parroqui4 hoy Santa Clara, mientras construía la


rnisma en 1917, rcahzí también proyectos para la casa parroquial; éstos se
perdieron; el proyecto se parzlizó, pero, en L929, se concretiza la idea con
nuevos planos.

La casa parroquial pasó a servir de escuela y luego, de üvienda" en los años


sesenta; fue derruída en 1989.

QTJINTA SAN VICENTE DE PAT]L. QUITO.

En esta antigua quinta, desde finales del siglo pasado, empezó a funcionar
una serie de edificios vinculados a la beneficencia pública. En 1917 hizo
arreglos importantes en la capilla, una casa con salón de actos que aún se
conserva; enL9L7, y para el orfanatorio y casa de huérfanos, a pedido de la

109 Los antiguos frontales del ontiguo cla¡idad porque el teneno estú dividi-
colegio de los SS.CC. de Rumiparnbq do entre dos institucíones. Lafotogra-
rye hoy no pueden ser apreciados con fio data de 1928. CCPL.
$

Iru fl antiguo orfanatorio, en la ACR.


Quinta San Wcente de Paul en 1931.

beneficenci4 que en esa época presidia el Arzobispo Egas, realizl sendos


planos en marzo y noviembre de l9?3. Las edificaciones se conseryan, aun-
que aon aumentos y cambios, producto de las necesidades posteriores.

COLEGIO DE BETLEMTTAS. IBARRA.

r ¿s Madres Betlemitas se instalan en Ibarra desde 1889. para su colegio,


Brüning ¡selizaplanos en abril del9z7;estos constaban también de una capi-
lla, que desgraciadamente nunca se concluyó y sus espacios fueron adaptados
luego para capilla y para aulas en dos pisos. cabe anota¡ que la estructura de
ladrillo visto tiene detalles y formas historicistas fundamentalmente jónicas;
pues Brüning trata de integrarse al entorno de la ciudadr
eüo, on esas épocas,
conservaba más claramente el carácter de los historicismos; pues Ibarra, a
pafir del terremoto de 1868 que la destruyó, fue reconstruída por arquitec-
tos que se movían en estos estilos así Thomas Reed, Arturo Rogers, Francis-
coScbmidt, Jacobo Elbert, etc.
r82
cAsa PARROQIJTAL SAQUTSIr.

Construlda ya en lo funda"'ental la iglesia en l9?Á, realiza planos para la casa


parroquial adjunta al templo; para la cual en L122, realizó unos diseños que
se perdieron. La casa se sigue construyendo a buen ritmo en 1927 y su techo
se empieza a coloca¡ en L9?3. La casq tras diferentes arreglos, se co¡rserva
en lo fundementaf aunque antes mostraba su estructura de ladrillo visto.

CEMEIT{TERIO DE SAN DIEGO. QTNTO.

Fn este lugar, y mientras se construía la capilla funeraria, diseña en 19?Á pla-


nos para nichos subterráneos y exteriores, un pabellón completo en diciem-
bre de 1927, concluído ya en 1929, otro pabellón de nichos subterráneos y ex-

111 Bloque de nichos Ere fue empe- las características fundamentales del
zado por Emilio Alatro en 1916, aun- cementerio en aquellas épocas como
Ere Büning lo complemcnta y, pü Io pr elementos ya cornenzados. La fo-
tanto, tombién es su real creador. tografia dc losé D. Lasso data fu
Guarda el estilo neoclósico, tonto por 1920. ACR
teriores en19% y un mausoleo de nichos para niñss s¡ 1937. Todos estos
elementos se aonsen¡an, aunque con pequeñas variaciones.

IIOSPTTAL GEI{ERAL DE OTAVAI.,O

En enero de 1925 S¡iining se encarga de realizar los planos para este hospi-
taf cuya primera piedra se pone con gran entusiasmo en octubre del mismo
año. El edificio poseía una capilla que en la actualidad ha sido reformada; el
resto de la edificación se la conserva volumétricamente; se le ha cambiado la
techumbre y se reformaron ventanas, pintura, etc. hace pocos años; en algu-
nas z)nas, se han arrimado nuevas edificaciones. En general, es un magnífico
ejemplo de diseño racional-funcional en Bri¡ning-

RELOJ DEL HOSPTTAL DERMATOLOGTCO. QUrrO.

En el conjunto del antiguo hospital de leprosog hoy dermatológicq Bnning


diseñó y construyó la capill4 reahzí¡ los planm para el pbellón de observa-
ción en 1fI28 (que se conserva, aunque bastante interranido); construyó tam-
bién la torre para el reloj que abre el conjunto; los planos los realizó por ma-
yo deLW.
El elemento tiene tres pisos; en el último, se encuentra la maquinaria del vie-
jo reloj. A la torre se accede por una escalera de madera que besa las pare-
des; su estilo es un sencillo neoclásico, autrque altame¡te funcionaf quc com-
bina con el ediñcio de administración que domina eI coqimto.

cAsaDE OBREROS. QUTTO.

Entre las políticas del partido Conservador, en agosto de 1904 se proyecta


una Escuela de Oficios de la Congregación de Artesanos de la Capilla de Je-
rusalem (tdesia del Robo). El proyecto adquiere visos de realidad cuando
Bruning efectúa los planos para la Casa de Obreros en Írer"o de 1932. I-os
diseños de las puertas y ventanas, de bella factura, los resuelve en febrero de
ry33.

112 I-a tone dcl hospital dcrmotológi- contrafueftes diagonales (a 45 gra-


co dc Quia; su tcchuntbre es dc ma- dos).
dera y metal- Nótense los grondes
184
113 La Casa d¿ Obreros, junto a la üseños dc ventanas, que son un bello
Iglesia dcl Robo. Nótese parte dc los trabajo de caryinterla.

El pequeño edificio posefa un g¡an salón en el primer piso y oficinas en el se-


gundo. I¿s luces eran vencidas con columnas sencillas de piedra.

En la actualidad cumple funciones semejantes y se so¡rserva en lo fundamen-


tal.

PORTN)ADEL CEMENIERIO DE SAr{ DTEGO. QUTTO.

El cementerio de San Diego fue abierto al púbüco el2I de abril de L872,


cuando se realizó el primer entierro; ya estaban construídos algunos tramos.
El cementerio del Tejar seguía usándose con preferencia; por lo cual surge
en 1887 la idea de realizan una portada que dé más categorfa al cementerio;

114 Detalle de la poftada del cemen- jónicos, las comisas y los ovorios re-
teio dc San Diego de Quito. Nótese nacentistas.
el trabajo dc canterla en los capiteles
186
sin embargo, la idea se concreta a fi''es del siglo y, enL9M, se colocan las ver-
jas de hierro de éste sobre el muevo cerramiento. Cuando Bruning daba los
últimos toques a la capilla funeraria, realiza la gran portada e>úerior; en ene-
ro de 1936 los diseños de detalles ¡ en junio de LW, el diseúo de la puerta
de hierro.

La portada en piedra es un buen ejemplo de neoclásico, acorde a las caracte-


rísticas fundamentales del conjunto en el que Brüning además aporta con va-
rios bloques de bóvedas. La portada guarda un enorrne parecido con la parte
superior jónica de la iglesia de San Francisco y constituye un fino trabajo de
cantería.

Entre otras obras de esta naturaleza podemos citar los proyectos, diseños y
planos para cementerio de Ia iglesia Del Buen Pastor de Quito. Los planos
los realizó en1i9l4, guardando el estilo de las obras del conjunto; fue realiza-
do en neoclásico, no faltando su típico diseño de los dientes de sierra a dos
hileras, que se conserva en la actualidad sin alteración; también planifica pa-
ra el cementerio de Ambato, en L91,3, una capilla, anfiteatro, dos osarios, lo-
cal de administración, 1400 nichos; arregló la portada, de construcción ante-
rior, diseñada por el arquitecto Francisco Durini y a la cual le colocó la
puerta de hierro que data del 6 de noviembre de 19L3; colegio de Mariani-
tas, adjunto a la Iglesia de San José de Quito, de planos realizados en 19?Á
(fue derruída en 1986 para construir uno moderno); trams de la escuela Pe-
dro Pablo Borja, de Quito, con planos que datan de 1-930 e inaugurado y ben-
decido el?n de abril de 193L (existe actu¡lmente, aunque inmerso en nuevrls
construcciones); colegio de Franciscanas, de El Quinche (existe actualmen-
te); colegio de Madres Marianitas de Pindal, en el cantón Alamor los planos
los realizó en1932, pero no se ejecutaron, porque la Congregación no llegó
por varias razones a concentrarse en el lugar; planos para terminar los corre-
dores del Seminario Menor de Quito; en 1907 (derruído el edificio en los
años setenta); casa de campo-seminario en la hacienda Betania, con planos
de 19?Á y 1930 (existe, aunque reconstruída junto a más antiguas y actuales
edificaciones); planos para arreglar los antiguos corredores del Seminario
Mayor de Pifo, en I9?i (fueron derruídos y quemados); convento de Agusti-
nos de Latacunga, con planos realizados en L932 (eúste actualmente); casa
conventual de Guápulo, con planos de l9L2 (existe, aunque adosadas a editi-
cios posteriores); planos para la casa-colegio en Saquisilt en lV29; conYento

1¿t8
de Dominicos de Baños, cuyos planos los realizó en Lg)S, pero su construc-
ción se comenzó en los años cua¡enta (existe, aunque no sabemos en qué me-
dida fueron utilizados los planos originales); Seminario de Guaranda, cuyos
planos datan de 1919 (fue dern¡ido hace dos años para construi¡ el nuevo
hospital pues el semin¿¡'is tenía este uso desde hace algunos años); convento
de Carmelitas de Riobamba, para el cual realizÓ planos del segundo piso en
193ó (existe); planos para el Seminario de San José de Quito, con planos re-
alizadss en L929 (existe, junto a antiguos y nuevos aumentos) y, el claustro de
dominicos, en Loja con planos que datan de Lf2L; paral9)B estaba constru-
yendo los entablados. En el primero llam¿ ¡¿ atención la decoración exterior
(existe junto al nuevo, comenzado en los años cincuenta, posiblenente con
los mismos planos de Brtining).

Debemos menciona¡ también el o¡fanatorio San.José de Ambato, cuyos pla-


nos realizó en.IV29 (dermído tras el terremoto de 1949) y el asilo de Guaran-
da con planos de 1919 (deruído para construir parte del nuevo colegio de
Marianitas).

Por último cabe anota¡ la casa conventual de la Iglesia de San José de Quito,
diseñada enL9?Á (existe); la casa panoquial de Sangolquf, integrada al estilo
neoclásico del entorno; los planos los re¡lizó en 1929 (existe); la casa paIro-
quial de Uyumbicho, diseñada en 193ó (existe); la casa parroquial de San
Miguelito de Pfllaro, diseñada en 1919 (dernrída en 1,950); casa parroquial
de Isinlivf, con planos que datan de 1V22 (derruída); casa parroquial de Toa-
caso, en L93ó (derruída); casa paroquial de EI Corazón con planos de L935
(derruída); casa panoquial de Ptlaló, con planos realizados en 1915 (derruí-
da); casa paroquial de Mulaló, con planos de 1931 (dernrída); casa lramr>
quial de Pqiilí, con planos de 119?3 (derruída); casa parroquial de La Matriz
de Ambato, diseñada y construida entre l-930 y t93L en una primera etapa, y
la segund4 en l9A (fue derruída conjuntamente con l-aMatnz en épocas
del terremoto de 1949); la casa parroquial de Picahigua con planos de 1916
(derruída).

189
SEGUNDA PARTE.
I-4 OBRA DE DECORACION DE BRÜNING.

o
CAPITULO OCTAVO
IA DECORACION Y LOS ESTILOS
ARQUITECTONICOS

Los estudios e investigaciones llevadas a cabo en los dos últimos siglos sobre
las arquitecturas del pasado encontraron una serie de elementos formales,
espaciales, decorativos y tecnológicos que deñnían las características particu-
la¡es a épocas, arquitectos y mon 'mentos.

El conocimiento arquitectónico, por lo tanto, no estaba desügado de la histo-


ria de la arquitectura; y como en todo conocimiento, en el caso de los con-
ceptos sobre decoración, las contradicciones aparecen más de una vez, inclu-
so drásticamente.

Así: en la arquitectura romana se incluían paramentos recr¡biertos de una


aplicación de estuco; losas de mármoles que simulaban los entrantes del apa-
rejo o las pilastras de las fachadas; mezclas de m¡ármoles de varios colores y
marqueterlas de igual material que daban "impresión de grandeza serena" en
los interiores; las bóvedas también eran estucadas, porque el miá¡mol no po-
día adaptarse a estos elementos y por aquí y allá follajes y figuras coloreadas.

En la decoración de la arquitectura bizantina, en carnbio, no faltaban la ta¡a-


cea de mármol, los frescos y mosaicos.

La arquitectura románica, que nos interesa especielms¡te, siempre se com-


plementaba con el color, como en todas las arquitecturas orientales, de don-
de provienen sus influencias bizantinas. Los interiores eran realizados pre-
191
viendo una decoración pintada, que realzaba lo interior asemejándose a un
tapiz, cuyo diseño corre sobre las columnas, los arcos; y sobre los paneles de
muros ybóvedas.

Pocas iglesias coetáneas han conservado sus pinturas, aunque casi todas fue-
ron dispuestas interiormente para desarrolla¡ campos pictóricos que empare-
jen con su esplendor, la riqueza de las esculturas e¡rteriores.

Auguste Choisy, plantea:

"De manera general los interio¡es románicos pa¡ecen concebidos preüendo una deco-
ración pintada; sólo ello explica el contraste a veces extraño entre la sencillez de los or-
namentos interiores y la profusión de esculturas que se desarrollan en el exterior; las
superficies desnudas de los interiores se animaban con el color". (32).

