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ARTE, DISENO
Y ARQUITECTURA
EN EL ECUADOR
LA OBRA DEL PADRE BRÜNING
1 899-1 938
\
(loedición l99i
o Ediciones del Banco Central del Ecuaáor.
Apartado 339. Quito. Ecuador.
o Edicione; ABYA-YALA.
Casilla I 7.12.719. Quito. Ecuador.
r Conferencia Episcopal Ecuaioriana,
ISR\: 997E-72.2-jl)-7
-¿Lq,-:
J"6*t" Tlopoko y
3Ja^-,4//.*".
I{IJESTRA GRATITUD A,:.
PRIMERAPARTE
I-A OBRA ARQUTTECTONICA DE BRÜNING .................................... ls
CAPITULO PRIMERO.
La iglesia y los estilos cl¡ásicos de la arquitectu¡a............ ....... t9
CAPITULO SEGLINDO.
Los historicismos en la arquitectura ...................27
CAPITULO TERCERO.
El eclecticismo en la arquitectura
CAPITULO CUARTO.
Las ca¡acteristicas de la obra de Briining.. ........ 36
CAPITULO QUINTO.
Las obras religiosas principales
CAPITULO SEXTO.
Otras obras de arquitectur¿ ¡eligiosa.... ............. tso
CAPITULO SEPTIMO.
Otras obras de arquitectura.................... ............. 176
SEGTINDAPARTE
I-A OBRA DE DECORACION DE BRÜNING
CAPITULO OCTAVO.
La deco¡ación y los estilos arquitectónioos............... .............. 191
CAPITULO NOVENO.
Algunas obras de decoración de B¡iining.. ........ 197
TERCERA PARTE
LA OBRA DE DISEÑO DE BRLrNING............... ................ 215
CAPITULO DECIMO.
El diseño y los estilos arquitectónicos................ ................-..... 21s
CAPITULO UNDECIMO.
Algunas obras de diseño de Briiuring.. ................ 2tB
CUARTAPARTE
I-ATECNOIJOGIA Y LOS ESTILOS EN LA OBRA DE BRÜMNG -ZSg
QUINTA PARTE
ELPADRE BRÜNING. ................2s7
Epflogo..............
l0
PRESENTACION
ll
llriining. acorde al gusto estético de la primera mitad de este siglo' trabajó
dentro de las tendencias neorománicas, neogóticas, y neoclásicas, al igual que
en el eclecticismo, respetando el documento arquitectónico original, el entorno
paisa.iístico -v la arquitectura civil circundante. l'ue un profesional académico.
pese a lo cual no titubeó en utilizar materiales de uso locales, como el carrizo.
la piedra pómez, el bahareque. el adobe, el clwhuarquero, etc., empleando en
muchas ocasiones el sistema de cooperación de mano de obra que caracteriza
las relaciones socio-económicas locales y que s€ evidencian en la minga,
práctica cominitaria de ancestral tradición.
t2
INTRODUCCION
En esas conversaciones de una y otra cosa, conocí la reseña histórica que es-
taban realizando Tamara Estupiñrán Viteri y Alfonso Ortiz Crespo sobre la
Capilla de la Medalla Milagrosa de Ambato, como parte de la sustentación
teórica de la restauración arquitectónica de este monumento. En este proce-
so se había localizado el "diario personal" del padre Brúning.
Fue así cómo ella depositó en mis manos el "diario personaln del padre Brü-
úg; u partir de esto, se madura este proyecto, que llega ahora a su culmina-
ción, con la publicación de este libro.
13
Efectivamente, sin esta guía brásica -que más que ser un diario personal es un
control de obras- que mostraba una "gran selvan por e>rplorar y por donde
aventurarse, hubiera sido casi imposible arriesgarse a un trabajo de esta natu-
raleza. Al mismo tiempo, si este pequeño y humilde documento hubiese de-
saparecido o no hubiese existido, un personaje y toda una etapa de la arqui-
tectura ecuatoriana se habría quedado en la obscuridad absoluta.
El buen celo de los Padres Lazaristas, que por m¡ás de medio siglo lo han
guardado en su Casa Central, junto con otros pequeños docunentos de di-
versa naturaleza, abri6 todo un mundo para la historia y la arquitectura ecua-
toriana.
Nunca olüdaré la expresión del padre Jorge Baylach C.M., Procurador Pro-
vincial de la Comunidad de Padres Lazaristas del Ecuador, cuando me reci-
bió por primera vez y le hablé acerca del proyecto; son unas amables pala-
bras -que quedarán entre nosotros- me brindó todo su apoyo y me abrió la
biblioteca de la Congregación Lazarista.
l1
más de un año y medio, y cuyos resultados quedaron definidos en el docu-
mento "La obra arquitectónica del Padre Briining', que se encuentra a dis-
posición de técnicos e investigadores en dicha Unidad.
La segunda etapa se dirigió a la redacción de este übro, síntesis que está ba-
sada en la investigación de la primera etapa. La documentación gráfica, nu-
cho m¡is ampüa, también reposa por entero en la Unidad de Investigaciones
Históricas de los Museos del Banco Central del Ecuador.
t5
En general metodolÓgicamente hemos partido del hecho arquitectónico con-
creto; pero, *ás de una vez, nos arrinamos a conceptos desarrollados en
otros lares; pues, en esencia, esta arquitect¡r4 como toda la nuestra, hunde
sus raíces más allá de sus fronteras: pero hemos evitado en absoluto condescender
con el repetido estribillo que divide a ésta y a la modema en una irreconciliable
contradicción y que. por aquí. y por allá, se repite en nuesgo país sin ninguna base
objetiva de sustentación.
Para üevar adelante estos diversos trabajos hemos contado con la ayuda y
confianza de invalorables personas e instituciones como la de los padres Jor-
ge yJosé-Oriol Baylach y la Comr"'idad Lazarista, el padre Rigoberto Correa
Vásquez, de quien recibimos siempre el más sincero estímulo y empuje, de
Monseñor Antonio J. Gonzalez 2, Arzobispo de Quito, de Monseñor Gil-
berto Tapia Jácome y de todos los sacerdotes y religiosas de cada uno de los
lugares que hemos visitado, muchos de ellos, son ahora venerables ancianos,
que en alguna época recibieron las enseñanzas del padre Brüning; todos ellos
nos abrieron de par en par las puertas de sus iglesias y de sus comunidades.
l6
Tampoco puedo silenciar la bondad del doctor Juan Freile-Granizo y del pa-
dre Jorge Baylach c.M., quienes ¡selizaro¡ la revisión final del estudio en los
aspectos académicos y formales; de Patricio Estévez Trejo, fotógrafo y dise-
ñador que realizí el levantamiento fotográfico a nivel nacional (blanco y ne-
gro y color), así como la reproducción del material gráfico-histórico, que in-
cluye un total de tres mil tomas útiles.
Especial mención merece la actitud del señor Sergio Durán pitarque por su
confianza al permitir que este proyecto, gracias a su oportuna gestión, pueda
concretarse, pues siempre reconoció la trascendencia de la obra del padre
!¡üning.
t7
PRIMERA PARTE.
I,1I OBRA ARQUITECTONICA DE BRÜNING.
o
CAPITULO PRIMERO
IA IGLESIA Y LOS ESTILOS CLASICOS DE I-A
ARQUITECTURA
Además, porque sobre esto, existe una amplia bibüografía desarrollada desde
hacia más de dos siglos. Nuestra idea es sólo dejar sentados ciertos puntos de
referencia que permitan tenelna üsión más precisa de la obra dá Br;inirrg
en el ma¡co del desarrollo de la arquitectura, y poder comprender cómo ésta
se manifiesta en nuestro país en la época que hemos estudiado.
como un templo necesita de altar, sacerdote y pueblo, según los Actos Apos-
tóücos, en que ios fieles participaban en oración y sacrificio, cada uno de és-
tos hubo de tener lugar en un recinto sagrado.
t9
Partiendo de las condiciones y ca¡acterísticas de estos objetivos y necesida-
des, se desa¡rollan las primeras prescripciones que determinan que el templo
sea exteriormente un cuad¡ado oblongo, y que posea determinadas direccio-
nes, alturas y formas. Durante siglos se han conservado los lineamientos fun-
damentales, que han ido desarroll¿indose en sus detalles.
"el mrís perfecto y artístico mejor estilo de arquitectura cristiana es aquel que ¡epre-
senta hasta en lo m¡ís mínimo la idea de una construcción eclesiástica contenida en el
plan fundamental, y que le da en lo exterior la forma m¡ís conveniente.
k i$esia no prescribe en qué estilo se deben constn¡ir sr¡s templos porque exige sola-
mente lo esencial y necesario, que consiste en la ejecución fiel del plan fundamental; sin
embargo, prefiere, según ella, lo más perfecto, si celo y fueflas se prcstan para rcalizar
lo". (1)
'b iglesia nunca consideró como propio ningin estilo artístico, sino que, acomodándo-
se al canícter y las mndiciones de los pueblos y a las necesidades de los diversos ritos,
aceptó las formas de cada tiempo, creando en el curso de los siglos un tesoro artGtico
digno de ser consen¡¿do cuidadosamentc". (2)
La historia del arte crisüano significa todo un proceso, que pa¡te de la época
del Imperio Romano y de sus formas primitivas paganas, a la sazón las í"icas
existentes, pero que se utilizan y se acomodan a la expresión de las nuevas
ideas del cristianismo.
20
investigaciones arqueológicas han establecido la existencia de objetos de cul-
to, templos u oratorios cristianos al ai¡e übre o en casas particulares.
"En los tres primcros siglos celebraron los cristianos los diünos misterios en casas pri-
vadas y en las catacumbas. Sin embargo, mucho tiempo antes del Emperador Constan-
tino hubo ya iglesias verdaderas, que eran construídas como lo exigen las necesidades y
ca¡acteísticas de culto diüno+ristiano, Io cual consta de las descripciones de tales fá-
bricas y de los restos, ahora pocos, todavía existentes de iglesias r,Cuáles son los requisi-
tos de un edificio destinado al culto cristiano?
I.a iglesia cristiana es un lugar venerable y sagrado, en que Dios mismo habita verdade-
ra y realmente bajo formas misteriosas, y en que el hombre participa de lo eterno, so-
brenatural y divino. De aquí resulta ante todo que no lo exterior, sino lo interior del
ediñcio litúrgico debe sobresalir en un resplandor y suma belleza; adem¿ís los edificios
del culto cristiano deben ser espaciosos y claros, de modo que en ellos pueda reunirse
un pueblo numeroso, para la celebración de los Oficios Diünos; y el lugar litúrgico de-
be ser arquitectónicamente dispuesto y distribuido, de manera que el santuario de los
sacerdotes sea separado de los fieles y éstos diüdidos según los sexos; en fin, se necesi-
tan espacios destinados a los neóhtos y a los penitentes'. (3)
*En los primeros momentos de la expansión del Cristianismo
no existió arte cristiano.
Existía el oficial del imperio romano que la iglesia aceptó para construir sus basflicas,
representar los misterios y hacer su culto.
Más de una vez se ha acusado a la iglesia de paganizarse por adoptar elementos paga-
nos. Adoptó, es ciefo, las vestiduras, los ritos, ceremonias y arte del imperio; pero a
los primeros cristianos no se les ocurrió pensar que estaban paganizando los misterios
cristianos, sino más bien cristianizando la cultura pagana". (4)
2l
JUStrCla.
11
co semicirculau.",ya que este arco es su característica más sobresaliente y que
se desarrolla a partL de la arquitectura cl¡ásica romana; en esa época los ar-
quitectos eran eclesiásticos, principalms¡¡e monjes Benedictinos, en cuyos
monasterios existía¡ escuelas de arquitectura. Incluso los obispos trazabart
sus planos y coadyudaban en la construcción.
Choisy dice:
"I-a arquitectura vegeta de esta manera durante 5 siglos, agotando la t¡adición del Bajo
Imperio. I-os terrores del milenario terminan de adormecerla. Luego, un despertar re-
pentino üene a infundirle nueva actividad y una originalidad fecunda. El período de los
siglos XI y XII constituye la épca de las grandes empresas; el siglo )ü es el de las pere-
grinaciones que revelan a Oriente; el XII sení el de las Cruzadasyel de las Comunas.
El espíritu aventurero que empuja a los cristianos de Occidente hacia los lugares sagra-
dos se traduce, en el interior, por un esfuerzo de reorganización y de liberación: Occi-
dente nace a la üda municipal.
Desde comienzos del siglo XI las lenguas románicas sc constituyen atestiguando por la
ciencia de sus procedimientos de análisis, un deseo de orden que se hace sentir en todas
Partes.
El arte, esa otra lengua no menos ex¡rresiva, se transforma a su vez. Existen dos edades
bien distintas: una gestativa por vía de imitación, a la que se ha dado muy justamente el
mismo nombre que designa a las nuevas lenguas de que es contemporiínea, la edad ro-
mánica; la otra, de originalidad absoluta, edad amlítica en sumo gmdo, a la que se asig-
na el nombre impropio, pero consagrado, de gótica. Entre una y otra no existe inte-
rnrpción: una marca la aspiración metódica; la otra, el ideal logrado.
Precisaremos los caracteres técnicos de ambas épocas; el programa es común a las dos:
proporcionar una bóveda a la basílica latina.
Según la manera de construir y de sostene¡ las bóvedas, difieren los procedimientos y se
manifiesta el progreso'. (6)
'Se caracteriza esta fase del estilo románico por admitir en la construcción (no precisa-
mente en las puertas y ventanas) el arco apuntado y la bóveda del mismo género, por
introducirse en el sistema la bóveda de cruceía, cuyos arcos diagonales o cruceros son
aún sencillos sin molduras o con algún baquetón por toda moldura, y por la mayor ele-
vación, esbeltez, amplitud y hermosura de los edificios, aunque no siempre abundan los
adornos".
23
'Aún dentro del estilo de transición hállanse dos distintas formas, caracterizadas por la
traza de los pilares compuestos. Hay iglesias que empezaron a constn¡irse con plan ro-
mánico puro, y, como antes de terminarlas sobreüno la evolución del estilo gótico, aca-
baron por ojivales; perc en ótras se obsewa quc ya desde el principio de su construc-
ción, presidía la idea de una obra original, sencilla, con elementos románicos, lo cual
constituye el estilo de transición propiamente dicho'. (7)
'El arte románico que se inicia con las primeras relaciones entre el occidente cristiano y
el continente asiático, marca el primer paso de la arquitectura buscando su camino a la
luz de Oriente. I-os esfuerzos están diseminados, pero por doquier el objetivo es el
mismo; se intenta abovedar la iglesia, comprendiendo, sin duda, que la verdadera solu-
ción es la adoptada por los romanos en sus salas de tres navcs y una bóveda con pene-
tración iluminando la nave oue cubre.
u
Ahora bien, la bóveda por aristas no podía ejecutarse mediante el procedimiento roma-
no de concreciones macizas, resoMéndose pues a construir con morillm, ajustados con
mayor o menor prccisión, bóvedas imperfectas que se tendía solamente sobre los pe-
queños tramos de las naves laterales. Pero tratándose de la nave central, empiezan las
cavilaciones: la ejecución torna difícil e insegura la estabilidad, recurriéndose al empleo
de artificios.
El progreso señalado por la época gótica consistiní sobre todo en resolver de manera
metódica y definitiva, el doble problema de aparejo de las bóvedas por lrcnetraciones y
su equilibrio. l-a arquitectura gótica zanjará las dificultades del aparejo mediante el
empleo de las bóvedas nervadas y las cuestiones referentes al equilibrio, gracias a la in-
troducción del arbotante. Merced a esa doble innovación la iglesia gótica se distingue
de la iglesia románica tal como lo habían concebido los últimos arquitectos de Clun/
(e)
25
Por eso Q¡imm, valort:ga las concepciones espaciales definidas por el renaci-
miento:
'l-a tendencia del renacimiento es da¡ a las iglesias la forma de un espacio extenso que
esté bien iluminado y que cause la impresión de grandiosidad. En la estructura se apli
can los cinco órdenes de arquitectura greco-romana, con m¡ís o menos modificaciones
en sus molduras, en s¡¡s p¡oporciones y en ornamentación, lo cual forma la base general
del estilo renacimiento". (10)
'Como tos arquitectos del renacimiento tomaban como modelo los palacios romanos
por ser espaciosos, y las construcciones concéntris¡s a c¿us¿r de la cúpula que era su te-
. ma predilecto, tenían necesariamente la tendencia de abandonar la tradición eclesiásti-
ca en la construcción de iglesias, la cual se había formado segrin los requisitos y conve-
niencias del culto católico. Sin embargo, el rcnacimiento no rompió del todo con la
tradición obsen¡ada hasta entonces y la construcción de las iglesias, potque al principio
le guardaba cierto respeto, y despues la autoridad eclesiiística se oponía muchas veces a
estos intentos clásicos, como hemos üsto en la historia de la basílica de San Pedro en
Roma.
As( pues, si los arquitectos quieren obsen¡ar las prescripciones y tradiciones de la igle-
sia, pueden construir en este cstilo. El renacimiento cl¡ísico se distingue por su senci-
llez, estética, g¡andiosidad y ritmo pintoresco en la distribución, pero no llega a la subli-
rnidad y espiritualidad del estilo ojival, porque deja prevalecer la línea horizontal sobre
la vertical" (12)
Brtlning debió esta¡ muy implicado con estos conceptos básicos románticos
que se desarrollaron en los finales del siglo pasado, que, oomo hemos d.icho,
da" al románico y al gótico una secuencia intrlnseca" y del origen y caracterís-
ticas del renacimiento se e¡plica también la tendencia que Brtining tenla ha-
cia los estilos anteriores (romá"ico, trensición y gótico); pero, por la actitud
general de la Iglesi4 así como por su posición de arquitecto hacia el arte en
general, siempre respeta el resto de formag llegando a construi¡ en este estilo
complet¡mente, cuando el entorno estaba inmerso en estos conceptos.
o
LosHrs"r.:ftl#rt;"J^?"#t^firurr'CruRA
El aparecimiento de los historicismos implicó el análisis de los estilos de las
diferentes arquitecturas históricas, a partir de los siglos antepasado y pasado,
conlos cuales empezaron a desarrolla¡se profusos estudios arqueológicos, in-
vestigaciones pormenorizadas, documentaciones arquitectónicas, y diversas y
contradictorias teorías sobre estos hechos; y es en este proceso donde hay
que ubicar el trabajo de Brüning.
Las teorías se sucedían y superponían, al igual que las arquitecturas, sin nin-
guna llegar a dominar a otra.
27
Conjuntamente, se mostraba¡ las reacciones y los "conflictos filosóficos", que
condenaban las imitaciones di¡ectas o sus valorizaciones conceptuales para
tratar de explicarlas. Es el momento en que la arquitectura está muy definida
por la arqueología, donde se busca, a veces desesperada-ente, la raz6n de
ser de las formas en su historia de la arquitectura, dando incluso cobertura
teórica donde posiblemente antes nunca exisüó, era un misterio o algo sim-
plemente fantasiosa, y se decí4 como Jacques-Frangois Blondel que "los anti-
guos nos pueden enseñar a pens¿u, pero no tenemos que pensar por ellos",
otros manifestaban que "copiar las formas antiguas demostraba que han fra-
casado en el estudio del espíritu de aquellos monumentos".