Consecuentemente la arquitectura gítica admitía el color como un comple-


mento casi obligado de la forma; exteriormente, por la intemperie, se reserva-
ban pequeñas zonas protegidas (partes abovedadas de los pórticos, roseto-
nes, etc.). En muchas de estas obras la decoración sólo existió en la mente
del arquitecto; pues nunca se llegaron a reahzar; en otras desapareció, por
ser postergada o destruíd4 explicando esto el contraste entre lo "de afuera" y
la sobriedad de lo interior.

La decoración del interior se repaile básicamente entre las vidrieras y los


muros (decoración traslúcida y pintura propiamente dicha); cuando los re-
cursos económicos no existían, se limitaba a pintar las partes principales: ca-
piteles, claves de ojivas, un pedazo de nervadura cerca de la clave, etc.

Los pavimentos se elaboraban con piedras de diferentes colores y en trazados


geométricos; los miembros constructivos, como pilares, columnas, capiteles y
nervios, eran pintados con colores vivos y oro, para resaltar la transición for-
mal. Los témpanos de las bóvedas se adornaban con representaciones, ser-
penteadas, de lo vegetal o estelar sobre fondos que semejaban cielo. Además
de las ventanas y partes arquitectónicas, se cubría el resto de las paredes con
representaciones devotas.

A este respecto Choisy indica:

'Así como las arquitecturas de la antigüedad, el arte gótico admitía el color como un
complemento casi obligado de la forma..."(33).

192
"I-os arquitectos románicos habían esculpido casi exclusivamente las fachadas, reser-
vando los efectos del color para los interiores; sus suceso¡es (goticistas) continuan tan
sabia tradición". (3).

nl-a coloración de las vidrieras constituye sólo una nota dentro de la armonía general:
para representarnos una de nuestras üejas iglesias tal como debía imaginárlas su autor,
es preciso devolverle mentalmente la coloración sólida de sus paredes, junto con el diá-
fano resplandor de las üdrieras centellantes" (35).

En el Renacimiento las decoraciones con pleno relieve prevalecen aún en la


época de Vignola y Palladio y la estatuaria cobra c,arácter sr¡ntuoso y acceso-
rio en el siglo XVI. Los pisos eran primariamente de cerámica esmaltada;
luego, se añaden incrustaciones de mármoles o mosaicos. En el interior no
faltaban los estucos coloreados y los temas grutescos de inspiración romana.
La capilla Sixtina, que cxcluyo el relieve, realizada por Miguel Angel es el
triunfo glorioso del fresco.

Los a¡tesonados eran también un elemento definitorio de la época; las bóve-


das elípticas, de apariencia, se revestían de estuco, y a las naves laterales oon
bóvedas de arista se les borraba los cantos para faciütar su pintura.

Los a¡cos y bóvedas se adornaban con ricos casetones, ornamentos de estuco


y pinturas. Por economía aún perduran cielos rasos, ora llanos y pintados, ora
adornados con casetones regulares.

Los muros se revisten con mármoles, frescos o estucos, los cuales fingen ór-
denes clásicos, pilastras y entablamentos.

La ornamentación es, pues, un vestido ampüo que cubre el núcleo arquitectG


nico, y, a veces, poco tiene que ver con la estructur4 por lo que puede llegar
al punto, de invadi¡lo todo, haciendo desaparecer los miembros arquitectóni-
cos y aún desfigurar la arquitectura con fingidos lunetos y frontones, que no
existen ni pueden existir.

Se tenía la tendencia a resaltar los ornamentos en las columnas, pilares y por-


tales, repletos de notables arabescos que subían por las columnas y con cual-
quier decoración que adornara compartimientos llanos.

Todas estas nociones y descripciones se pueden encontra¡ en gran cantidad


de historias y estudios arquitectónicos; pero, a pesÍr de esto, la decoración
mediante pintura, repetimos, siempre se ha convertido en un hecho polé-i-

te3
co.

A partir de los grupos románicos y revivals, que recuperan los valores, con-
ceptos y formas de la arquitectura griega" romana, románica y g6trca, se pro-
dujeron profundas discusiones sobre lo que se llamaba la "policromía arqui-
tectónica".

Hasta 1830, se aceptaba sin discusión, tanto por goticistas como por clasicis-
tas, al mfugen de otras opiniones, que la arquitectura era monocroma y quc
el edificio mantenía su integridad visual al ser aproximadamente del misps
color en todas sus partes.

En 1,829. Jakob Ipaz Hittorf planteó su teoría, la que aseguraba que los tem-
plos griegos eran poücromados ¡mpüams¡fs, con combinaciones estridentes.
Pero los arquitectos o"o¡slenistas, que decían recuperar los valores arquitec-
tónicos de la antigüedad, se hicieron siempre de la "vista gorda" y continua-
ron diseñando sus usuales arquitecturas monocromáticas.

De hecho la poücromla tuvo mayor influencia en los historicistas renacentis-


tas y góticos, pues en las contradicciones teóricas se planteaba que la arqui-
tectu¡a sin color erafría e insípida. En Europa, de paso, se buscaban méto-
dos para preservar del hollín las arquitecturas del hollín de las ciudades
industriali"adas, y cualquier avance e¡ l¿ higiene y limpieza de las mismas era
bienvenida, empezíndose a usar cnrátnicapolicromada y ladrillo üdriado.

Los principios de la "coloración estrucfural" eran esencialmente racionalis-


tas, ya que creían que la forma arquitectónica era necesariamente la forma
estructural, y gue, por lo tanto, los efectos del color debían provenir de la
-isma naturaleza de los materiales.

Ruskin, en cambio, sugería analogías biológicas con animales o plantas y de-


cía que el color debe aparecer con perceptible indiferencia respecto a la for-
ma y proponía que los revestirnientos de ladrillo, por ejemplo, por ser de "na-
turaleza inferior", debían ser recubiertos con una piel protectora, al igual que
el cuerpo de un pez es protegido con escámas.

I-ouis Sullivan, siguiendo estos principios, ideaba paneles que estructuraban


hermosos diseños muy adecuados a su función, convirtiéndose en lo que lla-
maríamos actualmente un "real" estiüsta.

En general, entonces, para comprender la obra de Brüning, no debemos olvi-


t94
dar su época, las concepciones eclécticas y la comprensión que él tenía de
una arquitectura integral, que no era sólo la definición del espacio sino todo
lo que en su interior permitía el desarrollo de las actividades con plenitud y
perfección.

Juan María Q¡imm en su obra "I-a Liturgia General", que tiene por lo menos
alguna influencia de Brüning, expresa:

'Para la pintura de iglesias, sea la más sencilla o la miís rica, es principio supremo: la
pinlura debe sujefarse o acomodarse a la arquifecfurq sea cualquiera el estilo; , pues
la obra construída es lo principal a lo cual no puede perjudicar la decoración o pintura,
que es lo accesorio; el objeto de ésta es mas bien realzar la arquitectura. (3ó).

Es importante considera¡ el pensamiento concreto de Brüning con respecto a


estos puntos, los que expücan en algunos de sus pequeños escritos.

Refiriéndose a la capilla ábsidal del Corazón de Ma¡ía en euito realizada


por é1, indica:

'En esto no hay exageración alguna; pues la deco¡ación se adapta fielmente a las tíneas
y formas arquitectónicas, siguiendo en todo la regla de arte, que la pintura debe servir a
la arquitectura y no dominarla sino realzarla.
Así por ejemplo, se tomó en cuenta el sistema grafostático: las columnas principales,
que son únicas en su género por cuanto sostienen la bóveda central, son también las
únicas en su decoración; así mismo, las columnas que diüden el templo en sus distintos
compartimientos llevan igual color y decoración.
De este modo se logró acentuar la hermosura del estilo ojival; de ahíla impresión agra-
dable que recibe el espectador. En los espacios que en forma de nichos quedan bajo las
ventanas' se siguió el mismo sistema, distinguiendo el presbiterio del cuerpo de la igle-
sla.
En el presbiterio, parte más distinguida de nuestros santuarios, distínguese a uno y orro
lado, sobre fondo azul, tachonado de estrellas, unos ángeles que sostienen unas varillas
metálicas, de las cuales penden cofinas, en cuyo centro luce el monograma del nombre
de Maía, rodeado de cuatro emblemas de las letanías lauretanas. Igual adorno, aun-
que más simplificado, se obsewa en el resto del templo; pues en los espacios aludidos
se hallan tapices que llevan, entre flores, los monogramas de tos nombres de Jesrís, Ma-
ía y José, en caractetes griegos por un lado y latinos pof el ot¡o...'
"Al lado del arranque de los arcos de las ventanas, se hallan los capitetes. Todos ellos
deberian habe¡se ejecutado en alto relieve; empero ni el tiempo ni los fondos lo permi-
tieron y así la pintura tuvo que interpretar sus ricos follajes. Sostienen los capiteles los
numerosos arcos y nervios de la bóvedad, dividiéndola en sendos compafimientos
triangulares. l-a rica deco¡ación de las líneas diüsorias ¡ealza el delicado azul celeste
de la bóveda, llena toda de estrellas doradas.', (37).

195
Estos principios expücan ciertos tipos de esquem¿N básicos en la decoración
y en la pintura d6 l¡iining, que son definidos en el estudio de Grimm, para
que sirvan a los sacerdotes de guía en este tipo de trabajo.

"I-os miembros constructivos deben tener un colorido en que predominen los tintes
obscuros, por ejemplo, moreno; pero los ornamemtos pueden realzarse con oDo o ama-
rillo. En los cerramientos y témpanos de bóveda predominen los tintes claros, por
ejemplo, blanco-amarillo, gris-plata, etc. bs témpanos pueden ser algo más claros que
el colorido predominante de las paredes. Excepcionahnente se pueden pintar las bóve-
das con azul claro, aunque resulten asímás obscuras que el colorido predominante de
las paredes, porque la bóveda simboliza el firmamento. Evrtese en la pintura un color
demasiado vivo, que pudiera llegar a ser repugnante.
En las iglesias ojivales se pintan las claves de las bóvedas de cruceía de un modo varia-
do y con oro; los témpanos de la bóveda pueden ser'adornados con flores idealizadas,
que salen de los ángulos y se extienden hasta un tercio dcl espacio que intermedia entre
éstos y las claves de la cnrceía; pero si los témpa.nos son pequeños, como sucede en las
bóvedas estrelladas, es más conveniente omitir la ornamentación de flores, para que no
vengan a estar recargados.
I.a pintura de las paredes termina abajo en el presbiterio con dibujos geométricos que
acaban hacia arriba en una bordadura que forma la transición. Así mismo hay que con-
tornear con una orla las jambas de las ventanas. Por supuesto se deben escoger tan só-
lo muestras que convengan a la casa de Dios.
I-os dibujos geométricos en el presbiterio pueden aplicarse por medio de una plantilla,
pero se debe repasarlos pintando con la mano lxrra que sean más exactos".
'En una decoración rica se pueden pintar de un modo variado también las cartelas, do-
seletes y otras partes finas arquitectónicas. l-as hojas cardinas y macollas cn¡ciformes
se doran en pafe o tot¿lmente. En el arte ojival se pintan las escocias con azul, para
que parezcan más profundas; las regletas se realzan con rojo u oro, y los taludes con ro-
jo.
En pinturas especialmente ricas empléese el oro de maneñ¡ en forma de fajas, ya una o
separe las tintas, ya se extienda como ornamento de zarcillo sobre las superficies.
Para que una pintura de iglesia sea estéticamente hermosa, es necesario que la disposi-
ción de las tintas sea armónica y perspicua y que los contornos sean exactos y bien visi-
bles".(38).

La pintura debe sujetarse o acomodarse a la arquitectura, sea cualquiera el


estilo; éste es un concepto básico que guía el pensamiento de Briining.
Grimm también dice en "La Liturgia General":

"Para proceder conforme a este principio debemos distinguir en las fábricas entre apo-
yos y pafes apoyadas, es decir, entre miembros constructivos y pafes que llenan espa-
cios intermedios o sinen de remate. Apoyos son las columnas, los pilares, los fajones y
newios con sus claves. Partes apqradas son aquellas paredes que mrís se asernejan a ta-
biques que a muros y los témpanos de las bóvedas. I¡ diferencia entre estos miembros
constructivos y los cerramientos lógicamente se han de notar, dando a los a¡ro¡ros un co-
lorido obscuro y a las partes apoyadas una pintura más o menos clara. Así, se pudiera
pintar las paredes y témpanos de bóveda con blanco de cal; las columnas, arcos, newios,
196
etc., con gris quebrado de piedra; los capiteles de las columnas, con un fondo rojizo, y
dorar su ornamentación o follaje en sus relieves o bordes. Empléese poco orc; pues
con moderación y convenientemente aplicado üüfica las dem¡ís tint¿s y él mismo se rc-
alza por ellas; mas, aplicado con exceso, produce el efecto de sobrecargado...' (39).

Para Brüning, conocedor y rsspetuoso de la historia y de los oonceptos arqui-


tectónicos y litúrgicos como erq no podía olvidar la respectiva asociaciónis-
tilística en las decoraciones, dependiendo esto fundamentalmente de que
sean suri obras vinculadas al historicismo, románico, gótico o neoclásico en
cada una de las cuales lo fundamental es el realce de las formas v las estruc-
turas mediante la decoración.

Toda la pintura se realizaba al óleo, mediante moldes, patrones o maquetas


particulares, que muchas veces el mismo S¡iining las realizaba in situ,trazán-
dolas a lápiz, primero mediante bases matemáticas, luego algunas pintadas
con plantillas y refiladas a mano por último, demorándose por lo general un
año en su terminación.

Pa¡a este tipo de trabajos, posefa la ayuda de equipos de artesanos especiali-


zados como Rafael Nicolalde, J.YépezA., Luis A. Ruiz,Rafael Sandoval L.,
Juan Bautista Par¡a.

Cabe mencionar especialmente al hermano Enrique Mideros, cercano a Brü-


ning en muchas de las decoraciones dgminisas, en las cuales, las bases deco-
rativas eran definidrs por Brüning y Mideros realtzaba su magisE¿l trabajo
artístico en espacios especialms¡¡e reservados para pinturas de ca¡ácter ü-
túrgico y simbóüco.