'El historicismo romano puede definirse como el efecto causado por el nuevo anticua-
rismo en los arquitectos más tradicionales". (13)
28
Collins reconstruye el móvil tendencial de los historicistas renacentistas, defi-
niendo que ellos:
"A¡gumenta¡on que la flexibilidad exigida por los nuevos tipos de edificios, los nuevos
materiales decorativos, y las nuevas invenciones mecánicas, podían encontrar mejores
modelos históricos en las obras de los siglos XV y XVI, debidas a los arquitectos de
Toscana, l-ombardía, Romagna, Venecra y Francia, quienes, a pesar de su inhabilidad
para desprenderse de precedentes medievales o de su carencia de familiaridad con los
modelos antiguos, usaron las formas antiguas con la mayor libefad. Aladieron que el
sistema para proyectar edificios adaptados a una época de transición consiste en admi-
tir la mayor variedad de formas de ventanas, un repertorio ornamental sin restricciones
y un libre concepto de planeamiento, así como la mezcla de formas compositivas; todo
ello podía verse en las obras de Brunelleschi, Rafael, los l-ombardos, o en las de Méte-
zeaux. A esto puede agrcgarse que, dado el espíritu de la época, necesitaban un p¡ece-
dente histórico para sus concepciones". (1.5)
Para L840 la arquitectura renacentista era tan conocida que sus detalles fue-
ron "copiados" en todos los lugares del mundo, convi¡tiéndola en un estilo al-
tamente difundido; a tal punto que, a partir de nuestra Independencia, y mu-
cho más en la segunda mitad del siglo XIX, empieza a consolidarse y
dominar la arquitectura del país, pues es totalmente coherente, por su flexibi-
lidad, con el proceso histórico, político y económico en el que üvía junto con
los otros paises de América.
"Baste decir que el historicismo renacentista fue, probablemente, el miís popular de to-
dos los historicismos, especialmente en la arquitectura urbana doméstica, y en los edifi-
cios públicos, como hoteles y oñcinas del estado, desarrollándose en lo que se llamó el
"Quenn Anne RevivaL.." (76)
"Esta popularidad del historicismo renacentista se debe sobre todo a su inmensa adap-
tabiüdad. Pues mientras el renacimiento griego, y el renacimiento romano, exigían
adaPtaciones restringidas y rígidas formas composicionales preconcebidas con una se-
lección limitada de ventanas standard, adornadas de acuerdo con un estricto canon de
decoración, en cambio, el historicismo renacentista permitía al arquitecto seleccionar -o
incluso inventa¡- las formas de composición o decoración que consideraba adecuadas a
cada caso.
En suma, pues, debemos considerar, que en el siglo XIX no había casi necesidad de se-
guir usando materiales tradicionales de construcción, y que, pa¡a casi todos los progra-
mas arquitectónicos, el material estructural más conveniente e¡a la mampostería. I-a
lógica de los neorenacentistas no puede discutirse, y hasta el desar¡ollo de ¡as estructu-
ras de acero y hormigón armado, su posición teórica no puede ser atacada.
I'a destreza de los mejores arquitectos del'Revival Renacentistai no se ha de buscar en
la precisión arqueológica de sus fachadas, sino en la übertad con que usaban el vocabu-
lario arqt¡ilss¡6nico clásico, en la sencillez con que planeaban series ordenadas de asen-
tamientos en lugares difíciles, en la inteligente combinación de materiales de construc-
ción diferentes y muchas veces nuevos, y en la incorporación del equipo meciínico
constructivo que existía en ese tiempor'. (17)
29
El "historicismo gótico" fue la siguiente tendencia, aunque poseía la teoría ra-
cional más elevada, formulada en el siglo XIX; nadie antes utilizó argu'nen-
tos estilísúcos tan variados e incluso, contradictorios, como este movimiento.
l¡üning debió esta¡ seriarnente influenciado por este proceso; pues los idea-
les que justificaron la adopción del historicismo gótico, variaban contradicto-
riame¡1e entre religiosos y técnicos:
En todo caso, Ruskin creía, en contra de Violletle-Duc, que "el sistema cons-
tructivo gótico interfería la pureza y simplicidad del elemento reflexivo, y
consideraba el ornemento como esencia de la arquitectura", siendo éste, co-
mo la buena pintura, y la escultura de sus muros, fundamentales en la cons-
trucción.
"l-os defectos de I-aw Courts tenían poco que ver con los detalles pseudomedievales, de
pcrfiles y superficies, procedían de la incomodidad y poco confort previstos para los que
debían trabajar allí; los espacios se habían planeado más para lograr efectos escénicos
que para el trabajo. Fue la negligencia en el planteo funcional lo que desacreditó al his-
toricismo gótico ante los responsables de la construcción de edificios públicos, provo-
cando diversas reacciones".(18)
30
Entre los eclesiólogos el ensueño goticista dura mucho más porque su rela-
ción con la Iglesia y con las reformas litúrgicas, lo situaba ya en una actitud
idealista.
Col'lins señala la actitud acrítica que Ruskin y Morris demuestran hacia el gó-
tico, determinando aI mismo tiempo su profunda influencia universal de éste:
"Si todavta juzgaba alguna vez obras de afe, lo hacía en cuanto acciones humanas que
contenían cualidades morales e intelectuales. Para é1, el gótico era el estilo ideal, pues
jamás puso en duda que cualquier operario medieval fuese un artista consumado. Es
trtalmente sorprendente que los neogoticistas jamiís tuvieran una actitud crítica frente
a la &lad Media. Todo lo construído entre los siglos XI a XW, eran obras maestras
aunque se tratara de pequeños objetos. Con una fe impresionante, defendían su con-
ücción inquebrantable de que todos los edificios volverían a ser perfectos, en cuanto la
sociedad retornase a las formas de vida medievales.
[.os ideales de Ruskin fueron recogidos por William Morris, discípulo suyo, que, como
é1, odiaba las máquinas y anhelaba una sociedad en la que todos los hombres fuesen
creadores de obras de arte" (19).
"En 1.84ó I-a Academia Francesa lanz.a lna especie de manifiesto en el que se condena
la imitación de los estilos medievales como arbitraria y afiñciosa. El gótico es un estilo
que puede ser históricamente admirado, y los edificios góticos deben ser conservados:
tlPero es posible retroceder cuatro siglos y dar por expresión monumental a una socie-
dad que cuenta con sus propias necesidades, sus costumbres, sus hábitos, una arquitec-
tura nacida de necesidades, de costumbres, de formas de vivir de la sociedad del siglo
XII?. I.a Academia admite que se pueda construir por capricho o por diversión una
iglesia o un castillo gótico, pero está convencida de que este intento de volver a los tipos
anticuados quedaría sin efecto, porque careceía de fundamento. Cree que quien se
siente conmoüdo ante el verdadero y antiguo gótico quedará frío e indiferente ante es-
te gótico plagiario y falsificado; cree que la conücción cristiana no basta para suplir la
falta de conücción artística. En ñn, para las artes y para la sociedad no cuenta más que
un modo natural y legltimo de producirse, es decir, ser fiel a su propio tiempo.
ViolletJe-Duc y Lassus responden que la alternativa propuesta por la Academia, es de-
cir el lcnguaje clásico, es también un producto de imitación, mn la diferencia de que los
modelos son aún m¿ís remotos en el tiempo y realizados para ot¡os climas y con otros
3l
F
materiales, mientras que el arte gótico es un arte nacional. Interviene en la discusión
también Ruskin, que en 1855 escribe: "No me cabe duda de que el único estilo apto pa-
ra los trabajos modernos en los paises del Norte es el gótico septentrional del siglo
XIII.
Bajo esta discusión, en apariencia tan abstracta, se esconden importantes problemas: la
Academia teóric¿mente tiene razón rehusando el principio de imitación, ya que consi-
dera el lenguaje cl¿ísico dotado de una existencia actual, de hecho o de derecho.
Esta tesis se apo)¡a en una tradición aparentemente ininternrmpida y en una serie de
aplicaciones que ban conducido a una compenetración y casi identificación de las for-
mas cl¿ísicas con los elementos de la arquitectura y los procedimientos de construcción
corrientes.
I.os neogóticos tienen también razón, siempre en teoía, ya que ponen en eüdencia que
la supuesta identidad entre reglas clásicas y reglas de construcción está basada en una
pura convención, pero se inclinan en la pníctica por otr¿r convención, preferida a la pri-
merzr por ft¿ones externas, morales, religiosas o sociales..." (20).
"Por otra parte, el movimiento neogótico contiene algunos atisbos propicios a la reno-
vación de la cultu¡a arquitectónica. El lenguaje neogótico no se puede dar por conoci-
do como el neoclásico ciñéndose a las apariencias, porque no puede contar con una tra-
dición reciente, sino que tiene que ser exhumado de los monumentos de hace muchos
siglos. Así, los arquitectos tienen que reconstn¡ir por su cuenta los 'principios*, las "ra-
zonesn, los nmotivos'que se encuentran tras su apariencia. Haciendo esta operación,
estan obligados a abarcar los confines del estilo, a reflexionar acerca de los puntos de
pafida de la arquitectura y sus relaciones con las infraestn¡cturas políticas, sociales y
morales.
Adem¿ís los arquitectos neogóticos están ligados a las normas de perspectiva y vuelven
a examina¡ con perspectiva los modelos medievales. Por tanto, los edificios neogóticos
difieren de los góticos m:ís que los neoclásicos difieren de los cl¿ísicos. I.as irregularida-
des son correctas, las simetriás de aproximación llegan a ser rigurosas. Pero así se esta-
blece una tensión entre los originales y las copias, que suaviza paulatinamente la rela-
ción de imitación y sienta las bases de la perspectiva, de la que dependen todos los
habituales puntos de vista.
Po¡ esto el medievalismo significa, por un lado, un mayor aislamiento de los artistas y es
el producto de una élite de inspiración literaria, pero representa al mismo tiempo el
campo cultural del que surgiriín algunas de las contribuciones más impofantes al moü-
miento moderno. Basta pensar en Morris, en Richardson, en Berlage.
En la construcción corriente la polémica entre neocl¿ísicos y neogóticos produce sobre
todo, desorient aaón" (21).
.
o
CAPITULO TERCERO
EL ECLECTICISMO EN LA ARQUITECTURA
Los diversos aspectos de los historicismos implicaban siempre un tipo de ac-
32
titud hacia el pasado: en primer lugar, la de los idealistas que, ante un perío-
do particular de la historia arquitectónica ya sea griega, romana, gótica o re-
nacentista, creían que sólo volüendo a aquella fuente de inspiración se podía
crear la arquitectura contemporiánea, y la de aquellos, cuyos ideales eran
prácticamente oportrnistas, culpables del llamado "indiferentismo", que sos-
tenían que todos los estilos tieneri el mismo valor, y que los conceptos de in-
tegridad y tradición estilística eran pura fantasía.
'El historicismo renacentista siempre había sido una forma de eclecticismo, a pesar de
que los que lo practicaban no lo reconocieran nunca. I-a arquitectura florentina del si-
glo XV había mezclado elementos antiguos, bizantinos, carolingios con amplia libertad,
como lo hicieron en el siglo XVI la arquitectu¡a francesa e inglesa, mezclando elemen-
tos clásicos y góticos. l-as tendencias historiogníficas de la época, hicieron inevitabte
que, al imponerse el eclecticismo como filosofía b:ísica, los arquitectos menos inquietos
de la época, Io considerasen como excusa para el renacer de los estilos m:ís híbridos ya
de moda".(22).
'Pafiendo de la base de que los fines y objetivos de un edificio sean dados, resulta posi-
ble la creación de un estilo original, caracteístico de la época, a partir de la investiga-
ción de todos los estilos arquitectónicos, y adaptando todas las bellas características pa-
ra que no se anulen mutuamente y siwan a las exigencias del edificio'.(23)
33
rísticas de éste o aquel estilo, peíodo o lugar, a fin de obtener un todo homogéneo con
un carácter distintivo propio, con el propósito de desar¡ollarlo pa¡? crear un estilo nue-
vo y peculiar".(24).
"Es posible que el eclecticismo no crea un nuevo arte, pero por lo menos puede ser útil
para la transición desde el historicismo hacia la arquitectura del futuro'. (25).
'[-a polémica entre neoclásico y neogótico {ue, como se ha dicho, tiene su punto culmi-
nante en 1846- no puede concluir, naturalmente, con la üctoria de uno u otro progra-
ma. De ahora en adelante la mayor parte de los arquitectos tienen presente el estilo
clásico o el gótico, como posibles alternativas, y naturalmente no sólo estos dos, sino
también el románico, el bizantino, el egipcio, el árabe, el renacentista, etc.
Así llega a ser explícita y se extiende la postura que ha sido llamada eclecticismo, conte-
nida üfualmente ya en la dirección retrospectiva de los neocl:ísicos y de los románi-
cos'. (29).
'En 185ó, l-abrouste cier'¡a su escuela. l-os alumnos pasan al estudio de E.E. Viollet-le-
Duc, que, desde este momento, es el jefe reconocido de la corriente racionalista. Vio-
34
lletJe-Duc penenece a la generación másjoven; no tiene la intransigencia ni el a¡dor de
l-abrouste o de C-ourbet; posee un bagaje científico extraordinario y está empeñado en
no perder los contactos con el mundo oficial. Es amigo de la emperatriz, y ejerce una
cierta influencia sobre el mismo Napoleón. En 1852 inicia en varias reüstas una campa-
ña contra el eclecticismo, sosteniendo que la arquitectura tiene que basarse en las fun-
ciones y características de los materiales.
I-as cíticas al eclecticismo acaban centníndose en un punto concrrto: la Academia, que
controla la Ecole d¿s beatu'arts y los Grands.Pnr, los encargos importantes. En 1863
obtiene del emperador una reforma de la Academia en sentido m¿ís liberal.
Viollet-le-Duc es un mantenedor de la dirección neogótica, como se ha dicho, perc eli-
mina de su polémica toda referencia romántica o sentimental. A sus ojos de cientíñco,
el gótico no tiene nada de confuso o misterioso; por el contrario, se aprecia justamente
en él la claridad del sistema constructivo. la economía de sus sotuciones, por corespon-
der exactamente a los programas de distribución. Contraponiendo el gótico al clasic¡s-
mo, ViolletJe-Duc Pone en claro, aunque quedando en los términos de la cultura histo-
ricista, el carácter a¡bitrario y convencional de las supuestas leyes generales de la
arquitectura mantenidas por la Academia, y contrapone a ésras otras leyes, menos am-
biciosas, pero más adaptables a la realidad, que forman el uso apropiado de los m¿ís
adaptables a la realidad, que forman el uso apropiado de los materiales y la obediencia
a las necesidades funcionales. Se ocupa también del hierro, y propone su uso según sus
caracteísticas peculiares y no en sustitución de los materiales tradicionales'. (30).
Y, sin que esto justificación para nadie, hay que tomar en cuenta que en
sea
aquellas épocas no existían ideas cla¡as y leyes sobre la conservación; ayer y
hoy a nivel mundial, se han cometido errores históricos, como, por ejemplo,
36
cuando & Bram¿¡¡s, al demoler la üeja basflica de San Pedro y destruir obras
de gran valor, se le acusaba de que "hubiera destruído Roma entera y el uni-
verso si hubiera podido" o pensar que lr corbusier, con su visión abstracta
de la arquitectur4 intentó destruir la totalidad de parís al norte del Sena pa-
ra substituirlo por el Plan Voisin.
37
racterísticas arquitectónicas y diseño de complementos como altares, confe-
sionarios, comulgatorios, de igual manera integrados a cada carácter arqui-
tectónico.
3¡l
En la época de !¡iining, aunque el arquitecto estaba valorizado como tal, no
se perdía la tradición de la Iglesia, que siempre convi¡tió la construcción de
los templos en un hecho social, raz6n de s 'ma importancia para revaloriza¡ la
obra arquitectónica ¡sligiosa de cualquier época, y, en este caso, en nuestro
país, como un hecho vinculado a las más ca¡as tradiciones nacionales y como
un producto altamente social, lo que clarifica muchas veces la ine4pücable
mág¡itud de las obras de arquitectura religiosa en pequeños poblados.
'Importa mucho conocer la organización del trabajo que se realizó para la consecución
de semejante obra. Para el efecto, existía, entonces, en san José dcMinas, una organi-
zación perfecta que tendía a recopilar el material y a reunir fondos para el trabajo.
r -s lvlingas.- L¿s clásicas mingas de nuestros pueblos, dirigdas inteligentemente,
son
un poderoso estímulo y adelanto del trabajo. En san José de Minas, para la construc-
ción del templo, fueron frecuentes y animadas. Así.se recopiló el maierial de la obra:
piedra para el tallado, cal, reña para los hornos, arena, ch@oto, etc., etc. las mingas se
efectuaron cuando así lo exigran las necesidades y en las vísperas de las fiestas del pue-
blo. Los priostes no se encontraban satisfechos de sus fiestas sino hasta cuando habían
realizado una buena minga. El trabajo de la iglesia exigía mrís y más mingas, así se ar-
maron mingas de solteros, solteras, casados, casadas, de los diferentes gremios y ba-
rrios.
Narramos a continuación una de las tantas mingas qu€ S€ realira¡on para la elaboración
del material: nos referimos a la minga de soleras de minada dc piedta callza,el sábado ó
de agosto de 1949.
Preparativos.- l-a minga había sido anunciada con unas tres semanas de anticipa.ción.
Se había tenido buen cuidado de que todos los menesteres estén religiosamente éspeci-
ficados, asigtándose responsabilidades concretas a cada uno de ellos.
Se nombraron cabecillas, encargados de recopilar fondos de parte de todas las solteras
del pueblo; cada cual en sus barrios respectivos procuraron la mejor forma de hacer la
propaganda de la minga; las minenses, acostumbradas a estas patrióticas jornadas, ha-
bían golpeado las puertas de sus buenas vecinas, y no quedó soltera que no depositase
sus centavos para el fondo de la minga.
EI domingo, próximo al gran día de trabajo, se reunieron en asamblea para nombrar las
diferentcs comisiones: las unas a pelar y cocinar el sustancioso mote, ias otras a dispo-
ner y Prepara¡ el gran almuerzo de la minga; aquéllas a elaborar la clásica chicha y otras
a trabajar.
39
Con este objetivo dirigiéronse a las haciendas, llevando el honroso nombramiento de
madrinas de la minga para las buenas señoritas de la'Merced" e "Irubi'.
Sólo faltaba una última diligencia para augurar felizmente el éxito de la minga; asegurar
la presencia de muchos y buenos trabajadores. La minada de piedra caliza era un tra-
bajo duro, que necesitaba de fuefes y abnegados minadores. Todo estaba preparado y
había llegado el gran día!
El toque de campanas, el cn¡zarsc de los caballos por las estrechas calles del pueblo, la
rimbombante llamada de los músicos: todo anunciaba a los mineños a que se preapra-
sen a marchar. A la minga, A Ia minga.... gritaron los entusiastas y pronto a lo largo del
camino se dibujaron tropeles de jinetes y gente de a pie, que corrían jubilosos a gastar
sus energías para la edificación del templo de la Virgen.
l-a mina de la piedra caliTa, era propiedad de la familia Ribadeneira García, que estaba
situada en una de las hondonadas, que forma el nudo de Mojanda en su parte occiden-
tal, a unos ocho kilómetros, aproximadamente, de la población.
I-a mañana, con un cielo azul, iluminada de un sol reverberante, agraciada con la belle-
za óe la campiña en sazón, estaba graciosamente seductora. l,os hijos del trabajo, com-
bo en mano, golpeaban y golpeaban sobre las largas cuñas para arrancar de la roca cali-
za grandes bloques de cal. En tanto las patrocinadoras de la minga, agenciosas,
preparaban el rancho del mediodía.
l-a piedra caliza salía sin cesar a los depósitos; un compacto grupo de muchachos la des-
menuzaban y habilitaban para el transporte.
La corneta había tocado a rancho... Y ahí fue cuando la mesa general en pleno campo, a
pleno sol y aire, constituyó una verdadera diversión: las solteras demostraron que sí
eran de empresa; los rningueros salían plenamente saturados.
Y...al trabajo! En el mismo son y con los mismos bíos.
El sol declinaba. I-a caballada estaba lista. Y era de ver óomo el rostro sonriente de
todos los mitrguercs, pintaba la satisfacción íntima del alma: una jornada más en los
fastos gloriosos del trabajo del santuario de Nuestra Señora de la Caridad.
De la misma manera se realiz¡ron las mingas de piedra, de leña y de ladrillos y de cuan-
to se necesitó para el trabajo de la Casa de Dios.
El Dine¡o.- Fue otro factor indispensable para la ejecución de dicha obra. I-os templos
de Dios siempre se han realizado con el dinero del pobre. Ha sido la fe de un corazón
cristiano la que ha sabido depositar este granito de arena para le ntar verdade¡os mo-
numentos que hablen a los siglos de su amor a Dios.
Abramos al azar el libro de cuentas de la construcción de la iglesia: desde julio de 1947
hasta octubre de 1949 leemos en las salidas la suma de 5/.48.168,50 y en las entradas
5/.72.01555; lo que dio un promedio de cuatro mil cuatrocientos veinte y nueve
(s/4.429,68) de entradas por mes y de tres mil cuatrocientos trece (5/.3.413,00) de sali-
das por mes. Para conseguir una entÉda de esta Daturaleza se recurrió a diferentes ini-
ciativa, que se han constituído en verdaderas costumbres en San José de Minas, conoz-
cámoslas.
flonativos Voluntarios- Cada semana se pubücaba en la misa dominical la nómina de
los devotos que habían depositado su limosna para la Virgen de la Caridad en el despa-
cho parroquial.
Estas limosnas casi siempre rep¡esenta¡on un favor concedido por la Virgen de la C-ari-
dad o una petición para obtener el amparo de tan buena madre. Algunas veces ese do-
nativo se hacía mediante la entrega de animales dedicados a la Sma. Virgen. Si los bue-
nos mineños iban a emprender un negocio, ofrecían una parte de su ganancia para las
obras; si iban a la montaña o volv¡an de sus üajes no se olüdaban de dar también su
contribución. Así la vida de estas buenas gentes se entrelazó con la fe y confi a¡za en la
40
virgen de la caridad y esta generosa Madre siempre les ayuda y socorre: ayuda que
representa el dinero para la construcción del templo.
Limosnas Dominic¡l¿s- El producto de las limosnas dominicales era de más o menos
5/.150: una gotita de agua que, juntada a otms muchas, sirvió para el pago mensual de
crnco peones.
Las Fieslas.- se caracterizaron por la satisfacción por parte de los priostes en depositar
fuenes cantidades de dinero para la construcción del templo. para ello recurrieron a su
ingenio: castillos de subasta pública, juegos, rifas, comedias, torneos de cintas, de cpr-
batas, de bufandas, carreras de caballos, pelea de gallos, etc., etc.; de este modo, fiestas
como las del 24 de septiembre produjeron ocho, diez y doce mil sucres para la construc-
ción del santuario.
un torneo bien organizado es una gran fuente de producción: las donantes obsequia-
ban las cintas u objetos para el torneo; éstas escogan madrinas para sus dones, quienes,
desfilando por el campo del tomeo, depositaban su óbolo respectivo. l-os jinetes com-
praban su número en animosa emulación; a veces el primer número avanzaba hasta
cien y doscientos sucres y los últimos tenían un mínico de veinte y veinticinco sucres.
Los cepos- con la bendita imagen de Nuestra señora de la caridad se encontraban
esparcidos numerosos cepos en las partes estratégicas de la población. Allí los devotos
de Maía depositaban sus donaciones para el templo. periódicamente se habían los
cepos y se encontraban entre cien y doscicntos sucres.
Algunos Negocios- como la obra de construcción del templo era por demás, había ne-
cesidad de miís y más dinero. Por esto, por propia iniciativa de los párrocos, se recurrio
a varios negocios, los cuales, gracias a la contribución de almas sacrificadas, fueron de
considerable ayuda para la obra. En tiempos del vble. Sr. Araujo se estableció lo que
üno en llamarse tienda de la virgen. comenzó este negocio con un p€queño capiial.
Debemos dejar constancia que las ganancias del pequeño negocio fueron éxclusivamen-
te para el templo. Además de la tienda, funcionaba la venta de leche de la hacienda
Anagumba. I-a bondad de la Señora A¡a Tobar de Luna cedió para la construcción del
templo las ganancias de la leche de su hacienda. El mismo padre Araujo dio un antici-
po de s/.10.000,00. Este capital se devengó y las ganancias representa¡on algunos miles
de sucres..." (31).
o
CAPTTULO QUTNTO
SUS OBRAS RELIGIOSAS PRINCIPALES
4l
como de las condiciones actuales de los -ismos. Hemos procurado que la ü-
sión gráfica actual de la obra sea selectiva en los aspectos más interesantes.
La colonial iglesia de San Roque, tanto por los terremotos como por la incu-
ria, había ido deteriorándose; se pensó en reconstrui¡la; pero esto sólo quedó
en ideas. Para mayo de 1905 estaba en un estado tan ruinoso que a-enazaba
catástrofe; el Municipio intervino, dando un plazo de treinta üas para demo-
lerla, lapso dentro del cual se cumpüó con dicha orden.
p¿¡¿ l¡iining será una de sus obras preülectas y, a lo largo de diez años, re-
alizará los planos definitivos, toma¡á el cordel y la plomada; hará trazos par-
ciales, plantillas y dibujos, modelará piedras y ladrillos; todo gratuitamente.
42
Los muros exteriores del edificio fueron terminados en agosto de 1911; la bó-
veda del crucero fue tensada en mayo, las naves laterales abovedadas en no-
viembre y, luego, techadas; el entramado de la cubierta se comenzó en di-
cjembre. altar mayor de piedra, discño de Brüning, fue instalado en mayo
-El
de 1912; fue bendecido y consagrado sole¡nnemente él 6 clc julio, a la una rle
la tarde. Se trabajan los alta¡es laterales de piedra, delineaáos por Brüning,
el cual envía a Munich los proyectos para el retablo del altar mayor.
B¡iining irá ejecutando en los años posteriores muchas de estas obras; asi el
24 de marzo de 1917, diseña la pila mascarón; el 14 de octubre del año si-
guiente reconstruye los dos alta¡es laterales, reutilizando recuerdos antiguos
de la üeja iglesia; el2L de marzo de l92z trabaja el retablo para la imagen de
la virgen de la Borradora, la cual es entregada recién el 3 de junio de L923.
En el ya lejano 1,0 de enero de t925 ¡s¡min¿ los diseños de una capilla lateral,
y muy a pesat suyo, también del pretil según el mismo !¡[ining: "para que no
dañe el edificio".
La iglesia responde a los esquemas del estilo romániss, dentro de los concep-
tos arquitectónicos del eclecticismo y los historicismos, Brüning desarrolla la
obra hasta el último pormenor, como un todo orgánico, integrando estructu-
ra, diseño y decoración.
43
Todos los elementos formales, tanto externa como internemente, la identifi-
can oon ese claro estilo: atquerías de medio punto, profusión de vanos y deta-
lles con tal criterio, al-enados, alchivoltas en chaflán, doble altura en las na-
ves, fuertes cornisas con moldurÍrs muy dehnidas que rematan muros,
contrafuertes con pináculos lastreadores.
Interiormente, los arcos torales, que sostienen bóvedas vaídas, son realizados
en piedra p6mez, usada por su üüandad en zonas de alto riesgo sísmico. Su
ábside tiene una típica y lógica solución de diseño, poco comprendida y co-
múnmente dada por S¡üning; consiste en un cuarto de cúpula de media na-
ranja que empata con una bóveda de cañón y ésta, alavez" empata con preci-
sión con los frontis de los arcos triunfales.
De igual manera, los triforium ciegos y las arcadas de las naves laterales son
profusarnente decorados; los salmeres contienen diseños de cintas gs¡ ins-
cripciones latinas, típicas ds f,¡iinin& éstos se prolongan con alto simbolismo
hasta el a¡co triunfal.
En fiq lias cenefas, cornisas, I 'netos, intradós, rosetones, vanos, etc. están de-
corados para resaltar los precisos detalles arquitectónicos.
41
&
t
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6
IGLESIA DE SAN FELIPE. LATACI.JNGA.
Esos trabajos siguieron hasta principios de los años treinta; por ejemplo el
del pretil, para el cual Briining reaiua el plano el 18 de abril de 1933, justo
antes de la consagración, realizada el2I de noüembre de ese año.
Briiming diseñó sus planos en junio de 19(D, los cuales serán aprobados por el
Arzobispo González Suárez en septiembre.
En 1910 ya están terminados los muros laterales y las ventanas del ábside; pe-
ro, para construir las pilastras de las naves y las torres, fue necesario rehacer
los cimientos, por una evidente insuficiencia estructu¡al. Al año siguiente, es-
taban concluldos los muros de la iglesia hasta el crucero.
A fines de 19?3 se han terminado todos los muros eÍeriores, así como los ar-
oos, que eran de crucería, las bóvedas de camones; se coloca una parte del te-
cho.
Esta iglesia de estilo gótico fue perfectamente estudiada por S¡üning ¡ es-
tructuralmente, se la realizó en ladrillo visto, constituyéndose en un bello y
claro trabajo y ejemplo de estilo y técnica.
consJrucción del baptisterio; en 19(D Brihing hace los dibujos del decorado y
la pintura de la iglesia; en 191jl se sigue con la instalación de las cruces de las
torres y el par:urayos, los cuales se oonseryan todavía.
Como en todas sus obras, Brüning seguirá pendiente de ella; por lo cual" a
comienzos de los años veinte, realira los planos para una sacristía y un altar
5E
lateral y, más de una vez, los de una casa parroquial que existió hasta 1989.
Son inte¡esantes los diseños de los confesionarios, son un aislamiento muy es-
tudiado, para evitar la probable contaminación.
59
15 Vista posterior, en Ia Ete se apre- 1ó Wsta desdc Ia nave dc ,,sanos,',
cia una d¿ las noves dc enfermos; en fusdc la cual se aprecían las dos dc
ella se distingue la comisa con estru.c- enfermos; todas estahan sepamdas
tura de rnadcra Los finos oltcos que por matnparos dc madera y vidrio; se
conformon los jabalcones descargan notan la decoración neoclúsicq ast
hacía adentro, los esfuerzns, contra los como las bóvedas esryifadas planos
apeos y cones y éstos, en las gruesas y, a los lados de las orcodas delante-
paredes, permitiendo un a,mplio ros, los pequeños nichos dc los confe-
deanbulatorio úerior cubietto. La sionarios, que ontiguatnente poselarr
tonecilla conona el tímpono dc empa- un sistema especial de aislaniento.
nsonosn.
te dc Ia nave dc
Las bóvedas de quincha son esquifadas y planas; el conjunto, a más del buen
diseño de carpinteríE posee r¡na decoración sencill4 pero de hermosa colo-
ración y lógica solución.
ffi
;;"1'l
17 Wsta general de la fachada y del fondo, se ve el diseño floral dcl luneto,
atrio; el trabajo de puertas y ventanas que es uno de los m,is hennosos ejem-
son los originales y pertenecen a dise- plos en este tipo de decoración; tam-
ños de Büning. bién se aprecian los detalles simbólí-
cos de los lunetos de la nave centrsl,
18 Wsta hacia el ióbside: tómese en los cuales ostentan pinturas de gron
cuenta las decoraciones con cenefos realismo. Véonse tombién las impos-
florales, que encoianv resaltan los ele- tas de descarga del arco triunfa\ como
mentos estructurales, así como el de- también las de los arcos transvenales
talle de las cintas del arco triunfal. Al de las naves laterales.
En ese año, en jr¡nio, diseña algunos de los elementos interiores, como el al-
63
tar lateral; el7 denoüembre de l9D el Arzobispo Manuel Marla Póüt la de-
dica al Sagrado CorazÓn de Jesus.
Toda está levantada sobre un atrio que la destaca. Al interior resaltan las ar-
querías de medio punto y las bóvedas de a¡ista sobre arcos perpiaños que se
descargan por medio de impostas a las poderosas pilastras, determinando
que el peso de las bóvedas de quincha no necesite de los contrafuertes exte-
riores.
IGI,ESIA DE NAYON.
La antigua iglesia, humilde y deteriorada por los años, cedió a los deseos del
pueblo por tener algo mejor para crntro de su devoción; pues es una de las
parroquias más antiguas de la zona.
64
El Arzobispo de Quito la bendice el20 de enero de 1931.
65
19 Fotografia dc 1930, cuando la igle- 20 Detalle obtenido en 198d de Ia to-
sia estaba terminóndose, pues dtn se rre y los empates en la igksia y ta sa-
observan los anfu¡nios; el chapitel de cristía; nótese la huella de la aatigua
la tore estó apenas übujado sobre la techurnbre dc esta úItima Puedc per-
foto y no se percibe la balanstrafu. cibine la sencilla, pero bien tabajada
neochísica Ete en los hechos dcbió sa- traba de los muros. CAB.
Iir dcl control de Bruning. ACR
ü rü!ü
21 El templo en construcción en 22 El templo en 1928, ya acabado;
1922, cuando se están levantando los mírese el juego dc enlucido, ta¿rillo
remates dc las tones. Nótese la anti- visto, aistones, portadas y elementos
guabalaustrada del atrio, diseño ctási- en pieúa; original en el Ete resaltan,
co en Büning y su relación con el es- maravillosa y sobriamente, Ios detalles
pacio erterior que hoy ha arquitectónicos que actualmente estóm
desaparecido. ACR. ocultos. ACR.
69
ción de la obra, así como todo lo necesario desde el punto de vista arquitec-
tónico, todo con el fin de llevar a feliz término la obra que ya se había comen-
zado; pues, a la época" estaban en pie algunos de los arcos.
Para abril de 191d cuando estaba conclulda la gran cúpula, la corona con una
cruz, también diseñada bajo sus conceptos.
En 1915 se están construyendo ya los cinientos para las pilastras de los mu-
:t
};
W
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''';"-;"
ros y el Z) de agosto se está trabajando en la bóveda central. Al año siguiente
están acabadas todas las arquerías del templo y se comienzan los trabajos de
la fachada; para l9L7 se concluyen las bóvedas laterales, se elimina el muro
de separación de lo ya construído; el2l de noviembre de 1918 se puede apre-
ciarlo por primera vez en toda su map.ificencia espacial.
Antes, elll de octubre de 1918, diseña la nueva fachada del templo y, el6 de
áiciembre del año siguiente, la torre izquierda está lista para recibir la cam-
pana. Igualmente, tres años más tarde, a principios de 192l,la fachada está
finalizada y se coloca la cruz del tímpano central; la otra torre sigue crecien-
do y Briining snpieza a dirigir sus remates ent922, mientras se avarrza, con el
enlucido interior del templo.
I-as sacristías aledañas fueron diseñadas cuatro años más tarde, el 16 de ma-
yo de 1928; hasta cerca de su muerte, Rrii'ning no desampara su obra, para la
cual posiblemente tuvo ideas precisas sobre su decoración; ésta es realizada
por el hermano Enrique Mideros; pero, en 1938, es suspendida por no estar
acorde con el estilo inicial del templo. Hay que esperar hasta 1!X0, año en el
que Luis A. Ruiz larealizay la concluye.
Brüning completa los diferentes detalles en mayo del año siguiente de 19ü!;
se sigue con la cimentación hasta marzo de l9L4; todo queda interrumpido
por diversas razones hasta 1930, casi dieciseis años más tarde.
E,t1932 se han concluído los arcos del lado derecho y tres pequeñas bóvedas.
73
;-l
,*l1ir;n'i*
ilJ
i*i
-ffii; i¡i
fl ri
El espacio interior es uno de los más hermosos por el uso coherente de los
torales y los pies derechos, donde se arriman y descargan en hermosas mén-
sulas de piedra.
75
IGLESIA DE CONOCOTO.
Los detalles se van solucionando en épocas diferentes; así, se diseñan los ca-
piteles el 9 de octubre delV27; la puerta principal, recién el 31 de enero de
19%y el hermoso pórtico de estilo de la fachada, en octubre de ese año.
Son notorios los ángulos formados por sillares en aristón, a manera de ma-
chóq para su reforzamiento estructural a semejanza de los de la iglesia de El
Quinche.
Su volu'netría espacial está definida por tres naves de dos alturas, cubiertas
con bóvedas vaídas de piedra p6mez, capillas de crucero y la sacristía.
El á¡ea que había ocupado la antigua iglesia de San Francisco, templo que
databa de la época colonial y había sido reconstruído en diferentes ocacio-
nes, fue el lugar que se escogió para levantar un templo a la Medalla Milagro-
sa, cuya devoción nació en Francia en L830 y está vinculada a las Hijas de la
Caridad de San Vicente de Paul, las cuales, desde el gobierno de Ga¡cía Mo-
reno, estaban encargadas de los hospitales púbücos del Ecuador.
Seguramente fueron estas las razones por las cuales 1¿s ¡sligiosasdecidieron
construir una nueva iglesia, cuya primera piedra se coloca el 19 de julio de
1902. El padre R.P. [Iermet, C.M. realizó los planos básicos, aunque pare-
cen ser copias de alguno de Viollet-le-Duc.
La construcción se detuvo desde 1904 hasta 1911; en este año, en los meses
de agosto y septiembre, Briining continúa la construcción y define el verdade-
ro carácter de la obra en todos los aspectos y detalles, que carecían de pla-
nos.
79
w.*
H
30 El magnífrco conjunto romúnico lucíones arqtitectónicas en el empate
dc transición al gótico primitivo. ^Su d¿l mismo con el resto dc la bóveda.
estructura de materiales nobles, al El altar moyor también es diseño de
igal Ete su üsposición tectónico, le Bríining aanque la pintura es poste-
han dado una magúfica qresión. rior, se guardan celosotnmte sus con-
ceptos, magnificando los espacios in-
31 Wsta interior, hacia el óbsidc, en teriores.
dondc se obsena Ia pureza de las so-
Desde luego, y como siempre, Brilning irá definiendo varios aspectos decora-
tivos, como el de las manparas, ventanas, púlpito, altares, etc., de tal manera
que la inauguración ybendición se la realiza elTl de abril de 1920, pese a que
algunos trabajos se los ejecutaráent92L.