Esta técnica decorativa, a principios de siglo, constituía en Quito y en el


Ecuador toda una escuela respaldada desde la Escuela de Bellas Artes y que
se efendía a la arquitectu¡a civil que, desgraci¿damente, desapareció cuan-
do aparecieron en Quito los conceptos del "blanqueado" y, por extensión, a
otras ciudades del Ecuador, dejando sin trabajo, ni perspectiva a esta tradi-
cional artesanía.

CAPITULO NOVENO
ALGUNAS OBRAS DE DECORACION
Parte de la obra ds l¡iining de esta naturaleza ha sufrido por culpa de los
197
cambios litúrgicos del último Conciüo; pues, sin mayor criterio artístico e his-
tórico, han sido slimin¿d¿s; han dss¿parecido junto con la obra arquitectóni-
ca; otfas, por el descuido, han perdido la brillantez origt.{ cuando alguna
vez se las ha tratado de restaurar, al desconocer los conceptos y las técnicas
implícitas en este tipo de trabajos, han perdido su antigua grandiosidad.

Algunas de estas decoraciones son:

IGLESIA DE SAN ROQTJE. QUITO.

Cuya reali"ación se comienza en abril deL9L4; interviene en ella Rafael Nico-


lalde. Es una de las mejor conservadas y estudiadas por Briining, constitu-
yendo un gran ejemplo de apücación decorativa al estilo románico.

CAPILI,A DE I,AVIRGEN DE I,A ESCALERA" QTIITO.


Su realización ss hizs en el aio de 1915. Su concepto ecléctico (neoclásico y
gótico), se ve reflejado en los diferentes elementos urilizads5 en archivoltas
de los vanos góticos, en el hermoso ¿rco tdunfal neoclásico y en el colorido
del cielo raso de módulos metálicos, a manera de casetones renacentistas. Se
conserva en lo fundamental.

CAPILIA DEL SEMINARIO MAYOR DE SANJOSE. QUITO.


Su decoración fue concebida entre julio y octubre de 190oy constituye una de
sus primeras obras de esta natu¡aleza en el Ecuador. Es un buen ejemplo de
aplicación decorativa al estilo gótico. Son interesantes los planos realizados
mediante plantillas, así como los diseños florales de los lunetos, y los de las
orlas de las jambas. Aunque la decoración se había logrado salvar durante
años, en 1991 fue "restaurada", pintándose blanco la mayoría de los paramen-
tos y el zóc,alo, así como las bóvedas encamonadas, que eran color azul, con
estrellas doradas.

CAPILLA DEL COLEGIO SS. CC. DE RUMTPAMBA" QUITO.


En ella Briining inicia la decoración en octubre de 1911, la termina en febre-
ro de I9I2. Se incluyen arreglos arquitectónicos realizados en 1906, como el
cambio de los capiteles, la disposición del Santuario y, enLX)7, el a'mento de
la sacristía posterior.

I-a capill4 de estjlo neoclásico, es realizada mediante la creación de mármo-


198
les, cenefas, el diseño del friso y la pintura especialírima de la cornisa.

La bóveda de cañón es decorada con lunetos y casetones que definen formal-


mente el a¡co triunfal. Pero el más bello trabajo lo constituye el recubrimien-
to floral del ábside, adem¡ás de las cenefas y una arquería con los affioles;
todo, pintado al óleo y resaltado con oro.

IGLESIA DEL BUEN PA"STOR QUITO.

En ella diseña su decoración en noüembre de 1912, almque se comienza en


diciembre de I9I2, concluyéndose exactemente un año después. I-a iglesi4
de estilo neoclásico, posee hermosos diseños en los lunetos, los intradós, el
hermoso a¡co triunfal y los arabescos de la bóveda de lunetos- El ábside, au-
mentado por Briining, también es integrado a la decoración por el diseño de
arabescos, almohadillados simulados y orlas en las janbas.

SACRISTTA DE LA CATEDRAL. QUTTO.

Sus diseños fueron hechos en mayo de L915 y terminados en agosto de ese


mismo año. Por el estfo neoclásico, inme¡ss en su arquitectura, Briining tra-
bajó dentro de este concepto; se destacan los diseños de molduras de las cor-
nisas; que continuan gráficamente las cornisas de las antas; los lunetos, po-
seen diseños florales; el uso de frisos para inscripciones latinag asl como el
diseño de rosetones del intradós y del arco toral principal definen el estilo.
Son importantes las asociaciones simbólicas de las linternas a soles y los cie-
los en el intradós de la bóveda esquifada.

CaPILLAABSIDAL DEL CORAZON DE MARIA" QUTTO.

Esta capilla, de purísimo estilo gótico, fue decorada por Brüning en 1909, ter-
min{¡dess el trabajo a finales del año; fue trabajada por el maestro Monte-
negro. Su característica fundamental es el resalte de la obra y de su funciona-
miento estructural, en base de la pintura; pues cada elemento arquitectónico
posee diseños propios que los diferencian y asocian a sus respectivas funcio-
nes; todo el sistema gráfico se proyecta a la bóveda de terceletes. La capilla
del crucero posee diseños de orlas que simulan jambas; se define grrificamen-
te el sistema de dovelas y elmofi¿dillados de los par¡mentos.

Pero la parte miás hermosa se encuentra en la solución del ábside, de conteni-


dos simbólicos, asl como en los paños de solución geométrica" combinados
t99
con detalles florales.

La pintura se conserva en su estado orignal aunque algo opacada por el pol-


vo y hollín acumulados por el tiempo; constituye un elemento fundamental
para el estudio arquitectónico tanto del estilo como de las concepciones de
Brüning.

CaPILLA DEL HOSPITAL DERMATOLOGICO. QUTO.

[-os diseños de la decoración los reeliza en Lg?Á, adaptándolos al estilo neo-


clásico del conjunto. En general es una sencilla decoración que se oonserva
en su mayor parte. Son interesantes los diseños que definen las bóvedas es-
quifadas.

rcl,Fsra DEL CARMEN BAIO. QIIrrO.


En esta iglesia Brüning realira,, desde 1932 a 1935, varias refacciones decora-
tivas; entre ellas, levanta en altura la techumbre, así como refacciona el cielo
raso nediante módulos metáücos. La pintura decorativa la diseña de 1:93/ a
1935; incluye la pintura y decoración del coro. I-a iglesia" de estilo neoclási-
co, es decorada bajo estos conceptos; llama la atención la cualidad de sus or-
las y cenefas solucionadas con dorados, reforzadas en los capiteles oompues-
tos. La cúpula acentúa sus nervaduras oon diseños florales y el conjunto se
complementa con las ricas pictografias simbólicas, asf como con el colorido
del nuevo artesanado de módulos metálicos.

En esta iglasia trabajó cnnJ.YépezA., el cual además, realizó los cuadros


de la nave y del ábside.

IGLESIA DE SAI\ JUAN. QUITO.

Esta iglesia varias veces sastigada por terremotos y que estrena ya tres facha-
das, fue intervenida en la decoración por pafe de Briining en 1910, aunque la
bendición 6s fu mism4 restau¡ada y pintada" se realizó el24 de ma¡zo de
1916. Es un hermoso ejemplo por el concepto y el colorido, así sope por la
redizasón de las pinturas que en ella existen.

I-a iglesia, de estilo neoclásico, posee iluminación a un solo lado; por lo cual
Brüning adapta un concepto de simetría en la que simula los vanos en pers-
pectiva en el otro pararnento. Además, la ilusión óptica que produce la a¡ca-
da con cortinajes a ambos lados permite una sensació¡ fls ampliación del es-
200
pacio. Desgraciadamente se ha creado un zócalo que rompe la unidad del
conjunto. Su deterioro data del terremoto de 1987.

CAPILLADEL HOSPITAL EUGENIO ESPEJO. QUITO.

La capilla pertenece al conjunto neoclásico realizado por Augusto Ridder, en


el cual N¡üning diseña, como parte de la decoración" toda la carpintería de
vanos y puertas, así como el diseño pictórico, aproximadamente en l:yZg. El
estilo neocl¡ásico conlleva a la creación de cenefas, mármoles y unos hermo-
sos diseños florales del ábside. En general la decoración es sencilla pero de
hermoso colorido.

IGLESIA DE LA ESPERANZA" TABACT'NDO.

Esta iglesia constituye otro de sus ejemplos típicos por haberse conservado
en su integridad ¡ además, por ser concebida en su totalidad arquitectónica
por Brüning; la decoración fue terminada et lT2l. El diseño de cenefas, or-
las, mármoles y elementos simbóücos son un rico ejemplo de estilo románico.
Lleman la atención los diseños florales de los lunetos; pero ninguno como el
gran diseño floral del ábside que es uno de los mejores ds g¡üning. La bóve-
da de aristas fue repintada últimamente y, aunque su color brillante no se
asocia a los tonos pasteles del resto del decorado, io rompe la unidad del
conjunto.

CAPILI,A DEL HOSPITAL. LATACT]NGA.

Esta capilla" que también posee un concepto y realización integral por parte
de Briining aunque incrustada en un conjunto neoclásico inaugurado en
L9(D, fue decorada en 191-0. El concepto de la decoración también responde
a los cánonesjónicos del conjunto, definidos por los diseños florales de los
intradoses, los m¡írmoles, las pinturas simbólicas del ábside y los panelados
simbólicos de la bóveda. Actualmente está en proceso de restauración.

IGLESIA DE SAN MIGTJELITO. PILIARO.

Esta iglesia es también uno de sus maravillosos ejemplos de integridad, reali-


zada en estilo historicista neoclásico; tenía una hermosa decoración que fue
reaTizada en 1915. Desgraciada-ente, a más de que está en total abandono,
esta iglesia fue pintada hace algunos años; por lo cual sólo se pueden percibir
restos en las pilastras del arco triunfal y en el baptisterio.

201
Bruning tanbién realizíla decoración del Santuario de la iglesia de Santa
Clar:ia de Quito (1912), que se sonseryq en parte, asociada al estilo neoclási-
co; el diseño del Santuerio de la iglesia de San Carlos, en Quito, concebido
en 19f|, annque se concluyó según sus diseños en 193L, (hoy está totalnente
ocr¡lto por la pintura posterior); diseños del Santuario de la iglesia de Santa
kisca dc Qu¡to (19D), hoy desaparecidos tras los últimos cambios ütúrgicos
del último Concilio; diseño de la decoración de la iglesia del Seminario Me-
nor de Q¡ito (1913), desaparecida conjuntamente con el edificio del Semina-
rio en los años setenta; diseño de la decoración de la capilla del colegio de La
hovidencia de Quito (centro) (1911) desaparecida cuando se derribó la ca-
pifu diseño de la iglesia del hospital de Ambato (1904), desaparecida cuan-
do se derribó el ediñcio; diseño de la decoración de la iglesia de Saquisilf
(ly4),desaparecida cuando se derribó la iglesia; decoración de la iglesia de
Cotocoll¡o en Quito Gnq se oor$erva en partes; diseños para decorar la ca-
pilla de las Madr€s de la Providencia de Ambato (centro) (19t7), se conser-
va en parte; decoración de la iglesia de Tabacundq incluyendo la capilla de
las lli¡ar¡ de María (19@); fue bendecida por Brüning, hoy se encueutra res-
¡
taurada en ¡rarte perdid4 aunque se conservan sus rÍrsgos estilfsticos; deco-
ración de la Capitla de la Virgen Sandsima de Caranqui (1916), desapareci-
da bajo la pintura actual; diseño de la decoración de la iglesia de Santo
Domiryo, cn lbarra (L923) y realizada en sus ele4entos por fray Enrique Mi-
deros; diseño de la decoración de la iglesia de Santo Domingo de Cuenca
(1918), a la cual, adenás,levantó el techo y colocó los módulos metálicos; las
pinturas fueron realizadas por fray Enrique Mideros; iglesia del hospital
L¡isYcr¡¡za de Gua¡aquil (ly?n>,no se conservan actu¡lrns¡fe; diseño de la
decoración de la iglesia del Tejar de Quito (1931), se conserva y fue restaura-
da bace pocos años.

AdenáE existen pequeños trabajos decorativos llevados adelante bajo sus di-
rectriceg como en la capilla de la iglesia de Pomasqui, capilla lateral de la
dcsia de C.a¡rambe, etc., así como decoraciones realizadas bajo sr¡s concep
toq llenados adelante por sus discípulos, como en la iglesia de Conocoto por
Rafael Nicolalde (1939); El Quinche (1"938), empezada por Mideros, aunque
termi¡rada por J. Ruiz A. por no cahar los conceptos del primero en el estilo
de la iglesi4 Matriz de Machachi, basflica de Baños, iglesia de Santo Do-
ningo de Loja, Catcdral de Loja, la capilla del hospital de Thlcán, etc.

202
115 Detalle del ábsid¿ de la iglesia de del Seminaño San losé. Nótese el de-
San Roque de Quito donde se perci- talle floral tlpico de los lunetos; la pin-
ben los grondes planos Ete sernejan turafue recientemente eliminada en la
cerónticos bizantinos ; Eteda ínterrum- rnayor parte de Ia capillo, incluída la
pida a meüa alturq a trovés de las d¿ la bóveda encarnonada. Los pila-
cornisas de üentes dc sierra. Cada res d¿ madcra marcan la división del
uno d¿ los témpanos poseen diseños úbsidc y Ia nave central.
florales especíales; Ios molduras d¿ las
neryaduras y cornisas, asl como las 119 Detalle de la dccoración de la ca-
a.rchivokas de los ventanas, son resal- pilla de /os ,SS.CC. de Rumiparnba.
tados mediante cenefos y trozos que Los frisos noecldsicos son aprovecha-
acentúan Ia esbeltez o la volumetrla. y la
dos para las grondes inscripciones
bóveda semeja casetones, lunetos.
116 Detalle en Ia iglesia de San Ro- Nótense las cenefas metóIicas, el si-
que, donde se obsena paúe d¿ los in-
mulado de mórmoles v el colorido de
tradós d¿ los arcos formeros y trans- los capiteles y el de las ménsulas de lq
vercales del crucero; se perciben los comisa conida.
complicados diseños florales y la inte-
gración de elementos litúrgicos. Los 120 Detalle dcl decorsdo de la iglesia
salmeres y dovelas simulados mues- del Buen Pastor de
Quito, lunetos, in-
tran la estntctura de los atros. Las or traüs dc los arcos torales, salmeres,
cadas ciegas del triforium son dccora-
ovarios renacentistas, arabescos y pro-
dos con santos, apóstoles, etc. Nótese
fusión d¿ mórmoles simulados defi-
pañe de los diseños arabescos de las nen el estilo neoclásico de la decora-
bóvedas vaídas. ción.

117 Detalle dcl arco triunfal de la ca- 121 Detalle del decorado d¿ la Sacñs-
pilla dc la Wryen d¿ La Escalera dc tía de la Cotedral de Quito. Nótense
Quito; su diseño rico en cmefas, cin- los detalles florales dc los lunetos, las
tas, inscripciones se prolongan al in- comisas simuladas, los casetones del
tradós. intradós y la profusión de mórmoles
propios de la decoración de un espa-
Los intradós de las nenaduras tarn- cio renacentists
bién son d¿corodos con cenefas y los
plementos semejan cielos estrelludos. 122 Detalle dcl decorado de la capilla
Las características eclécticas de esta absidal del Corazón de Marla dc Qui-
capilla se complementan con el cielo to, en la zona dcl crucero. La esbeltez
raso de casetones en color. de las columnas, columnillas adosa-
dos y archivoltas recibe$ segítn su
118 Detalle dcl decorado de la capilla función, el diseño y el color, acentua-
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d.os con los detalles dorados símula-
Ete recubren las pilastras, los intro-
dos. Nótense tarnbién los almohadi- dós, así como el diseño del arco toral,
llados y las dovelos sirnuladas en que son un magnífico ejemplo de uni-
urcos y parunentos así como el color dad onL Es notorio el diseño floral
azul celeste del intradós de los ple- del óbside
Ete constituye uno d¿ los
mentos. más hermosos concebidos por Bü-
ning. Todo el diseño se integra magni
123 Detalle dc Ia decoración de la ca-
con los conceptos historicis-
pilla del hospital de Latamnga N6 ficamente
tas romónicos del conjunto.
tense las orlas en las jambas de los va-
nos, las decoraciones florales del
126 Detalle de la pinura de una de las
intradós, los detalles matmóleos dc
columnos de Ia iglesia de San Migueli-
las archivohas y comisas, así corno
to de Píllaro, hoy en proceso de dete-
los panelados de la bóveda de cañón
rioro total, y qte fue repintada hace
conidoy los perpiaños simulados.
algunos años; por lo cual, sólo se
aprecia levontando las capas de pintu-
124 Wsta general de la decoración d¿ ra. Algo se consena todavla en el an-
la iglesia dc San Juan de Quito que tiguo baptisterio.
crea un& ilusión de simetría en las ar-
cadas superiores con reloción a los va- 127 Fotografia del año 1940 de pane
nos de luz y una ampliación del espa- del santuario decorado por Büning
cio por la columnata con cortinajes en la iglesia dc San Carlos de Quito.
creada en la parte inferior. Su estilo neoclásico, acorde con la ar-
Etitectura del conjunto, es evidente.
125 Büning diseñó en sus mínimos Nótense las columnas corintias, los
detalles toda la iglesia de La Esperan- paños de arabescos y el gran friso con
za de Tabacundo. Obsénense los di- incripciones latinas. Hoy se encuentra
seños de orlas, cenefas y mórmoles oculto bajo una capa de pintura.

2r3
IERCERA PARTE.
1,,/T OBRA DE DISEÑO DB BRÜNING.

o
CAPITULO DECIMO
EL DrsEño y Los ESTrLos AReurrEcroNrcos
La obra de diseño de Brüning es muy ampüa; responde con surna precisión a
su concepción orgiánica de la arquitectura, definida por la integridad formal y
conceptual de los aspectos arquitectónicos, decorativos y por el más insignifi-
cante elemento que entrará en función en un templo; vincula así su amplio
conocimiento de la arquitectur4 con la historia de la arquitectur4 con la tec-
nología y con los preceptos litúrgicos.

La mayoría de las obras de esta naturaleza est¡án vinculadas a los templos que
construyó, restauró o completó; entre ellas tenemos diversos tipos de altares,
confesionarios, comulgatorios, pírlpitos, etc., elementos que complementan la
arquitectura, como ventanas, puertas, mamparas, pararrayos, cruces, etc. y
elementos ütúrgicos, como incensarios, marcos, coronas, sellos, etc.

Los altares, por ejemplo, deben reunir una serie de cualidades litúrgicas que
definen su forma; sus raíces y características se encuent¡an en los orígenei y
en la historia de la Iglesia; sobrepasan los objetivos de este estudio; así, según
sus prescripciones, deben ser de piedra (piedra natural, mármol, piedra de
g:anito, asperón), no a¡tificial (ladrillo, baldosas, hormigón, etc.); pero, sobre
el color y la labra, no hay prescripción. Su forma puede ser el de una mesa o

2t5
el de un sarcófago; la primera, por asociación histórica a la mesa "sobre la
que el Salvador instituyó el Santo Sacrificio de la Misa", y la segunda, por los
sepulcros de los mártires, sobre los que se ofrecía el Sacrificio, principalms¡-
te en las catacumbas. Esta última forma fue muy lpica en el Renacimiento.

¡
Para ser consagrable ha de ser de una sola pieza en el peor de los casos, se
lo complementa con otros pedazos, los cuales quedan sin consagrar. Debe es-
tar cerrado, o, de tal forma" que no se coloquen objetos de ninguna naturale-
za, a excepaón de reliquias, colocadas en tal forma que puedan ser observa-
das por los fieles. Este tipo de alta¡ se llama frjo (altare fin^tn ) y es le mínims
que se exige en un alta¡ mayor. Debe ser consagrado conjuntamente con la
iglesia, si es recién construída.

El alta¡ está colocado sobre una tarima de madera o, si es de otro material,


fonada de alfombra. Puede tener tabernáculo que también responde a una
serie de conceptos liturgicos y debe coloca¡se en el lugar miís conspicuo; de-
be ser sobresaliente por sus mismas características arquitectónicas y será
construído en madera" miírmol o metal precioso y:

"l-a forma del tabernáculo debe corresponder al estilo de la iglesia' (Concilio Provincial
de Praga,18ó0) (40).

Debe poseer unas medidas precisas acordes con su función y guardar deter-
minados elementos formales en su configuración. En la Liturgia General se
dice:

"...1a S. C.ongregación de los Obispos, prescribe que por lo regular el tabernáculo sea
construído de madera. Se desigra la madera como material para la construcción del ta-
bernáculo po4lue no deja penetrar tan fácilmente la humedad como otros materiales.
El Sagrario puede construi$e también en mármol y de metal precioso.
h S. Congregación de los Obispos prescribe (2ó de octubre de 1575) de que el Taber-
náculo sea do¡ado exteriormente. Encima dcl Sagrario está la imagen de Jesús crucifi-
cado o de Cristo Nuestro Señor mostrando sus sacratísimas llagas o, lo que es miís usa-
do, una cruz pequeña'. (41.).

De igual manera se sigue con otros elementos del altar, como el baldaquino
que, en la antigüedad era obligatorio en todos los altares; a finales del siglo
pasado fue restringida esta decisión dictada por la Congregación de Ritos.

Por lo expuesto, el alta¡ tiene una altq compleja y fundamental connotación


simbólica que, repetimos, rebasa nuestro estudio; puede ser mejor compren-

216
dida con lo que el mismo padre Brüning nos explica con respecto a su diseño
de altar mayor de la capilla absidal del Corazón de Marla de Quito:

"En el presbiterio mismo se levanta el altar que es sin discución el más acErtado por 6a¡
simbolismo cristocéntrico. En él en efecto todo converge a la Sagrada F,ucarisu'a prc-
sente en el Tabernáculo; todo habla del Santo Sacri.ficio de la Nuer¡a Lcy que en él se
ofrcce. Dos ángeles hacen centinela de honor a las puertas mismas del tabemáculo y
pa¡ecen decir: EcceponisAngelorum, factuscibusüatorunq letrero que se halla asímis-
mo distribuido por los lados. En un retablo sobre fondo de oro se ve cuat¡o grup6 de
hermosos ángeles que nos enseñan que el sacrificio de la misa es la más digna adora-
ción que se debe a Dios (culto latréutico), la súplica más eficaz pa.ra implorar nuev.as
gracias y arxilios del AltGimo, la acción de gracias más agradable que el cristianismo
podría presentar a Dios (culto eucarístico), la mrís cabat rcparación de nuestras culpas y
de los pecados del mundo entero (culto propiciatorio). Se hallan estc símbolc gru-
pos, de dos en dos bajo graciosos tímpa.nos, separados con sr¡s r€spectivx pináculc.
Todo este conjunto, adornado con macollas trepantes y cruciformes, impresiona la vista
del modo más agmdable. A la altura de la sin par bella estatua de la SantGima Virgen
se hallan otros dos ángeles, en devota actitud, acompañando y venerando a la Patrona,
a la cual está dedicada esta capilla absidal de la Basílica de Quito, el Purísimo C-orazón
de la Madre Santísima del Cielo". (42).

En cuanto al asunto tecnológico y de producción, Briining prefería enviar sus


trabajos a Alemani¿, fundamentalmente por aspectos de costos, ya q'e sr¡s
respectivas congregaciones internacionales los hacían prácticamente en for-
ma g¡atuita. IJna vez allá" eran estudiados en su despieoe a manera de puzle,
para luego poder ser transportados al Ecuador.

La casa constructora Mayer Hofkuns-tansealt de Munich es la que se encar-


ga también de los vitrales que usa l¡iining; en el caso de los trabajos en rna-
der4 tiene una factura originalísima; ésta es claramente percibible tanto en la
técnica de pr¡zzle como en la policrimía de las figuras y en la pintura general
muy fina y natural; otros elementos son construídos en el país, en donde ya
existía una importante tradición en el trabajo de la madera.

Con respecto al estilo, l¡iining es completamente respetuoso del ooncepto


orgánico; así, en las iglesias góticas, románis¿s o neoclásicas y hasta barrocag
los estilos de cada uno de los elementos respondían a cada uno de estos con-
ceptos; cuando se trataba de restaurar o complet¿r, siempre cuidaba de man-
tener las formas, de tal manera de no alterar los estilos ni destruir ninguna
parte. José Gabriel Navarro, sin ubicar al autor de algunos de estos trabajog
y que fue S¡üning, dice, por ejemplo, con respecto al Altar Mayor de la Igle-
sia del Hospital S. Juan de Dios de Quito:

217
"... y el altar mEror, que estuvo muy esttopeado y destruído en su mayor parte, ha sido
restaurado con mucha discreción'. (43).

Igual cosa podemos decir con relación a púlpitos, confesionarios, comulgato-


rios, etc., formalmsn¡s integrados al estilo general de las iglesias, a los princi-
pios litúrgicos y a claros preceptos funcional-racion¡listas que permiten lle-
var adelante los objetivos ¡sligiosos de la manera más e4pedita; pues Brüning
definía, en algunos de ellos, detallados conceptos ergonómicos minuciosa-
mente estudiados y catalogados, que eran usados como ejemplo en su ciáte-
dra.

Los elementos que complementan la obra arquitectónica, como las ventanas


que llenan los vanos, son otro ejemplo de la riqueza del diseño de Brüning;
respetando los estilos arquitectónicos, poseen un trabajo meditado y variado
de diseño que procura el máximo paso de la luz. Por lo generat tienen dos
secciones claramente defrnidas; la inferior y la que se adapta al intradós de
los arcos ojivales o de medio punto.

El trabajo de puertas de madera constituye también un gran ejemplo de la ri-


queza formal en el diseño, así como de la asociación de estilos y conceptos ü-
tútgcos. Todas ellas, al igual que las ventanas, han sido realizadas, en gene-
rat en el Ecuador.

El trabajo en hierro de portadas, además de cumplir con los requisitos fun-


cionales y litúrgicos, es un ejemplo de labor de "carpintería de metal"; sin uti-
lizar sueld4 usa remaches, abrasaderas, espigas, destajes, etc. y aplica cohe-
rentemente la pletina. Todos estos son detalles que se conjugan en un típico
elemento de Briining. Este material, en lo fundamental, fue también integra-
mente realizado en el Ecuador.

o
CAPITULO UNDECIMO
AI-]GUNAS OBRAS DE DISEÑO NN BRÜNING

La obra de diseño de Briining es una de las que más ha sufrido debido a los
cambios litúrgicos del último Concilio; pues, al cambiar los conceptos, mu-
chos de estos elementos resultaron innecesa¡ios (púlpitos, altares con taber-
2t8
náculo, confesionarios, comulgatorios, mamparas, etc.), ¡ sin mayor criterio
histórico y artístico, fueron eliminados o transformados para otros usos.

En todo caso, el valioso aporte de Brüning estaría incompleto sin el estuüo


de estos elementos que, como decíamos en un principio, constituyen parte de
una comprensión orgánica de la arquitectura.

Con respecto a los mis6e5, hemos llegado a contabilizar un número que so-
brepasa las doscientas obras utilizadas en diferentes iglesias a nivel nacional.