Esta iglesia fue muy querida por Brüning; pr¡so en el proyecto lo mejor de sus
conocimientos como arquitecto. Sus planos los realizó en agosto de L908; su
82
primera piedra se la colocó el 16 de mayo de 1909; los cimis¡¡.* y el ziralo
fueron terminados en el año siguiente.
Para julio de 1911 se terminan buena parte de los muros y las pilastras y luego
se empieza a construi¡ el arco toral del ábside.
Briining se ha preocupado, como era usual en é1, de todos los detalles: altar
mayor, altares laterales, comulgatorios, púlpitos; constantemente interviene
en las reformas de estos elementos entre 1915 y I9l7; sus preocupaciones lle-
gan a junio de 1937, fecha en que diseña un altar más y sigue controlando la
resolución de las torres.
ffi
32 Wsta general del conjunto en 192$ ya no existe. ACR.
se aprecion los ca¡acterísticas de su es-
tilo neoclásico en la fachada, los to- 33 Wsta interior hrcía el ábside, en
rres, el tímpano, etc.; todo, alterado donde se obsenan las columnos con
por las intenenciones efectuadas a los especiales üseños de los capiteles,
raiz de la caída fu las tones, ocunida las arcadas y la bóveda de cañóry to-
en el wio 1949, a cansa d¿l temmoto dss dc Etincha Al fondo, el arco to-
deAmbofo. ral" qte sepüa el dbsidc, iluminado
con tres rosetones inscitos en vanos
La casa panoq^tial al lada dcrecho, ciegos de estilo neoclásico El viejo
también es obra dc Brüning los pla- comulgatorio, asl como la obra de
nos los realizó en octubre de 1919; hoy carpinteña, oún se conseryan.
[,as naves están cubiertas por bóvedas, de cañón completo las laterales y es-
c,arz¿Íro la central; todo, sustentado en pilastras de madera.
la época colonial, fue terminada en L842. Era de tres naves con cubierta de
par y nudillo, con arcadas de medio punto que descansaban sobre fuertes pi-
lastras. EÍeriormente tenía techumbrs de tej{L un humilde frontis y una to-
rre de tres cuerpos y chapitel; todo, en estilo nfoclásico.
86
v
35 Los planos aprobados el2 de abrilde izquierdQ. I.as torres altos tnrnpoco se
I9I0 permiten apreciar su clara consruyvron.
concepción neockísica. El proyecto
contemplaba cuatro posibilidades de Puede nfitarse, adentds, los cambios en
variación, con torres alÍas o sin ellas, laÍachada, al igual que los realizados
con o sin capillas laterales, en Ia tec!ónica y que lnnto molestaron
a Brünirlg. Los cambios, a la postre,
Its torres mds bajas estaban sobre los llcvaron la estructuro al colapso en el
extremos del crucero y se optó por terremotb de 1949. ACR.
construir solo el grupo doble de la
88
36 Vista inle rior, hacia el dbside, de la lnfotografúa pertenece a un recuerdo
segunda parte de la iglesia. Nótense las de la bendición de la segunda parte,
fuertes colunnas corintias y los llevada a cabo por elarsobispo Manuel
ntarcad os c or nka me nto s. María Pólit Lasso el 15 de junio de
1930. ACR.
t9
L¡s restos fueron dinamitados y sobre el mismo terreno se construyó la Cate-
dral nuer¡a
La parte hundida fue reconstruída a fines del siglo pasado; pero se introduje-
ron, como en muchas iglesias de Quito, detalles de estilo góüco, dándosele
vans estn¡cturales en forma de ojivas, sin que el remate se terminara nunca;
pues sólo se la techó provisionrl"'ente para evita¡ su destrucción ulterior.
El problema fue enormemente polémico; pero creemos que f¡úning tuvo lia
nzóo; pues demuestra su enorme respeto por el entorno que, en general, es
neoclásico e historicista neoclásico. Para esto Briining sólo "pastilló" las a¡ca-
d¡s estructurales góticas, convirtiéndolas en arquerías de medio punto en los
recu¡rerando formalmente el estilo original, anterior a L8ó8, y
completando el remate en ese mismo.
i:::rr:r.:::i
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j8 Vista general. La cómara de cam- perior de los frontis, recuperando el es-
pan6 hasta frontis no fueron toca- tilo neoclósico del entomo y de la to-
el
dos en su estructura; pues la ojivas se ne original, unque en pro¡nrciones
conseuan bajo los arcos de medio mucho mayores.
punto y sólo se construyó la parte su-
v3
39
fiei*
39 Fotografla de 1923, cuando la hasta dond¿ llegaño, al suprimir el pa-
construcción se encontraba a Ia altura dre Bonilla el siguiente piso por razo-
del primer piso de córnaras, altura nes de iesgo sísmico. ACR.
IGLESIADE PELILEO.
I-a antiguaiglesia de Pelileo, existente desde finales del siglo pasado, es un tf-
pico ejemplo dc las quc, por alguna nzbn, posible o fundamentalmente eco-
nómica, quedarfu inompletas
Para los años treinta está terminada una de las torreg levantada sobre piedra;
se sigue con la construcción de la otra" de conteúura lgual, completándola
unos años después.
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que Brihing debió haberlos definido como correctos, aunque nunca podía
suponer las terribles fuerzas de la naturaleza qtre se presentarían avasallado-
ras, dando al traste con todo el pueblo y porque, además, se vió obügado, por
su respeto a los estilos, a mantener el neoclásico, estilo que jamás creyó sería
el más conveniente, precisamente por los problemas sísmicos que ha tenido y
tiene el país.
La imagen mural, pintada por el padre Bedón a finales del siglo XVI, fue
97
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$$
42 Fotogrofia del año 1915 que com- d¿l óbside trasladodos de lugar, al
prueba que Ia capilla se encuentra iyal que el antiguo comulgatorio. EI
prácticamente intacta; pueden tam- altar también es üseño de Bríining
bíén obsenarce los antiguos vitrales ACR.
En este mismo año 1915, Briining ¡e¡lizalas obras de diseño tanto del primi-
tivo comulgatorio (hoy desaparecido), como el de la carpintería ds ys¡[ena\
y el del altar mayor, en donde se coloca la imagen; constituirá, además, una
de las decoraciones -ás bien logradas por é1.
99
IGLESIADE SAN SEBASTIAN. QUITO.
En 1930 se continúa con la construcción, de tal forma que, en 193, están ter-
min¿d¿5 todas las bóvedas laterales; se empiezan a construi¡ los grandes ar-
cos perpiaños que estructuran la gran bóveda de la nave central. Es aquí
cuando se alteran los trabajos, debido posiblemente a la muerte de Brii,ning,
r00
a la posterior pérdida de planos y a la situación económica de la parroquia.
La iglesia será terminada muchos años después.
En la fachad4 de cla¡o estilo románico por las arcadas de medio punto, con
fuste cilíndrico y montadas sus basas sobre dados, vemos el tipo de contra-
101
45
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,fi ii
45 Fachada frontal dond¿ se perciben como la üfercrrcia en I¿ calidad M
con cla¡idad el contraste de estilo, así trabajo.
fuerte típico de l¡üning, archivoltas, cornisas, etc.; en ella se eler¡a rrne humil-
de estructura de dudosos elementos góticos que rompen bruscamente el esü-
lo.
ojalá que, con la idea que existe de continuar las torreg se recupere el estilo
origin¿1, claro y lógico ds N¡üning.
un problema semejante sucedió con la iglesia de san José de Minas, que fue
terminada por la misma persona, tras la muerte de Brüning.
103
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46 Lafachoda en que se destacan sus caracol y la hermosa ntampara; todo
arqteñas de medio Wnto y sus co- en ntadera y sostenida en pilastras de
lumnas romónicas; ejemplo de un ladrillo. Puede apreciane parte de la
sencillo pero coherente trabajo de di- bóveda de crucero, tlpica del romómi-
seño. co.
IGLFSIA DE QUISAPINCHA
t06
construída fuera del control ds g¡iinin& no falló en el terremoto de 1949, sí
tuvo problemas en el sismo del 22 de septtembre de 1978, todo se la recons-
truyó con fondos alemanes en 1987.
Cabe anotar que es una de las dos iglesias, de entre todas las que construyó a
nivel nacional en la que, en una placa general de agradecimientos, consta el
nonbre de Briining.
Brüning rcalizÁ en octubre de 1919 los planos para la fachada del nuevo tem-
plo de la parroquia y enlV24los planos restantes. El remate de la fachada la
t08
diseñó en agosto de 1925. La iglesia se concluye en19?Á y el7 de junio el Ar-
zobispo, Carlos María de la Torre, la bendice.
para las Madres Ma¡ianitas Briining trabaja los planos de la iglesia de la ca-
sa Madre, lo cual permite terminarla; ¿s( mismo diseña los de la capilla que
se encuentra en el colegio actual y cuya primera piedra data de IW y su
inaugUración del 19 de mafzo de 1930. l¡iining continuará con su construc-
ci6n,reaTizando los planos correspondientes hasta noüembre de 1936.
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La capilla del colegio es de estilo gótico, con bóveda de camones; @nserva su
estructura interna origin¿¡ en buen estado, aunque se han arrimado varios
trarnos de construcciones. Ila-a Ia atención la pequeña s"mpanela, de igual
estilo a la que diseñó para la capilla del colegio de los Sagrados Corazones de
Quito.
lll
TGLESIADEL BUEN PASTOR QUITO.
Para 1868 estaba construído el frontis que aún ostenta y se había reformado
la fachada con antas y cornisas neoclásicas. Su magnífis¿ chpula desafió el
tiempo y la naturaleza.
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57 Plano original del ábside neoclósi- la atpula antigua. Los detalles d¿
co dc la iglesia del Buen Pastor, finna- comisas, remates, y
especialmente las
do el 5 de moyo dc 1912. CCPL. hileras de üentes de siena son casí
una manca Wrsonal de Bríining. Inte-
58 El óbsidc que arnplía la iglesia; es riormente guarda el estilo con setnico-
de puro estilo histoticista neoclósico. lumnos coronodas dc capiteles com-
Tómese en cuenta los grondcs contrs- puestos y con una dccoración que se
fuertes que, con toda la estrucfrtrs, asocia la del resto dz la iglesia
a
constituyen un nuevo reforznrniento de
El ábside es uno de los mejores trabajos de esta naturaleza hechos por Brü-
ning, tanto en estilo como en estructura; su construcción conllevó la apertura
del arco de medio punto en el antiguo santuario, sobre el que existía cercana-
mente la antigua cúpula; este aspecto se constituye on'una audaz solución
tecnológica y transforma éste en un aroo triunfal; en la parte de la bóveda de
sarñg¡ S¡iining abre una fuente de luz natural mediante una linterna que defi-
ne con perfección los detalles decorativos del a¡co.
tt7
tes intervenidas por $¡üning; sin embargo, el último terremoto de 1987 trajo
secuelias que están siendo controladas.
Briining realiza los planos para esta iglesia en un tiempo de seis meses de tra-
bajo continuo, dándoles culminación en marzo de L933. Su idea origi"al
constaba de tres naves en forma de cruzy el santuario de cúpula; pero, p¿ra
su localización, el pueblo había definido un lugar diferente; cuando se deci-
dió ocupar el ánea de la vieja iglesia, ya enl9t7, tuvo que readaptar los pla-
nos, suprimiendo las capillas laterales y disminuyendo en algo las dimensio-
nes.
Sucedida l¡a muerte de BriÍring y perdidos los planos, poco después la obra
sale de control y la idea de estilo románigo empieza a choca¡ con la interven-
ción de otras personas que mezclan el estilo neocliásico.
tJ *"*gn
59 Claratnente se perciben las pañes 60 Interior Ete rnuestra el magnífico
que fueron construid.os bajo las ideas trabajo dc cantería; su parccido espa-
de Büning en los contrafuertes, la vo- cial y de dctalles es muy semejante a
lumetña, el frontis; no osf las tones la dc San Sebastión dc Quito; pues la
que, aunque poseen esquemas dc él misma perrona intenino en Ia termi-
tal como Ia cupulo, junto con la parte nación dc atnbas.
superior dc la bóveday las comisas dc
las naves, etc. tienden al neoclásico.
Pa¡a la iglesia de San Antonio de Pichincha Briining rcaliza los planos en ma-
yo de 198; en diciembre de lW trabaja planos técnicos de cortes y techum-
IGLESIADE POMA,SQTTI.
Esta antigua iglesia se encontraba muy deteriorada tanto por el paso del
tiempo oomo por lo perecedero de sus materiales y el castigo de los sismoq a
tal punto que estaba por desaparecer totalmente cuando S¡üning interviene
en su reconstrucción. Los planos de arquerías, así cnmo los de la fachada, los
realtza en diciembre de 1924- Posteriormente, en enero de 1925, real:rza el
plano para a'mentar la pequeña capilla lateral, terminándose en poquísimo
tiempo los a¡cos interiores, las bóvedas y los contrafuertes.
En enero de19?Á tiene terminada la capilla lateral, en la cual realizó una de-
coración y una puerta de hierro que se coff;erva; sigue con la refacción de la
fachada. En todo caso, se la bendice con la presencia de Brüning el 1 de ene-
ro de 192.6.
Esta iglesia es un claro ejemplo del respeto que él tenía por la historia y los
En la antigua hacienda del Padre Juan Bautista Menten" venido en las épocas
de García Moreno a la Escuela Poütécnic4 se fundó el colegio de La proü-
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La primera piedra se la coloca el29 <le junio de 19L8 y para L9l9 tiene con-
cluída la cimentación y los zócalos, para acabar las paredes en el airo 1924.
La bendición, donde estuvo presente el padre S¡iining, fue realizada por el
Arzobispo Póüt, el 27 de noüembre de 119?5.
Esta magníñca iglesia tuvo solucionados todos sus detalles internos; asl, en
124
febrero de 1924, diseña la puerta principal y la sacristía; en L9?5,los altares
mayor y laterales, comulgatorio, la balaustrada del coro, marnpara, phlpito ¡
devez en cuando, hes¡¿ getca de su muerte, sigue diseñando pequeños adita-
mentos decorativos.
La iglesia es uno de sus más puros ejemplos del historicismo gótico y se con-
serva prácticamente intacta: ojivas, pináculos, rosetón de la fachada, almena-
dos, ca¡ácter de la torre, etc.
Todo está resuelto en ladrillo visto. El ábside es uno de los más perfectos por
su forma y por el correcto acabado del ladrillo en sus contrafuertes, cornisas,
etc. que continúa el estilo del conjunto.
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El altar mayor fue completado por g¡üning en el estilo del conjunto. El cole-
gio fue destruido hace unos cuatro años para reemplazarlo por una construc-
ción de hormigón y la casa conventual se la conserva aún hacia la avenida 12
t27
de Octubre. Ojalá se pudieran remover los muros que la ocultan del espacio
eferior.
128
IGLFSIA MATRIZ DE CAYAMBE.
131
7l
t32
La volumetría de las naves a dos alturas, el ábside, las sacristías, etc. la con-
vierten en un agradable conjunto arquitectónico.
IGLESTA DE SAQTTISII.
La iglesia es de sencillo estlo gótico, de dos torres con remates de metal ba-
joreüeves octogonales y las clásicas ojivas.
r34
así como confesionario, comulgatorio y pedestales en septiembre de 1911; re-
novó el altar mayor en septiembre de lV2I, altar que todavía se c¡onservia-
Actualmente está siendo restaurado por el Banco del Pichincha de I-atacun-
ga y podrá entra¡ al servicio ¡eligioso próximamente.
S¡iining realiza, en enero de LV?n los planos completos para esta capilla I-a
capilla fue concebida en estilo románico de tres naves y dos torres; fue solu-
cionada en sus mínims5 detalles.
Las torres poseen tríforos en cada cara y almenados bastante acentuados- Sus
chapiteles tienen ¡smpimis¡ts a media altura" método típico que permite
agrandar su esbeltez.
l3s
I¿s fachadas laterales llevan vanos de medio punto y la falta de contrafuertes
denuncia la estructura de la bóveda de quincha.
IGLESIADE CICALPA
Pa¡a esta iglesi4 ya comenzada a principios de siglo con restos de las ruinas
de la antigua Riobamba, !¡iining realiza,los planos en mayo de L91-9; los de la
fachada están firmados el 15 de noüembre de 1935 y su aprobación por la
Diócesis de Riobamba data del 10 de diciembre.
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138
Es interesante analizar el plano origl'al de Brihing de propiedad de la casa
parroquial de Cicalpa; muestra, por comparación, las partes donde no se res-
petaron sus ideas, como las ca¡acterlsticas del acceso en un cambio de antas
para las semicolumnas originales; además, hay que notar los cambios de esca-
las, la introducción de las cornisas neoclásicas, el rosetón y el frontis, donde
se introduce unjuego debalaustradas que nada tienen que ver con los deta-
lles primarios.
Como ejemplo del cuidado formal en los conceptos de diseño, cabe anotar
que, p:ua pasar de los tambores a las cáma¡as octogonales, se apücan las co-
lumnillas, que no son entendidas oomo elementos de transición de las formas
por parte de los contructores que intervienen después de la muerte de Brü-
ning.
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sin una dirección clara; es así cómo, en septiembre de l9l'7, se pide la ayuda
a Briining el cual realiza,los planos para reformar el frontispicio que-no res-
pondía con claridad a ideas de diseño; asírcaiiza planos para el techo de la
parte delantera. El plantea unas volutas laterales a manera de la Matriz de
Sangolquí en el segundo cuerpo y un frontis neoclásico en el tercer cuerpo.
IGLESIA DE ELANGEL.
Brthing realizn los planos para este ternplo el 10 de junio deI9[ZL. Su avance
fue bastante rápido; pues, pa¡a LV29,lo tiene casi terminado, a excepción de
las torres; sin embargo, enl933,lo amplía con la nueva sacristía y el proyecto
de una capilla lateral, así como en abril de t9tl reahza diseños para la entra-
da del ¡smplo.
[.as torres son de diseño más actual; pero, tanto por la calidad del trabajo de
cantería como por elbuen diseño, se adaptan con coherencia al conjunto.
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Estructuralmente está trabajada en piedr4 con tres naves y ábside. Las bóve-
das son de quincha; pero, dada la esbeltez de las pilastras intermedias, pro-
yecta pequeños contrafuertes hacia el exterior.
t42
IGLESIA MATRIZ DE TT.JLCAN.
{
P Fotografla dc Ete muestra 83 Fotografia de 1978; se aprecia la
1933
Erc se estó rcolizst fu
el enlucido de magnitud dc la cupula neoclúsica.
las rcformas Ete Büningproyectó pa- Con facilidad se percibe que Brüning
mlafachoda-AHBC. anancó después de construir el cruce-
rovelóbsíde. ACR.
t{4
CAPILI"A DEL HOSPITAL DE TTJLCAN.
Briining realiza los planos de esta capilla en enero de rg26y los pranos para
su fachada los solucionó porjunio de 1933.
La iglesia está integrada a un conjunto más anüguo, pero de claros tintes neo-
clásicos; por lo cual Brüning desarrolló sus ideas bajo este concepto. Espe-
cialmente tiene gran semejrn"a con la capilla del hospital EugenioEspejode
Quito por el estilo y por el gran deambulatorio superior.
t,
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F
L,a vieja iglesia había sido sustituida por la nueva, a la cual le faltaba la facha-
da. En marzo de 1916, Brüning se encarga del diseño y construcción de la
misma.