128 Wsta general dcl óbside, funfu se 1934 y acabafu en üciembre de este
percíbe el color todovfa limpío de la mismo año.
decorución realimdt por Brüning. EI
altar fijo (instalado en 1912), el reta- l30Altar mayor de la capilla del antí-
blo sobre el mismo trsbajado en Mu- guo colegio de los S^S.CC. de ktmi-
nich en 1913), así como el comulgato- pamba en Quito (hoy Univenidad
rio, son también su obray constituyen Tecnológica EEtinoccial); es dc estilo
un cla¡o ejemplo de conjunto de ele- neoclásico y trabaiado en metal en la
mentos romónicos. La foto dato de casa alemana Mayen La fotograflt dc
1918. San Rorye. 1924 año de su bendicióry Permite
apreciu la decoración dcl óbsidc Ete
Los alto¡es laterales fijos, Ios retablos tod.ovfa se conserva; no así el altar Ete
laterales, como el dc la hryen fu la hoy se halla repartido en Pedams, en
Bonadorq confesí.onaños, púlpito, Ia iglesia dcl colegio d¿ los Sagrados
etc. tanbién son diseños suyos. Corazones d¿l Centro, en Quito.
CCPL. CCPL.

129 Akarfijo en piedra dc estilo neo- 131 Wsta general dcl oltor moyor de
clásicq en la iglesia del Ca¡nten Mo- la Cqilla absidal d¿l Corazón d¿ Ma-
demo de Quito, donde Büníng ade- rla" en Quito, recién colocada y reali-
mós, realizn la d¿coracíón interior y zado en la casaMoyer dc Munich Qro-
vaios aneglos. El cuidaba sus obras licromado y an técnica fu estilo
en los mínimos detalles cuanfu Ie era puzzle). Su estilo es gótico, rcorde
posible; cuanfu no se realizaban de con la estructura, el espacio y la dcco-
acuerdo a sus ideas, no vacilaba en mción. Lafoto dota de 1909. CCPL.
volver a rehacer todo, como cuenta" en
este coso, la tradición de las monjitos. EI resto dc altares laterales tarnbién
Este altar fue diseñado m junio de son diseño de Brüning
2r9
\*.
. S",i
l-¡,.i
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t.
1
I
(Ere se consena), pero sin topar fisi-
132 Dibujo original tu Brüningdel al-
can ente ninguno d¿ sas elementos;
tar dc la capilla absidal ful Cotazón
posterionnante fue sacado y hoy se en-
de Marla qre lo realizó en 1X)9.
CCPL. cuentra repaxido en Pedazos, Ere
cumplen üferentes funciones en el
133 Alta¡ estilo neoclásico dc la igle- mismo convento.
La fotogrSa data
sia de Santa Clara d¿ Quito. Sus pla- dc 1912. ACR.
nos los anvió a Munich en mono d¿
1912; es bend¿cido en su sitio el 5 fu 134 Diseño del altarba.noco fu la ca-
diciembre dc 1912. Era fu color cre- pilla ful Santlsitno Sacramento de Ia
ma y oro, con columnas qte semeja- iglesia dc La Merced de Quito' diseña-
ban mármol rojo. do en 1927 y bendecido el 16 de no-
viembre dc 1930. Fue realizado usan-
De este modclo qisten muy setneian- do, incluso, partes de antiguos altares.
tes,y tanbién diseñados por Büning Son interesontes los diseños dc estípe-
en las mismas épocas, en Ia Matriz de des y columnas tonos propias del esti'
Cayambe (1911) y en la iglesia d¿ San Io.
Iosé dc Minas. El üseño de Bruning En esta iglesia también realizan repa-
se integroba al antiguo altar mayor rociones y armentos en ofus retablos,
22r
corno el elemento central del altarma-
yor en 191$ que se integra perfecta-
mente al estilo y no topa fisicarnente
ningún elemento del antiguo. Reparu-
ciones y complementos realízn Brü-
ning tonbién en otas iglesios, como
en Ia igksia de Guópulo, en la del
Hospital Sanluan d¿ Dios, en Iacapi-
lla d¿l antiguo Hospital Milinr, en Ia
capilla dcl antiguo Manícomio de
Quito, etc.

135 Antíguo altar mayor dc la igksia


dc San Felipe en Latacunga; se con-
serva actuabnente en la Saüistla Fue
diseñodo en apsto dc 1915 en estilo
gótíco.

136 Plorlo original dc hiin@ en esti-

224
lo gótico pua el alta¡ lateral fu Sa¡t 140 Dibujo original de Brüning dcl
tosé en laigksia fu San Felipe en La- confesionario dc La capilla fu San
tacanga (hoy dcsaparecido). Los ü- Cotlos de Quito, dcl cuol qistieron
seños los realizó Bríining en 1918. dos gemelos, pero Ete en Ia actuali-
CCPL. dod sóIo se conserva uno. Estos ele-
mentos contenfan un estuüo etgonfu
137 Altat mayor dc estilo gótico dz la mico muy pormenorizado que
capilla dc la Medalla Milagrosa dc utilízaba corno elemento d¿ enseñan-
Anbatoy Ete dota de 1921. za en Ia cóted¡a dc arEtitectura. Su
estilo es rornónico y data dc 1908.
138 Altsr mayor dc estilo neoclásico CCPL.
que se coru;erva en la capilla del onti-
guo hospital dc Latacunga Fue üse- 141 húlpito dc laigksia dc Son Felipe
ñado en septiembre de 1921. dc Latacungd, diseñado en februo de
1918; es el único elemento d¿ esta na-
139 Altar dcl S.C. dc lesús dc la Cate- turalezn que se conserya en su sitio
dral de laja, en estílo neoclósico. Pa- original. Otros, como en San Roque
ra este altu Bríining realizó tres üse- cuyo üseño fue reali.zndo en mayo de
ños en novietnbre dc 191& 1917, estan conveftifus en ambones.
226
YffiWffi¿:or*o;

142 Pueúo prhcipol dc Ia iglesia fu tal Dermatológico fu


Qaito, diseña-
La Magilalena de Q¿itq en estito góti- das en abil dc 1925.
co; disaiodo en eneno de 1926
147 Ventonas güicat dc la iglesia del
143 hsta pincipal de la igtesia fu colegio de La Provi&ncia dc la Inma-
Suta hisca fu Quito, en estilo rcmó- aiada Concepción fu Quito, diseña-
nico, coluado en 1X)& Fue sacada dan en 1925.
en 192 mientas realizÁbontos este li-
bto. 148 Uno de los varios tipos dc venta-
nss de la iglesía fu Conacoto, diseña-
144 Pusto principal dc Ia iglesia de tus en 1936.
Nafrn en estilo romfuiico diseñado en
octubrc fu 1927. 149 Uno fu los vuios tipos de venta-
nas fu la Casa dc Obruos dc Quito,
145 htettos y ventanos dc Ia capilta üseñadas enfebrero de 1933.
dcl hospttol Eugenio Espejo de Quítq
diseñados en 192& 150 Diseño dc matnpatzs, escaleras
dc caracol y cono con balanstrafu de
14ó Vntous de la capilla del hospi- Ia iglesia ful colegio dc Sonta Teresita
230
dcAmboto. Todos estos úabajos, Ete
constifiqten un todo, son un magnífuo
ejemplo dc unidod fu estilo dc Brü-
ning todaía se conseryon oúos ejem-
plos Ete respondcn a los respectivos
conceptos estillsticos del lugar dondc
se inscriben (capilla dcl colegio de La
Inmaculadt de Quito, capilla del or-
fanatorio Sanhcbnte dc Pad dc Qui-
to, i$esiade Son Felipe en Lotocungq
capilla dc La Med¿lla Milagosa en
Anbatq etc.). En esta iglesia tanbién
es magnlftco el diseño de pueúas y
ventanos rcoliudo.s mtre 1935y 1936.

151 Detalle de Ia pueta de hieno d¿


Ia portada neoclósica del cementerio
d¿ San Diego de Quito, diseñada en
junio dc 1937. Su tecnologla responde
232
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a los conceptos de la'carpinterla d¿l por Bríining incluldos en su totolidod
metaln que, sin usat sueldo, esfrucfrtra los jordines. Actualmente se consen'a
sus elemantos meüante abrazoderas, en poúe, Wro muy dcteriorudo. La fo-
remaches, espigos, etc. Algunos dc es- to daÍa d¿l dla de su inanguracióry eI
tos trabajos todaía se conseworr, co- 31 dc mozn dc 1916. ACR
mo la puerta del baptisterio dc lar W-
sias dc
San Roque (1923), Pintag y 154 Dibujo original fu Bríining para
San Miguelito de Plllam (1916), un la uma cineruña pta Santa Mañanita
magnlfico conjunto en los comdores fu lesús; rcalizada en estilo románíco,
fu la capilla del Seminaño Son losé diseñad¿ en noviembrc de 1910 y ter-
de QuiA etc. minoda en lebrero dc 1912. Fue peü-
day costeodt por GonzóIez Suúrc2
152 Baldaqino cibonio dc estilo
neoclósico dc Ia Catedrul fu LoiC di- 155 La obru d¿ la wna cineruia paru
señodo en agosto de 1929. Santa Mañanita d¿ lesús fue realizada
por el orfebre Ma.nuel León Tones en
153 Monwnento al S. Corazón de Ie- Iburay mide 0.45 m. de frente, 0.50m.
sús, m eI colegio Sagrados Corazones fu fondo y 0.65m. de alto. EI centro
fu krmipamba fu Q¿ito; diseñado lo ocupa unfenestino fu cristal dc ro-

234
cs, dond.e se qhiben las reliquias que
reposort en el templete. En el fondo,
se encuentran el monqrana fu Ia
Santa y los escudos heróldicos dc Plo
Xy el dc Gottzólez Suórc2

Todo esto estócorcnado porazacenos


en los toneones latemles y en eI pe-
qteño tímpano; hay totttbién wra cntz
de pedrería fina (rubles y zafiros) Ete
se encuentron en Ia cresterfav en otnos
Iugores del objen.

Esiircaliztda en grsn pofte en platay


en ono maciso (escufus, monogüna,
üadcma y plurna dcl óngel); el rcsto
es dorado y algunas pones son esmal-
tadas. Los diseños fu leones fueron
reemplaztdos por cóndores a petición
de Gonzúlez Suá,¡e1 por creerlos más dó suisfecho del tabajo afiesanal re-
acordes u la tradición dcl país. alizndo en oro y pedrerfe II
fotografla data d¿ 1917. ACR
15ó Marco del cuadro de la hryen
Dolorosa Ete se encaentra en Ia capi- 158 Incensario para la igksia Del Cis-
Ila dcl Milagro del antiguo colegío San ne de Loja; fue diseñado en mann de
Gabriel. Fue díseñado en 1936. 1925, pero fue obseEtiado en Ia coro-
nación fu laWrgen del Cisne en 1930.
157 Coronas de laWrgen dc La Mer- Para la Wryen tanbién diseñó una an-
cedy el Niño de Ia iglesia de La Mer- da dc viaje (1925), Ere se consetva en
ced de Quito; los diseños fueron reali- el museo d¿l Santua¡io Del Cisne, asl
zados en 1917; sinieron para la como el anda de procesión (1925) qte
Coronación Canónica, el 27 de no- se conserva en lo fundarttental y Ere
viembre dc 1917. Büning nunca que- todavía se utiliza

237
CUARTA PARTE.
1,,4 TECNOLOGAY LOS ESTILOS EN I-4 OBRA
DE BRUNING.

Brüning tuvo un conocimiento preciso de los estilos, tanto desde el punto de


vista histórico como técnico; pues entre ellos existe una relación bastante cla-
ra.

Este conocimiento debfa adaptarse, en primer lugar a una zona con serios
problemas sísnicos, elemento que él nunca olüdó, y luego a nna sociedad
con caracterfsticas bastante singulares en muchos aspectos de la tradición
constructiva.

Con respecto a los estilos, siempre creyó preferible el historicismo románico,


por los problemas slsmicos anotados, sin despreciar el estilo gótico, siendo
éste, algunas veces, casi un estilo de tra"sición. La construcción de ls5 mis-
mos estaban basados en los muchos conocimientos técnicos de la época; pues
vale la pena recordar aquí que, en los estilos originales, se fue dando poco a
poco un proceso de desarrollo tecnológico; pero, en este caso, al hablar de
una arquitectu¡a de principios del siglo XX, la tecnología y el desarrollo de
las ciencias había recorrido un gran camino; por lo tanto, el uso de la piedra,
la mampostería" la madera, etc, habían llegado a sus más altos grados de per-
fección; Europa y América se adentraban ya soüdanente en los avances téc-
nicos del hierro y del hormigón armado.

Fundamentaloente, desde el Renacimiento, el arte de construir habfu ido


acumulando cantidad de manuales y libros técnicos; estudios e investigacio-
239
nes de la arquitectura del npresente y del pasadoo; no faltaban los nVitrubiosn,
los "Vignolan y los nSerlios".

No es nuestra intención ¡u""r ¿¡álisis tecnológicos históricos, sino dejar sen-


tados ciertos criterios que Briining manejaba en el desarrollo de su trabajo.

Los cimientos, por ejemplo, eran estudiados por Brüning muy concienzuda-
mente, porque, en cualquier estructura, son el aspecto que garantiza el traba-
jo y, más aún" teniendo en cuenta la premisa sísmica anotada. Su profundi-
dad dependía de las ca¡acterísticas del terreno (volcánico, ncangahua", arena.
etc.) y de la altura de la edificación. Muchas obras de cimentación requerían
consolidaciones artificiales (hierro, estacas de capulí o guayacán); en la unión
de sus partes se usaban diversas árgam¿s¿s (barro, cal o unas filas con lo uno
y luego lo otro).

I-os mu¡os son solucionados en lad¡illo (San Roque de Quito), piedra (San
Felipe de L,atacunga); adobillo (San Miguelito de Píllaro) o técnicas mezcla-
das, según las zonas; así, las torres son de ladrillo y las naves, de adobe (Igle-
sia de Malchinguí), etc.

El tipo de ladrillo varía según las necesidades de su aparejo y sus elementos


eran tratados a soga y tisón; así, se usa: enteros, cintas, nchaupisn o mitades;
su organización depende de los espesores de los muros que, a lavez. depend-
en de las alturas de las construcciones v del carácter de sus cubiertas v bóve-
das.

El trabajo de muros en ladrillos es una de las caracterfsticas más interesantes


por el hermoso despliegue de belleza que este permite y del cual Brüning sa-
be saca¡ partido (San Sebastián de Quito), anotemos aqu( de paso, la i-por-
tancia de recuperarlo, como técnica válida para las necesidades de nuestro
tiempo.

El trabajo también se lo soluciona en cantería (piedra labrada), que, obvia-


mente, da una enorrne solidez a las estructuras (San Feüpe de Latacunga).

El uso de la piedra o de ciertas variedades, como la de pómez, es usada trrn-


bién, a más de tomar en cuenta los aspectos sísmicos, a causa de la accesibiü-
dad que muchas obras tenían a ella y por las caracterísücas de sus opus.

240
l¡s cplnmn¿s (octogonales o circula¡es) y las pilastras son solucionadas de
acuerdo al material que fundamenta la construcción y de acuerdo al tipo de
techumbre que se utiliza; asi las tenemos en ladrillo (San Roque de euito),
en piedra (Iglesia de Conocoto) y en madera (Iglesia del Colegio de La In-
maculada de Quito).

Cuando son de piedra, se las trabaja mediante la técnica de tambores; cuan-


do son en ladrillo, deben ser estudiados sus diseños, así como sus aparejos.

Pero la parte más interesante en el trabajo de Briining se encuentra en las bó-


yedns que ayudaq además, a identificar la estillstica de las construcciones.
Con el estilo neoclásico, Brüning usaba la bóveda de cañón y de penetración,
sostenida entre los tr¡mos de los intercolumnios por aroos perpiaños o fajo.
nes (Iglesia de El Quinche).

También usaba bóvedas vaídas que cubren cada tramo dg inls¡cohrmniss;


esris eran asentadas sobre arcos fajones t¡ansversales y formeros, cuya cuber-
tu¡a se rcahzacon piedra p6mez (San Roque de Quito). Este tipo de bóveda
la usaba en iglesias de estilo románico.

La bóveda de crucerías también es usada en el estilo románico y en el trensi-


ción" producto de la utilización de nervios diagonales
'nidos por una clave.
Estos nervios, junto con los arcos transversales y formeros, forman un sóüdo
esqueleto constructivo, en cuyos espacios se colocan los témpanos que son
relativamente livianos y de un grosor aproximado de 15 centlmetros (en la
bóveda de arista suelen ser de 30 á 50 centímetros) (Iglesia Santa Teresita de
Ambato).

Mas, estas bóvedas, cuyos arcos fajones y nervios son semicirculares, sólo se
pueden construir sobre una planta cuadrada o aproximadarnente cuadrada;
por eso, Briiming, cuando desea cubrir espacios rectangulares, utiliza los ar-
cos ojivales en los fajones, sean obtusos (Medalla Milagrosa de Ambato) o
equiláteros (Iglesia de San José de Quito). Esto, lógicamente, determina el
estilo; en el primer caso, de transición ¡ en el segundo, abiertamente gótico.

Una variación formal es el uso de las bóvedas encamonadas (y"ro y madera)


y de quincha (barro y caña), cuya característica ss se¡ fingidas, sin poder es-
tructural pero que crean el espacio formalmente y deñnen los estilos.

241
C-omo ejemplo tenemos la bóveda de cañón de quincha de San Miguelito de
Pflaro,la de arista de quincha de la iglesia de La EsperlnTae¡ el cantón Pe-
dro Moncayo y de camones, que semeja la de tracerfus, en la capilla de las
Salesas de Alausí.

En estas bóvedas, a más de usarse materiales muy accesibles (madera y hasta


"cabestros") para sr¡s rmarres; eran técnicas de mucha tradición popular; to'
do lo cr¡al faciütaba el trabajo.

Estas bóvedas al no ejercer reales esfuerzos, son sostenidas hasta por pilares
de madera o sólo por los muros laterales, reconociéndose fácilmente porque
éstas no poseen contrafuertes (Santa Prisca de Quito, iglesia de Nayón, Ma-
rianitas de Riobamba). Se da el caso, bastante común, de que algunas igle-
sias eran planificadas para bóvedas de crucería, pero, por asuntos económi-
coq terminaban siendo cubiertas por bóvedas encamonadas.

Existe, además, otra forma de cubri¡ las iglesias por parte de Brüning, como
son las bóvedas esquifadas re¡lizad¡s en quincha ("apilla del Hospital Der-
matológico), de cubierta de par y nudillo con recubrimiento de caña y barro
(San Luis de Riobamba) o recubiertas con madera (iglesia de Columbe en
Ctinborazo).
Bruning también utiliza los cielos rasos de módulos metálicos; lo cual combi-
na una tecnología moderna a la época y básica dentro de los conceptos ecléc-
ticos (capilla de la Virgen de la Escalera de Quito) o de los historicismos re-
nacentistas (""pill" del Hospital de Tulcán). Estos diseños son
concienzudamente estudiados para da¡ formas adaptadas a diferentes espa-
cios (iglasia de San Pablo en Imbabura). Estos módulos, algunas veoes, eran
en yeso (Santo Domingo de Riobamba), llernados nestucosn.

Sobre estas bóvedas i en el caso de las de quincha y de canoneg se coloca-


ban con anterioridad las diferentes partes de la armadura de cubierta, para
luego ser colocadas las tejag por lo general a dos aguas; pero sus caracterís-
ticas en cruoeros, naves, ábsides, estaban magnfficnmsnte estudiadas en sus
empates. C-olocada ést4 se podía trabajar con tranquiüdad en su interior.

Otro aspecto, en el cual S¡üning demuestra tanto su audacia como su pericia


técnica, se encuentra en la construcción de cúpulas neoclásicas, que son utili-
zadas para cubrir cruceros de iglesias de este estilo; en sus ca¡acterlsticas his-
tóricas buscaba el espacio extenso e iluminado.

242
I-a técnica debe ser muy precisa; pues, por lo generaf las bóved¡s están des-
compuestas en nervaduras meridianas; para su realizac:iín se utilizaban las
cimbras, con entrepaños de relleno; eran cubiertas con ladrillos sesgados, tra-
bajo deücado que no puede esta¡ en manos de cualquiera. I-as cúpulas des-
cansan, por lo general sobre tambor, en cuyo intradós se perfilan los vanos y
éstas se descargan, a través de pechinas, a las pilastras del crucero (capilla de
la iglesia de San Diego de Quito, Matriz de Cayambe ,Matítzde Tulcán).

159 Muro laeml de la iglesia fu San a la iglesia dc San Roque dc Quito y


Sebastión de Quito, archivoltas, comi- Ete muesúan el dcücado trabajo dcl
sas, vanos, capíteles, etc.; son trabaja- ladríllo, asl como la complejarelación
dos en lafuillo clue, por lo general de formos, funciones y slmbolos Ete
queda visto; por lo qte sus trabas de- dcfinen cada estilo.
ben gtordot enorme perfección.
161 Introdós de la aúpula de la iglesia
1ó0 Detalles dc comisas, almenados, deEI Quinche sobre pechinas. Nóten-
pinóculos, vanos achaflanados, üen- se las nenaútras meriüanas en su
tes de sierra a doble hílera, estructura proyección interiory las comisss dcsa-
de artos, rnacollas, etc. pertenecientes tmlladas bajo los mismos concE)tos
qrc en eI ononErc dc las bóvedss dc el estucafu casi barroco dc comísas y
cuión. fu los íntradós de los otcos torales v
de las pechinas.
162 Inoadós dc Iaatipula, sin tambor,
dc lo i$lesio de Cayanbe. Nótense los l& Bóveda dc cañón dc laiglesia de
ocos torules que se dcscotgan sobre El
Quinche dcsarrollada en trunos
Ios píloes dcl crucero, así como la cu- con orcos fajones o perpiuios que se
WIüro superior. Su forma peraltada dcscatgwt en pies derechos y, en pri-
dc perfrl dcl eadós se acomoda, in- mer plano, Ios pilwes dcl oacero y las
fudoblemente, a las conveniencios de pechinas dc la gran cupula de tonbor.
Ia cons:frztcción sin cimbms; en su tra- NóUnse los lunetos en el cuarto tru-
bajq pco a poco se fue elevando en mo. EI primertrano posee arcos fajo-
el vocío. nes formeros de menor alfiira; pues, a
éstos, conespond¿n bóvedas de cañón
1ó3 Intadós fu la aúpula de tombor en las nsves laferales y, a los otros,
fu la iglesia Mafriz de Tulcón. Nóten- trünos bóvedas vaífus.
se l¿ estuctura de cofumnas y arcada
dc medio punto Ere descorgan Ia me- 1ó5 Detalle de la bóveda fu ca¡ión
dia nuurja a las pechinas, así como conido fu qdncha de la iglesia de
246
San Miguelito de Pfllarc. Tanto los nes transvenales descatuan súrc ce
a.rcos fajones transvenales como for- lumnillos a conúalecho; Ia claw fu
meros muestarr su estructura fu apa- los crucetfas son utilízodos acüral-
rienciu Labóvedacental es escüza- mente püa ilwninación. Nótese Ia
d4 mientas las laterales son fu plementería ful &sifu, c:qns rnntios
meüopunto. también d¿scansan sobrc cohumillas
a contralecho.
16 Daalk dc los üferentes diseños
fu cielos rosos fu modulosmetúlicos 18 Bóvedas dc srista dc la naye lote-
Ete üferencian los espacios dc cruce- ral d¿ laigksia dc ItEspetwtzt- Los
to, brams y óbsifu fu la iglesia fu San arcos fajones formercs se dcscugwt
Pablo d¿ Imbobura Esta técnica, sobre mésulas. Los triónplos esféti-
muy usada ¡nr Briining conecta cla- cos fu los témpanos son relativot¡tsttc
rantente con las curcteísticas y el fu- dclgados, por su esfrucfrrra de E¿in-
satrollo dc los historicismos y el eclec- cha Labóveda dc lanavecen0ules-
ticistno. tú resuelta dc igualforma

167 Bóveda dc cruceñas de Ia igksia 169 Bóveda dc cruceños vista hrcia el


de Son losé fu Quito; los otros fajo- coro dc la capilla dc b Medalla Míla-
249
grosa dc Ambato. Los artos tronsver-
sales y formeros son apuntados de
centros interiores y los formeros s todo
punto; pues el espacio a cubrirse en
los tra¡nos es rectangular. Su descarya
se hoce a trovés dc semicolumnas d¿
capitel y basa, y, ésta, sobre semipitas-
tras.

170 Enradós dc las bóvedos de cruce-


ría de la capilla dc la Medalla Míla-
grosa Los trontos estón sostenidos en
las ojivos transvenales E¿e conespon-
den a los contrafuertes deriores; el re-
lleno comspond¿ a los témpanos.
Los cuchílleros d¿ Ia cabietta son par-
te restanrada por el Banco Central del
Ecuador, pero guaña su estrucfi.ra
original.

250
i ".¡-
,&n'
171 Estucfim del aradós de la b6
vedt dc catnones de la capilla del Co-
legio dc Mañonitas de Nobantba Es-
ta, en cierto Íormq es colgante de la
a¡madura fu cubieñas. Nótese eI uso
de cabestros.

172 Bóveda dc crucerfos de la iglesia


fu San Felipe dc Latacunga, con ü-
cos fajones tanrvenales y formercs a
todo punta eue se dcscatgan sobre pi-
lastas infupenüentes de estilo rcmó-
nico. Ia estructura dc Ia bóvefu per-
mite disminuir los empujes laurales;
por lo Ete los contrafuertes son mós
übiles.

173 Ewadós & la iglesia de San Fe-


hpe dc Latacunga, dondc se aprecia la
plementerla que, por la conformoción
fu labóvefu fu crucerlas, es de menor
Wsor Ete en la bóveda dc adstas.
Notese Ia tlpica annaátm de cabietta
formadt dc los pendolones (vertícal),
júúalcones y cobios; todo, sobrc los
timntes.

174 Estttctura de la aúpula dc la te


ne cental de la capilla dc la Medalla
Milagrosa; sobre ésta se encaentra la
esfructura dcl filtimo tmmo d¿l rema-
te. Nótese su dcscatga sobre el péfi|
inclinoda dcl remate dc la arte y éste
sobre la base cuadrongulu dc la có-
mara dc camponas.

175 Estuctura intema dc la am dc


la igksia dc San Roque de Quíto,
donde se apecia la técnka del trubajo
en lafuillo Ete permite la formación
dcl espacio, repaníendo las cargas de
un elemento a ot o. Nótense las mén-
sulas y los encajes pom recibir ele-
mentos tmnsvenales.

176 Estructura intema dcl remate fi-


4al en lodrillo de la tone de la iglesia
dc Noyón; igual tatantiento posee, en
esta paúe, el remale de Ia igksia de
San Roque dc fuito y el de la Meda-
Ila Milagrosa dc Ambato, annque el
de la pimera es en piedra pómez y el
fu la segund4 en sillería CAB.

177 Acceso a las tones de la iglesia de


Sur Miguelito dc Plllam. La escalera
en espiral estó sajetoda al pilar cmtal
254
d¿ madcro Nótese el uso dc la estera dc Sm Roqre dc Quito.
pora rccubrimientos.
179 Solución dc las escalerus fu acce-
178 Annazbn en lod¡illo y pílar dc so a los tones dc la Wsia fu La Es-
piedra dc las escaleras de carucol in- perawo' Esta solución en madcra,
temas dcl ftontispício dc la igksia de Ete se rcpite muchas veces, es tlpica
San Pablo en Imbabura lgual solu- dc Bríiningy vabesando los mutos dc
ción se encaentm en las de la igbsia su forma fu planta cuad¡ada-

255
QT]INTA PARTE.
EL PADRE BRÚNING.

La personalidad del Pad¡e Pedro Huberto Briining al esta¡ involucrada en


diferentes aspectos como la arquitectura, la construccióg el diseño, la deco-
ración, la enseñanza en diversas áreas (la arquitectur4 la oratori4 la teología
¡
y la filosoffa), además su condición de sacerdote, determinan que, posible-
mente, seemos injustos en muchas y quizás en la mayoría de sus facetas, sobre
todo sabiendo que el aspecto que nosotros hemos principalizado, o sea la ar-
quitectura, no era en él el elemento fundamental, sino que estaba inscrito en
sl amplio espectro definido por su oomponente ¡sligioso.