I-a fachada es de estricto estilo romiinico, dentro de los conceptos del histori-
cismo. Es de dos torres y realjzadaen ladrillo üsto. r,os rosetones, semejan-
tes a los de San Sebastián y San Roque de Quito, así como el diseño de corni-
sas, almenados, pináculos, portadas, etc. la asocian al estilo. Sin embargo, los
actuales remates tienen elementos goticistas, que seguramente salieron del
control de Brüning. El trabajo de carpintería en puertas y rosetones se con-
serva en sus originales elementos.
l4ó
ffi
k
La decoración interior la realizí fray Enrique Mideros entre enero de t9?3 y
octubre de 1V29, posiblemente siguiendo cánones establecidos por Briining.
Las figuras, como obra de pintur4 son de estricta intervención de Mideros
como en todas las obras en que estas dos personalidades se cruzaba. Tam-
bién debió haber definido el cielo raso de módulos metálicos.
IGLESIA DE AI"AMOR
Las cornisas, las antas, el frontis con volutas, los remates de arco rebajado en
los frontis de las crámaras de las sampÍrnas, además de la estructuración del
espacio interior, profuso en arquerías de medio punto y bóveda de cañón,
identificaban el estilo.
I48
o
CAPITULO SEXTO
oTRAS OBRAS DE ARQUITECTURA RELIGIOSA
Con el paso de los años, muchas de sus obras, o donde en alguna forma inter-
vino, han desaparecido; algunas no han dejado rastro gráfico y sólo sabemos
de su existencia por la documentación que hemos logrado recuperar. Algu-
nas han cedido al interés de los pueblos por mejorar los monumentos a su fe
rel$osq haciéndolos miás grandes o "más modernos" (iglesia de Alamor); el
de.scuido hizo presa de otras, a tal punto que no quedaba miís que derroca¡-
las para volver a construi¡ en su lugar (hospital de Ambato); unas pocas han
cedido a las fuerzas de la naturalezapor su construcción defectuosa, al no se-
guir los cánones planificados, porque
';ran sinples continuaciones de obras
anteriores (iglesia de Patate); otras, con la muerte de Brünin& quedaron en
manos ine4pertas para su continuación y en este prooeso están tan irrecono-
cibles que las considera"'os sólo di€uras de registro. Por fin" los cambios en el
último Concfio, que varió conceptos litúrgicos, hicieron que muchas de ellas
estén irreconocibles o se haya destruído su valor arquitectónico indiscrimina-
damente. Algunas también, de difícil control por la lejanía y la inaccesibili-
dad eran alteradas por personas de pocos conocinientos. Otras, por diver-
sas razonei nunca se llegaron a construir.
IGLESIA DE CIIAGUARPAMBA.
Para esta iglesia Briining envía los planos a Loja el 16 de julio de 1919; pero
suconstrucción es lenta; recién en1932 se levantala fachadq que arbitraria-
mente es disminuída en su altura; por lo cual tiene que reafizar variantes en el
diseño original.
I-a iglesia fue concebida por Briining en estilo románico: tres naves, ábside y
sacristía y puede percibirse con facilidad su cercanía formal a las iglesias de
I".a Esperanza en Cayambe y Santa Prisca en Quito. Estructu¡almente, la fa-
chada es de ladrillo y las naves construí.las con las técnicas del lugar (bahare-
que con estructura de madera). Es interesante la solución en una zona de
fuerte desnivel.
r50
Hace pocos ¡ños, su interior fue restau¡ado, pero manteniendo los conceptos
espaciales. Sigue poseyendo su columnata de pilastras de madera, arcos de
medio punto y las dos alturas de naves. Se han realizado consolidaciones de
hormigón en la zona del coro; pero en general las ideas espaciales originales
se conservan.
Realizó sus planos en agosto de lW y es uno ds l6s últimos que Brüning hi-
zo antes de morir; conjuntamente oon unos para la fachada de la iglesia de
Guasuntos y la capilla de Santa Teresita" en un anejo de Pfllaro, éstos consti-
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tuyen, pues, casi los últimos trabajos que hemos logrado registrar.
t-a iglesia es de estilo románico: dos torreq una nave de cubierta de par y nu-
dillo y sacristías. I-a iglesia fue terminada en 1938; pero, posiblemente, Brü-
ning nunca la üo concluída.
Desde hace algún tiempo está fuera de uso; fue afectada por el terremoto de
19f37.
IGLESIADEALOAG.
89 Detalle del ftontis y una fu las to- anterior. Nótense los dientes de sietm
nes & la iglesía dc Aloag fu elemen- en tes hilems, futalle muy tlpico de
tos neoclósicos Ete responden a las Bríiníng.
curcterfsticas oñginales dcl templo
153
Bribring elabora sus planos por noviembre de19?3; prácticamente sólo utiliza
los cimientos de la anterior; sobre todo dándole ca¡acterísticas de historicis-
mo neocliísico, la integra al conjunto de la iglesia (donde también interviene
en varias ocasiones), a la casa parroquial (cuyo diseño también es suyo) y so-
bre todo al antiguo entorno delaplaza, que aún puede apreciarse.
IGLESIA DE PTJELLARO.
Fue concebida en estilo románico (lo que todavía se percibe en la parte baja
de la iglesia) y fue realizada en tres naves con poderosas columtras de estilo,
que crean un impresionante espacio interior.
cabe anotar que en esta iglesia se da segundo caso on que, a nivel nacional,
se encuentra una placa en la cual se menciona a
Briining como arquitecto.
154
90 Fotografia que muestra la iglesia de Al fin, ganó Ia "modemidat, ¡nsible-
Chaupicruz, en Quito, en el año 1969. mente por no tener una claro ifua fu
Entró en üscusión por el proyecto de las características de la capillu ACR
amplíación de la Avenida La Prensa.
IGLESIA DE SANGOLQUI.
155
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mo Ircr ejemplo sus módulos metálicos en el cielo raso. Pa¡a esta iglesia" en
diferentes años, realizó diseños de altares, hoy desaparecidos, fundamental-
mente el mayor, a causa de un incendio.
IGLESIA DE YARUQIJI.
IGLESIA DE MALCHINGUI.
Pa¡a esta iglesia realua los planos en 1905, planos que no se llevan a cabo.
En septiembre de 19L5 los realiza completos y la primera piedra se la coloca
el 10 de octubre de L929. Cuando se la estaba reconstruyendo, se cayeron los
remates de hormigón posteriores ¿ [¡iining en L990. Es interesante su pare-
r5ó
cido con la iglesia de Alam6¡, anbas de estilo neoclásico; pero la est¡uctura
interna posee fuertes arquerías que se descargan en sendas pilastras.
IGLESIA DE AMAGUAÑA
B¡üning realizó los planos para arreglar y adecentar esta capilla en abril de
L911, restableciendo su ca¡ácter anterior, arreglos que terminaron en agosto
del mismo año. Realizó también obras menores, como un confesionario.
IGLESIA DE GUAYLIABAMBA
Reafizó sus planos en jnni6 de 1937, siendo una de sus últimas obras. I-a igle-
sia fue destruida para construir la moderna que el pueblo posee en la actua-
üdad.
IGLESIADETAMBILLO.
Los planos de la fachada los realizó en enerode 1926 yen agosto de 1928,los diseños
parala sacristía. La iglesia fue tumbada; la nueva seconstruyóen un lugar totalmente
diferente del original.
IGLESIA DE CUSUBAMBA
Esta es una hermosa iglesia para la que Brüning realitzó los planos de la fa-
chada; pues las naves existían ya en diciembre de 1916. También reafizb en
estas fechas los diseños del baptisterio. La iglesia fue reconstruida entre 1960
y L96l; pero se conserva su fachada de piedra de estilo renacimiento.
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92 La magnlfica tone, estilo renacimiento, de la igtesia de Cusubamba.
nos; se empezaron las obras, pero por cuenta del piírroco, desde 1928; dura-
ron más de veinte años. Seguramente existe influencia de estos planos, funda-
mentalmente en el ábside renacentista de la iglesia.
Para esta antigua parroquia de Latacunga, hoy urbana, realiza g¡iining pla-
nos en diciembre de l9A; creyendo nunca se ejecutarían, las adapta en abril
de 1936 para la iglesia parroquial de Pasa. Comparando la obra actual de
San Sebastián y la obras de Pasa, parece que nunca se utiliza¡on, ni siquiera
como gufa.
Esta es una antigua iglesia de estilo renacimiento, para la cual Briining diseñó
su cúpula en igual estilo, en noviembre de I9?3; su construcción se terminó
enIÍ29;realizi¡ también obras menores, como su altar mayor, enl9l5.
IGLESIA DE POALO.
Para esta iglesia realiró los planos para refaccion¿r su fachada en enero de
L922, así como el diseño para la torre del reloj en abril de 1929 y que fue ter-
minado en 1931-. l¡iining no debió haber contemplado la exhuberante deco-
ración de ésta, que contrasta con los diseños de las torres de la fachada, don-
de se percibe la mano ds !¡iining. La iglesia fue reconstruida hace unos
cuantos años, introduciendo goticismos que hacen chocar los estilos.
IGLESIA DE MTJLALILLO.
162
IGI,ESIA DE NTJESTRA SEÑORA DE I.A PEÑA. PT]NGAI.A
Poco a poco se ha ido alcanzando la altura necesari4 fuera de las ideas origi-
nales, y eu la actualidad existe sobre el conjunto una pequeña capillita que
data de L957 y elfrontis de 1958.
F-sta antigua iglesia fue intervenida por Brüning a partir de 19(D, año en el
que realizó los planos de su fachada; en enero de 191ii llega al adorno del se-
gundo piso. En 1914 aprueba los planos hechos por Fray Domingo Cabezas
t&
para la construcción del templo; al mismo tiempo que desaprueba los traba-
jos e intervenciones de otras personas.
Esta iglesia fue intervenida en 196ó tras un prooeso de deterioro que había
venido soportando desde el terremoto de 1949; es la época en que ss slimi-
nan el diseño del sello nercedario que ostentaba la fachada y otros elemen-
tos; se reconstruye fuera del estilo original la cámara del reloj; se int¡oducen
capiteles y cornisas al forrar la fachada que anteriormente era de cantería.
IGLESIADE PATATE.
IGLESIA DE PASA
Para la antigua iglesia Briining realizñ el diseño de una torre en 1917, pto
más tarde, el pueblo decidió levanta¡ un templo de mucha mayor di*ensión.
Briining adapta los planos que hizo para la iglesia de San Sebastián de Lata-
cunga, añadiendo una cripta y modificando el transep¡o. La primera piedra
se la coloca en 1938 ¡ tras la muerte ds l¡iinin& el trabajo queda librado a
165
r-r
98 Tore del templo dc Patate cpe Iue 99 Crucero dc la iglesia de Pasq don-
destntido totalmente por el tenemoto dc se percibe la magnificencia dcl es-
de 1949. Büning Ia construyó a pañir pacio, la estructuray el trabajo de can-
del segundo cuerpo. La foto data de terla.
1928 y fue una gentilezt del señor Ar-
naldo SoñaArellano.
La iglesiq en forma de qtlz ú.9u, con tres naves en cada brazo, es una de
las más bellas obras de cantería; desgraciada"'ente, aún no se completa y sólo
se han reahzado trabajos provisionales, como en el caso de la cúpula. Las to-
rres, aunque muy posteriores, guardan en algo y con buena voluntad el estilo
y la grandiosidad con los que este templo fue pensado.
167
TGLESTA DE QIJERO.
IGLES¡IA DE PIIAHUIN.
CAIEDRAL DE GUARANDA
CATEDRAL DE RIOBAMBA.
r6t
r00
Para esta iglesia, como parte complementaria del convento, obra en la cu¿rl
l¡iining tambión participó, él diseñó planos para la fachada en enero de
Ly26. I-a,iglesia es de estilo neoclásico, de una sola nave, con crucero y bóve-
das de arco rebajado. Es un hermoso conjunto que se complementa con el
magnífrco altar mayor, también diseño ds l¡iining.
169
il ¡ili
:ii il !i
i :r::
IGLESIA DE GUAMOTE.
Esta iglesia, para la cual Brüning reelizí planos en enero de rv29, fue conce-
bida en estilo románico moderno de tres naves, santuario formando cúpula y
una fachada con dos torres. En toda la parte de estructura de piedra se gu¿r-
da el estilo, tanto externa como internams¡¡e; mucho más tarde, se constru-
yen las cámaras y remates de las torres y un frontis de una forma semejante a
la antigua iglesia de Alausi todo en estilo neoclásico; de igual manera, se le-
vanta la cúpula en este estilo. La techumbre se la realiza en pÍr y nudillo;
aunque, en general, el conjunto es impresionante y es un buen trabajo de con-
tinuida4 sin embargo, chocan los estilos.
En agosto de 1916 mandó B¡üning al obispo de cuenca los planos para este
gran proyecto; con mucho entusiasmo el mismo Obispo coloca la prirnera
piedra el2 de agosto de 1918; hasta el año l932no se realiza ningún trabajo.
l7l
planta de cruz giega y con capillas adosadas a cuarenta y cinco grados y en
los extremos de la cruz. En los planos originales de Brüning puede notarse el
parecido volumétrico con el de la capilla del cementerio de San Diego de
Quito. La iglesia no llegó a concluirse.
CATEDRALDEI,OJA
Fsta vieja iglesia estaba muy derruida a principios de sigro, tenía una pobre y
deteriorada fachada. g¡üning interviene en mayo de 19i9, rsalizandslss pla_
nos para arreglarla y completar un remate central con dos diseños de torres.
La iglesia, de estilo neoclásico, fue apeoas topada por Briining; pues, su res-
peto absoluto a los estilos determinó que sólo intervenga sobre el segundo
cuerpo con los pináculos y el remate, consenando el resto, sin alteración. Es
posible que él haya restaurado la techumbre, introduciéndo los módulos me-
tálicos y gue, por lo menos, haya dado indicaciones para su pintura interna;
pues diseñó también, en 1918, el altar del Corazón de Jesús y, enLg29, el bal-
daquino ciborrio que ostenta el santuario..
103 La Caedral de Loja en los años segundo cuerpo, añaüendo los pinó-
trcínta; su fachada fue interuenida por culos y la torre en estilo renacimiento,
Briining. A más de consolidary rcpa- acordc con las ca¡acteístícos det tem-
rar, sólo intewino sobre Ia comisa del plo. AHBC.
172
#
F
dicol enn lo cual desaparecieron absolutamente el carácter original y
lle,s art
la ampliación de Brüning.
t74
La iglesia se empezó a construir en hormigón" y según parece, bajo los planos
originales de Bribring; pero, bajo la intervención de Ugo Faggioni, Paolo
Russo y Angel Sangucho, se estableció un diseño; se construyó una maqueta
donde se acentuaban las características góticas, al estilo de la Catedral de
Guayaquit reestructurándose incluso partes construidas. Como la fachada
data de los años setenta" tampoco se respetó la idea de Faggioni, eliminando
el concepto de las dos torres y el de la fachada escalonada.
Para esta pequeña rglesiq llamada Santuario de la Virgen del Pindal, Brihing
realizílos planos completos en agosto del9?3y,púa solucionar la fachada,
otros planos en febrero de 1931 yjulio de 1932.
Realizó los planos para la iglesia de Isinlivl e¡t922 (se conserva); planos pa-
ra la fachada de la iglesia de El Corazón en 1928 (se conserva); igtesia de Pt-
laló, con planos que datan de 1-915 (se conserva); planos para la iglesia de
Atocha en Ambato, reelizados en 19L1 y para su fachada en lW (no se con-
serva); plenos para la iglesia de San Pablo en Ambato, realizados en 1r9l7
(dernrída hace seis años); planos para la iglesia de Mugduteo (hoy Augusto
Martínez) en Ambato en L914 (se consenra parte de lo que se levantó hasta
L93); fachada para la iglesia de Santa Rosa en Ambato, trabajados en 19(D y
en 19fi y con reformas en 1918 (esta iglesia fue destruída por el terremoto de
1949); planos p¿ua la iglesia de San Andrés en Píllaro, en 1906 y otro en L919
(no se llegaron a ejecutar aunque se construyó una iglesia); fachada para la
iglesia y baptisterio de Ptcahigua en Ambato en 1916 (derruída); capilla de
175
Huachichico en Ambato realizados en 1935 (se conserva con reformas inte-
riores); planos para la iglesia de GuanuJo en Bolfvar en1r9Z, pero cuya pri-
nera piedra se colocó en 1938, aunque se habfan come""ado los trabajos con
anterioridad (se conserv4 aunque con intervenciones posteriores fuera de es-
tilo); fachada de la Matriz de Alausf en 1V33 (se conserva en parte, pues las
torres se qryeron y fueron reemplazadas por otras); planos para continuar la
iglesia de San Andrés de Riobamba et t9?Á (se conserva); planos con torres
para la iglesia de Penipe ettreI9Ay 1r9'% (se conserva sólo parte de las na-
ves); planos completos para la iglesia de Columbe en Chimborazo, en LV2L
(se conserva); torre para el templo de Chunchi et lW (fue derrulda junto
con la iglesia para construir una moderna); fachada para el templo de Gua-
suntos en IW (demrída y construída una moderna; se conservan las naves
de diseño más antiguos a la intervención de Briining); planos para la torre de
la iglesia de Pallatanga en 1W (derruída para construir el templo actual);
capilla de San Luis en Cotacachi en lV27 (existe pero con reformas); refac-
ción de las torres del templo de Santo psmingo en Cuenca en 1918 (existe);
iglesia de Huaca, enL9l4 (existe); fachada de la iglesia de Saraguro en 1918
(existe); fachada para la iglesia de Nambacola en Loja enl934 (fue reforma-
da nuevamente hace tres años, perdiendo todos los elementos originales);
planos para la Btesia de Amaluza en Loja enL917 (existe, aunque se hizo al-
teraciones posteriores, pero conserva su espacio y estructura básica); iglesia
de Cariamanga en 1917 (derruída); planos para la iglesia de San Cristóbat
de Guq¡aló en Quito en 1931 (existe, aunque reformada e)úerior e inte-
riormente); capilla de la Quinta San ücente de Quito, en la que realizó arre-
glos importantes entre t9L7 y 19L8 (existe pero nuev¿rmente reformada); ca-
pilla de San José del Inca en Quito en 1V22 (existe aunque tergiversados
desde un principio); reparación y refacción de la iglesia de El Belén en Quito
ent9?5; refacción de la iglesia de San Marcos en Quito (se conservan sus re-
paraciones); iglesia de San Juan de Pastocalle s¡ látasnngn en 1913 (existe).
o
CAPITULO SEPTIMO
OTRAS OBRAS DE ARQUITECTURA
Para el mes de diciembre tiene terminados los cimientos; en 1972 está colo-
cando las tijeras de la techumbre y para 19L4 está colocando los pisos. Entre
L97ny 1923 concluye elbraza opuesto, inaugurándose éste enL927.
179
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deja de lado elementos asociativos del estilo, como cornisas, elms¡¿dss, p€-
queñas volutas, etc.
Por lo general los prineros pisos son solucionados en sus partes vi¡tuales
mediante col'mnas de ladrillo y, sobre éstas, columnas de madera que, me-
diante zapatas,sostienen las techumbres.