Existe muy poca información sobre Brüning; pues, en el área arquitectónica y


fuera de la Iglesi4 es totalmente desconocido, sumándose a ello la compleji-
dad de la concepció¡ ¡sligiosa que domina su personalidad" así como las ca-
racterísticas de su orden laza¡ista que conlleva la humildad como valor emi-
nente, determinando, en el caso de $¡iining que, en sus realizaciones, no
exista ni siquiera una placa que identifique su autoría.

Las pocas veoes en las cuales nos hemos encontrado con su nombre han sido
para verlo atacado en forma superfrcial y sin pruebas, cometiendo, por lo tan-
to, tremenda injusticia.

La bibüografía sobre arquitectura y arte en general es pequeña en nuestro


pals; y más aún la que versa sobre la de principios de este siglo; su nombre es
apenas topado tangencialmente; se citan como trabajos suyos dos o tres igle-

257
sias; en otros casoE ni siquiera consta su nombre. Pero aunque al eferior de
la iglesia católica nunca tuvo reoonocimiento, al interior, al menos en la épo-
ca que viüó, fue querido y respetado; pero, pasado el tiempo, su nombre, su
vida y sus obras se ha¡ ido su-iendo cadavezmás en la obscuridad.

Peüo Huberto Brüning nació en la ciudad de Coloni4 Alemania, el t7 de di-


ciembre de 18ó9. Su padre fue Albefo Briining y su madre, Elena Kleiss. Su
familia era marcada por el padre, quieq procedente de una familia protes-
tante muy devot4 habla llegado desde la Mark Brandenburg al Rheinland"
región oercana al Rhin durante sus viajes como sastre; se volvió catóüco con-
vencido a los Z) años.

Para su granalegrlados de sus hijos se hicieron sacerdotes y tres de sus hijas


se hicieron Hijas de la Ca¡idad en Colonia.

Pedro Huberto, el segundo de sus hijos, solla a¡rdar de muchacho en la misa


de la capilla laz¡ris¡¿ de la calle Stolt empezando a estudiar, en privado al
igual que su hermano Kolping.

Alos?l años, el25 de enero de 1893, entró en la Congregación de los Padres


Iazaristas; dos años después emitió votos perpetuos en esa Comunidad.

En 189 recibió la ordenación sacerdotal en París y, poco después, le dieron


el mandato para la misión en el Ecuador. Después ds cortihimas vacaciones,
se embarcó en Bordearx para su viaje a nuestro pú, a donde lleg6 el77 de
octubre de 189; regresó solamente una vez a su patria, en L9?Á, por cortlsi-
motiempo.

En 1906 empezó a trabajar en el Seminario Mayor San José de Quito, como


profeior de los futuros sacerdotes en las materias de Teología Dognática,
Oratoria Sagrada yArquitectura" durante cuarenta años.

Suponemos que su afición a la arquitectura fue de siempre. La tradicional y


rigurosa educación que recibió de los lazaristas en todos los anplios campos
del saber hunano, entre los cuales estaban el estudio de la arquitectura y las
artes en general y sus estudios particulares, consolidaron su vocación en esta
materia, llegando a constituirse en profesor muy versado ds fu mism¿; llegó
también a ocupar la cátedra de arquitectura de la Escuela de Bellas A¡tes de
Quito, en 1913, durante algún tiempo, tras la muerte de Giacomo Radiconci-
ni, su director y fundador.

258
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180 El Padre Bruning en su fotografa 181 Documento de idcntificacíón de


mós clósica y que posiblemente d.ata 1936; se Ia guoña en la Casa Central
de 191ó.ACR de los Lazsistas en Quito.

Brüning dedico a la arquitectura enorme esfuerzo, qui"ás sobrehumanas


fuerzas; pues, hay que considerar la época en la que él viüó y las condiciones
de aquel entonces en nuestro país; tener que üajar con toda clase de incomo-
didades por los caminos y lugares más recónditos del Ecuador; controlar, di-
tigr y muchas veces hacer y reelizar con sl$ propias manos desde las planti-
llas de la pintur4 las matrices de los detalles arquitectónicos, hasta los
replanteos en el terreno; dedicar horas de horas a concebir y te riirar planos
pormenorizados de tantas obras de diferente naturaleza; todo esto demuestra
quo estamos ante una personalidad muy especial.

A pesar de que los estudios teóricos directos de los protagonistas de la arqui-


tectura en el Ecuador son muy essasos, Bruning nos dejó algunos pequeños
artículos qüe, por lo general son respuesta a los diferentes e injustoi ataques
que, más de una vez, recibió por parte de otros arquitertos civiles en el Eóua-
dor y que se reñeren fundamentalmente a los surgidos por sus intervenciones
en la Basfica, El Belén y La catedral, asf como de análisis de alguna que orra
260
obra.

También hemos logrado descubrir la existencia de un pequeño "Curso de Ar-


quitectura", basado en sus clases del Semina¡'io; trata aspectos técnicos- cons-
tructivos de diversa índole y hace un estudio de los estilos clásicos (que en al-
guna época empezó a ser dado a luz, por partes, en la revista "Mi Semina¡"ion
(LgM); pero nunca se llegó a termina¡ su publicación), complementando con
resúmenes de las clases sobre esta materia dictada a los alumnos de cuarto
curso de Teología del Semina¡io.

Pero lo fundamental, creemos se encuentra en el libro "La Liturgia Generaln


de Juan Ma¡ía Q¡imm, C.M., te{o en el cual se exponen, en forma bastante
exfensa y prácttca, la arquitectura cristiana y su relación con el ministerio
pastoral entre otros muchos temas. Este übro fue editado en Alemania en
1908 y tenemos varias razones para creer que la parte de arquitectur4 eue,
fundamentalmente, es rrna historia de los estilos y algo de técnica constructi-

182 EI'üuio dc Bruning! en una dc enonne dimensión y su carga en la or-


sus póginas; estó lleno dc datos y sfm- Etitectura dcl Ecuafur. Este docu-
bolosyfue el elemento E^te nos permi- mento es guardado con mucho celo en
tió llevsr adelante el proceso de ínves- la Cosa Cennal de los Lazuristas m
tigación de su obra, rasteando la Quito.
€:]::t=:-?*

261

182
va, proviene del pensaniento de Brüning; (ambos son alemanes y sacerdotes
laza¡istas; ambos estuvieron en el Seminario de San José -Grimm, nacido en
1842, vino al Ecuador en 1875 y murió en Quito en 1907-); por lo tanto, es ob'
üo que tuvieron una época de contacto; el Padre Grimm no tiene una tradi-
ción de constructor y se lo cono€e oomo un e4perto en Teologfu y Liturglq
aportando, entre otras cosas, los primeros y más ampüos estudios del qui-
chua; el libro fue escrito en el Ecr¡ador y aprobado por Federico González
Suárez en 1907; los grabados de dibujos de altares que se presentan en la
obra son re¡lizadss por Briining y pertenecen a sus realizaciones en este
campo; pafes del tero son utilizadas efractadamente, al igual que ilustra-
cioneq en el nCurso de Arquitectura" de Brüning y en la pubücación Tvti Se-
min¿¡'igi.

Briioing; gran oonooodor de la técnica constructiva, procuró adaptarse a mu-


chas de las condiciones y limitaciones técnicas del paG y siempre pensó en fu-
turo; pues nunca desca¡taba los peligros de la zona sfsmica en la que se en-
cuentra el Ecuador; empleaba la piedra p6mez en las construcciones de
bóvedas y cúpulas y construía bóvedas de quincha y de camones; al mismo
tienpo logró acoplarse a las condiciones sociales del país y a las caracterlsti-
cas de la Iglesia en éste, para poder llevar adelantelarealizasón de sus obras
de arquitectura.

Fue nombrado arquitecto arquidiocesano; razón por la cual por sus manos
pasaban todo tipo de obras arquitectónicas realizad"s por otros arquitectos
¡sligiosos o civiles, los cuales siempre encontraron su apoyo y consejo opor-
tunos para llevar a feliz término la más pequeña de las obras.

El 19 de julio de 1937,l^ Iglesia, por intermedio del Arzobispo de Quito, le


otorgó la Canongfu Honoraria como premio:

'a los importantísimos sen¡icios p¡estados por el abnegado e inteligpnte Padrc Briining
en la Cátedra de Doema y otras asignaturas, por más de tr€inta años, co el Sembario
Mayor, así como por los de Arquitecto Arquidiocesaao en muchísimas obras de la Re-
pública'(aa).

A esta ceremoni4 a más del Venerable Capítulo Metropolitano, asistieron


notables miembros del Clero, el Embajador de Alemania y distinguidas per-
sonalidades nacionales y ciudadanos de la colonia ¿tsrnana. Este hecho fue
tomado por Brüning, dada su humildad caracterlstica, son¡ientemente.

Muchas veses se le ofreció regresar a Alemania; también le hubiera conveni-

20
do vivi¡ en un lugar más bajo; pero él amaba su labor en euito y constante-
T"{e se desplazaba por los rincones miás apartados del país, controlando y
dirigiendo las diversas obras.

La enfermed¿d ds f,¡üning, que venía desde mucho antes, hizo crisis el 10 de


marzo de 1938 a las 20h00, cuando falleció en el hospital "Eugenio Espejo" de
Quito. Los restos fueron trasladados el día siguiente al Seminario Mayor y
luego enterrados en la cripta del mismo, en donde reposan en la actuaúdad,
junto a los de otros ilustres laza¡istas que dejaron su vida en el Ecuador.

Lo que dijo vicente Pacheco en la velada funebre, pronunciada en el Semi-


nario sobre el Padre Pedro Huberto l¡iining, nos da luces en diferentes as-
pectos aoerca de su personalidad que se centraba en su amor al Ecuador, al
Semin¿-i6, a su ministerio y a la Virgen, de la cual era ferviente devoto:

"...RP. Brüning a quien este semin¿¡is y t¿ patria ecuatoriana le son deudores de innu-
merables bienes. El Semin¿¡iq, po¡que durante T lustros supo alimentar con la sagrada
ciencia los entendimientos juveniles deseosos de verdad; supo con sus ürtudes y sabia
di¡ección formar las voluntades de cuantos lwitas pasaron por sus manos con n¡mbo
hacia el santuario. I-a Patria, porque en toda ella o en su mayor parte, ha dejado impc-
rccede¡os rccucrdc e imponderables progresos, fruto de la compctencia arquitectónica
que adornaba la perona del esclarecido sacerdote que ha erigido principalmente sun-
tuosos temploc y basilicas, con santo celo porque Dioc sea bendecido y honndo'.
"...Mientras vivió el preclaro ¡eligioso, su profunda humirdad nunca le permitió aceptar
manifestaciones elogiosas; justo es que en esta hora, rompiendo el silencio en que nos
ha sumido su sensible muerte, exterioricemos nuestro agradecimiento a nomb¡e del
Ecuadory del semina¡¡s y¿.positemos una corona de flores de gratitud sobre su vene-
rable tumba...'
"'.Amor que en el correr de 39 años se tradujo en la continuada y abnegada labor de
profesor y director eq)i¡itual, cargos amboc quc lm dcscmpeñó con acierto y brillo.
si nos detwiéramos a oramin¡u todos y cada uno de los pasos de estc ilust¡e hijo de san
vicente, los encontraríamos a cual más informados del más fe¡viente amor al semina-
rio. se consideraba satisfecho cuando podía servi¡ a sus alumnos, resolviéndoles las du-
das, aclarándoles los conceptoc obscuros, ilustrándolos todo cuanto cteía conveniente,
sea cual fuere la materia de quc se tratara.
su amor al scmina¡io brilló con nucvos dcstellos durantc la enfermcdad que le llevó a
la tumba. cuando sc vio obüpdo a retirarse de las clascs, notó con dolor que sus servi.
cios eran ]ra pequeños; todavra querla servirtc en algo. I-a enfermedad, empero, le exi-
gía un remedio más
"margo insufrible: le pedfa el sacriÍicio de alejarse de-esta amada
e
mansión, remedio que no se resolvió aplicarlo, po4lue no podía soportar tan cruel os-
tracismo.
si se alejaba por pocos mescs, no tardaba en e6tar de welta, agravando así su dolen-
cia..."
'...cosas hay en los seres humanoe que no necesitan ni de los cadenciosos versos del
poeta' ni de las,hábiles rcflexioncs del filósofo para ser bellas. Así fue el amor del pa-

263
dre Brúning a la Santísima Virgen.
Sacerdote como era en toda la extensión de la palabra, tomó a Maía como a la estrella
de su üda, como a la vela de su nave.
l-as palabras de Jesus: Fili, ecce Mater nra, fueron recogidas con amor y veneración por
el Padre Brüning para trocarlas en hermosa realidad..." (45).

También, cuando celebró sus bodas de plata sacerdotales, se realizó una ce-
remonia en su honor el 28 de mayo de 1924 en la capilla del Semina¡'io Mayor
de Quito; se resistió a los homenajes por considera¡los extraños al espÍritu de
su Instituto. En el locutorio de los Pad¡es Lazaristas le obsequiaron una tÍü-
jeta de oro puro, de 0.18 por 0.9 cmts.; le regalaron, de pa¡te de la Vicaría de
Ambato, ut estuche 6o¡ insf¡'u'¡sntos de dibujo, como homenaje de esa ciu-
dad por las obras que él reellzí en ella; también se le ofreció un reücario de
plata en forma de reloj de bolsillo, de parte del Rvdo. señor Chantre de la
Catedral Alejandro Mateus. Este relicario contenía eltignum crucis co¡reh-
quias de notables santos y pertenecía al Arzobispo Checa y Barbq Prelado al
cual el mismo Pío IX se lo había obsequiado.