En esta antigua quinta, desde finales del siglo pasado, empezó a funcionar
una serie de edificios vinculados a la beneficencia pública. En 1917 hizo
arreglos importantes en la capilla, una casa con salón de actos que aún se
conserva; enL9L7, y para el orfanatorio y casa de huérfanos, a pedido de la
109 Los antiguos frontales del ontiguo cla¡idad porque el teneno estú dividi-
colegio de los SS.CC. de Rumiparnbq do entre dos institucíones. Lafotogra-
rye hoy no pueden ser apreciados con fio data de 1928. CCPL.
$
111 Bloque de nichos Ere fue empe- las características fundamentales del
zado por Emilio Alatro en 1916, aun- cementerio en aquellas épocas como
Ere Büning lo complemcnta y, pü Io pr elementos ya cornenzados. La fo-
tanto, tombién es su real creador. tografia dc losé D. Lasso data fu
Guarda el estilo neoclósico, tonto por 1920. ACR
teriores en19% y un mausoleo de nichos para niñss s¡ 1937. Todos estos
elementos se aonsen¡an, aunque con pequeñas variaciones.
En enero de 1925 S¡iining se encarga de realizar los planos para este hospi-
taf cuya primera piedra se pone con gran entusiasmo en octubre del mismo
año. El edificio poseía una capilla que en la actualidad ha sido reformada; el
resto de la edificación se la conserva volumétricamente; se le ha cambiado la
techumbre y se reformaron ventanas, pintura, etc. hace pocos años; en algu-
nas z)nas, se han arrimado nuevas edificaciones. En general, es un magnífico
ejemplo de diseño racional-funcional en Bri¡ning-
114 Detalle de la poftada del cemen- jónicos, las comisas y los ovorios re-
teio dc San Diego de Quito. Nótese nacentistas.
el trabajo dc canterla en los capiteles
186
sin embargo, la idea se concreta a fi''es del siglo y, enL9M, se colocan las ver-
jas de hierro de éste sobre el muevo cerramiento. Cuando Bruning daba los
últimos toques a la capilla funeraria, realiza la gran portada e>úerior; en ene-
ro de 1936 los diseños de detalles ¡ en junio de LW, el diseúo de la puerta
de hierro.
Entre otras obras de esta naturaleza podemos citar los proyectos, diseños y
planos para cementerio de Ia iglesia Del Buen Pastor de Quito. Los planos
los realizó en1i9l4, guardando el estilo de las obras del conjunto; fue realiza-
do en neoclásico, no faltando su típico diseño de los dientes de sierra a dos
hileras, que se conserva en la actualidad sin alteración; también planifica pa-
ra el cementerio de Ambato, en L91,3, una capilla, anfiteatro, dos osarios, lo-
cal de administración, 1400 nichos; arregló la portada, de construcción ante-
rior, diseñada por el arquitecto Francisco Durini y a la cual le colocó la
puerta de hierro que data del 6 de noviembre de 19L3; colegio de Mariani-
tas, adjunto a la Iglesia de San José de Quito, de planos realizados en 19?Á
(fue derruída en 1986 para construir uno moderno); trams de la escuela Pe-
dro Pablo Borja, de Quito, con planos que datan de 1-930 e inaugurado y ben-
decido el?n de abril de 193L (existe actu¡lmente, aunque inmerso en nuevrls
construcciones); colegio de Franciscanas, de El Quinche (existe actualmen-
te); colegio de Madres Marianitas de Pindal, en el cantón Alamor los planos
los realizó en1932, pero no se ejecutaron, porque la Congregación no llegó
por varias razones a concentrarse en el lugar; planos para terminar los corre-
dores del Seminario Menor de Quito; en 1907 (derruído el edificio en los
años setenta); casa de campo-seminario en la hacienda Betania, con planos
de 19?Á y 1930 (existe, aunque reconstruída junto a más antiguas y actuales
edificaciones); planos para arreglar los antiguos corredores del Seminario
Mayor de Pifo, en I9?i (fueron derruídos y quemados); convento de Agusti-
nos de Latacunga, con planos realizados en L932 (eúste actualmente); casa
conventual de Guápulo, con planos de l9L2 (existe, aunque adosadas a editi-
cios posteriores); planos para la casa-colegio en Saquisilt en lV29; conYento
1¿t8
de Dominicos de Baños, cuyos planos los realizó en Lg)S, pero su construc-
ción se comenzó en los años cua¡enta (existe, aunque no sabemos en qué me-
dida fueron utilizados los planos originales); Seminario de Guaranda, cuyos
planos datan de 1919 (fue dern¡ido hace dos años para construi¡ el nuevo
hospital pues el semin¿¡'is tenía este uso desde hace algunos años); convento
de Carmelitas de Riobamba, para el cual realizÓ planos del segundo piso en
193ó (existe); planos para el Seminario de San José de Quito, con planos re-
alizadss en L929 (existe, junto a antiguos y nuevos aumentos) y, el claustro de
dominicos, en Loja con planos que datan de Lf2L; paral9)B estaba constru-
yendo los entablados. En el primero llam¿ ¡¿ atención la decoración exterior
(existe junto al nuevo, comenzado en los años cincuenta, posiblenente con
los mismos planos de Brtining).
Por último cabe anota¡ la casa conventual de la Iglesia de San José de Quito,
diseñada enL9?Á (existe); la casa panoquial de Sangolquf, integrada al estilo
neoclásico del entorno; los planos los re¡lizó en 1929 (existe); la casa paIro-
quial de Uyumbicho, diseñada en 193ó (existe); la casa parroquial de San
Miguelito de Pfllaro, diseñada en 1919 (dernrída en 1,950); casa parroquial
de Isinlivf, con planos que datan de 1V22 (derruída); casa parroquial de Toa-
caso, en L93ó (derruída); casa paroquial de EI Corazón con planos de L935
(derruída); casa panoquial de Ptlaló, con planos realizados en 1915 (derruí-
da); casa paroquial de Mulaló, con planos de 1931 (dernrída); casa lramr>
quial de Pqiilí, con planos de 119?3 (derruída); casa parroquial de La Matriz
de Ambato, diseñada y construida entre l-930 y t93L en una primera etapa, y
la segund4 en l9A (fue derruída conjuntamente con l-aMatnz en épocas
del terremoto de 1949); la casa parroquial de Picahigua con planos de 1916
(derruída).
189
SEGUNDA PARTE.
I-4 OBRA DE DECORACION DE BRÜNING.
o
CAPITULO OCTAVO
IA DECORACION Y LOS ESTILOS
ARQUITECTONICOS
Los estudios e investigaciones llevadas a cabo en los dos últimos siglos sobre
las arquitecturas del pasado encontraron una serie de elementos formales,
espaciales, decorativos y tecnológicos que deñnían las características particu-
la¡es a épocas, arquitectos y mon 'mentos.
Pocas iglesias coetáneas han conservado sus pinturas, aunque casi todas fue-
ron dispuestas interiormente para desarrolla¡ campos pictóricos que empare-
jen con su esplendor, la riqueza de las esculturas e¡rteriores.
"De manera general los interio¡es románicos pa¡ecen concebidos preüendo una deco-
ración pintada; sólo ello explica el contraste a veces extraño entre la sencillez de los or-
namentos interiores y la profusión de esculturas que se desarrollan en el exterior; las
superficies desnudas de los interiores se animaban con el color". (32).
'Así como las arquitecturas de la antigüedad, el arte gótico admitía el color como un
complemento casi obligado de la forma..."(33).
192
"I-os arquitectos románicos habían esculpido casi exclusivamente las fachadas, reser-
vando los efectos del color para los interiores; sus suceso¡es (goticistas) continuan tan
sabia tradición". (3).
nl-a coloración de las vidrieras constituye sólo una nota dentro de la armonía general:
para representarnos una de nuestras üejas iglesias tal como debía imaginárlas su autor,
es preciso devolverle mentalmente la coloración sólida de sus paredes, junto con el diá-
fano resplandor de las üdrieras centellantes" (35).
Los muros se revisten con mármoles, frescos o estucos, los cuales fingen ór-
denes clásicos, pilastras y entablamentos.
te3
co.
A partir de los grupos románicos y revivals, que recuperan los valores, con-
ceptos y formas de la arquitectura griega" romana, románica y g6trca, se pro-
dujeron profundas discusiones sobre lo que se llamaba la "policromía arqui-
tectónica".
Hasta 1830, se aceptaba sin discusión, tanto por goticistas como por clasicis-
tas, al mfugen de otras opiniones, que la arquitectura era monocroma y quc
el edificio mantenía su integridad visual al ser aproximadamente del misps
color en todas sus partes.
En 1,829. Jakob Ipaz Hittorf planteó su teoría, la que aseguraba que los tem-
plos griegos eran poücromados ¡mpüams¡fs, con combinaciones estridentes.
Pero los arquitectos o"o¡slenistas, que decían recuperar los valores arquitec-
tónicos de la antigüedad, se hicieron siempre de la "vista gorda" y continua-
ron diseñando sus usuales arquitecturas monocromáticas.
Juan María Q¡imm en su obra "I-a Liturgia General", que tiene por lo menos
alguna influencia de Brüning, expresa:
'Para la pintura de iglesias, sea la más sencilla o la miís rica, es principio supremo: la
pinlura debe sujefarse o acomodarse a la arquifecfurq sea cualquiera el estilo; , pues
la obra construída es lo principal a lo cual no puede perjudicar la decoración o pintura,
que es lo accesorio; el objeto de ésta es mas bien realzar la arquitectura. (3ó).
'En esto no hay exageración alguna; pues la deco¡ación se adapta fielmente a las tíneas
y formas arquitectónicas, siguiendo en todo la regla de arte, que la pintura debe servir a
la arquitectura y no dominarla sino realzarla.
Así por ejemplo, se tomó en cuenta el sistema grafostático: las columnas principales,
que son únicas en su género por cuanto sostienen la bóveda central, son también las
únicas en su decoración; así mismo, las columnas que diüden el templo en sus distintos
compartimientos llevan igual color y decoración.
De este modo se logró acentuar la hermosura del estilo ojival; de ahíla impresión agra-
dable que recibe el espectador. En los espacios que en forma de nichos quedan bajo las
ventanas' se siguió el mismo sistema, distinguiendo el presbiterio del cuerpo de la igle-
sla.
En el presbiterio, parte más distinguida de nuestros santuarios, distínguese a uno y orro
lado, sobre fondo azul, tachonado de estrellas, unos ángeles que sostienen unas varillas
metálicas, de las cuales penden cofinas, en cuyo centro luce el monograma del nombre
de Maía, rodeado de cuatro emblemas de las letanías lauretanas. Igual adorno, aun-
que más simplificado, se obsewa en el resto del templo; pues en los espacios aludidos
se hallan tapices que llevan, entre flores, los monogramas de tos nombres de Jesrís, Ma-
ía y José, en caractetes griegos por un lado y latinos pof el ot¡o...'
"Al lado del arranque de los arcos de las ventanas, se hallan los capitetes. Todos ellos
deberian habe¡se ejecutado en alto relieve; empero ni el tiempo ni los fondos lo permi-
tieron y así la pintura tuvo que interpretar sus ricos follajes. Sostienen los capiteles los
numerosos arcos y nervios de la bóvedad, dividiéndola en sendos compafimientos
triangulares. l-a rica deco¡ación de las líneas diüsorias ¡ealza el delicado azul celeste
de la bóveda, llena toda de estrellas doradas.', (37).
195
Estos principios expücan ciertos tipos de esquem¿N básicos en la decoración
y en la pintura d6 l¡iining, que son definidos en el estudio de Grimm, para
que sirvan a los sacerdotes de guía en este tipo de trabajo.
"I-os miembros constructivos deben tener un colorido en que predominen los tintes
obscuros, por ejemplo, moreno; pero los ornamemtos pueden realzarse con oDo o ama-
rillo. En los cerramientos y témpanos de bóveda predominen los tintes claros, por
ejemplo, blanco-amarillo, gris-plata, etc. bs témpanos pueden ser algo más claros que
el colorido predominante de las paredes. Excepcionahnente se pueden pintar las bóve-
das con azul claro, aunque resulten asímás obscuras que el colorido predominante de
las paredes, porque la bóveda simboliza el firmamento. Evrtese en la pintura un color
demasiado vivo, que pudiera llegar a ser repugnante.
En las iglesias ojivales se pintan las claves de las bóvedas de cruceía de un modo varia-
do y con oro; los témpanos de la bóveda pueden ser'adornados con flores idealizadas,
que salen de los ángulos y se extienden hasta un tercio dcl espacio que intermedia entre
éstos y las claves de la cnrceía; pero si los témpa.nos son pequeños, como sucede en las
bóvedas estrelladas, es más conveniente omitir la ornamentación de flores, para que no
vengan a estar recargados.
I.a pintura de las paredes termina abajo en el presbiterio con dibujos geométricos que
acaban hacia arriba en una bordadura que forma la transición. Así mismo hay que con-
tornear con una orla las jambas de las ventanas. Por supuesto se deben escoger tan só-
lo muestras que convengan a la casa de Dios.
I-os dibujos geométricos en el presbiterio pueden aplicarse por medio de una plantilla,
pero se debe repasarlos pintando con la mano lxrra que sean más exactos".
'En una decoración rica se pueden pintar de un modo variado también las cartelas, do-
seletes y otras partes finas arquitectónicas. l-as hojas cardinas y macollas cn¡ciformes
se doran en pafe o tot¿lmente. En el arte ojival se pintan las escocias con azul, para
que parezcan más profundas; las regletas se realzan con rojo u oro, y los taludes con ro-
jo.
En pinturas especialmente ricas empléese el oro de maneñ¡ en forma de fajas, ya una o
separe las tintas, ya se extienda como ornamento de zarcillo sobre las superficies.
Para que una pintura de iglesia sea estéticamente hermosa, es necesario que la disposi-
ción de las tintas sea armónica y perspicua y que los contornos sean exactos y bien visi-
bles".(38).
"Para proceder conforme a este principio debemos distinguir en las fábricas entre apo-
yos y pafes apoyadas, es decir, entre miembros constructivos y pafes que llenan espa-
cios intermedios o sinen de remate. Apoyos son las columnas, los pilares, los fajones y
newios con sus claves. Partes apqradas son aquellas paredes que mrís se asernejan a ta-
biques que a muros y los témpanos de las bóvedas. I¡ diferencia entre estos miembros
constructivos y los cerramientos lógicamente se han de notar, dando a los a¡ro¡ros un co-
lorido obscuro y a las partes apoyadas una pintura más o menos clara. Así, se pudiera
pintar las paredes y témpanos de bóveda con blanco de cal; las columnas, arcos, newios,
196
etc., con gris quebrado de piedra; los capiteles de las columnas, con un fondo rojizo, y
dorar su ornamentación o follaje en sus relieves o bordes. Empléese poco orc; pues
con moderación y convenientemente aplicado üüfica las dem¡ís tint¿s y él mismo se rc-
alza por ellas; mas, aplicado con exceso, produce el efecto de sobrecargado...' (39).
CAPITULO NOVENO
ALGUNAS OBRAS DE DECORACION
Parte de la obra ds l¡iining de esta naturaleza ha sufrido por culpa de los
197
cambios litúrgicos del último Conciüo; pues, sin mayor criterio artístico e his-
tórico, han sido slimin¿d¿s; han dss¿parecido junto con la obra arquitectóni-
ca; otfas, por el descuido, han perdido la brillantez origt.{ cuando alguna
vez se las ha tratado de restaurar, al desconocer los conceptos y las técnicas
implícitas en este tipo de trabajos, han perdido su antigua grandiosidad.
Esta capilla, de purísimo estilo gótico, fue decorada por Brüning en 1909, ter-
min{¡dess el trabajo a finales del año; fue trabajada por el maestro Monte-
negro. Su característica fundamental es el resalte de la obra y de su funciona-
miento estructural, en base de la pintura; pues cada elemento arquitectónico
posee diseños propios que los diferencian y asocian a sus respectivas funcio-
nes; todo el sistema gráfico se proyecta a la bóveda de terceletes. La capilla
del crucero posee diseños de orlas que simulan jambas; se define grrificamen-
te el sistema de dovelas y elmofi¿dillados de los par¡mentos.
Esta iglesia varias veces sastigada por terremotos y que estrena ya tres facha-
das, fue intervenida en la decoración por pafe de Briining en 1910, aunque la
bendición 6s fu mism4 restau¡ada y pintada" se realizó el24 de ma¡zo de
1916. Es un hermoso ejemplo por el concepto y el colorido, así sope por la
redizasón de las pinturas que en ella existen.
I-a iglesia, de estilo neoclásico, posee iluminación a un solo lado; por lo cual
Brüning adapta un concepto de simetría en la que simula los vanos en pers-
pectiva en el otro pararnento. Además, la ilusión óptica que produce la a¡ca-
da con cortinajes a ambos lados permite una sensació¡ fls ampliación del es-
200
pacio. Desgraciadamente se ha creado un zócalo que rompe la unidad del
conjunto. Su deterioro data del terremoto de 1987.
Esta iglesia constituye otro de sus ejemplos típicos por haberse conservado
en su integridad ¡ además, por ser concebida en su totalidad arquitectónica
por Brüning; la decoración fue terminada et lT2l. El diseño de cenefas, or-
las, mármoles y elementos simbóücos son un rico ejemplo de estilo románico.
Lleman la atención los diseños florales de los lunetos; pero ninguno como el
gran diseño floral del ábside que es uno de los mejores ds g¡üning. La bóve-
da de aristas fue repintada últimamente y, aunque su color brillante no se
asocia a los tonos pasteles del resto del decorado, io rompe la unidad del
conjunto.
Esta capilla" que también posee un concepto y realización integral por parte
de Briining aunque incrustada en un conjunto neoclásico inaugurado en
L9(D, fue decorada en 191-0. El concepto de la decoración también responde
a los cánonesjónicos del conjunto, definidos por los diseños florales de los
intradoses, los m¡írmoles, las pinturas simbólicas del ábside y los panelados
simbólicos de la bóveda. Actualmente está en proceso de restauración.
201
Bruning tanbién realizíla decoración del Santuario de la iglesia de Santa
Clar:ia de Quito (1912), que se sonseryq en parte, asociada al estilo neoclási-
co; el diseño del Santuerio de la iglesia de San Carlos, en Quito, concebido
en 19f|, annque se concluyó según sus diseños en 193L, (hoy está totalnente
ocr¡lto por la pintura posterior); diseños del Santuario de la iglesia de Santa
kisca dc Qu¡to (19D), hoy desaparecidos tras los últimos cambios ütúrgicos
del último Concilio; diseño de la decoración de la iglesia del Seminario Me-
nor de Q¡ito (1913), desaparecida conjuntamente con el edificio del Semina-
rio en los años setenta; diseño de la decoración de la capilla del colegio de La
hovidencia de Quito (centro) (1911) desaparecida cuando se derribó la ca-
pifu diseño de la iglesia del hospital de Ambato (1904), desaparecida cuan-
do se derribó el ediñcio; diseño de la decoración de la iglesia de Saquisilf
(ly4),desaparecida cuando se derribó la iglesia; decoración de la iglesia de
Cotocoll¡o en Quito Gnq se oor$erva en partes; diseños para decorar la ca-
pilla de las Madr€s de la Providencia de Ambato (centro) (19t7), se conser-
va en parte; decoración de la iglesia de Tabacundq incluyendo la capilla de
las lli¡ar¡ de María (19@); fue bendecida por Brüning, hoy se encueutra res-
¡
taurada en ¡rarte perdid4 aunque se conservan sus rÍrsgos estilfsticos; deco-
ración de la Capitla de la Virgen Sandsima de Caranqui (1916), desapareci-
da bajo la pintura actual; diseño de la decoración de la iglesia de Santo
Domiryo, cn lbarra (L923) y realizada en sus ele4entos por fray Enrique Mi-
deros; diseño de la decoración de la iglesia de Santo Domingo de Cuenca
(1918), a la cual, adenás,levantó el techo y colocó los módulos metálicos; las
pinturas fueron realizadas por fray Enrique Mideros; iglesia del hospital
L¡isYcr¡¡za de Gua¡aquil (ly?n>,no se conservan actu¡lrns¡fe; diseño de la
decoración de la iglesia del Tejar de Quito (1931), se conserva y fue restaura-
da bace pocos años.