Aqui en esta ceremonia, Tomiás Vergara, Provicario Generaf a nombre de


los Canónigos de La Catedral, pronunció estas palabras que permiten ubica¡
la obra y personalidad de Brüning:

'...Sois nuestro amadísimo Padre: así os consideramos, así os amamos; si vr¡estñ¡ cuna
se moüó en otro lejano y querido hogar, si vuestras primeras miradas contemplaron
campos propios, valles, coünas, íos, fuentes y ciudades que os pertenecían; si fuisteis en
vuestra niñez aca¡iciado por of¡o6 seres íntimos o idolatrados; la Diüna Pror¡idencia,
haciéndo escuchar su voz, que es la de la obediencia, os scñaló la nueva patria; patria de
vuestro sacerdocio, nuestra amada Quito.
En ella y para ella, por su iglesia, por sus sacerdotes, por sus hijos, veinticinco años ha-
beís trabajado con infatigable celo, con ciencia copiosa y elevada, con virtud propia del
espíritu de San Vicente de Paúl, y con el entusiasmo y cariño de un verdadero hijo de
, nuestra paüia.
Sois, para nosot¡os, como el anillo que une el pasado con el presente, los antiguos y
santos fundadores y maestrcs, crryos venerados nombres de Shumacher, Clavery
Grimm, Stappcrs, Dautzembeg Almeida, Rioffo, el santo y sabio padre Reul y otros,
no se borranín de los anales de nuestra lglesia, con los digros sucesores que hoy labo-
ran en el mismo campo, con igual esmero e idéntico espíritu.Habéis compartido nues-
tras alegías y tristezas, nuestro descanzo y fatigas, los triunfos y consuelos de la Cruz y
la persecuciones a ella; lo pr&pero a adverso para nuestra patria han ocupado un lugar
privügadio en westro corazón.
Desde la cátedra de las ciencias sagrada habéis prodigado luz a los levitas del Señor,
que hoy irradian por pueblos y ciudades la que recibieron de vuesttos labios en el estu-
dio profundo de los misterios y dogmas de nuestra santa Reügión.
Con westro arte cristiano, de un extremo a otro de la Ar,quidiocesis, y miís allá, desde
la solitaria capilla de una olüdadda aldea hasta los magníficos templos y basílicas de las

264
ciudades, habéis procurado a Dios un culto decente, digro y en muchas partes regio y
grandioso. üQuién no debe un servicio a vuestra bondad? üquién no ha rccibido un con-
sejo de vuestra prudencia? ... (,1ó).

Después de su muerte se pubücó un pequeño a¡tículo sobre Bruning titulado


"lJn Astro en el Ocaso", del cual extraemos los siguientes párrafos que com-
plementan la visión de su persona:

'... Alemán de nacimiento, amaba sinceramente al Ecuador, al que consideraba- según


el mismo decía- como su segunda patria. Así lo demostró, en efecto, con los hechos: al
Ecuador consagró la mayor parte de su larga y laboriosa üda: por todas Partes levantó
hermosos templos y artísticos edificios, y durante 39 años se consagró a la formación
del Clero ecuatoriano.
Desde su venida al Seminario hasta su muerte -nos decía el RP. Superior- se distinguió
siempre por su inquebrantable fidelidad a los ejercicios piadosos: la meditación diaria,
el rosario, la lectura espiritual y la cotidiana visita al Santísimo Sacramento. Llamaba la
atención de todos el modo edificante con que celebraba la Santa Misa, la cual siempre
iba precedida de la debida prcparación y seguida por lo menc de un cuafo de hora de
acción de glacias.
De nadie era desconocido el amor que el Padre Bruning terua a la Virgen Santísima;
hablaba de ella con ternura filial, y cuidaba de la gruta de la Madrc Dolorosa con sin
igual cariño.
Todos los actos de su vida fueron inspirados por el amor a la Iglesia y¡ al scmin¿¡'ie, y
trató de infundi¡ estos sentimientos en sus alumnos.
Dumnte m¿ís de 30 años tuvo la cátedra de Teologia Dog¡tática; preparaba cada clase
con sumo cuidado, como si fuera primera vez que dictaba la asipatura; asíse comprcn-
de el caudal de ciencia teológica que llegó a almacenar en su ¡rcderoso cerebro: poseía a
fondo este difícil ramo del sabe¡ eclesiástico y tenía mucha facilidad para comunicarse
con sus discípulos, en la lengua propia de la Iglesia.
Nada diremos de los conocimientos arquitectónicos del Padre Bruning, porque IEra na-
die es desconocido el gran núme¡o de iglesias y capillas que ha levantado Por todas par-
tes. Estos monumentos verdaderamente afísticos habla¡:ín siempre muy alto, a todas
las generaciones, del sabio arquitecto que los delineó y dirigó^... (47).

183 Católogos como éstos, Ete perte' de caÍólogos, libros, revistas, muy vin-
necieron al padre Brüníng ayud.arcn a culadas a la qansión indusüal que
ubicar elementos formales estilísticos se vivía y Ete utilizrbon ios arquitec-
que, si no eron usados ürectamente, tos vinculados especialmente en las
p ermití an in sp irar nu ev as form as. épocas dc ange de los hisaricismos y
el eclecticisrno. CCPL.
A nivel mundial uistía una profusión
265
ry 1E3

26
EPILOGO

En las pág.as precedentes hemos intentado reconst¡ui¡ la vida y la obra ar-


quitectónica del Pad¡e Pedro Huberto Brüning; ¡es 5s¡rim6s satisfechos, si
esto permite visualiza¡ su magni¡¡d y la inportancia que ésta reviste en el
contexto de la arquitectura ecuatoriana; ojalá que, conjuntañente con la in-
vestigación "l a Obra Arquitectónica del Paüe Briining', que se reallzg pa¡^
los Museos del Banco Central del Ecuador, este libro sirva de base, de parti-
da y de sustentación para cualquier proseso de investigación" reconstrucción
o complementación de diversas obras de arquitectura, que actualnente no
son ubicadas en ningún sentido (cronológico, estilístico, autoría, etc.); lo cual
ha determinado fatales crrores en las intervenciones que realizan algunas ins-
tituciones. incluso actualmente.

La teoría e historia de la arquitectura en otros paises han sido impulsadas


por eminentes teóricos (Bruno Zevr, l*onardo Benevolo, Carl Julio Argan,
Peter Collins, etc.). En la base de esos estudios existe una largay profunda
raiz docunental (anecdótica, gráfica, teórica) que se ha ido desenvolviendo
en un dilatado proceso de incubación, todo ello, mediante el trabajo de mu-
chas personas en diferentes épocas y países y sobre los cuales se sustentan
posteriores an¿ílisis y enfoques de diferente naturaleza.

En nuestro país no sucede ls mis6s, aunque hay trabajos meritorios antiguos


y actuales de diversos historiadores e investigadores, vinculados fundamental-
mente a la arquitectura monumental antigua; existe un vacío prácticamente
total con respecto a la arquitectura de la época republicana.

267
Por lo general mostrando más de una vez 'na gran autosuficienci4 y hacien-
do uso de teorías generales o esquem¿rs teóricos e:rtrapolados de las ciencias
sociales, se ha tratado de explicar el hecho arquitectónico y fundamentalmen-
te urbano; pero ha sido con total incapacidad para ubicar siquiera el tiempo y
el espacio de los nismos.

La arquitectura en nuestro país es desconocida; por eso estamos seguros de


que este aporte al estudio de la obra de Brüning -que es real y objetiva y que
está allí presente guste o no guste, influenciando los primeros cincuenta años
de este sigls- ss r¡n paso más hacia su conocimiento.

Este aporte debe ser parte de un más amplio proc€so, que debe ser tomado
con seriedad por diferentes personas en el lapso de muchos años; tendrá quc
pasar por etapas y aspectos que, gusten o no, habrá que llevarlos adelante, así
como lo h¡n llevado a cabo otros países y corrientes filosóficag sin escudar-
nos nosotros, en la excusa de que podemos "ahorrarnosn, repitiendo esque-
mas librescos, toda t"'a historia del conociniento creada en un du¡o pr(rce-
so. Lo contrario nos tendría sumidos en la tlpica mediocridad que domina y
define la mayorfu de los aspectos de nuestro país.

Por eso esperrrnos que, en algún sentido, este trabajo sea un real aporte al
estudio de la historia y de la teorla de la arquitectura del Ecuador, asf como
una ayuda para valorizar una etapa y su expresión formal' aquilatar los histo-
ricismos y el eclecticismo, forma muy importante de este arte que, hasta hace
pocos añoq estuvo relegada y despreciada.

Deseamos que estas páginas sirvan de base de estudio y de discusión aoerca


de la,arquitectura en los respectivos círculos especializados de nuestro pafs
(facultades de arquitectura y de afe, escuelas de restauración, profesionales,
etc.); que se estudien las caracterfsticas de sus orígenes, sus vinculaciones y
connotaciones culturales para que, en este largo caminar, en el cual este libro
no es sino r¡n grano de arena, podamos ir sentando nuestra identidad.

Queremos también que reflejen una concepción y un estilo de investigación'


que nosotros creemos es un camino válido que ayudará a descodiñcar el pro'
blema de nuestra arquitectur4 así como las proyecciones que' actualmente y
en el futuro, ello pudiera tener.

Sentimog si la limitación de no poder vincular este estudio a muchos fenó-

2,6E
menos sociales y económicog a los cuales, intuimos, están involucrados; pero,
por el mismo elemental desarrollo en que se encuentran todas estas ciencias
en el estudio de nuestra realida{ sabemos que, por el monento, es un sueño
ilusorio.

Por último, esperamos que las instituciones involucradas en la conservación de


nuestro patrimonio histórico, además de tener una base de discemimiento. declaren
comoPatrimonioHistórico, sinofodas,porlo menos lasobras de Brüningquemejor
se hayan conservado hasta este momento; nosoüos deslindamos en esto toda
responsabilidad en el futt¡ro.

Será éste el mejor homenaje al padre Pedro Huberto Brüning, al cual la his-
toria y la teoría de la arquitectura ecuatoriana le tienen una enonne deuda
sin saldar.

?,69
REFERENCIAS

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C.M., 1908, p. 15ó. (30) Ibidem, p. 145.
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Noval Ayerve, 1958, pp. 201,202. (33) Ibidem, p. s33.
(6) Historia de la A¡quitectura, Auguste (34) Ibidem, p. s33
Choisy, 1899, p.402.
(35) Ibidem, p.535.
(7) Arqueologra y Bellas Artes, P. Francisco (36) l-a Liturgia General, Juan Maía Grimm
Noval Ayerve, 1958, p. 237.
C.M., 1908, p.2s4.
(8) Historia de la Arquitectura, Héctor Ve-
(37) Recuerdos históricos, Boletín Eclesiásti-
larde, 1949, pp. 1,11,,'1.12.
co, Quito, marzo 1935, pp. 133, 134, 135.
(9) Historia de la Arquitectura, Auguste (38) Liturgia General, Juan Maía Grimm
Choisy, 189, p.402.
C.M., 1908, p.2s2.
(10) l-a Uturgia General, Juan María Grimm
(39) Ibidem, p.2s4.
C.M.,p.227.
(40) l-a Liturgia General, Juan María Grimm
(11) Ibidem, p.237.
(72)lbidem,p.?37. C.M., 1908, p.267.
(41) Ibidem, p.275.
(13) los Ideales de la Arquitectura Moderna;
su evolución (1750-1950), Peter Collins, (42) Recuerdos Históricos, Boletín Eclesi¿ísti-
7965,p.75. co Quito No.3, marzo de 1935, p. 315.
(14) Ibidem, p.76. Nota: Aunque el artículo está firmado por
(15) Ibidem, p.9ó. Brüning, él no se identifica como autor
(1ó) Ibidem, p.97. de la decoración ni los altares, como
(17) Ibidem, p. 78. siempre hizo con sus obras, a causa de
(18) Ibidem, p. 1O4. su profunda humildad.
(19) Ibidem, p. 108, 109.
(20) Historia de la Arquitectura Moderna, (43) A:tes Plásticas Ecuatorianas, José Ga-
l-eonardo Benevolo, 1960, p. 105. briel Navarro, p.92.
(21) Ibidem, p. 107. (,{4) Boletín F-clesiástico Quito No 3, julio
(22)Ins Ideales de la A¡quitectura Moderna; 1937,p.758.
su evolución (1750-1950), 1965, Perer Co-
(45) Mi Seminario No 5, 1 de mayo 1938, p.
22.
llins, 19ó5, p. 118.
(46) Boletín Eclesiástico Quito No ó, junio de
(23) Ibidem, p. 119.
(24) Ibidem. p. 119.
79u,p.372.
(47) Mi Seminario No 4, abril de L9*,p.2.
(25) Ibidem, p. 119.
(26) Ibidem, p. 120.
Nota: I-a antigua g¡uta, hoy desaparecida,
(27) Ibidem, p. 120.
donde Brüning solía orar, fue durante
(28) Ibidem, p. 12.
mucho tiempo mnocida como la gruta
(29) Historia de la Arquitectura Modema,
de la "Virgen de Brüning".

270
ARCHTVOS Y BIBLIOTECAS CONSULTADOS
A¡chivo Histórico Banco Central del Ecuador. Quito.

A¡chivo de r¡arias panoquias cclesi¡ísticas de las ciudades del Ecuador.

A¡chivo de la Curia Metropolitana. Quito.

A¡chivo del diario El Comercio. Quito.

A¡chivo Alfonso Co¡allos Rome¡o. Quito.

Biblioteca Nacional de la Casa de la Cultu¡a Ecuatoriana. Quito.

Biblioteca Municipal. Quito.

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l,os asteriscos indican que se ha usado cilas textuales de estos libros.

273

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