AdenáE existen pequeños trabajos decorativos llevados adelante bajo sus di-
rectriceg como en la capilla de la iglesia de Pomasqui, capilla lateral de la
dcsia de C.a¡rambe, etc., así como decoraciones realizadas bajo sr¡s concep
toq llenados adelante por sus discípulos, como en la iglesia de Conocoto por
Rafael Nicolalde (1939); El Quinche (1"938), empezada por Mideros, aunque
termi¡rada por J. Ruiz A. por no cahar los conceptos del primero en el estilo
de la iglesi4 Matriz de Machachi, basflica de Baños, iglesia de Santo Do-
ningo de Loja, Catcdral de Loja, la capilla del hospital de Thlcán, etc.
202
115 Detalle del ábsid¿ de la iglesia de del Seminaño San losé. Nótese el de-
San Roque de Quito donde se perci- talle floral tlpico de los lunetos; la pin-
ben los grondes planos Ete sernejan turafue recientemente eliminada en la
cerónticos bizantinos ; Eteda ínterrum- rnayor parte de Ia capillo, incluída la
pida a meüa alturq a trovés de las d¿ la bóveda encarnonada. Los pila-
cornisas de üentes dc sierra. Cada res d¿ madcra marcan la división del
uno d¿ los témpanos poseen diseños úbsidc y Ia nave central.
florales especíales; Ios molduras d¿ las
neryaduras y cornisas, asl como las 119 Detalle de la dccoración de la ca-
a.rchivokas de los ventanas, son resal- pilla de /os ,SS.CC. de Rumiparnba.
tados mediante cenefos y trozos que Los frisos noecldsicos son aprovecha-
acentúan Ia esbeltez o la volumetrla. y la
dos para las grondes inscripciones
bóveda semeja casetones, lunetos.
116 Detalle en Ia iglesia de San Ro- Nótense las cenefas metóIicas, el si-
que, donde se obsena paúe d¿ los in-
mulado de mórmoles v el colorido de
tradós d¿ los arcos formeros y trans- los capiteles y el de las ménsulas de lq
vercales del crucero; se perciben los comisa conida.
complicados diseños florales y la inte-
gración de elementos litúrgicos. Los 120 Detalle dcl decorsdo de la iglesia
salmeres y dovelas simulados mues- del Buen Pastor de
Quito, lunetos, in-
tran la estntctura de los atros. Las or traüs dc los arcos torales, salmeres,
cadas ciegas del triforium son dccora-
ovarios renacentistas, arabescos y pro-
dos con santos, apóstoles, etc. Nótese
fusión d¿ mórmoles simulados defi-
pañe de los diseños arabescos de las nen el estilo neoclásico de la decora-
bóvedas vaídas. ción.
117 Detalle dcl arco triunfal de la ca- 121 Detalle del decorado d¿ la Sacñs-
pilla dc la Wryen d¿ La Escalera dc tía de la Cotedral de Quito. Nótense
Quito; su diseño rico en cmefas, cin- los detalles florales dc los lunetos, las
tas, inscripciones se prolongan al in- comisas simuladas, los casetones del
tradós. intradós y la profusión de mórmoles
propios de la decoración de un espa-
Los intradós de las nenaduras tarn- cio renacentists
bién son d¿corodos con cenefas y los
plementos semejan cielos estrelludos. 122 Detalle dcl decorado de la capilla
Las características eclécticas de esta absidal del Corazón de Marla dc Qui-
capilla se complementan con el cielo to, en la zona dcl crucero. La esbeltez
raso de casetones en color. de las columnas, columnillas adosa-
dos y archivoltas recibe$ segítn su
118 Detalle dcl decorado de la capilla función, el diseño y el color, acentua-
203
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'*,r' J- -
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d.os con los detalles dorados símula-
Ete recubren las pilastras, los intro-
dos. Nótense tarnbién los almohadi- dós, así como el diseño del arco toral,
llados y las dovelos sirnuladas en que son un magnífico ejemplo de uni-
urcos y parunentos así como el color dad onL Es notorio el diseño floral
azul celeste del intradós de los ple- del óbside
Ete constituye uno d¿ los
mentos. más hermosos concebidos por Bü-
ning. Todo el diseño se integra magni
123 Detalle dc Ia decoración de la ca-
con los conceptos historicis-
pilla del hospital de Latamnga N6 ficamente
tas romónicos del conjunto.
tense las orlas en las jambas de los va-
nos, las decoraciones florales del
126 Detalle de la pinura de una de las
intradós, los detalles matmóleos dc
columnos de Ia iglesia de San Migueli-
las archivohas y comisas, así corno
to de Píllaro, hoy en proceso de dete-
los panelados de la bóveda de cañón
rioro total, y qte fue repintada hace
conidoy los perpiaños simulados.
algunos años; por lo cual, sólo se
aprecia levontando las capas de pintu-
124 Wsta general de la decoración d¿ ra. Algo se consena todavla en el an-
la iglesia dc San Juan de Quito que tiguo baptisterio.
crea un& ilusión de simetría en las ar-
cadas superiores con reloción a los va- 127 Fotografia del año 1940 de pane
nos de luz y una ampliación del espa- del santuario decorado por Büning
cio por la columnata con cortinajes en la iglesia dc San Carlos de Quito.
creada en la parte inferior. Su estilo neoclásico, acorde con la ar-
Etitectura del conjunto, es evidente.
125 Büning diseñó en sus mínimos Nótense las columnas corintias, los
detalles toda la iglesia de La Esperan- paños de arabescos y el gran friso con
za de Tabacundo. Obsénense los di- incripciones latinas. Hoy se encuentra
seños de orlas, cenefas y mórmoles oculto bajo una capa de pintura.
2r3
IERCERA PARTE.
1,,/T OBRA DE DISEÑO DB BRÜNING.
o
CAPITULO DECIMO
EL DrsEño y Los ESTrLos AReurrEcroNrcos
La obra de diseño de Brüning es muy ampüa; responde con surna precisión a
su concepción orgiánica de la arquitectura, definida por la integridad formal y
conceptual de los aspectos arquitectónicos, decorativos y por el más insignifi-
cante elemento que entrará en función en un templo; vincula así su amplio
conocimiento de la arquitectur4 con la historia de la arquitectur4 con la tec-
nología y con los preceptos litúrgicos.
La mayoría de las obras de esta naturaleza est¡án vinculadas a los templos que
construyó, restauró o completó; entre ellas tenemos diversos tipos de altares,
confesionarios, comulgatorios, pírlpitos, etc., elementos que complementan la
arquitectura, como ventanas, puertas, mamparas, pararrayos, cruces, etc. y
elementos ütúrgicos, como incensarios, marcos, coronas, sellos, etc.
Los altares, por ejemplo, deben reunir una serie de cualidades litúrgicas que
definen su forma; sus raíces y características se encuent¡an en los orígenei y
en la historia de la Iglesia; sobrepasan los objetivos de este estudio; así, según
sus prescripciones, deben ser de piedra (piedra natural, mármol, piedra de
g:anito, asperón), no a¡tificial (ladrillo, baldosas, hormigón, etc.); pero, sobre
el color y la labra, no hay prescripción. Su forma puede ser el de una mesa o
2t5
el de un sarcófago; la primera, por asociación histórica a la mesa "sobre la
que el Salvador instituyó el Santo Sacrificio de la Misa", y la segunda, por los
sepulcros de los mártires, sobre los que se ofrecía el Sacrificio, principalms¡-
te en las catacumbas. Esta última forma fue muy lpica en el Renacimiento.
¡
Para ser consagrable ha de ser de una sola pieza en el peor de los casos, se
lo complementa con otros pedazos, los cuales quedan sin consagrar. Debe es-
tar cerrado, o, de tal forma" que no se coloquen objetos de ninguna naturale-
za, a excepaón de reliquias, colocadas en tal forma que puedan ser observa-
das por los fieles. Este tipo de alta¡ se llama frjo (altare fin^tn ) y es le mínims
que se exige en un alta¡ mayor. Debe ser consagrado conjuntamente con la
iglesia, si es recién construída.
"l-a forma del tabernáculo debe corresponder al estilo de la iglesia' (Concilio Provincial
de Praga,18ó0) (40).
Debe poseer unas medidas precisas acordes con su función y guardar deter-
minados elementos formales en su configuración. En la Liturgia General se
dice:
"...1a S. C.ongregación de los Obispos, prescribe que por lo regular el tabernáculo sea
construído de madera. Se desigra la madera como material para la construcción del ta-
bernáculo po4lue no deja penetrar tan fácilmente la humedad como otros materiales.
El Sagrario puede construi$e también en mármol y de metal precioso.
h S. Congregación de los Obispos prescribe (2ó de octubre de 1575) de que el Taber-
náculo sea do¡ado exteriormente. Encima dcl Sagrario está la imagen de Jesús crucifi-
cado o de Cristo Nuestro Señor mostrando sus sacratísimas llagas o, lo que es miís usa-
do, una cruz pequeña'. (41.).
De igual manera se sigue con otros elementos del altar, como el baldaquino
que, en la antigüedad era obligatorio en todos los altares; a finales del siglo
pasado fue restringida esta decisión dictada por la Congregación de Ritos.
216
dida con lo que el mismo padre Brüning nos explica con respecto a su diseño
de altar mayor de la capilla absidal del Corazón de Marla de Quito:
"En el presbiterio mismo se levanta el altar que es sin discución el más acErtado por 6a¡
simbolismo cristocéntrico. En él en efecto todo converge a la Sagrada F,ucarisu'a prc-
sente en el Tabernáculo; todo habla del Santo Sacri.ficio de la Nuer¡a Lcy que en él se
ofrcce. Dos ángeles hacen centinela de honor a las puertas mismas del tabemáculo y
pa¡ecen decir: EcceponisAngelorum, factuscibusüatorunq letrero que se halla asímis-
mo distribuido por los lados. En un retablo sobre fondo de oro se ve cuat¡o grup6 de
hermosos ángeles que nos enseñan que el sacrificio de la misa es la más digna adora-
ción que se debe a Dios (culto latréutico), la súplica más eficaz pa.ra implorar nuev.as
gracias y arxilios del AltGimo, la acción de gracias más agradable que el cristianismo
podría presentar a Dios (culto eucarístico), la mrís cabat rcparación de nuestras culpas y
de los pecados del mundo entero (culto propiciatorio). Se hallan estc símbolc gru-
pos, de dos en dos bajo graciosos tímpa.nos, separados con sr¡s r€spectivx pináculc.
Todo este conjunto, adornado con macollas trepantes y cruciformes, impresiona la vista
del modo más agmdable. A la altura de la sin par bella estatua de la SantGima Virgen
se hallan otros dos ángeles, en devota actitud, acompañando y venerando a la Patrona,
a la cual está dedicada esta capilla absidal de la Basílica de Quito, el Purísimo C-orazón
de la Madre Santísima del Cielo". (42).
217
"... y el altar mEror, que estuvo muy esttopeado y destruído en su mayor parte, ha sido
restaurado con mucha discreción'. (43).
o
CAPITULO UNDECIMO
AI-]GUNAS OBRAS DE DISEÑO NN BRÜNING
La obra de diseño de Briining es una de las que más ha sufrido debido a los
cambios litúrgicos del último Concilio; pues, al cambiar los conceptos, mu-
chos de estos elementos resultaron innecesa¡ios (púlpitos, altares con taber-
2t8
náculo, confesionarios, comulgatorios, mamparas, etc.), ¡ sin mayor criterio
histórico y artístico, fueron eliminados o transformados para otros usos.
Con respecto a los mis6e5, hemos llegado a contabilizar un número que so-
brepasa las doscientas obras utilizadas en diferentes iglesias a nivel nacional.
128 Wsta general dcl óbside, funfu se 1934 y acabafu en üciembre de este
percíbe el color todovfa limpío de la mismo año.
decorución realimdt por Brüning. EI
altar fijo (instalado en 1912), el reta- l30Altar mayor de la capilla del antí-
blo sobre el mismo trsbajado en Mu- guo colegio de los S^S.CC. de ktmi-
nich en 1913), así como el comulgato- pamba en Quito (hoy Univenidad
rio, son también su obray constituyen Tecnológica EEtinoccial); es dc estilo
un cla¡o ejemplo de conjunto de ele- neoclásico y trabaiado en metal en la
mentos romónicos. La foto dato de casa alemana Mayen La fotograflt dc
1918. San Rorye. 1924 año de su bendicióry Permite
apreciu la decoración dcl óbsidc Ete
Los alto¡es laterales fijos, Ios retablos tod.ovfa se conserva; no así el altar Ete
laterales, como el dc la hryen fu la hoy se halla repartido en Pedams, en
Bonadorq confesí.onaños, púlpito, Ia iglesia dcl colegio d¿ los Sagrados
etc. tanbién son diseños suyos. Corazones d¿l Centro, en Quito.
CCPL. CCPL.
129 Akarfijo en piedra dc estilo neo- 131 Wsta general dcl oltor moyor de
clásicq en la iglesia del Ca¡nten Mo- la Cqilla absidal d¿l Corazón d¿ Ma-
demo de Quito, donde Büníng ade- rla" en Quito, recién colocada y reali-
mós, realizn la d¿coracíón interior y zado en la casaMoyer dc Munich Qro-
vaios aneglos. El cuidaba sus obras licromado y an técnica fu estilo
en los mínimos detalles cuanfu Ie era puzzle). Su estilo es gótico, rcorde
posible; cuanfu no se realizaban de con la estructura, el espacio y la dcco-
acuerdo a sus ideas, no vacilaba en mción. Lafoto dota de 1909. CCPL.
volver a rehacer todo, como cuenta" en
este coso, la tradición de las monjitos. EI resto dc altares laterales tarnbién
Este altar fue diseñado m junio de son diseño de Brüning
2r9
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l-¡,.i
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t.
1
I
(Ere se consena), pero sin topar fisi-
132 Dibujo original tu Brüningdel al-
can ente ninguno d¿ sas elementos;
tar dc la capilla absidal ful Cotazón
posterionnante fue sacado y hoy se en-
de Marla qre lo realizó en 1X)9.
CCPL. cuentra repaxido en Pedazos, Ere
cumplen üferentes funciones en el
133 Alta¡ estilo neoclásico dc la igle- mismo convento.
La fotogrSa data
sia de Santa Clara d¿ Quito. Sus pla- dc 1912. ACR.
nos los anvió a Munich en mono d¿
1912; es bend¿cido en su sitio el 5 fu 134 Diseño del altarba.noco fu la ca-
diciembre dc 1912. Era fu color cre- pilla ful Santlsitno Sacramento de Ia
ma y oro, con columnas qte semeja- iglesia dc La Merced de Quito' diseña-
ban mármol rojo. do en 1927 y bendecido el 16 de no-
viembre dc 1930. Fue realizado usan-
De este modclo qisten muy setneian- do, incluso, partes de antiguos altares.
tes,y tanbién diseñados por Büning Son interesontes los diseños dc estípe-
en las mismas épocas, en Ia Matriz de des y columnas tonos propias del esti'
Cayambe (1911) y en la iglesia d¿ San Io.
Iosé dc Minas. El üseño de Bruning En esta iglesia también realizan repa-
se integroba al antiguo altar mayor rociones y armentos en ofus retablos,
22r
corno el elemento central del altarma-
yor en 191$ que se integra perfecta-
mente al estilo y no topa fisicarnente
ningún elemento del antiguo. Reparu-
ciones y complementos realízn Brü-
ning tonbién en otas iglesios, como
en Ia igksia de Guópulo, en la del
Hospital Sanluan d¿ Dios, en Iacapi-
lla d¿l antiguo Hospital Milinr, en Ia
capilla dcl antiguo Manícomio de
Quito, etc.
224
lo gótico pua el alta¡ lateral fu Sa¡t 140 Dibujo original de Brüning dcl
tosé en laigksia fu San Felipe en La- confesionario dc La capilla fu San
tacanga (hoy dcsaparecido). Los ü- Cotlos de Quito, dcl cuol qistieron
seños los realizó Bríining en 1918. dos gemelos, pero Ete en Ia actuali-
CCPL. dod sóIo se conserva uno. Estos ele-
mentos contenfan un estuüo etgonfu
137 Altat mayor dc estilo gótico dz la mico muy pormenorizado que
capilla dc la Medalla Milagrosa dc utilízaba corno elemento d¿ enseñan-
Anbatoy Ete dota de 1921. za en Ia cóted¡a dc arEtitectura. Su
estilo es rornónico y data dc 1908.
138 Altsr mayor dc estilo neoclásico CCPL.
que se coru;erva en la capilla del onti-
guo hospital dc Latacunga Fue üse- 141 húlpito dc laigksia dc Son Felipe
ñado en septiembre de 1921. dc Latacungd, diseñado en februo de
1918; es el único elemento d¿ esta na-
139 Altar dcl S.C. dc lesús dc la Cate- turalezn que se conserya en su sitio
dral de laja, en estílo neoclósico. Pa- original. Otros, como en San Roque
ra este altu Bríining realizó tres üse- cuyo üseño fue reali.zndo en mayo de
ños en novietnbre dc 191& 1917, estan conveftifus en ambones.
226
YffiWffi¿:or*o;
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$4.
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i*" .&
a los conceptos de la'carpinterla d¿l por Bríining incluldos en su totolidod
metaln que, sin usat sueldo, esfrucfrtra los jordines. Actualmente se consen'a
sus elemantos meüante abrazoderas, en poúe, Wro muy dcteriorudo. La fo-
remaches, espigos, etc. Algunos dc es- to daÍa d¿l dla de su inanguracióry eI
tos trabajos todaía se conseworr, co- 31 dc mozn dc 1916. ACR
mo la puerta del baptisterio dc lar W-
sias dc
San Roque (1923), Pintag y 154 Dibujo original fu Bríining para
San Miguelito de Plllam (1916), un la uma cineruña pta Santa Mañanita
magnlfico conjunto en los comdores fu lesús; rcalizada en estilo románíco,
fu la capilla del Seminaño Son losé diseñad¿ en noviembrc de 1910 y ter-
de QuiA etc. minoda en lebrero dc 1912. Fue peü-
day costeodt por GonzóIez Suúrc2
152 Baldaqino cibonio dc estilo
neoclósico dc Ia Catedrul fu LoiC di- 155 La obru d¿ la wna cineruia paru
señodo en agosto de 1929. Santa Mañanita d¿ lesús fue realizada
por el orfebre Ma.nuel León Tones en
153 Monwnento al S. Corazón de Ie- Iburay mide 0.45 m. de frente, 0.50m.
sús, m eI colegio Sagrados Corazones fu fondo y 0.65m. de alto. EI centro
fu krmipamba fu Q¿ito; diseñado lo ocupa unfenestino fu cristal dc ro-
234
cs, dond.e se qhiben las reliquias que
reposort en el templete. En el fondo,
se encuentran el monqrana fu Ia
Santa y los escudos heróldicos dc Plo
Xy el dc Gottzólez Suórc2
237
CUARTA PARTE.
1,,4 TECNOLOGAY LOS ESTILOS EN I-4 OBRA
DE BRUNING.
Este conocimiento debfa adaptarse, en primer lugar a una zona con serios
problemas sísnicos, elemento que él nunca olüdó, y luego a nna sociedad
con caracterfsticas bastante singulares en muchos aspectos de la tradición
constructiva.
Los cimientos, por ejemplo, eran estudiados por Brüning muy concienzuda-
mente, porque, en cualquier estructura, son el aspecto que garantiza el traba-
jo y, más aún" teniendo en cuenta la premisa sísmica anotada. Su profundi-
dad dependía de las ca¡acterísticas del terreno (volcánico, ncangahua", arena.
etc.) y de la altura de la edificación. Muchas obras de cimentación requerían
consolidaciones artificiales (hierro, estacas de capulí o guayacán); en la unión
de sus partes se usaban diversas árgam¿s¿s (barro, cal o unas filas con lo uno
y luego lo otro).
I-os mu¡os son solucionados en lad¡illo (San Roque de Quito), piedra (San
Felipe de L,atacunga); adobillo (San Miguelito de Píllaro) o técnicas mezcla-
das, según las zonas; así, las torres son de ladrillo y las naves, de adobe (Igle-
sia de Malchinguí), etc.
240
l¡s cplnmn¿s (octogonales o circula¡es) y las pilastras son solucionadas de
acuerdo al material que fundamenta la construcción y de acuerdo al tipo de
techumbre que se utiliza; asi las tenemos en ladrillo (San Roque de euito),
en piedra (Iglesia de Conocoto) y en madera (Iglesia del Colegio de La In-
maculada de Quito).
Mas, estas bóvedas, cuyos arcos fajones y nervios son semicirculares, sólo se
pueden construir sobre una planta cuadrada o aproximadarnente cuadrada;
por eso, Briiming, cuando desea cubrir espacios rectangulares, utiliza los ar-
cos ojivales en los fajones, sean obtusos (Medalla Milagrosa de Ambato) o
equiláteros (Iglesia de San José de Quito). Esto, lógicamente, determina el
estilo; en el primer caso, de transición ¡ en el segundo, abiertamente gótico.
241
C-omo ejemplo tenemos la bóveda de cañón de quincha de San Miguelito de
Pflaro,la de arista de quincha de la iglesia de La EsperlnTae¡ el cantón Pe-
dro Moncayo y de camones, que semeja la de tracerfus, en la capilla de las
Salesas de Alausí.
Estas bóvedas al no ejercer reales esfuerzos, son sostenidas hasta por pilares
de madera o sólo por los muros laterales, reconociéndose fácilmente porque
éstas no poseen contrafuertes (Santa Prisca de Quito, iglesia de Nayón, Ma-
rianitas de Riobamba). Se da el caso, bastante común, de que algunas igle-
sias eran planificadas para bóvedas de crucería, pero, por asuntos económi-
coq terminaban siendo cubiertas por bóvedas encamonadas.
Existe, además, otra forma de cubri¡ las iglesias por parte de Brüning, como
son las bóvedas esquifadas re¡lizad¡s en quincha ("apilla del Hospital Der-
matológico), de cubierta de par y nudillo con recubrimiento de caña y barro
(San Luis de Riobamba) o recubiertas con madera (iglesia de Columbe en
Ctinborazo).
Bruning también utiliza los cielos rasos de módulos metálicos; lo cual combi-
na una tecnología moderna a la época y básica dentro de los conceptos ecléc-
ticos (capilla de la Virgen de la Escalera de Quito) o de los historicismos re-
nacentistas (""pill" del Hospital de Tulcán). Estos diseños son
concienzudamente estudiados para da¡ formas adaptadas a diferentes espa-
cios (iglasia de San Pablo en Imbabura). Estos módulos, algunas veoes, eran
en yeso (Santo Domingo de Riobamba), llernados nestucosn.
242
I-a técnica debe ser muy precisa; pues, por lo generaf las bóved¡s están des-
compuestas en nervaduras meridianas; para su realizac:iín se utilizaban las
cimbras, con entrepaños de relleno; eran cubiertas con ladrillos sesgados, tra-
bajo deücado que no puede esta¡ en manos de cualquiera. I-as cúpulas des-
cansan, por lo general sobre tambor, en cuyo intradós se perfilan los vanos y
éstas se descargan, a través de pechinas, a las pilastras del crucero (capilla de
la iglesia de San Diego de Quito, Matriz de Cayambe ,Matítzde Tulcán).
250
i ".¡-
,&n'
171 Estucfim del aradós de la b6
vedt dc catnones de la capilla del Co-
legio dc Mañonitas de Nobantba Es-
ta, en cierto Íormq es colgante de la
a¡madura fu cubieñas. Nótese eI uso
de cabestros.
255
QT]INTA PARTE.
EL PADRE BRÚNING.
Las pocas veoes en las cuales nos hemos encontrado con su nombre han sido
para verlo atacado en forma superfrcial y sin pruebas, cometiendo, por lo tan-
to, tremenda injusticia.
257
sias; en otros casoE ni siquiera consta su nombre. Pero aunque al eferior de
la iglesia católica nunca tuvo reoonocimiento, al interior, al menos en la épo-
ca que viüó, fue querido y respetado; pero, pasado el tiempo, su nombre, su
vida y sus obras se ha¡ ido su-iendo cadavezmás en la obscuridad.
258
7L C\
2s9
FEf9$II¿FIá X,"d /S"d*.¡&
p cr¡ye fir¡¡ra
e iqdividurl
it**tiiei*eópi*a
S*¿i.¡n ¡
261
182
va, proviene del pensaniento de Brüning; (ambos son alemanes y sacerdotes
laza¡istas; ambos estuvieron en el Seminario de San José -Grimm, nacido en
1842, vino al Ecuador en 1875 y murió en Quito en 1907-); por lo tanto, es ob'
üo que tuvieron una época de contacto; el Padre Grimm no tiene una tradi-
ción de constructor y se lo cono€e oomo un e4perto en Teologfu y Liturglq
aportando, entre otras cosas, los primeros y más ampüos estudios del qui-
chua; el libro fue escrito en el Ecr¡ador y aprobado por Federico González
Suárez en 1907; los grabados de dibujos de altares que se presentan en la
obra son re¡lizadss por Briining y pertenecen a sus realizaciones en este
campo; pafes del tero son utilizadas efractadamente, al igual que ilustra-
cioneq en el nCurso de Arquitectura" de Brüning y en la pubücación Tvti Se-
min¿¡'igi.
Fue nombrado arquitecto arquidiocesano; razón por la cual por sus manos
pasaban todo tipo de obras arquitectónicas realizad"s por otros arquitectos
¡sligiosos o civiles, los cuales siempre encontraron su apoyo y consejo opor-
tunos para llevar a feliz término la más pequeña de las obras.
'a los importantísimos sen¡icios p¡estados por el abnegado e inteligpnte Padrc Briining
en la Cátedra de Doema y otras asignaturas, por más de tr€inta años, co el Sembario
Mayor, así como por los de Arquitecto Arquidiocesaao en muchísimas obras de la Re-
pública'(aa).
20
do vivi¡ en un lugar más bajo; pero él amaba su labor en euito y constante-
T"{e se desplazaba por los rincones miás apartados del país, controlando y
dirigiendo las diversas obras.
"...RP. Brüning a quien este semin¿¡is y t¿ patria ecuatoriana le son deudores de innu-
merables bienes. El Semin¿¡iq, po¡que durante T lustros supo alimentar con la sagrada
ciencia los entendimientos juveniles deseosos de verdad; supo con sus ürtudes y sabia
di¡ección formar las voluntades de cuantos lwitas pasaron por sus manos con n¡mbo
hacia el santuario. I-a Patria, porque en toda ella o en su mayor parte, ha dejado impc-
rccede¡os rccucrdc e imponderables progresos, fruto de la compctencia arquitectónica
que adornaba la perona del esclarecido sacerdote que ha erigido principalmente sun-
tuosos temploc y basilicas, con santo celo porque Dioc sea bendecido y honndo'.
"...Mientras vivió el preclaro ¡eligioso, su profunda humirdad nunca le permitió aceptar
manifestaciones elogiosas; justo es que en esta hora, rompiendo el silencio en que nos
ha sumido su sensible muerte, exterioricemos nuestro agradecimiento a nomb¡e del
Ecuadory del semina¡¡s y¿.positemos una corona de flores de gratitud sobre su vene-
rable tumba...'
"'.Amor que en el correr de 39 años se tradujo en la continuada y abnegada labor de
profesor y director eq)i¡itual, cargos amboc quc lm dcscmpeñó con acierto y brillo.
si nos detwiéramos a oramin¡u todos y cada uno de los pasos de estc ilust¡e hijo de san
vicente, los encontraríamos a cual más informados del más fe¡viente amor al semina-
rio. se consideraba satisfecho cuando podía servi¡ a sus alumnos, resolviéndoles las du-
das, aclarándoles los conceptoc obscuros, ilustrándolos todo cuanto cteía conveniente,
sea cual fuere la materia de quc se tratara.
su amor al scmina¡io brilló con nucvos dcstellos durantc la enfermcdad que le llevó a
la tumba. cuando sc vio obüpdo a retirarse de las clascs, notó con dolor que sus servi.
cios eran ]ra pequeños; todavra querla servirtc en algo. I-a enfermedad, empero, le exi-
gía un remedio más
"margo insufrible: le pedfa el sacriÍicio de alejarse de-esta amada
e
mansión, remedio que no se resolvió aplicarlo, po4lue no podía soportar tan cruel os-
tracismo.
si se alejaba por pocos mescs, no tardaba en e6tar de welta, agravando así su dolen-
cia..."
'...cosas hay en los seres humanoe que no necesitan ni de los cadenciosos versos del
poeta' ni de las,hábiles rcflexioncs del filósofo para ser bellas. Así fue el amor del pa-
263
dre Brúning a la Santísima Virgen.
Sacerdote como era en toda la extensión de la palabra, tomó a Maía como a la estrella
de su üda, como a la vela de su nave.
l-as palabras de Jesus: Fili, ecce Mater nra, fueron recogidas con amor y veneración por
el Padre Brüning para trocarlas en hermosa realidad..." (45).
También, cuando celebró sus bodas de plata sacerdotales, se realizó una ce-
remonia en su honor el 28 de mayo de 1924 en la capilla del Semina¡'io Mayor
de Quito; se resistió a los homenajes por considera¡los extraños al espÍritu de
su Instituto. En el locutorio de los Pad¡es Lazaristas le obsequiaron una tÍü-
jeta de oro puro, de 0.18 por 0.9 cmts.; le regalaron, de pa¡te de la Vicaría de
Ambato, ut estuche 6o¡ insf¡'u'¡sntos de dibujo, como homenaje de esa ciu-
dad por las obras que él reellzí en ella; también se le ofreció un reücario de
plata en forma de reloj de bolsillo, de parte del Rvdo. señor Chantre de la
Catedral Alejandro Mateus. Este relicario contenía eltignum crucis co¡reh-
quias de notables santos y pertenecía al Arzobispo Checa y Barbq Prelado al
cual el mismo Pío IX se lo había obsequiado.
'...Sois nuestro amadísimo Padre: así os consideramos, así os amamos; si vr¡estñ¡ cuna
se moüó en otro lejano y querido hogar, si vuestras primeras miradas contemplaron
campos propios, valles, coünas, íos, fuentes y ciudades que os pertenecían; si fuisteis en
vuestra niñez aca¡iciado por of¡o6 seres íntimos o idolatrados; la Diüna Pror¡idencia,
haciéndo escuchar su voz, que es la de la obediencia, os scñaló la nueva patria; patria de
vuestro sacerdocio, nuestra amada Quito.
En ella y para ella, por su iglesia, por sus sacerdotes, por sus hijos, veinticinco años ha-
beís trabajado con infatigable celo, con ciencia copiosa y elevada, con virtud propia del
espíritu de San Vicente de Paúl, y con el entusiasmo y cariño de un verdadero hijo de
, nuestra paüia.
Sois, para nosot¡os, como el anillo que une el pasado con el presente, los antiguos y
santos fundadores y maestrcs, crryos venerados nombres de Shumacher, Clavery
Grimm, Stappcrs, Dautzembeg Almeida, Rioffo, el santo y sabio padre Reul y otros,
no se borranín de los anales de nuestra lglesia, con los digros sucesores que hoy labo-
ran en el mismo campo, con igual esmero e idéntico espíritu.Habéis compartido nues-
tras alegías y tristezas, nuestro descanzo y fatigas, los triunfos y consuelos de la Cruz y
la persecuciones a ella; lo pr&pero a adverso para nuestra patria han ocupado un lugar
privügadio en westro corazón.
Desde la cátedra de las ciencias sagrada habéis prodigado luz a los levitas del Señor,
que hoy irradian por pueblos y ciudades la que recibieron de vuesttos labios en el estu-
dio profundo de los misterios y dogmas de nuestra santa Reügión.
Con westro arte cristiano, de un extremo a otro de la Ar,quidiocesis, y miís allá, desde
la solitaria capilla de una olüdadda aldea hasta los magníficos templos y basílicas de las
264
ciudades, habéis procurado a Dios un culto decente, digro y en muchas partes regio y
grandioso. üQuién no debe un servicio a vuestra bondad? üquién no ha rccibido un con-
sejo de vuestra prudencia? ... (,1ó).
183 Católogos como éstos, Ete perte' de caÍólogos, libros, revistas, muy vin-
necieron al padre Brüníng ayud.arcn a culadas a la qansión indusüal que
ubicar elementos formales estilísticos se vivía y Ete utilizrbon ios arquitec-
que, si no eron usados ürectamente, tos vinculados especialmente en las
p ermití an in sp irar nu ev as form as. épocas dc ange de los hisaricismos y
el eclecticisrno. CCPL.
A nivel mundial uistía una profusión
265
ry 1E3
26
EPILOGO
267
Por lo general mostrando más de una vez 'na gran autosuficienci4 y hacien-
do uso de teorías generales o esquem¿rs teóricos e:rtrapolados de las ciencias
sociales, se ha tratado de explicar el hecho arquitectónico y fundamentalmen-
te urbano; pero ha sido con total incapacidad para ubicar siquiera el tiempo y
el espacio de los nismos.
Este aporte debe ser parte de un más amplio proc€so, que debe ser tomado
con seriedad por diferentes personas en el lapso de muchos años; tendrá quc
pasar por etapas y aspectos que, gusten o no, habrá que llevarlos adelante, así
como lo h¡n llevado a cabo otros países y corrientes filosóficag sin escudar-
nos nosotros, en la excusa de que podemos "ahorrarnosn, repitiendo esque-
mas librescos, toda t"'a historia del conociniento creada en un du¡o pr(rce-
so. Lo contrario nos tendría sumidos en la tlpica mediocridad que domina y
define la mayorfu de los aspectos de nuestro país.
Por eso esperrrnos que, en algún sentido, este trabajo sea un real aporte al
estudio de la historia y de la teorla de la arquitectura del Ecuador, asf como
una ayuda para valorizar una etapa y su expresión formal' aquilatar los histo-
ricismos y el eclecticismo, forma muy importante de este arte que, hasta hace
pocos añoq estuvo relegada y despreciada.
2,6E
menos sociales y económicog a los cuales, intuimos, están involucrados; pero,
por el mismo elemental desarrollo en que se encuentran todas estas ciencias
en el estudio de nuestra realida{ sabemos que, por el monento, es un sueño
ilusorio.
Será éste el mejor homenaje al padre Pedro Huberto Brüning, al cual la his-
toria y la teoría de la arquitectura ecuatoriana le tienen una enonne deuda
sin saldar.
?,69
REFERENCIAS
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C.M., 1908, p. 15ó. (30) Ibidem, p. 145.
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Noval Ayerve, 1958, pp. 201,202. (33) Ibidem, p. s33.
(6) Historia de la A¡quitectura, Auguste (34) Ibidem, p. s33
Choisy, 1899, p.402.
(35) Ibidem, p.535.
(7) Arqueologra y Bellas Artes, P. Francisco (36) l-a Liturgia General, Juan Maía Grimm
Noval Ayerve, 1958, p. 237.
C.M., 1908, p.2s4.
(8) Historia de la Arquitectura, Héctor Ve-
(37) Recuerdos históricos, Boletín Eclesiásti-
larde, 1949, pp. 1,11,,'1.12.
co, Quito, marzo 1935, pp. 133, 134, 135.
(9) Historia de la Arquitectura, Auguste (38) Liturgia General, Juan Maía Grimm
Choisy, 189, p.402.
C.M., 1908, p.2s2.
(10) l-a Uturgia General, Juan María Grimm
(39) Ibidem, p.2s4.
C.M.,p.227.
(40) l-a Liturgia General, Juan María Grimm
(11) Ibidem, p.237.
(72)lbidem,p.?37. C.M., 1908, p.267.
(41) Ibidem, p.275.
(13) los Ideales de la Arquitectura Moderna;
su evolución (1750-1950), Peter Collins, (42) Recuerdos Históricos, Boletín Eclesi¿ísti-
7965,p.75. co Quito No.3, marzo de 1935, p. 315.
(14) Ibidem, p.76. Nota: Aunque el artículo está firmado por
(15) Ibidem, p.9ó. Brüning, él no se identifica como autor
(1ó) Ibidem, p.97. de la decoración ni los altares, como
(17) Ibidem, p. 78. siempre hizo con sus obras, a causa de
(18) Ibidem, p. 1O4. su profunda humildad.
(19) Ibidem, p. 108, 109.
(20) Historia de la Arquitectura Moderna, (43) A:tes Plásticas Ecuatorianas, José Ga-
l-eonardo Benevolo, 1960, p. 105. briel Navarro, p.92.
(21) Ibidem, p. 107. (,{4) Boletín F-clesiástico Quito No 3, julio
(22)Ins Ideales de la A¡quitectura Moderna; 1937,p.758.
su evolución (1750-1950), 1965, Perer Co-
(45) Mi Seminario No 5, 1 de mayo 1938, p.
22.
llins, 19ó5, p. 118.
(46) Boletín Eclesiástico Quito No ó, junio de
(23) Ibidem, p. 119.
(24) Ibidem. p. 119.
79u,p.372.
(47) Mi Seminario No 4, abril de L9*,p.2.
(25) Ibidem, p. 119.
(26) Ibidem, p. 120.
Nota: I-a antigua g¡uta, hoy desaparecida,
(27) Ibidem, p. 120.
donde Brüning solía orar, fue durante
(28) Ibidem, p. 12.
mucho tiempo mnocida como la gruta
(29) Historia de la Arquitectura Modema,
de la "Virgen de Brüning".
270
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